Misticismo

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Misticismo El Juicio final según Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vati- cano. La mística (del verbo griego myein, «encerrar», de donde mystikós, «cerrado, arcano o misterioso») designa un tipo de experiencia muy difícil de alcanzar en que se llega al grado máximo de unión del alma humana a lo Sagrado du- rante la existencia terrenal. Se da en las religiones mono- teístas (zoroastrismo, judaísmo, cristianismo, islam), así como en algunas politeístas (hinduismo); algo parecido también se muestra en religiones que más bien son filo- sofías, como el budismo, donde se identifica con un grado máximo de perfección y conocimiento. Según la teología, la mística se diferencia de la ascética en que ésta ejercita el espíritu humano para la perfección, a manera de una propedéutica para la mística, mediante dos vías o métodos, la purgativa y la iluminativa, mien- tras que la mística, a la cual sólo pueden acceder unos pocos, añade a un alma perfeccionada por la gracia o por el ejercicio ascético la experiencia de la unión directa y momentánea con Dios, que sólo se consigue por la vía unitiva, mediante un tipo de experiencias denominadas visiones o éxtasis místicos, de los que son propios una plenitud y conocimiento tales que son repetidamente ca- racterizados como inefables por quienes acceden a ellos. El misticismo está generalmente relacionado con la santidad, y en el caso del cristianismo puede ir acom- pañado de manifestaciones físicas sobrenaturales deno- minadas milagros, como por ejemplo los estigmas y los discutidos fenómenos parapsicológicos de bilocación y percepción extrasensorial, entre otros. Por extensión, mística designa además el conjunto de las obras litera- rias escritas sobre este tipo de experiencias espirituales, en cualquiera de las religiones que poseen escritura. El misticismo, común a las tres grandes religiones mo- noteístas, pero no restringido a ellas (hubo también una mística pagana, por ejemplo), pretende salvar ese abismo que separa al hombre de la divinidad para reunificarlos y acabar con la alienación que produce una realidad consi- derada injusta, para traer, en términos cristianos, el Reino de los Cielos a la Tierra. Los mecanismos son variados: bien mediante una lucha meditativa y activa contra el ego (budismo)o nafs como en el caso del sufismo musulmán, bien mediante la oración y el ascetismo en el caso cris- tiano, o bien a través del uso de la cábala en las corrientes más extendidas del judaísmo. 1 Mística no religiosa o filosófica Lo que Michel Hulin denomina “mística salvaje” (La mystique sauvage, Paris: PUF, 1993) es un tipo de «ex- periencia mística espontánea», al margen de la hierofanía religiosa y de sistemas muy elaborados de creencias e ideas, aun cuando puede identificarse con ella, producida por revelaciones que se hace a sí mismo el ser humano, algunas veces utilizando sustancias psicotrópicas como el LSD u hongos alucinógenos como el cornezuelo de cen- teno en culturas animistas en las cuales no hay religión, puesto que vida y naturaleza son para ellas la religión: se trata de una repentina sensación de comunión espiritual con la naturaleza, la entrada en una realidad atemporal provocada por un recuerdo de la infancia en principio tal vez intranscendente, la fugaz percepción de un olor o un sabor... modalidades diversas de enfrentamiento inespe- rado con una realidad numinosa que procura la vivencia de un «sentimiento oceánico» ajena al universo religioso y que nos sitúa fuera de las coordenadas habituales de la realidad cotidiana. 2 Mística pagana Las religiones de origen europeo antiguo, llamadas despectivamente «paganas» o paganismo, son aquellas creencias y religiones anteriores o distintas al judaísmo, cristianismo e islamismo y a menudo caracterizadas por el animismo o el politeísmo. En el seno de estas religiones, los Misterios de Eleusis o eleusinos y el neopitagorismo, 1

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breve reseña de lo que es el misticismo tanto en oriente como en occcidente

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Misticismo

El Juicio final según Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vati-cano.

Lamística (del verbo griegomyein, «encerrar», de dondemystikós, «cerrado, arcano o misterioso») designa un tipode experiencia muy difícil de alcanzar en que se llega algradomáximo de unión del alma humana a lo Sagrado du-rante la existencia terrenal. Se da en las religiones mono-teístas (zoroastrismo, judaísmo, cristianismo, islam), asícomo en algunas politeístas (hinduismo); algo parecidotambién se muestra en religiones que más bien son filo-sofías, como el budismo, donde se identifica con un gradomáximo de perfección y conocimiento.Según la teología, la mística se diferencia de la ascéticaen que ésta ejercita el espíritu humano para la perfección,a manera de una propedéutica para la mística, mediantedos vías o métodos, la purgativa y la iluminativa, mien-tras que la mística, a la cual sólo pueden acceder unospocos, añade a un alma perfeccionada por la gracia o porel ejercicio ascético la experiencia de la unión directa ymomentánea con Dios, que sólo se consigue por la víaunitiva, mediante un tipo de experiencias denominadasvisiones o éxtasis místicos, de los que son propios unaplenitud y conocimiento tales que son repetidamente ca-racterizados como inefables por quienes acceden a ellos.El misticismo está generalmente relacionado con lasantidad, y en el caso del cristianismo puede ir acom-pañado de manifestaciones físicas sobrenaturales deno-minadas milagros, como por ejemplo los estigmas ylos discutidos fenómenos parapsicológicos de bilocación

y percepción extrasensorial, entre otros. Por extensión,mística designa además el conjunto de las obras litera-rias escritas sobre este tipo de experiencias espirituales,en cualquiera de las religiones que poseen escritura.El misticismo, común a las tres grandes religiones mo-noteístas, pero no restringido a ellas (hubo también unamística pagana, por ejemplo), pretende salvar ese abismoque separa al hombre de la divinidad para reunificarlos yacabar con la alienación que produce una realidad consi-derada injusta, para traer, en términos cristianos, el Reinode los Cielos a la Tierra. Los mecanismos son variados:bien mediante una lucha meditativa y activa contra el ego(budismo) o nafs como en el caso del sufismo musulmán,bien mediante la oración y el ascetismo en el caso cris-tiano, o bien a través del uso de la cábala en las corrientesmás extendidas del judaísmo.

