N°5 Edición Octubre 2011

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el pueblo Número 5 Santiago, Chile Octubre 2011 www.periodicoelpueblo.cl Apoye la prensa popular y democrática El Partido Comunista, la dictadura fascista de Ibáñez y el ascenso revolucionario de masas en 1931 [4] Fundamentos Los Luksic, miembro del ala compradora de la gran burguesía monopoliza diversas áreas de la economía como banca, combustibles, minería, alimentos, transporte y telecomunicaciones. [6] Nacional [7] Nacional [3] Nacional Asamblea Constituyente: La salida de la burguesía burocrática a la descomposición del viejo Estado La Familia Luksic y el impulso del capitalismo burocrático La camarilla Tellier-Carmona del falso Partido Comunista no buscan demoler el viejo Estado sino reestructurarlo Con violencia de masas pobladores de Llico y Tubul exigen reconstrucción Estudiantes de liceos técnicos no necesitan permiso del viejo Estado para protestar Desborde de masas caracteriza protesta estudiantil del 6 de octubre

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El Pueblo, prensa democrtática

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el pueblo Número 5 Santiago, Chile

Octubre 2011

www.periodicoelpueblo.cl

Apoye la prensa popular y democrática

El Partido Comunista, la dictadura fascista de Ibáñez y el ascenso revolucionario de masas en 1931

[4] Fundamentos

Los Luksic, miembro del ala compradora de la gran burguesía monopoliza diversas áreas de la economía como banca, combustibles, minería, alimentos, transporte y telecomunicaciones.

[6] Nacional

[7] Nacional

[3] Nacional Asamblea Constituyente: La salida de la burguesía burocrática a la descomposición del viejo Estado

La Familia Luksic y el impulso del capitalismo burocrático

La camarilla Tellier-Carmona del falso Partido Comunista no buscan demoler el viejo Estado sino reestructurarlo

Con violencia de masas pobladores de Llico y Tubul exigen reconstrucción

Estudiantes de liceos técnicos no necesitan permiso del viejo Estado para protestar

Desborde de masas caracteriza protesta estudiantil del 6 de octubre

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Editorial

La protesta estudiantil y la consolidación del periodo de ascenso de la lucha de masas

Al analizar la lucha de clases es nece-sario identificar los distintos periodos por la que atraviesa la lucha del pue-blo contra sus principales enemigos. En este sentido, podemos caracterizar el actual periodo de la lucha de clases como un periodo de consolidación del asenso de lucha de masas que se viene desarrollando desde el 2003 con las protestas anti Apec, las protestas es-tudiantiles del 2006-2008, las luchas de los trabajadores subcontratistas del cobre y las forestales y las actuales protestas contra el plan hambreador Piñera-FMI.Periodo de consolidación pues, por

una parte, el movimiento estudiantil se desarrolla por más de cinco me-ses, mostrando protestas cada vez más combativas, de gran masividad y apoyo de diversos sectores del pueblo. Por otra parte, porque hemos visto en las diversas expresiones de protesta del pueblo el desborde de la estrecha legalidad burguesa, registrándose sa-

queos, amplios enfrentamientos con la policía, algunos de ellos utilizando armas de fuego y bombas molotov y una mayor utilización de la violencia de masas en protestas de pobladores, obreros, pescadores. En este sentido, el ex miembro de las fuerzas represivas del Viejo Estado y alcalde de Provi-dencia, Cristián Labbé, hacía un buen análisis de clases caracterizando a las masas que saquearon un supermerca-do en Quilicura en el contexto de un apagón declarando que las personas que realizaban estos actos no eran de-lincuentes. Lo que le preocupa a este defensor del viejo Estado es que se sobrepase la legalidad burguesa y se impulse la “desobediencia civil”. Por su parte la reacción combate la

mayor explosividad de las masas con la Doctrina Bernal. Es decir, mayor fascistización del viejo Estado, uso escalonado de la violencia represiva y anuncios propagandísticos de medidas represivas. Este plan lo acompaña de

Bonos como una forma de intentar frenar la explosividad de los más po-bres y el posicionamiento de institu-ciones del viejo Estado para canalizar el descontento popular como el caso del Sernac.Pero estas políticas de la reacción

también repercuten en el movimien-to estudiantil. Las amenazas de ma-yor represión apura a las dirigencias oportunistas y revisionistas a deslindar con la violencia de las masas y cumplir su papel de infiltrados de la burgue-sía dentro del movimiento de masas. Los jóvenes debaten y toman posición frente al uso de la violencia.El contexto en que se desarrollan las

actuales protestas es de crisis del capi-talismo burocrático y descomposición del vejo Estado. Muestra de esto úl-timo es la llamada “conmemoración del NO” en que los distintos represen-tantes de la gran burguesía agrupados en la Concertación ni siquiera logran ponerse de acuerdo. La salida de las

clases reaccionarias es la reestructura-ción del viejo Estado y con ello con-fluyen con el revisionismo del falso Partido Comunista, que en un nuevo intento por institucionalizar y encau-zar el movimiento estudiantil por el camino electorero, levantan la con-signa de plebiscito por la educación y la conformación de una Asamblea Constituyente. Ese es el camino de la reacción y está destinado al fracaso.Camino del pueblo es impulsar la

revolución en un contexto de conso-lidadción del ascenso de la lucha de masas. Su camino está condenado a triunfar.Por ello la necesidad de organizar

la violencia de masas para construir y no como un elemento táctico para negociar. La violencia tiene un carác-ter estratégico porque anida en él el germen de lo consiente, es decir, el potencial de la fuerza revolucionaria del pueblo.

