Miguel Herrera

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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular Para La Educación Universitaria Universidad Fermín Toro Barquisimeto Estado Lara Sistema de Educación Semipresencial a Distancia SAIA Sección “D” Trabajo sobre la unidad IV Problemáticas Social del Abogado Materia: Sociología Jurídica Profesora: Karen Cadenas Alumno: Miguel Angel Herrera Romero CI: V-11.651.538 San Felipe Junio 2016

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República Bolivariana de VenezuelaMinisterio del Poder Popular Para La Educación Universitaria

Universidad Fermín Toro Barquisimeto Estado LaraSistema de Educación Semipresencial a Distancia

SAIA Sección “D”Trabajo sobre la unidad IV

Problemáticas Social del Abogado

Materia: Sociología JurídicaProfesora: Karen CadenasAlumno: Miguel Angel Herrera RomeroCI: V-11.651.538San Felipe Junio 2016

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En Roma

En Roma.Al Abogado en Roma se le conoció como el ¨VIR PROBUS DICENDI PERITUS¨, que significa hombre probo, perito para hablar

porque en él debían brillar, sobre todas las cualidades: la probidad y la elocuencia; es decir, la honradez en todos su actos y la habilidad para hablar en las defensas y se le reconoció como símbolo de honor e influencia ya que su remuneración, era más bien carga y no codicia de estipendio.

Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera vez, de manera sistemática y socialmente organizada, la profesión de abogado, palabra que viene del vocablo latino advocatus, que significa llamado, porque entre los romanos se llamaba así a quienes conocían las leyes para socorro y ayuda. También como en Grecia, se les llamó “oradores” o “voceris”, porque era propio de su oficio el uso de voces y palabras.

La Abogacía fue patrimonio de los ciudadanos libres y selectos. En roma, fue profesión de Patricios ricos y poderosos. Es que Abogar por los débiles y necesitados era un privilegio de caballeros y de ciudadanos ejemplares.

Como en ninguna sociedad del mundo antiguo, los romanos permitieron que ciertas mujeres, las de la clase alta, pudieran ejercer la abogacía. La historia nos ha conservado el nombre de tres grandes abogadas romanas: Amasia, Hortensia y Afrania, llamada también Calpurnia, esposa de Plinio “El Joven”. Con ella sucedió un caso de antología que fue determinante para el futuro de la mujer en cuando al ejercicio de la abogacía.

En Grecia.La Abogacía como defensa de personas, derechos bienes e intereses, nace en el III milenio a. de J.C. en Sumeria. Fue en defensa de una

mujer gravemente acusada. Está ya en el antiquísimo Código de Manú. Según él, sabios en las leyes podían ilustrar - sin estipendio alguno- a quién lo hubiere menester, para sostener su alegación, por sí o por otro, ante autoridades y tribunales. El Antiguo Testamento recoge idéntica tradición ante los hebreos. Y la hubo en Egipto, donde era necesario un defensor cuando llevadas las leyes a forma escrita se prohibieron las alegaciones oratorias, para que la artes persuasoras del defensor, en usos retóricos y hasta patéticos y gestuales, no pudieran influir en los jueces¨.

Los primeros indicios de la abogacía los podemos encontrar en la Grecia Antigua, en los oradores de Atenas, quienes se enfrentaban a diversos obstáculos legales y administrativos: por un lado, la ley exigía que las partes se defendieran a sí mismas; y por otro lado, estaba prohibido cobrar una cuota por ayudar a cualquiera de las partes. Como tal, la figura del abogado no existía, y se limitaba a elaborar alegatos para su uso en los juicios. Asimismo, no había expertos en la ley que presidieran los juicios, de tal modo que era la retórica el recurso que se usaba en estos.

La primera de las restricciones se podía evitar haciéndose pasar por un “amigo” del defendido, una práctica que empezó a extenderse rápidamente, mientras que la segunda restricción obligó a que los oradores cobrasen de manera subrepticia. Por estas dos razones, en Atenas no existían abogados como tales, y la profesión no existía como tal, dado que nunca podían asistir a los juicios como profesionales de la ley.

Breve historia de la abogacía

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Ossorio considera que la abogacía no es una consagración académica, sino una concreción profesional. Y dice que nuestro titulo universitario no es de “abogado”, sino de “licenciado en derecho”. Y que para poder ejercer la profesión de “abogado”. Debe dedicar su vida a dar consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales. Y quien no haga esto será todo lo licenciado que quiera pero abogado no.

