Movimientos Campesinos en El Perú

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Alberto Flores Galindo, Movimientos campesinos en el Perú: Balance yesquema. "Cuaderno Rural" núm. 18; Taller de Investigación Rural, Programa de Ciencias Sociales, Pontificia Universidad Católica del Perú: Lima, s.f. [1977?].

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  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

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    Indice del Archivo

    Alberto Flores Galindo

    Movimientos campesinos en el Per:

    Balance y esquema

    Fuente del Texto: Alberto Flores Galindo, Movimientos campesinos en el Per: Balance yesquema. "Cuaderno Rural" nm. 18; Taller de Investigacin Rural, Programa de CienciasSociales, Pontifcia Universidad Catlica del Per: Lima, s.f. [1977?].Esta Edicin: Marxists Internet Archive, agosto de 2012.

    Podemos partir en esta comunicacin de dos evidencias: a) el campesinado, a pesar de laexplotacin terrateniente, ha tenido un papel activo en la historia peruana, expresin del cual son lasdiferentes formas de protesta social rurales: bandolerismo, motines, sublevaciones, invasiones,sindicalismo...; b) la historia de las luchas campesinas no es una historia reciente, ms bien se trata deuna prolongada y larga lucha, que se remonta a los inicios de la conquista y la invasin europea[1].

    Sobre estos acontecimientos y sobre esta larga historia se ha venido sumando una bibliografaabundante en los ltimos aos. Intentaremos hacer un breve recuento de esta produccin intelectual.Para ello tomaremos como base una cierta periodificacin de las luchas campesinas, rescatando lascontribuciones e interpretaciones ms importantss. Quede claro entonces que no se trata de un simplecatlogo, ni de una enumeracin imparcial. Forzosamente nuestros juicios estarn mezclados con lascontribuciones de los diversos autores que se han ocupado del tema.

    En una segunda parte de la exposicin haremos algunas anotaciones metodolgicas para el estudiode los movimientos campesinos.

    Finalmente la tercera parte estar compuesta per una bibliografa seleccionada de los estudiosrecientes sobre movimientos campesinos en el Per.[*]

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    I.

    LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS

    En la historia peruana podemos distinguir tres grandes ciclos de luchas campesinas: el siglo XVI,en los inicios de la conquista espaola, especialmente el decenio 1560-70; el siglo XVIII, a partir de1720 cuando se generan una serie de movimientos que culminan en el sur andino y en 1780 con larevolucin frustrada de Tpac Amaru; finalmente el siglo XX, al interior del cual podramosdistinguir tres fases: en los inicios de este siglo, rebeliones generadas contra la expansion del sistemade haciendas, principalmente en los departamentos de Cuzco y Puno; luego entre 1945 y 1965, en lasierra sur y en la sierra central emergen las invasiones campesinas y el fenmeno nuevo delsindicalismo agrario; por ltimo debemos mencionar a los movimientos campesinos que comienzan aformularse en el nuevo contexto definido por la aplicacin de la actual ley de Reforma Agraria[2].Estos ltimos movimientos han sido escasamente estudiados. Entre los pocos estudios podemosmecionar el trabajo conjunto de Julio Alfaro y Teresa Or, la tesis de Juan Granda y los estudios deAracelio Castillo y Rodrigo Snchez. En nuestra exposicin nos limitaremos, por esta escasez deestudios, al perodo anterior a la Reforma Agraria (1969).

    1. En los inicios: siglo XVI

    Sabemos bastante bien como la conquista no fue un acontecimiento tan relampagueante ni efectivocomo lo presentaba la historia tradicional, sino que por el contrario fue seguido por una prolongadalucha imperial, de la cual un testimonio es resistencia incaica en Vilcabamba.