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Primera edición impresa de

Periódico El Pueblo

Hace cerca de seis meses Pe-riódico El Pueblo comenzó con la campaña de venta de bonos de colaboración para editar una versión impresa del periódico. Gracias al aporte de los colaboradores hemos logrado reunir a la fecha $240.000. Parte de esos re-

cursos fueron utilizados para editar esta primera edición impresa.Agradecemos a todos los

anónimos colaboradores y lectores por apoyar y sostener en el tiempo este importante instrumento ideológico del

pueblo y agradecemos a las masas por llenar nuestras pá-ginas con ejemplos de lucha y combatividad e importantes lecciones para desarrollar el camino revolucionario en el país.

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Nacional

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Estudiantes de liceos técnicos no necesitan permiso del viejo Estado para protestar

Miles de estudiantes secundarios de enseñanza técnico profesional se congregaron en el centro de Santiago para exigir eliminación de la PSU, por mejor infraestruc-tura, derecho a sindicalizarse y a recibir el mismo sueldo que el resto de los obreros, reivindican-do la demanda de “igual trabajo, igual salario”. Con respecto a las

prácticas laborales, una estudiante denunciaba: “Tenemos que barrer, limpiar, hacer todo el trabajo que debería hacer el dueño”.Los estudiantes de decidieron realizar la protesta violentamen-te, registrándose enfrentamientos con la policía en diversos puntos de Santiago y hasta por cerca de

cuatro horas. Uno de los voceros del liceo A-102 de la cisterna rei-vindicaba la violencia declarando: “Si nos organizamos para tirar una piedra es, como en el ajedrez, para atacar a un peón del Estado, ade-más respondemos a la violencia que los pacos hacen con los luma-zos”.

Con fuertes enfrentamientos entre la policía del viejo estado y mani-festantes finalizó la toma de la Ruta 160 en la comuna de Arauco este 5 de octubre, donde un grupo de pobladores de las caletas de Llico y Tubul se tomaron la arteria en re-clamo por la demora en la entrega de soluciones habitacionales para quienes se vieron afectados durante el terremoto del febrero del 2010.Los pobladores salieron a mani-festarse y cortaron el tránsito en la Ruta 160, a la altura del cruce norte de Carampangue, a eso de las 10.00 horas, y con barricadas, pancartas, lienzos y cacerolas, expresaron su malestar contra el Serviu y el ge-renciamiento de Piñera.La violencia de masas hizo que el delegado provincial del Serviu, José Miguel Sotera se hiciera presente en el lugar. El personero les ofre-ció la entrega de un acta oficial, en

que la entidad comprometía fechas y plazos definidos para levantar las viviendas en el sector de Tubul.Sin embargo, los manifestantes no consideraron a este funcionario del Serviu como un interlocutor válido, exigiendo que sea el propio direc-tor del Serviu quien se manifieste sobre el tema. Acto seguido, los po-bladores decidieron retener al re-presentante del Serviu, de manera de evitar que los efectivos de Fuer-zas Especiales les sigan lanzando bombas lacrimógenas.Los pobladores lograron que las autoridades del viejo Estado se comprometieran con nuevos pla-zos para la entrega de sus vivien-das, pero amenazaron de volver a movilizarse si ello no se cumplía nuevamente. Saben que en las au-toridades del viejo Estado no se puede confiar.

Este 6 de octubre, los estudiantes realizaron barricadas en diversos puntos del centro de Santiago ante la imposibilidad de marchar. Se re-gistraron largos enfrentamientos con las fuerzas represivas del viejo Estado en Metro Salvador, Par-que Bustamante, Parque Forestal y calle Vicuña Mackenna. En este

último punto, los manifestantes atacaron un local de la imperialista Chilectra controlada por capitales italianos.Algunos sectores de masas denun-ciaban al oportunismo de Vallejos y compañía de llamar a protestar sin la autorización de las autorida-

des del viejo estado, sin preparar-los para los enfrentamientos con la policía, desnudándose su carácter oportunista. El desborde de masas de la estrecha legalidad burguesa y de los dirigentes oportunistas ha sido la característica de las últi-mas movilizaciones estudiantiles, dónde más sectores de masas van

comprendiendo la necesidad del uso de la violencia. Fue posible advertir que en el desarrollo de las protestas sectores de trabajadores de la construcción se sumaron a las barricadas y el enfrentamiento con la policía.

Con violencia de masas pobladores de Llico y Tubul exigen reconstrucción

Desborde de masas caracteriza protesta estudiantil del 6 de octubre

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Fundamentos

El Partido Comunista, la dictadura fascista de Ibáñez y el ascenso revolucionario de masas en 1931En 1924 la lucha de clases en el país había alcanzado un alto grado de de-sarrollo. Las clases dominantes ya no podían seguir gobernando como lo habían hecho hasta ese momento. La “República Parlamentaria” se caía a pedazos y cada vez más se hacía sentir para ellos la necesidad de reestructurar el viejo Estado o perecer ante el em-bate proletario cuya ira indicaba que ya no querían seguir viviendo como lo habían hecho hasta ese momento.La Revolución Bolchevique se había convertido en el fantasma que per-turbaba hasta el terror los sueños de grandes burgueses y terratenientes en el país. El eco revolucionario de 1917 resonaba con fuerza en nuestro país, plasmándose en la fundación en 1922 del Partido Comunista de Chile (sec-ción de la Internacional Comunista). Esto último era producto de un largo proceso de más de 30 años en donde la clase, en medio de sacrificios y luchas sin igual, había constituido su instru-mento político y con esto las condicio-nes subjetivas daban un salto gigantes-co para “tomar el cielo por asalto”. El proletariado chileno, los campesinos pobres, las masas populares al fin con-taban con una vanguardia revoluciona-ria organizada y encabezada por un jefe reconocido: Luis Emilio Recabarren.