1 Mística no religiosa o filosófica

Lo que Michel Hulin denomina “mística salvaje” (Lamystique sauvage, Paris: PUF, 1993) es un tipo de «ex-periencia mística espontánea», al margen de la hierofaníareligiosa y de sistemas muy elaborados de creencias eideas, aun cuando puede identificarse con ella, producidapor revelaciones que se hace a sí mismo el ser humano,algunas veces utilizando sustancias psicotrópicas como elLSD u hongos alucinógenos como el cornezuelo de cen-teno en culturas animistas en las cuales no hay religión,puesto que vida y naturaleza son para ellas la religión: setrata de una repentina sensación de comunión espiritualcon la naturaleza, la entrada en una realidad atemporalprovocada por un recuerdo de la infancia en principio talvez intranscendente, la fugaz percepción de un olor o unsabor... modalidades diversas de enfrentamiento inespe-rado con una realidad numinosa que procura la vivenciade un «sentimiento oceánico» ajena al universo religiosoy que nos sitúa fuera de las coordenadas habituales de larealidad cotidiana.

2 Mística pagana

Las religiones de origen europeo antiguo, llamadasdespectivamente «paganas» o paganismo, son aquellascreencias y religiones anteriores o distintas al judaísmo,cristianismo e islamismo y a menudo caracterizadas porel animismo o el politeísmo. En el seno de estas religiones,los Misterios de Eleusis o eleusinos y el neopitagorismo,

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2 3 MÍSTICA CRISTIANA

todavía mal conocidos, llegaron a tener creyentes que semanifestaban de forma mística.Las religiones celtas agrupan diversas creencias. Estas re-ligiones mantenían un politeísmo conectado en gran me-dida con fuerzas de la naturaleza (animismo) que deifica-ban todo lo viviente o activo. A falta de referencias escri-tas extensas, por los hallazgos arqueológicos y funerariosse puede deducir que eran religiones muymarcadas por lamagia y el ritual. Se han encontrado vasijas de proceden-cia celta con personajes en posturas yógicas, que con todaprobabilidad representan a sacerdotes. Esto lleva a pensaren algún tipo demisticismo religioso emparentado con lascreencias en dioses asociados a fuerzas naturales.[1]

El filósofo neoplatónico Plotino (siglo III d.C.) nacido enEgipto, representa una mística natural, que, no obstante,describe el éxtasis con «una perfección tal que ha sidodespués imitada por los místicos cristianos» quienes si-guieron sus mismas fórmulas.[2]

3 Mística cristiana

Santa Teresa de Jesús, una de las mayores exponentes del misti-cismo en el cristianismo.

En el caso de la mística cristiana el acto místico de unióncon Dios, conocido como éxtasis, no depende del indivi-duo, sino solamente de Dios, que por motivos que sólo élconoce otorga como gracia privada un breve tiempo decomunicación sensible ultraterrena a algunas almas a lasque se acerca, bien directamente o bien para su posteriortransmisión a un grupo específico o al conjunto social.Puede ir acompañado de las manifestaciones llamadas«estigmas» o «llagas»: heridas que reproducen algunas delas heridas de Cristo en la cruz, así como de bilocación(suceso que consiste en que el santo o místico es vistoen dos o más sitios al mismo tiempo) y manifestacionesproféticas. Se cree que el éxtasis es otorgado, en el ca-so del catolicismo, pero esto no es necesario, a personas

que han seguido una dura disciplina ascética de ayuno,soledad, oración, humildad, trabajo, penitencia, mortifi-cación e introspección mediante el seguimiento de unaregla de conducta monástica (clero regular masculino yfemenino) para purificarse ante los ojos de Dios mediantelos caminos o vías llamados vía purgativa y vía ilumina-tiva. Los místicos carmelitanos hablan de noche oscura,así como de dar un ciego y oscuro salto de fe con la es-peranza de que Dios se apiade y recoja el alma de sussiervos. Si Dios quiere, habrá una unión mística o éxta-sis, experiencia más divina que humana que resulta de unplacer inefable, esto es, intransmisible por entero, sinosólo en una parte muy pequeña, por medio de la palabrao cualquier otro medio de expresión. Así la describe porejemplo Santa Teresa de Jesús:

Y es tanto lo que se empleael alma en el gozo de lo que el Se-ñor la representa, que parece que seolvida de animar el cuerpo. (...) Nose pierde el uso de ningún sentido nipotencia, pero todo está entero paraemplearse en Dios solo. De este re-cogimiento viene algunas veces unaquietud y paz interior muy regala-da, que está el alma que le pareceque no le falta nada.

