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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA
EQUINOCCIAL
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y
NEGOCIOS
NOCIONES BÁSICAS DE NEGOCIACIÓN
ING. PABLO HERNÁNDEZ TINOCO
Unidad 1: Generalidades y Teoría de la Negociación
1.1 ¿Qué es la negociación?
Existen varias definiciones sobre negociación, muchas de ellas
responden a la naturaleza del conflicto y a la importancia del mismo
en relación al tema en sí que se intenta resolver, pero de manera
general se puede definir a las negociaciones como los procesos a
través de los cuales dos o más partes tratan de reducir o terminar
un conflicto entre ellas.
1.2 ¿Por qué las personas negocian?
Cuando aparecen diferencias que generan conflictos, y existe el
interés común de las partes por superarlas y encontrar soluciones,
siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones:
a. Debe existir la posibilidad de mejorar la situación actual y
no de empeorarla. Muchas veces los involucrados en el
conflicto cometen el error de no identificar plenamente sus
intereses, lo cual complica el encuentro de soluciones
satisfactorias, creando mayor insatisfacción y diferencias
de las que habían antes de negociar.
b. Que la solución dependa directamente de la cooperación de
quienes piensan negociar. Es importante que los involucrados
en el conflicto tengan suficiente autoridad para tomar
decisiones que ayuden a mitigar el conflicto.
La negociación busca eliminar o reducir las diferencias, acercando a
los involucrados para encontrar soluciones y llegar a un punto
aceptable para todos.
1.3. ¿En qué ámbitos negocian las personas?
Los ámbitos más comunes en los cuales los individuos buscan
solucionar conflictos a través la negociación son:
Empresarial (ej.: compras a proveedores y ventas a clientes,
plazos de entrega)
Laboral (ej. aumento de sueldos, permisos)
Social (ej. diferencias entre poblaciones y empresarios)
Familiar y amigos (ej. permisos, vacaciones, intercambios,
préstamos)
Político y gobierno (ej. colaboraciones, apoyos)
Académico (ej. oportunidades, faltas, notas)
Legal (ej. bienes, custodia de los niños, pagos atrasados)
1.4. ¿Cuáles son los elementos de la negociación?
Al ser la negociación un proceso, está integrado por elementos como
todo sistema y estos son:
Partes: se refiere a los actores de la negociación a los
cuales se les denomina parte (yo/nosotros/nosotras) y
contraparte (él/ella/ellos/ellas), hay que recordar que las
negociaciones no se realizan entre máquinas o entre
personas y máquinas; se realizan siempre entre personas.
Conflicto o diferencias: es la situación en la cual dos o más
personas están en desacuerdo con la forma de actuar o con
la situación en la que se encuentra al menos una de ellas.
Acuerdo o resultado: es la solución que las partes han
escogido conjuntamente procurando la satisfacción mutua,
aunque en ciertas ocasiones el nivel de dicha satisfacción
puede ser muy favorable, favorable o poco favorable.
Comunicación: es el elemento que permite transmitir con
exactitud el mensaje que se quiere que llegue a la
contraparte y viceversa, sirve para exponer los objetivos y
planteamientos, intercambiar ideas, propuestas y opciones
con el fin de encontrar solución a los conflictos, la
comunicación no solo es verbal, mas bien en situaciones de
conflicto el conocimiento acerca del lenguaje no verbal
puede ser una gran ventaja para entender la situación y las
intenciones de la contraparte. No se debe subestimar este
elemento pues en muchos casos resulta ser la causa principal
para que las negociaciones no lleguen a buen término.
Reglas y normas: siempre las soluciones que se propongan
deben ir enmarcadas en el ámbito legal, moral y de buenas
costumbres, evitando provocar problemas y conflictos
posteriores con terceros, inclusive cuando la solución
aparentemente sea muy satisfactoria para ambas partes.
1.5. Fases esenciales del proceso de negociación
No existen criterios unificados acerca de las fases del proceso de
negociación; pero, en general se identifican cuatro fases
diferenciadas que son:
1. La preparación
2. El encuentro
3. El debate
4. El cierre
1.6 Los elementos decisivos de una negociación
Se reconocen tres elementos decisivos que influyen de manera
directa en el resultad de una negociación que son los siguientes:
TIEMPO: cuando las partes requieren una solución rápida
del conflicto por tener comprometidos recursos, personas o
intangibles como la reputación del individuo o de la
organización, tienden a tomar decisiones de manera
apresurada, sin mucho análisis y preparación pues el
resultado deja de ser prioritario. En cambio cuando las
partes disponen de tiempo suficiente para estudiar y
analizar las propuestas, las decisiones suelen ser mejor
calculadas. Si una de las partes cuenta con poco tiempo para
resolver el conflicto, definitivamente estaría en desventaja
si la contraparte tiene límites de tiempo mayores para
encontrar una solución.
PODER: cuando una de las partes posee mayor poder
político, económico, por su conocimiento, por la experiencia,
por la autoridad, por su posición, por su género o por su
personalidad y carácter, definitivamente tiene ventaja para
que la balanza de resultados satisfactorios se incline hacia
su lado.
INFORMACIÓN: mientras más información posee una de las
partes acerca de la contraparte, adquiere mayor ventaja
pues dicha información puede ser utilizada táctica y
estratégicamente para obtener resultados más favorables
hacia sí misma.
