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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año LI, número 44 (2.640) Ciudad del Vaticano 1 de noviembre de 2019 TERMINA EL SÍNOD O PARA LA AMAZONÍA

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L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Año LI, número 44 (2.640) Ciudad del Vaticano 1 de noviembre de 2019

TERMINA EL SÍNOD O PA R A LA AMAZONÍA

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L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

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Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 1 de noviembre de 2019, número 44

Encontradaslas esculturas

a r ro j a d a sal Tíber

El Papa Francisco comu-nicó durante los traba-jos del Sínodo de laAmazonía, el día 25 de

octubre, que las autoridades ha-bían encontrado las esculturasindígenas que habían sido sus-traídas de una iglesia romana ylanzadas al Tíber. Las piezas,elaboradas en madera y que re-presentan a la Madre Tierra, seencontraban expuestas en laIglesia de Santa María de laTranspontina en Roma, en elmarco de uno de los numerososeventos culturales dedicados ala Amazonía que se celebrarondurante los días del Sínodo enla capital italiana. El día 21 deoctubre las obras fueron roba-das y lanzadas al río. Durantela 15ª Congregación general delSínodo, el Papa informó de queel comandante de los Carabine-ros le había comunicado quelas esculturas habían aparecido.«Buenas tardes, me gustaría de-cir unas palabras sobre las esta-tuas de la pachamama que fue-ron sustraídas de la iglesia de laTranspontina, que estaban allísin intenciones idólatras y fue-ron arrojadas al Tíber», inicióFrancisco. Y continuó: «En pri-mer lugar, esto sucedió en Ro-ma y, como obispo de la dióce-sis, pido perdón a las personasque se sintieron ofendidas poreste gesto». Después, el Pontí-fice explicó que las esculturashabían generado «tanto clamormediático» que fueron encon-tradas en el río romano.

También señaló que no esta-ban dañadas. «El comandantede los Carabineros quiere quese informe de este hallazgo an-tes de que la noticia sea públi-ca. Por el momento la noticiaes confidencial y las estatuas es-tán conservadas en la oficinadel Comandante de los Carabi-neros italianos», añadió el Pa-pa. Francisco también señalóque «el Comando de los Cara-bineros estará encantado deofrecer cualquier indicación so-bre el modo de publicación dela noticia y sobre otras iniciati-vas que se quieran tomar al res-pecto». Y especificó: «porejemplo, informa el comandan-te, se verá “la exposición de lasestatuas durante la Santa Misade clausura del Sínodo”». ElPontífice apuntó que él delega-ba en la figura del Secretariode Estado para que respondieraa esta cuestión. Y subrayó: Estaes una hermosa noticia».

20 años de la primera biblia en idiomaindígena argentino

MARCELO FIGUEROA

Se cumplen por estosdías veinte años de laculminación de los tra-bajos de traducción de

la bíblia en la lengua wichí. Setrató en su momento de la pri-mera edición de las SagradasEscrituras en forma completa enun idioma propio de los pue-blos originarios del noroeste ar-gentino. Si bien los primerostrabajos de traducción de Evan-gelios y otros textos bíblicos aesa lengua —por algunos malllamados “matacos”— comenza-ron a fines del siglo dieciocho,las tareas de revisión, traduc-ción y edición de esta edicióndemandaron mas de dos déca-das de trabajo ininterrumpido.Los traductores directos fueronun equipo integrado exclusiva-mente por referentes, lingüísti-cos y religiosos wichí, entre loscuales la presencia de las muje-res traductoras fue fundamentalal ser ellas las primeras y natu-rales trasmisoras y guardianasde la lengua. Luego, misionerosanglicanos, quienes lideraron lainiciativa en colaboración y diá-logo con representantes católi-cos y luteranos, supervisaron es-tas tareas comparando los tex-tos traducidos con referenciasde textos originales y en otrosidiomas. De esta manera, la pri-mera biblia en un idioma origi-nal argentino tuvo una base detraducción cosmovisión, lingüís-tica, antropología y mirada pu-ramente indígena y una revisióny acompañamiento claramenteecuménicos. La supervisión ge-neral, edición y publicación es-tuvo a cargo de la Sociedad Bí-

blica Argentina, entidad quepor entonces quien escribe estaslíneas tuvo la gracia de estar acargo de la dirección general. Alos pocos meses, la biblia wichífue presentada y dedicada den-tro de esta comunidad de másde 50.000 wichí y posteriormen-te en un acto central en BuenosAires. A este último encuentroasistió en forma destaca el en-tonces Arzobispo de BuenosAries, Jorge Mario Bergoglio,dando testimonio personal unavez más de su apoyo a las tra-ducciones de la biblia a los pue-blos originarios. Un dato curio-so y a mi juicio providencial seagrega a esta conmemoración.La presencia permanente de lasSociedades Bíblicas en Argenti-na por parte de la Iglesia Angli-cana se produjo en el año 1825.El mismo año que el JohnHenry Newman —re c i e n t e m e n t e

canonizado como CardenalNewman— fue ordenado sacer-dote anglicano. Luego Newmanformo parte directiva de las So-ciedades Biblicas quienes en sumirada misionera lationamerica-na acompañaron los primerostrabajos de incluturación, evan-gelización y traducción de lasEscrituras a lenguas aborígenesde estas regiones.

En este año sinodal por laAmazonía que destaca los pue-blos originarios y la tarea detraducción de las Escrituras asus lenguas nativas, esta conme-moración de dos décadas de labiblia wichí, la presencia delahora Papa Francisco en aquelladedicación y la canonización deun actor fundamental en la mi-sión que llevó a cabo esa tarea,seguramente provocará gozo yreflexión del K a i ró s del Dios dela Palabra en todos nosotros.

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número 44, viernes 1 de noviembre de 2019 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Que el Líbanosiga siendo un espacio de convivencia pacífica

Ángelus

Un llamamiento por la pazen el Líbano y en toda la

región de Oriente Medio fuelanzado por el Papa al

finalizar el Ángelus rezadocon los fieles presentes en la

plaza de San Pedro amediodía del 27 de octubre.Antes del rezo de la oración

mariana, el Pontíficecomentó la primera Lectura

del día, extraída del librodel Eclesiástico y explicó:

«nos ha recordado el puntode partida» del camino

sinodal dedicado a laRegión panamazónica.

Llamamiento por Oriente Medio que sufre tanto

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La misa celebrada esta mañana en San Pedro ha concluidola Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para laregión Panamazónica. La primera lectura, del Libro delEclesiástico, nos ha recordado el punto de partida de este

camino: la plegaria del pobre, que «sube hasta las nubes», porque(el Señor) «la plegaria del agraviado escucha» (Eclesiástico 35, 16.13). El grito de los pobres, junto con el de la tierra, llegó a noso-tros desde el Amazonas. Pasadas estas tres semanas no podemoshacer como que no lo hemos oído.

Las voces de los pobres, junto con las de muchos otros dentro yfuera de la Asamblea sinodal —Pastores, jóvenes, científicos— nospresionan para no permanecer indiferentes. A menudo hemos es-cuchado la frase “más tarde es demasiado tarde”: esta frase nopuede seguir siendo un eslogan.

da reina por conquista, sino que se ha “inculturado”: con el hu-milde coraje de la madre se ha convertido en la protectora de sushijos, en la defensora de los oprimidos. Siempre yendo a la culturade los pueblos. No hay una cultura estándar, no hay una culturapura, que purifique a los demás; está el Evangelio, puro, que seincultura. A ella, que en una pobre casa de Nazaret cuidaba de Je-sús, le confiamos a los hijos más pobres y nuestra casa común.

Al finalizar la oración mariana el Papa habló de la preocupantesituación del Líbano, saludó a los grupos presentes y recordó el mesmisionero extraordinario, renovando la invitación a rezar el rosario.

Queridos hermanos y hermanas:Dirijo un pensamiento especial al querido pueblo libanés, en

particular a los jóvenes, que en los últimos días han hecho oír su

¿Qué ha sido el Sínodo? Ha sido, como dice la palabra, un ca-minar juntos, reconfortados por el coraje y los consuelos que vie-nen del Señor. Hemos caminado mirándonos a los ojos y escu-chándonos, con sinceridad, sin ocultar las dificultades, experimen-tando la belleza de seguir adelante juntos, al servicio de los de-más. El Apóstol Pablo nos alienta en esto en la segunda lectura dehoy: en un momento dramático para él, sabiendo que está «a pun-to de ser derramado en libación —es decir, ejecutado— y que elmomento de su partida es inminente» (cf. II Ti m o t e o 4, 6), escribeen ese momento: «Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas paraque, por mi medio, se proclamara plenamente el mensaje y lo oye-ran todos los gentiles» (v. 17). Este es el último deseo de Pablo: nose trata de algo para sí mismo o para uno de los suyos, sino parael Evangelio, para que sea proclamado a todas las naciones. Estoes lo primero y lo que más importa. Cada uno de nosotros debehaberse preguntado muchas veces qué hacer de bueno por la pro-pia vida; hoy es el momento, preguntémonos: “Yo, ¿qué puedohacer de bueno por el Evangelio?”.

En el Sínodo nos hemos hecho esta pregunta, deseosos de abrirnuevos caminos para el anuncio del Evangelio. Sólo se proclamalo que se vive. Y para vivir de Jesús, para vivir del Evangelio, unodebe salir de sí mismo. Nos sentimos impulsados a salir al mar, adejar las cómodas orillas de nuestros puertos seguros para aden-trarnos en aguas profundas: no en las aguas pantanosas de lasideologías, sino en el mar abierto en el que el Espíritu nos invita aechar nuestras redes.

Para el camino que viene, invoquemos a la Virgen María, vene-rada y amada como Reina de la Amazonía. No ha sido proclama-

voz ante los desafíos y los problemas sociales, morales y económi-cos del país. Insto a todos a buscar las soluciones adecuadas en elcamino del diálogo, y ruego a la Virgen María, Reina del Líbano,para que, con el apoyo de la comunidad internacional, ese país si-ga siendo un lugar de coexistencia pacífica y de respeto de la dig-nidad y la libertad de todas las personas, en beneficio de toda laregión del Oriente Medio, que tanto sufre.

Saludo con afecto a todos vosotros, peregrinos de Italia y de va-rios países, especialmente de São Paulo, Brasil; y de Polonia, asícomo al grupo del “Centro Académico Romano Fundación”, deEspaña.

Saludo a los apóstoles del Sagrado Corazón, que conmemoranel centenario de su fundación; a la comunidad siro-malabar de ladiócesis de Patti; y a los seminaristas de la diócesis de ReggioEmilia-Guastalla, que han asistido esta mañana a la Misa en laBasílica. Y también veo que están los confirmantes de Galzignano:¡Os saludo a todos!