    Pero un fenmeno ms importante tal vez sea la resistencia popular andina a la invasin. Cuando laconquista apareca consolidada se produce un movimiento de carcter nativista, de salvacin yredencin, de resistencia y rebelda ante los efectos desestructurantes de la invasin europea,transcurre en el decenio de 1560-70; tiene como centro, al parecer, a Huamanga pero se extiendehasta Lima, el Cuzco y La Paz. El movimiento encuentra su sustento ideolgico en la invocacin alas divinidades populares, no as en el culto oficial del imperio: se habla de la resurreccin de lashuacas (divinidades locales). Paralelamente se produce en los participantes un rechazo total de todolo hispnico: sus ropas, sus caballos, sus hombres y, naturalmente, su religin, como seala LusMillones.

    Este movimiento es conocido con el nombre de Taki Onqoy. No se tiene en claro el significado deesta denominacin. Se debate todava sobre el caracter mismo del movimiento. Tom Zuidema planteala existencia de un milenarismo andino. Recientemente Nathan Wachtel ofrece una interpretacinsimilar al afirmar que el Taki Onqoy es una revolucin fundada sobre una representacin cclica delos tiempos. Pero uno de los historiadores que ms ha contribudo a conocer documentalmente el

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    fenmeno (Millones) se limita a calificarlo de revitalista mgico y observa esa especialcombinacin entre el uso de algunos nombres de santos y la tensin mesinica perceptible al mssomero exmen. Franklin Pease, por su parte, cuestiona que se pueda hablar de milenarismo, en lamedida en que la concepcin del milenio no est probada que existiese en el mundo andino.[3]

    Milenarista o mesianico, el Taki Onqoy fue un novimiento definidamente popular. Cuestiona dehecho la supuesta rpida aculturacin de las masa indgenas. Conviene tambin sealar que como lohan observado Jorge Basadre y Pablo Macera en sus Conversaciones, la conquista traer consigo, poroposicin a los espaoles: Una identificacion tnica de los indios entre s, una de cuyas primerasexpresiones sera el Taki Onqoy. De entonces en adelante, de muchas maneras la sociedad colonialaparecer claramente dividida en dos Repblicas, como decan los hombres de la epoca, la de indiosy la de espaoles. Un problema importante, siguiendo estas reflexiones, sera tratar de esclarecer quelementos de continuidad y permanencia hay entre este movimiento y los que se producirnposteriormente en los Andes.

    De hecho, parece que los efectos de Taqui Onqoy se prolongan en el siglo siguiente, los espaolesse esforzaron por ex tirpar las idolatras sin nucho xito.[4]

    2. La gran rebelin: el siglo XVIII

    En el siglo XVIII, despus de la cada de la poblacin indgena durante el S. XVI y la estagnacindel siglo XVII, se inicia un prolongado proceso de recuperacin del campesinado-indgena. La crisisdel sistema de haciendas, las reformas en la administracin colonial (nuevas cargas tributarias), elcrecimiento de la poblacin, los malestares cclicos de las economas agrarias, todo un conjunto defenmenos que expresan y agudizan contradicciones en el orden colonial, generarn una prolongadaserie de rebeliones campesinas.

    El caso ms estudiado es el de Tpac Amaru. Pero, para los historiadores tradicionales se trata deun personaje excepcional y de un movimiento que persegua simplemente reformas en el ordencolonial. No es exactamente as. Tenemos ya en claro que antes de Tpac Amaru se producen, a lolargo de todo el Virreynato peruano, un con junto de levantamientos. Valcarcel haba sealadoalgunos en un estudio bastante antiguo sobre las Rebeliones Indgenas. Las investigaciones deWaldemar Espinoza sobre Cajamarca, Karen Spalding, sobre Huarochir, Lorenzo Huertas sobreAyacucho, aadieron ms evidencias.

    Recientemente Scarlett OPhelan ha logrado determinar y estudiar ms de cien movimientos entre1720 y 1790. A los mencionados debemos aadir los estudios de Kapsoli sobre los levantamientos deesclavos en las haciendas San Jos y San Jacinto, la tesis iniciada por Victoria Espinoza sobrepalenques de negros en la costa central.

