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Movimiento y Salud La actividad en el paciente mayor

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Movimiento y SaludLa actividad en el paciente mayor

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Índice Introducción general 1

La actividad en el paciente mayor (I) 4

Introducción 4

Incidencia de un programa de ejercicio físico 5

Efectos de un programa de ejercicio físico 6

Consideraciones acerca de los programas de acondicionamiento 8

Riesgos de enfermedad o lesión en el paciente mayor 10

Normas generales de prevención 12

La actividad en el paciente mayor (II) 15

Introducción 15

Tipos de ejercicio 16

Modalidades de ejercicios según la intensidad del esfuerzo 17

Modificaciones de las cualidades físicas del paciente 17

Beneficios del movimiento en el paciente mayor 19

Clasificación de los pacientes mayores según su condición física y objetivos de trabajo 26

Indicaciones específicas del movimiento en el anciano en diferentes patologías 27

Bibliografía 32

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ISBN: 978-84-691-4348-3

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Introducción general | 1

Introducción generalEl ejercicio físico ha adquirido unaimportancia relevante en la ocupación denuestro tiempo libre, no solamente comoconsecuencia del fomento del deporte decompetición, sino también por laconsideración que tiene el ejercicio comoagente promotor de salud.

Los profesionales sanitarios y otros técnicosdeberemos conocer los beneficios y riesgosque el ejercicio físico puede comportardependiendo de la planificación establecida.

Desde hace tiempo se ha considerado elmovimiento o actividad física imprescindiblepara el desarrollo del individuo en relación aprevenir determinadas patologías, y ademáspara mejorar el estado emocional y, endefinitiva, para mejorar la calidad de vida.

La realización de alguna actividad física va aprevenir o retardar la aparición dedeterminadas patologías, pero también va amejorar múltiples enfermedades yapresentes en el individuo a nivelcardiovascular, metabólico, músculo-esquelético…, limitando incluso el uso defármacos en aquellos pacientes que larealizan. Diversos estudios han demostradoque el movimiento conlleva a una reducción

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Introducción general Introducción generala nivel de morbimortalidad de origencardiovascular, y no se entiende dentro delmanejo de estas patologías la noprescripción del movimiento físico. Así, esfundamental la inclusión en los diferentesprogramas de salud del ejercicio físico comoelemento de promoción de la misma, asícomo coadyudante en el tratamiento dediferentes patologías.

Los profesionales de Atención Primaria, másque nadie, podremos conseguir que lapráctica de ejercicio físico sea una necesidadsentida por todos nuestros pacientes; sulogro comportará una gran rentabilidad ensalud al conseguir hábitos positivos de vida.

Queremos con esta publicación contribuir ala formación y ser un documento de apoyoque despierte el interés y motive lautilización del ejercicio físico comoinstrumento de salud. En este sentido se vana desarrollar, por parte de componentes delGrupo de Aparato Locomotor de la SociedadEspañola de Médicos de Atención Primaria(SEMERGEN), tres módulos de MOVIMIENTOY SALUD, en relación a la práctica de algúntipo de actividad física en las diversaspatologías y en determinadas fases de lavida, como en la edad más avanzada, y en

relación específica a la mujer endeterminados momentos claves, comoembarazo, menopausia y postparto.

Nuestra idea es la de tratar el movimiento oactividad del día a día y no la descripción detécnicas ni deportes específicos. Elcontenido de estos módulos va a estarrelacionado con la vida cotidiana de lospacientes y la necesidad de movimiento entodas las edades, especificando ejerciciosideales y concretos para cada situación.

Francisco Martínez GarcíaSergio Giménez Basallote

(Aparato Locomotor de SEMERGEN)

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La actividad en el paciente mayor (I)

Jesús Seco CalvoLicenciado en Medicina y Cirugía. Doctor por la Universidad de Salamanca.Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Diplomado en Fisioterapia.Profesor titular de Fisioterapia, Universidad de León. Director del Departamento deEnfermería y Fisioterapia, Universidad de León.

IntroducciónEl aumento de la esperanza de vida en las so-ciedades avanzadas como consecuencia de laestabilidad y el bienestar alcanzado ha oca-sionado un cambio radical en las pirámidesdemográficas, produciéndose una transfor-mación y alcanzando lo que se conoce comoefecto cono. En la actualidad son muchas laspersonas en el mundo que dedican su es-fuerzo y estudio a lo que podría denominarsecomo la nueva cultura de la longevidad. Enrealidad, el intento de vivir más años o pro-longar la esperanza de vida no se trata dealgo nuevo. El hombre, a lo largo de toda suhistoria, ha estado obsesionado, a la vez queha mantenido un pulso con la naturaleza,por encontrar la mágica pócima de la eter-nidad. Pero... la realidad no es otra que todolo que empieza tiene un fin. La madre natu-raleza ha creado los mecanismos necesariospara que la vida en la tierra vaya siempre re-novándose y evolucionando, aunque no se-pamos hacia dónde.Desgraciadamente y a pesar de la vertiginosavelocidad con que avanza la ciencia, no te-nemos, ni siquiera, una hipótesis lo suficiente-mente consistente o sólida que nos ayude adesvelar cuál es el origen de la vida. Se creeque cuando nos aproximemos a éste, se des-pejarán muchas de las incógnitas que reinanen nuestro conocimiento, o mejor nuestrodesconocimiento.

El envejecimiento, un proceso más dentro dela carrera de la vida de los seres vivos... Seestán haciendo numerosos descubrimientosrelacionados con las causas que lo provocan.Son varias las teorías que se mueven en tornoa tan misterioso proceso de deterioro de lavida. Todas están en su mayor parte funda-mentadas y probadas, pero ninguna llega alfondo de la cuestión. Quizá no hay fondo,simplemente hay que aceptarlo tal como es. El presente capítulo va a tratar el movimientodesde la perspectiva de la pérdida de la fun-cionalidad física que conlleva el envejeci-miento. Se va a hacer un análisis de losdistintos estudios realizados en torno a la ac-tividad física y la senectud como vía asequibley placentera de retardar sus efectos, a la vezque se previenen multitud de enfermedades aque ésta conduce si no se ponen los mediosadecuados. Muchas de las veces, aún po-niendo todos los medios, se padecen, puesestamos expuestos a miles de factores quepueden conllevar una afección.

Cambios fisiológicos ycomportamentales asociadosal envejecimientoCambios en el sistema músculo-esquelético.La actividad física se reduce con la edad yconstituye un indicador de salud. La reduc-ción del repertorio motriz, junto a la lentitudde los reflejos y descenso del tono muscularen reposo, entre otros factores, provocan des-coordinación y torpeza motriz. La posición estática sufre alteraciones y desa-justes: aumenta la rigidez en la zona escapulary pélvica que dificulta muchos movimientos. Lacolumna vertebral acusa la degeneración arti-cular y la cifosis dorsal favorecida por el dese-quilibrio, la falta de tono muscular y viciosposturales. Esta cifosis dorsal acentúa la lor-dosis cervical y puede que la lumbar para con-servar el equilibrio. A partir de los 35 años en mujeres y mástarde en hombres, se produce una pérdida

ósea anual del 1% aproximadamente quehace los huesos más frágiles y propensos a lafractura. Con el paso de los años disminuye el númeroy el tamaño de las fibras musculares, dismi-nuye consecuentemente la fuerza y las per-sonas mayores se hacen más propensas a lafatiga y a padecer lesiones musculares porsobreuso. También disminuyen la capacidadaeróbica, la fuerza muscular y la capacidadfuncional general. La marcha se modifica y lospasos son más cortos, lentos y planos. Se le-vantan menos los pies del suelo y se pierde elbalanceo de los brazos. Todo ello redunda enla pérdida de independencia y autonomía.

Cambios metabólicos en el sistemacardiovascular y respiratorioCon la edad disminuye el volumen sistólico, lafrecuencia cardiaca máxima y el gasto car-diaco. Aumenta el tiempo de recuperacióntras un esfuerzo de los valores en reposo defrecuencia cardiaca, tensión arterial, consumode oxígeno y eliminación de dióxido de car-bono. Por otra parte, aumentan la tensión arterial enreposo y el tamaño del miocardio. Aumenta el volumen residual respiratorio ydisminuye la capacidad vital. Se observa queaunque aumente la frecuencia respiratoriacon el ejercicio, no se incrementa el volumencorriente. Disminuye el metabolismo basal, elVO2 máx. y la tolerancia a la glucosa, por loque se incrementa el porcentaje de grasa cor-poral.

Cambios en el sistema nerviosoDisminuye la velocidad de conducción ner-viosa, aumentan los tiempos de reacción, um-bral de percepción de muchos estímulos ydéficits sensoriales. Se pierde el reflejo miotá-tico y en general descienden la sensibilidadpropioceptiva y táctil que afectan la pérdidade conciencia y del esquema corporal. Ello serefleja en la dificultad de localizar movi-

mientos, en el acompañamiento de sincine-sias y en la dependencia de la vista. Se producen alteraciones en la motricidadfina y los movimientos se hacen imprecisos.Aparecen sentimientos de desconfianza res-pecto de las propias posibilidades e inhibiciónde la independencia y autonomía.

Incidencia de un programa de ejercicio físico Todas estas modificaciones son objeto de en-trenamiento para evitar y/o posponer su apa-rición a través de ejercicios variados dondelos estímulos lo sean también. Se incide sobreaudición, tacto, propiocepción, fomento deldiálogo corporal de las personas mayoresconsigo mismas que les permita mejorar suesquema corporal, realizando movimientosinusuales y variados en condiciones que lesmerezcan seguridad y mejoren su equilibrio,control y estabilidad postural, eliminando sin-cinesias y distonías, contribuyendo a que re-cobren seguridad en sí mismas, mejorando sumotricidad y capacitándoles para sus queha-ceres cotidianos así como para actividades derelación social que, en definitiva, mejoren sucalidad de vida, su salud física y su saludmental. Las enfermedades asociadas al sedentarismoe hipomovilidad (obesidad, cardiopatía is-quémica, diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión) se ven agravadas por el seden-tarismo y pueden ser tratadas con el ejerciciosin necesidad de recurrir a medicamentos. Elejercicio que desarrolla la fuerza y la resis-tencia disminuye la morbilidad y la morta-lidad en las personas mayores. La respuesta de las personas mayores es si-milar a la de los jóvenes en cuanto a capa-cidad aeróbica, resistencia y fuerza cuandolos ejercicios son de intensidad baja y mode-rada, por lo que se contribuye a mejorar di-chas capacidades. Tengamos en cuenta queel Síndrome General de Adaptación evolu-ciona en tres etapas: alarma, resistencia y

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agotamiento, que se corresponden con tresfases de la vida:

– Niñez: se manifiesta una escasa resis-tencia y exagerada reactividad a agre-siones externas.

– Madurez: la resistencia y capacidad deadaptación ante el estrés son mayores.

– Vejez: se produce la pérdida de adapta-ción como respuesta al estrés y la dismi-nución de las defensas del organismo.

