Museos de Terque Año VII nº 77 Julio 2012 Apología Radical de las Cosas Viejas

Si los Días no se Fueran Fotografías de los Hermanos Paniagua

El mundo estaba cambiando, un tiempo nuevo hacía pensar que Almería por fin se incorporaría al progreso. La Almería verde de los parrales, la Almería de los barrileros, de los mineros, veía lle-gar el ferrocarril, las gentes de nuestra ciudad estaban estupefactas ante el cinematógrafo, se vieron volar los primeros aviones por los cielos de Almería. Relampaguito, nuestro torero tomaba la alternati-va, los barriles que bajaban por los tortuosos caminos del Andarax, llegaban a las mesas más exquisitas de Nueva York. En estas últi-mas décadas del XIX y primeras del XX, nuevos procedimientos fotográficos popularizan la fotografía y favorecen la aparición del fotógrafo aficionado. La empresa Kodak, solo pedía “Apriete usted

el botón… nosotros hacemos lo demás.”

La burguesía Almeriense se incorporaba a la nueva moda de la fo-tografía. Hasta entonces, el material y las técnicas habían estado reducidos a los profesionales y sus gabinetes. En la Almería de aquellos años destacaban Victoriano Lucas, Antonio Mateos, Ma-nuel Suárez, Pedro Balonga y Diego Guirado. En cuanto a los mate-riales, cámaras, ampliadoras, papel, placas, material químico, co-mienzan a abaratarse y a distribuirse en las droguerías de la ciu-dad. La Droguería Alhambra, propiedad de Eugenio de Bustos, la Droguería Santo Cristo de José Toro García o la Droguería El Arco Iris de Julio Fernández Pérez, ofrecen sus productos a los nuevos aficionados.

En este contexto, se desarrolla la afición de los Hermanos Paniagua Porras por la fotografía. Enrique, José, Julio y Emilio Paniagua Po-rras, nacidos entre 1877 a 1896, eran hijos del médico Enrique Pa-niagua Andrés y de la propietaria parralera Emilia Porras Tapia. A caballo entre su casa de Almería y la de Terque captarán las imáge-

nes de este nuevo mundo, en las tres primeras décadas del siglo entre 1900 a 1929. Sus cámaras fotografías se convierten de una manera deliberada en fuentes documentales para la historia de Terque y Almería. Buscadores de la belleza en todas sus fotografí-as, destaca la estética de sus composiciones, la óptica de sus objeti-vos, y el propio trabajo en la elaboración química de los negativos y revelado de las pruebas.

Sus imágenes nos dejan una variada temática, todo es motivo de su interés: paisajes y panorámicas de la ciudad de Almería y Terque, como la Bahía de Almería, su Plaza de Toros, los baños de “El Re-

creo”, la ciudad vista desde las azoteas, paisajes de parrales del Andarax, Terque nevado, un sembrado de maíz con Huécija al fon-do, calles de Terque. Imágenes costumbristas, como una procesión, el lavadero, el relojero arreglando el reloj de la iglesia o la llegada de la pasajera de Terque, el desfile de Gigantes y Cabezudos de la Feria de Almería, pescadores, pastores, parraleros, mujeres en tardes de costura o niños cazando pájaros.

Aspectos del progreso económico y material, el primer ferrocarril eléctrico de España, o las escenas del embarque de uva en el puer-to. Retratos de personajes populares o familiares. Acontecimientos históricos, como la visita de Alfonso XIII a Almería. Como otros afi-cionados los hermanos Paniagua, participaron en concursos de fo-tografía y derivaron algunas de sus obras hacia revistas ilustradas como Hojas Selectas.

Con la exposición “ Si los Días no se Fueran” el Museo Etnográfico de Terque hace un homenaje a los Hermanos Paniagua, y al mayor legado fotográfico que ha recibido nuestro pueblo. Estará abierta en la Cueva de San José del 30 de Junio al 15 de Diciembre de 2012.

Cueva de San José. Terque . Del 30 de Junio al 15 de Diciembre de 2012

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Dirección y textos: Alejandro Buendía Muñoz. Diseño José Luis Segura García. Colaboradores: Enrique Paniagua García, Lourdes López Ro-mero, Rosa Cantón Solbas y Centro Guadalinfo de Terque. C/ Real, 17 CP 04569 Terque (Almería) Tlfno./ Fax: 950 64 33 00. Colabora: Dipu-tación Provincial de Almería y Ayuntamiento de Terque. Edita: Asociación de Amigos de los Museos de Terque. Depósito Legal: AL-38-2006. ISSN: 1885 - 9801. Periodicidad mensual. 800 ejemplares gratuitos.

© Asociación de Amigos de los Museos de Terque. Derechos reservados. Las noticias y artículos que figuran en la presente publicación pueden reproducirse con fines educativos, citando la procedencia. Ninguna parte puede reproducirse con fines comerciales sin el consentimiento ex-preso del Museo de Terque. www.museodeterque.com

Una muestra de las maravillosas imágenes toma-das en Terque por los Hermanos Paniagua: las ca-sas familiares de los Paniagua en el Solar. José Pa-niagua a acaballo junto a la torre de la Iglesia. Una procesión de la Virgen . Las Hermanas Ángeles, Emilia, Amalia Alonso Paniagua en una tarde de cos-tura en el mirador del huerto familiar o el retrato de Amalia y Ángeles Paniagua Porras.