1.7 Los estilos personales del negociador
Se reconocen tres estilos personales del negociador: dominante,
dependiente y distante. Éstos dependen de la personalidad del
negociador; a pesar de que es muy raro que una persona se
identifique exclusivamente con un solo estilo, hay individuos en los
que predomina un estilo en particular pero hay también otros que
poseen características combinadas de cada uno.
Estilo Dominante
Características:
Afinidad con el poder
Utilizan la fuerza y la agresividad
Competitivos
Ambiciosos
Inflexibles
Manipuladores
Asumen el control
Siempre quieren ganar
Están en contra de los intelectuales
Insensibles
No saben escuchar
Se sienten superiores
Sensibles al dinero
Independientes
Individuales
No les gustan las órdenes
Sensibles al triunfo
Hacen las cosas a su manera
No piden ayuda
No admiten errores
Temores:
Perder
Ser débiles
Depender de otros
Aspectos negativos:
Se distinguen en las negociaciones competitivas
No satisfacen las necesidades de otros
Carecen de sensibilidad
Regatean mucho
Piensan que las concesiones son muestra de debilidad
Solo dan migajas
Son tercos, necios, destructivos
Hablan en exceso, no escuchan
Son impacientes
Ganan batallas y pierden guerras
Aspectos positivos:
Disfrutan el proceso
Son brillantes en las negociaciones antagónicas y duras
Si pierden tienen una gran ventaja
Tiene pocos escrúpulos, usan las amenazas, demoras,
insultos
Son instintivos para detectar las debilidades de los otros
Presionan hasta el límite
Estilo Dependiente
Características:
Afinidad con la calidez y amistad
Desean ser aceptados, comprendidos y aprobados
Se comunican en forma abierta y honesta
Hacen que el resto se sienta bien
Confían y aceptan las ideas de los demás
Se dejan manipular por los dominantes
Son populares
Temores:
A la soledad
Al rechazo
A la violencia
A la competitividad
Aspectos negativos:
Son ingenuos ante el conflicto y los problemas
Comparten la información y esperan que la otra parte
reaccione en forma igual
Son crédulos
Pueden ser terriblemente tercos si no sienten reciprocidad
de las concesiones
Aspectos positivos:
Pueden equilibrar situaciones de tensión causadas por el
dominante
Son solucionadores de problemas
Minimizan o desconocen el conflicto
Trabajan en equipo
Suavizan las situaciones difíciles
Son sinceros
Permiten soluciones creativas
Logra relaciones firmes y a largo plazo
Saben escuchar
Estilo Distante:
Características:
Afinidad con los hechos impersonales
Les gusta el orden y la predictibilidad
Aceptan ordenes, reglas, la lógica y procedimientos
Se alejan de los demás
Trabajan solos
Valoran la objetividad
Tienen rutinas y horarios rigurosos
Temores:
Odian la intimidad
La dependencia
La incertidumbre
Temen el desorden
Aspectos negativos:
Negocian a disgusto
Destruyen el ambiente apropiado
Son insensibles a los requerimientos de la otra parte
Pueden no ver las señales porque no les interesa la otra
parte
Se preparan demasiado y son de mente cerrada
Su minuciosidad afecta a la dinámica del proceso
Son predecibles
Aspectos positivos:
Su objetividad, preparación y capacidad analítica son sus
fortalezas
Son fríos y distantes
Son buenos en la fase de preparación
Aplican la indiferencia
Son muy hábiles en la aclaración de conceptos durante la
negociación
No son impulsivos
No revelan información, la obtienen del otro
Pueden llegar fácilmente al BATNA (Best alternative to a
negociated agreement)
Actitud hacia las negociaciones de los estilos personales del
negociador
Es muy ventajoso conocer el estilo personal del negociador al que
uno se asemeja con el fin de detectar sus fortalezas y debilidades
que se pueda tener para aprovecharlas o corregirlas. Asimismo,
conviene identificar el estilo personal del negociador al que se
ajusta la contraparte con el fin de anticipar sus actitudes,
identificando también sus fortalezas y debilidades para
contrarrestarlas y equilibrar el proceso.
1.8 Estilos y estrategias de negociación
Cuando se intenta identificar los estilos de negociación, se lo debe
ligar a la importancia que los actores dan a la relación que se forja
en una negociación y a la importancia que se da a los resultados que
se piensa obtener, teniendo así dos estilos diferenciados que son:
Negociación enfocada en los resultados:
Cuando se otorga mayor importancia al alcanzar sus objetivos
procurando maximizar sus niveles de satisfacción a toda costa, sin
importarle generar malestar, tensión, frustración en la contraparte,
incluso se podría hasta sacrificar la relación existente pues no le
interesan los intereses de los demás ni la situación que ellos
enfrenten luego de la negociación. El negociador con estilo personal
dominante es quien generalmente adopta el estilo enfocado en
resultados.
Negociación enfocada en las relaciones:
Cuando se otorga mayor importancia al mantener una buena relación
personal con la contraparte, evitando el enfrentamiento provocado
por la inconformidad que los resultados basados en los objetivos
puedan provocar. Su interés principal es que la relación no se
deteriore sino que se fortalezca al finalizar con el proceso de
negociación. El negociador con estilo personal dependiente es quien
generalmente adopta el estilo enfocado en las relaciones.