Hacia 1924 las tareas de la contra-rrevolución consistían en la reestruc-turación del viejo estado, golpear el movimiento revolucionario en ascenso desde 1918 e impulsar el capitalismo burocrático. Esta última tarea iba de la mano con la mayor penetración del imperialismo yanqui en nuestro país en abierta pugna por desplazar al bri-tánico.Luis Emilio Recabarren sostenía en ese mismo año de 1924 que “el mo-mento presente es el más culminante de nuestra historia.” Ya antes Recaba-rren analizando la situación en 1923 argumentaba: “La prensa burguesa y anarquista protesta siempre contra toda clase de dictadura, ya sea obrera o burguesa. Consideran igual las dic-taduras de Mussolini, Primo de Rivera y Lenin”, y sostenía también que “la realidad marcha hacia las dictaduras. Es el caso de escoger entre la dicta-dura obrera y burguesa.” Este plan-teamiento de Luis Emilio Recabarren es sumamente importante y lúcido: lo culminante de la historia era la necesi-dad histórica y política de la dictadura del proletariado. Justamente en 1924 la columna vertebral del viejo estado, es decir el Ejército, interviene dando un golpe. Pero como en toda época de aguda lucha de clases, no todos los que

intervienen lo hacen con claridad res-pecto a sus objetivos e intereses, en el caso del ejército su acción y conducta no fue uniforme y se entreveraron dis-tintos intereses de clases y de facciones de clase. En este sentido sectores de ellos convenían con círculos de civiles (encabezados por miembros reformis-tas de la propia gran burguesía) en la necesidad de introducir reformas ur-gentes para evitar la revolución, con-tener el movimiento de masas y lle-var la lucha de clases hacia el camino burocrático-terrateniente. El conjunto de estas tareas se llevó a cabo bajo la presión de los sables. En 1924 enton-ces, se aprueban un conjunto de leyes laborales que daban forma a lo que más tarde sería el Código del Traba-jo; en 1925 se aprueba arbitrariamente una nueva Constitución por parte de Arturo Alessandri Palma a despecho de una multitudinaria asamblea con miles de representantes del pueblo que habían redactado otra constitu-ción; entre 1924 y 1925 se producirán nuevas matanzas obreras y a fines de la década el Estado burgués-terrate-niente solo reconocerá legalidad a los sindicatos debidamente inscritos.Detrás de las pugnas interoligárquicas estaban las disputas interimperialistas; cuestión que se evidencia en la recep-

Gabinete de Ibañez

ción en 1925 por parte de la oficiali-dad del ejército de la Misión Kemerer (por el apellido de un ex funcionario del City Bank que la integraba) que venía a organizar e implementar el Banco Central para facilitar la pene-tración de capitales estadounidenses.Desde 1925 se desarrolla un creciente proceso de centralización de los pode-res públicos para hacer frente a la re-volución democrática, cuya dirección desde 1922, recaía en las manos del recién fundado Partido Comunista.Todo este proceso generó un caudi-llo proveniente de las filas de ejérci-to, éste era el coronel Carlos Ibáñez del Campo; y tal como lo anticipara Recabarren, burgueses y terratenien-tes ejercieron su dictadura conjunta a través de este sujeto y su círculo de allegados (civiles y militares de origen pequeño burgués). Son muy expresi-vas las palabras del propio Ibáñez en una cena en su honor en 1927 en los salones del aristocrático Club de la Unión: “No están lejos los días en que las miradas del proletariado chileno se fijaban irritadas en los muros de este hermoso palacio. Era que en el ánimo popular esta institución había llega-do a identificarse con los vicios que hicieron funesto al pasado régimen político. Este centro era considerado, por el pueblo, como el monumento que simbolizaba la injusticia, la in-diferencia y el orgullo de sus clases dirigentes.” …Luego agrega: “Deseo que un franco espíritu, de mutua co-laboración y ayuda entre el capital y el trabajo, entre los hombres de fortuna y los que nada poseen, reemplace para siempre esta animadversión entre los de abajo y los de arriba, dando paso a una armonía fecunda, fundada sobre la cooperación y la justicia.”Esta “armonía profunda” brotó de los fusiles de la reacción. Sin mayor contrapeso en el gerenciamiento del viejo Estado Ibáñez se arrodillará ante el imperialismo yanqui como la potencia dominante en nuestro país y profundizando con ello nuestra con-dición semi-colonial. Esto impactó en la configuración de clases del país. Los grandes terratenientes, la gran burguesía y sus partidos políticos pro-fundizaron sus divisiones en distintas facciones de clase, dependiendo de qué imperialismo defendiesen. Esta “armonía profunda” era la dictadura conjunta de grandes burgueses y lati-fundistas al servicio del imperialismo bajo la forma política de régimen fas-cista y corporativista; era una dictadu-ra ejercida contra la clase y el pueblo.