    A grandes rasgos podemos distinguir tres grandes tipos sucesivos de movimientos:

    a) Los motines: protesta sumamente espontnea de muy corta permanencia, de escasa organizacin,localizada, somo seala Scarlett 0Phelan, en algn centro laboral (obraje, mina, hacienda),

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    sumamente violenta, dirigida contra los smbolos de la explotacin colonial como en los cases de losatentados contra los corregidores o los asaltos a las aduanas(Arequipa, 1780.)

    b) Sublevaciones: esta forma de protesta social implica un rechazo consciente y total alordenamiento colonial, con un fuerte contenido tradicional. El caso ms claro es Juan SantosAtahualpa y los indgenas que se retiran al Gran Pajonal; otro caso est dado por los negros rebeldesque se retiran a lugares apartados e inaccesibles donde forman especies de repblicasindependientes, que se conocan con el nornbre de palenques. Un ejemplo sera el de Huachipa. Sepueden aadir las sublevaciones de Huarochir en 1750 y 1783.

    c) Revoluciones: el nico caso de movimiento revolucionario es el iniciado en el Cuzco por TpacAmaru, continuado en Puno por Cristbal Tpac Amaru y culminado en el Alto Per por TpacCatari. Un movimiento organizado que originalmente pretenda agrupar a indios, criollos, mestizos ynegros en contra del orden colonial y que posteriormente se transform en una accin decidida contralos mecanismos de explotacin del campesinado, es decir, a la postre tambin contra los criollos eincluso los indios ricos. Empezando cono un intento de revolucion politica dirigida contra loschapetones, termin como una revolucin social contra el sistema tributario, el sistema dehaciendas, la minera y los obrajes, y encabezada por los indios y los campesinos del sur del Per.Algunos hombres de ese entonces, los criollos y espaoles, acertaron cuando, no sin cierto temor, lallamaron la gran rebellion.

    La revolucin de Tpac Amaru aparece como un movimiento sumamente complejo: de un lado laculiminacin de todo un ciclo de rebeliones campesinas y de otro lado el primer intento por formarun ejrcito campesino en el Per.

    Por eso es importante intentar rescatar el contenido popular de este acontecimianto y de la figurade Tpac Amaru. Es dentro de esta perspectiva que se ubica el trabajo pionero de John Rowe sobre elnacionalismo inka y, aunque con discrepancias, los trabajos recientes emprendidos por JanSzeminki y por quien escribe estas lneas.

    De hecho, la revolucim de Tpac Amaru aparece claramente diferente de la independencia criolla.Ms que ayudar a la independencia, termin generando temor a las masas indgenas entre los criollos,como lo ha sealado Pablo Macera y despus Heraclio Bonilla. Ambos han retomado planteamientosde Jos Carlos Maritegui.

    La Repblica significar una nueva acometida contra el munco indgena. Los motnes se producenreiteradamente en los Andes, especialrnente a mediados de siglo,

    Posteriormente, con la Guerra del Pacfico y detrs de la resistencia de Cceres en la sierra, larebelin campesina se generalizar en la Sierra Central, como lo ha mostrado recientemente HenryFavre y antes Julio C. Guerrero.

    3. Los nuevos movimientos campesinos: siglo XX[5]

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    Los movimientos campesinos contemporneos se van a dar en un contexto definido por los iniciosdel desarrollo del capitalismo en el campo. Primero va a ser la expansin del sistema de haciendasentre fines del siglo XIX y principios del actual y despus va a ser la crisis del sistema de haciendastradicional.

    a) Sublevaciones y bandolerismo (1910-1925)

    La expansin del sistema de haciendas tradicional se produce especialmente en el sur peruano, enlos departamentos de Puno y Cuzco. La expansin de las haciendas se realiza a costa de lascomunidades y los pequeos propietarios campesinos: despojo, endeudamiento, procesos legales.Estamos ante el inicio del capitalismo agrario. La respuesta campesina es el levantamiento.