De estos dos estilos se desprenden las cinco estrategias de
negociación básicas que se aprecian a continuación:
Estrategia evasiva (yo pierdo-él pierde): cuando para el
negociador la importancia de los resultados y de la relación
es incipiente o incluso nula.
Estrategia acomodativa (yo pierdo-él gana): cuando el
negociador da mayor importancia a la relación que a los
resultados.
Estrategia colaborativa (yo gano-él gana): cuando el
negociador otorga alta importancia tanto a los resultados
como a la relación.
Estrategia competitiva (yo gano-él pierde): cuando el
negociador da mayor importancia a los resultados que a la
relación.
Estrategia de satisfacción (se dividen las diferencias):
cuando el negociador equilibra la importancia de la relación y
de los resultados, procurando satisfacer a todas las partes
involucradas en la negociación.
Estas estrategias interactúan unas con otras al darse el encuentro,
el debate y el cierre del proceso de negociación, obteniéndose
resultados propios del enfrentamiento de las estrategias entre sí,
como se aprecia en la siguiente matriz:
EVASIVO ACOMODATIVO COMPETITIVO COLABORATIVO COMPROMETIDO
EVASIVO
Ambas partes
evitan alcanzar
los objetivos para
resolver sus
problemas y no
consideran
ninguna acción
para fortalecer la
relación.
El acomodador
muestra una fuerte
preocupación por el
evasivo,
especialmente en el
futuro de la relación;
el evasivo se
esfuerza en
minimizar la
interacción.
El competidor
intentará dominar o el
evasivo escapar; el
evasivo se esfuerza en
minimizar la
interacción, mientras
que el competitivo
intenta comprometer la
interacción.
El colaborador
muestra interés
tanto en la relación
como en los
resultados, mientras
que el evasivo trata
de escapar y tal vez
se rinda.
El comprometido
muestra algo de interés
tanto en la relación
como en los resultados;
el evasivo intenta
escapar; el
comprometido podría
rendirse y el evasivo
podría comprometerse.
ACOMODATIVO
Ambas partes
evitan alcanzar los
objetivos para
resolver sus
problemas; se
preocupan en las
metas del otro y
resalta su interés
en la relación.
El competidor
enfoca las metas
hacia su lado y el
acomodador trata
de hacer feliz al
competidor.
El competidor
generalmente gana
mucho.
El colaborador
muestra interés
tanto en la relación
como en los
resultados,
mientras que el
acomodador trata
de hacer feliz al
colaborador.
La relación se
fortalece mucho
pero el colaborador
puede obtener
mejores resultados.
El comprometido
muestra algo de
interés tanto en la
relación como en los
resultados, el
acomodador trata de
hacer feliz al
comprometido. La
relación puede
mejorar. El
comprometido puede
persuadir al
acomodador de
enfocarse en los
resultados.
EVASIVO ACOMODATIVO COMPETITIVO COLABORATIVO COMPROMETIDO COM
PETITIVO
Ambas partes
intentan alcanzar
sus metas e
ignoran la
relación. El
conflicto y la
desconfianza son
muy probables.
El colaborador muestra
interés tanto en la relación
como en los resultados,
mientras que el
competitivo solo busca
resultados. El competidor
usualmente gana y ambas
partes se vuelven
competitivas.
El comprometido muestra
algo de interés tanto en la
relación como en los
resultados, mientras el
competidor busca solo
resultados. El competidor
generalmente gana y ambas
partes se vuelven
competitivas.
COLABORATIVO Ambas partes se enfocan
en los resultados,
muestran mucho interés
en las metas del otro y
un altísimo interés en la
relación.
El comprometido muestra
algo de interés en la
relación y los resultados y
el colaborador en ambos.
COM
PROMETIDO O
DE S
ATISFACCIÓ
N
Ambas partes se enfocan
limitadamente en los
resultados e intentan no
afectar la relación actual
1.9 Tácticas de negociación
Las tácticas son las acciones que las partes realizan para poder
llevar a cabo la estrategia de negociación planteada, ellas se rigen al
estilo planteado por la estrategia, es decir que si la estrategia es
competitiva, las tácticas que se utilicen deben conducir a que el
resultado final obtenga los objetivos con enfoque en los resultados
y poco interés en las relaciones a largo plazo.
Las tácticas se suelen clasificar en tácticas de desarrollo y tácticas
de presión.
Las tácticas de desarrollo guardan afinidad con los modelos de
cooperación, buscando que las acciones no afecten la relación entre
las partes, sin afectar el ambiente de la negociación, promoviendo el
intercambio de ideas y la exposición ordenada de las propuestas de
solución al conflicto como por ejemplo:
Transparencia: facilitando toda la información disponible o
al menos, la estrictamente necesaria.
Tomar la iniciativa: actuar en todo momento de manera
proactiva, procurando que la negociación no se estanque,
promoviendo la presentación de propuestas e ideas.
Buena voluntad: otorgando la primera concesión a la
contraparte o respondiendo con una concesión
inmediatamente luego de que la contraparte lo ha hecho.
Lugar neutral: realizando las negociaciones en un sitio que no
pertenezca a ninguna de las partes, para evitar el poder que
la territorialidad otorga.