También, sin embargo, existe una mística protestante querepresentan, por ejemplo, escritores como Emanuel Swe-denborg y sus Arcanos celestes o Joseph Smith, fundadorde La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ÚltimosDías o Mormonismo, o incluso el poeta William Blake,así como una mística heterodoxa representada, en la for-ma más antigua, por los cristianos gnósticos y en la EdadMedia y Renacimiento por los alumbrados, los dejados opor los seguidores del quietismo preconizado por Miguelde Molinos, una mística en ciertos sentidos muy cercanaal budismo.La tradición mística cristiana arranca en realidad dePablo de Tarso y del Evangelio según San Juan, así comode los posteriores Padres de la Iglesia, en particular losPadres del yermo o de la Tebaida. San Agustín de Hiponafue una figura muy influyente, así como Santo Tomás deAquino. Carácter místico tienen algunas obras muy leídasdel desconocido Pseudo Dionisio Areopagita, que algu-nos quieren indentificar erróneamente con el desconoci-do griego convertido por Pablo de Tarso en el Areópagode Atenas; su teología negativa fue un avance que se in-corporó a la mística cristiana y se encuentra, por ejem-plo, en San Juan de la Cruz. Siguen después las escuelasmísticas de distintas órdenes monásticas, entre las cualesdestacan las distintas ramas de la mística franciscana, lamística agustina, la mística carmelita y la mística trinita-ria. Tuvo mucha importancia y fue no poco influyente lamística germánica, representada por Jan van Ruysbroeck,el maestro Eckart, Tomás de Kempis y, ya en el Barroco,por Angelus Silesius y su Peregrino querubínico.

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3.3 Mística española 3

3.1 Mística germánica

Cabe resaltar dentro de la Mística germánica una figurade gran importancia: la abadesa, líder monástica, místi-ca, profetisa, médica, compositora y escritora alemanaHildegarda de Bingen.También en la Edad Media creó escuela el Meister Eck-hart y sus discípulos Enrique Suso y Juan Taulero. Y, enel siglo XVII, Jakob Böhme y sobre todo Johann Schef-fler, más conocido como Angelus Silesius, autor de losparadójicos epigramas religiosos contenidos en Peregrinoquerubínico.

3.2 Mística italiana

La mística italiana cuenta con las figuras del poverelloSan Francisco de Asís, autor del famosísimo Cántico, unade los primeros textos de la literatura italiana y sin du-da alguna uno de los más hermosos. [cita requerida] La beataÁngela de Foligno es una mística de la Edad Media, cuyavida es conocida a través de su autobiografía o Memorial.

3.3 Mística española

Portaretrato de San Juan de la Cruz.

La mística española se desarrolló principalmente en Cas-tilla, Andalucía y Cataluña. Brota fuertemente en el sigloXVI a causa de la tensión existente con el Protestantismo.Existen los precedentes medievales de Raimundo Lulio,que marca fuertemente la tradición española con el con-tacto de la cultura árabe y la mística sufí, y con la tradi-ción semítica de la cábala (en España se compiló su libromás importante, el Zohar, y muchos escritores sefardíesemigrados ampliaron las enseñanzas cabalísticas, comopor ejemplo Moisés Cordovero o Isaac Luria). Se trata,además, cronológicamente, de una de las últimas místicas

aparecidas y en cierto modo representa la culminación dela tradición mística cristiana. [cita requerida]

La característica más acusada de la mística española essu carácter ecléctico, armonizador entre tendencias ex-tremas; un ejemplo, podemos encontrar en San Juan de laCruz al demonio nombrado en árabe Aminadab o un mis-mo verso repetido al estilo de la poesía árabe. Un segundorasgo es que en la literatura religiosa hispana predominalo ascético sobre lo místico. El tercero sería su gran ela-boración formal: presenta un excelente estilo literario, deforma que muchas de sus obras se cuentan como obrasmaestras de la literatura en lengua española.

Vivo sin vivir en míy tan alta vida esperoque muero porque no muero.

Tema de atribución discutida, usado porSanta Teresa de Jesús y con alguna variación(y de tal manera espero) por San Juan de laCruz.[3]

Como corriente literaria, utiliza la creación de obras es-critas como medio para expresar la religiosidad y lo quesupone para sus autores la unión del alma con Dios, re-servada a muy pocos elegidos.

3.3.1 Vías purgativa, iluminativa y unitiva

Para la unión del alma con Dios se establecía el segui-miento de tres vías, procedimientos, pasos o fases, segúnel Tratado espiritual de las tres vías, purgativa, iluminati-va y unitiva de Bernardo Fontova (Valencia, 1390-1460),cartujo en Vall de Crist;[4] y que repetiría Juan de Palafoxy Mendoza, obispo de Puebla, en Varón de deseos en quese declaran las tres vías de la vida espiritual, purgativa,iluminativa y unitiva (1642):[5]

• Vía purgativa: el alma se purifica de sus vicios ysus pecados mediante la penitencia y la oración. Lasatracciones por sí mismas no tienen por qué ser ma-las pero sí lo es el apego o gusto que provocan enla memoria, porque la impide orientarse plenamen-te hacia Dios. La privación corporal y la oración sonlos principales medios purgativos.

• Vía iluminativa: una vez purificada, el alma se ilu-mina al someterse total, única y completamente a lavoluntad de Dios. El alma se halla ya limpia y en undesamparo y angustia interior inmensos, arrojada alo que es por sí sola sin el contacto de Dios. El demo-nio tienta entonces y el alma debe soportar todo tipode tentaciones y seguir la luz de la fe confiando enella y sin engañarse, mediante una continua intros-pección en busca de Dios. Pero ha de ser humilde, ya

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que si Dios no quiere, es imposible la unión mística,pues la decisión corresponde a Él.

