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    Las cloacas del Vaticano: el asesinato de Juan Pablo IUn cura espaol desvela las cloacas del Vaticano

    Sin haber llegado a las libreras, el ltimo libro del cura espaol, Jess Lpez Sez ha vdido ya ms de dos mil ejemplares. Una exhaustiva investigacin de ms de una dcada desvela las interioridades de los ltimos 25 aos en la casa de Jesucristo en la Tierra. Como reza el ttulo El da de la cuentaha llegado para Juan Pablo II.

    En 1978, el Papa Albino Luciani, conocido para la posteridad como Juan Pablo I,muere tras haber ocupado nicamente un mes la silla de Pedro. Una escueta investigacin que, oficialmente, excluye la realizacin de una autopsia, dictamina que la muerte se debi a causas naturales, en concreto, a la delicada salud del Papa; probablemente, olvid tomarse sus medicinas. En el transcurso de pocos aos, moriran Roberto Calvi y Michele Sindona, los banquerosdel Papa, cuyas conexiones con el Vaticano a travs del Banco Ambrosiano seran rumor durante aos e inspiraran a Francis FordCoppola para su tercera entrega de El Padrino. Tres aos despus, en 1981, el Papa Wojtila, sucesor de Juan Pablo I con el nombre de Juan Pablo II, sufrira un atentado a manos de un turco, Al Agca, en la Plaza del Vaticano. Todos estos extraos acontecimientos en un corto espacio de tiempo son los que mueven al cura espaol JessLpez Sez, por aquel tiempo, responsable de la enseanza catequtica en la Conferencia

    Episcopal, a comenzar una investigacin que correr paralela a su vida. Como l mismodice, citando a San Pablo, mediante la manifestacin de la verdad, nos encomendamosa toda conciencia humana delante de Dios.

    Por qu muri Juan Pablo I?

    A la luz de los testimonios de sus ms allegados colaboradores, Juan Pablo I lleg al Vaticano con una idea en su cabeza: regenerar la Iglesia. A pesar de ser un hombre de apariencia dbil, las gentes que le conocieron coinciden en desvelar un carcter mucho ms robusto del que, posteriormente, una parte de la Iglesia ha extendido. En 1972, siendo cardenal de la dicesis de Venecia, Albino Luciani despierta alos males de la Iglesia en un encuentro con el poderoso cardenal Marcinkus. Elencargado de la administracin vaticana haba vendido la Banca Catlica del Vneto al Ba

    nco Ambrosiano de Roberto Calvi sin consultar al obispado de esa regin, es decir,el propio Luciani. Cuando llega a Roma preguntando por qu la Iglesia se deshaca de una banca que se dedicaba a ayudar a los ms necesitados con prstamos a bajo inters, el entonces sustituto del secretario de estado, Benelli, le cuenta que existeun un plan entre Roberto Calvi, Michele Sindona y Marcinkus para aprovechar elamplio margen de maniobra que tiene el Vaticano: evasin de impuestos, movimiento legal de acciones. La reaccin de Luciani, recogida en el libro Con el corazn puesto en Dios: intuiciones profticas de Juan Pablo I, es de una enorme decepcin: Qu tiene to esto que ver con la iglesia de los pobres? En nombre de Diospregunt Luciani. Benelli, le interrumpi con un no, Albino, en nombre del dividendo.

    Mafia y masoneraUnos aos antes, a principios de los setenta, un oscuro contable, de nombre Roberto Calvi, comienza una fulgurante ascensin en el mundo de las finanzas italianas de la mano de su benefactor, Michele Sindona, miembro de la logia masnica P2. Fue lquien introduce a Calvi en los crculos vaticanos, concretamente con monseor Marcinkus, que pasa por ser, si no un integrante de la masonera del Vaticano, uno de sus ms firmes aliados. De acuerdo a las investigaciones del proceso mafia-P2, emprendido por la Justicia italiana, el estado Vaticano ejerci durante ms de una dcadacomo paraso fiscal, siendo el IOR (Instituto para las Obras de Religin, tambin llamado Banco Vaticano), aprovechado por la masonera para enviar el dinero a cuentasen Suramrica (sobre todo Argentina) y Centroamrica. sta sera la baza que intentara jugar el General Noriega cuando se vio invadido por su otrora benefactor, Estados

    Unidos: se refugi en la embajada vaticana de Panam.

