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Joaquim Valls

¿Vives prisionero de creencias que te limitan? ¿Los complejos e inseguridades paralizan tus músculos y tu cerebro, impidiéndote pasar a la acción? Tienes que hacer ya lo que dice el doctor Valls: reeducar tu personalidad hasta convertirla en la de alguien de vida plena capaz de generar ideas brillantes y albergar emociones positivas

Por Marta Bellmont

“Nuestra mente es genial en potencia”

“Con un programa de entrenamiento adecuado, todos podemos sacar a nuestra mente un mayor partido”, asegura Valls.

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empatía y optimismo, aumentar tu constancia, tu iniciativa y tu paciencia… En definitiva, reeducarás tu personalidad para ser quien deseas ser. Y en tan solo nueve meses y un día. Ese es el tiempo que te separa de la mejor versión de ti mismo. ¿Aceptas el reto?

PSICOLOGÍA PRÁCTICA: Nueve meses “y un día” para liberar la mente. ¿Por qué ese plazo?JOAquIM VALLS: Ese “y un día” es una metáfora del largo plazo. Cuando en 2010 presenté en socie-dad mi método de grafotransformación Kimmon para mejorar la inteligencia emocional en Buenos días y buena letra, hablaba de un entrenamiento que abarcaba aproximadamente nueve meses. Hoy, tres años después, más de mil alumnos lo han cursado con resultados excelentes. En la primera parte de Maravillosa mente presento los resultados del ex-perimento que llevé a cabo para mi tesis doctoral sobre reeducación del inconsciente mediante el método grafotransformador, donde un par de gru-pos de voluntarios cumplimentaron, al principio y al final del proceso, el test de las 24 fortalezas de Martin Seligman. El primer grupo, que implementó

Q ué fácil es decir: ¡libé-rate! No permitas que nada ni nadie te amar-gue la existencia. Que no cunda en ti el desánimo. Que el aburrimiento no te abata. Apasiónate por

algo. Persigue tus sueños. Etcétera. Lo has leído una y mil veces en los libros de autoayuda… incluso en PSICOLOGÍA PRÁCTICA. Son mensajes positivos, estimulantes, motivadores… Otra cosa es ponerlos en práctica. En ese momento es cuando has de invertir todos los recursos de que dispones para sobreponerte, animarte, superarte, mejorar, cambiar... Y ahí entran en juego tu voluntad, tus ganas de superación y tu capacidad de esforzarte, pero también tus prejuicios, tus complejos y tus inseguridades, que te impiden demostrar todo el potencial que hay en ti. Maravillosa mente, el nuevo libro de Joaquim Valls, contiene un método científico desarrollado por el autor junto a su socio Manuel Ramírez, director general del Instituto Kimmon, con el que podrás gestionar tus impulsos, mejorar tu extroversión, tu

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Kimmon, mejoró significativamente su carácter con respecto al segundo, que actuó como grupo de control. Pero eran resul-tados a corto plazo. En la segunda parte, presento el método Redex (Reingenie-ría del Éxito), para garantizar a nuestros alumnos un mantenimiento gratuito de por vida, de manera que los beneficios de Kimmon conquisten el largo plazo.

¿Todos tenemos una “maravillosa mente”?Nuestra mente es dinámica. Todos nace-mos con una mente maravillosa o genial, pero en potencia. Y es a base de entrena-miento como podemos sacarle un partido extraordinario. Por ejemplo, llevo treinta y seis años enseñando matemáticas universi-tarias. Después de 40.000 alumnos y más de cien mil horas de clase, puedo afirmar que todos podemos aprenderlas, y que la distinción “ser de letras o de ciencias” es una creencia limitante y falsa, aunque muy arraigada en nuestra sociedad.

¿qué quiere decir cuando afirma que el cerebro es reversible, flexible y engaña-ble? ¿Es una ventaja?Que sea flexible le permite ser dinámico y entrenable a cualquier edad. Reversible es que todos podemos desarrollar aspectos ideales de nuestra personalidad actuando como si ya los tuviéramos. Por ejemplo, en Kimmon, los alumnos imitan la letra de la gente de vida plena, y en nueve meses alcanzan el carácter que les es propio.

entrenamiento objetivoscambio

redacción caligrafía

autosugestión

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Es economista, doctor en reeducación del inconsciente mediante el método gra-fotransformador, periodista, conferenciante, grafólogo, presidente del Instituto Kimmon y director del Centro de Estudios Empresariales. Ha publicado, además de Maravillosa mente, Buenos días y buena letra, Buenas noches y buena suerte, Bue-na mente y Buena letra y buena vida.

