Motivación Sin Límites - s3-us-west-2.amazonaws.com · Para poder contar con una motivación sin...

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Motivación Sin Límites Para llevar a cabo nuestras metas, necesitamos tener la motivación necesaria. Estar motivados es como tener el tanque de gasolina lleno. Sin embargo, cuando empezamos a tomar acción y a usar dicha motivación, empezamos a quemar ese combustible. Y a menos que llenemos nuevamente el tanque cuando sea necesario, en algún momento nos quedaremos varados.

Es justo cuando no tenemos motivación que procrastinamos o postergamos las acciones necesarias para lograr nuestras metas. En otras palabras, la procrastinación (o dejar todo para después) es lo contrario a la motivación. Si estás motivado no procrastinas.

Para poder contar con una motivación sin límites en el camino a tus metas, es fundamental entonces que maximices tus probabilidades de derrotar a la procrastinación, ya que si buscas motivación, es porque de alguna u otra manera y sin saber por qué, cada que quieres llevar a cabo las cosas, las dejas para después o encuentras una excusa para no hacerlas.

Esto nos pasa a todos, y así como yo, estoy casi seguro que tú has experimentado esa resistencia interna que te detiene para hacer algo que debes hacer y que producirá resultados positivos.

Algunas personas le adjudican la culpa a la Pereza. Sin embargo, las investigaciones científicas han sido claras que la pereza casi nunca genera desmotivación. Si estás motivado a hacer algo (como por ejemplo, algo emocionante) lo más probable es que la pereza ni siquiera importe.

Imagina que estás en un empleo en donde tu jefe te dijo que debías terminar 5 reportes para el lunes y hoy es viernes. Imagina también que tienes pereza de realizar esos reportes. En general te sientes cansado, sin ánimo de nada y con ganas de irte a dormir. Luego de esto, recibes una llamada de uno de tus amigos que te propone un “súper plan” para la noche, algo que realmente te emociona y te hace vibrar. Algo que no dejarías pasar por nada del mundo. ¿Crees que afectaría la pereza en ese caso y que simplemente dejarías pasar la oportunidad? Seguramente no. ¿Por qué? Porque ese “súper plan” es motivante, a diferencia de los reportes para el jefe.

Encontrar cosas motivantes para hacer es bueno ya que puedes tomar acción casi todo el tiempo sin procrastinar, sin embargo en casi todas las actividades que

queramos desempeñar para cubrir nuestros gastos y soportar nuestro estilo de vida, hay cosas no tan agradables que igual deben realizarse.

Es por esto que es fundamental aprender a estar motivados sin importar qué tipo de actividad es la que se deba realizar, ya que la motivación rara vez proviene de la actividad en sí, y casi siempre se genera en nuestro interior. En otras palabras, es posible motivarte a hacer cualquier cosa, sin importar la pereza que pudieras tener o el desánimo que te produce pensar en dicha tarea.

La pregunta es, ¿Contamos entonces con una herramienta que tenga tal poder y capacidad para transformar nuestra vida?

Y una vez más, gracias a la ciencia, la respuesta es un rotundo SI.

Investigaciones de científicos como el Dr. Piers Steel han revelado que realmente los seres humanos tenemos un comportamiento bastante predecible y determinístico y que es posible alterar la manera en que hacemos las cosas para motivarnos fuertemente. Diversos estudios han reducido la motivación a un conjunto de variables que podemos tomar en cuenta cuando queremos estar motivados para realizar cualquier actividad.

Veremos a continuación cada una de esas variables y cómo llevar a cabo cierto proceso que nos permita aprovecharlas para vencer la procrastinación y terminar todo lo que empezamos.

Esta es literalmente la guía para mantenerte en tu camino al logro de metas sin importar los obstáculos o las dificultades del camino, ni siquiera si ese obstáculo eres tú mismo.

Variable #1: Expectativa El primer elemento que incrementa nuestra motivación en cualquier actividad es nuestra expectativa sobre la misma. Específicamente la expectativa que tenemos sobre nuestra capacidad para realizarla. En otras palabras, la primera variable es la auto-eficacia o la autoconfianza.

¿Qué tanto estás seguro de que puedes lograr lo que te propusiste? Es lo que responde esta primera variable.