    Segn qued demostrado en el sumario contra la logia P2, instruido en Italia a princ

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    ipios de los aos ochenta, la conexin Banco Ambrosiano-Banco Vaticano fue la puertaa travs de la cual Licio Gelli, jefe de la logia masnica P2 y agente secreto norteamericano, entr a formar parte del ncleo de personas influyentes en la Santa Sede. Lpez Sez hace suya una cita de Pablo VI en relacin con estos hechos: el humo de Satans entr en la Iglesia.

    En esas condiciones, el Papa Luciani, partidario de una reforma profunda de la I

    glesia, vena dispuesto a no andarse con contemplaciones. En el libro de Camilo Bassoto Mi corazn est todava en Venecia, se transcriben las siguientes palabras del Papa Luciani: s muy bien que no ser yo el que cambie las reglas codificadas desde hacesiglos, pero la Iglesia no debe tener poder ni poseer riquezas. Quiero ser el padre, el amigo, el hermano que va como peregrino y misionero a ver a todos, queva a llevar la paz, a confirmar a hijos y a hermanos en la fe, a pedir justicia,a defender a los dbiles, a abrazar a los pobres, a los perseguidos, a consolar alos presos, a los exiliados, a los sin patria y a los enfermos,

    Juan Pablo I llega al Vaticano con varias ideas claras, y as se lo comunica nadams ser nombrado al entonces secretario de estado Villot: destituir al cardenal Marcinkus y renovar ntegramente el Banco Vaticano. Aquella que se llama sede de Pedr

    o y que se dice tambin santa no puede degradarse hasta el punto de mezclar sus actividades financieras con las de los banqueros. Hemos perdido el sentido de la pobreza evanglica: hemos hecho nuestras las reglas del mundo, fueron sus palabras alllegar. Segn relata Camilo Bassoto, periodista veneciano y amigo personal de Juan Pablo I, pensaba tomar abierta posicin, incluso delante de todos, frente a la masonera y la mafia, publicar cartas pastorales sobre la mujer en la iglesia y la pobreza en el mundo. Luciani quera, en definitiva, revisar toda la estructura de laCuria, como relata Coppola en El Padrino III. No es extrao, por tanto, que hombres como Marcinkus no le recibieran de buen grado.

    Por qu Juan Pablo I?

    Contrariamente a los pronsticos de los conocedores de los entresijos vaticanos, el papa Luciani accede al papado en 1978, por encima de un polaco al que, muchos,incluido el propio Luciani, vean como futuro papa. El secretario de estado del vaticano Villot, ya antes de la muerte de Pablo VI haba dicho he encontrado al futuro papa: ser el cardenal Wojtyla. La victoria de Juan Pablo, por aclamacin, fue para muchos una seal divina de que algo iba a cambiar: la eleccin la ha provocado literalmente el Espritu Santo (cardenal Suenens); es una pena que no podamos contar loque hemos vivido! (cardenal Tarancn).

    Desde el momento en que accedi al puesto de Pedro, Juan Pablo I hizo constantes predicciones de que su papado sera corto. El obispo John Magee que, en un principio, se dijo fue quien descubri el cadver, recuerda en el libro de Cornwell Un ladrn e

    n la noche: la muerte del Papa Juan Pablo I:Estaba constantemente hablando de lamuerte, siempre recordndonos que su pontificado iba a durar poco. Siempre diciend

    o que le iba a suceder el extranjero. El propio Magee, secretario personal de Juan Pablo I, y amigo de Marcinkus, cuenta que, poco antes de morir, el papa le dijo: Yo me marchar y el que estaba sentado en la Capilla Sixtina en frente de m, ocupar mi lugar. Segn parece, Juan Pablo II confirm a Magee que, en el momento de la eleccin, l se encontraba casi de frente a Luciani.

    Unos das antes de morir el papa, otro suceso luctuoso poco conocido tuvo lugar muy cerca de l. El entonces nmero dosde la iglesia ortodoxa rusa, Nikodim, muere trastomarse una taza de caf en el transcuro de un entrevista con el papa romano. Este no aclarado suceso gener una reaccin anticatlica en Rusia tan honda que la heridano ha sido cerrada hasta hace pocos muchos aos. El cmulo de casualidadesprevias a

    su muerte no se cierra ah.

