Mignolo La Colonización Del Lenguaje

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r TEORÍA LITERARIA; TEXTO Y TEORÍA l0 Directora Iris M. ZAVALA Co-directora Myriam Diaz-Diocaretz DISCURSOS SOBRE LA ,INVENCIÓN'DE AMÉRICA Coordinación de Iris M. Zavala tpc| il 4 ¡ a l-'\& \-' .{--¡ 5q{¿s7 \ q { \ \; , .{\ \ \ ,l I I ,v\ rN AMSTERDAM - ATLANTA, GA 1992

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TEORÍA LITERARIA; TEXTO Y TEORÍA

l0

DirectoraIris M. ZAVALA

Co-directoraMyriam Diaz-Diocaretz

DISCURSOS SOBRE LA,INVENCIÓN'DE AMÉRICA

Coordinación de

Iris M. Zavala

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WalterD. Mignolo

La colonización del lenguaje y de la memoria:complicidades de la letra, et libro y la historiar

I. Introducción

Cuando George Balandier propuso su aproximación teórica a lasituación colonial, la colonización de las lenguas no era todavía un asuntoque despertara el interés de historiadores, sociólogos, economistas o antropó-logos, mencionando sólo aquellas disciplinas aludidas en el mencionadoartículo. Cuando casi quince años mas tarde, Michel Foucault subrayó ladimensión histórica y social del enunciado y de las formaciones discursivas,la colonización del lenguaje no era tampoco ni todavía un tópico atractivopara quienes estaban interesados en la arqueología del conocimiento. Talarqueología, fundada en el ejemplo paradigmático de lo que generalmente se

entiende por "tradición occidental" pasó por alto el caso en el cual unaarqueología de las formaciones discursivas tuviera que enfrentarse con lacolonización masiva de lenguas no-europeas que comenzó en el siglo XVIcon la expansión de los imperios Hispánico y Portugués. Edward Said dio unpaso más adelante que Foucault en este respecto al partir de la noción de"formación discursiva" para confrontar la manera en que la intelectualidadoccidental construyó la idea del "Oriente". Al hacerlo abrió las puertas a lacomprensión del rol de las prácticas discursivas en situaciones coloniales.Esta perspectiva había sido ya sugerida, a finales de la década del cincuenta,por Edmundo O'Gorman al desconstruir una formación discursiva semejante,que Said llamó "orientalismo" a la que denominó "la invención de Améri-ca". Más recientemente, Leopoldo Zea continuó en el propio México la víaabierta por O'Gorman y Samir Amin desde Egipto reflexionó también sobreel "Eurocentrismo" que para O'Gorman se constituyó de forma paralela a laconstrucción de la idea de América.2

El común denominador de todos estos ejemplos, que sirve de punto departida para mis reflexiones sobre la colonización del lenguaje J¡ de lamemoria, es la conjunción de la expansión económica y religiosa' con laideología de la "letra" construida en torno a la escritura alfabética y al

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Fio. l. La superposición de sistemas de escritura: los piclo-ideogramasMéxico representan las palabras por medio de volutas, y la escrituraalfabética traduce en palabras lo que está "dicho" en la escritura picto-ideográflca (Códice Tudela, Méjico, 1553).

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FlG. 2. La tiranía del alfabeto se manifestó desde temprano en lacolonización del imaginaría de las culturas amerindias.

a) El alfubeto mnemónica de Ludovico Dolce (Dialogo nel qual siragiona del modo de accrescere a conseryar memoria, Venetia, 1562)

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c) la transcripción alfabética que hizo Landa de los glifos Mayas(Relación de las cosas de Yucatán, circa 1566)

b) El alfabeto de Diegoejercitar la memoria det 579)

Valades, modelado en el de Dolce, destinado alos Amerindios (Rethorica Christiana, Perusa,

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FlG. 3. La confrontación de sistemas de escrituras modifica también Iaconfiguración del rol social competente en ella:

a) Representación del quipucamayo c, persona a cargo de la escrituraIa civilización Inca (Guarnan Poma, Nueva corónicay buen gobierno)

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b) Representación del escriba medieval, persona a cargo de la escrituraen el oesfe cristiano (Un atelier del centro de Francia, Dijon, Bibl. man.493, fol 29)

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c) Representación del escriba en el perú colonial, mezcla delquipucamayoc con el escriba medieval (Guaman poma,Nuevacorónica... )

l9lnacimiento de.la imprenta.o Ambos son aspectos de un mismo proceso quereconocemos hoy como el comienzo de la época moderna. Ei necesaiioponer el énfasis en la conjunción de estos dos aspectos puesto que se hapropuesto, por un lado, que la invención del alfabeto ha provocado unatransformación de la conciencia y una división radical entré un pasado endonde la oralidad predominaba y un presente que es el reino de la éscritura yde la escritura alfabética. Pero, por otro lado, se ha argumentado convincen-temente de que no es la invención del alfabeto lo que nos permitirá darc.uenta de la "gran división" entre culturas orales y escritúrales, sino laligazón entre determinadas formas de escritura con una estructura económicay los designios políticos de sus dirigentes.s Esta conjunción es parte delcontexto de pensamiento en el cual emerge la idea del "otro" (bárbaro,caníbal, iletrado) y qle crea las condiciones para la emergencia de laetnología comparada.6 Este es el contexto específico en ei que quieroplantear la colonización del lenguaje y de la memoria.

Por "colonización del lenguaje" entiendo, en primer lugar, la organi-zación del lenguaje (latín caleré, cultivar, diseñar, organizar), la org{niza-ción de las lenguas por medio de la escritura de sus gramáticas. por "leñguaje"entiendo no solamente el hablar sino todo sistema de signos, au.iles ográficos, cuyo uso está regido por nonnas y convenciones-. Este pequeñorecordatorio es necesario cuando nuestro campo de reflexión son sitúacionescoloniales después de 1492, cuando la ideología de Ia "letra" construida porlos intelectuales ("letrados") durante el renacimiento, invirtió la supremacíade lo oral defendida por Platón en su pedro y disminuyó los válores desistemas de escritura n-o-alfabéticos. partiendo dL estas prernisas me concen-traré en dos sistemas humanos de interacción y en sus relaciones: el^ aural,que basado en la organización de los sonidos pone en actividad la lengua, losoídos la cercanía de los cuerpos y el gráfico, que basado en la inscripiión demarcas en superficie.s sólidas pone en actividad las manos y los ojos y tiendea aleJar los cuerpos.' Esta distinción me permita especificar todavía que por"colonización del lenguaje" entiendo las decisiones tomadas y las aócionesrealizadas en la colonización del habla mediante la escritura de gramáticas, yla colonización de escrituras picto-ideográficas reemplazánáolas por laescritura alfabética. Y especificar también que por "colonización de lamemoria" entiendo las formas genéricas,8 ligadas a la escritura alfabética,que permitió a los españoles escribir las "historias" de las culturas nativas.Es obvio, aunque a menudo olvidado, que la sofisticada clasificación degénelg"s retóricos y poéticos común a los letrados Europeos de los siglos XVy XVI'tiene poco en común con la clasificación de diicursos en coñrunida-des humanas fuera del radio de la herencia greco-romana.r' Al analizar lacolonización del lenguaje y de la memoria desde esta perspectiva tendré encuenta la subyacente filosofia del lenguaje que permitió justificar, en lacolonización de las Indias occidentales, las acciones realizadás por misione-

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ros y letrados. Los primeros activos en escribir gramáticas y programar elproceso de conversión, los segundos, activos en la escritura de las leyes parala administración de la sociedad, ambos preocupados por la manera detraducir en historias la memoria de los amerindios.

u. La composición de gramáticas de lenguas amerindias

La composición de gramáticas fue una de las actividades destacadas y de lasesfiategias empleadas por los misioneros para reorganizar y re-diseñar laslenguas de las comunidades nativas. La significación del proceso es quizástodavía mal comprendido, aunque sea bastante bien conocido." En efecto,qué es lo que está en juego cuando sistemas de escritura en los cuales ladistancia entre lo aural y lo gráfico (entre lo oral y lo escrito) es muchomayor que la distancia existente entre lo oral y lo escrito en sistemasalfabéticos de escritura, comienza a ser transcripto aplicando las reglas deestos últimos? En las múltiples gramáticas de las lenguas Amerindias escritasentre los siglos XVI y XVII, sus autores daban por sentado que el latín eraun sistema lingüístico universal que podía ser usado para establecer las reglasgramaticales de todos aquellos lenguajes cuyas gramáticas todavía no habíansido escritas. Esta creencia era tan fuerte que Domingo de Santo Tomás(1499-1570), por ejemplo, escribió en el prólogo a su gramática del quechuaque esta lengua era "tan conforme a la latina y española y en el arte yartificio dell4 que rp parece sino que fue un pronóstico que los españoles lahabían de poseer".'' Ejemplos como este sugieren que por "colonizacióndel lenguaje" no sólo debemos entender "(reorganización" sino también"posesión". Mi observación no niega las buenas intenciones ni la enormecontribución hecha por gramáticos como Domingo de Santo Tomás en Perú"Alonso de Molina (d. 1585) y Horacio Carochi (d. 1662) en México.'' Sólointenta identihcar la filosofia renacentista del lenguaje que justificó lacolonización de las lenguas amerindias. Cuando Carochi observó, porejemplo, que al niáhuatl le faltaban siete letras (cap. l), actuaba bajo laconvicción de que hay un alfabeto universal para representar sonidos lingüís-ticos y que, de acuerdo a este principio, ocurría que la lengua mexicana notenía todos los sonidos que podían representarse mediante el alfabeto roma-no.La posesión de las lenguas a la que me estoy refiriendo es de una especieparticular y se diferencia de lo que es también colonización y posesión deotras lenguas durante la expansión de las culturas Amerindias, como la delos Incas en Perú o los Aztecas en México. José de Acosta, entre otros,informa que:

Como iban los señores de México y de Cuzco conquistando Tierras, ibantambién introduciendo su lengua, porque aunque hubo y hay gran diversi-

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dad de lenguas particulares y propias, la lengua cortesana del Cuzco corrió y

;""::"r.n"t dia más de mil leguas y la de México debe correr poco

Acosta no estaba interesado en explorar las implicaciones de la colonizaciónde las lenguas sino mas bien en acortax el camino para el proceso de conver-sión. Su observación es útil, no obstante, porque ayuda a entender-1orcomparación-las diferencias entre la imposición de las lenguas identificadascon el poder durante la expansión de los Mexicanos y de los Incas y lacolonización de las lenguas durante la expansión de la corona de Castilla enel contexto de la expansión económica y religiosa del Oeste cristiano. Eneste último caso, tanto la escritura alfabética como la invención de laimprenta permitieron no sólo colonizar las lenguas amerindias mediante laescritura de sus gramáticas, sino que ambos tuvieron un papel decisivo en laimposición del alfabeto romano y en la supresión de los sistemas amerindiosdekcritua.t5

Demos un paso atrris para contextualizar la acción de escribir gramáti-cas de las lenguas amerindias. la composición de gramáticas estuvo indirec-tamente conectada con la colonización de las culturas Amerindias en laconocida anécdota en la cual la Reina Isabel recibió la primer gramática dela lengua castellana escrita por Elio Antonio de Nebrija. Además, el hechode que la Reina Isabel nació el mismo año de la invención de la imprenta, yque Nebrija publicó la primer gramática castellana el mismo año en queColón llegó a las Indias, contribuye al anecdotario que rodea la colonizaciónde las lenguas amerindias. La manera en que Nebrija (o, más exactamente,el obispo de Avila) le explica a la Reina la utilidad de las gramáticas ha sidoa menudo mencionad4 al¡nque conviene recordarla:

El tercero provecho deste mi trabajo puede ser aquel que, cuando enSalamanca di la muestra de aquesta obra a vuestra real Majestad, y mepreguntó que para que podía aprovechar, el mui reverendo padre Obispo deAvila me arrebató la respuesta; y respondiendo por mi dixo que despuésque vuesua Alteza metiesse debaxo de si iugo muchos pueblos barbaros ynaciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento aquellos terninannecessidad de recebir las leies quelvencedor pone al vencido, y con ellasnustra lengua, entonces por esta mi Arte podrían venir en el conocimientodella, como agora nosotros deprendemos el arte de la gramática latina para

deprender el latín.¡6

El convincente argumento expuesto en el prefacio de su gramática es tambiénconocido y no hace falta ser repetido en detalle." Vale la pena recordar,sin embargo, que uno de los rasgos más notables en este argumento es elpacto entre "las armas y las letras, señalado por Nebrija en el momento enque Castilla estaba en el proceso de llegar a ser un estado modemo regidopor letrados. El florecimiento de las artes, especialmente de las artes del

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lenguaje o gramáticas, es retóricamente enfatizado por Nebrija al contrastarla imagen de un nuevo comienzo montado sobre las ruinas dejadas por losenemigos de la fe cristiana.

