Noche roja

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Noche Roja, Luna Brillante

Oscura y tenebrosa aquella noche que marco la vida de un pequeño niño de 10años, arrebatándole sus seres más preciados en un instante.

Tenue, oscura, fría, escalofriante, la noche que todo sucedió. Una vida pacífica,sin preocupaciones, la que vivían, hasta esa noche, pero todo cambio.

A las afueras, en un pequeño pueblo no muy alejado de Londres, en una casacon todas sus comodidades, no era grande, tampoco pequeña, sin embargomuy acogedora.

Una pequeña familia de 3 integrantes vivía allí, no eran muy conocidos por loshabitantes del pueblo, por lo que en el pueblo, de ellos los rumores circulaban.

Un hombre cuyo aspecto sobresalía, cabello negro, sedoso tanto que parecíabrillar, de esbelta composición, con una piel blanca perfecta, ojos oscuroscomo la noche, yacía viviendo en la casa, siendo la cabeza de ese hogar,padre y esposo.

No era muy conocido, ni en el pequeño pueblo y mucho menos en Londres, eraun doctor adinerado, a pesar de la modesta apariencia externa de su casa.

Junto a él, su esposa e hijo vivían en aquella casa alejada del pueblo sobre lacolina, su esposa una mujer como ninguna, una piel blanca como la nieve,cabello rubio, ojos azules como el cielo.

Una pareja de destacable apariencia y estatus vivían junto a su hijo en unpequeño pueblo que nadie presta atención, escondiendo quien sabe quemisterios.

A menudo los habitantes de tan poco mencionado pueblo, murmuraban historiasobre ellos, nadie sabía de dónde venían, a parte del hombre que allí vivía, nosabían a qué se dedicaba, si bien era cierto que es doctor, no trabajaba ni enLondres, ni en el hospital del pueblo, eran todo un misterio.

Muy pocas veces se veían salir, quien más visto por los pueblerinos, era elpadre, pues su esposa e hijo muy poco salían al pueblo, tanto que nadieconocen la apariencia del muchacho.

No tienen empleados, nadie aparte de ellos 3 vive allí. Algunas veces se vencarruajes atravesando el pueblo para llegar a la tan extraña casa en la colina,carruajes cuyas apariencias muestran elegancia y realeza.

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Es muy poco común, en esta época industrializada la aparición de carruajescomo estos, sin embargo muchas personas pertenecientes a la realeza lossiguen utilizando, se ven elegantes y nobles, aparte de que conservan ciertahistoria y tradición.

Estos carruajes solo aparecen de noche, visitan la casa de la colina siemprepasadas de las 8 cuando el sol ya está oculto, y la luna ilumina la tierra desdeel cielo.

Al estar rodeado por colinas y bosque, este pueblo es peligroso de noche, porlo que estos acontecimientos son vistos por los pueblerinos desde las ventanasde sus casas, observan silenciosamente, mientras conversan y originan nuevosrumores.

Los carruajes iban y al cabo de pocas horas ya se encuentran de regreso,nadie sabe de dónde vienen o a donde van y mucho menos quiénes son ycuáles son sus asuntos o actividades en la casa de la colina.

Aun así siendo tan extraña esta casa, tan misteriosos sus habitantes y tanexcéntricas sus visitas, nadie interactúa con ellos a menudo, el pueblo está enpaz, nunca ocurre nada extraordinario aparte de la llegada de los carruajes devez en vez.

Por naturaleza humana, no faltan los curiosos que quieren revelar lo que seesconde en la colina, mirar el interior de la casa, conocer al tan rumorado hijo,saber que ocurre con la llegada de los carruajes. Sin embargo nadie ha tenidoel valor de aventurarse a hacerlo, simplemente levantar rumores es lo que hanconseguido.

Con el tiempo, Londres se iba expandiendo y el rey enviaba a menudo oficialesy funcionarios a chequeos en los pueblos cercanos para observar la posibleincorporación de estos al núcleo de la capital, a pesar de que el proyecto eraaun a mediano plazo, este pequeño pueblo estaba dentro de los candidatos alplan de unión.

Los oficiales y funcionarios iban a menudo, cerca de una vez por semana,siempre uno o dos funcionarios acompañados de 5 oficiales de policía.

Cada vez que iban, nuevos rumores se levantaban sobre la casa de la colina ysus integrantes. Cada visita los funcionarios estaban más intrigados, cadasemana mayor era la curiosidad.

Un día el funcionario encargado, no pudiendo soportar más la intriga, decidióvisitar la tan rumorada casa y acompañado de sus 5 escoltas se dirigió a lacasa.

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Una vez frente a la puerta, se percato de la sencillez de la fachada, no eranada en especial, una casa estrato medio, rejas color dorado con un pequeñojardín de hermosas rosas rojas y blancas y un camino de adoquín que llevahasta la casa de ladrillos rojos con piso de madera, aun así al momento depresionar el timbre, su mano sudaba, su garganta se seco y reuniendo valor,temeroso y temblando presiono el botón.

Una melodía retumbo en el lugar, la pieza clásica de Paul Dukas el aprendiz debrujo sonaba en la melodía del timbre, todos asombrados de escuchar tan raramelodía para un timbre.

La melodía dejo de sonar y aun así la puerta no se abría, todos sudaban por laespera, sus rostros reflejaban angustia el funcionario con temor sujetaba la rejade la entrada la cual sola se abrió, no tenia seguro y temerosos mirándoseunos a otros entraron y cuando menos lo esperaba un sonido traqueante seescucha, mientras la puerta se abre.

