Nuevos Evangelizadores Para la Nueva Evangelización - josé H. Prado Flores

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Nuevos Evangelizadores Para la Nueva Evangelización Libro José H. Prado Flores

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Estas pginas concentran cuarenta aos de experiencia evangelizadora de mi buen amigo, Jos H. Prado Flores, con quien hemos compartido la misin evangelizadora en varios campos y diversas formas.El autor de estas pginas nos presenta, el Kerygma o Primer Anuncio como la gran riqueza de la Iglesia y base de la vida cristiana; pero lo hace desde el punto de vista pastoral, para mostrarnos cmo usarlo de la mejor manera para evangelizar como la Iglesia Primitiva:Los Apstoles daban testimoniode la resurreccin del Seor Jesscon gran poder: Hech 4,33.

El Evangelio es fuerza de Dios para la salvacin de todo el que cree (Rom 1,16). Pero la Predicacin del Kerygma tambin es insensatez (Cf. 1Cor 1,21). En la unin de estos dos factores radica la evangelizacin con gran poder.Luego, con fundamento bblico, el autor nos presenta el contenido de los discursos kerygmaticos, as como su objetivo y la estrategia: traspasar los corazones.

Varios hilos corren por todo el libro:Para que haya Nueva Evangelizacin se requieren antes nuevos evangelizadores; y as como la primera evangelizacin es fruto de Pentecosts, la Nueva Evangelizacin ha de ser fruto de un Nuevo Pentecosts. Sin la accin del Espritu Santo, es misin imposible! El lector encontrar pginas muy fuertes que son un llamado a una conversin pastoral. De hecho, tenemos que reconocer que en nuestra Iglesia, se habla mucho de evangelizacin y de nueva evangelizacin, pero hemos sido lentos en pasar a los hechos y emprender el camino de la gran misin con la audacia y el entusiasmo que nos pide el Seor.

El autor, con experiencia pastoral nos muestra que si queremos tener una pesca abundante, ya es tiempo de echar las redes del otro lado, con evangelizadores que sean ms testigos que reporterosEn el documento final del CELAM, fruto del encuentro en Aparecida en 2007, encontramos este llamado: La conversin pastoral requiere que las comunidades eclesiales sean comunidades de discpulos misioneros en torno a Jesucristo, Maestro y Pastor. (No. 368). En su carta apostlica sobre el Ao de la fe, Benedicto XVI escribe: El ao de la fe es una invitacin a una autntica y renovada conversin al Seor, nico Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurreccin, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversin de vida mediante la remisin de los pecados (cf. Hech 5,31).Para que eso llegue a ser realidad, el evangelizador debe: Bajar al Jordn para tener la experiencia personal del amor incondicional de Dios, caer en Damasco mediante un encuentro personal con Jess resucitado, subir al Aposento Alto para recibir la dynamis del Espritu, y caminar a Emas para que arda su corazn con el fuego de la Palabra. Encontrarn pginas llenas de pistas muy concretas para que esa conversin se haga realidad.Si la catequesis la exponen los maestros con sabidura, del Primer Anuncio lo proclaman testigos que han experimentado la Nueva Vida en abundancia que Cristo vino a traer a este mundo.Con lgica y experiencia nos muestra cmo el Primer Anuncio debe ser el inicio del camino de la fe y un verdadero Anuncio; y despus, y siempre despus, viene la catequesis.

Su conclusin, que tambin parece ser su sueo: una Iglesia evangelizada y evangelizadora, donde los catequistas dejan que los evangelizadores jueguen el primer tiempo, para ellos entrar en la segunda mitad del partido. Parodiando al apstol Pablo que tena un temor: Ay de m si no evangelizara (1Cor 9,16), Jos Prado nos alerta: Ay de aqul que quiera evangelizar sin haber sido antes evangelizado. El desafo de la Iglesia no es que no evangelice, sino que a veces tratan de evangelizar quienes no estn evangelizados, y entonces slo hacen propaganda, ya que slo el convencido, convence.El Kerygma es eficaz en s mismo, pero slo hay una forma como no funciona, si no lo usamos.

