Nicos Cavadías - Poesía completa

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HERMAION HERMAION HERMAION HERMAION Documentos de trabajo: edición y traducción de textos griegos Nicos Cavadías La cruz del sur Poesía completa Edición, traducción y notas de David Hernández de la Fuente 02 – 2007

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Poesía completa del poeta griego contemporáneo Nicos Cavadías.

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  • HERMAIONHERMAIONHERMAIONHERMAION Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos

    Nicos Cavadas

    La cruz del sur

    Poesa completa

    Edicin, traduccin y notas de David Hernndez de la Fuente

    02 2007

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 2

    Hermaion

    Documentos de trabajo monogrficos: edicin y traduccin de textos griegos

    EditaEditaEditaEdita:

    Instituto de Estudios Clsicos "Lucio Anneo Sneca"

    Universidad Carlos III de Madrid

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 3

    INTRODUCCIN 1.Nicos Cavadas. Vida y obra.

    Nicos Cavadas es uno de los grandes poetas que Grecia ha dado al siglo veinte,

    una figura nica y atpica en la historia de la literatura de ese pas. Su obra ha

    gozado del favor de los griegos, tanto del pblico como de la crtica, y se puede

    decir que ya forma parte de la memoria colectiva de un pueblo que vive con el

    alma mirando al mar. Su voz potica, tan personal como atemporal, se enmarca

    en la lnea auroral abierta por Homero, manifestando la esencia del mar y el

    hombre, los sentimientos del exilio humano, voluntario o no, el extraamiento, el

    conocimiento de otras realidades a travs de los viajes.

    Este poeta del mar naci muy lejos de su patria, en Manchuria, en 1910.

    Este extico nacimiento se debe a la profesin de su padre, que era

    comerciante y realizaba numerosos viajes por Rusia y el Oriente. La familia de

    Cavadas proceda de la isla de Cefalonia, la mayor de las Jnicas. Su nacimiento

    en aquel lugar preludiaba acaso una vida llena de viajes y experiencias en puertos

    lejanos, que luego se plasmara en sus poemas. Se dira que algo le arrastraba

    irremediablemente a una existencia ligada al mar y a los largos viajes ya desde su

    primera infancia: el viaje de regreso desde el lejano oriente a la pennsula

    helnica es un primer contacto con las travesas del ocano, que tanta

    importancia han tenido para las letras griegas. Hablar de los griegos y el mar,

    como es sabido, es sinnimo de poesa, desde Homero hasta Cavafis, pasando

    por el inquietante viaje de los Argonautas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 4

    As, tras las vicisitudes de la Primera Guerra Mundial el padre

    desaparece unos aos en Rusia, adonde haba marchado por negocios, para

    reaparecer en 1920 sin recursos, los primeros aos del joven Nicos transcurren

    en El Pireo. All haba parientes de la madre que podran ofrecer un futuro a la

    familia. En El Pireo se educar en sus primeras letras en la escuela pblica y, ms

    tarde, estudiar el bachillerato. Cavadas habitar en el hormigueante centro

    naval de toda Grecia. El Pireo, el puerto por excelencia de Atenas y de la Hlade

    entera, acoge a Nicos podemos imaginar con su tumultuosa vida cotidiana,

    marcada siempre por la presencia de los barcos que van y vienen sin cesar.

    Los aos de adolescencia ven fraguarse una poesa que apunta alto.

    Publica Cavadas bajo pseudnimo en algunas revistas y se introduce en los

    crculos literarios de la ciudad. Sin embargo, sus poemas no van a ningn lugar.

    Cavadas est anclado, en tierra, tal vez esperando que la atraccin irresistible del

    mar ejerza en l su temprana influencia y le arrastre a dejarlo todo para navegar.

    Al trmino de su etapa de bachiller en el Gymnasio, consigue un empleo

    de oficina, con veinte aos, en una empresa naviera de El Pireo. El trabajo en

    tierra, sin embargo, no le convence en absoluto y hace lo posible para que, unos

    meses despus, le enrolen como marinero, como joven grumete, en un buque

    mercante de la compaa.

    Su primer gran viaje, en el buque Policos, tiene lugar en 1930 y las

    experiencias que va reuniendo en los puertos y en la travesa configuran su

    primer poemario, Marab, que forma parte de esta edicin. Aunque en un primer

    momento su intencin era llegar a capitn de la marina mercante, al final acab

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    por presentarse al examen de operador de radio, obteniendo el diploma en 1939.

    Desde entonces ese fue su cargo en los buques en los que viaj.

    Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Cavadas se encontr luchando en

    el frente de Albania contra los italianos. En un principio los griegos pudieron

    resistir el ultimtum y la ofensiva de Mussolini, pero despus llegaron los

    alemanes y ocuparon Grecia. Cavadas se qued durante todos esos aos en tierra

    hasta que acab la guerra. En 1945 se enrol de nuevo entre la tripulacin de un

    barco, esta vez el Corinto. Fruto de sus travesas en este barco es el libro de

    poemas Calima, que compone la segunda parte de nuestra traduccin.

    Se dice que Nicos Cavadas naveg hasta unos meses antes de su muerte,

    en febrero de 1975, a causa de una crisis cerebral. Sin embargo, puede afirmarse

    que este poeta ha alcanzado la inmortalidad, al menos en el sentido horaciano de

    lo perenne. Como se puede ver en la bibliografa orientativa que figura ms

    adelante, el nmero de ediciones de las obras de Cavadas es sorprendente y da

    idea de la popularidad del poeta.

    Marab, Calima y De travs son sus tres poemarios, que se presentan en

    esta traduccin. Los dos primeros son los ms conocidos, han pasado 31 veces

    por la imprenta, entre ediciones y reimpresiones. Ya en el momento de su

    muerte, estos dos libros se haban reeditado en diez ocasiones y haban vendido

    doce mil ejemplares. Ya entonces una generacin entera de marineros y

    emigrantes griegos haba aprendido de memoria sus versos los versos de

    marab, como lleg a ser conocido y los haba recitado en sus viajes.

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    Public otras obras, pero fueron menos difundidas: la fama de Marab y

    Calima fue casi inmediata y las eclips. Entre ellas destacan La Guardia, su

    nica novela, de 1954. El tercer libro de poemas, Traverso, fue publicado

    pstumamente en 1975, muy poco despus de su muerte. La Guardia, traducida

    recientemente al espaol1, cuenta 26 ediciones y Traverso, su ltimo poemario,

    24. Otras obras pstumas de Cavadas que se han publicado son Li, De la guerra

    y A mi caballo.

    Han contribuido a esta fama, adems, las versiones de sus poemas que han

    cantado distintos cantautores griegos a partir de los aos setenta2. La crtica y el

    pblico fueron unnimes al juzgar nica e irrepetible la voz potica de Cavadas,

    personal y fascinante. No tiene encaje en los movimientos literarios de su poca,

    siempre anduvo a la deriva en eso tambin. En continua navegacin por todo el

    mundo, Cavadas siempre vivi apartado de cualquier clasificacin, inaccesible a

    crticos, compaeros poetas y pblico, retirado como un verdadero eremita del

    mar que slo de cuando en cuando se permitiera un par de das en tierra, junto a

    su querida hermana. Viaj hasta el ltimo momento, incluso cuando la muerte se

    lo llev a su oscuro puerto, viaj, como dira Proust, con esos ojos nuevos que

    tiene el autntico viajero.

    2. Mal du dpart, xeniti y otros conceptos tiles.

    La poesa de Nicos Cavadas est fuertemente enraizada en la lrica popular

    griega y, a la vez, es enormemente innovadora al recoger, con toda sinceridad,

    1 Nicos Cavadias, La Guardia, Glvez, Natividad (tr.), Ediciones del Oriente y del Mediterrneo, Guadarrama, 1994. 2 M. Koch y T. Mitkroutsicos han compuesto msica con sus versos. Los discos ms populares son O Stavros Tou Notou, (La cruz del sur), poema que da ttulo a la presente edicin y traduccin, y Grammes ton Orizonton

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    influencias de otros poetas griegos y europeos. Ya sorprende la decisin de usar,

    en pleno auge de las vanguardias europeas, el verso tradicional de la poesa

    neogriega, el llamado poltico o decapentaslabo. Con ello, el poeta se entronca

    en una tradicin literaria de antigua procedencia en cuanto a la forma: la lrica

    popular florece en la literatura griega desde la poesa de la Creta veneciana

    anterior a la dominacin turca, en el siglo XVIII.

