Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

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República de Cuba. Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias de la Educación Autora: Lic. María Roxana Solórzano Benítez. Tutores: Dr. Antonio Blanco Pérez Dra. Julia Añorga Morales 2005

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República de Cuba.

Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño

Modelo de evaluación del impacto

social de los Programas de

Alfabetización

Tesis en opción al grado científico de

Doctor en Ciencias de la Educación

Autora: Lic. María Roxana Solórzano Benítez.

Tutores: Dr. Antonio Blanco Pérez

Dra. Julia Añorga Morales 2005

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DEDICATORIA

A mis hijas Arianna y Adriana, por prestarme su tiempo y sus sueños.

A mis padres, abuelo y hermana, por su apoyo y por hacerme quien soy.

A mi esposo, por su ayuda y comprensión.

A mis tutores por tanto ejemplo, dedicación y confianza en mí.

A los analfabetos que verán la luz.

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3

AGRADECIMIENTOS

A mis buenos maestros que me inspiraron esta hermosa labor.

A Ma. Antonia, Javier y René por su apoyo incondicional.

A Ma. Del Carmen por el reconocimiento a este trabajo.

A Maribel, Bencomo y Canfux por hacerme crecer con su ejemplo.

A mis compañeros de la Cátedra y del IPLAC por su atención.

A los amigos que me han ayudado a alcanzar esta meta en el camino.

A la Revolución Cubana por darme tanto y pedirme tan poco.

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INDICE Pág.

INTRODUCCIÓN 5

CAP.1 LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN. 14

1.1 El analfabetismo como problema social. 14

1.2 El analfabetismo funcional y el mundo del trabajo. 22

1.3

1.4

Visión histórica de la alfabetización

Los programas de alfabetización en el contexto de la educación de adultos

24

39

1.5 La alfabetización para la socialización, métodos, medios y referentes teóricos. 42

CAP.2 VARIABLES, DIMENSIONES E INDICADORES PARA LA EVALUACIÓN DE

IMPACTO SOCIAL DE LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN.

54

2.1 La evaluación como componente básico en la dirección de procesos educativos. 54

2.2 Tendencias en los modelos de evaluación. Caracterización de los modelos de

evaluación de impacto de los programas de alfabetización para adultos.

58

2.3 Evaluación de programas. 68

2.4 Evaluación de impacto. 70

2.5 Análisis de los resultados de las indagaciones empíricas para la determinación de

las variables, dimensiones e indicadores del impacto social de un programa de

alfabetización para adultos.

77

CAP.3

3.1

PRESENTACIÓN DEL MODELO PROPUESTO PARA LA EVALUACIÓN DE

IMPACTO SOCIAL DE LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN PARA

ADULTOS.

El proceso de modelación.

83

83

3.2 Estructura y contenido del modelo de evaluación del impacto social de la

alfabetización.

88

3.3 El modelo de evaluación del impacto social de los programas de alfabetización. 94

3.4 Análisis de los resultados de la consulta a expertos sobre la validez y viabilidad de la

propuesta preliminar del modelo de evaluación de impacto social de los programa de

alfabetización para adultos.

107

Conclusiones 111

Recomendaciones 112

Bibliografía 113

Anexos 124

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5

INTRODUCCIÓN

La evolución de la humanidad está estrechamente relacionada e impulsada por la búsqueda

constante de conocimientos en cualquier tipo de sociedad, latitud y época. En este noble

empeño, la educación siempre ha desempeñado un papel jerárquico y entre sus funciones

esenciales se ha destacado la de asegurar la transmisión y reproducción de las normas y

valores socialmente aceptables, por lo que en su desarrollo ha predominado una estrecha

relación entre el conocimiento y el poder.

Desde que ocurrió la división de la sociedad en clases, resultado de la división entre el

trabajo manual y el intelectual, todas las sociedades han estado marcadas por la diferencia

en el acceso a la cultura de los individuos que la integran, siendo siempre privilegiados los

de mayores posibilidades económicas y los que estén más cerca de los círculos de poder.

La primera forma de exclusión social consistía precisamente en disponer, de manera

exclusiva, de los medios y técnicas necesarios para el registro e interpretación de los

hechos (a través del lenguaje escrito). Tal exclusividad es claramente presumible desde las

primeras grandes culturas de la humanidad, en que la capacidad de leer y escribir era

considerada como símbolo de gran distinción, a la vez que resultaba ser una profesión

altamente especializada. De hecho, las clases dominantes han sentido siempre el temor de

instruir a la mayoría de sus ciudadanos, porque evidentemente eso significaría, más allá del

acto de aprender a leer y a escribir, la posibilidad a largo plazo de trasformar la sociedad en

su conjunto. Por lo tanto, se ha sellado la idea de que entre más individuos “ignorantes”

existan, menos son las posibilidades de cambiar el “status quo” imperante. En este sentido,

la educación siempre constituyó un privilegio de las clases explotadoras, que defendieron a

toda costa su monopolio del saber, como garantía del monopolio del poder.

Estas afirmaciones tienen su máxima expresión en las condiciones actuales del capitalismo

globalizado, donde en cifras globales, han disminuido las tasas de analfabetismo, por las

propias necesidades del sistema de preparar a los individuos en el manejo de nuevas

tecnologías ante la revolución industrial y los nuevos adelantos de la época.

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A pesar de esto, es en este sistema donde las consecuencias sociales del analfabetismo se

agudizan, por el aumento demográfico, la deuda externa, la existencia de regímenes

oligárquicos propios del sistema capitalista, donde ocurren sucesivas crisis económicas que

tienen su repercusión inmediata en la educación. Estas crisis provocan la reducción de los

fondos públicos, aumento del desempleo, el deterioro del poder de compra del salario, lo

que explica el aumento de familias que viven en la pobreza y que se manifiesta en el sector

educativo de la siguiente manera:

Incremento de los índices de repetición y fracaso escolar, especialmente en

los primeros años de la enseñanza elemental, lo que se convierte en cantera

para la existencia de una gran masa de analfabetos.

Interrupción del proceso de incorporación de los hijos de las familias de

sectores populares a los niveles posbásicos del sistema educativo.

Aumento de la segmentación interna del sistema educativo.

Deterioro de la calidad educacional.

Disminución de salarios y, por tanto, del personal vinculado a la educación.

Obsolescencia y deterioro del equipamiento tecnológico de las escuelas.

Lentitud en la toma de decisiones y transformaciones en el sector educativo.

El efecto más negativo de esta crisis es el aumento del analfabetismo como patología social

y la desescolarización de muchos sectores poblacionales. Por un lado, se encuentran los

niños y adultos que abandonan la escuela y durante su crecimiento no vuelven al sistema

escolar, quienes se vuelven analfabetos por desuso o regresivo. Por el otro, se encuentran

las personas que nunca han estado vinculadas a ningún sistema escolar y no saben leer ni

escribir, siendo consideradas analfabetos puros.

La reducción de las tasas de analfabetismo está estrechamente relacionada con la

expansión de la escolarización básica, nivel educativo que depende casi en su totalidad de

la acción estatal. Es necesario tener en cuenta la dimensión política en el análisis, dado que

muchas veces se ha sugerido que la tasa de analfabetismo sería una suerte de

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consecuencia directa de ciertas tendencias naturales del sistema educativo o de cambios o

rupturas importantes en las esferas de las estructuras económicas y sociales.

Aunque no es la única fuente del analfabetismo, el abandono escolar constituye una cantera

importante en la elevación de sus índices en muchas regiones del mundo. A esto se suman

políticas educativas alejadas de las necesidades objetivas de miles de ciudadanos, que

reclaman un espacio, dentro de estas que se ajuste a sus intereses individuales y colectivos.

Frente a esta problemática la educación de adultos y dentro de esta, los programas de

alfabetización, ocupan un lugar fundamental. Estos se diseñan para cubrir en poco tiempo el

vacío provocado por la falta de educación elemental. Tienen como primer objetivo la

enseñaza de la lectoescritura y, en consecuencia, contribuir a la socialización de los

neolectores en su comunidad y la sociedad en su conjunto.

La evaluación de los programas de alfabetización se concibe generalmente durante el

proceso de ejecución del programa o de forma externa y se limita, en la mayoría de los

casos, a evaluar el dominio de la lectoescritura y habilidades alfabetas de los participantes.

Los estudios realizados desde Cuba y la confirmación mediante la práctica alfabetizadora

durante más de cuarenta años, corroboran que más importante que evaluar lo que aprenden

los alfabetizados, resulta la evaluación de los efectos que produce el aprendizaje,

relacionados sobre todo con el impacto social en los ámbitos personal y comunitario.

En la búsqueda bibliográfica realizada por la autora no se han encontrado ni metodologías,

ni modelos, ni indicadores que posibiliten determinar los cambios ocurridos en los

participantes de un proyecto de alfabetización.

Las Naciones Unidas, a través de la UNESCO, han convocado a diferentes países a

materializar una Década de la Alfabetización que contribuya a disminuir los índices actuales

de analfabetismo antes del año 2015. Dentro de las seis áreas claves para el decenio se

encuentran: política, modalidad de los programas, investigación, fortalecimiento de las

capacidades, participación comunitaria y la supervisión y evaluación.

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Como contribución al Decenio de la Alfabetización de las Naciones Unidas, la Cátedra de

Alfabetización del IPLAC en Cuba, diseña, asesora y monitorea programas de alfabetización

desde Cuba hacia más de 20 países. Estos programas concluyen en la Etapa de

Generalización con la evaluación académica, sin recibir otros criterios complementarios e

integradores de evaluación, en especial la obtención de información posterior de los efectos

sociales que producen en los participantes, aspecto de medular atención para poder

identificar y valorar con mayor efectividad el esfuerzo sostenido que ha realizado Cuba

durante cuarenta años para promover la alfabetización, situación que permite formular el

siguiente Problema científico: ¿Cómo evaluar el impacto social de los Programas de

Alfabetización?

Por consiguiente se determina como Objetivo de la investigación: diseñar un modelo de

evaluación del impacto social de los programas de alfabetización.

Relacionado con esta problemática, se realizó un exhaustivo análisis documental, que

permitió constatar la carencia de bibliografía y en especial de un modelo que viabilice la

instrumentación evaluativa del impacto social de los programas de alfabetización antes

mencionados. Este problema ubica como objeto de la investigación: el impacto social de

los programas de alfabetización. Consecuentemente con esta dirección, se establece

como Campo de acción de la investigación: la configuración de un modelo de evaluación

del impacto social de los programas de alfabetización.

Para darle cumplimiento al objetivo de la tesis se determinó plantear las siguientes

preguntas científicas:

¿Qué fundamentos pedagógicos de carácter teórico y metodológico sustentan la

evaluación de los programas de alfabetización?

¿Qué variables, dimensiones e indicadores permiten evaluar el impacto social de

la alfabetización?

¿Qué componentes conforman la estructura de un modelo de evaluación del

impacto social de los programas de alfabetización?

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Las preguntas científicas formuladas anteriormente serán respondidas mediante las

siguientes TAREAS DE INVESTIGACIÓN:

Determinación de los fundamentos pedagógicos de carácter teórico y

metodológico que sustentan la evaluación de los programas de alfabetización.

Fundamentación de variables, dimensiones e indicadores para la evaluación del

impacto social de la alfabetización.

Diseño de los componentes que conforman la estructura del Modelo de

evaluación del impacto social de la alfabetización.

Dentro de la bibliografía especializada sobre la alfabetización han sido consultados algunos

de lo más importantes autores, Scribner y Cole (1960), Kalman y Schlkes (1994), Canfux

(1993), Gajardo (1982), Freire (1972), Marbot (2003) .Sobre la evaluación de la

alfabetización se ha tomado como referente la obra de H.S. Bhola (1997). En cuanto a los

modelos de evaluación son importantes los trabajos de J. Añorga (1999,2000), S.Davidov

(1982), Ferrer (2002) y J. A Bringas (1999). Para el análisis del componente sociológico de

la evaluación de impacto se han consultado los trabajos de A. Brofenbrener (1987) y A.

Blanco (2002) .La investigación sobre el tema incluye los resultados de las indagaciones

empíricas y vivenciales realizadas por la autora, que contribuyeron a caracterizar las

tendencias existentes en la evaluación de la alfabetización.

La concepción dialéctico materialista que sirve de base a la investigación permitió utilizar

con eficacia los métodos y las técnicas para penetrar en el objeto de estudio desde una

posición científica. Dicho enfoque posibilitó apreciar los fenómenos estudiados en su

objetividad, intensidad, multidimensionalidad y carácter sistémico, revelando las relaciones

internas del fenómeno y del proceso estudiado.

En el desarrollo de la investigación se emplearon el análisis-síntesis y la inducción-

deducción como operaciones lógicas del pensamiento para el estudio de las fuentes

bibliográficas y los programas relacionados con el tema, con la finalidad de obtener la

información requerida a fin de conformar el marco teórico referencial de la investigación, el

modelo propuesto y los resultados.

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Para las indagaciones teóricas se emplearon los siguientes métodos:

Histórico-lógico: Posibilitó la aproximación a los referentes teóricos del tema,

profundizar en sus relaciones, analizar diferentes criterios relacionados con la

teoría de la alfabetización y su evaluación, en especial la ejecución de la

evaluación sistemática, así como los modelos de evaluación más utilizados en

los programas de alfabetización.

Enfoque Sistémico: Posibilitó abordar el objeto de la investigación mediante la

determinación de los elementos básicos que conforman el modelo, además

facilitó la oportunidad de establecer la relación estructural correcta entre todos

los componentes del objeto modelado.

Análisis Bibliográfico: Fue utilizado con la finalidad de profundizar en el estudio

bibliográfico como aspecto esencial en la conformación del marco teórico de la

investigación y como sustento de las valoraciones realizadas.

Sistematización: Permitió organizar los conocimientos en cada capítulo y

subcapítulos, estableciendo las interrelaciones pertinentes, de forma tal que se

expresara claramente la concepción dialéctica y cambiante del objeto como

resultado de la actividad transformadora.

Modelación: Fue utilizada en el diseño del modelo de evaluación del impacto

social de los programas de alfabetización y en la determinación de los

componentes del mismo.

Para la elaboración de las variables, dimensiones, indicadores y subindicadores del modelo

se realizaron las siguientes indagaciones empíricas:

1.-Análisis documental: para indagar los significados de la alfabetización de los participantes

y sobre las variables y dimensiones tenidos en cuenta en otros programas. Para ello se

revisaron los documentos siguientes:

Informes enviados por coordinadores cubanos y extranjeros al culminar los

programas de alfabetización.

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Evaluación realizada por las autoridades a los colaboradores en las diferentes

misiones.

Cartas escritas por los alfabetizados en su cartilla de alfabetización.

Artículos periodísticos sobre los programas de alfabetización en los diferentes

países.

Opinión oficial de las autoridades comunitarias y gubernamentales, instituciones

y ONGs involucradas en los programas de alfabetización.

2.-Se realizaron encuestas a los colaboradores y funcionarios relacionadas con los cambios

operados en los alfabetizados después de aprender a leer y a escribir.

3.- Se entrevistaron a alfabetizados que asistieron al Primer Congreso Mundial de

Alfabetización en Cuba y al Segundo Congreso Pedagógico Nacional en Venezuela, para

constatar la pertinencia de las variables, dimensiones e indicadores elaborados a partir de

las indagaciones anteriores.

Para la validación del modelo se utilizó el Criterio de expertos, que posibilitó obtener

información sobre las suficiencias e insuficiencias en el diseño del modelo de evaluación.

Los criterios de expertos fueron sometidos al procedimiento Delphi.

La actualidad del tema propuesto radica en la introducción, en la práctica educativa de la

alfabetización, de un modelo para que los países dispongan de una información objetiva

acerca de los beneficios de este proceso. Se considera que el tema es pertinente en la

medida que ofrece al sistema educativo cubano una alternativa para evaluar la creciente

acción educativa de Cuba en otros países.

La novedad se expresa en la posibilidad de evaluar el impacto social de los Programas de

Alfabetización desarrollados por Cuba en diversos países, mediante un modelo

científicamente argumentado que recoge la diversidad de variables, dimensiones e

indicadores que le confieren un alto nivel de confiabilidad y viabilidad, del cual no existen

precedentes.

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Por lo anteriormente expuesto, se considera que el aporte teórico de la tesis está en la

conformación de un modelo cuya función heurística esencial consistirá en revelar las

relaciones esenciales entre los componentes de la evaluación del impacto social de los

programas de alfabetización.

El aporte práctico consiste en la propuesta de un sistema de variables, dimensiones e

indicadores que permitirá la instrumentación de la evaluación del impacto social de los

programas de alfabetización.

Descripción de la tesis.

La tesis consta de introducción, tres capítulos, conclusiones, recomendaciones, bibliografía

y anexos.

En el primer capítulo se ponen a consideración aspectos esenciales de las connotaciones

sociales del analfabetismo, sus causas y consecuencias. Se hace referencia al

analfabetismo funcional y sus implicaciones en el mundo del trabajo. Desde una visión

histórica, son analizados los referentes teóricos de los programas de alfabetización y los

diferentes métodos y medios empleados para disminuir los índices de analfabetismo. Se

exponen las tendencias que han predominado en la educación de adultos y en la

alfabetización. También se analizan los principales conceptos relacionados con el tema y se

explica el significado de la alfabetización para la socialización.

En el segundo capítulo se explica la evaluación como componente básico del proceso

educativo. Se realizan reflexiones teóricas sobre los modelos evaluativos, para revelar su

carácter metodológico e instrumental como soporte teórico de la propuesta. Se sistematizan

los modelos de evaluación más utilizados en los programas de alfabetización, determinando

los componentes de los mismos, conformados por la finalidad, papel del evaluador, unidad

de evaluación, toma de decisiones y contenido de la evaluación. Se analizan los resultados

de las indagaciones empíricas para la determinación de las variables, dimensiones e

indicadores del impacto social de un programa de alfabetización para adultos.

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En el tercer y último capítulo se caracteriza y estructura el modelo de evaluación propuesto,

el mismo se fundamenta teórica y metodológicamente sobre la base de la teoría histórico -

cultural. Se explica la dinámica del modelo con argumentos que reflejan los postulados

principales de la teoría mencionada anteriormente. Se explican los núcleos temáticos

mínimos necesarios que forman el modelo propuesto, sus componentes, cualidades, fases y

niveles de impacto. Se realiza el análisis de los principales resultados obtenidos en la

aplicación de la encuesta a los expertos sobre el diseño del modelo de evaluación.

Para la investigación ha sido consultada una abundante bibliografía referente a los

programas de alfabetización y su evaluación, los modelos de evaluación más utilizados en la

alfabetización y la evaluación de impacto. Las principales fuentes se agrupan de la siguiente

forma: 39 autores nacionales y 55 autores extranjeros. De las obras consultadas más de 60

pertenecen a la década del 90 hasta la actualidad. Del total de 94 fuentes 9 han sido

escritas en otros idiomas, de ellas 7 en inglés y 2 en francés.

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CAPÍTULO 1: LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN

1.1 El analfabetismo como problema social.

Los análisis en torno a la alfabetización y el analfabetismo han estado influenciados por

enfoques ideológicos, sociológicos, filosóficos e históricos. La evolución y el desarrollo del

analfabetismo inciden en las tendencias, métodos, tipos de campañas, proyectos o

programas de alfabetización que se implementarán en un territorio determinado.

La conceptualización de ambos fenómenos se analiza de forma lineal, como indirectamente

proporcional, planteándose que a mayor tasa de alfabetización, menos índice de

analfabetismo. En este análisis han predominado concepciones cruzadas que dificultan la

determinación de hasta dónde una persona puede considerarse analfabeta o plenamente

alfabetizada. Por ejemplo, Paulo Freire plantea que “no existen ignorantes ni sabios

absolutos”. (Freire, 1972:6)

Como plantea Rosa María Torres (1990) la ambigüedad y la imprecisión en el tratamiento en

que se han trabajado estos conceptos, han contribuido a que proliferen en la literatura

términos parcialmente superpuestos para describir los estudios y niveles que median en el

eje analfabetismo-alfabetización. Esto hace que aparezcan los conceptos de analfabetismo

puro, regresivo, por desuso y funcional, atendiendo al tipo de analfabetos. En

correspondencia del grado de analfabetismo se han empleado conceptos de

semianalfabetos, semialfabetizados o neoalfabetizados. La diversidad de criterios puede

apreciarse en los conceptos siguientes:

Como analfabetos puros o absolutos se define a quienes no conocen los

signos del idioma o, si los conocen, tienen un manejo precario. Se incluyen en

este grupo aquellas personas que nunca han asistido a la escuela y que por

primera vez se ponen en contacto con letras y números.

Para referirse a analfabetos por desuso o regresivos (semi-iletrados) se

han designado a quienes han logrado determinadas habilidades de

lectoescritura, pero al no practicarlas las han olvidado, regresando a la

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categoría de analfabetos absolutos. Estas personas han asistido en algún

momento a la escuela, pero la abandonaron por diferentes motivos.

Como analfabetos funcionales se tratarán aquellas personas que teniendo

habilidades elementales de lectura y escritura, no les son suficientes para

desenvolverse en las sociedades letradas.

Según la clasificación de la profesora cubana Leonela Relys (2003), existen los

iletrados especiales, quienes requieren de atención educativa especial por

presentar limitaciones físicas de tipo audiovisual, motoras, ausencia de sus

miembros, etc. Se incluyen también en este grupo a quienes, por determinada

edad, no les es posible aprender con la misma capacidad que el resto de los

participantes.

Los análisis teóricos y prácticos en torno al analfabetismo conducen a concluir que es un

fenómeno real, expresado en conceptos relativos, independientemente del enfoque y las

tendencias que lo estudien. Pretendemos reflexionar en varias de sus aristas recorriendo los

criterios de los principales autores que lo han abordado. La relatividad en el tratamiento de

este fenómeno expresado en varias fuentes, permite apreciar que los investigadores del

tema no se han puesto de acuerdo en una definición acabada sobre la conceptualización del

analfabetismo, este debe ser abordado en cada contexto histórico concreto, ya que toma en

cada región y cada lugar características diferentes, aunque la esencia es la misma. Lo que

sí queda claro es que por su contenido, sus dimensiones y su esencia tiene un carácter

eminentemente social y mantiene relativa independencia de los regímenes políticos.

Cualquier análisis del analfabetismo, dadas las contradicciones de su contenido, debe partir

de un análisis lingüístico lógico. En su composición estructural se inscribe una proposición

negativa y por tanto se formula como proposición absoluta y se trata como prefijo. Cuando

esto se aplica a una persona se relativiza la ausencia de alfabeto mediante adjetivaciones

adyacentes: lo que indica que los adultos son analfabetos en su acepción pura. Esto exige

caracterizar el analfabetismo refiriéndolo al sujeto en situación. (Benavides: 1987).

Analizarlo de esta manera excluye de las clasificaciones a los semianalfabetos o analfabetos

por desuso, los analfabetos funcionales y los analfabetos discapacitados.

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Ejemplos de la relatividad del concepto se expresan también en las clasificaciones del grado

de analfabetismo que ha existido en diferentes regiones, en un momento determinado. Por

ejemplo, la ofrecida por German Rama en América Latina, en la década de 1970, donde se

agruparon los países atendiendo al grado de escolarización, urbanización y estudios de la

población:(Rama, 1985.)

Países con analfabetismo bajo y homogéneo: Argentina, Uruguay, Costa Rica y

Chile.

Países con analfabetismo medio, homogéneo: Colombia, Ecuador, México,

República Dominicana y Venezuela.

Países con analfabetismo medio y heterogéneo: Panamá y Perú.

Países con analfabetismo alto y homogéneo: Brasil, Honduras, Salvador,

Nicaragua y Guatemala.

Países con analfabetismo alto y heterogéneo: Bolivia.

El estudio bibliográfico realizado por la autora revela diferentes direcciones para abordar

este fenómeno, desde lo psicológico, pedagógico, sociológico, filosófico y político. El

analfabetismo también puede clasificarse desde lo cognitivo, desde lo emotivo y desde lo

perceptivo motor. La mayoría de los estudios en la década del 90 estuvieron relacionados

con los factores asociados al analfabetismo y sus aspectos conceptuales y metodológicos.

Enfoques pragmáticos reducen los análisis sobre el analfabetismo a cuestionarios y conteos

para determinar el número de personas que saben leer y escribir, o el dominio que cada

persona cree tener de determinadas habilidades. Estos análisis son empleados

generalmente en discursos oficiales donde se alteran las estadísticas desde niveles locales

hasta internacionales, por la asociación mecanicista de alfabetización y desarrollo.

Analizando en términos pedagógicos y sociológicos, el autor Castro Kikuchi ofrece la

siguiente definición de analfabetismo: “En sentido genérico, carencia de instrucción

elemental necesaria para desenvolverse en un determinado medio sociocultural, debido a la

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falta de oportunidades educativas. En sentido restringido, situación de las personas que no

saben leer ni escribir.” (Castro Kikuchi, 2001: 29.) El mismo autor, al referirse a las formas

de calcularlo, plantea “Por lo general, sus tasas o porcentajes se calculan sobre la población

que ya ha superado la edad de escolarización básica, siendo ellos particularmente altos

entre las personas o grupos en situación económica social deficitaria o precaria, que han

visto restringidas o anuladas sus posibilidades de acceso o que han tenido impedimentos

para tal acceso por dificultades físicas o psíquicas”. (Ibíd.)

Dentro de las limitaciones de la definición anterior está identificar la falta de acceso a la

escuela y la pobreza como únicas fuentes de analfabetismo, sin tener en cuenta que este es

un fenómeno multicausal y multifactorial. Un análisis en torno al analfabetismo debe

realizarse desde lo económico, lo político y lo social.

Se considera analfabeta aquella persona que no sabe leer y escribir; a esto se le suma que

en muchos países económicamente desarrollados se consideran analfabetos funcionales

aquellas personas que no dominan equipos nuevos, o que son incapaces de llenar un

cuestionario de empleo.

Para la UNESCO, los analfabetos son aquellas personas que no saben leer ni escribir, ni

comprenden un texto sencillo, ni pueden exponer de forma elemental hechos de su vida

cotidiana. Considera entonces analfabetos funcionales a quienes no pueden emprender

aquellas actividades en que la alfabetización es necesaria para la actuación eficaz en su

grupo y comunidad. (UNESCO, 1998).

En lo que sí coinciden muchos autores es que el analfabetismo no debe analizarse como un

concepto unívoco y universal. Para superarlo deben establecerse métodos y procedimientos

adecuados, teniendo en cuenta los estudios casuísticos que respondan a las necesidades

específicas de cada región.