Doy gracias a Dios por estas pginas escritas por un evangelizador enamorado de Jesucristo y de su Palabra que lleva cuarenta aos proclamando la Buena Nueva y formando evangelizadores para la misin de la Iglesia.En este ao, en el cual se celebra el Snodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelizacin para la transmisin de la fe christiana, pido al Seor que ests pginas, llenas de esperanza y de dinamismo, nos ayudan a cumplir con la gran misin de la Nueva Evangelizacin.Que el Espritu unja estas pginas para que toquen los corazones y vivamos una renovacin en el campo de la evangelizacin kerygmtica.+ Grald Cyprien LacroixArzobispo de QuebecPrimado de Canad

YA, YA POR FAVOREstaba terminando de escribir estos captulos, cuando recib una cordial invitacin de don Pigi Perini, un buen amigo que, con los aos, nuestra amistad se ha ido aejando. Me peda impartir un retiro a sacerdotes comprometidos en las Clulas de Evangelizacin, que se difunden por todo el mundo. El tema: La Nueva Evangelizacin. El lugar: la Sacrista Monumental de la parroquia de San Eustorgio, en Miln, Italia.Como don Pigi me coment que el expositor del retiro el ao pasado haba sido el Padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, yo prepar cuidadosamente mi temario, con refuerzos teolgicos y citas del Magisterio de la Iglesia.

Mi propsito era resumir 40 aos de experiencia evangelizadora, aunque tal atrevimiento me pareca como encerrar el fuego de la zarza del Horeb en una caja de fsforos. Cuando comenzamos el retiro, el clima era fro, pues estbamos en pleno invierno, por lo que precisbamos de calefaccin artificial.

As, con mis apuntes en mano, fui siguiendo cuidadosamente cada paso, con la lgica y pedagoga que supuse requeran los selectos participantes:

Comenc presentando el relato de los discpulos de Emas que, de simples reporteros que repetan lo que las mujeres decan lo que los ngeles haban dicho, fueron convertidos en testigos de la resurreccin de Jess cuando su corazn ardi con el fuego de la Palabra. Les mostr la diferencia entre Kerygma y Catequesis; proclamar y ensear; y cmo el problema de la Iglesia no es que no evangelice (Primer Anuncio), sino que evangelizan quienes no estn evangelizados, y convierten en fra Catequesis la presentacin de la Buena Noticia que no es algo, sino Alguien; el mismo Seor Jess, nico mediador entre Dios y los hombres.

Con detalle y precisin expliqu el contenido, el objetivo y metodologa del Anuncio Kerygmtico, aclarando que se trata de la Gran Comisin de Jess a los suyos (proclamar la Buena Noticia), pero que desgraciadamente en la Iglesia catlica se ha convertido en la Gran Omisin, porque desde la Contrarreforma preferimos nuestros esquemas teolgicos, raciocinios doctrinales y silogismos filosficos, en vez del Anuncio fascinante de la Buena Nueva de Jess, como lo haca el dicono Felipe (Hech 8,35). Luego, afirm categricamente que para que se d una Nueva Evangelizacin se necesitan cuatro elementos: Primero haber fracasado para sentir la necesidad de algo nuevo. Luego, ser apremiados por el amor de Cristo. Adems, Nuevos evangelizadores que sean testigos y finalmente un Nuevo Pentecosts donde la Ruaj divina sea viento huracanado y no aire acondicionado que nosotros controlamos. Tambin mostr que primero es lo primero: Primero el Kerygma y luego la Catequesis, moral o teologa. Primero se nace y luego se crece. Despus los ret a aceptar el desafo que el vino nuevo precisa odres nuevos y que haba que renunciar a frmulas anquilosadas y devocionales que no responden ni al Evangelio ni al mundo de hoy. El momento clave fue cuando les dije que no podamos evangelizar si no ramos testigos con una experiencia de salvacin y un encuentro personal con Jess.

