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LAS EVAS VIOLADAS Crónicas de Aztlán

Iten Mario Mendoza Camacho

ISBN.: 978-607-00-8466-9.

MCMXCVIII

LAS EVAS VIOLADAS {CRÓNICAS DE AZTLÁN} Iten Mario Mendoza Camacho

1

Era una determinación difícil, pero que Eva Garza había resuelto ejecutar a puerta cerrada

en el baño del pequeño cuarto de vecindad que rentaba desde que llegó a Ciudad Capital de

su pueblo meses atrás, ¡Abortar no sería fácil! Mucho menos sin los instrumentos adecuados,

con un gancho metálico para colgar ropa deformado como única herramienta.

Aseguró la vieja puerta de madera del modesto cuarto de baño, que apenas contaba con un

retrete y regadera, había un espejo cuadrado enmarcado en madera, en el cual se reflejaba

la luna que tenue iluminaba como testigo mudo por la pequeña ventana donde asomaba; Eva

se bajó la falda y ropa interior sentándose en la taza del escusado, mientras veía el alambre

en forma de garfio que sostenía con ambas manos; cerró los ojos y suspiró profundo al

tiempo que lo perfilaba a la entrada de su matriz.

Al primer contacto del fierro sintió un frio mudo, que no le impidió dar la primera estocada

interna, un agudo dolor le hizo apretar los ojos y dientes, sujetándose del tanque de

porcelana, jalando por accidente la palanca de agua, la cual corrió en ruidoso remolino rojo

por el pequeño hilo de sangre que se produjo; de repente se hizo un estruendo del agua, que

la golpeó inesperadamente e hizo abriera los ojos encontrándose para su sorpresa en una

habitación desconocida, más bien como una mazmorra o cárcel de piedra sin puerta que

tenía únicamente una pequeña ventana sin barrotes a la altura de su rostro que dejaba ver lo

grueso del muro.

Por unos minutos Eva no se movió, tratando de reconocer tan extraño entorno, más bien de

convencerse que no era un sueño, pues era perturbadoramente calmada la atmosfera, no se

escuchaba más que una corriente de agua y ocasionalmente el trinar de algún ave; se vio a sí

misma en inspección y estaba integra, sus fuerzas, capacidades y sentidos a nivel; todo en

ella, incluida su percepción de la nueva realidad era normal.

Se puso en pie con algo de angustia al verse atrapada en un cuarto de roca sin salida ni

entrada y caminó hacia la pequeña ventana quedando asombrada de la vista que se reveló

ante sus ojos, una ciudad imponente casi sobre el agua, con grandes pirámides y bellos

cerros verdes que saludaban orgullosos de vida al otro lado del lago cristalino que rodeaba

la isla.

Estuvo largo tiempo contemplando el majestuoso paisaje que la ciudad isla le ofrecía,

aunque de forma extraña se encontraba desierta, sin el más mínimo rastro humano, pero

rebosante de vida en el agua y en el aire, el cual era surcado por parvadas de bellas aves

blancas.

Así contemplaba aquella postal cuando a su ventana llegó un colibrí, el cual jugueteaba con

su mirada, para después de unos segundos ingresar intempestivamente en la habitación de

piedra donde se encontraba prisionera.


2

Cuando volteó al interior de la celda tratando de alcanzar el vuelo de la pequeña ave, ésta

había desaparecido, en su lugar vio en la esquina interna de la habitación un hombre joven

imponente, moreno de ojos verdes, cuerpo atlético y bello pero severo rostro, vestido con

plumas hermosas portando un extraño escudo y cetro que asemejaba una serpiente en fuego.

No sintió temor alguno ante aquél aparecido, con quien se quedó viendo como queriendo

hacer surgir alerta o miedo, sin que ninguno de los dos rompiera el silencio por un par de

minutos.

¿Dónde estoy? –Preguntó ella-

Estas en mi Ciudad ¡Mexitli! Pero eso no es lo que importa –Él respondió-

¡Éste es el calabozo de Ixtab! Ella te reclama, pues de tu propia mano le diste el poder de

hacerlo, pero respeta al que por mío debe nacer; así que decidió sabiamente voltear su

mirada a otra parte, para no arriesgarse a correr la suerte de mi hermana.

Eva trató de hacer memoria y reconocer entre los rostros de los matorrales alumbrados por

la luna el que ahora tenía frente a ella; pasó toda la película que no había querido ni

siquiera en sueños repetir, desde el momento que su pequeño pueblo fue arrasado por el

ejército, de cómo sus defensores cayeron para luego ser colgados; escondida bajo pastura

los veía iluminados por las viviendas en llamas, como extraños frutos de los árboles que

parecían llorarlos al compás de los gritos y suplicas en terror de los que con vida quedaron

para ver cómo sus hijos eran atravesados por bayoneta y sus mujeres arrastradas por el

suelo para ser violadas; hasta el momento en que un soldado prendió fuego a su escondite,

revelando su presencia.

Recordó su angustiante carrera, perseguida por risas enfermizas; sintió de nuevo el dolor en

sus pies descalzos, que se despedazaban en el camino de terracería, así como el espinoso

abrazo de los matorrales cuando refugiarse en ellos quiso; pero nada valió, aquellos

hombres le dieron alcance, justo cuando un cometa iluminó el cielo y pudo verles el rostro

antes de que la derribaran.

En ése momento sintió que el cometa golpeó su vientre, levantándola del suelo mientras

quedaba su cuerpo caído, jalado por la fuerza de las manos que lo apresaron; viéndose de

forma extraña desde lo alto, desde fuera, siendo ultrajada por soldados.

No me encontrarás entre Ellos –Dijo el guerrero-

Quienes te persiguieron por el monte con fúsil en mano hasta que creyeron alcanzarte son

hombres de tu tiempo.


3

¡Malditos! –Exclamó Eva-

No entiendo cómo pueden llamarse de honor cuando se escudan en el uniforme para asesinar

y ultrajar; si Tú eres de algún ejército ¡Maldito seas también! –Sentenció-

Yo no pertenezco a ninguno, pero todos me pertenecen –Contestó Él-

Todos sirven a mi causa, sin importar los motivos que les impulsen; nada que ver tuve con

sus acciones, pero todas son mi tributo ¡Incluida Tú! Cuando estuviste a punto de caer en sus

manos, antes de que el primero te tocara, mi hijo encontró a su madre nuevamente, entró en

ti para llevarte lejos de ahí, mientras aquellos soldados satisfacían sus deseos en un cuerpo

donde ya no estabas, uno parecido al tuyo, conformado a tu semejanza por los elementos de

la naturaleza; fue una ilusión consumada en su mente nada más, cuando por muerta

abandonaron a su presa, regresaste tú, convirtiéndose nuevamente en tierra y hojas el

cuerpo prestado; sufriste el abuso por haberlo vivido en el miedo nada más, porque no

podías comprender que no eras en realidad a quien veías el abuso sufrir, desde arriba,

abrazada y protegida por mi hermana.

¡Toma mi mano! Y entenderás –Dijo al tiempo que daba un paso al frente con la mano

ofrecida-

Ella lo hizo sin dudar y en un momento se convirtió en los ojos del colibrí que remontó vuelo

por la ventana para alejarse de su prisión; Eva no sentía su cuerpo ni era tampoco la

pequeña ave, simplemente habitó sus ojos para ser espectadora de lo que iba a mostrarle.

Mientras volaba sobre la majestuosa Isla escuchaba la voz interna del colibrí: “Aquí Tú eres

otra vez mi amada Huitzilxochtzin, soberana de su pueblo por mi voluntad, que por piedra

murió llevando en su vientre a tu hijo, el cual escapó como un cometa cuando abrieron las

entrañas de su madre; mi venganza será terrible, la caballería del infierno viene ya en

camino de mar”.

Eva sintió que el vuelo del colibrí surcaba con facilidad tiempos y distancias, viéndose en un

parpadeo entre galaxias, soles y planetas que florecían al paso vertiginoso de la pequeña ave

como una magnifica explosión de fuegos para nada artificiales ¡Era una erupción orgásmica

de vida multicolor en los ojos del ave! Que le hizo sentir lo que ni con un millón de palabras

hubiera podido comprender: El universo.

El vuelo centró a un pequeño planeta, sobre el cual descendió en picada el colibrí ¡Era la

tierra! Que no verde, sino roja; por un momento vio cómo se cubría de sangre, con la cual de

argamasa divina surgía un ser parecido al humano.


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“Son la creación del padre como futura venganza por su sangre derramada a manos del

hijo; los primeros hombres erectos, pero no sapientes, de una era cuando lo divino no había

dado vida a lo humano” -Dijo la voz interna del colibrí-

La tierra era un lugar difícil a la vida, renuente al azul de los océanos y el verde de los

prados que pronto la caracterizaría; solo había hielo y arena en su mayoría, poca luz y

muchas sombras, nada tibio, todo frio. Eva quedó fascinada de ver por los ojos de la

pequeña ave a seres que parecían hombres por como caminaban, pero les sobraba pelo y les

hacía falta algo en la mirada, esa chispa que al espejo distingue a cualquier humano.

En otro parpadeo se encontró al interior de un tipo de barco volador, donde escuchó

claramente la desesperación de los tripulantes que caían en picada a tierra, a colisionar sin

remedio. Eva podía escuchar lo que decían, aun cuando era en un lengua extraña, también la

entendía, como si en los ojos del colibrí estuviera toda la comprensión necesaria del

universo ya conocido.

“¡Nos impactaron! ¿Qué fue? ¡Cómo es posible que de éste planeta habitado por criaturas

que apenas caminan erguidas, poco más que bestias haya provenido un ataque letal, un rayo

capaz de abatir la nave insignia de la flota estelar Urania! ¡Nos estrellaremos sin remedio

hermanos!” –Escuchó decir en cólera y asombro al que parecía tener el mando-

“No perderé la nave de mi padre a manos de los que fueron creados sin razón por la sangre

de abuelo ¡Debo salvar al Olimpus!” –Dijo mientras salían rayos de sus manos-

¡Fue abuela hermano! Que se convirtió en luna y alumbró con una tenue luz el

entendimiento en ésas criaturas ¡Gea los convirtió en un ejército de monos! Pensantes solo

lo necesario para ejecutar la misión de insignificantes peones –Dijo quién era el médico

oficial de abordo-

Verdad dices Quirón ¡Veo desde aquí titanes al mando! ¡Ésta será una batalla digna de

nosotros! ¡Preparen puestos de combate olímpicos! ¡Hades! Te encargarás de quitarles el

aliento a los monos iluminados, mientras que Poseidón irá por las aguas para ahogar a los

titanes o aprisionarlos en el abismo profundo ¡La nave de mi padre caerá con toda la furia

de los Dodekatheon sobre ellos! –Sentenciaba con los ojos llenos de truenos y relámpagos el

hermano al mando momentos antes del terrible impacto-

El colibrí salió de la nave para dejar ver a Eva como se estrellaba en una península, tan

violentamente que rebotó para quedar suspendida a miles de kilómetros sobre un monte

luminoso; fue tan devastador el impacto que al momento casi todo el planeta se cubrió de

polvo mezclado con la sangre del hermano menor al mando, que había perdido un ojo al

estrellarse la nave, matando muchas grandes criaturas en un parpadeo, pero creando una


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nueva especie de mono, similar a los alumbrados por la luna, con la diferencia del color en

sus ojos, que no eran azules sino rojos, resultado del polvo de su nave y las gotas de sangre

de su ojo perdido.

“Así nació en dualidad la primera humanidad, fecundada por la tierra y el cielo, alumbrada

por la luna y el sol, alimentada por la sangre de hermano tuerto” –Dijo el Colibrí-

Eva vio con asombro la gran batalla, que se libraba por aire, mar y tierra; aun cuando

muchos y maravillosos poderes apreciaron de los principales combatientes, gigantes

colosales de formas bestiales imponentes, lo que le impactó fue ver a ésas criaturas erguidas,

con una luz en los ojos ya, matándose entre sí a mano limpia.

El capitán de la nave ganó la batalla, los titanes fueron ahogados o apresados en el abismo

del mar y casi todos los monos iluminados de ambos bandos aniquilados aplastados o por

mano de sus iguales; sin embargo la nave había sido dañada irremediablemente y todos sus

hermanos excepto una, habían perdido su forma en batalla, integrándose al elemento donde

fueron caídos, uno en los océanos, otro en las profundidades de la tierra y los demás en

donde quisieron o tuvieron acomodo, condenándolos a permanecer para siempre aquí.

Después de eso, el triunfador cayó en un profundo sueño reparador al lado de su hermana,

sin sospechar lo que intrigada Eva observaba ¡Los pocos monos con vida de ambos bandos

se unieron! Por un sentimiento nuevo para ellos que les exigía satisfacer con la vida de

quienes los manipularon el sufrimiento recibido.

La luna les tendió una liana de luz para que escalaran a la nave, en la cual encontraron

dormidos a sus poderosos tripulantes; los monos iluminados de ojos rojos intentaron de

muchas formas hacerle daño al guerrero de dorada armadura, murieron muchos de rabia y

cansancio con los brazos destrozados de tanto golpear sin poder tocar su cuerpo,

estrellándose en violentos manazos a milímetros de dicha armadura que estaba recubierta de

una capa invisible protectora que les impedía cualquier contacto, sin lograr siquiera

perturbar su sueño.

Mientras los monos iluminados de ojos rojos intentaban matar a su creador, los de ojos

azules optaron por tomar prisionera a la mujer dormida en armadura de plata, bajándola de

la nave por la misma cuerda de luz nocturna.

Eva sintió una empatía que le impulsó a querer abalanzarse contra los captores sin poder

controlar el vuelo del colibrí.

“No puedes intervenir, eres un testigo que ve pero no está aquí” –Dijo el colibrí-


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Eva contempló con impotencia, adivinando el destino de la mujer secuestrada; los monos

iluminados de ojos azules bajaron a tierra, que una vez tocada sacó del sueño a la mujer que

de inmediato se alzó a metros del suelo despidiendo rayos como flechas de plata del

resplandor de su armadura, todos los monos cayeron muertos, excepto uno, que alzó la vista

en primera suplica al cielo.

Sorpresivamente Eva vio como la armadura de plata adquiría la pálida tonalidad de la luna,

quien tomó su control, desmembrándose en el aire y expulsando a la portadora, que se

precipitó a tierra golpeándose violentamente contra unas rocas, de las cuales el último de los

monos iluminados de ojos azules la tomó para llevarla lejos de la nave, escondiéndola en

una cueva de montaña cercana.

Al interior de la cueva el mono que caminaba ya en dos pies y sentía también, trataba de

comprender, necesitaba saber, no entendía qué, pero necesitaba saber; miraba curioso a la

mujer que parecía haber perdido todo poder con aquella armadura retirada por la luna.

Eva observó como el mono comenzó a tocar a la mujer inconsciente, pero extrañamente no

se alteró, más bien sentía curiosidad al ver que no había maldad o morbo en la mirada de

aquel ser, que estaba descubriéndose a través del cuerpo de su cautiva, el cual fue iluminado

por un haz de luz que la luna obsequió, despertando en el mono el deseo, al ver la forma, el

contorno, los relieves del cuerpo, que comenzó a oler al tiempo que lo recorría con ambas

manos.

Eva no podía indignarse, aun cuando lo deseaba, al ver aquél mono avanzar

progresivamente al interior de la mujer, hasta que descubrió sus genitales y los de ella,

naciendo así el instinto primario que lo llevó a subirse en la mujer inconsciente para iniciar

cópula. Aun cuando por ausencia de voluntad podría considerarse una violación, lo cierto es

que Eva vio tan natural la escena, libre de maldad, de insano deseo, incluso de sentimiento

como el amor; vio algo totalmente natural, como talvez debía pasar, nada contaminado por

intereses, convencionalismos ni bajas pasiones.

El mono iluminado de ojos azules quedó profundamente dormido al lado de la mujer, que

despertó por su armadura que retornaba a la voluntad de su servicio, cobijándola y

restaurando sus poderes. Eva pensó que mataría a su captor, sin embargo, la mujer salió de

la cueva alzando la mirada a la luna, como viendo a una madre; algo comprendió en la

plática de ésas miradas que sin romper el silencio retornó a la cueva.

El colibrí remontó vuelo al interior de la nave, en donde el hombre había despertado por un

mal sueño, para verse rodeado de los pocos monos iluminados de ojos rojos que en pie

quedaban; comprendió que no era un sueño ¡Su hermana había sido raptada! Y Él ya había

visto el resultado.


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Se volvió el trueno en cólera, cegando con ojo de fuego a todos los monos que bajaron con

temor la cabeza y cayeron sobre sus rodillas; consumió en llamas a la mayoría, ante la

mirada aterrada de tres que en vida quedaron.

“¡Porqué has permitido ésta humillación padre!” -Gritó al cielo-

Nosotros nacemos a nosotros mismos y solo por nuestra mano deberíamos de morir, porqué

has dado a los creados por la sangre de abuelo la comprensión y con ella la noción de su

propia existencia –Dijo al tiempo que volteaba a ver al colibrí con una sonrisa muy extraña

de identificación en la cual se dijeron sepa cuanto, sin que ninguno interviniera en el curso

de las acciones del otro-

Eva observó como aquel imponente guerrero de dorada armadura tomaba al primero de los

tres monos iluminados de ojos rojos por la cabeza, levantándolo del suelo como si fuere una

rama seca.