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El analfabetismo se puede expresar tanto por la cifra absoluta de analfabetos de un país,

como por la tasa de analfabetos dentro de toda la población o dentro de sectores

seleccionados de ella (población en edad escolar, jóvenes, adultos, etc.) Hasta el momento

no se ha establecido un parámetro internacional para declarar un país o territorio “Libre de

analfabetismo”. Lo que ha ocurrido es que cada región donde se termina un programa de

alfabetización se declara libre de analfabetismo o no, en correspondencia con los índices

preestablecidos y las exigencias sociales respecto a la alfabetización. Las estadísticas

oficiales han reconocido que los 36 países con mayor índice de desarrollo mantienen sus

índices de analfabetismo por debajo del 4%. Esto ha provocado que en muchos lugares se

adopte la decisión de una vez alcanzada esta cifra declarar como eliminado el

analfabetismo. Dentro de los autores que se han dedicado al aspecto cuantitativo del

analfabetismo, porcentajes, estimaciones, cobertura escolar y niveles, se encuentran

Londoño y Schiefelbein (1990).

La alfabetización universal continúa siendo un desafío cuantitativo y cualitativo de grandes

proporciones, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados. El desafío

incluye a los 876 millones de personas jóvenes y adultas analfabetas y los 113 millones de

niños y niñas que permanecen todavía fuera de la escuela y que continúan nutriendo cada

año las estadísticas mundiales de analfabetismo. Son los más pobres entre los pobres y la

mayoría son mujeres: dos terceras partes de la población adulta analfabeta y 60% de la

población infantil quedan al margen de la escuela. (ONU, 2003, 24)

Cerca del 98% de los analfabetos del mundo viven en países en desarrollo, lo que

demuestra la relación entre la pobreza y el analfabetismo. Asia constituye el corazón del

problema con 641 millones de analfabetos, le siguen África con 179 millones y América

Latina con 44 millones.

Proporcionalmente, la tasa de analfabetismo es más alta en el continente africano, en que

el 54 % de la población es analfabeta. Globalmente las mujeres están más seriamente

afectadas que los hombres. El 35% de las mujeres adultas son analfabetas, comparadas con

el 20.5% de los hombres. El 60% de todos los analfabetos adultos son mujeres. La mayoría

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de los analfabetos del mundo viven en áreas rurales y pobres. Se registran tasas de

analfabetismo también en tugurios urbanos y en las poblaciones marginales que rodean a

muchas ciudades del tercer mundo. (UNESCO 1972)

Carol Bellamy, Directora Ejecutiva del UNICEF, advirtió en su informe acerca del Estado

Mundial de la Infancia de 1999 que “Cerca de 1.000 millones de personas (un sexto de la

población mundial), de los cuales dos tercios son mujeres, clasificados como analfabetos

funcionales, van a entrar en el siglo XXI sin los conocimientos necesarios para leer un libro

o firmar con su nombre… De esos 1.000 millones, cerca de 130 millones son niños en edad

escolar del mundo en desarrollo (73 millones de ellos son niñas), que crecen sin poder

recibir una educación básica, mientras que otros millones de niños languidecen en

situaciones donde la enseñanza no alcanza los mínimos requisitos y, por ello, los beneficios

que les depara el aprendizaje son muy escasos” (Pennuchi, 1999: 2).

Como señala el especialista cubano J. Canfux, “Delimitar estas cuestiones al orden

cuantitativo significa ocultar la verdadera naturaleza socioeconómica de sus orígenes, lo que

se traduce en que los regímenes imperantes no favorezcan la erradicación del fenómeno, ni

favorecen la educación integradora. En el tercer mundo la tendencia es a elevar los índices

de desescolarización y las limitaciones de oportunidades de estudio a aquellos que logren

escolarizarse” (Canfux, 1993: 18.)

El desarrollo acelerado de la ciencia y de todas las ramas asociadas a esta, ha propiciado

que en la literatura se utilicen los términos analfabetos y alfabetizados para calificar a las

personas que conocen o desconocen determinada actividad. En consecuencia, se

consideran a todos los individuos analfabetos en alguna materia. En estas concepciones

influye el enfoque relativo del analfabetismo y su análisis desde determinadas áreas del

conocimiento.

Page 20: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

20

Como se muestra en algunos ejemplos, la amplitud en este sentido puede conducir a

desviar la atención de la verdadera esencia de este fenómeno. Resulta imposible, en el siglo

XXI, que una persona abarque todo el volumen de la información disponible de los múltiples

aspectos y áreas en que se desarrolla la actividad humana por ellos referidos.

En la bibliografía se emplean más de cuarenta definiciones de analfabetismo: financiero,

artístico, médico, musical, científico, tecnológico, audiovisual, etc. no hay un solo

analfabetismo, sino tantos como individuos existan, que son “analfabetos en situación”. El

sujeto de alfabetización solo puede identificarse en procesos específicos de comunicación y

la alfabetización, como una respuesta a necesidades específicas de despliegue de potencial

comunicativo.

En este sentido otros autores reconocen que existe el analfabetismo científico (Celia Hart,

1997; Sagan, 1997; Gramsci, 1971) Celia Hart comenta ”Según mi parecer el analfabetismo

científico y cultural es hoy por hoy el flagelo primario de la civilización…” y sigue

comentando la profesora “…como diría Carl Sagan, las consecuencias del analfabetismo

científico son mucho más peligrosas en nuestra época que en cualquier época anterior. La

humanidad está demasiado cerca de los productos de la ciencia, pero demasiado lejos de

entender la trascendencia, peligros o beneficios de ésta”. (Hart, 2003:2).

Los autores norteamericanos Ronald Nash, Ravich y Finn (citados por Hirsh, 1987)

consideran que existen tres tipos de analfabetismo: funcional, cultural y moral. Consideran

analfabetos culturales a toda persona ignorante de los fundamentos de cualquier área del

conocimiento, llaman analfabetos funcionales a quienes se quedan por debajo del estándar

conveniente esperado de alguna competencia, aún cuando sea competente en habilidades

del lenguaje. Por analfabetismo moral entienden la pérdida de valores de los individuos.

Ravich y Finn coinciden con Hirsh en que hay una tendencia en la profesión de la educación

para creer que lo que los niños aprenden no es tan importante comparado con el cómo

aprenden; el contenido es, de hecho, irrelevante, en tanto que las habilidades apropiadas

estén siendo desarrolladas y ejercidas” (Hirsh, 1987:.34).

Page 21: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

21

Con el surgimiento de las nuevas tecnologías, los especialistas hablan del analfabetismo

tecnológico. Este tipo de analfabetismo se refiere a la incapacidad para utilizar las nuevas

tecnologías, tanto en la vida diaria como en el mundo laboral, y no está asociada con la

educación académica en otras materias.

Desconocer el uso de las tecnologías representa en la actualidad el aislamiento en muchos

sentidos. Este desconocimiento puede influir desde la falta de empleo por la robotización

industrial, hasta la falta de información actualizada de lo que ocurre en el mundo. Sin dudas,

este tipo de analfabetismo está precedido en algunos casos por no saber leer ni escribir y en

otros por la imposibilidad real de no tener acceso a las tecnologías.

Federico Mayor, en su informe a la Conferencia Mundial de Educación para Todos

celebrada en Tailandia en 1990, planteó”…el analfabetismo inhibe el progreso y la

productividad, impide el avance cultural y espiritual y facilita la dependencia crónica de

sociedades enteras. Los problemas que emanan del analfabetismo constituyen las razones

integrales del ciclo permanente de pobreza y subdesarrollo que aflige a muchas naciones

del mundo…” (Citado por Raffo, 1990:5) Esta posición conservadora considera el

analfabetismo como causa de la pobreza, sin tener en cuenta que existen muchos factores

asociados a esta, cuando debiera entenderse que es la pobreza la que genera el

analfabetismo y la subescolarización.

Estas concepciones reduccionistas conducen a las instituciones a declarar la alfabetización

como única forma de reducir los porcentajes de personas analfabetas existentes. Los

partidarios de estas concepciones no tienen en cuenta la relatividad del concepto y las

áreas del conocimiento a que se refiera el analfabetismo y, por consiguiente, de las formas

de calcularlo. En los momentos actuales el discurso se mantiene alejado de la realidad y el

analfabetismo cobra más fuerza que nunca. El compromiso de los gobiernos en la

Conferencia de Dakar de superarlo antes del 2015 no encuentra en la práctica ni la voluntad

política, ni las condiciones económicas que permitan cumplir dicha meta.

Page 22: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

22

Sin dudas, el efecto más negativo para la educación es el aumento del analfabetismo como

fenómeno social, que afecta a una población cada vez mayor, con independencia de que en

algunos casos muy puntuales se haya logrado reducir la tasa relativa.

1.2 El analfabetismo funcional y el mundo del trabajo.

En las condiciones actuales del desarrollo social, saber leer y escribir resulta insuficiente

para asumir el mundo de la informatización y la robotización del mercado laboral. La falta de

preparación de los individuos para enfrentarse a estas exigencias es lo que muchos autores

consideran analfabetismo funcional, tecnológico o analfabetismo en el mundo del trabajo.

A propósito el profesor Castro refiere: “El analfabetismo funcional es la situación del

individuo que sabiendo leer y escribir no ejercita estas adquisiciones y, en los hechos,

funciona como analfabeto por no utilizar lo que sabe. En otro orden de cosas y de modo muy

elástico, la persona que ignora o no maneja los nuevos códigos culturales: informática,

diversas tecnologías, también podría quedar inmersa en este tipo de analfabetismo” (Castro,

2001:29).

Existe un analfabetismo característico de sociedades occidentales contemporáneas, en las

que la modificación de las estructuras del empleo ha traído consigo mayores exigencias en

cuanto a nivel de formación y calificación Vielies, 1990) Las sociedades industriales en los

umbrales del siglo XXI descansan cada vez más en los sectores terciarios y cuaternarios de

la economía. La desaparición de los empleos no calificados, unida al constante aumento de

las exigencias en materias de formación, deja al margen a los analfabetos funcionales. Si en

una empresa se produce una disminución del personal o se introducen nuevas tecnologías,

trabajadores que hasta entonces eran competentes y eficaces se encuentran en situación de

inferioridad. Por su importancia, la mayoría de los autores consultados solo mencionan esta

última denominación, relacionada lógicamente con la era de la informatización y las nuevas

tecnologías.

Page 23: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

23

Para el filántropo norteamericano L. Ronald Hubbard, existe la posibilidad de que tengamos

toda una civilización que está incomunicada. (Hubbart, 1999) A esta conclusión llegó

después de hacer investigaciones desde 1978 hasta la actualidad. Hubbart pudo revelar la

relación que existe entre el analfabetismo funcional y la violencia, las pérdidas económicas y

los disturbios políticos. También pudo demostrar que estudiantes que habían asistido a

escuelas públicas en los Estados Unidos y en Europa en las décadas de 1950 y 1960,

tenían un nivel de alfabetización mucho más bajo que cualquiera que hubiera encontrado

antes. La investigación posterior fue más elocuente. Un cincuenta por ciento de la población

de los Estados Unidos no era capaz de leer un texto de octavo grado de primaria. El

porcentaje de estudiantes que abandonaron sus estudios era cinco veces más alto que en

Japón y diez veces más alto que en Rusia.

Sylvain Lourié afirma: “Esta chocante verdad afecta a los países en desarrollo. No es

erróneo suponer que los analfabetos funcionales de los países en desarrollo son casi

siempre los desocupados y excluidos de las grandes corrientes de economía y de tecnología

moderna. De ello se desprende que cualquier debate en torno al analfabetismo es

meramente teórico si no se sitúa en el contexto más amplio, que el de la simple pedagogía

de la lectura y el cálculo. Es necesario insistir que el analfabetismo es solo una dimensión

de la exclusión. Por un lado están aquellos que poseen los medios para mejorar sus

condiciones materiales y sociales y por otro lado los que no logran ni siquiera obtener

condiciones mínimas, es sobre todo dentro de estos últimos donde se encuentran los

analfabetos, que no tienen acceso a las fuentes del conocimiento y son incapaces de

producir nuevos conocimientos”. (Lourié, 1990:18)

El analfabetismo no es solo una cuestión técnico –pedagógica, sino un problema de

profundas dimensiones sociales. Los diferentes grados de dominio de la lectoescritura,

refuerzan en muchos países las desigualdades sociales. Los códigos lingüísticos aprendidos

en el entorno social están profundamente determinados por la socialización primaria de los

individuos. Basil Bersntein intenta probar la existencia de dos códigos afectados por la

estructura de clases, un código restringido, empleado por las clases populares y un código

elaborado, empleado por las clases dominantes. (Berstein, 1991)

Page 24: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

24

Resulta evidente la relación entre el analfabetismo y las condiciones socioeconómicas que

le dan origen .A la pobreza y al aislamiento cultural de los analfabetos se une el aislamiento

cívico. Si bien la posibilidad de comunicación es la expresión de una cultura, es también una

exigencia de la organización social, al favorecer la asociación de voluntades y la formación

de la colectividad, elementos complementarios y necesarios para crear y fortalecer la

estructura social moderna. La dimensión social del analfabetismo necesita profundizarse y

su estudio debe asociarse a categorías de género, procedencia y estratos sociales.

1.3 Visión histórica de la alfabetización

Una mirada histórica a la enseñanza de la lectoescritura permite apreciar cómo desde los

jeroglíficos egipcios creados 5000 años a.n.e y la escritura cuneiforme en los ladrillos de

Mesopotamia, inventada por los pueblos sumerios y caldeos hace miles de años, inician

propiamente la historia de la civilización. Ellos son la prueba de que el arte de la

representación de ideas por medio de símbolos era una de las actividades humanas más

importantes en la antigüedad, que simultáneamente dio por resultado inmediato la formación

de dos grupos de individuos, los que se dedicaban a grabar, esculpir o escribir y los eruditos

que tenían la misión de interpretar los signos de los primeros. En contraposición, la gran

masa de la población desconocía las artes de la escritura y, por tanto, quedó

automáticamente discriminada de la posibilidad de descifrar su simbología.

En las más antiguas escuelas de Egipto, Caldea, Fenicia, China y la India, las instituciones

sacerdotales encargadas de transmitir y conservar los registros públicos, los cantos, las

leyendas sagradas, iniciaban a los neófitos en estos llamados misterios, empleando el

método sencillísimo y elemental de juntar y combinar los elementos de la escritura para

después, por el procedimiento inverso, hacer la interpretación de la misma. Los fenicios,

teniendo a la vista la escritura cuneiforme, crearon el alfabeto que sirvió de base a todos

los alfabetos posteriores de la llamada cultura occidental.

Page 25: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

25

La alfabetización, entendida como la enseñanza de la lectoescritura, fue desde sus

orígenes, uno de los más caros privilegios de las clases poderosas, convirtiéndose en el

medio para ejercer el monopolio del saber. Solo con el surgimiento de la Revolución

Industrial la alfabetización de las masas se convirtió en una necesidad social, que preocupó

también a las clases privilegiadas. Sin embargo, el dominio de la lengua escrita continuó

siendo limitado a las necesidades de la industria, lo que excluía a las grandes masas

campesinas y a sectores vulnerables de la sociedad, como las mujeres.

No es hasta la primera mitad del siglo XX, con el Triunfo de la Revolución Bolchevique,

donde se produce el primer intento de promover la alfabetización masiva. Lenin decía que

una persona analfabeta se encontraba al margen de la política. Pese a la magnitud de la

tarea, Lenin lanzó la campaña a nivel nacional, para contribuir al futuro científico y cultural

del país. Esta Campaña sirvió de modelo a muchos países como China, Viet Nam,

Nicaragua y Etiopía, que asumieron la alfabetización como parte integrante de sus proyectos

de liberación nacional y construcción socialista.

En la década de los 40 dichos programas se vincularon mayoritariamente a proyectos de

desarrollo comunitario y de orden productivo, con el propósito de superar el escaso impacto

que tenían como actividad aislada de educación. Bajo la promoción de la Educación

Fundamental se realizaron programas destinados al mejoramiento social y educativo de

sectores poblacionales con escasos recursos. Esta concepción trató de dar respuesta a los

problemas de la Educación de adultos, que hasta entonces era considerada como una

enseñanza remedial, que llenaba el vacío en los conocimientos de quienes no habían

terminado los estudios regulares, pero que sabían leer y escribir. Con el paso del tiempo se

tomó una proyección cada vez más elitista y limitada.

En estos años en América Latina se promovieron diversos tipos de Campañas de

alfabetización. En algunos países se utilizaba la alfabetización en cadena, todo individuo

que sabe enseña al otro. En otros lugares, profesores en ejercicio enseñaban

voluntariamente, como ocurrió en Cuba. Otra forma empleada en otros países fue pagar o

estimular a los maestros para que se convirtieran en alfabetizadores. A partir de 1940 las

Page 26: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

26

campañas tomaron mayor intensidad y los gobiernos comenzaron a involucrarse

directamente en ellas.

Desde su fundación en 1946 la UNESCO ha estado al frente del esfuerzo mundial en pro de

la alfabetización, por lo que ha permanecido al tanto de que se mantenga visible la

alfabetización de adultos en la agenda educativa nacional, regional e internacional. Por

iniciativa de esta organización internacional, en 1947 se elaboró el informe sobre Educación

Fundamental. Así surgieron en Venezuela y México centros regionales llamados de

Educación fundamental, para la formación de técnicos. Convocados por la OEA se

efectuaron dos seminarios, en Caracas (1948) y Río de Janeiro (1949), ambos trazaron

líneas a seguir en programas de la alfabetización. En este periodo se promovieron

Campañas en Bolivia, Ecuador, Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua y Perú.

Después de 10 años, bajo la influencia de la Educación Fundamental, una nueva

concepción modifica la educación de adultos y los programas de alfabetización. Estos dejan

de entenderse como actividad compensatoria y de suplencia para ubicarse como

componentes de programas de desarrollo. Esto obedecía a la idea generalizada de que

tanto la alfabetización como la Educación de Jóvenes Adultos, implementadas al margen del

sistema educacional, no eran suficientes para contribuir al desarrollo económico social.

(Gajardo, 1982).

Muy importante en este período resultan los estudios de Scribner y Cole, (citados por

Kalman, 1995: 28.) encaminados a demostrar la importancia de la alfabetización como un

fenómeno social y no puramente instrumental.

La década del 60 marca un momento trascendental en el desarrollo de la EDA y la

alfabetización. Se abren canales de participación social y se fortalecen las organizaciones

populares. Surgen nuevos enfoques sobre los procesos educativos. Entre ellos los más

importantes son la concepción concientizadora y las corrientes liberadoras que le dan

origen. La educación, concebida dentro de proyectos comunitarios, proyectos de desarrollo

Page 27: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

27

rural y en general, el conjunto de actividades de la EDA, al margen de la educación formal,

pasa a ubicarse en la perspectiva de poder.

En este período continúan promoviéndose campañas de corte tradicional para adultos, pero

explotando formas y métodos de la educación primaria y el aprendizaje pasivo. Se partía de

la idea de que la lengua escrita constituía una transcripción del lenguaje oral y que la

escritura se realizaba de manera autónoma, alejada de la realidad social. Por esta razón se

insistía en que los adultos aprendieran con métodos fonéticos y silábicos, mediante la

recitación y la copia.

Cuba se convierte en la excepción del período cuando en 1961 lanza la Gran Campaña de

Alfabetización, logrando reducir al 3.9% los índices de analfabetismo en tan solo un año;

mediante la utilización de alfabetizadores voluntarios apoyados y organizados por el

gobierno revolucionario. La Campaña Cubana le otorga una verdadera dimensión política a

la alfabetización. Fue considerada como un componente del desarrollo socioeconómico, que

abarcó, más allá del aprendizaje de la lectoescritura, la inserción de los analfabetos al

contexto social revolucionario.

En este período se promueve la alfabetización funcional, estableciendo una estrecha

relación entre la alfabetización y el desarrollo económico. En 1969 se lanzaba el Programa

Mundial Experimental de Alfabetización, como un intento para vincular la alfabetización y el

desarrollo. De forma general los esfuerzos no resultaron satisfactorios, pues las metas de

erradicar el analfabetismo no se cumplieron.

Hacia 1965, en el Congreso de Teherán y la Declaración de Persépolis, la relación

alfabetización y desarrollo socioeconómico fue aceptada internacionalmente. Se intentaba

vincular el aprendizaje de las nociones básicas de lectoescritura con los planes de

desarrollo de cada región.

Page 28: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

28

A pesar de los esfuerzos, no se cumplieron las expectativas, las campañas masivas

fracasaron, no se erradicó el analfabetismo y los precursores se vieron obligados a

replantearse los argumentos para organizar la alfabetización. En el fracaso influyeron

concepciones sobre la asociación acrítica de la alfabetización, el desarrollo y la prosperidad

económica, a partir de comparaciones entre sociedades industrializadas o no y los niveles

de instrucción de los ciudadanos. Se sobredimensionaron las posibilidades de la

alfabetización respecto al desarrollo.

Hasta este momento se concebía la alfabetización como un conjunto de destrezas técnicas

que comprendía la lectura, la escritura y la aritmética esencial. La labor alfabetizadora

consistía en aumentar el número de personas con acceso a estas destrezas. Esta situación

llevó a lanzar durante las décadas de 1960, 1970 e inicios de los 80 varias campañas

masivas de alfabetización, la mayoría de ellas llevadas a cabo en contextos revolucionarios,

de las cuales la UNESCO y la comunidad internacional aprendieron mucho, sobre todo en

cuanto al valor de la voluntad política y la movilización social para la alfabetización.

En los 70, cuando se hizo evidente el fracaso de las campañas masivas, emergió

nuevamente el interés de ver la alfabetización asociada a múltiples consecuencias

psicosociales. Comienza una línea de trabajo que profundiza en el uso de la lengua escrita.

Los planteamientos epistemológicos y metodológicos innovadores se encaminan a estudiar

la alfabetización a través del trabajo de campo y la observación de su uso en situaciones

reales. El concepto de necesidades básicas de aprendizaje, surgido en los años 70, sentó

las bases para la educación básica y su “visión ampliada”, acordada en 1990 en la

Declaración Mundial de Educación para Todos (EPT), en Jomtien, incluyendo el aprendizaje

permanente de niños, jóvenes y adultos dentro y fuera de la escuela.

En aquellos años 70 desempeñó un importante papel Paulo Freire – distinguido por la

UNESCO en 1975 por su labor alfabetizadora – quien contribuyó a la visión ampliada de la

alfabetización. Freire desarrolló una metodología de alfabetización basada en acciones

culturales cuya relevancia debía ser inmediatamente evidente al educando. Su método más

conocido, denominado “concientización”, estimula al educando a cuestionar el por qué de

Page 29: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

29

las cosas, a cambiarlas y a mejorarlas (Freire, 1972). Este enfoque encabezado por Freire y

demostrado anteriormente en la campaña cubana de 1961 , por el hecho de enfatizar las

conexiones existentes entre la alfabetización y el protagonismo político dirigido a las

transformaciones socioeconómicas, situó la alfabetización directamente en la arena política,

desplazándola más allá de las estrechas fronteras socioeconómicas propugnadas por el

Programa Experimental de Alfabetización Mundial (Simposio Internacional sobre

Alfabetización, Persépolis, 1975).

Al concluir la década del 70 se consideraban alfabetizadas a aquellas personas que fueran

capaces de realizar todas las actividades que facilitaban el buen funcionamiento de su

grupo o comunidad y que estaban preparadas para utilizar la lectura, la escritura y la

aritmética para el desarrollo de su comunidad o la propia.(UNESCO : 2004)

En la década del 80 se mantienen los preceptos fundamentales planteados en los 60,

subsistiendo la coexistencia de tendencias y modalidades de programas de alfabetización.

Con el transcurso del tiempo se seguía incurriendo en la misma situación de aislamiento,

discontinuidad y discordancia con la vida cotidiana y los problemas de los participantes. Sin

abandonar la Educación Fundamental y la alfabetización funcional, se amplía su significado

y se incorporan como componentes de la Educación Permanente, concepción que ha

predominado en los programas de alfabetización y post alfabetización más recientes.

Hace aproximadamente 40 años se concebía la alfabetización, la post alfabetización y la

educación básica, cada una, de forma independiente y secuenciada. Primero se

alfabetizaba, después se implementaban los programas de post alfabetización y luego se

buscaba su certificación a través de la educación básica. Esta visión fragmentaria divorciaba

el aprendizaje del sistema de escritura del aprendizaje de su uso, lo que suponía aprender a

leer y a escribir fuera del contexto comunicativo de la lengua escrita. Esta visión se

desvanece ante la necesidad de plantearse la EDA en dos planos estrechamente

relacionados entre sí: la atención a las necesidades básicas de salud, empleo, alimentación,

vivienda y la atención al desarrollo de potencialidades personales y sociales.

Page 30: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

30

Se trata de redefinir la alfabetización en términos sociales e individuales. ¿Cómo se logra?,

¿cómo se usa? y ¿cómo se vincula al contexto en que se emplea? La alfabetización resulta

no únicamente del empleo de la lectoescritura para transcribir, producir o comprender un

texto, sino de la multiplicidad de formas de utilizarlas en la vida comunicativa y la actividad

social. (Kalman y SmelKer 1995, 29.).

El año 1990 se declaró “Año Internacional de la Alfabetización de la Naciones Unidas (AIA

1990)”. Esta declaración tenía como propósito reducir el analfabetismo, publicitar los

beneficios y la importancia de la alfabetización y ayudar a crear una percepción pública de

los programas de alfabetización. Para la ejecución de estas acciones se estableció, en

cooperación con la UNESCO, un Grupo de Acción Internacional de Alfabetización (ITFL)

para coordinar los esfuerzos globales de alfabetización y movilizar la acción del sector

voluntario en apoyo a AIA. Con estos fines se organizaron Comités en 109 países.

La declaración de 1990 proyectaba diferentes objetivos:

1. Alertar a la opinión pública sobre el alcance y la magnitud del analfabetismo.

2. Movilizar la comunidad internacional en torno a la alfabetización, asignar más

recursos y darle más prioridad.

3. Proseguir programas y proyectos regionales de lucha contra el analfabetismo que se

habían establecido en regiones en desarrollo.

4. Intensificar la asistencia técnica prestada por los gobiernos y la cooperación técnica

entre ellos, especialmente, la mejor circulación de documentos e información y

aumento y diversificación en la formación de especialistas de varios países.

A pesar de esto, el índice global de analfabetismo de adultos en países del tercer mundo

subió al 85% para los hombres y al 74% para las mujeres, lo cual estaba lejos de la meta de

reducir el índice de analfabetismo adulto a la mitad del vigente en 1990. En resumen, las

seis metas fijadas para el año 2000 dentro del marco de la EPT no se cumplieron, como se

señala en la Evaluación Global 2000, presentada y discutida en el Foro Mundial de la

Educación, en Dakar, donde los países firmantes se comprometieron a reducir los índices de

Page 31: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

31

analfabetismo al 50% para el año 2015. Ante esta situación la UNESCO promueve el

PROGRAMA “Educación Para Todos”, el que ha sido acogido por los gobiernos y ONGS de

varios países.