Poco a poco la puerta se abría, una vez toda abierta, iluminados por su bellezatodos quedaron cautivados, los cabellos dorados como el oro, una piel blancacomo la nieve, ojos azules como el cielo, labios rosados y tentativos, no huboninguno de los presentes que no lo cautivara esa belleza.

Teniendo la mente en blanco, sin saber que decir por presenciar tan hermosamujer, ninguno formulo una sola silaba, sus pensamientos estaban detenidos,algunos hasta con la boca abierta, los cuales no reaccionaron hasta que lajoven hablo.

- Buenas caballeros ¿Que se les ofrece?

Una voz tan delicada y seductora, una elegancia al hablar, eran dignas de larealeza. Recobrando la compostura el funcionario se presento “Robert MatiusSwan” agrego:

-Vengo en nombre del rey Eduardo III, vuestro rey, con el fin de dar a conocerel plan de unificación de Londres.

La joven sonrió y deslizando suave y galantemente su mano, los invito a pasar,sin dudas los 6 hombres entraron al instante, inclinando sus cabezas mientrasse quitaban sus gorros policiacos mostrando respeto.

Una vez dentro, los lujos saltaban a la vista, a pesar de la modesta aparienciaexterna, el interior reflejaba gran riqueza, paredes y pisos de mármol,incontables obras de arte, estatuas, que incluso a ojos de un inexpertomostraban tan incalculable valor.

Extrañamente no se veían televisores o ningún electrodomésticos en la sala adonde fueron invitados a pasar, solo muebles costosos, estando allí fueron

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invitados a tomar asiento y una vez habiéndolo hecho les ofreció una taza deté, la cual sin duda aceptaron al instante y con una sonrisa la joven se marchoa prepararla.

Mientras esperaban a la joven, Robert se levanto y camino algunos pasos en lacasa, para detallarla mejor, en eso, un cuadro llamo su atención, la escena deuna obra de teatro, donde se encontraba retratada una mujer en los brazos desu bailarín acompañante.

Sin embargo, lo que lo cautivo de la obra no fue eso, sino la imagen que pocose divisaba al fondo de la pintura, entre las sombras de la roja cortina del teatrode la pintura, si bien parecía un hombre vestido de negro, lo anormal era unpequeño brillo rojo a la altura de los ojos en dicha pintura lo que resaltaba.

Mientras se acercaba al cuadro cada vez más para distinguir la imagen, mas sesumergía en ella y sin darse cuenta, detrás de él, el hombre que encabeza lafamilia, alto, esbelto, cabello y ojos negros al igual que la noche, quien con unavoz suave susurro, tiene usted muy buen gusto y percepción oficial.

Dos pasos hacia el lado rápidamente como escapando, retrocedió Robert, nose había percatado del hecho de que estaba allí, y los oficiales tampoco lohicieron hasta que el hombre hablo:

-Me disculpo por haberlo asustado, soy Damias Vogh Asmist dueño de estelugar.

En ese momento la bella dama regresaba con una bandeja y 6 tazas de té,colocándola con gracia sobre la mesa los invito a sentarse, Robert y Damias sedirigieron allí y tomaron asiento, sin embargo la joven dama no se sentó,solamente se poso al lado de Damias.

El silencio inundo el cuarto, ninguno se atrevía a romper el hielo diciendo laprimera palabra, todos centrados en las tazas de té que les habían brindado.

En eso Robert coloco su tasa sobre un pequeño plato y lo puso sobre la mesay con seriedad y valor formulo:

-La joven dama no se ha presentado.

-Que modales, Anh Vogh Asmist mi esposa, dijo fresco y sereno Damiasmientras sin pronunciar palabra a su lado Anh se inclinaba saludando con unasonrisa.

-Como anteriormente me presente soy Robert Matius Swan y estoy aquí porórdenes del rey para comunicarles del nuevo plan de unión de Londres. ¿Soloustedes 2 viven aquí?

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-No, tenemos a nuestro hijo de 10 años durmiendo en su habitación, somossolo nosotros 3. Respondió nuevamente Damias muy sereno.

-¿Puedo preguntar a que se dedica señor Asmist? Sin ánimo de inmiscuirme,pero posee objetos de incalculable valor en esta casa. Pregunto Robert unpoco incitativo tratando de obtener información sobre la tan rumorada familiamisterio del pueblo.

-Puedes llamarme Damias, no necesitas ser tan formal. Soy doctor, uno muyexclusivo, solo atiendo a cierto grupo de personas las cuales ya conocen mitrabajo y que son de alto estatus, por lo que recibo muy buenos honorarios, queme permiten estos lujos. Respondió nuevamente Damias sereno y elocuente.

Robert sentía que algo ocultaban, que lo que decían no era todo, por lo quenuevamente formulo una pregunta:

-¿Por qué vivir tan alejado de la civilización? En Londres tendría un mejor lugarpara trabajar sin mencionar que tendría más clientes.

-Los clientes que tengo son suficientes, además no me gusta el caos de laciudad, aquí todo es más tranquilo y tengo lo que deseo. Respondiónuevamente Damias sin titubear mientras sonreía.

Fueron muchas más las preguntas que Robert hiso, sin embargo, todas fueronrespondidas sin titubear y sin poder esclarecer la realidad de la situación, paraRobert todo lo que dijeron no era la completa realidad, pero no tuvo más opciónque ceder.

