Conferencia magistral del Seminario-Taller ”Migración calificada y crisis: retos para México y América Latina”, 12 y 13 de septiembre 2013, Casa COLEF, México D.F. y Coordinación de Humanidades de la UNAM, con el patrocinio de El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF) y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM). Agradezco a Nabil Hashmi y a María Cecilia Ramírez por asistencia de investigación. Agradezco también a Rafael Alarcón Acosta, Luciana Gandini, Jonathan Karver y Fernando Lozano Ascencio. Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad única y exclusiva del autor.

Migración Calificada desde México: Tendencias, Preocupaciones y Perspectivas

Michael A. Clemens

Centro para el Desarrollo Global Washington, DC

26 de septiembre de 2013

Resumen: La migración México-EEUU ha tenido tradicionalmente un carácter predominante de baja calificación formal. Pero en los años recientes la tasa de calificación entre trabajadores mexicanos en EEUU ha crecido sustancialmente. ¿Se trata de un fenómeno pasajero, producido por la crisis extraordinaria que vivimos, o de una indicación de tendencias futuras mientras las economías avanzadas se esfuerzan por atraer a los migrantes calificados? Aquí argumento que la tasa de migración calificada desde México no es alta en comparación con la migración calificada desde otras regiones y países, que la mayoría de los aumentos recientes probablemente son temporales, y que la política migratoria de EEUU no ha sido un factor clave en este fenómeno.

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1 Introducción La imagen que tienen muchos estadounidenses de la migración México-Estados Unidos es la del trabajador agrícola cosechando uvas o de la nana cuidando a niños, los dos casi sin educación formal. Pero en los últimos años hay una importante tendencia que contradice esta imagen. Un porcentaje creciente de los trabajadores mexicanos en EEUU tienen estudios a nivel universitario. Esta tendencia se ha visto acelerada por la crisis económica de la que paulatinamente se recupera la región. La meta de este artículo es la de establecer los hechos básicos sobre las tendencias en la migración calificada México-EEUU, desde el punto de vista de un economista, y ofrecer un marco conceptual que a mi parecer conlleva preguntas fructíferas que pueden servir de base para investigaciones futuras y políticas futuras relacionadas con este fenómeno. 2 La migración calificada desde México a los Estados Unidos Está claro que la migración México-EEUU ha tenido tradicionalmente un carácter predominante de baja calificación formal. Pero a estas alturas también está claro que esto no se debe principalmente a una fuerte autoselección de migrantes no calificados. El tema de la autoselección entre migrantes México-EEUU ha hecho correr mucha tinta en las revistas académicas de economía. Esta literatura empieza con la hipótesis de Borjas (1987) de que los menos calificados se seleccionarían a migrar porque se benefician más, en un contexto de alta desigualdad de ingreso en el país de origen. Los primeros y más influyentes estudios empíricos hallaron lo contrario: una tendencia moderada hacia la autoselección de los más calificados, entre otras razones porque son ellos los más capaces de superar las limitaciones crediticias (Chiquiar y Hanson 2005, Cuecuecha 2005, Mishra 2007). La evidencia más reciente, disponiendo de bases de datos más representativas, sugiere en cambio que no hay una fuerte tendencia de autoselección, ni en el caso de los más calificados ni de los menos calificados. Los migrantes mexicanos en general parecen provenir de la franja media de la distribución de calificación (Orrenius y Zavodny 2005, Ibarrarán y Lubotsky 2007, Fernández-Huertas Moraga 2011). Esto abre paso a la posibilidad de que la migración México-EEUU en los años futuros se enfoque más en la migración calificada que jamás en el pasado. Si el migrante proviene de la franja media de la distribución de calificación, la tendencia de los más calificados a migrar puede aumentar a medida que la distribución de calificación se desplaza. Los cambios demográficos en México y la política migratoria en EEUU igualmente pueden favorecer la migración calificada en el futuro (Zúñiga y Molina 2008, Borjas y Friedberg 2009, Chiquiar y Salcedo 2013). Y este fenómeno puede reforzarse a sí mismo, pues entre más trabajadores calificados que migren, más

