Monografia de Valores Eticos y Cultura Empresarial
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INDICEDEDICATORIA.....................................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................4
VALORES ÉTICOS................................................................................................................................5
LA ETICA Y LA EMPRESA.....................................................................................................................6
EL HOMBRE ETICO..............................................................................................................................7
NECESIDAD DE ÉTICA EN UNA EMPRESA............................................................................................8
RAZONES PARA LA ÉTICA PROFESIONAL............................................................................................9
CULTURA EMPRESARIAL.....................................................................................................................9
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ÉTICA EMPRESARIAL...........................................................................10
LA CULTURA EMPRESARIAL COMO ELEMENTO INTEGRADOR DEL PERSONAL DE LA EMPRESA......12
EL DIAGNÓSTICO DE LA CULTURA EMPRESARIAL.............................................................................14
CONCLUSIONES................................................................................................................................17
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................................18
DEDICATORIA
Empezar agradeciendo A Dios: por permitirnos tener la fuerza e inteligencia para seguir adelante en la meta que nos hemos trazado en nuestra carrera profesional.
A Nuestros Padres: por su esfuerzo en concedernos la oportunidad de estudiar y por su constante apoyo a lo largo de nuestras vidas.
A mis hermanos, parientes y amigos: por sus consejos, paciencia y toda la ayuda que nos brindan para avanzar en nuestros estudios.
INTRODUCCIÓN
Uno de los trabajos más importantes de los líderes de la organización es difundir y
promover los valores necesarios para que la empresa prospere. Toda institución cuenta
con una personalidad, con una forma de ser que la distingue de las otras, el ambiente y la
atmosfera de trabajo impactan directamente en la productividad y el logro de las metas.
En este trabajo abordaremos el tema de los Valores éticos y Cultura Empresarial como un
factor de terminante en el desarrollo de las instituciones.
Analicemos la ética desde un punto de vista empresarial. El sentido de la ética merece
destacarse como un pilar fundamental de la empresa, y como un factor determinante.
Este factor es especialmente percibido y tenido en cuenta por el público general. Por tal
causa, las empresas deben emitir su “Código de Ética” y darlo a conocer a sus
accionistas, personal, clientes, proveedores y autoridades vinculadas a la actividad.
Con el término cultura nos referimos a los principios y creencias que están enraizadas en
la estructura empresarial y en los empleados de la misma. Esta cultura empresarial
finalmente desarrolla en los empleados una serie de valores que son representados por el
personal de la compañía, alguno de estos valores podría ser una correcta gestión de los
Recursos Humanos dentro de la empresa o la actitud de los empleados en estar en una
mejora continua de sus Currículum Vitae.
VALORES ETICOS Y CULTURA EMPRESARIAL
VALORES ÉTICOS
En la ética los valores son marcados por su grado de importancia, con el objetivo de
determinar qué acción es mejor a realizar, o al menos el intento de describir el valor a
ejecutar en las diferentes acciones. Se trata de la conducta correcta, en el sentido de que
una acción relativamente valiosa puede considerarse como éticamente “buena” (sentido
adjetivo), y una acción de baja, o por lo menos de valor relativamente bajo puede ser
considerado como “malo”.
Los valores éticos son un conjunto de normas establecidas en nuestra mente, este
conjunto de valores son la guía que nos ayuda a actuar de manera responsable frente a
diversas situaciones.
Los valores influyen en nuestra forma de pensar, en nuestros sentimientos y formas de
comportarnos.• los valores sirven para orientar la acción humana.• Están ligados los
valores a la historia, a las culturas, a los individuos y a las circunstancias que enfrentan.
Los valores éticos son:
Sinceridad Justicia Humildad Responsabilidad Autenticidad Transparencia Creatividad Respeto Amistad Solidaridad Igualdad Lealtad Paz Servicio Libertad Honestidad Eficiencia Tolerancia
LA ETICA Y LA EMPRESA
En este contexto, entendemos que la empresa es un factor fundamental de la convivencia
social, no solamente desde su rol de animadora de la economía, de proveedora de
recursos materiales destinados a satisfacer las necesidades de los hombres, sino también
desde el de promotora de su autorrealización. Sus decisiones condicionan el presente y el
porvenir de la sociedad política, por lo que resulte indispensable que las mismas se
adopten en el marco de la ética y de la honestidad de las costumbres.