Este es el último domingo de octubre, el mes misionero, que es-te año ha tenido un carácter extraordinario, y es también el mesdel Rosario. Renuevo mi invitación a rezar el Rosario por la mi-sión de la Iglesia hoy, especialmente por los misioneros que en-cuentran las mayores dificultades. Al mismo tiempo seguimos re-zando el Rosario por la paz. Evangelio y paz caminan de la ma-no.

Os deseo a todos feliz domingo. Por favor no os olvidéis de re-zar por mí. ¡Qué tengáis un buen almuerzo y hasta pronto!

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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 1 de noviembre de 2019, número 44

M e r l o - M o re n o ,obisp os

con corazón

Cuando descubrimos un obispocercano y cordial subrayamos estacaracterística en seguida. Sin em-bargo, aunque esta nota debería

ser de lo más normal, en ocasiones noscruzamos con prelados a los que la mitrasirve más para alejar que para aproximar alpueblo a ellos encomendado. En Argenti-na, los sacerdotes y laicos con los que heconvivido en diferentes parroquias son cáli-dos y acogedores. Muestran una Iglesiacon corazón. Y, curiosamente, me he en-contrado con pastores también cercanos yacogedores, que hacen sentir al que vienede fuera como en casa. En concreto, he te-nido la oportunidad de conocer a Fernan-do Carlos Maletti, obispo de Merlo-More-no, y a Óscar Miñarro, su obispo auxiliar.El obispo Maletti, en su praxis habitual,tiene muy en cuenta las recomendacionesdel Papa Francisco para el ministerio epis-copal: “Ser padre de todos los sacerdotes,interesarse por todos y buscarlos a todos,saber encontrar siempre el tiempo para es-cucharlos siempre que alguno lo pida o lonecesite, hacer que cada uno se siente esti-mado y respaldado por su obispo”. Monse-ñor Maletti ronda ya los 70 años, pero des-gasta sus energías con sus curas. Él mismoentra en los turnos para cuidar a un ancia-no sacerdote de su diócesis, que es acom-pañado cada noche por un compañeropresbítero. Si uno de sus curas lo llama pa-ra alguna necesidad, sabe que puede con-tar con él en cualquier momento. El obis-po no hace esperar. Y si un sacerdote re-quiere de su presencia, no duda en ir a vi-sitarlo a su casa ya sea un domingo por latarde o cuando haga falta. Esto es ser pa-d re .

Cuando hay alguna celebración en algu-na parroquia, los primeros que se ponen aservir en el ágape posterior a la eucaristíason los obispos. Fernando Maletti gusta deponerse hablar con los más mayores, a losque escucha con atención. También sueletomar el mate en la plaza con las personascon las que se halla. Vive de manera senci-lla y familiar con monseñor Miñarro, con-formando una pequeña comunidad episco-pal. Entre los dos se ve que hay una co-rriente de buen entendimiento y apreciomutuo. De hecho, en muchas ocasiones eltitular de la Diócesis cede la presidencia asu auxiliar. Son obispos que comparten elbáculo o, mejor, comparten la pasión porsu pueblo y por sus curas. También por losdiáconos. Pude presenciar en la parroquiade la Virgen de la Merced de Merlo la eu-caristía con motivo del día del diácono enla Diócesis. Ambos obispos están presentespara agradecer la entrega de sus 40 diáco-nos en la Iglesia diocesana. No solamentea ellos, también a sus esposas y a su fami-lia. Preside la celebración el obispo auxi-liar, al que se le ve una gran complicidadcon sacerdotes y diáconos. Se nota esa re-lación de confianza, porque la liturgia estáenvuelta en un ritmo y en un ambiente queayuda a la oración y al espíritu de fiesta.Al final monseñor Miñarro ha pedido alpueblo que bendiga a los diáconos. Ennombre de todos, una mujer ha pronuncia-do una improvisada y sentida oración. Re-cordemos cómo Francisco, recién elegidoSucesor de Pedro, al salir al balcón de laBasílica vaticana pidió al pueblo que ben-dijera al nuevo Obispo de Roma. Ahí pue-blo y pastores se funden en la unión deoración y de corazones.

De Fernando Cordero

Si me dicen “huitota” o “nativa” para mí es como escuchar un “buenos días”

Jamás permito que las ofensassobre mi origen me afecten”

Publicamos, a continuación un artículo de la RedEclesial Panamazónica (R E PA M ) sobre ZoilaOchoa Ríos, vocal de la Junta Directiva deAIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo dela Selva Peruana).

Orgullosamente indígena, nació y creció a ori-llas del Amazonas. Se inició en el liderazgo in-dígena hace más de 30 años. Sin estudios, perocon las ideas muy claras. Igualdad y defensa dela cultura y el territorio. “El Estado no nos tratacomo seres humanos, no piensa en los pobres,nos estamos consumiendo lentamente”, afirma.Ella es Zoila Ochoa Ríos, vocal de la Junta Di-rectiva de A I D E S E P. ¿Quieren conocerla un pocomás? Cuando el discurso se simplifica utilizandotérminos del día a día, entendibles por todos,resulta mucho más rico. Por eso es verdadera-mente enriquecedora una conversación tranquilacon la señora Zoila Ochoa Garay, a quien lla-man cariñosamente Doña Zoilita. Su sonrisaacogedora invita a saber más de su vida y de sucultura. Más de 30 años como lideresa indígenadel pueblo Huitoto le avalan. Cuando empezóen estas ‘batallas’, con 19 años, “a las justas sa-bía leer y escribir”. Una muestra de que hayquienes no han necesitado títulos para sabercuál es su camino. Hoy es vocal de la directivade la Asociación Interétnica de Desarrollo de laSelva Peruana (AIDESEP) después de haber sidojefa de su comunidad y su federación en la re-gión Loreto.

Hubo un día en que a doña Zoilita un paisa-no le gritó en medio de la asamblea comunal.“Pero, ¿cuándo te vas a civilizar?”, le preguntó.Era el año 2000 y la comunidad nativa CentroArenal, a apenas 30 minutos en bote de la ciu-dad de Iquitos, a orillas del Amazonas, debía re-solver un conflicto interno. La mitad del pueblono quería ser nativo pero unas 12 familias, entreellas la suya, se resistían a perder su cultura. Ydoña Zoilita contestó, convencida de cada unade sus palabras: “Yo hace rato que estoy civiliza-da, pero no pierdo mi cultura, son cosas diferen-tes”. También hubo otro día, en que doña Zoili-ta le hablaba a su pueblo de la igualdad. Sí,porque antes “los hombres huitoto decían que lamujer sólo servía para la cocina, lavar, ver a loshijos, ir a la chacra… ese era el rol de la mujer,no le daban espacio en las juntas directivas nilas asambleas”. La unión de muchas y la defensade los derechos han ido abriendo, afortunada-mente, nuevos espacios para las mujeres indíge-nas. Pero ese día, en que doña Zoilita les expli-caba sobre la igualdad de derechos, otro paisano(varón, otra vez) se paró y le dijo: “¡A ver si lasmujeres tienen el mismo derecho y cargan unh o rc ó n ! ”. Y de nuevo le tocó defenderse. “Se-ñor, no hablamos de igualdad de fuerza, sino deigualdad de derechos donde hombres y mujeresdebemos estar al mismo nivel”, trató de expli-carle con calma. Pese a estos episodios, doñaZoilita asegura que nunca ha notado que le fal-tasen el respeto. “Yo no siento vulneración, ni elbullying que siempre hablan”, afirma, “segura-mente he sufrido mucho bullying pero nunca me

ha afectado”. Ha sido así desde el colegio. Des-cribe que Centro Arenal está rodeada de case-ríos colonos, así que cuando los estudiantes te-nían que ir al barrio aledaño, solían sentirsemal. Les decían “ahí llegan los nativos”. Y lesafectaba en su ánimo, se sentían inferiores y me-nospreciados. Pero ella no. “Si me dicen huitotao nativa, ¿qué pasa? Nada, solo me están recor-dando mi origen, para mí es como si me dicenbuenos días. Yo sigo con mi vida. Es como sidicen ‘ahí viene esa flaca’. Es que soy: flaca,huitota, nativa…”, comenta entre risas.

En tono más reflexivo, opina que estos senti-mientos provienen de la falta de conocimiento.“Muchas comunidades indígenas no hacen el es-fuerzo de estudiarse interiormente y se dejan in-fluenciar por todo lo que les dicen que es mejor,sin saber que lo nuestro no es mejor ni peor…sólo diferente, y la diferencia enriquece”, asegu-ra. De las malas experiencias que nos comentallegó la decisión, hace casi 20 años, de no reci-bir familias de colonos en la comunidad.

“Antes sí abríamos las puertas, pero nos di-mos cuenta de que venían a querer implantar, adecir que la cultura no nos ayuda, que no traedinero, a poner otras cosas en la cabeza de lagente”, enumera, “incluso hablan de que no va-mos a poder vender los terrenos… pero no sa-ben que los indígenas no estamos acostumbra-dos a vender tierra, que es comunal, es de to-dos, “que es algo sagrado, la Madre Tierra quenos alimenta”.

Hidrovía Amazónica: El olvido de lospobres (otra vez)

“Hemos llegado a entender que ese proyectono va a ser para los pobres, ese proyecto estápara la gente que tiene dinero y va a afectar mu-cho a la población”, asevera doña Zoilita cuan-do se le pregunta por su opinión sobre el Pro-yecto Hidrovía Amazónica que pretende incre-mentar el comercio entre Iquitos y Pucallpa me-diante un costoso dragado del río Amazonas.Como habitante de la zona, es afectada directa.Anticipa que las grandes embarcaciones produ-cirán oleajes constantes y la población ya no po-drá hacer su vida. “Desaparecerán los peke-pe-kes por temor a los accidentes, la gente ya nopodrá salir a pescar ni hacer su vida normal,afectará directamente a la alimentación de las fa-milias”, cuenta, “¿acaso el Estado piensa en no-s o t ro s ? ”.

Y de ahí su mensaje, el que repite siempreque tiene oportunidad, a ver si llega hasta laclase política, hasta los altos cargos del Gobier-no central: “Que nos consideren como seres hu-manos, sentimos, pensamos y queremos que nosrespeten, porque nosotros vivimos allá, no va-mos a vivir en la capital. Las ciudades no sien-ten lo que nosotros sentimos, lo que nos afectaen la alimentación diaria… y lentamente nos es-tamos consumiendo. El Estado debe considerar-nos como seres humanos”.

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número 44, viernes 1 de noviembre de 2019 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

Misa por el cierre del Sínodo de la Amazonía

El grito de los pobres es el gritode esperanza de la Iglesia

La Palabra de Dios nosayuda hoy a rezar me-diante tres personajes: enla parábola de Jesús rezanel fariseo y el publicano,

en la primera lectura se habla de laoración del pobre.