Los investigadores descubrieron que mientras más expectativas positivas sobre ti mismo tengas en relación a la actividad a realizar, mayor motivación tendrás para

ejecutarla. Si no sientes que seas capaz de lograr algo, seguramente buscarás procrastinar como una manera de darle un descanso a tu cerebro y evitar la frustración de fracasar.

Estrategias para incrementar la expectativa:

- Estudia el éxito de otras personas, si es posible relaciónate con gente que ya haya logrado tu meta. Observa documentales o películas de gente que triunfe y lleve a cabo sus sueños. Esta es quizás una de las técnicas motivacionales más utilizadas, y aunque es bastante poderosa ciertamente no es la única. De hecho, los llamados “conferencistas motivacionales” son los que se enfocan únicamente en esta parte. Por supuesto es importante, sin embargo también hay otras 4 variables. La cuestión entonces, es simplemente impregnarte con ejemplos de personas que han logrado sus objetivos, para que tu mente tenga recursos para saber que realmente si es posible.

- Plantéate metas pequeñas y luego incrementa la dificultad. No hay nada que afecte más la auto-confianza que un gran historial de fracasos. ¿Qué tanto crees que eres capaz de lograr tus metas si cada que lo has intentado has fracasado? Seguramente no mucho. La solución es simplemente empezar a lograr cosas pequeñas y posteriormente ir calibrando para incrementar la dificultad y el alcance. Volverse un experto en calibración de metas.

- Planear para lo peor y esperar lo mejor. Si esperas lo mejor y planeas para lo mejor, seguramente algo no te salga muy bien y eso termine desmotivándote. ¿Por qué? Porque ello afecta directamente tu percepción sobre tu capacidad para hacer las cosas. Tus planes idealmente deben tomar en cuenta posibles contingencias o inconvenientes emergentes.

Variable #2: Valor El segundo elemento fundamental según la ciencia en el proceso de motivación es el valor. En otras palabras, ¿Qué tan agradable es la actividad a realizar? ¿Es algo aburrido, difícil, complejo, humillante… etc.? O por el contrario, ¿Es algo emocionante, entretenido, divertido, ameno, interesante… etc.?

Si puedes lograr que tus actividades tengan valor para ti, llevarlas a cabo será mucho más motivante.

En esta parte también se incluye el valor de llevar dichas actividades a cabo, es decir, no sólo el proceso sino el resultado. Luego de terminarlas, ¿Qué tipo de recompensa o resultado voy a obtener a cambio? Si por ejemplo cuando eras más joven tus padres te decían que debías asear la casa, pero sin obtener nada a cambio, seguramente tú no te sentías para nada motivado a hacerlo. Pero cuando con ello ganarías el permiso para salir a una fiesta, quizás eso si te motivase.

Estrategias para incrementar el valor:

- Establece metas importantes en tu vida. No hay nada tan motivante como tener un propósito profundo en la vida, algo de lo cual sentirse inspirado. Algo que sencillamente te haga suspirar cada vez que lo pienses. Muchas personas establecen metas que sencillamente no tienen ningún valor para ellos y motivarse a lograrlas resulta ser todo un reto.

- Ajusta la dificultad de tus metas según tus habilidades. Nuevamente el tema de la calibración. Metas muy difíciles probablemente no te brinden ningún valor durante el proceso para llevarlas a cabo. Es más fácil valorar metas que se encuentren bajo nuestras posibilidades.

- Crea recompensas de proceso. Supongamos que debes hacer el aseo. Bastante aburrido, ¿No crees? Sin embargo, ¿Qué tal si lo haces con un cronómetro y con música alegre? ¿Qué tal si al terminar te brindas una recompensa por lograrlo? ¿Qué tal si vuelves todo el proceso, un juego? Si viste la película “El Hobbit” hay una escena en donde los enanos lavan los platos convirtiendo todo el proceso en un juego. Bailan y cantan mientras limpian todo el desorden y queda todo reluciente. Esto es más o menos de lo que se trata el incremento de valor para la motivación.

Variable #3: Impulsividad Por otra parte tenemos la impulsividad, que implica querer hacer cosas diferentes a la actividad que nos producirá resultados. Como por ejemplo, querer salir con los amigos en vez de estudiar. O querer jugar en el celular en vez de trabajar.

La impulsividad es un tema de manejar distracciones, de evitar estímulos externos y de condicionar a la mente para que no tenga otras cosas en qué pensar cuando se trata de llevar a cabo cierta actividad de alto aprovechamiento.