    Los hermanos Gusso, camareros pontificios y hombres de la confianza del papa, fu

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    eron destituidos unos das antes de su fallecimiento, a pesar de la oposicin del secretario papal, Diego Lorenzo. Al parecer, tambin por esos das una persona logr introducirse en los aposentos del papa, dejando en evidencia la falta de seguridaden el Vaticano. Para acabar de redondear todos estas extraas seales, un mdico vaticano coment al Papa das antes de su muerte que tena el corazn destrozado(el papa nohizo ningn caso). Tanto Marcinzus como el tambin cardenal Ugo Poletti, que iban aser destituidos de sus cargos, hicieron similares comentarios antes de su muert

    e: Qu barbaridad! Parece agotado!(el primero);en la ltima audiencia que tuve conho das antes de su muerte, le encontr particularmente angustiado. Me qued un nudo de dolor y preocupacin por su resistencia fsica, tanto que, cuando me enter del luctuoso suceso, me sent dolorido pero no sorprendido(el segundo).

    El periodista italiano, Mino Pecorelli, miembro arrepentido de la logia masnica P2, desde su revista OP, Observatore Poltico (ligada a los servicios secretos), publica el 12 de septiembre un artculo titulado La gran logia vaticanaen el que desenmascara la pertenencia a la masonera de cuatro cardenales: Sebastiano Baggio, Salvatore Pappalardo, Ugo Poletti y Jean Villot. En ese nmero, afirma: el papa tieneante s una difcil tarea y una gran misin. Entretantas, la de poner orden en el Vaticano. En otro apartado de la misma revista, propone a sus lectores la historia d

    e un papa laico que muere asesinado tras un breve y tempestuoso pontificado. UnPapa que es periodista en un diario. El arzobispo Luciani haba confesado en una entrevista que si no hubiera sido obispo, hubiera querido ser periodista.

    Llega el papa polaco

    Con estos antecedentes, Juan Pablo II alcanza el obispado de Roma en un ao 1978 plagado de acontecimientos trgicos, cuyas investigaciones provocaran, a su vez, laturbulenta dcada de los ochenta en la poltica italiana (ver recuadro). En realidad, como queda expuesto en el libro de Lpez Sez, Wojtyla haba sido promocionado a esas esferas a lo largo de la dcada de los setenta. en Estados Unidos. Con la ayuda de una profesora universitaria bien conectada, Wojtyla fue introducido en los crcu

    los prximos al poder a travs del cardenal de Filadelfia, Krol, y del poltico Brzezinski (ambos, de ascendencia polaca). ste ltimo, oscuro personaje ligado a Henry Kissinger, sera consejero de seguridad del presidente Carter y se carteara con Wojtyla a menudo siendo ya papa. As pues, la poltica exterior del Vaticano sufri un cambio de 180 grados a raz de la defuncin del papa reformista y la llegada del papa polaco. Con la llegada de Reagan al poder, la conexin entre el Vaticano y la Casa Blanca se hara todava ms estrecha, eligiendo el ex actor a sus representantes de poltica exterior entre catlicos; una va ms para aproximarse a la Santa Sede.

    La conexin entre el Vaticano, los Estados Unidos y la Mafia vendra propiciada porla mxima obsesin desde que Wojtyla llega al poder: acabar con el comunismo, el sistema en el que haba vivido y que todava reinaba en su patria. Segn diversas investi

    gaciones reflejadas en el libro de Lpez Sez, todava con Juan Pablo II en el poder del Vaticano se desviaran fondos ilegalmente del IOR, va Banca Ambrosiana, a la financiacin del sindicato polaco Solidaridad. En eso, como en otras cosas, coincidi el Vaticano con los Estados Unidos de la era Reagan (500 millones de dlares de ayuda para Lech Wallesa). El general Vernon Walters, recientemente muerto, de quiense dijo fue quiz l quien ayud al Espritu Santo en la eleccin de Wojtyla, y puede qucolaborase en la muerte del papa Lucianimantuvo estrecha relacin con el papa trasmostrarle unas fotos que demostraban la intencin de la Unin Sovitica de interveniren Polonia, su amada Polonia. Richard Allen, que fue consejero de seguridad delpresidente Reagan, afirm que la relacin de Reagan con el Vaticano fue una de las msgrandes alianzas secretas de todos los tiempos.