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fuertes son las redes internacionales de mexicanos calificados, las cuales facilitan la migración de otros mexicanos calificados (McKenzie y Rapoport 2010). No cabe duda que una posible alza en la tasa de migración calificada levanta fuertes preocupaciones entre los diseñadores de políticas mexicanos. El presidente Peña Nieto ha resaltado que “tenemos que frenar la fuga de talentos y de cerebros en nuestro país y esta será una prioridad de mi gobierno.” En 2009 el entonces subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán declaró que el éxodo de talentos mexicanos le ha costado al país más de 100 mil millones de pesos. Francisco Marmolejo, el entonces Director Ejecutivo del Consorcio de Cooperación de la Educación Superior de América del Norte (CONAHEC), escribió en 2010, “se espera que a pesar de la situación de crisis económica coyuntural, continuarán las presiones en los Estados Unidos para inducir una mayor facilidad en torno a la atracción selectiva de individuos con habilidades avanzadas, lo cual contribuirá a agudizar la fuga de talentos mexicanos.”1 Varios investigadores mexicanos también muestran preocupación por este fenómeno. Camelia Tigau de la UNAM describe a México como “el cuarto lugar en el mundo como exportador de cerebros, solamente por debajo de Gran Bretaña, Filipinas e India. … el país pierde al invertir en los estudios de mexicanos en el extranjero que no regresan.” Alejandro Díaz Bautista de El Colegio de la Frontera Norte, e integrante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, ha dicho, “No hay ninguna duda de que este éxodo de cerebros constituye una fenomenal pérdida económica para México.”2 Por otro lado, también existe una corriente de pensamiento al nivel nacional e internacional que no considera la migración calificada como un proceso entera y necesariamente negativo. El mismo Rodolfo Tuirán ha dicho, “No veamos la emigración como una pérdida, como un juego de suma cero en donde nosotros perdemos y los países receptores ganan. Tiene que verse de una manera distinta en un contexto global […].”3 En el mismo sentido, la investigación económica reciente provee una visión más amplia del fenómeno. El crecimiento de las redes de migrantes calificados, tanto a nivel nacional como internacional, puede aumentar el rendimiento de las inversiones en capital humano y las remesas correspondientes pueden aliviar limitaciones crediticias que impiden la educación. Es decir, la movilidad laboral calificada interactúa con los incentivos para invertir en la educación, de una forma que puede convertir la ‘fuga de cerebros’ mexicana en ‘ganancia de cerebros’ (Boucher, Stark y Taylor 2009, Clemens 2009, McKenzie y Rapoport 2011).

1 “Peña Nieto busca dar más recursos a ciencia para evitar 'fuga de cerebros'”, CNN México, 13 de diciembre de 2012; “Pierde México más de $100 mil millones por la fuga de cerebros”, La Jornada, 3 de marzo de 2009. Francisco Marmolejo, 2010, “Redes, movilidad académica y fuga de cerebros en América del Norte: El caso de los académicos mexicanos,” Boletín IESALC Informa de Educación Superior, Marzo 2010 Nro. 204. 2 “México, cuarto lugar en exportación de cerebros” Boletín UNAM-DGCS-371 Ciudad Universitaria, 11 de junio de 2012. “Cuesta a México 100 mil mdp fuga de cerebros: SEP”, El Sol de Tijuana, 5 de marzo de 2009. 3 “Fuga de cerebros aumenta cada año”, Milenio, 3 de marzo de 2009.