La empresa es una unidad económica, en la cual están agrupados y coordinados -
alrededor de un proyecto a realizar en conjunto - los factores materiales y humanos de la
actividad económica; en un espacio de libertad, de creatividad, de realización y de
fraternidad, la empresa constituye el punto de encuentro de quienes aportan el capital, la
materia gris y la capacidad de trabajo hacia una causa final: el cliente.
Como grupo social y como organismo vivo, desde la definición de la visión y la misión, de
la estrategia competitiva, del plan de acción y de los mecanismos de control de gestión, la
empresa está permanentemente comprometida con la calidad en la satisfacción de las
necesidades por la que los clientes pagan y cumple un rol esencial en la definición y
creación del sentido de pertenencia social de los individuos que la integran, cuya actitud
global imprime su sello en su cultura.
La atracción por incorporarse a una corporación resulta de múltiples necesidades
humanas tales como, aminorar el miedo a la muerte, canalizar la angustia que produce la
soledad, obtener protección frente a las fuerzas naturales y sobrenaturales, frente a los
enemigos o el caos y garantizar un cierto grado de seguridad para la sobrevivencia
espiritual y material. A diferencia de los desterrados, los desarraigados o los vagabundos,
los miembros de una corporación están siempre acompañados; ellos se constituyen en
una gran familia con lazos de parentesco real, en una hermandad o sustituto de familia,
que les permite actuar como una fuerza unida para mantener la propiedad de su unidad
política
- territorial, para configurar una identidad propia que conserve las tradiciones culturales y
para ayudarse mutuamente y defenderse de las amenazas externas.
EL HOMBRE ETICO
Antes dijimos que la empresa desempeña su rol social, crea valor en tal sentido y asume
los riesgos conexos que ello implica, a través del discernimiento y compromiso ético de
las personas que la integran y en especial de sus directivos. Por consiguiente, nuestra
preocupación debería estar centrada en el comportamiento ético del hombre en sí mismo.
Según Juan D. Bernardo 13 el comportamiento ético del hombre depende de la escala
que adopte, en forma autónoma, madura y adulta, en relación a los valores que tienen
preponderancia en la conducta humana; y entre ellos, Bernardo enuncia los tres
indiscutibles y fundamentales: la libertad, la solidaridad y la justicia.
Es posible afirmar que la conducta ética no se reduce a una cuestión de formas, estilos o
tecnologías, no se trata de ejercer una opción, sino de una conducta de vida; por tanto
nadie puede hacer gala de dos éticas diferentes: una aplicable a su vida personal, otra a
los negocios. Quien postula valores éticos elevados no podrá al mismo tiempo desarrollar
la vida práctica de los negocios al margen de ellos.
Ahora bien, la pregunta es: el hombre nace ético o aprende a ser ético? Según Sánchez
Hidalgo 14, el individuo no hereda las normas morales o la conducta moral, sino que
hereda las capacidades para responder a los estímulos y ciertos modelos de reacción,
condicionado íntimamente por el ambiente en que se desarrolla. Las normas de conducta
del individuo y los valores que les sirven de cimiento tienen su raíz en su propia esencia y
están determinados, en parte, por el ambiente cultural en que nace.
Según James y Jongeward, el hombre nace dotado de todo lo necesario para ser
auténtico, lo cual implica un comportamiento veraz, confiable, sincero y sensible, tanto en
su condición de individuo como de miembro de una sociedad.
El hombre que logra ser auténtico asume la responsabilidad de su propia vida; se
preocupa por el mundo y sus habitantes, no se aísla de la sociedad y sus problemas;
siente compasión y se compromete en esfuerzos por el mejoramiento de la calidad de la
vida. Aún en la adversidad nacional o internacional, no se considera totalmente indefenso.
