Modelo de intervención en psicoterapia breve.

26
Modelo de Intervención en Psicoterapia Breve Técnicas y estrategias PSIC. JUAN CARLOS VÁZQUEZ PÉREZ Compilador A editorial aurora

description

Este modelo es una herramienta más para su aplicación en las intervenciones de psicoterapia breve, se apoya en las propuestas de Juan Túbert Oklander y técnicas de la Gestalt.

Transcript of Modelo de intervención en psicoterapia breve.

Modelo de Intervención en Psicoterapia Breve

Técnicas y estrategias

PSIC. JUAN CARLOS VÁZQUEZ PÉREZ Compilador

A editorial

aurora

Código de acceso a libro electrónico

Modelo de Intervención en

Psicoterapia Breve

Técnicas y estrategias

PSIC. JUAN CARLOS VÁZQUEZ PÉREZ Compilador

INTRODUCCIÓN Este trabajo es una respuesta a una necesidad personal y profesional, contar con un recurso en el que pueda apoyarme para ejercer una intervención psicoterapéutica breve.

Tomé la decisión de elaborarlo por que requería un documento breve en el que condensara las herramientas e instrumentos que me han servido y me han dado resultados en la actividad cotidiana como psicoterapeuta.

Fundamentalmente es la recopilación del trabajo del maestro Juan Túbert Oklander, quien en un esfuerzo ejemplar, logró conjuntar estrategias de diversas corrientes de intervención psicoterapéutica. Agrego técnicas de la psicoterapia Gestalt, que vienen a ser auxiliares del proceso de integración psicocorporal. En este modelo no planteo omnipotencia alguna, es sólo una herramienta más, tal como en la caja de herramientas del carpintero, todos los instrumentos son de utilidad, para facilitar el trabajo y mejorar los resultados.

Al hacer este trabajo experimenté una vivencia llena de amor por mi escuela en la que me formé como Psicólogo.

La Facultad de Psicología de la Universidad de Guanajuato, ubicada en mi ciudad natal León, Guanajuato. En ese tiempo tenía su domicilio en Avenida de las Rosas 501 en la Colonia Jardines de Jerez.

La Facultad de Psicología de la Universidad de Guanajuato en el año 2000.

Foto copiada de Google Earth.

Quiero agradecer a todos mis maestros, la enseñanza y el entrenamiento que me aportaron, la forma en que se dejaron ver como seres humanos sensibles y profesionales: Carmen Vargas Vivero, Mario Sánchez Tapia, Malena Fuentes, Enrique Fernández Flores, Jaime Sámano Liceaga, Ángel Guerrero Jaime, Tere Torres, Vicky Orozco, Jorge González, Diana Ramírez Álvarez, Toño Luna Villaseñor, Ana María Chávez Hernández. A todos ellos, ejemplos a seguir, les reitero mi agradecimiento. Este trabajo es también un producto de ellos, quienes siempre estuvieron dispuestos a dar lo mejor de sí para forjar a los psicólogos de la Universidad de Guanajuato.

JCVP

MODELO DE INTERVENCIÓN EN PSICOTERAPIA BREVE Definición de psicoterapia: Para los fines de este trabajo, se plantean como definiciones de Psicoterapia: "Tratamiento de los problemas y trastornos emocionales y de la personalidad a partir de la relación establecida entre el médico y el paciente" -A P. Noyes. Tratamiento para problemas emocionales en el cual una persona convenientemente entrenada establece una relación profesional con uno o varios pacientes con el objetivo de eliminar, modificar o aliviar síntomas existentes, patrones de comportaminetos alterados, etc.y propiciar el desarrollo positivo de la personalidad" -Armando Córdova. “Método psicológico que se desarrolla en la relación terapeuta paciente a través de la cual se utiliza la palabra como técnica principal, que tiene en cuenta la importancia del proceso de comunicación en el cual debe lograrse un nivel elevado de compromiso emocional" -René Vega (Díaz, 2000). Efectos preventivos de la Psicoterapia planteada: “1) La prevención de conflictos generadores de alteraciones psíquicas. 2) Contribuir a tolerar frustraciones. 3) Eliminar alteraciones y/o síntomas desagradables ("hacer catársis"). 4) Estimular el aprovechamiento máximo de las potencialidades. 5) Propiciar el logro de niveles de adaptación superiores; 6) Restablecer y/o enriquecer las relaciones interpersonales. 7) Desarrollar integralmente la personalidad del sujeto”. (Díaz, 2000). Estas concepciones de los objetivos y efectos profilácticos de la psicoterapia, tienen una visión total del ser humano, que le integra como un global. Estos planteamientos, se proponen como puntos de referencia para intervenir en los adolescentes en favor de su yo, que si bien está en proceso de consolidación, es también cierto que está en condiciones de fortalecimiento y orientación, para estimular una estructura más adaptable y sana. Objetivo general de la psicoterapia Incidir en el paciente en el ámbito curativo y correctivo, a través de intervenciones orientadas a lo cognitivo y lo emocional, por medio de técnicas psicocorporales, verbales y cognitivas, llevando al paciente a un proceso estructurador, por medio de un nuevo aprendizaje y el aprovechamiento de sus potenciales para que los aplique en su vida actual y ante futuras circunstancias de conflicto. Elementos del centro de la psicoterapia Se plantean como elementos del centro de la psicoterapia: el foco, el objetivo, la persona y la relación terapéutica. De tal manera que lo esperado, es que el terapeuta tenga con el paciente un mayor nivel de compromiso y que, incluso la transformación opere no sólo en el paciente, sino también en el terapeuta. Esto como un efecto natural del encuentro entre dos personas, una que cuenta con recursos teóricos y técnicos, y otra que se encuentra afligida por un conflicto psicológico. Ambos sujetos, susceptibles de cambios y evoluciones.