Las tácticas de presión buscan debilitar a la contraparte a través
de acciones deliberadas de intimidación, presión y de incomodidad.
Por lo general son acciones efectivas sobre todo si la contraparte no
posee un carácter fuerte; pero generan pérdida de imagen para
futuras negociaciones especialmente para aquellas en las que se
necesita utilizar modelos cooperativos. Ejemplos de tácticas de
presión son los siguientes:
Ataque permanente: consiste en presionar, asumiendo una
actitud proactiva de enfrentamiento exigiendo una solución
rápida del conflicto basada en su propia propuesta.
Engaños y más engaños: cuando una de las partes no es
transparente, faltando a la verdad, entregando información
falsa o cometiendo errores de forma deliberada con la
intención de engañar a la contraparte.
Desgastar al oponente: asumir una posición y no dar el brazo
a torcer por ninguna circunstancia, sin otorgar ninguna
concesión o hacer concesiones mínimas. Esta posición
desgasta a la contraparte haciendo que tarde o temprano
termine cediendo.
Unidad 2: La Negociación en la Práctica
2.1. La planificación
2.1.1 Obtención de la información
El primer paso en la planificación de la negociación es obtener
información de la contraparte en relación a los siguientes temas:
Datos generales (nombres, cargos, títulos)
Clientes y proveedores
Situación económica y financiera
Estructura corporativa
Capacidad de negociación y su alcance (capacidad de cierre)
Cuáles son sus formas habituales de negociar
Nivel de cumplimiento de sus compromisos
Razones que le llevan a negociar conmigo
Nivel de información que posee sobre nosotros
Para reunir esta información se puede recurrir a fuentes de
información públicas y privadas que pueden ser:
Fuentes privadas: contactos con otras empresas, contactos
con sus clientes, proveedores habituales, expertos
independientes (auditores).
Fuentes públicas: asociaciones, cámaras, superintendencias,
revistas, páginas web, etc.
Con la finalidad de ordenar y pensando en negociaciones posteriores
se recomienda crear un expediente de aspectos técnicos de la
negociación donde se colocarán los datos y cifras ligadas al
problema de la negociación y los datos y cifras ligadas al objetivo de
la negociación.
Para crear el expediente de aspectos técnicos se puede recurrir
también a fuentes públicas y privadas:
Fuentes privadas: pruebas parciales publicadas o
contratadas (índices e indicadores, análisis del sector,
análisis de viabilidad técnica y financiera, análisis de
escenarios.
Fuentes públicas: documentos oficiales (administrativos,
legales), índices del sector publicados.
2.1.2 Identificación de los intereses de ambas partes
Los intereses son las motivaciones, intangibles necesidades, deseos,
preocupaciones, temores, aspiraciones que llevan a cada una de las
partes a negociar, tiene que ver especialmente con la estabilidad
económica, profesional, de salud, emocional y mental de los
individuos.
Cuando no se identifican plenamente los intereses puede caerse con
facilidad en una negociación basada en posiciones como se entiende
en el siguiente caso:
Dos estudiantes se encontraban en una biblioteca de la universidad
repleta de estudiantes, uno de ellos al advertir del intenso calor que
había en el lugar, decide abrir una ventana con el fin de que circule
aire para tener un ambiente más cómodo, luego de un momento, otro
estudiante que se encontraba cerca de la ventana y muy enfermo de
sus vías respiratorias, sintió el aire frío que ingresaba y se levanta
de su puesto para cerrar la ventana y evitar que su enfermedad se
agrave. Quien había abierto la ventana inicialmente se levanta
nuevamente de su asiento y vuelve a abrir la ventana para que
circule aire. Nuevamente el estudiante enfermo se levanta y cierra
decididamente la ventana, dando lugar a un conflicto con el otro
estudiante por mantener la ventana abierta o cerrada. En ese punto
y notando que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder su
posición, la encargada de la biblioteca acude al lugar, escucha los
intereses de ambas partes y plantea una solución al inconveniente
abriendo las ventoleras superiores para que pueda circular aire
fresco y que el estudiante delicado de salud no reciba la corriente
de aire de forma directa.
Se puede notar entonces que una negociación posicional no
encuentra más argumentos que abrir o cerrar una ventana; pero al
poner atención en los intereses de bienestar de las partes se hace
posible encontrar una solución diferente que satisface a ambos.
A los intereses se los puede clasificar en divergentes y comunes de
la siguiente manera:
Intereses divergentes: permiten el intercambio y posibilitan el
acuerdo.
Intereses divergentes compatibles: ellos compran y
nosotros vendemos.
Intereses divergentes opuestos: el comprador necesita el
producto ahora y el vendedor puede entregarlo la próxima
semana.
Intereses comunes: coincidencias entre las motivaciones
intangibles.
Intereses comunes no competitivos: el empleador y el
empleado desean mantener siempre una buena relación.
Intereses comunes competitivos: en una fusión empresarial
ambas empresas buscan nombrar a un miembro de su
organización como gerente.
Hay que notar que las diferencias de interés ayudan a separar los
elementos y dar a las partes lo que más valoran a un mínimo costo
Se debe tener siempre presente que quienes se sientan a negociar
son personas con identidad, mundo propio, valores, circunstancias y
hábitos que tendrán que confrontar con el mundo del otro.