Una vez terminada la plática, los oficiales y Robert se levantaron yacompañados por Anh y Damias hasta la puerta se despidieron apretando lasmanos, luego se marcharon mientras caía la noche.

Al marcharse, Damias observo el cielo con desagrado y cerró la puerta, girandohacia Anh, la abrazo fuertemente, le dio un beso y se quedo frente a ellamirándola con ojos de tristeza, Anh igual que Damias lucia triste y lo abrazofuertemente hasta que Damias dijo:

-Llego el momento.

Ahn salió inmediatamente corriendo hacia el cuatro donde un niño entre sussabanas dormía, cabello negro como Damias, piel blanca, quien de suplacentero sueño Anh despertó.

Moviéndolo gentilmente por su hombro Anh lo intentaba despertar mientras lollamaba “Steven””Steven despierta” entre sus sueños el joven medio abre susojos, unos ojos azules como los de Anh se mostraban y entre cortado por nohaber despertado todavía en chico dice:

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-¿Qué pasa mami?

Con un rostro lleno de tristeza su madre lo mira lo abraza y lo carga y llorandole dice que lo ama y que se deben ir.

Anh saca al chico en sus brazos Damias los espera afuera, en la sala y alencontrarse Damias besa al chico en la cabeza y dice “Te amo hijo” besa a Anhtambién cuando se disponen a salir la puerta sale desprendida, como si alguiendesde afuera la hubiese arrancado y arrojado lejos.

El chico no veía nada, pues estaba de espaldas a la puerta donde variassombras se divisaban en la oscuridad de la noche, Damias y Anh cambiaron deexpresión y de la nada asomaron colmillos en sus dentaduras, mientras rugían,sus ojos cambiaron de color, un rojo fuerte y brilloso como la sangre y sinesperar Damias se lanzo hacia la puerta a enfrentar las siluetas que en estaestaban.

Anh coloco a Steven en el suelo en un rincón de la sala diciéndole que no semoviera y al igual que Damias se lanzo al ataque.

El joven niño de escasos 10 años presenciaba algo que jamás había visto,como su padre y su madre luchaban increíblemente contra 10 personas, todosrugían de forma extraña mientras mostraban sus colmillos, los ojos color rojoescarlata, en la oscuridad de la noche dibujaban líneas por los movimientos.

Damias y Anh a alta velocidad agarraron a uno de los invasores, Ahn por elbrazo derecho y Damias por el izquierdo y cada uno con toda su fuerza jalohacia su lado desprendiendo los brazos del invasor que botando sangre cayósobre rodilla y luego boca abajo sobre el suelo.

Con esto dos invasores se lanzaron hacia ellos, Anh salto y suspendida en elaire coloco su mano sobre su cabeza y empujo hacia abajo como si el airefuera suelo y estrello la cabeza del invasor con el suelo dejándolo inerteincrustado en el suelo, mientras que Damias giro a la derecha del invasor ysujetándolo por la nuca al igual que Anh lo estrello contra el suelo quitándole lavida.

En eso los 7 restantes los rodearon y se lanzaron al tiempo, sorpresivamenteuno de ellos sujeto a Damias por la espalda, rodeo su cuello con ambos brazosy las piernas alrededor de la cintura clavando sus colmillos en su cuello, Anhlogro escapar del ataque.

Detrás de Damias los 6 invasores permanecían frente a Anh quien a suespalda tenia a Steven y en frente a Damias inmóvil, que aun, si forcejeaba nopodía liberarse.

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Anh se lanzo al frente y 4 de los invasores fueron a hacerle frente. En mediodel camino Anh acelero y sorprendió a los 4 que atacaban y sujetando a unopor el rostro atravesó a los otros tomando a ese como escudo y al estar junto aDamias con su mano atravesó la espalda de quien lo sujetaba y Damias selibero.

Inmediatamente con sus brazos detuvo a dos de los invasores que yaregresaban a atacar desequilibrándolos y enviándolos al suelo y una vez allícon sus puños le destrozo la cabeza.

Damias giro rápidamente hacia la izquierda y Anh giro a la izquierda igualpasando uno al lado de otro y con una patada rechazaron a 2 de los invasoresuno cada uno y en ese momento el techo se rompió y con los escombros frentea Anh un nuevo invasor apareció, era más grande que los otros robusto y antesde que Anh pudiera reaccionar ya había incrustado su mano en su abdomencomo si fuera una espada.

La expresión de desesperación de Damias al ver a su esposa perforada por lamano de este nuevo enemigo era inimitable, Damias se apresuro a atacarlocon toda la ira que tenia, el invasor moviendo fuertemente el brazo derechohacia atrás el cual atravesaba a Anh, para sacarlo y protegerse.

El invasor se protegió del ataque de Damias quien con furia y lágrimas en susojos atacaba, mientras que Steven presenciaba el cuerpo agujerado de sumadre quien portaba una sonrisa en su rostro que lo miraba.

Steven derramo lagrimas sin llanto, estaba destrozado, no tenía ni idea de queestaba ocurriendo, solo sabia una cosa, su madre había muerto, no se movía,de sus pupilas se perdió el brillo, como en trance, estaba paralizado lo únicoque no paraba, eran sus lagrimas.

Cuando Steven regreso de su trance a los pocos minutos los invasoresrestantes se encontraban en el piso desangrándose, solo en pie se encontrabaDamias cubierto de sangre de los invasores y de sus heridas, en su constadoabdominal derecho tenía un agujero tan grande como una mano empuñada yen su mano izquierda sujetaba por el cabello la cabeza del invasor que asesinoa Anh.