    Por otra parte, en cuanto al contenido, el tema que predomina en Cavadas

    es el hombre en busca de su lugar el ubi consistam, esa ntima pregunta, el

    espritu errabundo, que est presente en Grecia desde la historia de Odiseo hasta

    la taca de Kavafis. A veces, el viaje interior se exterioriza en paisajes exticos y

    mares lejanos, como en el caso de Cavadas.

    Es tema recurrente en su poesa el extraamiento, el exilio, ese

    sentimiento que los griegos pueblo emigrante y viajero llaman xeniti y que

    encuentra en Cavadas un melanclico cantor. La nostalgia es, en su sentido

    etimolgico, el dolor por el regreso a casa, ese dolor que siente Odiseo an lejos

    de su taca. En la xeniti a la que nos referimos hay una paradjica ambivalencia:

    el destierro, el exilio es a la vez voluntario y forzoso. Un exilio vivido en una

    soledad total, que en la poesa de Cavadas es representada por el marino3.

    Voluntario por ese espritu vagabundo que incita al hombre a viajar, en un

    viaje que le cambia totalmente. Forzoso porque la nostalgia, el dolor por la vuelta

    (Lneas del horizonte), con intrpretes como Giorgos Dalaras, Vassilis Papakonstantinou y Charis y Panos Katsimichas. 3 Vase el reciente libro de Deliyiannis, Yorgos, O nautikos kai to provlima tis monaxias stin pisi tou Niko Kavvada, Idmon, Atenas, 2002.

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    a casa, muerde con fuerza el corazn. Bien lo saba Odiseo en su largusimo

    viaje.

    Y cuando se llega a casa, despus de aos de errar, sobreviene el mal du

    dpart, como en el poema de Cavadas, esa locura por los viajes que atormenta

    al marinero en tierra. Como despus de cualquier viaje que haya valido la pena,

    ya nada vuelve a ser lo mismo para el marinero en tierra.

    La traduccin de los poemas de Cavadas que se presenta en esta edicin

    bajo el ttulo de La cruz del sur por uno de los poemas de mayor fama,

    representa su produccin potica al completo, que fue escasa pero

    de gran repercusin. Los dos poemarios ms clebres, Marab y Calima, son dos

    libros en dos momentos de la vida y de la bsqueda del poeta, y conllevan

    inevitablemente dos estilos diferentes. El primero, el de Marab, es descriptivo y

    narrativo. Como si de una fbula de los mares se tratase, el poeta describe los

    lugares y los personajes de sus viajes: Nagel el timonel, Willy el fogonero, el

    sombro grumete a punto de hundirse en el ocano, el enloquecido capitn

    Fletser, etctera. Historias portuarias, de mujeres perdidas y mares del sur.

    Historias de amor triste y cruel, de locura, de tatuajes y tempestades. Drogas y

    mujeres que marcan para siempre, burdeles y cabarets de mala muerte: el

    ambiente que se transmite en el rebtiko, la msica marginal que trajeron de Asia

    Menor los exiliados griegos y que habla de este universo de narcticos y

    ensueos. Todo esto nos lo cuenta Cavadas en esta primera etapa: historias de

    mares lejanos narradas de tal manera que el lector se siente como si las escuchara

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    en la cubierta de un barco junto otros marineros que se distraen de las pesadas

    guardias.

    La segunda etapa, que representa el poemario Calima, est caracterizada

    por un intimismo ms acentuado. Los viajes ya no son de juventud, sino de

    madurez. Es la segunda vez que se embarca en la travesa de un poemario, y el

    pesimismo impregna casi todos los versos. La introspeccin del paso a la edad

    adulta y los terribles sucesos que presencia el poeta hasta su segunda gran

    travesa ensombrecen este libro, lo hacen ms opaco, menos narrativo y ms

    impulsivo. La fabulacin y los personajes de Marab dejan paso a la

    interpelacin continua a una mujer tortuosa y desconocida. Los versos se hacen

    ms oscuros, pero tambin ms autnticos: el carcter sombro de este segundo

    libro evidencia los duros aos que ha pasado el poeta en tierra durante la guerra.

    A pesar de su participacin en la Segunda Guerra Mundial, Cavadas fue

    criticado a menudo durante su vida por su aparente indiferencia hacia la poltica.

    En un pas como Grecia, tan convulsionado durante el siglo veinte por las dos

    guerras mundiales, las guerras balcnicas, el desastre de la guerra greco-turca en

    1922 y las confrontaciones civiles que marcan la posguerra del cuarenta y cinco,

    es casi imposible permanecer al margen de la poltica. Y las posiciones viscerales

    a veces acusan a quienes militan ms discretamente de no tener implicacin

    alguna.

    As ocurre con Cavadas, que, alejado en su travesa interior y en sus

    ocanos, pasa por ser un poeta sin ideas polticas. Pero esto est alejado de la

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    realidad. El poema dedicado a Federico Garca Lorca4 da idea de su credo

    poltico en otros poemas de Calima se pueden ver referencias a la guerra y un

    reciente estudio ha tratado ampliamente este tema5. En Calima se nota la

    preocupacin y el pesimismo que provocan estos aos oscuros: la ocupacin

    alemana, la guerra mundial y, a su fin, la guerra civil griega y la represin a las

    izquierdas.

    En tercer lugar tenemos los poemas de De travs, que, en cierto modo,

    continan la lnea que marc el poeta en Calima. Y van ms all. Son poemas de

    vejez, compilados pstumamente. Hay un tiburn blanco que ya espera a

    Cavadas y se llama la muerte. As se puede sentir en unos versos que repasan

    imgenes y pasajes de la vida, de los puertos y de los viajes. Destellos de la

    memoria del marino poeta que iluminan este libro crepuscular. Y el colofn

    perfecto son los Cuentos para Filipo, las historias que, entre amargura y sonrisas

    melanclicas, dedic el viejo marinero a su sobrino honorario, el pequeo Filipo.

    3. Sobre esta traduccin

    Es inevitable terminar esta breve nota preliminar haciendo referencia a la

    presente traduccin. La poesa es tan difcil de traducir como de definir, as que

    no buscar ninguna justificacin para los criterios que se han observado a la hora

    de acometer este trabajo. Como se ha apuntado, la poesa de Nicos Cavadas es

    musical, eminentemente narrativa y est arraigada aparte de sus conexiones con

    otros autores en la lrica popular y las canciones griegas. Por tanto, todo intento

    4 Traducido y comentado por M T. Lpez en su artculo Federico Garca Lorca, poeta en Grecia en

    Erytheia 13, 1992, pp. 203-216 y, de nuevo, por m en Nicos Cavadas y Espaa vista desde el mar, Erytheia 25 (2004) 287-302. 5 Philippos Philippou, O politiks Nicos Kavvadas, Ekdoseis Agra, Atenas, 1996.

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    de traduccin al espaol debe intentar respetar en cierta forma esas

    caractersticas. Posee adems la dificultad adicional de su terminologa marinera,

    para la cual somos deudores del glosario de G. Trapalis6 y de las indicaciones de

    otro marino entraable, mi padre, al que dedico esta versin castellana.

    Se ha optado por una traduccin que mantenga en lo posible la literalidad

    y el esquema verso por verso. Sin embargo, se ha intentado imprimir algo de

    ese comps musical de la mtrica que usa Cavadas (fundamentalmente el

    decapentaslabo, pero tambin se encuentran endecaslabos y otros metros). La

    rima, en cambio, que est presente en todos los poemas, no se ha intentado

    trasladar al castellano. Cavadas es osado en las rimas y supera la tradicin

    potica introduciendo a menudo palabras extranjeras. Al realizar esta modesta

    tentativa de versificacin castellana, alguna palabra del griego original se ha

    sacrificado en aras del ritmo, algn trmino marinero ha sido sustituido por otro

    de ms reciente cuo, pero siempre se ha tratado de respetar el espritu de los

    versos y de traicionar lo menos posible si es que esto puede decirse de un

    traductor la poesa de Nicos Cavadas.

    Para el texto, nos hemos basado en la edicin de Agra. Es monotnica,

    siguiendo las convenciones de la publicacin en internet de textos griegos

    modernos.