El entrenamiento adecuado de los abuelosdeportistas mejora las funciones esenciales ydemora el deterioro físico y dependencia de10 a 15 años (Shepard). Ello quiere decir quelos estímulos deben tener una intensidadadecuada a las posibilidades funcionales se-gún Ley del Umbral, Principios de todo onada y de individualidad. La autonomía de las personas mayores estáíntimamente relacionada con su calidad devida. El ejercicio es un protector y precursorde dicha autonomía y de los sistemas orgá-nicos que la condicionan, además de pre-servar y mejorar la movilidad y estabilidadarticular y la potencia de las palancas mús-culo-esqueléticas, que a su vez inciden bene-ficiosamente sobre la calidad del hueso, lapostura, la conducta motriz, la autoimagen, elconcepto de sí mismos, etc., y en definitivasobre la calidad de vida.La inmovilidad e inactividad son las mejoresagravantes del envejecimiento y la incapa-cidad, de tal forma que, lo que deja de reali-zarse, fruto del envejecimiento, pronto seráimposible realizarlo. El ejercicio físico puedeinstaurarse en los hábitos y estilo de vida dela persona mayor y a su vez canalizar el ocioy contribuir a recuperar, conservar y mejorarla salud y calidad de vida.

ACTIVIDAD FÍSICAMejora la función:– Cardiovascular. Aumenta el tono mucular– Pulmonar.– Osteoarticular. Reduce el estrés– Psicológica.– Inmunológica, etc. Mejora la calidad de vida

Vries y Adams compararon los efectos del ejer-

cicio y un conocido tranquilizante. El ejercicio

proporcionó mayor alivio a la tensión muscular

de sujetos crónicamente ansiosos de 52 a 70

años. Publicaciones médicas de EE.UU. reco-

nocen el ejercicio como medio para combatir

la depresión, la irritabilidad y el insomnio.

Biegel atribuye al estilo de vida activo el bene-

ficio de mejorar la forma física asociada al

optimismo, autoimagen, autoconfianza, capa-

cidad mental y adaptación social del adulto,

que obviamente se optimiza cuando se realiza

ejercicio físico regular en grupo.

Efectos de un programa de ejercicio físico La mejora de la salud se materializa en los si-

guientes efectos:

– Enlentece la involución cardiovascular

–previniendo la arterioesclerosis–, la involu-

ción respiratoria y la involución endocrina

(especialmente de las suprarrenales, con

la consiguiente mejoría de la adaptación y

resistencia al estrés).

Es importante en la rehabilitación cardiaca

y respiratoria, y se ha comprobado que la

mortalidad postinfarto de miocardio se re-

duce un 20% entre quienes siguen pro-

gramas deportivos.

– El envejecimiento está relacionado con la

producción de radicales libres y se evi-

dencia en el plasma la disminución de

glutation (que protege a los tejidos de la

acción deletérea de los radicales libres), el

cual se encuentra incrementado en el

plasma de los sujetos entrenados fruto de

la actividad muscular.

– Facilita la actividad articular y previene la

osteoporosis y las fracturas óseas. Se in-

crementa la absorción de calcio y potasio.

– Aumenta la actividad enzimática oxidativa

con la consiguiente mejora de la utiliza-

ción del oxígeno y metabolismo aeróbico

de grasas y glucosa.

– Mejora la movilización de sustratos ener-

géticos.

– Se pierde peso graso.

– Reduce niveles plasmáticos de colesterol y

triglicéridos y mejora los índices coles-

terol/HDL en sangre.

– Aumenta la tolerancia al esfuerzo por au-

mento de los umbrales aeróbico y anaeró-

bico.

– Aumenta el volumen sistólico.

– Aumenta el volumen de sangre (plasma y

glóbulos rojos).

– Mejora la capilarización muscular.

– Aumenta el VO2 máx. y mejora el sistema

respiratorio por mejora de la capacidad

vital, aprovechamiento de la oferta de oxí-

geno e incremento de la ventilación, difu-

sión y transporte de oxígeno.

– Controla y reduce la tensión arterial en re-

poso y durante el esfuerzo.

– Favorece el equilibrio neurovegetativo, psi-

cofísico y la actividad psicointelectual.

– Mejora el aspecto estético.

– Estimula el optimismo, la vitalidad y lavoluntad (favorece la superación del taba-quismo y otros hábitos y adicciones insa-nas).

– Contribuye a la integración social. – Mejora la calidad y disfrute de la vida.

EFECTOS DEL MOVIMIENTO SOBRE EL ORGANISMO

Sistema cardiovascular:– Fortalece las paredes del corazón.– Disminuye las pulsaciones en reposo: mejor economía.– Reduce la tensión arterial.– Aumenta y mejora la red y calibre de arterias.

Sistema respitatorio:– Respiración más amplia y profunda.– Aumenta la eficacia de músculos encargados de respira-

ción.– Aumenta el mecanismo de renovación de aire.– Pone en funcionamiento gran número de alvéolos.

Sistema osteomuscular:– Estimula el crecimiento de huesos.– Aumenta la cantidad de sangre que llega al músculo, fa-

voreciendo aportes.– Aumenta el tamaño de los músculos.– Favorece la lubricación y protección de articulaciones.

Prevenir enfermedades:– Previene y ayuda a disminuir sobrepeso y obesidad.– Previene y mejora la hipertensión, diabetes y osteoporosis.– Disminuye los niveles de colesterol malo.– Disminuye la ansiedad y depresión.

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Consideraciones acerca de los programas deacondicionamiento

Sin embargo, establecer programas de acon-dicionamiento físico en las personas mayoreses más difícil que en los adultos debido a:

– El estado de salud y condición física. Es obvio que no será lo mismo diseñar unprograma para ancianos con distinta rea-lidad en el proceso de ancianidad.

– Las enfermedades o alteraciones aso-ciadas a la edad avanzada. Las principales enfermedades que afectana la civilización y son causa de muerte sedesarrollan a lo largo de la vida. Sin em-bargo, es frecuente que las manifesta-ciones externas de dichas enfermedadesse produzcan a partir de una determinadaedad, aproximadamente los 50 años. Enrazón de ello, es necesario conocer la rela-ción entre el ejercicio físico y las enferme-dades crónicas.

– El grado de entrenabilidad de las personasmayores. Estudios experimentales demuestran quela capacidad de mejora de la resistencia

es similar en los abuelos y en los jóvenesy, por consiguiente, su adaptación es inde-pendiente de los factores: sexo, edad ycondición física inicial. Se desconoce si losmecanismos de la adaptación al entrena-miento son los mismos en los jóvenes queen los abuelos. Parece que pueden existir diferenciasentre mecanismos centrales y periféricos:en los jóvenes la mejora del consumo deoxígeno podría deberse a una mejora de lafunción cardiaca, mientras que en losabuelos sería consecutiva a una mejora dela capacidad oxidativa. Los estudios rela-cionados con el entrenamiento de fuerzaparecen demostrar que los abuelos pue-den mejorar su nivel de fuerza al incre-mentar el tamaño de las fibras musculares:las fibras rojas alrededor de un 33,5% y lasfibras blancas un 27,6 %.

– El hecho de ser una población de riesgo. Parece inexcusable el examen médicoprevio, que de alguna manera certifique laparticipación en los programas de acti-vidad física. Sería interesante registrar enuna ficha los datos de interés, tales como:hábitos, enfermedades que padece (hiper-

tensión, diabetes, etc.), nivel de actividadfísica, etc.

– La condición física de la persona mayor. En función del examen médico y de laspruebas de condición física realizadas, po-demos tener datos que nos permitan cla-sificar a los sujetos y emplearlos comocriterio inicial para constituir un programa.Todo programa de actividad física para laspersonas mayores debe ir encaminado amejorar el estado de salud o bienestar,condicionando la mejora de la condiciónfísica a este objetivo. En base a las modifi-caciones que se producen con el envejeci-miento, el programa debe ser lo sufi-cientemente extenso para intentar me-jorar las condiciones de vida normal delos mayores.

– Tipo de ejercicio. Un programa para la mejora de la resis-tencia debería enfocar más de una formade ejercicio físico: caminar, ciclismo, na-tación, carrera, etc. Sin embargo, pareceque los ejercicios más sencillos y natu-rales, y que se corresponden mejor con lavida de estas personas, son caminar ysubir escaleras. Dado que la motivaciónes el factor más importante en el éxito delprograma, es aconsejable seleccionar ac-tividades que sean divertidas y agrada-bles.

– Aspectos accesorios.Deberían evitar: estar de pie mucho tiem-po y en el mismo sitio, cambiar rápida-mente de posición tumbado-erguido,ejercicios bruscos (se utilizará la competi-ción con precaución), las pesas si no lashan practicado antes, los multisaltos, vol-teretas, lanzamientos y oscilaciones brus-cas. Se recomienda: el trabajo en parejas ygrupos, en contacto con la naturaleza, losejercicios de respiración y relajación, losejercicios rítmicos y en progresión, cuidarque la vestimenta y el calzado sean losadecuados para el ejercicio y completarlos ejercicios con otras actividades.

– Nivel de fuerza.Aunque el nivel de fuerza de las personasmayores para las actividades cotidianas essuficiente, la pérdida de masa musculardetermina la necesidad de mejorar estacualidad en nuestros programas. Lo reco-mendado para la mejora de esta capa-cidad es trabajar contra una resistenciabaja (próxima al 50% de la máxima con-tracción voluntaria), que permitirá perdermás lentamente la fuerza absoluta, ademásde mejorar la capacidad oxidativa de las fi-bras lentas.

– Frecuencia de participación y duración delas sesiones. Aunque este factor es un importante as-pecto que hay que considerar, es menosfundamental que la duración o intensidad.A pesar de que no existen datos conclu-yentes de investigaciones rigurosas en laspersonas mayores, siguiendo las recomen-daciones en los adultos, podemos asumiruna frecuencia óptima de 3 días/semana,sin necesidad de aumentar la frecuenciasegún va avanzando el programa. La dura-ción de las sesiones será de alrededor de30 a 45 minutos reales, es decir, sincontar el calentamiento (para el trabajo dela flexibilidad) y el enfriamiento. En cadasesión se puede incluir tanto el trabajo deresistencia como el de fuerza o bien de-dicar las sesiones preferentemente a unacualidad. El trabajo de resistencia se pue-de realizar bien de forma continua o inter-mitente.

– Intensidad. Constituye el factor más importante decada una de las sesiones de trabajo. Si esdifícil determinar la intensidad en losadultos, la dificultad aumenta de formanotable para las personas mayores. No sedisponen de datos experimentales fiablessobre la intensidad mínima necesaria paraconseguir resultados positivos. De cual-quier manera, siguiendo las recomenda-ciones señaladas en los adultos, la inten-

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sidad mínima y aconsejable para la me-jora de la resistencia es del 50% de la fre-cuencia cardiaca de reserva. Para lamejora de la fuerza la intensidad vendrádeterminada por la carga, que puede serigualmente del 50% de la máxima con-tracción voluntaria. Se recomienda pararal notar la fatiga.