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La verdad es que nosotros los investigadores de ciencia social no entendemos muy bien a los migrantes, sus decisiones y los efectos de éstas. Se trata de fenómenos sumamente complejos, con causas y efectos sumamente complejos y repercusiones impredecibles. En la sección siguiente busco abordar el tema con tres preguntas para establecer los hechos básicos de la migración calificada. 3 Tres preguntas sobre la migración calificada desde México Mi punto de partida es hacer tres preguntas provocadoras que ponen en perspectiva la migración calificada mexicana, en aras de cuestionar lo que considero el punto de vista común sobre el fenómeno. 3.1 ¿Por qué es alta la tasa de migración calificada? La migración no es otra cosa que la decisión de vivir en un lugar en vez de otro. Y la base de esta decisión puede aclarar por qué tanta gente toma la decisión de desplazarse. La figura 1 ofrece una visión casi insólita sobre la población del continente norteamericano. Muestra un mapa de 454 millones de puntos negros, en el cual cada punto representa a una sola persona cuya residencia se ubica en los censos de población de México, EEUU y Canadá. Entre los aspectos más obvios del mapa está el hecho de que la configuración espacial de asentamiento humano dentro de los países no es aleatoria, sino sumamente heterogénea y sigue ciertos patrones naturales. Es moldeada por la geografía, las agrupaciones previas, la distancia del lugar de nacimiento, la oportunidad económica, los vínculos familiares, y muchísimos factores más allá de política migratoria alguna—la cual no existe dentro de los países. Lo que queda claro es que la frontera internacional y las políticas que la acompañan de por sí no se encuentran entre los determinantes principales de la decisión de vivir en un determinado sitio u otro. La Figura 2 amplía el mapa, mostrando la misma área con y sin la frontera internacional. Sin la raya de referencia, la frontera es casi invisible. A un marciano llegando a la tierra le costaría trabajo ubicar la frontera si supiera solamente dónde vive la gente. Sus decisiones de dónde vivir aparentemente encuentran gran parte de su motivación en otros aspectos de la vida.

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Figura 1: Mapa de América del Norte, donde un punto indica a una persona

Mapa elaborado a partir de una fusión de datos geográficamente etiquetados de los censos de población de México, EEUU y Canadá, en el cual un punto negro corresponde a una sola persona. Fuente: Brandon Martin-Anderson del MIT Media Lab. Dominio público.

Asimismo, piense en todos los factores que determinan la decisión de invertir en la educación y la decisión de dónde utilizarla. Se trata de decisiones estrechamente vinculadas. Entre más educación uno adquiere, generalmente hay menos puestos en una determinada área geográfica que son aptos para el ejercicio de la calificación adquirida. En casi todos los pueblos de un cierto tamaño hay varios puestos aptos para alguien con formación secundaria solamente. Para los que tienen formación universitaria las oportunidades son mucho más limitadas y los mejores puestos muchas veces se encuentran en ciudades o regiones lejanas. Para la gente con estudios de posgrado las opciones en un determinado lugar se ven aún más reducidas.

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Figura 2: La frontera apenas se nota

Mapa elaborado a partir de una fusión de datos geográficamente etiquetados de los censos de población de México, EEUU y Canadá, en el cual un punto negro corresponde a una sola persona. Fuente: Brandon Martin-Anderson del MIT Media Lab. Dominio público.