    Al parecer, la alianza vena de atrs. Segn afirma Lpez Sez en su libro El da de la c

    a, Vaticano-Estados Unidos-masonera-mafia siciliana-Cosanostra haban convergido enoscuras alianzas en la era fra, al unirles un enemigo comn: el comunismo. SostieneSez apoyndose en libros como El fantasma del pasado, de Flamigni, que la mafia sici

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    liana fue una especie de gobierno secreto estadounidense al finalizar la II Guerra Mundial, establecido para impedir la extensin del comunismo. La masonera, por su parte, estara controlada directamente por la CIA, a la que habra pertenecido Licio Gelli, el prncipe de las tinieblasde aquella poca en Italia. Segn el periodista italiano Ennio Remondino, que aportaba documentos del ex colaborador de la CIA, Richard Brenneke, el propio Brenneke afirmaba que Gelli y la P2 haban trabajado para la CIA recibiendo a cambio enormes sumas de dinero que Richard Brenneke sostena

    haber entregado al jefe masn. Este dinero era utilizado para alimentar el terrorismo de los aos setenta, amn de asuntos inconfesables (trfico de drogas y armas) ysobre todo, para desestabilizar el cuadro poltico.

    Como se demostr en el sumario abierto contra Roberto Calvi, el Banco Ambrosiano habra sido un trampoln al servicio de la CIA y la mafia para distribuir cantidadesastronmicas, con la complicidad de las ventajas fiscales del Vaticano, a parasos como Panam o Nassau, que despus serviran para financiar todo tipo de operaciones secretas (asesinatos, golpes de estado), fundamentalmente en Amrica Latina. All, en El Salvador y Nicaragua, se cometeran precisamente algunos de los ms tristes atentados contra clrigos catlicos de finales del siglo XX: Ellacura y cinco jesuitas ms (1989), Monseor Romero (1980). Curiosamente, Juan Pablo II haba despachado a Monseor

    Romero unos meses antes de su muerte en una audiencia en torno a las violacionesde los derechos humanos con un no me traiga muchas hojas que no tengo tiempo para leerlasY adems, procure ir de acuerdo con el gobierno. Como relata Lpez Sez, Monser Romero sali llorando de la audiencia papal, mientras comentaba el papa no me haentendido, no puede entender, porque El Salvador no es Polonia.

    El ejemplo de Aldo Moro

    El asesinato del presidente italiano Aldo Moro, curiosamente, tambin en 1978, elao de la muerte de Juan Pablo I, puede servir para documentar mejor su muerte y el posterior atentado a Wojtyla.

    El entonces lder del partido democristiano italiano haba decidido saltarse una delas normas de la poltica italiana de la era fra: la maana en que es secuestrado porel grupo de izquierda radical, las Brigadas Rojas, se dispona a formar gobiernocon los comunistas. El 2 de mayo del mismo ao, Mino Pecorelli publica en su revista: la emboscada de Va Fani lleva el sello de un lcido superpoder. El objetivo primario es, sin ms, el de alejar al partido comunista del rea de poder en el momentoen que se da el ltimo paso, la participacin directa en el poder. El cerebro director que ha organizado la captura de Moro no tiene nada que ver con las Brigadas Rojas tradicionales. El comando de va Fani expresa de forma inslita pero eficaz lanueva estrategia poltica italiana. Lo cierto es que ni la polica ni los servicios secretos parece que se esforzaron demasiado en liberar al presidente de gobiernode Italia, que morira el 9 de mayo, tras 55 das de secuestro.

    El mismo Pecorelli escribe el 17 de octubre en su revista el ministro de polica losaba todo, saba incluso donde estaba preso. El 16 de enero de 1979, Pecorelli anuncia nuevas revelaciones pero dos meses despus es asesinado: dos disparos y una piedra en la boca, por hablar. El miembro de Brigadas Rojas Prospero Gallinari reconoce que contaron con tutela externa en la realizacin del atentado: Entonces habaquien deba buscarnos y, sin embargo, no lo haca porque era de la P2, porque les convena la muerte de Moro. El general Giovanni Romeo, jefe del departamento del servicio secreto militar en aquella poca, dijo a la comisin parlamentaria antiterrorista instituida en los aos ochenta: cuanto todos hablaban de afrontar el terrorismomediante infiltraciones, el Departamento D ya lo haba hecho.