EL AuTOR

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¿Y engañable? Implica que es susceptible a las sugestiones. En medicina, por ejemplo, es conocido el efecto placebo, mediante el cual se pue-den curar ciertas enfermedades con una inocua pastilla de azúcar, siempre que el paciente crea que es un remedio eficaz para su dolencia. En Kimmon usamos las autoinstrucciones positivas para rediseñar los guiones existenciales que hemos ido escribiendo a lo largo de nuestra vida, pero que son creencias limitantes y complejos absurdos que nos amargan la vida y que nos encarcelan la mente, impidiéndonos desarrollar nuestro potencial.

¿Es posible cambiar los hábitos fácil-mente?Algunos libros de autoayuda pretenden hacernos creer, ingenua o fraudulenta-mente, que cambiar los hábitos inade-cuados es sencillo. No es verdad. Pero, al menos, es posible. Se requiere un mínimo de cinco meses de entrenamiento diario para cambiar los esquemas mentales dis-funcionales. ¿qué se necesita para ello?A nivel general, ganas, determinación y luego entrenamiento para rediseñar el inconsciente. Es parecido a aprender un nuevo idioma, hacer dieta o ponerse en forma. Después de nueve meses el alumno recibe el título de master Kimmon en In-teligencia Emocional y un certificado que acredita que su manera de ser en promedio ha mejorado un 300 por cien, lo que en un curriculum brilla con luz propia. No son necesarios estudios previos para rea-lizarlo, pues no es un curso al uso, sino un entrenamiento. Y, desde luego, no son clases teóricas, sino fundamentalmente ejercicios prácticos, memorables y emotivos.

¿En qué consiste, brevemente, el mé-

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todo Redex del que nos ha hablado?De diez a quince minutos diarios de ejerci-cios caligráficos grafotransformadores justo al levantarse; cinco minutos de autosuges-tiones antes de acostarse cada noche; una redacción semanal manuscrita de aproxi-madamente una hora, y opcionalmente, un seminario experiencial divertidísimo de cinco horas cada cuatro semanas. También se puede cursar el Master Kimmon en In-teligencia Emocional de forma on line.

¿El optimismo se aprende?Martin Seligman, el padre de la psicología positiva y autor de Aprende optimismo, lo demostró a finales del siglo pasado. La lec-tura de este libro me impulsó a investigar qué otras características de la personalidad de la gente altamente efectiva y feliz po-dían adquirirse mediante entrenamiento, y descubrí que también se podía enseñar ex-troversión, empatía, perseverancia, gestión emocional, paciencia, etc. Un etcétera de nueve rasgos que definen a las personas de vida plena, que se reflejan perfectamente en su escritura y que son reeducables me-diante ejercicios caligráficos.

¿Todo lo que queremos hacer lo pode-mos hacer?Reeducando nuestra mente podemos conseguir una vida plena, desarrollar una personalidad afortunada y alcanzar nues-tros sueños gracias a desarrollar un carácter que nos convierta en personas eficaces. Ahora bien, hay que tener cuidado con los métodos de autoayuda que prometen milagros, porque lo único que está garan-tizado en esos casos es la frustración que se experimentará cuando no se cumplan, que puede derivar incluso en trastornos obsesivos que requerirán terapia.

¿Por qué tienen tan mala prensa la vo-luntad y el esfuerzo hoy en día, que

incluso han llegado a sustituirse por el deseo cuando se trata de alcanzar propósitos?La sociedad de consumo nos sugestiona a conseguirlo todo inmediatamente. Sin em-bargo, genéticamente nos adaptamos me-jor al ritmo de la jardinería: sembrar, regar, cuidar, y finalmente, germinar. Frente a la cultura cortoplacista del subidón, debemos aprender la cultura reposada del saboreo, de disfrutar de las pequeñas cosas. Hemos creído erróneamente que la felicidad es un derecho individual, cuando en realidad es un querer (y un deber) mancomunado. El paradigma de lo que digo es ver a una madre cuidando a su bebé. Le da mucho trabajo, pero se siente plena cuando su hijo duerme tranquilamente en su cuna. Pretendemos el éxito social, cuando lo que cuenta es ser buenas personas y lo que realmente nos hace felices es amar y ser amados.