El encontrar diferencias puede desbloquear negociaciones en punto
muerto, además que la existencia de diferencias constituye un reto
para el enriquecimiento mutuo y la construcción conjunta de
mejores soluciones.
Los negociadores deben ser capaces de superar la perplejidad y el
bloqueo provocado por la percepción de las diferencias, centrándose
en el logro de objetivos e intereses que les han llevado a conocerse
y negociar.
2.1.3 Identificación de los objetivos de ambas partes
Los intereses se concretan a través de los objetivos que deben ser
cuantificables, concretos y específicos de un tema en particular.
Reflejan los resultados finales o resultados que persiguen las partes
siendo el criterio que permite a cada parte decidir si sus
necesidades se han satisfecho en un grado aceptable.
Criterios para delimitar los objetivos:
Manifestar lo que se quiere conseguir con el proceso de
negociación Establecer prioridades
Deben ser cuantificables, concretos y específicos (ej.
conseguir un 30% de descuento en la adquisición de una
computadora Sony), no vagos (ej. obtener un mejor precio en
una computadora)
Fijar las concesiones que se está dispuesto a realizar
2.1.4 Generación de opciones creativas y múltiples
Las opciones son los posibles acuerdos o soluciones parciales para un
posible acuerdo que ambas partes colocarán en la mesa de
negociación.
Es aconsejable presentar muchas opciones para enriquecer las vías
de solución conjunta, aunque en ocasiones puedan parecer
descabelladas, pueden convertirse en instrumentos que den una luz
de solución y que demuestren la voluntad de querer realmente
mitigar las diferencias.
No se debe insistir creyendo que existe una solución única, se deben
buscar soluciones involucrando a todos los miembros del equipo de
negociación. Una de las técnicas más utilizadas para la generación de
ideas y opciones creativas de solución es el brainstorming (lluvia de
ideas).
2.1.5 Establecimiento de normas justas y equitativas
En ocasiones los intereses son muy opuestos o pueden presentar
claro conflicto, para ello se debe negociar basándose en criterios
externos de legitimidad que se constituyan en una vara de medición,
para evaluar la equidad de la solución como por ejemplo el valor de
mercado de lo que se esté negociando, los niveles de eficiencia y las
garantís que se propongan, los costos que representan asumir la
propuesta, basarse en la opinión de expertos independientes,
recurrir a precedentes y a pronunciamientos judiciales sobre el
tema.
2.1.6 Análisis de alternativas: las nuestras (BATNA) y las de la
contraparte
Las alternativas en el argot de negociación se entienden como otras
formas distintas de la solución que se propone en una negociación
que permitan alcanzar los intereses. Por ejemplo un agricultor que
necesita adquirir una camioneta de un patio de carros que cuesta
6300 para su trabajo, pero que solo dispone de 6000 dólares, luego
de agotar todas las opciones creativas (descuentos, plazo de pago,
garantías, etc) con el dueño del patio, puede optar por alternativas
como:
Alquilar camionetas en una cooperativa solo cuando sea
estrictamente necesario.
Asociarse con alguien que dispone de una y no la utiliza
frecuentemente.
Comprar un remolque para utilizarlo con su automóvil.
Ninguna de estas tres alternativas sirven para negociar con el dueño
del patio de autos, pero son útiles para poder cumplir con el real
interés del agricultor que es el de transportar su producción a la
ciudad. En este caso el interés es el transporte y el objetivo es una
camioneta.
A la mejor de las tres alternativas anteriores se la conoce como
BATNA (Best Alternative to a Negotiated Agreement) o en español
MAAN (Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado).
Se debe tener siempre presente que los intereses pueden
satisfacerse de dos formas distintas:
A través de una solución negociada
A través de alguna alternativa personal al margen de la
negociación
Tomando en cuenta que siempre hay la posibilidad de no llegar a un
acuerdo, el contar con una solución alternativa permite una mejor
utilización de recursos si no hay acuerdo e incluso algunas veces
puede ser conveniente no llegar a acuerdos y abandonar la
negociación optando por una alternativa.
La BATNA define el límite para las concesiones pues marca el punto
de ruptura de la negociación. Cuanto mejor sea la BATNA, mayor
será el poder de negociación pues no hay obligación de cerrar tratos
insatisfactorios. No disponer de alternativas puede generar mucha
vulnerabilidad.
2.1.7 Diseño de las propuestas
La propuesta es una oferta específica que se pone sobre la mesa de
negociación. Se debe procurar tener previsto el momento adecuado
para presentar las propuestas. Existen propuestas de apertura,
unas que se exponen en el transcurso y otras al cierre de la
negociación.
Existe también la posibilidad de presentar paquetes de propuestas
en los que se combinan varias opciones, las cuales se combinan o
intercambian, con el fin de encontrar soluciones para el conflicto.