    David Hernndez de la Fuente

    6 G. Trapalis, Glossari sto ergo tou Nikou Kavvada, Ekdoseis Agra, Atenas, 1991.

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    BIBLIOGRAFA DE REFERENCIA

    Obras y ediciones de Nikos Kavadas:

    Marab: 1 ed. Kklos 1933, 2 ed. Galaxas 1961-19714, 3 ed. Kdros, Atenas 1975-198916, 4 ed. gra, Atenas 1989-199710 (, 1 . 1933, 2 . 1961-19714, 3 . , , 1975-198916, 4 . , 1989- 199710)

    Calima. 1 ed. A. Karavas 1947, 2 ed. Galaxas, Atenas 1961-19714, 3 ed. Kdros, Atenas 1975-198916, 4 ed. gra, Atenas 1989-199710 (, 1 . . 1947 , 2 . 1961-19714, 3 . , 1975-198916, 4 . , 1989-199710)

    La Guardia. 1ed. A. Karavas, 1954, 2 ed. Kdros, Atenas 1980-198916, 3 ed. gra, Atenas 1989-19969 (, 1 . . 1954, 2 . , 1980-198916, 3 . , 1989-19969)

    Travs, 1 ed. Kdros, Atenas 1975-198914, 2 ed. gra. Atenas 1989-199710 (, 1 . , 1975-198914, 2 . , 1989-199710)

    Li, 1 ed. gra, Atenas 1987-199710 (, 1 . , 1987-199710)

    De la guerra / A mi caballo, 1 ed, gra, Atenas 1987-19977 ( / , 1 . 1987-19977)

    / . , .

    , 1995

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    Algunas traducciones y estudios:

    Barbe, Michelle, Nikos Kavadas, Li: nouvelles, suivi de De la guerre /A mon cheval, Climats, Castelnau-le-Lez, 1990.

    Bogasaris, Angelos, Nikos Kavvadas (Marambou). O megalos erastis tis thalassas, Iolkos, Atenas, 2002. (, , (). , , 2002)

    Darragh, Simon (tr.), Wireless operator: selected poems of Nikos Kavvadias. London Magazine Editions, Londres 1998.

    Delopoulos, Kyriakos, Nikos Kavvadias, vivliographia 1928-1982, Ellenik Logotechnik kai Istorik Archeo, Atenas, 1983. (, , 1928-1982, , 1983.)

    Deligiannis, Giorgos, O nautikos kai to provlima tis monaxias stin pisi tou Niko Kavvada, Idmon, Atenas, 2002. (, , , ,

    2002) Glvez, Natividad (tr.) Nikos Kavvadias, La Guardia, Ediciones del Oriente y del

    Mediterrneo, Guadarrama, 1994. Hernndez de la Fuente, David, Nicos Cavadas y Espaa vista desde el mar, Erytheia

    25 (2004) 287-302. , La cancin rebtika y la poesa griega de entreguerras, Alhucema 11 (enero-junio

    2004) 136-141 , Nicos Cavadas, Piedra de Molino 4 (2005) 33-37. Korphis, Tasos, Nikos Kavvadias: symbole ste melete tes zoes kai tou ergou tou, Kedro,

    Atenas 1978, 1983 [reedicin Properos, Atenas 1991] (, , : , ,

    1978, 1983 [ 1991]) Len, Beatriz, La poesa de Nikos Kavadas (tesis doctoral indita, dir. Juan Bautista

    Rodrguez) Universidad de La Laguna, 1998. Lozano, Alfonso (trad.), Potica, Madrid, Alfonso Lozano editor, 2006. Mike, Maire, "Vardia" tou Nikou Kavvada: eikono-grapheseis kai metamorphoseis,

    Ekdoseis Agra, Atenas, 1994 (, , : - , , , 1994)

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 14

    Moreno Jurado, J. A., Herrera Montero, R. y Silvn, A. (tr.), Nueve maneras de mirar el cielo: Nikos Engondulos, Nikos Kavadas, Manolis Anagnostakis, Miguel Gmez Ediciones, Mlaga, 1996.

    Philippou, Philippos, o politiks Nikos Kavvadas, Ekdoseis Agra, Atenas, 1996 (, , , , , 1996)

    Saurnier, Michelle (tr.), Nikos Kavadas, Le Quart, Climats, Castelnau-le-Lez, 1989. Trapalis, Giorgos, Glossari sto ergo tou Nikou Kavvada, Ekdoseis Agra, Atenas, 1991

    (, , , , , 1991)

    VV.AA., Efta keimena gia to Niko Kabbada, Polytypo, Atenas 1982 ( , , , 1982)

    Warhaft, Gail Holst (tr.), The Collected Poems of Nikos Kavadias, Adolf M. Hakkert, Amsterdam, 1987.

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 15

    MARAB A Mema Galiatsato

    Rien nest beau comme a matelot pour un homme TR. CORBIRE

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 17

    MARABi

    Dicen los marineros que viajan conmigo

    que soy un tipo agrio, intratable y malvado,

    que odio a las mujeres de una manera ruin

    y que yo nunca suelo acostarme con ellas.

    Y an dicen ms, que tomo hachs y cocana,

    que una pasin terrible me tiene posedo,

    que tengo el cuerpo lleno de horribles tatuajes,

    extraos y angustiosos, con los que estoy marcado.

    Y an dicen otras cosas peores, muchas ms,

    que, sin embargo, son mentiras e invenciones.

    Pues lo que de verdad me marc mortalmente,

    no lo ha sabido nadie, a nadie dije nada.

    Pero ahora que ha cado la tarde tropical

    y huyen hacia el oeste aquellos marabs

    hay algo que me incita a poner por escrito

    aquel suceso oculto que siempre silenci.

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    Nmero 02 2007 19

    Yo fui una vez grumete en un barco correo

    que llevaba las cartas de Egipto al sur de Francia.

    Entonces conoc a mi flor de los Alpes

    y nos lig una estrecha amistad fraternal.

    Era aristocrtica, ligera y melanclica,

    hija de un rico egipcio que un da se mat.

    Viajaba sus penas hacia tierras lejanas

    acaso all sucede que las penas se olviden.

    Sola llevar con ella el Journal de Bashkirtsev,ii

    o lea con ardor a la santa de vila.

    A veces recitaba tristes versos franceses

    y se quedaba horas mirando el mar azul.

    Yo slo conoca los cuerpos de las putas

    tena un alma ablica herida por la mar,

    ante ella recobr la gracia de la infancia

    y en xtasis le oa hablar como un profeta.

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    Nmero 02 2007 21

    Le puse un da al cuello una pequea cruz

    y ella me regal una hermosa cartera.

    Me sent desdichado, el ms triste del mundo

    cuando un da llegamos al fin a su destino.

    Muchas veces pens en ella al navegar

    como mi baluarte, como mi ngel guardin,

    y su foto en el puente para m era un oasis

    que uno hubiera encontrado en medio del desierto.

    Creo que debera ya detenerme aqu,

    tiembla mi mano, el aire caliente me fustiga.

    Las flores tropicales apestan en el ro

    y all a lo lejos grazna un torpe marab.

    He de seguir!... Un da en un puerto extranjero

    me emborrach con whisky, ginebra y con cerveza,

    y sobre medianoche, tropezando pesado,

    me dirig a las casas sucias de las perdidas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 22

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 23

    All srdidas hembras arrastran a los hombres

    y de repente una me arrebat el sombrero

    viejo hbito francs del barrio de las putas

    y casi sin quererlo entonces la segu.

    Era un cuartito oscuro, tan sucio como todos,

    a pedazos caa la cal de las paredes.

    Ella, un andrajo humano que hablaba roncamente

    con los ojos oscuros, negros y endemoniados.

    Le dije que apagara la luz. Camos juntos.

    Mis dedos recorrieron sus huesudas costillas.

    Heda a absenta. Despert, que dicen los poetas,

    cuando la aurora extiende sus ptalos de rosa.iii

    Cuando le vi la cara con las primeras luces

    me pareci tan digna de lstima y maldita,

    que con extrao horror, como si me aterrase,

    me saqu la cartera veloz para pagarle.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 24

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 25

    Doce francos franceses... y lanz un alarido

    y vi que me miraba con sus ojos salvajes

    y tambin mi cartera... pero yo me qued

    con la mirada inmvil en la cruz de su cuello.

    Olvid mi sombrero, como un loco corr,

    un loco que vacila y que se tambalea,

    pues llevaba en la sangre la horrible enfermedad

    que juega con mi cuerpo y an hoy lo tortura.

    Dicen los marineros que viajan conmigo

    que hace mucho tiempo que no veo a mujer

    que soy pellejo viejo, que tomo cocana,

    mas si ellos lo supieran me compadeceran...

    La mano tiembla... fiebre... He olvidado mucho.

    En la ribera veo un marab muy quieto,

    y mientras l me mira a su vez insistente,

    nos parecemos creo: estpidos y solos.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 26

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    S.O.S. ,

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 27

    UN GRUMETE EN EL PUENTE EN MOMENTOS DE PELIGRO

    Cicln y tempestad en el diario de a bordo.