Condiciones iniciales para la intervención: Como en toda intervención psicoterapéutica se requiere del paciente y sus familiares el consentimiento, aceptación del tratamiento a partir de un compromiso mutuo, así como la plena conciencia de enfermedad. En caso de tratarse de un menor de edad, se recomienda cuidar el aspecto legal de que sus padres den consentimiento, aceptación y acudan a entrevistas. Otras condiciones necesarias para llevar a cabo la intervención son: Uso de encuadre y Setting (espacio idóneo para las intervenciones). Firma de contrato-compromiso. Que se cuente con mobiliario adecuado para resguardar expedientes y datos en forma confidencial. Estructura de la estrategia de intervención Intervención psicoterapéutica frente a frente. Duración de cada sesión: 40 minutos Frecuencia de sesiones: Una sesión por semana. Entrevista Diagnóstica en la primera sesión. Aplicación de la Escala SCL-90-R al inicio y al final del tratamiento para tener un

referente documental de efectos sobre el paciente. Aplicación del Examen del Estado Mental, para definir la indicación o contraindicación

del tratamiento. Duración del tratamiento: 10 sesiones Sesión inicial de planteamiento de objetivo. Sesión final de cierre al final del tratamiento. Aplicación de la Calificación de los Indicadores de Salud Mental al final de tratamiento

para la valoración de la Actividad Global del paciente. Modelo Técnico-Psicoterapéutico: Gestalt y Herramientas del Psicoterapeuta de Grupo

de Juan Túbert Oklander. Modelos diagnósticos y explicativos: Psicoanálisis y Psicología Clínica. Tipo de Psicoterapia: Psicoterapia breve, orientada hacia la toma de decisiones o al logro

de un objetivo. Manejo de expediente a través de formatos exprofeso y contrato.

Dada la naturaleza y las limitaciones de este modelo, no es posible dar atención a todos los diversos trastornos mentales y emocionales. En este sentido es muy importante, considerar desde la propuesta psicoanalítica la estructura de la personalidad y el tipo de trastorno que sufre, a fin de hacer correctamente la indicación.

Indicaciones Trastorno de ansiedad. Tratamiento de apoyo en duelo y pérdidas significativas. Estrés psicosocial y académico. Depresión en estructuras neuróticas. Trastornos de inicio reciente: Insomnio, fatiga, burnout, angustia.

Contraindicaciones Retraso mental. Lesión Cerebral Psicosis. Trastornos de conversión. Trastorno narcisista. Trastorno límite. Adicciones. Tendencias suicidas. Trastorno disocial. Neurosis conversiva. Neurosis fóbica.

Límite y alcance de este modelo: Atención a estructuras neuróticas y aquellos casos en los que haya una genuina conciencia de enfermedad. Aspectos teórico-técnicos generales “La psicoterapia individual está encaminada a dar solución a la mayoría de los problemas individuales que puede presentar la persona en el marco social. La influencia sobre el sujeto va a ser más directa, dando mayores posibilidades de cambio al ser menor el control de variables por parte del psicoterapeuta, y por ser mayor la posibilidad del establecimiento de una relación de confianza y apoyo, entre el que brinda y el que recibe la psicoterapia, pudiendo sentir este último, un punto de partida firme que le permitirá vencer las dificultades que confronta” (Díaz, 2000). “La terapia debe cumplir con tres tareas: la transformación cognoscitiva, la movilización afectiva y la modificación de la conducta” (Túbert-Oklander, 2009). En este sentido los efectos terapéuticos se esperan concatenados e intercomunicados por la naturaleza sistémica del aparato psíquico. A este respecto el objetivo “puede centrarse en el área cognoscitiva, en el área afectiva o en el área conductual” (Túbert-Oklander, 2009). El objetivo que se plantee trabajar, tendrá en el proceso de la terapia, efecto sobre las otras áreas, como ya se mencionó, debido a la naturaleza sistémica del aparato psíquico. La periodicidad semanal de las sesiones, obedece particularmente, al periodo de elaboración psíquica, así como al tiempo que dedicado al cumplimiento de actividades que involucran procesos cognoscitivos, pero que tienen efecto también en lo afectivo y lo conductual. La elaboración es en sí la participación activa del paciente en el tratamiento. En este sentido “la elaboración puede tipificarse como elaboración cognoscitiva, elaboración afectiva y elaboración conductual” (Túbert-Oklander, 2009). El insigth que se pretente para el cumplimiento de las tareas de la psicoterapia, se relaciona con la elaboración del paciente así como con el uso de herramientas técnicas al servicio del proceso. El Psicoanálisis es de gran relevancia para este modelo como teoría explicativa y fundamental, sin embargo no se plantea como la técnica, debido a que requiere un proceso de larga duración. No obstante esa circunstancia, la psicoterapia breve puede tener entre sus efectos el hacer conciente lo inconciente. Respecto a la transferencia: Aunque su interpretación no es propiamente el centro de la psicoterapia, se reconoce que el ser humano así funciona. Sus relaciones todas, están atravesadas por la transferencia. Aceptando a priori esta realidad de la naturaleza del aparato psíquico, se indica una postura neutral del psicoterapeuta, en la que evitará la idealización, tanto como la denigración, de cualquier persona real, fantaseada o ausente dentro de la psicoterapia.

