Monedas ii república

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Monedas durante la II república y la guerra civil española 1931 - 1939 Un poco de historia española y guía para coleccionistas con fotografías de las falsificaciones existentes. Javier Ovelleiro

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Monedas durante la

II república y la

guerra civil española

1931 - 1939

Un poco de historia española

y guía para coleccionistas

con fotografías de las falsificaciones existentes.

Javier

Ovelleiro

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- 2 - J. Ovelleiro

A modo de introducción...

El haber nacido en un pequeño pueblo de la Tierra de Campos

(Santervás de Campos, para más señas) me da un aire de

cierta cercanía a los años que cubre esta exposición.

Sí, no soy tan viejo, pero durante toda la infancia oíamos en el

pueblo historias, más o menos fidedignas, de lo que ocurrió

durante esos años y esos sucesos pasados, o el cómo los

recordaban los mayores, tuvieron importancia en las

relaciones de los habitantes de los pequeños pueblos hasta

muchos años después.

Como no pretendía recordar la historia “con mayúsculas” de

esos años, quise hacerlo desde una perspectiva del ciudadano

normal de la época. Y el material de que dispongo son las

monedas fraccionarias que circularon durante esos años, los

“dineritos” que, con suerte, podía tener en su bolsillo el

ciudadano de la calle.

La escasa emisión que tuvieron estas monedas, en general, ha

llevado a que alcancen un considerable valor entre los

coleccionistas y, también, a que proliferen las falsificaciones

de ellas. Este hecho me ha sugerido la idea de añadir a este

escrito una colección de fotografías de falsificaciones con las

indicaciones para que puedan ser reconocidas, incluso sin la

necesidad de tener la moneda delante.

Espero que resulte interesante.

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ÍNDICE

Pág. Situación de la masa monetaria en circulación hasta 1936 5

Un poco de historia 6 Problemas por la escasez de monedas fraccionarias 7 Un caso especial: cartones-moneda 8

Monedas en circulación en el territorio español a partir de

1936 9

Monedas del Banco de España de Burgos Monedas del Banco de España de Madrid

Monedas en circulación en algunas zonas del territorio

español y emisiones locales 13

Monedas emitidas en la zona republicana: Territorios

aislados 13

Monedas en la zona republicana: Emisiones locales 23 Monedas emitidas en la zona nacional 28 Monedas pobres 34

Otros materiales 36 Otras monedas obsidionales 38

Colectividades 38 Industrias colectivizadas 42 Sindicatos 46 Cooperativas 46 Unió de Cooperadors 49

Monedas con resellos políticos 52 Monedas apócrifas 55 Peso y medida de las emisiones locales 57

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- 4 - J. Ovelleiro

Guía para coleccionistas 58 Marchena 58 Ayuntamiento de Arahal 59 Ajuntament de L`Ametlla del Vallés 60 Ajuntament D`Olot 63 Puebla de Cazalla 64 Ajuntament de Nulles 66 Concejo Municipal de Ibi 71 Cazalla de la Sierra 72 Lora del Río 73 Consell Municipal D´Arenys de Mar 74 Consell Municipal de Segarra de Gaià 76 Gratallops 77 ¿Monedas sevillanas en cobre? 78

Apéndices: Fichas dinerarias realizadas con los mismos cuños de alguna de las monedas locales.

79

Bibliografía 85 Agradecimientos 87

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- 5 - J. Ovelleiro

Situación de la masa monetaria en circulación hasta 1936

Antes de comenzar la guerra, el conjunto de monedas que circulaban por

España estaba compuesto por monedas de cobre y níquel con valores de 1,

2, 5, 10 y 25 céntimos y por monedas de plata de 0.50, 1, 2, y 5 pesetas.

Circulaban también billetes de valores superiores a 25 pesetas, ya que la

legislación vigente prohibía poner en circulación papel moneda de valor

inferior. El Banco de España emitía y avalaba estos billetes estando

respaldados por una cobertura en oro que tenía en depósito. Eran cheques al

portador del Banco de España con funciones similares a la moneda

metálica del Ministerio de Hacienda.

Las monedas de plata gozaban del carácter legal que les otorgaba el Estado

y del valor intrínseco del peso del metal del cospel sobre el que habían sido

acuñadas. A excepción de algunas monedas de 25 céntimos, la de 50

céntimos de 1926 y una peseta de 1933, las monedas que había en

circulación llevaban las efigies de Alfonso XII y Alfonso XIII.

Nada más comenzar la Guerra Civil el precio de la plata dejó de ser estable

y creció la inflación de papel moneda. El hecho de que el valor del metal

fuera superior al valor nominal de la moneda, motivó que las monedas de

peseta perdiesen su función de moneda fraccionaria, a la vez que

rápidamente se dio una acumulación de monedas en manos privadas que

causó una escasez de moneda fraccionaria en la calle. Para paliar esta

deficiencia de monedas que dificultaba el comercio del día a día se

experimentaron múltiples formas: vales al portador, pago con sellos de

Última moneda de peseta acuñada en plata. Durante la guerra civil ya no se utilizaría más este metal para la acuñación sino monedas fiduciarias. Aparece Hispania sentada sobre un pedestal con una rama de olivo. Algunos autores la interpretan como una alegoría de la República.

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- 6 - J. Ovelleiro

correos, emisión de billetes de bajo valor nominal, certificados de plata en

papel moneda, etc… incluso multitud de establecimientos, cooperativas,

sindicatos y cafés

acuñaron su “mo-

neda” propia que

sólo era válida en el

propio estableci-

miento. El hacer un

recuento de todas

las modalidades de

pago que existieron

y presentar los

distintos tipos de

acuñaciones se

haría interminable.

Por lo cual nos

limitare-mos a las

acuña-ciones de los organismos oficiales de ambos bandos contingentes o

aquellas monedas que tuvieron aceptación más allá de los establecimientos

que las mandaron acuñar.

Un poco de historia

Tras el fracaso de la

sublevación del 17 de julio de

1936 en Marruecos, las ideas

de los sublevados se

extendieron con distinta

suerte por el territorio español

quedando España dividida en

dos zonas enfrentadas. Una

controlada por el gobierno de

la República desde Madrid y

otra dominada por los

militares sublevados que

crearon la Junta de Defensa

Nacional en Burgos el 24 de julio y nombraron a Franco como jefe de

gobierno del Estado Español.

La Junta creó un Banco de España en Burgos el 4 de septiembre de 1936,

paralelo al Banco de España de Madrid controlado por los republicanos.

Ambos bancos negaron la validez del contrario y, de esta forma, se

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materializó la separación física de las dos pesetas enfrentadas, que también

se produjo a nivel internacional. Los alemanes e italianos reconocían la

peseta de Burgos, mientras que las demás naciones reconocían a la de

Madrid.

Problemas por la escasez de monedas fraccionarias

A pesar de que había diferencias entre estas dos pesetas enfrentadas, ambas

tenían los mismos problemas estructurales heredados: las monedas

fraccionarias de 0,50, 1 y 2 pesetas eran de plata y no había con qué

sustituirlas si eran acaparadas por los particulares (debido a ser las únicas

monedas consideradas válidas en ambos territorios) o desmonetizadas para

aprovechar el valor del metal por ser superior al valor nominal.

Los primeros en notar el problema fueron los pequeños comerciantes, las

cooperativas y las colectividades revolucionarias, que no podían devolver

cambio, por lo que empezaron a entregar mercancías como cerillas o tabaco

en lugar de monedas. Más tarde, muchos de estos establecimientos

sustituyeron este sistema editando vales y bonos. Algunos de ellos incluso

emitieron sus propios “vales metálicos” en forma de monedas que sólo eran

válidas en su establecimiento.

Poco tiempo después también tomaron la iniciativa algunos ayuntamientos

en ambos territorios.

La mayoría de

gobiernos municipales

que acuñaron monedas

estaban situados en la

zona republicana, aun-

que existen varios

ejemplos de monedas

locales dentro de la

zona controlada por

los sublevados.

Contemporáneos de

estas emisiones citadas, también hubo ensayos revolucionarios de vales

cuya intención era acabar con la peseta y el sistema monetario de

intercambios; pero estas emisiones fueron escasas.

En un apartado especial deberíamos citar las monedas mandadas acuñar por

los gobiernos regionales: tanto en la zona norte de la península donde,

debido al pronto aislamiento respecto de Madrid que lograron las tropas

nacionales, emitieron monedas el Consejo de Asturias y León, el Consejo

Tanto en los billetes como en las monedas, cada uno de los bandos enfrentados utilizó una simbología que resaltase los valores que defendían.

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de Santander, Palencia y Burgos y el Gobierno de Euzkadi; así como la

Mancomunidad de Menorca que estaba geográficamente también aislada.

La primera respuesta de ambos gobiernos contra la carencia de moneda

fraccionaria fue perseguir legalmente a los acaparadores y, un año después,

emitir la moneda necesaria con unas características distintas a la peseta

nacida en 1868.

Burgos puso en circulación una pieza de 25 céntimos de níquel en abril de

1938. El estado republicano, en marzo de 1937, previó la emisión de

monedas para sustituir a las de plata; pero esta medida tardó demasiado en

cumplirse porque se vio obligado a trasladar los talleres de la fábrica de la

Moneda a Valencia. Al final fue en una fábrica situada en Castellón donde

se acuñó la peseta de latón con la efigie de la República.

Un caso especial: cartones-moneda

Ninguna de las medidas tomadas por la república contempló una solución

efectiva para los valores por debajo de los 50 céntimos que padecieron una

crisis de circulación en 1938. Para resolver “provisionalmente” este

problema, el gobierno dio permiso de circulación con carácter transitorio a

unos cartoncitos

circulares que

llevaban impreso

en el reverso el

escudo constitu-

cional y pegado en

el anverso sellos

de correo o

timbres móviles de

distintos valores

inferiores a 50

céntimos que cada ciudadano adquiría y pegaba a los cartoncitos a su libre

albedrío. Esta solución temporal del problema ya había sido utilizada en

otros países europeos entre los años 1915 y 1920.

Esta autorización transitoria del Ministerio de Hacienda preveía que, tan

pronto fuesen puestas en circulación las monedas fraccionarias previstas en

el decreto de diciembre de 1937, el Ministerio de Hacienda procedería a la

retirada de estos “sellos moneda”. Dicha acuñación de monedas

fraccionarias nunca llegó a realizarse por cuestiones bélicas y los cartones-

moneda siguieron circulando hasta el final de la guerra cuando fueron

ilegalizados por los vencedores.

Sello moneda con la efigie de Pablo Iglesias.

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Monedas en circulación en el territorio español a partir de

1936

Moneda del Banco de España de Burgos

Ya antes comen-

tamos que la única

moneda que emitió

el Gobierno de

Burgos fue la de 25

céntimos de níquel.

De esta moneda se

fabricaron en

Austria 42.000.000

de unidades.

Fabricada con un diámetro de 25 mm. y un peso de 7 gr. con orificio

central, copiaba el modelo de 25 cts. emitido durante la dictadura de Primo

de Rivera durante el reinado de Alfonso XIII en 1927.

Monedas del Banco de España de Madrid

Ya en 1934 la II República había utilizado este mismo modelo

representando los símbolos que mejor representaban sus ideales: La

república con un ramo de olivo en el anverso y motivos representando el

trabajo en el

reverso.

Tanto el mate-

rial como la

forma y el peso

son similares a

la anterior.

Con una forma

similar, pero

reduciendo el

tamaño del diámetro a 22 mm. y el peso a 4,90 gr., manda acuñar la

República en 1938 a la fábrica de Castellón otra moneda de 25 cts., esta

vez la emisión será realizada en cobre.

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Siguiendo con su

simbología tradicional se

representará en el

anverso un libro de

ciencia que, con su

fuerza, rompe unas

cadenas que se cruzan.

En el reverso vuelve a

repetirse el motivo de la

espiga de trigo.

El gobierno de Madrid mandó acuñar en hierro dos monedas con valores

inferiores a los antes citados:

Ya en 1937 se mandaron acuñar 10.000.000 de piezas de monedas de 5 Cts.

representando a la República en forma de busto de mujer con gorro frigio

(símbolo revolucionario). En el reverso se vuelve a reproducir el motivo de

las espigas de trigo enmarcando el valor facial de la moneda.

Estas monedas

tienen un peso de

3,80 gr. y su

diámetro es de 20

mm.

De estas monedas

existen dos varian-

tes que se diferen-

cian por el tamaño

del relieve. En una

es tan grande que

el relieve llega a

ocupar casi la

moneda por com-

pleto dejando ape-

nas un fino círculo

a su alrededor,

mientras que en

las llamadas

“busto pequeño” este borde que rodea la moneda es claramente más ancho.

En 1938 el gobierno prepara una edición de monedas en hierro de 10

céntimos con un peso de 3.75 gr. y un diámetro de 20 mm. en el que se ve

el escudo de España con la corona mural. Muchos autores consideran que

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la emisión consistió entre 100 y1000 ejemplares, por lo que es una pieza

rarísima y alcanza

muy alto valor en el

mercado de los

coleccionistas.

Datos como que se

empiezan a ver estas

monedas a partir de

1980 en público, su

novedoso diseño

para la época y la

inexistencia de do-

cumentos de la época sobre la acuñación de esta moneda, hacen que

muchos coleccionistas la consideren inexistente. Desde luego nadie la

recuerda como moneda circulante.

Por último, además de las monedas de peseta de plata y la rubia (primer

moneda de peseta fiduciaria en España, es decir, ya no residía el valor en el

mismo metal en que estaba acuñada, sino en un valor dado por decreto del

gobierno) que ya hemos citado anteriormente, en estos años estaban en

circulación las monedas de 50 céntimos con un peso de 6 gr. y un diámetro

de 23 mm. de cobre, con la misma figura de la república que en las

monedas de

peseta y el

reverso con el

valor facial

rodeado con

una orla de

puntos o de

cuadraditos.

A causa de la

escasez de

recursos, a

partir de 1937

se siguen emitiendo estas monedas aprovechando los antiguos troqueles

con que se acuñan en distintos lugares, esto conlleva que haya ejemplares

con las estrellas anepígrafas e incluso sin estrellas.

Por la combinación de los dos tipos de reverso antes citados y los cuatro

variantes de anverso (con estrellas anepígrafas, con las cifras 34 y 36 en su

interior y monedas que no tienen estrellas acuñadas), de estas monedas se

podrían encontrar teóricamente 8 variantes, sin embargo yo no he visto

nunca más de 6, faltando las monedas sin estrellas con puntos y la estrella

del 34 con cuadraditos en el reverso.