    Mandamos S.O.S. a otros barcos lejanos

    y yo que observo, plido, el ndico bestial,

    no creo que ya nunca lleguemos a Batavia.

    Pero no importa porque nosotros, marineros,

    hemos vendido el alma al diablo, segn dicen.

    Mas pienso en una madre sombra y amargada

    esperando a su nio despus de tantos aos.

    S que no hay esperanza en nuestra situacin.

    Se est inundando el puente con las olas del mar

    y yo slo lamento que no puedo decir

    a nadie los secretos que atormentan mi alma.

    Seor! Yo slo tengo diecinueve aos

    y he recorrido tierras lejanas muchas veces.

    Seor! Mi corazn de nio es inocente,

    pero he viajado tanto, tanto he pecado ya...

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 28

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 29

    Perdname... Una vez que haba bebido mucho

    y ya no controlaba mis actos, en Argel,

    pele por una mora que bailaba desnuda

    y a alguien en el pecho le clav mi cuchillo.

    Perdname... Una tarde borrosa en Santa Fe,

    mientras una mujer me estrechaba en su abrazo,

    le quit de su media un fajo de billetes,

    sueldo de todo un da en su srdido oficio.

    Y an hay ms, Seor... vergenza es confesarlo

    (pero eran rojos y hmedos sus labios tan hermosos

    y alguien tocaba triste la guitarra espaola)

    con un chico judo me acost en Sevilla.

    Dios mo... este cuerpo tan lleno de pecado

    en breve caer muerto en la hmeda prisin,

    pero yo slo pienso en los galones de oro

    y en el grumete triste que no los llevar.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 30

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 31

    LOS GATOS DE LOS BARCOSiv

    Siempre en los barcos cran un gato los marinos,

    al que todos adoran sin saber bien por qu.

    Cuando acaban sus guardias viene corriendo el gato

    a enredarse en sus pies para que le acaricien.

    Las tardes, cuando el mar golpea contra el casco

    y lucha con gran fuerza por destrozar los clavos,

    el gato, en el pesado silencio de la proa,

    es para ellos como compaa de mujer.

    Perezoso y soberbio, como todos los gatos

    tiene los ojos grises con electricidad.

    Y mientras acarician despacio su espinazo

    diras se deshace en espasmos de placer.

    Igual a la mujer en sus sueos y enfados,

    los marinos le adoran por eso mucho ms,

    cuando mira a los ojos, lnguido e indolente,

    diras que le posee una fiebre especial.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 32

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 33

    Siempre lleva un collar de cobre en torno al cuello,

    un talismn contra la maldicin del acero

    y, sin embargo, ay, nunca pueden guardarse de ella,

    de la lbrega muerte con ese talismn.

    Y es por sus fieros ojos, hmedos y magnticos,

    porque as, sin quererlo, atraen al negro acero.

    Malla y se vuelve loco, mirando al infinito,

    moviendo a los marinos a un llanto oscuro y mudo

    Poco antes de la muerte de uno de los marinos

    uno que vio sucesos terribles en su vida

    acaricindole mir un momento en sus ojos

    y despus le arroj al salvaje ocano.

    Y entonces los marinos, de duro corazn,

    esconden su tristeza afligidos en proa,

    y una extraa amargura les muerde como cuando

    pierden a una mujer clida de su amor.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 34

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 35

    UN CUCHILLO

    Siempre llevo ceido aqu en mi cinturn

    un cuchillo pequeo, africano, de acero

    como aquellos que llevan los rabes consigo

    que le compr a un viejo mercader en Argel.

    Como si fuera ayer, recuerdo al anticuario,

    se pareca a un cuadro, a un viejo leo de Goya,

    de pie al lado de espadas y uniformes rados

    que con su ronca voz me dijo estas palabras:

    Este cuchillo que t me quieres comprar

    est envuelto en leyenda y en historias extraas,

    y quienes lo tuvieron dicen alguna vez

    a una persona amada dieron muerte con l.

    Don Basilio mat con l a Doa Julia,

    a su hermosa mujer, porque lo haba engaado.

    Y el conde Antonio mat a su pobre hermano

    en secreto una tarde con el mismo pual.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 36

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 37

    Por celos mat un moro a su mujer amada

    y a un contramaestre griego mat cierto italiano.

    Mano tras mano ha ido a parar a mis manos

    y aunque mis ojos vieron muchas cosas, me asusta.

    Mralo, ven aqu. Tiene un ancla y un escudo.

    Toma, es ligero, pesa casi un cuarto de kilo,

    pero yo en tu lugar comprara otra cosa.

    Cunto pues? Siete francos. Si quieres tmalo

    Siempre llevo ceida una daga al cinturn

    que de algn modo hizo que yo la hiciera ma,

    y como nunca odi a muerte en este mundo

    temo volverla un da contra mi propio pecho...

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 38

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 39

    CARTA AL POETA CSAR EMANUEL Parece que ya nada nada nos salvar

    CSAR EMANUEL

    Yo s que hay algo, Csar, que podra salvarle,

    algo que siempre est en secular fluir,

    que parte en dos la turbia lnea del horizonte

    y viaja sin cesar por la tierra infinita.

    Algo que velozmente pondra en fuga al cuervo

    que turba los papeles que estn en su escritorio:

    huir graznando ronco y batiendo las alas

    hacia un valle desierto de los que hay en el sur.

    Algo que empaara sus peculiares ojos,

    que aman las estudiantes y los poetas tmidos;

    alegres reiran y tan esperanzados

    como, segn me dicen, no han redo jams.

    S de algo que podra salvarle, por supuesto,

    yo que no le conozco... Piense por un momento...

    Un barco... que le lleve, Csar... o que nos lleve.

    Un barco que yo mismo llevar en la distancia

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 40

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 41

    De viaje partiramos en un da de invierno

    y los remolcadores pasaran silbando,

    la lluvia regara la sucia agua del puerto

    y las gras daran la vuelta en los muelles.

    Y nos acogeran pases extranjeros,

    pases extranjeros de los ms apartados,

    se los presentara muy dulcemente a usted

    como novias antiguas y clidas amantes.

    De guardia por la tarde, los dos nos contaramos

    el uno al otro historias extraas en el puente,

    sobre constelaciones o sobre las mareas

    sobre tiempos, bonanzas, rumbos y derroteros.

    Y cuando la neblina nos arropase espesa

    podramos escuchar el llanto de los faros

    y el paso de los barcos invisibles que silban

    cuando se nos cruzaran al navegar de noche.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 42

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 43

    Lejos, los dos, muy lejos podramos viajar

    y el sol nos hallara en mutua soledad.

    Usted se fumara sus cigarrillos Camel

    y yo en alguna esquina podra beber whisky.

    Una vieja en Annam, que teje tatuajes,

    una vieja que hay en un caf atestado

    a m me tatuara un corazn sangrante

    y a usted una pelada calavera en el pecho.

    Y una tarde, en Burma o en Batavia quiz,

    en los ojos desnudos de una bailarina

    india danzando entre diecisiete puales

    vera usted quiz el regreso de Greta.

    Mejor que morir, Csar, en una habitacin,

    que una tumba pedestre, excavada en la tierra,

    no sera mucho ms potico y hermoso

    el insondable mar y sus olas salvajes?

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 44

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 45

    Qu palabras solemnes, poticas, irreales!

    Qu vulgares! Vacas, humo y ceniza son.

    Y, al leerlas, tal vez usted se sonreir,

    me compadecer moviendo la cabeza.

    He aqu, sin embargo, mi nica peticin;

    no se burle usted de estos versos que yo le envo,

    sino, como a un hermano slo le pedira,

    rece usted por el loco que le escribe estas lneas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 46

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    Steamer Tank Fjord Folden ...

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 47

    NAGEL EL TIMONEL

    A N. Rando

    Nagel Harbor, timonel noruego en Colombo,

    despus de viajar como siempre en un barco

    que parti hacia un lejano puerto desconocido,

    desembarc en su barca pesado, pensativo,

    con sus manos robustas cruzadas sobre el pecho,

    fumando en una vieja pipa amasada en barro,

    mientras hablaba slo, en una lengua nrdica.

    March apenas se fueron los barcos de su vista.

    Nagel Harbor, capitn de navos mercantes,

    al mundo entero dio la vuelta, pero un da,

    cansado, se qued de timonel en Colombo.

    Pero siempre pensaba en su pas lejano

    y en las islas Lofoten pobladas de leyendas.