“Así que era su deseo quitarle la vida a quien se las dio ¡Ésa es una prerrogativa exclusiva

nuestra! Ustedes fueron iluminados para servir y lo han hecho mal” –Dijo al tiempo que le

pulverizaba el cráneo al alzado y traspasaba con un rayo de fuego el corazón del segundo

que se encontraba de rodillas-

Quedó mirando por unos instantes al tercero que no se había atrevido a verle el rostro, al

cual tomó igualmente por la cabeza, pero en vez de alzarlo o pulverizársela, parecía que le

traspasaba luz.

“¡Ahí tienes parte de mí pues! Para que seas igual a la que nacerá de mi hermana; le

concederé así venganza a los tuyos en ti, y por ti habré de cobrar la mía; habrás de nacer

para morir a partir de ahora, impuesto de tu destino, buscando siempre asesinar a la parte

de mí que en tus semejantes veas; ya no podré controlarte a voluntad, aun cuando disponer

de tu vida pueda. Ve y busca a mi hermana ¡Mátala junto al otro mono! Y nunca olvides que

eres ya similar a mí, pero jamás mi igual. En recompensa te daré el reino de la tierra, pero

mío siempre será el reino de los cielos, que solo Yo conozco su realidad oculta a tu ser

creado del barro de mi sangre y polvo ¡Ve y gobierna en servicio a mi Enkidu!” –Ordenó a

su ahora enriquecida creación-

El colibrí retornó a la cueva, en la cual el último de los monos iluminados de ojos azules ya

no despertaría del placido sueño, mientras que la mujer había ya dado a luz a una niña, para

después convertirse en una serpiente que majestuosa reposaba sobre su armadura.

Eva vio entrar a Enkidu a la cueva, temiendo lo peor, sintió una desesperación por aquella

indefensa criatura, de padre muerto en sueños y madre serpiente; sin embargo, para su


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sorpresa, Enkidu se distrajo de la misión encomendada al quedar fascinado con la gran

serpiente que se erguía envuelta en fuego frente a él.

“Sé a qué has sido enviado Enkidu, también sabes que decidir ya puedes” –Le dijo la

serpiente-

A cambio del reino que mi hermano te ha ofrecido por mí, te daré una compañera dadora de

vida, pues por ti mismo no tienes el poder que mi hermano se reservó de crear; ya nunca

estarás solo y serás más cercano al Único y Verdadero de lo que nosotros somos ¡Toma mi

fruto! Que es prohibido por tu creador, porque en Ella está el poder no del conocimiento

sino de la creación. Ustedes monos iluminados sin importar el color de sus ojos fueron

creados incapaces de dar lo que recibieron ¡Vida! Ya los padres les han dado el

conocimiento, ahora mi madre por mi semilla les da el poder de la vida, de la creación ¡No

hay nada ya en realidad que puedas envidiarle a tu creador Enkidu!” –Exclamó la serpiente-

La serpiente lo había convencido, sin embargo el hermano tuerto al mando, como si

estuviera presente, advirtió del fallo en la misión y se posesionó del cuerpo sin vida del mono

iluminado de ojos azules, el cual de improviso se levantó con los ojos rojos ya para decapitar

a la serpiente, tomando su cuerpo como espada flamígera que enfiló a la pequeña niña.

En eso momento Eva vio como la armadura se iluminaba, envolviendo a la recién nacida en

luz de plata que cegó al mono poseído, momento que aprovechó Enkidu para arrebatarle la

espada y atravesarlo con ella, mientras la infante se transformaba en una bella mujer como

su madre.

Eva vio desde los ojos del colibrí sorprendida como la joven se unía en la batalla contra el

hermano tuerto encarnado, al cual derrotaron entre ambos. El cuerpo sin vida del mono

poseído cayó vencido a tierra, mientras el hermano tuerto convertido en una bola de fuego

retornaba a las alturas donde su nave se encontraba.

“¡Nuevamente me has desobedecido! Te quitaré el nombre y poderes otorgados” –Sentenció

la llama ardiente mientras se elevaba tirando rayos directos a los dos-

Uno de esos rayos estuvo por impactar a la chica, pero Enkidu ofreció su pecho, recibiendo

de lleno la descarga, que lo fulminó.

La luna asomó plena y llena en la cueva transformándose en una gran serpiente, ante la cual

aquella bola de fuego parecía subordinarse. El hermano menor al mando tomó nuevamente

su forma, apareciendo en su armadura dorada con una rodilla en el suelo ante la gran

serpiente.


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¿Por qué intercedes por éste insignificante ser Gran Madre? ¿Qué de especial tiene para

merecer la protección de Ashera misma? –Preguntó en reproche el hermano tuerto-

Eva vio como una de esas noches en las que ambos se quedaron dormidos a la luz de la luna,

les sorprendió la mañana soleada en la que el hermano al mando decidió terminar con la

vida de aquel niño arrojando un rayo desde las alturas, su madre lo protegió con su cuerpo

cayendo fulminada; la vieja luna intercedió nuevamente, eclipsó al sol y se gestó una

transformación, del cuerpo sin vida surgieron pequeñas flores que diseminaron semillas

transportadas por la cálida brisa de la luna por toda la tierra que las recibió en su intimidad

alimentándolas con sus nutrientes y el roció del cielo, de las cuales brotaron mujeres al día

siguiente con los primeros rayos del sol.

“¡Así todo quedó dispuesto, de los dos hermanos de padres diferentes y nombres perdidos en

el tiempo provienen los seres humanos! Mientras uno cazaba al otro, vivieron en persecución

más de mil años, en los cuales dieron vuelta y poblaron a la tierra entera gracias a las hijas

nacidas de las semillas de su madre a quien sus descendientes conocieron con el nombre de

su madre y el tuyo ¡Eva! ¡Así nacieron todos los pueblos, todos los reinos! Unos aprendieron

a vivir de la tierra otros de la guerra, unos sembraban otros conquistaban ¡Así se

propagaron dos estirpes hermanas en un mismo género, destinada una a ser verdugo, otra a

ser la salvación de ambos mediante el sacrificio del amor de la madre! ¡Así nacieron en

primera camada los Adarianos de ojos rojos y los Evarianos de ojos azules! ¡Ésa es tu

herencia Eva!” –Dijo el colibrí a la pasajera de su mirada-

Siendo los primeros hijos de los hermanos ajenos a la lucha, se mezclaron entre sí, dando

paso en segunda generación a las primeras cuatro razas que fundaron los primeros pueblos;

escondiéndose los ojos rojos muy dentro del alma de hombres y mujeres, generaciones

después nacieron con ojos azules incluso, mientras que los azules buenos optaron por el

color de la miel o del jade, o de plano negros como los monos originales hijos de la sangre

del abuelo; por ello, los hijos del hermano tuerto al mando se buscan en el poder y en sus

acciones se reconocen, pues con el tiempo cobraron conciencia de su linaje, reclamando

constantemente en cada generación el reino de la tierra, ostentándose como hijos iluminados

del tuerto, creando grupos selectos de guerreros o hermandades con la finalidad de

mantener visible solo para ellos la filiación roja.

Eva comprendió que el color de los ojos ya no importaba más ni era garantía de linaje, que

la humanidad se había mezclado y solo en su corazón, en sus actos podría conocerse el color

de los ojos de los cuales descienden.

No es tan sencillo como lo piensas Eva –Dijo la voz del Colibrí sorprendiéndola-


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La humanidad ya no tiene color definido por nacimiento, porque tienen la misma madre ¡El

padre no importa! Es cada quien que tiene con sus pensamientos y acciones el poder de

elegir, porque todos son ya una cruza de ojos rojos y azules ¡Es un privilegio humano el

decidir el color de los ojos de su corazón Eva! Nadie nace siendo en lo que se convierte

viviendo ¡No importa que nazca en casa imperial roja o azul! Cosa que ha pasado ya,

prefiriendo ser crucificados antes que reinar la tierra –Prosiguió el colibrí su plática con el

vuelo-

Cada hijo nacido de la madre Gea decide a qué casa o linaje de sus padres ancestrales

afiliarse, en qué clan servirá ¡Es una maravillosa capacidad! Tener el privilegio no solo

elegir, sino el poder ilimitado de cambiar el color del corazón ¡No importa cuántas capas de

un color tenga! Siempre un rojo podrá hasta en el último momento ser un azul en el corazón,

lo mismo pasa con los azules de toda una vida que caen al rojo en el temor de un momento;

el arrepentimiento puede ser de cualquier color.

Eva pensó en el bien y el mal con las palabras del Colibrí, mientras veía en cada aleteo

tierras y tiempos lejanos, historias y reyes, batallas y tragedias que parecían repetirse en

todo escenario.

El bien o el mal están solo en el corazón de los hombres Eva, no existen a la verdad ¡La

constituyen! Todo cuanto has visto, todos los reyes y batallas, son en realidad una misma y

sola historia, aun cuando se represente con actores en apariencia, tiempo y espacio

diferentes; al final, no hay tiempo ni espacio ¡Solo el Único y Verdadero! Cada mundo, cada

era, cada pueblo, cada imperio es como uno solo de mis aleteos para Él. Toda la historia

universal es contada en infinitas variantes en el Único y Verdadero, Padre y Madre en

absoluto, de todo cuanto existe y de lo que no.

Lo que tú conoces como Dioses no pueden ser tal cosa, son únicamente el reflejo de tus

Padres ancestrales, porque al Único y Verdadero no puede conocérsele, solo sentirlo Eva

¡Cualquier Dios de cualquier tiempo siente solo una cosa por el ser humano: Desprecio por

envidia! –Dijo el colibrí mientras avanzaba en el tiempo nuevamente hasta una hermosa isla

cristalina-

¿Cómo es posible eso? –Eva se preguntó-

Todas las deidades son en realidad más limitadas que Tú, posiblemente sean un haz

concentrado de luz del Único y Verdadero en determinado tiempo y espacio, pero no pueden

salir de su destino, porque fueron creados pero no nacieron como Ustedes que son un reflejo

tenue pero completo de Él ¿Acaso has podido ver a un dios del fuego controlar los océanos?

¡Ustedes los humanos tienen la capacidad de conquistar todo cuanto se propongan! ¡Tienen

el poder de nacer y morir como lo hace eternamente el Único y Verdadero! ¡En tal sentido

son dioses más poderosos que los de la derribada nave! ¡Son Ustedes los hijos el celo de sus


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padres! ¡Ellos no responden a sus plegarias porque sienten el coraje de tener que

obedecerlas! Puesto que en ellas se encuentra su vínculo de pacto con el Único y Verdadero

¡Ustedes son la humillación de los dioses! ¡El castigo a su arrogancia y soberbia! ¡El precio

de una verdadera desobediencia! Les hacen creer que a ellos deben su existencia, cuando su

humanidad es de procedencia Divina Suprema ¡Cuantos dioses han muerto en el olvido de

los tiempos mientras la humanidad renace con cada nueva luna! ¡El dios creado no importa

sino la humanidad que vida le da! ¡Son Ustedes dioses de dioses por ser voluntad del Único

y Verdadero! –Respondió el colibrí-

Adarianos y Evarianos son piezas en un tablero de juego Eva, en el cual Ustedes peones ven

como Alfil al hermano menor tuerto al mando, mientras que hasta los caballos como Quirón

y torres como el mar o el inframundo les envidian, aun siendo los más cercanos al Rey, se

empeñan en hacerlos sufrir y exigir tributo ¿Sabes porque? ¡Porque por más cerca que se

encuentren ellos de Él, jamás podrán ocupar el lugar soberano! ¡Ustedes sí! Porque en su

corazón hay un pequeño grano del polvo de tal lugar, es por ello que solo Ustedes pueden

coronarse mediante el sacrificio ¡Porque solo en los peones está la capacidad y poder de

elegir, de que nazca cualquier pieza de ellos! ¡Incluso una Reina! Que en realidad esa

Dama, nuestra madre, es la verdadera soberana que protege la corona ¡Es por ello que los

engordan y atemorizan como peones para que tengan miedo a dejar de serlo! Aferrándose

egoístas a su pequeño tamaño para que no sientan lo inmenso de su corazón, ni ejerciten su

divino derecho a reclamar en sacrificio su legítimo lugar.

Así que jamás confundas el poder de un dios por inmenso que sea con el atributo divino

humano de elegir ¡No es lo mismo Eva! –Dijo el colibrí-

Un dios es en realidad esclavo del poder y tarea encomendada, sí le dan una gran fuerza, es

porque se requiere para su labor ¡No tiene opción en realidad! Mientras que la voluntad

humana es toda libertad, opción y posibilidad, por ser espejo del Único y Verdadero ¡Existen

en ésta era muchos dioses, pero una sola humanidad Eva!

Con el paso del tiempo, los hermanos de la nave serán confundidos con deidades, pero ellos

tuvieron en realidad una historia semejante a la humana ¡Fueron alguna vez monos también!

¡Hijos de reptiles híbridos ya mitad mono! Que lucharon igual por padres de otra nave y

crearon en su arrogancia a los sucesores enriquecidos y mejorados de su existencia ¡Así

algún día los hombres serán confundidos con dioses! ¡Y en su arrogancia habrán de crear a

quienes los destituyan! –Reveló el colibrí-

El padre del padre de todos éstos hermanos olímpicos era tan solo uno de tantos monos

mitad serpiente, de una de otras cuatro razas reptilianas surgidas en ésa otra era

inmemorial; los ojos rojos son el último vestigio de su raza madre Draconiana, que a su vez


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era también una de cuatro anteriores al inicio de nuestros tiempos y de los suyos, cuando los

ojos rojos eran amarillos y los azules, verdes.

Incluso en un mismo tiempo la historia se repite en otra cara de la misma luna, mientras los

olímpicos libraban batalla, otra de las cuatro razas hermanas o espejo desarrollaba su

propia trama; la lucha no era en un monte si no en un árbol, al cual Nidhogg derribó en

guerra con su hermano Águila, en tal batalla igual participaron titanes, gigantes de fuego de

Jötunheim y Muspelheim.

En dichas tierras de frio Yo tengo un martillo en vez de la serpiente de fuego y el hermano

menor tuerto es llamado Wotan, hijo de Bor, a su vez hijo de Buri. Allá las hermanas son

guerreras con capacidad de sanar cualquier lesión, llevando a los héroes caídos en batalla;

Adán es un fresno y Eva un olmo -¡Mira! Dijo el Colibrí-

Sí, te veo –Dijo Eva-

¡Tan claro como tus hermosos ojos Azules! ¿Qué te pasó? –El Colibrí nada dijo-

¡Eres el mismo! Solo que con piel pálida, cabellos de oro y ojos de cielo ¿Por qué? –Insistió

Eva-

¡Porque una serpiente que cambia de piel no deja de ser la mima serpiente Eva! Cada vida

es solo una muda, crecimiento, avance y constitución ¡Conformación! En una sola palabra,

tanto para mí como para ustedes; Todos los colores y formas están dentro del arcoíris reflejo

del Único y Verdadero, donde se ve lo que existe y existe lo que no –Respondió el Colibrí-

Eva vio en nueve aleteos igual número de mundos, todos maravillosos a su manera; vio una

playa donde dos árboles tomaban forma humana alimentada por un viento divino que les

obsequió aliento, sentido, ingenio, emociones y habla también.

¡Y así nos podríamos remontar hasta cansar al tiempo y espacio sin encontrar fin en sus

infinitas combinaciones! ¡Que las realidades son tantas como innumerables mundos existen!

Muchas veces en el mismo tiempo, en el mismo espacio incluso.

Pero eso ya no me corresponde ni a mí verlo, más te lo aseguro pues todo es posible, porque

todo es dentro del Único y Verdadero –Concluyó el colibrí mientras arribaba a un nuevo

lugar-

Eva volvió a maravillarse después de creer que ya no era posible, era una Ciudad cristalina

flotante tan inmensa como hermosa

“Conoce Eva la Isla de Atlas” –Dijo el Colibrí-


13

Aquí florecieron escondidos de los ojos rojos por un tiempo los descendientes del hermano

humano menor, hijo de Adán, hasta que una poderosa nave Adariana al mando de Faraón,

descendiente del hermano humano mayor la destruyó en un solo día con su noche –Narró el

Colibrí-

¡Los Evarianos cometieron a mis ojos un solo error! –Exclamó el Colibrí-

Avanzar en el progreso del género humano sin preocuparse por desarrollar defensas

adecuadas ¡Crecieron tanto en sabiduría que olvidaron el miedo! Su hermosa civilización

pagó el precio, pues como habrás de recordar así como el arrepentimiento, la confianza

puede ser de dos colores, como dos caras tiene toda moneda verdadera.

¡Aunque es algo de pensarse! –Dijo el ave en repentina reflexión-

Si hubieran ahogado ahí a sus enemigos, talvez los Adarianos hubieran sido soberanos del

mundo ¡Pero talvez Faraón fue más inteligente! Y supuso que con ello terminaría su ciclo

¡Él no iba a propiciar la venida de otra nave y la existencia de otros dos monos!

Entendió que mientras ambas razas existieran en perpetuo movimiento que es lucha, no

habría un nuevo comienzo; así que en muestra talvez de inteligencia superior desobedeció

las ordenes de su padre ancestral, aun en contra de su propio impulso, y no aniquiló a los

Evarianos, haciendo lo único que podía con su poder ¡Esclavizarlos! Asegurándome así

mortal perpetuidad.

Porque la paz entre los hermanos será el fin de los tiempos ¡Es por ello que tus hermanos

aman la guerra Eva! Porque temen en egoísmo divino que su fin llegue, es por ello que

ofrendan sangre y llanto, injusticia y sufrimiento para mantener no el equilibrio ya, sino el

movimiento que lo sustenta ¡Es muy difícil teniendo conciencia del ser ofrendarlo en

sacrificio! ¡Pocos han podido hacerlo genuinamente, incluso entre nosotros los cometas,

muchos se han conformado con ser grandes guerreros, grandes reyes, pero nada más!