Assi que, después de repurgada la cristiana religión, por la cual somosamigos de Dios, o reconciliados con El; después délos enemigos de nuesrafe vencidos por la guerra y ñrcrza de armas, de donde los nueshos recibiantantos daños y temían mucho maiores; después déla justicia y essecucion delas leies que nos aiuntan y hazen bivir igualmente en esta gran compañia,que llamamos reino y república de Castilla; no queda ia otra cosa sino queflorezcan las artes de la paz. Entre las primeras es aquella que nos enseñala lengua, Ia cual nos aparta de todas los olros animales y es propia delombre. y en orden la primera despues de la contemplación, que es oJiciopropr io de I e ntendimie nn.

No debe sorprendernos, pues, que la Reina Isabel no entendiera de inmediatocuál podía ser el uso que podía tener la gramática de una lengua vernácul4aunque la Reina fuera consciente del prestigio que podría darle puesto quehasta entonces sólo las tres lenguas relacionadas con las Sagradas Escrituras(el hebreo, el griego y el latín) contaban con sus propias gramáticas. Le eramás dificil, en cambio, preveer las conexiones entre lengua y poder en elproceso de colonización. Pensar sobre estas cuestiones era tarea de loshumanistas (litteratus) y letrados (urisperitos), y oo necesariamente demujeres y hombres consagrados al poder político. Nebrija estaba muyfamiliarizado con la obra de Lorenzo Valla y con su reevaluación de lasletras para salvar Roma de la total desintegración. A Nebrija le cabe elhonor de haber contribuido a la introducción de las ideas humanistas enEspaña y en tanto humanist4 sabía que el poder de una lengua unificada pormedio de su gramática, residía tanto en la posibilidad de ser enseñada a losque no la hablaban como en controlar otras lenguas "peregrinas" por mediode la escritora. Nebrija pudo convencer a la Reina Isabel de que su destinono era solamente conquistar sino también "civilizar". El vocablo "civilizar",en vez de "colonizar", es útil para representar el programa y las motivacio-nes de los letrados peninsulares durante finales del siglo XV y principios delsiglo XVI y para distinguirlo del programa "descolonizador" que preocupa alos intelectuales de finales del siglo veinte.

En efecto, el pasado asl como cualquier otro mundo posible, no puedeser modificado sino sólo comprendido. Comprender el pasado, que es unamanera de hablar el presente, puede emplearse tanto para mantener comopara modificar la imagen heredada. Los mundos actuales sí pueden, encambio, ser modificados. La estrecha frontera que separa entender el pasadode hablar el presente es paralela a la frontera que separa entender al "otro" yhablar entre "nosotros mismos", cualquiera sea la configuración del "noso-tros". Puesto que, finalmente, comprender el pasado tanto como la otredadno interfiere con las maneras de entender el presente, sino más bien ocurre

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lo inverso: son las necesidades actuales las que nos empujan a comprender elpasado para poder hablar el presente y comprender al "otro" para definir el "sí-mismo". Hablar o decir el presente implica el compromiso en un dominio deinteracciones en el cual el sujeto del conocimiento (epistemológico) y elsujeto de la comprensión (hermenéutico), invierten tanto en un dominioacadémico/científico de conocimientos como en un dominio político decomprensión. Tales inversiones en la adquisición y transmisión de conoci-mientos y formas de comprender el pasado son, al mismo tiempo, inversio-nes cuyos dividendos se recuperan no siempre en nombre de la verdad sinotambién en nombre del poder; conocer y comprender significa conocer ycomprender de cierta manera. Por lo tanto, la diferencia semántica entre"civilizar" y "colonizar" revela no sólo una diferencia en nuestra (humanis-tas del siglo XX) manera de entender el pasado sino también una diferenciaen la manera en que ellos (humuista del siglo XVI) hablaron su presente ynosotros hablamos el nuestro. Si no ocurren cambios semánticos en estenivel, hablar el presente implica una continuidad con el pasado en la medidaen que los términos ("civilizar" y "colonizar") conservan los mismossentidos con que fueron empleados entonces.

Para entender la manera en que Nebrija hablaba su presente es necesa-rio entender que su ¿¡rgumento se apoyaba en una filosofia del lenguaje cuyasraíces pueden trazarse, por un lado, hasta San Agustín y la unión de lafilosofia platónica con la filosofia cristian4 cuya motivación era encontrar lasolución al problema de una lengua única y unificada. Por otro lado, puedetrazarse hasta el tratado de Lorenzo Valla (1406-1457) sobre la lengua latina(Latinas linguae elegantiarum libri sex), motivado por la necesidad de salvarla Roma cristiana de la barbarie lingüística y cultural.'"

En España, unos cincuenta años después de la publicación de lagramática castellana de Nebrija, Luis Vives se ocupó de la diversidadlingüística y formuló la questione de la lingua en términos del contraste entrela lengua primordial hablada por Adrin y la Tone de Babel." Vives estabafamiliarizado con las ideas de San Agustín puesto que estaba a cargo de laedición de sus obras instigada por Desiderio Erasmo. La fuerte convicciónde San Agustín de que hubo una lengua original proviene tanto de lasSagradas Escritoras como del contexto de la filosofía platónica. En tantoneoplatónico y cristiano, la interpretación de San Agustín se basaba en elprincipio metafisico de una unidad original a partir de la cual se podía darcuenta de la pluralidad y multiplicidad de las cosas. La lengua original yunificada, según su interpretación, no necesitaba ni podía ser nombradapuesto que al ser original y unificada no necesitaba ser distinguida de otraslenguas. De tal modo que bien podría llamarse lengua humana o locuciónhumana (De civitate Dei XVI, ll, l). A pesar de todo, la locución humanano fue suficiente para mantener la felicidad de los seres humanos y evitartambién que transgredieran la ley, como ocurrió en el proyecto de construir

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una torre para alcanzat el cielo. La división de la lengua originaria y lamultiplicación de los lenguajes produjo también la división de las comunida-des humanas. Después de haber ocurrido la multiplicación y diversidad fuenecesario encontrar un nombre que distinguiera la lengua originaria de lasdemás. San Agustín tenía buenas razones para creer que la lengua primordialera el hebreo.

Mientras Vives, basado en su conocimiento de San Agustín, desarro-llaba una filosofia del lenguaje que sería empleada (directa o indirectamente)por los misioneros en la colonización de las lenguas amerindias", Nebrijase había ocupado de re-escribir el programa que Valla había bosquejado en

el prefacio de su Linguete latinae elegantiarum. Valla se había dado cuentaque la reconstrucción de un imperio no era una tarea que podía alcanzarsesólp por medio de las armas. Intentó, en cambio, alcanzar los mismosobjetivos por medio de las letras. Al contrastar el uso del latín, empleadopor sus antepasados en la expansión del imperio romano y al enfatizar lafuerza de la lengua como una fuerza unificadora más allá de la expansióngeográfica, Valla preveía una recuperación de Roma y, como consecuenci4predecía el papel central que ltalia debería desempeñar en el futuro. Era porcierto dificil para Nebrija en 1492 anticipar demasiado sobre la colonizacióndel Nuevo Mundo. Debía haber intuido con cierta claridad, sin embargo, queCastilla tenía la oportunidad de convertirse en un sucedáneo del imperioromano o, al menos, de proveer para Castilla un papel semejante al queValla preveía para Italia. Si el prefacio de Nebrija a su gramática castellanafue una especie de reescritura del prefacio de Valla, las condiciones históri-cas habían cambiado: mientras que Valla intentaba reconstruir un imperioque había decaído, Nebrija predecía la construcción de uno nuevo.

Hay otros tópicos que invitan la comparación entre Valla y Nebrija,aunque sería muy largo entrar en detalles. La lucha de Valla contra losbárbaros, su creencia (anticipando a Vico) de que la historia de la civiliza-ción es la historia de las lenguas; y la estrecha connexión que percibía entrelas lenguas y el poder, son tópicos todos ellos repetidos y desarrollados porNebrija. Hubo, como es natural, diferencias significativas. Nebrija visualiza-ba Castilla, en vez de Italia, como centro del imperio y el castellano, en vezdel latín, como su lengua oficial. De ello se sigue, naturalmente, que lasgramáticas de las lenguas amerindias se escribieron en castellano, aunque se

empleara como modelo la gramática de la lengua latina (y no de la lenguacastellana) publicada por Nebrija en l48l y reimpresa muchas veces desdeentonces. Esta situación ilustra la tensión entre el latín como lengua de lasletras, el saber y la educación y el castellano como la lengua de la política yla conversión.21

No obstante, mientras que las gramáticas se escriblan en castellanoempleando como modelo la gramática del latín, las historias se escribieronfundamentalmente en castellano. Ha llegado pues el momento de pasar de la

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composición de gramáticas de las lenguas nativas a la escritura de la memoriade las culturas amerindias en forma de narraciones históricas.

III. La escritura de la historia y la memoria de pueblos sin historia

Las primeras historias de las culturas amerindias conocidas en Europa fueronescritas -por miembros de la cultura que introdujo la alfabetización entre losnativos." En el proceso, las formas nativas de recordar el pasado y trans-mitirlo a las futuras generaciones sufrió las consecuencias de la alfabetiza'ción, tanto en la enseñanza de una nueva forma de escritura y de lecturacomo las versiones escritas (en castellano o en latín) de lo que era narradooralmente en náhuatl u otros idiomas amerindios.23 Los historiadores españolesactuaron bajo la creencia de que el alfabeto €ra una condición necesaria de laescritura historiográfica, puesto que de acuerdo a los principios de la épocala historia era-por un lado-una combinación de palabras y cosas y-porotro--que no se podla tener historia si no se poseía escritura alfabética.Aunque tanto los historiadores como los misioneros reconocieron que losamerindios tenían maneras de conservar el pasado (tanto en forma oral comoen sus pictografías), no llegaron a darles un valor equivalente al de lahistoriografia europea y peninsular del siglo XVI. Al concluir que losamerindios no teníari historia (aunque tuvieran memorias del pasado), losmisioneros y letrados se autodesignaron cronistas con la tarea de poner en;

forma coherente los relatos que, según algunos entre ellos, los amerindiosnarraban de manera totalmente incoherente.^

Cuando emergen situaciones como estas en las cuales el acto deescribir la historia de una comunidad significa, al mismo tiempo, reprimir lavoz de ella y la posibilidad de que sus miembros sean escuchados, presen-

ciamos un ejemplo de colonización de géneros (o tipos) discursivos. Cuandose trata de los géneros destinados a conservar la memoria y transmitir elpasado, estamos frente a un buen ejemplo de la colonización de la memoria.El caso es similar al de la escritura de gramáticas de lenguas amerindias y ala colonización del lenguaje. En efecto, mientras que en un caso, las gramá-

ticas compuestas de acuerdo a la lógica explícita de las lenguas del coloniza-dor toman el lugar de la gramática implícita de las lenguas amerindias, laescritura de la historia toma el lugar de la organización del pasado en

narraciones orales o en relatos pictográficos. En el primer caso, un conoci-miento implícito (el de la lengua) es ignorado; en el segundo, un conoci-miento explícito (el del pasado) es reescrito. Veamos estos dos aspectosdesde diferentes perspectivas: una relacionada con el alfabeto y con la idea de

libro; la otra relacionada con la escritura de la historia.