De pronto, en medio de mi supuesta elocuente disertacin, un sacerdote levanta la mano; y sin esperar que yo le concediera la palabra, me reta:- YA!Todos quedaron mudos; yo, el ms sorprendido.- YA, POR FAVOR!, grit ms fuerte.Yo nada entenda guard silencio, abr mis manos pidindole explicacin de lo que pareca una queja y una splica al mismo tiempo.- Ya! Ya no nos hables del Kerygma! Ya, por favor, danos la Buena Noticia!Cerr mis ojos, asent con mi cabeza y, en una milsima de segundo, entend que lo que ellos necesitaban no era una radiografa del Kerygma, sino el Evangelio que tiene un perfil y un nombre: Jess, Salvador y Seor. Dej mis apuntes de lado, tom mi Biblia y les afirm:- Yo soy testigo que Jess transforma vidas, porque l cambi la ma. No de pecador a justo, sino de justo a hijo, con derecho a la herencia. Y an ms, mucho ms. Mi verdadera conversin fue de justo por mis obras a justificado por su gracia. Y si un fariseo como yo experimenta la vida nueva, lo puede vivir cualquier otro. Si lo hizo en m, es factible realizarlo en cada uno de ustedes.

En tres horas, anunci a Jess y el Evangelio de la gracia; que fuimos salvados gratuitamente. Tuvimos oportunidad tanto de confesar a Jess como nico y suficiente Salvador y proclamarlo Seor de nuestras vidas. Culminamos con una oracin personal por cada sacerdote para pedir una nueva efusin del Espritu, que Jess llama bautismo en el Espritu Santo (Hech 1,5).Yo me acord de aquella frase de san Lucas: Muchos sacerdotes iban aceptando la fe (Hech 6,7c).Regres a Mxico, donde resplandeca el sol, anunciando que se aproximaba la primavera.Despus de algunas semanas, recib un mensaje electrnico que, con el permiso del remitente, don Mateo, transcribo:

Carissimo Pepe Prado Flores.Mi chiamo don Matteo, sono un sacerdote della Diocesi di Padova (Italia) e ci siamo conosciuti recentemente al ritiro per sacerdoti a febbraio presso santEustorgio a Milano ... mi hanno entusiasmato tantissimo le sue catechesi ma soprattutto la sua CONVINZIONE e la RICCHEZZA DELLA PAROLA DI DIO che continuamente citava. Se ricorda abbiamo anche parlato per pochissimo tempo insieme perch le dicevo che io ero rimasto molto colpito dalla preghiera serale del gioved quando lei ha spiegato il Vangelo del CIECO BARTIMEO ... durante la preghiera di guarigione io ho chiesto a Ges che mi guarisse la vista e le dissi che non avevo sentito nulla di strano. Ora per VEDO con luce nuova la mia vita e HO VISTO che nel Vangelo c la mia vita e la vita del mondo. Infatti c un motto che mi accompagna NEL VANGELO CE LA VITA, NELLA VITA CE IL VANGELO... questo mi sta donando GIOIA NEL LEGGERE, PREGARE, MEDITARE LA PAROLA DI DIO tanto che TROVO GIOIA NEL PREPARARMI LOMELIA UNA GIOIA MAI PROVATA PRIMA !!! Sarei molto felice se potesse esprimere un suo parere a riguardo, cosa mi sta succedendo? Lo chiedo a lei se pu aiutarmi a capire. Ancora le dico GRAZIE per LA VISIONE EVANGELIZZATRICE CHE CI HA OFFERTO A FEBBRAIO... prego per lei, per la SESA e perch lo Spirito Santo sospinga la Chiesa verso una nuova PRIMAVERA e una NUOVA EVANGELIZZAZIONE !!!Grazie e a presto.Don MatteoQuerido Pepe Prado Flores.Me llamo padre Mateo, soy un sacerdote de la dicesis de Padua, Italia, y nos conocimos recientemente en el retiro para sacerdotes en febrero, en San Eustorgio, en Miln me han entusiasmado tanto tus catequesis, pero de manera especial tu CONVICCIN y la RIQUEZA DE LA PALABRA DE DIOS, que continuamente citabas. Recuerdas que incluso hablamos por breve tiempo porque te deca que me haba impresionado tanto la oracin vespertina del jueves, cuando explicaste el evangelio del CIEGO BARTIMEO durante la oracin de sanacin, yo le peda a Jess que me curara de la vista, pero te dije que no haba sentido nada especial. Sin embargo, ahora VEO con una nueva luz mi vida y HE VISTO que el Evangelio es mi vida y la vida del mundo. Esto es una motivacin que me acompaa: EN EL EVANGELIO EST LA VIDA, EN LA VIDA EST EL EVANGELIO... esto me produce ALEGRA PARA LEER, REZAR, MEDITAR LA PALABRA DE DIOS tanto que, ENCUENTRO ALEGRA EN PREPARAR MI HOMILA UNA ALEGRA NUNCA ANTES EXPERIMENTADA!Estar muy contento si t me pudieras compartir tu punto de vista de qu cosa me est sucediendo. Te lo pido para que me ayudes a entender. Ahora te lo digo GRACIAS POR LA VISIN EVANGELIZADORA QUE NOS HAS PRESENTADO EN FEBRERO... rezo por ti, por la Escuela San Andrs y para que el Espritu Santo anime la Iglesia hacia una nueva PRIMAVERA y una NUEVA EVANGELIZACIN.Gracias y hasta pronto.Don Mateo