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Una variante de esta moneda, sería las que se realizaron aprovechando el

latón sobrante

de acuñar las

monedas de

peseta, las

rubias. Este es

el motivo de

que también

existan mone-

das anepígrafas

idénticas a las

de cobre pero

realizadas en latón. Su diámetro es 23 mm. como las otras, pero su peso es

de 6,08 gr. debido a estar acuñadas en un cospel ligeramente más grueso

que las de cobre.

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Monedas en circulación en algunas zonas del territorio

español y emisiones locales.

Monedas emitidas en la zona republicana: Los territorios aislados.

Comencemos por las monedas que tuvieron validez en un espacio más

allá de un sólo municipio ya que fueron emitidas con un consejo que

agrupaba a varios dentro de un mismo territorio.

Ya en 1936 quedó la zona norte separada del gobierno central por las

fuerzas nacionales y enseguida se hizo notar la falta de moneda al no poder

reponerla con las emisiones de Madrid. Esto llevó a que los y gobiernos

regionales emprendiera pronto la emisión de moneda propia.

El departamento de Hacienda del Gobierno de Euzkadi aprueba en

febrero de 1937 la emisión de monedas de níquel de una y dos pesetas que

fueron acuñadas en Bélgica. Estas monedas mostraban en el anverso a una

matrona con gorro frigio, flanqueada por la leyenda “Gobierno de

Euzkadi”.

En este mismo decreto, en el

artículo 3, se especificaba que

“Estas monedas quedan equipa-

radas a las monedas oficiales

para todos los efectos, serán de

curso forzoso en el territorio

sobre el cual ejerce su autoridad

el Gobierno de Euzkadi y

tendrán fuerza liberatoria en

toda clase de pagos.”

Debido a la gran calidad de la

emisión y a la abundancia de

estas monedas, no se conocen

copias o falsificaciones de estas

monedas, dependiendo su precio

en el mercado únicamente del

grado de conservación.

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El avance de las tropas de Franco dejó aislados los Consejos Regionales del

norte y a Menorca que, al no recibir moneda de Madrid o Castellón,

decidieron acuñarla por su cuenta bien a su nombre o al de la República.

Tal es el caso del Consejo de Asturias y León, que echó mano a fábricas de

Gijón y Guernica para la acuñación, o del Consejo de Santander,

Palencia y Burgos que recurrió a las fundiciones de Bilbao.

Una vez de-

limitados los

territorios de

España de los

sublevados y

los defensores

de la aun

existente repú-

blica, el norte

de Palencia,

así como una

franja de territorio del norte de Burgos, quedó en la que pronto se llamó

zona roja y el resto de las provincias quedó en la que se llamó zona

nacional.

Estos territorios, en unión de la provincia de Santander, formaron un

gobierno regional.

El día 8 de febrero de

1937 se levantó acta de

constitución del Consejo

Interprovincial de Santan-

der, Palencia y Burgos,

verdadero órgano de auto-

gobierno regional presidi-

do por el delegado de

gobierno, Juan Ruiz

Olazarán. Este consejo asumió las atribuciones del gobierno de forma

provisional y llegó a emitir moneda en nombre de la república.

De estas monedas existen algunos muy raros ejemplares de prueba de la

peseta en cobre con un cospel doblemente más grueso que las monedas

normales.

Igual a las anteriores, de estas monedas no se conocen falsificaciones. Sin

embargo sí que existen variantes en las monedas de 50 céntimos. De hecho

debieron existir hasta tres cuños distintos de cada una de las dos caras.

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Los dos tipos de reverso ya son conocidos por todos los coleccionistas

debido a que uno de ellos lleva las siglas del ensayador PJR debajo de las

letras CTS (se pueden distinguir dos tipos, en los cuales uno tiene la letra J poco acuñada y las letras son más finas). En esta misma cara, la leyenda

“por la independencia” exalta los ideales que defendía este consejo.

Entre los tres anversos se distinguen bastantes diferencias si se observan

con paciencia estas dos monedas, pero las diferencia más notable y fácil de

distinguir es la colocación de las ventanas respecto a los pilares en los

edificios de las fábricas representadas.

También se pueden observar notables diferencias entre las nubes de humo

de cada una de las monedas, así como un depósito de agua entre las

chimeneas, a veces muy poco acuñado.

Como al parecer fueron utilizados estos cuños de forma indistinta, se

forman seis variantes de esta moneda por la combinación de los distintos

anversos y reversos. También existen monedas con diverso número de

roturas de cuño, pero eso lo consideraremos simplemente errores

producidos durante la acuñación.

El Consejo Soberano de Asturias y León fue una institución política

soberana e independiente proclamada en Gijón el 25 de agosto de 1937

bajo el trasfondo de la Guerra Civil.

Los avances de las tropas del general Franco en el frente norte tomando

Santander, llevaron a las autoridades republicanas en Asturias a declarar

soberano e independiente de la República Española al Consejo

Interprovincial de Asturias y León con intención de volver a integrarse

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- 16 - J. Ovelleiro

en ella "a la vista de los acontecimientos favorables que se produzcan en el

curso de la guerra".

La situación de aislamiento del frente del norte, a 200 kilómetros en línea

recta de las posiciones republicanas más próximas, con la subsiguiente

escasez de abastecimientos, al mismo tiempo que en Asturias se había

vivido una especie de revolución de carácter socialista con tintes libertarios

como consecuencia de la gran implantación que tenían la UGT y la CNT,

propició que poderes locales asumieran funciones que eran competencia del

Gobierno de la República, como el mando de las milicias o la acuñación de

monedas.

El 24 de agosto se firma el decreto que establece la soberanía de los

territorios administrados por el Consejo Interprovincial de Asturias y León

pasando a ser entonces el Consejo Soberano de Asturias y León. El 26 de

agosto saldrá publicado en la prensa dicho decreto.

El Consejo emitió también billetes divisionarios al no existir moneda

suficiente debido al aislamiento en el que se encontraba Asturias. Estos

billetes fueron conocidos popularmente como belarminos “en honor” de

Belarmino Tomás Álvarez que, aunque nació en Aguilar de Campos

(Valladolid), era el presidente del Consejo en ese momento.

Para solucionar el problema de la carencia de moneda fraccionaria, de una

forma más “ordenada”, el Consejo decidió la fabricación de moneda

metálica, de 50 céntimos, 1 y 2 pesetas, y posteriormente, ante la dificultad

de lograr el metal y el alto coste del mismo, decidió, además, la emisión de

moneda de papel.

Para lograr la emisión de estas monedas se necesitaba, por un lado, reunir

la cantidad necesaria de metal para la fundición. Esto se logró, entre otras

formas, a base de incautar campanas de las iglesias.

Por otro lado se necesitaban unos talleres capaces de realizar esta operación

y un buen grabador para realizar la obra. Ambas cosas las encontraron en el

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- 17 - J. Ovelleiro

País Vasco eligiendo como artista al grabador de Eibar Mateo Coreaga y

para realizar los trabajos de acuñación unos talleres en Guernica.

Posteriormente, debido a la pérdida de Bilbao ante las tropas rebeldes, la

acuñación de estas monedas debió trasladarse a Asturias y se eligió como

emplazamiento la localidad de Avilés.

Ya en esta ciudad

además de continuar

acuñando con los

materiales traídos de

Guernica, se procedió a

realizar nuevos cuños de

la moneda de 2 pesetas.

Esta nueva moneda

guarda ciertas

diferencias con la

acuñada anteriormente siendo una auténtica variante de cuño con respecto a

la emitida en el País Vasco. Ponemos en esta página dos de las monedas

que Sánchez de Arza las pone como ejemplos de las diferentes cecas.

Como de las monedas anteriores, de estas tampoco se conocen

falsificaciones. Sin embargo se habla de un gran número de variantes de la

moneda de 2 pesetas con respecto a la forma que toman los arbustos y la

rueda dentada de la parte inferior izquierda del anverso. Algunos

coleccionistas definen hasta 10 variantes de esta moneda o incluso más si

se miran con mucho detalle.

Personalmente calificaría muchas de esas variantes como simples errores

por cuestiones técnicas debido al desgaste de los cuños y a diferencias de

presión en el golpe sobre ellos.

Intentando verificar esta afirmación, me basé en el escrito publicado en la

revista Numisma de Vicente Sánchez de Arza titulado “Estudio, desarrollo

y legitimación numismática del Consejo de Asturias y León” por parecerme

una fuente bien informada.

La primera afirmación que me pareció útil para la investigación es que “las

monedas fueron realizadas en series de a cuatro por golpe de prensa sobre

el cospel”. En otro punto se afirma que primero fueron acuñadas en

Guernica y después, una vez realizados nuevos cuños de esta moneda, se

acuñaron en Avilés.

Tomando las dos consideraciones en cuenta se deduce que existieron ocho

cuños diferentes, que serían las auténticas ocho variantes.

La siguiente información de este autor que me interesó, ya que buscaba

diferencias claras entre los elementos de las monedas, fue el dato de que el

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- 18 - J. Ovelleiro

número de perlas de la gráfila variaba en las diferentes variantes de esta

moneda. Esta característica me daría datos fidedignos de que eran

auténticas variantes.

Debido a la facilidad que hoy en día no ofrece Internet y los ordenadores

pude reunir gran número de fotografías de esta moneda y trabajar con

precisión en el ordenador en el recuento de perlas en muchos ejemplares.

Lo primero que comprobé es que existen monedas de cinco tipos respecto

al número de perlas en la gráfila: 104, 105, 108, 109 y 111 perlas.

Después de haber contado las perlas de muchas monedas y no haber

encontrado más que ejemplares de estos tipo, he de deducir que la

información que nos da este autor de que también existen ejemplares con

103 perlas no citar las de 108 (que son muy abundantes), es errónea. Bien

por causa de un error de imprenta u otras causas.

Siguiendo con la premisa de que debería haber ocho tipos, la lógica que se

imponía era que hubiese varios tipos que tuvieran el mismo número de

perlas. Puesto a buscar algunas diferencias claras (elementos diferentes)

entre las monedas del mismo número de perlas, creo que he encontrado

auténticos elementos diferenciadores en el grupo de 108 y 111. El primero

puede dividirse en tres grupos dependiendo de la forma de las hojas del

ramo y el segundo en dos grupos basándome en la cercanía de las hojas a la

E de ESPAÑA y un fragmento del tercer radio de la rueda que se deja ver

en uno de los modelos.

Cierto es que dentro de cada uno de estos grupos existen variaciones de

acuñación e incluso algunas diferencias en pequeños rasgos de los

elementos que componen la moneda, pero, para mí, estas diferencias no son

prueba de que procedan de cuños diferentes, solamente se deberían

considerar errores generados durante la producción de las monedas o, como

mucho, retoques de los cuños que se iban desgastado.

Esa es la premisa que he seguido para hacer la clasificación de esta moneda

que viene en las páginas siguientes.

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- 19 - J. Ovelleiro

Tipo 1

104 perlas en gráfila

HOJAS INTERIORES EN

ESPIGA

Tipo 2

105 perlas en gráfila

HOJAS EXTERIORES DEL

CENTRO EN ESPIGA.

Tipo 3

108 perlas en gráfila

HOJAS INTERIORES

CAÍDAS. UNA HACIA

ABAJO.

Tipo 4

108 perlas en gráfila

HOJAS CON ACUÑACIÓN

FLOJA. DIVERSOS

GRADOS.

Page 20: Monedas ii república

- 20 - J. Ovelleiro

Tipo 5

108 perlas en gráfila

HOJAS CON

ACUÑACIÓN FUERTE.

Tipo 6

109 perlas en gráfila

HOJAS EXTERIORES

CENTRO EN ESPIGA.

Tipo 7

111 perlas en gráfila

E DE ESPAÑA NO

TAPADA Y RADIO

ENTRE LAS HOJAS.

Tipo 8

111 perlas en gráfila

E DE ESPAÑA TAPADA Y

SIN RADIO ENTRE LAS

HOJAS.

Page 21: Monedas ii república

- 21 - J. Ovelleiro

Menorca fue la única de las Islas Baleares en manos de la República. Como

el estado republicano no garantizaba el suministro de moneda, otras

instituciones, o los ciudadanos a

título individual, cubrieron el

vacío. La alternativa más sencilla

fue el trueque de mercancías que

facilitó los intercambios básicos

entre particulares. Así, productos

como el azúcar, el alcohol o el

tabaco se utilizaron como unidad

de cambio. También algunos

municipios recurrieron al

trueque.

Pero el trueque sólo era un

recurso provisional y pronto

surgieron otras alternativas. Los

primeros en promover una

moneda que remplazara a la estatal fueron los comerciantes.

Antoni Turró cataloga en su libro “Les emissions monetàries oficials de la

Guerra Civil” una moneda de peseta de bronce (22 mm y 3,60 gr) emitida

en la localidad de Ciudadela, de la cual también existen fichas que

comparten cuño con ella. Esta moneda debió emitirse previamente a la

serie de los Consejos Municipales y ser anulada y recogida cuando estas

monedas salieron a circulación.

Por último, los ayuntamientos bajo el nombre de Consejos Municipales de

Menorca emitieron moneda metálica en 1937 a nombre de la república. En

Menorca se fabricaron cinco piezas de latón cuyos valores iban desde los 5

céntimos hasta las 2,50 pesetas.

Page 22: Monedas ii república

- 22 - J. Ovelleiro

Aunque sólo se emitieron monedas en 5 valores distintos, existen variantes

en el reverso de las monedas de 5 (con 5 y 6 frutos) y 25 céntimos (con 6 y

7 frutos) que se diferencian claramente en el número de aceitunas que

llevan en la rama de olivo que enmarca el valor nominal. También existen

dos tipos de anverso de las monedas de 5 cts, pero el segundo cuño solo se

utilizó con uno de los reversos. Por ese motivo, para aquellos coleccionistas

que desean poseer todas las variantes, esta colección consta de 8 monedas

diferentes. Claro,

eso sin tener en

cuenta que existen

varias de estas

monedas incusas.

Eso lo calificare-

mos como

errores.

Dentro de la zona

republicana tam-

bién hubo

municipios que

emitieron

monedas que fueron válidas solamente dentro de su demarcación territorial.