    Se trata de movimientos localizados, que no abarcan una regin en su conjunto, ni a todos loscampesinos de esa region, protagonizados por comuneros y dirigidos contra los hacendados, loscomerciantes o las autoridades locales. No se plantean a escala nacional. No consiguen apoyoefectivo de otros sectores sociales, aunque estas rebeliones estarn en el trasfondo del movinientointelectual de provincias conocido con el nombre de indigenismo. Un ejemplo es Tocroyoc en 1921estudiado por Jean Piel; otro caso son los conflictos en Lauramarca estudiados por Wilson Retegui olos movimientos que ocurren durante el oncenio, objeto de una tesis escrita por Wilfredo Kapsoli y elmismo Retegui. En la Universidad de San Marcos, Flores Marn y Rolando Pachas han publicadouna cronologa nacional de estos conflictos que comprende desde 1900 hesta 1920.

    Tal vez el punto culminante pero en cierta manera excepcional- de estas sublevaciones est dadopor Rumi-Maqui, nombre empleado por un mayor del ejrcito, Teodomiro Gutirrez C., quien intentformar un ejrcito campesino en Azngaro. Rumi Maqui, segn informaciones proporcionadas porManuel Vassallo, lleg a convocar a indios de Puno, Cuzco, Abancay e incluso Ayacucho. Al parecertambin tena contactos en Bolivia. Testimonios de sus propsitos podran estar dados por algunossmbolos quo lleg a emplear: un sello, una bandera... Form un estado mayor. A diferencia de lasotras sublevaciones fue un movimiento organizado. De Rumi-Maqui se han ocupado Mauro Paredesy Agustn Barcelli, entre otros autores.[6]

    E1 case de Rumi-Maqui servir de apoyo a quienes posteriormente comenzaron a pensar ennacionalidades quechua y aymara, como el grupo Resurgimiento del Cuzco, los indigenistas en elestilo de Luis E. Valcrcel de Tempestad en los Andes y sotre todo, los comunistas peruanos en ladcada del 30, cuando lanzan a la presidencia del Per, en las elecciones de 1931, al campesinopuneo Quispe Quispe.

    Junto con las sublevaciones renace un fenmeno tradicional en los Andes: el bandolerismo. Elbandolerisna se encuentra presente desde los tiempos de la independencia a travs de lasmontoneras. Se prolonga con la inestabilicad poltica y los levantamientcs de la Repblica. Es unade las formas ms primitivas de protesta y social.

    El bandolerismo social, es decir, el bandido que ataca al rico en defensa del pobre, se generalize enla sierra peruana. En el perodo que nos interesa se da especialmente en la sierra norte, en Cajamrca.

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    En el sur, el fenmeno especifcamente debe denominarse abigeato, y fue uno de los problemasmayores que tuvieron que enfrentar los hacendados. Este bandolerismo social ha sido poco estudiado.Eric Hobsbawm se ocupa reiteradamente del Per en su libro Bandits. Anibal Quijano, en unatipificacin de los movimientos campesinos llam la atencin sobre el fenneno. En la literatura, CiroAlegra inmortaliz el tipo ideal a travs de la figura del fiero Vsquez.

    Pero, para evitar el romanticism, al lado del bandolero social es preciso mencionar a la violenciaindiscriminada, contra ricos y pobres, ejercida por algunos bandidos y abigeos, y tambin a losgamonales que movilizaban a sus indios contra otro gamonal, contra los mismos indios o contra lasautoridades, como un hacendado de Cajamarca que en la poca de Legua se levant contra el intentode hacer una carretera en su localidad.

    Bandolerismo y sublevaciones, estas formas de protesta social no cuestionaban, conviene reiterarlo,al sistema en su conjunto. Geogrfica y socialmente estaban aisladas. Se trat de protestas primitivas,testimonios de la vida y la rebelda popular, pero de muy limitada efectividad. Eran expresiones pre-polticas, empleando un concepto de Eric Hobsbawm.

    Sin embargo todas estas manifestaciones campesinas repercutieron en el desarrollo de lasposiciones indigenistas y en el debate sobre el indio de la dcada del 20. Se generaron algunosintentos de organizacin del campesinado, en los que incluso tiene participacin Jos CarlosMaritegui.

    b) Invasiones y Sindicatos

    Entre 1945 y 1965 se intensifica el desarrollo del ca pitalismo en el campo y la presencia delimperdalismo. El sistema de hacienda tradicional entra en crisis.