NECESIDAD DE ÉTICA EN UNA EMPRESA
Ética y empresa, he aquí dos palabras que suelen invocarse juntas en estos tiempos, pero
casi exclusivamente en los medios académicos, sin que llegue a cristalizar todavía una luz
clara que oriente de manera según la práctica cotidiana.
Cuando se unen estos dos vocablos salen, en mi opinión, ambos beneficiados, pues
dignifica a la empresa ser considerada como campo de la acción libre –y por lo tanto
sujeto de responsabilidad moral- y obliga, del otro lado, a la ética a ceñirse, para
iluminarlo, a su genuino objetivo: el obrar humano en singular.
Así la empresa se eleva hasta tocar la filosofía, y la filosofía se allana para el estudio del
actuar del hombre.
Desde luego que afecta a la calidad de los productos o servicios de una empresa, e
influye en la productividad y en los precios, pero intentar aplicarla directamente a estas
cuestiones podría resultar artificial, además de prolijo, porque estos parámetros a través
de los que se expresa la eficacia de una organización económica, constituyen como un
"paquete cerrado", una consecuencia técnica casi automática, y por lo tanto ciega a
cualquier evaluación distinta a al estrictamente económica, y esto es así precisamente por
las características de su diseño formal.
Y es que la ética aún está influyendo en los resultados, hace más referencia a la raíces
que a los frutos, y tiene más que ver con la intencionalidad de las personas que con los
sistemas, puesto que, aparte de otras consideraciones, detrás y debajo de todo
mecanismo anónimo, hay siempre una voluntad personal.
RAZONES PARA LA ÉTICA PROFESIONAL
Son varias las razones que están en el origen de la ética en la empresa:
Las actuaciones faltas de ética de las empresas que están detrás de los números
casos de corrupción, abuso de poder, estafas del sector bancario, falta de
responsabilidad empresarial han desencadenado una pérdida de confianza con
dos consecuencias muy importantes: disminución de ventas y deslealtad tanto de
consumidores como de trabajadores.
El fenómeno de la globalización, que ha supuesto, por una parte, el crecimiento
del poder de las empresas y, por otra, la deslocalización de las mismas han hecho
que las leyes existentes sean insuficientes y el poder de los gobiernos sobre estas
sean menor. También las decisiones de las empresas afectan a un mayor número
de personas, por lo que debe exigirles una mayor responsabilidad.
La imagen y la reputación corporativa se ha convertido en los últimos años en una
ventaja competitiva de las empresas. Las empresas se esfuerzan por vincularse
con valores éticos y ganarse la confianza de los consumidores.
DIMENSION DE LA ÉTICA EN LA EMPRESA
La ética de la empresa se basa en la dirección y gestión a partir de valores de su
actividad. Dicha actividad afecta a muchos grupos de interés o stakeholders. Por ello,
contrae responsabilidades no solo con sus accionistas, sino también con todos aquellos
grupos o individuos que puedan ser afectados por la misma. Su aplicación afecta tanto a
las relaciones externas (clientes, proveedores, sociedad, etc.), como a las relaciones
internas (trabajadores, directivos, etc.):
• En el ámbito interno se debe poner especial atención a la demanda de ética por parte de
los empleados, que exigen la aplicación de unos valores que eviten malas prácticas en la
gestión de los recursos humanos. Se exige actuar justamente tanto en el otorgamiento de
oportunidades como en evitar favoritismos basados en intereses personales. La gestión
de los recursos humanos debe realizarse desde el ámbito de la ética empresarial y,
puesto que su función está íntimamente ligada a la relación y desarrollo de las personas,
es fácil establecer la relación entre problemas con las personas y problemas éticos.
• En el ámbito externo, la empresa se enfrenta continuamente a conflictos de intereses
que tienen que ver con la calidad de sus productos, con las relaciones con las diferentes
administraciones, con sus proveedores, con sus accionistas, con la opinión pública, etc.
Se exige de ella una actitud responsable para con dicha comunidad, ya que un
comportamiento ético o poco ético repercute directa o indirectamente.