Riesgos de enfermedad olesión en el paciente mayor

Según la “US Consumer Product SafetyCommission”, las lesiones relacionadas con laactividad deportiva en los mayores de 65años y activos físicamente, aumentaron en un53% entre los años 1990 y 2007, en con-traste con un 18% para las personas de entre24 y 64 años. Estos datos se obtuvieron de unsistema electrónico de vigilancia que reunióuna muestra de 101 hospitales de todo el

país. La mayor incidencia de lesiones ocurrióen hombres con un 60%, sin embargo lastasas de hospitalización se acercaron al 10%posiblemente debido al buen estado de saludglobal de los individuos encuestados. Bienerestudió la frecuencia de accidentabilidad enuna población de 246 mayores de 65 años yencontró un mayor porcentaje de lesiones de-portivas en los hombres respecto a las mu-jeres (9-35% vs. 8-21%).Entre las complicaciones relacionadas con elejercicio, seguramente la más temida esaquella cardiovascular. Gibbons publicó queen un total de 71.000 pruebas de esfuerzoaplicadas a individuos de todas las edades yen buen estado de salud, se encontraron 6complicaciones, de las cuales una fue fatal. Pollock examinó el efecto del entrenamientoen un grupo de 57 ancianos sanos de edadmedia entre los 70 y 79 años. La actividaddesarrollada era del tipo aeróbico (caminata ocarrera) o con ejercicios de resistencia en se-ries de 10-12 repeticiones por 10 ejerciciostotales. Para el grupo sometido al entrena-miento aeróbico de mediana intensidad, lafrecuencia de lesiones llegó a un 4,8%.Cuando se aumentó a alta intensidad (75-85% de la frecuencia cardiaca máxima), laslesiones aumentaron hasta un 57%. Para elgrupo sometido a los ejercicios de resistencia,la ejecución de una repetición completa de laserie ocasionó un 19,3% de frecuencia de le-siones en comparación con un 8,7% entreaquellos que ejecutaron el ejercicio conmenor intensidad deteniendo la serie cuandopresentaban fatiga. Otros trabajos publicados concluyen que laslesiones más incidentes corresponden a aque-llas relacionadas con la caminata y a la carreraque presenta una fuerte asociación con la velo-cidad de ejecución del movimiento. En un artículo finlandés retrospectivo de 10años en 97 atletas ancianos (edad media de70-81 años), se encontró una incidencia de2,8 lesiones/hombre de las cuales 2/3 fueronagudas y 1/3 crónicas. El 75% de las lesiones

se presentaron en las extremidades inferioresy fue la rodilla la sede más afectada (20%).De todas las lesiones solamente alrededor deun 4% tuvo que ser reparada con interven-ción quirúrgica. Por otra parte, la frecuencia de lesiones en lasdiferentes series varía entre un 30% y un55% y corresponden a lesiones de las extre-midades inferiores como el desgarro, la roturamuscular, lesiones de la patela, etc. Los ma-yores que practican el fútbol o la carrera conobstáculos tienen contrariamente una mayorincidencia de lesiones en la extremidad supe-rior debido a la mayor frecuencia de caídas. Las lesiones del tendón de Aquiles, especial-mente las crónicas, son bastante frecuentesen la totalidad de los atletas y particular-mente en el grupo de edades mayores quepractican las carreras. Existen diferencias es-pecíficas en grupos de deportistas que prac-tican deportes específicos, tal como ocurre enotros grupos de edades. Se emplea comoejemplo a un grupo de golfistas ancianos, losque presentaban frecuentes lesiones dehombro. Hay que considerar siempre que las lesionesaparentemente agudas, son reagudizacionesde lesiones crónicas en ancianos con una ca-pacidad disminuida de cicatrización y que laaparición de una nueva lesión se acompañade un largo periodo de convalecencia. Mención aparte merece la relación entre acti-vidad del tipo sobrecarga de peso (weight-bea-ring) y osteoartritis de la articulación sometidaa la carga. Otras lesiones óseas están representadas porlas fracturas de stress o de insuficiencia, lasque son de difícil diagnóstico en los adultosmayores. Habitualmente este tipo de fracturasse buscaba en atletas, soldados y trabajadorescon actividad muy intensa, pero hoy en día,con la mayor participación del grupo de mayoredad en actividades deportivas intensas, ha lle-vado a un aumento de su incidencia.Las lesiones en la musculatura isquiotibial sonun hecho frecuente en la práctica deportiva

en personas de edad avanzada que comportaacciones explosivas. Al igual que en todas laslesiones musculares, en el caso de los isquio-tibiales estas lesiones se localizan cerca de launión miotendinosa. El mecanismo lesionalexacto está en discusión: o bien ocurre en lafase final del gesto deportivo cuando la rodillaestá en extensión y es frenada de forma ex-céntrica, o bien en la fase inicial de apoyo enel sprint, casi siempre con inclinación anteriordel tronco, y al ampliar la zancada al acer-carse a la máxima velocidad e intentar mante-nerla (normalmente, al correr se alcanza lamáxima velocidad a los 30-40 m). Son los de-portes de equipo, que tienen carreras supe-riores a los 10 m, los que presentan lesionesde isquiotibiales.Todo esto nos indica la importancia epidemio-lógica de este problema, que lo centraríamosen dos aspectos:1. Gran incidencia en determinados deportes

que no ha disminuido en los últimos años. 2. Alto índice de recidivas musculares que

está alrededor del 30% acumulativo en lamisma temporada.

El estudio de los factores de riesgo siempre escomplejo, pero hay cierto consenso en deta-lles básicos para evaluarlos. Se debe rela-cionar el riesgo de un factor determinado conuna unidad de 1.000 h de exposición almismo, e incluir a todos los individuos sus-ceptibles de lesionarse dentro de la valoraciónde factores, y no sólo los lesionados.Respecto a los factores de riesgo en las le-siones de los isquiotibiales hay distintosgrados de acuerdo en la bibliografía depen-diendo del factor de riesgo que se evalúe.Bahr y Holme concluyen que muchos estu-dios sobre factores de riesgo de las lesionesen isquiotibiales carecen de una muestra deindividuos suficientemente extensa comopara poder sacar conclusiones irrevocables.Hay tres factores:1. Edad: se sabe que las rupturas de fibras de

los isquiotibiales son más frecuentes amayor edad.

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2. Lesiones previas en los músculos isquio-tibiales: hay unanimidad al respecto.

3. Práctica de deportes de velocidad: existeuna mayor incidencia en deportes de ve-locidad, con salidas de sprint y carrerasde más de 20-30 m (carreras de velo-cidad, rugby, fútbol, fútbol australiano,jockey hierba, fútbol americano...).

Hay otros factores que se han discutido más yen los que no hay un consenso generalizado:1. Falta de potencia muscular: desde la década

de los 80 ya se valoró la influencia de unadebilidad o desequilibrio muscular comofactor causante de la lesión de los isquio-tibiales. Se mide por la ratio H:Q y algunosautores recomiendan actuar sobre ratiosmenores a 0,60. Los estudios que sugierenuna alteración de la ratio H:Q no tienen encuenta la presencia de lesiones previascomo factor coadyuvante.

2. Flexibilidad: también es un factor de riesgodebatido. Los atletas de velocidad tienen unamayor flexibilidad que los fondistas y encambio sufren un mayor número de lesionesen isquiotibiales. Asimismo, estudios rando-mizados recientes han puesto en duda el es-tiramiento como elemento preventivo.

3. Raza: se ha encontrado una correlación entrelesión de isquiotibiales y ciertas razas aborí-genes, aunque hay pocos estudios al res-pecto.

4. Atrapamiento L5: diversos autores han rela-cionado los cambios degenerativos a nivelL5-S1 y la presencia del ligamento lumbo-sacro como causa de compresión extrafora-minal de la raíz L5 en los deportistas quesufren episodios recidivantes de lesiones enisquiotibiales y m. tríceps suralis. Esto tam-bién podría explicar el aumento de estas le-siones con la edad.

5. Superficie: no hay datos concluyentes aun-que, en un estudio que no correlacionabaotras variables, los autores encuentran varia-ciones significativas en la incidencia de le-siones de isquiotibiales dependiendo de lascaracterísticas del terreno.

Normas generales de prevención

Ante las diversas fases por las que transcurrela enfermedad, se hace necesario articular laasistencia sanitaria en función de estas etapas.En primera instancia, evidentemente, se debenmodular actividades de prevención primaria,que son el conjunto de actuaciones sanitariasdirigidas a impedir la aparición o disminuir laprobabilidad de padecer una enfermedad de-terminada. El objetivo principal de la preven-ción primaria es reducir la incidencia deprocesos patológicos mediante la programa-ción de intervenciones sanitarias que se des-arrollarán en el periodo prepatogénico, antesde que los diferentes estímulos inducidos porlos factores etiológicos provoquen la enfer-medad.La principal herramienta de prevención pri-maria es la promoción de la salud, entendidacomo una combinación de apoyos educativosy ambientales que favorecen conductas o ac-ciones que contribuyen a la salud. Uno de losprincipales instrumentos de trabajo en promo-ción de salud es la educación para la salud.Las intervenciones sanitarias que se realizan enla fase prepatogénica o preclínica son las activi-dades de prevención secundaria que tienencomo objetivo detener la evolución del procesopatológico. La detección de la enfermedad serealiza precozmente mediante pruebas de cri-baje o screening.Siguiendo con la adecuación de la asistenciasanitaria al proceso natural de la enfermedad,correspondería enunciar las actividades sanita-rias asistenciales o curativas que se desarrollanen el estadío clínico de la fase patogénica perono son objeto de este artículo al estar centradoen actividades preventivas.Por último, las actividades de prevención ter-ciaria se definen como aquellas que van diri-gidas a mejorar la readaptación de la persona asu estatus funcional anterior a la enfermedad.El individuo mayor, en líneas generales, se en-cuentra expuesto a una serie de factores de

riesgo con etiologías muy diversas, que evi-dentemente van a incidir de manera primor-dial en la aparición de lesiones.Estos factores de riesgo, aun siendo muy di-versos según el deporte que se practique, sepueden englobar en tres grandes grupos: me-dioambientales, estilo de vida y biología hu-mana. También es preciso señalar que estostres grandes grupos de factores de riesgoestán a su vez muy influenciados por los fac-tores sociales del propio sujeto.

Prevención primariaComo ya hemos citado anteriormente, la pre-vención primaria está encaminada al control delos factores de riesgo predisponentes de pro-ducir una lesión o patología en el deportista.La principal herramienta, aunque no la única,para minimizar la exposición a los factores deriesgo es la promoción de la salud del depor-tista.

PROGRAMACIÓN Y REALIZACIÓN DE ACTIVIDADFÍSICA EN OSTEOPOROSIS

Ideal:– Frecuencia: 4 veces semana.– Duración: 60 minutos.– Intensidad: según capacidad funcional y fuerza muscular

previa.

Tipo de actividad:– Prevalencia aeróbica.– Movimiento articular, elongación.– Sobrecarga con cargas bajas o moderadas.– Relajación.– Evitar rebotes.– Ideal: bicicleta, aparatos, pesas y caminatas.

CONSEJOS PARA LA ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD ÓSEA– Realizar ejercicio toda la vida.– Mejora de sobrecarga.– Mejora de actividad corta y frecuente.– Aumentar la fuerza muscular.– Usar grandes grupos musculares.– Evitar inmovilización prolongada.– Realizar una dieta equilibrada.– Evitar desórdenes alimentarios.– Evitar fumar y beber alcohol.

El mejor instrumento metodológico para arti-cular la promoción de la salud del deportistaes la educación para la salud. Ésta debe cen-

trarse principalmente en el deportista, con elobjetivo de modificar algunos estilos de vidano saludables, pero también es evidente, sobretodo en el deporte de élite, que hay que incidiren el entorno que rodea al deportista (familia,entrenador...).Algunas de las áreas donde se realizan inter-venciones de educación sanitaria son:

– Nutrición del deportista.– Higiene del deportista (calzado, vestuario,

material deportivo, medio-ambiente...).– Entrenamiento (calentamiento, estiramiento,

recuperación...).– Afrontamiento de situaciones límite (psi-

cología del deportista).– Primeros auxilios.

Asimismo, también hay actividades no educa-cionales para controlar los factores de riesgo,como son:

– Vendajes funcionales preventivos.– Masajes de calentamiento y descarga.– Estiramientos.– Crioterapia.