Yo creía que la fuerza de voluntad era algo con lo que se nacía, pero leyendo su libro veo que estaba equivocada…La perseverancia es un hábito muy re-comendable y educable. En el método Kimmon es una de las primeras caracterís-ticas que desarrollamos para que nuestros alumnos no desistan a mitad del entre-namiento. Sin embargo, para tener una vida plena y para alcanzar los sueños, más allá de la fuerza de voluntad se requiere determinación. Un ejemplo: casi todos los jóvenes se sacan a la primera el carné de conducir, aprobando sin problemas el examen teórico. Sin embargo, muchos de ellos son incapaces de obtener el título de la ESO. Si se exigiera la ESO para poder tener carné de conducir, el fracaso escolar disminuiría muchísimo. Los sueños sin de-terminación son meras ensoñaciones. En cambio, cuando hay ganas, se convierten en proyectos.

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Dice que solo si reeducamos los ganglios basales podremos ser eficaces...Como explica el Nobel de economía, el doctor en Psicología Daniel Kahneman, el 90 por ciento de lo que hacemos es inconsciente, lo que él llama pensamiento rápido. Nuestro inconsciente determina la mayor parte de nuestras ocurrencias, sen-timientos y emociones, y es el termostato de lo que vamos a conseguir en la vida. Pues bien, este inconsciente está formado fundamentalmente por hábitos, y estos se memorizan por repetición en los ganglios basales, una especie de pelotita de golf si-tuada en el centro del cerebro. Cuando aprendemos a conducir lo hacemos con el neocórtex, pero después de cientos de kilómetros, interiorizamos la conducción y guiamos el coche con los ganglios basales, que son nuestro piloto automático. Son nuestra piedra filosofal capaz de transfor-mar el plomo del entrenamiento en el oro de las destrezas, los esquemas mentales funcionales y los hábitos adecuados apren-didos. Actúan como una lámpara maravi-llosa: después de frotarlos reiteradamente, aparecerá nuestro genio interior, que nos permitirá alcanzar nuestros sueños.

“El que realmente quiere hacer algo, encuentra

un motivo para empezar de inmediato”

Para alcanzar esos sueños, ¿necesaria-mente tiene que ser ahora o nunca? Los sueños son buenos si pasamos a la ac-ción, si no, son meras ensoñaciones. Dice el excelente psicólogo Xavier Guix que vivir con ilusión es muy recomendable, pero que vivir de ilusiones no sirve para nada. Si esperamos el momento propicio para emprender cualquier acción, este nunca llegará. Quien realmente quiere hacer algo encuentra un motivo para empezar de inmediato.

¿A qué se debe que ese ahora o nunca tenga tanto poder?Para iniciar un proceso de mejora personal, es recomendable comenzar hoy y hacerlo público. En Redex hemos ideado unas pulseras de colores para que el compro-miso de crecimiento personal de nues-tros alumnos quede a la vista de todos. Comprometerse ante familiares, amigos y colegas ayuda a persistir cuando tenemos la tentación de desistir.

¿De qué forma influye la educación que recibimos en la primera infancia en el hecho de tener o no una vida plena?

Nuestro inconsciente se programa sobre todo de cero a seis años a través de suges-tiones y de actuaciones repetitivas. Nace-mos con una mente casi sin programar, y es a través del amor, de todo lo que vemos y oímos en nuestro entorno y de lo que nos enseñan en la escuela que vamos in-troduciendo los software que conformarán de mayores nuestra personalidad. Somos genoma y “ambioma”, genética y epige-nética; nuestro temperamento es heredado, pero nuestro carácter es adquirido.

Y quien no tiene la suerte de gozar de una educación adecuada durante su niñez ¿está abocado a la infelicidad?Aunque es en la infancia donde nos hace-mos optimistas o pesimistas, perseverantes o perezosos, gratos o ingratos, si en esa época hemos recibido unos esquemas mentales disfuncionales, solo habremos perdido la batalla de nuestro mejor yo, pero no la guerra. Del mismo modo que el hábito no hace al monje, las costumbres físicas o mentales aprendidas pueden desaprenderse y cambiarse por otras más adecuadas.

