Niceto de Zamacois. Un análisis historiográfico de su obra Historia de Méjico, desde sus tiempos...

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El análisis de los escritos del bilbaíno Niceto de Zamacois nos revela el complicado proceso por el cual pasó el recién independizado México para transitar hacia una nación con identidad propia, a pesar de la ruptura que vivió con España.

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EDUARDO PORTAS/MAESTRA EN HISTORIA MODERNA DE MXICO/CASA LAMM/PRIMAVERA 2013

Niceto de ZamacoisUn anlisis historiogrfico de su obraHistoria de Mjico, desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das

El anlisis de los escritos del bilbano Niceto de Zamacois nos revela el complicado proceso por el cual pas el recin independizado Mxico para transitar hacia una nacin con identidad propia, a pesar de la ruptura que vivi con Espaa. Zamacois es el vnculo entre el proyecto mexicano que decide ver hacia delante sin odio hacia su pasado colonial, en el cual, de hecho, puede encontrar un rico legado para entender su situacin hacia la mitad del siglo XIX. Espaoles y mexicanos no deben estar separados por una guerra, sino unidos por distintos rasgos culturales que comparten ambas culturas y que entrelazan a ambos pases de forma ineludible. Su magna obra Historia de Mjico, desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das contiene las semillas de este pensamiento, como veremos ms adelante.

Zamacois es interesante porque representa el punto de vista de un espaol que escribe y ve a Mxico desde la distancia, pero no por eso superficialmente. El pensador vasco naci en 1820 en Bilbao, pero vivi durante muchos aos en Mxico en diferentes momentos de su vida. Su familia se dedic a las artes, lo que seguramente influy en su formacin. Antes de venir por primera a Mxico, en 1840, aspir los conflictos polticos entre liberales y conservadores de su pas natal: los liberales queran modificar a la Espaa tradicional para moldear una monarqua constitucional; los conservadores, mantener un reinado como siempre se haba conocido. Al autor lo marc la guerra carlista en 1834 que opuso los intereses absolutistas borbnicos y sus descendientes contra los del grupo liberal partidario de Isabel II de Espaa. El conflicto impact el pueblo natal de Zamacois y debi dejarle una profunda huella y un enorme afn de paz y estabilidad, un afn por conservar, opina De la Torre Rendn1.

Al llegar a Mxico se topa con un ambiente similar al de Espaa, en donde los grupos liberales y conservadores del independizado pas se diputan el poder. Adems, Mxico an tena un claro sentimiento antiespaol. Para Zamacois esto era una contradiccin: cmo se puede tener una conciencia nacional en un nuevo pas si se intenta olvidar el pasado? El autor no slo lo planteaba de forma terica, en la abstraccin de las letras, pues durante su primera estancia de diecisiete aos en nuestro pas se cas con la mexicana Francisca Rubio y emprendi la tarea de estudiar a detalle el suelo mexicano, sus orgenes, sus particularidades que desembocaron en la independencia de la pennsula y un proyecto de nacin que buscaba, hacia mediados del siglo XIX, un sistema poltico muy diferente al que haba tenido durante 300 aos. Las pugnas de poder haban nacido casi de forma inmediata junto con el nuevo pas, cuando Agustn de Iturbide asume su corto imperio mexicano.