    Y, sin embargo, un da se muri en su cabina

    cuando escoltaba en puerto al Steamer Tank Fjord Folden

    que hacia las islas Lofoten parta humeante...

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 48

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 49

    TENGO UNA PIPAv

    Al poeta A. Melachrinos

    Tengo una pipa holandesa de madera negra

    que fue tallada de una manera muy extraa,

    con adornos y una cabeza de sirena.

    Me la regal un da un marino dans.

    Y me dijo que l mismo all en Alejandra

    a un traficante rabe se la haba comprado.

    Y a ese rabe a su vez un da se la dio

    una mujer cualquiera en un puerto lejano.

    Muchas veces, de noche, cuando estoy en el barco,

    me enciendo en una esquina la pipa y al fumar,

    el humo gris que sale me envuelve muy despacio,

    rodendome en crculos de color malva y gris.

    Hay veces en que el humo parece una mujer,

    otras sera un puerto extranjero y lejano,

    en cuyas fras calles veo al atardecer

    a un moro misterioso que pasea borracho.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 50

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 51

    Y a veces veo ms, una rauda galera

    que con velas abiertas navega hacia lo incierto

    y a un marino sentado al lado de su mstil

    que fuma en una pipa igual a esta de aqu.

    Tengo una pipa extraa de madera tallada.

    Fumando en ella veo inslitas visiones.

    Pienso: Ser mgica. Pero luego me digo:

    ser mi neurastenia o el tabaco ingls?

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 52

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 53

    EL MONO DE UN PUERTO EN EL NDICO

    Una vez, en un puerto del ndico lejano,

    le cambi una corbata polcroma de seda

    a un cierto marroqu por un pequeo mono

    de ojos grises, oscuros y llenos de malicia.

    Morda una gran pipa en sus labios el mono

    y slo la soltaba cuando quera exhalar

    un humo denso que, segn el vendedor,

    era opio que fumaba desde que era pequeo.

    Al principio tan slo vomitaba en la proa

    y me miraba triste y en completo silencio.

    Pero al pasar el tiempo, l solo vino a m

    y se pasaba horas sentado sobre mi hombro.

    Si me tocaba guardia nocturna en la cabina

    y el tormento del sueo me horadaba los ojos,

    se quedaba sombro tiritando en mi hombro

    y muy serio miraba la brjula conmigo.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 54

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 55

    Le compraba en los puertos pltanos y bombones

    y en tierra le llevaba con una cadenita,

    nos sentbamos juntos, bebamos en los bares

    hasta que ya borrachos volvamos al barco.

    No se enfadaba nunca, me mostraba su amor,

    y ni una vez tan slo escuch sus gruidos.

    Pareca habituado a esta vida y a m,

    y yo me hice a l como a una persona.

    Pero una vez que andaba absorto junto a l,

    se escap de mis manos y se march feliz.

    Tena una gran virtud: saba guardar silencio

    y de mujer tena su innoble corazn.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 56

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 57

    UN FOGONERO NEGRO DE DJIBOUTI

    Para I. Pikramenous

    El fogonero Willy, un negro de Djibouti,

    apenas terminaba su guardia vespertina

    sola venir riendo hasta mi camarote

    y me sola hablar de las cosas ms raras.

    Contaba cmo fuman en Argel el hachs

    y cmo en Aden toman, bailando, el polvo blanco.

    Y despus, todos gritan y hablan ellos solos,

    cuando les posee el mareo de visiones.

    Me deca que l mismo, cuando haba fumado,

    se vea al galope sobre el lomo del mar,

    mientras le perseguan las sirenas con alas.

    En Aden me deca tambin lo probars.

    Yo le daba bombones, cuchillas de afeitar,

    y le adverta que el hachs destruye a las personas.

    Entonces l me alzaba a peso en una mano

    mientras las carcajadas sacudan su cuerpo.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 58

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 59

    Tena un alma inocente en ese enorme cuerpo.

    Una noche, en Marsella, en el caf Regina

    todo por protegerme de un marino espaol

    encaj una botella vaca en la cabeza.

    Y un da le dejamos consumido por fiebres

    en un lugar de Oriente para que se extinguiera.

    Oh dioses de los negros, tened piedad de Will

    dadle un poco de polvo blanco all donde est!

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 60

    GABRIELLE DIDOT

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 61

    GABRIELLE DIDOT

    Esta tarde he fijado todos mis pensamientos

    en cierta mujerzuela a quien conoc

    que estaba siempre aparte, lejos de sus hermanas,

    pues era seria y triste para la profesin.

    Y me acuerdo que a veces las otras la incordiaban,

    se burlaban de ella por su carcter serio.

    Con un gesto vulgar decan que con tiempo

    tambin se habituara igual que las dems.

    Pero ella, silenciosa, sentada en una esquina,

    acariciaba un gato de orejas puntiagudas,

    y un perro triste que se sentaba a su lado,

    un perro que jams movera la cola.

    El gato le miraba a los ojos austero,

    se le pareca en el tedio, de mirada siniestra,

    y el perro, que morda su blanqusima mano,

    en el remordimiento que muerde siempre fuerte.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 62

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 63

    A veces la cercaban extraos pensamientos

    e intentaba a menudo deca recordar,

    torturando su mente en sus horas ociosas,

    con cuntos lo haba hecho en una sola noche.

    Muchas horas miraba yo en sus ojos oscuros

    y crea contemplar en su profundidad

    mares con oleaje, archipilagos de islas,

    barquitos que zarpaban con las velas abiertas.

    Esta noche he pensado en cierta prostituta

    e invent esta cancin de aire baudeleriano.

    Segn la leas solo, silencioso lector,

    despreciars burln los versos que escrib.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 64

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 65

    LOS REZOS DE LOS MARINEROS

    A Thanasis Karabas

    En Japn los marinos antes de ir a dormir

    encuentran en la proa un rincn solitario

    y rezan muchas horas en silencio de hinojos

    ante un buda amarillo que inclina la cabeza.

    Llevan un camisn hasta los pies los chinos

    de tez amarillenta que mastican arroz,

    y hacen sus oraciones con su voz aflautada,

    mirando una pagoda de bronce que echa humo.

    Los coolies de apariencia torpe pesadamente

    doblan las rodillas mirando siempre abajo.

    Los rabes inclinan el cuerpo con comps

    mientras contra la muerte murmuran maleficios.

    Los europeos extienden las manos muy abiertas

    y en xtasis suplican invocando al Seor.

    Salmodian murmurando unos himnos catlicos

    que aprendieron de nios cuando iban a la iglesia.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 66

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 67

    Los griegos, de figura triste y atormentada,

    antes de irse a la camase suelen santiguar.

    Comienzan con voz queda rezando el padrenuestro

    y hacen en su almohada la seal de la cruz.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 68

    BORD DE L ASPASIA

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 69

    BORD DE LASPASIA

    Saliste de viaje por culpa del destino

    hacia la blanqusima pero fnebre Suiza.

    Siempre plida en cubierta, sentada en una silla,

    por aquella razn que, triste, conocas.

    Tus parientes inquietos estaban a tu lado,

    pero t indiferente mirabas la distancia.

    y a lo que te decan sonreas amarga,

    pues ya marchabas hacia la tierra de la muerte.

    Un da que pasamos al lado del Strmboli,

    le dijiste risuea a alguien en son de broma:

    Ay, cmo se parece mi cuerpo tan febril

    a la cumbre incendiada de aquel volcn que ves!

    Te vi ms adelante en Marsella y te perdiste

    entre el gento del puerto sin volverte siquiera,

    y yo que slo amaba la hmeda llanura

    afirmo que a ti s poda haberte amado.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 70

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 71

    CARTA DESDE MARSELLA

    Romp muchos papeles, amigo, al escribirte.

    Estar aqu, en Marsella, me ha mareado mucho,

    mas no pas un momento, creme, querido mo,

    sin que en mi aturdimiento haya pensado en ti.

    Pens en ti al pasear por el Boulevard des Dames

    entre dos prostitutas que estaban como locas.

    Alrededor pasaba la gente hablando fuerte,

    gente de tantas razas diras como el mundo.

    Y luego en la atestada calle de Cannabiera,

    en Porto Vecchio y en la sucia Saint Honor,

    y an otra vez, perdona, te sent junto a m

    en un escandaloso y repleto cabaret:

    Nrdicos marineros, fogoneros del sur,

    y en sus rodillas quietas las chicas del oficio.