PRINCIPIOS Y REGLAS GESTALT PARA ESTE MODELO DE PSICOTERAPIA Manejo del principio del AQUÍ Y AHORA. Se busca fomentar la conciencia del tiempo presente, al servicio del objetivo y foco de la psicoterapia. “El paciente por lo general tiende a hablar de sus experiencias pasadas, eso es natural, no se propone impedir esa tendencia, lo que se propone es que ese relato lo haga y lo exprese como si lo estuviera viviendo ahora mismo, como si ese acontecer que ha surgido le estuviera sucediendo ahora” (Martín, 2010), este ejercicio favorece incluso la conciencia de los síntomas orgánicos. Manejo del principio YO Y TÚ. Este principio busca dirigir la comunicación de manera efectiva hacia quien tiene que ir. “Hay sujetos que actúan como si hablaran al vacío, o a alguien ausente. Al preguntarle a quién está hablando y pedirle que se lo diga, se facilita enfrentar su evitación” (Martín, 2010), y se promueve el envío de mensajes a quien debe ser, este principio puede apoyarse por ejemplo con el ejercicio de la silla vacía. Transformar el lenguaje impersonal en lenguaje personal. “A menudo usamos un lenguaje impersonal con nosotros y nuestro cuerpo cuando nos referimos a él, a nuestra conducta y a los actos que ejecutamos, como si éstos no fueran partes nuestras, sino algo ajeno a nosotros” (Martín, 2010). Señalando esto y poniendo en palabras que hacen directa referencia a la propiedad de nuestras sensaciones, conductas y pensamientos, el paciente toma responsabilidad de sí mismo. Convertir las preguntas en afirmaciones. “Las preguntas muchas veces son maneras de llamar la atención, son preguntas huecas en sí mismas, que lo que pretenden es una afirmación de los demás, un esperar la confirmación de mi razonar, preguntas que en sí mismas ya llevan contenida la respuesta, o que pretenden ponerse uno mismo por encima del (los) otros, preguntas falsas cuyo objetivo es competir y manipular. Ante esto en gestalt pedimos la afirmación en vez de la pregunta, para que la persona se apropie de lo suyo, no lo proyecte, y se dé cuenta del objetivo cierto de su hacer” (Instituto Ananda 2010). El pero… y el Sí… pero. Cuantas veces afirmamos algo en una frase y a continuación incluimos un “pero”, que quita toda la intensidad al contenido de nuestra afirmación. Tiene mucho que ver con los dobles mensajes recibidos en la infancia…”Te quiero mucho….pero, tu hermano es muy listo”, o con los mensajes contradictorios, entre el mensaje verbal, y el mensaje en acción. El sí….pero, implica una falta de responsabilidad, Perls decía que el sí…pero, tiene que ser transformado en si…..si. Con esta fórmula uno se apropia de su decisión, y no echa la culpa al otro, a la situación, o a los demás de aquello que desea hacer ….pero, no se atreve porque hay un impedimento que no es suyo, o un compromiso no asumido, o una responsabilidad no aceptada” (Instituto Ananda 2010).

INSTRUMENTOS DEL TERAPEUTA PARA ESTE MODELO DE PSICOTERAPIA Para este modelo se plantean herramientas de intervención verbal, así como herramientas psicocorporales provenientes de la Gestalt. TÉCNICAS DE REFLEJO (Todas de Túbert-Oklander, 2009). Reflejo verbal: Consiste en repetir lo que el paciente acaba de decir, con sus mismas palabras, a veces en tono afirmativo y otras, como pregunta. Esta técnica fue desarrollada por Carl Rogers y su escuela. Se utiliza para poner énfasis o dar relieve a aquél contenido verbal que reviste importancia y permite o justifica la intervención del terapeuta, que busca un acto reflexivo en el paciente. Reflejo emocional: Ocurre cuando el paciente percibe en el terapeuta una reacción emocional que concuerda con lo que él está haciendo o con los sentimientos que está experimentando, o que es respuesta lógica a la disposición emocional del paciente. El reflejo debe ser en plena conciencia del terapeuta, debe estar justificado particularmente para los casos en lo que se requiere analizar afectos y respuestas emocionales. Si el terapeuta reacciona sin conciencia entonces lo hace desde la contratransferencia y difícilmente abonará algo terapéutico al momento. Reflejo visual: Se da cuando el terapeuta describe al paciente la imagen que está teniendo en ese momento de él. Podríamos decir que la visión del terapeuta está actuando como un espejo para el paciente. Este tipo de descripción difiere de un señalamiento, en que este último siempre supone una propuesta de trabajo, tendiente a analizar por qué el paciente se presenta de tal o cual manera. El reflejo visual, en cambio, no tiene otro objetivo que devolverle al paciente una imagen de sí mismo. Reflejo auditivo: Es semejante al anterior, pero por la vía auditiva. Aquí el tono de la voz del terapeuta le devuelve al paciente algo de sí mismo. Por ejemplo, los colegas cambian el tono de voz, volviéndolo más cálido e íntimo, cuando saben que el paciente está sufriendo. Reflejo motriz: El paciente ve concretamente, en la actitud o en la apariencia corporal del terapeuta, un reflejo de los suyos propios o de su experiencia del momento. En esto intervienen, por ejemplo, las actitudes corporales de cercanía o de distancia por parte del terapeuta, que responden al tipo de relación propuesta por el paciente en ese momento. En otras ocasiones, son los movimientos físicos del terapeuta los que repiten, con mayor o menor modificación, los del paciente, devolviéndole una imagen de sí mismo. Reflejo personal: Se da cuando el terapeuta comparte con el paciente una experiencia personal suya, equivalente a las que él está viviendo o relatando. Esta maniobra técnica, es utilizada con éxito por escuelas terapéuticas como el Humanismo, la Logoterapia y la Gestalt. Reflejo relacional: Se refiere al efecto especular que tiene la interacción espontánea que se da entre paciente y terapeuta. Cada vez que éste último reacciona ante las

manifestaciones del primero, el paciente se ve confirmado en su existencia y su valor ante los ojos del terapeuta. Reflejo corporal: Se da cuando se produce un contacto físico, como podría ser un apretón de manos o un abrazo entre paciente y terapeuta. Este tipo de contactos, puede ser sumamente importante y terapéutico con algunos pacientes, en particular con aquellos que tienen bien delimitadas sus relaciones objetales y su identidad yoica. En consecuencia se sugiere discreción y prescripción bien analizada, si se considera utilizar esta técnica con pacientes psicóticos y con trastorno límite de personalidad. TÉCNICAS DE INTERACCIÓN VERBAL (Todas de Túbert-Oklander, 2009). Pregunta: Es uno de los recursos que más utilizamos los terapeutas, nos permite obtener más información sobre lo que el paciente está diciendo, al mismo tiempo que le confirmamos que lo estamos escuchando y que lo que dice es importante para nosotros. Pero también una pregunta es una formulación incompleta, que dirige el pensamiento del paciente en cierta dirección, es por esa razón que el terapeuta debe considerar la pertinencia y justificación terapéutica de la pregunta antes de formularla. Descripción: Es una técnica muy útil. Con esto nos referimos, no a describir, sino a pedir descripciones. En vez de adelantarnos a interpretar lo que el paciente está expresando, le pedimos que lo describa y, con frecuencia, el solo hecho de describirlo con más precisión hace que él mismo se percate de su sentido. Información: Es un recurso en el que el terapeuta administra al paciente cierta información que le puede servir para recontextualizar o experimentar su situación desde otro punto de vista u otro sentido existencial. La información tiene la finalidad de apoyar a otras técnicas, con su poder sugestivo, clarificador o concretizador. Señalamiento: Consiste en dirigir la atención del paciente hacia un aspecto que el terapeuta considera importante. Equivale a señalar con el dedo algo que uno quiere que el otro observe. Confrontación: Es parecida al señalamiento, sólo que indica una contradicción lógica. Buscamos con esta técnica poner al paciente de frente a su propia contradicción o falta de lógica o coherencia. De tal manera que se dirige su atención a un aspecto que implica complejidad y puede revelar un trasfondo patológico en la asociación o en el curso de pensamiento. Clarificación: Consiste en repetir lo que el paciente acaba de decir pero con otras palabras. Esto permite al terapeuta confirmar si ha entendido bien y al mismo tiempo, indica al paciente que ha sido escuchado y entendido. Pero esta maniobra, al igual que todas las anteriores, también orienta al pensamiento del paciente en la dirección que el terapeuta considera conveniente. Interpretación: Consiste en formularle al paciente una nueva visión de las cosas, es una propuesta del terapeuta, diferente a la que trae el paciente. Una interpretación es siempre una opinión del terapeuta, que pretende dar sentido o explicar un hecho, pero siempre desde su particular perspectiva, concepción del mundo y teorías.