Prevención secundariaLas principales intervenciones de prevenciónsecundaria en el deportista son los reconoci-mientos médico-deportivos y los test funcio-nales.Los reconocimientos médico-deportivos de-berían ser el punto de partida de cualquieractividad deportiva. Estos deben de tener unsentido claramente preventivo, intentandoevitar el problema de salud antes de que su-ceda o manejarlo adecuadamente para quelas repercusiones sean las menores posiblespara el deportista.La valoración de salud pretende cubrir, entreotros objetivos, los siguientes:

– Despiste de enfermedades, lesiones o pa-tologías que puedan constituir un riesgopara la salud del deportista.

– Detección del nivel de adaptación del de-portista al esfuerzo físico.

– Prevención de lesiones y enfermedades.

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La actividad en el paciente mayor (II)

Pablo Álvarez Jiménez

Especialista en Medicina de la Educación Físicay el Deporte. Médico del Equipo de Soporte deCuidados Paliativos. Área de Gestión SanitariaSur de Granada.

Introducción

Antes de introducirnos en las recomendaciones

para la práctica del ejercicio físico en salud,

cantidad y tipo de actividad física para el pa-

ciente mayor, tenemos que saber qué se en-

tiende por paciente mayor. Éste se define como

aquel hombre o mujer mayor de 65 años, y

adulto entre 50 y 64 años con importantes

condiciones clínicas crónicas y/o limitaciones

funcionales (cuidados médicos regulares y tra-

tamientos farmacológicos para su patología). El

envejecimiento presenta dos elementos: un

factor individual (que depende del modo de

vida y de la carga genética) y un factor común

(dependiente del grado de involución y degene-

ración orgánica).

La práctica de actividad física regular es una

de las prioridades en salud pública como

forma de prevención de enfermedades cró-

nico-degenerativas, especialmente en esta

etapa de la vida. Sabemos que tanto en los

países desarrollados como en los que estánen vías de desarrollo existe una tendencia aaumentar la expectativa de vida al nacer y aque tengamos cada vez más personas ma-yores de 60 años de edad. Se estima queaproximadamente en el año 2030, sólo enEE.UU., el número de personas mayores de 65años será de 70 millones; el sector de la po-blación que crecerá con más rapidez será elde quienes tienen 85 años o más. Conformecrece la cantidad de adultos mayores, es im-perativo determinar los mecanismos me-diante los cuales el ejercicio y la actividadfísica mejoran la salud, la capacidad funcional,la calidad de vida y la independencia en losadultos mayores.El sedentarismo es considerado actualmenteel factor de riesgo de muerte más prevalenteen todo el mundo (50-70%). Hay estudiosque evidencian que la combinación de: acti-vidad física, hábitos dietéticos sanos (dieta hi-pocalórica, frutas y verduras, poca carne),pocos tóxicos (café, tabaco, alcohol) y factoressociales (zonas rurales, sociedades con pre-dominio de ancianos...) disminuye la morbi-lidad y mortalidad con una mejora de lacalidad de vida y una mayor esperanza devida.Ante esta situación, las administraciones pú-blicas van tomando conciencia de la impor-tancia de disponer de programas de actividadfísica específicos o fomentar la práctica de ac-tividades físicas en salud para personas ma-

– Cumplimiento de requisitos legales y deseguridad.

– Establecimiento de relación deportista-equipo sanitario.

Las principales intervenciones en los recono-cimientos de salud del deportista podrían ser:

– Realizar diversas exploraciones físicas:– Agudeza visual.– Pulsos.– Tensión arterial de reposo.

– Realizar el estudio antropométrico:– Determinación de talla.– Determinación de peso.– Determinación de grasa corporal.

– Realizar pruebas complementarias:– Electrocardiograma de reposo.– Toma de muestras biológicas.– Pruebas de esfuerzo.– Encuestas de alimentación.

Prevención terciariaLa prevención terciaria persigue la readapta-ción del deportista que ha sufrido una lesióno una enfermedad con la mayor rapidez po-sible, sin complicaciones y sin la presenciade secuelas que dificulten su rendimientodeportivo.Durante esta fase las intervenciones estaránenfocadas principalmente a:

– Aplicar vendajes funcionales de readapta-ción.

– Educación sanitaria para el autocuidadodel deportista.

– Detección precoz de complicaciones oempeoramiento.

– Aplicación medidas físicas: rehabilitacióny fisioterapia.

– Reevaluación del deportista, previamentea la reincorporación.

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yores. Es frecuente encontrar en la mayoríade municipios la presencia de “parques paramayores” con una serie de aparatos que po-tencian las distintas cualidades físicas. En lasimágenes podemos apreciar dos de estosaparatos de un parque público. En la figura 1se trabaja el equilibrio y en la figura 2 la flexi-bilidad del miembro superior.Estas instalaciones permiten la práctica deuna actividad física moderada al aire librecompartiendo relaciones interpersonales.Ante esta situación los profesionales de lasalud deben disponer de los conocimientosbásicos para la prescripción de ejercicio físicocomo una herramienta terapéutica más de supráctica clínica diaria. Con esto nos adecua-remos a las necesidades de una sociedadmás “deportiva”, cumpliendo las expectativasque sobre este campo debemos ofrecer anuestros pacientes. Este capítulo tiene comoobjetivo servir de guía de las indicacionessobre actividad física para personas mayores,tanto en la vida diaria como en la actividaddeportiva.

Tipos de ejercicio

El ejercicio considerado como una serie demovimientos planificados puede clasificarseen dos tipos:

Ejercicio dinámico o isotónicoDonde los músculos se contraen y relajan rít-micamente, cambiando la longitud y el án-gulo de las articulaciones. El desarrollo de lafuerza intramuscular es moderado.

Ejercicio estático o isométricoDonde se produce una contracción muscularmantenida, sin relajación, las modificacionesen las articulaciones son pequeñas. La fuerzaintramuscular es importante.Como nuestro objetivo es la actividad físicapara la salud y nuestra población diana elpaciente mayor, debemos conocer que lasactividades físicas (y deportes) más “le-

sivos” serían aquellos con un alto compo-nente estático y un bajo componente diná-mico (halterofilia, esquí acuático, etc.) y losmás “saludables” aquellas con un bajo com-ponente estático (golf, tenis, etc.). Aunque eldeporte de competición no es el tema deeste capítulo, existen casos en la historiacomo el de la Sra. Lorna Johnstone de GranBretaña, que a la edad de 70 años participóen los Juegos Olímpicos de Munich (1972)en la modalidad de hípica. Se convirtió en lamujer de más edad que ha participado enunos Juegos Olímpicos.Esto pone de manifiesto que una buena con-dición física puede permitir realizar ejerciciosde muy alta intensidad a personas mayores. En la tabla 1 están los deportes clasificadossegún uno u otro componente. Esto nos ayu-dará para recomendar a los pacientes la prác-tica de un deporte, dependiendo de diferentesfactores.

Deportes más aconsejables– Andar: facilita la adaptación cardio-respi-

ratoria de forma progresiva.– Correr, jogging.– Golf: actualmente muy de moda por favo-

recer la comunicación personal en con-tacto con la naturaleza, permite adecuar elejercicio a cada persona.

– Bicicleta: muy indicada en casos de ar-trosis, evitar rutas con carga de trabajo ex-cesiva, preferible los paseos en llano.

– Natación: el calor del agua alivia el dolor yfacilita la relajación. Precaución en pa-

16 | Movimiento y Salud

cientes con osteoporosis avanzada (pér-dida del 90% del peso corporal en el aguaque no facilita la osteogénesis).

– Tenis: contraindicado si no ha existido prác-tica anterior habitual.

Deportes contraindicados– Deportes de contacto: por el riesgo de

traumatismos.– Deportes de equipo con gran carga com-

petitiva que dan lugar a una sobrestima-ción personal y riesgo de lesiones.

– Deportes con alto componente estático engeneral.

Modalidades de ejerciciossegún la intensidad delesfuerzo

Por otro lado y en relación a la intensidad delesfuerzo los ejercicios pueden clasificarse endos grupos:

Ejercicios aeróbicosSe producen en actividades prolongadas enel tiempo (jogging, maratón, 10.000 m pati-

nando...), de baja intensidad. Generan “pe-queñas” cantidades de energía (1 M deATP/min) durante un tiempo “ilimitado”(mientras duren los nutrientes). Estos ejerci-cios utilizan como sistema metabólico deobtención de energía la oxidación de los ali-mentos en las mitocondrias.

Ejercicios anaeróbicosSe producen en actividades puntuales (100metros lisos, levantamiento de peso...), de mo-derada-alta intensidad, generan altas canti-dades de energía (2,5-4 M de ATP/min)durante un corto espacio de tiempo. Estosejercicios utilizan sistemas metabólicos dondeno interviene el O2.

Modificaciones de lascualidades físicas del paciente

Resistencia cardiovascularEl consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.)es un índice de la función cardiovascular má-xima (CV); disminuye entre un 5% y un 15%por década después de los 25 años. Los des-censos tanto en el gasto cardiaco máximo

Sra. Lorna Johnstone, de Gran Bretaña.Figura 1.

Figura 2.

Tabla 1Clasificación de los deportes basándose en el componente estático y dinámico máximo durante la competición

Dinámico bajo Dinámico moderado Dinámico alto Estático bajo Billar Béisbol Bádminton

Bolos Tenis de mesa Esquí de fondoGolf Tenis (dobles) Hockey hierba

Cricket Voleibol MarchaCarrera fondo

FútbolSquashTenis

Estático moderado Tiro con arco Saltos BaloncestoAutomovilismo Rugby Hockey hielo

Hípica Fútbol americano NataciónMotociclismo Sprint Balonmano

SurfEstático alto Gimnasia Culturismo Boxeo

Judo/Karate Esquí alpino CiclismoVela Lucha Remo

Escalada DecatlónEsquí acuático Patinaje velocidad

HalterofiliaWindsurfing

Adaptado de Mitchell JH, Haskel WL, Raven PB: Classification of sport. Med. Sci. Sport Exerc 1994; 26:8.242-5.

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y la función del hueso, el músculo y el tejidoconjuntivo; en cuanto al rango específico demovimiento en las articulaciones y la flexibi-lidad en el desempeño de tareas motorasgruesas, disminuyen. Las restricciones del te-jido blando que podrían afectar la flexibilidadincluyen cambios en el colágeno, el cual es uncomponente primordial del tejido conjuntivofibroso que forma los ligamentos y los ten-dones. El envejecimiento incrementa la crista-linidad de las fibras de colágeno y aumenta eldiámetro de las fibras, por lo tanto, reduce laextensibilidad. Es evidente que la flexibilidaddisminuye con la edad, y el rango máximo demovimiento ocurre entre la mitad y el final delos 20 años en los hombres y en las mujeres,respectivamente.

Coordinación/equilibrioEl paso de los años produce una menor nece-sidad de movimiento y ritmo, lo que da lugara un acto motor “más pobre”. La estabilidadpostural se ve afectada por alteraciones en lossistemas motor y sensorial, así como por lossistemas de niveles más altos, incluyendo losganglios basales, el cerebelo, y los sistemasperceptivos que interpretan y transforman lainformación sensorial que ingresa. Los sis-temas vestibular, visual y somatosensorialmuestran cambios con el envejecimiento y,por lo tanto, podrían proporcionar una res-puesta reducida o inapropiada a los centrosde control postural. A esto se suman las ca-rencias de los músculos a la hora de res-ponder apropiadamente a los inconvenientesde la estabilidad postural.