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3.f. El alfabeto y la colonizacién de la memoria indígena

La escritura de la historia de comunidades no-occidentales fue una de lasmaneras mediante la cual los letrados colonizaron los tipos discursivos oralesy las formas de escritura picto-ideografica empleados por quienes desempe-ñaban roles sociales semejantes en las sociedades colonizadas (e.g., porejemplo, los nobles-sabios o pipiltine en la sociedad y los maestros-sabios otlamatinime, en la escuela-templo o calmemac en las comunidades de hablanáhuatl) y tenían la función de conservar y transmitir el pasado. La coloniza-ción de la memoria consiste, precisamente, en o bien ignorar la produccióncultural e intelectual de las comunidades colonizadas, o bien reconocerlas yaún valorarlas convirtiéndolas, al mismo tiempo, en objeto descrito yanalizado por medio de los tipos discursivos empleados en la comunidadcolonizadora. En este caso, la historia es un tipo discursivo en la Europa delXVI cuyo prestigio intelectual justifica que se la emplee para colonizar lamemoria de los pueblos colonizados. Los misioneros e historiadores españo-les no prestaron mucha atención a los tipos discursivos en las culturasamerindias y cuando lo hicieron, lo hicieron para documentar formascomunicativas de culturas ajenas a las suyas o para emplear la informaciónen la escritura de sus historias. Una de las explicaciones por la falta deinterés que misioneros e historiadores peninsulares mostraron hacia los tiposdiscursivos amerindios está seguramente relacionada con las teorías renacen-tistas de la escritura y de los géneros discursivos en la Europa renacentista.Tanto la una (filosofia de la escritura) como los otros (tipos discursivos) se

concebían sobre la base de la escritura alfabética y ésta se consideraba laforma superior de escritura. Los cambios de perspectiva sobre las relacionesentre la mente y la -escritura tanto en estudios cognoscitivos como en lafilosofia del lenguaje", como así también los conocimientos provenientes deinvestigaciones empíricas en el area de Mesoamérica'o, hacen posible hoyreexaminar los principios interpretativos bajo los cuales actuaron los letradoseuropeos y peninsulares,

Veamos más en detalle dos aspectos interrelacionados: la colonizaciónde las escrituras amerindias por medio de la alfabetización y la colonizaciónde los transportadores de signos gráficos, como amoxtli y vuh en las culturasmesoamericanas, por medio del libro. "Libro" en el siglo XVI europeo, a lavez objeto y sistema de representación elaborado en torno a la materialidadde los transportadores de signos, era un objeto que se daba por sentado y se

empleaba como punto de referencia paxa interpretar otros transportadores designos y sistemas de representación elaborado en torno a su materialidad.Otro de sus empleos era recoger y organizar información proveniente deculturas ajenas a la tradición greco-latina, cuyas formas materiales deinteracción social y cuyos sistemas ideológicos para concebir la materialidadde la cultura no se avenía del todo a las formas y a las ideas dominantes en

t9Europa- Por ejemplo, los sistemas ideológicos mediante los cuales "amoxtli"y "vuh" se insertaban en cada una de sus respectivas lenguas y culturas(nríhuatl y maya-quiché), fueron suprimidos por los letrados europeos que

consideraban al "libro" como el transportador "normal" de signos para unsistema de signos "normal" constituido por las letras del alfabeto. Cuandolos españoles vieron los transportadores de signos en Mesoamérica" en formaacordoneada, no percibieron sus similaridades con el rollo de papiro enGrecia o en Roma AC y consideraron que tales formas de transportar sigroseran rudimentarias y no alcanzaban todavía la sofisticación y ventajas dellibro. Sin embargo, al notar hoy que tanto "libro" como "vuh" y "amoxtli"derivan de vocablos que en latín, maya-quiché y náhuatl designan el árbol ylacorteza que se extrae de él para inscribir signos gráficos en sus superficiesplanas y sólidas, nos damos cuenta de las semejanzas materiales e ideológi-cas entre "amoxtli", "vuh" y "libro", y de las diferencias establecidas en un

:irJ:r? d: p99:::.lu colonización de "vuh" y "amoxtli" por la materialidad yla ideología del "libro".'

Pasemos a la colonización del lenguaje por medio de la difusión delalfabeto. Diego de Landa en la península de Yucatán y Diego de Valadés enMéxico son dos buenos ejemplos para comprender la complicidad entre ladifusión del alfabeto, la filosofia del lenguaje erigida en tomo a su materialidady la idea de libro que subyacía en las creencias de los misioneros yjustificaban tanto sus interpretaciones como las decisiones que tomaban sobrela base de las primeras.tt Dos de las acciones más conocidas de de Landaen la península de Yucatán fue la quema de los archivos y documentosgráficos (vuh) de los Maya y su intento de traducir los glifos mayenses enletras del alfabeto romano. Mientras que la quema de transportadores de

signos gráficos no sólo ocurrió en la colonización del Nuevo Mundo, latraducción de escrituras logográficas en escritura alfabética es quiziis uno de losprimeros ejemplos conocidos en el cual el alfabeto se emplea como un mediode colonización de lenguas amerindias (Fig. l).

La presuposición de Landa de que los glifos mayas eran una suerte deescritura alfabética es sorprendente, puesto que presupone simplemente quetodo tipo de escritura tiene el alfabeto como destino final y que no hayhistorias paralelas de los sistemas de escritura sino una historia ascendentecuyo último momento es la escritura alfabética. Al hacer esta observación nointento desacreditar la percepción de Landa y su agudeza al percibir en losglifos mayas, algunos r¿¡sgos que representaban sonidos, sino de examinarcríticamente los presupuestos bajo los cuales Landa concebía la historia de laescritura. El verdadero acto de buscar correspondencias entre signos querepresentan ideas y signos que representan clases de sonidos parece indicaruna concepción de la historia de la escritura que no sólo es evolutiva sinoque, por serlo, es también jerárquica. Esta concepción se basa sobre elprincipio de que la principal función de la escritura es la de representar los

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sonidos del habla. Lo que eran creencias implícitas en Landa se expresanhoy en forma de principios explícitos: la "verdadera" escritura es aquellaque se emplea como alternativa de la comunicación oral (Fig.2a,2b,2c).

El segundo ejemplo, también muy bien conocido, es una tempranaversión de la mnemónica empleada para ejercitar la memoria y adaptada porDiego Valadés (1579), partiendo de la obra de Ludovico Dolce (1562)."En el capítulo dedicado a diversas formas de ejercitar la memoria (unaestrategia común entre los retóricos) Valadés-apoyándose en Dol-ce--desarrolló una "teoría" que proyectaba el alfabeto romano en imágenesasociadas con las letras. En un caso, las imágenes acústicas de las letras eranilustradas por medio de nombres propios. Así, la "A" se relacionaba con"Antonio", la "8" con Bartolomeo, etc. El interés del método reside en quela materialidad gráfica de cada letra es la imagen de la letra según la figura(en este caso el nombre propio) a la que supuestamente se asemeja. De talmodo que el enseñar el alfabeto a personas ajenas a la tradición greco-romana y a su cultura onomástica, requería un esfuerzo notable deimaginación puesto que la mayoría de los nombres propios indígenas estabanasociados o bien con acontecimientos o bien con el sistema calendárico. Enotro caso, las letras se "traducían" o representaban con imágenes gráficascomunes a la cultura de las personas a quienes se enseñaba el alfabeto.

Aunque el alfabeto está aquí inserto en la mnemotecni4 no es por ellomenos importante puesto que sugiere que el mundo se ordena en torno a lasletras, como bien lo muestran muchas enciclopedias en las cuales el orden delas plantas y los animales, por ejemplo, no se corresponde a un modeloabstracto de clasificación (por ejemplo, el que inventaría más tarde Lineo),sino al orden del alfabeto. La contribución de Diego Valadés a la coloniza-ción del lenguaje y de la memoria amerindia se encuentra en su retóricacristiana, una obra escrita en Europa, para una audiencia europea, paracontrarrestar las tesis que proponían la irracionalidad de los amerindios. Estosea dicho para leer los tonos grises, más que el espectro blanco y negro, enlos procesos de colonización: la defensa de Valadés, mestizo nacido enTlaxcala, se basa en el hecho de que la racionalidad del indígena lo haceapto para aprender e incorporarse a la cultura europea. Es decir, incorporar-se a la colonización de su lenguaje y de su memoria.

No estoy en la posición de poder medir las consecuencias de talesestrategias cuando se emplean para imponer formas de escrituras y dememorias ajenas a las culturas de los recipientes. El ejemplo me interesadesde el punto de vista de su signihcación para comprender la colonizacióndel lenguaje, y en el caso de la escritur4 cuando las personas de culturascolonizadas tienen que re-organizar ondas de sonidos en nuevas unidadesque se corresponden con las exigencias de la escritura alfabética. Porejemplo, acomodar los sonidos a la noción de "palabra" que surge de susegmentación grárf,rca en unidades más o menos separadas por espacios en

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blanco. Sin duda que este proceso es crítico en una trayectoria generacional.Mientras que las generaciones cercanas al comienzo de la colonización(primera mitad del siglo XVI) experimentaron el conflicto del cambio, lassisuientes exoerimentaron la nueva escritura como una forma natural de

co'nducta soclal.'o No obstante, la colonización de la escritura consisteprecisamente en una percepción y organización alternativa del mundo pormedio de signos escritos que entran en conflicto con aquellos existentes, asícomo de la transformación de los roles sociales ligados a ella (Fig. 3a, b, c)que incidirá, obviamente, en la colonización de la memoria.

Uno de los resultados de este proceso es la adopción y adaptación de

la nueva escritura y de los tipos discursivos asociados a la nueva forma de

escritura por parte de personas nacidas y educadas en el seno de familiasamerindias, Casos como el de Femando de Alva Ixtlilxóchitl en Texcoco-México o del Inca Garcilaso de la Vega en Cuzco-Perú, son claros ejemplosde este proceso. Importa también notar que ambos producen su obra entrefinales del siglo XVI y principios del XVII, y que es durante estos años enlos que se producen muestras escritas que ilustran los resultados de lacolonización de la escritura y de la memoria. Ejemplos de resistencia a estosprocesos, como el de Guarnan Poma de Ayala, que también corresponde almismo período, contrasta con muestras más tempranas como lo sono en lapenínsula de Yucatán, el Popal Vuh y los Libros de Chilám Balótn, escritoshacia mediados del siglo XVI (volveré sobre estos ejemplos en el apartado4). La colonización de la escritura y de la memoria se manifiesta no sólo en

ejemplos como los citados, sino que pueden también leerse en el silencio de

aquello que no ha sido escrito porque la difusión del alfabeto alcanzó a

sectores muy reducidos de la población, o en aquello que ha sido escritopero que aún no conocemos, porque no accedió a los canales de transmisión.

La posible lectura del silencio que subyace a lo dicho y a lo impresonos alerta sobre el hecho de que la colonización de la escritura es más visibley efectiva que la colonización del habla. Mientras todas las formas de

escritura han prácticamente desaparecido (una excepción sería la existenciade quipucamayos en el Peru actual), la colonización del habla no fue igual-mente exitosa. Cientos de comunidades y millones de hablantes de lenguas

amerindias viven en diversas regiones de un ¿írea geográfica que se extiendedesde el río Grande y el Caribe hasta la Patagonia. Su construcción territo-rial (espacio vital y tradiciones culturales), no coincide con la tenitorialidadpost-colonial que transformó las nociones de Indias Occidentales y de

Nuevo Mundo en América Latina; o coincide a medias en aquellos casos en

los que la cultura de nacimiento es amerindia y la cultura de crecimiento es

latinoamericana. Las millones de personas que hablan lenguas amerindias son

testigos del hecho de que la colonización de lenguajes gráficos, que son unaextensión de la mano, fue más exitosa que la colonización de lenguajesverbales, que están inscriptos en el cuerpo.