¡Contados son los que se han ofrendado, sacrificado ofreciendo en amor su luz a la

humanidad! ¡Por ello es más cómodo ser un rojo Eva! ¡Se requiere mucho tamaño, entre

humanos como entre cometas para pintar de azul la sangre y corazón! –Concluyó el Colibrí-

Eva no podía creer la tristeza que sentía, la pena que a su corazón invadía al ver hundir en

llamas una Ciudad tan bella, una civilización tan iluminada por la luna ¡Ahí se perdió

entonces lo mejor de la humanidad! –Pensó-

¡No Eva! Lo mejor de la humanidad está en sus corazones ¡Aun en el de los que tienen ojos

rojos! –Reviró el Colibrí-


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Aunque a partir de ese momento y hasta tus tiempos los Evarianos quedaron esclavizados,

también debes saber que hay cometas, los cuales surcan los cielos del espacio y el tiempo.

Ésos cometas son seres puros de Madre o Padre, que vienen para liderar a la humanidad,

mostrándoles camino, iluminando su existencia a costa incluso de su luz propia –Dijo el

Colibrí-

Tales seres se desprenden directo de alguno de nuestros padres ancestrales, los primeros

¡Tierra y Cielo! A quienes Adarianos y Evarianos esperan como salvadores –Explicó el

Colibrí-

Todo Cometa llega a tierra sin que nadie sepa sí ha de ser de los rojos o de los azules ¡Por

tanto ambos lo adoran! Pero los Adarianos tienen la consigna de acabar con su existencia en

caso su corazón se tiña de azul.

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Pecó al dar inteligencia a la creación de su padre, alterándola en forma irreversible, e

insubordinándose Madre quien solo había dado un rayo transitorio de entendimiento sin

conciencia a las criaturas ¡Por ello, para demostrarle que no era huérfano dio lo mejor de

los Padres a la humanidad, castigando así la soberbia de los hijos! ¡Madre Grande es la más

bella y sabia serpiente, señora de la fertilidad! Por lo cual, el hermano menor tuerto se

convirtió en Ángel Caído, renegado de la voluntad de los Padres ¡No soportó el castigo a su

orgullo y vanidad! Como no puede reclamar o castigar a los Padres, optó por ensañarse con

la humanidad, siendo ante su ojo de rubí un gravísimo pecado la fertilidad en la mujer

obsequiada.

¡Es por ello que de la humanidad la mujer es quien más sufre Eva! ¡Porque en ella reside no

la inteligencia de hermano tuerto sino la divina fertilidad de nuestra Gran Madre! ¡El ser

humano ahora puede gracias a sus Evas lo que todos los hermanos del tuerto no! Ahora la

humanidad había sido coronada con la inmortalidad divina de la fecundidad y el gozo de dar

vida; créeme Eva, no hay celo más grande que la de un hermano mayor con derecho prístino

al ver exaltados a sus menores ¡Eso rompe corazones pequeños! Simplemente no soportan el

celo, el despecho, el reclamo.


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En resumen, hermano menor tuerto estará prisionero de sí mismo, más que en este tiempo y

espacio, en tanto no acepte con humildad la determinación de los Padres ¡Ustedes Eva son

su prueba de fuego! La humanidad en general, pero la mujer en especial; porque desde la

primera que se sacrificó para defender a su hijo menor del rayo mortal, quedó claro el

supremo papel de sacrificio divino del que Ustedes las Evas tienen el privilegio de ofrendar

¡Por ello les duele tanto alumbrar! Y mientras más les duela más nobles y con más amor

reciben a su cría; mientras más amor genere el dolor, más afrenta será para hermano tuerto

dicho gozo, impotente de sentir eso que tanto envidia.

Es por ello que los hombres de corazón rojo tienen como consigna la opresión a la mujer,

porque inconscientemente en su sangre traen el comando de resentimiento y necesidad de

satisfacción por el agravio recibido al orgullo herido de su padre tuerto; de tal forma que no

pierdas por nada tu nobleza Eva ¡Pues si no sirves para el sacrificio, no servirás para nada!

Serás tan insatisfecha como ellos –Advirtió el Colibrí-

¡Créeme! Hubieron civilizaciones enteras lideradas por mujeres rojas dedicadas a hacer la

guerra, sin hombres ni maridos, que prefirieron cortarse el pecho para usar el arco o arrojar

lanza sin obstáculo en vez de usarlo para amamantar.

¡Se alejaron de la nobleza del sacrificio! Tiñendo su corazón de rojo, matando a sus

hombres, empeñándose en demostrar lo que tristemente hicieron: ¡Que podían ser mejores

rojos que un varón! Sacrificaron su divinidad por orgullo y vanidad Eva, demostrando que a

veces ser mejor es ser peor –Concluyó el Colibrí-

¿En serio? –Consolada pregunto Ella-

¡Míralo Tú! –Dijo el Colibrí al tiempo que su aleteo los remontaba a otro tiempo y lugar,

donde Eva vio horrorizada como una robusta mujer atravesaba con su lanza a su hermoso

recién nacido, sin compasión ni remordimiento alguno; quiso ya no ver más, sintió una rabia

e indignación que hicieron brillar los ojos del Colibrí con flamas que hubiera deseado

calcinaran a quien maldijo desde el fondo de su corazón-

¡Un ciclo desperdiciado! –Escuchó decir a la guerrera, notando cierta culpa-

¡Fue lo mejor! Esclavos tenemos suficientes ¡El próximo año tendrás más suerte hermana!

Te será dada una hija ¡Ya lo verás! No permitas que la debilidad llamada compasión te

afecte ¡Porque el amor es la más grande perversión sexual! Que quita el placer e impone

culpa ¡Nosotras no buscamos amor! Ni de hombre ni de hijo ¡Solo vivir y morir para nuestra

madre guerra, dignas hijas suyas! No tenemos más que nuestro arco y espada para salir al

encuentro de la eternidad ¡Fue la vía que elegimos! ¡Es nuestra Ley! –Dijo otra del Clan-


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Las mujeres retornaron como manada a su reino ubicado donde el mar era negro, tenían

varias ciudades bajo el mando de la hija de hermano espejo de Colibrí, en las cuales vio

mujeres muy laboriosas y disciplinadas en labores de campo y prácticas de guerra; mientras

la pequeña ave recorría el reino, podía ver jóvenes entrenadas con una severidad

mirmidónica, vio como les era cercenado el pecho con espada ardiente en última prueba de

aptitud.

Sintió un tipo de admiración que le avergonzó al verlas tomar por asalto la tribu vecina una

vez por año, de donde prácticamente violaban hombres en su temor, solo para dar

continuidad a su linaje matriarcal; después del sentimiento primero de identificación con tal

muestra de poder femenino, entendió que jamás podría ella matar o mutilar cortando los

genitales para tomar por sirviente a su hijo; en ése pensamiento un remordimiento espantoso

golpeó su corazón, haciéndolo llorar rojo.

¿Ahora lo entiendes Eva? –Examinó el Colibrí-

No rescaté a tu hijo, si no a ti de lo que estabas por hacer, eso que ahora es arrepentimiento

en tu ser, a lo cual tu vergüenza quitó el derecho al temor y egoísmo de disponer, es la mejor

prueba de que tu corazón es capaz de dar el fruto para el cual fue creado ¡Ellas se perdieron

sin remedio en su pecado de soberbia e insatisfacción! –Exclamó el Colibrí-

Hicieron suya la ofensa original, sacrificando a sus propios hijos, cumpliendo así la orden y

capricho de hermano tuerto ¡Ellas quemaban los ojos con espada roja candente a los niños

nacidos azules! Siendo de las hijas de Gran Madre motivo de pena ¡Ellas fueron la revancha

de hermano tuerto, quien demostró que también podía teñir de rojo a las elegidas que en otro

momento no había podido tocar!

Y vaya que hizo llorar a Madre ¡En tal reino de vergüenza la luna no salía! El cielo era

negro como su mar, a quienes Madre negó su azul, como ellas cegaban el suyo en los ojos de

los recién nacidos que lo presentaban.

¡Tampoco yo le perdono a hermano lo que con esas hijas me hizo! Es por ello que siempre

les negué la victoria con la venia de mi Padre, y por la espada derrotadas en el suelo con su

orgullo herido y frustración expuesta las condené a perecer -Dijo el Colibrí mientras su

plumaje verde tornasol se convertía en llamas-

Es por ello que Gran Madre acordó no permitir que ninguna mujer fuere mejor en artes de la

guerra que cualquier varón ¡Aunque lo pudiera ser! El resultado será siempre la derrota,

para que no olvidaran jamás su elevada misión; hasta la fecha, algunas con sangre Amazona

sienten la frustración e impulso de competir, de guerrear con el varón, sin entender que solo

se entabla lucha con quien poder semejante tiene y que el otorgado a ellas es el más grande

de todos los dioses ¡Pobre necia la que deja cuna para tomar espada! Despreciando tan


17

divino regalo por demostrar algo innecesario e insignificante a los ojos del universo como es

ganar al varón.

¡Ninguna madre buena tiene la necesidad de ganar en nada a su hijo! ¡Sí él es su más

grande victoria! Motivo de dicha y gozo; en sus logros ella siempre triunfará y en sus fallos,

paciente habrá de esperar ¿Por qué crees que Gran Madre espera que hermano tuerto

recapacite y crezca de corazón? ¡Porque lo ama como solo una madre puede hacer! ¡Porque

el amor de Dios es amor de mujer! Esperará el tiempo necesario, aun teniendo el poder de

corregirlo ¡De acabarlo si lo deseara! Ella esperará a que su hijo demuestre ser digno de

serlo ¡Gran Madre es madre de todo, incluido Padre! ¡Ella le dio el poder! Como Rey

consorte, pero se quedó con el amor, que siempre será fertilidad y por tanto expresión

máxima divina sin la que nada es ni podría ser ¡Dioses incluidos! Es poder del Único y

Verdadero –Concluyó el colibrí volviendo a su color-

¿Ya estás más tranquilo? –Preguntó Eva-

Parece que al darme una lección, otra llevaste también Tú ¿No te perdonas algo? Siento que

hubieras deseado mil veces ser muerto antes que nacer, causa del sacrificio de tu madre y

verdugo de tu hermana, aunque la última tuviera espíritu de Amazona.

¡La bondad alcanzó tu ser! ¿Verdad?

¡No digas tonterías! –Defendió el Colibrí-

Porqué quieres ocultarte de mí, sí Yo Soy la que está no solo en tus ojos ¡Mientras tú me

enseñabas eras y reinos Yo pude ver en tu corazón! –Le reveló Eva-

¡Estás diciendo incoherencias Eva! ¿Porque habría Yo de querer lo que sé, está solo

destinado a la humanidad? –Reprochó el Colibrí en berrinche casi adolescente-

¡Porque una cosa es lo que se sepa y otra lo que se sienta! ¡Porque no debes sentir

vergüenza de ti mismo, porque tu corazón amó como hombre! ¡Acéptalo! –Dijo Eva igual

en reclamo febril-

¡Eres terca! ¡Siempre lo fuiste! ¡Siempre razón tuviste! ¡Contigo no se puede! –Refunfuñó

en murmullo la pequeña ave con una emoción extraña en su corazón, que le hacía latir en

apariencia molesto, pero vivo ilusionado-

¡Deja de hacerte ideas románticas tontas y concéntrate en lo mostrado! –Ultimó el Colibrí-

¡Tú podrás enseñarme lo que quieras, pero no controlar lo que Yo sea capaz de ver más allá!

¿Entendiste? –Reviró Eva-


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¡Haz lo que quieras pues! ¡Siempre terminas haciéndolo! ¡Ya no me digas más! –Dijo en

dulce molestia el Colibrí-

¡Bueno! –Remachó Eva en igual actitud, pero queriendo tener la última palabra; después

de lo cual volaron en silencio por un rato, sintiendo ambos que aguantaban la respiración

bajo el agua, pero el reto era ver quien aguantaba más-

¡No hay necesidad de que hables para confirmarme lo que ya sé Colibrí! Sé quién y qué

derrotó al poderoso Señor de la guerra ¡Aunque te avergüence reconocerlo! –Rompió el

silencio Eva-

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Pero eso será muchas generaciones después de que el salvado de las aguas llegue al Monte

Albán, con la congregación azul a la que negado le fue el acceso a tierra prometida falsa,

proporcionada por hermano tuerto quien fue el que agua en verdad ofreció desde su monte o

peña, solamente para aquellos que por las penas del desierto se habían tornado rojos ¡Es

por ello que el salvado de las aguas golpeó con su vara, para no hablar con quien reconoció

no era el Único y Verdadero! Sintió que no podía ser Él, sí mandaba a uno de sus titanes

llamados Ángeles para echar a los habitantes de dicha tierra ¿Cómo podría cosechar con la

gracia de los padres en una tierra bañada de sangre? –Razonó el Colibrí-

¡Era el hermano menor tuerto ofreciendo nuevamente el reino de la tierra a costa de sangre

hermana! Por ello no es que le fuera negada la entrada ¡Él no quiso entrar! Optó por

continuar su penoso peregrinar, ahora por las mismas aguas de las que provenía, que lo

llevaron a donde inició, sin desplazar a nadie, su gran nación en tierra buena verdadera,

llena de arroyos, fuentes y manantiales que de los montes brotaban.

Tierra en donde con piedras como el acero reconstruyó la civilización de Atlas perdida ¡Así

nació Monte Albán! –Reveló el Colibrí-

Yehoshúa lideró a los rojos que declararon haber entrado con bandera azul en la auténtica

tierra prometida, fundando así el imperio nación roja con la sangre de las mujeres y niños de

Arhia, la Ciudad de la Luna; prueba de que fue orden de hermano tuerto, no del Único y


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verdadero es que el Arca que alianza representaba, sirvió de nave al salvado de las aguas

para alejarse con su gente continentes de tal atrocidad.

Fue hermano tuerto de igual forma quien se detuvo como sol en el cielo para ayudar a

conseguir la victoria sobre los cinco reyes, que posteriormente su hijo Yehoshúa le ofrecería

en tributo, derramando con sus propias manos la sangre ¡Así quedó pintada desde su

fundación la nación Adariana más poderosa que la tierra jamás conocerá! Que continuó

conquistando ciudades en las cuales exterminó a todos sus habitantes en tributo a hermano

tuerto, padre del nuevo rey, quien dijo que era mandato de dios, pero no especificó de cual.

Por más de azul que se pinte, nunca podrá ocultar que nació de la sangre inocente y en ella

perecerá ¡No ha habido tierra más sangrienta que ésa! La que más azul se dice.

Por ello, Masada caerá nuevamente, pero esta vez desde adentro, por mano propia del

pueblo azul que se tornó rojo de miedo y verde de avaricia; su Shoá en verdad fue perder la

nobleza por la cual fue elegido, que en su miedo excedió medidas de supervivencia y defensa,

siendo en futuro sus mayores temores encarnados en su catastrófico final ¡Aprendieron tanto

de la destrucción de la Isla de Atlas que olvidaron lo que en ella les enseñaban! Así el mundo

será gobernado después de los hijos de la viuda por los de la esclava; la última guerra será

por plan audaz de los hermanos de fe unidos, pero será una tan atroz, en la que se perderá

tanto, que nadie podrá ya ganar nada y la paz definitiva se dará como única opción humana;

será cuando Gran Madre dé por terminada la partida, levantándose con las mareas para

limpiar la sangre contaminada de oro negro y verde.

¡Muy interesante revelación! ¿Pero qué tiene que ver contigo y ella? –Cuestionó sarcástica

Eva ante la evidente desviación del tema-

¡Mujer tenías que ser! –Exclamó el Colibrí-

Te estoy revelando el fin de los tiempos suyos y a ti nada más te importa una novela

romántica ¿Acaso es más trascendente? –Cuestionó el ave-

¡Para ti sí! Que prefieres hablar del fin del mundo antes que del principio de tu corazón ¡En

verdad te aterró amar! Yo sé que eres, has sido y serás en tantas eras como pueblos, tu

tragedia en ésta fue enamorarte ¡Vi más de lo que has querido mostrar! Siempre han existido

hermanos menores ¡Ya entendí! Al igual que monos iluminados, sin importar el color de sus

ojos, a los que han dado conciencia e inteligencia, talvez mayor a la nuestra en repeticiones

pasadas ¡Pero nunca les habían dado el poder supremo de tu Gran Madre! Que va más allá

de la fertilidad es lo que tú descubriste ¡La capacidad de amar! Por ello la humanidad es

tan especial y no debe truncarse la vida por motivo alguno, lo he comprendido ahora que en

tus ojos todo vi ¡Me vi, te vi, lo vi, nos vi! ¡Los tres siendo uno! Es como entendí de qué se

trata todo esto; sentí al Único y Verdadero como lo llamas Tú, reflejarse en dicha unidad

trina –Dijo Eva-


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¡No te distraigas en cursi pensamiento, ni presumiendo lo que apenas entiendes! –Acotó

sorprendido el Colibrí, negándole sobrada razón y cerrando la plática respecto a

Huitzilxochtzin, al tiempo que en un aleteo volvió al desértico escenario anterior, en el que

habían dejado la inmensa columna humana que vagaba en la interminable alfombra

candente de arena-

Al frente de todos ellos va ése otro hermano menor, ahora de aquel león guerrero

primogénito de corazón rojo ¡Mira al salvado de las aguas del que hablamos! Aquellas

mismas que rodeaban la Isla de Atlas ¡Hijo en verdad de la hermana de Faraón a quien le

impactó como a ti, en Cometa!