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Si bien es cierto Ibáñez persiguió principalmente a los comunistas y al movimiento obrero y popular, tam-bién se ensañó con sectores probritá-nicos de las clases dominantes como así también con cualquiera de sus opositores políticos que preferían un gobierno demo-representativo antes que uno fascista y corporativo.La burguesía media o nacional veía constantemente constreñido su de-sarrollo industrial por parte de los capitales extranjeros y los grandes intermediarios locales (burguesía compradora), demandaba protección para la producción nacional y tam-bién presionaba políticamente por reformas que le resultaran favorables, es así que parte de ella adhería a las propuestas demagógicas de Ibáñez. La pequeña burguesía urbana, las así llamadas clases medias, desde las pri-meras décadas del siglo veinte venían teniendo un desarrollo importante; las capas más altas de este sector ya se integraban a los beneficios de la edu-cación superior e incluso participaba ampliamente de la administración del Estado, las restantes se ocupaban en diversos oficios y ocupaciones. La pequeña burguesía, más consciente de sus intereses y de su importancia política, hacia mediados de la década del ‘20 se había integrado a distintos partidos políticos y organizaciones profesionales así como también a la lucha de masas.El proletariado desde 1918 había vivi-do un proceso de recuperación que se reflejaba en la intensidad de su lucha y organización, después de 1925 el Es-tado burgués terrateniente, en especial a través del gerenciamiento militar de Ibáñez, había intentado corporativi-zarlo con algunos resultados positi-vos en la Unión Social Republicana de Asalariados de Chile (USRACH) -que también agrupaba a sectores de la pequeña burguesía. Más tarde se creó la Confederación Republicana de Ac-ción Cívica (CRAV) además de otras organizaciones que ya existían u otras nuevas como la Vanguardia Naciona-lista de Obreros y Empleados. La US-RACH, la CRAV y la Vanguardia eran organismos claramente corporativistas y fascistas. A la par de esto se ejercía una intensa persecución a las organi-zaciones clasistas del pueblo, tal como la Federación Obrera de Chile, y en especial a su vanguardia organizada, el Partido Comunista de Chile.

El Partido Comunista y sus militan-tes habían sido relegados, persegui-dos, torturados y sufrido todo tipo de maltratos, sus imprentas allanadas y sometidos a constante seguimiento por la sección política de Investigacio-nes. No obstante se mantenía inque-brantable su decisión de lucha contra el gerenciamiento de Ibáñez y contra el imperialismo, el régimen fascista de Ibáñez había logrado debilitar los la-zos del Partido con las masas.La crisis económica internacional de 1929 y la caída de IbáñezLas políticas económicas de Ibáñez promovieron la penetración del capi-tal imperialista, también para sortear los efectos de la caída de las ventas del salitre creó empresas estatales, siendo un importante antecedente en el de-sarrollo del capital monopolista esta-tal al servicio del desarrollo del capi-talismo burocrático chileno; además profundizó el endeudamiento externo cuyos recursos alimentaron la especu-lación y los negocios de importantes contratistas dedicados a las obras pú-blicas. En síntesis nuestra economía seguía basándose en la exportación de materias primas e importando bienes de capital y no pocos bienes de consu-mo, por lo tanto, seguía expuesta a las fluctuaciones de los monopolizados y cartelizados mercados internacionales.Haciendo el balance en diciembre de 1931, un cuadro de la Internacio-nal Comunista que informaba sobre la situación en el país, escribía: “La crisis de producción se transformó en una crisis financiera agravada por el carácter semicolonial de Chile.”… “La tentativa de Ibáñez de utilizar la lucha interimperialista para obte-ner un pequeño desahogo, fracasó. El hambre y la desocupación de vastas masas crearon una situación sin sa-lida para su gobierno que no podía ya, con las medidas de terror seguir echando sobre las espaldas de las ma-sas laboriosas todo el peso de la crisis. No me parece muy justo olvidar en la caracterización del país, los grandes factores, tales como su carácter semi-colonial y semi-feudal, y en cambio, ligar a los detalles como la política de grandes gastos y de los empréstitos que no es exclusiva de Ibáñez sino típica de todos los gobiernos en to-dos los países burgueses y, en primer orden, en países semicoloniales como los de América Latina.”

Hacia 1931 los efectos de la crisis mundial comenzaron a sentirse más profundamente. Las exportaciones y el precio del salitre terminaron por caer estrepitosamente. Cayeron tam-bién las exportaciones de cobre. La cesantía aumentó gravemente. En este contexto el plan hambreador no se hizo esperar. Se dictó el Decreto Ley Nº 1194 de 4 de mayo de 1931 que establecía reducciones y recortes en la administración pública. Este de-creto atizó la ira popular.La descomposición general del régi-men fascista de Ibáñez hacía insoste-nible su continuidad a la cabeza del Estado burgués-terrateniente.El 13 de julio Ibáñez, en un intento de aplacar el descontento, hizo un cambio de gabinete que en nada al-teró las orientaciones de su gobierno.A partir del 21 de julio las marchas contra el gerenciamiento fascista se hicieron ininterrumpidas. Ese mismo día renuncian dos importantes minis-tros. El 22 se reorganiza nuevamente el gabinete pero no logra consolidar-se. Este último día las marchas au-mentaron y la disposición de lucha de las masas tensó la atmósfera capitali-na. Se produjeron numerosos choques con carabineros. Crecía el ímpetu re-volucionario y la acción directa de masas estaba a la orden del día.Los estudiantes de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica decretaron la huelga indefinida y or-ganizaron una guardia civil para de-fender la casa central de la U. de Chi-le, la que fue tomada y defendida con armas. Algunos de estos estudiantes marcharon hacia la Estación Central a esperar a los desterrados por el régi-men que volvían del sur, entre ellos a dirigentes comunistas y obreros.Antes de las 24 horas el nuevo gabi-nete renunció y el 23 de julio se or-ganizó el último gabinete de Ibáñez. Este último gabinete lo seguían com-poniendo hombres de la gran burgue-sía y terratenientes. Ese mismo 23 desde Buenos Aires Alessandri, a la cabeza de la oposición “civilista” (bur-guesía compradora y terratenientes descontentos con Ibáñez) le piden al presidente que renuncie.Los heridos por parte de la policía y de los manifestantes se multiplicaban. Carabineros pronto se vio sobrepasado.