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3.2.La escritura (inscripciones en superficies sólidas) yla idea de "librorf

No fue por casualidad que el alfabeto estuviera tan naturalmente unido a laidea del libro y que ambos formaran parte de un sistema ideológico másamplio en el cual la posibilidad de escribir en un transportador de signos queno tuviera la forma del codex manuscrito o del libro impreso (por ejemplo,escribir en piedras, en hojas de palmeras, en piel de cordero, o en papiro),estaba fuera de las posibilidades como una actividad del pasado remoto. Fuela ideología de la escritura y de su asociación con el libro lo que explic4 enparte, el diálogo entre los doce frailes franciscanos y los representantes de lanobleza indígena que tuvo lugar en México, en 1524, y que recogió Sahagúny editó Sahagún casi cuarenta años más ta¡de. Mendieta escribió un breveresumen de este diálogo en el cual, según é1, después que los franciscanosinformaron a los representantes aztecas sus objetivos y explicaron la doctrinacristiana, los nobles aceptaron de inmediato y de buena gana lo que losfranciscanos les dijeron. La lectura de Coloquios y Doctrina Christiana(1565) en la versión de Sahagún nos deja la impresión de que la versión deMendieta no está lejos de la "verdad" de los acontecimientos. Sin embargo,la lectura del original náhuatl y de las traducciones al inglés por Klor deAlva (1980) y al español por León-Portilla (1986), nos llevan a conclusio-nes totalmente distintas a las de Mendieta.3r Gran parte de la diferenciaentre la versión de Mendieta y la versión original radica en las opuestasconcepciones de la escritura y de la función de los transportadores de signosque los aztecas llamaban amoxtli y los españoles libros, como así también delos roles sociales asociados a estas actividades, que los azt€cas llamabantlacuilo (a quien escribía-pintaba) y tlamatínime a quien miraba las pinturasy producía oralmente el relato; y que los españoles llamaban letrados, loscuales se ocupaban de ambas funciones, escribir y leer los libros.

El diálogo cuya versión escritas en niihuatl Sahagún recogió y tradujohacia 1565 tuvo lugar, como ya dijimos, hacia1524, quizás a lo largo de unperíodo de varios días o quizás semanas. El aspecto temporal del escenariode la conversación no está claro en la versión escrita. La situación, a grandesrasgos, puede ser resumida como sigue. Después de escuchar la explicaciónde la doctrina cristiana, los nobles aztecas le preguntaron a los franciscanossi la doctrina que le acababan de explicar implicaba que ellos tenían queabandonar sus propios dioses. Frente a la respuesta afirmativa de los francis-canos, los nobles le pidieron que le dieran algunas r¿Lzones. Los frailesrespondieron con prontitud que todo lo que le habían dicho estaba escrito enel Libro Divino. Esta simple respuesta sugiere hasta qué punto los francisca-nos eran prisioneros de la ideología del alfabeto del libro como garantía de laverdad y como última autoridad. No podrían haber pensado, en ese entonces,

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que lo que ellos invocaban como Libro Divino, escrito en caracteres alfabéti-cos e impreso en papel, habla sido también tradición oral, como lo eran enese momento los relatos náhuatls sobre la creación del mundo y el reinado delos dioses. Tampoco podían comprender la respuesta dada por los noblesaztecas al invoca¡ sus propios dioses, y la autoridad verbal del tlamatínime ygífrca de la tinta negra y de la tinta roj4 equivalente al Libro Divino de ladoctrina cristiana-

Exploremos un poco más esta situación para entender lo que losfranciscanos daban por sentado y los nobles aztecas tenían dificultad encomprender. Ernst

-Curtius" nos llamó la atención, hace poco más de

cuarenta años, sobre la extensión y la significación de la imagen que diferen-tes culturas han construido en torno a la escritur4 como actividad social, yal libro, como transportador de signos gráficos. Curtius comenzó su resu-men, "naturalmente", en Grecia haciendo notar que allí la idea del librodivino les era ajena y que, por lo tanto, no habla una privilegiada castasacerdotal de escribas. La conocida crítica de la escritura en los diálogosPlatónicos (Pedro), es un ejemplo complementario para comprender que lasactitudes sobre la escritura y el libro en la antigua Grecia no eran exactamen-te lo que los letrados renacentistas pensaban que eran. Es demasiado bienconocido, en realidad, que en la última parte del Pedro, Sóuates intentaconvencer a Pedro que la escritura es perniciosa y que no ayuda ni a lamemoria ni a la educación. Por el contrario, afirma Sócrates, lo único quepuede hacer la escritura es "desperatar recuerdos", aunque no necesariamen-te reemplazar el verdadero discurso que yace en la mente del hombre sabio,el cual únicamente puede ser satisfactoriamente transmitido oralmente. Atodo esto debe quedar ya claro que Sócrates estaba preocupado por laescritura y sus relaciones con la adquisición y transmisión de conocimientos,pero no por cierto con el "libro". En la antigua Grecia la escritura se

inscribía en papiro, el cual no tenía la forma que más tarde (siglo II de la eracristiana) tomaría el códice medieval. Hubiera sido imposible pwa la intelec-tualidad griega construir, en torno a un rollo de papiro en el cual lo escritose seguía sin puntuación ni divisiones, la idea que comenzó a construirse enla edad media, sobre la materialidad del códice manuscrito y encuadernado;y mas tarde en el renacimiento, sobre la materialidad del papel impreso,encuadernado, y reproducible mecánicamente por cientos de ejemplares. Esdiflcil hoy, como lo era también para una persona letrada del siglo XVI,imaginarse que en Grecia la organización de la información y la transmisiónde conocimientos en un volumen follado como el códice medieval, eradesconocida. Las distinciones introducidas en el códice medieval y la idea deque un libro se compone de varios libros (o capítulos) y de sus equivalenciasy semejanzas con la organización gráfica del conocimiento en rollo de papiroescapan al propósito de este artlculo. Sin embargo, si se piensa en el ricovocabulario asociado con la materialidad de la escritura heredadas de los

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griegos, y si también se recuerda que la idea del libro sagrado les era ajena(puesto que estaban más preocupados con la idea de escritura que con la delibro), se podría concluir que "rollo" o "biblos" no puede traducirse por"libro"; ni hacer de los primeros los antecedentes del último sin traicionar laimagen que los filósofos y retóricos griegos habían construido sobre lamaterialidad de sus transportadores de signos. Sabemos que las estrategias detales conexiones causales (e.g., papiro antecedente de libro) son posteriores yparte de un modelo evolutivo en el cual la realidad del presente es el últimomomento de un largo recorrido cuya función principal ha sido el de llevar lascosas adonde "hoy" están. Este modelo es el que emplea Curtius en sucapítulo sobre la idea del libro y en el cual habla la mayor parte de laescritura. Es también el modelo presupuesto en la respuesta que los frailesdieron a los nobles aztecas. Así, las ideas que en la antigua Grecia se

asociaban con "biblos" eran presumiblemente compatibles con las ideas quelos afecas asociaban con "amoxtli", aunque no necesariamente con las ideasque los españoles asociaban con "libro". Sin embargo, los misioneros notuvieron en cuenta esta posibilidad y tradujero¡ amoxtli por "libro", cuandouna traducción más acertada hubiera sido "biblos". Pero eso no es todo,como el libro invocado por los misioneros era el Libro Divino, ello lepermitió destruir ejemplares de amoxtli y vuh bajo la convicción de que éstosúltimos eran "libros" dictados por el diablo.33

La destrucción de los "libros" Mesoamericanos porque se considera-ban dictados por el demonio, así como la apelación al "libro sagrado" paraprobar que los amerindios est¿ín errados en sus creencias, son dos ejemplosmediante los cuales podemos conectar escritura, alfabeto latino y la idea dellibro en la colonización del lenguaje y de la memoria. Entre la acción deescribir y el libro en el cual se organiza y se transmite el conocimiento,reside un tercer invitado: ciertas estructuras abstractas no tan perceptiblescomo la acción de escribir o unos de sus resultados, la confección del libro,pero fundamentales en la organización y trasmisión del conocimiento: losgéneros o marcos discursivos. Los relatos historiográficos no son ni lossignos gráficos ni el libro. Tanto el hablar como el escribir implican, por unlado, la producción de signos" audibles o visibles según pautas conceptualesque no son sólo las gramaticales sino las genéricas. Los españoles no sóloescribieron las gramáticas de las lenguas nativas sino que también escribieronla memoria que los amerindios conservaban en sus propios marcos discursi-vos. Al hacerlo, reemplazaron también amoxtli y vuh por "libro".

3.3. El alfabeto,los bárbaros y la escritura de la historia

3.3.1. Landa informó, en 1566, sobre los acontecimientos que tuvieron lugaral comienzo de la conquista de la península de Yucatán, entre 1533 y 1550aproximadamente. El libro de Valadés, publicado en 1579, es uno de losmejores ejemplos de la educación franciscana en México: una mezcla de la

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tradición grecHomana con las tradiciones amerindias. Regresemos unoscincuenta años antes de la escritura y publicación de estos libros, al comienzode la campaña de alfabetización en México, pocos años después de lallegada de los franciscanos y del diálogo con los nobles aztecas, que acaba-mos de mencionar. Pedro de Gante, una de las figuras principales en lacampaña de alfabetización y cristianización de los amerindios informó, enuna carta dirigida al joven Felipe II, fechada en 1529, sobre las medidastomadas y los esfuerzos realizados por los franciscanos desde su llegada aMéxico, en 1524, para convertir los nativos al cristianismo. De Gantesubrayó el esfuerzo de los franciscanos en el aprendizaje de las lenguasnativas y comentó las dificultades involucradas en la tarea, puesto que losamerindios eran "gente sin escriturá, sin letras, sin caracteres escritos y sinningún tipo de entendimiento". Los valores, sabemos, apoyan las acciones yorientan las estrategias. Pedro de Gante informó también en detalle lamanera en que los franciscanos procedieron para trasmitir el alfabeto aquienes no lo poseían:

Se juntaron luego poco más o menos mili mochadlos, los cuales teníamosencerrados en nuestra casa de dia y de noche, no les permitiendo ningunaconversación con sus padres, y menos con sus madres, salvo solamente conlos que los servía y les traían de comer; y esto para que se olvidaran de sus

excesivas idolatrías y excesivos sacrificios, donde el demonio se aprovecha-ba de Inumerable cantidad de ánimas.ra

3.3.2. El párrafo muestra que la enseñanza del alfabeto implicó ciertaviolencia. La violencia no se ejerció, sin embargo, en el acto de reunir yencarcelar a los jóvenes día y noche sino en el acto de prohibirles lasconversaciones con los padres, particularmente con la madre. Los frailessabían o intuyeron que en una sociedad primariamente oral, en la cualvirtualmente todo conocimiento se transmite por medio de la conversación(con los padres, los nobles-pipiltine-y los sabios-l/amatinime), el corte dela conversación con los padres significaba, fundamentalmente, privarlos de lacultura viva incrustada en la lengua, conservada y transmitida por medio delhabla. La colonización del lenguaje ocurrió en varios niveles. En un nivelfue la introducción del alfabeto. En otro nivel, en la lectura de los textosescritos y valorados por quienes enseñaban a leer y a escribir. La filosofia dela escritura que subyacía al sistema de creencia de los misioneros preparó las

conexiones que establecieron entr€ la falta de letras y la falta de enten-dimiento. En consecuencia, en la "cadena de los sistemas de escritura" que

fabricaron los letrados renacentistas, la escritura alfabética se consideró, porun lado, la más perfecta de todas, superior a la China y la Maya y se laempleó, por otro, para construir la imagen del "otro" como "bárbaro". Eneste escenario, la falta de escritura alfabética pasó a ser una condición

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suficiente para asimilar los iletrados con los bárbaros y juzgar, desde laperspectiva del alfabeto y la literalidad (literacy), la ¡literalidad de lastradiciones orales. Lo oral se asimiló al analfabetismo desde la perspectivade una filosofia de la escritura que sobrevaloró la escritura alfabética.