No he respondido a don Mateo, pero la respuesta es muy simple: La Predicacin, s, la Predicacin que Pablo llama, Kerygma (1Cor 1,21) o Evangelio (Rom 1,16), es fuerza de Dios para la salvacin de todo el que cree. El Espritu Santo, a travs de la Palabra, da testimonio de Jess en la vida de don Mateo.

Cuando aquel sacerdote reclamaba y suplicaba por el Anuncio, no representaba slo a don Mateo, sino a todo Mateo que est sentado esperando que Jess pase delante de l y le diga: Sgueme, para ser capaz de dejar cualquier cosa y un da llegar a ser un evangelizador, que a su vez testifica: El escriba del Reino es aqul que saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo: Mt 13,52.

Hay muchos evangelizadores en potencia, que aguardan con ansia que les anunciemos la Palabra (2Tim 4,2a), para ponerse en pie; seguir, vivir y predicar el Evangelio de la salvacin, pero no como simples repetidores de una leccin aprendida, sino como testigos que han tenido un encuentro personal con Jess resucitado.

En la Monumental Sacrista de San Eustorgio, tan llena de reliquias, yo estaba repitiendo el mismo error que estaba criticando: convertir el Kerygma en una ctedra de catequesis con fundamentos teolgicos, en vez de aprovechar la oportunidad de proclamar a Jess. Hablaba de la Palabra, en vez de dejar hablar la Palabra. Pero, cuando anunci la Buena Nueva, aquellos sacerdotes experimentaron que no eran sacrista ni reliquias del pasado, sino templos vivos del Espritu, con nueva vida y vida en abundancia, para dejar de ser reporteros y convertirse en testigos de la resurreccin de Jess. Por tres das yo ilumin su mente, pero cuando en tres horas anunci la Buena Nueva, sus corazones fueron traspasados y se manifest la fuerza intrnseca de la Palabra.Espero que estas pginas susciten la misma sed, y cada uno reclame y pida: Ya, ya, por favor. Slo as tiene valor este libro. De otra forma, sera una clara prueba de que la Catequesis, an la Catequesis del Kerygma, no convierte a las personas.

Con esta duda y esperanza, me atrevo a presentar nuestra experiencia de la Escuela de Evangelizacin San Andrs; escuela eminentemente kerygmtica, que lleva ms de 32 aos buscando Pedros que sirvan, amen y prediquen a Jess, ms y mejor que nosotros mismos, formando nuevos evangelizadores para la Nueva Evangelizacin en 63 pases; y an ms, formando formadores de evangelizadores, con ms de dos mil escuelas en el mundo.En la portada de este libro aparece el papiro P52 que es el ms antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, para mostrar que la Nueva Evangelizacin no puede ser otra que la evangelizacin primitiva de los apstoles que daban testimonio de la resurreccin de Jess con gran poder: (Hech 4,33).La Nueva Evangelizacin no es principalmente un concepto para ser discutido, sino una evangeliaccin; accin del Evangelio o Evangelio en accin, que hay que emprender ya, porque el amor de Cristo nos apremia (2Cor 5,14).Mxico, 15 de mayo de 2013

IPERFIL DE LA NUEVAEVANGELIZACINLa Nueva Evangelizacin, ha de ser Nueva y debe ser Evangelizacin al mismo tiempo. De otra forma, sera slo un barniz superficial para justificar lo que venimos haciendo por tradicin. Ha de portar la novedad permanente de Jess-Evangelio, que es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8), as como adaptare a la mentalidad y cultura de mujeres y hombres del siglo XXI. Por eso, pienso que ms que nueva, la deberamos catalogar como evangelizacin primitiva como la de los Apstoles que daban testimonio de la resurreccin del Seor Jess con gran poder (Hech 4,33). Por eso en la portada de este libro hemos colocado el papiro P52 que es el escrito ms antiguo del Nuevo Testamento.