¿Siempre los hermanos mayores son rojos? –Preguntó Eva dándole tregua en la

conversación que para ella solo quedaba pendiente-

¡Siempre el último será el primero! –Respondió el Colibrí-

Siempre habrá un hermano menor encargado de suprema misión y siempre estarás Tú, en

esa ocasión Miryam ¡Siempre habrá un segundo que sirve de punto de apoyo para un

tercero! Ya que de la dualidad nace el movimiento que tercero resulta ¡No hay bien o mal!

Pues aun cuando la bondad debe resistir, cuando parezca que solo queden malvados,

entonces ellos se volverán contra sí mismos, y de su lucha brotará el bien ¡Es la magia de la

vida! Hacer nacer donde antes nada había.

¡Aunque un siempre es siempre relativo! No es un término preciso, como nunca o definitivo,

ya que al Único y Verdadero no lo rigen ni tiempo ni espacio –En alcance reflexionó el

Colibrí-

¡Pero sí! Por lo general, en casa roja ponen un cometa azul y viceversa; también habemos

hijos menores que esperados azules venimos rojos ¡Y de tan rojos que somos, talvez

terminemos siendo azules para burla divina de nosotros mismos, que debemos encontrarnos

en la vergüenza! Porque el sentido del humor del Único y Verdadero es caos y su risa

paradoja –Concluyó el Colibrí-

La pequeña ave se posó un breve instante en la noche desierta sobre la casa de campaña de

aquel líder nómada, dejando escuchar una delicada conversación.

¡Yo que recibí las Leyes de su luz te puedo decirte que no es Él ahora! ¡No romperé la

alianza por cansancio ni temor! ¡Habrá de ser donde deba! ¡No donde se pueda! ¡O no será!

¡Entiéndelo Yehoshúa! ¡No es una oportunidad, sino una trampa! ¡Debemos demostrar por

qué fuimos los elegidos y resistir por cuánto tiempo más sea necesario! –Dijo el salvado de

las aguas-


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¡Nuestra gente está agotada, no puede más Musa! ¡Tú que nos liberaste, porqué nos

condenas ahora a seguir padeciendo viendo la clara oportunidad! Sí no tomamos esta tierra

ofrecida, prometida o no, pereceremos por enfermedades y hambre ¡No quedará nada

nuestro para hacer efectiva la promesa! Seremos quienes den color a la tierra, no importa

por tanto quien la esté ofreciendo ¡Debemos tomarla! –Reviró Yehoshúa-

En ello verdad dices Yehoshúa, esta tierra es roja y entonces rojos nos convertiremos si aquí

permanecemos y germinamos ¡Para ello me hubiera mejor quedado con mi hermano Faraón

a reinar como me fue ofrecido! –Trató de razonar Musa-

Es algo delicado Yehoshúa, pero debo revelarte que la Zarza un solo ojo tenia, habló

haciéndose pasar por el padre de todo, siendo solo el hijo, padre solo de nuestros padres,

quien contó la historia a conveniencia para convencer y dominar a la humanidad por sí

misma, ya que por su rayo no pudo.

Lo sé porque tiempo después una gran serpiente en sueños me habló, iluminando mi

entendimiento y permitiéndome ver el futuro, en el cual los libros esclavizarán el corazón

humano llevándolo a cometer atroces acciones para regresarle la sangre de su padre al

hermano tuerto y asegurarle sumisión o esclavitud humana, en especial de la mujer, a quien

guarda un rencor especial, como un hijo abandonado por su madre que no sabe, es incapaz

de sentir ya, que todo lo que busca es su amor.

¡Ese libro será su rayo! ¡Moldeado por manos de hombres conciliados con su poder! ¡Una

palabra tan poderosa que como trueno doblegará razones y esclavizará pueblos enteros!

Conquistando o colonizando naciones libres en nombre del padre y a gloria suya –Dijo

Musa-

¡Te has vuelto loco Musa! ¿Cómo te atreves a decir que el Tanaj es obra del mal? ¡Ahora no

me cabe duda que has traicionado a tu pueblo y pactado con el maligno! Y por ello debería

matarte ahora mismo, sin embargo eso crearía desánimo y duda en el que ahora es mi

pueblo, por tanto debes irte para siempre de estas tierras en las que tus ideas no entrarán

jamás –Sentenció Yehoshúa-

¡Que así sea! –Remachó Musa-

Solo te digo que el bien o mal no se encuentran en escrituras, que son apagada vela, si no en

el corazón y animo nuestro, donde está la luz Yehoshúa; y ése libro que juntará lo viejo con

lo nuevo será madera seca para el fuego de la zarza que le permitirán arder por siglos a

costa de sangre y sufrimiento, de abuso y opresión en la pobreza e ignorancia ¡Sin embargo

en ése mismo fuego habrán de incubarse águilas libertadoras! ¡Grandes luces de retorcidas

y oscuras velas nacerán!


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¡Nunca lo olvides Yehoshúa! Si Dios te habla es que no es el Único y Verdadero ¡Él no lo

hace! Se deja sentir, porque el universo no está en la mente sino en el corazón; por ello Él se

revela en todo tiempo, no solo en el futuro final de los días; como es el Único y Verdadero, lo

es todo, sin importar arriba o abajo, puede estar inmóvil, siendo el movimiento al mismo

tiempo, haciendo a la nada móvil y estático todo en perfecto equilibrio, pues sí todo tiene dos

caras es porque Él solo tiene una y la otra es su infinito reflejo ¡Para Él no hay ley! Porque

Él es en Sí, causa y efecto, sin un arriba o un abajo, sin principio ni final. Aquí los Ángeles

no son buenos ni las serpientes villanas ¡Sino todo lo contrario! Verdad que con el libro, el

tiempo se encargará de enterrar en la oscuridad de la ignorancia, el miedo y el olvido hasta

el final de los días –Terminó Musa-

¡Lárgate ya, que a otra palabra más no podré contener el impulso de separar tu cabeza

dañada del cuerpo! –Dijo Yehoshúa desenvainando su espada-

Matarme puedes, pero es mi deber advertirte antes de partir que estas fundando una gran

nación al servicio de Elohim, no del que conocemos como Yahveh, que es de pronunciación

desconocida por ser El Único y Verdadero ¡Él jamás hubiera necesitado presentarse a sí

mismo ni hablar de sí en tercera persona! Como su hijo lo hizo en astuto engaño, vistiéndose

con el uniforme del padre para engañar y utilizar a sus más valientes guerreros, que

sangrarán tanto a los hermanos de la recitación por haber entendido mejor quien no es El

Único y Verdadero ¡Que les exprimirán todo el rojo! Dejándoles al final únicamente el

camino azul. ¡Estás fundándole nación a quien nuestro pueblo valiente combatió y venció,

por lo cual mereció su nombre! ¡Estas salvando la vida de muchos, pero condenando su

Existencia! ¡Yo iré a buscar la tierra que merece nuestra gente, Tú quedáte con la gente que

ésta tierra merece! La mía será una muy alejada del libro de cuerpo azul y alma roja ¡En

donde no habrá más libros que los corazones! –Dijo Musa al salir de la tienda-

El colibrí lo siguió a donde se reunió de urgencia con sus más cercanos seguidores, los

cuales creyeron en sus palabras para emprender viaje inmediato. Eva quedó asombrada de

cómo una pequeña arca se convertía en barco inmenso al ser arrojada por Musa al rio, el

cual abordaron para alejarse continentes de ahí.

¡Mira Eva! –Dijo el Colibrí mientras con el arca se alejaba-

Cómo le chispean a lo lejos rojos ya los ojos a Yehoshúa ¡Pudo ordenar una masacre! Pero

sabe que habrá tiempo y oportunidad próxima de sobra para ello; además su tarea revelada

es prioritaria ¡Fundar en sólido la Nación camaleónica! Y no habrá de hacerlo sobre de

quien hasta ésta noche era su máximo líder ¡Tenía que dejarlo ir en paz con quienes le

sigan! Eso si quería sucederlo legítimamente y sin sombras de duda ante los demás que el

remordimiento y vergüenza pudieren hacer surgir azul en su conciencia. Debe cuadrar la


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versión para la historia oficial: “¡Musa había desobedecido! Traicionado a Dios y por ello

se le había negado el acceso”.

¡No podía darse el lujo de hacerlo mártir o santo! Ultimándolo a las puertas de la tierra

que tanto esperaron por su conducto encontrar –Prosiguió el Colibrí-

Por tanto, ve como el arca se aleja mientras empuña su espada con frustración e ira, que

poco tiempo tardará en desatar convirtiéndose en uno de mis mejores reyes embajadores del

rojo –Concluyó-

Eva fue testigo en el vuelo del ave de la penosa travesía, El Arca surcó ríos para encontrar

océano, por el cual navegaron meses, en los cuales se dio la desesperanza como un brote que

afectó a muchos, contagiándolos del rojo miedo antes de pisar tierra, con la idea de que se

habían equivocado, pero sabiendo no había vuelta atrás; pasaron un estrecho donde ésos se

arrojaron al ver tierra lejana, pero el arca no se detuvo, surcó nuevamente mar desconocido

y abierto hasta llegar a una hilera de islas que custodiaban un hermoso golfo por donde

Musa toco tierra, habiéndosele revelado que era la auténtica prometida.

Al bajar todos del Arca, esta se hundió en las aguas para siempre, comprendiendo Musa que

había cumplido su prometido, que de ése momento en futuro serían los corazones de hombres

y mujeres donde moraría el pacto ¡Un Arca íntima e individual! Así fundó Musa el pueblo

de la gente de las nubes, en alusión al azul del cielo y su legitimidad ante el Único y

Verdadero, al cual se determinaron servir sin libro alguno escrito, como buenos hijos de

Cocijo, hijo del buen Lamec, de quienes sus padres llegaron a ésas nuevas tierras antes que

el salvado de las aguas, como los hijos de uno de los cuatro de Cam; también se les conoció

posteriormente como los descendientes de las arenas, aquellas que dejaron atrás con la

tentación del descanso en una tierra que no era la verdadera prometida. –Dijo el Colibrí-

Musa reunió a los jefes de familia y juraron no volver a pronunciar jamás palabras puestas

en sus bocas por la zarza, para que los hijos de sus hijos no conocieran del engaño de

hermano tuerto –Continúo el Colibrí-

Así pasaron las primeras tres generaciones, a las cuales Musa sobrevivió, para asegurarse

que con ellas la palabra roja había muerto, dando paso a las acciones de corazón, en su

nuevo pueblo dedicado a la agricultura y la construcción; siendo la más grande obra y

legado de Musa la Ciudad construida en el monte de Albán, donde inconscientemente reflejó

algunos de los conocimientos y estilos del reino de su hermano Faraón.

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En ellos entró Noah conocido como Tláloc, Musa como Quetzalcóatl y Faraón como

Tezcatlipoca; así se fusionaron los padres hombres con los padres divinos en la nueva

cultura adoradora nuevamente de hijos que ambicionaban la atención por derecho

correspondiente a Padre ¡Talvez sea que a los humanos se les hace más sencillo tributar

egoístas a su imagen y semejanza que adorar en obediencia y sacrificio verdadero!

Esperando el regreso de Musa, Quetzalcóatl o Kukulkán ¡Que es lo mismo! Para ser

salvados y conducidos desde afuera, cuando todo hombre y mujer debe encontrar camino al

reino y obedecer su ley desde sus adentros –Reprochó el Colibrí-

¡Nosotros existimos porque les pesa ser responsables de sus actos! ¡Tomar tanto el derecho

como la obligación en sus manos de las riendas de sus destinos! ¡Existimos por su temor y

comodidad Eva! No somos en realidad necesarios, ni para Ustedes ni para el Único y

Verdadero; Cada hombre y mujer tiene en su interior el poder nuestro, que prefieren delegar

para evitar cargo de conciencia –Dijo-

Entiendo ¡Aunque sea un enredo! –Contestó Eva-

Veo en la nueva tierra prometida a los Tezcatlipoca ¡A los cuatro! Moshé el más esperado y

Tú el más adorado, que curioso ¡Eres el original Azul! ¿Talvez ahora le haya tocado a tu

hermano no venir porque sería rojo después de todo? ¡Y Prefirió cederte el trabajo penoso

de rojo nacer! ¡Aun cuando terminarás siendo Él, siendo azul! Parece todo tan confuso, pero

no lo es tanto; el hecho de que sean madres e hijas, padres y hermanos al mismo tiempo y en

diferentes lugares queda claro, sí dejamos de lado nuestras limitantes de razón atadas a su

lógica –Sonrió irónica desafanada-

¡Así es Eva! Del otro lado del mundo igual el tablero se conformó, existieron grandes reyes

azules que denigraron en poderosos imperios rojos, dando nacimiento a casas imperiales

que se disputan siempre el derecho de ver nacer en su seno al cometa azul –Dijo el Colibrí-

A veces nacemos al mismo tiempo, casi gemelos los hermanos, mientras Yo nací rojo

esperado azul, al otro lado del mundo mi hermano regresó azul ¡La serpiente emplumada

hermosa nació en la tierra prometida y dada por hermano tuerto! Cuando era esperado rojo

para ser rey de reyes y liberar con espada a su pueblo para después conquistar el mundo


25

entero; cosa que hizo, más allá de lo esperado por intereses humanos – Reflexionó el

Colibrí-

A Él, por derecho de sangre directo le correspondía el reino de la tierra prometido por

hermano tuerto ¡Pero mi bello hermano era muy grande para ése destino al cual se negó!

Llevando a su pueblo ya rojo un arma más poderosa a lanza y espada que le devolvería su

color perdido ¡El amor! –Suspiró el Colibrí-

Al ver aquello, hermano tuerto lo abandonó a su suerte y fue crucificado por afectar los

mismos intereses que después lo enarbolarían como bandera de triunfo en la batalla del

puente, desde la cual grandes emperadores y sus casas reales descendientes adoptaron para

sus escudos el signo ¡Pero los rojos siguen esperándolo rojo! ¡Y si volviera a venir azul le

volverían a crucificar cuantas veces sea requerido hasta que venga su prometido rey! –Eva

notó como las plumas del Colibrí se tornaban en llamas rojas de cólera-

¡Él se negó a ser rey de la tierra y de los cielos también! Que el cielo a final de cuentas

pertenece a la tierra y el suyo no era de ésta ¡Y por no aceptar tales reinos menores fue por

lanza traspasado en su costado! ¡Sí tan solo Padre me hubiere mandado a mí en su lugar!

¡Qué gran rey de reyes hubieran tenido los celosos de la ley que esperaban supremo sicarii

para doblegar a los rojos celosos del dinero de la nación con bandera azul! ¡Pero solo

hubiere nacido un imperio más rojo que nunca!

Y mi hermano aquí hubiere sido la paz y armonía esperada, talvez los dos mundos no se

habrían de encontrar, logrando un equilibrio para la humanidad necesario, pues tanto

sacrificará sus luces en ambas tierras hechas una, que vendrá en una terrible era oscura,

que a golpe de martillo de las maléficas en un abismo tan oscuro como el de los titanes

hundirán a la humanidad por siglos, de la cual pensará salir con luces artificiales solo para

caer nuevamente enredada –Advirtió-

¡Pero el universo no funciona a conveniencia humana! Sin olvidar el divino sentido del

humor del Único y Verdadero que anima a todo lo que existe y lo que no.

¡Así pasaron los siglos después de Él, con las casas reales a la espera! No en verdad de que

llegue un cometa, si no que fuera del color deseado por sus intereses –Dijo irónico, todavía

en llamas el Colibrí-

¡Ya sé de quién hablas! –Interrumpió Eva-

¿Y sabes que estuvo aquí? ¡Él fundó Aztlán! –Sorprendió con su respuesta el Colibrí-

Si Eva, mi hermano impactó a su madre como tu hijo lo hizo ¡Él no fue a tierra de Faraón,

Sino que vino a ésta en sus años perdidos! Aquí vieron su llegada las Águilas y Jaguares


26

dichosos de atestiguar el retorno de Musa a quien ahora conocían como la serpiente

emplumada ¡Fue una época más que dorada, azul soñada! En la cual florecieron como

nunca civilizaciones por medio mundo, incluido pueblos que Issa, Krishna y Juz Asaf le

llamaron.

Sin embargo, su estadía fue corta, de tan solo dieciocho años compartidos entre varios

pueblos; pudiendo quedarse como el amado rey esperado, decidió retornar a donde sabía lo

sacrificarían ¡Él cumplió con los azules del mundo y regresó para sembrar su semilla en el

corazón del pueblo de sus padres mortales!

“¡Aquí sí se te quiere!” Le dije hasta el cansancio, pero Él siempre sonreía diciéndome tan

humano como lo fue, que no era donde se le quisiera sino donde se le necesitara, aun a costa

de su sangre, el reino de los cielos tendría lugar en la tierra ¡Quisiera o no hermano tuerto!

No sería capaz de limitar su soberanía a la tierra ¡Ni como hombre ni como lo que era! ¡No

a mi hermoso hermano, la serpiente emplumada!

¡Sábete que nadie lo traicionó! Esos fueron inventos de los que el anzuelo tragaron; de quien

lo dicen, fue el que más le amó, al punto de cargar con el papel de traidor a ojos de los rojos

¡A ése enviado para la contraemboscada le encargó la misión más difícil! ¡Lo cierto es que

mi hermano fue por voluntad dispuesto al sacrificio, no por traición! ¡Nada en su plan falló!