3.3.3. ¿Qué lugar le cabe a la escritura de la historia en €ste escenario? Lafilosofia renacentista del lenguaje no estaba solamente preocupada por laescritura. Otra preocupación era el habla (cuando se trataba de discernir elorigen del lenguaje y el origen de la diversidad de las lenguas); la estructurade las oraciones (cuando se trataba de asuntos de gramática y lógica); ytambién la estructura y pragmática del discurso (cuando se trataba de lasdisciplinas del trivium y, más tarde, cuando se trataba de asuntos de retóricay de poética). La escritura y las acciones sociales relacionadas con el escribircomenzaron a ser una preocupación fundamental en el renacimiento con lacelebración de la letra y con el encuentro -de personas provenientes deculturas con diferentes sistemas de escritura." De tal modo que cuando eljesuíta José de Acosta (quien desde Peni y hacia finales del siglo XVI) lepreguntó a su cofrade Antonio Tovar, en México, cómo era posible que losmexicanos tuvieran historia si no tenían escritura (implicando escrituraalfabética), y cómo era posible que hablaran con tan admirables figurasretóricas (tal como le informaba Tovar) si no tenían retórica, Acosta noestaba necesariamente implicando falta de letras con falta de inteligencia(Acosta no era franciscano, ni tampoco estaba del lado de de Gante), sinoque preguntaba guiado por una filosofia de la escritura que no concebía lahistoria sin ella, y una concepción del habla¡ bien que no se concebía sin lapreceptiva escrita, que tenía el nombre de retórica. Entre los primeros añosdel siglo XVI en los cuales de Gante asimilaba la falta de letras con la faltade entendimiento y finales del XVI en los cuales Acosta asimilaba la falta deletras con la de historia, y la de retórica escrita con la dificultad de biendecir, Bartolomé de las Casas se ocupó de establecer la conexión entre laausencia de letras y la barbarie, aunque dejando a salvo la inteligencia de losamerindios. Según las Casas,'o era necesario distinguir entre tres tipos de"bárbaros". El primero clasificaba a los seres humanos que habían perdidototal control de sí mismos y sus mentes estaban controladas por sus pasiones.El segundo tipo, que nos interesa aquí, caracterizaba en términos de capaci-dades lingüísticas y escriturarias. El tercero se refería a los "bárbaros" sensuIiteralis porque habitaban zonas marginales no gobernadas por leyes, nitampoco tenían justicia. La caracterización del segundo tipo de bárbarodependía, de alguna manera, de la creencia en una lengua primordial,hablada por Adán, de la pluralidad lingüística posterior que condujo a laconfusión de lenguas y, finalmente, del mito de la torre de Babel. Estas

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creencias no eran invocadas, en este caso, para explicar el origen dellenguaje o parajustificar la lengua más perfecta (como el latín en el caso deLorenzo Valla), sino para distinguir los bárbaros de los civilizados. Pasemosa considerar la importancia del dictum de de Gante y la pregunta de Acosta,en el contexto de la definición de "bárbaro" ofrecida por las Casas, paracomprender la complicidad entre la letra y la historia en la colonización de lamemoria-

No debe sorprendernos que en el siglo XVI por lengua se entendierafundamentalmente el habl4 y no escritur4 y que fuera reconocido como unode los rasgos específicos de la "naturaleza" humana, distinta de la animal.Tales creencias no se debían necesariamente a la influencia de la filosofiaplatónica del lenguaje que había desacreditado la escritur4 sino al revés. Lafilosofia platónica del lenguaje estaba basada sobre la experiencia lingüísticade una civilización que si bien había "inventado" la escritura alfabética, susformas de interacción social eran todavía fundamentalmen_te orales y laescritura se percibía como una alteración del orden natural." Mientras queel hablar distinguía a los seres humanos de otros seres vivientes y erafundamental parc la construcción de la noción de "humanidad", la capaci-dad de la escritura alfabética para hjar lo dicho del hablar (aunque no lasituación del hablar y el acto de decir), era tan nuevo para Sócrates (y encierto modo todavía para Platón), que no podía pensarse como un rasgodistintivo de la especie humana. En consecuencia, el paso de lo oral a looral-escrito en la transmisión de conocimientos llegó a constituirse----con eltiempo-en uno de los puntos fundamentales para distinguir individuos ysociedades civilizados de individuos y agrupaciones de individuos biírbaros.Puesto que en el mundo de las Casas todo conocimiento (scientió) dependíadel conocimiento previamente almacenado en textos escritos, era lógico queen ese mundo se hiciera una distinción entre quienes no tenían letras nitampoco conocimientos, de los que tenlan letras y por lo tanto teníanconocimientos o scientiá. Para las Casas, como para sus contemporiíneos,acostumbrados al rol social de letrado que se asociaba con el saber, era"natural" pensar que la capacidad para crear un sistema de escritura seme-jante, que diera acceso al conocimiento y al poder, se considerara como unode los rasgos más preciados para distinguir la superioridad de la civilizaciónsobre la barbarie.

Espero que la discusión precedente contribuya a entender por qué loshistoriadores de Indias mostraron, durante la primera centuri4 una fuertepreocupación por las maneras en las cuales los amerindios conservabanmemorias del pasado. Esta preocupación no era por cierto neutra, puesto queconducía a preguntas formuladas por quienes en la mismo acto de formularla(¿cómo pueden los amerindios tener historia si no tienen escritura?), descri-bían la idea de la actividad que estaban desempeñando: escribir historia,concebida como una narración lineal en la cual la cadena de las palabras

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(posibles de distinguir como tales debido a la escritura alfabética y dificil deimaginar en sistemas no alfabéticos de escritura) era una y la misma con lacadena de acontecimientos. El tlarnatinime Mexicano quien, contrario alletrado, estaba acostumbrado a leer de abajo hacia aniba y en forma de

"boustrophedon", a mirar las pinturas de los códices y a contar historiashubiera tenido dificultades para entender las relaciones entre palabras yacontecimientos que, en el vocabulario de los historiadores y tratadistas delsiglo XVI, eran los materiales de los cuales estaban compuestas las historias.No me cabe duda que el proceso inverso hubiera sido igualmente dificil. Noobstante, eran los letrados españoles y renacentistas quienes haclan laspreguntas concernientes a las relaciones entre la escritura y la historia. Sonestas razones las que también explican que los españoles se asombraran yquejaran de la falta de coherencia en las narraciones orales de los amerin-dios, cuyas lógicas no llegaban a entender. La filosofía del lenguaje con laque estaban armados los misioneros y letrados no se reducía a la solacuestión de la palabra y la escritura, por un lado, y a la lógica de la narra-ción, por otro, sino que se extendía también a la cuestión de los génerosdiscursivos. En consecuencia, la concepción renacentista de la historia erauna cuestión de escritura alfabética y de lógica narrativa causal. A la falta deescritura para hjar el pasado se acoplaba la falta de lógica en sus relatos, locual dio lugar a que los misioneros se autodesignaran para escribir la historiaque aparentemente los amerindios no tenían.'o

Veamos algunos ejemplos que ilustren y apoyen lo dicho. En el libro I,capítulo l, de la Historia general y natural de las Indias (1535), Oviedosubrayó su preocupación por saber de qué manera los amerindios recordabansu origen como así también "las cosas" de sus antepasados. Observó tambiénque en la isla de Santo Domingo, los cantos que llamaban areytos eran dealguna manera sus "libros" o "memoriales". Casi un siglo después deOviedo, el Inca Garcilaso de la Vega-cuyas obras reflejan la tensión entrela organización y la transmisión de la cultura de sus antepasados y las ideasde la escritura y del libro del renacimiento europeo--cuenta que cuando erajoven le preguntó a su tío qué sabía sobre el origen de los reyes Incas(Comentarios reales de los Incas 1609: I/)W). Más específicamente, lapregunta de Garcilaso indagaba sobre las maner¿rs en que los Incas conserva-ban memorias del pasado puesto que él sabía que no tenían escritura. Porcierto, Garcilaso describió la pregunta hacia 1608, mientras que la preguntala formuló, presuntamente, hacia 1550, antes de abandonar Perú para viviren España. Garcilaso especificó la pregunta diciéndole a su tío que enCastilla como así también en otras naciones comarcanas, hay historiasdivinas y humanas y por esas historias los castellanos saben cuantos años hanpasado desde que Dios creó el mundo; por esas historias saben también todolo relacionado con la transformación de los imperios, y saben también todolo relacionado con sus reinos. Si saben todo esto, concluye Garcilaso, es

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porque tienen libros. La conclusión prepila la pregunta, Garcilaso la formulóasí: puesto que Vds. (nótese el desplazamiento del pronombre personal enrelación a la etnia del hablante) no tienen libros, ¿cómo conservan lasmemorias del pasado? Buen ejemplo de hermenéutica diatópica en el cual laprimera persona narrativa se despega de su pasado mediante el empleopronominal ("Vds.", "nosotros"), y el "nosotros" implícito se define por lanatural creencia en la complicidad entre la historia, la letra y el libro.

Algunas décadas antes de Garcilaso, Acosta entró en el debate sobre lafalta de inteligencia de los amerindios y con persuasivos argumentos demos-tró que eran seres humanos e inteligentes. Sus argumentos se apoyaron enejemplos de lo que las culturas Amerindias conocidas habían hecho y lasmuestras que habían dado en términos de leyes, construcción de ciudades,educación, etc. Uno de sus ejemplos fue el calendario mexicano y la sofisti-cada manera en que marcaban el tiempo y fechaban los acontecimientos delpasado. No obstante, en el libro vi, Acosta cambió la dirección de suargumento y comenzó a hablar de lo que los amerindios no tenían. Una delas primeras faltas, como ya señalé, la de letras. Desde el capítulo vi al XI,del libro vi, Acosta desarrolló una tería de la escritura basada en unafilosofia del lenguaje cuya deuda con Aristóteles Acosta admitió abiertamente:

Las letras se inventaron para referir y signifiar inmediatamente las palabrasque pronunciamos, así como las mismas palabras y vocablos, según elfilósofo, son señales inmediatamente de los conceptos y pensamientos delos hombres. Y lo uno y lo otro (digo las letras y las voces), se ordenaronpara dar a entender las cosas: las voces a los presentes; las letras a losausentes y futuros. Las señales que no se ordenan de próximo a significarpalabras sino cosas, no se llaman ni son en realidad de verdad letras,aunque estén escritas, así como una imagen del sol pintada no se puededecir que es escritura o letras del sol, sino pintura. Ni más ni menos otrasseñales que no tienen semejanza con la cosa, sino solamente sirven para

memoria, porque el que las inventó no las ordenó para significar palabras,sino para denotar aquella cosa, estas tales señales no se dicen ni sonpropriamente letras ni escritura, sino cifras o memoriales, como las qe usanlos esferistas o astrólogos para denotar diversos signos o planetas de Marte,de Venus, de Júpiter, etc., son cifra y no letras, porque por cualquiernombre que se llame Marte, igualmente lo denota al italiano, y al francés,y al español, lo cual no hacen las letras, que aunque denote las cosas, es

mediante las palabras y así no las entienden sino los que saben aquellalengua (Livro VI, cap. 4).