En un enfrentamiento el 24 cae muer-to el joven doctor Jaime Pinto Riesco. El funeral se transformó en una gran manifestación política. A la salida del cementerio cae muerto de un balazo el profesor Alberto Zañartu Campi-no. El día 25 la ira popular recrudeció, aumentaron los heridos de los cuales cuatro fallecieron.En la noche del sábado 25 sesionó el consejo de gabinete por más de cua-tro horas. Los ministros plantearon a Ibáñez que el apoyo del ejército así como su fuerza se conservaban intac-tos y que se hacía imperioso poner término a la agitación popular. Pero Ibáñez anunció su renuncia.El día 26 se celebró el último consejo de gabinete. Ibáñez traspasó sus po-deres al presidente del Senado Pedro Opazo. Las protestas siguieron ese día costando decenas de heridos y tres muertos. Carabineros, agotados, sobrepasados o asustados, se replega-ron a sus cuarteles, siendo reemplaza-dos por el ejército. Bomberos fueron armados para patrullar la ciudad. Jó-venes asumieron la tarea de dirigir el tránsito. En la Universidad de Chile aún se encontraban atrincherados los estudiantes, entre ellos estaba el grupo Avance, que contaba con participación comunista. Una vez que se supo la caída de Ibáñez cundió la alegría y las celebraciones. Sin embargo, sólo había sido un cambio de gobierno, aprove-chándose de la protesta popular secto-res de la gran burguesía representada en el alessandrismo (civilismo) y en el grovismo (nombre tomado del social facista Marmaduque Grove, militar y uno de los fundadores del Partido So-cialista en 1933), pugnaban por dirigir (o gerenciar) al Estado burgués-terra-teniente. Finalmente se impuso me-diante elecciones Arturo Alessandri Palma en 1932, instaurando un régi-men antipopular. Con el grovismo co-mienza a adquirir fisonomía un sector de una facción de la gran burguesía: la facción burocrática.En Agosto de 1931 el Partido publica su órgano central Bandera Roja, en el se escribe: “Hemos derribado a Ibáñez, pero nuestra miseria continua”.

Estudiantes en las afueras de la Universidad de Chile

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Los Luksic, miembro del ala com-pradora de la gran burguesía mono-poliza diversas áreas de la economía como banca, combustibles, minería, alimentos, transporte y telecomu-nicaciones. Son dueños de Banco de Chile, Madeco (Fabricantes de tubos y planchas en aluminio y co-bre), Habitaria (Inmobiliaria), Entel, Canal 13, Shell Chile, Terpel, Calaf (alimentos) y tienen participación en Compañía Sudamericana de Vapores.Acumulan capitales extraídos del pueblo cuando se alcoholiza pues son dueños de Compañía de Cerve-cerías Unidas CCU (Cerveza Cristal y Escudo, Royal, Heineken, Dorada, Paulaner, LemonStone, Budwei-ser, Schneider y Malta Morenita), Compañía Cervecera Kunstmann, Cervecería Austral, Viña San Pedro Tarapacá (vinos Gato, Misiones de Rengo, Santa Helena, Altair, Casa Riva) y Compañía Pisquera de Chi-le (Pisco Mistral, Campanario, La Serena, Horcón Quemado, Control, Tres Erres, Sierra Morena y licores Fehrenberg).En el área de la minería son respon-sables del saqueo de recursos natura-les mediante Mina Los Pelambres, El Tesoro, Michilla, Esperanza. En el norte del país monopolizan el Ferro-carril Antofagasta-Bolivia y Aguas Antofagasta.Pero esta familia, clasificada como la 27 mayor fortuna del mundo y el mayor monopolio nacional, son ade-más sostenedores de colegios y ejer-cen influencia en la cultura firmando acuerdos educacionales con universi-dades y otros centros de enseñanza impulsando en ellos los planes impe-rialistas en educación.Orígenes de la familiaEl abuelo de la familia fue un terra-teniente croata de la isla Brac dedica-do al cultivo de uva que llegó a An-tofagasta a inicios de 1900. En Chile se casa con una hija de la aristocracia boliviana, Elena Abaroa y temprana-mente por los contactos de su mujer

inician sus negocios ligados al saqueo de salitre.Aprovechando los contactos y la ri-queza acumulada por la familia, uno de sus hijos, Andrónico Luksic, via-ja a estudiar a Francia después de la segunda guerra mundial. Con más contactos a su haber logra la conce-sión de la marca de automóviles Ford en Chile.Con el capital acumulado de su fa-milia y de la compra venta de auto-móviles comienza a invertir en la mi-nería del cobre. Hacia 1950 vende un yacimiento de cobre de su propiedad a una firma japonesa. Con dichos re-cursos comienza su expansión.El impulso del capitalismo buro-crático.La familia Luksic vinculó temprana-mente su acumulación al desarrollo de un capitalismo condicionado a los dictámenes del imperialismo, esto es el capitalismo burocrático.Aprovechando los planes de estímu-los a la infraestructura de la minería y la pesca para facilitar la penetración de capitales imperialistas que a fina-les de los 50’ desarrolló el viejo Esta-do, los Luksic entran al negocio de procesamiento de metales, distribu-ción de energía eléctrica, manufactu-ra en general, transporte, agricultura, pesca, procesamiento de alimentos e industria forestal. Mostrando el carácter parasitario del ala compradora de la gran burguesía, entre 1970 y 1973 traslada sus ca-pitales hacia Argentina, Colombia y Brasil.Pese a que la acumulación de capi-tales de la gran burguesía se ha de-sarrollado utilizando al Estado como palanca económica, los Luksic fue-ron desarrollándose como miembros del ala compradora beneficiándose del traspaso de capitales desde las empresas del viejo Estado con las lla-madas privatizaciones.Sin embargo es durante la crisis de la década del 80’ cuando el monopo-