    Como demuestra Lpez Sez, los agentes de la logia P2 al servicio de la CIA, no lo ol

    videmosestaban infiltrados en los servicios secretos italianos, amn de tener habituales contactos con la mafia siciliana en asuntos como el trfico de drogas y dearmas, de donde salan los fondos para pagar golpes de estado y paramilitares en A

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    mrica Latina, fundamentalmente (el escndalo Irn-Contra del coronel North demostraraposteriormente estas suposiciones). De fondo estaba la frontal oposicin de los Estados Unidos a que los comunistas alcanzaran el poder en Italia. Un encuentro deAldo Moro con el todopoderoso Henry Kissinger, siendo todava ministro de AsuntosExteriores italiano, es relatado de la siguiente manera por la viuda de Moro: esuna de las poqusimas veces en que mi marido me relata con precisin lo que haban dicho sin revelarme el nombre de la personaHonorable, usted debe dejar a un lado su

    plan poltico para llevar todas las fuerzas de su pas a colaborar directamente. Aqu, o usted deja de hacer su plan o lo pagar caro. Entindalo como quiera. La suerte de Moro y la del papa Luciani parecan ir unidas en aquel 1978.

    El Papa Juan Pablo I, elegido en ese mismo ao 1978, haba decidido que la iglesia no deba entrometerse en asuntos poltico. Teniendo en cuenta la poderosa influenciaque la Iglesia haba tenido en la orientacin del voto hacia la democracia cristiana, no extraar el inters por verle desaparecer. William Colby, jefe de la CIA entre 1973 y 1976, declar en sus memorias que la mayor operacin poltida asumida por la CIAfue prevenir el avance comunista en Italia en las elecciones de 1958, impidiendoas que la OTAN fuese amenazada polticamente por una quinta columna subversiva: elPCI. En aquella poca, el dinero sucio penetraba en la poltica italiana en todos lo

    s partidos polticos, llegando a corromper tambin al partido socialista. Segn denuncia el periodista alemn Jrgen Roth Bettino Craxi, entonces presidente de la nacin y de los socialistas italianos, fue corrompido con millones de dlares de la P2. De acuerdo con los planes de la P2, en sus cuatro aos en el cargo asegur mediante decretos del Gobierno, entre otras cosas, el imperio meditico del miembro de la P2, Silvio Berlusconi.

    Atentado contra Juan Pablo II

    El cardenal Casaroli, secretario de Estado del Vaticano, sabe que el Banco Ambrosiano est siendo investigado por inspectores del Banco de Italia desde 1978, debido a un descomunal agujeroen sus finanzas y, en consecuencia, tambin el Vaticano.

    Cuando Juan Pablo II llega al poder, Casaroli, partidario de desprenderse de laparticipacin en el Ambrosiano y, por tanto, de Calvi, le informa a Woytyla de susintenciones. Este aprueba esa poltica, pero con mucha ms cautela que su precedesor, por eso no destituye a Marcinkus nada ms llegar y le ampara frente a la justicia italiana.

    El sumario del Banco Ambrosiano llega en enero de 1979 a manos de un respetado juez de la corte de Miln, Emilio Alessandrini, que decide, al parecer, impulsar las investigaciones. Diez das despus, fue asesinado oficialmente, por un comando de subversivos.

    A Alessandrini le sustituye el juez Luca Mucci quien en junio de 1980 inculpa a

    Calvipor exportacin ilegal de capitales, falsificacin de documentos y fraudes

    . Al conocer los accionistas principales del Banco Ambrosiano, la justicia italiana de

    scubre la conexin de esta institucin con el IOR del Vaticano. Un ao despus, MicheleSindona, padrino de Roberto Calvi, es secuestrado en Estados Unidos, por un grupo de masones. Entre ellos estn un tal Crimi, relacionado con la mafia siciliana.

    A comienzos de 1981, dos magistrados milaneses que investigan los lazos de Sindona con la mafia ordenan un registro del domicilio de Licio Gelli en la localidadde Arezzo, que pone al descubierto las famosas listas de la P2, parte de las cuales haba anticipado Pecorelli. Entre las 962 personas que aparecen hay polticos,militares, clrigos, agentes secretos, negocios, finanzas, y altos ejecutivos de medios de comunicacin. Esas listas causan una autntica conmocin en Italia, pues demuestran gran parte de las implicaciones mafiosas en el caso Calvi, acciones de te

    rrorismo de derecha y conspiraciones para derrocar al gobierno italiano. A consecuencia de todo ello, Calvi ingresa en prisin, pero una semana antes, ocurre otracosa importante, Juan Pablo II sufre un atentado.