Basado en esta teoría, Acosta infirió lo siguiente: l) los seres humanostienen tres diferentes maneras de conservar memorias escritas del pasado,una por medio de letras y escritura alfabética (sus ejemplos son el griego, elhebreo y latín); 2) por medio de cifras y caracteres (como los chinos); 3) ypor medio de pinturas (como en las mayores civilizaciones conocidas, entre

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ellas las dos grandes civilizaciones mesoamericanas). Podemos ahoraentender por qué Acosta le preguntó a Tovar cómo podían los mexicanostener historia si no tenfan letras y como podían tener tan bellos discursos sino tenían retórica. En su filosofia de la escritura, la historia y la oratoriaestaban necesariamente ligadas a la escritura alfabética. Tovar, por su paxte,familiarizado en México con el "arte de la memoria" entre los aztecas, dioexplicaciones a Acosta de cómo recordar largas oraciones y recordar elpasado podía lograrse sin la ayuda de las letras. Sin embargo, Tovar nopodía menos que estar de acuerdo con Acosta sobre la falta de escritura entrelos mexicanos, puesto que para ambos escritura era igual a letras."

La teoría renacentista de la escritura predominante entre los letradosespañoles queda ilustrada en estos ejemplos. Su aplicación para interpretaxlas culturas amerindias condujo a la tipología de los sistemas de escritura delpadre Acosta y a la natural complicidad entre escritura alfabética, narraciónhistoriográfica y "posesión" de la historia. Tener o no tener historia podíaentenderse de dos maneras: no tener pasado, o no tener la manera adecuadade recordar el pasado. La complicidad entre escritura alfabética e historiacondujo a la conclusión de que si bien había muchas maneras de recordar elpasado, la historia -era otro asunto que estaba ligado no con meras formasgráficas sino con estadios culturales y formas de civilidad. ¿Dónde sefundaba esta creencia? Una pista para responder a esta pregunta la encontra-mos €n la herencia de la retórica roman4 en especial en tratados como AdHerennium, De Oratore e Institutione Oratoria. En estos tratados se impusoy se transmitió la idea que la historia es narración y que la narración es unaparte central en la construccíón (dispositio) de un texto. La distinción de

Quintiliano (Instilutione Oratoria II, v) entre tres tipos de relato era bienconocida en el renacimiento: fóbula, era el relato más alejado de la verdad yse aplicaba a la épica y a la tragedia; argumentum, era un tipo de relatofingido que se aplicaba fundamentalmente a la comedia y, finalmente,historia, era el verdadero relato de los acontecimientos ocurridos. Lacomplicidad entre la historia y la escritura alfabética se gestó en una culturacuyos representantes letrados estuvieron en condiciones de escribir tratados(retórica) para regular el discurso oral (oratoria), de concebir un tipo derelato escrito que se correspondía con el acontecer y de con-fundir elacontecer con la (una) versión escrita de é1. Estos tratados que eran funda-mentos de la educación humanístic4 fueron parte de la educación de quienesdurante el siglo XVI escribirían las historias del Nuevo Mundo.oo

Un cambio de rumbo y una discontinuidad con la tradición clásica tuvolugar cuando los mismos tratados se emplearon en el Nuevo Mundo para laeducación de los amerindios, en los colegios franciscanos primero, y para laeducación de los criollos, en los colegios jesuitas luego. La historia de laeducación en el Nuevo Mundo es una muestra de las las pautas seguidas porla colonización del lenguaje mediante laalfabetización y post-alfabetización:

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l) Los misioneros, al escribir historias del pasado de las culturasamerindias, como así también los letrados que documentándose en losescritos picto-ideográficos los vertían en escritura alfabética, colonizaron lamemoria de gente que ellos mismos habían considerado sin historia. Alhacerlo, también tradujeron el pasado amerindio a las pautas cronológicas dela narración historiográfica y a una concepción providencialista de la historiaque, en la concepción del mundo de un letrado del siglo XVI, eranfenómenos paralelos a la historia evolutiva y progresiva de la escritura.

2) Los pocos amerindios educados en el Nuevo Mundo y en loscolegios hispanos (por ejemplo, en Santa Cruz de Tlatelolco), integraron lasformas amerindias de escritura a las pautas occidentales de e organizacióndel pasado, y escribieron ellos mismos-en escritura alfabética-las crónicase historias de sus propios pueblos y linajes (e.g., Ixtlilxóchitl, Tezozómoc,Muñón Chimalpaín). Al hacerlo tuvieron que negociar el conflicto entre lasfuerzas de sus propias tradiciones (tanto en el contenido de sus memoriascomo en las formas de organizarías y transmitirlas), con la educaciónrecibida en las instituciones hispánicas. El pasado que los historiadoresamerindios de finales del siglo XVI y comienzos del XVII necesitabanescribir entró en conflicto con los modelos de escritura y de escritura de lahistoria forjados en una tradición que no era la suya. El espectro en el cualse manifiestan estas tensiones es variado. Chimalpaín y Tezozómoc escribenen náhuatl, aunque en escritura alfabética. Ixtlilxóchitl escribe en español,pero en México. Garcilaso de la Vega en castellano, y en España. GuarnanPoma de Ayala principalmente pinta o dibuja y complementa el dibujo en uncastellano abrupto lo cual, durante varios siglos, lo hizo sospechoso de faltade inteligencia (cfr. comentario de de Gante citado más arriba).ar

Más allá de este variado espectro en la cual la colonización dellenguaje comenzó, hacia finales del siglo XVI, a dar frutos visibles de' lastensiones entre sistemas de escritura y concepciones de la historia, intuimosuna historia no-escrita en la cual tuvieron lugar actos de oposición dentro delos sistemas de gobiemo y educación, y de resistencia y marginación de é1.

4. La descolonización del lenguaje y de la memoria.

La colonización del lenguaje y de la memoria de los amerindios se llevó acabo mediante la introducción de un instrumento particular (el alfabeto) y delos géneros (o marcos) discursivos asociados con él (e.g., el sistema r€nacen-tista de géneros discursivos). Ambos fueron adaptados por los líderesintelectuales amerindios para conservar sus propias tradiciones, con anteriori-dad transmitidas oralmente o por medio de glifos y pictografias acompañadasde relatos orales. Algunas de estas "historias alternativas" y de resistenciafueron obras colectivas compuestas hacia mediados del siglo XVI, tales por

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el Popal Vuh (maya-quiché) o los Libros de Chilam Balam (maya-¡rcateco)."Historias alternativas" de oposición fueron escritas más tarde y fuerontambién obras de individuos, aunque no necesariamente siempre de autores(Ixtlixochitl, Muñón Chimalpaín, etc.). Estos ejemplos no sólo son ejemplosde resistencia y oposición, sino también del ca¡ácter plurilingüe y multicultu-ral en la situación colonial que también ilustran el lado oscuro del renaci-miento europeo: una experiencia semiótica surgida del conflicto entredistintos sistemas de escritura, distintas tradiciones lingüísticas y, por lotanto, distintas filosofia del lenguaje cuya variedad ocultó la historia ohcialde misioneros y letrados (aún la de aquellos que "defendieron" la humanidadde los amerindios frente a sus compatriot¿rs).

Oposición, abierta resistencia o resistencia mediante la adaptación,fueron las contrapartes de la colonización del lenguaje y de la memoria. Notodos los esfuerzos realizados para la colonización de los nativos tuvieron losresultados esperados. Veamos tres ejemplos de resistencia y oposición a lacolonización que ilustran, al mismo tiempo, algunas de las inesperadasconsecuencias de la alfabetización y post-alfabetización. El primero fuedescrito por Mendieta (Historia eclesiastica Indiana, 1597) y tuvo lugar enMéxico; el segundo lo describió Francisco Ximénez y ocurrió en Yucatán; eltercero proviene del Peru, y surge de la comparación entre Guarnan Poma deAyala y el Inca Garcilaso de la Vega.

Los niños que, según Pedro de Gante en carta al joven Felipe II,habían sido encerrado en los monasterios no eran todos de familias nobles,como lo deseaban y esperaban los franciscanos. Como era natural, lasfamilias nobles aztecas no tenían ninguna ruzón para confiarse en los frailes.Así, en vez de mandar a sus propios hijos, mandaron los hdos de losvasallos. Mendieta se las arregló para tildar de deshonestos a quienesobra¡on de esta manera y que, por serlo, sufrieron las consecuencias de sudeshonestidad: cuando los hijos de los vasallos aprendieron a leer y aescribir terminaron convirtiéndose en superiores de los nobles y de sus hijos("aquellos hijos de gente plebeya siendo allí doctrinado en la ley de Dios yen saber leer y escribir, salieron hombres hábiles y vinieron después a seralcaldes y gobernadores, y mandar a sus señores (IIL XV).'

En este contexto de consecuencias inesperadas de la alfabetización, lapenínsula de Yucatán fue el teatro donde se vertieron en escritura alfabéticaalgunos relatos de la tradición oral supuestamente apoyados por glifos ypictografías. Los Libros del Chilam Balám o los varios Popol Vuh puedenser explicados en este contexto.a2 Hay suficientes evidencias como paracreer que los primeros (escritos en lengua yucateca empleando el alfabetolatino), era en gran parte transcripciones alfabética de códices o pinturasglíficas. Algunos historiadores de la península de Yucatáno3 reaccionaronfrente a los "libros" mayas de la misma manera que los franciscanos reaccio-naron frente a los "libros" aztecas. Las descripciones que nos dejaron los

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observadores castellanos nos informan, por ejemplo, que los amerindios"leían" sus libros en asambleas; que algunos de ellos se "leían" al ritmo delos tambores; que algunos eran cantados y todavía algunos otros actuados.Extrañas formas de "lecturas" para observadores acostumbrados al comerciosilencioso y solitario con el "libro". También hay evidencias de que si bienestos "libros" fueron escritos hacia mediados del siglo XVI, no llegaron alconocimiento de los misioneros sino hasta el siglo XVIII, cuando comenza-ron a adquirir la forma en que los conocemos hoy. Los Libros del ChilamBalám han sido considerados, genéricamente, tipos de enciclopedias y,también, libros en los cuales varios géneros se entremezclan. Algo semejantepodría decirse de los varios Popol Vuh (libro (vufi) de las asambleas oconcilios (popal)). En cuanto a los primeros, Arzápalo Marín (ver nota27)ha avanzado una interesante hipótesis. A saber, que el carácter mixto de losLibros de Chilam Balám se debe, en gran parte, a que el modelo seguido porquienes compusieron estos textos eran los conocidos Reportorios de lostiempos. Estos "repertorios", bien conocidos en los siglos XVI y XVII, erancolecciones de temas, desde la historia hasta la astrología, que bien podíanleerse como productos genéricos híbridos. Pero, por otra parte, la mezclagenérica en los liáros de Chilam Balám podría explicarse en relación a larecopilación escrito de destintos géneros orales, por un lado, y a la transfor-mación genérica que la versión y recopilación escrita produce en la distribu-ción genérica oral, por otro. Estos ejemplos ilustran la resistencia de losamerindios a los esfuerzos misionales de colonizar la memoria. Con el pasodel tiempo, la escritura alfabética que los frailes orgullosamente transmitie-ron para efectivizar la cristianización, fue empleada por los amerindios paraestabilizar su pasado, adaptarse al presente y transmitir sus tradiciones a lasfuturas generaciones.a

No siempre fue la escritura la manera de hacerlo. Con el paso deltiempo, la marginación de las comunidades amerindias y el acceso cada vezmenor a la educación, hizo que la descolonización del lenguaje y de lamemoria por medio de la escritura dejara lugar a la resistencia marginal pormedio de la tradición oral. El reciente relato de Rigoberta Menchú sobre lavida y hechos de su comunidad maya-quiché es un ejemplo claro de unalarga historia-no-escrita (los quinientos años de sobrevivencia de la comuni-dad que Rigoberta describe) y de continua resistencia. Rigoberta informa,por ejemplo, sobre los varios momentos en la educación del niño en loscuales los adultos le hablan y lo instruyen sobre la importancia de lastradiciones de la comunidad a la que pertenece:

Ya cuando el niño cumple sus diez años es cuando los papas y los señoreselegidos tienen la obligación de hablar con ese niño, de decirle que ya va aempezat su vida de juventud, que un dia será padre o que será madre. Ahíes cuando precisamente se le dice al niño que no hay que abusarse de sudignidad, que los antepasados nunca abusaron de su dignidad y es cuando