Beneficios del movimiento en el paciente mayor

Es sabido que la actividad física regular re-duce el riesgo de enfermedad cardiovascular,trombo embolismo, hipertensión, diabetesmellitus tipo 2, osteoporosis, obesidad, cáncerde colon, cáncer de pulmón, ansiedad y de-presión.

Los principales beneficios evidenciados cientí-ficamente son:

– Control del peso corporal.– Disminución de la grasa corporal.– Aumento de la masa muscular. – Aumento de la fuerza muscular. – Aumento de la flexibilidad.– Aumento de la densidad ósea.– Aumento del volumen sistólico.– Aumento de la ventilación pulmonar.– Aumento del consumo máximo de oxí-

geno.– Disminución de la frecuencia cardiaca.– Disminución de la presión arterial. – Mejora del perfil de lípidos.

En particular, la importancia de la actividadfísica en pacientes mayores está respaldadapor una considerable evidencia científica:reduce el riesgo de caídas y lesiones por ca-ídas, previene o mitiga las limitaciones fun-cionales y es una terapia efectiva paramuchas enfermedades crónicas. Las guíasde práctica clínica identifican un importanterol terapéutico de la actividad física en la en-fermedad coronaria, hipertensión, enfer-medad vascular periférica, diabetes tipo 2,obesidad, hipercolesterolemia, osteoporosis,osteoartritis, claudicación y enfermedad pul-monar obstructiva crónica. Además juega unpapel importante en el manejo de la depresióny la ansiedad, demencia, dolor, insuficienciacardiaca congestiva, síncope, derrame cere-bral, profilaxis del tromboembolismo venoso yel estreñimiento.Existe también mejora del auto-concepto,auto-estima, imagen corporal y disminucióndel estrés, ansiedad, insomnio, consumo demedicamentos y mejora de las funciones cog-nitivas y de la socialización.Las evidencias científicas más recientesmuestran que sesiones cortas de treinta mi-nutos por día, la mayor parte de los días de lasemana, de forma continua o acumulada de10 a 15 minutos en intensidad moderada,pueden representar el límite para obtenerefectos beneficiosos para la salud. Para esto

18 | Movimiento y Salud

como en la diferencia arteriovenosa de O2 má-xima, contribuyen a la reducción del VO2máx. que se asocia con la edad. Sumado aesto, la frecuencia cardiaca máxima des-ciende de 6 a 10 latidos por minuto por dé-cada y causa la mayoría de la disminución delgasto cardiaco máximo que se asocia con laedad. El volumen sistólico final durante elejercicio máximo es también superior en eladulto mayor, lo que ocasiona una fracción deeyección disminuida. La presión sanguínea yla resistencia vascular sistémica es tambiénmayor. En resumen, a partir de los 40 años seobserva una disminución progresiva de la re-sistencia cardiovascular, tanto anaeróbicacomo aeróbica.

FuerzaLa pérdida de masa muscular asociada alenvejecimiento (sarcopenia) es la principalcausa de disminución de la fuerza y tonomuscular. La actividad física puede enlen-tecer esta pérdida pero no puede evitarla.Parece que el envejecimiento per se es lacausa principal; sigue ésta un perfil paraleloa la disminución de secreción de testoste-rona. La consecuencia más evidente es lapérdida de tensión y fuerza muscular. Entrelos 65-89 años la tasa de pérdida de fuerzamuscular es del 3,5% por año y del 1-2% de

la tensión muscular. Esta pérdida ocurre bá-sicamente por la disminución en el númeroy tamaño de las fibras musculares tipo I ytipo II; existe una pérdida diferenciada de-pendiendo del tipo de fibra muscular. Con elenvejecimiento son perdidas más fibras detipo II que de tipo I y son perdidas más deltipo IIb que del tipo IIa. Estas alteracionescomprometen significativamente la capa-cidad funcional del anciano, principalmentetodos los aspectos relacionados a velocidad,agilidad y tiempo de reacción.

VelocidadComo hemos visto existen dos tipos de fibrasmusculares, las tipo I o lentas y las tipo II o rá-pidas; estas últimas son las responsables deesta cualidad física. La pérdida de masa mus-cular que hemos visto anteriormente se hacea expensas de las fibras tipo II (IIb) por lo queesta cualidad física sufre una merma impor-tante con la edad.

FlexibilidadEs un término general que comprende elrango de movimiento de articulaciones. Lacalcificación progresiva de los cartílagos, lapérdida de elasticidad de los ligamentos ycápsulas articulares disminuyen esta cua-lidad. El envejecimiento afecta a la estructura

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Ejercicio aeróbico (resistenciacardiovascular)Para promover y mantenerse saludable, el pa-ciente mayor necesita realizar actividad físicaaeróbica de moderada intensidad durante almenos 30 minutos cinco días a la semana ode alta intensidad durante 20 minutos 3 díasa la semana (IA). Además, combinaciones demoderada y alta intensidad aeróbica puedenproducir los mismos beneficios (IIaB). La acti-vidad aeróbica de moderada intensidad suponeun moderado nivel de esfuerzo relacionado conla condición física individual. En una escala vi-sual de 0 a 10, donde 0 sería estar sentado y 10máximo esfuerzo, actividades de moderada in-tensidad (5-6 en la escala) producen aprecia-bles incrementos en la frecuencia cardiaca yrespiratoria; y actividades de alta intensidad (7-8 en la escala) producen grandes cambios enambos parámetros. Para unos sujetos ca-minar con intensidad moderada supone unlento paseo y para otros supone un rápidocaminar. De ahí que las indicaciones debanestablecerse sobre la rutina de la vidadiaria. Actividades de muy baja intensidad(cocinar, ir a la compra, aseo personal…) ode moderada intensidad, de 10 minutos deduración al menos (caminar hacia el tra-bajo, alrededor de la casa…).Las recomendaciones que en el adulto de-finen la intensidad aeróbica moderada com-prenden actividades entre los 3,0 hasta los 6,0METs (1 MET=consumo metabólico basal, queequivale aproximadamente a 3,5 ml/kg/minde oxígeno). No obstante, parece indicado unadefinición distinta para el paciente mayor,pues su nivel de condición física puede sermenor y requerir un esfuerzo aeróbico de altaintensidad para estos niveles. En este caso, ysiguiendo las recomendaciones del AmericanCollege of Sports Medicine (ACSM) utiliza-remos la Tasa de Reserva de la FrecuenciaCardiaca, con el objetivo de mantener estaentre el 50% y el 84% (tabla 3); este rango in-cluye ejercicios de moderada (50%) y alta in-tensidad (< 90%). Estos valores se pueden

extrapolar a una escala de 10 puntos, dondeun esfuerzo alrededor de 5 sería de mode-rada intensidad y uno alrededor de 9 sería dealta intensidad. Por tanto indicaremos anuestros pacientes que su percepción delesfuerzo durante la actividad debe estarentre 5-6 (ó 7-8) sobre una escala de 10puntos. Esta percepción subjetiva del es-fuerzo es relativamente una medida objetivadel mismo. En aquellos sujetos que por su patología opor su nivel de condición física requieran uncontrol exhaustivo de la intensidad del es-fuerzo, serán monitorizados a través de unpulsómetro. Para ello, con su frecuencia car-diaca basal y su frecuencia cardiaca máxima,calcularemos los rangos entre los que debetrabajar para mantenerse entre el 50% y el85% de la Tasa de Reserva de la FrecuenciaCardiaca. Por ejemplo, un paciente con unaFC basal de 80 lpm y una FC máxima 160lpm debe trabajar entre 120 lpm (50%) y 148lpm (85%).Por tanto, sería actualmente el caminar, el ci-clismo o pedalear en la bicicleta, la natación, lahidrogimnasia, el subir escaleras, bailar, elyoga y el Tai Chi Chuan las actividades reco-mendadas siguiendo las indicaciones ante-riores. En relación con los ejercicios realizadosdentro del agua frente a los realizados fueradel agua, las principales ventajas son:

– Disminución de las fuerzas gravitacionales. – Disminución del estrés mecánico del sis-

tema músculo-esquelético.

20 | Movimiento y Salud

sugieren que las personas adopten un estilode vida activo, o sea, que incluyan actividadesfísicas en su día a día en la casa, en el trabajoo en el tiempo libre. Estas actividades in-cluyen subir o bajar escaleras, salir a pasearcon el perro, cuidar del jardín, lavar el coche,caminatas en ritmo ligero, bailar, pedalear onadar. Estas nuevas recomendaciones sonconfirmadas por la Organización Mundial dela Salud (OMS), Consejo Internacional deCiencias del Deporte y Educación Física(ICSSPE), Centro de Control y Prevención deEnfermedades (CDC), Colegio Americano deMedicina Deportiva (ACSM), Federación Es-pañola de Medicina del Deporte (FEMEDE),Federación Internacional de Medicina De-portiva (FIMS) y Asociación Americana deCardiología (AHA).En esta etapa de la vida están indicadas depreferencia las actividades aeróbicas de bajoimpacto, como caminar, nadar, bailar, la hidro-gimnasia o la bicicleta. El entrenamiento defuerza es fundamental y puede ser prescritocon algunos cuidados inclusive en individuoshipertensos o con problemas cardiovascu-lares. El entrenamiento contribuye para me-jorar la fuerza muscular, para la manutenciónde la independencia funcional, mejora la velo-cidad de andar y el equilibrio, disminuye ladepresión, aumenta la densidad ósea y evitalas caídas. Existen algunas situaciones clínicasespecíficas en que el entrenamiento de fuerzamuscular debe ser prioritario al entrena-miento aeróbico, como en los casos de artritissevera, limitación de la movilidad articular,amputación y pacientes con problemas de lo-comoción. Para mantener la independenciafuncional la prioridad de variables que debenser trabajadas son: entrenamiento de lafuerza muscular, equilibrio, entrenamiento ae-róbico, movimientos corporales totales y cam-bios en el estilo de vida. Además de losprotocolos específicos lo más importante esestimular el cambio o la manutención de unestilo de vida activo en que el anciano subaescaleras, permanezca más tiempo de pie,

haga contracciones de la musculatura abdo-minal y perineal cuando está sentado, cuidedel jardín, cuide de la casa y evite usar elmando a distancia. La actividad física regular incluye el ejercicioaeróbico y el fortalecimiento muscular, esen-cial para mantener un buen estado de salud.Las siguientes recomendaciones preventivasespecíficas para el paciente mayor y cada tipode ejercicio físico puede reducir el riesgo deenfermedades crónicas, mortalidad prema-tura, limitación física e incapacidad.Se describirán las indicaciones sobre acti-vidad física para cada una de las cualidadesfísicas y el nivel de evidencia disponible en elAmerican College of Cardiology y la AmericanHeart Association (ACC/AHA) utilizando el for-mato definido por la Agency for Health Policyand Research de EE.UU. (tabla 2).

Tabla 2Solidez y consistencia de las evidencias que apoyan cadauna de las recomendaciones (y utilizada por la Egency forHealth Policy and Research de EE.UU.)

A: se requiere al menos un estudio aleatorizadocontrolado por parte de la literatura de buena calidady consistente que apoya esa recomendación enparticular (niveles de evidencia Ia y Ib).

B: se requiere la disponibilidad de estudios clínicoscorrectamente realizados, pero no estudios clínicosaleatorizados sobre el tema de la recomendación(niveles de evidencia IIa, IIb y III).