• Vía unitiva: el alma se une a Dios, produciéndoseel éxtasis que anula los sentidos. A este punto sólopueden llegar los elegidos y es muy difícil describir-lo con palabras, porque el pobre instrumento de lalengua humana, ni siquiera en forma poética, puededescribir una experiencia tan intensa: se trata de unaexperiencia inefable. El hecho de haber alcanzado lavía unitiva puede manifestarse con los llamados es-tigmas o llagas sagradas (las heridas que sufrió Cris-to en la cruz), con fenómenos de levitación del santoy con episodios de bilocación (es decir, encontrarseen varios lugares al mismo tiempo). El santo, porqueya lo es al sufrir este tipo de unión, no puede descri-bir sino sólo aproximadamente lo que le ha pasado.

3.3.2 Periodos

Pedro Sainz Rodríquez señala cuatro periodos en la his-toria de la mística española:[6]

• Período de importación e iniciación, que comprendedesde los orígenes medievales hasta 1500, durante elcual se traducen y difunden las obras de la místicaextranjera.

• Período de asimilación (1500-1560) en el que lasdoctrinas importadas son por primera vez expuestasa la española por los escritores que son precursores(fray Hernando de Talavera, fray Alonso de Madrid,fray Francisco deOsuna, fray Bernardino de Laredo,San Juan de Ávila, la sordomuda Teresa de Cartage-na y otros).

• Período de plenitud y de intensa producción na-cional (1560-1600, reinado de Felipe II: fray Luisde León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Je-sús).

• Período de decadencia o compilación doctrinal,prolongado hasta mediados del siglo XVII, repre-sentado por autores comoMiguel de Molinos y tam-bién por otros autores que no son creadores origina-les, sino retóricos del misticismo que se ocupan deordenar y sistematizar la doctrina del período ante-rior.

3.3.3 Escuelas

Marcelino Menéndez Pelayo hizo una clasificación porescuelas según las órdenes religiosas de los místicos:[7]

• Ascetas dominicos, cuyo prototipo es Fray Luis deGranada.

• Ascetas ymísticos franciscanos (San Pedro de Al-cántara, Fray Juan de los Ángeles, Fray Diego deEstella, Venerable Madre Juana de la Cruz, etc.).

• Místicos carmelitas (San Juan de la Cruz, SantaTeresa de Jesús, etc.), con sus propios eremitorios,como el del Desierto de Bolarque.

• Ascetas y místicos agustinos (Fray Luis de León,Pedro Malón de Chaide, etc.

• Ascéticos y místicos jesuitas (San Francisco deBorja, Juan Eusebio Nieremberg, y otros).

• Clérigos seculares y laicos (Juan de Valdés,Miguelde Molinos), que son místicos heterodoxos.

Esta clasificación, en la que cada orden religiosa posee supropia tradición teológica y doctrinal, se puede simplifi-car aun más en tres corrientes:

• Afectiva (predomina lo sentimental sobre lo intelec-tual), que tiene siempre presente el Cristocentrismoo la imitación de Cristo hombre como vía por dondeel cristiano puede llegar a la divinidad (franciscanosy agustinos).

• Intelectualista o escolástica, que busca el conoci-miento de Dios mismo por la elaboración de unadoctrina metafísica (dominicos y jesuitas).

• Ecléctica o genuinamente española, representadapor la mística carmelita.

Helmut Hatzfeld[8] ha elaborado una clasificación de lasteorías de interpretación de la mística española muy in-fluyente; en la que son cinco las escuelas principales:

• Escuela Ahistórica, propuesta por Jean Baruzzi, enun estudio francés sobre San Juan de la Cruz: sostie-ne la originalidad de los místicos españoles que des-cubren sus símbolos decisivos independientementede las condiciones históricas.

• Escuela Sintética, cuyo teorizador principal esGaston Etchegoyen a través de un estudio francéssobre Santa Teresa; supone que la mística españo-la puede explicarse y entenderse como una fusiónsintética de diferentes formas más antiguas, todasexclusivamente occidentales.

• Escuela Secular, obra de Dámaso Alonso; segúnella numerosos elementos simbólicos de los místi-cos españoles derivan de la poesía profana, popularo culta, sobre todo de la poesía de Garcilaso (a tra-vés de las versiones a lo divino de sus poemas quehizo Sebastián de Córdoba), el Romancero, la líricapopular y la lírica cancioneril.

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• Escuela Arabista, integrada por Julián Ribera y so-bre todo por Miguel Asín Palacios, que contemplaafinidades entre los escritos de San Juan de la Cruzy los del místico mahometano Abenarabí, de la pri-mera mitad del siglo XIII; por otra parte, nadie hapodido negar la influencia del misticismo musulmánen el catalán Raimundo Lulio.

• Escuela Germánica, que alega que el influjo ma-yor recibido por los místicos españoles proviene delos místicos flamencos y alemanes como MeisterEckart, o el flamenco Jan van Ruysbroeck, o Thomasde Kempis.