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    La falsa pista blgara

    Al tiempo que Roberto Calvi peda ayuda a su amigo Marcinkus, Juan Pablo II es tiroteado en plena plaza de San Pedro. Para muchos, el atentado del siglo, un embrollo tan grande que, siguiendo los consejos expuestos por el general Ambrogio Viv

    iani, durante cuatro aos responsable del contraespionaje italiano, hemos buceadoen la poltica exterior: para analizar el atentado del siglo es necesario escribiren tres columnas las fechas de lo que ocurra entonces en Polonia, los movimientosde Ali Agca y lo que suceda en Italia(la aparicin de las listas P2).

    Veintids aos despus de aquel extrao atentado, la pista blgara, es decir, la conexie Al Agca, el partido mafioso turco Lobos Grises y los blgaros, para un gran nmerode investigadores no se sostiene por muchas razones. La primera: un asesino experimentado como Ali Agca no poda fallar estando tan cerca del Papa. Ello lleva a pensar a diversos investigadores que Agca no intent matar al Papa sino tan slo mandarle un aviso (curiosamente, ese mismo ao Ronald Reagan sufra un atentado muy similar a manos de otro aparente perturbado). Lpez Sez relaciona el proceso contra la

    logia P2 en el que caeran, entre otros, el mismsimo presidente del gobierno, Giulio Andreotti, y el jefe del partido socialista, Bettino Craxi, con la actividad del Banco Vaticano como tapadera del Banco Ambrosiano. Es decir, las mismas razones que haban mandado junto al Altsimo a Juan Pablo I estuvieron a punto de hacerlocon el papa polaco.

    Juzgado y encarcelado en 1981, Roberto Calvi sali en libertad provisional; el Vaticano, la Democracia Cristiana y los socialistas haban defendido su inocencia, pero al salir de la crcel se vio solo. Marcinkus se desentiende de l y tambin sus socios masones. Abandonado por todos, Roberto Calvi intent dar un giro hacia el OpusDei que inclua venderles sus acciones en el Banco Ambrosiano, con la consiguiente cuota de poder en el Vaticano que ello significaba. La presin sobre l para poneren orden unas cuentas con enormes agujeros, acab llevndole al suicidio, segn fuent

    es oficiales. Sin embargo, la forma en que fue hallado su cadver en un puente delTmesis (Londres) al parecer forma parte de un rito masn. Antes de morir, Calvi escribe una carta a Juan Pablo II, en la que reconoce haber actuado de intermediario de la Santa Sede en diversos oscuros asuntos y parece pedirle cuentas al propio papa.

    En 1982 la Justicia italiana procesa a Marcinkus y otros dos colaboradores en elVaticano. El proceso se prolonga por cinco aos, despus de los cuales, el Tribunalde la Libertad italiano declara la inmunidad de los acusados en base a los particulares acuerdos de inmunidad con la Santa Sede.

    En noviembre de 1982, el juez de Trento, Carlo Palermo, dicta rdenes de detencin c

    ontra doscientas personas de diversas nacionalidades, vinculadas con el trfico dearmas y de drogas. En el curso de ese sumario, verdadero antecedente de la globalizacin judicial, aparecern individuos y grupos tan diversos como mafiosos turcos vinculados a Ali Agca, el dictador panameo Noriega, la mafia pakistan y por supuesto, la CIA. Tras interrogar como juez instructor a Agca en febrero de 1993, el magistrado Palermo afirm sobre la base de datos verificados a nivel bancario, el asesino turco apareca vinculado a la cpula de la masonera inglesa y a las sectas integristas inspiradas en el culto de Ftima. Segn las investigaciones de Palermo, los turcos de la organizacin que apoy a Agca gozaban de la proteccin de Estados Unidos, como informadores o agentes secretos norteamericanosen sus negocios con droga y armas. Al parecer, Agca recibi ayuda de mafiosos sicilianos como Tot Rina y el alcalde democristiano de Trapani, Antonio Vaccarino. El turco Oral Cerik, padrinode Agca, hablar de dos monseores de la Curia romana implicados en el atentado contra el

    papa: Uno de esos monseores dijo a Agca que su encuentro estaba ya escritoUno rezaba por l, el otro afirmaba que el papa polaco haba armado el desbarajuste en todoel VaticanoAli Agca es un tirador formidable. Si hubiera querido, no hubiera fal

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    lado un blanco tan fcil a esa distancia. La verdad es que Agca no quera matar al pontfice. Su cometido era hacer exactamente lo que hizo: herirlo. Es lo que queranlas personas de la Santa Sede que organizaron el atentado.