APLICACIÓN DE LA ÉTICA EN LA EMPRESA
La aplicación de la ética de la empresa se basa en dos pilares importantes:
• La definición y aceptación por parte de la empresa de un conjunto de valores y criterios
de actuación, que a su vez han de ser integrados en la cultura de la empresa. Son los
valores y criterios que definen la organización al resto de grupos de interés que
interactúan con la empresa (stakeholders): accionistas, clientes, proveedores y sociedad.
A la vez, la empresa debe definir su responsabilidad social, que consiste en la valoración
del efecto total de sus decisiones en la sociedad en su conjunto y que es un componente
de la ética empresarial (la ética de la responsabilidad) que será objeto de estudio en la
siguiente unidad.
• La creación de herramientas que sirvan de referencia o pauta de conducta, o prácticas
éticas. Las prácticas éticas son una manera eficiente de sensibilizar a la organización
sobre la importancia de la ética. Se trata de documentos y/o programas que formalmente
se establecen en las empresas para definir, transmitir y potenciar los valores y criterios
éticos que se espera que sigan quienes trabajan en la empresa.
CULTURA EMPRESARIAL
La cultura empresarial consiste en el bagaje de conocimientos que cualquier individuo, por
formación experimental, personal o académica, adquiere respecto a la empresa como
entidad generadora de bienes o servicios, a la vez que remunera al capital invertido en
ella.
Es absolutamente necesario que esos conocimientos se enriquezcan con la experiencia
de los años, la formación constante, y sobre todo, la profesionalidad adquirida por la
vivencia diaria de la empresa sea propia o ajena.
El conocimiento a fondo de la estructura organizativa de la empresa - Consejo de
Administración. Dirección General, Gerencia y los departamentos necesarios, bien
estructurados- forman la base de la cultura empresarial si a ellos se añade la dirección
estratégica, el marketing, la comercialización , los recursos humanos y tantas cuantas
herramientas sean eficaces para ayudar en la gestión, base y origen del beneficio,
objetivo final por el que se justifica cualquier empresa.
Evidentemente esta cultura es esencial para la buena marcha de la misma y se encuentra
preferentemente en las personas que han hecho de ella su profesión, sean o no miembros
de la familia, Vuelvo a insistir: es en los profesionales donde deben cimentarse cada uno
de los puestos de responsabilidad de esa nave sometida a tantas y tan inciertas
tempestades que sólo un experto capitán puede llevar a buen puerto.
¿Para qué sirve? Según Stephen P.Robbins, la cultura empresarial asume los papeles de
diferenciación de una empresa con las demás, transmitir el sentido de identidad a sus
miembros, facilitar la generación de compromiso que el propio interés individual y
aumentar la estabilidad del sistema social.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ÉTICA EMPRESARIAL
El interés actual por la ética empresarial, se basa en que las empresas, al tratar de obviar
las pautas fijadas por la sociedad en cuanto a lo que se considera ético o no, en el
desarrollo de sus funciones, pueden incurrir en comportamientos irresponsables que
ocasionarían graves perjuicios que ponen en riesgo la continuidad de la organización y el
bienestar colectivo.
La ética empresarial se basa en los mismos principios éticos y morales del ámbito general
y de las personas, y dentro de la misma organización, las personas que hacen vida en
ella, están permanentemente evaluando si su proceder es ético o no. Si verdaderamente
la empresa mantiene preocupación y responsabilidad por los empleados (calidad y
ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles
dignidad y respeto, los trabajadores podrán estar más satisfechos y motivados a producir
calidad, a dar su mayor esfuerzo y a formar parte de la organización. Este estado de
ánimo y disposición de los trabajadores, se puede considerar ético, ya que valoran el
comportamiento de la organización como responsable.