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Un ejemplo extremo que ilustra este punto es el caso de Arthur Lewis, que nació en la pequeña nación isla de Santa Lucía, y que ganó el premio Nobel de economía por su trabajo en Inglaterra y Estados Unidos. Una carrera profesional local no habría tenido, para él, ningún sentido. Si hubiera sabido que no podría invertir en educación quizás no se habría marchado de Santa Lucía, e igualmente, si hubiera sabido que no podría marcharse de Santa Lucía, tendría menores motivos para invertir en un doctorado. Esta lógica funciona independientemente de las fronteras internacionales, que generalmente fueron fijadas por accidentes históricos y no por una consideración detallada de las necesidades de la gente calificada. Una vez que tomamos en cuenta estas consideraciones, no nos debe sorprender que las tasas de migración calificada entre países sean muy parecidas a las tasas de migración calificada dentro de los países. La parte superior de Figura 3 muestra en el eje vertical, para todos los países del mundo, el porcentaje de personas con formación universitaria nacidas en cada país que vive en otro país (donde “otro” quiere decir un país de la OCDE). En el eje horizontal está la población total del país. Se nota que la tasa de migración calificada generalmente es mayor en los países más pequeños, aislados y pobres, aunque sea con mucha variación. Aparece México con alrededor de la quinta parte de su gente con formación universitaria viviendo afuera. La parte inferior de la Figura 3 muestra las mismas estadísticas para los 31 estados mexicanos y el DF. En estos puntos “estar afuera” está redefinido como nacido en un determinado estado y con formación universitaria, pero viviendo en otro estado de México, distinto al estado natal. Es decir, los puntos representan la tendencia de la gente calificada a desplazarse a nivel nacional. Éstos están superpuestos sobre los mismos puntos de la parte superior de la figura, que representan el movimiento internacional. No se observa mayor tendencia a desplazarse entre países, que entre estados mexicanos. En todo caso la tendencia a desplazarse a nivel nacional es mayor que el promedio para países que tienen el mismo tamaño de los estados mexicanos. La misma tendencia se observa en todo el mundo, por ejemplo la movilidad calificada entre estados y provincias de EEUU, Brasil, Filipinas y Kenia (Clemens 2009). La uniformidad global de este proceso nos invita a reflexionar sobre qué tan alta es, verdaderamente, la tasa de migración calificada desde México hacia otros países. La tendencia de la gente calificada a buscar oportunidades fuera de México no es proporcionalmente más alta que la tendencia de la gente calificada a buscar oportunidades fuera de Durango, Chiapas o Michoacán. Nadie estaría dispuesto a definir la movilidad de un chiapaneco calificado simplemente como un costo o un daño. Obviamente la posibilidad de trabajar en lugares fuera de Chiapas forma parte del motivo por el cual se adquiere la educación en Chiapas, especialmente la educación a nivel terciario. Obviamente hay asuntos básicos de derechos humanos a la movilidad. Obviamente la movilidad de chiapanecos a otras partes trae a Chiapas ideas, negocios, dinero y tecnología.

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Figura 3: Porcentaje de trabajadores calificados que se encuentran “afuera”—entre países, y entre estados mexicanos

Fuentes: Aquí calificado quiere decir con formación universitaria. Estadísticas a nivel mundial provienen de Docquier y Marfouk (2006). En éstas, “afuera” quiere decir “viviendo en el exterior en un país OCDE”. Estadísticas de México calculadas a partir de microdatos del censo de población de México 2010, obtenido a través de IPUMS-International.

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Las mismas fuerzas actúan a varias escalas y a varias distancias del lugar en que nace una persona. No necesariamente disminuyen con la existencia de una frontera internacional más que con una frontera interestatal. Al contrario, todas estas fuerzas pueden ser aún más importantes a nivel internacional, donde las oportunidades se magnifican. Si la movilidad desde Chiapas fuera definida como un problema, y consecuentemente interrumpida, las pérdidas para los chiapanecos y para Chiapas serían claras. Por eso hay que considerar críticamente todo intento de definir la movilidad de las personas como el problema fundamental a solucionar, implicación triste de términos como “fuga de cerebros”. Hay por lo menos un sentido en que la movilidad internacional se muestra muy distinta a la movilidad nacional: en el plano fiscal. Las relaciones financieras entre el gobierno de Chiapas y el gobierno nacional mexicano son bien distintas de las relaciones financieras entre los gobiernos de México y EEUU. Aquéllas fueron diseñadas para acomodar la movilidad, éstas no. No hay mecanismos para impedir la movilidad nacional de los chiapanecos, pero sí hay mecanismos para asegurar que el costo de la educación de los chiapanecos que se desplazan sea compartido, y que no recaiga solamente sobre los demás chiapanecos. Volveremos sobre este tema a continuación. 3.2 ¿Por qué aumenta la tasa de calificación entre migrantes México-EEUU? Los trabajadores calificados representan una parte creciente de la gente nacida en México que trabaja en EEUU. La Figura 4 comprueba esta tendencia, con estadísticas calculadas a partir de los microdatos en la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS). Entre 2000 y 2010, la porción calificada creció de 8% a 19%. Tales cifras tal vez pueden indicar que aspectos importantes de la migración calificada desde México se han cambiado. O tal vez no. La Tabla 1 descompone este cambio en la parte explicada y la parte no explicada. Resulta que dos tercios de este crecimiento se pueden atribuir a tres cambios naturales e intuitivos. Primero, 29.1% del crecimiento en la porción calificada de estos trabajadores se debe al hecho de que muchos de ellos llegaron a EEUU como menores de edad y han asistido la escuela en EEUU, y no en México. Segundo, 28.5% del crecimiento se puede atribuir al hecho de que la tasa de desempleo entre mexicanos no calificados en EEUU subió mucho más entre 2000 y 2010 que la tasa de desempleo entre mexicanos calificados. Esta misma fue la experiencia general de todos los trabajadores de EEUU en la crisis económica que empezó en 2007. Esto tiende a favorecer la migración calificada con relación a la no calificada, pero se puede suponer que al final de la crisis, esta tendencia se invierta. Tercero, 10.4% del crecimiento se puede atribuir al hecho de que la tasa de calificación de la fuerza laboral mexicana en general aumentó durante el mismo período, como han sugerido Chiquiar y Salcedo (2013).