Si puedes lograr que la actividad que quieres realizar sea la única cosa que puedes hacer en determinado momento, será mucho más probable que estés motivado a llevarla a cabo.

Estrategias para disminuir la impulsividad:

- Reducir las tentaciones. Esto empieza por averiguar cuáles son aquellas cosas que te distraen y te hacen querer realizar otras actividades diferentes. Puedes llevar un diario de impulsividad y anotar todo lo que aparezca en tu camino que te atraiga de alguna manera u otra. Para algunas personas es el celular timbrando, para otras son los juegos en la tableta, para otras son las redes sociales o el correo electrónico y para otras, es tomar café, charlar… etc. Si te aseguras de que nada de esto esté en tu camino (por ejemplo, eliminando los juegos, apagando el celular, evitando el contacto con otras personas, cerrando tu correo electrónico… etc.) tu motivación aumentará.

- Elimina las distracciones. Esto puede parecer similar a lo anterior, pero no lo es. Aquí lo que buscamos es evitar cualquier cosa que nos haga pensar en algo diferente a la actividad a realizar. No necesariamente algo que nos motive a hacer otras cosas. Sino cualquier cosa que no tenga que ver con la meta en particular que queremos lograr. Incluso un papel que tenemos que llevar al banco al día siguiente nos puede afectar si hoy queremos realizar cierta actividad en la oficina, ya que nuestra mente procesa todo lo que nuestros sentidos perciben y se distrae pensando en múltiples cosas sin enfocarse en lo importante.

- Crea rutinas y hábitos. Esta es la mejor manera de evitar la impulsividad, ya que con el tiempo se vuelve un proceso automático para enfocarte en lo que quieres. Incluso algunos llevan a cabo rituales de enfoque que implican cierto tipo de actividades en determinado orden todos los días a las mismas horas. Se trata de volverse un maestro de la auto-gestión.

Variable #4: Tiempo percibido Y finalmente, el tiempo percibido completa el cuarto pilar de la motivación que nos afecta según la ciencia. Aquí debes preguntarte, ¿Cuánto tiempo crees que tomará la meta en hacerse realidad? Si el tiempo percibido es muy largo, la meta será desmotivante. Si por el contrario ese tiempo es corto, estarás mucho más motivado a realizarla.

Recuerda que esto es tiempo percibido y no tiempo real. Nuestra mente subconsciente no distingue realmente de qué es la realidad y qué no. Si crees que el tiempo es 1 día, esto es lo que habrá en tu mente, así la meta tome realmente 4 días.

Estrategias para disminuir el tiempo percibido:

- Crear metas próximas o sub-metas. Con esto, logras reducir el tiempo percibido que toma una meta grande, al que toma la primera de las metas pequeñas que la componen, luego la segunda y así sucesivamente. Con un buen establecimiento de sub-metas tu mente todo el tiempo pensará que “ya casi llegas” y eso será motivante.

- Planear de forma falaz. Es decir, contar con plazos y fechas límite holgadas que te den tiempo para lograr lo que quieres. Esto logra dos resultados. El primero, que aumentes tu auto-eficacia luego de que empieces a lograr las cosas más rápidamente de lo que esperabas. Y el segundo, que al terminar más rápido, los tiempos percibidos parezcan cada vez menores, aumentando así tu motivación.

- Establecer metas que no lleven muchísimo tiempo. Esto no necesariamente es fácil de lograr, pero conforme vayas experimentando te darás cuenta de qué tipo de metas establecer según la duración que más te motive. Para algunas personas lo mejor son metas que no tomen más de un mes. Otros se motivan con metas anuales. Otros no son capaces de enfocarse en metas mensuales y requieren metas semanales… En tu caso aplica lo que mejor te funcione.

Alcanzando Una Motivación Sin Límites Finalmente, la clave para estar tan motivado como puedas, es apilar cada una de las estrategias anteriores sobre la otra. En otras palabras, utilizar tantas como sea posible. De esta manera, trabajas en los 4 aspectos fundamentales que afectan tu motivación y atacas directamente al problema de la procrastinación.

Un buen primer paso es escribir una lista de ideas para llevar a cabo sobre cada una de estas variables. Posteriormente empezar a probar cuáles funcionan bien para ti e ir refinando tu estrategia.

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