Las experiencias acumuladas en el campo de la alfabetización infantil y la alfabetización de

adultos en los últimos cincuenta años han aportado a la comunidad mundial un cuerpo

considerable de conocimientos en torno a la naturaleza de la alfabetización y de su proceso

de adquisición. El esquema vertical, no-participativo, también ha sido la norma en el interior

de los países, en la relación entre el gobierno central, las autoridades regionales y las

comunidades locales. Enfrentar la brecha entre retórica y ejecución, entre planes y

realizaciones, brecha que ha pasado a ser parte del escenario de la reforma educativa en

todo el mundo, implica una revisión sustantiva de los esquemas tradicionales de

formulación, toma de decisiones y asignación de recursos, tanto a nivel internacional como

nacional. (ONU, 2003).

En una reunión de expertos internacionales convocada por la UNESCO en junio de 2003, se

propuso una definición funcional – principalmente con fines evaluativos – en los siguientes

términos” alfabetización es la habilidad para identificar, entender, interpretar, crear,

comunicar y calcular, mediante el uso de materiales escritos e impresos relacionado con

distintos contextos”. (UNESCO: 2004)

La alfabetización representa un continuo de aprendizajes que le permiten al individuo

cumplir sus metas, desarrollar su potencial y conocimientos y participar en actividades

comunitarias y sociales. La definición propuesta intenta abarcar varias dimensiones

diferentes de la alfabetización. Sin embargo, debido a que incluso este concepto pluralista

se encuentra centrado en las vivencias individuales de la persona, se debe reflexionar sobre

nuevas formas de incorporar a esta pluralidad las distintas circunstancias que rigen las vidas

de los educandos. Un desafío concomitante guarda relación con la dificultad de supervisar y

evaluar las diversas formas de alfabetización con la debida rigurosidad.

Page 32: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

32

La pluralidad de la alfabetización se refiere a las numerosas maneras de utilizarla y a la

multiplicidad de factores asociados con ella dentro de una comunidad o grupo social y a lo

largo de la vida del individuo. Las personas la adquieren y la ponen en práctica con distintos

fines y bajo diferentes circunstancias, todo lo cual es determinado por la cultura, la historia,

la lengua, la religión y las condiciones socioeconómicas. El concepto pluralista de la

alfabetización está íntimamente vinculado con estas circunstancias y situaciones. Por

consiguiente, en lugar de visualizar la alfabetización como un conjunto genérico de

competencias técnicas, privilegia la dimensión social de adquisición y aplicación. Así mismo,

enfatiza el hecho que la alfabetización, lejos de ser uniforme, es culturalmente,

lingüísticamente e incluso cronológicamente diversa. Ella está determinada tanto por

instituciones sociales como educativas: la familia, la comunidad, el lugar de trabajo, la

religión y el Estado. Los factores que restringen su adquisición y puesta en práctica no

nacen simplemente del individuo, sino también de las relaciones y patrones

comunicacionales establecidos por la sociedad. (UNESCO, 2004)

Esta visión de la alfabetización como fenómeno situacional, aunque dinámico, encuentra

justificación en numerosos ejemplos de la literatura crítica sobre sus diversas prácticas

sociales

Varios organismos internacionales continúan preocupándose por las definiciones de la

alfabetización y sobre las formas de reducir los altos índices de analfabetismo. La

Declaración (en Recife, Brasil) de los Nueve Países más Populosos -- Bangladesh, Brasil,

China, Egipto, India, Indonesia, México, Nigeria y Pakistán – reconoció el analfabetismo

masivo en algunos países como un gran desafío pendiente y decidió acordar la más alta

prioridad nacional a la EPT y en particular a la erradicación del analfabetismo

La 54 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una Resolución

(Resolución A/RES/54/122 del 17 de Diciembre de 1999) en el sentido de considerar la

proclamación de una Década de la Alfabetización de Naciones Unidas. La propuesta provino

de los siguientes Estados Miembros: Bangladesh, Barbados, Belarús, Bolivia, Burkina Faso,

Costa Rica, Ecuador, India, Madagascar, Mónaco, Mongolia, Marruecos, Myanmar, Pakistán,

Page 33: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

33

República de Corea, y Trinidad y Tobago. La Resolución solicitó al Secretario General de

las Naciones Unidas presentar, en cooperación con el Director General de la UNESCO, una

propuesta y un plan de acción para dicha década en la 56 sesión de la Asamblea General

en el año 2001. ONU, 2003.)

¿Por qué una Década de la Alfabetización de Naciones Unidas?

Porque la alfabetización universal – de niños y de adultos – continúa siendo un

desafío cuantitativo y cualitativo mayor para los países en desarrollo y para los

países desarrollados.

Porque la alfabetización es un derecho humano fundamental, una necesidad

básica de aprendizaje y clave para aprender a aprender.

Porque el conocimiento y la experiencia han mostrado que la batalla por la

alfabetización requiere esfuerzos intensivos, sostenidos y focalizados, más allá

de programas, proyectos o campañas de corta duración.

Porque la alfabetización favorece la identidad cultural, la participación

democrática y la ciudadanía, la tolerancia y el respeto por los demás, el

desarrollo social, la paz y el progreso.

En el documento normativo de la Década de las Naciones Unidas (2003) se ofrece una

visión renovada de lo que se entiende hoy por alfabetización, tomando como punto de

partida las concepciones anteriores a Dakar y a Jontiem.

ANTES HOY

El analfabetismo como patología social y

responsabilidad individual.

El analfabetismo como fenómeno estructural y

responsabilidad social.

La alfabetización como la panacea para el

desarrollo y el cambio social.

La alfabetización en el contexto de intervenciones

educativas y socio-económicas más amplias.

La meta es "erradicar el analfabetismo", "bajar los

índices de analfabetismo", etc.

La meta es crear ambientes y sociedades letradas.

La alfabetización asociada únicamente con

jóvenes y personas adultas.

La alfabetización asociada con la infancia, la

juventud y la edad adulta.

Page 34: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

34

La alfabetización asociada con grupos al margen

de la escuela y con programas no-formales.

La alfabetización como un proceso de aprendizaje

que tiene lugar tanto dentro como fuera de la

escuela.

La alfabetización infantil y la alfabetización de

jóvenes y adultos vistas y desarrolladas como

campos separados.

La alfabetización infantil y la alfabetización de

jóvenes y adultos articulada dentro de un marco y

una estrategia integrada de política.

La alfabetización centrada en el punto de vista de

la enseñanza.

La alfabetización centrada en el punto de vista del

aprendizaje.

La alfabetización entendida como el logro de un

nivel inicial, básico, elemental.

La alfabetización entendida como alfabetización

funcional (la alfabetización, para ser llamada tal,

debe ser significativa y funcional).

La meta aspira a la adquisición de la

alfabetización.

La meta incluye la adquisición, el desarrollo y el

uso efectivo de la alfabetización.

La alfabetización separada de la educación básica

("alfabetización y educación básica").

La alfabetización vista como un componente

integral de la educación básica.

La adquisición y el desarrollo de la alfabetización

asociados con un período específico en la vida de

una persona.

La alfabetización entendida como un proceso de

aprendizaje que dura y se perfecciona a lo largo de

toda la vida.

La adquisición de la alfabetización como meta del

primer grado o de los dos primeros grados de la

escuela primaria.

La adquisición de la alfabetización como una meta,

al menos de toda la educación primaria.

La alfabetización asociada únicamente con el

lenguaje escrito y los medios impresos.

La alfabetización entendida como desarrollo de la

expresión y la comunicación tanto oral como

escrita, con una visión del lenguaje como totalidad

(hablar, escuchar, leer, escribir).

Búsqueda del método de alfabetización válido en

general y para todos los casos.

Comprensión de que no existe un método único o

universal de alfabetización.

La alfabetización como un área específica del

currículo escolar (la asignatura Lenguaje).

La alfabetización a lo ancho del currículo escolar.

La alfabetización asociada sólo con instrumentos

convencionales (típicamente, papel y lápiz).

La alfabetización asociada con instrumentos

convencionales, pero también con instrumentos

modernos (papel y lápiz, teclado y tecnologías

digitales, etc.).

Page 35: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

35

La alfabetización como responsabilidad

únicamente del Estado o únicamente de la

sociedad civil.

La alfabetización como responsabilidad conjunta

del Estado y la sociedad civil.

Para analizar los programas de alfabetización Gajardo (1982) plantea que se deben tener en

cuenta algunos aspectos que pueden influir, de acuerdo con las concepciones de sus

organizadores, en el éxito o fracaso de los mismos, como son:

I) La alfabetización no puede concebirse como una tarea puramente técnica, ni

como un proceso aislado, momentáneo y autosuficiente. Esta manera de

apreciarla ha dejado un impacto prácticamente nulo en los participantes, ya que lo

único que consigue es enseñar a deletrear. Por el contrario, debe ser un proceso

continuo y amplio que adquiere sentido en el contexto de acciones de desarrollo

que abran posibilidades de trabajo y participación destinataria. Alfabetizar debe

ser algo más que un código instrumental. Debe procurar un uso diversificado de la

lengua escrita.

II) Los resultados de los programas de alfabetización son más positivos en la

medida que se flexibilizan y no como modelos aplicados de manera uniforme.

Deben ajustarse a las realidades socioculturales de la población, elaborarse con

el criterio de los participantes y ejecutarse en el contexto de programas nacionales

y no como acciones aisladas.

III) La alfabetización debe vincularse a programas que la preceden y la suceden. De

esta forma tendrá mayor relación con la vida y las motivaciones de los

participantes, principalmente a la visión que tienen del mundo del trabajo y la

organización social. Estos programas deben estar articulados con el resto de la

EDA, para asegurar su perdurabilidad.

IV) En la mayoría de los esfuerzos alfabetizadores se han observado contradicciones

que han impedido la coordinación real de las acciones de alfabetización. La falta

Page 36: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

36

de coordinación institucional ha provocado la superposición de programas,

notándose la incomunicación entre el sector educativo y demás sectores

involucrados.

V) Dentro del contenido de la alfabetización se le ha otorgado máxima prioridad a la

lectoescritura, por ser considerada por los adultos más importantes que el

aprendizaje del cálculo.

VI) Algunos autores relacionan indiscriminadamente los programas de alfabetización

con el número de horas que permanecen los alumnos en contacto con el programa

en cuestión. Existe la tendencia de predeterminar el tiempo en la adquisición de

destrezas y habilidades alfabetas ampliadas desde 40 hrs. hasta 18 meses. Esta

visión resulta limitada, ya que si funcionara de esa manera existiría correlación

entre el tiempo empleado y las habilidades adquiridas, lo que no ocurre así, ya

que existen Programas de corta duración con resultados excelentes, sobre todo

cuando se apoyan en medios audiovisuales y por otro lado, existen campañas

masivas donde se han invertido gran cantidad de tiempo y recursos, que han

fracasado.

El éxito de los programas de alfabetización está relacionado con los objetivos que se

propone, la relación con el contexto donde se implementa, la calidad de los materiales de

alfabetización y la organización del programa. Estos elementos deben interactuar dentro de

un sistema armónico, que responda a la decisión política de eliminar el analfabetismo.

La alfabetización de adultos se puede diferenciar según los niveles de alfabetización que

desarrollan. Los programas de alfabetización prefuncional animan el desarrollo de la

descodificación y reconocimiento de palabras, semejante a los objetivos de las escuelas

primarias, aunque usan materiales más apropiados para la edad adulta. Los programas que

tratan el desarrollo de la alfabetización funcional llevan el nivel al uso de la lectura para

aprender nueva información y realizar tareas relacionadas con el empleo. Los programas de

alfabetización avanzada subrayan el desarrollo de las habilidades de más alto nivel.

Page 37: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

37

En lo referente a la evaluación de la alfabetización, la UNESCO plantea claramente cuáles

son sus problemas y las posibles soluciones, en el documento rector de las Naciones

Unidas para la década de la alfabetización. En este se reconoce que “la mayoría de los

datos relativos a la alfabetización no son suficientemente confiables para responder a las

necesidades de los usuarios en el ámbito nacional e internacional y no siempre son

recogidos de manera coherente” (ONU, 2003:13)

Para revertir esta situación la UNESCO ha lanzado a través de su Instituto de Estadísticas

un programa para evaluar y monitorear la alfabetización (LAMP). Para ello ha convocado lo

mejor de la experiencia internacional, con el fin de proponer los instrumentos necesarios que

permitan lograr ese objetivo. La Década de la Alfabetización promueve que las iniciativas

provengan y sean desarrolladas por los propios países, a partir de planes de acción

específicos elaborados por estos. De este modo, el seguimiento y la evaluación de la

década a nivel global plantean el desafío de respetar la diversidad en el marco de una visión

unificada.

En cuanto a los mecanismos incorporados de seguimiento y evaluación considera que es

preciso definir y establecer mecanismos de seguimiento y evaluación a nivel local, nacional,

regional y global, en sintonía con los ritmos de ejecución a cada nivel. Es especialmente

importante desarrollar indicadores apropiados y relevantes a la visión renovada de la

alfabetización propuesta para esta Década de la Alfabetización. En este marco, el "éxito"

deberá estar relacionado tanto con la cantidad como con la calidad, los procesos y los

resultados, la adquisición y el uso efectivo de la alfabetización, el cambio de actitudes y

prácticas en relación a ésta, y, por último, el impacto de la alfabetización sobre la vida y la

calidad de vida de las personas.

La Década será una oportunidad para encarar algunas debilidades y tareas pendientes del

campo de la alfabetización, tales como la construcción de categorías e indicadores más

adecuados y confiables. El índice de alfabetización de cada país, por décadas reducido a la

dicotomía analfabetismo/alfabetización, debe ser ampliado a fin de incorporar otros

indicadores relacionados, como por ejemplo: matrícula escolar, retención y completamiento

Page 38: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

38

de la educación pre-escolar y primaria; resultados y niveles de aprendizaje de la

alfabetización en la escuela y en los programas para jóvenes y adultos al margen de la

escuela; acceso a periódicos, materiales impresos y bibliotecas; acceso a computadora,

correo electrónico e Internet etc.

Afinar las estadísticas relacionadas con la alfabetización es una necesidad primordial y un

desafío en sí mismo. Pasos concretos que pueden tomarse a nivel global, regional, nacional

y local incluyen:

Utilización plena de los censos nacionales de población de los años 2000 y

2010 para recoger información amplia en torno al analfabetismo por grupos de

edad y por género para toda la población.

Uso de la muestra de hogares y los sondeos demográficos para recolectar

información adicional en torno al analfabetismo adulto.

Introducción de tests para medir diversos niveles de alfabetización durante los

censos y sondeos demográficos a fin de mejorar la calidad de las estadísticas

en torno a la alfabetización a través de:

a) Desarrollar y diseminar metodologías, instrumentos y guías operativas de

evaluación de la alfabetización.

b) Generar un compromiso nacional para organizar actividades de medición

involucrando al Estado, las universidades, las ONGs y la cooperación

internacional.

c) Promover análisis sistemáticos de los resultados de evaluación

relacionados con las características de los individuos, el hogar y la

comunidad, a fin de identificar los factores críticos y las medidas necesarias

para asegurar la alfabetización universal.

d) Establecimiento de mecanismos y bases de datos para el seguimiento de la

alfabetización a nivel internacional, regional, y nacional.

e) Estudios de seguimiento longitudinal de las poblaciones neo-alfabetizadas.

Page 39: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

39

1.4 La alfabetización en el contexto de la Educación de Adultos.

Como se expresa en el epígrafe anterior, el fenómeno del analfabetismo preocupa a

personas, instituciones y gobiernos, que han buscado fórmulas y métodos que conduzcan a

la reducción de sus consecuencias. Estos van desde la expansión y el perfeccionamiento de

la enseñanza básica hasta los programas y proyectos de alfabetización para adultos, los que

se han desarrollado de formas presenciales o a través de medios de comunicación como la

radio, la televisión y la computación.

La Educación de Jóvenes y Adultos ha sido analizada desde distintos enfoques. Pero en

general se reconoce que designa la totalidad de los procesos organizados de educación,

sea cual sea su contenido, el nivel o método, formales, no formales e informales,

institucionales o no, gracias a las cuales las personas consideradas adultas por la sociedad

a que pertenecen, desarrollan sus actitudes, enriquecen sus conocimientos, mejoran sus

competencias técnicas y profesionales o les dan una nueva orientación, y hacen evolucionar

sus actitudes o su comportamiento en la doble perspectiva del enriquecimiento integral del

hombre y su participación en el desarrollo socioeconómico y cultural equilibrado e

independiente (Citado por Marbot:2003)

Siguiendo esta línea de pensamiento, estudiosos internacionales del tema han establecido

tres vías fundamentales dentro de la Educación de Adultos (Canfux, Marbot 2003:2)

Educación Formal: se considera como parte singular de los sistemas

educativos. Se emplea para designar el conjunto de actividades sistemáticas

de educación, destinadas a atender aquellos grupos de la población que,

habiendo superado los límites de obligatoriedad escolar, no han tenido acceso

a los beneficios de la educación y la cultura. En lo general los participantes

tienen más de 15 años.

La Educación Informal, se refiere a la recreación, transmisión y generación de

nuevas expresiones culturales de un pueblo.

Page 40: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

40

En un sentido más restringido, la Educación No Formal se emplea para

referirse a actividades no sistemáticas que forman parte del proceso educativo

mediante el cual los adultos aprenden a conocer y comprender el mundo que

les rodea y sus relaciones con él. Dentro de esta variante se encuentran los

Programas de Alfabetización entendidos como el conjunto de acciones

planificadas dirigidas a la enseñaza de la lectoescritura y la inserción

social de los participantes.

La Educación de Jóvenes y Adultos no puede verse como una actividad puramente

educativa, sino como un proceso histórico social que puede operar de forma concurrente,

reforzando una situación particular, o bien suponer movimientos contradictorios. Esta ha

transitado por un proceso que va desde concepciones individualistas y elitistas, pasando por

tomar el desarrollo económico social comunitario como base para la motivación y

funcionalidad de la misma y terminando por reconocer que en este campo la educación

requiere una dimensión política, global e integradora para cumplir su misión. Los programas

de alfabetización ocupan en este proceso un lugar fundamental.

La literatura de Educación de Adultos utiliza varias denominaciones para referirse a los

adultos: actor, destinatario, solicitante. En los programas de actualización y capacitación

para el trabajo: educando, alumno, estudiante, aprendiz. Con ellos se pretende fomentar

habilidades en lectoescritura y matemática, que generalmente producen seres humanos

receptores pasivos del conocimiento. Cuando los tratan de actores, enfocan el aprendizaje

de forma flexible y conciben la educación de jóvenes y adultos como un proceso social y de

construcción del conocimiento a partir de múltiples interrelaciones entre los sujetos del

aprendizaje, entre el maestro, el grupo y el adulto.

Varios especialistas en educación y Psicología como Bruner (1988), Ausubel (1976), Rogers

(1983), Brookfiel (1988), Luria (1978), Del Val (1991) y otros como el sociolingüista Noam

Chomsky (1982), reconocen aportes de los métodos conductuales, sobre todo relacionados

con el aprendizaje significativo, en los programas destinados a la EDA y fundamentalmente

de Alfabetización. A pesar de ello existe consenso en la literatura de que no son estos los

Page 41: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

41

métodos más eficaces, cuando se trata de personas en pleno uso de sus capacidades

intelectuales y afectivas, así como que estos métodos son pocos respetuosos de la

expresión de ideas y sentimientos.

Gajardo, citando a García Huidobro, distingue dos grandes tendencias en la educación de

adultos, que predominan, por consiguiente, en los programas de alfabetización: una basada

en corrientes modernizantes e integracionistas, propuestas en la teoría de la marginalidad y

la otra sustentada en un enfoque histórico-estructural basado en la teoría de la

dependencia. (Liberadora). Luego de estas, caracteriza a la Educación Popular como un

desafío a las concepciones tradicionales, pero no como una tendencia independiente.

(Gajardo, 1991)

Los programas educativos que se integran a otros procesos de desarrollo económico social

se definen por su contraposición a los programas regulares de enseñanza, en función de

sus contenidos y se implementan considerando tanto las demandas objetivas, como las

demandas subjetivas impuestas por las necesidades educativas de la población a que se

dirigen.

Entre esos programas se encuentran:

I) Los programas instrumentales de alfabetización.

II) Programas de capacitación, formación técnico profesional y/o formación para el

trabajo, conocidos también como educación de trabajadores.

III) Los programas de capacitación y/o formación social y política, incluyendo aquí

aquellos proyectos relacionados con los que actualmente se denominan como

necesidades básicas de la población, derecho a salud, vivienda, etc. (Gajardo

1991:45)

El Dr. Canfux, atendiendo al estudio realizado y las experiencias adquiridas en eventos

sobre políticas y estrategias de alfabetización se refiere a dos líneas generales en este

sentido (Canfux, 2005:12)

Page 42: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

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1. Las tendencias que se han desarrollado sobre la Educación de Adultos a partir de

los criterios debatidos en confrontaciones internacionales, auspiciados por

UNESCO y por organismos regionales de los que han partido recomendaciones,

sugerencias y en general, se han trazado pautas para los estados miembros y

organismos internacionales.

2. Las tendencias que han surgido en la búsqueda de cómo educar a determinados

sectores de la población para afrontar los problemas sociales y políticos que le

aquejan, desde posiciones no comprometidas con los gobiernos, donde se puede

tomar como ejemplo la Educación Popular.

Los análisis realizados en este epígrafe parten de la primera línea relacionada con la

alfabetización, dirigida fundamentalmente a trazar estrategias internacionales para la

reducción de los índices de analfabetismo.

1.5 Alfabetización para la socialización métodos, medios y referentes teóricos.

Todo lo anteriormente expuesto resulta coincidente con la idea de, que la educación es el

mecanismo esencial para la socialización del individuo; en segundo lugar, que la

socialización es inseparable del proceso de individualización, de su articulación dialéctica se

logra tanto la inserción del individuo en el contexto histórico–social concreto, como su

identificación como ser individualizado, dotado de características personales que lo hacen

diferente a sus coetáneos; en tercer lugar, la contradicción entre individualización y

socialización se manifiesta durante la práctica social, en la que el trabajo constituye un

elemento esencial para la educación del sujeto. (Blanco, 2002).

La educación, entendida como medio de socialización, cumple con determinadas funciones

sociales que se clasifican, según la terminología sociológica, en manifiestas (el fin último y

esperado) o latentes (las que aparecen en el transcurso de la acción, como consecuencias

secundarias) (Blanco, 2002).

Page 43: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

43

Para Warren la socialización se refiere a la transmisión de los valores, conocimientos y

pautas de conducta de la sociedad, a los individuos que formarán parte de ella como

miembros sociales. Este proceso debe promover las condiciones sociales que,

independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el

desarrollo integral de su persona (Warner, 1972)

A los fines de esta tesis se entiende por socialización la apropiación por el sujeto de los

contenidos socialmente válidos y su objetivación, expresados en formas de conductas

aceptables por la sociedad. Paralelamente a esta socialización se realiza la individualización

del sujeto, por cuanto la objetivación de los contenidos sociales es un proceso netamente

individualizado, de carácter personal, en el que cada sujeto procesa la realidad de manera

muy particular, aportando los resultados de su propia re-creación como ente social

activo.(Blanco 2002:7)

Los psicólogos parten de analizar la socialización, desde puntos de vistas genéticos-

históricos e históricos – culturales, que la conciben como sucesión de etapas de maduración

y desarrollo que preceden al desarrollo intelectual (Piaget y Vigotsky); o del enfoque

educativo que lo expresa como procesos del aprendizaje. La teoría psicoanalítica subraya la

existencia de conflictos entre el hombre y la sociedad. Las teorías sociologistas ponen en

primer plano la captación e interiorización de expectativas de un rol que debe desempeñar

el sujeto en la sociedad, de donde se deriva la teoría del ROL.

En los estudios de socialización de la alfabetización en es necesario establecer diferencias y

relaciones básicas entre el ámbito comunitario y el social, (no asociación, como se refiere

Tonnies en un sentido restringido), al respecto se pueden analizar tres criterios: (Warner,

1972)

1. Localidad: más central y básica a la comunidad que la mera “territorialidad” ligada a las

sociedades.

2. Concreción institucional: la comunidad es la expresión visible, física y concreta para el

individuo de las instituciones sociales abstractas y genéricas.

Page 44: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

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3. Mediación: la comunidad es el mecanismo mediador entre individuos y sociedad,

satisfaciendo como tal, necesidades mutuas (por Ej. Participación social en los primeros y

socialización en la segunda).

La evolución histórica de la alfabetización ha influido de acuerdo con el contexto y el tiempo,

en la finalidad de sus funciones sociales. Así transcurre desde la educación fundamental, la

alfabetización funcional, la alfabetización para leer el mundo de Paulo Freire, hasta la

alfabetización para la socialización. Aunque desde la década del 60 se tratan los efectos

sociales que debe producir la alfabetización en los alfabetizados, son muy pocos los

estudios bibliográficos que hacen referencia al tema. La mayoría se ha quedado en el plano

de la conceptualización.

La autora de la tesis, después de revisar la bibliografía, coincide plenamente con los

planteamientos de los especialistas del Instituto Nacional de Educación de Adultos en

México y confirmado por especialistas de toda la región, sobre todo Kalman y Smelker

(1994). Ellos plantean que el enriquecimiento conceptual más importante en torno a la

alfabetización es el cuestionamiento de sus efectos sociales, políticos, económicos y el

reconocimiento de la necesidad social de la alfabetización, en cuanto constituye el recurso

comunicativo fundamental de nuestras sociedades. Se acepta que vivimos en una sociedad

letrada y que el dominio de la lectoescritura y el cálculo se convierten en herramientas

indispensables para la participación social. De igual manera disminuye la visión de la

relación causal entre alfabetización y desarrollo de capacidades cognitivas abstractas. En

lugar de concebir la alfabetización como condición mínima indispensable para el desarrollo

de habilidades, se insiste en que personas de culturas ágrafas poseen conocimientos

anteriores al aprendizaje de la lectoescritura. También se considera que la alfabetización

puede ser un catalizador del desarrollo, pero únicamente cuando se produce asociada a

factores económicos, políticos, sociales y culturales que promuevan la transformación de la

sociedad.

Page 45: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

45

Los métodos de alfabetización para Adultos

Los presupuestos teóricos que sustentan los programas de alfabetización están expresados

en los métodos de alfabetización. Estos han evolucionado y han complejizado su contenido

a través del tiempo. Dicha complejidad se manifiesta en el elemento que se tome como

punto de partida para iniciar la clase de alfabetización y la dirección del contenido cuando

parte de lo simple a lo complejo, de lo conocido a lo desconocido o de lo general a lo

particular.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, muchas son las clasificaciones que dan los

especialistas a los métodos de alfabetización. La más divulgada y objetiva hasta el momento

es la que los agrupa en métodos sintéticos, métodos analíticos y métodos eclécticos,

mixtos, globales o compuestos.