Porque todos los pueblos le esperaban y fue el de sus ancestros el que más le necesitaba a

los ojos de su corazón ¡Fue por ello de nuevo el pueblo elegido! Por el que se sacrificó en su

humanidad, que es el camino más difícil a la divinidad –Brilló en su voz el colibrí-

¿No se arrepintió al final como dicen? Talvez pensó que sería salvado de último momento

por la Divina Providencia –Con verdadero interés preguntó Eva-

¡La salvación y expresión de tal providencia era Él! ¿Cómo pueden creer que sabiéndolo

pediría clemencia? –Respondió el Colibrí severo pero orgulloso-

¡Eso era lo que hermano tuerto esperaba! Lo esperó hasta el último momento, dejó que fuera

ofendido, herido y agraviado de todas las formas posibles, con la esperanza de hacer nacer

en Él su rojo por el miedo y dolor, porque las tentaciones del desierto no habían funcionado

¡Estaba determinado a ganar para sí a tan singular cometa! Pero mi hermano más azul

resplandecía en sufrimiento ¡Ahí comprendí que tenía que ser Él! ¡Porque Yo hubiera hecho

llover fuego y decapitado a todos para hacer ríos de sangre correr! –Estalló en fuego el

Colibrí-

¡No digas eso! Estoy segura hubieres sido noble también, solo sientes impotencia por ver lo

que amabas lastimado. Sí Tú hubieres cargado la cruz, Él, que te amaba tanto, hubiera

pensado lo mismo que ahora ¡Porque eres igual de noble, aun cuando terrible en apariencia

debas! –Aseveró Ella-


27

¡Quién sabe! –Exclamó el Colibrí-

¡Yo así lo siento! ¡Tú soportarías como Él! ¡Eres de la misma buena madera! –Aseguró Ella-

¡Siempre tuviste demasiada fe en mí! ¡Era lo que más amé y lo que más temí defraudar en

vida! –Quedó en silencio por un momento el Colibrí, como meditando algo muy importante-

¿Quieres verlo? –Sorprendió con la invitación a Eva-

Eva contestó con el latido emocionado de su corazón, que hizo vibrar de luz aquellos ojos de

Colibrí, quien sin decir más aleteó y remontó para como relámpago llegar al lugar del

cráneo, donde vieron tres hombres en cruz.

¡Ahí tienes a mi hermano entre ladrones! ¡Al hombre! ¡Al hijo! ¡Al Padre! ¡Al que desde la

carne forjará el nuevo espíritu de la humanidad! –Dijo con una extraña mezcla de tristeza y

gozo el Colibrí-

¡Pero sí eres Tú! Eres tú bañado en sangre, solo que con ojos de cielo –Exclamó Eva, sin

poder decir más, inundando los ojos del colibrí con su llanto, que aprovechó Él para

confundir el suyo, haciéndose uno-

Ninguno de los dos soportó ver más la escena, retornaron al desierto nuevamente, camino al

mismo Colibrí reveló aquello que no se quedaron para atestiguar.

¡Pero sí te digo que quien se arrepintió fue hermano tuerto! ¡No fue una pregunta, fue su

respuesta! Eso que los rojos manejaron a conveniencia en sus libros.

Porque al verlo desmayar bajó en bola de fuego imperceptible para los demás ¡Desesperado

ya! De ver que lo estaba perdiendo ¡Bajó hermano tuerto para suplicarle angustiado! –Dijo

orgulloso el Colibrí-

“¡No les entregues en sacrificio tu humanidad por Madre te lo pido! Ya me has demostrado

que eres el que eres, reflejo de todos nuestros padres, así como Yo Soy el tuyo ¡Ya me has

castigado con tu nobleza, haciéndome sentir vergüenza! ¡Será como Tú lo quieras, pero

dejáme arrancarte de la cruz! ¡Ya Padre los creó y se les dio tanto! ¡No les des ahora tú el

poder último del perdón eterno!”.

Le decía hermano tuerto al tiempo que trataba de subirlo en Él, pero no le era posible mover

la humanidad de mi bello hermano de ésa cruz ¡Ni con la ayuda de todos los hermanos a

quienes desesperado invocó, que acudieron sacudiendo la tierra y levantando los mares,

pudieron moverlo! –Le relataba emocionado el Colibrí-


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“¿Por qué no me permites compensarte hijo mío? Ya no te ofrezco el reino de la tierra, has

demostrado que mereces el de los cielos ¡Deja cederte mi lugar y tomar Yo el tuyo! Que has

demostrado ser digno de mi reino ¡Dejáme pagar por ti y ocupa el sitio que te corresponde

en verdad! ¡Porque ahora entiendo a donde irás de aquí! ¡Has encontrado el salvoconducto

por mi tan esperado!”. Decía hermano tuerto, mientras hizo intento último con todo su poder

de arrancarlo sin que tuviera éxito.

“¿Por qué no me dejas entrar en ésa cruz y quedar en tu lugar?”. Le preguntó al final

hermano tuerto frustrado y derrotado.

“¡Porque me has abandonado Padre!”. Fue la respuesta incomprendida y luego

tergiversada de mi bello hermano justo antes de que consumado quedara su sacrificio.

¡Ésa respuesta resonó como un trueno que escucharon todos los presentes! ¡Pero ya como

reclamo, que nació desde el corazón de hermano tuerto! Al ver la bella serpiente emplumada

remontar al universo ante la admiración, dicha y gozo de todos nosotros, sus hermanos

presentes y la frustración del menor al mando ¡Él quedaba atrapado entre la tierra y el

cielo! ¡Mientras uno nacido peón se había coronado para remontar al Único y Verdadero!

¡Hermano tuerto había perdido nuevamente la partida! –Se iluminó de azul turquesa el

plumaje del Colibrí-

Nadie entendió el significado y alcance de la respuesta que en pregunta convirtieron para no

dañar la reputación de su señor tuerto encubierto, ocultando así su vergüenza y su derrota;

lo cierto es que mi bello hermano trascendió tan alto, voló hasta donde Gran Padre se

encuentra ¡El Único y Verdadero! Y con ésa respuesta hermano tuerto fue atravesado en el

pecho por una escama azul que le hizo llorar por vez primera de vergüenza y

arrepentimiento, mientras veía como mi bello hermano remontaba vuelo, no solo del reino de

la tierra, sino dejando por mucho, atrás el reino de los cielos para llegar hasta donde Él ya

no podía.

¡Así nació la esperanza en la humanidad! ¡Por el sacrificio de amor y el perdón otorgado!

¡Porqué mi hermoso hermano pudo sacrificarse humano peón! ¡Ahí quedó ésa escama Azul

en el corazón de hermano tuerto y la semilla en el de toda la humanidad como divina

promesa generosa! Promesa de que algún día, talvez Él mismo baje para redimirse en paz

consigo mismo y los hombres encuentren la alianza en su corazón.

¡Será entonces cuando el reino de la tierra y el de los cielos sean uno mismo, como todos los

de ésta historia estamos destinados a ser en perfecta armonía! –Concluyó el Colibrí

respecto a su hermano-

¿Es por ello que advierten de su regreso? –Preguntó Eva-


29

¡Mi hermoso hermano ya no regresará! –Contestó tajante el Colibrí-

Entiende que su misión fue cumplida con creces ¡El sembró la divina semilla en toda la

humanidad como le correspondía! Son los rojos que preparan el camino para hermano

tuerto, lo que talvez no sepan es que para cuando baje, al contacto con la tierra, ésa escama

azul florecerá ¡Y en tal sentido puede ser que tengas verdad y regrese la serpiente hermosa!

Usando a hermano tuerto como maceta de tierra fértil, de la cual nuevamente brotará ¡Por

ello teme bajar! Sospecha que será roto cual maceta molde con las raíces del árbol –Caviló

el Colibrí-

Lo hará así como hermano tuerto ocupó su cuerpo mortal después de su vuelo ¡Porque la

serpiente hermosa nunca resucitó! ¡Una serpiente jamás vuelve a la piel que muda! Por ello

la última cena Eva, donde mi hermano compartió su cuerpo y su sangre, después de eso

buscó refugio en el monte para orar sin comer más ¡Lugar donde sus cercanos le vieron el

rostro más que diferente, asomándose en verdad! Brillaba ya, dejando ver en poco su nueva

piel.

Para cuando subió a la cruz, su cuerpo mortal era una muda de la cual estaba casi

desprendido su ser ¡Ésa muda no tenía ya importancia alguna! Pero la utilizó de forma

astuta hermano tuerto para convencer a quienes solo creen lo que sus ojos ven ¡Fueron

tomados los restos mortales como marioneta! Por quien necesitaba su imagen para ser

legítimo constituyente y fundar Iglesias en base a un nuevo pacto, que requería contener el

testamento y la sangre del Cristo para nueva alianza que permitiera dominar a la

humanidad.

Hermano tuerto dictó muchos de los nuevos libros, abusando de la buena fe de algunos y

comprando la de otros, acomodando a conveniencia todo, perturbando la verdad en

escritura oculta; ordenó a sus emperadores vasallos eliminar o reprobar los buenos

mensajes ocultos puestos en rollos aparte, que contenían la verdad de la serpiente hermosa y

su relato de vida mortal.

Reposando así sobre cuatro pilares principales viciados sus nuevos templos ¡Incluso

convenció a los hermanos de la recitación de que fue Él quien sustituyó a la serpiente

hermosa en el sacrificio, mientras que les hizo ver a mi hermoso hermano riéndose en burla

del pueblo por el cual su sangre ofrendó.

Fue su primera victoria en la tierra después de la partida de la serpiente hermosa, porque

los hermanos de la recitación estaban llamados a defender y extender sus semillas,

proclamando su victoria a los cuatro puntos cardinales, a donde habrían de llevar su

palabra para convertirse en la verdadera creencia que ligara a toda la humanidad


30

nuevamente en el amor de Él; hermano tuerto logró confundirlos para que no lo

reconocieran como el que es, si no como uno más de muchos mensajeros intermediarios;

dejándolos así rojos en constante guerra.

Los reyes vasallos aprovecharon lo único que les quedó de la serpiente hermosa, y sobre ello

edificaron templos que fueron cuna de grandes imperios, mientras de forma oculta seguían

buscando La Alianza y El Reino en el exterior, apostando su salvación a un cometa ungido

que sería lo opuesto al Cristós.

Los Adarianos de la orden del templo, construido por el hijo de otro hijo amado y elegido

por hermano tuerto para reinar su pueblo, dijeron falsamente que en tal templo se

encontraba El Arca, ganando tiempo para financiar por generaciones exploraciones y

expediciones con pretextos comerciales, en búsqueda del Arca que llevó al salvado de las

aguas a tierra nueva prometida; creyendo con ella recuperar la autoridad moral que perdían

por sus acciones tan solo sustentadas en los libros y el signo.

¡Así han pasado miles años en búsqueda de objetos sagrados despreciando lo divino del ser!

Siglos en los cuales la verdad se volvió mito en ambos mundos, que pronto habrán de

encontrarse como tú ya sabes, toda ésta historia te es ya familiar, aun cuando esté contada

con un espejo en muchos de sus pasajes –Concluyó el Colibrí-

Ése hijo consentido de hermano tuerto, al final de sus días se arrepintió de todo lo que hizo

y no debió, pero por sobre todo, de aquello que debió y no hizo; dejándole la consigna a su

hijo el del templo y último gran rey de su tiempo, de no derramar sangre ni buscar revancha,

siguiendo los auténticos preceptos del Señor ¡Una tarea que su pueblo no supo cumplir!

Mil años más tarde mi hermano hermoso sabía que tampoco les podría enseñar la lección en

vida ¡Era un pueblo muy enrojecido ya! Por ello decidió sembrar la semilla, que germinaría

desde adentro del ser de cada hombre y mujer ¡Era la única manera de romper el molde

rojo! ¡Qué gran y astuto guerrero fue mi noble hermano, la serpiente hermosa! ¡Y que

poderosa arma de acción retardada pero contundente utilizó! ¡Les dejó ganar una batalla

importante que su vida involucraba, para traspasar sus defensas y depositar su semilla!

Es por ello que los soberanos terrenales Adarianos saben que sus imperios e intereses no

soportarán otra serpiente hermosa y aseguran con todo su poder que sea ése opuesto al

cristo quien venga, es decir, hermano tuerto encarnado por vez primera, cuando vea la tierra

prometida, que es ya una, sometida al poder de sus vasallos, brillante y rebosante de su

conocimiento, destreza y arte.

¡Lo que no saben es que ya no hay adversario para mi hermoso hermano! ¡Ya no lo es

ningún hombre! ¡Ni siquiera hermano tuerto o todos nosotros juntos podremos parar su


31

obra! ¡Él se convirtió en algo que ya no tiene oponente o sustituto! Por tanto, la primera

llegada será también la segunda ¡Y la última, constituyendo una tercera! Porque hermano

tuerto vendrá para sacrificarse y en tierra renacer, convirtiéndose en la serpiente hermosa,

poniendo fin a los días rojos de la humanidad ¡Cosa que sus poderosos vasallos no

aceptarán! Por ello habrán de ser ofrendados ¡Que hermano tuerto no dejará crucificarse

como la serpiente emplumada! –Aseguró el Colibrí-

Dicen que vendrá como León a castigar a la humanidad, pero no dicen que son ellos quienes

ponen a la humanidad desangrada en carnada para tentarlo ¡La ofrendan en guerras y

hambrunas a hermano tuerto! Esperando con ansias la hora final, pero no de la humanidad,

si no de su esperanza, de su capacidad bondadosa ¡De la gracia y perdón que les fue

conferido! Por el sacrificio de la serpiente hermosa en un arma defensiva tan poderosa, que

ni miles de años después, con ilimitados recursos pueden abatir del todo en el corazón de

hombres y mujeres, los que constantemente son arrebatados de los templos rojos, para ser

llamados a uno muy íntimo, humilde y divino en su pecho.

¡Fue tan poderosa la semilla sembrada que a los propios libros escritos de roja mentira hizo

buenos y vivos con tan solo contener rastro de su viva esencia! ¡Utilizó todo la estructura de

poder para prevalecer en la mente y más importante, en el corazón de los seres humanos!

Los libros son el mejor ejemplo que de la oscuridad nace la luz, aun cuando en ellos

prometan luz para perdernos en la oscuridad de su viciada intención por los hombres

iluminados de hermano tuerto, quienes siendo grandes reyes, como al que gustaba separar

las cabezas del cuerpo de sus mujeres, los reescribieron a su interés, poniendo incluso en

arrogancia estúpida su retrato en portada, siendo castigado éste por hermano tuerto

negándole varón, por dejar ver en su vanidad sus planes; otro que tuvo su libro propio fue

Jacobo, a quien se lo dedicaron los grades escribas nombrándolo como:“¡Altísimo y

poderosísimo príncipe!”. –Con disgusto exclamó el Colibrí-

¡Estúpidos necios! La luz de mi bello hermano no reside en la palabra, que encierra falsedad

y error ¡Si no en el verbo que es acción! Replica de movimiento y aliento de la existencia del

Único y Verdadero por conducto no de la palabra, si no del amor de mi bello hermano, que

irradió a toda la humanidad con su sacrificio. ¡A todos! Sin importar sí lo reconocen o no,

eso no le quita ser quien es, tampoco si lo aceptan o no, que la semilla plantada no fue un

regalo, sino una futura pasada promesa imperativa de amor y sacrificio que habrá de

germinar en cada hombre y mujer, sin importar el tiempo que le demore, de acorde a la

riqueza de cada maseta, del abono que contenga, el cual propiciará en mayor o menor

tiempo que suceda lo que habrá de suceder.

La palabra no importa ¡Jamás importó! Pues te repito: “¡El Único y Verdadero no habla!”

Es verbo vivo que trasciende a cualquier facultad o principio que no sea Él mismo, es por

ello que sus grandes mensajeros eran casi mudos o analfabetos incapaces de escribir, porque


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en realidad importaba que lo condujeran en su sentir no en su saber ¡Que vivieran en el vivo

verbo! No en la perdida palabra ¡Por ello convirtieron los libros en algo mitológico! Que de

ser interpretado al pie de la letra perderá a cuanto hombre y mujer lo haga, por ser

traducido laberinto para esconder verdad; por ello no debe atenderse el tipo ni los elementos

que los constituyen, sino cerrar los ojos, abandonando ataduras, para seguir con el corazón

hecho verbo el espíritu oculto en ellos.

¡Los rojos saben que tienen muchas armas y recursos! ¡Pero saben también que la voluntad

y amor de la semilla puede volverlas en su contra! ¡Por ello están urgidos de asegurar que

sea hermano tuerto quien encarne a la próxima! Por ello revuelven la verdad en el libro de

Juan, para sembrar duda y miedo, semilla opuesta a la ya plantada ¡Ellos son el anticristo!

¡Ellos son la bestia, con imperios por cabezas! Pero pobres necios al creer que pueden

pelear en su contra, porque al Único y Verdadero no se le teme ¡Se le ama! Y por mas

egoísmo que siembren en el corazón de hombres y mujeres, siempre habrá en Él poder de

sobra para reventar su red –Enfatizó colérico el Colibrí-

Por ello, aun cuando con luces artificiales iluminen a la humanidad las veinticuatro horas,

haciendo presente en todo momento a hermano tuerto, no para entretenerla o facilitarle la

vida, sino para no darle paz interior complicándole la existencia, para no dejar espacio ni

tiempo a intimidad en la que comulgue su espíritu, corazón y mente; sin importar cuanto

perviertan u oculten las enseñanzas y nieguen la verdad de la serpiente hermosa ¡Jamás

podrán con ella! ¡Porque ya se encuentra en el interior de cada uno, incluido hermano tuerto

y el Ángel del abismo al cual le encargó quitar el aliento a los monos!