    Tocaba la pianola y una chica silbaba

    una desparejada y vieja meloda.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 72

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 73

    Y al fin, cuando volva desde el Tartanvi borracho,

    y crea que mi cuerpo era indigno y pequeo,

    te sent muy cercano y como sonriendo,

    con tu rara sonrisa tan llena de amargura.

    Y slo en la Corniche, en cierta casa gris,

    perdido entre judos con ropas de mujer

    por un solo momento te perd de mi vista,

    como si se marchara mi ngel de la guardia.

    Maana partir y me llevar a Atenas

    recuerdos muy confusos dentro de la cabeza

    y algn regalo triste, producto de Marsella,

    que me dio una Paulinevii anteayer en los Numros.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 74

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 75

    EL CAPITN FLETSCHER Al poeta Kostas Uranisviii

    Un capitn de la marina mercante, el alemn Henry Fletscher, encall cerca de Matapn con

    el mercante Scheld, porque a causa de la niebla no pudo tomar una marcacin durante das

    con el sextanteix. Enloqueci y muri en El Pireo de una insolacin.

    Hundi el capitn Fletscher el Scheld en Matapn

    un da que las olas luchaban entre s

    y el sol no apareca para su marcacin

    ni hallaba en tierra firme ninguna referencia.

    Tan hondamente embarranc el barco mercante

    que los agudos escollos lo hicieron pedazos,

    mas la tripulacin no sufri dao alguno.

    Volvieron a El Pireo con un remolcador.

    Y a pocos das de irse los tristes marineros,

    esa muda compaa, sombra y taciturna,

    se qued Fletscher solo, dndose a la bebida

    para ahogar su amargura en sucios cabarets

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 76

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 77

    Pequeo, con su gorra de visera dorada

    y los cuatro galones de oro y sus estrellas,

    se iba al bar apenas estaba anocheciendo

    y al alba le sacaban inconsciente a la fuerza.

    Se ajaron los galones, se rompi el uniforme,

    vendi sus bellas ropas y su bolsa de cuero

    y slo se qued con aquel aparato

    sextante, que meda la posicin sol.

    Sus penas y el alcohol trabajan lentamente,

    y da tras da le empujan a un abismo insondable.

    Enloqueci de pronto. Los nios se rean

    de l y los piojos paseaban por sus barbas.

    Cuando el sol abrasaba los cielos atenienses,

    con su sextante en mano, comenz a calcular

    la altura, velozmente, de pie en una gabarra

    y blasfemaba haciendo un gesto obsceno al sol.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 78

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 79

    Pero un da que miraba al cielo con su ingenio

    parti hacia el puerto oscuro donde espera la muerte,

    mientras el sol alegre, como siempre en silencio,

    parta abrasador en su curso diario.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 80

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 81

    CARTA DE UN ENFERMO

    Tu carta recib, querido Alexis,

    preguntas cmo estoy y qu es de m,

    pues mira, le dijo a mi madre el mdico

    que me voy a morir en pocos das...

    Leyendo me aburra ya hace tiempo

    siempre los mismos libros que aqu tengo,

    ansiaba solamente cosas nuevas

    que trajesen algo de variedad.

    Lleg ayer la noticia, inesperada,

    el doctor susurraba en el pasillo

    pero la o. En mi cuarto oscureca

    y el ruido de la calle iba cesando.

    Llor, claro, debajo de mi manta.

    Me entristec. Figrate, tan joven!

    Mas luego me jur inmediatamente

    que fingira entereza como siempre.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 82

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 83

    Te acuerdas que soaba con viajar

    y que tena un mapa y un comps?

    Yo siempre estaba listo para el viaje

    mas mi madre deca slo: en marzo...

    He dibujado un barco en la ventana

    con un versito al lado de Magr:

    Qu tristeza infinita en los viajes!

    Tambin yo acabo de emprender el mo.

    Saluda, por favor, a los amigos

    y si acaso te encuentras con Eleni

    dile que me embarqu en ese mercante

    y que ya no me espere nunca ms...

    Claro! Ojal viniera Caronte

    para llevarme como capitn

    caminando con sus pesadas botas

    de cuero y fumando en su larga pipa.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 84

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 85

    Alexis, creo que ya te he cansado,

    o tal vez te haya hecho llorar.

    No encontrars palabras de respuesta,

    mas no te molestes en escribirme...

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 86

    MAL DU DEPART

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 87

    MAL DU DPART A mi hermana Tzenia.

    Ser siempre un amante indigno e ideal

    de los lejanos viajes y los mares azules,

    y morir una tarde como todas las tardes,

    sin surcar ya la turbia lnea del horizonte.

    Con rumbo a Singapur, Argel, Madrs o Esfax

    zarparn como siempre los barcos orgullosos,

    y yo, encorvado sobre cartas en mi escritorio,

    har todas mis cuentas en gruesos libros nuticos.

    Dejar ya de hablar sobre viajes lejanos;

    Creern mis amigos que ya los olvid

    y mi madre, contenta, le dir a quien pregunte:

    Fue una mana de joven, y ya se le ha pasado...

    Pero una tarde yo me alzar ante m mismo,

    preguntar las causas, como un sombro juez

    y se armar esta mano indigna que ahora tiembla,

    apuntar y sin miedo ejecutar al reo.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 88

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 89

    Yo que dese tanto que un da me enterraran

    en algn mar profundo de las Indias lejanas,

    tendr una muerte triste y bastante normal

    y un funeral de esos como toda la gente.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 90

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 91

    NUESTRA PROAx

    A Th. Liaroutso

    Estaba nuestra proa como en todos los barcos

    llena de cosas viejas de olores penetrantes,

    con una sucia mesa de madera en el medio,

    y muchas inscripciones talladas a navaja.

    A babor y estribor, unos sobre los otros,

    tena en las paredes camastros de madera

    que se me antojaban en la penumbra borrosa

    fretros que olvidados se quedaron abiertos.

    El armario en la esquina estaba decorado

    con dibujos y fotos a color de revistas

    francesas vergonzosas en las que se vea

    el pecado ancestral de la lujuria humana.

    Siempre reinaba all un silencio mortal

    y dentro de puntillas caminbamos todos,

    en pocas ocasiones creas escuchar

    como un tictac en calma latir los corazones.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 92

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 93

    Slo las campanadas cortaban el silencio

    marcando en la cabina el paso de las horas,

    con un sonido lento, pesado y mortecino

    ahogndose en el ruido del viento y de las olas.

    Los domingos, que slo haba que hacer las guardias,

    all en torno a la lumbre contbamos historias

    obscenas de mujeres o, tercos, a las cartas

    nos jugbamos siempre el rancho de ese da.

    Yo perd en esa proa mi parte ms tranquila,

    y destru mi tierno espritu de nio.

    Mas nunca he olvidado un sueo persistente

    y cuando ruge el mar me cuenta muchas cosas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 94

    WILLIAM GEORGE ALLUM

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 95

    WILLIAM GEORGE ALLUM

    Una vez conoc en un barco extranjero

    a un fogonero ingls de peculiar carcter,

    que nunca hablaba a nadie, que no tena amigos

    y todo el da fumaba en su pipa tallada.

    Decan que tena una historia muy triste

    y los que trabajaron con l en la caldera

    decan que su cuerpo, del cuello a los talones,

    se haba tatuado en un pas lejano.

    Tena en los brazos cruces, espadas dibujadas,

    en su tripa bailaba una chica desnuda.

    Tena tatuada sobre su corazn

    con marcas indelebles a una hermosa mujer.

    Y decan tambin que l la haba amado

    con un amor salvaje, profundo y verdadero;

    que un da le enga con un marino rabe

    pues no era sino una insensible ramera.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 96

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    Bay of Bisky,

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 97

    Entonces intent expulsar de su mente

    a la hermosa hechicera a la que amaba tanto

    y se libr de cuanto haba sido suyo.

    Se qued, sin embargo, con su rostro en la piel.

    Y a veces le vean en la lbrega noche

    frotndose con hierbas la imagen de su pecho...

    Pero, ay, en vano... l mismo saba como todos

    que ya nunca se borran los tatuajes de Annam.

    Y un da que cruzamos el golfo de Vizcaya

    con un pual clavado en el pecho le hallamos.

    Se lo quera borrar, nos dijo el capitn

    y mand sepultarle en aquel mar helado.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 98

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    Fernando Po.

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 99

    CAFARDxi

    A Giorgos Papas

    Vivirs para siempre en el mismo pas

    y sufrirs an las ganas de viajar,

    pero al salir las tardes de tu vieja oficina

    irs a los cafs a prostituir miradas.