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se les hac€ recordar que nuesfos antepasados fueron violados por medio delos blancos y de la colonia. Pero no lo dicen como eslá escrito sino através de las recomendaciones que han venido dando nuestros abuelos ynuestros antepasadas. Porque la mayor Wne del pueblo no sabe leer niescribir ni sabe que exkte un docwnento para el indígena. Pero se dice quelos españoles violaron a los mejores hijos de los antepasados, a las gentesmas humildes y en honor a esas gentes m:ás humildes nosotros tenemos queseguir guardan do nuestros seqletos. Y esos secretos nadie podría descubrirmas qué nosotos los indígenas.as

Formas distintas, en la superficie, de una resistencia mostrada ya en elPopal Vuh, los Libros de Chilám Balám y otros casos semejantes durante elsiglo XVI. En el Peru colonial, Garcilaso de la Vega fue el ejemplo paradig-mático de la adaptación crítica a la post-alfabetización occidental, mientrasque Gu¿unan Poma de Ayala ejemplifica la adaptación de la escritura alfabé-tica para resistar la colonización del lenguaje y ae la memoria.6 En efecto,mientras que Garcilaso llegó a escribir como un castellano nativo y amanejar ejemplarmente los principios de la historiografia humanista (quizasen verdad el más humanista de los historiadores del Nuevo Mundo), y aajustarse a la imagen del letrado, Guarnan Poma resistió toda posibleinstancia de integración y de adaptación. Una de las consecuencias de laadaptación y la resistencia a la post-alfabetización fue que muy prontoGarcilaso de la Vega pasó a ser figura representativa de la historia del Perúy de la cultura castellan4 mientras que Guarnan Poma quedó en las márge-nes de la historia oficial. En su crónica dirigida a a Felipe III, GuarnanPoma manifesto su profunda insatisfacción mediante una conta-propuesta(¿contradiscurso?) a la administración y gobiemo del Peru compuestamayormente en pinturas y acompañada de textos en escritura alfabética y enmal castellano, según las normas académicas del idioma. Logró entremezclarla post-alfabetización occidental (üeracy) con la cultura y el saber (culuralliteracy) de sus antepasados Incas para construir una imagen del "otro"conservando, al mismo tiempo, su propia identidad. Mientras que la obra deguaman Poma ilustra la resistencia a la colonización del lenguaje y de lamemoria, su larga exclusión de la historia cultural de las colonias hispánicasy de América Latina en general, ilustra la continuidad de la colonización dellenguaje y la memoria de los amerindios. Rigoberta Menchú, en el extremoopuestoo apela a la comunicación oral como recurso posible en una comuni-dad en donde las formas de escritura (aun las pictográficas) han sido liquida-das, para lograr fines semejantes. Quizás l.?s "crónicas de lo imposible",ayer y hoy, son también relatos de resistencia."'

La comparación de los textos aomo el Popal Yuh o los Libros deChilám Balám con los de Garcilaso de la Vega y Guarnan Poma iluminavarios aspectos de los procesos de alfabetización y post-alfabetización en unasituación colonial. Los últimos afirmaron su identidad, aunque de maneradistinta, ligada a la educación basada en los valores y pautas de la escritura

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alfabética; emplearon el castellano, aunque con distintas intensidades, paracomunica¡se con r¡na audiencia hisprínica; escribieron, finalmente, para unaaudiencia separada del acto de escritura y del momento de escribir. Los dosprimeros c€rsos, en cambio, son opuestos. En primer lugar, son anónimos ycolectivos; est¡in escritos en lenguas amerindias y dirigidos a r¡na audienciaamerindi4 aunque no de la misma manera que los textos de Garcilaso de laVega y Guarnan Poma están dirigidos a una audiencia castellana. Es desuponer que, en el caso de las culturas amerindias, la fijación escrita era unaayuda a la memoria que no suplantaba la comunicación oral entre los "sabiosde la palabra" (quienes podían hacer uso de los libros) y el resto de lacomunidad (quienes no sabían leer y escribir) quizás un c¿tso semejante alque cuenta Rigoberta Menchú para las comunidades actuales; una audienciaque prefería "escuchar" una versión oral que "leer" las páginas de un libro.

5. Conclusiones.

He tratado de explorar algunos aspectos involucrados en la colonización dellenguaje y de la memoria en el Nuevo Mundo, así como indicar algunasformas de oposición y de resistencia. A manera de conclusión resumo lastesis principales:

a) La filosofia renacentista del lenguaje, que en España se manifiestoen la obra de Nebrija, hizo posible pensar que la diseminación del alfabeto yla escritura de las lenguas nativas es aspecto fundamental en la expansióncolonial mediante la colonización del lenguaje.

b) La filosofia del lenguaje en la que se apoyó la obra lingüística delos misioneros condujo a la creencia, en algunos de ellos, que la falta deescritura era equivalente a la falta de inteligencia; en tanto que llevó apensar-a otros*--que si la falta de escritura no era sinónimo de falta deinteligenci4 sí lo era de un estado inferior en el proceso civilizador.

c) La filosofia de la escritura y la idea del libro con que los misionerosse acercaron a las culturas amerindias le permitieron colonizar el lenguajeescribiendo gramáticas de las lenguas nativas y colonizar la memoriaescribiendo historias del pasado de las culturas amerindias.

d) Todo ello geneió procesos de oposición y de resistencia por parte Ide los amerindios, que adaptaron las formas de escritura y la escritura de la Ihistoria para afirmarse en su pasado y construir su propia (y nueva) identi-

Jdad.

Al desarrollar esta tesis espero también haber mostrado que la aproxi-mación teórica a las situaciones coloniales, adelantada hace ya tiempo porGeorge Balandier (ver nota l), puede beneficiarse en mucho de la contribu-ción de las disciplinas centradas sobre el lenguaje.

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Notas:

Una versión preliminar fue presentada en las jornadas de trabajo sobre "Lacolonización de los lenguajes, verbal y üsual", organizada por Nancy Farriss en elLatín American Cultura Progranr, en conjunción con el Ethnohistory Progran¡ enla Univenidad de Pennsylvani4 en Diciembre de 1988. He aprovechado de lasobservaciones críticas de Jose Rabasa y Peter Stallybrass, quienes fueron comenta-ristas del trabajo.George Balandier "La situation coloniale. Approche théorique". Cahiers intema-tionawc de sociologie ja (1951): 44-79;Michel Foucault, L'archeologie du savoir@arís, l9ó9); Edward Said, Oriennlisn (New Yorlq 1978); Edmundo O'Gorman,The irwertían of America. An inquiry into the histórica! ratural oflhe New I4/orldand the meaning of its history (Bloomington, 196l); V. E. Mudimbe, The iwen-tion of Africa (Bloomington, 1988); leopoldo Zea" Discurso desde la marginaríany Ia barbarie (Barcelona, 1988); Enrique Dvssel, Philosophy of liberation Q{ewYor( 1985).Immanuel Wallerstein, The modem world system. Capitalist economy in thesixteenth century (New York, 1974).1,346-358.Roy Hanis, The origin of wríting (Illinois, 1986); Elizabeth Eisenstein, ?'l¡eprínting press as an agent of change. Communication and cultwal tansformationin early modern Europe (New Yorh 1979); Colin Clair, A history of Ewopeanprínting (New York, 1976); Walter D. Mignolo "Literacy and colonization: theNew World experience". Hispanic Issues 4 (1989): 5l-96; and "Nebrija in theNew World: the discontinuity of the classical tradition and the colonization ofnative languages" . L'Homme, en prensa.Ruth Finnegan, Literacy and orality. Satdies in the technolog) of communication(London, 1988); Brian V. Street, Literacy in theory and practice (Cambridge1984) y "Literacy and social change: the significance of social context in thedevelopment of literacy programs", en D. Wagner (ed.), The future ofliteracy ina changing world (Oxford 1987), l, 48-64.Sylvia Winters, "Ethno or socio poetics". Alcheringa/Ethnopoetics. A firstinternational symposium. M. Benamou and J. Rothember (eds.) (Boston, 1976):78-94; Michael T. Ryan, "Assimilating New Worlds in the Sixteenth and Seven-teenth Centuries", Comparative Studies in Society and History 2314 (1981): 519-538; Johannes Fabián, Time and the other. How anthropologt makes its object(New York, 1983): 105-43; Anthony Pagden, The fall of natural man. TheAmerican lridian and the origins of comparative ethnologt (Carrffidge, 1982). RuthFinnegan, op. cit., 139-174; Walter D. Mignolo, "(Re)modeling the letter: literacyand literature between semiotics and literary studies", M. Anderson and F. Merrell(eds.), On Semiotic Model@ $\e Hague, en prensri). Bemard Wenbery, History ofliterary críticism in the ltalian renaissance (Chicago, 196l); Antonio GarcíaBenio, Formación de la teoría literaria modema. Renacimiento ewopeo (Madrid,t977).Sobre el sentido y los cambios semánticos de la palabra litteratus/letrado, verMichael T. Clanchy, From memory to written record. England 1066-1307 (l-on-don, 1979); Aron Gurevich, "Popular culture and medieval Latín literature fromCaesarius or Arles to Caesaius ofHeisterbach", en Medieval popular culture

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Genevieve Calame-Griaule, Ethnologie et langage. Laparole chez le Dogón(Paris, 1965): I04-l35; Gary Gossen "Chamula genres ofverbal behavior",Journal of American FolHore 84 (1971): 147-1671' Raymond Firth "Speech ma6ngand authority in Tikopia", in Political ¡anguage and oratory in trad¡tional society,M. Bloch (ed) (London, 1975):29-44; Walter D. Mignolo "¿Qué clase de textosson géneros? Fundamentos de tipología texnral", Acta poética 4/5 (198211983):25-51.La política del lenguaje en México fue estudiada por Shirley BriceHeat, Lapolítica del lenguane en México: de la colonia a Ia nación (ioléxjco, 1972) y porGonzalo Aguirre-Beltrin,Ianguas vernáculas. Su uso y desuso en la enseñarua: laexperiencia de Méxlco (México, 1983). Ascensión León-Portilla trazó la historiade las gramáticas del nahautl, compuestas en Ménco,Tepuztlahcuilolli. Impresosen náhuatl. Historia y bibliografa (México, 1988).Grammatica o Arte de ¡a lengua general de los Indios de los renos del Perú(Quiti,l9af.Alonso de Molina, Arte de la lengua Mexicana y Castellana (México, l57l);Horacio Carocbj, Arte de la lengua mexicana con la declaración de los adveerbiosdelk QvIénco,1640).José de Acosta, Historia natural y moral de las Indias [590] (México 1962):viD0.El proceso de transformación y final aniquilación de los sistemas amerindios deescritura ha sido estudiado por Birgit Scharlau y Mark Munzel, Qellqay. Mundli-che Kultur und Schrifttradition bein Indianem Lateinamerikas (Frankfurt, I 98ó):97-155: l7l-220; y por Serge Gn;zinski, La colonization de l'imaginaire. Societésindigenes et occidennlisation dans le Mexique espagnol, xvieme-xviueme siécle(Paris, 1988).Granuitica de la lengua castellana (Salamanc4 1492; London 1926), 8.Eugenio Asensio, "La lengua compañera del imperio: historia de una idea deNebrija en España y Portugal", Revista defilología española 43 (1960): 399-413;Francisco Rico, Nebrija contra los bárbaros. El canon de gramáticos nefastos enlas polémicas del humanismo (Salamanca, 1978); Victor García de la Concha(ed.), Nebrija y la introdrcción del renacimiento en España (Salarnanca, 1981).Lorenzo Valla, "In sex libros elegantiarum preafatio". Prosatori Latini delQuattrocento. A cura di E. Garin,(Milano: Mondatori, 1952); Ottavio Besomi eMariagneli Regoliosi, Lorenzo Valla e I'umanesimo italiano. Atti del convegnointemationali di studi umanistici (Padova, 1986). Franco Gaeta, Lorenzo Valla:filología e storia nell'umanesimo Ítallano (Napoli, 1955).Luis Vives, De tradendis disciplines (1533?, London, 1964), IV, 299-300.Véase el relato de Váquez de Espinosa (ló20) en el cual armoniza "naturalmente"la historia de las lenguas amerindias con la confusión de las lenguas después deBabel y con la migración de las diez tibus de Israel al Nuevo Mundo (Compendioy descripción de las Indias Occider?tdl¿s (Washington 1969, ra: l4)).Algunos nahuatlatos dieron por sentado que la gramática castellana de Nebrijahabía sido el modelo seguido para escribir las gramáticas de las lenguas amerindias, entre ellos Francés Karttunen, "Náhuatl Literacy", en G. A. Collier, R.Rosaldo and J.D. Wirth (eds.), The I nca and Aztec State s : I 400- I 800 (AcademicPress, 1982),396; Ascensión León-Portilla, Tepuztlahcuilolli. opus.cit.,6.Una

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opinión semejante fue vertida por Vicente Rafael sobre la composición de gramáticadel tagalog, en las islas Filipinas, Contracting colonialism. Translation andChríslian conversión in Tagalog society under early Spanish rules (lthaca,1984),23-54. Por mi parte he tratado de mostrar que fue la gramática latina, y no lacastellana, la que sirvió de modelo para la escritura de las gramática de lenguasindígenas. Y, aún más impoÍante, de mostrar la diferencia de los programasideológicos de la gramática latina (de l48l) y la gramática castellana (de 1492),ver Walter D. Mignolo "Nebrija in the New World...", oplts. cit..