Al ser generalmente emisiones de muy poca tirada, a la vez que debido a

las circunstancias marcadas por la situación bélica de los frentes, ha hecho

que de estas monedas no se conserven demasiadas.

Esta circunstancia ha llevado a que esas monedas se coticen a un alto

precios entre los coleccionistas y, por lo tanto, ha llevado a que existan

gran número de falsificaciones y copias de las mismas.

Favorecidos también porque estas emisiones se realizaron con unos medios

técnicos precarios y de una relativa facilidad para poseerlos hoy en día, se

pueden encontrar copias

de todas las monedas de

esta época. Estas copias,

en muchos casos, son

muy difíciles de

identificar debido a que

el peso, el tamaño y los

materiales son idénticos

a las originales y sólo

pueden ser reconocidas

tras una muy intensa observación de cada una de los elementos decorativos

que componen las monedas.

Page 23: Monedas ii república

- 23 - J. Ovelleiro

Como ayuda para los coleccionistas pondremos a continuación fotos de las

monedas auténticas, y advertimos a los coleccionistas que si observan una

mínima diferencia entre sus monedas y las representadas en las fotografías

tengan la seguridad de que se trata de copias.

Monedas en la zona republicana. Emisiones locales. Un segundo apartado de monedas dentro de la zona controlada por la

república serían las que tuvieron validez exclusivamente dentro de un

municipio o, como mucho, en los alrededores del mismo.

Deberíamos hacer una mención especial dentro de este apartado a

municipios dependientes de la Generalitat de Cataluña.

Si en muchos municipios y colectividades revolucionarias la emisión de

moneda constituyó un acto de afirmación política, esta dimensión resultó

aún más evidente en el

caso de la Generalitat de

Cataluña, que vio en la

moneda un instrumento

de construcción nacional.

La Generalitat emitió sus

propios billetes en virtud

de un decreto del 21 de

septiembre de 1936, que

Josep Tarradellas, su

consejero de Finanzas,

justificó por la quiebra de la moneda estatal. Pero la resolución se enmarcó

en el contexto de un conjunto de medidas dirigidas a capturar

competencias estatales, entre las que destacaron, en el ámbito monetario, la

intervención de las delegaciones del Banco de España y del Ministerio de

Hacienda en Cataluña, así como la incautación de sus depósitos de oro y

divisas.

La Generalitat fue la primera institución local que emitió billetes en

territorio catalán; los municipales llegarían más tarde. La moneda regional

no cubrió los valores inferiores a 2,50 pesetas y ello explica, en cierta

medida, la eclosión de billetes locales menores.

Page 24: Monedas ii república

- 24 - J. Ovelleiro

En definitiva Cataluña contó durante la guerra con un sistema monetario

propio, distinto del nacional, articulado en tres tramos: los municipios

emitieron los valores pequeños, desde los céntimos hasta las 2 pesetas; la

Generalitat los valores intermedios, entre 2,50 a 10 pesetas, y los billetes

ordinarios del Banco de España, entre 25 y 1.000 pesetas formaban el

estadio superior en el Principado.

Todo esto respecto a la emisión de moneda en Cataluña, pero la mayoría se

emitió en papel bajo diversos nombres (bonos, certificados, fianzas

municipales, pagarés, resguardos, vales, valores de cambio, etc.) y no

forman parte de nuestra atención en este escrito.

Excepción hecha de las “chapas” emitidas en Pobla de Ciervols, Viladrau y

Gratallops, solamente acuñaron metal en Cataluña los municipios de

Arenys de Mar (aluminio) y L ́Ametllá de Valles (aluminio y latón) en la

provincia de Barcelona, Olot (hierro) en Gerona y Nulles (Cinc y latón) y

Segarra de Gaiá (cobre, alpaca y latón) en Tarragona.

Este último municipio citado podríamos utilizarlo como ejemplo de una

situación que se

repitió mucho en

Cataluña:

Antes de la guerra,

en Cataluña 129

municipios tenían

nombre de santo;

112 de estos lo

modificaron y casi

todos lanzaron

billetes.

Aquellos municipios

que habían roto con

el pasado quitando

de sus topónimos las palabras vinculadas a la iglesia o a la monarquía

proclamaron el cambio a través de la moneda, eficaz vehículo de

propaganda. De todos estos municipios el único que emitió moneda

metálica fue Santa Coloma de Queralt.

Page 25: Monedas ii república

- 25 - J. Ovelleiro

En Cataluña, como en el resto de España, existió también un sinfín de

fichas dinerarias emitidas por establecimientos privados, sindicatos o

cooperativas.

Una muy amplia relación y clasificación de estas fichas fue publicada por

el Sr. Leocadio Olabarria García-Rivero en 1973 en su libro “Catálogo de

las monedas obsidionales emitidas en Cataluña durante la Guerra Civil

(1936-1939)” y que

recomendamos a los

interesados en este tipo de

fichas.

Dentro de las fichas

catalanas destacamos aquí

las que fueron emitidas

con los mismos cuños de

los valores nominales

conocidos como “sin

leyenda” de las monedas

de Ametlla del Vallés.

Page 26: Monedas ii república

- 26 - J. Ovelleiro

Dentro de los organismos que

emitieron tanto la moneda de

peseta como la de 50 cts.

están:

Institut Pere Mata de Reus.

Comitè Economic de

Canòdroms S.I.E. (Sindicat

Industria Espectáculo)

Caldes de Malavella

(Cooperativa Obrera)

Estas dos últimas institu-

ciones también emitieron

monedas de 10 Cts en latón

(26 mm.) con el mismo

reverso que las fichas

acuñadas para Sole Hielo y

Bar París.

Hubo una serie de

establecimientos privados de

Barcelona que solo emitieron

la moneda de peseta con este

mismo cuño:

Bar París

Bar restaurante Maison

Doreé

Restaurante Can Beco

Izquierda Bar

Bar Ski

Bar La Luna

Bar Sarment

También existen monedas de

una peseta con este mismo

cuño de la Cooperativa Flor

de Mayo de Barcelona.

Curiosamente, esta

cooperativa que emitió varias

fichas de distintos valores

con otros motivos gráficos,

también realizó pesetas en

cobre con el mismo cuño del

que estamos hablando.

Page 27: Monedas ii república

- 27 - J. Ovelleiro

El único municipio de la zona republicana que emitió moneda metálica

fuera de Cataluña fue el Consejo Municipal de Ibi (Alicante) que

aprovechó su industria del metal (se realizaron en la fábrica de juguetes

Payá una vez socializada por UGT) para emitir varios tipos de ellas: de 1

peseta y de 25 céntimos, aunque de estas últimas, existieron varios

modelos. En la sesión del día 24 de junio de 1937, el Consejo Municipal

aprueba acuñar 10.000 piezas de lo que sería la moneda de 1 peseta.

En el caso de las monedas de 25 céntimos, nos encontramos diversas

variedades:

En la sesión municipal del 2 de noviembre de 1937, se acuerda acuñar

monedas de 25 céntimos por cantidad de 10.000 piezas. En el reverso de la

moneda y como fondo del valor facial se observa lo que parece ser un mapa

de la península ibérica, con la división de sus regiones.

En el anverso aparece

una mujer con gorro

frigio, que representaba

la República, rodeada por

dos espigas de trigo, y el

año de emisión.

Retomando el tema de

las monedas acuñadas en

Ibi en el año 1937,

vamos a ver los 2 modelos que nos faltaban, ambos con el valor de 25

céntimos, pero con reversos ligeramente diferentes.

A pesar de la emisión de las 10.000 piezas de 25 céntimos que ya vimos,

ésta no fue suficiente para cubrir las necesidades de la población, ya que

Page 28: Monedas ii república

- 28 - J. Ovelleiro

estas monedas eran también utilizadas por los municipios limítrofes, con el

perjuicio evidente para los habitantes de Ibi que se quedaron sin suficiente

moneda. Así pues, se hace una nueva emisión de 10.000 piezas de 25

céntimos, con idénticas características para el anverso.

Ahora bien, para el reverso se utilizan dos cuños con una pequeña

diferencia: además de que ya no aparece el mapa, el ángulo inferior del

número "2" del valor "25" en un caso apunta a la letra "C" de la palabra

"CENTIMOS" y en otro caso apunta al espacio entre las letras "CE".

De las monedas de peseta existen también algunas rarísimas piezas

acuñadas en cuproníquel y no solamente con un baño de este metal.

Posiblemente esta fue su intención primigenia, pero al comprobar que,

debido a la dureza del metal, se dañaban rápidamente los cuños y, en su

mayoría, salían con un golpe del troquel, decidieron continuar la emisión

en cobre por ser un metal más maleable. Se supone que llegaron a emitir

menos de 100 unidades de esta moneda en este metal.

Monedas emitidas en la zona nacional

Dentro de este apartado, los únicos municipios donde se emitió moneda

metálica pertenecen todos

ellos a la provincia de

Sevilla.

El estudio de Luis Barrera

Coronado publicado en

1989: “La moneda de

necesidad en la provincia

de Sevilla” es tan extenso

y bien fundamentado que

simplemente me bastará

hacer un resumen de lo

que el autor relata sobre

las monedas de esta zona

para completar este

estudio presente.

Aunque parezca absurdo

comenzaremos esta serie

por una moneda que en realidad no lo era: El real de Marchena.

Esta pieza es en realidad un vale emitido por encargo de una fábrica de

gaseosas y fueron realizadas por el señor Antonio Pliego, a la sazón

fontanero en el pueblo, con unos discos metálicos traídos de la fábrica

militar de Sevilla.

Page 29: Monedas ii república

- 29 - J. Ovelleiro

Los precarios medios de que disponían para punzar estas monedas, dio

como resultado unos discos muy mal estampados. Esto puede servir a los

coleccionistas para distinguir las falsificaciones: siempre que encuentren

una de estas monedas que sean perfectamente legibles, es que es falsa.

Lo curioso de este vale-moneda fue la gran aceptación que tuvo en el

pueblo y los municipios limítrofes, a pesar de no tener respaldo oficial de

ninguna clase. El éxito de las monedas de esta fábrica se debe no sólo a la

carencia de monedas fraccionarias, sino también a que sus gaseosas tenían

una magnífica aceptación en todos los pueblos del entorno.

Debido a la gran demanda (amparada por el aval de las gaseosas) de estas

monedas se hicieron muchas de las monedas de 25 Cts. siendo una moneda

que no es difícil de encontrar. No es así con una moneda que emitieron con

el facial 025 C que es muy rara, de la cual se piensa que se hizo una

pequeña tirada y una vez advertido el error se subsanó.

Mucho más rara aún es la moneda 025 C en cobre que, posiblemente, fue

una prueba y de la cual sólo se hicieron algunas unidades.

No lejos de Marchena, el ayuntamiento de otra población emitió tres

monedas destinadas a paliar el déficit de moneda fraccionaria:

Arahal.

Sin embargo estas monedas tuvieron muy poca aceptación entre el público,

primero porque dos de ellas tenían unos valores demasiado altos (1 y 2

pesetas) para ser útiles como moneda fraccionaria en una sociedad donde

los precios de los productos de primera necesidad eran, en general, en

fracciones de peseta y una segunda causa era la abundancia de reales de

Marchena en circulación en el pueblo y la gran aceptación por todos.

De esta forma, de la moneda municipal, realmente la que tuvo un uso

cotidiano fue sólo la de 50 céntimos. Esto ha llevado a que sea la moneda

más cotizada de las tres que componen la colección debido a su escasez,

posiblemente debida a posibles pérdidas de ejemplares debido al mayor uso

que se dio de ella.

Page 30: Monedas ii república

- 30 - J. Ovelleiro

También aumenta el valor de una moneda de estás si está bien conservada

debido a que en los ejemplares conocidos se nota el uso que tuvo en la vida

comercial de la época.

Reconociendo el valor a los documentos que presenta Barrera en su libro,

podemos ver que estas monedas fueron encargadas hacer a la Ferretería la

Llave y los cuños en el taller de grabados de Francisco Castillo en 1938

según documentos encontrados en estos establecimientos. La emisión

propiamente de las fichas se hizo en la Fábrica de Artículos Troquelados de

D. Moisés Jiménez de Sevilla. Debido a la similitud de las piezas parece

claro que también este taller realizó fichas dinerarias como por ejemplo las

existentes de 0,25, 0,50, 1 y 5 Ptas. del restaurante Las 7 puertas de Sevilla

y de grafía también muy similar es la ficha de 5 Ptas. de Antequera.

Me doy cuenta de

que es entrar en el

campo de la

especulación, pero

ésta puede ser

interesante. Las dos

piezas que vemos

forman parte de mi

colección y tienen

unas serie de características comunes: el mismo tipo y tamaño de cospel y,

al mismo tiempo, éste es más pequeño que las “normales” de su mismo

tipo.

Tanto la de 50 Cts. tipo Puebla como la peseta de Siete Puertas poseen un

reborde en el cospel y, para que no se aplastase ese reborde, posiblemente,

tuvo que ser reducido el diámetro de los cuños. Este “limado de los cuños”

se hace más evidente en la ficha de la derecha donde se observa la falta de

la parte superior de las letras de RESTAURANT.

En base a estas coincidencias podríamos aventurar que estas dos piezas se

fabricaron en el mismo taller, que sería el citado por Barrera.

Page 31: Monedas ii república

- 31 - J. Ovelleiro

Por otro lado conocemos la existencia de fichas unifaciales de todos los

valores hasta 5 pesetas del tipo de Puebla de Cazalla. Pongamos aquí una

imagen de ellas para que sirva de “muestrario” de las fichas realizadas por

este taller:

No creo que nadie sepa

la cantidad de piezas

emitidas con estos

modelos, pero debió

ser muy alta ya que se

conocen en localidades

distribuidas por toda la

geografía española.

Son de mi

conocimiento fichas en establecimientos de Sevilla, Cádiz, Córdoba o

Málaga así como en puntos tan distantes como Barcelona, Gijón o Ceuta.

Desde luego la fábrica suministró gran cantidad de estas fichas dinerarias

en aquella época.

En contra de lo que dicen algunos numismáticos quieren reconocer, yo soy

de la opinión que el fabricante disponía de cuños con todos los valores que

utilizaba según los distintos encargos recibidos. Uno de estos encargos fue

el que le hizo el ayuntamiento de este municipio y son las dos que se

consideran auténticas monedas por haber sido emitidas por una institución

pública.