La Nueva Evangelizacin no es un concepto para discutir o reflexionar, sino una accin para emprender. No es un sustantivo, sino un verbo de voz activa. Todas las discusiones y exposiciones histricas o teolgicas sobre el tema deberan ser fruto de experiencias evangelizadoras o al menos aterrizar en actos evangelizadores concretos. De no ser as, no se le podra catalogar como Evangelizacin, sino como reflexin o estudio.Sin embargo, esto implica pagar un precio: deshacernos de esquemas y acciones que no han dado fruto abundante, as como adoptar odres nuevos para la Nueva Evangelizacin.Es absolutamente necesario preguntarnos si en verdad se precisa una Nueva Evangelizacin. Para ello, Jess nos desafa de la misma forma que a los pescadores del lago de Tiberades:Muchachos, no tienen pescados?: Jn 21,5.A. NECESITAMOS UNA NUEVAEVANGELIZACIN?Quien ha logrado xito en la pesca de la evangelizacin, siga lanzando la red como lo ha hecho antes. La estrategia que ha usado es perfecta para lograr los resultados que ha alcanzado. No necesita nada nuevo. Si sus redes estn tan llenas que por poco se rompen y sus barcas rebosan peces que casi se hunden, entonces no necesita de una Nueva Evangelizacin, pues ya ha encontrado la frmula del xito en el mar de la misin.Si su forma de evangelizar atrae multitudes y el mundo est sediento de escuchar el Evangelio que la Iglesia predica, debe continuar con el mismo mtodo que produce tan maravillosos resultados. El equipo que est ganando, no se cambia. Pero si algo est faltando, es el momento de reconocer que deben echar la red del otro lado.Si nosotros no nos cuestionamos por qu la misin de Cristo Redentor confiada a la Iglesia est an lejos de cumplirse (Juan Pablo II, Redemptoris Missio 1), y dnde ha quedado paralizada o diluida la fuerza del Evangelio hoy en la Iglesia (Cf. Evangelii Nuntiandi 4), jams vamos a ser conscientes que precisamos una Nueva Evangelizacin.Slo vamos a repetir lo que hasta ahora no ha dado fruto abundante, transformando el verbo de voz activa, evangelizar; en el sustantivo: evangelizacin, discutiendo su significado en vez de zarpar a mares desconocidos desafiando el futuro.B. LA NUEVA EVANGELIZACINDEBE SER NUEVANo basta lo que hemos heredado del pasado, ni lo que hoy tenemos. Tampoco se reduce a un maquillaje superficial. Es una novedad que corresponde a la naturaleza de la Buena Nueva del Evangelio. Y si no fuera nueva en este sentido, entonces hay que llamarla de otra manera.a. Si hacemos lo mismo de antes,llegaremos a donde mismo de siempreHay que partir de un principio elemental de administracin empresarial: Si hacemos lo mismo de antes, vamos a obtener los mismos resultados de siempre. Para que haya Nueva Evangelizacin hay que estar abiertos al cambio; y para abrirse al cambio antes se debe aceptar necesitarlo; y hasta cierto punto, experimentar insatisfaccin y hasta frustracin por los logros obtenidos hasta el da de hoy.Por eso, no es ocioso preguntarnos si estamos dispuestos a pagar el precio de lo que significa emprender el vuelo por rutas inditas, nuevos mtodos y nuevas expresiones, como las de los predicadores de los Hechos de los Apstoles. Estamos abiertos a ser agentes de una Reforma radical y efectiva? Si nosotros no nos atrevemos a dar este paso desde dentro, van a aparecer, y ya estn despuntando por todas partes, muchos reformadores al margen de la barca de Pedro.b. Lo difcil no es incursionar caminos nuevos, sino renunciar a paradigmas tradicionalesLos pescadores del mar de Galilea, ya estaban programados a tirar la red del lado izquierdo. Esta inercia se haba convertido en norma que nadie era capaz de cuestionar. Unos lo hacan porque eran profesionales experimentados; otros, continuaban la operacin sin saber ni preguntar por qu se repeta siempre de la misma forma. Cuando la costumbre se convierte en rito, construimos un monoltico paradigma que es muy difcil romper, porque se ha adherido a nuestra mente y a nuestra piel. Romper un paradigma es ms difcil que desintegrar un tomo, afirmaba Alberto Einstein.La dificultad no estriba en lanzar la red del otro lado, sino renunciar a nuestra inercia que se ha transformado en ley y a nuestras estructuras mentales que se han transformado en consignas que nadie puede explicar por qu se siguen haciendo siempre de la misma manera. Esta rutina apaga la flama de la creatividad y nos mantiene en una monotona asfixiante. Por eso, el Papa Juan XXIII abri profticamente las ventanas de la Iglesia para dejar entrar el viento creador de la Ruaj de Dios, que hace nuevas todas las cosas. S, nuevas, porque el que est en Cristo es nueva creatura. Paso lo viejo, todo es nuevo (2Cor 5,17). Sin este soplo renovador, no puede haber Nueva Evangelizacin.