1. La oración del fariseo comienzaasí: «Oh Dios, te agradezco». Es unbuen inicio, porque la mejor oraciónes la de acción de gracias, es la dealabanza. Pero enseguida vemos elmotivo de ese agradecimiento: «por-que no soy como los demás hom-bres» (Lc 18, 11). Y, además, explicael motivo: porque ayuna dos veces ala semana, cuando entonces la obli-gación era una vez al año; paga eldiezmo de todo lo que tiene, cuandolo establecido era sólo en base a losproductos más importantes (cf. Dt14, 22 ss.). En definitiva, presumeporque cumple unos preceptos parti-culares de manera óptima. Pero olvi-da el más grande: amar a Dios y alprójimo (cf. Mt 22, 36-40). Satisfe-cho de su propia seguridad, de supropia capacidad de observar losmandamientos, de los propios méri-tos y virtudes, sólo está centrado ensí mismo. El drama de este hombrees que no tiene amor. Pero, como di-ce san Pablo, incluso lo mejor, sinamor, no sirve de nada (cf. 1 Co 13).Y sin amor, ¿cuál es el resultado?Que al final, más que rezar, se elogiaa sí mismo. De hecho, no le pidenada al Señor, porque no siente quetiene necesidad o que debe algo, si-no que cree que se le debe a él. Estáen el templo de Dios, pero practicaotra religión, la religión del yo. Ytantos grupos “ilustrados”, “cristia-nos católicos”, van por este camino.

Y además de olvidar a Dios, olvi-da al prójimo, es más, lo desprecia.Es decir, para él no tiene un precio,no tiene un valor. Se considera me-jor que los demás, a quienes llama,literalmente, “los demás, el resto”(“loip oi”, Lc 18, 11). Son “el resto”,son los descartados de quienes hayque mantenerse a distancia. ¡Cuán-tas veces vemos que se cumple esta

dinámica en la vida y en la historia!Cuántas veces quien está delante,como el fariseo respecto al publica-no, levanta muros para aumentar lasdistancias, haciendo que los demásestén más descartados aún. O tam-bién considerándolos inferiores y depoco valor, desprecia sus tradiciones,borra su historia, ocupa sus territo-rios, usurpa sus bienes. ¡Cuánta pre-sunta superioridad que, también hoyse convierte en opresión y explota-ción –lo hemos visto en el Sínodocuando hablábamos de la explota-ción de la creación, de la gente, delos habitantes de la Amazonía, de latrata de personas, del comercio delas personas! Los errores del pasadono han bastado para dejar de expo-liar y causar heridas a nuestros her-manos y a nuestra hermana tierra: lohemos visto en el rostro desfiguradode la Amazonia. La religión del yosigue, hipócrita con sus ritos y “ora-ciones” —tantos son católicos, seconfiesan católicos, pero se han olvi-dado de ser cristianos y humanos—,olvidando que el verdadero culto aDios pasa a través del amor al próji-mo. También los cristianos que re-zan y van a Misa el domingo estánsujetos a esta religión del yo. Pode-mos mirarnos dentro y ver si tam-bién nosotros consideramos a al-guien inferior, descartable, aunquesólo sea con palabras. Recemos parapedir la gracia de no considerarnossuperiores, de creer que tenemos to-do en orden, de no convertirnos encínicos y burlones. Pidamos a Jesúsque nos cure de hablar mal y lamen-tarnos de los demás, de despreciar anadie: son cosas que no agradan aDios. Y hoy providencialmente nosacompañan en esta Misa no solo losindígenas de la Amazonía: tambiénlos más pobres de las sociedades de-sarrolladas, los hermanos y hermanasenfermos de la Comunidad del Arca.Están con nosotros, en primera fila.

2. Pasamos a la otra oración. Laoración del publicano, en cambio,nos ayuda a comprender qué es loque agrada a Dios. Él no comienza

por sus méritos, sino por sus faltas;ni por sus riquezas, sino por su po-breza. No se trata de una pobrezaeconómica —los publicanos eran ri-cos e incluso ganaban injustamente,a costa de sus connacionales— sinoque siente una pobreza de vida, por-que en el pecado nunca se vive bien.Ese hombre que se aprovecha de losdemás se reconoce pobre ante Diosy el Señor escucha su oración, hechasólo de siete palabras, pero tambiénde actitudes verdaderas. En efecto,mientras el fariseo está delante enpie (cf. v. 11), el publicano permane-ce a distancia y “no se atreve ni a le-vantar los ojos al cielo”, porque creeque el cielo existe y es grande, mien-tras que él se siente pequeño. Y “segolpea el pecho” (cf. v. 13), porqueen el pecho está el corazón. Su ora-ción nace precisamente del corazón,es transparente; pone delante deDios el corazón, no las apariencias.Rezar es dejar que Dios nos mirepor dentro —es Dios el que me miracuando rezo—, sin fingimientos, sinexcusas, sin justificaciones. Muchasveces nos hacen reír los arrepenti-mientos llenos de justificaciones.Más que un arrepentimiento pareceuna autocanonización. Porque deldiablo vienen la opacidad y la false-dad –estas son las justificaciones–,de Dios la luz y la verdad, la traspa-rencia de mi corazón. Queridos Pa-dres y Hermanos sinodales: Ha sidohermoso y les estoy muy agradecido,por haber dialogado durante estassemanas con el corazón, con sinceri-dad y franqueza, exponiendo anteDios y los hermanos las dificultadesy las esperanzas.

Hoy, mirando al publicano, des-cubrimos de nuevo de dónde tene-mos que volver a partir: del sentir-nos necesitados de salvación, todos.Es el primer paso de la religión deDios, que es misericordia haciaquien se reconoce miserable. Encambio, la raíz de todo error espiri-tual, como enseñaban los monjes an-tiguos, es creerse justos. Considerar-se justos es dejar a Dios, el únicojusto, fuera de casa. Es tan impor-tante esta actitud de partida que Je-sús nos lo muestra con una compa-ración paradójica, poniendo juntosen la parábola a la persona más pia-dosa y devota de aquel tiempo, elfariseo, y al pecador público por ex-celencia, el publicano. Y el juicio seinvierte: el que es bueno pero pre-suntuoso fracasa; a quien es desas-troso pero humilde Dios lo exalta.Si nos miramos por dentro con sin-ceridad, vemos en nosotros a los

dos, al publicano y al fariseo. Somosun poco publicanos, por pecadores,y un poco fariseos, por presuntuo-sos, capaces de justificarnos a noso-tros mismos, campeones en justifi-carnos deliberadamente. Con los de-más, a menudo funciona, pero conDios no. Con Dios el maquillaje nofunciona. Recemos para pedir lagracia de sentirnos necesitados demisericordia, interiormente pobres.También para eso nos hace bien es-tar a menudo con los pobres, pararecordarnos que somos pobres, pararecordarnos que sólo en un clima depobreza interior actúa la salvaciónde Dios.

3. Llegamos así a la oración delpobre, de la primera lectura. Esta,dice el Eclesiástico, «atraviesa lasnubes» (35, 17). Mientras la oraciónde quien presume ser justo se quedaen la tierra, aplastada por la fuerzade gravedad del egoísmo, la del po-bre sube directamente hacia Dios. Elsentido de la fe del Pueblo de Diosha visto en los pobres “los porterosdel cielo”: ese sensus fidei que faltabaen la declaración [del fariseo]. Ellosson los que nos abrirán, o no, laspuertas de la vida eterna; precisa-mente ellos que no se han considera-do como dueños en esta vida, queno se han puesto a sí mismos antesque a los demás, que han puesto só-lo en Dios su propia riqueza. Ellosson iconos vivos de la profecía cris-tiana.

En este Sínodo hemos tenido lagracia de escuchar las voces de lospobres y de reflexionar sobre la pre-cariedad de sus vidas, amenazadaspor modelos de desarrollo depreda-dores. Y, sin embargo, aun en estasituación, muchos nos han testimo-niado que es posible mirar la reali-dad de otro modo, acogiéndola conlas manos abiertas como un don, ha-bitando la creación no como un me-dio para explotar sino como una ca-sa que se debe proteger, confiandoen Dios. Él es Padre y, dice tambiénel Eclesiástico, «escucha la oracióndel oprimido» (v. 16). Y cuántas ve-ces, también en la Iglesia, las vocesde los pobres no se escuchan, e in-cluso son objeto de burlas o son si-lenciadas por incómodas. Recemospara pedir la gracia de saber escu-char el grito de los pobres: es el gri-to de esperanza de la Iglesia. El gri-to de los pobres es el grito de espe-ranza de la Iglesia. Haciendo nues-tro su grito, también nuestra ora-ción, estamos seguros, atravesará lasnub es.

Estaban «no solo los indígenas de la Amazonía», sino «también los más pobresde las sociedades desarrolladas, los hermanos y hermanas enfermos de laComunidad del Arca», en las primeras filas de la basílica de San Pedro, dondeel 27 de octubre, el Papa Francisco celebró la misa por el cierre de la asambleaespecial del Sínodo de los obispos para la Región panamazónica. Después del re z odel Rosario, los sinodales laicos participaron en la procesión de entrada de loscardenales, obispos y sacerdotes miembros de la asamblea que concelebraron con elPontífice. Para la ocasión, utilizaron una mitra y una cruz pastoral que les fuedonada por el Sínodo. En la oración de los fieles se elevaron las intenciones enswahili por la Iglesia, en inglés por los gobernantes, en chino por la conversión delos pecadores, en francés por el consuelo de los pobres, en malayalam por reconoceral Señor «presente y obrante en el hermano, en la creación y en la historia». Enel momento de la consagración, subieron al altar de la Confesión los cardenalesBaldisseri, Hummes y Czerny, y los obispos Grech, Martínez de Aguirre Guinea yFabene. Entre los purpurados que concelebraron también estaba el secretario deEstado, Parolin. Con el cuerpo diplomático estaban los arzobispos Peña Parra ,sustituto para los Asuntos generales de la Secretaría de Estado y Gallagher,secretario para las Relaciones con los Estados, junto a los monseñores LuigiRoberto Cona y Mirosław Stanisław Wachowski, nombrados en los díasanteriores respectivamente asesor y subsecretario para las Relaciones con losEstados. Estuvo presente el arzobispo Gänswein, prefecto de la Casa pontificia. Elrito, dirigido por monseñor Marini, estuvo amenizado por los cantos de laCapilla musical Sixtina, guiada por monseñor Pavan. Después de las lecturas,Francisco pronunció la homilía que publicamos a continuación.