Construcción: Es una interpretación compleja, que pretende explicar un suceso o conjunto de sucesos, en función de una teoría sobre la vida del paciente y sus circunstancias. Las más conocidas son las construcciones históricas, en las que se explica la vida actual del paciente, o algún aspecto de la misma, en función de su pasado. Pero también es posible hacer construcciones sociológicas, que explican al paciente en términos de su ubicación en el contexto social. Lo importante es el marco de referencia teórico usado por el terapeuta: según su orientación, la construcción puede ser también de corte filosófico, religioso, político o económico. Precisión: Es la acción de llamar a las cosas por su nombre. Con frecuencia, el paciente logra describir claramente un sentimiento, una experiencia o situación, pero no puede darle el nombre correcto. En esos casos es el terapeuta quien lo hace. Deseufemización: Es una forma de precisión, en la que el terapeuta pone el nombre correcto a situaciones que el paciente trata de diluir o suavizar. Recordemos que un eufemismo es una formulación que pretende expresar con suavidad o decoro ideas y situaciones de por sí desagradables. Extensión: Consiste en pedir al paciente que amplíe una idea o un episodio que ha expresado en forma sucinta o muy concreta. El paciente es orientado a extender su discurso y a tener conciencia de la concreción a la que reduce situaciones o circunstancias. Concretización: Se parece al instrumento anterior, se da cuando el terapeuta le pide al paciente que aquello que expresó en términos muy abstractos lo ponga en términos concretos y precisos, de tal forma que el paciente diga lo que realmente quiere decir. Abstracción: Es un recurso cuyo efecto es exactamente opuesto al anterior. En él el terapeuta abstrae algunos rasgos fundamentales del relato pormenorizado del paciente. Éste es uno de los instrumentos más comunes en psicoanálisis, ya que los pacientes histéricos, cuyo tratamiento constituye el paradigma de la técnica psicoanalítica, se caracterizan por su habilidad para dar vida en su relato a escenas concretas, pero carecen de la capacidad de abstraer un patrón a partir de dichas escenas. Develación: Consiste en el conjunto de maniobras que realiza el terapeuta para que el paciente explicite algo que está implícito e incluso oculto en su discurso. Habitualmente se trata de una combinación de varios de los recursos anteriormente descritos, tendiente a hacer explícito lo implícito. La intervención se completa cuando el paciente expresa claramente lo que se encontraba detrás del velo, o cuando el terapeuta lo hace por medio de una interpretación. Corrección de estilo: Es el intento del terapeuta de llevar a su paciente a expresar sus ideas en una forma lingüística más adecuada y que no oculte su significado. Esto se logra al corregir las múltiples eliminaciones, generalizaciones y distorsiones de su discurso. En realidad esta forma de abordaje, al igual que la develación, que acabamos de exponer, son más bien tácticas que técnicas, ya que surge de la combinación de varios instrumentos técnicos, al servicio de un objetivo momentáneo.

Síntesis o Recapitulación: Es la maniobra por la cual el terapeuta resume y recuerda en forma ordenada todo lo que se ha estado tratando durante un periodo de trabajo, sea éste una sesión, una fase del tratamiento o la totalidad del mismo. Recontextualización: Es una maniobra por la que el terapeuta cambia el significado de una comunicación del paciente, al ubicarlo en un contexto diferente, que permite un conocimiento más amplio de sus relaciones y su manera de estar en el mundo. TÉCNICAS DE MOVILIZACIÓN EMOCIONAL (Todas de Túbert-Oklander, 2009). Repetición: Es una técnica por la cual el terapeuta indica al paciente que repita varias veces una frase que acaba de decir en una forma carente de contenido emocional, hasta que se ponga en contacto con la emoción subyacente. Reformulación: Se parece a la repetición, ya que el terapeuta pide al paciente que repita una frase que acaba de decir, sólo que con ciertos cambios lingüísticos que la personalizan, reconectándolo con los sentimientos implícitos. Anclas: Son una técnica muy parecida a la anterior, en el sentido de que se le pide al paciente que repita varias veces una frase, sólo que ésta la propone el terapeuta. El contenido de la frase indicada es un equivalente de interpretación. Tienen el efecto de provocar un anclaje en un cierto momento del proceso de psicoterapia o de enganchar al paciente, llevándolo a una nueva forma de experimentar emocionalmente su situación. Provocación: Consiste en una forma de dirigirse al paciente de un modo tal que induzca en él una reacción emocional o conductual. Este tipo de intervención sólo es adecuada si lo que el terapeuta pretende es ayudar al paciente a recuperar funciones o partes emocionales de su personalidad abandonadas o escindidas, tales como la capacidad de enojarse, la de llorar, etc. Exageración: Esta técnica ayuda al paciente a vivenciar con mayor claridad la experiencia subyacente a una manifestación suya que le puede estar pasando inadvertida. Esto puede lograrse cuando el terapeuta refleja una versión propositivamente exagerada de lo que el paciente acaba de expresar, o cuando le pide a él que exagere una conducta, un gesto, una expresión o una fantasía, con el fin de ‘ver cómo se siente’ y llevarlo a otro nivel de conciencia de sí y de su vivencia. Materialización imaginaria: Es una técnica por la cual el terapeuta induce al paciente a que imagine (proyecte) un objeto interno a una parte de sí mismo en un punto del espacio, con el fin de iniciar un diálogo, pero hablando por la otra parte. El prototipo de este recurso es la ‘Silla vacía’ utilizada por la Gestalt, en la que lo imaginario (proyectado) es una persona. Disociación: Es una técnica muy parecida a la anterior, en el sentido de que se hace hablar a una parte de la persona del paciente (su angustia, su miedo, su dolor de estómago, sus piernas, etc.). Se inicia con una pregunta del tipo de: ‘¿Qué dice tu dolor de cabeza?, déjalo hablar’. Posteriormente, puede intentarse un diálogo entre el yo del paciente y la parte disociada. Esta técnica se utiliza habitualmente en el abordaje gestáltico de los sueños, en