c. Tirar vacas al barrancoJess asemeja el Reino de Dios, o sea el plan de Dios, a una red que despus de capturar todo tipo de peces, los pescadores se sientan a la orilla del mar para escoger los buenos y colocarlos en cestos, y desechar los de mala calidad (Mt 13,47-48). Ambas clases son peces, pero hay buenos y hay malos. Tambin en el mar de la evangelizacin hay peces que debemos capitalizar, pero tambin hay otros que hay que desechar.Un empresario muy rico sali a pasear con su hijo, y se perdieron en el bosque. Despus de mucho andar, encontraron un ro, el cual fueron siguiendo con la certeza de que pronto descubriran algn poblado.Cansados y hambrientos, cuando el crepsculo haba apagado sus variados colores, llegaron a una cabaa de madera, donde los acogieron, y a la tenue luz de una lmpara de aceite, les sirvieron requesn, que comieron vidos.Al da siguiente, les ofrecieron un vaso de leche recin ordeada y un plato con fresca nata.El husped pregunt a los amables anfitriones:- Por qu no siembran frutas, granos y legumbres en estos campos tan generosos?- Para qu?, respondi, el padre. Tenemos una vaca que nos da lo necesario para vivir cada da.- Con su leche hacemos queso y dulce, aadi la seora. No queremos ms.- Pero, pensando as, vivirn siempre sumidos en la pobreza, replic con fuerza el visitante.- Con la vaca es suficiente, coment el hijo, recostado en una hamaca.- Ustedes viven en un lugar privilegiado, tienen agua, tierra frtil y estn perdiendo una gran oportunidad, aadi el empresario, un poco incomodado.Ellos simplemente alzaron los hombros con indolencia, sealando la vaca.Al salir de la casa, la vaca estaba rumiando junto a la caada. El padre sorprendi al hijo cuando le orden con autoridad:- Empuja la vaca al barranco.El hijo se neg:- No, pap, ellos nos han ofrecido no slo lo mejor, sino lo nico que tienen. Esa vaca es su fuente de sustento. No podemos retribuirlos de esa forma tan vil.- Qu tires la vaca! Yo s lo que te digo! Ese bovino es el culpable de que esta gente no progrese.El hijo no fue capaz de desobedecer la orden paterna y, con todo el dolor de su corazn, despe la vaca al precipicio.Pasaron los aos. El padre muri y el hijo sufra remordimientos por haber pagado as a aquella generosa familia que les haba compartido lo nico que tena.As, una tarde de verano decidi llevarles un regalo, para compensar su fechora.Buscaba y buscaba de uno a otro lado de un ancho camino. Pas por unos sembrados y no lograba dar con aquella choza. Vio un establo mecanizado, un tractor y un silo repleto de cereales. Los campos rebozaban de trigo y rboles frutales. La carretera estaba iluminada y haba maquinaria moderna.Supuso que aquella pobre familia haba emigrado de la regin. Toc la puerta de una hermosa mansin para preguntar. Al abrir, lo pasaron a un amplio saln con finos muebles, tapices importados y un candil de cristal cortado. Sali la seora de la casa y con las manos en alto, lo identific:- Hace aos usted vino aqu con su padre?- S, s, soy yo. Pero, qu pas?, pregunt con curiosidad, al notar el cambio tan maysculo.-Es que un da se nos cay al barranco la nica vaquita que tenamos, y al quedarnos sin nada, tuvimos que comenzar a buscar otras alternativas de vida. Gracias a que perdimos la vaca, surgieron tantas posibilidades que estaban escondidas dentro de nosotros mismos. Hoy, tenemos 153 vacas, cientos de ovejas y bueyes; sembrados y una trilladora.