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número 44, viernes 1 de noviembre de 2019 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 6/7

Espíritu sinodal en camino

Primero que todo quiero agrade-cer a todos ustedes que handado este testimonio de traba-jo, de escucha, de búsqueda,

de buscar poner en práctica este espíri-tu sinodal que estamos aprendiendo,quizás, a fijar. Y que todavía no atina-mos a completarlo. Pero estamos en uncamino, estamos en un buen camino. Yestamos entendiendo, cada vez más quées esto de caminar juntos, estamos en-tendiendo qué significa discernir, quésignifica escuchar, qué significa incor-porar la rica tradición de la Iglesia alos momentos coyunturales. Algunospiensan que la tradición es un museode cosas viejas. A mí me gusta repetiraquello que Gustav Mahler decía: “Latradición es la salvaguarda del futuro yno la custodia de las cenizas”. Es comola raíz de la cual viene la savia que ha-ce crecer el árbol para que dé frutos.Tomar eso y hacerlo andar adelante, escomo concebían los primeros padres loque era la tradición. Recibir y caminaren un mismo sentido, con esa triple di-mensión tan linda de Vicente de Lerinsya en el siglo quinto [«El dogma cris-tiano, permaneciendo absolutamenteintacto e inalterado, se consolida con

los años, se desarrolla con el tiempo, seprofundiza con la edad» (cf. PrimoCommonitorio, 23: PL 50, 667-668)].Gracias por todo esto.

Uno de los temas que se ha votado,que tuvieron mayoría —tres temas tuvie-ron mayoría para el próximo Sínodo—,es el de la sinodalidad. Yo no sé si seráelegido ese o no, todavía no me he de-cidido, estoy reflexionando y pensando,pero ciertamente puedo decir que he-mos caminado mucho y todavía tene-mos que caminar más en este caminode la sinodalidad. Muchas gracias a us-tedes por esta compañía.

La exhortación postsinodal que —noes obligatorio que el Papa lo haga— lomás probable, no; perdón, lo más fácilsería: “bueno, acá está el documento,vean ustedes”. De todas maneras, unapalabra del Papa de lo que ha vividoen el Sínodo puede hacer bien. Yo qui-siera hacerla antes de fin de año, de talmanera que no pase mucho tiempo, to-do depende del tiempo que tenga parap ensar.

Hablamos de cuatro dimensiones,que habían: la dimensión cultural, lahemos trabajado, hablamos de incultu-ración, de valoración de la cultura, esocon una fuerza muy grande, y yo que-do contento con lo que se ha dicho alrespecto, que está dentro de la tradi-ción de la Iglesia. La inculturación: YaPuebla había abierto esa puerta, pornombrar lo más cercano. Segundo, la

Esta conciencia ecológica que va adelantey que hoy nos denuncia un camino

de explotación compulsiva, de destrucciónal cual la Amazonia es uno

de los puntos más importantes

El papel de la mujer en la Iglesia va muchomás allá de la funcionalidad.

Y eso es lo que hay que seguir trabajando.Mucho más allá.

La tradición es la salvaguarda del futuro yno la custodia de las cenizas”.

Es como la raíz de la cual viene la savia quehace crecer el árbol para que dé frutos

dimensión ecológica: Quiero acá rendirhomenaje a uno de los pioneros de estaconciencia dentro de la Iglesia, es elPatriarca Bartolomé de Constantinopla.Fue de los primeros que abrieron cami-no para crear esta conciencia. Y des-pués de él, tantos lo han seguido y conesa inquietud, y cada vez, con acelera-ción de progresión geométrica, delequipo de París y siguieron los demásencuentros. Ahí nació Laudato si’ conuna inspiración en la que trabajó tantagente, trabajaron científicos, teólogos,pastoralistas. Bueno, esta concienciaecológica que va adelante y que hoynos denuncia un camino de explotacióncompulsiva, de destrucción al cual laAmazonia es uno de los puntos másimportantes de esto. Es un símbolo, yodiría. Esta dimensión ecológica en laque se nos juega el futuro, ¿no es cier-to? En las manifestaciones hechas porlos jóvenes, ya sea en el movimiento deGreta o de otros. Los chicos salían conel cartel: “El futuro es nuestro, o sea,no decidan ustedes por nuestro futuro”.“Es nuestro”. Ya la conciencia del peli-gro ecológico que hay con eso, eviden-temente no sólo en Amazonia, sino enotros lugares: el Congo es otro punto,

otros sectores, en mi pa-tria está en el Chaco, lazona del “imp enetrable”también que es pequeña,pero, también conocemosesto, de alguna manera.Junto a la dimensiónecológica está la dimen-sión social de la cual ha-blamos, que ya no es só-lo lo que se explota sal-vajemente, lo creado, la

creación, sino las personas. Y en Ama-zonia aparece todo tipo de injusticias,destrucciones de personas, explotaciónde personas a todo nivel y destrucciónde la identidad cultural. Me acuerdoque llegando a Puerto Maldonado—creo que lo dije esto, no me acuer-do—, en el aeropuerto había un cartel,con la imagen de una chica muy linda,muy bonita, “defendete o cuidate de latrata”. O sea, la advertencia al turistaque llega. La trata escucha, y la trata almás alto nivel de corrupción, pero depersonas a todo nivel. Y esto junto conla destrucción de la identidad cultural,que es otro de los fenómenos que uste-des han señalado muy bien en el docu-mento. La identidad cultural cómo sedestruye, en todo esto. Y cuarta dimen-sión, que es la que incluye todas —y yodiría que es la principal—, es la pasto-ral, la dimensión pastoral. El anunciodel Evangelio urge, urge. Pero que seaentendido, que sea asimilado, que seacomprendido por esas culturas. Y sehabló de laicos, de sacerdotes, de diá-conos permanentes, de religiosos y reli-giosas, con que apuntar a ese punto. Yse habló de lo que hacen, y fortalecereso. Se habló de nuevos ministerios,inspirados en la Ministeria quaedam dePablo VI, de creatividad en esto. Creati-vidad en los nuevos ministerios, y verhasta dónde se puede llegar. Se hablóde seminarios indígenas, y con muchafuerza. Yo le agradezco la valentía que

tuvo el cardenal O’Malley para esto,porque nos puso el dedo en la llaga enalgo que es una verdadera injusticia so-cial, que no se le permite de hecho alos aborígenes el camino seminarísticoy el camino del sacerdocio. Creatividaden todo esto de los nuevos ministeriosy todo. Asumo el pedido de re-llamar ala comisión o quizás abrirla con nuevosmiembros para seguir estudiando cómoexistía en la iglesia primitiva el diaco-nado permanente. Ustedes saben quellegaron a un acuerdo entre todos queno era claro. Yo entregué esto a las reli-giosas, a la Unión general de religiosas

que fue la que me pidió hacer la inves-tigación, se lo entregué, y ahora cadauno de los teólogos está con su líneabuscando, investigando en eso. Yo voya procurar rehacer esto con la Congre-gación para la Doctrina de la Fe, y asu-mir nuevas personas en esta Comisión,y recojo el guante, que han puesto porallí: “y que seamos escuchadas”. Recojoel guante [aplausos]. Aparecieron algu-nas cosas que hay que reformar: LaIglesia siempre tiene que ir reformán-dose. La formación sacerdotal en elpaís. En algunos países, oí decir, o enun grupo se dijo o acá se dijo una vez—que yo haya escuchado—, que se nota-ba cierta falta de celo apostólico en elclero de la zona no amazónica respectoa la zona amazónica. Con el cardenalFiloni hemos tenido dificultades cuan-do una congregación religiosa deja unvicariato, de encontrar sacerdotes deese país que tomen el vicariato: “No,claro, yo no soy para eso”. Bueno, esohay que reformarlo. La formación sa-cerdotal en el país, que es universal, yque hay una responsabilidad de hacersecargo de todos los problemas de lospaíses geográficos, digamos, de esaconferencia episcopal. Pero reformareso: que no exista la falta de celo.

Lo mismo algunos —recuerdo dos—señalaron el tema que quizás no se veala falta de celo tan fuerte —p erdón—,haya falta de celo, fuerte o no pero…en jóvenes religiosos, como una cosaque hay que tener en cuenta. Los jóve-nes religiosos tienen una vocación muygrande y hay que formarlos en el celoapostólico para ir a las fronteras. Seríabueno que en el plan de formación delos religiosos existiera una experienciade un año o más en regiones limítrofes.Lo mismo, y esto es una sugerencia quehe recibido por escrito, pero ahora ladigo: que en el servicio diplomático dela Santa Sede, en el curriculum del ser-vicio diplomático, los jóvenes sacerdo-tes al menos pasen un año en tierra demisión pero no haciendo el tirocinio enla Nunciatura como se hace y es muyútil, sino simplemente al servicio de unobispo en un lugar de misión. Eso seráestudiado pero también es una reformaa ver. Y la redistribución del clero en elmismo país. Se dijo, refiriéndose a unasituación, que hay una cantidad grandede sacerdotes de ese país en el primer

mundo, léase Estados Unidos, Europa,etc., y no hay para mandar a la zonaamazónica de ese país. Eso habrá queevaluarlo, pero estar de acuerdo. Los fi-dei donum interesados… es verdad quea veces —y esto me pasó a mí siendoobispo en otra diócesis— te viene unoque vos lo mandaste a estudiar y seenamoró del lugar y quedó en el lugary con todo lo que ofrece el primermundo y no te quiere volver a la dióce-sis. Y claro, uno por salvar la vocación,cede. Pero en ese punto, tener muchocuidado y no favorecer. Agradezco, losverdaderos sacerdotes fidei donum que

vienen a Europa de Áfri-ca, de Asia y de América,pero los que son fidei do-num, que devuelvenaquel fidei donum que hi-zo Europa para con ellos.Pero es un peligro losque vienen y se quedan.Es una cosa un poco tris-te, me decía un obispode Italia, que tiene tres

de estos que se quedaron y que no levan a celebrar una misa a los pueblitosde la montaña si antes no le llega laoferta. Esto es histórico de acá, de aho-ra. Entonces, estemos alerta con eso, yseamos valientes en hacer esas reformasde redifusión del clero en el mismopaís. Y punto de la parte pastoral fuede la mujer. Evidentemente la mujer: loque se dice en el documento, queda“corto”, lo que es la mujer ¿no es cier-to? En la transmisión de la fe, en elconservar la cultura. Quisiera solamen-te subrayar esto: que todavía no hemoscaído en la cuenta de lo que significa lamujer en la Iglesia y por ahí nos que-damos solamente en la parte funcional,que es importante, que tiene que estaren los consejos… o en todo lo que sedijo, eso sí. Pero el papel de la mujeren la Iglesia va mucho más allá de lafuncionalidad. Y eso es lo que hay queseguir trabajando. Mucho más allá.