    A diferencia de la fase anterior, la fase que se inicia en 1945 y termina en 1965, se va acaracterizar1 por su generalizacin a escala regional y nacional, su alto nivel organizativo y surepercusin en la poltica nacional, es decir, en la crisis del Estado Oligrquico.

    otra diferencia notoria es la definida participacin de los colonos de haciendas. Fenmenos encierta forma anunciados por Jos Mara Arguedas en su novela Los Rios Profnndos, que adquiereconcretizacin cuando desde 1945 comienzan a aparecer los primeros sindicatos en las haciendas delvalle del Mantaro. La sindicalizacin campesina se intensifica en la dcada del 50, especialmente enel Cuzco, teniendo como centro los valles de La Convencin y Lares.

    Junto con los sindicatos comienzan a aparecer otras formas de organizacin, como las asambleascampesinas. El moment culminante de este proceso estar dado por las invasines de hacienaas. Peroel trmino es impropio, se trata ms bien, como lo dicen los mismo protagonistas, de recuperaciones.La figura se invierte. La hacienda deja de estar a la acometida, despojando a los campesinos, comohaba ocurrido desde el siglo XVI; ahora son los campesinos los que atacan a la hacienda: los colonosdesde el interior formando sindicatos; los comuneros, como la comunidad de Rancas en Cerro dePasco, desde afuera invadiendo. El momento ms agudo del proceso est dado entre agosto de 1963 y

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

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    agosto de 1964. Es entonces cuando, siguiendo al informe del CIDA (Comisin Interamericana delDesarrollo Agrcola), los conflictos se encuentran generalizados a escala nacional.

    La lucha no es solo por la tierra, como han sealado errneamente muchos autores. Loscampesinos exigen adems mejores salarios, cambios en las relaciones serviles, educacin y escuela.Pero, al lado de todo esto, quieren mantener beneficios del mundo campesino, como lo ejemplifica ladefensa que los pastores hacen de su ganado huaccha (Martnez Alier). Hay que aadir que en losmtines campesinos se recogen reivindicaciones mayores, como por ejemplo la expulsin de laInternational Petroleum e incluso la nacionalizacin del canal de Panam. Esto ltimo lo observHugo Neira en ese apasionante reportaje titulado Cuzco: Tierra o muerte. Indica que los campesinostienen contactos con obreros del sur (ferroviarios, cervecera), con los estudiantes y con algunosintelectuales. Pero a pesar de lo anterior, el movimiento campesino no logra articular cabalmente conel movimiento obrero, que recin comenzaba a liberarse del pesado lastre aprista, ni tampoco con lasnuevas agrupaciones polticas que emergen a conjuro de la revolucin cubana, como el MIR o elELN.

    De esta manera cuando el movimento guerrillero estalle, el movimiento campesino habr iniciadouna fase de declive. Tendr apoyo individual del campesino, tanto en el centro como en el sur, perono el apoyo masivo que necesitaba.

    Importa sealar, que a pesar del limitado xito de las invasiones y del sindicalimo, estosfenmenos sealan claramente el paso de las luchas pre-polticas, espontneas y primitivas, a lasluchas polticas. Desde otra perspectiva el paso de lo indio a lo campesino.

    En funcin de lo anterior conviene tener en cuenta la aparicin y el desarrollo de organizacionesnacionales como la Central de Campesinos del Per (C.C.P.). Tambin hay que mencionar laaccin de organizaciones polticas en el campo, iniciada desde 1930, especialmente entre losyanaconas da la costa, y sobre la cual pueden dar testimonios las luchas en el valle de Chancayestudiadas por Jos Meja.[7]

    Sobre estos hechos que acabamos de resear la bibliografa es abundante y polmica. Abundan lasinterpretaciones divergentes. Uno de los muchos temas discutibles es la capacterizacin del sectorcampesino que dirigio el levantamiento. En el caso de la Convencin algunos hablan simplemente decampesinos, otros atribuyen la direccin a los intelectuales troskistas, finalmente hay quienes piensanen campesinos ricos e incluso de kulaks. Pero resultan validas estas distinciones? Se puedehablar efectivamente de un campesinado rico en el valle de La Convencin de entonces? Habrasido tan fuerte el preceso de diferenciacin campesina? Como estas preguntas hay muchas otraspendientes sobre diversos temas.