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Las Tarjetas Postales, son otro de los terrenos en los que tanto fotógrafos profesionales como aficionados van a plasmar su trabajos. En estos dos ejemplos, los Hermanos Paniagua, utilizan como motivos, por un lado el retrato de José Paniagua Porras, leyendo una carta, y en la otra, la revista al Regimiento de la Corona del Rey Alfonso XIII en su visita a Almería. La pri-mera tarjeta es de 1904, y se utiliza para escribirse con su hermano Enrique y de paso dejar testimonio de cómo se empiezan a utilizar estas fotografías de aficionados en la revistas ilustradas:“Almería 22-9-904. Querido Enrique:

Mándame lo más pronto que puedas dos pruebas de la fotografía que hicimos

del anden de costa para mandárselas a Fermín para publicarlas en “ Hojas

Selectas” con otras que yo le he hecho. Hazlas en papel igual al que me has

mandado. Tu hermano. Pepe.” En ella todavía se deja el reverso exclusiva-mente para la dirección y el anverso para texto e ilustración. La segunda de 1922, es un positivo en formato tarjeta postal, utilizada como felicitación de Pascua entre la niña Vicenta Paniagua y sus primas Serafina y Socorro Paniagua. En ella, ya aparece el reverso de la postal separado en dos.

Archivo de Escrituras Cotidianas

La Filoxera de

Enrique Paniagua Andrés,

Enrique Paniagua Andrés (1847-1920), padre de los Hermanos Paniagua, era natural de Alboloduy. Siendo médico de Terque, casó con Emilia de Porras Tapia con la que tuvo seis hijos. Propietario parralero y estudioso de la agricultura, en 1894 publicó un extenso manual sobre Viticultura. “La Filoxera y las Vides Americanas” Recogiendo en sus 516 páginas, un pormenorizado aná-lisis sobre el cultivo de las vides, sus enfermedades y tratamientos. Centró su interés en la filoxera, azote que estaba destruyendo las plantaciones de vides de toda España, incluidos los parrales de Almería, propo-niendo su sustitución por las especies americanas, con mejores condiciones de resistencia a la enfermedad.

La filoxera se venció y al final, el libro no tuvo el éxito esperado. En una alacena de la casa fami-liar se amontona-ban los ejempla-res, que poco a poco se fueron aprovechando, deshojando y saliendo hacia la panadería como base para las latas de los dul-ces caseros. Así lo contaba Jaime López, panadero de Terque.

En la parte infe-rior sillón de exploración utilizado por el médico Enri-que Paniagua Andrés. (Colección Museo Etnográfico Terque.

Museo Etnográfico - Museo Provincial de la Uva del Barco - Cueva de San José – Cueva de Anica Dolores

Viaje al Tiempo detenido

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Horario: Sábados, domingos y festivos de 12 a 14 horas.

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Museo Etnográfico 2410

Cueva de San José 2110

Museo Provincial de la Uva del Barco 2246

Cueva de Anica Dolores 458

“ Los Museos de Terque se recorren gozando con el encuentro de los

objetos e imágenes que sustentaron la vida de nuestros mayores. O,

realmente, son también… las nuestras olvidadas. Felicidades por la

continuidad del buen trabajo realizado.” Enrique Paniagua García

Libro de Visitas Nuestros Visitantes

La imagen nos lleva al Lavadero de Terque en la llamada Placeta del Molino del Lugar. Corrían los primeros años del siglo XX, cuando los Hermanos Paniagua tomaron esta preciosa imagen del lavadero. La Fuente Pública de Terque se construyó en 1838, añadiéndose en 1859 un lavadero. Este, era una nave cubierta con una techumbre de madera y ca-ñas, soportada por pilares de obra. Como vemos el agua corría en el centro, camino del rió situado a escasos metros. Casi todo el lavado de la ropa se hacía en la fuente. La ropa se llevaba en espuertas de esparto, zafas o en cubos. Se lavaba de rodillas sobre cojines de farfollas. Como vemos en la imagen sobre las propias losas de piedra, aunque las mas privilegiadas tenían sus tablas de lavar. Las dos primeras losas por donde entraba el agua, eran para aclarar la ro-pa ya lavada y las últimas del fondo para la ropa de los enfermos, sobre todo los contagiosos. Las primeras losas eran las preferidas y las que se tenían por mas curiosas se peleaban por ellas. Las mas orgullosas se levantaban de madruga-da para ir a la fuente. En la imagen vemos mujeres de diferentes edades, desde niñas a mujeres mayores. Lucen ropa de trabajo y delantal para proteger la falda de la humedad. En primer término, una mujer adorna su cabello con una viznaga, flores de jazmín recogidas en una horquilla Dos niñas dirigen la mirada hacía el fotógrafo, una incluso se atre-ve a saludarle. Junto a ella no falta un cántaro, en el que ha recogido el agua para el consumo de la casa.