Igualmente ocurre en el ambiente externo, la sociedad en general espera que las
organizaciones demuestren realmente una actitud responsable para con la comunidad y
todos aquellos grupos que se relacionan directa o indirectamente con ellas. Se exige un
comportamiento responsable, midiendo el impacto de su actuación en estos grupos,
respetando sus derechos e intereses legítimos. Se requiere evitar el engaño y la falta de
información. La comunidad confiará en la empresa, en la medida en que ésta le manifieste
un proceder caracterizado por la rectitud y honestidad.
De acuerdo con los trabajos de Keith Davis y Prakash SEIT (citados por Brenson, 1999:9),
la responsabilidad social empresarial implica cinco compromisos éticos a saber:
1.- Poder social: reconocer, como empresa, que nuestras acciones (o falta de ellas) tienen
impacto sobre la sociedad y ella tiene derecho a exigir que respondamos por las
consecuencias de dichas acciones.
2.- Comunicación abierta: estar abiertos y sensibles a la voz de la sociedad y de sus
problemas actuales y emergentes.
3.- Revisión de las consecuencias: calcular y considerar de antemano, todos los costos
sociales y los beneficios de una actividad, producto o servicio, aún cuando sea técnica y
económicamente factible.
4.- Costos compartidos: compartir equitativamente los costos de dichas acciones con el
consumidor.
5.- Involucrarse: ofrecer nuestra experiencia y experticia empresarial a la solución de un
problema social emergente.
Es de destacar que la empresa puede ser considerada como una persona y al existir en
una comunidad específica, es vista por los miembros de la misma como un ciudadano
más, cuyo comportamiento es observado con mucha atención debido a la importante
posición que ocupa en la sociedad y a la influencia que tiene en el devenir socio-
económico de la misma.
En tal sentido, el concepto de ética es trasladado a la consideración del comportamiento
empresarial como bueno o malo, dependiendo de los efectos positivos o negativos que
puedan tener las acciones de la empresa en la comunidad; lo cual puede ser medido por
la satisfacción o no de la expectativas de los diferentes grupos sociales de la comunidad.
LA CULTURA EMPRESARIAL COMO ELEMENTO INTEGRADOR DEL PERSONAL DE LA EMPRESA.
Existe una relación entre la cultura organizacional, compartida por todas las personas de
la empresa y la ética profesional de cada empleado, que se refleja en sus acciones
cotidianas. La cultura no es fácil de determinar ni de medir, aunque existen herramientas
útiles para su gestión.
Según Llopis (1992), definimos la cultura como un “conjunto de valores, símbolos y
rituales compartidos por todos los miembros de una determinada empresa, que describe
la forma en que se hacen las cosas en una organización, para la solución de los
problemas gerenciales internos y los relacionados con clientes, proveedores y entorno”.
La cultura tiene un carácter cualitativo y común, pues es compartida entre todas las
personas de la empresa. Cabe recordar que es diferente de la filosofía de la empresa, ya
que la cultura se basa en comportamientos y engloba elementos externos a la
organización.
Algunos de los elementos que componen la cultura empresarial son (Llopis, 1992):
• Historia. Son las actuaciones y hechos concretos acaecidos anteriormente en la
empresa, como la evolución de la estructura de la organización, las actuaciones de los
personajes clave (fundadores, presidentes, directivos), la historia social o la evolución de
los productos (diversificación, ampliación o reducción de gama).
• Mitos, leyendas y anécdotas. Son la relación de sucesos que tienen más de tradicionales
o de ideales que de históricos y verdaderos. Proporcionan a los empleados motivos de
satisfacción y orgullo.
• Creencias y valores compartidos. Los valores definen cómo y qué realizar para que la
empresa considere satisfactorias unas determinadas pautas de comportamiento. Son
normas sobre cómo actuar. Tener unos valores ampliamente compartidos fortalece a la
cultura empresarial. Las creencias son opiniones sobre distintos aspectos de la empresa:
las metas, las ventajas competitivas, los productos, la dirección de personal, etc.
• Rituales, ceremonias y convenciones. Los ritos son prácticas habituales, obedecen a
ciertas reglas y procedimientos formales e informales, y son interpretados como un
simbolismo de referencia. Las ceremonias son actos de reforzamiento cultural que
obedecen a reglas formales e informales. Las convenciones se realizan en un lapso de
tiempo normalmente establecido de antemano. El ritual se observa cada día, mientras que
la convención se realiza por periodos de tiempo más amplios.