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Figura 4: Los trabajadores mexicanos en EEUU son cada vez más calificados

Aquí calificado quiere decir con algún tipo de estudios al nivel terciario, incluyendo diplomados. Fuente: Microdatos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS).

En total, alrededor de dos tercios de este fenómeno se puede explicar fácilmente con factores que no alteran en nada la dinámica fundamental que impulsa la migración calificada. A medida que los mexicanos que llegaron a EEUU se establezcan allá, adquirirán más educación. A medida que el mundo salga de la crisis, se puede suponer que la tasa de desempleo relativa para trabajadores mexicanos no calificados disminuirá, lo cual implicaría menos migración calificada en relación a la no calificada. Y a medida que la fuerza laboral mexicana invierta más en educación, es más probable que un migrante dado tenga educación. Pero nada de esto quiere decir que nos encontremos en un nuevo mundo. Es el mismo mundo de siempre. La Figura 5 muestra en forma gráfica la descomposición de la Tabla 1. La raya negra muestra el cambio real en la porción calificada de personas nacidas en México que trabajan en EEUU. El crecimiento entre 2000 y 2010 disminuye si consideramos solamente la gente que llegó con 18 años de edad o más. Disminuye más si descartamos el efecto de los cambios temporales de desempleo relativo durante la crisis. Y disminuye aún más si eliminamos el efecto del crecimiento general de la tasa de calificación en toda la fuerza laboral mexicana. A final de cuentas, sin el efecto de estos tres factores, la figura muestra que la porción calificada entre los mexicanos en EEUU sería hoy parecida a la porción en 1990. Esto sugiere que los otros factores que podemos plantear como determinantes de este crecimiento, como por ejemplo los cambios en la política migratoria de EEUU durante estos decenios, no han influido de manera muy importante en el resultado.

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Tabla 1: Explicando el aumento reciente en el porcentaje de calificados entre inmigrantes mexicanos en EEUU % calificados, trabajadores

en EEUU nacidos en México

Año Total Llegados

con 18+ años

Relación desempleo no calificado/

desempleo calificado

% calificados, trabajadores en

México 2000 7.7% 7.6% 0.863 14.2% 2010 18.5% 15.1% 1.206 16.3%

Cambio proporcional: 139.4% 98.8% 39.8% 14.4%

(A) (B) (C) (D) Formación en

EEUU Desempleo relativo Tasa de

calificación, Méx. Total Porción explicada: 29.1% 28.5% 10.4% 68.0%

(100-(B/A)) (C/A) (D/A)

Están incluidas solamente las personas entre 18 y 65 años de edad. Tasas de desempleo entre trabajadores en EEUU nacidos en México: En 2000, 4.9% calificados, 4.2% no calificados. En 2010, 7.0% calificados, 8.4% no calificados.

Figura 5: Explicando el aumento reciente en el porcentaje de calificados entre inmigrantes mexicanos en EEUU

Fuente: Cálculos en la Tabla 1.