Hatzfeld se inclina por considerar que tanto Oriente comoOccidente han contribuido a la formación del lenguaje delos místicos españoles.La mística española cuenta con figuras señeras en el Siglode Oro y sobre todo en Castilla, como Bernardino de La-redo, Francisco deOsuna; Santa Teresa de Jesús compusoimportantes obras místicas en prosa, como Las moradasy Camino de perfección; a San Juan de Ávila se le debetal vez el famoso soneto místico “No me mueve mi Diospara quererte”, y San Juan de la Cruz compuso con susexperiencias místicas unos poemas que son quizá la cum-bre de la lírica española de todos los tiempos, el Cánticoespiritual y la Noche oscura del alma, comentados por élmismo en prosa, entre otros varios poemas no menos im-portantes. Destacan también otros místicos, como SantoTomás de Villanueva, San Juan Bautista de la Concep-ción, Cristóbal de Fonseca, el beato Alonso de Orozco,fray Pedro Malón de Chaide, fray Luis de Granada o frayJuan de los Ángeles. En el País Vasco destaca la figurade San Ignacio de Loyola. En Cataluña fue importanteen la Edad Media Ramón Llull, también conocido comoRaimundo Lulio, cuyo Libro del amigo y el amado es elprincipal testimonio de la literatura mística en catalán.Tras el Siglo de Oro, la mística española entró en deca-dencia.

4 Mística islámica o sufismo

La voz sufí deriva de la raíz sûf, (lana), aludiendo al há-bito con que vestían los sufíes como muestra de desapegodel mundo. A los ascetas errantes árabes se los llamabatambién faquires (“pobres”, en árabe faqîr, pl. fuqarâ), yen persa derviches (darvîsh). Mirados con cierta precau-ción a veces por algunos sectores de la ortodoxia islámica,el respeto que demostró a sus enseñanzas Algazel, deno-minado por algunos orientalistas occidentales como “elSan Agustín árabe”, y más conocido entre los musulma-nes como Hujjatul Islam o la Prueba del Islam, hizo quea partir de grupos sunnitas ubicados en Irak en el sigloVIII, y de Bagdad y El Cairo en el siglo IX, se extendie-se la presencia del sufismo por todo el mundo islámico,desde Irán hasta India, y desde el Magreb hasta Anatoliay Al Ándalus.

La ascética y mística sufí o sufismo se explica a sí mis-ma como una vía que parte esencialmente del ejemploestablecido por el Profeta del Islam, el Profeta Mahoma,y por gente de entre sus Compañeros dedicados intensa-mente a la oración y el desapego, conocidos algunos deellos como Ahl as Suffa o la Gente del Banco.La espiritualidad del sufismo hace énfasis a la vez en laacción, la contemplación y la oración, buscándose:- un estado de acción de sinceridad perfecta, modeladosobre la base del Corán y el ejemplo del Profeta del Islam;- un estado de contemplación por el cual no se vea entodo sino la huella de Dios o las luces reflejas de Dios;- un estado de oración o más propiamente 'Recuerdode Dios’ (dhikr) perpetuo. Este estado atraviesa gradosempezando por el dhikr de la lengua, el dhikr del cora-zón, dhikr del secreto, dhikr del secreto del secreto y asíhasta varios niveles cada vez más profundos hasta el dhikrmás allá de toda categoría y conceptualización, en lo quesería la zona más honda de la huella eterna del espíritu enestado de contemplación de Dios.Los ejemplos de espiritualidad islámica fueron esparcién-dose a lo largo del mundo musulmán y, con el correr deltiempo, frente a un universo de población musulmana conmuy distinto grado de compromiso en la práctica de lareligión. A este grupo de personas empezó a conocérselecomo sufís. Una de sus grandes figuras iniciales sunnitasradicó en Basora (Hassan al-Basrî, muerto el 728), otrosvivieron en Medina y en la Meca, preconizando el amory la bondad de Dios (Al-láh) y el sometimiento completo(externo e interno) a la voluntad divina, lo que lleva, afir-ma la tradición sufí, en los casos de pureza modélica, aexperimentar la cercanía 'más cercana que la vena yugu-lar ' (según una frase del Corán) de la Presencia Infinita deDios, frente a la cual el ser humano quedaría aniquiladocomo la nada frente al Uno.La organización de los sufíes en cofradías o fraternida-des (tariqas) de personas que frecuentaban las enseñanzasde un maestro sufí alcanzó un punto de desarrollo ins-titucional notable en el siglo XII. El sufismo alcanzó suexposición doctrinal ortodoxa más lograda en la obra deAl-Ghazali (Algacel).En la actualidad, las vías (tariqas) u 'órdenes’ sufís másexpandidas en todo el mundo son la qadiri y la naqshban-di, así como también la shadhilli y la chisti.Es indispensable la guía de un maestro, o “director espi-ritual” (muršid), quien ya ha recorrido las estaciones es-pirituales y ha llegado a la realización espiritual, a fin deguiar al discípulo por el largo sendero de la lucha contrael ego (nafs).Las experiencias de los grandes maestros sufís han inspi-rado una buena parte de la lírica y la narrativa islámicas.