En su conclusión, el abogado es, el que ejerce permanentemente la Abogacía. Los demás serán solamente licenciados en derecho, pero nada más.

En la moral del abogado de lo que Ossorio nos habla: La abogacía no se cimienta en la lucidez del ingenio, sino en la rectitud de la conciencia. Malo será que erremos y defendamos como moral lo que no es; pero si nos hemos equivocado de buena fe, podemos estar tranquilos. Cita las palabras del novelista Collete Iver. “Nuestro oficio.

Su rol es múltiple porque cultiva, investiga, difunde y aplica los conocimientos de la ciencia del derecho para alcanzar la justicia defendiendo los derechos de las personas si estos se ven afectados por terceros y/o orientándolos en sus derechos; es decir, cumple una verdadera actividad judicial, teniendo en cuenta que hace estudios de la realidad social, interpreta las leyes, y las aplica con un solo objetivo de hacer justicia. Al interpretarlas las hace respetuosamente con relación a su texto como si se tratara de un dogma; de este modo quienes aplican el derecho no pueden ser sino abogados.

El Abogado

La Carrera de Derecho procura formar profesionales con una clara conciencia del sentido ético de su actividad, por lo tanto exige a las universidades una profunda revisión y análisis de la pertinencia social de los diseños curriculares que sustentan su formación, su concepción epistemológica, teleológica, ontológica y práctica a fin de que pueda responder a las demandas del fenómeno humano, histórico-social. Los cambios sociales, tecnológicos, educativos, políticos y culturales han influido de manera preponderante en las ciencias jurídicas determinando al Derecho como instrumento social, que aportar soluciones a los conflictos de la sociedad desde una nueva visión del Derecho, ligada a la vigencia de los Derechos Humanos, incorruptible solvencia moral y a la lucha por la justicia social, enmarcados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; es por esta razón que la carrera de Derecho debe responder a los problemas planteados dentro del entorno social, exigiendo nuevas competencias al abogado. Preparar aspirantes a abogado no es igual a hacerlo a los de cualquiera otra profesión u oficio. Estamos hablando del corazón mismo del Estado de Derecho, cuyo vértice será la Administración de Justicia y el imperio de la ley para la consecución de la paz social. Por lo que se trata de preparar uno de los mecanismos sobre los que se hará realidad el funcionamiento de todo un sistema jurisdiccional interlocutorio de pacificación: El dispositivo central del ejercicio del derecho fundamental a la defensa a él incorporado, sin el que aquél resulta imposible e inviable. Por tanto, de una pieza absolutamente imprescindible para el funcionamiento de la vida en sociedad, en la civilización de los derechos y las responsabilidades.

Formación del abogado

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La abogacía es una profesión que se basa en la verdad para el logro de la justicia que constituye un derecho y a la vez una virtud que tiene por objeto restablecer la paz alterada por un conflicto.

La abogacía, colegios y despachos, deben incorporar entre sus valores la comunicación con la sociedad si se desea contribuir firmemente a explicar a los ciudadanos la labor y utilidad de los abogados. Es necesario acercar la figura y las funciones del abogado a la sociedad. Los colegios deben "integrarse" en su entorno geográfico, ser un referente social. La abogacía, en definitiva, debe recuperar influencia social. Los colegios deben comunicar y hacerlo bien. No obstante, la mayoría de colegios de abogados no aprovechan su potencial comunicativo, no comunican con su entorno todo lo que podrían comunicar. La escasa presencia en prensa escrita es una muestra.

El ejercicio profesional de la abogacía ha merecido el interés de los estudiosos por su doble condición de profesión liberal y de servicio público. El ethos social del abogado se mueve entre dos polos difíciles de casar en ocasiones: el interés del cliente y el interés de la Ley. Jerome Carlin, sostenía que los criterios éticos prácticos dependían de tres variables: el tipo de clientela, de tribunal de justicia y de despacho profesional del abogado. Las tentaciones y oportunidades para infringir normas éticas aumentaban con la baja clientela, los tribunales y cortes de justicia menores y los despachos jerarquizados, en que los abogados practicaban sus funciones aisladamente.

En Venezuela, quien haya obtenido el título de Abogado de la República, de conformidad con la Ley, deberá inscribirse en un Colegio de Abogados y en el Instituto de Previsión Social del Abogado para dedicarse a la actividad profesional, y su ejercicio se regirá por la Ley de Abogados y su Reglamento, los reglamentos internos y el código de ética profesional que dictare la Federación de Colegios de Abogados.