¡Mi hermoso hermano jamás permitirá que el tuerto encarne en Él! ¡Acontecerá todo lo

contrario! ¡Pobres necios que están propiciando no el inicio de su reino, sino el final de su

tiempo! Pero esto que te digo no es para todos los oídos; podrán escucharlo aquellos que

entiendan que el poder es una forma de esclavitud, porque el más grande de la humanidad lo

predicó con su ejemplo la serpiente hermosa, quien habrá de aniquilar a todo hombre y

mujer débil en su corazón, donde renacerán al verdadero reino, de auténtico poder y

fortaleza.

¡Mientras deja que los señores rojos opriman al mundo con egoísmo y culpa! Exigiendo en

tributo el fruto del egoísmo, que es el sufrimiento del prójimo ¡Sin entender que del

sufrimiento nace la fuerza de voluntad que permite el sacrificio! ¡La maldad es solo un

ejercicio Eva! Mientras más se repita agraviando en apariencia, con injusticia y tragedia, en

realidad está fortaleciendo la semilla, urgiéndola a germinar más allá del falso terreno en el

cual quieren alejarte del conocimiento, para que te aferres a su búsqueda ¡Porque no es en

él que la verdad se encuentra! Si no dentro de cada uno, de quien sí les interesa alejarnos,

para que no sintamos en la conciencia tal verdad por andar buscándola cegados de luz


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artificial afuera. ¡Mejor contemplemos Aztlán de noche! Y dejemos en paz los tiempos que

habrán de venir –Concluyó el Colibrí-

Eva quedó admirando en silencio, a través de los ojos del ave, la nueva Ciudad Isla

renacimiento de Monte Albán ¡Era muy hermosa Aztlán! Por un momento sintió que el

colibrí dejó de moverse, quedando suspendido en el aire, al centro de la luna, a quien

deposito la pasajera de sus ojos.

Desde la luna Eva pudo ver como el colibrí se transformaba nuevamente en aquel hombre

joven y hermoso de ojos verdes que descendía en una de las pirámides más altas y

majestuosas del complejo central.

Mi hermano siempre amó a los hombres por la parte divina reproductora conferida, como

fieras ellos viven y mueren para adorarlo con sus actos, pobre mi hermano que tiene lo peor

de la humanidad ¡Su divina capacidad para la guerra! Mientras yo me quedo con sus frutos

y buenos resultados –Dijo la luna-

Eva quedó escuchando a la luna, como quien escucha a una madre, se dispuso a ver el

hermoso paisaje de la Ciudad mientras Madre le hablaba casi al oído, contándole tan dulce

y sabiamente de todo lo que su luz ha tocado.

La guerra no es un acto bestial Eva ¡Sino divino, fecundo y de procreación! Aunque de

muerte parezca; mis hermanos como los tuyos nacen de ella y para ella ¡Pero los míos

estériles! Solo pueden jugar a ella con envidia y celo de una vida que no pueden vivir y por

tanto, tampoco perder ¡Ya no digamos de la opción a ofrendarla! Ésa fue parte de su

herencia, a Ustedes que antes no mataban ni morían, simplemente eran como nosotros, en un

peldaño inferior sin existir en verdad ¡Pero se les obsequió el poder de la existencia

verdadera! Por ello nuestra eterna necesidad suya –Dijo Luna-

¡La guerra es el aliento nuestro por Ustedes proporcionado Eva! La necesitamos para existir

y por ello vivimos a través de Ustedes, porque nosotros somos imacapaces de respiro y por

tanto, mucho menos de poder perderlo ¡Y cuando no se tiene el poder de dar, surge la

necesidad de exigir! Y el respiro Eva, es el auténtico reflejo del Único y Verdadero ¡Nosotros

lo buscamos en la eternidad, Ustedes lo sienten a cada segundo, en cada latido! Por ello lo

exigimos en sacrificio, en vana ansia de sentir también al Padre Absoluto, aunque sea en

breve momento, cuando el corazón es alzado tibio en último latido ofrendado.

¡Benditos son Eva! Que en Ustedes todo es guerra ¡Desde que nacen e incluso antes! No solo

con otros pueblos, si no con sus hermanos y con Ustedes mismos ¡En tal sentido, qué padres

tan prolíficos nuestros son! Guerreros innatos de los cuales todo germina al sacrificar su

humanidad en razón, encontrando la divinidad; así pues, la guerra es el doloroso

alumbramiento de sus mejores cualidades –Elogió Luna-


34

Mi hermano es su Señor por derecho y tu siervo por elección en vida pasada futura, ahora

presente ¡Señora del gran Señor! –Exclamó Luna sonriente-

Que has venido antes de ti a darle aliento en triunfo sobre sí mismo, y por tal razón tienes

como el suyo, mi amor ¡Así te amo hija de hermano tuerto, de ojos glaucos garzos! Que a tus

pies tienes el escudo y arma de mi querido Señor presto al sacrificio; en una mano tienes su

corazón y en la otra su verdadera victoria, al romper las cadenas que le someten al servicio

de su poder y darle el de sacrificarse por vía humana ¡Te amo como a una hija, como a una

hermana, como a una madre! ¡Como el alma gemela de mi querido hermano! ¡Así te amo Yo

Eva Garza! Aun cuando la que fuiste sea en apariencia la causa de que mi gran hermano y

señor sea derrotado por los hermanos de la otra tierra ¡Todos los que podemos sabremos

que jamás hubiera sido derrotado, sí ofrendarse por y en ti no hubiera resuelto!

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Vio como un reducido grupo de guerreros con plumas de águila retrocedían, luchando en

retirada protegiendo a una pequeña columna de gente, entre las cuales al centro iba una

mujer embarazada a quien todos procuraban nada tocara.

“¡En ti, mi reina Nahua está la continuidad del salvado de las aguas y de nuestro pueblo

Mexihcah! ¡Conduce a los nuestros de las cuatro naciones integrantes de la alianza por la

tierra que es propiedad de madre Luna y Lago, que habrá de separar ante ti el agua, como lo

hizo con nuestro tata grande!” Escuchó decir al joven guerrero al mando, vio cómo se

abrazaron en tierna despedida, mientras la columna era escondida por las aguas del lago de

Luna, que se abrieron para alojarlos en una cueva subterránea.

El joven rey guerrero luchó sin descanso al frente de los suyos contra los poderosos

jaguares, hasta que de su grupo solo él quedaba en pie; antes de que fuere atravesado por

lanza, tomó un pequeño cuchillo de piedra negra afilada y se lo incrustó en el corazón al


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tiempo que exclamó “¡Yo Soy el águila que se alza!” Cayendo con un trueno que con sus

rodillas tocó el suelo fulminando en luz a todos sus adversarios; los jaguares restantes

temblaron ante el estruendo de la ejecución que hizo día de la noche, interpretándolo como

descontento del señor de la guerra, por lo que de inmediato arrojaron sus armas al suelo.

Vio un guerrero que permaneció en pie empuñando escudo y lanza orgullosa ante sus

iguales.

“¡No teman del trueno! ¡Porque el trueno es nuestro!” –Exclamó alzando su lanza el

soberbio guerrero-

¡Tú eres del trueno y Yo Soy el trueno! –Se escuchó desde la gran casa sur, para luego de

entre las llamas se dejara ver el Gran Señor Ilhuicatl Xoxouhqui acercándose majestuoso

con su escudo y serpiente de fuego por espada-

Eva vio que de inmediato todos, incluido el más altivo, se postraron de rodillas con la frente

y manos en tierra, callados y sumisos ante su gran señor, con una emoción indescriptible por

tener el honor de verlo encarnado ¡No les importaba el castigo ni su furia si alguna falta

habían cometido! Sus corazones eran suicidas y no sabían encontrar el gozo más que en el

miedo ¡Y el suyo en esos momentos era divino!

¡La guerra es un arte delicada en el proceso de la existencia, se hace para abrir paso a la

vida no para destruirla! ¡Matar si no tiene la finalidad de perpetuar es aniquilar! ¡Para mí

una afrenta más que ofrenda! –Sentenció Ilhuicatl Xoxouhqui-

¡Ustedes eran los orgullosos guardianes de Aztlán! A su servicio para defenderla de otros

pueblos y mantener su grandeza soberana ¡No para destruirla! ¿Qué han dejado de valor

para conquistar? ¡Si todo el fuego lo arrasó! –Dijo enfurecido en llamas aquel divino

señor guerrero de ojos verdes-

A cambio de tal servicio, les permití los tributos propios de la guerra, pero tomar por asalto

a su madre es una falta que no puede ser perdonada y por ella serán castigados.

¡Tú, mi capitán en tierra! ¡Mi querido Copilli! –Dijo señalando al más orgulloso-

Creciste tanto en arrogancia que pequeña te quedó la silla de mi casa, queriendo ocupar

todas las demás ¡Estúpido! Todo tiene un equilibrio y ni Yo puedo alterarlo ¿Quién eres tú

para determinar que los jaguares debían sentarse en el lugar de las águilas? Si ellas nunca,

aunque puedan, han querido el nuestro ¡Para que seamos jaguares es necesario que ellas

sean águilas! Olvidaste la humildad, que por más fiero todo guerrero debe tener siempre

presente; y en tal locura acabaste con el lugar de las garzas ¡Gracias a él podíamos hacer la


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guerra! ¿Ahora cual será tu bandera? ¿Tu estúpida arrogancia? No puede haber infierno

desatado por la guerra si no hay un paraíso al cual defender o aspirar ¡Y tú lo has quemado!

Aquí eran todos libres de enfermedad y pena, porque en mi nombre Ustedes lo llevaban fuera

de éstas tierras ¡Nosotros nacimos para gobernar el infierno de la guerra, no para

conquistar el paraíso de la paz! ¡Por ello te sentencio a ofrenda príncipe Chicomozteca de

grandes antepasados! ¡Te convertirás en nopal que habrá de esperar al Águila! ¡Para que

nunca olvides que es sobre nosotros que una gran nación se funda y no al contrario! ¡Que la

tierra no puede estar arriba de los cielos aunque a veces así lo parezca!

¡A Ustedes! –Dijo a los demás guerreros-

Les doy por servicios pasados la dignidad de que sea por su propia mano y no por mi trueno,

respetando a sus hijos en los cuales habrá de renacer camada de jaguares dignos de mi casa,

que no perviertan su naturaleza ni se desvíen de su tarea –Concluyó sentencia Ilhuicatl

Xoxouhqui-

“¡Que con nuestra sangre sean lavadas nuestras faltas mi Gran Señor!” –Dijo Copilli, el

líder de los guerreros arrodillados, al tiempo que deslizaba de extremo a extremo de su

garganta la fina hoja de piedra negra de su técpatl con una sonrisa en su faz mientras se

convertía en imponente nopal; ejemplo seguido de inmediato por los demás-

Eva vio una Ciudad fantasma, roja brillante, cubierta en sangre y llamas, por la cual solo

caminaba Ilhuicatl Xoxouhqui, dirigiéndose a la cueva del lago, el cual se abrió para dejarlo

de frente al grupo que encabezaba la mujer embarazada.

“¡Aquí ya no es Aztlán! ¡Vayan en busca de otra isla para levantarla nuevamente, como

nuestros padres lo han hecho desde el principio de los tiempos! Guíalos Tú, su reina ¡La

primera Atotoztli!” –Ordenó a la mujer-

¡Gracias Gran Señor! –Dijo la embarazada-

Nada tienes que agradecer mujer, debo cuidarlos porque gracias a Ustedes puedo llevar mi

tarea a cabo; lleva a tu hijo águila a nacer emigrando, para que los hijos de sus hijos

encuentren la nueva tierra prometida, donde refundarán Aztlán y habrán de gobernar.

Llévate también a los hijos de los jaguares que han pagado su falta, debemos reestablecer

nuevamente equilibrio.

Los jaguares verán cuando lleguen a un águila devorándome como pájaro de fuego sobre

Copilli, para que no olviden nunca más el orden de las cosas ¡Que nosotros los rojos

debemos siempre servir a los azules! ¡Aun si causándoles sufrimiento eso sea! ¡Aun cuando

en apariencia los conquistemos, estaremos abonando a su propia conquista, siendo nosotros


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los esclavos al final! ¡Es la misión asignada al guerrero jaguar que nace del águila! Que en

recompensa última podrá quebrar su lanza contra su escudo y pecho para liberarse y águila

renacer ¡Porque la guerra es poda humana de la cual brotará robusta su divinidad!

¡Y en cierta forma es un acto de amor verdadero! No en el ánimo del guerrero por supuesto,

que tan solo es un peón, el cual habrá de encontrar lo que merece en la conquista de lo que

desea ¡Por ello se dice que debes tener cuidado con lo que pides! ¡Porque se te puede

conceder! –Sentenció Ilhuicatl Xoxouhqui-

¡Es un acto de amor del Único y Verdadero! Al liberar capacidades del apego de los

conquistados, a quienes se les puede obligar a perderlo todo, pero no puede quitárseles la

oportunidad de encontrarse a sí mismos en tal proceso; pues para ser jaguar se requiere solo

fuerza mortal, para ser águila es necesaria voluntad ¡Que es la divina! ¡Aliento del Único y

Verdadero! Que solo en Ustedes puede reproducirse y mantenerse tibio en el pecho, latente,

en donde podrá aguardar años de sequía y sufrimiento ¡Pero ésa semilla tendrá siempre la

capacidad de germinar! ¡Sin importar cuanto maltrato reciba! No se descompone como la

maceta que la contiene ¡Por el contrario, se abona del miedo, del dolor, de las penas! Por

ello los dioses inmortales en Ustedes residen.

Siempre los humanos encontrarán la verdad del Ser al interior, donde mora y se refleja el

Único y Verdadero ¡En ningún otro lugar habrá de encontrársele! ¡Ni en templos, ni en

nosotros! ¡Ustedes son su templo mujer! –Cerró la charla con Ella-

Ustedes por su parte verán una serpiente –Dijo a los pocos guerreros águila que

custodiaban el grupo a peregrinar-

¡Porque Yo Soy gemelo de mi bello hermano, la serpiente emplumada! No olviden que lo que

se ve, está en los ojos y corazón de quien lo hace. ¡Ahí se fundará la nueva nación, a los pies

del lago de la luna, nuestra Madre! ¡Hoy terminó el día de los jaguares por el técpatl e inicia

la era de Cuauhtli! En la cual águilas y jaguares aprenderán a ser hermanos por la nueva

emigración, llevando el mismo nombre como pueblo –Concluyó el Gran Señor-

No se dijo más, Eva vio como Él retornó a su casa en ave de fuego y el grupo al que se

habían integrado los cachorros partía en nuevo peregrinar que duraría doscientos años, en

los cuales Madre Luna le mostró las penurias que el pueblo guiado por Ténoch, el hijo del

hijo ya nacido de la mujer, tuvo que pasar antes de ver la señal, lugar donde se establecieron

para construir la nueva Ciudad, en la cual nació el puñado de rayos, su hijo Acamapichtli,

con quien inició el linaje de los nuevos grandes oradores ¡Era una Ciudad hermosa! Replica

perfecta de azules aguas y verdes prados, tan rebosante de vida que hasta los peces parecían

volar de alegría.


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¡Hombres al fin! –Dijo Luna-

¡Mira cual bella resurgió Aztlán! Y mira como el poder volvió a corroerla desde sus

cimientos ¡Tal parece que la historia es condena! ¡De nuevo los jaguares hacen la guerra

para su beneficio y no para el de la guerra misma! Desde el que empuñó la caña hasta la

serpiente de obsidiana que de la casa del águila surgieron se convirtieron seducidos en

jaguares.

¡Fue cuando nació el flechador del cielo! ¡El consentido de mi Señor hermano! Aun así le

advirtió: “¡La guerra es sacrificio, no dejes que tus guerreros encuentren placer en ella! ¡Es

un vicio tal cosa! ¡Como tu fuerza, que solo se sacia vanidosa en batalla! ¡Deben sentir la

pena necesaria! ¡Conquista y crece con tus alianzas, pero no hagas de mí tu única forma de

vida y sustento! ¡Que si eliges ser solo conquistador, igual tu sangre servirá solo para ser

conquistada!” Tales fueron las ciertas palabras de mi hermano al flechador a punto de

hombre en su primera victoria, en la cual capturó tal cantidad de prisioneros que en los

mismos sacrificios en honor a mi Señor hermano fue coronado; desde joven tenía tal fuerza y

puntería el Alcides de éste mundo, que incluso a mis hermanos en los cielos podía herir con

su arco y flechas –Relató Luna-

¡Míralo!

Eva se encontró en noche caída al campo de batalla, viendo como un hermoso joven moreno,

de ojos azules y atlético cuerpo se abría camino entre sus adversarios con una fuerza

descomunal, derribando con un solo golpe de su macuahuitl a cientos de ellos, de los cuales

decenas despedazados caían muertos antes de tocar el suelo; mientras que sus flechas eran

como los mismos rayos de hermano tuerto; después de la batalla vio como la casa de

Ilhuicatl Xoxouhqui era teñida de rojo completamente con la sangre de los sacrificios ¡Tanta

que ni caminar se podía! Por lo que fastidiados, mis hermanos de Colibrí mandaron una

lluvia torrencial para lavarla y reprender al vencedor en su exceso.

Vio como el flechador pidió ya con el agua al cuello a Ilhuicatl Xoxouhqui que por Él

intercediera, con lo cual cedieron las aguas retornando a los ríos y lagos.