¿Por qué los mensajes que nos moti-van o las autoinstrucciones positivas son más eficaces si nos las repetimos a primera hora de la mañana?Los neurocientíficos han estudiado qué sucede con la química de nuestro cerebro si al levantarnos y contemplarnos en el espejo del baño mantenemos un auto-diálogo desalentador del tipo: “¡Vaya, qué mala cara tengo hoy” o “¡Dios mío, otro michelín”. Con este monólogo interior liberamos sustancias nocivas que nos en-venenan la sangre. Yo propongo que, al despertarnos, nos regalemos, por escrito y reiteradamente, frases como: “Valoro

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mucho mi cuerpo”, “Valoro mucho mi mente” o “Valoro mucho mi espíritu”, a modo de apetecibles “cereales emociona-les” para nuestro desayuno. Durante el día también hay que tomar “tentempiés emo-cionales”, como un abrazo con un ser que-rido, escuchar una canción empoderante, meditar, hacer ejercicio, o bailar y reír. Y no debemos descuidar la cena de nuestro cerebro; nuestro estómago alberga unos cien millones de neuronas, por ello irnos a la cama después de ver un programa de telebasura equivale a acostarse tras ha-ber tomado fabada asturiana. En cambio, escuchar autoinstrucciones positivas, por ejemplo grabadas en un móvil y justo en el duermevela, nos garantiza una excelente digestión mental y una reeducación muy eficaz de nuestro inconsciente.

Focalizarnos en lo positivo que nos ocurra a lo largo del día nos ayuda a mantener un buen estado de ánimo durante todo el día… incluso a pesar de que lo que nos suceda no sea grato. ¿No le parece algo difícil de llevar a la práctica?No vemos la realidad como es, sino como somos. Un mismo hecho se puede cali-ficar desde diversos puntos de vista, por eso donde unos intuyen dificultades otros atisban retos. El color del cristal con el que vemos el mundo es educacional. No foca-lizamos toda la realidad, sino solo la parte que nos han enseñado a enfocar. Uno puede centrarse en todo lo bueno que le sucede en la vida, que siempre es mucho, o no parar de rumiar sobre lo que le ha ido mal. El primero vive con ilusión y espe-ranza, y el segundo se amarga la existencia. Gracias a la moderna praxis de la psicología positiva, en Kimmon, mediante redaccio-

nes manuscritas semanales, reeducamos la atención, para que nuestros alumnos se habitúen inconscientemente a ver el lado positivo de lo que les sucede. Solo con eso ya se es más feliz, se atrae más la suerte, se viven más años, se tiene más éxito en los negocios, se estudia más y mejor y se emprenden proyectos ilusionantes.

Dice que el secreto para cambiar la pro-pia vida no es como decía Santo Tomás, ver para creer, sino creer para ver…Mi hija Marta, que tiene catorce años, a finales del pasado curso estaba convencida de que los números le costaban. Durante el mes de julio hicimos un programa de dos horas diarias en que resolvió 1.200 ejercicios de matemáticas. En agosto, bas-taron 15 horas para que resolviera 800 problemas más casi sin errores. A partir de ahora probablemente nunca más va a tener dificultades con las matemáticas. Primero debemos educar nuestro inconsciente, es decir, adiestrarnos con reiteración, y des-pués, sin saber por qué, veremos la realidad de manera distinta.

Y en eso influye mucho que nuestro au-todiálogo sea positivo, motivador…Lo resumiré con una famosa frase de Henry Ford: “Tanto si creo que puedo como si creo que no puedo, siempre tengo razón”. Cuando alguien cree que es pesi-mista, lo es realmente. Pero diseñando un programa de entrenamiento adecuado y llevándolo a cabo, puede llegar a ser op-timista.

¿Y por qué son tan habituales las recaí-das, el efecto yo-yo, y no me refiero solo a las dietas de adelgazamiento, sino en cualquier propósito?

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“Escuchar autoinstrucciones positivas (grabadas en el móvil, por ejemplo) garantiza la reeducación del inconsciente”

Vuelvo a Seligman. Él afirma que las dietas son un negocio fraudulento que cada año esquilma millones de dólares a personas de buena fe en todo el mundo, cuando el peso y la altura son sobre todo genéticos. Sin embargo, la doctora Car-men Torrejón, de la Clínica Starbene, y yo defendemos que no es así, que comer mal es un hábito inadecuado. Estamos convencidos de que puede reeducarse en aras de eliminar el efecto yo-yo a largo plazo. Por eso hemos creado el “Plan Torrejón-Valls adelgaza para siem-pre”, que plasmaremos en un libro. Pero, insisto, o reeducamos el inconsciente reprogramando los esquemas mentales disfuncionales o solo obtendremos re-sultados a corto plazo.

MARAVILLOSA MENTE.Autor: Joaquim Valls.Editorial: Obelisco.Páginas: 200.Precio: 12 e.www.kimmon.es