    Antao eran los barcos nuestra meta furtiva,

    pero el mundo se ha vuelto como un libro vaco,

    Ya para ti es igual que te quedes en Grecia

    o que viajes muy lejos hasta Fernando Poo.

    Los mercantes van lentos y dan muy mal viaje,

    te aburres en los ferrys mirando a los turistas.

    Cargar durante meses arroces en Rangn

    es algo que destruye el alma del artista.

    Los polos se volvieron ya nuestros conocidos,

    bastante ya admiramos la Aurora Boreal,

    y hace aos que los hielos enteros se han cubierto

    con cajas de sardinas espaolas vacas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 100

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    Coty.

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 101

    Lotixii vivi algn tiempo en la isla de Tahit

    y si vas ms al sur, con rumbo a las Marquesas,

    donde antao coman pltanos y races,

    vers que ahora venden cosmticos de Coty.

    Las chicas japonesas, las muchachas de Chile,

    las moras de Marruecos que vendan su miel,

    tienen las mismas piernas que todas las mujeres

    y de la misma forma saben todas besar.

    Suicidio, privilegio que tienen las mujeres!

    alguna vez nosotros hemos pensado en l.

    Ms lentamente mueres cuando consumes drogas,

    aunque tambin ahora estn adulteradas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 102

    COALIERS

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    Saint George

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 103

    COALIERSxiii

    A N. Fameliaris

    En Liverpool y en Swansea, ciudades del Canal,

    puedes ver de maana con gras en los muelles

    a algunos que aunque no parecen marineros

    andan hacia los barcos riendo sin sentido.

    Cinco o seis metros miden sus barcos, se parecen

    tanto que muchas veces se cansan de buscarlos.

    Proa alta de pesquero, chimenea afilada

    y su viaje ms largo slo es de una semana.

    Llevan los pantalones sucios y sin planchar,

    camiseta de red para verano e invierno,

    un pauelo escarlata anudado en el cuello.

    Caminan tropezando cogidos de la mano.

    Y salvan, sin embargo, el canal de Saint George,

    all donde gobierna la niebla ellos navegan,

    donde los barcos gua, gimiendo roncamente,

    podran volver loco al marino inexperto.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 104

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 105

    Las orgullosas aguas del Atlntico cruzan

    siguiendo las sirenas de los barcos de gua.

    Bailan sobre las olas un baile tan ligero

    que los otros marinos les llaman bailarinas.

    Los marinos flamencos suelen decir riendo

    que los ingleses lloran slo un da sus muertos,

    porque si ms quisieran ya no tendran tiempo:

    que de los diez que parten slo cinco regresan.

    Compran sus provisiones normalmente ellos solos,

    un poco de jamn y una caja de avena.

    Pero lo que prefieren es beberse su sueldo

    antes de que les lleven ya los contramaestres.

    Pero son los mejores muchachos que conozco,

    se embarcan tropezando, de dos en dos cogidos,

    y las ms de las veces, sin darse mucha cuenta,

    se hunden en sus barcos riendo embriagados.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 106

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 107

    LISTA NEGRA

    A P. Tsoanos

    De algunos capitanes ingleses cincuentones

    pas la juventud en el puente de mando.

    Guardias agotadoras observando los faros,

    haciendo extraas cuentas de tiempos y distancias,

    tanto que slo piensan en la navegacin.

    Pero bien por cansancio o por darse al alcohol,

    expulsaron a algunos, perdieron su diploma.

    En una lista negra inscritos, un papel

    les dieron para que fueran contramaestres.

    Y ellos, por cansancio o bien por amargura,

    quedaron en sus puertos, no zarparon jams.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 108

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    Penang .

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 109

    Conozco capitanes, ingleses, cincuentones

    de uniformes de oro ajados, bebedores

    que rondan todo el da los bares, se emborrachan,

    mascan chicle, maldicen, gritan, al suelo escupen...

    Pero cuando atardece y los barcos se van,

    cuando hacia atrs maniobran en las aguas del puerto

    Llegan y juzgan tercos todas las maniobras.

    A veces se pelean, y llegan a sacar

    cuchillos marineros y oxidados de Sheffield.

    Se los clavan y mueren sobre bolas de yute

    y sobre sacos llenos de especias de Penang.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 110

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 111

    PARALELISMOS

    Hay en el mundo tres cosas que se parecen.

    Las nveas pero mustias escuelas europeas,

    las sucias y sombras proas de los mercantes,

    las casas de mujeres perdidas de la vida.

    Son tres cosas que tienen extraa semejanza,

    pese a la diferencia que albergan en el fondo,

    y las tres se parecen mucho porque les falta

    la gracia, el movimiento y la comodidad.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 112

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 113

    CALIMA

    A Helga Cavadas

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 114

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    Port Pegassu

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 115

    CALIMA

    A Eleni Chalkousi

    Cay ayer la calima por la tarde

    habamos perdido el barco gua

    y t llegaste sin que te esperase

    a verme en la cabina del timn.

    Blanqusimo vestas, empapada.

    Trenc de cabos todos tus cabellos.

    Porque en aquel lugar, en Port Pegasso

    siempre llueve en esta estacin del ao.

    El fogonero nos est espiando

    con sus dos pies atados en cadenas.

    No mires nunca el mstil en lo alto

    cuando hay tormenta. Te marears.

    Blasfema el contramaestre por el tiempo

    y porque an est lejos Tocopila.

    Mejor el periscopio y los torpedos

    que seguir esperando con angustia.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 116

    ! .

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 117

    Vete! Lo tuyo no es el mar, es tierra firme.

    Viniste para verme y no me viste

    desde la medianoche sigo ahogado

    a mil millas allende las Hbridas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 118

    KURO SIWO

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 119

    KURO SIWOxiv

    A Giorgos Papas

    Como primer viaje le toc un flete al sur,

    penosas guardias, sueo precario y malaria.

    Son extraos los faros que tienen en la India,

    dicen que a la primera nunca los puedes ver.

    Pasado el puente de Adams, en el sur de la China,

    muchos sacos de soja cargaste, ms de mil,

    pero en ningn momento has podido olvidar

    qu cosas te dijeron en mala hora en Atenas.

    El alquitrn te quema, se te pega a los dedos,

    tus ropas hace mucho que huelen a pescado,

    Pero an silba su frase en tu cabeza:

    Qu es lo que da vueltas, la brjula o el barco?

    Ha comenzado pronto, el tiempo va a peor.

    Has cumplido tu guardia, pero ests desolado.

    Esta noche murieron mis dos pequeos loros

    y aquel mono que haba amaestrado tanto.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 120

    !... .

    Kuro Siwo

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 121

    Las paredesxv de acero... borran cualquier recuerdo.

    Nos cie el Kuro Siwo como un gran cinturn

    Y encima del timn t todava observas

    Como en cada cuadrante la brjula vacila.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 122

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    West End-Thames Street .

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 123

    MAREO DE TIERRA FIRME

    A Nicos Tutuntzakis

    Lleva una carabela el contramaestre,

    botella de ginebra y dos mulatasxvi.

    Se mueven esta noche las Simplgades

    en tabernas del puerto y en burdeles.

    Densa calima cubre las amarras;

    Eros doblexvii en el West End, y en el Tmesis.

    Soplen vientos de la Pampa en el Plata,

    que rueden esas olas en Vizcaya.

    El cielo bajo est lleno de estrellas

    mas no parece el que t conocas.

    Gira la correderaxviii? Pues no gira.

    Y duerme esa muchacha en Karastra.

    Se cansan los marinos del timn,

    pero uno de tus ojos se adormila,

    mientras vela el derecho recordando

    el faro que ilumina desde lejos.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 124

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 125

    Despierta el contramaestre maldiciendo,

    ya llora la mulata y la botella.

    Y a ms de nueve mil millas de all

    espera en el hasto el tiburn.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 126

    CAMBAYS WATER

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 127

    CAMBAYS WATER

    A P.P. Panagiotu

    Fondeamos en el ro tras arrojar el ancla.

    Tena nuestro piloto la frente toda escrita:

    y si te vas mil aos an te esperar

    mas los cabos hicieron encallecer tus manos.

    Las aguas turbias pasan, llevamos cuatro millas,

    los coolies encorvados comen arroz con curry.

    Y nuestro capitn mira en tanto la luna,

    rojsima y borrosa como si fuera sangre.

    Ha dado tres silbidos, se va el remolcador,

    y por cuarenta das slo mediste millas,

    pero esta noche creo con veneno de cobra

    en los labios dijiste: ya desembarcar...