¡Mi Señor hermano lo malcrió! –Dijo Luna-

Después de eso, el flechador en arrogancia apuntaba cada noche a mis hermanos con sus

flechas ¡Se atrevía a desafiar a todos los hermanos de mi Gran Señor! ¡Y sin motivos lo

peor! Más que su propia vanidad azuzada por guerreros que le adoraban casi tanto como a

mi Señor hermano.


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El flechador olvidó la advertencia y se convirtió en el más grande conquistador nacido en su

pueblo –Dijo Luna, mientras le mostraba innumerables batallas en las cuales se alzó

grande, siempre victorioso el protegido de Ilhuicatl Xoxouhqui-

¡A quien tenía destinado para derrotar al ejército del otro mundo! ¡Qué gran conquista sería

aquella en la cual retornaría a viejo mundo en sus propias naves invasoras! ¡Así daría inicio

al reinado de las águilas en la tierra que habría de durar mil años! ¡Tanto lo apreciaba mi

Señor hermano que a menudo bajaba como su temaxtiani! ¡Lo preparó personalmente para

ser rey del mundo! –Exclamó Luna-

Eva vio pasar años en minutos, en los cuales floreció ya como imperio la Ciudad hija de

Aztlán ¡Uno tan poderoso como sangriento! Aun cuando veía actividad comercial y agrícola,

talvez para no dejar en el aire la advertencia de su maestro, era claro que el flechador había

forjado el poderoso imperio en el filo de la obsidiana, que es más agudo que el del acero.

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Luna bajó no tanto para escucharla, sino para que Eva viera su rostro reflejado ¡Era Ella en

tiara de hermosas plumas y tersa tez achocolatada! Eva quedó sorprendida al verse espejo

en aquella desdichada princesa, mientras su padre con la corte daban inicio a los sacrificios,

que hicieron mezcla de sangre y copal, con la que fue atraído un colibrí que directo voló al

complejo, sin poder llegar a su ofrenda, pues se frenó en los ojos de Huitzilxochtzin.

El Colibrí aleteaba estático frente a Huitzilxochtzin, a la altura de su corazón; ella se

maravilló por la visita, extendiendo su mano a riesgo de ahuyentar al ave, la cual se posó en

ella por breves instantes, para volar nuevamente alrededor de la mujer que le había

cautivado; en su terraza se formó una cortina perfumada en la que se desvaneció el Colibrí

para emerger imponente Ilhuicatl Xoxouhqui, ante quien de inmediato Huitzilxochtzin se

arrodilló.

Tú debes estar siempre a la altura de mi pecho ¡Porque te has convertido en mi corazón,

Señora mía! –Dijo Ilhuicatl Xoxouhqui, al tiempo que ponía rodilla en suelo para nivelar

los rostros-


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¡Pero mi Señor, Yo Soy una simple mujer! –Replicó Huitzilxochtzin, alzando la vista para

cautiva quedar de aquellos hermosos ojos verdes-

¡Y ahora simple hombre por ello seré! ¡Porque ya tengo corazón en ti y latido en el pecho

Señora mía! –Contestó Ilhuicatl Xoxouhqui, al tiempo que le acariciaba una mejilla,

mientras Luna se alejaba respetuosa de la pareja que ya se fundía en un beso-

Eva vio el pasar de muchas lunas por aquella alcoba, de la cual hicieron su mundo los

enamorados, mientras el flechador caía en desesperación, pues por más sacrificio que

ofrendara a su Gran Señor, éste no descendía ya como antes, cuando incluso con él

platicaba.

El desposeído aprovechó su temor de haber perdido el favor divino para llevar a cabo sus

planes, que incluían sembrar pánico entre águilas, aseverando que el Señor Sol moría por

culpa de la debilidad de su pueblo ¡Había que alimentarlo con agua roja preciosa!

Fomentando así guerras que aportaron tierras de tributo en las cuales flechador

desesperado sembró el odio y resentimiento de sus aliados.

¡Realizó sacrificios que daban inicio con la luna y no paraban hasta que saliera el sol! En

los cuales incluía no solo a prisioneros, sino a vírgenes hijas de aliados como especiales

ofrendas. Así el desposeído aseguró la guerra como suprema misión y prioridad en el

imperio ¡Ya no importaban los tributos económicos ni las tierras! Solo la sangre, que los

convirtió tan poderosos como odiados por sus propios hermanos de Ciudades espejo.

¡Era un plan tan perverso como perfecto! ¡Solo que el desposeído lo cometió en nombre de

mi Señor hermano! A quien tuve que interrumpir de la alcoba en la que hubiere querido

pasar toda una vida, para enseñarle los ríos de sangre que corrían por las calles en su

nombre –Dijo Luna-

Mi Señor hermano bajó para sorpresa del flechador no del cielo sino de los aposentos de su

hija, ya en mortal cuerpo.

¡Ahora entiendo mi Gran Señor! –Exclamó en júbilo el flechador, al tiempo que se postraba

a sus pies-

¡Era mi amada hija el motivo de tu abandono! ¡Por ella el sol cansado, nublado salía todos

los días! No estabas muriendo, solo agotado –Dijo con una sonrisa pícara-

Por Ella, que es mi corazón, hombre soy flechador ¡Y que eso y no ser su padre te valga para

no recibir castigo por tu soberbia! Juré no hacer uso de poder alguno para poder disfrutar


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de la dicha llamada amor en mortal tiempo ¡Solo Tú me reconocerás en una vida que

caminaré entre Ustedes! –Dijo Ilhuicatl Xoxouhqui-

¡Pero mi Señor, necesitamos de su poder y protección! Solo hombre, pues… -Balbuceaba

flechador, tratando de entender y no ofender-

¡Como hombre me basto y sobro flechador! ¡No temas! ¡Que quien me arranque el corazón

sufrirá la ira del dios! ¡La batalla definitiva se aplazará! ¡Es mi voluntad disfrutar al

servicio de éste amor toda una vida y así será! Nadie volverá a verme en mi casa sur y no

revelarás mi felicidad.

Harás soberana de tu pueblo a Huitzilxochtzin, a quien darás en alianza de trámite con hijo

devoto de soberano hermano tuyo, que jamás estará en la misma Ciudad que Ella ¡Ya ordené

en sueños al joven príncipe Tezozómoc cumplir con la tarea! –Instruyó Ilhuicatl

Xoxouhqui-

¡Pero mi Señor! ¡Es una mujer! ¡Las Águilas nobles no aceptaran por tradición como

soberana a mi hija, por más que sea ante sus ojos mi favorita! –Apeló tímidamente

Flechador-

¡Es mi voluntad! ¡Aceptarán por ello! Y porque en ti tendrá al más fiero capitán ¡No te

acobardes disminuyendo tu fuerza flechador! Que yo estaré como un lejano sobrino a tu

servicio y guardia personal de la reina, para cuidar que se cumpla lo ordenado ¡No olvides

que aun siendo hombre Soy el que Soy flechador! –Concluyó-

Eva vio la reunión convocada en la cual todos las Águilas aceptaron a excepción del

desposeído, quien invocaba cuanta ley o tradición aplicara para en aparente respeto hacer

recapacitar a su soberano, hasta que el flechador le sentenció que sí quería mantener la

cabeza sobre los hombros debía acatar su voluntad que era a su vez la de su Gran Señor.

El desposeído humillado guardó silencio mientras su corazón gritaba a los dioses oscuros

¡Venganza! Sin tener más remedio que exiliarse a la Ciudad de sus antepasados, a la espera

de mejor oportunidad.

Eva vio en incontables lunas como florecía el imperio en manos de una reina virgen a los

ojos de su pueblo, de quien se decía un dios estaba enamorado ¡El pueblo la adoraba como

ningún águila hubiera podido imaginar! Pues algunos tenían el reservado deseo que desde

las clases bajas se iniciara la revuelta, para deponer a la primera mujer que ocupara el

trono reservado para ellos.

Así muere de viejo el flechador, tranquilo y confiado de que su pueblo había encontrado la

paz en el reinado de su hija, pero sobre todo orgulloso de los tres nietos que de divina


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semilla nacieron; Huitzilxochtzin gobernó soberna siete felices años al lado de su capitán

amado, quien nunca aparecía en público, solo atrás de ella cuando al frente de las tropas

había necesidad estuviera la reina.

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Así que de nada pudo convencerlo, en cambio, sombras oscuras en las cuales solo veía un

ojo rojo, sí lograron persuadirlo de matar a quien le revelaron sería la única amenaza al

gran imperio para Él prometido ¡El hijo de su hermano! ¡El flechador joven! Al cual le

aconsejaron matar para que no se convirtiera en el hombre de coraje que sería señor sobre

todos los señores ¡El mayor de todos! –Reveló Luna-

Eva pudo ver como en una batalla, escudado en el polvo y confusión, las espinas del águila

intentaron segar la vida del flechador joven, quien acompañaba a su tío siempre confiado;

pero antes de que asestara mortal golpe, el rio salió de su cauce llevándoselo para siempre.

Aquel niño casi joven nunca deshonró la memoria de su mayor, jamás revelando la verdad,

dejando para la historia que por accidente en una inundación, su gran tío, el prometedor

emperador pereció.

El flechador joven trataba de consolar a su joven abuela, que había sufrido la pena máxima

que a los padres puede imponérsele ¡Ver morir a sus hijos!

“¡Yo Soy hijo de tu hijo y reflejo de tu padre! No importa lo que digan de tu esposo, importa

la sangre del flechador de los cielos que por nuestras venas corre” –Decía el flechador

joven a una otoñal Huitzilxochtzin, mientras miraba de reojo y con recelo al maduro capitán,

que siempre en silencio permanecía, pero jamás a más de dos metros de la reina madre-

¡Así fue proclamado emperador el hijo del hermano avergonzado! –Continuó Luna su

relato-

Resultó tan sangriento o más que su tío, organizó ambicioso el imperio en muchas provincias

para administrar mejor los tributos, aprendiendo la valiosa lección otorgada por Colibrí:

“¡No hacer de la guerra su único sustento!” Era más cruel y despiadado en el cobro de

tributo que en la guerra, al punto de que alimentó la semilla de traición a los dioses por


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parte de los altépetl sometidos, que vista la futura oportunidad ¡fueron los verdaderos

conquistadores de sus opresores! –Dijo Luna-

Sí Eva, Él llevó la guerra a otro nivel, ahora la sangre ya no importaba, que la casa del sur

abandonada por décadas estaba, ya no había temor ni devoción por mi Señor hermano en los

jóvenes jaguares, que no veneraban más que su propio ego y comodidad ¡Fueron los

jaguares más perversos que haya visto! Dieron la espalda a su Señor para acariciar en

avaricia los tributos en su nombre conseguidos.

El joven se convirtió en un monstruo de vanidad, exigiendo tributos exóticos y un trato

equiparable al de mi Señor hermano, convencido de que llegado el momento la victoria de la

guerra de los mundos será suya, para lo cual tomó por esposas a muchas doncellas nobles, a

quienes imponía la apremiante tarea de aprovechar su semilla y darle la mayor

descendencia posible, para futuros príncipes del mundo ¡Todo esto alimentado por sueños de

grandeza en los cuales el ojo rojo alimentaba en sueños ocultos retorcidas ambiciones! ¡El

joven se había convertido en el consentido de un hermano tuerto de su padre! –Exclamó

Luna-

Mientras la reina madre se había retirado, voluntariamente enclaustrada en sus aposentos,

sin luz en los ojos y con un fiel capitán que compartía solidario su pena, esperando ambos

ya, el fin de sus tiempos ¡El hermano tuerto había elegido ya digno sucesor para el reino de

la tierra! ¡Aquellos de otro mundo venían para encontrar su perdición y regresar con su

conquistador! En esos mismos sueños oscuros, el ojo rojo le ordenó matar a su abuela, pues

no podía haber más sol que uno, al igual que una sola fuente de agua preciosa roja de la

cual brotarían los soberanos del mundo.

El joven tomó por asalto los aposentos de la reina madre con cuatrocientos jaguares

poseídos de espíritus surianos, llegando hasta las puertas de la alcoba real, en donde

encontraron al fiel capitán empuñando su escudo y macuahuitl, sin mediar palabra se

abalanzaron sobre Él, sabiendo era un adversario formidable, más para su sorpresa no hizo

por defenderse, recibiendo en su humanidad lanzas y furiosos golpes de macana, ante lo cual

su corazón paró al tiempo que sus ojos se encendían en llamas, como lo hacía su macuahuitl,

que se convertía en serpiente, revelando su identidad verdadera ante la cual cayeron

postrados todos los jaguares, para ser arrasados de un solo tajo por el fuego de la serpiente,

mientras que al joven la vida le dejó –Dijo Luna-

“¡Tú, el más joven de mi carne! Vivirás para cuidar de mi reina amada, porque en ambición

has matado al hombre dejándome pleno en esclavitud divina nuevamente ¡Ahora tengo que

librar una batalla con aquel que enturbió tu sueño! Aunque seas la trampa a la cual trae a su

propia gente, ahora yo habré de equilibrar la balanza con mis otros pueblos ¡Ya verá quien

es el hijo de la que tiene su falda de serpientes! En otro tiempo éramos, queriendo

favorecerme en comparación, a lo mucho iguales, pero en estos, donde he sufrido mortal


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¡Habrá de conocer mi hermano espejo la riqueza del poder humano en mí!” –Le dijo mi

Señor hermano al joven que echaba despavorido a correr-

Desde su alcoba la reina madre vio como la casa sur de mi Señor hermano iluminaba la

noche en llamas, por lo que entendió de inmediato lo sucedido y se determinó a entregarse

en manos de Ixtab, tomó su hoja fina de obsidiana con oscura intención, sin embargo, antes

de que tocase su pecho, la hoja se derritió ante las llamas que desprendía el Colibrí que en

llamas ingresó a su alcoba para impactar su vientre, sembrando juventud y vida en ella.

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El joven emperador, decidió tomar partido por nuevos dioses anunciados por los cuatro

ancianos sacerdotes, quienes le aseguraron era imperativo matar a la reina madre, por estar

fecunda de un cometa; por lo que solo se dirigió en nuevo intento a la alcoba de su abuela,

quien para su sorpresa lo esperaba de pie, al verlo entrar con técpatl en mano exclamó “¡Te

estás perdiendo hijo mío! ¡A donde irás, a donde puedo llevarte, sí tu destrucción está

próxima! ¡Están a punto de perderse todos mis hijos contigo! Que hombres extraños vienen

ya por el mar trayendo jaguares de acero que solo saben procrear muerte y llanto,

devorando a nuestra raza ¡Por la cual lloraré eternamente como madre!”. Le exclamó en

llanto desesperado, ante lo cual el joven tiró su arma y volvió a huir del aposento.

Sin embargo, los viejos sacerdotes, previendo la posibilidad de que eso sucediera, habían

encomendado a un grupo especial de jaguares la tarea, adoctrinándolos en la creencia de

que dioses más poderosos habrían de llegar para perpetuar por siempre la era del jaguar,

humillando a aquél en nombre de quien sus padres fueron sacrificados –Narró Luna-

¡Mira Eva! Como entran en silencio con piedras como armas, mira como es lapidada madre

reina, soberana poseedora del tlatocayotl, sin el cual ningún emperador podrá presumir

legítima corona –Le dijo Luna-

Eva contempló con horror la escena, quiso intervenir y secretamente invocó al Colibrí, que

en fuego a Luna subió para retomar a la pasajera de sus ojos, que en esos momentos eran de

fuego en cólera y agua en llanto.


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Eva solo pudo ver que antes de ser tocada por la primera roca, del vientre Huitzilxochtzin

emergió un cometa que remontó vuelo para surcar los cielos, mientras su madre era muerta.

Vio al joven emperador enloquecido de remordimiento y temor, que se arrancaba a

mechones el cabello y barba al paso del cometa como una columna de fuego que encendió la

casa del Colibrí, mientras por costas no muy lejanas hombres blancos barbados

desembarcaban.

Eva sabía el resto de la historia, pero no conocía la lucha que entre hermanos espejos se dio.

El colibrí surcaba furioso el tiempo y espacio, hasta llegar a un punto en el cielo donde

incendió el monte de hermano tuerto, quien en respuesta envió un rayo a la casa sur, que

hizo arder pero no pudo destruir. Vio frente a frente a hermano tuerto con el Colibrí que

nuevamente le había depositado en Luna, para que atestiguara el duelo de titanes.

¡Qué astuta jugada hermano tuerto! –Exclamó el joven de ojos verdes empuñando escudo y

serpiente de fuego-

Los que vienen, no lo hacen para conquistar, sino para encontrar a tu elegido de entre los

míos para gobernar el reino de la tierra ¡Cosa que no permitiré! –Sentenció al tiempo que

lanzaba el primer golpe-

Así Eva los vio luchar, entre rayos y llamas por un minuto que parecía una eternidad, iguales

en poder los hermanos espejo, era una batalla que podía durar hasta el final de los tiempos,

de no ser porque ambos se permitieron un golpe definitivo para terminar el duelo.

El hermano tuerto quedó cegado temporalmente, con la serpiente de fuego en su ojo

incrustada, mientras que el hermano Colibrí quedó con un rayo alojado en su pecho.