2.1.8 Diseño de la comunicación
Para diseñar la comunicación más efectiva en una negociación, se
debe tener muy en cuenta las siguientes habilidades
comunicacionales y desarrollarlas en la mayoría de los miembros del
equipo negociador:
Conocimiento de los elementos comunicativos
Autoconocimiento y conocimiento del otro
Indagación, escucha, observación y reflexión
Saber buscar los datos de interés, saber preguntar,
escuchar y posibilitar silencios
Observar las reacciones, gestos y conductas
A estas habilidades se le debe sumar la obtención de la información
para una adecuada comunicación en los siguientes aspectos:
Cuántos negociadores compondrán el equipo negociador
El talante interpersonal de negociaciones anteriores
Como nos hemos comportado en otras situaciones de
comunicación compleja
Interacción comunicativa
Estilo comunicativo del otro
Cómo será mi comunicación
Cuáles serán los mayores obstáculos comunicativos
Para planificar una adecuada estrategia comunicativa se debe
cumplir con lo siguiente:
Elección de los recursos lingüísticos a utilizar
Elección de los recursos de control o expresión emocional
Elección de los recursos de autoafirmación y persuasión
2.2 El encuentro y el debate
2.2.1 El lenguaje
La necesidad de contar con medios de comunicación verbales y no
verbales adecuados para negociar lleva a los actores a empaparse de
temas generales y específicos que varían en cada negociación.
El lenguaje a emplearse preferiblemente debe ser sencillo y claro,
procurando la comprensión de los temas que se exponen, no es un
reto en el cual se deba impresionar a la contraparte por la riqueza
del lenguaje esperado pues ello puede provocar malentendidos e
incluso interpretarse como subestimación hacia los demás.
En lo posible el lenguaje que se utilice debe adecuarse a la audiencia
a la que se dirige, por ejemplos si se trata de profesionales en una
materia específica se puede utilizar un lenguaje más técnico, pero si
sus conocimientos son limitados deberá utilizarse un lenguaje menos
especializado evitando emplear términos que puedan desconocerse o
que puedan interpretarse de otras formas.
También hay que prestar atención para entender el lenguaje no
verbal de los actores, pues al tener un origen inconsciente puede
develar las verdaderas intenciones de ellos por medio de su
coherencia entre lo que se muestra y lo que se dice, sacando a la luz
sus verdaderas intenciones.
Algunas de los significados respecto al lenguaje no verbal se
exponen a continuación:
MIRADA:
Hacia la izquierda: recurre al pasado, comparando lo vivido
con la situación actual.
Hacia la derecha: denota búsqueda y proyección del futuro,
imaginando lo que viene más adelante.
Hacia arriba y al centro: indica reflexión sobre el presente,
no mira aspectos del pasado o del futuro.
Hacia abajo: inseguridad, frustración o temor.
Hacia delante y al centro: denota alta atención al presente,
sin mayor reflexión sobre lo que observa o escucha.
APRETÓN DE MANOS:
Mano con mano: el saludo clásico, es una muestra de
cordialidad sin intentar ingresar demasiado en el terreno
personal de los demás.
Mano con brazo: al utilizar la otra mano al unísono, tomando
a la contraparte del brazo, dando una palmada en la espalda
o en la región intercostal se muestra la intención de dominar
o de ganar terreno.
Mano con la palma hacia abajo: fuerza, agresividad, dureza o
prepotencia.
Mano con la palma hacia arriba: sumisión, debilidad, apertura
o aceptación.
Apretón fuerte: denota seguridad, pero si el apretón es
demasiado fuerte puede ser muestra de prepotencia o
inseguridad.
Apretón débil: falta de confianza, inseguridad, timidez o
reserva.
MOVIMIENTOS Y GESTOS:
Cabeza hacia la izquierda: dudas
Cabeza hacia la derecha: denota aprobación parcial, es
sinónimo de “tal vez pero no estoy seguro aún”.
Cabeza hacia atrás: reclamación e inconformidad respecto a
lo que escucha.
Tocarse la nariz al hablar: falta de conocimiento,
inseguridad o que está mintiendo.
Tocarse la nariz al escuchar: interés, respeto o atención.
Taparse la boca: indica que está callando algo, que quiere
exponer sus ideas pero aún no se atreve.
Rascarse el cuello: dudas e incertidumbre sobe lo que se
escucha o sobre lo que se dice.
Frotarse los ojos: exageración o mentiras sobre lo que se
dice.
Acariciarse la oreja: indica desacuerdo o que se intenta
bloquear la información que se recibe.
Doblarse el pabellón auditivo: deseo de replicar lo que se
escucha.
Colocar la mano sobre la mejilla: demuestra concentración.
BRAZOS, PIERNAS Y PIES
Brazos cruzados: búsqueda de protección.
Dedos entrelazados doblados: reflexión sobre lo que se
escucha u observa.
Dedos entrelazados rectos: reflexión desde el poder,
pensando en su contraoferta.
Cerrar los puños mientras se habla o escucha: incomodidad,
inseguridad o miedo.
Manos abiertas: transparencia, sinceridad, nada que
esconder.
Piernas cruzadas a la altura de los tobillos: protección,
bloqueo, deseo de manifestar sus criterios y pensamientos.
Piernas cruzadas en dirección a la contraparte: buen
contacto, empatía e intimidad con la contraparte.
Piernas cruzadas en dirección contraria a la contraparte:
rechazo o reservas respecto a la contraparte.
Pies en movimiento: inseguridad o inquietud.
2.2.2 El espacio y el ambiente
Las negociaciones pueden llevarse a cabo en distintos lugares, entre
ellos:
Sitios abiertos: jardines, parques recreacionales, campos de
golf, estadios, plazas, etc. Sitios cerrados: oficinas, restaurantes, residencias, hoteles, etc.