Los métodos sintéticos son los que van de la parte al todo. Estos métodos enfatizan los

componentes de las palabras y sus sonidos. Sus autores consideran que conociendo dichos

componentes se puede combinar gradualmente para formar unidades del lenguaje más

largas como sílabas, frases o palabras .Parten de unidades lingüísticas menores a la

palabra (letra, fonema, sílaba). Si parten de la letra se denominan métodos alfabéticos o de

deletreo, si parten del fonema, métodos fonéticos y si toman como punto de partida la sílaba,

métodos silábicos.

Dentro de las limitaciones de estos métodos se encuentra el hecho de que los individuos no

hablan solo con letras, palabras o sonidos aislados, por lo que resulta complejo a los

participantes llegar a la combinación, no ocurriendo así cuando se parte de una idea. La

descomposición de las palabras no se corresponde con el modo natural de aprender. El

aprendizaje de la lectura es tratado solamente como un asunto lingüístico, considerando la

secuencia del proceso y su contenido como aspectos que dependen exclusivamente de

consideraciones lógicas. El marcado énfasis en los componentes de las palabras hace

perder otros aspectos más sustanciales de la lectura, como son el interés por la lectura

misma y la habilidad para comprender el significado de lo leído.

Page 46: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

46

Muchos años permaneció como dominante el método del deletreo en la enseñanza de la

lectura, con algunos aportes innovadores como los de Ickelsamer, Basedow y Pascal

(1877).

En 1787 Nicolás Adams en Francia escribe en una publicación dedicada a los maestros

“Cuando dais a conocer un traje, no empezáis mostrando los forros o los adornos, sino el

traje entero ¿por qué no hacéis lo mismo con la lectura? Presentad la palabra significativa

entera (sustantivos) y leedla delante de vuestro grupo para que estos vean que le dices la

verdad, regalad en tarjetas a los niños cada una de las palabras que aprendan” (Castro-

Ruay 1985:32) Esta cita marca el momento inicial de los nuevos métodos de lectura: los

analíticos.

Los practicantes de los métodos analíticos proponen ir del todo a la parte. Comienzan con

la palabra o unidades mayores a la palabra (frase u oración) para llegar después a las

unidades mayores como palabras, frases, oraciones, historias, cuentos y leyendas Estos

métodos ofrecen mayores ventajas, ya que parten de unidades con significado. Esto ofrece a

los alumnos mejores posibilidades para manejar el diálogo y la reflexión. Esta es una de las

razones de que se usen con más frecuencia que los sintéticos.

Los Métodos Compuestos expresan la combinación de todos los métodos anteriores

durante el proceso de alfabetización. Estos métodos enseñan simultáneamente la lectura y

la escritura. Se incluye un número limitado de palabras en las primeras clases, que después

aumentan su complejidad. También se introducen sonidos básicos del idioma y así se

refuerzan los elementos fonéticos. Mediante la utilización de estos métodos se han

alcanzado los mejores resultados en enseñanza de la lectura.

El método consta de tres etapas fundamentales:

1.- Aprestamiento permanente.

2.- Conocimiento de las vocales.

3.- Lectura y escritura sobre la base de la representación, y uso de las consonantes y

formas silábicas.

Page 47: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

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El método psicosocial, creado por Paulo Freire, se basa en la consideración de cómo es y

actúa el hombre. Se sitúa a la alfabetización en el marco de una dinámica educativa propia

de los adultos. Esa dinámica está caracterizada así: es dialógica (la educación es una

interacción entre personas); es problematizadora (implica inserción crítica en la realidad) y

recoge la experiencia de los adultos.

Este método contiene dos fases:

a) levantamiento del universo vocabular

b) selección de las palabras.

En su aplicación se establecen dos etapas fundamentales.

I Etapa de motivación

II Etapa de reflexión, lectura y escritura.

En diversas ocasiones se han empleado los medios audiovisuales, fundamentalmente la

radio, la televisión y el video, como soporte técnico para la implementación de los programas

de alfabetización.

La televisión es un medio relativamente joven con respecto a otros, a pesar de ello ha

tenido un desarrollo acelerado en sus innovaciones. Desde sus inicios se han estudiado y

proyectado sus posibilidades como medio de enseñanza, ya sea para la población en

general o con fines didácticos propiamente dichos, lo que llaman algunos autores como”

televisión didáctica”.

Es evidente que la TV tiene múltiples usos y ventajas. De estas, su utilización con fines

didácticos es considerada la más importante, por sus resultados. En muchos países la TV

se ha empleado en la alfabetización y la post alfabetización, como Colombia, Brasil,

Rumania, Etiopía y Cuba.

La mayoría de las emisiones de televisión para alfabetizar se dirigen a grupos organizados o

alumnos individuales inscritos, que trabajan con materiales suplementarios, bajo la

dirección de un facilitador, instructor o maestro. Muchos de estos programas incluyen el

Page 48: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

48

material docente de apoyo, sobre todo cartillas o cuadernos de apuntes, donde aparecen los

ejercicios para el alumno, coordinados con los que se reflejan en la emisión televisiva. En la

décadas del 60 y 70 se cometía el error de utilizar en la alfabetización por radio o TV los

materiales creados originalmente para la alfabetización presencial, sin tener en cuenta que

estas últimas modalidades necesitaban su propio código para la transmisión de

conocimientos. Esto se traduce en que la preparación metodológica de la clase, que se

apoyaba en la cartilla en alfabetización presencial, se organizaba de forma tradicional. Sin

embargo, una clase de “alfaradio” o “alfatv” se sustenta en un guión radial o televisivo. Estos

últimos utilizan elementos y ritmos que se apartan mucho de la clase tradicional. (González,

María A. 2005).

Cuestionarios aplicados por la UNESCO hacia 1964 indicaban que 10 países utilizaban la

radio y la TV en sus campañas de alfabetización. Estudios realizados por la misma

organización entre 1969 y 1971, con el objetivo de comprobar el uso de la radio y la TV en

los programas de alfabetización, registraron un aumento gradual en esa década. Pudo

constatarse que aproximadamente 23 países utilizaban la radio para las clases de

alfabetización, mientras 12 países utilizaban la televisión con tales fines. Estos programas

eran diseñados y ejecutados desde ministerios nacionales, aunque países como Brasil, Perú

y Estados Unidos lo efectuaban desde organizaciones públicas y privadas.

Diversos ejemplos demuestran las ventajas del uso de emisiones televisivas destinadas a la

alfabetización:

Yugoslavia: Programa “ABC por televisión”, basado en la historia de una mujer

analfabeta que aprende a leer y a escribir. Se preparó para competir con

programas recreativos.

República Árabe de Egipto: Programa “El futuro comienza ahora”. Contiene 90

lecciones de media hora de duración, trasmitidas tres veces por semana. Su

finalidad es alcanzar el cuarto grado. Consideramos que este programa incluye

elementos de la post alfabetización en la alfabetización inicial, lo que dificulta

el aprendizaje de los analfabetos puros.

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Estados Unidos de América: Programa “Operación Alfabeto”. Consiste en la

utilización de un maestro que realiza narraciones compuestas. Se basa en la

introducción de 600 palabras relacionadas con temas cotidianos como el

transporte, la alimentación, etc. Frecuencia: media hora de clases, cinco veces

por semana, utilizando la quinta sesión para la consolidación. Cantidad de

lecciones 100. Finalidad, alcanzar el tercer grado.

México: Programa “Yo puedo hacerlo“. Frecuencia cinco veces por semanas.

Cantidad de lecciones 80. Utiliza los mismos materiales impresos para la radio

y la TV.

Guatemala: Se apoya con el uso de la radio, Se trasmite durante seis meses,

frecuencia diaria. Combina la enseñanza de los analfabetos con la música e

información sobre agricultura, higiene, etc.

Jamaica: Se popularizó la alfabetización por televisión por la utilización de

crucigramas en las clases, dividió los materiales impresos para alumnos de

zonas rurales y zonas urbanas. A pesar de ello fueron los mismos para la radio

y las emisiones de alfatv.

Túnez: Realizó un programa de alfabetización que utilizaba la televisión para

dar los elementos esenciales de las clases , mientras que las consolidaciones

se realizaban a través de la radiodifusión , de esta forma se consolidaba la

instrucción y se revisaba el material presentado en la emisión televisiva. En

este país se diferenció el material de la alfabetización tradicional de los

materiales de alfatv.

Paraguay: Realizó un programa experimental intensivo de alfabetización de

enero a abril de 1971, coordinado con el diario La Tribuna.

Estos estudios han revelado que las campañas de alfabetización que utilizan los medios de

comunicación masiva, sobre todo TV, radio y la prensa, tienen mayor retención de las

matrículas iniciales que las que utilizan formas tradicionales de alfabetización. Estos medios

por sí solos constituyen grandes atractivos para los analfabetos, quienes generalmente

tienen pocas posibilidades de aprovechar los programas presenciales porque emplean la

mayor parte de su tiempo trabajando y dedicados al sustento de la familia. Se considera que

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50

el mérito fundamental de estas experiencias es precisamente utilizar estos medios no solo

en la promoción de las campañas de alfabetización, sino en la impartición de las clases,

teniendo en cuenta todas las posibilidades que ellos ofrecen.

La principal dificultad de estos programas radica en la articulación de todos los

componentes del proceso en el momento que los analfabetos reciben las lecciones de

alfabetización. Como se pudo apreciar en los ejemplos anteriores, no siempre coinciden los

materiales impresos para estos fines, como cartillas, manuales y cuadernos de ejercicios,

con lo que se proyecta en la emisión televisiva. Esto se complica aún más cuando se trata

de combinar las emisiones televisivas con el uso de la radio y la prensa escrita para las

consolidaciones.

Otra dificultad relacionada con la anterior es la utilización de materiales impresos para

campañas presenciales o tradicionales, (donde los maestros o facilitadores imparten clases

todo el tiempo), para las clases televisivas o radiales, sin tener en cuenta los elementos que

intervienen en un programa de este tipo, como la dramaturgia, interrelación de la imagen y el

sonido, los efectos, etc.

Estas emisiones también son recibidas por personas que no necesariamente están

inscritos, lo que se conoce como público indirecto de los programas de alfabetización;

algunos estudios demuestran que el público indirecto supera al público directo. Un ejemplo

lo constituye la campaña de alfabetización por radio, asesorada por Cuba en Haití, donde el

público indirecto alcanzó una cifra de 130 000 participantes. Esta proporción es de 2 a 1 en

Jamaica y Laos, 4 a 1 en la República Popular del Congo, de 5 a 1 en Irán y de 8 a 1 en

Túnez. (UNESCO, 1972:91) El público indirecto que recibe estas emisiones televisivas de

alfatv muchas veces lo conforman familias enteras que visionan juntos la clase de televisión.

Metodológicamente se considera la visualización organizada, seguida por el debate grupal,

más productiva y desarrolladora que la visualización individual. Esto no quiere decir que la

alfabetización por televisión y por radio no sean utilizadas por personas que por su complejo

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51

de ser analfabeto, por barreras culturales o aislamiento físico no puedan asistir a sesiones

ordinarias de alfabetización.

La Cátedra de Alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos del IPLAC ha creado el

Programa de Alfabetización “Yo sí puedo”, que tiene como soporte técnico el uso del video

y la televisión. Este programa se incluye dentro de los métodos compuestos. Se basa en la

combinación de los números y las letras, por lo que se denomina también alfanumérico.

Tiene como antecedente fundamental la campaña cubana de alfabetización, que integró

adecuadamente los métodos sintéticos y analíticos existentes.

El punto de partida del método alfanumérico es el diálogo y la reflexión de un tema de

interés individual o socialmente reconocido. Cuenta con una primera etapa de

adiestramiento, seguida por la enseñanza de la lectoescritura y la consolidación. Esta

división en etapas es de carácter metodológico, porque como sistema de aprendizaje las

etapas se relacionan simultáneamente de forma constante y gradual. La atención se centra

en el aprendizaje de la lectoescritura como eje instrumental para la adquisición de otros

conocimientos, información y desarrollo de la cultura general. (Relys 2003)

Su modo de aplicación puede ser de forma masiva o con carácter selectivo, atendiendo a

necesidades específicas de determinados grupos poblacionales. Puede aplicarse a nivel de

país, estados, departamentos o provincias, municipios o áreas determinadas. Después de

identificada la población meta de analfabetos a alfabetizar se divide entre 10 (cantidad ideal

de analfabetos por ambientes) y eso determina la cantidad de puntos de encuentro o

ambientes y el alcance de la campaña de alfabetización. Existen varios elementos que

intervienen en el programa de alfabetización YO SÍ PUEDO, la clase televisiva como

soporte fundamental, la cartilla, el manual del facilitador y el facilitador. Para integrar estos

componentes se realizan inicialmente las lecciones que conforman la cartilla de

alfabetización, posteriormente se redactan los guiones televisivos con los que se grabarán

las clases televisivas. Estas 65 clases después de ser grabadas se agrupan en

videocasetes que se proyectan en el punto de encuentro.

Page 52: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

52

La distribución del contenido se refleja de la siguiente manera: se dedican cinco clases al

proceso de sensibilización o familiarización y repaso de los números del 0 al 30. Las 55

clases que continúan son de impartición de nuevos contenidos, la enseñanza de la lecto

escritura. Cada cuatro nuevas grafías se desarrolla una clase de consolidación. Las últimas

cinco clases se dedican a la elaboración de párrafos, pequeños mensajes o cartas sencillas,

con el propósito de que el alfabetizando redacte la carta final como muestra de que ya ha

sido alfabetizado.

En la cartilla, que tiene siete páginas, aparecen en la parte superior figuras reconocibles

por el iletrado, que ilustran la letra a estudiar y espacios señalizados para que el

participante ejecute la escritura. Cada letra se corresponde con un número, lo que posibilita

ir de lo conocido (los números) a lo desconocido (la lectura y la escritura). Se comienza por

el estudio de las vocales, después las consonantes, se incluyen sílabas inversas y

cuestiones elementales de ortografía. Al concluir la enseñanza de las vocales y las

consonantes, se introducen combinaciones trilíteras u otros sonidos más complejos. En

cada página aparece un recuadro de las letras y números estudiados durante la semana y

al final un recuadro general de las letras y los números. (Relys, 2003.12)

Los programas de alfabetización asesorados por Cuba están diseñados en tres etapas de

ejecución: exploración, experimentación y generalización. Las mismas tienen un carácter

consecutivo; aunque en la aplicación y atendiendo al contexto del programa, se

superpongan unas a otras, cada una posee un contenido específico que no permite la

eliminación de ninguna de ellas.

a) Exploración o diagnóstico inicial.

Caracterización general del territorio donde se implementará el programa. Se

comienza por la sensibilización y la incorporación de los factores que

intervienen en el programa. Se estudian los antecedentes de programas de

alfabetización, las estadísticas y censos realizados hasta ese momento. Se

Page 53: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

53

realizan visitas de terreno para la captación de los participantes y los

facilitadores. Se organizan las comisiones de trabajo.

Capacitación de las comisiones de trabajo, de los supervisores y de los

facilitadores.

Matrícula y clasificación de los participantes en analfabetos puros,

semianalfabetos y analfabetos discapacitados.

b) Experimentación o pilotaje. En esta etapa, después de realizar el diagnóstico y

organizar el proceso, se selecciona una muestra de no menos de 300 participantes.

Se inicia el programa para estudiar las posibilidades de generalización.

c) Extensión o generalización. Se extiende el programa a todos los territorios

conveniados previamente. Se realizan los actos de graduación y se evalúan sus

resultados de su implementación.

La evaluación del impacto social del programa no debe considerarse como una cuarta etapa,

sino que debe insertarse donde el solicitante considere necesaria su aplicación, ya sea

dentro de las etapas del programa de alfabetización o al culminar el mismo. Este tipo de

evaluación también puede realizarse a corto, mediano y largo plazo, en dependencia de las

condiciones y el contexto donde se desarrolle.

Page 54: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

54

CAPÍTULO 2: VARIABLES, DIMENSIONES E INDICADORES DEL MODELO DE

EVALUACIÓN DE IMPACTO SOCIAL DE LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN.

2.1 La evaluación como componente básico en la dirección de procesos educativos.

La evaluación en su marco más amplio, se refiere a la obtención de información para ser

usada en la formulación de juicios, que permiten la toma de decisiones. A los fines de esta

investigación se entenderá como evaluación “el proceso y resultado de juzgar la valía de un

objeto o fenómeno de la realidad, en sus características esenciales, sus manifestaciones

particulares, su devenir, estado de desarrollo actual y previsible, de acuerdo con criterios de

referencia pertinentes a la naturaleza del propio objeto y a los propósitos que se persigan”.

(González M.2000:16)

La evaluación cumple con determinadas funciones que han sido agrupadas por los autores

atendiendo a varios criterios de selección. Dentro de las clasificaciones más usadas se

encuentran las de González M. (2000), Añorga (1999), Valcárcel (2002), Castro (1995) y

Bhola (1997).

Funciones sociales: que tienen que ver con la certificación del saber, la

acreditación, la selección, la jerarquización, la promoción. Una sociedad

meritocrática competitiva reclama que sus individuos se ordenen por su aproximación

a la “excelencia”. A mayor cercanía, mayor mérito individual. A mayor cantidad o

nivel de los títulos que logra una persona, más vale socialmente.

Función de control: Por la significación social que se le confiere a los resultados de

la evaluación y sus implicaciones en la vida de los educandos, la evaluación es un

instrumento potente para ejercer el poder y la autoridad de unos sobre otros, del

evaluador sobre los evaluados. Las implicaciones han sido ampliamente analizadas y

demostradas por Díaz Barriga, (1994).

Page 55: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

55

Funciones pedagógicas: Bajo este rubro se sitúan diversas y constructivas

funciones de la evaluación que, aunque tratadas con diferentes denominaciones por

diversos autores, coinciden en lo fundamental respecto a sus significados. Entre

ellas se nombran las funciones: orientadora, de diagnóstico, de pronóstico, creadora

del ambiente escolar, de afianzamiento del aprendizaje, de recurso para la

individualización, de retroalimentación, de motivación, de preparación de los

estudiantes para la vida.

Funciones en la organización y gestión de la educación: En tanto sobre la base de los

resultados de la evaluación se establecen las regulaciones de promoción, deserción

docente, repitencia, certificación y demás aspectos que facilitan la organización del trabajo

de las instituciones educativas, y el paso de los estudiantes por diferentes niveles

educativos.

Por lo general, la evaluación aparece asociada a diferentes términos, que empleados

indiscriminadamente pueden desviar el cumplimiento de sus verdaderas funciones, por lo

que es necesario diferenciar entre:

Evaluación y calificación. Un reduccionismo frecuente es la identificación de

la evaluación con la calificación. Esta reducción resulta de ceñir la evaluación

al producto del proceso de enseñanza aprendizaje y del valor que se le

atribuye a la calificación que se expresa en una nota, por sus repercusiones

individuales, institucionales, sociales.

Evaluación y medición. Más que de una polémica entre evaluación y

medición, debería tratarse de las relaciones entre la cualificación y la

cuantificación contenidas en la evaluación. La cualificación hace énfasis en la

descripción y caracterización de los atributos, en su especificidad, su

idiosincrasia. La cuantificación establece relaciones de orden, de medida de

los atributos, para lo que se requiere disponer de unidades de medida más o

menos precisas, más o menos estandarizadas, pero que respondan a la

naturaleza del objeto que se estudia o valora.

Page 56: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

56

Evaluación y supervisión. Generalmente se asocia la supervisión a las

funciones de vigilancia e inspección. Se considera un proceso educativo donde

personas con más experiencia asesoran a quienes llevan menos tiempo

ejerciendo determinadas funciones. Vista de esta manera no debe separarse

del acto evaluativo y debe contribuir al crecimiento individual de supervisores y

supervisados.

Evaluación e investigación: Son dos actividades profesionales diferentes.

Ambos usan diseños de indagación, metodologías, herramientas e

instrumentos similares, pero difieren en el marco de indagación y en los

objetivos de la tarea.

Evaluación y monitoreo. Monitorear significa observar, mirar, controlar y

ajustar. Se asocia con apreciaciones rápidas en forma de evaluaciones breves

de emergencia para investigar causas de problemas presentados en algún

proceso.

En las indagaciones realizadas por la autora se encontraron varias tipologías de

evaluación, en la que se destaca la obra de Valcárcel y Añorga (1999). Para un

mejor estudio pudieran clasificarse de la siguiente manera:

Por su finalidad

(Objetivos)

Formativa: Carácter continuo, aplicación permanente y simultánea al objetivo

Sumativa: (Final) Realizaciones precisas y valorables

Por su extensión Global: Ventaja :Abarca toda la magnitud y totalidad

Desventaja: Su complejidad

Parcial: Puede recoger la valoración de uno o más indicadores o de un mismo

indicador en diferentes niveles de desarrollo o grado de complejidad.

Por los agentes

evaluadores

Interna

Alternativas:

-Autoevaluación: evaluación por el propio evaluado

-Heteroevaluación: distinto de las personas

evaluadas

-Coevaluación: diferentes sectores mutuamente se

evalúan

Page 57: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

57

Externa

-Evaluación institucional

-Evaluación de impacto

-Evaluación de acreditación

Por el momento de

aplicación

Inicial

Continua

Final

También reconocida como sistemática o continua,

parcial y final.

Según la instancia de

referencia

Normativa

Criterial

Personalizante

Por el enfoque En sentido restringido.

Como centro de proceso.

Como exigencia intrínseca del acto educativo.

A los fines del modelo que se construye se pretende que la evaluación sea de tipo formativa,

global, externa, continua, práctica, criterial y por su enfoque aparecerá como coevaluación y

exigencia intrínseca del acto educativo.

En el proceso de evaluación es necesario emplear los “normotipos”, definidos como: “marco

de referencia con que comparamos la información recogida en el proceso de medición”.

Estos se clasifican en los siguientes tipos:

Normotipo estadístico: es la comparación que se establece con respecto a un marco de

referencia.

Normotipo de criterio: la comparación se establece con respecto a un modelo general o a

un marco de referencia externo, que especifica las características que ha de reunir el sujeto

u objeto evaluado para que sea valorado positivamente.

Normotipo individualizado: la comparación se establece utilizando información anterior

sobre el sujeto que evalúa.

Page 58: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

58

Como puede verse cada clase de normotipo posee sus características y usos, que de una

forma u otra siempre están presentes en el proceso de evaluación, en nuestro caso

particular son utilizados en la elaboración de instrumentos para medir las variables que se

proponen.

2.2 Tendencias en los modelos de evaluación. Caracterización de los modelos de

evaluación de los programas de alfabetización para adultos.

Los modelos de evaluación tienen como componentes fundamentales la finalidad científica y

Política, la toma de decisiones, el ámbito o unidad de evaluación, y el rol o papel del

evaluador.

Existen diversas clasificaciones de los modelos de evaluación, una de las cuales utiliza

como criterio básico la conjunción de los distintos aspectos teóricos y metodológicos,

agrupándolos en modelos: “Objetivistas”, “Subjetivistas”, y “Críticos”. Esta agrupación en tres

grandes concepciones responde por un lado a las distintas epistemologías y filosofías de

evaluación y por otro lado, a enfoques metodológicos muy diferentes. Estas tendencias han

sido sistematizadas posteriormente por Añorga y Valcárcel (2000)

Modelos objetivistas: Consideran que la evaluación es la determinación o valor del mérito

de un programa. Los criterios de evaluación son productividad y nivel de eficiencia del

programa. Entre ellos se encuentran los modelos de Tyler y Combrach.

MODELO DE EVALUACIÓN DE TYLER

Page 59: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

59

El modelo de Tyler reconoce por primera vez la necesidad de considerar la evaluación a

partir de los objetivos, que constituyen elementos orientadores del proceso de evaluación, al

corregir el camino real del proceso educativo, en función de lo que se ha planificado. Sin

embargo, evaluar solo a partir de cómo se han alcanzado los objetivos previstos atenta

contra la flexibilidad, la originalidad que tiene el propio proceso educativo y hasta el propio

proceso de evaluación, pues los objetivos se proclaman como únicas referencias para tomar

decisiones, donde no todo comportamiento que sea susceptible a una evaluación puede

medirse de forma rápida, inmediata. Esta evaluación no prevé los posibles efectos o

consecuencias del programa y mucho menos su repercusión social.

MODELO DE CRONBACH

Las evaluaciones, según Cronbach, se realizan a petición de un administrador que contrata

al evaluador en calidad de experto, aplica técnicas de muestreo, valoración y análisis

estadísticos. Desde su posición, el evaluador puede y debe aportar su visión acerca de las

posibilidades del diseño de la evaluación, antes que se produzca la toma de decisiones

políticas, siempre haciendo uso de extremada prudencia con los responsables políticos de la

evaluación, considerando como aspectos claves para una buena evaluación: la conciencia

política, la mentalidad abierta y la buena comunicación establecida por el evaluador.

La epistemología objetivista que subyace en estos modelos requiere:

Que la información evaluativa sea científicamente objetiva.

Se consigue utilizando instrumentos objetivos de recogida de datos (tests,

cuestionarios, etc.).

Que los datos obtenidos sean reproducibles y verificables por otros

profesionales.

Page 60: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

60

Que el análisis de los mismos se lleve a término mediante técnicas estadísticas

que aseguren el rigor científico en las conclusiones.

Si bien existe similitud en los criterios con respecto al concepto y a las funciones que debe

cumplir la evaluación de un programa de los modelos objetivistas, estos presentan

diferencias significativas que responden a una nueva evaluación, producto del desarrollo de

nuevos modelos.

Consideran que la evaluación es la determinación del valor o mérito de un programa. Los

criterios de evaluación son, esencialmente, el grado de productividad y el nivel de eficiencia

del programa Estos modelos se proyectan, en su mayoría, en la toma de decisiones de las

autoridades, bien políticas o académico-científicas

MODELO STUFFLEBEAM

Stufflebeam propone una alternativa diferente a la de Tyler y Crombrach, tanto al concepto

de evaluación como a sus criterios. Su modelo traspasa los marcos de evaluar la realización

de los objetivos previstos, ya que se basa en la medida en que su consecución contribuye a

la satisfacción de las necesidades del "contexto". Este modelo demuestra un estadio

cualitativamente superior a los anteriores.

Page 61: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

61

MODELO SCRIVEN

El modelo sin referencia a objetivos, surge como una fuerte oposición al modelo basado en

objetivos, Scriven propone que el evaluador desconozca deliberadamente los objetivos del

programa. El conocimiento de los objetivos de un programa, particularmente cuando su

éxito se basa en la valoración del grado de su consecución puede obstaculizar la evaluación

de múltiples aspectos. Centrarse en los objetivos identificados en el programa, limita la

evaluación únicamente a los indicadores de estos objetivos.

Modelos subjetivistas: Conciben la evaluación como comprensión y valoración de los

procesos y resultados de un programa educativo. Como ejemplos pueden citarse los

modelos de Stake, Parlett, Hamilton y Mc Donald.