¡Porque sonríes, si te he atravesado el pecho! –Reclamó hermano tuerto-

¡Porque lo que en él buscabas ahí ya no se encuentra! Con mi amada se hizo cometa para

surcar los cielos del tiempo y encontrar destino –Contestó el Hermano Colibrí-

¡Esa fue tu jugada! ¡Ahora es mi turno, observa la mía! Mientras nos encontrábamos para

luchar, mi reina fue sacrificada y la misma suerte correrá el peón que de mi casa elegiste

para coronar rey de reyes –Exclamó, al tiempo que hacía ver a hermano tuerto lo que

temporalmente no había podido hacer por la serpiente alojada en su ojo-

¡En un parpadeo, hermano tuerto se perdió el curso de las acciones en tierra! ¡Ya habían

tocado nuestra tierra los extraños jaguares blancos y barbados del otro mundo! –Exclamó

Luna-


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El plan oculto de hermano tuerto se retrasó por la batalla con mi Señor hermano ¡Era una

emboscada! En la cual, uniría a todos los reinos de nuestro mundo al mando del joven

emperador para derrotar en batalla decisiva a los descendientes de las casas rojas del viejo

mundo, regresando en las mismas naves a tomar sus principales Ciudades, imponiendo

alianzas y fijando tributos, con lo cual habría de nacer su tan acariciado sueño de un rey de

reyes que extinguiera lo dado a la humanidad –Dijo Luna-

Ante la falta de revelaciones el joven emperador entró en pánico, pues se le había asegurado

en sueños que incluso el último Caltzontzin con su pueblo pelearía bajo sus órdenes en tan

ansiada batalla final; en vez de ello, sus mensajeros fueron decapitados por Tangáxoan, a

quien un Colibrí mensajero le había advertido ya, que serían utilizados en un plan perverso

de extraño dios, que el fin de los tiempos de su raza había llegado y debían de aceptarlo con

dignidad, para no permitir que de ella germinara la maldad suprema, era necesario

sacrificarla –Continuó Luna con su relato-

¡El plan de hermano tuerto era increíble! ¡Unos encontrarían en la conquista a su rey

esperado y otros en la victoria el camino al abismo! Y como nadie quería perder, su victoria

estaba prácticamente asegurada, de no ser por la voluntad de sacrificio de mi Señor

hermano, acatada por algunos señores y guerreros águila que dieron la espalda al joven

emperador, prefiriendo ver arder su civilización a continuar bajo su yugo.

¡Por ello mi Señor hermano astuto en su arte, ordenó tratar a los jaguares blancos como

dioses! Sometiendo así a todo su pueblo, pero evitando que hermano tuerto coronara a su

peón oculto, elegido de su propia carne; los reyes guerreros fieles al Colibrí fueron

sentenciados a ser atados a la cola de un rocín, para arrastrárseles, luego en rio ahogados y

finalmente ser quemados en la hoguera, de la cual se alzaron a la diestra de mi Señor

hermano para sonreír por la victoriosa derrota incomprensible a ojos mortales –Dijo Luna

jubilosa-

Así, todo fue avaricia, rapiña y caos en el viejo imperio que ardía ante los temerosos ojos del

joven emperador y la frustración de hermano tuerto, incapaz de controlar la codicia y

excesos de sus propios jaguares blancos ¡Aunque quiso armar de valor a su elegido peón y

darle su rayo al final! El joven preso del miedo enloqueció definitivamente, al ver que los

astutos señores de ciudades espejo habían vestido al capitán de los jaguares blancos y

barbados con el traje de la Serpiente Hermosa; dándole la espalda a su recién adoptado

señor tuerto, para buscar congraciarse con los jaguares blancos en vez de combatirlos hasta

la muerte.

A quienes colmó de regalos y placeres que despertaron como fuego vengador del Colibrí una

ambición desmedida en el corazón de los invasores ¡Mi Señor hermano dio vuelta al tablero!


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Le dejó su peón loco e inútil, mientras tomaba por asalto el corazón de los suyos, que ahora

pedían tributo para saciar el hambre de oro y sangre que les había despertado.

¡Nada fue casualidad! –Exclamó casi en risa vengadora Luna-

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Capturó rehén suya la mente del capitán barbado, a quien le hizo creer que en verdad era la

Serpiente Emplumada ¡Así tomó peón por peón mi Señor hermano en la partida! –Reveló

Luna-

¡Enloqueció entonces de miedo el joven emperador, al ver en sus ojos y el de los otros

jaguares blancos a mi Señor hermano y su furia! ¡Por ello no los combatió! ¡No por el temor

a nuevos dioses! Por ello se postró al servicio del jaguar barbado, en busca del perdón de

quien en sus ojos veía. Cosa que fue tomada a vergüenza por su pueblo, quien al no soportar

la indignación de ver a su señor inexplicablemente convertido en sirviente, optaron por

bajarlo de su balcón a piedra, con la cabeza abierta, terminando así su indecoroso

comportamiento.

Muchos jaguares blancos entendieron con su muerte la verdadera derrota que habían sufrido

al perder valiosa pieza cautiva, llorándole como si fuera un padre a decir de algunos, cosa

cierta en realidad, pues así como el joven emperador veía en los ojos del capitán general de

los jaguares blancos a mi Señor hermano, el otro veía en los del joven emperador a su Señor

tuerto ¡Ambos eran hermanos en un extraño enroque o intercambio de piezas de los Señores

hermanos!

Así los jaguares blancos entendieron que habían caído en una trampa y eran presa de

poderes más grandes que ellos mismos; ya que también poseído por mi Señor hermano,

Tonatiuh, otro capitán barbado de los jaguares blancos ordenó la matanza de todos los

nobles leales al joven emperador, que en la fiesta de Tóxocatl no volvieron a ver la luz del

sol ¡Eran más de mil nobles que rindieron pago atroz con su vida por la traición! Entre ellos

guerreros águila y jaguares de la antigua alianza; lo que derivó en una derrota y noche triste

del primer capitán, que le lloró infidelidad a esa buena mujer hasta entonces con él ¡La

fortuna! Que se reveló como en verdad es ¡Una mujer caprichosa, que siempre sonríe! Sin

que los hombres sepan si es con o de ellos.

¡Ésa mujer solo ama a mi Señor hermano! Y aun así, algunas veces se le ha negado

caprichosa en victoria, con el afán de que su hombre le implore quedarse o regresar, para

así sentirse amada por el dueño de su corazón ¡Nunca lo ha conseguido! ¡Mi Señor hermano


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jamás ha pedido cuartel ni clemencia! Ella regresa eternamente mansa a lamer las heridas

de su único y verdadero amor ¡Al único que jamás dejará morir, aun cuando a veces quisiera

matarlo! ¡El único que jamás habrá de suplicar su favor, fidelidad o permanencia!

Razón por la cual siempre favorece, al menos por un tiempo aparente, a los que arrojados

tienen en sus ojos y voluntad una pequeña pluma, una chispa de Él ¡Es por ello precisamente

que los levanta lo más que pude! Para luego abandonarlos, soltándolos en las alturas,

mientras ríe con su desgracia y sufrimiento al verlos caer implorando con lágrimas en los

ojos su favor ¡Ama ver el reflejo de su corazón en mortales ojos que por ella sueltan llanto!

Compensando en su vanidad lo que con mi Señor hermano no puede; talvez por ello nunca

favorezca al pueblo elegido por Él ¡Y mucho menos a ti Eva Garza! A otras como tú, ha

convertido en trofeo y tributo de aquellos a quienes encumbra ¡En definitiva, una mujer

despechada de celo llena, no es una mujer confiable! ¡Y menos Ella, que en una mano es la

divina victoria! –Sonrió irónica y sabia Luna-

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También ordenó mi Señor hermano a su general en jefe de los ejércitos Tlaxcaltecas dejar de

luchar sin rendirse, ofreciendo colaboración de aliado al capitán general de los jaguares

blancos, quien habría de tenerle confianza impuesto del genuino resentimiento y probados

agravios que por parte de los de la nueva Aztlán habían sido objeto. Por otro lado, se

instruyó al consejo de los cuatro señores integrarse en un cuerpo de pacificación

intermediario con otras ciudades espejo, para asegurar la sobrevivencia de sus hijos

pueblos.

Así mi Señor hermano no solo evitó el exterminio de sus pueblos, sino que aseguró el

nacimiento de una nueva raza que portaría latente su semilla destinada a gobernar azul el

mundo ¡Porque un conquistador verdadero aniquila toda posibilidad de continuidad y por

tanto de venganza de cualquier pueblo conquistado! ¡Jamás siembra su semilla en vientre

sometido! Pues habría de estar pervirtiendo su naturaleza e incubando futura derrota.

¡Qué magistral juagada de mi Señor hermano! Haciendo uso de dos pueblos hijos del mismo

padre, que no podían verse siquiera, para que mediante un tercero naciera su nueva nación,

en la cual habrían de ser hermanos todos y que estará destinada a gobernar al mundo entero

cuando el águila se pose en la casa construida por Hoban.

Pues los hijos de los grandes oradores padecerán discriminación en su propia tierra por

generaciones, pero al final habrán de conquistarla por abrumador número haciendo uso del

poder como pueblo. ¡Mi Señor hermano había elegido al de Xicoténcatl para infiltrarse en el

ejército enemigo y hacer cuna de ellos! Es por ello que su padre, convencido de que no se

trataba del regreso de la serpiente hermosa, accedió gustoso hacer alianza amistosa entre

naciones, como parte del plan de mi Señor hermano. Siendo así, suya en realidad no solo la

victoria, sino la conquista entera; de otra manera, aun cuando la vida en horca le costara.

De tal forma, sitiaron la Ciudad Isla por casi cien días, al final de los cuales había

determinado el águila quemar la Ciudad antes que entregarla ¡Mi Señor hermano intercedió

en sueños! Diciéndole que las cosas eran como debían ser, que era un valiente guerrero,

digno de su servicio; pero que ya no opusiera resistencia, pues para derrotar un futuro

presente y naciente imperio mundial de ajeno dios era necesario que se ofrendara el suyo en

un sacrificio mayor al de la quema, que implicaba humillación y atropello por siglos ¡Pero

que la victoria era suya en días muy pasados a mañana y su pueblo habría de resurgir como

digna águila de fuego! Así cayó la gran ciudad en garras de los jaguares blancos.

En auténtica vergüenza el último gran gobernante de su pueblo pidió al capitán barbado de

los jaguares blancos terminara con su vida, ya que no había tenido el poder para defender a

los suyos; en vez de ello fue usado como torturado peón en el nuevo tablero anteriormente

invertido ¡Y sonreía en su tormento! Pues veía en el fuego a mi Señor hermano complacido

sonriente y tal futuro en el cual la victoria era total.


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¡Cierto es que nuestro imperio cayó aquella noche! ¡Pero habrá de renacer! ¡Pues mi Señor

hermano victorioso logró que sus hijos pueblo prevalecieran! Para verse reflejados en

hombres y mujeres que en tu tiempo forjarán nuevos reinos ¡Naciones mestizas soberanas

por las cuales habrá de correr viva la sangre de Ilhuicatl Xoxouhqui!

Hermano tuerto se quedó sin su peón elegido para coronar rey de reyes y mi Señor hermano

ganó la batalla, evitando el reino rojo único de la tierra al menos por mil años más, tiempo

en el cual la movida oculta de mi Señor hermano hará que la sangre de su pueblo elegido se

mezcle migrada para ser mayoría en muchos reinos, en especial, el del norte, logrando una

conquista talvez no glamorosa pero sí muy efectiva, porque será nuestro pueblo junto con los

hijos de la recitación por simples números y capacidad de reproducción los que dominen en

milenios próximos, aun sobre los hijos del gigante rojo, con los cuales librarán cruenta

batalla –Profetizó Luna-

¿Hasta cuándo tanta guerra Luna? ¿Es que acaso estamos destinados a derramar por

siempre sangre hermana? –Preguntó en desilusión Eva-

¡Hasta el día en que las águilas comprendan que el rojo no es su color y los jaguares que no

es su destino volar! Que a unas les corresponde el sacrificio y a otros el perdón ¡Pues quien

no sepa sacrificarse estará destinado y sufrir y hacer sufrir! ¡Es por ello que la vida es la

oportunidad para encontrar dicho significado! –Luna contestó-

Porque la sangre derramada es el único camino que el jaguar conoce para combatir la

herencia maldita de hermano tuerto ¡Pero no la tributa correctamente! ¡Que es

consumiéndola cual combustible! La desprecia sacándola del cuerpo en inconsciente y

divino afán de limpiar su ser del rojo ¡Son las águilas quienes tienen la capacidad en el

corazón de purificarla y consumirla con el sacrificio verdadero Eva! ¡Mientras que los

jaguares las incuban en guerra, tributo y sufrimiento!

Llegará el día en que todos entendamos que no es derramándola sino quemándola en el

interior que conseguiremos alcanzar nuestro destino ¡Utilizándola como combustible del

corazón! En el cual habremos de encontrar vía ancha e infinita al Único y Verdadero –Dijo

Luna-

Desde que todo en la tierra comenzó, y mucho antes, se ha escrito la historia de muchas

razas con sangre, sobre todo en las que roja la tienen, que llorando nacen para igual morir,

pues en otras como la azul, el llanto es una expresión innecesaria ya; habrá quienes digan

que el hombre sabio es máximo peldaño por sus atributos, sin embargo, más avanzados e

inteligentes eran los homoraptores ¡Pero de sangre fría! Así como llanto no tenían, tampoco

contaban con otras emociones que al transmitirlas hacen únicos a los de tu especie ¡Capaces


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generar fuerzas imparables! Con las cuales se abren grandes portales a tal vía ¡Por ello la

serpiente hermosa necesita encarnar! Para que el latido humano entibie su sangre y la

ponga al punto necesario de combustión interna.

¡Por ello tu raza es hija de la violación y el incesto Eva! –Luna exclamó-

Dan luz con sufrimiento y mediante el sufrimiento se apagan ¡El sufrimiento que es

incansable alimento de la oscura llama del miedo! Pero también en el sufrimiento de dar luz

se siente la nobleza, el sacrificio ¡La bondad humana Eva! Ustedes tienen el privilegio de

elegir, de conformarse con lo que decidan sentir, sin importar a que sean predestinados,

tendrán siempre la última palabra ¡Señores de los dioses son, de ser capaces de gobernarse

a sí mismos! ¡Todo se reduce a la divina voluntad conferida! Nunca lo olvides hija, hermana

y madre mía; aun cuando en apariencia seamos las mujeres violadas o abusadas en muchas

formas, como buena tierra que somos terminamos invariablemente consumiendo a quien por

fuerza nos conquista, pues de nosotras nace, en nosotras muere y a nosotras regresa como

hijo nuestro ya el padre ¡No lo olvides Eva! –Dijo Luna al ver que Colibrí ascendía

victorioso por la amada pasajera de sus ojos-

¡Anda! ¡Ve con Él! Que por ti ha vuelto de la batalla, aun herido voló hasta aquí –Concluyó

Luna a manera de despedida, pues Eva remontaba vuelo nuevamente en los ojos del Colibrí-

Una vez más estaba donde sentía que ya pertenecía, al interior de Colibrí, quien majestuoso

volaba surcando tiempo y espacio, hasta llegar a su era; donde vio de paso la cruel batalla

en la que toda su vida cambiara, con la que inició su solitario peregrinar a la ciudad capital.

¡No me dejes ya! –Dijo acariciando con su voz aquellos ojos-

¡Nunca nos hemos abandonado! Aun sin encontrarnos, jamás nos hemos perdido, aun

cuando debamos estar a tiempos y espacios separados –Contestó el Colibrí-

El tiempo ahora de vuelo a mi lado terminó ¡Debes regresar a tu solitario peregrinar

Atotoztli la tercera! Para que tu hijo nazca donde los hijos sus hijos habrán de gobernar la

nueva Aztlán ¡En tu vientre voy Yo y el futuro pasado de todo nuestros pueblos Eva! ¡Tú

escapaste de la batalla, allá donde murió cobarde entre mujeres y heridos el después

llamado rey de la frontera salvaje!

Con pena llegaste a la Ciudad del hijo de Moses, donde nacerá con tu hijo la nación aliada

del Texo, que fuera reclamada por seis banderas y que se convertirá en una estrella más

para incubar a nuestros aguiluchos en el seno de la nación dominante en tu tiempo, madre

del cuarto imperio, que en su bandera de tajamar se anuncia mi hermano bello, con quien

nadie puede meterse o pisotear –Dijo el Colibrí-


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Vendrá el tiempo de nuestras águilas en tal nido incubadas, de las cuales descenderá uno

con la sangre de Ilhuicatl Xoxouhqui a la casa de Hoban; solo después de otro David, el

general de ejército al que ayudaré a tomar cinco playas para frenar a quien será en el futuro

pasado mi responsabilidad, por ser consentido en mi reflejo del martillo ¡Mi Starkad que

temprano se corrompió en roja águila!

Así como Yo he podido tomar piezas de hermano tuerto, Él lo ha hecho con algunas mías;

con ésa a punto estará nuevamente de consolidar su tan esperado reino en tercer gran

intento, al grito de guerra: “¡Un pueblo, Un imperio, Un líder!” Escuadras de defensa me

portarán orgullosamente con lealtad nombre de su honor –Advirtió el Colibrí-

Pero son acontecimientos que ya no te tocan mi querida Eva, de los cuales ni Yo puedo

prever resultado claro, que la verdadera amenaza y movida letal de hermano tuerto vendrá

como un globo después de la caída del cuarto imperio.

¡Será la madre de todas las batallas! En la cual espero el hijo de los hijos del tuyo se corone

en definitiva para terminar el juego que setenta veces siete se ha repetido con diferentes

piezas, en un mismo tablero. En vez de resultar las eternas tablas de siempre, talvez será la

batalla en que Madre nos ganará a todos en definitiva, alzando las mareas con la mortal

enfermedad de todo un pueblo –Deseó el Colibrí-

(…)


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Fin.

NOVELA "LAS EVAS VIOLADAS {CRÓNICAS DE AZTLÁN}" -VERSIÓN DIGITAL GRATUITA-

Spiritual

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