Steven solo veía la silueta de su padre en la oscuridad, silueta que estabaperforada en un costado, que sujetaba algo con su mano y al pasar de lasnubes, la luna ilumino gradualmente a su padre, desde los pies hasta lacabeza, el llanto de Steven ceso a pesar del estado, a pesar de la situación, dela tristeza, el caos, a pesar de no saber nada de lo que pasaba, se sentíaorgulloso de quien estaba allí de pie.

A los segundos por la puerta entra una hermosa mujer, cabello negro hasta lacintura liso, ojos escarlata, con un vestido blanco de una pieza hasta las

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rodillas, la cual al ver la escena y estar de frente a Damias, se sintió su auraasesina, su sed de sangre y cayendo de rodillas con sus brazos colgando,tocando el suelo y lagrimas en sus ojos dijo: “Llegue tarde”

Mientras lloraba desprotegida con su rostro hacia el suelo y con sus puñosgolpeando el piso se escucho una voz agonizante y entrecortada por la sangreen la boca:

-Aun… no es… demasiado tarde… Hakurei, nuestro futuro… está detrás demi… te lo encargo.

Al terminar de hablar la mujer de blanco levanto su cabeza, con lágrimas en losojos miro desde allí al pequeño Steven en el rincón del cuarto, que ya habíasecado sus lágrimas y miraba con orgullo a su padre y su madre caídos conunos enardecidos ojos escarlata.

La joven asombrada se levanto camino al lado de Damias quien yacía inerte depie, al lado de Anh que estaba postrada en el piso con un agujero en suabdomen y una sonrisa en su rostro llego donde Steven y le extendió la mano.

Steven, tomo su mano se levanto y ambos caminaron fuera de la casa con lacabeza en alto sin derramar lágrima y al estar agarrados de la mano fuera de lacasa y de espadas a ella dijo:

-Digno de ti y de la mujer que escogiste, hermano, te prometo que protegeré sufuturo y su orgullo, aunque muera en el intento, lo juro por el nombre deHakurei Vogh Asmist

Esa noche 12 hombres y 1 mujer murieron en esa casa, esa noche rojamanchada de sangre, mientras la luna brillaba.

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6 AÑOS DESPUES, UNA PELIRROJA PROMETIDA

Después de esa noche roja, 6 años han pasado, Steven ha vivido con Hakurei,su tía, durante todo ese tiempo. Ella lo crio, lo educo y entreno durante esosaños después de la muerte de sus padres.

Ahora Steven con 16 años vive en Manchester junto a Hakurei y asiste a laescuela como un estudiante normal. Cursando su último año escolar.

Steven, como hijo de Damias y Ahn, ahora adolecente se mostraban más losparecidos, al igual que su padre, lucia su sedoso y brillante cabello negro,esbelto, 1 metro 80 centímetros de estatura, una contextura fuerte, se veía sucapacidad atlética, ojos azules tan claros como el cielo y profundos como elocéano igual a los de su madre, largos y fuertes brazos y piernas, con manosgrandes y robustas.

Era al igual que sus familiares muy atractivo, su apariencia destacaba sinimportar el lugar donde estuviera, sin embargo él no se esforzaba por destacar,solo su mera presencia, ya era llamativa.

Asistía a la escuela como cualquier estudiante normal, sin embargo su rutinaera un poco diferente, a los ojos de cualquiera tal vez era la rutina de alguienque ama estar en forma, para Steven era entrenar.

Todos los días se levantaba a las 5:00 de la madrugada, salía a correr por losalrededores hasta las 6:00 de la mañana cuando retornaba nuevamente a lacasa. Después practicaba artes marciales, con varias herramientas que teníaen el jardín de la casa, cerca de media hora y luego practicaba su esgrima unamedia hora más.

Luego de esta rutina, se aseaba, vestía y bajaba a desayunar con Hakurei,pocas cosas se hablaban en el comedor, por lo general Hakurei preguntabasobre el entrenamiento y la escuela, una vez desayunado, se lava los dientes yse marcha a la escuela, Hakurei siempre lo despide en la puerta mientras leorganiza el cuello de la camisa y acaricia su cabello y con una sonrisa le dice“Ve con cuidado”.

Aunque Steven se molesta por ser tratado como un niño, por dentro guarda lossentimientos de felicidad por ese gesto y siempre con una sonrisa cortadatratando de ocultar su alegría se despide diciendo “Ya me voy”.

Esta rutina es diaria, todos los días ocurre de esta forma y siempre sale decasa a las 7:15 de la mañana para el colegio, al cual asiste caminando, se

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toma su tiempo, el trayectos es de cerca de 5 minutos en auto, pero caminandopuede durar hasta 15 minutos.

La entrada es a las 8:00 de la mañana, aun así Steven siempre llega cerca delas 7:30, ya hay estudiantes en el campus del colegio, sobre todo lospertenecientes a los clubes deportivos o del consejo de estudiantes, quienesson los primeros en llegar.

Steven asiste a la escuela privada Fredoom, a la cual asisten los hijos de lasfamilias más acaudaladas de Manchester, Inglaterra y hasta de otros países, esuna de las escuelas de alto estatus mundial por lo que la mayoría son hijos depolíticos, de la realeza o de distinguidos personajes a nivel mundial.

Debido a esto son muy pocos los estudiantes que ingresan caminando a laescuela, solo los becados, quienes no cuentan con tan altas sumas de dinero,sino que están allí por mostrar capacidades sobresalientes en sus estudios ySteven que lo hace por gusto.