    Carecemos todava de un estudio de conjunto sobre el perodo 1945-65: un estudio que busqueinsertar a las luchas campesinas con la coyuntura dentro de la que transcurren. Esto significaproponer una investigacin. De ninguna manera restar mritos a los estudios de Fioravanti,Hobsbawm, Martnez Alier, Neira, Kapsoli, Villanueva

    En todo caso resulta evidente que estas luchas campesinas contribuyeron decididamente a la crisis

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

    http://www.marxists.org/espanol/floresgalindo/1977/movcam.htm[08/06/2014 12:42:19 p.m.]

    del estado oligrquico y, en contra de una cierta ideologa official, muestran que el campesinado hatenido un papel activo en la historia peruana.

    En la rpida resea histrica realizada en las pginas precedentes se han sugerido problemas. Detodos ellos quisieramoS rescatar uno, que se ha dado desde el siglo XVI (desde la invasin espaola)hasta la actualidad: la definicin de campesino en los Andes.

    Hay un largo debate sobre qu es un campesino. Quien se ocupe de los movimientos campesinosen el Per debe atender a este debate pero, adicionalmente, debe tartar de esclarecer qu esespecficamente un campesino al interior del mundo andino.

    En nuestra exposicin inicialmente hemos estado refiriendonos ms a los indios que a campesinos.La conquista cre al indio, al presentar frente a las diversas etnias que componan el imperio, unaopresin externa que por negacin termin unificndolas. Sobre la situacin de clase acabdominando el aspecto etnico. Los movimientos campesinos del S. XVI e incluso del siglo XVIIIaparecen como movimientos de oposicin indgena al orden colonial.

    Pero ya en el mismo siglo XVIII se comienza a anunciar el cambio, a travs del movimientodirigido por Tpac Amaru. En el siglo XX la situacion aparecer con mayor claridad. Lasreivindicaciones campesinas (la tierra, por ejemplo) sern ms fuertes que las reivindicacionesnativas. Los campesinos, como clase, tendrn relaciones con otras clases o sectores de clase aliados,expresin de lo cual sern los nuevos medios de luoha, como el sindicato y las invasions.

    Lo anterior no significa que el elemento indio haya de saparecido. Aunque ya no como dominante,persiste. Mejor que nosotros lo expresa Hugo Blanco cuando afirma que:

    "el problema del indio es el problema de la tierra, como lo dijo Maritegui. Es cierto: porque as loentendemos, hemos luchado inclusive con las armas en la mano bajo el lema de 'tierra o muerte'.

    Pero no es simplemente econmica la opresin. Como consecuencia de la opresin econmica, senos aplasta en muchas formas a los indios de todos nuestros pases. Se aplasta nuestra cultura,nuestro quechua, nuestro ayimara, nuestro guaran, nuestro yarav, nuestros gustos estticos. Somoslos escupidos como dice el tayta.

    Del siglo XVI al siglo XX. De las luchas nativistas a las luchas propiamente campesinas. De lasoposiciones tnicas a las oposiciones de clase. El hilo que unifica este largo recorrido histrico, lacontinuidad en estas luchas campesinas, est dada por el paso de lo indio a lo campesino. Esta es latesis central que hemos querido desarrollar en las pginas precedentes, ms que desarrollarla,plantearla. Podra ser tal vez un elemento fructfero en las futuras investigaciones sobre el tema.

    Conviene sealar que es gracias a las investigaciones recientes que hemos podido proponer estaimgen de conjunto sobre los movimientos campesinos.

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

    http://www.marxists.org/espanol/floresgalindo/1977/movcam.htm[08/06/2014 12:42:19 p.m.]

    II.

    ANOTACIONES METODOLOGICAS

    Queremos presentar, en esta segunda parte, algunas anotaciones metodolgicas, que tal vezcontribuyan a mejorar nuestros futures trabajos, (Estas anotaciones resultan de una experiencia deinvestigacin personal en torno al levantamiento de Tpac Amaru).