el que el terapeuta induce al paciente a que haga hablar a cada uno de los elementos del sueño. Dramatización: Es una técnica indicada para la terapia de grupo. Se asemeja a la materialización, sólo que en vez de realizar la proyección sobre una silla vacía o sobre un objeto, ésta se hace sobre otra persona. Dicho lugar puede ser ocupado por alguno de los compañeros del grupo o el terapeuta. Esto permite modificar la respuesta del objeto proyectado hacia el paciente, en función de una estrategia interpretativa o correctora. Fantasía dirigida: Esta estrategia busca inducir al paciente una experiencia imaginaria que le genere respuestas emocionales, a través de las sugestiones e indicaciones del terapeuta. En este ejercicio el paciente permanece con ojos cerrado para ‘poder ver a realidad imaginada’. En esta técnica se pueden hacer ‘viajes, reconstrucciones, resoluciones, encuentros, ensayos’ etc. Se sugiere que después de terminar el ejercicio de fantasía dirigida, se habrá un espacio para la reflexión, para que el paciente exprese las experiencias que vivió. Completar sueños o fantasías: Es una técnica afín a la anterior. En ella, en vez de analizar un sueño o una fantasía relatados por el paciente, se le pide que vuelva a visualizarlo y que lo continúe libremente más allá de lo que recuerda. Podríamos decir que, con este abordaje, en vez de analizar los sueños o fantasías, lo que estamos haciendo es explorar el mundo del sueño y la fantasía. Esta es la técnica de la ‘Imaginación activa’ desarrollada por Jung para la investigación de los procesos inconscientes. Indagación sensorial: Es una forma de investigar emociones o sensaciones. Se le pide al paciente que describa en detalle una experiencia interna que está viviendo en el momento, tal como un sentimiento de angustia o de miedo, una opresión en el pecho o un vacío en el estómago. Primero debe ubicarlo en alguna parte del cuerpo (a menos que se trate de una sensación corporal ya ubicada), para luego convertirlo en una imagen. Así pasa a describir la forma, el color, la superficie, la consistencia, la temperatura, el olor y el gusto de ese miedo que le oprime el corazón. Este verdadero trabajo práctico en el uso del lenguaje metafórico, permite al paciente vivir y comprender más profundamente ciertos sentimientos inicialmente difusos e indescriptibles. Con frecuencia, el verdadero significado de su experiencia emocional se torna evidente, sin que medie interpretación alguna. Movilización corporal: Es una técnica derivada de la bioenergética. En ella se pide o se fuerza físicamente al paciente para que modifique una actitud o postura corporal habitual en él, o a que adopte una que le es ajena. Estas maniobras logran con frecuencia revelar una emoción o un conflicto, sobre todo en aquellos casos en que las defensas del paciente se encuentran expresadas en el cuerpo. Se le pide al paciente tomar una postura específica y que mientras la conserva, que vaya describiendo sus sensaciones, emociones y reacciones, así como lo que piensa mientras está en el ejercicio.

TÉCNICAS PARA CAMBIOS EN LA CONDUCTA (Todas de Túbert-Oklander, 2009). Sugerencia: Es una comunicación por la cual el terapeuta invita al paciente a considerar una posibilidad de un curso de acción diferente, pero sin exigir que la lleve a la práctica, ni opinar explícitamente sobre su conveniencia. Consejo: Es una opinión vertida por el terapeuta, acerca de cuál es la conducta que considera más conveniente, para el paciente, en su situación actual, pero sin exigir su cumplimiento. Indicación: Es un pedido concreto al paciente de que haga o deje de hacer algo. Cuando se lo que se le pide es que haga algo, se denomina ‘prescripción’; cuando se trata de que abstenga de una conducta, se le llama ‘proscripción’. En todos los casos, el terapeuta espera que el paciente tome su indicación como algo serio e intente realizarla, aún en aquellos en los que la intención subyacente es buscar un efecto paradójico. Tarea: Consiste en una conducta o serie de conductas que el terapeuta indica al paciente, pero de la cual queda totalmente claro que se trata de un ejercicio artificial o de un experimento, y no de una norma para la vida. Aquí se incluyen aquellas actividades que tienen intención de un efecto cognoscitivo. Ritual: Es una tarea compleja que el terapeuta indica al paciente, para que la realice en ciertas situaciones de vida o bajo ciertas condiciones. En este caso la tarea no se presenta como un ejercicio, sino como una solución y presenta ciertos matices mágicos (de efecto sugestivo), lo que la emparenta con los efectos de la ‘magia’. Intención paradójica: Es una técnica desarrollada por Viktor Frankl. Consiste en ayudar al paciente a cortar un círculo vicioso, adoptando la actitud contraria de lo que se desea. En muchos casos el comportamiento inadecuado se desarrolla porque la persona literalmente le tiene miedo al miedo en sí mismo. O sea, una vez que la persona cree que cierta situación le va a crear ansiedad, comienza a sentirse extremadamente atemorizada al pensar que pueda verse envuelto en ella. Esto se conoce con el nombre de ansiedad anticipada y puede llegar al punto de paralizar a la persona. El miedo a experimentar el miedo que ocasiona una situación específica, así como la situación en sí, crean un círculo vicioso que hace a la persona evitar su confrontación. De esta forma, será incapaz de funcionar ante la experiencia real cuando esta se presente. Al usar la intención paradójica en estos casos, la persona es llevada a la confrontación directa con la situación y de hecho se le pide que desee el encuentro con tal experiencia, que desee confrontarse con el miedo y por eso el nombre de intención paradójica. El miedo patogénico es reemplazado por un deseo paradójico con el objetivo de evitar la ansiedad anticipada. Así la persona estará más calmada y relajada y de esa manera podrá confrontarse con dicha situación de manera efectiva. Aproximación: Es una técnica en la que el paciente se acerca en la realidad o en la fantasía a aquel objeto, persona o circunstancia que le produce miedo o angustia. El paciente se acerca una y otra vez a instancias del terapeuta a lo temido, a cada nueva aproximación el paciente se acerca un poco más, buscando disminuir la reacción negativa y fortaleciendo su yo.