Steven lleva cerca de 4 años estudiando en esta institución, tiene un pequeñocírculo de amigos, 2 hombres y 2 mujeres, ellos son las personas que élfrecuenta hablar estando en la escuela.

Él no comparte con nadie aparte de ellos en la escuela, a menos que seaestrictamente necesario, dos de ellos se encuentran en su mismo salón losotros dos en el salón continuo.

A pesar de ser una escuela llena de celebridades, como en toda escuela, estánlos grupos de delincuentes y brabucones, los populares, los estudiosos, lossencillos, es decir, todos los tipos de estudiantes que existen en una escuelanormal.

Steven es a menudo clasificado como elite, sus notas están entre las 10mejores de la escuela, es apuesto, sus habilidades en los deportes mejoresque las de ningún otro, simplemente lo que llamarían el estudiante modelo,pues tiene todas las cualidades que alguien desearía.

El reloj marcaba las 7:30 de la mañana y como de costumbre Steven estabafrente a la escuela parado en la entrada, una entrada de rejas doradas dondelos autos entraban y salían, una carretera que llevaba a las instalaciones delcolegio, rodeada de caminos peatonales y al lado de estos árboles de cerezoque siendo primavera florecían rosados, dando un toque dulce y placentero alambiente.

A Steven le gustaba este paisaje, los arboles de cerezo florecidos dejando caersus pétalos al danzar del viento, provocaba un suave aroma a naturaleza querelajaba la mente y reconfortaba el cuerpo, Steven se tomaba su tiempo alcaminar rodeado de ese ambiente, cerró los ojos y caminaba a paso lento.

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Sentía al mundo desaparecer mientras caminaba con sus ojos cerrados bajo lacaída de los pétalos de cerezo, esa paz y tranquilidad fue destruida en elmomento que sintió un peso en su espalda mientras lo sujetaban por el cuello.

Casi cae al suelo, instantáneamente abrió los ojos un poco enfadado giro sumirada para ver quien yacía sobre su espalda, aunque el ya sabía quién erapor las incontables veces que lo había hecho, aun así, no lo toleraba.

Era uno de sus amigos, uno de los de la clase de al lado, un joven de cabellorubio, ojos azules, 1 metro 75 centímetros de estatura, delgado aunque nodelicado con una sonrisa inocente en su rostro, frente a la cara deresentimiento de Steven que dice con voz macabra:

-Hasta cuando dejaras de interrumpir mi momento de relajación John AltursBraw.

-Que frio, tratándome como un extraño, diciendo mi nombre completo. Dijorefunfuñando el joven mientras bajaba de la espalda de Steve.

-John, si sigues destruyendo mis momentos de placer te juro que… DecíaSteven cuando fue interrumpido por la llegada de una de sus amigas.

Una preciosa joven de 1 metro 60 centímetros de estatura, delicada como unaflor, cabello castaño hasta los hombres, ojos color café claro donde se reflejabala luz, con su uniforme, falda roja corta sobre las rodillas, blusa blanca y unchaleco sin manga amarillo rojizo, se asemejaba al anaranjado.

-¿Qué les paso a sus uniformes? ¿Por qué vienen en ropa particular? Preguntola joven enfadada.

-No me des lata tan temprano Yuri, así me veo mas cool, ve a molestar a otro.Respondió John mientras apartaba la mirada intentando iniciar una discusión.

“Jajajaja”, soltó una carcajada y agrego:

-Como si los idiotas se vieran cool, los idiotas son idiotas. Y salió corriendoantes de que John respondiera el insulto.

John se giro a responder pero Yuri ya le llevaba distancia, no había razón paragritarlo, solo quedo con la boca entre abierta con ganas de decir algo pero soloempuño su mano y cerro su boca, como tragándose las palabras.

-Idiota, debiste decirle que se veía bonita con el nuevo uniforme. Le dijosarcásticamente Steven mientras lo empujaba suavemente por la cabeza.

Agachando la cabeza porque Steven lo estaba empujando, dio dos pequeñospasos con la cabeza baja y murmuro:

-Yo se que debí decir eso, solo soy un idiota.

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Al levantar la cabeza Steven retiro su mano, Yuri ya no se veía, tal vez yahabía entrado al edificio, Steven lo miro y al ver en su rostro una expresión deanhelo inalcanzable le pregunto:

-¿Cuándo le dirás que te gusta?

-Por cierto, ¿por pué no traes el uniforme? Pregunto John como si noescuchara la pregunta de Steven.

-Oye, no me cambies el tema, responde. Dijo Steven con una mirada asesina yvoz punzante.

-No, lo sé, solo soy un cobarde que no se atreve a decirle lo que siento por ellay prefiero huir siempre iniciando una discusión estúpida como si fuéramosniños. Respondió John mientras agarraba su cabello con su mano derecha yuna mirada triste.

Steven solo le dio una palmada en la espalda, incitándolo a seguir caminando.Al llegar al edificio, se detuvieron a mirar la hora que marcaba el reloj de latorre de la escuela, las 7:40 de la mañana marcaba.

Luego de ver la hora entraron al gigantesco edificio, que mas que un colegioparecía un parque corporativo, por el tan ejecutivo diseño de cristalesexteriores, como si fuese un edificio de 3 pisos lleno de ejecutivos , solo cristalsin paredes externas solo dos torres a los costados con enormes relojes.

Una vez dentro se dividieron, John fue hacia la derecha, dijo que tenía quepasar por rectoría a informar por qué no llevaba su uniforme, Steven ya habíacomunicado el hecho por lo que prosiguió a su casillero a sacar los libros de supróxima clase.