C: se requieren evidencias obtenidas de informes odictámenes de comités de expertos y/o de lasexperiencias clínicas de autoridades respetadas.Incluida la ausencia de estudios clínicos directamenteaplicables de buena calidad (nivel de evidencia IV).

Categorías de evidenciasIa: evidencias de meta-ánalisis de estudios aleatorizados

controlados.

Ib: evidencias de al menos un estudio aleatorizadocontrolado.

IIa: evidencias de al menos un estudio controlado sinaleatorización.

IIb: evidencias de al menos otro estudio cuasi-experi-mental.

III: evidencias de estudios descriptivos noexperimentales, como estudios comparativos,estudios de correlación y estudios de casos ycontroles.

IV: evidencias de informes o dictámenes de comités deexpertos o de la experiencia clínica de autoridadesrespetadas, o de ambas fuentes.

Tabla 3Intensidad del ejercicio

Frecuencia Tasa de cardiaca reserva RPE Intensidadmáxima de la FC

< 35% < 30% < 10 Muy liviano

35-59% 30-49% 10-11 Liviano

60-79% 50-74% 12-13 Moderado

80-89% 75-84% 14-16 Fuerte

> 90% > 85% > 16 Muy fuerte

American College of Sports Medicine (ACSM).

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– Facilidad para la termorregulación. – Efecto natri-urético y diurético. – Evitar el riesgo de lesión.– Facilita la amplitud del movimiento arti-

cular.No hay que olvidar que como contrapartida ydebido a la pérdida del peso corporal no se fa-cilita la osteogénesis y se deberá tener especialprecaución con los pacientes con osteoporosisavanzada.En la siguiente tabla se muestran actividadesde moderada intensidad y de alta intensidadde modo orientativo:

Ejemplos de actividades y ejercicios de resistencia aeróbica

Moderada intensidad– Natación terapéutica. – Bicicleta en llano.– Bicicleta estática. – Jardinería.– Caminar ligero. – Limpiar piso.– Golf (sin carro eléctrico). – Tenis (dobles).– Ping-Pong. – Voleibol.– Remar. – Bailar.– Yoga, Tai Chi Chuan.

Alta intensidad– Subir escaleras (enérgicamente). – Nadar (sprint).– Escalar. – Caminar enérgico.– Esquiar. – Tenis (individual).– Trotar.

Nota: no olvidar que la actividad física recomendada dependede la condición física individual.

Tensión/fuerza muscularAdemás del ejercicio aeróbico, los pacientesmayores para conservar su independencia fí-sica deben realizar actividades que manten-gan o incrementen su tono muscular y re-sistencia al menos 2 días cada semana (IIaA).Esta recomendación se llevará a cabo reali-zando 8-10 ejercicios en 2 o más días a la se-mana no consecutivos usando los gruposmusculares principales. La fuerza desarro-llada permitirá realizar 10-15 repeticiones porcada ejercicio y el nivel de intensidad estaráentre moderado y alto. La participación de actividades aeróbicas y de fuerza muscularcombinadas por encima del mínimo reco-mendado proporciona beneficios adicionalesy mayores niveles de condición física (IA).

Se ha demostrado que la fuerza muscular au-menta en respuesta al entrenamiento entre el60% y el 100% de una repetición máxima. Elacondicionamiento de la fuerza produce unaumento en el tamaño del músculo y este au-mento de tamaño es el resultado del in-cremento en el contenido de la proteínacontráctil. Está claro que cuando la intensidaddel ejercicio es baja, los adultos mayores sólologran aumentos leves en la fuerza. Varios es-tudios han determinado que, dado un estímulode entrenamiento adecuado, los pacientes ma-yores muestran adquisiciones de fuerza simi-lares o mayores en comparación con losindividuos jóvenes como un resultado del en-trenamiento de resistencia. Los efectos de un entrenamiento de fuerza enla densidad ósea de los adultos mayorespueden compensar los típicos descensos enla estructura ósea que se asocian con el enve-jecimiento al mantener o aumentar la den-sidad mineral ósea. Además de sus efectos enel hueso, el entrenamiento de fuerza tambiénaumenta la masa muscular y la fuerza, elequilibrio dinámico y los niveles totales decondición física. A continuación se muestran una serie de ejerci-cios que podemos realizar en nuestra casa paratrabajar el miembro superior y el miembro infe-rior. No debe olvidar que ante la aparición de:dolor, náuseas, pérdida de equilibrio, dificultadrespiratoria o cefalea debe suspender la acti-vidad.

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Ejercicios miembro superior e inferior (continuación)

Ejercicios miembro superior e inferior

2. Levantándose de la silla: fortalece los músculos delabdomen y de los muslos. Se colocará sentado en lasilla con las manos en la cintura; poco a poco se irálevantando de la misma sin inclinarse para los ladosy sin ayudarse con las manos. Volver a la posicióninicial.3. Flexion de bíceps: fortalece la musculatura superiorde los brazos (bíceps). Mantener un peso (puedeservir un paquete de lentejas o similar) en cada manocon los brazos junto al cuerpo; flexione el brazo porel codo acercando el peso a sus hombros volviendolentamente a la posición inicial. El ejercicio puede rea-lizarse sentado.4. Encoger los hombros: fortalece la musculatura delos hombros y la región superior de la espalda.Mantenga un peso en cada mano con sus brazos a lolargo del cuerpo, luego encoja sus hombros acercán-dolos a las orejas volviendo lentamente a la posiciónanterior. 5. Extensión de tríceps: fortalece los músculos poste-riores de los brazos (tríceps). Durante el ejercicio,mantenga su mano libre como soporte de la manocon el peso. Levante el brazo con el peso soportán-dolo con la otra mano como en la imagen. En estaposición doble el brazo hasta el codo y baje el pesohasta el hombro. Mantenga la posición 1 segundo yvuelva al inicio.6. Flexión plantar: fortalece los músculos del tobilloy la región posterior de la pierna. Si puede, use pesasde tobillos.Agárrese a una silla para mantener el equilibrio; enesa posición póngase en la punta de los pies lo másalto posible y mantenga la posición 1 segundo, luegovuelva a la posición inicial apoyando los talones en elsuelo.7. Flexión de rodilla: fortalece los músculos poste-riores de los muslos. Si puede, use pesas de tobillo. Agárrese a una silla para mantener el equilibrio,doble la rodilla lentamente lo más alto que pueda yluego vuelva a la posición inicial.8. Extensión de rodilla: fortalece los músculos ante-riores del muslo y la pierna. Si puede use pesas en lostobillos. Sentado en una silla coloque una toalla debajo de lasrodillas y extienda la pierna lo más derecha posible.No debe ayudarse con las manos, que estarán sobrelos muslos o al costado. Luego flexione el pie (queapunte a su cabeza) y mantenga la posición 2 se-gundos. 9. Extensión de cadera: fortalece la musculatura delos glúteos y zona lumbar.A una distancia de 30-40 centímetros de una silla omesa debe doblarse hacia delante por la cintura apo-yándose en la mesa o silla para mantener el equili-brio. Luego debe levantar la pierna hacia atrás sindoblar la rodilla; no mueva los dedos del pie ni se in-cline más. Mantenga la posición 1 segundo y vuelvaa la posición inicial.

1. Flexiones con la pared:se colocarán las palmasde las manos contra lapared y lentamente se irán flexionando los brazosacercando el cuerpo a lamisma, luego se volverá ala posición inicial.

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Existen ejercicios de estiramiento paramiembro superior e inferior específicos decada grupo muscular que ya han sido tra-tados en el Módulo I (Movimiento y Salud enla vida cotidiana) y pueden consultarse. En re-lación con el paciente mayor recordar las si-guientes recomendaciones:

– Si ha tenido cirugía de cadera, realizarbajo supervisión médica los ejercicios delmiembro inferior.

– Si ha tenido cirugía de cadera, no cruzarlas piernas ni doblar las caderas por en-cima de 90 grados.

– Siempre hacer un precalentamiento antesde hacer ejercicios de estiramiento (hacerdespués los ejercicios de resistencia o for-talecimiento). Estirar los músculos antesde precalentarlos puede causar lesiones.

– El estiramiento nunca debe causar dolor,especialmente dolor de articulaciones. Sisiente dolor, es porque se han estirado losmúsculos demasiado, y necesita reducir elestiramiento para evitar el dolor.

– Evitar dar tirones en un estiramiento. Hacerlos movimientos lentos y pausados.

– Evitar “trabar” o “fijar” las articulacionescuando se extiendan durante los ejerciciosde estiramiento. Los brazos y piernasdeben estar rectos cuando se estiren, perono fijos o bloqueados.

Ejercicios de equilibrioPara reducir el riesgo de lesiones por caídasdeben realizarse ejercicios que mantengan omejoren el equilibrio (IIaA). En estudios paraprevenir las caídas, recomiendan 3 veces cadasemana de ejercicios específicos.Se ha reportado una mejoría en las pruebas“relacionadas con el equilibrio” en los adultosmayores después de participar en un pro-grama de caminatas, baile, ejercicio de resis-tencia, Tai Chi Chuan, flexibilidad y ejerciciosde fortalecimiento. Los individuos que sólorealizaron ejercicios de flexibilidad no mos-traron mejorías similares. El entrenamiento detareas dirigidas específicamente a los sis-

temas sensoriales involucrados en el mante-nimiento de la estabilidad postural tambiénresultaron en una mejoría de la estabilidad enlas poblaciones mayores. Además, los indivi-duos entrenados se cayeron con menos fre-cuencia bajo condiciones de pérdida sensorialy estuvieron más tiempo de pie sobre unapierna que el grupo de control. Se ha demos-trado que seguir un programa de caminatas,ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento danmejorías en la fuerza, en el tiempo de reac-ción y el equilibrio del cuerpo sobre superfi-cies firmes y suaves. Otros investigadores handemostrado que cierto número de medidasde estabilidad postural mejoran gracias a unprograma de ejercicio a largo plazo. Dentrodel grupo de ejercicio, los que se adhirieron alejercicio presentaron mejorías significativasen comparación con los que no se adhirieronal ejercicio. Se ha demostrado en las pobla-ciones adultas mayores mejorías en un nú-mero de medidas de estabilidad posturaldespués de un entrenamiento intensivo (3veces a la semana durante 3 meses) que re-petidamente desafiaron los diferentes as-pectos del control del equilibrio. Estas mejoríasse mantuvieron durante 6 meses por medio deun programa de Tai Chi Chuan. Aunque ningúnestudio ha indicado efectos perjudiciales delentrenamiento en la estabilidad postural,existen hallazgos de efectos inconsistentesen la estabilidad postural.Se mostrarán a continuación varios ejerciciosde equilibrio que pueden realizarse en casa. Noobstante, esta cualidad es trabajada cuando re-alizamos los ejercicios descritos anteriormentepara el fortalecimiento muscular con algunamodificación.Durante el día se puede hacer a cualquierhora, en cualquier sitio y las veces que sequiera mientras se tenga algún apoyo, ejerci-cios de equilibrio como:

– Caminar en tándem: coloque su talón justoenfrente de los dedos de su otro pie cadavez que de un paso. Sus talones y dedosdeben tocarse, o casi tocarse.