    1. El movimiento campesino: Un acontecimiento

    El ttulo seala algo evidente: el movimiento campesino es un hecho, una prctica de clase, unfenmeno de muy corta duracin (das, meses, excepcionalmente aos).

    Aparentemente frente al acontecimiento slo queda la descripcin, pero esta descripcin puedetener un cierto nivel de anlisis si obedece a una gua o intenta responder a determinadas preguntas.

    Ante un movirniento campesino, lo primero que interesa saber es quienes lo hacen: la ccmposicinsocial del movimiento. Trminos corao "campesinos", "indios", "pueblo", son notoriamenteabstractos. Se debe determinar qu se entiende por ellos y cul es su contenido especifico en elacontecimiento que se est estudiando. Por ejemplo, preguntarse por la participacin de loscomuneros, de los parcelarios, de los colonos o de otros sectores no campesinos como estudiantes,obreros, mineros. Se trata, como dice George Rude, de darle rostro a la multitud rebelde.

    Luego interesa saber si el movimiento est organizado o no. En el primer caso, habra quedistinguir entre los dirigentes y las masas que los siguen, y determinar sus relaciones (contradiccionesinternas).

    Al lado de la organizacin, el otro elemento importante es conocer la ideologa queconscientemente o inconscientemente, explcitamente o no, sustenta al movimiento o no. Proponemosen otras palabras, saber cules son los objetivos, contra qu y por qu se lucha y conocer tambin lamentalidad que cohesiona a los participantes.

    Es todo lo anterior lo que nos permitir saber si estamos ante un movimiento tradicional, unmovimiento prepoltico, o un movimiento modeeno y poltico.

    Pero en el anlisis del acontecimiento no se agota el estudio de un movimiento campesino. Unmotn, un levantamiento, una sublevacin, son producto de las contradicciones de un determinadoordenamiento social y pueden a su vez, ser un signo y un sendero adecuado para el studio de estascontradicciones. El acontecimiento, como dice Pierre Vilar, ilumina la estructura.

    2. Estructura y coyuntura

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

    http://www.marxists.org/espanol/floresgalindo/1977/movcam.htm[08/06/2014 12:42:19 p.m.]

    A partir de ese acontecimiento lmite que es un levantamiento campesino, el investigador puedeintroducirse al estudio de la coyuntura (del momento en la lucha de clases) que lo ha generado. A suvez, la comprensin de la estructura (de la formacin social) al interior de la cual se ha producido elacontecimiento.

    Con una sublevacin, ms aum con una revolucin o con un ciclo de sublevaciones, salen a flote,se muestran a nivel de las apariencias, las contradicciones y las tensiones de una sociedad. Elacontecimiento termina dando las pistas para el estudio de la estructura.

    Pero es preciso tener en cuenta que los movimientos sociales tambin actan sobre las estructuras ylas coyunturas, y pueden llegar a constituir una fuerza responsable de todos los cambios polticosy sociales en el orden establecido como afirm el historiador Boris Porchner. No hay que olvidarlas consecuencias, los efectos de los movimientos campesinos.

    No se trata de asimilar los movimientos campesinos andinos a los que han sucedido en otroscontextos y tampoco se trata de hacer rpidas tipificaciones. Como sugeramos lneas atrs uno de losproblemas capitales pendientes es saber qu se entiende especficamente por campesino en el contextandino y cules son los elementos peculiars de sus luchas.

    En esta misma direccin ayudar no descuidar los factores ideolgicos. Hemos tratado deresaltarlos en la parte I. Pero no en todos los estudios realizados se ha hecho lo mismo. Unaconcepcin errada del marxismo lleva a la omisin de los factores "superestructurales. Pero sta noera la concepcin, por ejemplo, de un Federico Engels en ese hermoso libro titulado Las guerrascampesinas en Alemania.