Es lgico que el vino nuevo se coloque en odres nuevos. Pero lo que cuesta trabajo es renunciar a los odres viejos; en nuestro caso, los hbitos anquilosados, actos de piedad y artculos religiosos que no coinciden con el Evangelio.Mientras no tiremos la vaquita al barranco, vamos a seguir con panela, queso y dulce de leche. Lo malo de la vaca es acostumbrarnos a ella, y ya no vislumbrar nuevas perspectivas. Lo triste es contentarnos con mantequilla y nata; perdiendo la ilusin y la creatividad para romper barreras e incursionar por nuevos derroteros.Si hacemos lo mismo que antes y de la misma manera, llegaremos exactamente al mismo nivel que hemos alcanzado. Si queremos abrir nuevos horizontes, hay que perder algo para ganar ms. S, hay que empujar algunas vacas al desfiladero. Esto parece escandaloso, y creo que lo es. Pero el primero que tir vacas al desfiladero, fue el mismo Jess:

1: Jess tir vacas al barrancoJess aplic y vivi la ley del grano de trigo que debe morir para dar fruto.- El sbado es para el hombre y no el hombre para el sbadoCon respecto al sbado, mandamiento supremo que sintetizaba toda la Ley, el Maestro fue proftico: curaba y trabajaba en el da de riguroso descanso. Os proclamar que el sbado se hizo para el hombre y no el hombre para el sbado (Mc 2,27). O sea, estaba erosionando el eje religioso del pueblo judo.

- El templo: Adoradores en espritu y en verdadJess despe el sacrosanto templo de Jerusaln cuando declar que haba llegado la hora en que ni en el Monte Garizim ni en el Monte Sin de Jerusaln se adorara a Dios, sino en espritu y en verdad (Jn 4,23). Adems, predijo la destruccin del santuario. No era fcil desprenderse de este ncleo que llevaba ms de mil aos como centro de gravitacin del sistema de la fe de Israel. Pero el Maestro afirm que el templo estaba viviendo sus ltimos das, pues de otra forma, no se mostrara que l era el nuevo y nico templo de comunin de Dios con los hombres.Cuando Jess se refiri al templo, no afirm que necesitaba ser renovado o mejorar su distribucin arquitectnica. No. Declar sin concesiones que debera ser destruido. No quedara piedra sobre piedra. Haba que deshacerse de ese odre viejo para dar paso a la novedad radical del Nuevo Testamento.

- Vender todas las vacas para comprar el campo del tesoroEn una de sus parbolas centrales, el Maestro de Galilea present a un hombre que vendi todo cuanto posea para comprar el terreno donde se encontraba escondido un maravilloso tesoro. Renunci a las vacas de su capital material, social y religioso para adquirir el campo donde estaba aquella sorpresa que superaba cualquier expectativa (Mt 13,44).Si no nos despojamos de ciertas vacas, jams vamos a apropiarnos del campo con el tesoro.

2: San Pablo tir el establo completoEl antiguo fariseo de Tarso fue determinante:

- Todas las vacas son prdida y estircolCuando afirma que todo lo que supona como ventaja, ahora lo considera- zema: prdida, est tirando esta vaca al barranco para que surja el Israel de Dios. Incluso, Pablo es radical cuando califica todo como- skybalon: estircol, en comparacin del conocimiento de Nuestro Seor Jesucristo (Flp 3,7-8).Aqu no sabramos si por haber tenido un encuentro personal con Jess resucitado se opaca el brillo de sus vacas, o hasta que renunci a sus ventajas y tradiciones, se convirti en el apstol de los gentiles. Sin embargo, el resultado es el mismo: Tarde o temprano hay que desprendernos de viejas vacas.