Se desarrollan en torno a la década de los sesenta, coincidiendo con el surgimiento del

paradigma interpretativo en la investigación educativa. Desde esta perspectiva la evaluación

es concebida como la comprensión y valoración de los procesos y resultados de un

programa educativo. La gran diferencia respecto a la perspectiva anterior radica en su

concepción de la realidad y en su forma de entender el conocimiento. El saber es una

creación humana que está vinculada a los valores, creencias y actitudes de quienes están

inmersos en ella.

Los contenidos de la evaluación son los procesos de implementación del programa. La

finalidad es proporcionar información para mejorar la práctica educativa. Su principal interés

es captar la singularidad de las situaciones concretas.

Page 62: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

62

A diferencia de los modelos anteriores, el evaluador, desde esta perspectiva, asume un rol

de cooperación con los participantes e implementadores del programa. De esta forma, el

evaluador proporciona información al propio solicitante del programa, para tomar conciencia

del proceso vivido y ampliar sus conocimientos sobre el mismo.

Dentro de los modelos subjetivistas más representativos se encuentran.

MODELO STAKE

Stake se propone por primera vez establecer la relación funcional existente entre los

resultados esperados y los contingentes, es decir, los casuales, tratando de profundizar en

las relaciones causa efecto. Ello significa algo más que considerar la trascendencia del

programa abarcado en su totalidad, para adentrarse en el estudio de las regularidades que

habrán de determinar los fenómenos contingentes. No sólo se sabe que el programa

necesariamente habrá de tener efectos más amplios que los esperados, sino que se

pretende penetrar, en cierta medida, dentro del reino de lo esperado, aunque solo fuese de

manera global. Sin embargo, la utilización de variables predeterminadas parecía contradecir

estos propósitos.

MODELO PARLETT - HAMILTON

Page 63: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

63

Este modelo implica el estudio intensivo de un programa educativo como un todo, con sus

fundamentos, evaluación, estrategias de aplicación, logros y dificultades, en el contexto

escolar o ambiente de aprendizaje. Sus propósitos son resaltar problemas, cuestiones y

características principales del programa. Esta evaluación se relaciona con la descripción y la

interpretación, no con la medición y el control. Su finalidad es la de describir y comprender

el complejo contexto educativo y no la de manipular y controlar variables.

MODELO McDONALD

Según el autor, los evaluadores no solo viven en el mundo de la política evaluativa, sino que

influyen de hecho en sus cambiantes relaciones de poder. La evaluación proporciona

información que sirve a intereses y valores personales. La elección de los roles, los fines,

audiencias, contenidos y procedimientos para la evaluación configuran evaluaciones muy

diferentes.

Modelos críticos: Enfocan la evaluación como recurso de reflexión crítica de los procesos y

resultados que logra una institución. Su finalidad es transformar la institución frente a las

necesidades individuales y sociales. En esta clasificación pueden ser considerados la

mayoría de los modelos de evaluación utilizados en Cuba para la acreditación de los

programas de maestría y las carreras de la educación superior.

Este modelo concibe la evaluación de forma distinta a las anteriores. Desde esta

perspectiva, la evaluación de un programa es un proceso de recogida de información que

fomenta la reflexión crítica de los procesos y conduce a la toma de decisiones pertinentes de

cada situación específica.

Page 64: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

64

Su escaso desarrollo tanto en lo metodológico, como a nivel teórico, no permite realizar un

estudio tan detallado como los realizados en los modelos anteriores. Los modelos críticos

persiguen la transformación de los destinatarios del programa (individuos, grupos,

comunidades, etc.) Por ello se centran en el análisis crítico de las circunstancias personales,

sociales, políticas y económicas que rodean la propia acción. Este análisis pretende

fundamentar el cambio institucional y comunitario, ya que los cambios individuales de los

participantes del programa serán la base para los cambios más globales.

El contenido básico de la evaluación concurre tanto al proceso por el que se atraviesa para

tomar una decisión, como a las acciones derivadas de tales decisiones, por lo que los

contenidos de la evaluación no podrán ser estáticos y prefijados, sino que se plantearán de

forma abierta y flexible.

El evaluador deberá ayudar a que se manifiesten las auténticas necesidades y

comprometerse en apoyar y recogerlas en dimensiones importantes del programa. Su

posición es de implicación y compromiso. Esto permite el desarrollo de la evaluación y la

planificación de acciones futuras relacionadas con la misma. El evaluador desempeña un

papel fundamental en la dinamización de la propia intervención. El ritmo del programa estará

condicionado por las circunstancias sociales, vivenciales, políticas e históricas de los

participantes, el proceso evaluativo será lento y se desarrollará en la medida que los

participantes lleguen a consensos y posiciones conjuntas de acción.

Modelos de evaluación más utilizados en alfabetización.

Según el estudio realizado por Bhola (1990) los modelos de evaluación más utilizados en la

alfabetización han sido los siguientes (Ver anexo # 4):

1. Modelo orientado por objetivos (de Tyler). Busca hacer comparaciones entre los

resultados esperados y los resultados reales. Se centra en el logro de los objetivos.

2. Modelo de experimentación social. Experimenta con grupos sociales ya existentes. La

sociedad se convierte en laboratorio.

Page 65: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

65

3. Modelo CIPP y la cuadrícula EIPOL. Su propósito es producir información útil para la

toma de decisiones.

4. Las dos caras de la evaluación. Se relaciona directamente con la evaluación de los

efectos en términos de los objetivos establecidos.

5. La evaluación responsiva. No sólo busca recoger informaciones, sino captar el espíritu y

el misterio del fenómeno de estudio; por lo tanto es informal, reiterativa y enfatiza las

descripciones fuertes.

6. Modelo de evaluación discrepante. La tarea consiste en comparar la ejecución con los

estándares para determinar la discrepancia y así poder juzgar el valor o la adecuación

de un objeto.

7. La evaluación transaccional. Se centra en pedir cuentas sobre las responsabilidades, se

pide a los agentes de cambio que se estudien a sí mismos, sus roles, los sistemas en

los cuales se desempeñan los roles y los sistemas más amplios que constituyen el

entorno donde se producen los cambios.

8. La evaluación libre de metas. Busca los efectos reales del programa, los que realmente

hubieran ocurrido, fueran intencionales o no.

9. Los enfoques investigativos. El modelo modus operandi sugerido por Scriven es

también un método investigativo para estudiar relaciones causa - efecto a través del

examen secuencial. Este método reconstruye los procedimientos del historiador, el

detective, el antropólogo y el ingeniero, que apuntan hacia los problemas.

10. La evaluación iluminativa. Aunque retoma el uso de los métodos de muestreo y los

cuestionarios y pruebas estructuradas, los datos cuantitativos de este modelo solo

proporcionan descripciones parciales del fenómeno.

11. La evaluación por expertos. Se afirma que un experto que ha pasado toda su vida en

un campo puede proporcionar evaluaciones mediante el uso sistemático de la

sensibilidad perceptiva, la organización de la experiencia previa y la refinación de ideas

perspicaces o intuiciones que serían imposibles de obtener de otra forma.

12. Modelo de evaluación como defensa. Utiliza procedimientos judiciales para conducir la

evaluación. Es un juicio educativo con participación de un jurado.

13. Modelo de evaluación participativa. Se deciden en forma participativa las metas, los

fines, estándares y herramientas de la evaluación. Cada participante contribuye con

Page 66: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

66

datos personales y, a la vez, recoge parte de los datos. Los juicios se emiten

colectivamente.

14. Modelo de evaluación como estrategia para la evaluación específica. Es un conjunto

vacío que permite seleccionar el modelo apropiado o la combinación adecuada de

modelos y enfoques que se vayan a usar en un programa o estudio evaluativo.

Estos modelos pueden ser agrupados en dos grandes paradigmas o concepciones, que se

resumen en el siguiente cuadro:

Paradigmas de los modelos de evaluación más utilizados en los Programas de

Alfabetización. (BHOLA, 1997)

Racionalista Naturalista

Raíces

Filosóficas

Positivista, Reduccionista, Libre de

valores

Fenomenológico, Holista, Cargado de valores

Orientación

teórica

Somete a prueba la teoría existente.

Relaciones causales

Usa teorías bien fundamentadas. Relaciones

pausibles. Conformación mutua y simultánea

Diseño Experimental o cuasiexperimental,

para asegurar objetividad y validez

Surge y se desarrolla, sin separar a quien conoce

de lo que conoce

Situación de

la evaluación

En el laboratorio o controlada Ecológica en el contexto natural

Muestreo Aleatorio, tamaño predeterminado Propositivo, de élite, especializado. El tamaño se

determina en la marcha, se completa cuando la

información disponible es completa

Orientación

metodológica

Hacia los objetivos , cuantitativa Libre de objetivos, cualitativa. Cargada de

descripciones

Instrumentos Estructurados, frecuentemente

intervencionistas. Se trata que sean

estandarizados e independientes de

los sesgos del evaluador.

Preferencia por datos exactos

No estructurados. Se trata que no perturben la

situación de la evaluación. El evaluador o

investigador se convierte en un recolector y

analista de datos.

Todo conocimiento es aceptable.

Análisis de

datos

Típicamente estadísticos Temáticos, análisis de contenidos de entrevistas,

documentos y observaciones

Page 67: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

67

Informes Estadísticos -analíticos Descriptivo, interpelativo. Típicamente Estudio de

caso.

Naturaleza de

la declaración

de la verdad.

Leyes generalizadas. Resultados

convergentes conducentes a hacer

predicciones. Realidad tangible única.

Intuiciones acerca de variaciones, naturales de los

acontecimientos. Ideas perspicaces Analogías.

Resultados divergentes. Realidades múltiples.

Construcción negociada de la realidad en su

contexto.

Punto fuerte Proporciona buenas estimaciones de

las diferencias, variaciones y

correlaciones cuando las variables,

realmente pueden ser definidas

apropiadamente y pueden

establecerse controles razonables.

Es holísta y humaniza la actividad del evaluador.

Punto débil Busca acomodar las preguntas de

evaluación a los métodos y modos

aceptables. Puede conducir a

preguntas triviales y a obtener

resultados inútiles

El evaluador puede perderse en la complejidad de

la realidad, puede carecer de habilidades

interpersonales y perceptibilidad individual, por lo

que puede terminar haciendo afirmaciones poco

significativas

Valor de la

verdad.

Aplicabilidad.

Consistencia.

Neutralidad.

Validez Interna

Validez externa

Confiabilidad

Objetividad

Credibilidad.

Adecuación.

Verificabilidad.

Confirmabilidad.

2.3 Evaluación de programas

Dentro de los modelos ecológicos con enfoque bio-psico-social se destacan tres tipos de

evaluaciones: a) evaluación del sujeto en su contexto, b) evaluación del contexto, c)

evaluación de programas. A este último tipo de evaluación hace referencia el modelo

propuesto en este trabajo.

El término de evaluación de programas es más acertado que el de valoración de la

intervención, por permitir la utilización de mayor cantidad de modelos. La valoración en este

caso resulta limitada, ya que se asocia a los juicios de valor, que competen generalmente a

los responsables de programas que encargan la evaluación. Constituye una nueva área

Page 68: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

68

evaluativa con gran dimensión de futuro. Aunque los psicólogos han sido predominantes, se

reconoce que para su realización deben participar equipos interprofesionales integrados por

económetras, pedagogos, sociólogos, médicos, etc.,

La evaluación de programas se ha hecho patente desde los setenta, aunque tiene sus

antecedentes en modelos anteriores. Nace en un momento en que el desarrollo social y

cultural en algunos países, sobre todo en occidente, permitía el diseño de políticas dirigidas

al bienestar social. La proliferación de programas demandaba la necesidad de conocer los

resultados y evaluarlos para proyectar futuros trabajos. Desde los inicios se han manejado

criterios de validez, fiabilidad, rentabilidad, mejora, costos, estabilidad e impacto.

Como plantean Fernández Sierra y Santos Guerra (1992), existen diversas razones que

demuestran la necesidad de evaluar los programas, dentro de las que se encuentran:

Económicas: Se utilizan fondos, normalmente públicos, se emplean recursos humanos,

materiales y técnicos que es preciso evaluar y controlar. (Fernández Sierra y Santos Guerra

1992)

Ideológicas: Conviene descubrir la ideología que está en el diseño y ejecución del

programa, a qué obedece su puesta en práctica, por qué se potencia ese programa y no

otro, por qué se estima a determinados grupos sociales o a otros, cuáles son sus fines o su

curriculum oculto etc., que filosofía o móviles subyacen a su ejecución o desarrollo. (Santos

Guerra, 1992)

Políticas: Toda investigación evaluativa interviene en la toma de decisiones. Los

responsables administrativos y políticos deben contar con información veraz y

fundamentada para poder decidir bajo el ámbito de sus responsabilidades. (Santos Guerra,

1992)

Sociales: Análisis de la correspondencia de los objetivos propuestos y las necesidades e

intereses de los grupos sociales. Se analiza cuál es su incidencia y distribución social,

Page 69: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

69

quiénes son los destinatarios y beneficiarios, a quiénes excluyen o quienes lo ejecutan y

gestionan. (Fernández Sierra y Santos Guerra, 1992)

Metodológicas: La forma de poner en práctica los programas, cómo se organizan, cómo se

usan los medios, qué técnicas se emplean, implicación y motivación de los usuarios, etc.

(Fernández Sierra y Santos Guerra, 1992).

Profesionales: Los ejecutores necesitan conocer el alcance y valor de su trabajo. Se

necesita compartir la reflexión sobre la práctica como forma de superación. (Kemmis and Mc

Taggart, 1988; Fernández Sierra y Santos Guerra, 1992).

Éticas: Debe ser capaz de conseguir la participación y el compromiso de los usuarios y

responsables en el análisis crítico y la mejora del programa. (Kemmis and Mc Taggart, 1988;

Fernández Sierra y Santos Guerra, 1992).

Epistemológicas: Evaluar es reflexionar de forma sistemática y fundamentada sobre la

praxis, para aportar explicaciones teóricas para comprender la práctica (Santos Guerra,

1992).

El enfoque predominante en la evaluación de programas es “la evaluación educativa”,

donde la labor de los evaluadores es recoger, organizar y ofrecer datos relevantes para

favorecer el diálogo entre los participantes. Mediante ese análisis e intercambio de

información conseguirán la comprensión del programa. Dicha comprensión posibilitará el

perfeccionamiento de la intervención y el desarrollo integral del programa. La evaluación

cumplirá con su encomienda de dinamizar la vida del programa de intervención social

implicando a los sectores que intervienen sobre ellos, lo que se expresa de la siguiente

manera:

Page 70: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

70

2.4 Evaluación de impacto.

El término evaluación de impacto es reciente respecto a otros tipos de evaluación. Se ha

utilizado mayormente para evaluaciones donde predominen enfoques ecologistas. Por esta

razón es más frecuente encontrarla asociada a programas ambientales. Los resultados

obtenidos han influido en su extrapolación a casi todas las esferas de investigación. En este

caso se hará referencia a la evaluación de impacto de programas educativos.

Para la realización de este trabajo la autora ha seguido la concepción de la Dra. Añorga

Morales acerca de la evaluación del impacto del proceso educativo, por considerarla

integradora y cualitativamente superior respecto a otros enfoques evaluativos. Por su

contenido y resultados recoge dentro de sí el trabajo pedagógico, el aprendizaje y la

evaluación de la calidad.

Se entiende por evaluación de impacto el proceso que mide el grado de transparencia que

tiene la aplicación del objetivo evaluable en el entorno socio económico concreto, con el fin

de valorar su efecto sobre los objetos aplicados y asegurar la selección mejorada de nuevos

objetos de evaluación. (Añorga, 2000).

La evaluación de impacto es la que se realiza considerando el efecto múltiple del objeto

evaluable de la manera más abarcadora posible, esta puede definirse como la toma de

conciencia de la utilidad, del perjuicio o inutilidad que el objeto evaluable pueda generar,

parcial o totalmente, de manera mediata, como resultado de su aplicación. El impacto social

no puede medirse solo en términos de costos, debe conocerse el efecto social. La

Comprensión del programa

Diálogo con los Participantes

Mejora de la intervención

Evaluación

Page 71: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

71

evaluación de impacto no excluye la utilización de otros tipos de evaluación, sino presupone

su utilización de forma estructurada y general. (Ferrer, 2002)

Se necesita evaluar el proceso íntegro, global, evaluando no solo los objetivos, sino también

el "contexto", "proceso", "resultado", "producto", hasta llegar al impacto. (Añorga, 2000).

Este tipo de evaluación traslada el proceso evaluativo de una etapa facto-perceptiva o

descriptiva, a una etapa superior, considerando las características multifactoriales de los

efectos que se obtienen. Esto hace que la evaluación de impacto no pueda sustentarse en

un solo instrumento, por el contrario, ella, en sus interacciones a partir de las condiciones

del entorno donde se desarrolla el objeto evaluado, se convierte en sí misma en un

instrumento de transformación del medio. (Añorga, 2001).

Según la Dra. Añorga Morales (2002), las etapas para la aplicación de la evaluación de

impacto se resumen en:

I Etapa: Conocimiento del efecto de impacto

Análisis de los documentos rectores, (resoluciones programas ramales,

sectoriales territoriales, proyectos).

Entrevistas y encuestas con las direcciones y administraciones de las

estructuras, incluyendo la de la producción y los servicios.

Entrevistas con las direcciones y administraciones empleadoras.

Análisis de prioridades y banco de problemas

II Etapa: Determinación de las posibilidades de la evaluación

Identificación de los efectos transformadores que permitirán la implantación del

objeto.

Determinación de las necesidades que se pretenden satisfacer (diagnóstico).

Evaluabilidad de los programas de los objetos que serán evaluados, para ello,

pueden utilizarse dos formas:

Page 72: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

72

1. Análisis documental y entrevistas a los diseñadores de los Programas.

2. Análisis de los programas de acuerdo con la realidad social.

Precisar las fuentes de información.

Selección de los agentes evaluativos de acuerdo con las partes interesadas.

III Etapa: Delimitación de los objetivos de la evaluación de Impacto.

La tercera etapa considera el papel pronóstico y diagnóstico de la evaluación, a la que se

hizo referencia en el epígrafe anterior, si las etapas que precedieron a esta fueron creando

las condiciones para ello, en esta etapa puede llegarse a declarar los criterios o juicios

valorativos del objeto en cuestión, es decir:

Establecimiento de indicadores.

Determinar aspectos sociales y económicos que se pretenden solucionar,

tiempo necesario para demostrar sus efectos positivos.

Transformaciones o cambios que se esperan, tiempo y lugar, una vez que se

haya implantado el objeto evaluable.

IV Etapa: Diseño de la evaluación de Impacto.

En esta etapa se intenta dar respuesta al cómo, cuándo y dónde se debe aplicar la

evaluación, para ello se hace necesario:

Comprobar si existe correspondencia entre la oferta y la demanda.

Establecimiento de los juicios de valor a partir del análisis de las acciones de

las etapas anteriores, con el sistema de indicadores.

Elaboración de instrumentos y aplicación de prueba de validación.

Determinación de la metodología para el procesamiento de la información.

Análisis y comprobación con las partes interesadas.

Establecimiento del diseño de evaluación de impacto.

Page 73: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

73

V Etapa: Recogida y análisis de la información hasta la elaboración del informe.

Es muy interesante en esta etapa la preparación de los agentes en la aplicación de los

instrumentos para el logro de una eficiente recogida de la información. Las valoraciones

grupales, el debate y discusión constituyen fuentes fundamentales en la emisión de los

juicios de acuerdo a la metodología establecida, determinando en cada momento los

resultados obtenidos. Se deben reflejar los efectos producidos, causas y consecuencias en

cada caso, solución de los problemas y el condicionamiento de nuevos diagnósticos que

superen los objetos evaluados.

Finalmente, la dinámica externa de la evaluación de impacto favorece su carácter sistémico,

participativo, problematizador, desarrollador y transformador de dicho proceso.

La evaluación de impacto se caracteriza por ser:

General y sintética

Abarca el análisis de diversas esferas en el plano espacial y en el plano

temporal

Los efectos esperados pueden constatarse tanto en los usuarios como en el

entorno social.

Se dirige a conocer los efectos esperados o no, positivos o no

Permite conocer la influencia transformadora, incluso no prevista, como

resultado de la aplicación en los usuarios y en el entorno social. Puede ser

positiva o adversa.

Se sirve de un sistema de indicadores que no excluye, sino presupone el uso

de todas las demás formas evaluativas.

Para que exista una evaluación de impacto deben ser considerados

especialmente los efectos positivos deseados.

Como antecedente importante de la evaluación del impacto de la alfabetización se puede

citar el ejemplo mostrado en el Informe de los Grupos A y B PRG 4.32 Reunión de

Page 74: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

74

Reencuentros, 1984. Instituto de la UNESCO para la Educación, Proyecto de Desarrollo de

Técnicas y Procedimientos de Evaluación en Programas de Alfabetización y Post-

alfabetización en el Marco de la Educación Permanente, Hamburgo, junio 24-28, 1985.

En el ejemplo que se muestra a continuación, los agentes de la alfabetización emplean tres

dimensiones del impacto, relacionadas con (1) habilidades alfabetas, (2) funcionalidad y (3)

concientización. Estas dimensiones se evalúan en los ámbitos social, cultural, económico y

político. Se toman como unidades de evaluación a los individuos, los grupos, instituciones y

comunidades.

Dimensiones generales del impacto

Sociocultural Político Económico Ambiental

Lugar del impacto:

Individuos 1 2 3 4

Grupos 5 6 7 8

Instituciones 9 10 11 12

Comunidad/Subcultura 13 14 15 16

El profesor Bhola plantea “Puesto que el impacto de los programas de alfabetización debe

resultar en la forma del aprendizaje de habilidades alfabetas por los estudiantes adultos

¿Qué elementos y componentes de éstas habrá que considerar para poder decir que la

alfabetización o la post-alfabetización han tenido influencia en la vida de las personas y sus

comunidades?” (Bhola, 1990:24)

¿Por qué evaluar el impacto social?

Las consecuencias sociales del analfabetismo justifican la importancia de evaluar no solo

los resultados del aprendizaje, sino el impacto social que producen los programas de

alfabetización en los participantes. Esta afirmación es posible corroborarla, si se tiene en

cuenta que la educación de adultos enfrenta la problemática de que los adultos

Page 75: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

75

desfavorecidos son los que menos se benefician con los programas educativos. En este

sentido los autores reconocen dos grandes categorías de “desheredados de la educación”.

Un primer grupo, asociado a factores económicos, sociales y familiares, por la falta de

derechos elementales, dentro de los que se encuentran:

Los analfabetos, refugiados, prisioneros y enfermos.

Pobres del campo, donde no existen programas educativos de acceso para

todos.

Pobres de las ciudades, peones y obreros semicalificados.

Jóvenes y adultos en paro y carentes de empleo, sin calificación, que no

pueden competir en el mundo del trabajo.

Mujeres pobres, grupos migratorios y étnicos

El segundo grupo, al que pertenecen los minusválidos y disminuidos física o mentalmente,

con necesidades educativas especiales.

Es precisamente en los desheredados de la educación donde los programas de

alfabetización causan mayor impacto social, como vía de disminuir los efectos negativos que

en ellos produce tal status socioeconómico y educativo.

Estos adultos presentan grandes dificultades en el aprendizaje, sienten temor por el cambio,

su primera prioridad es el trabajo y no el estudio, han perdido vocabulario al relacionarse

cada vez menos con las personas que le rodean. Generalmente confunden formación con

“saber algo” y piensan que la educación es un bagaje que se adquiere de una vez para

siempre. Esto hace que posean conocimientos inexactos o parciales y presenten

estereotipos que dan lugar a disonancias cognitivas difíciles de corregir. Estas cuestiones

influyen en que su accionar sea tendiente al individualismo.

Page 76: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

76

La Asociación internacional de Evaluación de Impacto Social considera que esta comprende

los procesos de análisis, seguimiento y gestión de las consecuencias sociales voluntarias e

involuntarias, tanto positivas como negativas, de las intervenciones planeadas (políticas,

programas, planes, proyectos), así como cualquier proceso de cambio social invocado por

dichas intervenciones. Su objetivo primario es producir un entorno biofísico y humano más

sostenible y equitativo. (IAIA, 2004:3)

Dentro de las características más significativas de la evaluación de impacto social se

pueden citar:

Su fin es la generación de un entorno más sostenible y equitativo desde el

punto de vista ecológico, sociocultural y económico. Promueve el desarrollo de

las comunidades y desarrolla el capital social.

Su foco de atención es la estructura proactiva frente al desarrollo y no

solamente mitigar los resultados negativos o involuntarios. Ayuda a maximixar

los resultados positivos.

No se limita a un marco regulatorio, sino que su metodología puede ser

aplicada a amplios espectros de intervenciones planeadas y amplios grupos

de actores.

Contribuye al proceso de gestión adaptativa de políticas, programas, planes y

proyectos, por lo que debe informar el diseño y ejecución de la intervención

planeada.

Debe prestar atención a impactos secundarios y acumulativos.

Para su aplicación es necesario estudiar los impactos sociales precedentes

sobre bases teóricas y prácticas bien fundamentadas.

Page 77: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

77

2.5 Análisis de los resultados de las indagaciones empíricas para la determinación de

las variables, dimensiones e indicadores y los componentes del modelo de evaluación

de impacto de los programas de alfabetización.

En el transcurso de la investigación se emplearon diferentes indagaciones empíricas y

teóricas que permitieron determinar las variables, dimensiones, indicadores y

subindicadores para evaluar el impacto social de los programas de alfabetización. Estos

estudios permitieron en primer lugar agrupar por líneas temáticas todos los aspectos

ofrecidos por los especialistas y las fuentes bibliográficas, sobre todo los relacionados con

cambios significativos en el plano personal y social.

Las indagaciones teóricas se orientaron fundamentalmente a los aspectos siguientes:

1. El análisis documental de:

a) Los modelos de evaluación empleados en la esfera educacional, los modelos de

evaluación de impacto y los modelos de evaluación más utilizados en los procesos de

alfabetización. Este estudio permitió la sistematización de los 14 modelos más

empleados en la evaluación de programas de alfabetización y con ello determinar los

componentes del modelo de evaluación de impacto social de la alfabetización: la

finalidad, el contenido, el papel del evaluador, la toma de decisiones y la unidad de

evaluación. (Ver epígrafe 3.2 del capítulo 3)

b) El estudio de los indicadores empleados por Cuba y los organismos internacionales

en la evaluación de los programas de alfabetización. En este aspecto se tuvo en cuenta

el estudio de caso realizado por la UNESCO en 12 países donde se realizaron

programas de alfabetización y en su informe final se exponen los sistemas de

Page 78: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

78

indicadores empleados para evaluarlos. Se estudiaron también los indicadores

propuestos por Cuba durante la Campaña de Alfabetización de 1961 y que se han ido

perfeccionando hasta la actualidad.

c) Los resultados de la evaluación de la Campaña de Alfabetización de Cuba.

d) El estudio de los Principios de la Asociación Internacional de Evaluación de

Impacto (AIAI)

e) El informe de los asesores cubanos de la Campaña de Alfabetización en Haití sobre

el impacto de la alfabetización por radio en ese país. En el mismo se hace referencia a

aspectos organizativos de cómo realizar la evaluación. Fueron muy significativos los

instrumentos aplicados por los asesores y las instrucciones para su aplicación.

f) La revisión de los informes enviados por coordinadores cubanos y extranjeros al

durante los programas de alfabetización.

g) Los informes de las autoridades extranjeras referentes a la evaluación de la asesoría

cubana en los Programas de Alfabetización.

h) La revisión de las cartas escritas por los alfabetizados en su cartilla de

alfabetización, donde reflejan el agradecimiento hacia el programa y los cambios que se

operan en su actuación.

i) La revisión de artículos periodísticos sobre los programas de alfabetización en los

diferentes países.

j) La opinión oficial de las autoridades comunitarias y gubernamentales, instituciones

y ONGs involucradas en los programas de alfabetización.