22 Walter D. Mignolo, "Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y de laconquista", en Luis.Iñigo Madrigal (coordinador), Historiade la literaturahispanoamericana. Época colonial (Madrid, 1982), 57-125; "El metatextohistoriográfico y la historiografia indiana", Modern languages notes 96 (1981):358402.

23 Birgit Scharlau and Mark Munzel. Quellqay. opus.cit.; Walter D. Mignolo"Literacy and colonization...", opus cit..

24 Aunque esta afirmación puede ser matizada, hay sin embargo una larga tradicióndesde Juan Ramón Pane (1493) hasta Fray Juan de Torquemada (1615), pasandopor José de Acosta (1590), en la cual estas creencias son claramente expresadas.Véase Walter D. Mignolo, "La cuestión de la letra en la legitimación de laconquista". Actas del simposio Eroberung und lhbestznahme Americas im 16.Jahrhunden Rechtfertigung, Realitat und Literarísche Reflexión (Eichstatt, enprensa).

25 Jerome S. Bruner, "Going beyond the information given", Beyond the Informationgiven (New York, 1973), 218-239; Eleanor Rosch "Principie ofcategorization", inE. Rosch and B. Lloyd (eds.), Cognition and categorizalior (New York, 1978),28-49; M.M. Bakhtin, "The problem of speech genres", ín Speech genres andother late essays (Austin 1986), 60-102; Walter D. Mignolo, "Semiosis, coherenceand universes ofmeaning", in M. E. Conté, J. S. Petofi and E. Sozer (eds.), Iexfand discourse connectedness (Philadelphia, I 989), 483-505.

26 Munro S. Edmonson and Patricia Andrews, Literatures. Supplement to theHandbook of Mídale American Indians (Austin, 1985), vol. 3; Miguel León-Portilla, Toltecayótl. Aspectos de la cultura náhuatl (Méxíco,1982),72-100.

27 Ramón Arzápalo Marín, "The Indian book in colonial Yucatán" y Walter D.Mignolo "Signs and their transmission: the question of the book in the NewWorld", Proceedings of the conference The book in the Americas, M. Mathes andN. Fiering (eds.) (Virginia University Press, en prensa).

28 Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán (1566) (Cambridge, l94l);Die go Valadés, R he to r ic a C hr i s ti ana (P erugia, 1 57 9 ; México, I 989).

29 Dialogo nel qual si ragiona del modo de accrescere a conseryannemoria (Yenice,ts62).

30 Un análisis de este proceso de transformación, ver Serge Gruzinski, "Peinture etécriture", en La colonization de l'imaginaire.,., op. cit.

3l Fray Gerónimo de Mendieta. Historia eclesiastica Indiana (1595; México, l97l);Bernardino de Sahagún, Coloquios y doctrina christiana (Los coloquios de I 524)(1565; México, 1586); Jorge Klorde Alva (traductor), "The Aztec-Spanishdialogues, 1524", Alcheringa 412 (1980): 5-192.

32 European literature and the latín Mídale Ages(1948; Princeton 1973).33 Biblos era el vocablo empleado en Grecia para designar la corteza interior de los

juncos; y el la palabra para designar los juncos era pápyros.

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Joaquín García Icazbalceta. Nueva colección de documentos para Ia historia deMéxico. Códice franciscano. Siglo XVI (México, l94l),204.Ver Antonio de Nebrija, Introducciones latinae (Salamanca, l48l); Gramática dela lengua castellana (Salamanca, 1482); Reglas de orthografta en la lenguacastellana (Alcalá de Henares, l5l7); Walter D. Mignolo, "Nebrija in the NewWorld...", opus cit..La carta de Acosta a Tovar fue reproducida por Joaquín García Icazbalceta. DonFray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México (México, I 881),n,263-267).Erick Havelock, Preface to Plan (Boston, 1963); The Hiérate revolution in Creeceand is culural consequences (Princeton, I 982). Las reflexiones gramatológicas deJacques Derrida (De la grammatologie (París, 1967)), difíciles de ignorar sinalarmar a los eruditos en teoría crítica (critical theory), no incluye en sus reflexiones la tensión y el conflicto entre lo oral y lo escrito en la filosofía platónica dellenguaje, ni tampoco la inversión de la tradición platónica en la filosofia renacentista del lenguaje.El concepto renacentista de escritura historiográfica en conexión con las historiasde las Indias fue explorado en Walter D. Mignolo "El metatexto historiográfico...", opus cit.,' en el contexto de la historiografía peninsular, ver S. MonteroDíaz"La doctrina de la historia en los tratadistas españoles del Siglo de Oro",Híspanla 4 (l9al), 3-39; y para ltalia, Giorgio Spini, "I trattadisti dell'arte storicanella Contrariforma italliana", Contributi alia storia del Concilio di Trento e dellaC ontrariforma (Florence, I 948).La cuestión aquí es de nuevo qué es lo que debe ser considerado escritura, ¿larepresentación gráfica del habla o signos gráficos regulados según ciertas reglasindependientes del hablar? La primera es una opinión que defendería Walter Ong,Orality and literacy. The technologizing of the word (London, 1982). "We couldconstrue a theoretical definition or description of acceptance for writing any lándof graphic system which establish some kind of link with speech" (Piotr Micha-lowski, "Early Mesopotamian communicative systems: art, literature, and writing", Investigating artistic environments in the ancient Near East, Ann C. Cunter(ed.) (Washington, D.C., 1990), 53-69), aunque tales definiciones no nos dicennecesariamente demasiado sobre la manera en que los usuarios concebían lossignos gráficos y su función social. La etimología de "escritura" está relacionada,en varias lenguas, con la entalladura o la actividad de esculpir. En griego, gráfeinsignificaba, precisamente, tallar o esculpir. En latín scribere indicaba la acciónfisica de inscribir marcas gráficas en superficies sólidas y estaba metafóricamenterelacionado con narar". En Mesoamérica, en cambio, las palabras que remitían ala acción de "escribir" estrin relacionadas con la acción de "pintar". Tlacuilo, ennáhuatl, remitía al escriba y significaba, literalmente, "el que está detrás de laspinturas" (tía = detrás y cuilo : pintura). Para una descripción del sistemaMesoamericano de escritura ver Hans Prem and Berthold Riese "AutochthonousAmerican writing systems: the Aztec and Maya examples", en F. Coulmas and K.Ehlich (eds.), Writing in Focus (New York, 1983), 167-186.Ignacio Osorio Romero, Colegios y profesores Jesuítas que ensenaron latín enNueva España (1521-1767), (México, 1979; Tópicos sobre Cicerón en México(México, 1976); La enseñanza del latín a los indios (México,1990).Ver el magnífico resumen de Enrique Florescano, "La reconstrucción históricaelaborada por la nobleza indígena y sus descendientes mestizos", La memoria y el

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olvido. Segundo simposio de historia de las mentalidades (México, 1985), I l-20;y Andrés Lira González, "Letrados y analfabetos en los pueblos de Indios de laciudad de México", La memoria y el olvido, cp. cit., 61-74. Mercedes de la Garza,"Prólogo", Literatura Maya (Caracas, 1980); Munro S. Edmondson and VictoriaBricker, "Yucatecan Maya Literature", in Literatures. Supplement to the HandbookoJMiddle American Indians (Austin, 1985'),44-63, Diego de Landa, Relación de lascosas de Yucatán (c. 1566); Sánchez de Aguilar, "Informe contra idolorum cultoresdel obispado de Yucatrin" (1639), Anales l16 (1892), l3-122; Avendaño y Loyola,"Relación de las dos entradas que hice a la conversión de los gentiles ytzaes ycehaches" (1696) (Chicago, Manuscrito de la Newberry Library); Diego LópezCogolludo, Historia de Yucatán (1688) (Campeche, 1 954).Alfred Tozzer, Maya grammar wth bibliography and appraisement of the worksnoted (Cambridge, l92l), vol. rx; Ralph L. Roys, The book of Chilam Balan ofChumayel (Washington, 1933); Mercedes de la Garza (ed.), Literatura Maya(Caracas, 1980); Dennis Tedlock (trad.), Popal /uá (New York, 1985); AdriánChavez (traductor), Pop Wuj. Libro del tiempo. Poema-ñuto histórico ki che(Buenos Aires, 1987).

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Iris M. Zavala

El nominalismo imperial y sus monstuos en el Nuevo Mundo

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F. Nietzsche, Za genealogía de la moral

El territorio insólito donde está lo Otro-mal-llamado algo después Améri-ca-fue una heterotopía destinada a subvertir la historia. Hoy nos sirve debase para desarrollar la idea que todo intento de clasif,rcación de Aristóteles aBorges es siempre conjetural y que ha sido creado comojustificación, centroy origen del mayor relato o narrativa del mundo de Occidente. Este granrelato incluye desde la superioridad del espíritu de la metafisica oistiana a ladialéctica del espíritu hegeliano, y se instala como hermenéutica de lasignificación monológica contra el rumor y la turbulencia de las voces de laheteroglosia. Implica, a su vez, lo que antes he llamado la "mirada panópti-ca" del sujeto único y unitario (luego sujeto racional al servicio de la razóninstrumental), frente a otras concepciones del individuo, del yo, del tiempo ydel espacio (prosémica). En el encuentro de heterotopías llamado "descubri-miento de América," la verdad, la justicia, y hasta el bien y la belleza, novacilaron en considerarse absolutos y hoy flotan como botellas cifradas enmedio del vacío de los hoyos negros de las galaxias de la entropía.

El problema ha sido uno de credibilidad; cómo representa¡ la heterolo-gía sin caer en extensión de lo propio. Cómo representar (y si se ello esposible), lo Otro. De Colón a Husserl, Heidegger y Denida el problema se

nos presenta como un reto a abordar la credibilidad sin desbordar en laficción. De la dialogía a lo insólito del uncanny ciertamente el reto es cómomanejar los elementos de ficción, y por tanto de verdad y de mentira. Esdecir, o bien enfrentarlo como producto de la gramatología o de la historio-grafia. Todas estas prolijas elucubraciones no hacen sino subrayar la dificul-tad hermenéutica de una escritura ciertamente autobiográfica, en el sentidomuy preciso que Paul de Man alude a la autobiografia y sus nuevos pactos:

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