Fue hacia la izquierda, camino por ese pasillo casi hasta el final del corredor,pues su casillero era el ultimo de ese pasillo, puso su dedo índice sobre unpequeño panel que este tenía, un infrarrojo escaneo su huella y el casilleroabrió.

Un casillero que tenia 4 libros y dos agendas anilladas, bastante gruesas,introdujo su mano saco el libro de encima de todos y al costado donde estabanlas agendas tomo la que estaba más pegada a la pared del casillero, los pusobajo su brazo y tomo del casillero un lapicero de una pequeña caja de maderaque allí tenia, luego cerro el casillero.

Habiendo cerrado el casillero, metió el lapicero en el bolsillo de su camisa yagarrando los libros con una sola mano se marcho al salón de clases.

Subió las escaleras, eran escaleras dobles es decir, tenían un piso intermediodonde girar para subir el segundo tramo de escaleras, una vez en el segundopiso, se dirigió a la derecha al cuarto salón, que en la puerta marcaba 11-D.

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Entro, ya había varios estudiantes allí, cerca de 15 en un salón de 40, levantola mirada y camino hasta la última fila allí giro a la izquierda y se dirigió alúltimo asiento cerca a la ventana, coloco los libros sobre la mesa de estudio yse sentó.

A los pocos minutos entraron un joven y una joven agarrados de la mano, elchico lucia su uniforme, pantalón gris, camisa blanca y un chaleco sin mangaamarillo rojizo igual al de Yuri, 1 metro 74 centímetros de estatura, un pocorobusto, no demasiado, cabello rojo, ojos café oscuros.

La joven dama vestía igual que Yuri, cabello castaño largo a la cintura,delicada, ojos café claro, era idéntica a Yuri, solo que con el cabello largo.

Al percatarse que Steven los miraba se dirigieron hacia él y al llegar losaludaron alegremente y en coro “Hola”.

-Ustedes sí que la pasan rico juntos ¿no? Andrea, Jonathan. Dijo Steven conuna sonrisa.

Ellos solo sonrieron juntos, era Jonathan Bluss Kent hijo del presidente delparlamento ingles y su novia Andrea Tochikawa Di Fiore, hija de la expresidenta francesa y magnate japonés además, hermana gemela de Yuri.

Eran los dos amigos de Steven, que compartían salón de clase con él,sumados a estos, John y Yuri eran los 4 amigos que Steven tenía en la escuelay con los únicos que compartía.

Hablaron de temas irrelevantes durante el tiempo que faltaba para iniciarclases, luego llego el profesor, y todos se sentaron, el profesor nos dio labienvenida a un nuevo semestre y dijo que introduciría a un nuevo estudiante ylo hizo pasar.

Desfilando después de la invitación del profesor una hermosa chica, cerca de 1metro 65 de estatura, piel blanca, cabello rojizo liso, sedoso, ondulaba alcaminar, llegaba hasta su cintura, ojos color miel, sencillamente robo laatención de todos los hombres y la envidia de las mujeres, a excepción deSteven y Jonathan, quienes solo permanecieron en sus puestos sin exaltarse.

-Miliaria Scarlet Di Bela. Se presento la joven, mientras se inclinabagentilmente.

El profesor le asigno el puesto delante de Steven y todos siguieron con lamirada su movimiento hacia su asiento, al llegar miro a Steven, y sonrió antesde sentarse, sin embargo, la sonrisa no fue devuelta.

La clase empezó, una tras otra las clases avanzaban, Steven estaba yacansado de tanto tema visto que ya el conocía, al final las clases terminaron alas 10:00 de la mañana era hora del receso, Andrea y Jonathan se levantaron

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para ir donde Steven, sin embargo antes de llegar, Miliaria se levanto se pusofrente a Steven quien no se había levantado todavía y dijo:

-¿Tú eres Steven Vogh Asmist?

-¿Para qué lo deseas saber? Contesto Steven desafiante.

-Quiero que me muestres la escuela. Respondió Miliaria mientras ponía sumano en la cintura arrogantemente.

-No quiero, busca a alguien más. Dijo Steven mientras se levantaba dejandoclaro su desinterés.

Tomando sus libros salió del salón acompañado de Andrea y Jonathan,mientras Miliaria, enfadada tomo sus cosas y los siguió, no obstante al salir delsalón ya Steven y los demás no se veían a la vista, miliaria corrió a revisar sitodavía iban bajando las escaleras pero, no fue el caso.

Steven, Andrea, Jonathan, Yuri y John se encontraban siempre en la azotea dela escuela a comer, meriendas que preparaban las gemelas, como siempreYuri y John peleando por bobadas, el verlos era una comedia real, como siendoel uno para otro no se atrevían a confesarse.

Andrea y Jonathan acaramelados como de costumbre y Steven solo comiendolo que podía antes de que Yuri y John se lo acabaran todo en su tonta pelea,en ese instante la puerta se abrió y Miliaria apareció.

Al ella girar y ver a los 5 reunidos comiendo, señalo a Steven, y enfadada seacerco, tomando el pequeño bolso que traía lo arrojo sobre Steven golpeándoloen la cabeza y luego se arrojo sobre él a pegarle como una niña pequeñacuando intenta recuperar su juguete.