lio de los Luksic crece comprando empresas quebradas. Durante dicha época compran el Banco O’Higgins, la mina Carolina de Michila a la CORFO y el Ferrocarril Antofagas-ta-Bolivia a la inglesa Antofagasta RailWay PLC que la controlaba por más de cien años.Pero además de desarrollar su acu-mulación prescindiendo de las em-presas del viejo Estado, la facción compradora de la gran burguesía tiene un marcado carácter pro im-perialista (al igual que el conjunto de las clases dominantes). En el caso de los Luksic se ponen de rodillas ante el imperialismo norteamericano. En conversaciones con funcionarios de la embajada estadounidense, según consta en cables desclasificados, que-dó registrado: “Luksic dijo que Chile necesita más que nunca a Estados Unidos y aplaudió las muchas visitas de representantes de alto nivel del gobierno estadounidense”.Su influencia en la cultura como forma ideológica.Los Luksic imponen sus ideas polí-ticas por medio por medio de Cen-tros de Estudios e impulsan leyes que benefician su acumulación y dominación como clase reaccionaria . Así, por ejemplo, Guillermo Luksic es miembro del directorio del Centro de Estudios Públicos (CEP) que pre-side Eleodoro Matte, y su hermano, Andrónico Luksic Craig es miembro del Consejo Asesor Comercial de la APEC. Por medio de estos organis-mos y sus representantes en el viejo Estado han impulsado leyes para arrodillarse frente al imperialismo, principalmente norteamericano y fa-vorecer o mantener directamente su acumulación. Ejemplo de ello son el Royalty minero y las distintas leyes laborales que permiten su acumula-ción por medio de la precarización de las condiciones laborales de los asalariados.En el ámbito de la educación, los Luksic mantienen nuestra condición de atraso y la semifeudalidad. Por

ejemplo, la Fundación Andrónico Luksic es sostenedora del Instituto Agrícola Pascual Baburizza en la cui-dad de Los Andes. El Instituto cuen-ta con 35 hectáreas de producción de frutales y hortalizas donde los estu-diantes y profesores realizan trabajo gratuito, forma de trabajo atrasada que aún persiste en el campo chileno. Gracias a esta forma de producción feudal los Luksic obtienen el 25% de los ingresos para mantener el es-tablecimiento. Los productos que de allí se extraen se exportan por medio del monopolio Del Monte, que tam-bién oprime al campesinado pobre de la región, imponiendo precios de miseria muy por debajo de los costos de producción. En la administración del liceo, que delegaron a la Sociedad Nacional de Agricultura (Codesser) son asesorados por el terrateniente Rodrigo Echeverría, ex presidente de fedefruta.En educación superior tienen inver-siones en universidades internacio-nales, pero también intentan influir en el modelo educacional chileno. Por intermedio de los Luksic, la Uni-versidad de Columbia instalará uno de los cuatro centros que tiene en el mundo. La coordinación de dicho centro estará a cargo de la ex minis-tra de economía del gerenciamiento de Bachelet, Karen Poniachik. Por intermedio del Banco Chile, los vende patria de Luksic se arrodillan ante el imperialismo chino firmando acuerdos con la Tsinghua University School of Economics and Manage-ment para atraer inversión asiática a Chile. El mayor monopolio nacional es dueño también de la biblioteca de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y del edi-ficio “Andrónico Luksic Abaroa” de la Universidad Católica. En dicha universidad crearon la cátedra “An-drónico Luksic Abaroa” con la que influirán en la formación de los pro-fesionales de la minería de esa casa de estudios.ep

Nacional La Familia Luksic y el impulso del capitalismo burocrático

Los Luksic participando del negocio de la Reconstrucción

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Asamblea Constituyente: La salida de la burguesía burocrática a la descomposición del viejo Estado.

burguesía y parte de los lineamien-tos del imperialismo, principalmen-te yanqui

Otra de las formulas imperialistas para resguardar los intereses en los países semicoloniales y mantener el saqueo de los recursos naturales son las elecciones. Con ellas in-tenta frenar la revolución dando la apariencia de cambio y mejora de las condiciones de vida del pueblo. Sin embargo lo que las elecciones buscan es reajustar el viejo Estado, tornándolo aún más en un arma de expoliación y opresión semicolonial y semifeudal, características funda-mentales del capitalismo burocráti-co en tanto forma de desarrollo del capitalismo en Chile.

Dado este contexto y el referido ca-rácter del Estado, resulta a lo menos ingenuo sostener que los antagonis-mos de clases en el seno de la so-ciedad pueden atenuarse, o incluso resolverse, reemplazando la consti-tución vigente por una nueva -más “democrática”-, toda vez que ello no se propone ni conlleva la expulsión del imperialismo ni la destrucción económica y política de las cla-ses opresoras, resguardadas por sus FF.AA. En tal sentido ¿qué garan-tiza que los intereses de estos últi-mos no se impongan en cada una de las fases del proceso hacia una nueva constitución? O incluso más ¿cuál es la repercusión de una nueva constitución, considerando la pre-sencia -a lo sumo readecuada-, del imperialismo y las clases opresoras en nuestro país?

Y es que en último término, para imponer y defender las conquistas democráticas el pueblo debe con-quistar el poder y oponerse a la vio-lencia organizada de la reacción con violencia organizada de masas diri-gidas por un partido verdaderamen-te comunista.