Page 32: Monedas ii república

- 32 - J. Ovelleiro

Otra localidad donde también circuló el vale de Marchena, aunque también

el ayuntamiento emitió monedas de curso interior con el símbolo de los

vencedores, fue Puebla de Cazalla.

Para la realización de estas monedas se utilizó el mismo cuño del valor

facial que en las fichas de 10 y 25 Cts. troquelando en el anverso el nombre

del municipio y el símbolo de la Falange.

Algunos ejemplares de estas monedas fueron resellados posteriormente

para diversos usos por los establecimientos, siendo de mi conocimiento

resellos con las letras H.B y

J P. Estos resellos no pueden

considerarse como variantes

en sí de la moneda.

Tanto en monedas de algunos

municipios sevillanos como

en las fichas dinerarias antes

citadas se encuentran, en la provincia de Sevilla, monedas en las que se ha

depositado una gota de plomo. Desconocemos las razón por lo cual se

hizo. El sevillano que suministró las fichas que componen esta colección

nos cuenta su versión:

“Yo nací en el 1941. Las fichas las heredé de mi madre que tenía una

frutería. En aquellos tiempos tan malos la gente, cuando le pagaba, le

colaba este tipo de monedas, y ella las guardaba. A lo mejor, por eso me

gusta coleccionar monedas.

Mi madre tenía la tienda en Sevilla capital, en el barrio de San Bernardo,

en aquella época Sevilla era mucho más pequeña que ahora y se componía

de varios barrios: la Macarena, Triana, San Bernardo,...

Puebla de Cazalla está a unos 70 Km. de Sevilla, de los de antes claro.

Pero en aquellos

tiempos, imagino que

hubo mucha gente que se

buscaba la vida dónde y

cómo podía...

En lo referente a las

manchas de plomo que

tienen algunas monedas,

la sabiduría popular

cuenta que era la forma de anular su validez por parte de las autoridades.

Pero esto no es más que un comentario que escuchaba a los mayores...”

Page 33: Monedas ii república

- 33 - J. Ovelleiro

Posiblemente la moneda local con mayor número de ejemplares fue la

emitida en Cazalla de la Sierra.

En el acta de la sesión ordinaria del día 18 de agosto de 1939 aparece un

informe en el que se dice:

“..... es notorio y en

absoluto cierto, el

malestar y trastorno

que la escasez de

moneda fraccionaria

cada vez más

agudizada produce en

el normal discurrir

del comercio e

industria de toda

especie...... Pensando utilizar un medio más eficaz, el Gestor que expone

en entrevista con el fabricante metalúrgico de Sevilla Don Moisés Jiménez

se informó en relación de hacer una serie de piezas metálicas troqueladas

para valor o valores distintos que determinará el ayuntamiento....

Los compañeros de corporación haciéndose eco del sentir en que está

inspirada la moción del Sr. Velázquez Pacheco, cuya lectura han

escuchado complacidos, acuerdan por unanimidad, conceder un amplio

voto de confianza al autor de la misma para que realice la gestión

encaminada a controlar precios, consultar cuantas industrias

metalúrgicas crea conveniente y adquirir hasta treinta o más millares de

monedas metálicas del precio e inscripción que le sugiera, para uso

interior de su localidad, facultándolo ampliamente a tales efectos.”

En el acta del 20 de octubre de ese año, el Sr. Velázquez presenta ya la

factura de las monedas que han sido emitidas.

Aunque parezca elevada la cifra de piezas en circulación, a finales de ese

año debió ser ampliada con la emisión de otras quince mil piezas más.

Las razones para esta emisión tan grande deben buscarse en que esta

moneda, debido a su gran utilización práctica y fiabilidad, circulaba con

toda libertad en los pueblos de su entorno.

Otra causa es que como sólo se realizó un valor de 10 Cts., se necesitaba

siempre una mayor cantidad de monedas para poder dar la vuelta de cada

transacción mercantil.

Page 34: Monedas ii república

- 34 - J. Ovelleiro

El último municipio que nos queda por reflejar en esta serie de emisiones

locales es Lora del Río. Debido a que no hubo otra moneda metálica en

los pueblos de su entorno cercano y que la moneda era de bajo facial,

debió ser muy numerosa la emisión de esta moneda para paliar las

necesidades de la población de la zona.

El hecho de que hoy día pueda considerarse como moneda muy escasa

podría ser debido a la exhaustiva recogida de las monedas por parte del

ayuntamiento que, según nos narra Luis Barrera en su libro, fueron

posteriormente vendidas a un chatarrero que acabó fundiéndolas para

recuperar el metal.

La emisión se realizó en latón como todas las monedas sevillanas, sin

embargo este mismo

autor nos narra haber

visto en el

ayuntamiento de esa

localidad una prueba

en aluminio de la

moneda. Esta sería

una variedad

realmente rarísima de

esta moneda.

Monedas pobres

Cuando leí por primera vez este nombre agrupando a este tipo de monedas

en un correo de Marco Antonio Figueroa me pareció tan acertado que,

después de felicitarle por su denominación, decidí tomarlo para este escrito.

En este apartado incluiremos los municipios que intentaron paliar la falta

de moneda fraccionaria “fabricando” unas meras chapitas metálicas con los

valores punzados en ellas de forma más o menos rudimentaria pero, desde

el momento en que fue una institución pública la que encargó la emisión,

podemos considerarlas como monedas de cambio similares a las de otras

localidades.

Page 35: Monedas ii república

- 35 - J. Ovelleiro

En este grupo de monedas yo incluiría la serie de Gratallops que fue

realizada, según nos

cuenta Turró en su

libro “Les emissions

monetàires oficials

de la Guerra Civil”,

a partir de una

plancha de hierro

emplomado que se

utilizaba para

realizar los envases

para el carburo.

También se incluyen

las monedas de 5 y 10 céntimos realizadas en Pobla de Cèrvoles realizadas

con la chapa reutilizada de unas cajas de galletas vacías. Por lo que todavía

se puede ver en ellas parte del

estampado original en el reverso de

las monedas.

Otra moneda de este grupo sería la

peseta de Viladrau, chapita

circular punzada en hojalata.

Por último incluiría en este

apartado las chapas de Aspe. En el

acta del ayuntamiento del 29 de

julio de 1937 se recoge el acuerdo

de emitir monedas locales como

medida para paliar la necesidad de

monedas fraccionarias, aun reconociendo en el acta que no están facultados

legalmente para realizar emisiones de moneda.

El Consejo se manifiesta completamente unido al gobierno de la república

y toma esta decisión exclusivamente movido con el ánimo de intentar dar

solución a los problemas de cambio que constituyen un verdadero conflicto

en la localidad.

Page 36: Monedas ii república

- 36 - J. Ovelleiro

En este acta se acuerda emitir moneda por un total de 85.057,50 Ptas, de las

cuales formaban parte 10.000 Ptas en chapas de hojalata de 50 Cts. y

342,50 Ptas en cartones y chapas (redondas y rectangulares) de 5 Cts.

Para la acuñación de estas monedas se usaron chapas destinadas,

probablemente, a fines comerciales, como en el ejemplo antes citado de

Gratallops que procedían de envases de carburos vascos. Esto podría

explicar tanto la forma como los taladros que tienen estas monedas.

Otros materiales

Tanto el Consell Municipal de Falset como el Consell Municipal de

Granadella optan por imprimir monedas sobre discos de celuloide en

distintos colores según el valor nominal de cada pieza. A estas dos

localidades las corresponde el honor, según Turró, de haber sido las

primeras localidades del mundo que pusieron en circulación monedas de

plástico.

Page 37: Monedas ii república

- 37 - J. Ovelleiro

Para la emisión de sus monedas utilizan fichas de juego de celuloide de

distintos colores y serán estampadas ambas caras mediante el uso de un

tampón.

Falset imprime tres monedas de 0,50, 1 y 2 pesetas con el valor facial por

un lado y el mismo icono del castillo almenado con tres torres y

acompañado de dos hoces en los costados que llevaba el tampón oficial del

Consejo Municipal.

Granadella solamente imprime

discos de 1 y 2 pesetas. Tanto el

material del disco como la grafía y

las tintas utilizadas en ambas

localidades son muy similares, por

lo que permitiría suponer que se

fabricaron en el mismo taller.

También hubo una emisión de

fichas en celuloide en la localidad

de Vilella Baixa, pero en este caso

la emisión se hizo en nombre del

Sindicat Agricol.

En numerosos municipios

catalanes resolvieron el problema

de la falta de dinero fraccionario mandando imprimir discos o piezas

elípticas de cartón o cartulina en distintos colores.

Este “cartón moneda” ya no sería objeto de este estudio ya que

deberíamos clasificarlos como billete y entraría en el campo de la notafilia,

pero, atendiendo al parecido que hay con las monedas, he querido poner

aquí algunos ejemplo de este tipo de circulante para dar una idea más

completa de la gran variedad de piezas monetarias en circulación durante

los años de la Guerra Civil.

Page 38: Monedas ii república

- 38 - J. Ovelleiro

Otras monedas obsidionales

En los años 30, la efervescencia social que se vivía en algunas regiones de

la república española desembocó, tras el estallido de la Guerra Civil, en un

proceso de revolución social. Esta revolución fue acompañada, en

determinados ámbitos económicos, de un cambio radical en los modelos de

producción y de organización del trabajo. Distintos sectores agrícolas e

industriales fueron colectivizados y su gestión pasó a depender

directamente de los trabajadores, quienes lograron así controlar sus propios

medios de producción.

Si con el término monedas obsidionales nos referimos a aquellas monedas

de emergencia que fueron acuñadas para circular en una zona determinada

debido a episodios de situación de guerra, tendremos que incluir

obligatoriamente las que algunos coleccionistas denominan “fichas”

emitidas por las colectividades, aunque estas monedas no fuesen de

obligada aceptación, en algunos casos, en todo el territorio de la localidad

donde se emitieron.

Siguiendo la misma línea argumentativa deberíamos citar también las

emitidas dentro de las industrias y cooperativas colectivizadas que

existieron, así como las de los sindicatos y las unió de cooperadors en

Cataluña.

Colectividades

Para intentar dar una idea de la significación de este tipo de organización

en los años de la guerra civil, traemos aquí unos datos sacados del escrito

de Maximiliano Astroza-León titulado “Una mirada a las colectividades

agrarias en la España libertaria”. En él se dice textualmente que

“Estuvieron representadas en el Congreso de Caspe 275 colectividades,

correspondientes a 23 comarcas de Aragón, con un total de 141.430

afiliados.”

También podemos citar el trabajo de José Sánchez Jiménez del Dpto. de

Historia Contemporánea Universidad Complutense, que ya hablando a

nivel nacional dice: “Con los datos del I.R.A., y pese a su carácter

aproximado, hay que tener en cuenta que de las 2.213 colectividades

registradas, 823 lo fueron de U.G.T., 284 de C.N.T. y 1.106 de las

llamadas mixtas.”

Si bien es cierta la importancia de estas colectividades, en este trabajo

deberemos descartar todas aquellas que no emitieron su propia forma de

Page 39: Monedas ii república

- 39 - J. Ovelleiro

pago y las que lo hicieron en papel, bien en forma de vales o de billetes.

Por lo cual quedará restringida nuestra relación a solo algunas localidades.

Por su importancia deberíamos citar en primer lugar la colectividad de

Mazaleón, en la provincia de Teruel, que con un número de 1560 afiliados

suponía la inmensa mayoría de la población de esa localidad y en la que

nos dice Agustín Souchy Bauer en su libro “Entre los campesinos de

Aragón: El comunismo libertario en las comarcas liberadas”: “El

presidente de la colectividad del pueblo, Manuel Aranda, tuvo una idea

original. Propuso unas fichas de hojadelata para sustituir al dinero. Su

proposición fue aceptada. (….) Cada miembro de la colectividad recibe

estas fichas. Puede comprar con ellas lo que necesita para la vida y lo que

haya en la colectividad”.

En vista de que en Mazaleón la colectividad abarcaba a la casi en su

totalidad de la población y que la misma absorbió el poder real en el

pueblo, al igual que los Consejos Municipales en otras localidades,

deberíamos darle, sin lugar a dudas, la misma categoría a estas fichas que al

resto de las monedas que denominamos de las Emisiones Locales.

En su afán de separarse de la denominación del dinero de la sociedad

anterior, las monedas se emitieron en UNIDADES y no en pesetas. De las

cuales también se hicieron monedas de 5 y 25 céntimos de unidad.

En la localidad de Pla de Cabra (hoy en día Pla de Sta. María) en la

provincia de Tarragona existió también una colectividad anarquista.

Aunque algunos autores cifran el número de afiliados de la localidad en

cerca del 40 % de los habitantes, Carlos Semprum Maura en su libro “Las

colectivizaciones en Cataluña” afirma que apenas 270 personas constituían

la colectividad agrícola y la mayoría de los trabajadores de la localidad, que

contaba con 2000 habitantes, trabajaba en la fábrica textil Martí Llopart.

Page 40: Monedas ii república

- 40 - J. Ovelleiro

Siguiendo con la denominación de pesetas emitieron fichas de cuproníquel

de 1 pesseta de 23 mm. y de latón de 5 y 15 centims de 25 y 30 mm.

También en la provincia de Tarragona se fundó la Colectivitat

D´Argilaga, en la pequeña población de dicho nombre perteneciente al

municipio de La Secuita.

Existen monedas de 1 peseta y de 50, 25 y 5 céntimos realizadas en latón.

Muchas de estas fichas llevan una contramarca en el anverso que representa

una cabeza egipcia, aunque también existen sin contramarca e, incluso, sin

la leyenda identificativa de la colectividad que las emitió.

Dando un salto geográfico hasta la provincia de Valencia, encontramos otra

colectividad que emitió monedas: Poliñá de Júcar (Polinyà de Xúquer).

Esta colectividad de tipo anarquista emitió, por lo menos, dos monedas en

latón: una de 5 céntimos con orificio y otra de 25 sin él.

Por último otra colectividad que también

emitió monedas metálicas de 1 peseta, además

de billetes de 5, 10, 25 y 50 pesetas fue la

Colectividad Renacer en la localidad de

Fabara en la provincia de Zaragoza y cerca de

Caspe, sede del Comité Regional de las

Colectividades dependiente del Consejo

General de Aragón.

El ayuntamiento también emitió billetes por su

cuenta de moneda fraccionaria y los miembros de la colectividad estaban

entre un 30 y 40 % de la población de la localidad, pero no por ello

deberíamos olvidar esta moneda.