FlexibilidadPara mantener la flexibilidad necesaria parauna actividad física regular y la vida diaria,deben realizarse actividades que mantengano incrementen la flexibilidad al menos 2 díasa la semana durante 10 minutos cada día(IIbB). Durante 10-30 segundos se realizaránestiramientos de los grupos musculares ma-yores con 3-4 repeticiones por estiramiento.Estas actividades de flexibilidad deben reali-zarse todos los días que se realicen ejerciciosaeróbicos o de fuerza muscular.El efecto de un programa de flexibilidad puedecuantificarse por cambios en el rango de movi-miento de las articulaciones y de los valores ob-tenidos en la evaluación de la movilidad. Losestudios han demostrado tanto los efectos po-sitivos como los no significativos del ejercicioen el rango de movimiento de las articulacionesen los adultos mayores, dependiendo de la du-ración del programa, el tamaño del grupo en

estudio, la proporción de desgaste y la técnicade medición. La mayoría de los estudios hanutilizado enfoques indirectos, tales como ca-minar, bailar, ejercicios aeróbicos o “ejerciciogeneral”, a menudo combinados con ejerciciosde estiramiento de los cuales se había creadola hipótesis de que tendrían un efecto benefi-cioso para la flexibilidad. Actualmente las indi-caciones pasan por realizar ejercicios deestiramiento como complemento a la prácticade actividad física aeróbica o de fuerza, y esevidente que la flexibilidad se aumenta con elejercicio.A continuación se muestran a modo deejemplo, algunos ejercicios de estiramientoque pueden realizarse solos en casa (se hanomitido aquellos que se realizan en el suelopor la dificultad de levantarse que puede su-poner para algunos pacientes). Debe seguirlas indicaciones generales sobre repeticionesy tiempo ya mencionadas:

1 2

3 4

1. Región posterior del muslo: siéntese sobreun banco manteniendo la pierna estirada conlos dedos apuntando hacia arriba. La otrasobre el suelo con el pie bien apoyado. Su es-palda estará recta, dóblese hacia delantehasta notar la tensión en la zona posterior dela pierna.No realizar si existe cirugía de cadera previa.2. Región posterior de la pierna: sitúese conlos brazos extendidos en una pared, man-tenga una de las rodillas doblada levemente ylos dedos del pie contralateral doblados haciadentro. Mueva este pie hacia atrás (dando unpequeño paso) y sentirá la tensión en lapierna. 3. Región anterior de tobillos: siéntese en unasilla colocando los pies apoyados en el suelocon las piernas extendidas. Proteja su espaldacon una almohada. Sujétese con las manos ydoble los tobillos hacia arriba hasta sentir latensión.4. Región posterior del brazo: sostenga unatoalla con una mano por detrás de la espalday alcance la otra punta con la otra mano. Lamano situada en la zona inferior irá subiendopor la toalla mientras tira del otro brazohacia abajo. Intente acercar las manos lo másposible. Notará la tensión en la zona poste-rior del brazo superior.

Ejercicios de estiramiento

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tobillo y flexibilidad, así como movilidad delpie. Ejemplos:

– Ejercicios de tonificación para el troncosuperior e inferior.

– Ejercicios en el agua individualmente, mo-vilidad articular, fuerza.

– Ejercicios de sillas.– Respiración y relajación.– Ejercicios de agarre y fuerza/agilidad en la

mano y muñeca.

Físicamente frágilesNecesitan ejercicios para mantener y mejorarsu autonomía en el cuidado personal y trabajarla independencia en otras tareas cotidianascomo ir a la compra, limpiar, cocinar, etc.Objetivos de trabajo:Fuerza muscular, resistencia, flexibilidad, mo-vilidad articular, equilibrios y coordinación. Notrabajar resistencia cardiovascular. Ejemplos:

– Ejercicios de sillas trabajando las tareascotidianas.

– Ejercicios en el agua (caminar, movilidadarticular, fuerza).

– Ejercicios de resistencia para mejorar lafuerza del tronco superior e inferior.

– Respiración y relajación.– Ejercicios (con silla o mesa) para trabajar

equilibrio y coordinación.– Programas de tareas acuáticas en grupo

de fuerza, rango de movimiento, equilibrioy coordinación y ejercicios individuales encasa.

Físicamente independientesEs un grupo muy heterogéneo. Son personasmayores que no participan en actividad físicadirigida. Ésta será beneficiosa para mantenerla independencia. Son personas aparente-mente sanas.Objetivos de trabajo:Fuerza muscular, resistencia muscular, flexibi-lidad, movilidad articular, equilibrio, coordina-ción y resistencia cardiovascular. Ejemplos(igual al grupo anterior, pero incluyendo):

– Aeróbic en sillas, danzas populares.

– Ejercicios en el medio acuático. Tonifi-cación. Desplazamientos en el medio acuá-tico, tonificación del cuádriceps, palmaspara trabajar bíceps, tríceps, etc. Es muyimportante que la persona se sienta se-gura.

– Natación, siempre que la persona sepanadar.

– Es muy adecuado el trabajo simétrico conlos brazos, etc. La natación tradicional noes adecuada si una persona no sabe nadar.

– Programas de andar. Entrenamiento en cir-cuito: alternar grupos musculares, entrena-miento de fuerza.

– Actividades recreativas: Tai Chi Chuan, esti-ramientos, relajación.

Físicamente en formaNecesitan de un programa de actividad quemantenga su nivel de condición física.Objetivo de trabajo:Fuerza muscular, resistencia, flexibilidad, mo-vilidad articular, equilibrio, coordinación, agi-lidad y resistencia cardiovascular. Ejemplos:

– Además de todo lo expuesto anterior-mente, entrenamiento de resistencia, yogay deportes específicos.

Físicamente de éliteEste grupo reúne condiciones especiales deentrenamiento. Incluye forma física general yentrenamiento de la modalidad deportiva es-pecífica en la que participen.Objetivos de trabajo:Entrenamiento de competición. Ejemplos:

– En programas de andar. Competición.– Deportes de orientación.– Entrenamiento en intervalos.

Indicaciones específicas del movimiento en el ancianoen diferentes patologías

Al final de este apartado se muestra una tabla(tabla 4) con las recomendaciones actuales

– Pararse sobre un pie (mientras espera enfila en el supermercado o en la parada delautobús, por ejemplo). Alterne los pies.

– Pararse y sentarse sin usar sus manos.En la actualidad han aparecido en el mercadoproductos del sector de la informática quepermiten realizar actividades de equilibriocomo la Wii Balance Board, una vídeo consolaque nos ofrece multitud de ejercicios, ademásde realizar otros cálculos antropométricos sinmovernos del salón de nuestra casa.

Clasificación de los pacientesmayores según su condiciónfísica y objetivos de trabajo

Como se comentó anteriormente según lacondición física previa de los pacientes, semarcarán unos objetivos concretos y se indi-

carán unos ejercicios determinados. Podemosvalernos de la clasificación realizada porSpirduso W.W en 1995, donde se diferencian5 grupos:

Físicamente dependientesLa intención sería ayudarles a recuperar suindependencia o mejorar los movimientos enel cuidado personal (aseo, vestirse, etc.). Paraello, las personas dependientes necesitanfuerza, amplitud de movimientos, equilibrio ycoordinación (necesaria para comer, lavarse,vestirse, ir al baño, andar).Objetivos de trabajo:Concentrarse en mejorar la fuerza de losdedos y manos, agilidad, fuerza de brazos,amplitud de movimientos (brazos, cadera yhombros), fuerza de piernas, especialmentecuádriceps y flexores de tobillo, fuerza en el

1 2 3 4

1. Flexión plantar: cuando realice el ejercicio de fle-xión plantar visto anteriormente al principio agá-rrese de la silla con una mano, luego con un dedo (A)y más adelante sin las manos (B) incluso con los ojoscerrados (C) cuando pueda mantener el equilibrio. Haga las modificaciones mientras progrese en el ejer-cicio.2. Flexión de rodilla: cuando realice el ejercicio de fortalecimiento y a medida que mantenga mejor el equili-brio puede sujetarse con una mano, un dedo (A), sin las manos (B) e incluso con los ojos cerrados (C).3. Flexión de cadera: agárrese a una silla o mesa, luego doble la rodilla hacia su pecho sin doblar la cintura ocadera, mantenga la posición 2 segundos. A medida que progrese en el ejercicio lo realizará sujetado con unamano, un dedo (A), sin manos (B) y con los ojos cerrados (C).4. Levantar la pierna hacia el costado: agárrese a una silla o mesa, con los pies apenas separados. Levante lapierna hacia el costado unos 30 centímetros y mantenga la posición. Luego vuelva al inicio. Durante el ejer-cicio la espalda y las rodillas deben permanecer rectas. A medida que progrese en el mismo y al igual que elresto de los ejercicios de equilibrio, puede sujetarse con una mano, un dedo (A) o sin ellas (B).

Ejercicios de equilibrio

A B C

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nutos a la semana, sin dejar que pasen másde 2 días consecutivos sin ejercicio y comen-zando con una baja intensidad aportan bene-ficios importantes a los pacientes.

EPOCUn programa de ejercicio aeróbico utilizandotodos los músculos posibles sería el que apor-taría mayor beneficio a estos pacientes. El be-neficio que se obtiene con estas medidas seríael de mejorar la disnea y aumentar la resis-tencia al ejercicio. Es recomendable que estasestrategias se lleven a cabo lo más precoz-mente posible cuando el potencial para recu-perar capacidad funcional y calidad de vida esmayor. El trabajo de los músculos inspiratorioscuando hay debilidad de los mismos o trabajarlos miembros superiores cuando aparecedisnea al ejercitarlos son las medidas de tra-bajo muscular más importantes.El ejercicio aeróbico progresivo en duración,intensidad y frecuencia ha reportado sobretodo mejoría en la percepción de salud y au-tonomía del paciente.

HipertensiónLos programas de actividad física pueden dis-minuir la presión arterial aproximadamente enel 75% de los pacientes, con una reducciónmedia de 11 mmHg en la presión arterial sistó-lica y 8 mmHg en la presión arterial diastólica.Algunos estudios muestran que la hipertrofiapatológica del ventrículo izquierdo en pacienteshipertensos puede regresar. Además los resul-tados sobre las modificaciones de las cifras sehacen patentes transcurridas 24 horas de la ac-tividad física.En este caso el ejercicio será de baja/mode-rada intensidad como caminar a 5-6 km/h orealizar bicicleta estática entre 75-100 W.Solo en los pacientes considerados física-mente en forma o de élite se realizarán ejerci-cios de alta intensidad. El trabajo de fuerzacombinado constará de una serie con 8-15repeticiones de la mayoría de los gruposmusculares.