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6 4 MÍSTICA ISLÁMICA O SUFISMO

4.1 Dichos y hechos propios de los sufís

Los santos sufís narran haber recibido, por gracia deDios, estaciones espirituales más allá de nuestra com-prensión ordinaria de las cosas; y a la vez afirman quebuscar las estaciones en sí mismo es alejarse de ellas, puesla única búsqueda debe ser la complacencia de Dios. Sonconocidas en la literatura sufí las narraciones de mila-gros (karamat) que ocurrieron a maestros sufís, si bien laenseñanza sufí al respecto es que la búsqueda de mila-gros es un obstáculo en la vía, y si ellos ocurren debe serúnicamente sin intervención de una voluntad activa o deostentación al respecto.Los maestros distinguen dos clases de conocimiento dela religión del Islam, el Corán y la vida del profeta: elerudito, de carácter mental-discursivo y el del corazón ode naturaleza gnóstico-espiritual, señalando que si bienambos conocimientos son necesariamente complementa-rios, sólo el siervo puro puede acceder al conocimientointerno.A su vez, si bien las cofradías sufís se han sumado a losdemásmusulmanes en el seguimiento del respeto a los go-bernantes, son conocidos los casos en que un gobernan-te ha ejercido persecuciones sobre sufís (Mustafa KemalAtatürk, en Turquía, o el régimen comunista en Rusia,por citar sólo dos casos) y el concepto del verdadero ran-go que tienen el santo y el rey frente a Dios por parte delos sufís.Un ejemplo de esto último puede encontrarse en la si-guiente anécdota de Shah Bahauddin Naqshband (1317-1388), según narración de otro maestro sufí, Sheij Fa-riuddin al-Attar:

«En una oportunidad el reyde Transoxiana, Sultan Abd AllahKazgan, vino a Bukhara. Decidióir de caza alrededor de Bukharay mucha gente lo acompañó. ShahBahauddin Naqshband estaba enuna aldea cercana. Cuando la gen-te se fue de caza Shah Naqshbandfue a la cúspide de una colina y per-maneció allí sentado. Mientras es-taba allí sentado entró a su corazónel pensamiento de que Dios habíadado un gran honor a los santos. Acausa de ese honor, todos los reyesde este mundo deberían inclinarseante ellos. El pensamiento aún no sele había ido del corazón, cuando uncaballero con una corona en la ca-beza como la de un rey, se acercó aél y desmontó su caballo. Con granhumildad saludó a Shah Naqshbandy permaneció en su presencia de lamanera más amable. Se inclinó anteel shaykh pero el shaykh no lo miró.

Lo mantuvo de pie durante una ho-ra. Finalmente Shah Naqshband lomiró y le dijo: "¿Qué haces aquí?.”El dijo: “Soy el rey Sultan Kazgan.Salí a cazar y olí un aroma hermo-so, lo seguí hasta aquí y te encon-tré sentado en medio de una pode-rosa luz.” El hecho de haber pensa-do “todos los reyes de este mundodeberían inclinarse ante los santos”se había vuelto realidad. Es así co-mo Dios honra los pensamientos deSus santos».

Siguiendo la «vía» (tarîqa) de un maestro (xeic, Shéij), elsufismo afirma que se puede llegar a una estación espi-ritual donde el «ojo» contempla al Ser Supremo, frenteal cual toda la Creación se convertiría en «menos de unamota de polvo suspendida en la nada», lo que técnicamen-te se ha denominado en el lenguaje del sufismo como «elaniquilamiento de sí mismo en Dios» (fanâ).

4.2 Características del sufismo

Un elemento tipológico que diferencia al sufismo del«misticismo» a secas es que el cultivo de la vía se con-sidera y asume en el sufismo como una ciencia o ílm, laciencia de las estaciones del corazón y de la lucha contrael nafs, cuyos maestros dominan con las correspondientestécnicas espirituales para permitir que el discípulo avanceen el proceso.Asimismo, otro elemento tipológico es que, a diferenciade los esfuerzos o ascesis individuales, quien tiene en de-finitiva «la llave» del discípulo es el Maestro, el cual seconsidera en el sufismo que para ser verdaderamente taldebe mantener conexión espiritual viva e ininterrumpidacon el Profeta Muhammad mismo, considerado así comola fuente primera y permanente del sufismo. A esta cone-xión de transmisión del conocimiento espiritual desde elProfeta mismo se la denomina silsila o vía de transmisión.En el sufismo se encuentran obras y visiones de naturale-za metafísica, elemento sapiencial o gnóstico (en sentidoetimológico) del sufismo.Afirman los maestros sufís, tales como Ibn Arabi o SheijAbdelqader al Jilani, que la gnosis de Dios implica asi-mismo recibir un conocimiento de la religión de natura-leza privilegiada. De modo que los sheisj sufís, tal comoeran considerados en el califato otomano, pasan a repre-sentar la función de garantes de la ortodoxia a la vez quede conocedores del misterio.Es frecuente encontrar en la literatura sufí afirmacionesde que el estado de pureza permite comprender más enel Corán que lo que los ojos o la mente común podríanhallar.Grandshaykh Abdullah al-Faizi ad-Daghestani (1891-

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1973), maestro anterior de la tariqa naqshbandi, sucedi-do por Shaij Nazim al-Qubrusi, refirió por ejemplo lo si-guiente:

«Ellos [los más grandes deentre los santos de Dios, nueve enparticular en la historia del Islam]recitan el Corán no como lo hace-mos nosotros que lo leemos de prin-cipio a fin sino que lo recitan contodos sus secretos y realidades in-ternas. Porque Dios ha dicho: «wala ratbin wa la yabisin illa fa kita-bin mubin» [Sagrado Corán 6:59].«No hay nada húmedo o seco queno esté inscrito en un libro claro».No hay ninguna de las creaciones deDios en todos los universos creadosque no haya sido ya mencionado,con todos sus secretos, en un LibroClaro, el Corán ... Allah ha puestoen cada letra del Corán doce mil co-nocimientos distintos.