Page 41: Monedas ii república

- 41 - J. Ovelleiro

Me permito afirmar aquí que todas estas monedas de las colectividades,

desde el momento que fueron emitidas por un poder político real y no por

una empresa, colectivizada o no, deberíamos situarlas al nivel de las que

denominamos Emisiones Locales. Como mínimo las monedas de

Mazaleón ya que fueron utilizadas en toda la localidad y fueron emitidas

por el único organismo existente en el pueblo que era equivalente a los que

en otros sitios se denominaron Consejos Municipales.

También como monedas que eran válidas en toda la localidad, por haber

sido avaladas por el ayuntamiento con algún tipo de resello, autores como

Leocadio de Olarría o Antoni López i Lluch sitúan las fichas de la

Cooperativa Ferroviaria de Mora la Nueva y la Sección de Cooperativa de

Palma D´Ebre. Si tomáramos su afirmación como válida, deberíamos

también incluir estas fichas dentro de las Emisiones Locales.

Industrias colectivizadas, sindicatos, cooperativas y unió de

cooperadors

Entramos en un apartado en el que, a veces, no es fácil clasificar a estos

organismos. Quizás las únicas que podamos acotar como tal sean las

primera como empresas que, existiendo anteriormente, fueron

colectivizadas por los trabajadores y continuado con la producción.

Cooperativas agrícolas serían aquellas en que compartían los medios de

producción, mientras que unió de cooperadors me parece observar que eran

una asociación de socios similar a lo que hoy llamamos cooperativa de

consumo. Pero esto no es totalmente cierto, ya que en algunos casos las

cooperativas también disponían de sus propios economatos y funcionaban

como las unió.

Al mismo tiempo había sindicatos que estaban “integrados” en una

determinada empresa (por lo cual podrían ser tomadas las fichas como las

de las industrias colectivizadas) pero emitieron sus monedas de cambio con

el nombre del sindicato. Otras cooperativas se denominaron sindicato

(sobre todo en la agricultura), pero en realidad nunca ejercieron como tal.

Simplemente tomaron esta denominación para poder acogerse a la Ley de

Sindicatos Agrícolas de 1906 que les daba ciertas ventajas de carácter

fiscal.

Todo esto nos hace ver claro que se necesitaría un trabajo mucho más

exhaustivo que éste para poder dar una idea clara de la situación real de la

época. Por lo tanto nos limitaremos aquí a clasificarlas según la

denominación que figura en las piezas sin entrar en más detalles.

Creo que esto basta para plasmar que estas fichas también representaron

una parte de las monedas fraccionarias que había en curso en los años de la

guerra civil, lo cual es nuestro auténtico propósito.

Page 42: Monedas ii república

- 42 - J. Ovelleiro

Industrias colectivizadas

Sobre este tipo de fichas existen amplios estudios, sobre todo de Cataluña,

y no vamos a intentar competir con ellos. Simplemente pondremos aquí

algunas empresas cuyas fichas están en mi poder y que pueden servir de

ejemplo de esta modalidad de pago existente en la época.

En Catalunya, la derrota de la sublevación militar del 18 de julio de 1936

conllevó que el Estado, detentador del poder político y de la fuerza militar

y garante del mantenimiento de la organización económica y social del

país, se derrumbase por completo.

Con la desintegración del Estado, los trabajadores, los manuales en

particular, que habían desempeñado un papel decisivo en la obtención de la

victoria sobre los sublevados, fueron quienes obtuvieron la victoria política

e iniciaron una amplia y profunda transformación revolucionaria de la

sociedad catalana.

Sofocada la rebelión, al reanudarse la actividad productiva y habiendo los

dueños abandonado sus empresas –en unos casos–, o no atreviéndose a

imponer su autoridad al carecer de la fuerza coercitiva del Estado –en

otros–, los trabajadores procedieron, inmediatamente y por propia

iniciativa, a la puesta en marcha del proceso colectivizador, tomando

directamente en sus manos el control y la dirección de la mayor parte de las

empresas; cabe destacar que todo ello lo realizaron de forma espontánea.

Las grandes empresas colectivizadas constituyen las experiencias más

importantes y significativas de la colectivización de la industria y hace que

su análisis sea fundamental para el conocimiento de esta experiencia y que

del mismo se puedan extraer elementos importantes de la socialización

global a que aspiraba la alternativa colectivista.

A modo de introducción a este tema enumeremos aquí las cuatro etapas que

distingue Antoni Castells Duran en su estudio “Las colectivizaciones en

Catalunya (1936-1939)”

La primera: julio-finales de octubre de 1936, en la que se inició de forma

espontánea la colectivización, desarrollándose sin cortapisas la autogestión

obrera. Fue durante esta etapa cuando se realizaron la mayor parte de las

colectivizaciones de empresas y se inició la constitución de la mayoría de

las agrupaciones.

La segunda: octubre 1936-mayo 1937, se inició con el decreto de

colectivizaciones –fruto de la solución de compromiso a que llegaron las

distintas organizaciones políticas y sindicales–, en ella se avanzó en la

coordinación de la economía colectivista y fue el período en que se legalizó

un mayor número de empresas colectivizadas y agrupaciones.

Page 43: Monedas ii república

- 43 - J. Ovelleiro

La tercera: mayo 1937-febrero 1938, se inició con la pérdida del

predominio político de la CNT-FAI, la represión ejercida sobre el POUM y

el reforzamiento del poder de la Generalitat, como consecuencia de los

«hechos de mayo». En ella aumentó el control estatal de la economía, al

tiempo que la CNT intentó aumentar el control sindical de arriba abajo

La cuarta: febrero 1938-enero 1939, se caracterizó por el aumento del

intervencionismo del gobierno de la República, el incremento de los

ataques a la colectivización para favorecer la estatización y la

reprivatización. A pesar de todo, hasta que las tropas franquistas ocuparon

Cataluña, continuaron funcionando un elevado número de empresas

colectivizadas y agrupaciones, debido a la defensa que de las mismas

hicieron los trabajadores.

Dentro de este proceso histórico de colectivización, hubo algunas industrias

que emitieron fichas metálicas para su uso interno entre el personal.

Pongamos aquí algunas de las que nos parecen más completas las series y

representativas de esta modalidad de pago.

Altos Hornos de Cataluña. Industria situada en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Cinco fichas en aluminio con valores de 5, 10, 25 y 30 céntimos y una peseta.

C.A.M.P.S.A. Industria petrolera situada en Cornellà de Llobregat

(Barcelona). Fichas de 5 y 10 céntimos en zinc (nótese aquí la similitud

con las monedas de iguales valores emitidas en Nulles) y 50 céntimos en

latón y 1 peseta en cuproníquel o alpaca. Algunas de estas fichas tienen en

el reverso un resello que parece una J y una C entrelazadas.

La Hispano Suiza I.C. de Barcelona. Tres fichas de aluminio de 5, 10 y 25

céntimos y dos de latón de 50 céntimos y 1 peseta.

Page 44: Monedas ii república

- 44 - J. Ovelleiro

Las de aluminio con reverso, la de 50 céntimos con un círculo en relieve en

el reverso y la peseta con el valor nominal.

Ésta fue una de las grandes fábricas del metal que fueron reconvertidas a la

producción de algún material de guerra ya desde el principio de la

contienda. En agosto de 1936 se instituyó una Comisión de Industrias de

Guerra de Cataluña y pasó a formar parte del Gobierno de la Generalidad.

Sin embargo el equipo directivo de esta comisión se mantuvo siempre en

manos de los cenetistas.

Hacer un recuento exhaustivo de las empresas que fueron colectivizadas

durante el periodo de la guerra civil sería demasiado extenso para este

trabajo. Además existe bastante bibliografía, la cual se puede consultar para

mayor información.

Con las fichas aquí expuestas creo que ya puede verse suficientemente

clara la idea de la existencia de esta modalidad de pago fraccionario que

existió durante los años de la contienda.

Pero antes de pasar a otro tipo de fichas quiero poner aquí las palabras de

Antoni Castells Duran en su obra “La transformación colectivista en la

industria y los servicios de Catalunya 1936-1939”. En ella nos dice:

“Durante el período comprendido entre julio de 1936 y enero de 1939, se

desarrolló en Barcelona y en el conjunto de Catalunya una de las

transformaciones económico-sociales más radicales que han tenido lugar

en el s. XX, la cual tuvo como protagonistas principales a los trabajadores

manuales de la industria y los servicios”.

Para hacernos una idea de la importancia de cada una de estas fichas,

podemos tomar otra cita del mismo autor en la que refleja el número de

empleados que tenían algunas de estas industrias colectivizadas.

“Las grandes empresas colectivizadas como los tranvías de Barcelona

colectivizados (3.442 empleados de los que, el 19 de julio de 1936, 3.322

estaban afiliados a la CNT), las compañías de ferrocarriles, las empresas

colectivizadas Hispano Suiza (metalurgia), CAMPSA (petróleo), La

España Industrial (textil), Rivière (metalurgia), Cervecerías DAMM

Page 45: Monedas ii república

- 45 - J. Ovelleiro

(bebidas), …y las agrupaciones como La Agrupación Colectiva de la

Construcción de Barcelona (11.000 trabajadores), La Madera Socializada

de Barcelona (8.000 trabajadores), La Agrupación de los Establecimientos

de Barbería y Peluquería Colectivizados de Barcelona (4.000

trabajadores), Los Espectáculos Públicos de Barcelona Socializados

(10.000 trabajadores), Los Servicios Eléctricos Unificados de Catalunya

(11.500 trabajadores), La Industria Colectivizada Espejos, Cristales y

Vidrios Planos, La Colectividad Óptica de Barcelona, La Industria de la

Fundición Colectivizada, La Agrupación de Productores de Maquinaria y

Material Frigorífico, La Colectividad de Básculas, Arcas, Muebles

Metálicos y Balanzas, Los Servicios de Gas Unificados de Catalunya, La

Agrupación de la Industria Gastronómica,…etc., constituyen las

experiencias más importantes y significativas de la colectivización

de la industria y los servicios y al ser la agrupación la forma más compleja

y elevada de organización, hace que su análisis sea fundamental para el

conocimiento de dicha experiencia y que del mismo se puedan extraer

elementos importantes de la socialización global a que aspiraba la

alternativa colectivista.”

Aunque la mayoría de las empresas de transporte estaban sindicadas a la

CNT, que pertenecía al Sindicato Único Rama Transporte (SURT) y tenía

alrededor de 20.000 afiliados, hubo excepciones que emitieron monedas

para devolver el cambio como Autobuses Roca, que pertenecía a la UGT y,

por lo tanto, quedó fuera del control anarcosindicalista.

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- 46 - J. Ovelleiro

Sindicatos

Aunque algunos sindicatos se autodenominaron cooperativas, federaciones

agrarias, comunidad de labradores o cámaras

agrícolas para poder acogerse a determinadas

leyes que les favorecían desde el punto de

vista fiscal; algunos de ellos mantuvieron la

terminología de sindicato y emitieron fichas

dinerarias.

Leocadio de Olabarría recoge en Cataluña los

siguientes sindicatos:

Comité Economic de Canodroms S.I.E.,

(cuyas fichas recogemos en el apéndice de

fichas tipo L´Ametlla del Vallès)

Sindicato Industrias Alimentarias,

Sindicato Único Ramo del Transporte,

Sindicat Agricola de Brafim, Sindicat

Fraternitat Agricol de Calella, Sindicat

Agricol del Maresme, Sindicat Agricol

de Muntagut de Fluvia, Sindicat

Agricol de Tortellà, Sarroca de Segre, y las fichas realizadas en celuloide

en colores de Sindicat Agricol de la Vilella Baixa.

Valga con esta relación y las fotos que acompañan en este trabajo para

darnos una idea de esta forma de pago emitida por los sindicatos.

Cooperativas

Para hacernos una idea de la importancia que tuvo esta forma de

producción durante los años de la II república baste leer lo que escribe

Rafael Chaves (Universidad de Valencia) en su artículo Las cooperativas

en la segunda república española. 1931, primera Ley española de

Cooperativas:

“A pocos meses de ondear oficialmente la bandera tricolor republicana, el

9 de septiembre de 1931, se promulgaba la 1ª Ley de Cooperativas

española.

La rapidez con la que se aprobó esta Ley denotaba el talante del nuevo

Régimen Democrático hacia el Cooperativismo, contrastando con la

lentitud con la que esta iniciativa iba avanzando en los años anteriores. En

efecto, si bien se considera a esta Ley como heredera de los trabajos

procedentes de una Comisión del entonces Instituto de Reformas Sociales,

Comisión creada ya en 1925, los trabajos de ésta, plasmados en un

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- 47 - J. Ovelleiro

Anteproyecto de ley en 1927 no llegaron a adquirir rango legal durante

esos años pre-republicanos. Sí merece señalarse que la nueva Ley nació

‘descafeinada’ en lo relativo a difusión y enseñanza del cooperativismo,

apoyo económico-financiero y apoyo fiscal a las cooperativas, aspectos

que sí aparecían en el Anteproyecto (Reventós, 1960: 216-219). Algunas de

estas carencias fueron subsanadas en el desarrollo reglamentario de dicha

Ley, el 2 de octubre del mismo año.

La Constitución Republicana. Este talante positivo de la República quedó

bien plasmado en su marco institucional más amplio, el de su Constitución

de 1931. Ésta, como claro antecedente de nuestra actual Constitución en lo

referente al cooperativismo (véase su art. 129.2), contemplaba ya a las

cooperativas como entidades de utilidad social, como señalaban sus art. 46

‘(...) la República asegurará a todo trabajador las condiciones de una

existencia digna. Su legislación social regulará: (entre otras) las

instituciones de cooperación; (...) la participación de los obreros en la

dirección, la administración y los beneficios de las empresas; (..)’ y art. 47

‘la República protegerá al campesino y a este fin legislará, entre otras

materias, sobre (...) cooperativas de producción y consumo.”

Ponemos aquí a modo de ejemplo las fichas emitidas en Cataluña por una

cooperativa agrícola, la de Hostalets de Pierola, y otra como representante

de las cooperativas obreras, “La Progresista” de Parets del Vallès.

Ambas cooperativas estaban en la provincia de Barcelona. También

podremos encontrar las fichas de la cooperativa obrera de Caldes de

Malavella dentro de las fichas que se emitieron con los mismos cuños que

las monedas de L´Ametlla del Vallès.