Sitios íntimos: cualquier lugar, sea abierto o cerrado, al cual
no puedan acceder más personas para mantener la reserva y
confidencialidad del caso.
Sitios particulares: lugares reservados únicamente para
quienes intervienen en la negociación
Sitios oficiales: son lugares asignados por ley o costumbre
para llevar a cabo las negociaciones, son considerados
generalmente lugares neutrales.
Es recomendable que la negociación se lleve a cabo en el propio
terreno, evitando sitios neutrales para no verse en desventaja
además que el uso de sitios neutrales pueden crear la imagen de que
en realidad no se está negociando sino realizando lobby.
Las negociaciones en espacios reducidos pueden ser inconvenientes
sobre todo para quienes sufren de claustrofobia además de
proyectar una imagen de insolvencia. Así también los espacios
excesivamente grandes pueden proyectar una imagen de derroche y
ostentación.
Se debe procurar que el mobiliario sea lo suficientemente cómodo y
que facilite el trabajo de los negociadores, además proyecta imagen
sobre los gustos y los recursos del anfitrión. El mobiliario
combinarse con el entorno y la decoración, procurando no utilizar
colores que despierten frialdad o agresividad en las partes.
Se debe procurar que el sitio escogido para de la negociación cuente
con acceso a bebidas, café o alimentos, parqueo, acceso a telefonía
y medios de comunicación, con el fin de no generar intranquilidad en
los participantes.
2.2.3 Aspectos importantes para desarrollar el debate
Informar a la contraparte de sus intereses
No apresurarse demasiado, tomarse tiempo para reflexionar
sobre las propuestas.
Ponerse en los zapatos de la contraparte (empatía) para
poder entenderla.
Procurar hablar explícitamente del proceso.
No cansarse de hacer propuestas.
Permitir hablar a los demás, y permitirse escucharlos con
atención.
Hacer preguntas, no dejar cabos sueltos.
Procurar entregar una concesión siempre a cambio de algo.
No hacer suposiciones sin fundamento, muchas veces la
realidad es muy distinta a la que uno piensa
Recordar que toda propuesta puede ir acompañada de
condiciones, las cuales se deben exigir y utilizar.
Se debe estar dispuesto a regresar a revisar nuevamente
los temas ya negociados pues nada es definitivo hasta
haberlo negociado todo.
Monitorear permanentemente el avance y los logros
planificados, para no dejar ningún aspecto pendiente.
Se debe tener en mente que los temas que se negocian están
entrelazados y recordárselo a la contraparte.
Aún cuando se decida ceder la iniciativa del desarrollo del
debate a la contraparte, se debe procurar presentar
primero las concesiones antes que ella lo haga.
2.3 El cierre de la negociación
2.3.1 Tipos de cierre
Una de las clasificaciones para los tipos de cierre más reconocida es
la que plantean Costa, Galoete y Muñoz, la cual distingue dos tipos
de cierre, aquellos derivados de actitudes posicionales y cierres
basados en principios e intereses, de la siguiente manera:
CIERRES DERIVADOS DE ACTITUDES POSICIONALES
Cierre con intimidación y
amenaza
Cuando el negociador trata de
presionar a la contraparte para
conseguir lo que quiere. Se
considera que es un cierre
peligroso y debería ser utilizado
únicamente cuando la situación
lo justifica.
Cierre alternativo Cuando se le presentan las
alternativas que tiene para
alcanzar sus intereses,
comparándolas con la solución
propuesta, haciéndole notar las
diferencias y pidiéndole que
escoja entre ellas la más
conveniente.
Cierre consecuencia del empleo
de determinadas tácticas
Este tipo de cierre busca
mantener la coherencia entre
las tácticas utilizadas y las
consecuencias que ellas han
generado.
CIERRES BASADOS EN PRINCIPIOS E INTERESES
Cierre recapitulativo Se trata de recapitular los
puntos de mayor coincidencia
con la contraparte para luego
abordar aquellos puntos que han
quedado pendientes
Cierre aplazado Cuando las partes, luego de
haber expuesto sus intereses y
las propuestas, ven la necesidad
de reflexionar de forma más
detenida sobre la propuesta
final y tomarse tiempo para
estudiarla antes de
pronunciarse sobre ella.
Cierre del pequeño movimiento
negociado
Cuando se ha llegado a un punto
muy cercano al final de la
negociación, una de las partes
decide tratar nuevamente algún
aspecto no muy importante que
se consideraba ya cerrado,
haciendo una propuesta sobre
ello.
2.3.2 Aspectos importantes para un cierre efectivo
El cierre debe no solo ser creíble sino también parecer creíble, no
debe dejar ninguna duda o desconfianza a la otra parte, esto se
logra proyectando seguridad y convencimiento sobre lo que se
propone y asegura. A más de la credibilidad, el cierre debe también
provocar aceptabilidad de la otra parte por medio de la satisfacción
de un número suficiente de las necesidades de ella.
Un cierre sin éxito lleva de regreso a otro ciclo de discusión e
intercambio, si se intenta un cierre prematuro se incrementa la
posibilidad de arriesgar un cierre exitoso de la negociación.