Relajación: Es una técnica de control psicocorporal, en la que el paciente aprende a autoinducirse estados de calma y serenidad a través de la disposición de una atmósfera de paz y armonía. La técnica se aplica en la psicoterapia de la ansiedad, la angustia y la impulsividad. La relajación implica la conciencia propioceptiva del paciente y desarrollar la capacidad de inducirse estados de paz interior que influyan en el tono muscular y en el estado orgánico. Meditación: Es una técnica de control psicocorporal en la que de añade el ingrediente de enfocar el pensamiento en un tema o un estímulo específico que tiene efectos sugestivos y relajantes. Tiene ingredientes de la Fantasía Dirigida ya que implica la intervención de un guía (terapeuta) que vaya dando la pauta al proceso de meditación. Pero también puede realizarse en forma independiente cuando ya se tiene experiencia. Al igual que en la relajación, la meditación requiere de la disposición de un ambiente o atmósfera exprofeso. TÉCNICAS PSICOCORPORALES DE LA GESTALT La silla vacía: Consiste en poner frente al paciente una silla vacía, sobre la cual, con las instrucciones del terapeuta, el paciente deposita las partes que se le oponen, se niegan o se rechazan, para ponerse en contacto con ellas. “También puede desarrollarse el diálogo entre al paciente y una persona significativa para él. Por medio de este juego el paciente va adquiriendo la habilidad, no sólo de reincorporar partes suyas proyectadas en los otros, sino también la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esto le da una nueva perspectiva y percepción del otro, con una visión nueva que puede ser enriquecedora para él y para la relación entre ambos, pudiéndose dar una forma de diálogo nueva y más creativa” (Martín, 2010). Asuntos pendientes: “Son todos aquellos sentimientos y emociones no resueltos, que no han podido ser expresados porque la persona no se ha atrevido o no ha tenido oportunidad de expresarlos en el momento en que surgieron o tomó conciencia de ellos. Cada vez que se logra identificar una de estos asuntos pendientes, el terapeuta le pide al paciente que trate de completarlo. Esto puede hacerse a través de un encuentro con dicha persona (usando la silla vacía), en cualquier caso debe expresarle abiertamente aquellos sentimientos que no se atrevió a expresar en otro tiempo. A veces los asuntos pendientes son recursos para no terminar una relación, para evitar un dolor o evitar el miedo. Una consecuencia de tener asuntos pendientes son los síntomas físicos o la conmiseración, llevando a la persona a la dificultad de establecer relaciones más cercanas e íntimas. Trabajar los asuntos pendientes implica un dejar, un cerrar y un crecer” (Martín, 2010). Me hago responsable: “Esta técnica se basa en el continuo de la conciencia, asumiendo el darse cuenta y consecuentemente dar cuenta de esa asunción. Por ejemplo, cuando una persona expresa algo que le está sucediendo, se le puede decir que añada a esa percepción la afirmación ‘y me hago responsable de ello’. Con esta fórmula el paciente deja de echar la culpa al mundo de sus estados y tiene la oportunidad de hacer algo por sí mismo para cambiar o disminuir sus consecuencias. Sirve para que la persona se responsabilice de sus percepciones y actos, y para evitar que vaya por la vida echando la culpa de lo que le pasa a los demás. También le permite darse cuenta de cuáles son sus necesidades y como consecuencia satisfacerlas, y si no logra satisfacerlas, responsabilizarse de ello y no responsabilizar al mundo, donde coloca la culpa y el poder. Este juego busca empoderar al

sujeto a través de que se dé cuenta de que lo que le ocurre es porque hace o deja de hacer algo y el resultado es el producto de sus acciones u omisiones” (Martín, 2010). El juego de las proyecciones: “Ocurre que muchas veces las percepciones que tenemos no son más efecto de nuestras proyecciones. Así un paciente que le dice al terapeuta: ‘no puedo confiar en usted, usted no me da confianza’, entonces se le pide que represente a una persona poco digna de confianza. Esto sirve para descubrir su conflicto interno en ese ámbito. Tras esto, se le puede preguntar si él no tiene también estos rasgos y si ha podido ver algo suyo o de alguien significativo reflejado en esa representación” (Instituto Ananda, 2010). Juego de roles: “Se le dice al paciente que represente un rol que sea todo lo contrario a su síntoma o problema. Con esta técnica se trata de desarrollar la polaridad inhibida y así liberar la energía contenida en ella, ampliando y mejorando sus recursos. Al meterse en este papel, se pone en contacto con una parte de sí mismo que había permanecido reprimida y oculta, que suele ser portadora de una gran cantidad de energía que ha estado bloqueada” (Instituto Ananda, 2010). El ritmo contacto-retirada: “La dinámica vital implica la polaridad de la actividad-descanso, que está implícita en el rito contacto-retirada, que es un proceso natural, ya que no podemos estar siempre en actividad ni siempre en reposo. La persona necesita de un momento para distanciarse de todo y recuperar fuerza o energía para seguir adelante con su proceso de psicoterapia. Cuando el paciente no se encuentra dispuesto no siempre es por la resistencia, a veces realmente necesita una retirada para volverse a poner en contacto, en esos momentos se le sugiere que cierre sus ojos y que a través de la fantasía se vaya a un lugar o situación que le haga sentirse tranquilo, seguro y descanse. En el momento del ejercicio se le pide que describa lo que ocurre, el lugar en el que está y cómo se siente. Al terminar se le pide que abra sus ojos y vuelva a tener contacto con el proceso” (Martín, 2010). Exageración en Gestalt: “En numerosas ocasiones, los movimientos y ademanes involuntarios parecen tener un significado, pero tales movimientos pueden ser incompletos y no alcanzar un desarrollo total, con lo cual entran dentro del campo de la inconciencia. Entonces se le pide al paciente que realice esos movimientos exagerándolos, tratando que se ponga de manifiesto el significado interno que dicho ademán puede tener. Así mismo se puede hacer con algo que dice inconscientemente, se le pide que lo repita tantas veces incluso a gritos para que se escuche a sí mismo y encuentre el significado de sus palabras” (Martín, 2010). Me permites que te dé una oración: “Cuando el terapeuta llega a la conclusión de que existe una cierta actitud y mensaje implícitos en lo que acaba de expresar el paciente, le podrá decir “¿Me permites que te dé una oración?, repítela a ver si te queda bien a ti”. Una vez aceptada la propuesta, el paciente prueba a ver cuál es su reacción frente a ella y si tiene o no sentido para él. Se trata de ver si las observaciones del terapeuta son acertadas y si le sirven al paciente para ampliar el conocimiento de sí mismo y de aquellos aspectos que tan a menudo pasan desapercibidos. Incrementar el darse cuenta aumenta también los recursos del paciente” (Martín, 2010).