    Lo cierto es que unos das antes del atentado, el papa haba cedido a las presionesdel Opus Dei al concederle la Prelatura personal, con la merma de poder que ellosupona para los masones vaticanos. En 1998 esta lucha interna entre Opus Dei y m

    asonera se cobrara, segn Lpez Sez, otras tres vctimas, dos guardias suizos y la mujede uno de stos. El teln de fondo: conocer quien dirigira la guardia suiza, la policavaticana, con toda la informacin que ello implicaba.

    Recuadro: La muerte de Juan Pablo I

    La versin oficial habla de que no fue practicada autopsia a Juan Pablo I, un hecho ya en s extrao, dada la repentina muerte del papa. Sin embargo, el profesor delSeminario Diocesano, Giovanni Gennari, afirma lo contario: por ella se supo que haba muerto debido a la ingestin de una dosis fortsima de un vasodilatador recetadopor telfono por su ex mdico personal de Venecia. Gennari le cont a Lpez Sez que su f

    nte fueun ilustre prelado vaticano el mismo da de su muerte

    . Pero sa no fue la nicaanormalidad cometida: el papa fue embalsamado prematuramente, sin esperar las 24

    horas que marca la legislacin italiana.

    Uno de los argumentos que desmienten la tesis de un infarto, defendida por la curia romana, es que la forma en que fue hallado no desvelaba la tpica lucha con lamuerte de un infartado, sino, ms bien, una muerte provocada por una sustancia depresora y acaecida en el propio sueo. El Papa apareci con unos papeles en las manos, como si la muerte le hubiera pillado leyendo.

    Gennari cont a Lpez Sez, de fuentes prximas a Benelli, entonces trabajando en la secretara de Estado vaticano, que el papa hizo abrir a las diez y media la farmacia vaticana y que debi equivocarse al tomar una dosis altsima de un medicamento que le

    provoc un infarto fulminante. Jos Luis Martnez Gil, responsable de la farmacia vaticana, cont a Lpez Sez que de la farmacia vaticana no sali ningn producto esa noche. El libro que controla ese almacn slo se puede ver con permiso de la secretara de Estado (cardenal Villot, un masn), pero su interlocutor haba llegado a verlo. Segn elDr. Cabrera, del Instituto Nacional de Toxicologa, los vasodilatadores producen hipotensin. Si se le dio un vasodilatador como Luciani, no me cabe duda, eso es unaaccin criminal.

    Sin embargo, el doctor Da Ros, mdico de Luciani, afirm que el papa estaba bien y que aquella tarde no le prescribi absolutamente nada. Todos sus mximos llegados coinciden al afirmar que Juan Pablo I estaba bien de salud.

    En un primer momento, se dijo que fue Benelli quien le encontr, pero fue su asistente personal, sor Vicenza, quien en realidad lo hizo. Como todo en este asunto,se llev con sumo secreto: Sor Vicenza fue obligada a callar.

    Hace un par de aos, la justicia italiana reabri el sumario por la muerte del PapaLuciani.

    Entrevista al cura Lpez Sez, autor del libro El da de la cuenta

    El da del aniversario del papado se ley en la misa el pasaje Se pedir cuenta

    -Por qu y cundo surge su inters por los asuntos oscuros del Vaticano?

    -En torno al ao 84, cuando le el libro de David Yallup.

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    -Qu pens cuando muri Juan Pablo I?

    -Me sorprendi que en un mes desapareciera pero entonces me faltaban datos. Claroque si yo hubiera tenido los que tengo ahora, seguramente me hubieran hecho desaparecer tambin. Entonces estaba en la conferencia episcopal; el mismo da que JuanPablo I tom posesin como papa, el 3 de septiembre del 1978, me encargaron la responsabilidad de dirigir la catequesis de adultos a nivel nacional. En todo esto ha

    y muchas casualidades, que luego no son tantas. Para m Juan Pablo I es un amigo que me acompaa.