El gobierno de la Regencia y el de Emperador fue el primer gobierno independiente que los mexicanos lograron establecer despus de la entrada del Ejrcito Trigarante a la Ciudad de Mxico en septiembre de 1821. Once aos de violencia y caos haban finalizado con un pacto entre poderes que, en apariencia, resguardaba los intereses criollo de autonoma y hacia un esfuerzo por conciliarlos con aquellos de las elites comerciales y los de la Iglesia, en donde haba muchos peninsulares. Iturbide, quien fue militar realista, sera el encargado de aglutinar esos intereses a partir de un gobierno formado por la Junta Provisional Gubernativa, compuesta de renombradas personalidades del virreinato, militares y clrigos. Este grupo declar la Independencia y la vigencia de la Constitucin espaola de 1812, la representacin nacional adjudicada (soberana) y deleg el poder a un Consejo de Regencia, presidido por Iturbide. Recordemos que la Independencia de Mxico se haba catalizado en contra de la experiencia absolutista y constitucional de gobierno en Espaa. De acuerdo con vila, las acciones del Ejrcito Trigarante fueron una reaccin al trienio de liberalismo constitucional espaol de 1820, 1821 y 18222, cuando Fernando VII acata la Constitucin de 1812. Previamente, en 1814, al regresar al poder, haba implantado el absolutismo, soslayando el trabajo de los representantes populares que asumieron el poder cuando el monarca fue preso por Napolen.

Con la restitucin de la constitucin en 1820, haba surgido en Mxico nuevas facciones combativas formadas por radicales. Esto amenaza al virreinato. Iturbide entonces decidi actuar contra otra posible insurgencia y hace un gobierno sustentando en dos pactos: el plan de Iguala de febrero de 1821 y el tratado de Crdoba firmado por Juan O'Donoj e Iturbide el 24 de agosto de ese mismo ao. Ambos decan que el pas sera una monarqua titulada por Fernando VII o algn miembro de la casa real espaola o quien fuera nombrado por las Cortes mexicanas, la cual se encargara de hacer una constitucin anloga a las necesidades del pas. Mientras eso pasaba, seguira vigente la Constitucin de 1812 en los aspectos que no contrariaban a la Independencia. El asunto crucial, claro, es que ni Fernando VII ni ningn otro representante de su corona asumiran el ofrecimiento mexicano porque consideran que seguan en guerra con el recin formado pas. As lo fue hasta 1840. Iturbide asumi el puesto vacante y aunque el sistema de gobierno mexicano cambiara en los aos subsecuentes, la tierra estaba lista para ver un creciente nmero de conflictos entre peninsulares y mexicanos, ya sea por causas econmicas, polticas o sociales, siendo tal vez la expulsin de espaoles del pas en 1827, en el gobierno de Guadalupe Victoria, el momento ms crtico. Cabe sealar que un ao antes de la llegada de Zamacois a Mxico, en 1839, haba unos 5 mil espaoles en Mxico3.

Es importante recordar que en esos aos, y todava en la segunda mitad del siglo XIX, la colonia espaola estaba constituida por dos ramas. Por un lado, los espaoles que ya residan en la Nueva Espaa al efectuarse la independencia, y que segn los Tratados de Crdoba, al consumarse la separacin, se convirtieron en ciudadanos mexicanos. A partir del establecimiento de la legacin espaola en Mxico, este grupo se convirti de inmediato en el protagonista de muchos de los problemas que surgieron entre la nacin mexicana y la espaola, pues ya eran poseedores de un importante poder econmico y social y, por lo mismo, tambin poltico. Uno de los primeros asuntos que el ministro espaol Caldern de la Barca trat a su llegada el pas en 1839 fue justamente el estatus jurdico de sus compatriotas. Las leyes mexicanas establecan que todos los extranjeros que residan en el pas deban pedir anualmente una carta de seguridad que tena que ser solicitada por los ministros diplomticos al gobierno de Mxico. Por tanto, uno de los primeros asuntos que Caldern atendi fue tratar de evitar que a los espaoles se les obligara, contra su voluntad, a ser ciudadanos mexicanos y buscar que el gobierno los reconociera como sbditos de su majestad catlica y les otorgara su respectiva carta de seguridad, que en ese momento se les negaba por ser considerados ciudadanos de este pas4. Por el otro lado tenemos la deuda espaola en Mxico, la cual no se resolvi sino hasta 1890.