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- 48 - J. Ovelleiro

Pero existieron también cooperativas en otras partes del territorio español.

La localidad de Arija (Burgos) estaba incluida dentro del Consejo de

Santander, Palencia y Burgos. Debido a existir una fábrica de vidrio y a la

clara inclinación de sus obreros hacia las ideas de la UGT, en el pueblo

convivían dos cooperativas: La Unión y La Defensa.

Al comienzo de la Guerra se crea un organismo de gestión de la fábrica de

vidrio que es el Control Obrero. El “control obrero” de la fábrica de Arija

estaba formado por trabajadores con un presidente y 9 vocales y tenía

poderes, por lo menos, para intervenir en las decisiones que se tomaban en

la empresa.

Este mismo organismo es el que manda resellar las fichas existentes de las

dos cooperativas con las letras CO entrelazadas. De La Defensa existen

fichas por los valores 5, 10 y 50 céntimos y 1 y 5 pesetas. También hay

fichas con valores en especias de la Cristalería Española avaladas con el

resello del Control Obrero.

En párrafo aparte citamos series de dos localidades por el resello que,

según algunos autores, puso el ayuntamiento en fichas que ya existían

anteriormente para darlas validez en toda la localidad. Si partimos de la

veracidad de estos investigadores de las fichas catalanas, tendríamos que

incluir estas fichas dentro de la Emisiones Locales con derecho propio

como las fichas de Marchena o de las colectividades. La primera sería la

Cooperativa Ferroviaria de Mora la Nueva (Tarragona) con el resello de

una estrella de 5 puntas en el centro de las piezas que se supone mandó

poner el ayuntamiento para darlas validez.

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- 49 - J. Ovelleiro

La segunda sería la Sección de Cooperativa de Palma D´Ebre

(Tarragona), de la cual Olabarría dice: “En este Ayuntamiento se utilizaron

las monedas antiguas de la Cooperativa Local, avalándolas oficialmente.

La moneda de 2 Ptas. Se modificó agujerándola y circuló como 50 cts; la

de 1 Pta, con agujero circuló como 25 Cts., y la de 1 Pta. sin agujero se

mantuvo como su primitivo valor.” La serie completa quedaría de la

siguiente forma:

En los mismos términos se manifiesta López i Lluch añadiendo la

información de que el agujero era de 6 mm. de diámetro.

Unió de Cooperadors

Pondremos en este apartado algunas de las fichas que tienen acuñada esta

denominación en ellas, aunque en algunas también vayan nombradas como

“Cooperativas Unión de Cooperadors”. Ya dijimos que clasificar con

precisión estos dos tipos de organizaciones es un trabajo que está más allá

de nuestras posibilidades.

Podríamos empezar por la serie de cuatro fichas de las Cooperativa Unió

de Cooperadors de Igualada (Barcelona). Esta serie de 1937 se compone

de las fichas de latón de 2 y 10 Cts. y en cobre de 1 y 5 Ptas.

Como nota curiosa podríamos añadir que la documentación relativa a esta

cooperativa forma parte de los documentos confiscados durante la guerra

civil y que la Generalitat de Cataluña reclama al archivo de Salamanca.

Siguiendo con esta denominación podríamos poner aquí la Cooperativa

Unió de Cooperadors de Torredembarra (Tarragona) con la serie de 5 y

10 Cts. en latón y las de 1, 2 y 5 Ptas en níquel con la variante de 5 Ptas

que pone “Coop. La Veritable” con la siglas UC en el reverso, aunque no

se tiene la seguridad de que fuesen emitidas durante la guerra.

Page 50: Monedas ii república

- 50 - J. Ovelleiro

En 1937 la Unió de Cooperadors de Cercs (Barcelona) emitió una serie

de fichas de 5 y 10 céntimos en latón y 1, 2 y 5 pesetas en níquel. Esta

localidad contaba con una gran actividad minera del carbón y una amplia

organización de los obreros. Posiblemente esto favoreció la organización

de esta unió de cooperadors.

Con la leyenda de similar significado a las de Igualada, en este caso

invirtiendo el orden de la frase, “TOTS PER A UN I UN PER A TOTS”, la

Unió de Cooperadors de Cornellà (Barcelona) emite unas serie de 5 y 10

cts, en latón y 1, 2 y 5 ptas en níquel. De esta serie no se tiene absoluta

seguridad de que fuera emitida durante la contienda, ya que no figura el

año de emisión.

Continuamos con otras fichas. En la provincia de Gerona existió la Unió de

Cooperadors de Salt, la cual emitió fichas de 5 y 10 céntimos en latón y 1

peseta en níquel.

En esta zona geográfica de los alrededores de Gerona hubo mucha

actividad en el sentido de colectivizaciones de empresas, fábricas y

comercios. Esto seguro que favoreció la creación de esta unión de

cooperadores.

Page 51: Monedas ii república

- 51 - J. Ovelleiro

Como última serie de fichas de este tipo de asociación tendremos en cuenta

la Unió de Cooperadors de Gavá en la provincia de Barcelona.

Esta localidad era un objetivo militar durante la guerra debido a la

existencia de la fábrica Roca, la cual se reconvirtió en parte dedicándose a

la fabricación de material bélico, y la población sufrió bombarderos en

1938 para los que se prepararon con la construcción de varios refugios

antiaéreos con varias entradas de acceso.

Estas fichas, parece ser, existían antes de la guerra y fueron reutilizadas

poniéndolas una contramarca para darlas validez. Lo que no se conoce es si

este resello fue mandado poner por orden del ayuntamiento u otra

institución, lo cual nos obligaría a situarlas dentro de las emisiones locales

por haber sido válidas por orden de la autoridad competente en ese

momento.

Existen piezas en latón de 5 y 10 céntimos y dos piezas distintas en níquel

de 1 peseta. Estas se diferencian en que a ambos lados de la palabra GAVÀ

unas tienen dos estrellas y otros dos puntos.

Con la relación de fichas que hemos presentado en este capítulo creo que

queda suficientemente reflejada la importancia que tuvieron estas formas

de pago durante los años de la guerra, aunque estas monedas no fuesen de

obligada aceptación en todo el territorio de la localidad donde se emitieron.

Page 52: Monedas ii república

- 52 - J. Ovelleiro

Monedas con resellos políticos

Incluiremos en este apartado

todas monedas que fueron

manipuladas, durante la época

que intenta abarcar este escrito,

mediante el uso del buril u otro

medio mecánico, con motivo de

llamar la atención hacia una

determinada idea política.

Este tipo de propaganda política

ya había sido utilizado anteriormente en múltiples ocasiones, de las cuales,

quizás el más conocido sea el resello MEMO en los duros de Amadeo I

punzado por los partidarios de la restauración borbónica de tal manera que

se leyese AMADERO I REY (MEMO) DE ESPAÑA.

Otro antecedente importante de este tipo de

propaganda política lo encontramos en el

resello con el eslogan “MAURA NO” de los

opositores al líder conservador y a su proyecto

denominado “Revolución desde arriba”. El

movimiento de agitación en contra de Maura

estalla en la última semana de julio de 1909

contra la movilización de los soldados que

iban destinados a la guerra de Marruecos y

tiene su punto álgido en la Semana Trágica de Barcelona.

Durante el periodo que intenta

abarcar este escrito fue utilizado

esta forma de difusión de las ideas

políticas muy profusamente.

Tengamos en cuenta que, dentro

de los dos bandos claramente

enfrentados, existían diversos

partidos, tendencias y grupos

ideológicos muy variados. Casi

todos estos grupos utilizaron este

método con mayor o menor

profusión.

Seguramente la acción más

organizada y metódica fue la

Page 53: Monedas ii república

- 53 - J. Ovelleiro

campaña antielectoral de grandes alcances

promovida por la CNT bajo el lema de Casa

Viejas (Movimiento de Comunismo

Libertario reprimido en 1933). Los

anarquistas utilizaron sus periódicos y

semanarios, al igual que todos sus medios,

para declarar la huelga electoral que, quizás,

fue la causa de la derrota de la izquierda en

1934. Dentro de las acciones organizadas por

ellos se llevó a cabo el resello de muchas de

las monedas fraccionarias corrientes con el

lema de la campaña en distintas versiones:

NO VOTAR, NO VOTES, OBREROS NO

VOTAR, etc...

Pero no fueron solamente los anarquistas los

que utilizaron este método de propaganda,

todos los partidos o fracciones resellaron

monedas con sus siglas o símbolos de sus

ideologías. En esta página ponemos un

ejemplo de cada una de estas fracciones, los

cuales se pueden identificar perfectamente por

sus resellos.

La última fotografía de esta página se sitúa la

moneda con la fecha del 13 de julio. Esta

moneda, posiblemente, pretende recordar la

fecha del asesinato de D. José Calvo Sotelo

asesinado por un grupo socialista de la

guardia de asalto (en represalia por el previo

asesinato del teniente Castillo a manos de la

ultraderecha). Aunque no ponemos aquí más

resellos del bando ganador, existen también

monedas que tienen gravado el yugo y las

flechas de Falange y siglas de otras

agrupaciones y organizaciones de la derecha.

Como sección especial de este capítulo

queremos aquí reseñar los resellos de tipo

satírico en los cuales, algunos “artistas” a

nivel privado, invirtieron su tiempo y pericia

modelando con un buril otras figuras a partir

Page 54: Monedas ii república

- 54 - J. Ovelleiro

de las representadas originalmente en las monedas de curso legal. Valga

como ejemplo de está técnica la moneda de Alfonso XII convertido en un

auténtico catalán por obra de algún artista anónimo.

Como última parte de este

capítulo, intentaremos hacer

una lista de las diversas

leyendas (EN

MAYÚSCULAS)) que

podemos encontrar como

resellos en las monedas

utilizadas en estos años.

También ponemos (en

minúsculas) los símbolos

gráficos de que sabemos su

existencia:

NO VOTAR

CNT NO VOTAR

!AMNISTIA!

EXIGID AMNISTIA

VIVA LA CNT

LEED CNT

CNT y FAI

POUM y NIN

VIVA NIN

CASAS VIEJAS

VIVA AZAÑA

VIVA LA REPUBLICA 1931

REPUBLICA

R FEDERAL

DEUS.PATRIA.REX CVII (flor)

DEUS PATRIA REX

VOTAD AL PARTIDO COMUNISTA (con hoz, martillo)

!AMNISTIA! (con estrella)

UHP (Unión Hermanos Proletarios)

CEDA (Confederación de Derechas Autónomas)

JAP (Juventudes de Acción Popular)

hoz y martillo

hoz, martillo y estrella de 5 puntas

gorro frigio republicano

yugo y flechas de la Falange

Page 55: Monedas ii república

- 55 - J. Ovelleiro

Monedas apócrifas

La Real Academia define el adjetivo “apócrifo” como fabuloso, supuesto o

fingido. Aunque existe cierta discusión sobre este tema entre los

coleccionistas, incluiré en este capítulo una serie de estas monedas que,

para mí, nunca existieron en los años de la guerra civil.

Dentro de la comunidad andaluza existen monedas de dos municipios que

caerían en este apartado: (Moguer y Trebujena). Como muy bien

argumenta Luis

Barrera

Coronado en su

libro “La

moneda de

necesidad en la

provincia de

Sevilla”, esas dos

monedas no son

más que intentos

recientes de engañar a los coleccionistas.

Refiriéndose a la peseta de Moguer, además de argumentos referidos al

material (plomo) en que está acuñada y al alto valor para ser una moneda

fraccionaria, un argumento que presenta para demostrar indefectiblemente

la falsedad de esta moneda es que

pone I Año Triunfal en una

moneda emitida supuestamente en

1936 cuando en concepto de “Año

Triunfal” no fue acuñado hasta

1937.

Respecto a los tres valores

supuestamente emitidos en

Trebujena, este autor también los

descarta como auténticos debido a

la temprana fecha de su supuesta

emisión (1936) que es el mismo

año del comienzo de las

hostilidades en España. La

excesiva premura en emitir estas

monedas hace que no sea

verosímil la existencia de las

mismas en esas fechas.

Page 56: Monedas ii república

- 56 - J. Ovelleiro

En este mismo libro se cita también la serie de Jávea como monedas de

fantasía, monedas de hierro (aunque realmente no son de hierro ni

contienen una parte importante del mismo ya que no las atrae un imán) de

cuya serie habla Turró en su libro

El paper moneda del País

Valenciá, del cual traducimos un

fragmento:

“Pero señalamos que tenemos

serias dudas sobre la autenticidad

de estas monedas aunque se

reseñan, en el catálogo de las

monedas valencianas de Rafael

Petit y Josep Mª Aledon editado

en Valencia en el año 1983.

Nuestras dudas proceden del

hecho de que el escudo local que

está representado no corresponde

con el adoptado por esta

población en el año 1931, en el

advenimiento de la 2ª República

Española, ya que no lleva las 4

barras catalanas en el primer cuadrante sino dos flores de lis

gualdrapeadas, y al hecho de que las dos grandes L estén coronadas, ya

que en el escudo moderno se suprimió este atributo.

Si se trata de un escudo heráldico antiguo, es inverosímil que se utilizara

durante todo el proceso revolucionario iniciado a causa de la sublevación

militar española, y, además, no se corresponde nada con el escudo local

que figura en el papel moneda municipal.

Si este escudo fuera el adoptado en la ocupación franquista (cosa que

ignoramos), querría decir que estas monedas fueron acuñadas por los

vencedores al final de la guerra, cosa que perece muy improbable. De

todas formas, y ante la duda, hemos creído conveniente reseñarlas y

catalogarlas.”

Page 57: Monedas ii república

- 57 - J. Ovelleiro

Peso y medida de las emisiones locales

Zona

republicana

Ayuntamiento de Olot

10 Cts. 3.37 gr. 24 mm.

15 Cts. (Réplica) 5,51 gr. 30,2 mm.

Consell Municipal de Falset

Gobierno de Euzkadi 50 Cts. 0,67 gr. 23 mm.

1 Pta. 4,01 gr. 1 Pta. 1 Pta. 0,68 gr. 23 mm.

2 Ptas. 8,05 gr. 2 Ptas. 2 Ptas. 0,65 gr. 23 mm.

Consejo de Asturias y León Consell Municipal de Granadella

50Cts. 2,77 gr. 21,2 mm. 1 Pta. 0,68 gr. 23 mm.