INSTRUMENTOS COMPARATIVOS Y DIFERENCIALES DE ESTADO DE SALUD-ENFERMEDAD PARA ESTE MODELO. El inventario de síntomas SCL-90-R de L. Derogatis “Es un instrumento autoaplicable que explora síntomas psicoemocionales y orgánicos, presentes en los individuos. Es aplicable a personas entre 13 y 65 años de edad” (Casullo, 2006). Para este modelo de psicoterapia es un instrumento que revelará los aspectos diferenciales del estado de síntomas del paciente al inicio y al final del tratamiento, a fin de evidenciar y tener comprobantes de los efectos de la psicoterapia. La Calificación de los Indicadores de Salud Mental Es un instrumento de criterios valoración de la Actividad Global, que describe en 13 dimensiones, las condiciones mínimas que se deben observar para considerar que el paciente cuenta con un mejor estado de salud mental y desempeño psicosocial. Siguiendo la tradición psicoanalítica, los indicadores de salud, son dos: Amar y trabajar. Sin embargo es pertinente, en obediencia a la necesidad de criterios de salud mental, formular los siguientes indicadores que favorezca la observación de conductas y signos en la persona mentalmente sana” (González, 2004). Este instrumento evalúa sólo en base a los criterios: Presencia-Ausencia. Los indicadores son: “Capacidad de producir: La capacidad de producir es objetiva, producir es integrarse a

una función humana positiva de la cadena producción-distribución-consumo, o a la cadena psicológica producir-compartir-recibir. El producir es integrarse a la sociedad y disponerse a un proceso de interacción que favorece el desarrollo individual y colectivo.

Capacidad de disfrutar: Es una vivencia de orden subjetivo, que reviste desarrollo y sentimiento de bienestar, en términos de lo observable ésta capacidad se aprecia en el espectro que va del placer al displacer. Para considerar la presencia de capacidad de disfrutar se debe observarla ausencia de asco, vergüenza o culpa.

Dar (se) cuenta: Es otra forma de enunciar la máxima psicoanalítica ‘hacer consciente

lo inconsciente’; este aspecto es absolutamente aprehensible y constatable en el decir y el hacer de la persona observada o del paciente en curso. Es la capacidad de la persona para aceptar su realidad psicológica o fisiológica, sin el estorbo de mecanismos defensivos o estrategias de autoengaño.

Ubicación en la realidad: La prueba de realidad se fortalece con las pruebas el examen

del estado mental. El nivel de contacto con la realidad se mueve en un espectro que va desde la realidad objetiva hasta la ilusoriedad, donde se encuentran fenómenos como la alucinación y la despersonalización. Se debe considerar si el sujeto estuvo o está expuesto a una realidad tan violenta que le obligue a recursos ilusorios.

Ser sujeto de sí: Es reconocerse como quien experimenta una realidad psicológica o

fisiológica sin recurrir a estrategias defensivas de tipo maniaco como la negación o la proyección. En un buen estado de salud, la persona se reconoce como quien experimenta un problema, como quien desea, quien se interesa, quien necesita y en general como

quien está motivado. En este factor se encuentra el criterio de Conciencia de Enfermedad, cuya presencia puede revelar partes sanas del sujeto.

Ser activo: Es la capacidad operativa del sujeto, convertir en hechos sus palabras, sus

pensamiento, motivaciones e integrarse al proceso social de producción y gregarismo. El nivel de salud en este aspecto incide en la congruencia entre el dicho y el hecho, así como en los hechos mismos, que deben estar orientados al desarrollo individual y a la integración de los otros. La inactividad y la falta de iniciativa son signos de presencia de anomalías psicológicas o fisiológicas.

Hacerse cargo: Es la capacidad de proceder en consecuencia de la conciencia de sí o de

ser sujeto de sí, ambos aspectos son las dos caras de una moneda: hacerse cargo es responsabilizarse por aquello que está dentro de la realidad del sujeto en cuanto a su correspondencia y en cuanto a sus posibilidades, es decir, hacer lo que le toca en su realidad, su rol y sus funciones. Su contraparte es la postergación o la recurrencia de negaciones o proyecciones, con la natural consecuencia de no alcanzar la salud o de hacer cambios aparentes para no cambiar a profundidad.

Ser funcional: Es asumir y cumplir coherentemente un rol adquirido o recibido y el cual

tiene una razón mentalmente sana de ser, por ejemplo cumplir el rol de padre cuando se es padre o cumplir el rol de subordinado cuando se trabaja bajo las órdenes de un superior. Este aspecto debe analizarse a la luz de su ejecución en medio de un sistema, es decir, el rol tiene una función dentro de un grupo de roles desempeñados por otros sujetos; en este sentido el nivel de salud del desempeño del rol, está en relación sistémica con el desempeño de los roles de otros.