Hoy en día se percibe la existencia de una corriente enOccidente de «sufismo sin Islam», auto-denominada a ve-ces sufismo universal, de modo análogo a lo que sería, enotro orden de ideas, el yoga sin hinduismo. Este fenómenoes considerado espiritualidad New Age; sin embargo, lossheijs de las tariqas tradicionales rechazan esta aproxima-ción.

5 Mística judaica, o cábala

La principal corriente mística hebrea (que no debe con-fundirse con el judaísmo ortodoxo propiamente dicho)se inspira en las visiones del profeta Ezequiel y se de-nomina cábala (también qabbalá, del hebreo קבלה qab-balá, «recepción», o más popularmente aceptado como«tradición») y se produjo y difundió fundamentalmentedurante la Alta Edad Media hasta alcanzar su esplendorcon la aparición del זהר Zóhar en la península ibérica enel siglo XIII y las posteriores interpretaciones jasídicas.En el siglo XVIII, después del colapso del movimientosabático mesiánico, la cábala fue relegada y consideradanociva para la comunidad. Desde entonces, muchos es-tudiosos judíos de Occidente han rehuido las discusionesteológicas que pudieran revivir el pensamiento místico.Así quedaron en el olvido valiosos manuscritos cabalís-ticos y las discusiones e interpretaciones que sobre elloshacían los místicos judíos.En la definición del historiador y teólogo agnóstico ju-dío Gershom Scholem (Grandes tendencias de la místicajudía, Barcelona: Ediciones Siruela, 1996, editado ori-ginalmente en 1941), el misticismo es el estadio poste-rior a la religión. Al sentir el hombre post-primitivo una

Portada de la primera edición del Zohar, Mantua, 1558 (Biblio-teca del Congreso, Washington).

alienación respecto al mundo que habita, se desarrolla de-bido a este hueco un sentimiento religioso en el que Diosse percibe como algo alejado, al otro lado del abismo quesepara lo divino de lo humano. Es ésta la definición quese plantea de religión, en que Dios es algo alejado de seradorado u obedecido.Según Scholem, el misticismo judío posee tres caracte-rísticas fundamentales que le dan su particular personali-dad:

1. En primer lugar, reticencia hacia la confesión perso-nal, por la reserva hacia todo lo relacionado con laexperiencia mística y por la ausencia de elementosautobiográficos.

2. En segundo lugar, el misticismo judío muestra unaactitud metafísica positiva en relación al lenguaje,considerado instrumento propio de Dios, y comolenguaje creador, se refleja en el hablar común delhombre.

3. En tercer lugar, la mística judía se caracteriza poruna continuada deferencia hacia la tradición: así,cuanto más pura es la mística, más cerca está de laverdadera tradición entendida como «conocimientooriginal» de la humanidad.

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8 7 FENÓMENOS MÍSTICOS

El Árbol de la vida.

Acaso el mayor de los místicos judíos fuera el mala-gueño Shlomo ben Yehudah Ibn Gabirol, también co-nocido como Avicebrón (c. 1021-c. 1058), autor de unaFuente de la vida (Mekor Hayim) que fue conocida porlos filósofos cristianos medievales a través de su traduc-ción latina (Fons vitae); por otra parte, el gran erudito yteólogo Rambam, que conocemos habitualmente comoMaimónides (1135-1204), aportó la idea de la ausenciade atributos en Dios, que pesó mucho en la configuracióncabalística de Dios como En-Sof.Una de las fuentes más importantes de la cábala es elZóhar o Libro del Esplendor. Se trata de una compilaciónde diversos textos cuya elaboración se atribuye tradicio-nalmente a Moisés de León, judío español, (fallecido en1305), aunque algunos de sus elementos parecen ser mu-cho más antiguos. Algunas de sus ideas se parecen super-ficialmente a las de los filósofos griegos, de los panteístasegipcios y de los gnósticos. La idea básica allí expuestaes que, del seno mismo de la Divinidad oculta o Infini-to (el Ein-Sof), surgió un rayo de luz que dio origen a laNada (Ain), identificada con una esfera (Sfirá) o región,que recibe el nombre de Kéter (Corona). A partir de estacorona suprema de Dios emanan otras nueve esferas (lassfiroth). Estas diez esferas constituyen los distintos aspec-tos de Dios mediante los cuales éste se automanifiesta.Según la cábala, el verdadero Mesías nacerá al fin deltiempo y entonces el mundo regresará a su fuente. En-tonces se acabará el infierno y empezará un tiempo degran felicidad. La redención humana se logra por la rígi-da observancia de la ley, y la salvación se alcanza a través

de un conocimiento esotérico especial. Cada persona esagente de su propia salvación y a través de conocimientossecretos, puede alcanzar la divinidad.Los cabalistas suelen interpretar las combinaciones de le-tras de palabras clave en los textos sagrados, así comosu valor numérico, con un sentido trascendente. Dos sonprincipalmente los métodos utilizados para unificar lasdoctrinas cabalísticas: el de Moisés Cordovero y el de sudiscípulo Isaac Luria.

6 Mística budista

Mandala del Buda Sakyamuni, pintura tibetana.

La mística budista consiste en alcanzar el estado de Budao nirvana, llamado Samādhi en el yoga; en el budismo Zense realiza mediante un súbito acto de conocimiento inte-gral denominado satori. Hay varios métodos, incluyendomantras (recitaciones) y una meditación sobre la realidado con ayuda de un mándala. Con frecuencia el monje bu-dista zen recurre a algunos ejercicios denominados kōanso problemas o cuestiones tan irresolubles cómo fáciles deresolver que sirven para desintegrar la apariencia lógicade la realidad.