• Desigualdad económica y social: desempleo y pobreza, necesidad de oportunidades de empleo, autoempleo y negocio propio, falta de vivienda y calidad y acceso a otros servicios, como por ejemplo salud y educación.• Problemas relacionados con la familia: maltrato a menores, violencia doméstica, desintegración familiar, y disciplina y comunicación en el hogar.• Salud pública: acceso a servicios de salud general. • Violencia/criminalidad / dependencia de drogas. • Educación: acceso a servicios de educación de calidad y que vayan a tono con las necesidades del estudiantado, necesidad de educar cívicamente para fomentar los valores enmarcados en la responsabilidad social.

¿Qué es la abogacía?

¿Qué beneficios ofrece a la sociedad?

Necesidades que el Derecho trata de Satisfacer

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Docente

PoliticoMinistro

PresidteVice

Diput.Consejal

DirigenteGremial

FiscalMin Púb Litig:

AcusadorDefensor

Sec. Juez

Magist

AlcaldeEmpres.

PrefectoJefe Civil

Vecino

Amigo

Func.Público

AsesorConsultoJurídico

PadreMadre

Hijo

Abogado

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La abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio a la sociedad y que se ejerce bajo un régimen de libre y leal competencia, por medio del consejo y de la defensa de derechos e intereses públicos o privados, mediante la aplicación de la ciencia y la técnica jurídicas, en orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y libertades fundamentales y a la justicia. El ejercicio de la carrera de abogado, en un mundo globalizado, requiere de conocimientos más allá de los puramente legales, por lo que todo profesional que trabaje para/en una organización, deberá enfrentarse a desafíos directivos importantes. Para poder asumir estos, es importante que los profesionales tengan ciertas destrezas que les permitan dirigir proyectos u organizaciones de manera exitosa. Aunque el liderazgo es en sí una condición general para todas las profesiones, gran parte de los abogados desconocen la manera sobre como practicarlo, por ello es necesario dotarlos de los principios y herramientas necesarias que los conlleven a comunicar de manera asertiva y efectiva sus ideas, ejercitando y desarrollando sus cualidades no explotadas de liderazgo. El abogado debe desarrollar algunas de las destrezas claves para el ejercicio profesional, tales como la argumentación verbal y escrita; el trabajo en equipo; saber escuchar, conciliar, investigar, decidir, negociar, etc.

La apariencia personal juega un papel determinante, tanto en el ámbito del trabajo, como en todo lugar. Por lo que es importante mantener la buena apariencia personal todas las horas de todos los días, en todos los lugares. La apariencia personal significa buen gusto, disciplina, sello propio y centro de atracción. Cuando la persona cuida su apariencia personal, siempre surgirá el comentario comparativo con respecto a los demás, y la gente siempre apuesta a quien se distingue del resto. Así que provocar comentarios favorables, facilita la comunicación. La comunicación es más fácil cuando la persona proyecta confianza. Estamos en un mundo dominado por la imagen y la manera de vestirse, según el lugar y el contexto, es la primera carta de presentación que muestras hacia los demás.

Imagen del Abogado

Liderazgo Social del Abogado

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El abogado existe sin duda porque existen las leyes y porque es función esencial del Estado, el administrar justicia. La importancia de nuestra profesión y el rol que ejercemos en la sociedad como abogado ha sido y es evidente como hombres de leyes y hombres del derecho y sin la Ley no puede existir sociedad organizada, sino que tampoco podría existir el Estado. La forma de ejercer la profesión de abogado en Venezuela ha cambiado, en los últimos años con La entrada en vigencia del nuevo CPC en 1986,del COPP en 1998 trajo consigo nuevos retos tanto para jueces como para abogados, toda vez que el legislador buscó corregir ciertos vicios referidos a la conducta de las partes y sus apoderados en aras de la justicia, más expedito, veraz y transparente, Así pues, entre los significativos avances que introdujo los nuevos códigos, es evitar el retardo procesal , darle celeridad y transparencia a los procesos tanto civiles como penales y acceso a la justicia de forma equitativa.

No podemos afirmar que la conducta de las partes y sus apoderados haya mejorado a raíz de la entrada en vigencia de dichas normas que tienden a mejorar el proceso tanto civil, como penal, laboral. En pocas palabras, pareciera que el espíritu dela ley no ha calado hondo en jueces y abogados. El problema, reiteramos nuevamente, lejos de ser atribuible a la ley, ya que no se concibe la idea de que en un código normativo adjetivo se definan tales conceptos- radica en la actitud que jueces y abogados han observado al respecto. Tanto unos como otros deben velar por la correcta aplicación de los principios arriba mencionados. Para ello es menester, la existencia de jueces de instancia honestos y conocedores de la ciencia del derecho, que cumplan conjuntamente con la casación, en la función de uniformar y desarrollar los criterios de interpretación y el espíritu de la ley.