Encontrarse con otros: Este indicador es una aportación de Carl Rogers y el

Humanismo, que señala que la salud se encuentra en el sujeto en la medidaen que el sujeto es capaz de mostrar empatía, respeto y autenticidad hacia otras personas. Estos criterios señalan la capacidad del sujeto para encontrarse y compartir con otros su mundo en un plano de relación equilibrada e interactiva.

Dar sentido o Autorrealizarse: Este es un indicador compuesto por dos corrientes de pensamiento que convergen en puntos en común. El Humanismo de Abraham Maslow y la Logoterapia de Víctor Frankl. Es la presencia en el individuo de la conciencia de singularidad y significado individual; conciencia hecha del porqué de su ser y su existencia, además de qué de su hacer y su proceder. Esto le aporta al sujeto un sentimiento de propiedad y satisfacción estrictamente particular e irrepetible, que sólo corresponde a él sin la intervención de aspectos parasitarios de otros.

Vivencia de felicidad: Es la presencia en el discurso y en los hechos observables, de que

el sujeto experimenta el logro de sus anhelos personales así como el alcance de sus metas y la adquisición de los satisfactores que requiere. Es el resultado positivo de la motivación de logro. También puede entenderse como la satisfacción de las necesidades planteadas por Maslow dese las fisiológicas, las de seguridad, pertenencia, reconocimiento y alcanzando las de autorrealización.

Madurez: Es la presencia en el individuo de la experiencias de vivir y superar las crisis

propias de la edad y el ciclo vital, este indicador el propuesto por Erick Erikson y aparecen también en la teoría cognoscitiva de Piaget como asimilación y acomodación;

la madurez está presente en la asunción del rol funcional asignado por el desarrollo psicofisiológico del sujeto.

Presencia de salud-ausencia de enfermedad mental: Este indicador es un proceso de

contrastar la situación del individuo en un momento determinado, respecto a patrones predeterminados para ese efecto. Tales son los criterios de desarrollo planteados por las teorías de la personalidad, la psicometría, las pruebas proyectivas, el examen del estado mental, etc. A éstos parámetros estandarizados habrá que integrarlos con la evaluación clínica de la observación y la aplicación de criterios específicos, para considerar la presencia-ausencia de enfermedad mental” (González, 2004).

COMENTARIO FINAL La necesidad de atención e intervención en psicoterapia, es una realidad que se debe atender por compromiso moral, ético y humano. Poniendo en marcha la intervención propuesta, a manos de psicoterapeutas entrenados y acreditados, se espera incidir en los conflictos y favorecer en los pacientes, una recuperación y un sentido de bienestar. Como se plantea también en el modelo, es un objetivo muy importante que los pacientes reconozcan y aprovechen sus potenciales como seres humanos libres, completos y dignos de amor y respeto, para que a su vez sean transmisores y promotores de salud mental y psicosocial. Sólo la realidad nos aportará recursos para saber, si hay efectividad en este modelo de tratamiento, si acaso hemos de construir nuevos conceptos e instrumentos. Este modelo es el eco de otros tantos que han planteado la propuesta realística de intervenir en forma breve, considerando que en promedio, por lo general en nuestro país, los pacientes acuden a lo mucho a 6 sesiones de psicoterapia. Este modelo no pretende una conversión ideológica de parte de otros terapeutas, más bien es una herramienta más ante nuestra necesidad real y compleja de atender y entender al ser humano. Espero que con este recurso esté abonando a un fortalecimiento de la práctica psicoterapéutica, siempre al servicio de las personas, quienes diariamente vienen a nosotros en busca de ayuda.

REFERENCIAS

1. Casullo, María Martina. “Inventario de síntomas SCL-90-R de L. Derogatis”, adaptación. Universidad de Buenos Aires-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Buenos Aires, Argentina. 2006. http://www.aidep.org/uba/Bibliografia/SCL902006.pdf

2. González, Jorge. “Indicadores de Salud Mental”. Facultad de Psicología de la Universidad de Guanajuato. Guanajuato, México. 2004.

3. Vázquez Pérez, Juan Carlos “Calificación de los Indicadores de salud mental”. 4. Túbert-Oklander, Juan. “Modelo de Tratamiento en Psicoterapia Breve Institucional: Los

instrumentos del terapauta en la psicoterapia de grupo”. Investigaciones Psicoterapéuticas y Sociales S.C. México, D.F. 2009.

5. Martín, Ángeles. “Manual Práctico de Psicoterapia Gestalt” Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España. 2010.

6. Instituto Ananda. “Formación Gestalt”. Madrid. España. 2010 gestalt.ac/fritz01/reglas.doc

EL AUTOR Juan Carlos Vázquez es Licenciado en Psicología por la Universidad de Guanajuato. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Psicología A.C. y del Colegio Mexicano de Profesionistas de la Psicología A.C. Fue Coordinador de Extensión y Difusión, así como Docente e Investigador en el Instituto Ignacio Montes de Oca A.C. Diseñó el Modelo de Intervención en Psicoterapia en el Contexto Escolar. Es autor de las Guías para Estudiantes: Relaciones destructivas, Bullying, Prevención de suicidio, Cómo manejar el estrés,

Feminicidio y alerta de género. Ha publicado en la Revista Teckné de la Fundación INSUTEC de Bogotá Colombia, artículos científicos relativos a la formación y atención de adolescentes, como: “Desafíos en la educación: Grupos de Adolescentes” e “Indicadores de riesgo de psicopatología en un grupo de adolescentes: Hacia un modelo de intervención en psicoterapia breve en el contexto escolar”. Coordinó el primer y segundo del Encuentro de Psicología en Guanajuato. Fue coordinador del Seminario Experiencia Docente en el IIMO, que es un encuentro de docentes para reflexionar el ejercicio educativo, llegando a la edición impresa de los trabajos que se formularon como resultado de las sesiones. Es Perito Autorizado por el Poder Judicial del Estado de Guanajuato en Materia de Psicología. Ejerce la psicoterapia en su consulta privada. Actualmente colabora en el Sistema DIF Estatal de Guanajuato como Psicólogo Adscrito a la Unidad de Medidas de Protección.

La segunda edición de MODELO DE PSICOTERAPIA BREVE

Técnicas y estrategias. se terminó en agosto de 2017.

Para su composición se utilizó el tipo Cambria La edición estuvo al cuidado del autor.

Editorial Aurora