    De noche te cont en cubierta la historia

    que cuentan los marinos en los amarraderos.

    Pilotaba el siroco tus ojos y t slo

    decas roncamente: hemos errado el rumbo

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 128

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    !...

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 129

    Con la serpiente vino el faquir, ya de da,

    la Maharanxix de Mysor, en cambio, no lleg.

    Pero el contramaestre le molest con charlas

    obscenas y tir basura a sus serpientes.

    Zarpamos! Nos esperan ahora en el Brasil.

    La brisa maanera empapar tu rostro,

    y luego el aire tibio recorrer el estrecho.

    Ni falda ni pauelo te dir adis en tierra.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 130

    Captain Jimmy,

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 131

    ARMIDAxx

    A Kostas Varnalisxxi

    En el barco de Jimmy el capitn pirata,

    vosotros viajaris.

    Cargado de hachs,

    el buque tiene luces en la popa.

    Hace ya muchos meses que zarpamos

    Pero si el tiempo ayuda

    al llegar al Per

    nos habremos fumado el cargamento.

    Estamos navegando en un mar lleno

    de algas muy extraas,

    el viejo sol nos mira

    y alguna que otra vez nos guia un ojo.

    Escotillas vacas y dnde se gastaron

    miles de toneladas?

    Con las pipas vacas

    agentes de aduanas nos esperan en Chile.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 132

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 133

    Ya olvidamos la Estrella del Norte,

    las anclas en el mar.

    De arriba de la jarcia

    cuelgan doce sirenas en hilera.

    Y una tarde en la proa la sirena

    Salt borracha al mar.

    Con ella resbalaron

    los cinco condenados de Coln.

    Despus, en los escollos que hay en Acor

    las olas nos arrastran.

    Monstruos purpreos

    con alas de gaviota en la cabeza.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 134

    BLACK AND WHITE

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    Fanny

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 135

    BLACK AND WHITE

    A M. Karagatsis

    Cundo veremos el faro de Albor?

    Salieron las estudiantes de msica.

    Anuncios luminosos, calle Stadio.

    Llueve en el puente mojado y oscuro.

    En vano tengo un ojo atormentado

    mirando fijo el tiempo y el siroco.

    Trabaja con tu pala, marroqu

    que masticas hierbas para la fiebre.

    Femina!... la danza de las cabezas.

    En Asia tambin bailan los Nag.

    Dijiste: me molesta la humedad

    y mi vieja dolencia de Toulon.

    Oh, Ginger, t que miras el cristal,

    an no viste el faro de Alborg.

    Yo en cambio he visto en Londres a tu Fanny

    que est besando a otro en tu cama.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 136

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    Marconi S.O.S.

  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 137

    La carne de la caja est salada.

    Mi capitn miope se hace viejo,

    pero conozco cierto polvo mgico

    que curar las nias de tus ojos.

    La luz est encendida all en el puente.

    Dentro de m habla un viejo papagallo

    que tiene un pico grande y retorcido

    pero muy sabio y lleno de experiencia.

    Dentro de m tengo profundo aliento.

    Despiertan los marinos de Coln.

    Encendidas ahora las bengalas

    ha enviado Marconi el S.O.S.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 138

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    Gabes.

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 139

    ESMERALDA

    A Giorgos Seferis

    Anoche le embriagaste con el vino de Midas

    y el faro le acun con sus tres centelleos.

    Al lado, el contramaestre con su trenza pirata

    y a lo lejos, oscuro, el puerto de Gabs.

    Te dio un beso el ahogado al despuntar la aurora

    y ya cuando despiertes te hundirn las campanas.

    En todas las caricias un nudo ensangrentado

    huye desde la marca de antigua herida china.

    Te envi el papagayo su saludo postrero

    respondi el fogonero ronco desde las mquinas:

    Tira al mar tu cuchillo antiguo y oxidado

    y ve sola a colgarte del mstil de la proa.

    La hlice en su rastro escribe: te delato

    y el guardnxxii del timn martillea de nuevo

    No huyas ms y dime si lo ahogaste una noche

    en Londres o en las aguas de otro srdido puerto!

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 140

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 141

    Despiertan desde el fondo del mar los marineros,

    largan amarras y peinan tu pelo siempre.

    Afila esas espadas verbales que me gustan

    y vuelve con las focas de nuevo a las cavernas.

    Tres das te clavaron y tres te desclavaron,

    clavos que se rompieron en tus palmas cerradas.

    Y en vano conjuraste por ltimo el tifn

    que nos arrastra a tierra firme con los nufragos.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 142

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    . Pisanello

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 143

    MAR DE FONDO

    A la muchacha de Volos

    Costas bajas, palmeras y sol abrasador,

    un pajarito acrbata que vuela por las drizasxxiii.

    Brazos negros, marcados con sendas cicatrices

    de enfermedades tropicales que los destrozaron.

    La bandera amarilla la seal en el mar.

    A todo trapo, al fondo tiramos el rezn.

    Las luces por la noche en el barco. Y Pisanelloxxiv

    descolorido por las olas de mal tiempo.

    Y esta mar de fondo... mar que nos hundir,

    mar podrida y mojada, de xido y cemento.

    Muy pronto, a la derecha del mascarn de proa,

    se durmi el tiburn que pilotaba el barco.

    El papagayo manda desde el palo mayor

    como antes desde el camastro de Coln.

    Muchos aos espero que ates la corredera.

    Muchos aos espero en tierra a marearme.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 144

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 145

    Encienden en la arena fogatas los nativos,

    tocan sus instrumentos, nos llega su fragor.

    Quiero que aparezcas encima de la jarcia

    conquistando del todo a los muertos del mar.

    Las algas enredadas en la boca y el pelo.

    Ya duermes para siempre en las profundidades,

    tatuada del todo, tu cuerpo apualado,

    llevando dos pendientes antiguos de los Incas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 146

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    Tropical stormy In Madras area cholera,

    Lakha-diwa .

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    Katherine , ...

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    Union Jack

    .

    Bomballa.

    .

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 147

    VIDA MARINA

    A Emilio Veakis

    Llevas un anillito de concha en la oreja

    y en los cabellos verde una estrella de mar.

    Tropical stormy el parte in Madras area cholera

    y hay fiebres en las islas Laquedivas.

    Agarras con la diestra esas algas ingrvidas

    y tienes en la izquierda una escota podrida.

    Y Katherine ahora, que est a miles de millas,

    hace jaque a la reina pero con otro rey.

    Tienes la Union Jack y el foque desgarrado,

    bandera japonesa y una bola negra.xxv

    El tacto de ella es suave como ese gato persa

    que tres meses atrs comprabas en Bomballa.

    Pero a su paso ahora, sirena tropical,

    te mira indiferente y gira en torno a ti.

    No es como las que antes tatuaron los marinos

    o aquellas otras chicas que en puerto te arrastraban.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 148

    , , porridge, .

    ,

    .

    ,

    Johnnie Walker whisky.

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    !... ,

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 149

    El cielo ms oscuro diluvia sobre ti.

    Latas inglesas, plomo, porridge y torpor.

    Y ahora el tiburn al pasar juega un juego

    encantador y extrao con las carnes que tienes.

    Un paisaje escocs perros y cazadores,

    castillos con fantasma el viejo Johnnie Walker.

    De noche dos torretas de plomo de la proa

    esperan a tritones para el cambio de guardia.

    Flemtico te res, William, en lo profundo,

    porque ya nada queda que puedas traicionar.

    Que otros jueguen a esos juegos de marineros

    que otros lleven ahora camisetas a rayas.

  • Nicos Cavadas

    Hermaion. Documentos de trabajo: edicin y traduccin de textos griegos 150

    FEDERICO GARCIA LORCA

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  • Poesa completa. La cruz del sur

    Nmero 02 2007 151

    FEDERICO GARCA LORCAxxvi A Thanasis Karabas

    En un momento slo aireaste tu bolero

    y tambin tus enaguas de naranja profundo.

    Acaso fuera agosto, supongo, no lo s,

    cuando en tropel partieron los guerreros cruzadosxxvii.

    Marchaban las banderas acompaando al viento,

    galeras de la muerte haban zarpado ya.

    En el pezn materno temblaban los bebs

    y el viejo perezoso pona al sol sus testculos.

    El Picasso del toro hondamente muga

    cuando ya en las colmenas se pudra la miel.

    En rumbo de travs marchamos hacia el norte.

    Avante toda no importa, pues ya estamos detrs.

    Las olivas exultan tostadas bajo el sol

    y brotan en las huertas unas pequeas cruces.

    Quedaban los abraz