Las indagaciones empíricas estuvieron dirigidas al análisis de:

Page 79: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

79

1. Encuestas y entrevistas a los asesores cubanos que han implementado los programas de

alfabetización en otros países. (Ver anexo # 5)

(También se entrevistaron, aunque en menor medida, asesores extranjeros de

alfabetización)

Estos instrumentos estuvieron dirigidos fundamentalmente a indagar sobre:

a) El significado que tiene en el plano personal asesorar un programa de alfabetización.

b) Sobre los cambios más significativos desde el punto de vista individual y social que

observaron en los alfabetizados, su familia y la comunidad.

c) La vía por la que obtuvieron esa información.

d) Si consideran necesario evaluar el impacto social que produce en los participantes

directos e indirectos de los programas de alfabetización.

e) Los indicadores que recomiendan tomar en cuenta para evaluar el impacto social que

causan los programas de alfabetización en los beneficiados.

f) El momento que consideran propicio dentro del programa de alfabetización para

evaluar el impacto social que produce en los participantes directos e indirectos del

mismo.

g) Sugerencias de algún tema al programa, que ayude a los alfabetizados a insertarse

mejor en la sociedad.

Page 80: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

80

2. Constatación de la selección las variables, dimensiones, indicadores y subindicadores :

a) Entrevistas realizadas a :

Alfabetizados de distintos países latinoamericanos participantes durante el 1er.

Congreso Mundial de Alfabetización

Alfabetizados y sus familias en visita realizada al II Congreso Pedagógico

Nacional en la República Bolivariana de Venezuela.

Alfabetizados y sus familias en una visita de evaluación del programa “Green

Light” en Nueva Zelanda

b) Jerarquización de los indicadores y subindicadores para someterlo al criterio de

expertos. Se presentaron en su primera versión a los mismos asesores para que

estos rectificaran, opinaran sobre el orden de prioridades, su integración al modelo y

su parametrización.

c) Aplicación de los instrumentos de manera experimental a los alfabetizados, familias,

líderes y facilitadores en:

Programa de Alfabetización Bilingüe en Nueva Zelanda Green Light (versión del

“Yo, sí puedo” en lengua maorí.

Programa de Atención Integral Educativa en el Estado de Michoacán, México,

que incluye el Programa “Yo, sí puedo”.

Introducción para su aplicación en el sistema de evaluación interna y como

fuente de validación externa en el Programa Apúntate, versión del Programa “Yo,

sí puedo”, en el estado de Puebla en México.

Page 81: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

81

Como resultado de estas acciones se construyó un sistema de variables, dimensiones,

indicadores y subindicadores que se presentan en el siguiente cuadro.

Variables Dimensiones Indicadores Subindicadores

1.1Imagen personal 1.1.1 Apariencia

1.1.2 Estado anímico

1.1.3 Autovaloración

1.2 Disposición para

el cambio

1.2.1 Motivación por el cambio

1.2.2 Confianza en sí mismo

1.2.3Conocimiento de sus necesidades y

posibilidades

1.3 Actitud para

el cambio

1.3.1 Hábitos higiénicos

1.3.2 Hábitos nutricionales

1.3.3 Hábitos de convivencia

1. Actuación

Personal

1.4 Socialización 1.4.1Integración al grupo

1.4.2Movilidad social

1.4.3Niveles de ingreso

2.1 Actitud hacia los

otros

2.1.1Reconocimiento de las diferencias

2.1.2 Nivel de tolerancia

2.1.3 Forma de trato

2.2Actitud hacia la

familia

2.2.1Asunción de nuevos roles

2.2.2Estimulación a la escolarización

2.2.3Participación en la vida comunitaria

2.3Actitud hacia la

comunidad

2.3.1Socialización de sus logros personales y

colectivos

2.3.2 Utilización de los recursos

comunitarios.

2.3.3 Disposición a cooperar

Potenciali-

dades

Personales

(del ámbito

personal)

2. Relaciones

Interpersonales

2.4 Comunicación

interpersonal

2.4.1Habilidades para escuchar e informar.

2.4.2Habilidades para expresión oral y

escrita

2.4.3 Habilidad para la comprensión

Page 82: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

82

3.1 Habilidades

3.1.1 Manuales

3.1.2 Intelectuales

3.1.3 Ocupacionales

3.2 Desarrollo

socio cultural

3.2.1 Uso de documentos con propósitos

cívicos

3.2.2 Interés por la continuidad de estudios

3.2.3 Apreciación de obras artísticas

3.3 Funcionabilidad

3.3.1 Intercambio de correspondencia

3.3.2 Interpretación de planos y búsquedas de

direcciones

3.3.3 Reconocimiento de avisos, señales,

guías informativas, recetas.

3. Actualización

y superación.

3.4 Toma de

decisiones

3.4.1 Búsqueda de información.

3.4.2 Identificación de necesidades

3.4.3 Desarrollo de iniciativas

4.1Organización de

Tareas

4.1.1 Familiares

4.1.2 Comunitarias

4.1.3 Laborales

4.2 Promoción y

producción de

bienes

Comunitarios

4.2.1 Creación de ambientes favorables de

alfabetización

4.2.2 Apoyo a Campañas Masivas de salud,

educación y recreación

4.2.3 Generación de recursos para la

comunidad

4.3 Desarrollo de la

identidad

comunitaria

4.3.1Conservación de tradiciones culturales

4.3.2 Surgimiento de nuevos liderazgos

4.3.3 Movilización de actores comunitarios

Potenciali-

dades

Sociales

(del ámbito

comunitario

)

4. Participación

social

4.4 Influencia en las 4.4.1 Uso racional de los recursos naturales

Page 83: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

83

políticas locales 4.4.2 ¿Aumento de la ruralidad o el

urbanismo?

4.4.3 Educación, salud y empleo

CAPÍTULO 3. MODELO DE EVALUACIÓN DEL IMPACTO SOCIAL DE LOS PROGRAMAS

DE ALFABETIZACIÓN.

3.1 El proceso de modelación.

En los capítulos anteriores se fundamentó teóricamente la concepción de los programas de

alfabetización, así como los aspectos generales de la evaluación. En este capitulo se

concreta el modelo de evaluación del impacto social de la alfabetización, partiendo de los

presupuestos teóricos que lo sustentan y que han permitido determinar las variables,

dimensiones e indicadores hasta llegar a sus componentes fundamentales. En los epígrafes

que conforman el capítulo se hará referencia a todos los elementos que intervienen en la

conformación del modelo:

a) Fundamentación teórica del modelo de evaluación de impacto social de la alfabetización.

b) Los componentes del modelo:

Finalidad (transformar).

Papel del evaluador (compromiso y cooperación).

Contenido (contexto, producto).

Unidad de evaluación (alfabetizados, familia y comunidad).

Toma de decisiones (solicitante –evaluador).

c) Se explicará la dinámica del modelo a través de los elementos generales que lo integran,

además de los componentes:

Page 84: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

84

Encargo social (alfabetización para la socialización).

Programas de alfabetización (ampliado en el epígrafe 2 del capítulo 1).

Variables, dimensiones, indicadores y subindicadores.

Fases de la evaluación de impacto social.

Niveles de la evaluación de impacto social.

Instrumentos de evaluación de impacto social.

Objetivos y cualidades del modelo de impacto social.

En la fundamentación teórica general sobre modelos de evaluación se han tenido en cuenta

las concepciones de los autores cubanos Añorga Morales (1999; Teoría sobre modelos de

evaluación y Modelo de evaluación de impacto), Ferrer Madrazo (2002; Sistematización de

las características de los modelos y sus conceptos) y Bringas Linares (2000; Principios y

dinámica de la modelación). Para la concreción del modelo de evaluación del impacto social

de la alfabetización, la autora realizó el estudio histórico lógico de los modelos de

evaluación más utilizados en la alfabetización, apoyada en la investigación del profesor H.

S. Bhola del UIE de la UNESCO. (Véase anexo 4). Dentro de los resultados más importantes

se pudieron definir autores, papel de la evaluación, finalidad, principales categorías,

contenido, unidad de evaluación, toma de decisiones y papel del evaluador.

La modelación es la actividad dirigida a la adaptación o construcción de modelos. Según se

va desarrollando la modelación, lo que hay de común entre el modelo y el objeto modelado

es transformado, perfeccionado, ajustándose recíprocamente, en busca de nuevas

interpretaciones y manteniéndose siempre una estructura lógica entre estos para que el

proceso que se realice tenga sentido racional. De lo anteriormente expresado se deduce

que una condición fundamental para la modelación es la existencia de una estructura que

favorezca la relación entre el modelo y el objeto modelado, como objetivo de la modelación,

también la presencia de la medida, la forma en que se tratan los elementos, y las relaciones

que se establecen, dadas por la necesidad práctica de la ejecución de la modelación, este

constituye el aspecto práctico de la modelación. (Añorga; citada en Ferrer, 2002).

La modelación como método científico está presente en casi todas las esferas de la

actividad cognoscitiva y transformadora del hombre. Este método está determinado por la

Page 85: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

85

lógica interna del desarrollo de las ciencias y particularmente por la frecuente necesidad de

un reflejo mediatizado de la realidad objetiva. La modelación opera de forma teórico-

práctica, con un objeto, no en forma directa, sino utilizando cierto sistema intermedio

auxiliar, natural o artificial.

En la modelación el modelo actúa como mediador y representante sustituto entre el

investigador y el objeto que se desea modelar, Puede considerarse un procedimiento

gnoseológico que se utiliza para limitar la diversidad en los fenómenos conocidos. Se

necesita para organizar la cantidad de información que llega al sujeto. Si se considera la

información como “diversidad reflejada”, el modelo aparecerá en la relación sujeto-objeto

como retransmisor de información. Estas concepciones permiten agrupar las funciones de

los modelos de evaluación en función sustitutivo-heurística, aproximativa, extrapolativa,

pronóstica y transformadora (Añorga, 1999)

El fundamento objetivo de la modelación lo constituye cierta semejanza del modelo como

eslabón mediato y el objeto sobre el cual se orientan los intereses del sujeto. El

conocimiento parece ser trasladado temporalmente del objeto que interesa, a la

investigación de un “cuasi-objeto” intermedio auxiliar; el modelo. La modelación tiene tres

aspectos: construcción teórica del modelo, elaboración del modelo y la validación de este.

En la investigación que se presenta se analizan los dos primeros aspectos, el tercer aspecto

se trabaja parcialmente.

Los estudios evaluativos han sido reflejados desde diferentes niveles del conocimiento. En

este sentido la literatura consultada trata indistintamente el contenido de estos estudios

como teoría de evaluación, enfoques evaluativos, paradigmas evaluativos y como modelos

de evaluación. La autora considera que existe una teoría de la evaluación tratada desde

distintos enfoques, que se expresa como una de sus variantes a través de modelos de

evaluación, que son agrupados por sus autores en diferentes paradigmas de evaluación.

Page 86: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

86

A pesar de ser escasa la literatura sobre modelos, tratados principalmente desde la

metodología de la investigación, diferentes autores los han conceptualizado. La mayoría

coinciden en que son representaciones simplificadas que expresan datos y relaciones de la

realidad. Los conceptos fundamentales son:

El modelo es una representación simplificada de la realidad que cumple una

función heurística, porque permite descubrir y estudiar nuevas relaciones y

cualidades del objeto. (Pérez, 1996).

Es un tipo peculiar de idealización simbólico-semántica, el modelo es un

sistema representado mentalmente o realizado de forma material, el cual refleja

o reproduce el objeto de investigación, siendo capaz de sustituirlo de manera

que su estudio brinde una nueva información sobre él. (Davidov, 1988)

Un modelo es la construcción que se representa de forma simplificada sobre

una realidad o fenómeno, con la finalidad de limitar algunas de sus variables y

dimensiones, que permite una versión aproximada, a veces intuitiva, que

orienta la estrategia de investigación para la verificación de relaciones entre

variables y que aporta datos para la progresiva elaboración de teorías. (Ferrer,

2002).

El modelo es un instrumento configurador de la práctica que tiene su origen en

una teoría más o menos explícita, que lo sustenta y lo hace viable (Fernández,

1956).

Como modelo de evaluación se entiende el conjunto de información, datos o

principios agrupados de manera verbal o gráfica (a veces de forma

matemática) para representar o describir alguna cosa, idea, condición o

fenómeno. (Bhola, 1997).

Page 87: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

87

El modelo científico es un instrumento de la investigación de carácter material

o teórico, creado por los científicos para reproducir el fenómeno que se está

estudiando, el modelo es una reproducción simplificada de la realidad, que

cumple una función heurística, ya que permite descubrir y estudiar nuevas

relaciones y cualidades del objeto de estudio. (La Nuez, 2002).

Se asume como modelo la representación ideal de un objeto real, que en el plano abstracto

el hombre concibe para caracterizarlo y poder, sobre esa base, darle solución a un problema

planteado, es decir satisfacer una necesidad. (Añorga, 1999; Valcárcel, 2001).

Los modelos en la investigación, según la Dra. Añorga (1999), cumplen con un grupo de

características entre las que se encuentran:

1- Constituyen una reproducción que esquematiza la realidad, permitiendo adentrarse

en su estudio.

2- Debe ser operativo y más fácil de estudiar que el propio fenómeno en sí.

3- Puede agrupar en un mismo fenómeno varios modelos y viceversa, en un mismo

modelo varios fenómenos.

4- Las variables, relaciones y constantes del modelo se interpretan a partir de una

teoría científica.

5- Los modelos se caracterizan generalmente por su provisionalidad, su

adaptabilidad, su optimización, su carácter organizador en el proceso, su utilidad

teórica, investigativa, tecnológica y práctica.

En su tesis doctoral el Dr. Bringas Linares J. (1999) propone los principios en que se debe

sustentar el modelo de evaluación.

Page 88: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

88

Principio de deducción por analogía. Mediante el mismo se pretende

establecer semejanzas entre ciertas facetas, cualidades y componentes del

objeto real y el modelo.

Principio de la consistencia lógica del modelo. Asegura estabilidad,

solidez y fundamentación científica a los elementos teóricos que sustentan

el modelo.

Principio del enfoque sistémico. Posibilita revelar las cualidades

resultantes del objeto de investigación, mediante las relaciones que se

tienen que dar entre los componentes del modelo.

Principio de la simplicidad y la asequibilidad. Sin perder el valor y el

carácter científico, el modelo debe ser comprensible, funcional y operativo.

A partir de esta definición se desprenden cuatro rasgos fundamentales que se

complementan en el Modelo de Evaluación del Impacto Social de los Programas de

Alfabetización:

1. Correspondencia objetiva con el objeto modelado.

2. Capacidad para sustituir el objeto que se conoce en determinadas etapas de la

investigación.

3. Capacidad para ofrecer, en el curso de la investigación, una determinada

información susceptible de comprobación experimental.

4. Existencia de reglas precisas para pasar la información que ofrece el modelo, a la

información sobre el propio objeto modelado.

Page 89: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

89

3.2 Estructura y contenido del modelo de evaluación de impacto social de los

programas de alfabetización.

El modelo de evaluación del impacto social de los programas de alfabetización se sustenta,

desde lo psicológico, en:

1). El enfoque histórico-cultural de L. Vigotsky.

El Modelo de evaluación de impacto social de la alfabetización toma como punto de partida

los conocimientos acumulados por las vivencias de las personas iletradas. Tiene en cuenta

la evaluación de las potencialidades individuales y sociales que estas personas poseen por

sus experiencias, pero que no han podido desarrollar, por no saber leer ni escribir.

Entre los postulados históricos – culturales fundamentales se encuentran:

a) La naturaleza histórico – social del conocimiento humano y más aún de toda la psiquis del

hombre. Los fenómenos psíquicos, entre ellos el conocimiento, son sociales por su origen y

se desarrollan históricamente en función de las condiciones de vida y la actividad social que

se desarrolle (ley dinámica del desarrollo psíquico). Las concepciones de la dialéctica

contextual de Vigotsky (1991), expresan que el conocimiento tiene su origen en la

interacción dialéctica entre el sujeto cognoscente y el objeto, dentro de un contexto histórico-

social del que forma parte el sujeto y que lo determina.

Page 90: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

90

b) El papel de la actividad productiva, transformadora de la naturaleza en la psiquis

humana. Para Vigotsky el problema entre el sujeto y el objeto del conocimiento se resuelve

con el planteamiento interaccionista dialéctico (S—O). A esta interacción de doble dirección

le llama actividad objetal y es en este tipo de actividad donde se materializan y desarrollan

las prácticas histórico-sociales (proceso de producción)

c) El desenvolvimiento de las funciones psíquicas superiores humanas se produce primero

en el plano social interpsicológico, como función compartida entre dos personas, y después

como función intrapsicológica, en el plano interno de cada sujeto.

e) Lo psíquico es la unidad de afecto e intelecto: el hombre actuando como sujeto integral y

concreto a través de sistemas psicológicos. La unidad de lo cognitivo y lo afectivo.

2) Desde la sociología: toma los referentes de Bronfenbrenner (1987), que han servido de

fundamento teórico general para todo lo relacionado con los niveles de actuación de los

individuos en su entorno social. Desde esta concepción, la actuación de los individuos se

proyecta en cuatro niveles:

Microsistema: Compuesto por las relaciones del individuo con otras personas que influyen

en sus entornos más inmediatos. Se empleará para designar el entorno inmediato de los

alfabetizados, específicamente dentro de su familia, amigos y otras personas vinculadas

directamente con ellos. Se expresa en la dimensión de relaciones interpersonales.

Mesosistema: Formado por los microsistemas comunitarios y la conexión entre situaciones

que contienen a personas y grupos y la forma en que se relacionan. Designará el entorno

comunitario de los alfabetizados y su familia con la comunidad y su sistema de relaciones.

Exosistema: Uno o más entornos en los que los individuos no participan directamente, pero

en los que se toman decisiones importantes que les afectan (Legislación laboral,

programación de medios de comunicación, organización del sistema educativo, etc.). Será

Page 91: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

91

empleado cuando se trate la relación de los alfabetizados y su familia en la toma de

decisiones con respecto a las políticas locales.

Macrosistema: Pautas generales que definen y regulan la vida social (ideología y valores

culturales, orden social imperante, claves del contrato social existente etc. Se considerará

este aspecto para relacionar el cumplimiento de las normas sociales vigentes por parte de

los alfabetizados.

En cuanto a los fundamentos de la Sociología de la Educación se toman las consideraciones

de Blanco Pérez (2002), en lo referente a las funciones sociales de la educación, la

socialización e individualización de los individuos, así como las ideas básicas del modelo de

impacto social de Bruce. A. Silvelberg (1993) y Warren (1996).

3) Desde la Pedagogía: Retoma los fundamentos de la pedagogía de adultos,

específicamente de los programas de alfabetización. Canfux (1993), Smelker (1994), Kalman

(1994), Gajardo (1982), Scribner y Cole (1981).

En cuanto a la evaluación se han seguido los fundamentos teóricos de la evaluación de

impacto de los programas educativos, las etapas, componentes y dinámica del modelo

elaborados por Añorga Morales (1999) y sistematizados por Valcárcel (2001, Pérez (2001),

Ferrer (2002) y Bringas (2000).

El modelo que se propone tiene como objetivo evaluar el impacto social que proporcionan

los programas de alfabetización en los alfabetizados con respecto a su familia y la

comunidad como participantes directos e indirectos de los mismos. Los datos resultantes de

la aplicación del modelo deben servir para comprobar en qué medida los neolectores

pueden incorporarse o no a la sociedad en plenitud de facultades. A partir de las variables

potencialidades individuales y sociales se operacionalizaron las dimensiones, indicadores y

subindicadores para ser evaluados. Para su determinación se realizaron indagaciones

empíricas, fundamentalmente encuestas, guía de observación y entrevistas a funcionarios,

asesores, facilitadores e iletrados, su familia y lideres comunitarios.

Page 92: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

92

Cualidades del modelo de evaluación del impacto social de los programas de

alfabetización

1- Vinculación de lo personológico (individual) con lo social, con un enfoque

profundamente humanista. Toma como punto de partida el desarrollo individual de los

alfabetizados, que le permite mejorar sus relaciones familiares e interpersonales e insertarse

socialmente en la comunidad.

2- Es participativo: Involucra a los participantes en la toma de decisiones, en la

determinación de necesidades y el desarrollo de planes de acción. Los participantes

colaboran a través de los instrumentos de evaluación, aportando sugerencias para el

perfeccionamiento de los programas y la evaluación de su impacto social.

3- Funcional: Resulta de fácil aplicación por sus instrumentos y tiempo de aplicación. Se

ajusta a las condiciones y al contexto escogido para su aplicación. Permite a la parte

solicitante, previo convenio con los evaluadores, seleccionar en qué etapas del programa de

alfabetización será aplicado el modelo. También ofrece la posibilidad de seleccionar los

indicadores y subindicadores que serán evaluados.

Variables, dimensiones, indicadores y subindicadores en la dinámica del modelo de

evaluación de impacto social de los programas de alfabetización

Tomando como fuente directa el concepto de evaluación de impacto se concibe la

evaluación del impacto social de la alfabetización como el proceso que mide el efecto

social que producen los programas de alfabetización en los participantes, la familia y la

Page 93: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

93

comunidad a partir del desarrollo de potencialidades personales y sociales de los

alfabetizados.

Se ha determinado la variable Potencialidades individuales del alfabetizado, para

referirse al estado de capacidad, aptitud o disposición para el desarrollo de la actuación

personal y las relaciones interpersonales de los alfabetizados dentro de la familia y la

comunidad. Se pretende abordar desde lo personológico los aspectos referidos al

desarrollo individual del alfabetizado que le permitirán, en dependencia del nivel de impacto

alcanzado, lograr el desarrollo de las potencialidades sociales. Para ello se han tenido en

cuenta las siguientes dimensiones:

Actuación personal. Entendida como el conjunto de acciones de los alfabetizados que

inciden en su imagen, disposición y actitud dirigidas a su socialización. . En las

indagaciones realizadas, fundamentalmente con los asesores que han trabajado

directamente con los alfabetizados, lo que más influye en el rechazo al estudio en los

analfabetos, es su baja autoestima. A pesar de las experiencias, pensamientos y vivencias

acumuladas por ellos a lo largo de su vida, no se valoran lo suficiente y el hecho de no

saber leer y escribir los mantiene con la cabeza y la mirada hacia abajo. En consecuencia,

su actuación se limita a aceptar sumisamente y con resignación todo lo relacionado con su

desarrollo personal y sus relaciones interpersonales. No se preocupan por su imagen y

sienten temor ante el cambio Los programas de alfabetización, cuando propician la

participación, generan cambios que se expresan en su imagen personal, su apariencia., su

estado anímico, la confianza en sí mismo, en la adquisición de nuevos hábitos nutricionales,

higiénicos y de convivencia. Como resultado deben lograr elevar su autoestima y socializar

los resultados de su nueva actuación.

Relaciones interpersonales. Se empleará este término para designar las asociaciones que

establecen los alfabetizados con respecto a su familia, círculo de amistades y la comunidad

en general. Para ello se tendrán en cuenta las habilidades comunicativas adquiridas

durante la alfabetización. Por lo general las sesiones de clases en estos programas se

realizan en grupo, lo que permite que los participantes salgan de sus actividades cotidianas

Page 94: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

94

y comiencen a interactuar con sus compañeros de clases, a conversar de temas diferentes,

a ayudar y ser ayudados por su familia en la realización de las actividades, por lo que

asumen nuevos roles familiares. Estimulan a los miembros de la familia a continuar estudios,

a utilizar mejor los recursos comunitarios. De esta manera socializan los resultados de su

actuación, pueden reconocer las diferencias con respecto a su familia, amigos y otros

miembros de la comunidad, ser más tolerantes y mejorar el trato con los demás.

La variable Potencialidades sociales del alfabetizado se ha empleado para designar el

estado de capacidad, aptitud o disposición para la actualización y la participación social de

los alfabetizados que inciden en su familia y la comunidad. Con esta variable se tratará,

desde lo social, la incorporación o reinserción de los alfabetizados en actividades socio

comunitarias, que comienzan a realizar durante el proceso de enseñanza de la lectoescritura

y después de saber leer y escribir. Para ello se han considerado las siguientes dimensiones:

Superación. Proceso de actualización de los alfabetizados en cuanto a las habilidades y el

desarrollo cultural que incide directamente en la funcionabilidad de sus acciones y en la

toma de decisiones. Concretamente podrá evaluarse como la alfabetización desarrolla las

habilidades ocupacionales, intelectuales y comunicativas en los participantes. La adquisición

de estas habilidades se debe expresar en la posibilidad de buscar informaciones, planos,

direcciones, avisos, señales y la revisión de documentos con fines cívicos y apreciar obras

artísticas. Los nuevos conocimientos deben contribuir a que los resultados de la

alfabetización sean más funcionales y les permita intercambiar correspondencia, llenar sus

propios cuestionarios de empleo y tomar mejores decisiones.

Participación social. Se entenderá como la incorporación e integración de los alfabetizados

y su familia a las actividades y al desarrollo comunitario. Esta dimensión permitirá constatar

en que medida los alfabetizados participan en la organización de tareas familiares,

comunitarias y laborales. También podrá evaluarse su capacidad para promover y producir

bienes comunitarios, cómo favorecen el desarrollo y movilización de nuevos líderes

comunitarios, así como el apoyo a Campañas masivas de salud y educación. Como

consecuencia podrá medirse su influencia en las políticas de desarrollo local.

Page 95: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

95

3.3 El modelo de evaluación de impacto social de los programas de alfabetización.

Los estudios realizados por Cuba, coincidiendo con la UNESCO, han registrado la

evaluación como aspecto deficitario de los programas de alfabetización. Generalmente se

han limitado a medir el dominio de la lectoescritura y el cálculo en los participantes. En

pocos casos se hace referencia a los efectos que producen estos programas y la aplicación

práctica en el plano social que tienen para los alfabetizados. No cabe dudas que aprender

leer y a escribir produce un impacto positivo en las personas que aprenden.