1 Pta. 4,76 gr. 23,0 mm. 2 Ptas. 0,65 gr. 23 mm.

2 Ptas. 8,08 gr. 26,9 mm. Ajuntament de Gratallops

Consejo de Santander, Palencia y Burgos 5 Cts. 2,57 gr. 21,3 – 22 mm.

50 Cts. 2,45 gr. 19,1 mm. 10 Cts. 3,10gr. 26 – 25,5 mm.

1 Pta. 5,37 gr. 23 mm. 25 Cts.

Consejos Municipales de Menorca 50 Cts. 1,93 gr. 23,3 mm.

5 Cts. 1,20 gr. 13,5 mm. 1 Pta. 1,96 gr. 24 mm.

10 Cts. 1,45 gr. 15 mm. Ayuntamiento de Aspe

25 Cts. 2,25 gr. 17 mm. 50 Cts.

1 Pta. 3 gr. 19 mm. COLECTIVIDADES Y RESELLOS DE AYUNTAMIENTOS

2,50 Ptas. 4,5 gr. 21,5 mm. Pla de Cabra 5 Cts. 4,60 gr. 25 mm.

Ciudadela (1 peseta) 3,96 gr. 22,5 mm. Pla de Cabra 1 Pta. 3,77 gr. 23 mm.

Consejo Municipal de Ibi Mazaleón 5 Cts. 2,44 gr. 26,4 mm.

25 Cts. 4,00 gr. 24 mm. Mazaleón 25 Cts. 2,13 gr. 26,3 mm.

1 Pta. 5,88 gr. 24 mm. Mora la Nueva 10 Cts. 6,68 gr. 30 mm.

1 Pta. níquel 5,98 gr. 24 mm.

Zona

nacional

Ayuntamiento de Nulles

5 Cts. 1,40 gr. 22 - 23 mm.

10 Cts. 1,16 gr. 21,5 mm.

25 Cts. 2,08 gr. 20 - 20 mm.

50 Cts. 2,06 gr. 20 - 20 mm.

1 Pta. 2,45 gr. 21,5 mm. Ayuntamiento Arahal

Consejo Municipal de Arenys de Mar 50 Cts. 2,29 gr. 19 mm.

50 Cts. 1,70 gr. 20,2 mm. 1 Pta. 4,13 gr. 25,5 mm.

1 Pta. 3,36 gr. 28,3 mm. 2 Ptas. 5,76 gr. 29,5 mm.

Ayuntamiento de L'Ametlla del Vallés Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra

25 Cts. 1,73 gr. 26 mm. 10 Cts. 3,58 gr. 23,1 mm.

50 Cts. sin leyenda 0,63 gr. 19,5 mm. Ayuntamiento de Lora del Río

1 Pta. sin leyenda 1,66 gr. 26 mm. 25 Cts. 3,40 gr. 23,2 mm.

50 Cts. con leyenda 0,86 gr. 19,6 mm. Real de Marchena

1 Pta. con leyenda 1,76 gr. 26 mm. 25 Cts. 11,41 gr. 42 mm.

Consejo Municipal de Segarra de Gaiá (1 Pta.) 025 Cts (Réplica) 11,83 gr. 42 mm.

Latón 2,06 gr. 25 mm. Ayuntamiento de Puebla de Cazalla

Cobre 3,50 gr. 23,8 mm. 10 Cts. 3,50 gr. 23,5 mm.

Alpaca 3,75 gr. 23,9 mm. 25 Cts. 4,23 gr. 26 mm.

Page 58: Monedas ii república

- 58 - J. Ovelleiro

Guía para coleccionistas

Colección de fotografías de monedas auténticas comparadas con alguna de

las falsificaciones más frecuentes

El Real de Marchena

Auténtica

La forma más fácil de reconocer las

falsificaciones de esta moneda es

mirar el reverso. Como se puede

apreciar en la fotografía, al acuñar

estas monedas se traspasó el relieve de

las letras y números al reverso.

También puede verse en las falsas que

la inscripción es perfectamente legible,

cosa que no sucede en ninguna de las

auténticas.

Falsificación

Auténtica

En este tipo de moneda, además de las

falsificaciones con iguales

características a las de 25C, hay que

tener también en cuenta las monedas

auténticas de 25C en las cuales ha sido

troquelado posteriormente el 0 para

intentar hacerlas pasar por auténticas

025C.

Para reconocerlas bastará con observar

el poco espacio que queda entre la M y

el 0, así como entre el 0 y el número 2.

Falsificación Auténtica troquelada

Page 59: Monedas ii república

- 59 - J. Ovelleiro

Arahal

Auténtica

Esta es la moneda más falsificada de las tres que

componen la serie debido a ser la que más alto precio

alcanza entre los coleccionistas.

La mejor forma de distinguirla, aunque sea en una

simple fotografía, es observar el grupo formado por la

A de ayuntamiento, la C de céntimos y el PUNTO

delante de esa palabra.

En la fotografía se puede observar cómo la A en la

auténtica está bastante más abajo respecto a la C.

Además es PUNTO en la verdadera se sitúa

claramente debajo del nivel de la palabra céntimos.

Otra forma de comprobar si cuando esta moneda es

falsa es observando la palabra ARAHAL. Si esta

tiene las letras perfectamente impresas será falsa, ya

que no existe ninguna en la cual esta palabra quedase

bien impresa.

Falsificación

Auténtica

La mejor forma de distinguir una falsificación de esta

moneda, aunque sea en una simple fotografía, es

observando la relación de posición entre la A de

peseta y el PUNTO que va a continuación.

En la falsa el punto queda ligeramente por debajo de

la línea que forma la parte inferior de la palabra

peseta, mientras que en la auténtica está todavía

dentro de la franja de las letras.

Falsificación

Page 60: Monedas ii república

- 60 - J. Ovelleiro

Auténtica

Seguramente será la más difícil de distinguir de las

tres que forman esta serie.

Una forma de poder distinguirla sería observando la

forma de algunas letras:

El trazo superior de la T de pesetas tiene una forma

distinta en ambas monedas. En la auténtica termina

recto en ambos lados mientras que el la falsa termina

formando una línea inclinada.

También al observar la segunda A de ayuntamiento

podemos ver que en la auténtica el segundo trazo

vertical el más corto que el primero, no siendo así en

las monedas falsas que son de la misma longitud

aproximadamente.

Falsificación

L'Ametlla del Vallés

Auténtica

Viendo ambas monedas juntas

se pueden apreciar gran

número de diferencias.

Por citar alguna podemos decir

que las estrellas de ambos

lados de la palabra

AJUNTAMENT, en la moneda

auténtica, tienen 5 puntas

mientras que son de 6 en la

copia.

También se observa que las

estrellas que limitan la palabra

CÉNTIMS han sido sustituidas

por puntos, a la vez que

también han suprimido la tilde

de la palabra.

Falsificación

Page 61: Monedas ii república

- 61 - J. Ovelleiro

Auténtica

La diferencia más clara de estas

monedas y que podrá

distinguirse en cualquier

fotografía es que el FONDO de

la moneda en la cara del valor

facial está constituido por finas

líneas verticales en la moneda

auténtica, mientras que tiene un

fondo granulado en las copias

realizadas para coleccionistas.

Falsificación

Auténtica

Independientemente de la

claridad de impresión que es

muy deficitario en las copias

realizadas, un elemento que nos

puede clarificar sin dudas que

se trata de una falsificación es

la línea que subraya las letras

TS de CTS en las monedas

auténticas. En las copias

realizadas se ha omitido esa

línea.

Falsificación

Page 62: Monedas ii república

- 62 - J. Ovelleiro

Auténtica

Como en otras monedas de esta

serie, la deficiente impresión de

las copias realizadas manifiesta

su falsedad a cualquier

coleccionista que conozca las

monedas auténticas.

Para aquellas personas que no

las hayan visto nunca o sólo

dispongas de una fotografía de

baja calidad recomiendo que se

fijen en la cifra 1 del valor.

En la verdadera, además de ser

distinta la terminación superior

al ser más achatada, también se

diferencia en la largura de la

línea que cierra el número por

abajo. En la auténtica es

claramente más corta que el las

falsificaciones.

Esta copia es fácil de distinguir

si nos fijamos en la posición de

la letra E de PESETA con

respecto a la cifra 1.

Falsificaciones

Auténtica

Observando el grupo formado

por la L, la tilde y el número 1

y las distancias entre esos

elementos, también podemos

distinguir claramente la

diferencia entre estas dos

monedas.

Las estrellas también en ambas

monedas. Mientras que en las

auténticas las seis puntas de las

mismas son de igual grosor, en

las copias tres de sus puntas

son más gruesas alternando

con puntas más finas.

Falsificación

Page 63: Monedas ii república

- 63 - J. Ovelleiro

Olot

Auténtica

La primera pienso que se hizo

para rellenar álbumes a las

personas que no desean pagar un

alto precio por las auténticas y

pueden distinguirse observando el

casco alado de Mercurio en el

cual se ve el orificio para la

cabeza del mismo en la parte

inferior.

La segunda podemos distinguirla

observando la parte inferior del

caduceo. En la falsa en palo

central es más corto y el de la

derecha está más unido al palo

central. Además la han hecho

imitando una rotura de cuño.

En ambas se “han olvidado” de

poner el brillo al caso: ese

cuadradito que lleva la original en

la parte izquierda. Falsificaciones

Auténtica

Lo que primero salta a la vista en

estas falsificaciones es el buen

estado de conservación de las

monedas. De esta moneda no se

logró acuñar ninguna con calidad

y, quizás por eso, no emitieron

muchas.

La dureza del metal utilizado no

lo permitía con los medios de que

disponían.

Como detalle para poder

distinguirlas en las fotografía

basta con observar la posición de

la S de céntimos. En la falsa está

paralela al humo de las

chimeneas.

Otro detalle que nos puede dar

una pista definitiva sobre su

autenticidad es dónde acaba el

tejado de la fábrica. Mientras que

en la auténtica termina al lado de

la letra N en la falsa se queda al

lado de la letra E de CENTIMOS

Falsificación

Page 64: Monedas ii república

- 64 - J. Ovelleiro

Puebla de Cazalla

Auténtica

Tanto de esta moneda como la de

25 céntimos, ha sido copiada con

ánimo de falsificación y para la

venta como copia en las

numismáticas.

En las copias para las

numismáticas las diferencias son

claras. Para diferenciarlas bastará

en observar la posición de las

primeras letras de Año De la

Victoria. En la auténtica están;

más o menos, en columna

mientras que en las copias la V

de victoria está bastante más a la

izquierda y la D queda sobre la

letra T.

Similar a la anterior pero con la

A de Año bastante más a la

derecha.

Esta falsificación podremos

diferenciarla claramente en

cualquier fotografía al observar la

cuarta flecha del yugo: La

flecha es notoriamente más corta

que en las auténticas.

Falsificaciones

Page 65: Monedas ii república

- 65 - J. Ovelleiro

Auténtica

En la cara del valor facial también

es fácil distinguir las copias si se

conocen ambas monedas ya que

tanto los dígitos como las letras

Cts se diferencia claramente.

En las copias de venta en las

tiendas se ha reducido, además, la

largura inferior de las flechas. De

esta forma es más difícil

confundirlas con las monedas

emitidas en este municipio

durante la guerra.

Para diferencias esta copia podemos

seguir el mismo criterio que en la

moneda anterior. Si observamos las

letras de Año De la Victoria podremos distinguir siempre las

auténticas de las falsas.

En este caso las letras A y D están

situadas verticalmente encima de

las letras VI de la palabra

victoria y no encima de la C

como en la moneda original.

Posición de las letras similar a la

anterior, pero con la A de Año más a la izquierda, ya encima del

yugo.

Falsificaciones

Page 66: Monedas ii república

- 66 - J. Ovelleiro

Nulles

Auténtica

Debido al alto precio que alcanzan en

el mercado, de las monedas de Nulles

han sido realizadas copias intentando

engañar a los coleccionistas o,

simplemente, para rellenar los huecos

de los álbumes de todos aquellos que

no pueden permitirse adquirir unas

monedas auténticas.

La copia más antigua que conocemos y

quizás una de las más logradas son las

monedas en cinc de 5 y 10 centims.

Para poder distinguir una copia de esta

moneda en una fotografía yo

recomendaría observar la S de Nulles.

En las copias es mucho más parecida

a una Z.

En las dos versiones de la falsificación

aquí reflejadas se puede detectar su

falta de autenticidad con simplemente

observar la S de centim S.

Al contrario que en la moneda anterior,

en las copias esta S ha sido realizada

con un tipo de letra mucho más

redondo que en las originales que

parece más a una Z debido a la mayor

angulación de sus curvas.

Falsificaciones

Page 67: Monedas ii república

- 67 - J. Ovelleiro

Auténtica

La primera copia es la más antigua y

de las más difíciles de detectar. Pero, al

igual que en las otras, el número 0 es

mucho más cuadrado que en las

originales.

Al igual que la anterior, el 0 es

bastante más cuadrado que en las

originales. También podemos

distinguir esta copia por la

considerable distancia que existe entre

las dos S de céntimS y NulleS.

Copia realizada a base de “pequeños

agujeritos” mediante algún sistema de

copias en metal.

Estas copias son fáciles de diferencias

precisamente por lo antes citado, pero

en caso de disponer sólo de una mala

fotografía bastará con observar la

diferencia en tipos de dígitos que se

han utilizado para la cifra 10.

Falsificaciones

Page 68: Monedas ii república

- 68 - J. Ovelleiro

Auténtica

Si tenemos a mano las dos monedas,

podemos observar que las letras y los

números de estas dos monedas

tienen distinto grosor. Sobre todo en

los dígitos se puede observar más

claramente que los de la replica son

considerablemente más finos.

Copia bastante reciente que suele

delatarse normalmente por su brillo

metálico, pero puede estar envejecida

artificialmente.

En este caso hemos puesto una copia

sometida al proceso de pavonado, con

el cual toman un tono gris oscuro.

Estas imitaciones se pueden detectar

claramente en una fotografía de cierta

calidad viendo la trama de rayado con

la que están impresas tanto las letras

como los números.

En caso de una mala fotografía

bastará observar el rasgo vertical del

5 que en la copia está perfectamente

vertical.

Falsificaciones

Page 69: Monedas ii república

- 69 - J. Ovelleiro

Auténtica

Comparando estas copias antiguas con

la original veremos que los números

de estas dos monedas tienen distinto

grosor. También sirve para detectar

esta réplica el observar con atención la

forma del número 5.

