No Muerdas El Anzuelo - EJ

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CertezaArgentinaBuenos Aires 2009

Certeza Argentina. Buenos Aires 2009

¡No muerdas el anzuelo!Cómo escapar de la pornografía

Howard Andruejol y Adrián Intrieri

CertezaArgentinaBuenos Aires 2009

Intrieri, AdriánNo muerdas el anzuelo : cómo escapar de la pornografía / Adrián Intrieri y Howard Andruejol; ilustrado por Andrés Álvez. - 1a ed. – Buenos Aires : Certeza Argentina, 2009.144 p. ; 14x12 cm.

ISBN: 978-950-683-158-5

1. Vida Cristiana. I. Andruejol, Howard II. Álvez, Andrés, ilus. III. TítuloCDD 248.5

©2009 Certeza Argentina, Buenos Aires. Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Versión de la Biblia: RVR95 Diseño: Pablo Ortelli Edición: María Gallardo Dibujos: Andrés Álvez

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Impreso en Argentina. Printed in Argentina.

Esta edición se terminó de imprimir en Roberto Grancharoff e hijos, Tapalqué 5868, (1440) Capital Federal, Argentina, en el mes de noviembre de 2009.

Contenido

Introduccion ¿De qué estamos hablando?IntoxicadosEnfrentando la batallaIdeas para vencer¿Es normal?No una segunda, sino otra opor-tunidad

. Cuentan mis padres que cuando yo

(Adrián) tenía dos o tres años de edad era un

niño muy inquieto y curioso. ¡Por lo menos así

dice la leyenda!

En una oportunidad, cuando mi padre estaba

haciendo un asado (una comida típica argentina,

que consiste básicamente en carne vacuna cocida

a las brasas), él había preparado, para ayudar a

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encender el fuego, un vaso de vidrio con un poco

de kerosene, que es un combustible muy inflama-

ble de color azulado.

Yo, curioso e inquieto,

al ver el brillo seductor de ese combustible,

me lo llevé a la boca pensando que como el color era tan bonito,

su sabor sería inolvidable.Y así fue.

In-ol-vi-da-ble.8

Tuvieron que llevarme corriendo al hospital

con un principio de asfixia y los pulmones quema-

dos por el líquido azul.

Pasé más de un año en tratamiento, y mucho

de ese tiempo metido en una burbuja de oxígeno.

Hoy me pregunto,¿qué fue lo que me llevó

a hacer semejante barbaridad? Y me respondo, ¡es que ese líquido era muy

lindo a la vista! Pero quemó mi garganta y mis

pulmones.10

Yo (Howard) recuerdo muy bien un incidente con mis compañeros de estudios, al

terminar la secundaria. Era el día de la entrega

de notas, el día esperado para saber si nos había-

mos graduado o no. Estábamos reunidos en las

oficinas de las autoridades de educación, y frente

a nosotros había una piscina cercada.

Uno de mis compañeros comenzó a persuadir-

nos de que al recibir nuestro certificado corriéra-

mos y nos tiráramos con ropa al agua.

Yo pensé de inmediato queno era buena idea

(al fin y al cabo, por algo estaba cercada y

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cerrada con llave), y también pensé que no les

agradaría mucho a estos funcionarios que ensu-

ciáramos su piscina.

No obstante, el entusiasmo de todos era tal

que comenzaron a correr gritando de euforia.

Yo no quería hacerlo pero me dejé llevar, y comencé a subir la cerca. Al

llegar a la parte más alta me quedé atorado, y no

supe qué hacer más que saltar de una vez. Fue

entonces cuando las partes traseras de mi panta-

lón y de mi ropa interior quedaron atrapadas en la

cerca ¡y se rasgaron!

No sólo fue vergonzoso,sino que fue humillante.

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Al salir de la piscina con un gran agujero en la

parte trasera de mis ropas, encontré a una compa-

ñera que no se había mojado. Le pregunté por qué

no se había lanzado a la piscina, y me dijo con

firmeza: ‘No soy tan tonta como para hacer esas

cosas’. Alguien fue más inteligente que yo,

alguien no cedióa la presión,

y alguien no rompió su pantalón y su ropa

interior frente a todos.

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¿A qué vamos con esto? ¡A que queremos ayu-

darte para que no muerdas el anzuelo!

Muchas cosas que nos encontramos parecen atractivas a nuestros ojos,

pero nos lastiman, nos humillan, y queman

en nuestro interior. De eso se trata este libro. Lo

hemos escrito para que no te involucres, o para

ayudarte a salir de las garras de la pornografía.

Este será un camino que no transitarás solo.

Estaremos acompañándote con nuestras oracio-

nes, experiencias y consejos. 18

La he visto. Me ha gustado. La he odiado.

Me ha atrapado. La he buscado. Le he huido.

La he vencido. Me ha ganado. Me hace sentir

mejor. Me hace sentir peor. Me confunde.

Me atrae. Me engaña. Me seduce. La rechazo.

La aborrezco. La deseo. La necesito. Me enoja.

Me frustra. Me golpea. Me lastima. Me encanta.

La defiendo. La condeno. La dejo. La extraño.

Me derrota. Me conquista. La supero. No lo sé…

Parece que incluso mi peor debilidad

es más fuerte que yo.