El origen del conflicto econmico haba sido el tratado de paz definitivo firmado entre Mxico y Espaa en 1836, en donde se estipulaba que el gobierno mexicano reconoca como deuda interna toda la que haba contrado el gobierno espaol durante el virreinato, y ambos gobiernos, as como lo que los sucedieran, desistiran de hacer cualquier reclamacin. Sin embargo, el asunto no era sencillo, pues en Mxico exista una ley, del 28 de junio de 1824, que se refera al reconocimiento de deudas pblicas y cuyo artculo primero estipulaba que se reconoca las deudas contradas en la nacin mexicana por el gobierno de los virreyes hasta el 17 de septiembre de 1810. Por lo que, mientras esta ley aceptaba la deuda hasta dicha fecha, el tratado de paz estipulaba que Mxico reconoca las deudas contradas durante los 300 aos que dur el virreinato, es decir, hasta septiembre de 1821. El problema de Mxico, incluso desde la antes de la Independencia, es que viva una situacin econmica precaria. Sus ingresos se basaban en rentas aduanales, no en la produccin interna, y desde que se form el gobierno independiente de Iturbide, la burocracia y los militares que lo haban sostenido en el poder sumaban la mayor parte de los gastos del erario5.

Los conflictos financieros derivaran en una invasin por parte de las naciones europeas acreedores, dcadas despus. En el frente poltico social, la conspiracin monrquica de 1845-1847 polariz a los realistas mexicanos que apoyaban esa vieja forma de gobierno y a los liberales, que desde entonces desconfiaron de los primeros. La consecuencia fue un fuerte antihispanismo entre la sociedad mexicana.

Zamacois llega al pas en ese delicado contexto nacional. Siguiendo la tradicin de su poca, el espaol contribuy sus escritos en diversas publicaciones peridicas mexicanas, incluyendo La Espada de Don Simplicio (1856). Previamente ya haba publicado Los misterios de Mjico (1851). En ambas tribunas intentaba crear una cultura nacional y un ambiente de concordia entre espaoles y mexicanos. Antes de salir por dejar el pas en 1857, tal vez por un clima adverso contra los peninsulares que haba derivado en actitudes antihispnicas, Zamacois promovi el reencuentro entre mexicanos y espaoles. En enero de ese ao se haban roto las relaciones diplomticas entre ambos pases. De este modo, coincidi con su coterrneo Anselmo de la Portilla en el anhelo por que se concretaran el entendimiento y la fraternidad entre estos dos pueblos6. Para esa fecha ya haba publicado distintas obras literarias y poticas.

Despus, en 1860, Zamacois regresa Mxico en un momento cuando an se realizaba la incursin militar francesa en el pas, sino que ms bien haba un comps de espera, de previsin. Y con Maximiliano en Mxico, Zamacois se convierte en un observador privilegiado y lo plasma en sus columnas en los peridicos imperialistas El Cronista de Mxico y La Sociedad Mercantil. El autor permanece en el pas cuando se instaura la Repblica en 1867, pero en 1873 regresa a Espaa, sitio en donde finalmente comienza a redactar su magna obra sobre Mxico. Regresa a Mxico en 1883, tal vez con la intencin de presentar la obra en la sociedad porfirista, pero fallece en 1885 en la capital del pas.

Qu objeto persigue su Historia de Mjico, obra que abarca 18 mil pginas extendidas en 20 tomos? Zamacois quiere hace una historia integral del pas. Por eso quiere indagar, identificar y difundir los orgenes y rasgos culturales de la nacin mexicana, los cuales serviran como elementos unificadores de los mexicanos. La informacin est dividida en forma cronolgica, manteniendo un orden que, de acuerdo con Zamacois, explica el progreso de la nacin a travs del tiempo. Tal vez por un rasgo de su poca le dedica mayor presencia a la poca independiente de Mxico (9 tomos) en relacin al Mxico prehispnico (uno), la Conquista (tres), la Colonia (dos) y otros cinco al movimiento de independencia. El proceso termina en la obra hasta 1867, cuando Zamacois ve que Benito Jurez tiene las condiciones a su favor para instaurar la estabilidad en el pas. Los tomos fueron publicados entre 1876 y 1882, pero Zamacois los comenz a preparar desde 1860, cuando an estaba en Mxico, para poder recopilar la informacin de muy distintas fuentes: reales rdenes, circulares, actas, documentos hemerogrficos, observaciones directas, las obras historiogrficas de Carlos Mara Bustamante y Lucas Alamn. La lectura de la obra es gil, galopante, pues el autor no tiene miedo a utilizar la riqueza del lenguaje y las metforas para explicar los hechos climticos de la historia mexicana.