Todos estaban extrañados por la escena, John hasta dijo “que le hiciste a estaahora” el más extrañado por la situación era Steven no entendía lo que pasaba,entonces la sujeto por los brazos casi a la altura de los hombros y preguntoalzando la voz:

-¿Qué te pasa? ¿Quién te crees para andar golpeándome?

Levantando la mirada, Miliaria con lágrimas en los ojos, con sus pupilasdilatadas, perdiendo toda su fuerza dijo:

-En serio ¿No te acuerdas de mí?

Luego de esta frase Steven perdió la fuerza, sabía que ella le era familiar, sinembargo era un hecho que no la conocía o por lo menos no la recordaba, lamiraba a detalle tratando de buscarla en sus recuerdos sin éxito alguno, hastaque John como cómico e imprudente del grupo interrumpió diciendo:

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-Eso no se hace Steven, ¿Cómo no recuerdas a quienes has llevado a lacama?

Miliaria se sonrojo enseguida, Yuri igual, y Steven soltó los brazos de Miliaria,respiro profundo cerrando los ojos, los volvió a abrir y con ira inofensiva le grito:

-¡Cómo no voy a recordar eso! ¡Idiota! Aun así soy virgen así que esa no es mirelación con ella. Sonrojándose por lo dicho al final.

Todos quedaron pasmados ante el comentario, no podían creer lo que Stevenhabía dicho y nuevamente como el imprudente del grupo sin leer el ambiente ninada a su alrededor John hablo:

-¿Cómo es posible que uno de los chicos más guapos y deseados de laescuela sea virgen? ¿Cómo desaprovechas tu belleza? regálamela.

Yuri agarrando desde atrás a John apretó su cuello con ambos brazos diciendo“Ese no es el problema idiota” mientras caían al suelo y forcejeaban tontamenteen una de sus peleas de niños, mientras que más serenos Jonathan lepregunto:

-¿Es cierto? Juraba que ya no lo eras debido a tu popularidad, oportunidadesdebes de haber tenido de sobra.

-Si las he tenido, pero yo tengo prometida y me jure por la memoria de mispadres que mi primera vez será con la mujer que ellos aprobaron.

En eso Steven hablaba con ojos cerrados y seriedad, Yuri y Andrea sesonrojaron de tan puro sentimiento, mientras John y Jonathan permanecíanescépticos, cuando Steven abre los ojos, un zapato se acerca a gran velocidadhacia él sin poderlo esquivar.

Era Miliaria quien había lanzado he impactado, en el rostro de Steven esapatada, Steven logro bajar la cabeza por lo que el golpe fue en la frente y no selastimo mucho y al levantar la mirada y con rabia dijo gritando:

-¿¡QUE DEMONIOS CREES QUE HACES!?

-Esa es mi línea. ¿Cómo es que recuerdas la promesa y no a la chica a la quese la hiciste? Replico fuertemente Miliaria.

Todos quedaron sorprendidos, la chica de la promesa era Miliaria y a pesar detan pura promesa Steven había olvidado a la persona a quien lo prometió eso,Yuri y Andrea se levantaron y ambas empezaron a pisar a Steven con fuerzasin el poder defenderse, mientras ellas gritaban enfadadas, “Idiota” “Insensible”“Basura” “No mereces vivir” entre muchas cosas más que dijeron.

Luego de cansarse, tomaron cada una de ellas una mano de Miliaria y laarrastraron fuera de la azotea, Steven en el piso mirando hacia el cielo en ese

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momento recordó la versión de Miliaria, de niña, pequeña, indefensa, pelirroja,ojos color miel.

Al pasar ese recuerdo de su imagen rápidamente se levanto estando sentadosobre el suelo, John y Jonathan al tiempo lo patearon regresándolo al suelo ySteven dijo enfadado:

-Y ahora ustedes ¿Por qué?

-¿Por qué? ¿Estas bromeando verdad? ¿Cómo no te acuerdas de la chica quete gusta? Grito John con cara de chico malo.

-Ya, ya, creo que ya recordaste, deberías ir tras ella. Calmadamente dijoJonathan mientras agarraba a John quien tenía ganas de seguirle pegando.

Steven se levanto rápidamente y corriendo a toda velocidad bajo las escaleras,apurado por saber donde estaban, sin embargo la búsqueda fue corta, al bajarsolo un piso las tres jóvenes ya lo estaban esperando, Yuri y Andrea subieron ala azotea dejándolos solos, entonces Steven comenzó a hablar:

-Discúlpame, sé que no tengo perdón, realmente no es que te allá olvidado solono creí que serias tan hermosa después de 6 años Mily.

-Al menos debiste reconocerme cuando me presente en el salón. RespondióMiliaria enfadada sin mirar a Steven.

-Perdona, estaba dormido no escuche tu nombre. Respondió Stevenlevantando su mano derecha en símbolo de disculpa.

Miliaria enfadada por el comentario, apretando fuertemente sus dientes, golpeocon su mano derecha la mejilla izquierda de Steven, el cual no se movió,recibiendo el golpe.

Giro nuevamente su cabeza para mirar de frente a Miliaria de nuevo, y estállorando se lanzo sobre él, sujetándolo por el cuello y el a ella por la cintura, lobeso, Steven no lo esperaba, sorprendido de ver a Miliaria aferrada a élbesándolo con los ojos cerrados, él los cerró poco a poco y al separarseSteven dijo:

-¿Me perdonas?

-No puedo vivir enojada con mi futuro esposo. Contesto Miliaria con unasonrisa.

-Aun no he dicho que me casare contigo, solo dije que serias mi primera veznada más. Expreso Steven con tono de desinterés.