Ponemos también aquí una copia

reciente y envejecida por pavonado

como la de la página anterior.

También, como en la página anterior,

ponemos una copia realizada con trama

de rayado y también podemos observar

el mismo tipo de número 5.

Falsificaciones

Page 70: Monedas ii república

- 70 - J. Ovelleiro

Auténtica

Si observamos las fotos que están aquí

colocadas podremos apreciar

diferencias entre estas monedas y

parece poco probable que puedan

llevar a engaño estas falsificaciones.

Sin embargo he podido observar que

estas copias se venden frecuentemente

en internet y, quizás debido a que los

compradores solo pueden ver una

fotografía de mala calidad o a su

desconocimiento de cómo son las

auténticas, adquieren precios conside-

rables.

Copia antigua y la más difícil de

detectar.

La forma más fácil es fijándose en la

posición de la primera S de PESSETA

con respecto a la línea del 1. En la

réplica la línea queda hacia la mitad de

la S.

Recientemente se han visto invadidos

los lugares de venta de monedas en

internet por estas monedas que, pienso

yo, han sido fabricadas con el único

objeto de rellenar huecos en el álbum

debido su burda factura.

Sin embargo, envejecidas artificial-

mente o bien pavonadas, no es raro

encontrarlas en páginas dedicadas a la

compra-venta de monedas y alcanzar

unos precios no desdeñables.

Realizadas con la misma técnica de los

“agujeritos” también existen copias de

la moneda de una peseta.

Falsificaciones

Page 71: Monedas ii república

- 71 - J. Ovelleiro

Consejo Municipal Ibi

Auténticas

Últimamente se han visto nuevas acuñaciones de tres de las monedas de Ibi. Al estar

recién salidas de fábrica es muy fácil distinguir de las originales, pero pueden ser

sometidas a tratamientos de envejecimiento con lo que nos será tan sencilla su

identificación.

Ponemos aquí unas fotos de las auténticas y las copias antes de su envejecimiento para

que todos puedan comparar y ver las diferencias existentes.

También ponemos la foto de una réplica de la moneda de 25 cts. con mapa. Como

réplica es perfecta si no fuera por la R dentro de un círculo que la identifica como

tal. (Moneda perteneciente a la colección "Billetes y Monedas en la Historia de la

Comunidad Valenciana" distribuidas por el grupo editorial Prensa Ibérica)

Pero esta moneda se puede encontrar con una “suciedad” colocada precisamente en ese

lugar haciendo prácticamente imposible la diferenciación de la original. Por lo tanto,

observemos que esa zona esté libre de impurezas.

Falsificaciones y réplica

Page 72: Monedas ii república

- 72 - J. Ovelleiro

Cazalla de la Sierra

Auténtica

De esta moneda existen

falsificaciones como las

representadas en esta

página. En ambos casos

podrán ser diferenciadas

observando el grupo de

hojas inferior de la rama

que adorna la cara del

valor facial.

Mientras que en las

auténticas ese grupo

consta de tres hojas, en

ambas falsificaciones se

ha cometido el fallo de

colocar cuatro hojas

agrupadas en dos parejas.

Ya en la otra cara de la

moneda, también

podremos diferenciar

claramente las copias si

nos fijamos en la

colocación de la

inscripción Año De la

Victoria. Las primeras

letras de cada línea están

claramente colocadas en

una posición vertical muy

distinta a la original.

Falsificaciones

Aunque la colocación de

las iniciales de Año De la

Victoria es parecida a la

de la copia anterior,

distinguimos perfectamen-

te esta moneda por los

cuatro frutos alineados que tiene en el ramo del

reverso.

Page 73: Monedas ii república

- 73 - J. Ovelleiro

Lora del Río

Auténtica

La mejor forma de

distinguir la auténtica de las

diversas réplicas que existen

es observando la posición

del centro de la corona

respecto a la letra D de Lora

Del Río:

En la original están

enfrentadas como señalo en

la foto adjunta, mientras que

en todas las copias la corona

está girada hacia la derecha.

Entre las varias diferencias

que tiene esta copia, la más

clara sería quizás la

terminación superior de la

cifra 5. En esta moneda

acaba con una doble línea

vertical.

Réplica similar a la anterior,

pero en ésta ya han

perfeccionado la termina-

ción de la cifra 5.

Una copia fácil de

distinguir. Entre la múltiples

diferencia existentes, la más

clara sería que la leyenda

interior del escudo tiene las

letras invertidas.

También puede verse obser-

vando la colocación del

grupo de letras Curso

iNTerior.

Falsificaciones

Page 74: Monedas ii república

- 74 - J. Ovelleiro

Arenys de Mar

Auténtica

También de estas monedas se han realizado

varias imitaciones con mayor o menor

acierto a la hora de copiar las monedas

originales.

Copia en aluminio muy fácil de distinguir

debido a la omisión de las estrellas de

ambos lados de la moneda que existe en la

falsificación.

También se suele ver muy claramente la

deficiente calidad de la impresión con que

se han realizado las copias.

Una vez colocadas una al lado de otra,

vemos en la copia que apenas existe

separación entre las palabras “D'Arenys de

Mar”, además de otras diferencias.

Si sólo disponemos de una fotografía de la

moneda, podemos fijarnos en la letra T de

Cts. La rayita de esta letra, que debería ser

horizontal como en la auténtica, en la copia

está inclinada.

Al igual que la de 10 cts. de Nulles, esta

moneda ha sido realizada con un sistema de

copias de imágenes sobre metal que forma

la imagen a base de agujeritos.

La copia resulta fácil de reconocer si se ha

visto alguna imagen de una auténtica.

Últimamente ha aparecido una copia para

rellenar hueco en los álbumes sin

pretensiones de engañar a los

coleccionistas. Todos los elementos

gráficos “estampados” con un reborde en

relieve para hacerla más decorativa siendo

muy diferente del original.

Falsificaciones

Page 75: Monedas ii república

- 75 - J. Ovelleiro

Auténtica

Lo mismo que la de 50 Cts., esta moneda

también ha sido objeto de diversas

imitaciones.

Aunque al comparar las dos monedas se

ven grandes diferencias en su acuñación, si

sólo disponemos de la copia no resulta fácil

atestiguar su originalidad.

Un claro detalle que nos podrá hacer ver la

falsedad en cualquier foto, es que la T de

Pta tiene el trazo vertical mucho más largo

que en el original.

También podemos observar la falta del

punto tras las letras Pta

Dos detalles nos pueden ayudar: El árbol

de la copia no tiene hojas como en la

auténtica y la T de Pta tiene el trazo

vertical mucho más largo que en el original.

También en esta moneda falta el punto tras

las letras Pta

Copia en aluminio muy fácil de distinguir

debido a la omisión de las estrellas de

ambos lados de la moneda que existe en la

falsificación al igual que la moneda de 50

céntimos con este mismo fallo.

Al igual que la de 10 cts. de Nulles, esta

moneda ha sido realizada con un sistema de

copias de imágenes sobre metal que forma

la imagen a base de agujeritos.

La copia resulta fácil de reconocer si se ha

visto alguna imagen de una auténtica.

Falsificaciones

Page 76: Monedas ii república

- 76 - J. Ovelleiro

Segarra de Gaià

Falsificación Auténtica

De estas monedas existen falsificaciones

tanto de la de cobre como de la de

alpaca.

Posiblemente las dos se hicieran con el

mismo cuño, por lo tanto, existen las

mismas diferencias en ambas

falsificaciones.

Para reconocerlas bastará observar la

posición de la L de la palabra municipal.

En las auténticas está en línea con el

trazo horizontal que divide la moneda,

no siendo así en las falsas que está más

alto.

También puede observarse que en todas

las falsificaciones se olvidaron de poner

la tilde en la palabra GAIÁ.

Falsificación en níquel

Recientemente se han visto estas copias que, además de tener las letras más gruesas, en

todas ellas ha sido omitida la tilde de GAIÁ.

Page 77: Monedas ii república

- 77 - J. Ovelleiro

Gratallops

Auténticas Falsas

Estas chapitas de hierro también han sido

falsificadas y solo se pueden distinguir,

lógicamente, si se conocen las originales.

Pongamos aquí los detalles que nos pueden

servir para reconocerlas. Situadas en el lado

izquierdo los detalles de las verdaderas y al

derecho las falsificaciones:

5 original con la parte inferior doblada

para adentro

El rasguito superior de la G original el

más alto que en las falsas.

0 menos ovalado en la original.

La rayita inferior de la P es más larga

hacia la derecha i no está centrada en la

original.

Observando todos estos detalles no habrá

forma de que nos equivoquemos.

Page 78: Monedas ii república

- 78 - J. Ovelleiro

¿Monedas sevillanas de cobre?

Este es un tema que resulta controvertido. Hay coleccionistas que las dan por

auténticas, siendo las protuberancias que cubren la superficie depósitos de metal o de

óxido; para otros son copias realizadas mediante fundición a partir de monedas

originales. Aunque yo estaba a favor de esta última opinión, análisis XRF mandados

hacer a una empresa especializada me han hecho variar en ella.

Viendo los resultados en una moneda de éstas que fue lijada hasta el núcleo de la

misma, se comprueba que en su interior la composición es similar a las que todos

conocemos. Por algún motivo que desconocemos, parece ser que, algunas monedas de

monedas de necesidad de la provincia de Sevilla han ido perdiendo cinc en su

superficie hasta aparecer a la vista como monedas de cobre con “bultitos”.

Ponemos aquí algunos ejemplos y al final de la página los resultados del análisis.

Page 79: Monedas ii república

- 79 - J. Ovelleiro

Fichas dinerarias emitidas con el mismo cuño que las

monedas de L´Ametlla del Vallès (y otras monedas de las

series)

1 Peseta 50 céntimos 10 céntimos

Comité

Economic de

Canodroms

Barcelona

Cooperativa

obrera de Caldes

de Malavella

Gerona

Institut Pere

Mata

Reus

Bar París

Barcelona

Can Beco

Barcelona

Bar Ski

Barcelona

Bar Sarment

Barcelona

Page 80: Monedas ii república

- 80 - J. Ovelleiro

Bar Luna

Barcelona

Flor de Mayo Barcelona

(Cobre)

Maison Doreé

Barcelona

Maison Doreé con orificio

Izquierda Bar

Barcelona

Izquierda Bar con orificio

Sole Hielo

Barcelona

Page 81: Monedas ii república

- 81 - J. Ovelleiro

Fichas emitidas con la misma colección de cuños que las monedas de Puebla de Cazalla

posiblemente en la Fábrica de Artículos Troquelados de D. Moisés Jiménez de Sevilla

5 céntimos 10 céntimos 25 céntimos 50 céntimos 1 peseta 2 pesetas 5 pesetas 25 pesetas

Unifaciales

Real Sociedad

Tiro al Pichón

Sevilla

Casino de Artesanos

y Mercantil

Puebla de Cazalla

Cículo

Mercantil

Málaga

Existen sin agujeros

Círculo de Labradores y

Profesionales

Puerto de Sta. María

Café Bar

Negresco

Málaga

Plata Bar

Marchena

Moderno Bar

Sevilla

Page 82: Monedas ii república

- 82 - J. Ovelleiro

(Ilegible)

Córdoba

BARCA

¿Sevilla?

Calera F.P.

Sierra Palacios

Cervecería

Viena

Huelva

Bar España

Barcelona

Bar Colón

Sevilla

Café Colón

Avilés

Bar Andalucía

Málaga

Bar Playa

Córdoba

El Mercantil

MPR

Utrera

Page 83: Monedas ii república

- 83 - J. Ovelleiro

Bar la Bota

Sevilla

Bodegón

El Quijote

Málaga

Bar Casa Pepe J.C.R

Málaga

Vinos Albareda 5

Sevilla

El Tres de Oro

Lebrija

Bodega las 2 C

Ceuta

Venta Platerito

Córdoba

Puerto Real

Arca (Cádiz)

100

GF

NTV

A B

GF

SL

Page 84: Monedas ii república

- 84 - J. Ovelleiro

UNIFACIALES

con resellos

DIVERSAS

SIGLAS

LM

C GH

FG

5 Pts

4

VP

C I

A G

HB 5P (Hermanos

Bermudo)

CURSO

INTERIOR MALAGA C.M.

Mi agradecimiento especial al Sr. D. José Pajuelo Ramírez el cual, además de la mayoría de las fotografías incluidas en esta tabla, nos ha

proporcionado múltiples informaciones que han posibilitado la composición de la misma.

Page 85: Monedas ii república

- 85 - J. Ovelleiro

Bibliografía:

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provincial de Sevilla.

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López i Lluch, Antoni: (1983) Les monedes de les cooperatives catalanes.

Martorell Linares, Miguel: Una guerra, dos pesetas. UNED

Miró Agulló, Juan Bta. (2008): El sello Moneda de la República.

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Semprum Maura, Carlos: Las colectivizaciones en Cataluña.

Souchy Bauer, Agustín: Entre los campesinos de Aragón: El comunismo

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Turró i Martínez, Antoni (1995): El paper moneda del país Valenciá 1936

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Turró i Martínez, Antoni (2007): Les Emissions monetàries oficials de la

Guerra Civil (1936-1939) Barcelona

Page 87: Monedas ii república

- 87 - J. Ovelleiro

Agradecimientos:

Este escrito, lógicamente, no es solamente obra de mi

esfuerzo. En él han colaborado bastantes personas que con

sus comentarios, sus fotografías o ambas cosas han hecho

posible llegar hasta aquí. Mi agradecimiento a todas ellas.

Además de los autores citados en la bibliografía, algunos

de los textos o fotografías me fueron enviadas por:

Marco Antonio Figueroa Rodríguez (el cual es autor de

algunos de los comentarios vertidos en este escrito)

Un agradecimiento especial a José Pajuelo Ramírez, el

cual nos ha cedido gentilmente muchas de las fotos que

componen este escrito y que son fichas de su colección

privada, además de múltiples informaciones reflejadas en

este escrito.

Eduard Domingo i Coll de Subastas Numismáticas Áureo

& Calicó por sus comentarios y cedernos muchas fotos

para la confección de este escrito.

Daniel Torres Mico

Luis Miguel Garrido Notario

Luciano Iglesias González

Luis García Ruiz

Eva Delgado Sánchez

Luis Manuel Souto Pan

¡Muchas gracias a todos vosotros!

Mayo de 2014