Mxico es la segunda patria del vasco. Es un conservador, pero con toques ilustrados, pues entiende la historia como un devenir, como un proveco, y para dicho propsito es esencial mantener la estabilidad, la paz y el orden. Pero Zamacois no es un tradicionalista, no aboga por una regresin histrica. Siendo la prosperidad de los pueblos una proclama del movimiento ilustrado, recay sobre el autor el influjo del "espritu del siglo, aunque tambin podramos decir que coincidi con los postulados del positivismo que empezaba a germinar en Mxico por las mismas fechas en que el historiador vizcano trabajaba en su Historia de Mjico7. La historia enlaza una poca con otra, presentando sus luces y adelantos, afirma Zamacois en la introduccin de su obra. El acontecer mexicano es ascendente y progresivo y no est exento de un motor divino.

La Historia de Mjico ha sio catalogada como un texto de historia general de nuestro pas. Esto se debe a que el autor concibe los hechos de la nacin bajo un fin pragmtico en el cual los grandes hombres juegan un papel fundamental. La historia tiene un fin pragmtico, didctico, pues ensea a los hombres las malas y buenas acciones aquellos hombres que les precedieron.

Tal es el caso del tomo VII de su extenso trabajo, en donde habla de la gesta independentista. El captulo X del mismo lo dedica a Morelos. En su relato se propone conciliar a la sociedad mexicana porque, bajo su lgica, la Nueva Espaa ha alcanzado para ese momento su mayora de edad y ha adquirido el derecho de independizarse de la metrpoli espaola. Por eso subraya las acciones de los grandes hombres que impulsaron la gesta. No hay odio hacia los conquistadores, hay un camino lgico que innevitablemente deviene en un pas nuevo. Son fases de un mismo proyecto que permiten unificar los intereses de los liberales y conservadores porque cada grupo, bajo su lgica, est buscando un mismo objetivo. No hay hroes o traidores, un cambio radical con lo que haban escrito otros historiadores del siglo XIX. No hay razn de enfretamientos partidistas. A Morelos lo describe como un ser excepcional y resalta su aspecto clerical (el autor era catlico practicante), pero ms que eso, lo coloca como un personaje sin el cual no se entiende el proceso independista en el sur del pas una vez que ha cado Miguel Hidalgo. Morelos es un gran militar, combate en ejrcitos bien formados, a diferencia de Hidalgo, que usaba grandes bloques de gentes sin orden ni preparacin que huan al primer caonazo:

La fisonoma de Morelos era el espejo que reflejaba su carcter.Su severo ceo, que se mantenia inalterable como las rocas del maras en los embates de sus alteradas ondascomo en la calma, revelaba la firmeza de sus resoluciones,la calma y la frialdad que precedan a susdeterininaciones irrevocables, una vezconsideradas convenientes al resultado de sus planes....Haba abrazado la causa de la independencia por ntima conviccion8

La informacin exclusiva que Zamacois extrado del Archivo Nacional de Mjico luce en su obra. Rara vez se haba descrito al caudillo del sur de esta forma, con este nivel de humanidad:

En sus costumbres, no guard toda la purezaque corresponde al sacerdote catlico,y en consecuencia de humanas fragilidades, tuvovarios hijos en mujeres desconocidas do su pueblo.Sus armas favoritas...eran las pistolas, y siemprellevaba un par de ellas en los bolsillos de la chaqueta,cuando iba de pie; otro par en la cintura cuando ibaa caballo, y dos pares ms en la cabeza de la silla de montar...Cuando se acostaba, colocaba las pistolasjunto a la cabecera del lecho, y por las tardes solaejercitar largos ratos en tirar al blanco con ellas. Sumanejo en los caudales que entraron en su poder fusiempre puro. Muchas y gruesas fueron las sumas quetuvo a su disposicin en los cinco aos que hizo la campaa.; pero jams separ un solo real para su provechoparticular, sino que todo lo invirti religiosamente en losgastos del ejrcito.Ageno al lujo, sus gastos personales eran rnuy reducidos,y no habiendo tornado nunca mascque lo muypreciso para llenarlos, vivi sin fausto y murisin dejar bienes ningunos de fortuna9.

El gran libertador de los mexicanos se convierte en el nmesis principal del ejercito espaol, pero en la redaccin de Zamacois stos no aparecen como villanos. La descripcin de las victoras de Morelos es sinttica, sin hacer alarde de la violencia y la sangre. Los espaoles pierden, s, pero el autor no describe su derrota con saa. La revolucin es una empresa que tiene un objetivo superior, que supera los conflictos temporales del hombre, aunque en ese lapso algunos destaquen por arriba de otros. El fin ltimo es la paz, en donde el crecimiento de las personas y de los pases es consecuencia de la armona entre los pueblos y los proyectos que defienden por breves destellos los grupos de hombres.

1Judith de la Torre Rendn, Niceto de Zamacois enHistoriografa mexicana. En busca de un discurso integrador de la nacin, 1848-1884(coords. Ortega & Camelo), UNAM, Mxico, 1996, p. 550.2Alfredo vila,El gobierno imperial de Agustn de Iturbide enGobernantes mexicanos(coord. Will Fowler), Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2008, pp. 30-31.3Adriana Gutirrez Hernndez, Jurez, las relaciones diplomticas con Espaa y los espaoles en Mxico, enEstudios de Historia Moderna y Contempornea de Mxico, nm. 34, julio-diciembre, UNAM, 2007, p. 33.4Ibid.5Brbara Tenenbaum, Sistema tributario y tirana: las finanzas pblicas durante el rgimen de Iturbide, 1821-1823 enLas finanzas pblicas en los siglos XVIII-XX (coords.Juregui y Serrano), Instituto Mora, Mxico, 1998, pp. 209-226,passim.6De la Torre Rendn,Op.Cit, p.552.7Ibid, p. 561.8Niceto de Zamacois,Historia de Mjico, desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo VII, Parres y Comp. Editores, Barcelona-Mxico, 1878, p. 44 (Versin E-book disponible en http://www.bicentenario.gob.mx/).

9Ibid, p. 47-48

REFERENCIAS CITADAS

VILA, A. El gobierno imperial de Agustn de Iturbide en Gobernantes mexicanos (coord: Will Fowler), Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2008, pp. 29-49.

DE LA TORRE RENDN. Niceto de Zamacois en Ortega y Camelo (coords) Historiografa mexicana. En busca de un discurso integrador de la nacin, 1848-1884, UNAM, Mxico, 1996, pp. 549-572.

GUTIRREZ, A. Jurez, las relaciones diplomticas con Espaa y los espaoles en Mxico, enEstudios de Historia Moderna y Contempornea de Mxico, nm. 34, julio-diciembre, UNAM, 2007, pp. 29-63

TENENBAUM, B. Sistema tributario y tirana: las finanzas pblicas durante el rgimen de Iturbide, 1821-1823 en Luis Juregui y Jos Antonio Serrano Ortega (coords.), Las finanzas pblicas en los siglos XVIII-XX, Instituto Mora, Mxico, 1998, pp. 209-226.

ZAMACOIS, N. Historia de Mjico, desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo VII, Parres y Comp. Editores, Barcelona-Mxico, 1878. (Esta versin E-book de la obra completa se encuentra disponible en http://bit.ly/19nJxdL, sitio de la Biblioteca Digital Mexicana)