Miliaria se levanto y con una expresión macabra, sus ojos se tornaronescarlata, combinados con sus cabellos de fuego y un aura de muerte que la

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rodeaba parecía la reencarnación del rey de los infiernos, al ver esto Steventodavía postrado en el suelo, adopto una pose de seriedad, sus ojos setornaron escarlata, su cabello mas sedoso y su sed de muerte por muchoabrumo a la de Miliaria, quien al sentir esto retorno a su estado natural, su tinteescarlata en los ojos desapareció y su aura se contuvo.

No obstante Steven no se detuvo, se levanto lentamente, la sujeto con su manoderecha por el cuello y recostándola a la pares, con una mirada fría frente auna indefensa Miliaria le susurro al oído, “Recuerda que tu eres de mi posesiónno al contrario”.

Miliaria al sentir esto, con terror en sus ojos, asistió con la mirada y antes deque rompiera el llanto, John y Jonathan colocan sus manos sobre cada uno delos hombros de Steven y al ver esto se detiene, recupera su compostura y sindecir nada, se marcha.

Miliaria toma su cuello mientras cae sobre sus rodillas, las lagrimas asoman ensus ojos, pero antes de que broten de sus ojos, John le brinda un pañuelo ycon una sonrisa que deja ver sus colmillos le dice “Dale tiempo”.

John, Jonathan y Miliaria suben a la azotea donde están las gemelas, lesexplicaron que Steven se marcho y que aun no recuerda bien a Miliaria así quele dieran su espacio, luego de eso todos se presentaron y comieron juntos,Yuri y Andrea congeniaron muy bien con Miliaria, quien cada que podía mirabaentre ojos a John y a Jonathan.

Termino la hora del almuerzo y cada uno regreso a sus respectivas aulas declase, Steven no apareció en el salón de clase, su asiento figuraba vacio en laesquina final del salón.

Las clases terminaron y Jonathan y Andrea se marcharon juntos a casa,Miliaria los vio marcharse, tenía intenciones de seguirlos, sin embargo al salirde la escuela la esperaba John quien con solo levantar la mano cambio laexpresión de Miliaria y esta lo siguió.

Mientras ambos se alejaban de la escuela Yuri los vio marcharse juntos, conuna cara de preocupación y una punzada en el corazón el cual sujetaba conambas manos, sufriendo de dolor.

Mientras caminaban ingresaron a un parque, el cual cuenta de muchas áreasverdes, un parque muy grande.

En el se dirigieron a un lugar donde nadie los molestara, donde solo estuvieranlos dos, Miliaria caminaba detrás de John precavida y cuando este se detuvo yvoltio, Miliaria presentaba un brillo escarlata en sus ojos, John sonrió y dijo:

-No tienes que estar a la defensiva, no te traje aquí para dañarte.

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-Entonces ¿Para qué me trajiste? Pregunto Miliaria con hostilidad.

-Como imaginaras soy un vampiro y teniendo en cuenta que ninguno sepercato del otro, al igual que tu un sangre pura de alto nivel. Respondió Johncon una voz sensual, pero aterradora mientras en su rostro reflejaba unasonrisa que mostraba sus colmillos.

-¿Qué quieres de mi? Pregunto Miliaria nuevamente sin dejar la hostilidad.

-Nada, solo conocernos, ¿Eres la prometida de Steven? ¿No? Continúo Johncon su mismo tono.

-¿Jonathan también es un vampiro? Continúo la conversación Miliaria.

-Sí, uno igual a nosotros.

-Yuri y Andrea, ¿Qué son ellas? Persistiendo su hostilidad, seguía preguntandoMiliaria.

Desapareciendo de su vista, Miliaria intento girar, sin embargo su manoderecha fue sujetada desde atrás por John, levantándola y mordiendotentativamente su oreja susurro:

-Dos humanas, la novia de Jonathan y la chica que me gusta a mí.

En ese instante John soltó su mano y camino a su lado, Miliaria levantando lamirada se percato que Steven estaba frente a ellos, con una mirada fría yoscura, mientras John caminaba hacia él y con una sonrisa que mostraba suscolmillos, paso por su lado y Steven susurro:

-No toques lo que es mío. Mientras en lo profundo de sus ojos un pequeñopunto escarlata asomaba.

-No te preocupes, mis ojos solo ven a Yuri. Susurro John y dando unos pasosmás desapareció en la oscuridad de la noche que caía.

Miliaria, bajo su guardia, aun así no levantaba su cabeza, Steven hablo “oye” yella se exalto, retrocedió unos centímetros, y levanto su mirada. Esta reflejabasu temor, solo una palabra y ella estaba abrumada, como si una presa fueraatrapada por el depredador.

Steven se acercaba a ella, lentamente, con una cara inexpresiva, ojos fríos,pero sin hostilidad, no obstante, Miliaria temblaba, y cuando él estuvo losuficiente mente cerca, levanto lentamente su mano derecha, Miliaria cerro susojos por miedo, el puso su mano sobre su cabeza y la atrajo sobre su pecho,Miliaria abrió sus ojos, se había calmado, su temblor desapareció, esaintimidación se había marchado y con un pequeño susurro que se llevo elviento:

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-Perdona el haberte lastimado, pero entiende soy posesivo y dominante,tenedme paciencia.

Miliaria solo sonrió con su cabeza recostado sobre el pecho de Steven y rodeosus brazos suavemente alrededor de él y lo abrazo, Steven solo acaricio sucabeza mientras miraba las estrellas con una pequeña sonrisa.