Real

Formación en EEUU

Desempleo relativo

Tasa de calificación en México

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3.3 ¿Cuál es el papel de la política migratoria de EEUU? Se ha hablado mucho de los esfuerzos de las economías más avanzadas en el sentido de atraer a los migrantes calificados del mundo entero. No se puede negar que se trata de una tendencia a nivel mundial. Pero en el caso de México en particular, no está claro que estos esfuerzos hayan sido un factor importante hasta la fecha en determinar los flujos migratorios. Esto lo sugiere la evidencia en la subsección anterior. Aquí presento datos más directos sobre este asunto. ¿Ha habido una tendencia, en la política migratoria de EEUU hacia México, a dar preferencia a los trabajadores calificados? La Figura 6 muestra las estadísticas de todos los tipos de visas otorgadas a mexicanos para entrar a los EEUU desde 1980. La parte superior muestra las visas de inmigrantes (permanentes), y la parte inferior muestra las visas de no inmigrantes (temporales).4 En las visas de inmigrantes, dejando de lado la regularización en masa de trabajadores no calificados después de la Ley Mazzoli-Simpson de 1986, no se nota ninguna tendencia a admitir a más trabajadores calificados, ni en términos relativos ni absolutos. En las visas de no inmigrantes, la tendencia de largo plazo es la de admitir a relativamente más trabajadores no calificados. La excepción es los últimos 5 años, los de la crisis económica. Pero se trata de 5 años extraordinarios, y sería razonable tener expectativas de que a la salida de la crisis los flujos relativos de trabajadores no calificados y calificados van a recuperar gran parte de su equilibrio anterior. En resumen, es verdad que alrededor de un 20% de los mexicanos con formación universitaria se encuentran fuera de México; pero esta cifra incluye a los que se han formado al exterior, y se trata de una tasa normal dadas la mismas fuerzas del mercado laboral que funcionan a nivel nacional. La crisis económica ha suprimido la demanda de mano de obra no calificada en EEUU por el momento, y por tanto parece haber creado una situación pasajera de aumento relativo de la tasa de calificación entre mexicanos en EEUU. Pero el análisis anterior sugiere que el fin de la crisis conllevará la reversión parcial de esta tendencia. De todas formas no hay fuerte evidencia que ningún cambio deliberado en la política migratoria de EEUU haya sido un factor importante en el crecimiento relativo de la migración calificada. En cambio, se trata principalmente de fuerzas más amplias que la política no controla.

4 Visas de inmigrantes: Aquí, las visas para “calificados” incluyen principalmente las visas E1–E4, otorgadas a gente con formación universitaria y “conocimiento especializado”, u otro tipo de “capacidad extraordinaria”. Las visas para “no calificados” son principalmente para la gente regularizada por la Ley Simpson-Mazzoli de 1986 y unos pocos trabajadores con visas EW3, EW4 y EW5. “Otros” son principalmente visas de reunificación familiar (2A, 4, IR-5). Visas de no inmigrantes: Las visas para no inmigrantes “calificados” incluyen principalmente las visas F-1 (estudiantes), H-1B (trabajadores calificados) y P-1 (deportistas, etc.). Las visas para “no calificados” son principalmente la H-2A (trabajadores agrícolas) y H-2B (trabajadores de servicio). Las visas para “otros” son las B-1, B-2, y la Tarjeta para Cruzar Fronteras (Border Crossing Card) que no permiten trabajar, además de la J-1 para intercambios de capacitación.

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Figura 6: Visas concedidas a mexicanos para entrar a EEUU, 1980–2012

Fuentes: Véase apéndice.