En el contexto actual de crisis del capitalismo burocrático, existen dos caminos: el de la reacción y el del pueblo. El camino de la reacción puede tener dos caras, pero ambas confluyen en la reestructuración del Estado apoyados en las fuerzas re-presivas: la facción burocrática pue-de impulsar asambleas constituyen-tes y una nueva constitución como forma de consagrar su supremacía frente a las demás clases reaccio-narias, a la vez que corporativiza al movimiento de masas, confluyen-do en ello con el revisionismo; la facción compradora impulsará el autogolpe al estilo hondureño o el llamado “fujimorazo”, consagrando la fascistización del viejo Estado y corporativizando de igual forma al movimiento popular.

El camino del pueblo es la revolu-ción, la lucha antiimperialista y an-tielectoral.

Diversas organizaciones, represen-tantes del revisionismo y el oportu-nismo en sus más diversas facetas, han venido sosteniendo y propagan-dizando como la más revolucionaria de las alternativas, la necesidad de refrendar una nueva constitución política, ello tras la convocatoria, elección de representantes y deli-beración por parte de una asamblea constituyente. Dicha política, si bien ha logrado instalarse con cier-to y relativo respaldo, es claro reflejo del oportunismo de quienes la sos-tienen, toda vez que en reempla-zo del movimiento revolucionario de las masas oponen, una vez más, una salida institucional, junto con utilizarlas con el objetivo de ganar nuevas y mas elevadas posiciones en el marco del viejo Estado burgués terrateniente, al cuál no aspiran de-moler, sino solo reformar. Sus más fervientes defensores son la camari-lla Tellier-Carmona del falso Parti-do Comunista.

En el contexto actual, la política orientada a la conformación de una asamblea constituyente tiene como principal referente el proceso desen-vuelto en Venezuela. Cabe señalar que, no obstante la “nacionalización” de recursos naturales como plata-forma económica para solventar un mayor gasto social, consagrada en su constitución, los vínculos con el Im-

perialismo (principalmente Euro-peo y Ruso, aunque también yanqui) son múltiples y determinantes, toda vez que grandes concesionarios, proveedores de insumos, grandes importadores, entre otros, campean de todas maneras en la economía de ese país, saqueando recursos y arran-cando plusvalía al proletariado y al pueblo trabajador venezolano.

La “alternativa bolivariana”, capi-tuladora frente al imperialismo, no es más que una representación ultra demagógica de los intereses y obje-tivos de la facción burocrática de la gran burguesía venezolana, facción que se caracteriza por haber gran-jeado una inmejorable posición en términos económicos, basada en el super negocio del petróleo, y en términos políticos, burocratizando a las FF.AA, y corporativizando el movimiento de masas conteniendo con ello el avance del movimiento revolucionario de las masas. En tal sentido la “constitución bolivariana” no es más que una declaración ju-rídica de apariencia socialista, cuyo propósito no es otro que consagrar el régimen social-fascista (social en apariencia pero fascista en el fondo) que oprime al pueblo venezolano.

De vuelta en nuestro país, la cons-titución de 1980, redactada por un grupo de mercenarios juristas enca-bezados por Guzmán e impuesta por

la Junta Militar Fascista tras un refe-réndum de comedia, consagra los li-neamientos fundamentales dictados por el imperialismo yanqui en los terrenos económico, político, militar y cultural, muchos de los cuáles se encontraban ya en plena aplicación.

Por su parte, dicha carta, consagra jurídicamente la supremacía de la facción compradora de la gran bur-guesía (que desarrolla un monopo-lismo no estatal) y los grandes te-rratenientes en pugna con la facción burocrática durante el periodo. Esta última, sin embargo, no tardaría en recomponerse, situándose nue-vamente en condiciones de mayor colusión. Manifestación de ello la constituye, entre otras, su salvocon-ducto a la propia constitución en el contexto de las negociaciones “de-mocráticas” de mediados y fines de la década.

En tal sentido, la constitución del ´80 es reflejo jurídico de los intere-ses de la facción compradora, que se ha coludido con la facción burocrá-tica, pero con la cual se mantiene en lucha. La arremetida del monopo-lismo no estatal (“privatizaciones”) y la descentralización administrativa (devenida también corporativismo) apoyándose de la columna vertebral del viejo Estado, el ejército, es la ca-racterística del programa político de la facción compradora de la gran

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Camarilla Tellier-Carmona

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Entrevistas

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Precariedad laboral en la construcción

Cuando se le cursa una multa por accidente laboral, la empresa la cobra a la cuadrilla de trabajadores que estaban encargados de los materiales con los que se produjo el accidente