Lamentablemente, la realidad es otra. En lo cotidiano y de forma vergonzosa, existen numerosas expresiones que contrarían estos principios. Al mismo tiempo, deben existir profesionales del derecho capacitados para comprender las figuras y procedimientos contenidos en la ley procesal, los propósitos de su existencia, la lógica a la cual obedecen y el cabal entendimiento de los beneficios que dichas figuras y procedimientos pueden aportar. Pero la escasa formación académica y las deplorables convicciones morales de muchos colegiados atentan contra este noble ideal.

Por todo lo antes señalado, así como los jueces han sido parcos y tímidos en su carácter de directores y vigilantes del proceso a la hora de evitar, prevenir y sancionar las conductas impropias de los litigantes (quizás por la falta de formación o experiencia ante figuras que en su tiempo fueron novedosas, quizás por el gran cúmulo de causas con que tienen que lidiar diariamente), también muchos litigantes han contribuido a empeorar la situación cuando una vez que han sido objeto de conductas fraudulentas de sus contrapartes, en vez de denunciar tales comportamientos, tratan de enervar éstos a través de otros procedimientos que igualmente resultan contrarios a la ética profesional.

Ha sido en cambio el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) quien en los últimos años ha desplegado un mayor impulso y actividad en beneficio y defensa de la ética referida al proceso, fijando nuevos parámetros con el fin de detectar y sancionar la conducta impropia de las partes y sus apoderados, y suministrando a los jueces las herramientas necesarias para emprender una actividad eficaz con el objeto de combatir tales conductas dentro del proceso.

Los abogados deben colaborar con la justicia so pena de las sanciones a que están expuestos y que lentamente han comenzado a ser aplicadas. Pero para que exista dicha colaboración, independientemente de las sanciones a que hay lugar, deben también los profesionales de la ciencia jurídica conocer a fondo los principios y deberes que rigen su conducta.

El ejercicio de la profesión de abogado en Venezuela comprende ciencia y arte, aunque en estos días, se afirma, representa más arte que ciencia. El peligro está cuando el componente ciencia se ausenta en quienes, no muchos, administran e imparten justicia o desempeñan altos cargos en la función pública.

Problemática social del abogado en Venezuela

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 Con el transcurrir del tiempo y los cambios sociales que surgen se hace imperante adaptar el ordenamiento jurídico a las nuevas realidades

y necesidades sociales, por tal razón es que constantemente se crean nuevas leyes, o se reforman normas especificas, en aras de que la normativa jurídica se encuentre acorde con el ámbito social que le rodea.

El ejercicio profesional del Derecho ha venido siendo modificado, así se observa que se cuenta con nuevos roles profesionales, como:Abogado jurista: Es el profesional capaz y eficiente en el desempeño teórico y técnico del derecho. Entre sus funciones está las consultas sobre problemas jurídicos, asesorar a los órganos de la administración central y descentralizada al Poder Legislativo Nacional, a las Asambleas Legislativas, Institutos autónomos, empresas del Estado o personas natural o jurídica en la solución de problemas de carácter jurídico.Abogado litigante: Es el profesional capaz de asumir, representar y defender tanto lo judicial como extrajudicial los asuntos pertinentes en los campos tradicionales del ejercicio profesional.Abogado en función pública: Es el profesional capaz de cumplir en función de asesoría técnica legal a nivel de embajadas, delegaciones y consulados, en los aspectos jurídicos involucrados en la toma de decisiones contribuir en la Reforma del Estado y a la formación de instrumento en el derecho internacional público.Abogado legislador: Es el profesional capacitado para formar parte de comisiones técnicas legislativas a diversos niveles manejando con propiedad los aspectos de la técnica jurídica y legislativa tanto material y formal.Abogado investigador: Investiga científicamente en los diversos campos de las ciencias jurídicas, trabajar para avanzar tanto en la doctrina como en la nueva legislación.Abogado Magistrado: Resuelve y asume plenamente su función de creador del derecho, al aplicar la norma a situaciones particulares y garantiza el imperio de la justicia.

Nuevas formas del ejerció profesional.

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