7 Fenómenos místicos

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7.1 Explicaciones científicas a los fenóme-nos místicos

En la filosofía de Victor Cousin, el misticismo es uno delos cuatro grandes estadios filosóficos que periódicamen-te se suceden en el pensamiento humano y que sigue aépocas fuertemente racionalistas. Otros dicen que el mis-ticismo podría ser sólo síntomas de defectos médicos deuna persona. Por ejemplo, se dice que Santa Teresa deJesús era muy enfermiza y que pudiera haber padecidode problemas psicológicos a causa de esto. También seha usado como explicación científica por investigadorese historiadores del misticismo el que algunas visiones po-drían haber sido provocadas por una intoxicación debidaal hongo conocido como cornezuelo de centeno, potentepsicotrópico.

8 En la cultura popular

En la música se puede encontrar una excelente adaptaciónde Noche oscura del alma de San Juan de la Cruz hechapor la cantante Loreena McKennit en su disco The maskand mirror.También la cantante Madonna, en 1989, lanzó un discotitulado Like a prayer, donde la letra de la canción que da-ba nombre al álbum estaba impregnada de misticismo alestilo de San Juan de la Cruz. En el video musical se pue-den apreciar varios símbolos que remiten a algunos de suspoemas, por ejemplo Llama de amor viva. Por este videola Iglesia Católica declaró a Madonna blasfema. Tambiénen el video de su tema Bedtime story (año 1994) se puedeapreciar un ritual derviche y diferentes elementos de lamística sufí, aunque ella profesa la cábala judía.

9 Véase también

10 Referencias[1] Historia de las religiones en la Europa antigua. Madrid:

Ed. Cátedra, 1994.

[2] Ismael Quiles, Prólogo a Plotino, El alma, la belleza y lacontemplación Buenos Aires: Espasa Calpe, 1950

[3] Coplas del alma que pena por ver a Dios, en cvc. Sáenz,Hilario, «Notas a la glosa Vivo sin vivir en mí de SantaTeresa y de San Juan de la Cruz», en Modern LanguageQuaterly, 13 (1952). Usado como bibliografía en cvc.

[4] Ildefonso M. Gómez, Escritores cartujanos españoles, pg.64.

[5] Edición de 1786 accesible en Google books.

[6] Introducción a la historia de la literatura mística en España(Madrid, 1927)

[7] La poesía mística en España

[8] Estudios literarios sobre mística española (Madrid, 1955)

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12 Enlaces externos

12.1 Mística católica

• Capítulo sobre mística española en la Historia de laFilosofía Española de Mario Méndez Bejarano

• Mística española

12.2 Mística islámica

• Estudios sobre Sufismo Sitio dedicado al Tasawwuf(Sufismo), con material acerca de las diversas turuq(cofradías sufíes).

12.3 Mística judía

• Mística y numerologia

• Centro Mundial Bnei Baruj para Estudios de Cábala

• Mística judía hasídica

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13 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

13.1 Texto• Misticismo Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Misticismo?oldid=84869697 Colaboradores: Rjbox, Aromera, Crescent Moon, Cookie,Alfanje, Pati, Orgullomoore, Airunp, JMPerez, Rembiapo pohyiete (bot), Yemeth, Orgullobot~eswiki, RobotQuistnix, Yrbot, FlaBot, Va-rano, Boku wa kage, YurikBot, Gaeddal, LoquBot, KnightRider, Fmercury1980, Patrickpedia, No sé qué nick poner, Eskimbot, Filipo,Agada, BOTpolicia, CEM-bot, 333, Damifb, Laura Fiorucci, -jem-, Ignacio Icke, Salvador alc, Luislavirgen, Eli22, Pacostein, Rastrojo,Zerosxt, Escarlati, Xabier, Rnajera, Zupez zeta, Segavi, Nuruddin, Ángel Luis Alfaro, Isha, Egaida, Palach, Pedrero, Mansoncc, Commons-Delinker, Catón, TXiKiBoT, ZAFI, Pabloallo, Pólux, Dhidalgo, VolkovBot, Queninosta, Marsan51, Matdrodes, Javichu el jefe, Luis1970,AlleborgoBot, Muro Bot, SieBot, NocturneSoul, Ctrl Z, PaintBot, Loveless, BOTarate, Marcelo, Pedro Felipe, Mafores, Galactus, Mets-Bot~eswiki, Farisori, PixelBot, Botellín, Zensui, Pesadillaeterna, 672, Lidoro, Carlosbaum, Iguanod, AVBOT, LucienBOT, Grecuss, Eza-rate, Diegusjaimes, Ludan007, Andreasmperu, Luckas-bot, Hinio, Esperteyu, ArthurBot, Nureddin~eswiki, SuperBraulio13, Manuelt15,M.heda, Xqbot, Jkbw, D'ohBot, Patopincha, Endriago, PatruBOT, Dinamik-bot, *TikiTac*, Angelito7, TjBot, Jorge c2010, Edslov, Pi-lar73, EmausBot, AVIADOR, Allforrous, Alrik, Grillitus, ChuispastonBot, WikitanvirBot, Gabriel Sozzi, Palissy, Movses-bot, MerlIwBot,Liviano, Bona fides wiki, Ediciones Obelisco, Addbot, Balles2601, Lorazepam, Chingolito, Jarould, Jhonatan Alarcón, Sapristi1000 y Anó-nimos: 138

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