• Símbolos materiales. Por ejemplo, el vestido, los edificios, los coches oficiales, el
mobiliario, la decoración interior, la ubicación del sitio de trabajo, las instalaciones o la
calidad y novedad de los equipos.
• Símbolos inmateriales. Por ejemplo, la manera en que se llama a los empleados, los
contactos informales, privilegios concedidos, títulos del puesto, el número de empleados a
los que hace falta consultar para contactar con un directivo, etc.
• La comunicación. Es el conjunto de palabras con que expresamos nuestras ideas y
nuestros sentimientos y más específicamente, el estilo y modo de hablar y escribir
peculiar de cada cual. A la hora de analizar la cultura empresarial debemos tener en
cuenta la orientación de la empresa, que puede basarse en los clientes, el personal, los
resultados y la capacidad de prestaciones, la innovación, los costes, la empresa y/o la
tecnología.
Cuando se estudia el estado de la empresa cabe preguntarse si es adecuada la cultura a
la estrategia en el sentido proactivo de la empresa tendente a adaptarse a las
circunstancias del entorno. También se debe considerar la relación con la fase del ciclo de
vida organizacional y el desarrollo de estrategias de negocio concretas.
Hay que tener en cuenta que la relación entre estrategia y cultura siempre está vigente, y
que no existe una cultura óptima para todas las empresas del mercado, por lo que es
conveniente identificar los aspectos de la cultura que refuerzan las estrategias. Si no son
los actuales ¿debe modificarse la cultura cuando no esté de acuerdo con la estrategia? o
¿deben rechazarse las estrategias cuando no están de acuerdo con la cultura? Es más
fácil cambiar la estrategia que los comportamientos de todos los miembros de la empresa,
por lo que sólo debe hacerse un cambio cultural radical en circunstancias excepcionales.
De todos modos, un cambio de cultura depende de la necesidad de implantar una nueva
estrategia, la fortaleza de la cultura existente, la existencia de subculturas o el nivel de
enfrentamiento real entre ambas, por ejemplo.
EL DIAGNÓSTICO DE LA CULTURA EMPRESARIAL.
Un análisis completo de la cultura empresarial comprende el diagnóstico, un
enjuiciamiento y una configuración activa (Pumpin y García Echevarría, 1988).
Existen varias limitaciones para poder desarrollar un proceso de diagnóstico cultural. Por
ejemplo, la medición de información cualitativa, que es difícil de llevar a cabo por su
propia naturaleza. Otra barrera es el nivel de estudio, que debe comprender a todos los
individuos de la organización en todos sus niveles, pues la cultura es compartida entre
todos. Además, la auditoría debe realizarse profundamente para que los resultados no
puedan ser tergiversados o mal interpretados. Desde el punto de vista de la auditoría
estratégica, el análisis cultural tiene tres dimensiones básicas:
1. ¿Cuál es la cultura actual?
2. ¿Cuál es la cultura deseable para alcanzar el éxito corporativo?
3. ¿Se debe cambiar o reforzar la cultura?
El principal objetivo de la auditoría cultural es la identificación de diferentes síntomas
culturales que nos permitan determinar qué cultura sigue la empresa de acuerdo con una
tipología predefinida. Para ello tenemos que realizar una descripción de la cultura de la
empresa y sus elementos y un diagnóstico para identificar los objetivos que no se están
cumpliendo. Es conveniente determinar las consecuencias o relación que tienen esos
aspectos con la consecución de los fines de la organización para realizar una correcta
adecuación entre ambos.
Otro aspecto relevante es la determinación de los responsables de la auditoría cultural.
¿Debe ser gente de dentro o de fuera de la empresa? Lo ideal es una combinación, de
modo que los auditores, expertos externos, aporten su punto de vista independiente y su
experiencia metodológica y los empleados de la organización su experiencia y
conocimientos de la empresa. En cualquier caso, es necesaria la participación tanto de la
dirección como de los empleados.