A pesar de ser una constante la problemática de la evaluación en los programas de

alfabetización, no se han tenido en cuenta los efectos que producen estos programas en las

personas alfabetizadas, su familia y la comunidad. Como se ha planteado en los capítulos

anteriores, en las indagaciones realizadas no se han encontrado metodologías ni modelos

que permitan evaluar puntualmente estos efectos sociales. Tampoco se ha localizado un

sistema coherente de variables, dimensiones e indicadores referidos a las potencialidades

sociales e individuales desarrolladas por los alfabetizados a partir del aprendizaje de la

lectoescritura.

El modelo propuesto toma como punto de partida el encargo social de los programas de

alfabetización: la socialización de los participantes. Se expresa en la ampliación de los

límites de la enseñanza de la lectoescritura, la cual debe estar encaminada a la transmisión

de valores, conocimientos y pautas de conducta de la sociedad a los individuos que

formarán parte de ella como miembros sociales activos. El contenido de los programas debe

desarrollar de manera conjunta la instrucción elemental y los mensajes educativos que

permitan el diálogo, la reflexión y la interacción de los alfabetizados con su familia y el resto

de la comunidad, que puedan satisfacer sus necesidades de comunicación y resolver sus

propios problemas. Deben tener como finalidad el logro del impacto entendido como el

proceso que mide el efecto social que producen los programas de alfabetización en

los participantes, la familia y la comunidad a partir del desarrollo de potencialidades

personales y sociales de los alfabetizados.

Page 96: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

96

La proyección socializadora de los procesos alfabetizadores se concreta en los programas

de alfabetización, organizados e implementados por instituciones u organizaciones no

gubernamentales. Los organizadores deben tener en cuenta, desde los inicios, el encargo

social antes mencionado en la planificación y ejecución de estos programas.

Los iletrados poseen conocimientos empíricos heredados y construidos a lo largo de su

vida. Generalmente conocen los significados de acciones que deben realizar, lo que se

traduce en el dominio de contenidos que le permiten interactuar limitadamente con el medio

que le rodea. Esto es lo que se refiere en el modelo propuesto a las potencialidades

individuales y sociales de los alfabetizados, que no se han desarrollado al máximo por no

saber graficar letras y números. Este desarrollo limitado les impide acceder a mejores

empleos, participar en las actividades familiares y sociales, actualizarse y superarse etc. Le

corresponde a los programas de alfabetización desarrollar estas potencialidades en los

participantes.

El conjunto de posibilidades y efectos que producen los programas de alfabetización en los

alfabetizados, su familia y la comunidad, conforman el impacto social de los mismos. En

este sentido el modelo no pretende evaluar el dominio de la lectoescritura, sino el impacto

social de su aplicación. Para la evaluación de las potencialidades se ha diseñado un

sistema de variables, dimensiones, indicadores y subindicadores, que permitirán determinar

los niveles de impacto social que han alcanzado los participantes.

Componentes del modelo

La finalidad: Transformar: Durante y después de su aplicación permite transformar la

concepción de los programas de alfabetización, con la finalidad de mejorar sus contenidos y

lograr la socialización de los participantes. Evaluar de forma coherente y organizada el

efecto social que producen los programas de alfabetización en los alfabetizados, su familia

y la comunidad.

Page 97: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

97

Su contenido: El modelo tendrá como contenido fundamental el contexto y el producto de la

evaluación. A tales efectos se comprende como contexto los componentes personales y

sociales de los alfabetizados. El énfasis fundamental del modelo está dirigido a la

evaluación del producto: el impacto social del programa de alfabetización. La aplicación del

modelo debe dar respuesta a la socialización de los alfabetizados, como debe ser su

superación personal, su participación social, la funcionabilidad de su aprendizaje, su actitud

personal y sus relaciones interpersonales.

Como unidad de evaluación: Se determina como unidad de evaluación a los alfabetizados,

beneficiados directamente con los programas de alfabetización, que reciben el efecto social

inmediato de los mismos. Indirectamente se evalúa este impacto en su familia y la

comunidad, que reciben los efectos de los avances de los alfabetizados.

La toma de decisiones: Les corresponde a los organizadores del programa o instituciones

que apliquen programas de alfabetización, su validación y evaluación. Para ello deben

contar con el apoyo de las autoridades, ejecutores gubernamentales o no gubernamentales,

sobre todo con los líderes comunitarios y facilitadores. Aunque el solicitante del programa,

que generalmente es quien lo financia, tiene un peso importante en las decisiones, se deben

tener en cuenta todos los factores que intervienen directa o indirectamente como ejecutores

del mismo. Las decisiones deben tomar en consideración las críticas y sugerencias de los

alfabetizados.

El papel de la evaluación: La evaluación del impacto social debe contribuir a la

participación colectiva y el compromiso de los participantes, perfeccionar la metodología

para evaluar programas de alfabetización, mejorar la calidad de los procesos de

alfabetización y capacitar personal que se especialice en procesos de evaluación de

programas de alfabetización.

Page 98: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

98

Page 99: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

99

Page 100: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

100

Dinámica y fases del modelo de evaluación de impacto social que se propone.

El modelo que se propone se basa en relaciones contextuales y en las variables especificas

que se van a evaluar, tal como se expresa en la siguiente tabla: Relaciones

esenciales

Referentes Áreas de acción en el modelo

Externo

Interno

Se valoran las demandas sociales de carácter

general y a largo alcance.

Se valoran acciones específicas para obtener los

resultados totales y-o parciales que aseguran la

concreción de las demandas sociales.

Encargo social: Alfabetización para la

socialización

Se concreta en los programas de

alfabetización

Social

individual

Se valora el papel de las personas, sus

relaciones y formas organizativas. Papel

primario de las relaciones intersubjetivas

Se valora al sujeto dotado de conciencia y

voluntad. Papel de los aspectos intrasubjetivos y

la jerarquía de necesidades y motivos.

Potencialidades sociales : Estado de

capacidad, aptitud o disposición para el

desarrollo de la actualización y la

participación social de los alfabetizados

que inciden en su familia y la comunidad

Potencialidades individuales: Estado

de capacidad, aptitud o disposición para

el desarrollo de la actuación personal y

las relaciones interpersonales de los

alfabetizados que inciden en su familia y

la comunidad

Integrable

Diferenciable

Se valora la composición de las partes como un

todo.

Se distinguen los elementos del proceso

conociendo su diversidad.

Relación entre la Alfabetización para la

socialización y la evaluación del impacto

social.

a) Alfabetización para la socialización –

Programas de Alfabetización

b) Programas de alfabetización-

Potencialidades individuales y sociales.

c) Potencialidades individuales y sociales

– evaluación del impacto social.

El modelo dinámico permite evaluar los procesos de cambios sistemáticos en los

alfabetizados. Expresa la forma en que se desarrollará la evaluación, los momentos de su

aplicación y el tiempo disponible para realizarla. Esta dinámica expresa la relación

cambiante que se establece entre los participantes y el medio en que se desempeñan sus

actividades fundamentales, su familia, la comunidad y la sociedad en general.

Page 101: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

101

En la evaluación del impacto social de la alfabetización intervienen varios agentes de

evaluación y se realizará teniendo en cuenta cada uno de los pasos que se expresan en las

seis fases de evaluación:

a) Los especialistas de la evaluación de impacto social de la alfabetización quienes tendrán

entre sus funciones:

Capacitar a los agentes de la evaluación.

Procesar los resultados de la evaluación.

Tomar decisiones en el proceso de evaluación.

b) Los agentes de evaluación que deberán.

Capacitar a los facilitadores para la aplicación de instrumentos a los

alfabetizados, sus familias y los líderes comunitarios.

Aplicar los instrumentos de evaluación a los líderes comunitarios,

representantes de ONGS y representantes gubernamentales a nivel local,

regional o nacional.

c) Los facilitadores:

Aplicarán los instrumentos de evaluación a los alfabetizados y su familia.

Especialistas Agentes de facilitadores alfabetizados

en evaluación evaluación Líderes

de impacto representantes

de ONGs

La capacitación a los agentes de evaluación se realizará mediante un curso como se

muestra en el anexo # 5.

Page 102: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

102

Fases de la evaluación del impacto social de la alfabetización.

La división de la evaluación del impacto en seis fases responde en primer término a

cuestiones metodológicas para la organización del proceso. La dinámica en la aplicación del

modelo presupone que dentro de una fase se geste la otra o se desarrollen

simultáneamente, en dependencia del tiempo que se disponga para la ejecución de la

evaluación.

Como aspecto importante se debe involucrar a los participantes directos, como las

instituciones y organizaciones, con los agentes de evaluación en la planificación y ejecución

de la evaluación. Pudieran estar representados en la comisión de evaluación líderes

comunitarios y gubernamentales (las alcaldías y las prefecturas), como también

representantes de la ONGs, de instituciones religiosas etc.

El solicitante de la evaluación deberá establecer, previo acuerdo con los especialistas de la

evaluación, la forma en que se aplicarán las distintas fases del modelo, los lugares donde se

aplicarán los instrumentos y la forma en que se procesará la información, También se

seleccionarán las dimensiones, indicadores y subindicadores que serán evaluados y en qué

etapa del programa de alfabetización se evaluará el impacto social.

Fase 1: Caracterización del efecto de impacto social.

En esta fase el equipo de especialistas estudia toda la documentación relacionada con el

objeto de la evaluación. Se concreta la información necesaria para la caracterización

socioeconómica y educativa del territorio donde se aplicará la evaluación. Comienza el

diagnóstico de las condiciones objetivas para la ejecución de la evaluación, que incluyen:

Estudio de los antecedentes de programas de alfabetización y procesos de

evaluación en el territorio seleccionado.

Análisis de la documentación oficial del territorio.

Caracterización sociodemográfica del territorio.

Caracterización del sistema educacional y de la población alfabetizada.

Page 103: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

103

Fase 2: Sensibilización y capacitación de los implicados.

En esta fase se realizan reuniones con todas las personas, organismos e instituciones que

estarán relacionadas directa o indirectamente con la evaluación del impacto social. En este

momento se planifica y organiza la evaluación para lograr el compromiso de cooperación de

los participantes, lo que incluye:

Reunión de información, convenio y asignación de responsabilidades con los

solicitante de la evaluación, las autoridades y participantes en la evaluación

Entrevista con los participantes, las autoridades y los solicitantes.

Aseguramiento de recursos materiales y humanos.

Creación de grupos de trabajo.

Establecimiento de cronogramas de trabajo.

Capacitación de los grupos de trabajo.

Fase 3: Delimitación de las posibilidades de evaluación de impacto social.

Comienza a operacionalizarse la evaluación. Se solucionan las dificultades que interfieren

en la ejecución de la evaluación. Se perfilan los aspectos a evaluar y se contextualizan las

expectativas y las metas de la evaluación, lo que incluye:

Identificación y solución de barreras para la evaluación del impacto.

Selección de las muestras.

Determinación de dimensiones e indicadores que se van a evaluar.

Determinación de los cambios que se esperan obtener, tiempo y lugar, una vez

implantado el objeto evaluable.

Identificación de los efectos transformadores en los alfabetizados.

Fase 4: Ejecución de la evaluación del impacto social.

Se realiza el trabajo de terreno. Se reproducen y distribuyen los instrumentos de evaluación.

Se crean los mecanismos de recepción y entrega de la información. Se preparan las

condiciones para realizar el procesamiento de los datos, lo que incluye:

Page 104: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

104

Aplicación de instrumentos de evaluación.

Determinación de la metodología para procesar la información de los

resultados.

Fase 5: Análisis de los resultados.

Se recolecta toda la información obtenida del trabajo de los facilitadores y de los

especialistas para ser procesada mediante la base de datos. Esto significa:

Recogida de la información.

Procesamiento de datos.

Preparación de la socialización de los resultados.

Fase 6: Socialización de los resultados.

En esta fase se presentan los resultados a los solicitantes del proyecto. Se estudian las

principales dificultades en el proceso de evaluación para darle solución, que incluye:

Presentación de los resultados

Análisis de los problemas en la aplicación de la evaluación.

Recapitulación de dimensiones, indicadores e instrumentos.

Organización para la continuidad de la evaluación.

Page 105: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

105

PR

OG R A M

AS

AL

FA

B E T I Z A CI Ó

N

Fasesde la Evaluaciónde Impac

toSo

cial

Explo

raciónoDiagnóstico Inicial

Extensióno

Generalización Experimentaci

óno

Pil o

taje

FASE2

POTENCIALIDADESSOCIALES

ACTUALIZACIÓNSUPERACIÓN

ACTUACIÓNPERSONAL

RELACIONESINTERPERSONALES

PARTICIPACIÓNSOCIAL

POTENCIALIDADESPERSONALES

FASE3

FASE1

FASE4

FASE5

FASE6

Page 106: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

106

Normotipos e instrumentos empleados en la evaluación de impacto social de la

alfabetización

Para evaluar los efectos que produce la alfabetización en los participantes se han diseñado

varios instrumentos de evaluación, dentro de los que se encuentran: la guía de observación,

los cuestionarios de entrevistas y las guías para la revisión documental. Todos los

instrumentos serán elaborados y procesados por los especialistas. Los facilitadores serán

capacitados como agentes de evaluación a través del Seminario de capacitación y

ejecutarán la evaluación, esencialmente la que esté directamente relacionada con los

participantes y su familia. En el caso de los líderes comunitarios y gubernamentales, así

como los representantes de las ONGs, serán directamente entrevistados por los

especialistas, que serán agrupados en la comisión de evaluación.

A) La guía de observación tendrá como objetivo fundamental evaluar el desarrollo de las

potencialidades individuales y sociales. Los aspectos esenciales que serán observados

responden a cada una de las dimensiones del impacto social (ver anexo 7). Esto incluye:

Si el alfabetizado se preocupa por su imagen personal.

Lo que el alfabetizado trasmite como expresión de su estado de ánimo.

La forma en que manifiesta su actitud hacia la familia, el grupo y la comunidad.

La forma en que se manifiesta su actualización y superación personal.

B) Los cuestionarios empleados para la entrevistas se aplicarán a los participantes, su

familia, líderes comunitarios y gubernamentales y representantes de las ONGs. El objetivo

fundamental será conocer los cambios ocurridos en los participantes en cuanto a su imagen,

disposición para el cambio, relaciones interpersonales, superación y actualización y la

participación social.

C) Revisión documental. Serán revisadas las cartas redactadas por los alfabetizados en la

parte final de la cartilla. En las cartas se les pide a los participantes que expresen el

significado que tiene para ellos haber aprendido a leer y a escribir. Generalmente expresan

Page 107: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

107

en ellas su agradecimiento a aquellas personas o instituciones que han contribuido con sus

éxitos en la alfabetización. Los especialistas extraerán de esas cartas elementos que

expresen cambios en la actuación y el pensamiento de los participantes, empleando como

guía el sistema de variables, dimensiones, indicadores y subindicadores del modelo.

El procesamiento de los datos obtenidos en la aplicación de los instrumentos permitirá

determinar los niveles de impacto social clasificados en muy alto, alto, medio, bajo y muy

bajo.

La experiencia acumulada en la implementación de los programas de alfabetización,

confirma que en la mayoría de los casos se producen cambios en los participantes directos e

indirectos de los programas de alfabetización. Su aplicación impacta en la conducta, las

motivaciones, la voluntad, la participación y la socialización de los resultados de su

actuación. Aún cundo el impacto social sea muy bajo, se han producido cambios positivos en

los participantes.

Los niveles de impacto social serán determinados tanto a nivel de los subindicadores de

forma independiente y funcionan con igual medida para todas las dimensiones, indicadores

y subindicadores, como a nivel de todo el programa. La evaluación se realizará bajo el

supuesto de que los programas de alfabetización, por lo general, producen cambios

positivos en los participantes, aunque sea en menor escala Los instrumentos empleados en

la determinación de los indicadores y del modelo permitieron comprobar que los cambios

mencionados pueden ser positivos, negativos e incluso existen casos donde no se

manifiesta el cambio. La evaluación no excluye la posibilidad de estudiar los casos donde

los cambios son negativos y donde no se manifiesten cambios significativos, lo que se

refiere a aquellos sujetos que por determinadas razones no puedan socializar lo que han

aprendido y que pudieran convertirse en analfabetos por desuso o semianalfabetos.

Page 108: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

108

Los niveles de evaluación de impacto social se clasifican en:

Nivel 1: Impacto social muy alto: Expresa cambios positivos entre el 100 y el 81% de los

subindicadores. Mantiene total disposición en cuanto a la participación y la cooperación,

independiente de las dificultades. Ha mejorado notablemente su imagen personal, mantiene

alta disposición por el cambio. Se pueden observar a simple vista las transformaciones

ocurridas en el plano personal y social de los participantes. Expresa alto grado de

satisfacción por la socialización de sus logros personales. Sus relaciones interpersonales,

potencialidades individuales y sociales se han desarrollado en su máxima expresión.

Mantiene alto grado de interacción en el entorno socio comunitario.

Nivel 2: Impacto social alto: Expresa cambios positivos entre el 80 y el 61% de los

subindicadores. Mantiene disposición al cambio en dependencia con las dificultades que se

presenten durante el programa de alfabetización. Hace más funcional su aprendizaje. Ha

mejorado su actuación personal, su participación social y sus relaciones interpersonales.

Nivel 3: Impacto social medio. Expresa cambios positivos entre el 60 y el 41% de los

subindicadores. Mantiene disposición a su conveniencia en cuanto a la participación y la

cooperación, siempre que no exista ninguna dificultad en el transcurso del proceso.

Nivel 4: Impacto social bajo. Expresa cambios positivos entre el 40 y el 21% de los

subindicadores. Mantiene baja disposición en cuanto a la participación y cooperación,

siempre que no exista ninguna dificultad en el transcurso del proceso.

Nivel 5: Impacto social muy bajo. Expresa cambios positivos entre el 20 y el 1% de los

subindicadores. Se mantiene sin efectos notables de impacto. La participación y la

cooperación son poco perceptibles.

Page 109: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

109

3.4 Análisis de los resultados de la consulta a expertos sobre la validez y viabilidad de

la propuesta preliminar del modelo de evaluación de impacto social de un programa

de alfabetización para adultos.

Como parte de la investigación, se realizó la validación del modelo de evaluación de impacto

social de los programas de alfabetización. El mismo pasó por el consenso de un conjunto de

expertos, seleccionados dentro de investigadores que tuvieran en su experiencia proyectos

e investigaciones relacionadas con los programas de alfabetización, la educación de adultos

y la evaluación de impacto de programas educativos.

La consulta a expertos procesada a través del método Delphi, según Murray Sigels (s/f), es

un método de la estadística no paramétrica, posee carácter anónimo y en una de sus

variantes se utiliza como indagación de constitución teórica de modelos propuestos, tal es el

caso en que se utiliza la consulta a expertos en esta investigación.

Se consideró como referencia el nivel de confiabilidad del modelo propuesto, con un margen

de error de 00.1. Los indicadores para valorar el grado de confiabilidad del modelo de

evaluación del impacto social de los programas de alfabetización son los siguientes:

1. Estructura del modelo.

2. Potencialidades del sujeto que se alfabetiza.

3. Características y componentes del modelo.

4. Parametrización de la evaluación de impacto

Los indicadores anteriores fueron operacionalizados en 13 tópicos o incisos que conforman

el aspecto número 3 del cuestionario aplicado a expertos (Ver anexo #12)

Las valoraciones de los expertos se parametrizaron en 5 normotipos, que se convierten en

puntos de corte de los distintos indicadores utilizados en el cuestionario considerados como:

Muy adecuado MA, Bastante adecuado BA, Adecuado A, Poco adecuado PA, Inadecuado I.

Page 110: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

110

Después de procesar los aspectos 1y 2 del cuestionario se pudo conocer que de los 25

expertos propuestos, obtuvieron en el autodiagnóstico coeficiente de competencia medio

alto 20, los que fueron considerados en el análisis del resto del cuestionario (Ver anexos 12)

Después de analizar las tablas de frecuencia acumulativas, sumativa y relativa (Ver anexos)

se identificaron las imágenes de la tabla de distribución normal estándar, obteniendo los

resultados que se muestran a continuación.

El modelo de evaluación de impacto social de los `programas que aplica Cuba en otros

países fue valorado por los expertos con un nivel de significación de -0,0923 como muy

adecuado. (Ítem 1 de la encuesta)

Los ítems 2 y 3, referentes a las fases del modelo y su relación con las etapas del programa

de alfabetización, fueron valorados como muy adecuados en un nivel de significación de-

0,1803 y -0,8723 respectivamente.

Se completa la valoración sobre la estructura del modelo de evaluación con el análisis de los

incisos 5,7 y 10 referidos a las variables, dimensiones, indicadores, subindicadores y los

instrumentos empleados que fueron valorados en los 3 casos por los expertos como muy

adecuados.(ver anexo 12)

Dirigido a valorar las potencialidades sociales e individuales, se elaboraron los incisos 4y 8

del cuestionario, obteniendo, niveles de significación de -0,0923 y 0,4317, ambos niveles

posibilitaron que la valoración ante los puntos de corte fuera muy adecuada.

La preocupación de la autora acerca de los sujetos vinculados con la aplicación del modelo,

su preparación y los niveles en que se pretendía ubicar el impacto social, fue objeto de

análisis a través de los tópicos 6,11 y 13, todos ellos valorados por los expertos como muy

adecuados.

Page 111: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

111

Finalmente el carácter transformador, funcional y participativo de la forma de medir los

efectos del programa de alfabetización fue valorado como muy adecuado por los expertos en

el cuestionario, con un nivel de significación de – 0,0923.

Las preguntas abiertas recogidas en el aspecto 4 del cuestionario en la primera y única

vuelta de la aplicación de la consulta a expertos, no permitieron recopilar elementos

significativos que modificaran la estructura, los actores sociales involucrados o los

elementos utilizados como indicadores o niveles de evaluación de impacto. Solo se hacen

recomendaciones relacionadas con la revisión de determinados indicadores que se tendrán

en cuenta con posterioridad durante la aplicación del modelo y la preparación de los

agentes de evaluación.

Page 112: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

112

CONCLUSIONES

1. El analfabetismo es un fenómeno multicausal, asociado a diversos factores

económicos, sociológicos, políticos. religiosos, culturales y étnicos. Los programas de

alfabetización constituyen una de las vías más importantes para disminuir los índices

actuales de 870 millones de analfabetos a nivel mundial.

2. La evolución histórica de los programas de alfabetización ha transitado por

concepciones pragmáticas, desde la alfabetización fundamental hasta la

alfabetización para el desarrollo. La proyección socializadora de los programas de

alfabetización sustenta la propuesta del modelo que se propone.

3. En la evaluación de la alfabetización han predominado enfoques y modelos

tradicionales. La socialización de los alfabetizados requiere de nuevas formas

evaluativas, en correspondencia con el desarrollo de potencialidades individuales y

sociales de los neolectores para insertarse de manera creadora y activa en la

sociedad.

4. El modelo de evaluación del impacto social contribuirá a perfeccionar los núcleos

temáticos de los programas de alfabetización, encaminados en lo esencial a la

socialización de los participantes. El mismo expresa las relaciones esenciales entre

sus componentes, las variables, dimensiones e indicadores que aseguran una

evaluación objetiva y científicamente fundamentada del impacto social de los

programas de alfabetización.

5. En el modelo se establecen relaciones teóricas, filosóficas, funcionales y

conceptuales que permiten su aplicación en distintos entornos socio-económicos,

lingüísticos y culturales, lo que le confiere un valor práctico expresado en las

posibilidades de generalización.

Page 113: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

113

RECOMENDACIONES

1. Validar el modelo de evaluación del impacto social de la alfabetización para el

perfeccionamiento de las formas evaluativas predominantes en la actualidad

2. Socializar los resultados de la investigación, a través de cursos de capacitación,

talleres, seminarios y publicaciones dirigidas a todas las personas relacionadas con

la alfabetización y la evaluación de sus resultados.

3. A partir del estudio del impacto social, se deben derivar nuevos objetos de estudio de

los programas de alfabetización relacionados con planes de estudio y modalidades de

clases de alfabetización.

4. Valorar por las instancias correspondientes, la generalización e instrumentación del

modelo de evaluación de impacto social, en otras modalidades de programas de

alfabetización.

5. Profundizar el estudio de las potencialidades individuales y sociales que deben

desarrollar los programas de alfabetización en los participantes.

Page 114: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

114

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Estrategias y metodologías para establecer la calidad de las acciones educativas

en el marco de los procesos de desarrollo. CREFAL. México

Page 125: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

125

ANEXO # 1

VISIÓN HORIZONTAL. CAPÍTULO 1

Indagaciones Preguntas

científicas

Tareas de

investigación E M T

Capítulos y epígrafes.

Capítulo 1. Los programas de

alfabetización.

1.1- El analfabetismo como problema

social.

1.2 - Analfabetismo funcional y el mundo

del trabajo.

1.3 - Los programas de alfabetización en

el contexto de la educación de adultos.

¿Qué

referentes

teóricos

sustentan los

programas de

alfabetización y

su evaluación?

Determinación

de los

referentes

teóricos que

sustentan los

programas de

alfabetización y

su evaluación.

Análisis

documental.

Análisis

histórico

lógico.

Enfoque

de sistema.

1.4 - Una visión histórica de la evolución

de la alfabetización.

Page 126: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

126

ANEXO # 1.1

VISIÓN HORIZONTAL. CAPÍTULO 2

Indagaciones Preguntas

científicas

Tareas de

investigació

n E M T

Capítulos y epígrafes.

Capítulo 2. Componentes

variables, indicadores

del modelo de evaluación

de impacto social de la

alfabetización.

2.1 La evaluación como

componente básico en la

dirección de procesos

educativos. Tipos de

evaluación

2.2 Tendencias en los

modelos de evaluación.

Modelos de evaluación

utilizados en la

alfabetización.

2.3 Evaluación de

programas.

2.4 Evaluación de

impacto.

¿Qué

indicadores

identifican la

evaluación

del

Impacto

social de los

programas

de

alfabetiza-

ción?

Identificación

de los

indicadores

de evaluación

de Impacto

social de los

programas

de

alfabetización

Entrevista

s

Encuesta

s

Análisis

documen

-tal

Enfoque

de

sistema

2.5 Análisis de los

resultados de las

indagaciones empíricas

para la determinación de

las dimensiones e

indicadores del impacto

social de un programa de

Page 127: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

127

alfabetización para

adultos

ANEXO # 1.2

VISIÓN HORIZONTAL. CAPÍTULO 3

Indagaciones Preguntas

científicas

Tareas de

investigación E M T

Capítulos y

epígrafes.

Capítulo 3 Modelo

de evaluación del

impacto social de la

alfabetización

3.1Estructura y

contenido del modelo

de evaluación del

impacto social de la

alfabetización.

3.2 Modelo de

evaluación del

impacto social de la

alfabetización.

¿Cuál es

la

estructura

de un

modelo de

evaluación

del impacto

social

de los

programas

de

alfabetiza-

ción?