    3. Las Fuentes

    Un plan como el que proponemos exige de studios slidamente documentados. Estamos demasiadoacostumbrados al ensayo. Pero comprender cabalrnente un movimiento campesino obliga a laconsulta de variados testimonies.

    Lo usual ha sido utilizar algunas fuentes impresas: viajeros, informes de prefectos, peridicos. Nose niega la utilidad que puedan tener, pero no son suficientes.

    En cuanto a las fuentes manuscritas lamentablemente se encuentran un poco dispersas, algunas sehan perdido, otras corren ese riesgo. En una enumeracin sumaria podra sealar, por ejemplo, a lostestimonios de los propios hacendados (sus libros de correspondencia) conservados en el Archivo delFuero Agrario; a la documentacin judicial guardada en el Archivo General de la Nacin, que havenido siendo utilizada por OPhelan y por la Sra. Wilma Derpich; a los documentos de lascomunidades indgenas ahora dispersas en las reparticiones del SINAMOS; a los testimonies dealgunas instituciones vinculadas al campesinado como, por ejemplo, el Patronato de la Razaindgena, sobre el cual trabajaron Kapsoli y Retegui; de ms dificil acceso son los papeles de lasprefecturas y subprefecturas provincials.

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

    http://www.marxists.org/espanol/floresgalindo/1977/movcam.htm[08/06/2014 12:42:19 p.m.]

    A todo lo anterior se deben sumar los testimonios orales, imprescindibles para los perodos msrecientes. Han sido utilizados muy escasamente. Entre los pocos autores que han hecho uso de ellospodramos mencionar a Aracelio Castillo y a Jean Piel. Los testimonios orales resultan fundamentalesno slo por la ausencia de otras fuentes, sino adems porque gran parte de la historia campesina hatranscurrido al margen de la escritura (el llamado problema de "analfabetismo"). En este sentido,como lo ha sealado reiteradamente Pablo Macera, la historia peruana deber agenciarse paraencontrar y desarrollar nuevas tcnicas de acopio y crtica de los testimonios orales. Los historiadorestendrn que habituarse en el futuro al trabajo de campo, a la entrevista, a la observacin participante,a toda una serie de estilos que no son aparentemente propios de su oficio.

    Todo lo dicho sebre los testimonios orales se justifica adems porque resulta un camino adecuadopara que el investigador intente percibir la problematica desde la ptica de los propios campesinos.Ellos tienen mucho que decir sobre la historia que han hecho,

    __________________________

    [*] La bibliografia ha sido suprimida de esta edicin. (Nota de marxists.org)

    [1]Est pendiente, como lo ha sealado John Murra, el estudio de las sublevaciones campesinas enla sociedad incaica.

    [2] Hemos sealado los momentos de mayor intensidad en las luchas campesinas. No son losnicos. Lamentablemente los SS. XVII y XIX son poco conocidos.

    Como criterios centrales en la periodificacin hemos atendido a los propsitos y a la composicindel movimiento. Lamentablemente hemos tenido que dejar a un lado otros aspectos por la brevedaddel texto y por el inters de pensar el tema en trminos de una larga duracion.

    [3] Las referencias bibliogrficas aparecen en la tercera parte.

    [4] Ver por ejemplo el estudio de W. Espinoza sobre el movimiento de Yanahuanca en 1596: Enel siglo XVII el primer movimiento nativista se produjo en Songo, entre 1622-1626. Cada treintaaos ms o menos, se vinieron repitiendo hasta 1656-1660, el cual ocurri en el valle deHuancamayo, hoy Mantaro.

    [5] El profesor Kapsoli plantea una periodificacin diferente en un estudio de prxima publicacin.

    [6] En la dcada del 20 se produce un intento similar en Huancan.

    [7] Sobre la costa norte, especficamente sobre el Valle de Jequetepeque, va la comunicacin deManuel Burga. De hecho estamos dejando a un lado el comportamiento del proletariado agrcola.

  • [MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.

    http://www.marxists.org/espanol/floresgalindo/1977/movcam.htm[08/06/2014 12:42:19 p.m.]

    marxists.org[MIA] Alberto Flores Galindo (1977): Movimientos campesinos en el Per.