Después se habló de reorganizacio-nes, se hace al final del documento y vique a algunos por los vo-tos, no les parecía. Orga-nismo de servicio, si-guiendo la R E PA M , haceruna especie de…, que laR E PA M tenga más consis-tencia, una especie de ca-ra amazónica. No sé, deprogresar en la organiza-ción, progresar en las se-mi-conferencias episcopa-les, o sea: hay una conferencia episco-pal del país, pero también hay una se-mi-conferencia episcopal parcial de unazona, y eso se hace en todos lados, acáen Italia está la conferencia episcopall o m b a rd a … O sea, hay países que tie-nen conferencias episcopales sectoriales,por qué no los países de la región ama-zónica hacer pequeñas conferenciasepiscopales amazónicas, que pertenecena la general, pero que hacen su trabajo.Y organizando esa estructura tipo RE-PA M , tipo CELAM amazónico… Abrien-do, abriendo. Se habló de una reformaritual, abrirse a los ritos, esto está den-tro de las competencias de la Congre-gación para el Culto Divino, y puedehacerlo siguiendo los criterios y en esosé que lo pueden hacer muy bien, y ha-cer las propuestas necesarias que la in-culturación pide. Pero siempre jueguenal desborde, siempre más allá. No sólo

organización ritual, organización deotro tipo, lo que vaya inspirando el Se-ñor. De las 23 iglesias con rito propioque se mencionaron en el documento,que fueron saliendo al menos en el pre-documento, creo que al menos 18, si no19 son iglesias sui iuris y empezaron dechiquito, y armando tradiciones hastadonde el Señor nos lleve, no tenerlemiedo a las organizaciones que custo-dian una vida especial. Siempre con laayuda de la Santa Madre Iglesia, Ma-dre de todos, que nos va guiando eneste camino para no separarnos. No letengan miedo.

Y respecto a la organización de laCuria romana también una contribu-ción. Me parece que hay que hacerlo yyo hablaré ya cómo hacerlo con el car-denal Turkson. Abrir una sección ama-zónica dentro del Dicasterio para laPromoción Humana Integral. De talmanera que, como no tiene trabajo, ledoy más. Quiero, además de agradecera ustedes que ya lo hice, agradecer atodos los que trabajaron fuera, sobre

todo de esta sala. Bueno, a los secreta-rios que han ayudado. A la secretaríaescondida, a los medios, al equipo dedifusión, a los que prepararon los en-cuentros y las informaciones. Los gran-des escondidos que hacen posible queuna cosa vaya adelante. La famosa re-gia, que nos ha ayudado tanto. A ellos,un agradecimiento también.

Incluyo a la Presidencia de la Secre-taria general en el agradecimiento contodos y un agradecimiento a los mediosde comunicación —que yo pensé queiban a estar acá para escuchar la vota-ción, como es pública la votación— p orlo que han hecho. Gracias por esteasunto, por este favor que nos hacen dedifundir el Sínodo. Yo les pediría unfavor: que en la difusión que hagan deldocumento final se detengan sobre to-do en los diagnósticos, que es la partepesada, que es la parte realmente don-

de el Sínodo se expresó mejor: el diag-nóstico cultural, diagnostico social, eldiagnóstico pastoral y el diagnósticoecológico. Porque la sociedad tiene quehacerse cargo de esto. El peligro puedeser que se entretengan quizás —es unpeligro, no digo que lo hagan, pero lasociedad lo pide— a veces, en ¿a verqué decidieron en esta cuestión discipli-nar; qué decidieron en otra; ganó estepartido, perdió este? En pequeñas co-sas disciplinares que tienen su trascen-dencia, pero que no harían el bien quetiene que hacer este Sínodo. Que la so-ciedad se haga cargo del diagnósticoque nosotros hemos realizado en lascuatro dimensiones.

Yo les pediría a los medios que lohagan. Siempre hay un grupo de cris-tianos “elite” que le gusta meterse, co-mo si fuera universal, en este tipo dediagnóstico. Más pequeñitos, o en estetipo de resoluciones más disciplinaresintraeclesiásticas, no digo intereclesial,intraeclesiástica, y hacer que el mundoganó tal sección, ganó tal otra. No, ga-namos todos con los diagnósticos quehicimos y hasta donde llegamos en lascuestiones pastorales e intraeclesiásti-cas. Pero que no se encierren en eso.Pensando hoy en estas “elites” católi-cas, y cristianas a veces, pero sobre to-do católicas, que quieren ir “a la cosita”y se olvidan de lo “grande” me acordéde una frase de Péguy, la fui a buscar.Trato de traducirla bien, creo que nospuede ayudar, cuando describe estosgrupos que quieren la “cosita” y se ol-vidan de la “cosa”. “Porque no tienenel coraje de estar con el mundo, ellosse creen de estar con Dios. Porque notienen el coraje de comprometerse enlas opciones de vida del hombre, secreen de luchar por Dios. Porque noaman a ninguno, se creen de amar aD ios”. A mí me iluminó mucho, nocaer prisioneros de estos grupos selecti-vos que del Sínodo van a querer verqué se decidió sobre este punto intrae-clesiástico o sobre este otro, y van a ne-gar el cuerpo del sínodo que son losdiagnósticos que hemos hecho en lascuatro dimensiones.

Gracias de corazón, perdónenme lapetulancia y recen por mí, por favor.Gracias [aplausos]. El documento sepublica con el resultado de las votacio-nes, o sea, de cada número, el resultadode las votaciones.

Discernir, escuchar, caminar juntos: son algunos de los comportamientos de la «sinoda-lidad» indicados por el Papa Francisco a los padres que participaron en la asambleaespecial para la Amazonía, cuyos trabajos se concluyeron la tarde del 26 de oc t u b re .Durante la última congregación general, el Pontífice tomó la palabra y pronunció el si-guiente discurso.

El discurso final de Francisco

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página 8 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 1 de noviembre de 2019, número 44

Entrevista al misionero Giovanni Mometti

La Amazonía es un recursoNICOLA GORI

Tiene el entusiasmo de un joven cuando hablade la Amazonía. Durante décadas fue párroco deuna comunidad ubicada en el corazón del estadobrasileño de Pará. Originario de Brescia, Giovan-ni Mometti, nacido en 1936, —le encanta decir“soy cinco meses mayor que el Papa”— ha partici-pado como auditor en el Sínodo de los Obisposde la Región Panamazónica. Ordenado sacerdotea la edad de 30 años en São Paulo, Brasil, sirviódurante 63 años en el país latinoamericano. Enesa región se le abrió un campo de apostoladoinesperado: el de los leprosos. En el territorio desu parroquia, de hecho, además de los agriculto-res y pescadores, estaba también el hospital de le-prosos de la Colonia do Prata. Con su compromi-so devolvió la esperanza a muchas personas quealguna vez fueron marginadas de la sociedad. Lesofreció la oportunidad de ganarse la vida con al-gunos de los proyectos que llevó a cabo para ali-mentar a los pobres y salvar el bosque. El PapaFrancisco, durante la homilía de la misa del lunes7 de enero en Santa Marta, recordó también su

bas los estudios de filosofía, según nuestra tradi-ción, había que ir a enseñar. Me enviaron a Be-lém, capital del estado amazónico de Pará, lapuerta por la que el Evangelio entró en la región.Tenía 130 alumnos, algunos mayores que yo. Re-cuerdo que cuando llegué, a finales de 1959, co-menzó la construcción de la autopista Belém-Bra-silia. Antes, la única manera de desplazarse por laAmazonía era por río o por avión. Al sobrevolar-la, se veía una extensión de verde con manchas,eran los asentamientos de las tribus indígenas.Era un espectáculo precioso. La deforestación dela Amazonía comenzó con la apertura de carrete-ras para convertir a Brasil en un país industriali-zado. Luego se construyeron la Transamazónicade este a oeste, la autopista Santarém-Cuiabá y laGran perimetral norte.

¿Cómo fue el primer encuentro con los leprosos?

Tenía 50 comunidades en mi parroquia. Undía, fui a celebrar la misa en un pueblo, cerca dela colonia de leprosos de Colônia do Prata, inau-gurada en los años veinte. Después de la misa vi

bido a la sequía llegó a nuestra región ayudadapor el gobernador. Cada familia recibió 25 hectá-reas de tierra. Tuvieron que talar los árboles delbosque y trabajar los campos para obtener pro-ductos de subsistencia, sin incluir los cultivos per-manentes. Era una copia del sistema indígena.Sólo quemaban los árboles que necesitaban paralas plantaciones. Esto se debía a que no había fer-tilizante y por lo tanto las cenizas se utilizabancomo fertilizantes. Durante dos o tres años los co-lonos cultivaron la tierra, que luego dejaron paratrasladarse a otra parcela de tierra. Se talabannuevos árboles y el ciclo comenzaba de nuevo.Donde había habido campos cultivados, poco apoco el bosque recuperaba la ventaja. Sin dañarel ecosistema y respetando la creación.

Está llevando a cabo algunas iniciativas relacionadascon la Amazonía.

Dos proyectos que han nacido de leprosos. Pa-ra el primero acuñé un eslogan: “Anillo negro yverde en tu dedo, un leproso se ha curado”. Esun anillo negro hecho de una planta, cuyo fruto

compromiso con los leprosos. Elmisionero cuenta su experienciahumana y pastoral en esta entre-vista con L'Osservatore Romano.

¿Quién es Giovanni Mometti?

Vivo en Brasil desde hace 63años. Tengo que dar las gracias alos Salesianos, porque tenía quin-ce años cuando me uní a la con-gregación de San Juan Bosco ydespués de cinco años me fui aBrasil. Me transformaron de gran-jero en misionero. Mi vida ha sidouna aventura. Crucé el océano conel barco de vapor Paolo Toscane-lli. Llegué a Recife, Brasil, el 27de diciembre de 1956. Era un paísdiferente de lo que es ahora, se-guía siendo agrícola. Vengo deuna Italia que se estaba levantan-do de nuevo después de la des-trucción de la Segunda GuerraMundial. Vi el comienzo del pro-greso. Para dar una idea, recuerdoque de Recife a Natal, donde estu-dié filosofía, me llevó un día deviaje en autobús. Hoy en día elmismo viaje dura tres horas y me-dia. En 1956 había 57.000.000 dehabitantes y el 99% de la pobla-ción era católica. Había menos deun millón de evangélicos y ahora,de 220 millones de habitantes, casiel 40 por ciento son evangélicos.Esto nos hace pensar. Hemos de-jado escapar un poco al rebaño.

se come, mientras que la bellota setira. Nosotros, en cambio, lo to-mamos y lo usamos. Fue un lepro-so llamado Pinto quien me sugirióel proyecto: nos tiran, pero nos le-vantaremos de nuevo, como la be-llota.

¿La otra iniciativa?

El segundo proyecto nació du-rante el consejo de leprosos quereunía todas las semanas. Me dije-ron que no podían trabajar muchodentro del hospital. Así que mepidieron que abriera una piscifac-toría en su interior. Le respondíque era difícil. Un día, de caminoa Maracaná, me detuve a buscarleprosos en un pueblo. Entré en lacasa de Turu. Su esposa me dijoque había ido a almorzar. Me sor-prendió porque no había tiendascerca. Caminé hacia adentro y vi aTuru que venía hacia mí con unacadena de peces aún vivos, captu-rados sin anzuelo ni red. Le pre-gunté, entonces, cómo había con-seguido atraparlos y me contestóque simplemente los había cogidocon las manos. Me llevó a las tie-rras sujetas a mareas altas y bajascerca del océano. Explicó quecuando llega el agua salada lleganmuchos peces y cuando el aguaretrocede permanecen en los agu-jeros y pueden ser capturados allí.En ese momento, se me ocurrió la

En aquella época, la Iglesia era muy clerical, sólolos sacerdotes podían hacer las cosas. Los laicosnada.