Para que el acuerdo final sea exitoso se recomienda llevar apuntes
de cada uno de los puntos negociados para resumirlos al final, se
deben comparar los resúmenes de la otra parte y los propios y
asegurarse que ellos coincidan, de no ser así se deben corregir las
diferencias y establecer un último resumen de acuerdos común para
ambas partes.
Una concesión grande puede no cerrar el proceso si la contraparte
supone que presionando de mayor manera podrá obtendrá más
concesiones; así mismo una concesión muy pequeña puede ser
insuficiente para animar un acuerdo. Pero siempre es mejor realizar
una concesión pequeña para el cierre en vez de una concesión
importante sobre todo si se afecta a un asunto importante propio.
Finalmente, es bueno recordad que siempre es más fácil e
importante saber “cómo” cerrar que “cuándo” cerrar.
ANEXO: Catorce tácticas de uso común en la negociación
1. Táctica de la oferta de prueba
El negociador lanza una propuesta extremadamente baja o
extremadamente alta con el fin de medir hasta qué punto la
contraparte está dispuesta a ceder o desde cuanto empieza a
negociar.
2. Táctica del asombro
El negociador, al escuchar una propuesta, exagera su sorpresa
mediante un gesto denotando su inconformidad por lo sobrevalorada
o subvalorada que ésta es.
3. Táctica de muchas ofertas
El negociador, persuade a la contraparte de que cuenta con muchas
ofertas aparte de la que él le ofrece y que en cualquier momento
puede tomar una de ellas en vez de la suya.
4. Táctica de los escalones
El negociador solicita una sola concesión, luego de alcanzarla,
empieza con otra y así repite la acción, hasta haber obtenido la
mayoría de las concesiones que se había propuesto.
5. Táctica de la retirada aparente
El negociador demuestra no tener mucho interés en lo que se ha
logrado en la negociación, persuadiendo a la contraparte que está
dispuesto a abandonar la negociación en cualquier momento y que no
negociará hasta agotar sus esfuerzos.
6. Táctica de la carencia de autoridad
El negociador luego de haber alcanzado concesiones importantes y
estar a punto de cerrar el trato, informa que no posee autoridad
suficiente para llegar a ese acuerdo y que debe informar a sus
superiores. Generalmente es una medida de presión para obtener
más ventajas.
7. Táctica del bono sorpresa
Cuando el negociador ha llegado a una instancia en la negociación en
la que está a punto de encontrar una solución para ambas partes,
sorpresivamente pide una adición de algo poco significativo como
condición para cerrar el trato.
8. Táctica ni para ti, ni para mí
Se emplea cuando se ha llegado a un punto muerto y se decide
dividir la diferencia por ejemplo en una oferta de 2000 y otra de
2500, se divide la diferencia y se cierra el trato en 2250.
9. Táctica del diablo y del ángel
Consiste en trabajar conjuntamente en su equipo negociador con un
miembro extremadamente problemático que intencionalmente
dificulte el avance de las negociaciones, de esa forma los otros
miembros del equipo destacarán como ángeles colaboradores
ganando el beneplácito de la contraparte y su buena voluntad.
10. Táctica de la objetividad numérica
Cuando el negociador ha realizado minuciosamente los cálculos de
los costos que cada oferta representa, sin descuidar detalle alguno,
ello se convierte en una prueba casi irrefutable y la contraparte
terminará otorgándole la razón a menos de que ellos dispongan de
cálculos igual de minuciosos.
11. Táctica de la confusión
Consiste en que de forma deliberada el negociador engaña, miente o
hace entender las cosas equivocadamente, para confundir a la
contraparte. Si bien es una práctica no ética, es frecuentemente
utilizada, un buen negociador debe estar preparado no para
utilizarla sino para identificarla y combatirla.
12. Táctica de limpiar la mesa
Se refiere a empezar las negociaciones aclarando y reduciendo las
diferencias y desacuerdo, para crear un ambiente más propicio y de
confianza.
13. Táctica de las objeciones
Consiste en argumentar acerca de cualquier defecto que encuentre
en la negociación o el objeto que se negocia, pidiendo concesiones
por ello, aún hasta por los defectos más insignificantes.
14. Táctica del halago
Busca halagar permanentemente los logros y las acciones de la
contraparte, haciéndole sentir hasta admirado por los demás. Puede
ser un arma de doble filo pues podría interpretarse como una
actitud hipócrita, es mejor halagar pero no demasiado.
Bibliografía:
OVEJERO, Bernal, Técnicas de Negociación, Ed. McGraw-
Hill, España, 2004
STARK, Peter, Todo es Negociable, Ed. McGraw-Hill,
México, 1995
ERTEL, Danny, Negociación 2000, Ed. McGraw-Hill,
Colombia, 1996
HARVARD BUISINESS REVIEW, Negociación y Resolución
de Conflictos, Ed. Deusto, España, 2001
FISHER, Roger. URY, William. PATTON, Bruce. Si… ¡de
acuerdo! Cómo negociar sin ceder, Grupo Editorial Norma,
Segunda Edición, Colombia, 2003
FERN, George, Cómo Negociar. Ediciones Robinbook,
Primera Edición, España, 2003
COSTA, Mercedes. GALEOTE, María del Pilar. SEGURA,
Mariana. Ed. McGraw-Hill, Primera Edición, Madrid, 2004
URY, William. El poder de un no positivo, Grupo Editorial
Norma, Primera Edición, Colombia, 2007