El pasado mes de septiembre, el Pe-riódico el Pueblo (EP) entrevistó a un grupo de obreros de la cons-trucción. La faena en la que trabajan consiste en construir un edificio de cinco pisos, ubicado en las cercanías del metro Tobalaba. La empresa constructora es conocida en el rubro, se llama Fernández Wood y aquí relatamos algunas de las denuncias que nos hicieron los trabajadores.En esta obra y también en la ma-yoría de las construcciones, hay dos tipos de trabajadores: “los de la casa” y el resto. Los de la casa, tienen con-trato con la empresa constructora y reciben mejor remuneración que los otros. Normalmente son los concre-teros, carpinteros y jornaleros. En cambio, los otros, son los sub-contratados, que trabajan en el papel para una segunda empresa, la con-tratista. Son los que efectúan todas las terminaciones. Señalan que en la mayoría de los casos los contratistas son unos sinvergüenzas.Estos obreros señalan que es suma-mente injusto que por una misma pega que hace un trabajador de la casa, ellos reciben menos, y claro, ¿cómo no? si de por medio está la contratista.- ¿Qué pasa cuándo hay crisis o cuando hay más cesantía?, pregun-ta EP.- No tenemos ninguna protección. En esta obra los de la casa son 50 y los subcontratados 30 aproximada-mente. No tenemos ningún Comité a donde acudir. - En esta obra tampoco se pagan las horas extras. Si uno no viene a tra-bajar los sábados, lo descuentan de la remuneración (Esto lo corrobora un capataz al que llaman los obre-ros). Nos obligan a trabajar horas extras. - ¿Y por qué no se denuncia a la Ins-pección del Trabajo?, pregunta EP.- Es que la Inspección del Trabajo funciona ahí no más, es puro perder tiempo, hay que pedir permiso para faltar…Los obreros de la casa reconocen que los subcontratados se encuen-tran en peores condiciones que ellos, pero no por eso dejan de denunciar con firmeza los abusos de su patrón y la explotación en general que su-fre el obrero de la construcción. Así, manifiestan que ellos “no tienen de-recho a vacaciones, que si bien se las pagan, no se las dan efectivamente”, o sea, no tienen un descanso obliga-torio que sea respetado. También comentan que “el rubro de la construcción está tan malo por un problema del país. Los grandes empresarios hacen reuniones entre ellos, por ejemplo, los de la cons-trucción, en la Cámara Chilena de la Construcción y ahí deciden qué sueldos pagar y así cuando un traba-

jador reclama por los bajos sueldos o las deficientes condiciones de segu-ridad le responden sus patrones “si no le gusta, váyase” y claro, porque el patrón sabe que en las otras faenas no va ser muy distinto. A lo más la diferencia será que haya un jefe más o menos negrero y sería, pero los sueldos son los mismos.”- ¿Qué condiciones de seguridad existen en la obra?, pregunta EP.- No hay seguridad, ninguna. Pre-valece el trabajo más que las per-sonas. El prevencionista de riesgos no puede cumplir con su trabajo, porque si le dice al patrón que hay que cambiar algo o comprar nuevos implementos de seguridad, éste ve los costos y le dice que no. Y si in-siste lo despiden. Se compra lo más malo para el trabajador. Por ejemplo aquí, nos compraron unos bototos de cuatro lucas, que después de una jornada de trabajo nos deja molidos. Los jefes nos tratan a garabatos.- ¿Hay sindicato en esta empresa?, dice EP.- No hay. Lo único que existe aquí es un comité paritario, que tiene 4 miembros y donde la empresa de-signa al trabajador que lo integrará. Una vez hubo un accidente y al tra-bajador que era del comité paritario los jefes lo obligaron a que firmara un papel diciendo que había visto el accidente, diciendo también que había sido negligente. - En otros lados es igual. Obligan a los obreros a firmar anexos al con-trato de trabajo para hacer horas extras. La hora extra aquí vale 1200 pesos, pero como es imponible, uno sale con mil pesos.- Siempre están al límite de cumplir la ley.- La plata ahora alcanza sólo para sobrevivencia, antes quedaba algo más.- Al empresariado siempre le va a convenir que uno siga siendo pobre.También denuncian la situación de las multas impuestas a la empresa por accidentes del trabajo dentro de la faena, pues una vez que se le pasa la multa, la empresa la cobra a la cuadrilla de trabajadores que es-taban encargados de los materiales con los que se produjo el accidente, descontándolo de sus sueldos.Una situación así ocurrió en esta faena, en que a 8 carpinteros que tra-bajaban con subcontrato la empresa les recortó el sueldo por producirse un accidente, en que una viga madre (de 3 metros aprox.) cayó desde el tercer piso hasta el primero. Es de-cir, la multa que se pasa a la empresa por accidentes del trabajo, se está cobrando a los mismos trabajadores.Este tipo de prácticas de la empresa, junto con la coacción que ejercen los jefes de obra y superiores hacia los

obreros para que se queden a trabajar horas extras bajo el amedrentamien-to de rebajar aun más su sueldo, el que un buen número de trabajadores le quiera “caer en gracia” al jefe para que después lo llame a otras obras tiene rasgos semifeudales de explo-tación. No es sólo la explotación del obrero a cambio de un salario (en di-nero), en este rubro de la economía también se expresan las conductas de los grandes terratenientes de este país, por medio del clientelismo, fa-voreciendo a aquellos trabajadores que se portan bien a cambio de más pega, en otras faenas.Es importante señalar también que el contrato de trabajo por obra o faena que es el que rige a los obreros de la construcción tiene particulari-dades que los hacen estar más des-protegidos que el resto de los traba-jadores que están sujetos a contrato indefinido. En la práctica, la vida laboral del obrero no dista mucho de la del temporero: no tienen dere-cho a vacaciones; sus trabajos duran lo que dura la obra o la cosecha; el

tiempo muerto en que no hay tra-bajo no tienen ninguna protección y el trabajo es cada vez más exigente para reducir los tiempos de faena o cosecha y así, como la paga dura lo que dura la respectiva faena, menos costos tiene el patrón.La precariedad laboral de los obre-ros de la construcción queda a la vista rápidamente. Probablemente en este artículo hayan quedado fuera muchos otros abusos de la empresa. Abusos que se constituyen en prác-ticas habituales de todas las em-presas del rubro de la construcción, asociados en la Cámara Chilena de la Construcción, integrada por los dueños de este país, la clase terrate-niente y la gran burguesía.Hacemos un llamado a los obreros clasistas y combativos de la cons-trucción a organizar comités sin-dicales clandestinos por faena para luchar por la reducción de jornada laboral, eliminar los descuentos, me-jorar las condiciones de seguridad y los salarios.