¿En qué medida se siente integrado en el país comosalesiano?

En 1960 comenzó la construcción de Brasilia, lanueva capital. Una ciudad soñada por Don Boscoen agosto de 1883. Vio una gran llanura entre losparalelos de 15° y 20° del hemisferio sur, y en esallanura había visto un lago. Habría habido ungran desarrollo. En ese momento era sólo un de-sierto. Los estudiosos han identificado este centrojusto donde se encuentra Brasilia. En el palaciofue representado este sueño que vio el progresode Brasil como centro de una civilización cristia-na. Los Salesianos han hecho muchas contribu-ciones en el campo de la educación. Hubo untiempo en que en la Cámara de Diputados la ma-yoría eran antiguos alumnos salesianos.

Como salesiano, ¿se ha ocupado de los jóvenes?

Yo también he formado parte del sistema edu-cativo de Don Bosco. Tan pronto como termina-

un camino que se alejaba del pueblo. Era el 24 dejunio, fiesta de San Juan Bautista, patrón de laciudad. Le pregunté a un catequista dónde termi-naba el camino. Se me acercó y me dijo en vozbaja que me llevaba a la colonia de leprosos.Querían ir a ver el lugar y el catequista trató dedisuadirme. Inútilmente. Delante de la leproseríahabía soldados. Cuando me presenté como párro-co me dejaron entrar. En su interior se encuentrala iglesia de San Antonio de Padua, construidapor los Frailes Menores Capuchinos. Fue la pri-mera iglesia de toda la región. En ese momento,la mentalidad era la de aislar a los enfermos. Tan-to es así que cuando nace un niño se lo enseñan ala madre desde detrás de un cristal.

¿Fue un período de gran actividad pastoral?

Cuando llegué mi parroquia tenía 30.000 habi-tantes, ahora son 60.000, el doble. Debo admitirque en el territorio de mi parroquia ha habidouna de las reformas agrarias más exitosas. El go-bernador primero hizo construir el ferrocarril yluego las carreteras cercanas, donde todo era bos-que. La gente que huyó del noreste de Brasil de-

idea. En lugar de agujeros se pueden hacer estan-ques, comprobando la altura del agua, ya que nohay bosque en la zona y todo es llano. Hay milesde tierras donde no se produce nada y no haymedios para explotar el flujo de agua y de peces.A este respecto, debo dar las gracias a la Confe-rencia Episcopal italiana. En los años noventa ha-blé con el director del proyecto y vino a verme.Me donaron 200 millones de liras. Fue la ofrendaque permitió que el proyecto comenzara.

¿Cómo utilizó la ofrenda recibida?

Con la ayuda de los obispos italianos creamosel centro para la reproducción de alevines. Hoytenemos el centro más seguro de Brasil para la re-producción de peces de agua dulce en cautiverio.Hemos aprendido las mismas técnicas utilizadasen Hungría. El proyecto se llama “Nuevo Moi-sés”, porque así como él fue salvado por las aguasdel Nilo, así el Amazonas es salvado no sólo porla selva, sino por los recursos hídricos. La riquezade la región es que tenemos el 25 por ciento delagua dulce del mundo. Por eso, sin talar árboles,con nuestros estanques podemos salvar el planeta.

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número 44, viernes 1 de noviembre de 2019 L’OSSERVATORE ROMANO página 9

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Amazonía: nuevos caminos para la Iglesiay para una ecología integral

INTRODUCCIÓN

1. “Y dijo el que está sentado en el trono:“Mira, hago nuevas todas las cosas” Y dijo:“Escribe: ¡estas palabras son fieles y verdade-ra s ! ” (Ap 21, 5)

Después de un largo camino sinodal deescucha del Pueblo de Dios en la Iglesiade la Amazonía, que inauguró el PapaFrancisco en su visita a la Amazonía, 19 deenero de 2018, el Sínodo se celebró en Ro-ma en un encuentro fraternal de 21 días enoctubre 2019.

El clima fue de intercambio abierto, li-bre y respetuoso de los obispos pastores enla Amazonía, misioneros y misioneras, lai-cos, laicas, y representantes de los pueblosindígenas de la Amazonía. Fuimos testigosparticipantes en un evento eclesial marcadopor la urgencia del tema que reclama abrirnuevos caminos para la Iglesia en el terri-torio. Se compartió un trabajo serio en unambiente marcado por la convicción de es-cuchar la voz del Espíritu presente. El Sí-nodo se celebró en un ambiente fraternal yorante. Varias veces las intervenciones fue-ron acompañadas por aplausos, cantos ytodas con hondos silencios contemplativos.

Fuera del aula sinodal, hubo una pre-sencia notable de personas venidas delmundo amazónico que organizaron actosde apoyo en diferentes actividades, proce-siones, como la de apertura con cantos ydanzas acompañando al Santo Padre, des-de la tumba de Pedro al aula sinodal. Im-pactó el vía crucis de los mártires de laAmazonía, además de una masiva presen-cia de los medios de comunicación interna-cional.

2. Todos los participantes han expresadouna conciencia aguda sobre la dramáticasituación de destrucción que afecta a laAmazonía. Esto significa la desaparicióndel territorio y de sus habitantes, especial-mente los pueblos indígenas. La selva ama-

zónica es un “corazón biológico” para latierra cada vez más amenazada. Se encuen-tra en una carrera desenfrenada a la muer-te. Requiere cambios radicales con sumaurgencia, nueva dirección que permita sal-varla. ¡Está comprobado científicamenteque la desaparición del bioma Amazónicotendrá un impacto catastrófico para el con-junto del planeta!

3. El caminar sinodal del Pueblo deDios en la etapa preparatoria involucró atoda la Iglesia en el territorio, los Obispos,misioneros y misioneras, miembros de lasIglesias de otras confesiones cristianas, lai-cos y laicas, y muchos representantes delos pueblos indígenas, en torno del docu-mento de consulta que inspiró al Instru-mentum Laboris.

Destaca la importancia de la escucha dela voz de la Amazonía, movida por el so-plo mayor del Espiritu Santo en el grito dela tierra herida y sus habitantes. Se registróla participación activa de más de 87.000personas, de las ciudades y culturas distin-tas, además de numerosos grupos de otrossectores eclesiales y los aportes de acadé-micos, y organizaciones de la sociedad civilen los temas específicos centrales.

4. La celebración del Sínodo, logró des-tacar la integración de la voz de la Amazo-nía con la voz y el sentir de los pastoresparticipantes. Fue una nueva experienciade escucha para discernir la voz del Espíri-tu que conduce a la Iglesia a nuevos cami-nos de presencia, evangelización y diálogointercultural en la Amazonía.

El reclamo, surgido en el proceso prepa-ratorio, de que la Iglesia fuera aliada delmundo amazónico, fue afirmado con fuer-za. La celebración finaliza con gran alegríay la esperanza de abrazar y practicar elnuevo paradigma de la ecología integral, elcuidado de la “casa común” y la defensade la Amazonía.

CAPÍTULO I

Amazonía: de la escucha a laconversión integral

“Me mostró luego un río de agua de vida,resplandeciente como cristal,

que sale del trono de Dios y del Cordero”(Ap 22, 1)

5. “Cristo apunta a la Amazonía” ( Pa b l oVI, atrib.). Él libera a todos del pecado yotorga la dignidad de los Hijos de Dios.La escucha de la Amazonía, en el espíritupropio del discípulo y a la luz de la Pala-bra de Dios y de la Tradición, nos empujaa una conversión profunda de nuestros es-quemas y estructuras a Cristo y a su Evan-gelio.

La voz y el canto de la Amazonía comomensaje de vida

6. En la Amazonía, la vida está inserta,ligada e integrada al territorio, que comoespacio físico vital y nutricio, es posibili-dad, sustento y límite de la vida. La Ama-zonía, también llamada Panamazonía, esun extenso territorio con una población es-timada en 33.600.000 habitantes, de loscuales entre 2 y 2,5 millones son indígenas.Este espacio, conformado por la cuencadel río Amazonas y todos sus tributarios,se extiende por 9 países: Bolivia, Perú,Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Gu-yana, Surinam y Guayana Francesa. La re-gión amazónica es esencial para la distri-bución de las lluvias en las regiones deAmérica del Sur y contribuye a los grandesmovimientos de aire alrededor del planeta;en la actualidad es la segunda área másvulnerable del mundo con relación al cam-

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Iniciamos la publicación por entregas del texto del Documento final de la asamblea especial del Sínodo de los obispospara la Amazonía, que se celebró del 6 al 27 de octubre en el Vaticano sobre el tema «Amazonía: nuevos caminos pa-ra la Iglesia y para una ecología integral». El Documento, en el que la Iglesia «se compromete a ser aliada de lospueblos amazónicos», se distribuyó la tarde del 26 de octubre por voluntad del Papa Francisco y recoge las propues-tas de los participantes en las reuniones. Estas sugerencias buscan actuar con urgencia para «abrir nuevos caminospara la Iglesia en el territorio». Todos los 120 puntos que componen el Documento fueron aprobados uno a uno, envotaciones independientes, por los padres sinodales en el Aula del Sínodo.

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bio climático por la acción directa delh o m b re .

7. El agua y la tierra de esta región nu-tren y sustentan la naturaleza, la vida y lasculturas de cientos de comunidades indíge-nas, campesinos, afro-descendientes, mesti-zos, colonos, ribereños y habitantes de loscentros urbanos. El agua, fuente de vida,posee un rico significado simbólico. En laregión Amazónica, el ciclo del agua es eleje conector. Conecta ecosistemas, culturasy el desarrollo del territorio.

8. En la región Amazónica existe unarealidad pluriétnica y multicultural. Los di-ferentes pueblos supieron adaptarse al te-rritorio. En el interior de cada cultura,construyeron y reconstruyeron su cosmovi-sión, sus signos y sus significados, y la vi-sión de su futuro. En las culturas y pue-blos indígenas conviven las prácticas anti-guas y explicaciones míticas, con las tecno-logías y retos modernos. Los rostros quehabitan en la Amazonía son muy variados.Además de los pueblos originarios, existeun gran mestizaje nacido con el encuentroy desencuentro de los diferentes pueblos.