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4 Una visión alternativa de la migración calificada Los datos anteriores sugieren dos ideas. La primera es que la migración calificada es una parte normal del funcionamiento de los mercados laborales, tanto a nivel nacional como internacional. La tasa de migración calificada se ha visto acelerada por la crisis, probablemente en su mayor parte de forma pasajera, y no por la política migratoria de EEUU. A pesar de esto, en el largo plazo la migración calificada sin duda alguna va a ser parte del paisaje de estos dos países, parte que irá creciendo poco a poco. Tratar de frenar un fenómeno tan básico acarrea el peligro de empobrecer a México, por las mismas razones por las que tratar de acorralar a los chiapanecos calificados en Chiapas acabaría por empobrecer a Chiapas. Esto nos remite a la segunda idea: la necesidad de planear para un mundo móvil, no para un mundo en el que la gente crece, estudia y trabaja al lado de su lugar de nacimiento. Como se ha señalado anteriormente, es cierto que hay costos financieros asociados con la migración calificada para las regiones de origen. Si nuestros sistemas financieros son aptos para un mundo en que todos estén clavados a la tierra, y si la movilidad es problemática dentro de tal sistema, ya es hora de cambiar el sistema de financiamiento. Si hay pérdidas de subvenciones educativas cuando la gente calificada se desplaza, una opción que tenemos es tratar de impedir la migración con algún tipo de truco, a pesar de que la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, confiere a todos el derecho ilimitado de “salir de cualquier país, incluso del propio”. Pero hay otra opción: la de construir sistemas compatibles con un mundo que se mueve. Si hay pérdidas financieras cuando la gente migra, debe haber sistemas financieros para que la gente con el deseo de migrar pueda cubrir el costo de su educación. Es justo, y además es fácil para muchos migrantes, dado el aumento notable de ingreso que reciben al migrar. Lo que falta es un sistema para vincular el costo de la educación con el beneficio de migrar. Yo en mi institución, el Centro para el Desarrollo Global, vengo trabajando con varios gobiernos y con el Banco Mundial para diseñar justamente estos sistemas. En conclusión me permito a decir una cosa. A final de cuentas, si consideramos la movilidad como el problema fundamental, y así tratamos de impedir la movilidad, acabamos por defender la frontera desde adentro—lo cual constituye una estrategia extraña, pues la frontera México-EEUU no fue creada para el beneficio de México. Todos nosotros sabemos cómo y por qué se fijó la actual frontera de México. No se fijó para el beneficio de los mexicanos. ¡Qué casualidad histórica sería que un límite fijado por el interés de otro resultara ventajoso para uno mismo! Por eso no defendamos tal frontera solamente porque existe. En cambio, utilicemos la frontera como una oportunidad, y la movilidad laboral como un motor para la creación de capital humano. Tal vez el problema fundamental no es la movilidad de por sí, sino la falta de políticas aptas para un mundo móvil. El gran profesor Lant

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Pritchett habla de un “precipicio en la frontera”, la brecha enorme entre los ingresos por un lado y por otro, para todos los tipos de trabajadores incluyendo los calificados. Este precipicio ha sido motivo de miedo, de que todos se vayan. Pero podemos reinterpretar este precipicio. Los molinos de agua generan energía y dinamismo a partir de los precipicios. Asimismo, con políticas aptas para este mundo móvil, la movilidad calificada y no calificada puede ser fuente de energía, dinamismo y desarrollo.

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Boucher, S., O. Stark, and J.E. Taylor (2009). “A Gain with a Drain? Evidence from Rural Mexico on the New Economics of the Brain Drain” in Janos Kornai, Laszlo Matyas, and Gerard Roland (eds.), The Political Economy of Productive Factors. Palgrave MacMillan, 2009.

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Apéndice: Fuentes de datos A Estadísticas de visas concedidas por EEUU a mexicanos: Visas de inmigrantes

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State Department Report of the Visa Office 2004–2012. Visas de no inmigrantes

Statistical Yearbook of the Immigration and Naturalization Service, 1981, 1983, 1984, 1986–1994.

Nonimmigrant Visa Issuances by Visa Class and by Nationality, FY1997-2012 NIV Detail Table. Disponible en http://travel.state.gov/visa/statistics/nivstats/nivstats_4582.html

B Descomposición del cambio en porcentaje de calificados entre

inmigrantes mexicanos en EEUU Microdatos de los censos de población almacenados en IPUMS-USA y IPUMS-International:

1990 Mexican Census Data: XI General Population and Housing Census, 1990. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

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2000 Mexican Census Data: XII General Population and Housing Census, 2000. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

2010 Mexican Census Data: 2010 Population and Housing Census. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

1990 US Data: US Census Bureau. 1990 5% State Sample. US ACS Data: US Census Bureau. American Community Survey 2000 Sample,

2010 Sample, 2011 Sample.