OsteoporosisLos estudios con diferentes programas de ac-tividad física demuestran que el ejerciciotiene efecto beneficioso en el sistema esque-lético de mujeres con osteoporosis. En rela-ción a las mujeres inactivas, que disminuyenla densidad ósea en el mismo periodo detiempo, las mujeres físicamente activas au-mentan la densidad ósea una media de 2-5%.La actividad física, dependiendo de la épocade inicio, la duración y la intensidad, contri-buye a aumentar el pico de masa ósea, man-tenerla y disminuir la pérdida de densidadósea que ocurre con la edad. La actividad fí-sica no puede ser considerada como sustitutade la terapia hormonal sustitutiva (THS) en lamenopausia. La prescripción del ejercicio en estos casosdepende de si el objetivo es la prevención, eltratamiento o la rehabilitación. Para la preven-ción de la osteoporosis están indicadas las ac-tividades que soportan peso como caminar ocorrer. Y para el paciente con alto riesgo deosteoporosis o con fracturas, están contraindi-cadas las actividades que soportan peso. Enestos casos son recomendadas actividadescomo la natación, hidrogimnasia y pedalearen la bicicleta estática. En todos los casos sonfundamentales ejercicios para fortalecer lamusculatura, principalmente la abdominal ylumbar y evitar siempre ejercicios que re-quieran flexión de la columna vertebral o tor-sión del tronco. Por esta razón no están

sobre ejercicio aeróbico, fortalecimiento mus-cular y flexibilidad/equilibrio en cuanto a lafrecuencia, intensidad, duración, número deejercicios, series y repeticiones de las patolo-gías más frecuentes en el paciente mayor:diabetes tipo 2, hipercolesterolemia, hiperten-sión, enfermedad cardiovascular, derrame ce-rebral, osteoporosis y artritis. Como se hacomentado en el apartado anterior lo pri-mero es clasificar al paciente en función desu condición física y sobre esto marcarnosunos objetivos concretos. No podemos pre-tender que un paciente dependiente realiceejercicios aeróbicos en principio. Será masrazonable trabajar el equilibrio, tonificarmiembros superiores, etc. y luego intro-ducir la actividad aeróbica.

Enfermedad de AlzheimerLa práctica regular de actividad física en la de-mencia senil tipo Alzheimer constituye una delas medidas terapéuticas no farmacológicasutilizadas para el manejo de esta enfermedad.Actividades como andar, los programas especí-ficos y controlados de actividad física y las ta-reas del jardín se han convertido en unasherramientas eficaces frente a algunas situa-ciones específicas de estos pacientes. Ademásse ha comprobado que pacientes sometidos aprogramas controlados de actividad física handisminuido sus necesidades médicas encuanto a asistencia y medicación. Por otro ladoy como se ha visto anteriormente, estos pro-gramas disminuyen el riesgo de caídas y portanto nuevas complicaciones a su delicada en-fermedad.En este tipo de pacientes y dependiendo delgrado de la enfermedad (dependiente, frágil...)los ejercicios serán de leve a moderada inten-sidad y sobre todo irán dirigidos a mantenerla autonomía, flexibilidad, fuerza y evitar lascaídas mejorando el equilibrio. Intentaremospor tanto, en primer lugar, que sea capaz delevantarse de una silla y mantenerse erguidoy luego se introducirá el ejercicio aeróbicocomo caminar. Seguramente una vez que se

mejore la fuerza y el equilibrio sea más fácilrealizar tareas aeróbicas.

Cardiopatía esquémicaYa en el año 1953 Morris et al. observaronque los cobradores de autobuses de Londrespresentaban menor incidencia de IAM que losconductores. Desde entonces hay numerososestudios que avalan los beneficios de la acti-vidad física moderada/intensa en la disminu-ción del riesgo de cardiopatía isquémica. Porotro lado, se ha puesto de manifiesto el bene-ficio que el ejercicio físico tiene sobre la reha-bilitación cardiaca en pacientes infartados oanginosos. Se mejora la función ventricular,disminuyen las resistencias periféricas, dismi-nuye la frecuencia cardiaca de reposo y du-rante el ejercicio incrementa el umbral delepisodio de angina y la depresión del seg-mento ST con una intensidad absoluta deejercicio más alta.Las actividades irán encaminadas a mejorarla resistencia cardiovascular con ejercicios ae-róbicos (caminar, nadar, montar en bicicleta,etc.) con una intensidad que será gradual ydependiente de la condición física previa.

Diabetes Mellitus tipo 2La prescripción de actividad física como ins-trumento terapéutico en el paciente con dia-betes es bien aceptado. Además, la indicacióndel médico de atención primaria en rasgosgenerales suele ser la de indicar el caminar oandar diariamente. El problema surge cuandoqueremos asegurarnos de que la prescripciónde ejercicio en cuanto al tipo, intensidad, fre-cuencia y duración realmente va a producirefectos beneficiosos en el perfil glucémico. Elbeneficio de la actividad física en el perfil dela glucosa se debe a:

– Aumento de la sensibilidad a la insulina dela célula muscular.

– Disminución de su síntesis hepática.En este sentido parece que actividades aeró-bicas (caminar, montar en bicicleta enllano…) con una duración de unos 150 mi-

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Tabla 4RECOMENDACIONES

ADULTOS ACSM/AHA 2007Actividad aeróbica Frecuencia: mínimo 5 días a la semana para ejercicios de moderada intensidad y 3 días a la

semana para ejercicios de alta intensidad.Intensidad: moderada intensidad: 5-6 sobre 10.

Alta intensidad: 7-8 sobre 10. (Escala del 0 al 10).

Duración: moderada intensidad: 30 minutos al día.Alta intensidad: 20 minutos al día.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2 días en semana al menos.Nº de ejercicios: 8-10 ejercicios de los grupos musculares principales.Repeticiones: 10-15 repeticiones.

Flexibilidad/equilibrio: 2 días a la semana para disminuir los riesgos de caída.

OSTEOPOROSIS Y SALUD ÓSEA SURGEON GENERAL 2004Actividad aeróbica Frecuencia: mínimo 3 días a la semana.

Intensidad: empezar lentamente e ir aumentando del 60 al 85% de la tasa de reserva de lafrecuencia cardiaca.

Duración: 30 minutos al día de moderada intensidad. En periodos de inactividad empezarcon 5-10 minutos.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2-3 días por semana de entrenamiento de fuerza.Nº de ejercicios: uso progresivo de cargas en los ejercicios.Repeticiones: la suficiente para aportar fuerza/tensión al músculo.

Flexibilidad/equilibrio: incluir ejercicios de equilibrio en cada sesión.

ADULTOS MAYORES HEALTH CANADA 1999Actividad aeróbica Frecuencia: 4 a 7 días a la semana.

Intensidad: de moderada intensidad pero progresar hasta hacerlos de alta intensidad.Duración: de 30 a 60 minutos de moderada intensidad en sesiones de 10 minutos al

menos.Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2 a 4 días por semana.

Repeticiones: carga de peso que la persona pueda sostener antes de sentirlo “demasiadopesado”.

Flexibilidad/equilibrio: diariamente ejercicios de flexibilidad y equilibrio.

ENFERMEDAD CORONARIA AHA 2001Actividad aeróbica Frecuencia: al menos 3 días a la semana.

Tabla 4 (continuación)Intensidad: moderada intensidad: 40-60% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.

Alta intensidad: 60-85% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.Duración: al menos 30 minutos.

ENFERMEDAD CORONARIA AHA 2000Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2-3 días a la semana.

Nº de ejercicios: 8-10 ejercicios de los grupos musculares principales.Repeticiones: 1 serie de 8-15 repeticiones.

Flexibilidad/equilibrio: 2-3 días de flexibilidad a la semana.

HIPERTENSIÓN ACSM 2004Actividad aeróbica Frecuencia: preferible todos los días de la semana.

Intensidad: moderada intensidad: 40-60% de la reserva del consumo máximo de oxígeno.Las actividades intensas para adultos seleccionados.

Duración: de 30 a 60 minutos de moderada intensidad en sesiones de 10 minutos al menos.Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2-3 días a la semana junto con ejercicios aeróbicos.

Nº de ejercicios: 8-10 ejercicios de los grupos musculares principales.Repeticiones: 1 serie de 8-15 repeticiones. Más de una serie para adultos seleccionados.

DIABETES TIPO 2 NCEP 2001Actividad aeróbica Frecuencia: al menos 2 días a la semana con no más de 2 días consecutivos sin actividad.

Intensidad: moderada intensidad: 50-70% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.Alta intensidad: más del 70% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.

Duración: al menos 150 minutos por semana de moderada intensidad y/o 90 minutos porsemana de alta intensidad.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: 3 días a la semana.Nº de ejercicios: todos los grupos musculares mayores.Repeticiones: 3 series de 8-10 repeticiones usando un peso que no pueda ser levantado más

de 8-10 veces.

COLESTEROL ACSM 2004Actividad aeróbica Frecuencia: la mayoría de los días de la semana, preferiblemente diario.

Intensidad: moderada intensidad.Duración: al menos 30 minutos.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: el fortalecimiento muscular es aconsejable.

Flexibilidad/equilibrio: La flexibilidad en beneficiosa.

DERRAME CEREBRAL AHA 2004Actividad aeróbica Frecuencia: 3-7 días por semana.

Intensidad: 50-80% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.Duración: 20-60 minutos por sesión.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2-3 días por semana.Nº de ejercicios: 8-10 ejercicios de los grupos musculares principales.Repeticiones: 1-3 series de 10-15 repeticiones.

Flexibilidad/equilibrio: 2-3 días por semana de flexibilidad.

OSTEOARTRITIS AGS 2001Actividad aeróbica Frecuencia: 3-5 días por semana.

Intensidad: 50-60% de la tasa de reserva de la frecuencia cardiaca.Duración: empezar 20-30 minutos al día.

Fortalecimiento muscular Frecuencia: 2-3 días por semana para ejercicios de resistencia isotónica.Nº de ejercicios: 8-10 ejercicios isotónicos de los grupos musculares principales .Repeticiones: 6-15 repeticiones de ejercicios isotónicos dependiendo de la intensidad.

Flexibilidad/equilibrio: 3-5 días por semana de flexibilidad.

ACSM: American College of Sports Medicine; AHA: American Heart Association; ADA: American Diabetes Association; NCEP: NationalCholesterol Education Program; AGA: American Geriatrics Society.

Adaptado del Official Journal of the American College of Sports Medicine: Physical Activity and Public Health for Older Adults, 2007.

indicados la práctica de tenis, golf o jugar alos bolos. Las revisiones más recientes de-muestran la necesidad de incluir en cualquierprograma de prevención de osteoporosis larealización de actividades de entrenamientocon pesos para la fuerza muscular, ya queestas actividades están relacionadas con ma-yores aumentos de la densidad ósea. Ademásde estos programas específicos existen evi-dencias de que el estilo de vida (tiempo deldía estando de pie, caminando, subiendo es-caleras, cargando peso, cuidando de la casa ydel jardín) ayuda en la prevención de frac-turas por osteoporosis.

Enfermedad de ParkinsonEn esta patología la terapia física se centra enel trabajo de los deterioros del paciente (sín-tomas neurológicos), limitaciones funcionales(subir escaleras, sujetar objetos...) e incapaci-dades en la vida diaria (actividades sociales,deporte...). Están indicados los ejercicios demovilidad, entrenamiento de actividades coti-dianas en la casa, entrenamiento de lamarcha, relajación, equilibrio y ejercicios res-piratorios. Los enfermos con afectación mo-derada o ligera pueden recuperar con elentrenamiento de resistencia autonomía enlas tareas diarias.

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La actividad en el paciente mayor – Bibliografía | 33

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CoordinadoresSergio Giménez BasalloteMédico de Familia. Coordinador Aparato Locomotor de SEMERGEN. Centro de Salud del Limonar de Málaga.

Francisco V. Martínez GarcíaMédico de Familia. Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte.Miembro del Grupo de Aparato Locomotor de SEMERGEN.Centro de Salud de Bembibre. León.

AutoresJesús Seco CalvoLicenciado en Medicina y Cirugía. Doctor por la Universidad de Salamanca.Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Diplomado enFisioterapia. Profesor titular de Fisioterapia, Universidad de León. Director del Departamento de Enfermería y Fisioterapia, Universidad de León.

Pablo Álvarez JiménezEspecialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Médico del Equipode Soporte de Cuidados Paliativos. Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada.

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