9. La búsqueda de los pueblos indígenasamazónicos de la vida en abundancia, seconcreta en lo que ellos llaman el ‘buen vi-vir’, y que se realiza plenamente en las Bie-naventurazas. Se trata de vivir en armoníaconsigo mismo, con la naturaleza, con losseres humanos y con el ser supremo, yaque hay una intercomunicación entre todoel cosmos, donde no hay excluyentes ni ex-cluidos, y donde podamos forjar un pro-yecto de vida plena para todos. Tal com-prensión de la vida se caracteriza por laconectividad y armonía de relaciones entreel agua, el territorio y la naturaleza, la vidacomunitaria y la cultura, Dios y las diver-sas fuerzas espirituales. Para ellos, ‘buenvivir’ es comprender la centralidad del ca-rácter relacional trascendente de los sereshumanos y de la creación, y supone un‘buen hacer’. Este modo integral se expresaen su propia manera de organizarse queparte de la familia y de la comunidad, y

que abraza un uso responsable de todoslos bienes de la creación. Los pueblos indí-genas aspiran a lograr mejores condicionesde vida, sobre todo en salud y educación,a disfrutar del desarrollo sostenible prota-gonizado y discernido por ellos mismos yque mantenga la armonía con sus formastradicionales de vida, dialogando entre lasabiduría y tecnología de sus antepasadosy las nuevas adquiridas.

El clamor de la tierra y el grito de losp obres

10. Pero, la Amazonía hoy es una hermo-sura herida y deformada, un lugar de dolory violencia. Los atentados contra la natura-leza tienen consecuencias contra la vida delos pueblos. Esta única crisis socio-ambien-tal se reflejó en las escuchas pre-sinodalesque señalaron las siguientes amenazas con-tra la vida: apropiación y privatización debienes de la naturaleza, como la mismaagua; las concesiones madereras legales yel ingreso de madereras ilegales; la caza yla pesca predatorias; los mega-proyectos nosostenibles (hidroeléctricas, concesiones fo-restales, talas masivas, monocultivos, carre-teras, hidrovías, ferrocarriles y proyectosmineros y petroleros); la contaminaciónocasionada por la industria extractiva y losbasureros de las ciudades y, sobre todo, elcambio climático. Son amenazas reales quetraen asociadas graves consecuencias socia-les: enfermedades derivadas de la contami-nación, el narcotráfico, los grupos armadosilegales, el alcoholismo, la violencia contrala mujer, la explotación sexual, el tráfico ytrata de personas, la venta de órganos, elturismo sexual, la pérdida de la culturaoriginaria y de la identidad (idioma, prácti-cas espirituales y costumbres), la criminali-zación y asesinato de líderes y defensoresdel territorio. Detrás de todo ello están losintereses económicos y políticos de los sec-tores dominantes, con la complicidad dealgunos gobernantes y de algunas autori-dades indígenas. Las víctimas son los sec-

tores más vulnerables, los niños, jóvenes,mujeres y la hermana madre tierra.

11. La comunidad científica, por su par-te, advierte de los riesgos de la deforesta-ción, que hasta la fecha se acerca a casi el17% del bosque amazónico total, y queamenaza la supervivencia de todo el ecosis-tema, poniendo en peligro la biodiversidady cambiando el ciclo vital del agua para lasupervivencia del bosque tropical. Además,la Amazonía desempeña también un papelcrítico como amortiguador contra el cam-bio climático y proporciona invalorables yfundamentales sistemas de soporte vital relacionados con el aire, el agua, los suelos,los bosques y la biomasa. Al mismo tiem-po, los expertos recuerdan que utilizandociencia y tecnologías avanzadas para unabioeconomía innovadora de bosques en piey de ríos que fluyen, es posible ayudar asalvar al bosque tropical, proteger los eco-sistemas de la Amazonía y a los pueblosindígenas y tradicionales, y al mismo tiem-po, brindar actividades económicas sosteni-bles.

12. Un fenómeno para abordar son lasmigraciones. En la Región Amazónica,ocurren tres procesos migratorios simultá-neos. En primer lugar, los casos de movili-dad de grupos indígenas en territorios decirculación tradicional, separados por fron-teras nacionales e internacionales. En se-gundo lugar, el desplazamiento forzado depueblos indígenas, campesinos y ribereñosexpulsados de sus territorios, y cuyo desti-no final suele ser las zonas más pobres ypeor urbanizadas de las ciudades. En ter-cer lugar, las migraciones forzadas interre-gionales y el fenómeno de los refugiados,que obligados a salir de sus países (entreotros, Venezuela, Haití, Cuba) deben cru-zar la Amazonía como corredor migratorio.

13. El desplazamiento de grupos indíge-nas expulsados de sus territorios o atraídospor el falso brillo de la cultura urbana, re-presenta una especificidad única de losmovimientos migratorios en la Amazonía.Los casos en que la movilidad de estosgrupos se produce en territorios de circula-ción indígena tradicional, separados porfronteras nacionales e internacionales, exi-ge atención pastoral transfronteriza capazde comprender el derecho a la libre circu-lación de estos pueblos. La movilidad hu-mana en la Amazonía revela el rostro deJesús Cristo empobrecido y hambriento(cf. Mt 25, 35), expulsado y sin hogar (cf.Lc 3, 1-3), y también en la feminización dela migración que hace que miles de muje-res sean vulnerables a la trata de personas,una de las peores formas de violencia con-tra las mujeres y una de las violacionesmás perversas de los derechos humanos. Eltráfico de personas vinculado, a la migra-ción, requiere un permanente trabajo pas-toral en red.

14. La vida de las comunidades amazóni-cas aún no afectadas por el influjo de la ci-vilización occidental se refleja en la creen-cia y los ritos sobre el actuar de los espíri-tus de la divinidad, llamados de innumera-bles maneras, con y en el territorio, con yen relación con la naturaleza (LS 16, 91, 117,138, 240). Reconozcamos que desde hacemiles de años han cuidado su tierra, susaguas y sus bosques, y han logrado preser-varlos hasta hoy para que la humanidadpueda beneficiarse del goce de los donesgratuitos de la creación de Dios. Los nue-vos caminos de la evangelización debenconstruirse en diálogo con estos conoci-mientos fundamentales en los que se mani-fiestan como semillas de la Palabra.

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Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral

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número 44, viernes 1 de noviembre de 2019 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

Motu proprio sobre la denominación del Archivo Vaticano

Un acto de fidelidadal Evangelio y a la historiaJOSÉ TOLENTINO DE MEND ONÇA*

El Archivo Vaticano tieneuna historia secular, porquefue fundado en torno al 1611por Pablo V, cuando separó,

de forma más clara, los fondos dearchivo y los fondos de libros de laBibilioteca Vaticana. Se trataba deuna tendencia difusa en las estructu-ras estatales europeas de la época,en la que se multiplicaban los archi-vos «secretos», es decir, privados, adisposición del soberano. Pero, co-mo sucedió con la cercana Bibliote-ca, refundada en la época humanistade Nicolás V, el Archivo Vaticano essolo el segmento “mo derno” de unahistoria mucho más larga, casi bimi-lenaria, que empieza con la historiade la Iglesia y continúa y acompañatodo el camino, casi desde los oríge-nes apostólicos hasta nuestros días.En el inmenso patrimonio documen-tal que se ha acumulado durante lossiglos se refleja realmente el t ra n s i t u sDomini, el camino del Señor jesús enla historia de los hombres a travésde las vivencias de la comunidad delos creyentes en Él. Vivencias queinevitablemente reflejan las luces ylas sombras de las realidades huma-nas pero que sobre todo indican elesfuerzo de una fidelidad constante,a menudo expresada en la santidady en el martirio. León XIII, en 1881,tuvo el extraordinario valor y la pro-funda amplitud de miras para abrirprogresivamente a los estudiosos detodo el mundo la consulta de losdocumentos guardados en el Archi-

vo Vaticano. Se trató realmente devalor y de amplitud de miras, por-que con aquella decisión, superandotambién no pocas resistencias inter-nas, el Papa rompió el clima de ase-dio en el que las vicisitudes de lahistoria y la cultura habían confina-do a la Iglesia y a la Santa Sede. Ylo hizo con un gesto que nos parecehoy de confianza en la inteligencia yen la rectitud humana. Al final delque fue definido como «el siglo dela historia», el Papa afirmó con fuer-za, en la célebre carta S a e p e n u m e roc o n s i d e ra n t e s (18 agosto de 1883), laconvicción de que no era necesariotener miedo de la búsqueda, de queno había que temer decir la verdadni osar decir la mentira. La sabiduríaciceroniana se conjugaba así con lacerteza evangélica de que la Verdadnos hará libres. La historia “mo der-na” del Archivo Vaticano nace deahí. En el arco de pocas décadas, loque había sido un venerable y valio-so depósito de cartas, que había ser-vido al Papa y a la Curia en el go-bierno de la Iglesia, pero que tam-bién había alimentado con copias ytranscripciones las mayores obrashistóricas, desde Baronio hasta losMonumenta Germaniae Historica, seconvirtió también en un laboriosocentro de estudios y de investigaciónen el que se reunían y siguen reu-niéndose institutos históricos e in-vestigadores de todo el mundo, sinexclusiones de fe, de nacionalidad nide culturas. La decisión del PapaFrancisco de cambiar, en la denomi-nación del Archivo, el adjetivo «se-

creto» por el de «apostólico» estáen plena continuidad con la de LeónXIII y la de sus sucesores. La conno-tación oscura y opaca que ahoraacompaña al término «secreto» en lasensibilidad y la imaginación hacíanecesario este paso, ya que se haperdido el valor original de «secre-to», es decir, simplemente como«privado» (s e c re t u m que secretar, porlo tanto, «reservado», es decir, a dis-posición del soberano y su gobier-no). Pero el término «apostólico»está históricamente atestiguado yaen el siglo XVII, el siglo del naci-miento del Archivo Vaticano moder-no. A menudo contribuye al adjetivoque entonces prevaleció histórica-mente y que de alguna manera ex-presa el mismo concepto, es más, loeleva y lo fortalece. El Archivo Vati-cano es el Archivo del Papa, de suCuria; por tanto, es plena y verdade-ramente «apostólico», es decir, nece-sario e indispensable para el sucesordel Apóstol Pedro en su servicio a laIglesia universal. Pero este Archivo,profundamente “católico” porque enél se refleja la vida de la Iglesia uni-versal y de todo el mundo, se com-parte, sin miedo, con los estudiososde todo el mundo, con un gesto de

confianza y de apertura que es laapología más cierta y convincente denuestra fe.

La elección del Papa Franciscotiene otra feliz y significativa conse-cuencia. Desde este momento, el pri-mer adjetivo que connota la denomi-nación del Archivo y de la Bibliote-ca es el mismo. Ambas institucionesson «apostólicas», en el sentido deque están en el corazón de la misiónde la Iglesia de anunciar al mundola salvación de Jesucristo. Archivo yBiblioteca no son una joya y un lujodel pasado sino que son siempre unrecurso para el futuro, para com-prender e interpretar la historia delos hombres, de la que son un espe-jo incomparable y fiel. Como dijo elPapa Francisco en una visita al Ar-chivo el 4 de diciembre de 2018, elArchivo no es solamente un lugar enel que custodiar el pasado, sino unaoportunidad para frecuentar el futu-ro. El Motu proprio es, por lo tanto,un acto de fidelidad al Evangelio y,al mismo tiempo, a la historia y de-bemos estar agradecidos al PapaFrancisco por ello.