Diseño de la

estructura del

Modelo de

evaluación

del impacto

social de la

alfabetización

Encuestas

Entrevistas.

Observació

n

Encuesta a

20 expertos

Delph

i

Modelación

Análisis

documental

Enfoque de

sistema

Sistema-

tización

3.3 Análisis de los

resultados de la

consulta de expertos

sobre la validez y

viabilidad de la

propuesta del modelo

de evaluación de

Page 128: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

128

impacto social de un

programa de

alfabetización para

adultos.

ANEXO # 2.

MÉTODOS DE ALFABETIZACIÓN

Clasificación Definición Punto de partida

Alfabético o deletreo El alfabeto.

Método Silábico Las sílabas

Métodos

sintéticos

Método fonético El fonema

Método de lectura José

Jacotot

Método de Palabra La palabra

Método de frases La frase

Método de oraciones La oración

Métodos

analíticos

Método de Historias ,Cuentos

y Leyendas

Historias ,Cuentos y Leyendas

Método Psicosocial Comprensión dialógica Métodos

Compuestos Método Global o Compuesto

Alfanumérico “Yo sí puedo “

Reflexión acerca de un tema de interés

Page 129: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

129

ANEXOS # 3.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA. Clasificación de Añorga (2000), Valcárcel (2000), Solórzano (2005)

Años Características fundamentales

Finales de siglo XIX

.Principios del XX

Se relaciona la evaluación con el proceso industrial. Los centros educativos toman ideología,

metodología y terminología relacionada con el proceso productivo. Se destacan en

Norteamérica Horace Mann (1845), Joseph Rice (1887) y Farol (1916). Casanova 1997

Década del 30 Ralp Tyler propone el término de “Evaluación Educacional”, se inicia una producción

sistemática sobre la evaluación y se renueva la visión que hasta entonces se tenía del

currículo.

Década del 40 A finales de los años cuarenta e inicio de la década de los cincuenta se dedicaron a desarrollar

tests de aptitudes y a adquirir recursos evaluativos.

Década del 50 Combrach introduce la evaluación de proyectos y currículos, a partir d insertar los términos

“utilidad” y “relevancia”. . Se evidencia un movimiento crítico, que propone reconceptualizar el

concepto de evaluación, desarrollando nuevas propuestas y nuevos modelos evaluativos.

Década del 60 Se generalizan estos modelos diferentes a los anteriores con los trabajos de Glaser, Eisner,

Sohpan, M. S. Scriven (1967), Stake (1967), D. L. Stufflebeam (1967, 1971), este último

incluye el término “normotipo”. El interés se desplaza al proceso y no solo importan los

resultados. Estos trabajos trascienden el campo de la evaluación del aprendizaje propiamente,

pero no lo excluye. W. Cook (1966) utilizó el método de análisis sistemático para evaluar

los programas.

Page 130: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

130

Década del 70 Se destacan Combrach, Scriven, Stuflebean La comunidad evaluativa educacional se esfuerza

por evaluar los nuevos programas. La evaluación se convierte en una industria y en una

profesión. Comienza la publicación de libros, monografías, intercambios profesionales

con expertos en esta temática, en lo relacionado con programas educativos. D. J.

Cronbrach, aconseja hacer evaluaciones, basadas en comparaciones de los resultados

obtenidos en los tests tipificados, realizado por los grupos de experimento y de control.

Década del 80 Se crea el JOINT COMMITTEE, (1981) formado por doce organizaciones para revisar las

normas de programas educativos, proyectos, materiales, publicando las mismas para facilitar

su uso las que mantienen su vigencia. Ellas son: Normas de utilidad: Normas de viabilidad:

Normas de honradez y transparencia Las normas de precisión

Década del 90

Principios del S XXI

Se perfecciona la metaevaluación. Se profundiza en la evaluación de programas y proyectos

educativos. Se perfilan los estudios evaluativos hacia la calidad total y la evaluación de

impacto.

Page 131: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

131

Modelos de

evaluación

Finalidad Contenido Unidad de

evaluación

Toma de

decisiones

Papel de

evaluador

Modelo Orientado

por objetivos

(Ralp Tyler)

Prescribir productos Sujetos Autoridad Externo

Experimentación

social

Prescribir Contexto

proceso

Sujeto

sociedad

Autoridad Externo

Modelo CIPP y la

red EIPOL

(Dave Stuflebean)

Producir

información

Contexto

insumos

Proceso

producto

Sujetos centros e

instituciones

Contrato

Evaluadores

Solicitante

Cooperación

Modelos de las dos

caras

Evaluación

(Robert Stake)

Recoger

información

Proceso

Insumos

productos

Contrato y

evaluador

Autoridad Externo

Evaluación

Responsiva

(Robert

Stake)

Recoger

información

Proceso

instituciones

Sujeto

Autoridad

Externo

Modelo de la

discrepancias

(Malcon

Provus)

describir Proceso

producto

Instituciones

Sujetos

Autoridad

Externo

interno

Evaluación

Transaccional

(Robert Rippey)

Determinar

responsabilidades

Proceso

Sujetos Autoridad

interno

Evaluación Libre de

metas

(Michel

Scriven)

Prescribir productos Sujetos Autoridad Externo

Enfoques

investigativos de la

evaluación

(Jack D Douglas)

Producir

Información

Contexto

Solicitantes

Sujetos

Instituciones

Autoridad

Cooperación

Evaluación

iluminativa

(Parlet Hamilton)

Describir

interpretar

Contexto

Proceso

Centros

instituciones

Contrato evaluador

y solicitante

externo

ANEXO # 4 MODELOS DE EVALUACIÓN MÁS UTILIZADOS EN LA

Page 132: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

132

(CONTINUACIÓN)

Evaluación por

Expertos

(Elliot Eisner)

Validación de

la información

Producto y

procesos

Sujetos Evaluador Externo

El modelo de

evaluación

como defensa

Prescribir Procesos

producto

Sujetos

Solicitantes

Autoridad Externo

Evaluación de

la participación

Transformar Contexto

Proceso

Sujetos Sujetos Cooperación

Evaluación

(3-s)

Suministrar

información

Contexto

Insumo

Proceso

producto

Instituciones

Participantes

Evaluador Interno

Modelo de

evaluación

del impacto

social de la

alfabetización

Transformació

n

Contexto

producto

Alfabetizado

Familia

Comunidad.

Solicitante

Evaluador

Implicación

Page 133: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

133

ANEXO # 5.

PROPUESTA DE SEMINARIO DE PREPARACIÓN PARA EVALUADORES DEL MODELO

DE EVALUACIÓN DEL IMPACTO SOCIAL DE LOS PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN

(RESUMEN).

TÍTULO: Modelo de evaluación del impacto social de los programas de alfabetización.

FORMA ORGANIZATIVA: Seminario de capacitación.

OBJETIVO: Preparar a los evaluadores para la aplicación del modelo de evaluación del

impacto social de los programas de alfabetización

DURACIÓN: 12 horas / clases.

MODALIDAD: presencial.

PARTICIPANTES: Evaluadores y facilitadores del programa de alfabetización.

Contenido

1. La evaluación. Tipologías. Relación variables dimensiones e indicadores.2h/c

2. La evaluación de impacto. Fases. Procedimiento para evaluar el impacto social de los

programas de alfabetización.2h/c

3. Indagaciones empíricas para la evaluación de impacto social de los programas de

alfabetización. Sus variables e indicadores. 2h/c

4. Métodos para la recopilación, procesamiento y análisis de resultados del impacto

social en los programas de alfabetización. 2h/c

5. Divulgación de los resultados de la evaluación de impacto. Estrategias de

intervención en los programas de alfabetización. 2h/c

6. Conclusiones y evaluación del seminario. 2h/c

Page 134: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

134

ANEXO # 6.

INSTRUMENTOS. ENCUESTA A LOS ESPECIALISTAS CUBANOS QUE ASESORAN LOS

PROGRAMAS DE ALFABETIZACIÓN.

País: ---------------------- Estado o Dpto.: --------------------- Etapa del Programa: ----------

Fecha de ejecución---------------------------

Estimado colaborador: usted ha jugado un importante papel en el asesoramiento del Programa de

Alfabetización iniciado en el país que le fue asignado. Su opinión nos resulta de extraordinario valor

para perfeccionar la concepción general de estos programas y contribuirá a la preparación del

I Congreso Mundial de Alfabetización. Por esta razón solicitamos nos transmita brevemente sus

criterios en cuanto a:

1. ¿Qué ha representado para usted asesorar un programa de alfabetización?

2. ¿Podría enumerar los cambios que observa en las personas que participan en un programa

de alfabetización desde el punto de vista individual y social?

3. ¿Empleó alguna vía para reconocer estos cambios? ¿Cuál?

4. ¿Por qué considera necesario evaluar el impacto social que producen los programas de

alfabetización en los participantes directos e indirectos del mismo?

5. ¿Qué indicadores recomienda que se deben tomar en cuenta para evaluar el impacto social

que causan los programas de alfabetización en los beneficiados?

6. ¿En qué momento de la ejecución del programa considera que se debe evaluar el impacto

social que produce en los participantes directos e indirectos del mismo?

7. ¿Si pudiera agregar algún tema al programa, que ayudara a los alfabetizados a insertarse

mejor a la sociedad, cuál sería?

8. ¿Podría sugerirnos algún dato de interés al respecto?

Page 135: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

135

ANEXO # 7.

GUÍA DE OBSERVACIÓN

(Desarrollo de potencialidades individuales y sociales en los alfabetizados)

Objetivo: Observar el desarrollo de potencialidades individuales y sociales

1. El alfabetizado se preocupa por su imagen personal en cuanto a:

a)- El alfabetizado trasmite como expresión de su estado de ánimo:(Marque con una cruz)

Optimismo ___ ___ Pesimismo

Confianza ___ ___ Desconfianza

Entusiasmo ___ ___ Desinterés

Seguridad ___ ___ Inseguridad

Relajación ___ ___ Agobio

Energía ___ ___ Desgano

Ecuanimidad ___ ___ Nerviosismo

b)- Características en su apariencia.

Cuidadoso (a) ___ ___ Descuidado (a)

Limpio (a) ----- ----- Sucio (a)

Peinado (a) ___ ___ Despeinado (a)

Calzado(a) ___ ___ Descalzado(a)

2 Forma en que manifiesta su disposición y actitud por cambiar en:

Nunca Casi

nunca

A

vece

s

Siempr

e

Casi

siempr

e

Está motivado por cambiar

Cambia sus hábitos nutricionales,

higiénicos y de convivencia

Conoce de sus necesidades y posibilidades

Mantiene una adecuada comunicación

Page 136: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

136

Tiene confianza en sí mismo

ANEXO # 7. (CONTINUACIÓN).

3. FORMA EN QUE MANIFIESTA SU ACTITUD HACIA LA FAMILIA, EL GRUPO Y LA

COMUNIDAD.

Nunca Casi

nunca

A

vece

s

Siempr

e

Casi

siempre

Promueve la participación colectiva sobre

las normas de conducta ya establecidas.

Utiliza las estructuras organizativas del

grupo para potenciar el desarrollo de las

actividades.

Moviliza el funcionamiento de su familia

en las actividades comunitarias

Estimula a la familia para la

escolarización y la alfabetización.

Asume nuevos roles familiares

Admite posibilidades de movilidad

social

Reconoce las diferencias

Mantiene niveles adecuados de

tolerancia

Mantiene buen trato en la comunicación

Socializa sus logros personales y

colectivos

Utiliza adecuadamente los recursos

comunitarios.

Manifiesta disposición a cooperar

Participa en la creación de ambientes

favorables de alfabetización.

Page 137: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

137

Apoya las Campañas Masivas de salud,

educación y recreación

Genera recursos para la comunidad

ANEXO # 7 (CONTINUACIÓN). 4. Forma en que se manifiesta su actualización y superación personal.

si no no responde

a) Mejora sus habilidades --- --- ----

b) Pone en práctica los conocimientos de la alfabetización. ---- --- ---

c) Se preocupa su desarrollo cultural --- --- ---

d) Toma decisiones acertadas. ---- --- ---

5. Participación

Propicia No propicia No permite

Organización de tareas familiares,

comunitarias y laborales.

Promoción y producción de bienes

comunitarios

Desarrollo de la identidad comunitaria

Influencia en las políticas locales

Page 138: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

138

ANEXO # 8.

ENTREVISTAS

ENTREVISTA A LOS ALFABETIZADOS

1. ¿Qué ha significado para ti aprender a leer y escribir?

2. ¿Cómo contribuirás a partir de ahora con tu familia, tus amigos, compañeros de trabajo y

con tu comunidad?

3. ¿Qué le aconsejas a una persona que no sabe leer y escribir? ¿Por qué?

4. ¿Qué te gustaría cambiar de las clases de alfabetización?

ENTREVISTA A LOS FACILITADORES

1 ¿Cómo eran tus alumnos antes y como son después que los enseñaste a leer y a

escribir?

2 ¿Cómo contribuyen con el grupo, la familia y la comunidad?

3 ¿Qué expectativas tienen tus alumnos a partir de este momento?

4 ¿Qué te gustaría cambiar de las clases de alfabetización?

ENTREVISTA A LOS LÍDERES COMUNITARIOS

1. ¿Cuáles son los cambios más importantes que notan en los alfabetizados?

2. ¿Cómo han contribuido los alfabetizados, su familia y los facilitadores al desarrollo de la

comunidad?

Page 139: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

139

3. ¿Qué elementos considera que faltaron en el programa de alfabetización que puedan

contribuir al desarrollo comunitario?

Revisión de cartillas de los alfabetizados.

a. Localización de la carta escrita al final.

b. Colocar en orden de aparición las palabras o frases que expresen sentimientos,

emociones, cambios significativos en los alfabetizados, la familia y su comunidad.

ANEXO # 9.

RELACIÓN ENTRE LOS NIVELES DE IMPACTO SOCIAL Y LOS CAMBIOS EN LOS

PARTICIPANTES.

Page 140: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

140

ANEXO # 10

ENCUESTA A LOS ALFABETIZADOS (POTENCIALIDADES INDIVIDUALES).

Estimado compañero:Usted ha sido alfabetizado recientemente. Eso ha significado un cambio

importante, en su vida, la de su familia y su comunidad. Deseamos saber sus opiniones sobre algunos

aspectos relacionados con ese cambio. Para ello seleccione entre las posibles respuestas la que más se

acerque a su opinión personal y márquela con una x. Gracias por su colaboración.

Impacto

social

Muy alto

100 y el

81%

Alto

80 y el 61%

Medio

60 y el

41%

Bajo

40 y el

21%

Muy

bajo

20 y el

1%

Sin efectos

notables de

impacto social

Cambios

Positivos

-Mejor

que antes

-Siempre

-propicia

Igual que

antes

-Casi

siempre

-propicia

-a

veces

-casi

nunca

-nunca

Cambios

Negativos

-peor que

antes

-no permite

-no propicia

Sin

cambios

manifiestos

-No sé

-no responde

Page 141: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

141

Mejor

que

antes

Igual

que

antes

Peor que

antes

No sé No responde

1- Mi apariencia personal…

2- Mi estado de ánimo…

3- Me considero una persona…

4- Mi disposición para cambiar es…

5- Mis posibilidades futuras son…

6- Conozco mis necesidades…

7- Mis hábitos higiénicos son…

8- Mis hábitos alimenticios son…

9- Mis relaciones con mi familia son…

10- Me integro a mi comunidad…

11- El trabajo que realizo…

12- Mis posibilidades para mejorar son…

13- Los trabajos que realizo son…

14- mi capacidad para vivir con personas

diferentes es…

15- Mi trato con otras personas es…

16- Ahora cumplo con mis tareas familiares…

17- Estoy dispuesto a seguir estudiando…

18- Mi participación en la vida comunitaria es…

19- Estoy listo para intercambiar experiencias…

20- Puedo utilizar los recursos comunitarios…

21- Ahora puedo ayudar a mis vecinos…

22- Ahora puedo escuchar e informar…

23- Ahora puedo comprender…

ANEXO # 11.

ENCUESTA A LOS ALFABETIZADOS (POTENCIALIDADES SOCIALES).

Estimado compañero:

Page 142: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

142

Usted ha sido alfabetizado recientemente. Eso ha significado un cambio importante, en su vida, la de su familia y su

comunidad. Deseamos saber sus opiniones sobre algunos aspectos relacionados con ese cambio. Para ello seleccione

entre las posibles respuestas la que más se acerque a su opinión personal y márquela con una x. Gracias por su

colaboración.

ANEXO # 12.

CUESTIONARIO A EXPERTOS.

Estimado especialista:

Mejor

que

antes

Igual

que

antes

Peor

que

antes

No

No

responde

1- Mis habilidades son…

2- Ahora puedo pensar …

3- Ahora puedo trabajar …

4- Puedo solicitar documentos que necesito…

5- Estoy interesado en seguir estudiando…

6- Puedo tomar decisiones…

7- Puedo cartearme con otras personas…

8- Entiendo planos sencillos…

9- Entiendo anuncios escritos…

10- Busco información en la prensa…

11- Conozco mis necesidades…

12- Estoy preparado para iniciar cosas nuevas…

13- Organizo mis tareas familiares…

14- Participo en las tareas familiares…

15- Organizo mi trabajo y mi casa…

16- Ayudo a otros que se están alfabetizando…

17- Participo en campañas de salud…

18- Ayudo a buscar recursos comunitarios…

19- Me siento identificado con las tradiciones de mi pueblo…

20- creo que con la alfabetización surgirán nuevos líderes

comunitarios…

21- La alfabetización incorporará a las personas a la vida

comunitaria…

22- Conozco como utilizar los recursos de la naturaleza…

23- Conozco sobre las enfermedades…

24- Estoy preparado para nuevos puestos de trabajo…

Page 143: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

143

Considerando la importancia que tienen los programas de alfabetización que Cuba está

ejecutando en diversos países del mundo (México, Venezuela, Perú, Nicaragua, Haití,

Mozambique, Nueva Zelanda, Nigeria, Paraguay, Argentina, Bolivia, Honduras) y la

pertinencia social de estos proyectos educativos ,recurrimos a usted como experto en aras

de que valore el modelo de evaluación del impacto que proponemos.

Gracias por su colaboración.

1-¿Qué conocimiento usted posee acerca de modelos de evaluación de impacto de

proyectos educativos?

Marque con una equis (x) en la escala creciente de 1 al 10, considerando el 1 como

“desconocimiento total sobre el tema” y el 10 como “alto conocimiento sobre el tema”

1 ---- 2 ---- 3 ---- 4 ---- 5 ---- 6 ---- 7 ---- 8 ---- 9 ---- 10 ----

2. A continuación aparecen un grupo de fuentes de argumentación que pueden ser

utilizadas para la preparación del tema sobre evaluación de impacto.

Marque con una equis (x), su valoración respecto a la utilización de las fuentes de

argumentación siguientes:

Fuentes de argumentación Alto Medio Bajo

-Análisis teóricos sobre la evaluación de impacto realizados por usted.

-Experiencias práctica acumulada sobre evaluación de impacto de programas

educativos.

- Trabajos de autores nacionales consultados

_ Trabajos de autores extranjeros consultados

-Conocimiento del estado del problema de la evaluación de impacto

-Su intuición como investigador

ANEXO # 12

Page 144: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

144

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN).

3.- Seguidamente le proponemos que complete las frases siguientes relacionadas con el

modelo de evaluación de impacto de los programas de alfabetización, en correspondencia

con el juicio de valor que usted posee las categorías:

Marque con una equis (x) con el criterio que más se acerque al suyo.

I ---- Inadecuado PA ---- Poco adecuado A ---- Adecuado

BA ---- Bastante adecuado MA ----Muy adecuado

No Ítems I PA A BA MA

1 La elaboración de un modelo de evaluación del impacto social de los programas de alfabetización,

que realiza Cuba en otros países es una actividad que considero…

2 La ubicación del modelo de evaluación de impacto en sus 6 fases en cualquiera de las etapas del

programa de alfabetización a decisión de los contratantes, es un criterio que a mi juicio es…

3 La valoración de las posibilidades de los sujetos que se alfabetizan en las dos variables

(potencialidades sociales e individuales) y cuatro dimensiones a mi juicio es…

4 La propuesta de capacitación (curso, entrenamiento o taller) de preparación a evaluadores (1ra

Fase), es una decisión…

5 Los indicadores utilizados dentro de la evaluación del impacto social de los programas de

alfabetización, valoran el efecto de manera…

6 El modelo de evaluación de impacto de los programas de alfabetización, valora la relación entre lo

individual y lo social de manera…

7 El carácter transformador, flexible y participativo de medir los efectos de los programas de

alfabetización a mi juicio se logra…

8 La relación de los indicadores y subindicadores, con los instrumentos utilizados para medir el

impacto de los programas de alfabetización, se logra de manera…

9

Los cinco niveles que se utilizan par categorizar los niveles de satisfacción de los usuarios de los

programas de alfabetización, los considero…

10

Los sujetos utilizados como agentes a evaluar de los distintos instrumentos de evaluación de

impacto social (alfabetizados, facilitadores, familia, líderes comunitarios, autoridades locales y

gubernamentales) considero que son…

Page 145: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

145

ANEXO # 12

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN).

A continuación solicitamos cualquier idea, señalamiento o reflexión que usted tenga a

bien de considerar cada uno de los siguientes aspectos.

Sobre el modelo de evaluación de impacto social de los programas de alfabetización.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

b) Sobre las variables, dimensiones, indicadores y Subindicadores.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

c) Sobre los instrumentos (entrevistas, guía de observación y revisión de cartillas)

d) Sobre los normotipos y categorías empleadas en la parametrización de la

evaluación del impacto de los programas de alfabetización

e) Sobre las fases del proceso de evaluación del impacto de los programas de alfabetización

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

----

f) Sobre las cualidades del modelo de evaluación del impacto social de la alfabetización

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

----

g) Sobre los niveles de impacto social de la alfabetización.

¡Gracias!

Page 146: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

146

ANEXO # 12

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN). RESULTADOS DEL PROCESAMIENTO PARA LA DETERMINACIÓN DEL COEFICIENTE DE

COMPETENCIA DE LOS EXPERTOS.

Expertos Kc. Ka K Valoración

1 0,1 0,8 0,45 Bajo

2 0,5 0,8 0,65 Medio

3 O,8 0,9 0,85 Alto

4 0,4 0,8 0,6 Medio

5 0,4 0,8 0,6 Medio

6 0,7 0,9 0,8 Alto

7 0,6 0,8 0,7 Alto

8 0,6 0,8 0,7 Alto

9 0,8 1 0,9 Alto

10 0,8 1 0,9 Alto

11 0,7 1 0,85 Alto

12 1 0,8 0,9 Alto

13 0,4 0,8 0,6 Medio

14 0,3 0,7 0,5 Medio

15 0,2 0,7 0,45 Bajo

16 0,6 0,8 0,7 Alto

17 0,5 0,8 0,65 Medio

18 0,8 1 0,9 Alto

19 0,7 0,8 0,75 Alto

20 0,6 1 0,8 Alto

21 0,8 0,9 0,85 Alto

22 0,2 0.5 0,35 Bajo

22 1 0,8 0,9 Alto

23 1 0,9 0,95 Alto

24 0,4 0,5 0,45 Bajo

25 0,7 0,1 0,4 Bajo

Page 147: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

147

Leyenda:

Kc.: Coeficiente de conocimiento.

Ka: Coeficiente de argumentación.

K: Coeficiente de Competencia de los Expertos.

ANEXO # 12

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN).

TABLA DE FRECUENCIAS ACUMULATIVAS

Ítems I PA A BA MA

1 0 0 0 2 18

2 0 0 0 4 16

3 0 0 2 8 10

4 0 0 0 2 18

5 0 0 0 0 20

6 0 0 0 5 15

7 0 0 0 0 20

8 0 0 0 0 20

9 0 0 0 2 18

10 0 0 0 0 20

11 0 0 3 7 10

12 0 0 0 0 20

13 0 0 0 0 20

TABLA DE FRECNCIA ACUMULATIVA SUMATIVA

Items I PA A BA MA T

1 0 0 0 2 18 20

2 0 0 0 4 16 20

3 0 0 2 10 8 20

4 0 0 0 2 18 20

5 0 0 0 0 20 20

6 0 0 0 5 15 20

Page 148: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

148

7 0 0 0 0 20 20

8 0 0 0 0 20 20

9 0 0 0 2 18 20

10 0 0 0 0 20 20

11 0 0 3 10 7 20

12 0 0 0 0 20 20

13 0 0 0 0 20 20

ANEXO # 12

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN).

TABLA DE FRECUENCIA ACUMULATIVA RELATIVA

Ítems I PA A BA MA

1 0 0 0,1 1

2 0 0 0 0,2 1

3 0 0 0,1 0,5 1

4 0 0 0 0,1 1

5 0 0 0 0 1

6 0 0 0 0,25 1

7 0 0 0 0 1

8 0 0 0 0 1

9 0 0 0 0,1 1

10 0 0 0 0 1

11 0 0 0,15 0,5 1

12 0 0 0 0 1

13 0 0 0 0 1

Page 149: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

149

ANEXO # 12

CUESTIONARIO A EXPERTOS (CONTINUACIÓN).

TABLA DE IMÁGENES DE LAS FRECUENCIAS RELATIVAS EN LA FUNCION DE DISTRIBUCION

NORMAL

Ítem

s

I P.A A BA MA Suma Prom. N – P Valoración

1 -3,9 -3,9 -3,9 -1,28 3,9 9.08 -1,816 -

0,0923

Muy adecuado

2 -3,9 -3,9 -3,9 -0,84 3,9 -8,64 -1,728 -

0,1803

Muy

Adecuado.

3 -3,9 -3,9 -1,28 0 3,9 -5,18 -1,036 -

0,8723

Muy

Adecuado.

4 -3,9 -3,9 -3,9 -1,28 3,9 -9,08 -1,816 -

0,0923

Muy

Adecuado.

5 -3,9 -3,9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy

Adecuado.

6 -3,9 -3.9 -3,9 -

O,67

3,9 -8,47 -1,748 -

0,1603

Muy

Adecuado.

7 -3,9 -3.9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy

Adecuado.

8 -3,9 -3,9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy

Adecuado.

Page 150: Modelo de evaluación del impacto social de los Programas de Alfabetización

150

9 -3,9 -3,9 -3,9 0 3,9 -9,08 -1,816 -

0,0923

Muy

Adecuado.

10 -3,9 -3,9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy

Adecuado.

11 -3,9 -3,9 -1,04 0 3,9 -4,94 -0,988 -

0,9283

Muy Adecuado

12 -3,9 -3,9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy Adecuado

13

-3,9 -3,9 -3,9 -3,9 3,9 -11,7 -2,34 0,4317 Muy Adecuado

-

51,7

-51,7 -45,2 -

28,7

5

-

51,

7

-

124,04

---------

-

--------- -----------------

N = Sumatoria de las Sumas = -124,04 = - 1,9083

5 x 13 Categ. Items 65 N