    -Qu comentarios hubo en la Conferencia Episcopal cuando muri?

    -No recuerdo bien, pero se aceptaron los datos que se ofrecieron. Lo que s puedodecir es que, cuando publiqu un amplio pliego en la revista Vida Nueva sobre la incgnita de la muerte de Juan Pablo I, me dijeron: sobre esto, nada ms, si quieres seguir aqu. A m, que estaba en la pista del asunto, me dieron un argumento ms para seguir. Despus, me echaron de la Conferencia Episcopal.

    -Cuando habla de que Luciani estaba en el camino de la profeca, a qu se refiere?

    -No quiero decir que fuera un adivino ni un profeta, hablo de la profeca en el sentido de que procuraba hablar y actuar en nombre de Dios, aunque fuera en contrasuya. Y eso no parece que lo haga Juan Pablo II. Juan Pablo I se crey el concilio Vaticano II, fue a aplicarlo y se lo quitaron de en medio.

    -Tambin escribe el demonio entr en el Vaticano.

    -Esa expresin el humo de Satans se haba metido en la iglesiaes de Pablo VI. Referida qu? Puede aplicarse a que se vio engaado por los hombres de las finanzas. Yo heaprecido mucho a Pablo VI, creo que se vi sorprendido por los masones y la mafia.

    -Todava permanece ese humo?

    -S, por supuesto que s, y adems que no es fcil extirparlo.

    -Con ese humo, cmo se presenta la sucesin de Juan Pablo I?

    -Aunque los cardenales que eligen, han sido seleccionados por el anterior papa,y por eso no se espera un gran cambio, a veces hay movimientos pendulares, aunque humanamente no se puede esperar. Si en la eleccin concurrieran todos los cristianos, sera masiva la respuesta, pero de la manera en que se vota

    -Cul es su situacin en la iglesia ahora mismo?

    -Este libro ha salido en edicin privada porque el obispo anterior de Avila, de midicesis, me dijo que si lo publicaba, me echaba. Pienso publicarlo en las tiendas, antes o despus.

    -Lo ha ledo el Papa?

    -Yo creo que s, porque s que ley el anterior (Se pedir cuenta) porque lo busc en elicano. ste, que se lo he enviado directamente, y se titula El da de la cuenta, yo s que se lo habr ledo.

    -Qu opina de la celebracin de los 25 aos de papado?

    -Es curioso, porque ese da se ley en las iglesias el pasaje titulado Se pedir cuenta,

    el mismo pasaje de Lucas 11 del que extraje el ttulo para el libro. Las lecturasen la misa estn predeterminadas, dependiendo de que sea ao par o impar, por azar:es decir, que le ha tocado. Ha sido providencial. Yo se lo anunci a l. Para m, el

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    jueves con ese Se pedir cuenta, Jess ha hecho una pequea visita al Vaticano, pero meda la impresin de que no se han enterado. El no entiende estos mensajes porque notiene comunicacin mstica.

    -Wojtyla se comunica con Cristo?

    -El ltimo libro de poemas del papa se llama trptico romano. Da la impresin de que es

    una respuesta velada a este libro. He hecho un estudio y hay 20 correspondenciasentre mi libro y sus poemas; es una autodefensa velada. Una de las cosas que digo en mi libro es que Wojtyla no tiene experiencia mstica, aqu se sita como Abraham, que sali de su patria por la voz de Dios, es un intento, pero insuficiente.

    -Vi el padrino III?, cree que Coppola est sobre la pista?

    -Hombre claro, una pelcula como sa no se hace sin una informacin, la caracterizacinde Marcinkus y de Juan Pablo I no es buena pero a lo mejor es que Coppola no haquerido apuntar tan directamente: tira la piedra pero esconde la mano. La documentacin de mi libro y la de la pelcula es casi la misma.

    -Tiene miedo?-No, miedo no, yo s que me puede pasar algo, en Italia me han dicho que ande concuidado, y no quiero decir ms porque quien me lo ha dicho tambin corre riesgo. Todava los que estamos estudiando en esto corremos cierto riesgo, aunque 25 aos le quitan hierro al aunto. S que aqu ha muerto mucha gente, hay todo un calvario con este tema. En Italia, me lo han pedido pero me han reconocido que hay miedo de publicarlo porque Berlusconi tiene mucho poder.