*Cardenal Archivista y Bibliotecario dela Santa Romana Iglesia

El término “s e c re t o ” se sustituye por “ap ostólico”

Nueva denominación para el Archivo Vaticano

Francisco ha cambiado ladenominación del hastaahora Archivo SecretoVaticano y ha establecido

que el nuevo nombre sea «Archi-vo Apostólico Vaticano». En unacarta apostólica en forma de motup ro p r i o , el Papa explica que lanueva denominación supera losposibles malentendidos relaciona-dos con el término «secreto» yademás subraya «el estrecho vín-culo de la Sede romana con elA rc h i v o » .

«La experiencia histórica nosenseña que toda institución hu-mana, aunque haya surgido conlas mejores garantías y con espe-ranzas de progreso vigorosas yfundadas, tocada fatalmente porel tiempo, para permanecer fiel así misma y a los objetivos idealesde su naturaleza, siente la necesi-dad, no ya de cambiar su fisono-mía, sino de transponer a las di-versas épocas y culturas sus valo-res inspiradores y de efectuar lasactualizaciones que son conve-nientes y a veces necesarias», se-ñala el Papa.

Y explica que el Archivo, demás de cuatrocientos años de an-tigüedad nació de la Bibliotheca

s e c re t a del Romano Pontefice, esdecir, «de la parte de los códigosy escrituras más particularmentede propiedad y bajo la jurisdic-ción directa del Papa, el Archivose llamaba primero simplementeArchivum novum, luego Arc h i v u mAp o s t o l i c u m y después Arc h i v u mS e c re t u m (las primeras atestacio-nes del término se remontanaproximadamente a 1646)».

Y añade que el término S e c re -tum, que se ha convertido en elnombre propio de la institución yque ha prevalecido en los últimossiglos, «estaba justificado porqueindicaba que el nuevo Archivo,querido por mi predecesor PabloV hacia 1610-1612, no era otro queel archivo privado, separado y re-servado del Papa». Franciscoañade al respecto: «Así es comotodos los pontífices quisieron de-finirlo siempre, y así es como to-davía lo definen hoy en día, sinninguna dificultad, los estudio-sos. Esta definición, por otra par-te, estaba muy extendida, con unsignificado análogo en las cortesde soberanos y príncipes, cuyosarchivos se definían propiamentecomo secretos». El Papa Francis-co ilustra también que en mayor

o menor medida, «el término Se-c re t u m , adosado al Archivo Vati-cano, comenzó a ser malinterpre-tado y a colorearse de maticesambiguos, incluso negativos. Alhaber perdido el verdadero signi-ficado del término secretum yasociando instintivamente su va-lencia al concepto expresado porla palabra moderna "secreto", enalgunos ámbitos y ambientes, in-cluso en aquellos de cierta impor-tancia cultural, este término haasumido el significado prejudicialde escondido, de no revelado yreservado para unos pocos».

Y agrega el Pontífice: «Todo locontrario de lo que siempre ha si-do y pretende ser el Archivo Se-creto Vaticano, que —como decíami santo predecesor Pablo VI—conserva "ecos y vestigios" del pa-so del Señor en la historia (Ense-ñanzas de Pablo VI, I, 1963, p.614). Y la Iglesia “no tiene miedode la historia, al contrario, la amay la gustaría amarla más y mejor,como Dios la ama” (Discurso alos funcionarios del Archivo SecretoVa t i c a n o , 4 marzo 2019: L’O sser-vatore Romano, 4-5 marzo 2019,p. 6)».

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página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 1 de noviembre de 2019, número 44

Corazón hospitalario y fe audazEl Papa indica a los fieles el ejemplo de la primera comunidad cristiana

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

Leyendo los Hechos de losApóstoles se puede ver có-mo el Espíritu Santo es elprotagonista de la misión de

la Iglesia: es Él quien guía el caminode los evangelizadores mostrándolesel camino a seguir. Lo vemos clara-mente cuando el apóstol Pablo, lle-gado a Tróada, tiene una visión. Unmacedonio le suplica: «Pasa a Mace-donia y ayúdanos» (Hechos 16, 9). Elpueblo de Macedonia del Norte estámuy orgulloso de esto, muy orgullo-so de haber llamado a Pablo paraque Pablo fuera a anunciar a Jesu-cristo. Me acuerdo mucho de esehermoso pueblo que me recibió contanto calor: ¡Que conserven esta feque Pablo les predicó! El Apóstol noduda, se va a Macedonia, seguro deque es Dios mismo quien lo envía, yllega a Filipos, «colonia romana»(Hechos 16, 12) a la Vía Egnatia, parapredicar el Evangelio. Pablo se que-da allí varios días. Tres son los acon-tecimientos que caracterizan su es-tancia en Filipos en estos tres días:tres hechos importantes: 1) la evan-

«Una fe audaz, como la de Pablo y la de Silas, y también una apertura de croazón, como la del carceleroque se deja tocar por el Espíritu Santo»: es el ideal propuesto por el Papa a los fieles presentes en la plazade San Pedro durante la audiencia general del miércoles 30 de octubre. Continuando las catequesis sobre losHechos de los apóstoles, el Pontífice comentó el pasaje 16, 9-10, que cuenta cómo la fe cristiana desembarca

en Europa después de la visión de san Pablo en la que se le aparece en sueños un Ma c e d o n i o.

tes experimentada. Así es como elEspíritu Santo hace la misión: desdeel principio, desde Pentecostés enadelante, Él es el protagonista de lamisión. Y nos lleva hacia adelante,debemos ser fieles a la vocación queel Espíritu nos mueve a hacer. Parallevar el Evangelio.

Pidamos también nosotros hoy alEspíritu Santo un corazón abierto,sensible a Dios y hospitalario connuestros hermanos y hermanas, co-mo el de Lidia, y una fe audaz, co-mo la de Pablo y Silas, y tambiénuna apertura del corazón, como ladel carcelero que se deja tocar por elEspíritu Santo.

Un sentido llamamiento por el«martirizado pueblo iraquí fue lanzadopor el Papa al finalizar la audienciageneral, durante los saludos dirigidos alos diferentes grupos de peregrinospresentes en la plaza de San Pedro.

Queridos hermanos y hermanas:mi pensamiento va para el amadoIrak, donde las manifestaciones deprotesta de este mes han causadonumerosos muertos y heridos. Mien-tras expreso el pésame por las vícti-mas y cercanía a sus familias y a losheridos, invito a las autoridades aescuchar el grito de la población quepide una vida digna y tranquila. Ex-horto a todos los iraquíes, con elapoyo de la comunidad internacio-nal, a recorrer la vía del diálogo y dela reconciliación y a buscar las justassoluciones a los desafíos y a los pro-blemas del país. Rezo para que esepueblo martirizado pueda encontrarpaz y estabilidad después de tantosaños de guerra y de violencia, dondeha sufrido tanto.

gelización y el bautismo de Lidia ysu familia; 2) su arresto junto conSilas, después de haber exorcizado auna esclava explotada por sus amos;3) la conversión y el bautismo de sucarcelero y de su familia. Veamos es-tos tres episodios de la vida de Pa-blo.

La fuerza del Evangelio se dirigesobre todo a las mujeres de Filipos,en particular a Lidia, vendedora depúrpura, natural de la ciudad deTiatira, creyente en Dios a quien elSeñor abre su corazón «para que seadhiriese a las palabras de Pablo»(Hechos 16, 14). Lidia, en efecto, aco-ge a Cristo, recibe el Bautismo juntocon su familia y acoge a los que per-tenecen a Cristo, acogiendo a Pabloy a Silas en su casa. Aquí tenemos eltestimonio de la llegada del cristia-nismo a Europa: el inicio de un pro-ceso de inculturación que dura tam-bién hoy. Entró por Macedonia.

Después de la calidez experimentadaen casa de Lidia, Pablo y Silas ten-drán que hacer cuentas con la dure-za de la prisión: pasan del consuelode esta conversión de Lidia y de sufamilia a la desolación de la cárcelen la que los han metido por haberliberado en el nombre de Jesús «auna esclava poseída de un espírituadivino» y que «producía mucho di-nero a sus amos» con el oficio deadivina (Hechos 16, 16). Sus amos,ganaban mucho y esta pobre esclavahacía lo que hacen los adivinos: teadivinaba el futuro, te leía las ma-nos, como dice la canción: «Tomaesta mano, gitana», y por eso la gen-te pagaba. También hoy, queridoshermanos y hermanas, hay gente quepaga por ello. Recuerdo que en midiócesis, en un parque muy grande,había más de 60 mesitas donde esta-ban sentados los adivinos y las adi-vinas, que te leían la mano ¡y la gen-

te creía en estas cosas! Y pagaba. Yesto sucedía también en la época deSan Pablo. Sus amos, en represalia,denuncian a Pablo y llevan a losApóstoles ante los jueces acusándo-los de desorden público. Pero ¿quépasa? Pablo está en la prisión y du-rante su encarcelamiento se produceun hecho sorprendente. Está desola-do pero, en vez de quejarse, Pablo ySilas entonan una alabanza a Dios yesta alabanza desencadena una fuer-za que los libera: durante la oraciónun terremoto sacude los cimientosde la prisión, se abren las puertas ycaen las cadenas de todos (cf. He-chos 16, 25-26). Como la oración dePentecostés, la de cárcel tambiénprovoca efectos prodigiosos. El car-celero, creyendo que los prisioneroshabían huido, estaba a punto de ma-tarse, porque los carceleros pagabancon su propia vida la huida de losprisioneros, pero Pablo le grita:«No te hagas ningún mal, que esta-mos todos aquí». (Hechos 16, 27-28).El carcelero pregunta entonces: «Se-ñores, ¿qué tengo que hacer parasalvarme?» (v. 30). La respuesta es:«Ten fe en el Señor Jesús y te salva-rás tú y tu casa» (v. 31). En ese mo-mento se produce el cambio: en elcorazón de la noche, el carcelero es-cucha la palabra del Señor con sufamilia, acoge a los apóstoles, les la-va las heridas —porque les habíanp egado— y recibe el bautismo juntoa los suyos; luego, «se alegró con to-da su familia por haber creído enDios» (v. 34), prepara la mesa e invi-ta a Pablo y Silas a quedarse conellos: ¡el momento del consuelo! Enel corazón de la noche de este carce-lero anónimo, la luz de Cristo brillay vence a las tinieblas: las cadenasdel corazón caen y brota en él y ensus familiares una alegría nunca an-