De manera resumida, las etapas del diagnóstico cultural que analizan los fenómenos
según su complejidad, desde los más simples hasta los más complejos, son las siguientes
(Thévenet, 1991)
1. Visita física a todas las secciones.
o Identificación de los símbolos materiales e inmateriales.
o No confundir imagen corporativa con cultura empresarial.
o Realización en un corto período de tiempo.
2. Revisión de los registros de la empresa.
o - Recoger información que posteriormente será contrastada.
o - No existen unos documentos ideales, dependen del estudio.
o - Resumen de aspectos sobre los que recoger información.
3. Realización de encuestas.
o - Contrastar la información con todos los que tengan que ver con la firma.
o - Diferentes modelos en función del grupo de interés.
o - Respetar el anonimato.
La recogida de informaciones no proporciona directamente una descripción de la cultura
de la empresa, sino de los elementos y de su interacción. El responsable puede obtener
diferentes “pistas” sobre la cultura y todas deben ser analizadas. La cultura de una
empresa no se descubre fácilmente, ni se expresa sólo con algunas palabras o frases: se
trata de un conjunto de proposiciones que el consultor ha podido valorar. La recogida de
datos es una recopilación de la información obtenida de los distintos índices que se han
definido para el estudio. Ningún índice basta por sí mismo, y no es tanto una colección de
informaciones necesarias recogidas, como una red de índices que se estructuran en torno
a algunas hipótesis sobre los rasgos dominantes de la cultura. Existe una limitación en
cuanto a la premura de la dirección por la obtención de resultados y la corrección de
posibles debilidades. Otra barrera es la determinación del material necesario para realizar
el análisis, pues algunos elementos de la cultura son vagos e imprecisos. Por supuesto, la
recogida de información debe ser facilitada por la empresa y no debe exceder de su
capacidad de colaboración.
CONCLUSIONES
La cultura empresarial y la ética profesional están ligadas e interaccionan entre sí.
La cultura representa todos los valores compartidos por los miembros de la
empresa y tiene un alto componente cualitativo. La ética se refiere a la generación
de beneficios con resultados satisfactorios para todos. No basta con hacer las
cosas correctas, sino correctamente. Los directivos deben considerar la
descentralización en la toma de decisiones y el compromiso de los empleados, por
ejemplo, para fomentar estas prácticas e integrar nuevos modelos de gestión de
carácter ético. Por otra parte, deben evitar los comportamientos poco
recomendables como la violación de los derechos humanos o la contaminación
industrial, por citar algunos.
La cultura está presente a todos los niveles en la empresa. Para realizar un buen
diagnóstico, el primer paso consiste en estudiar los diferentes elementos
culturales, como la historia empresarial, los mitos, leyendas y anécdotas, las
creencias y valores compartidos, los rituales, ceremonias y convenciones, los
símbolos materiales e inmateriales o la comunicación. Con esto, se puede
determinar el tipo de cultura existente en la empresa. Por supuesto, se debe tener
en cuenta el carácter de la estrategia general. Otra función previa al análisis que
va a realizar el auditor es el estudio de diferentes leyes, reglamentos, normas,
procedimientos internos, usos y costumbres de la empresa.
BIBLIOGRAFÍA
Albizu Gallastegui, E. y Landeta Rodríguez, J.: 2001, Dirección estratégica de
los recursos humanos. Teoría y práctica (Pirámide, Madrid).
Barceló Llauger, M. (dir): 2001, Hacia una economía del conocimiento (ESIC
editorial, Price Waterhouse Coopers, Madrid).
Parra Luna, F.: 1989, El balance social de la empresa como instrumento de
gestión (Deusto, Bilbao).
Pumpin, C. y García Echevarría, S.: 1988, Cultura empresarial (Díaz de Santos,
Madrid).
Suárez Suárez, A.S.: 1990, Curso de introducción a la economía de la empresa
(Pirámide, Madrid).