- La Ley del Sina no salva ni justificaCuando expresa: Mi vida es Cristo que me am y se entreg por m; y la muerte es una ganancia (Gal 2,20; Flp 1,21), relativiza todos los dogmas del judasmo, hasta la sacrosanta Ley del Sina. Devala completamente el medio de salvacin del sistema religioso promulgado por el mismo Moiss en la cumbre del Monte Sina.El Monte Calvario sobrepasa al Monte Horeb. Cuando declara: La completa salvacin no se logra por medio de la Ley, ya que es evidente que la Ley no justifica a nadie (Hech 13,38; Gal 3,11), est desbarrancado una de las vacas ms sagradas de la religin juda: el valor de las obras de la Ley, que contrapuso al don gratuito de la salvacin en Cristo Jess.

- La circuncisin ya no es vigente,sino la fe que acta por la caridad

Tambin se deshizo de la circuncisin, que era como el sacramento de iniciacin para integrarse al pueblo de Abraham. Declar sin concesiones que ya haba perdido todo su valor, y ahora slo contaba la fe que acta por la caridad (Gal 5,6).Esta prctica exista antes que la Ley del Sina y era tan fundamental que se poda ejercer esta ciruga hasta el mismo sbado. Sin embargo, Pablo la tira al precipicio cuando afirma que, para quien se circuncida, Cristo Jess no le sirve de nada (Gal 5,2).

3: La Iglesia tambin ha tirado vacasLa Iglesia ha tenido recientemente la valenta de arrojar tambin vacas al barranco: El limbo, que por varios siglos justificaba el bautismo de los infantes, era una creencia sin fundamento en la revelacin.En otras ocasiones, la Iglesia ha admitido que no haba base histrica de ciertas devociones o santos que nunca existieron. El Magisterio tambin ha descartado supuestas apariciones que eran muy socorridas por la piedad popular y hasta fuente de ingresos econmicos para sus protagonistas.El Papa Pablo VI en la Marialis Cultus de 1974, con toda valenta ha reprobado prcticas devocionales marianas que no corresponden al Evangelio.La Nueva Evangelizacin nos desafa: Cul otra vaca tambin debera ser tirada al precipicio? O nos arriesgamos a morir para nacer de nuevo, o seguimos no slo comiendo, sino ofreciendo al mundo nicamente leche y queso?La novedad del Evangelio se da hasta que se tiran vacas sagradas que se han absolutizado, suplantando el lugar de Dios o la nica mediacin de Cristo Jess.La autntica Evangelizacin es proftica, rompiendo paradigmas anquilosados e incursionando por caminos vrgenes con la valenta y osada de los profetas, que se oponan a toda idolatra. La evangelizacin denuncia cualquier actitud que se oponga a la nica mediacin de Cristo Jess, cuando presenta el Anuncio explcito de la salvacin gratuita en Cristo Jess, verdadero Dios y verdadero hombre, que es Salvador y Seor; lo que san Pablo llamaba El Evangelio de la Gracia (Hech 20,24).C. LA NUEVA EVANGELIZACIN DEBE SER EVANGELIZACINQue la Nueva Evangelizacin deba ser Evangelizacin parece obvio. Mas, para nosotros, la evangelizacin, no es un sustantivo sino un verbo de voz activa. La evangelizacin es evangeliaccin, una accin del Evangelio; o mejor, el Evangelio en accin. No es un tema para discutir en congresos, sino una misin que hemos de emprender con la osada de los pescadores que cada da inventan una nueva ruta en los mares.Cuando en la iglesia de Antioquia se perciba que haba que ensanchar los mrgenes de la misin, el Seor revel su plan a travs de un profeta que dijo: Seprenme a Bernab y a Saulo para una misin (Hech 13,1-3). Sin ms preparacin, les imponen las manos y los despiden en el primer navo. Esto no sucedi en una reunin de pastoral ni en congreso alguno o conferencia magistral sobre la misin ad gentes, sino en una asamblea litrgica donde se crea en la voz de los profetas ms que en la inercia de lo que ya estaba preestablecido.Es significativo que la palabra evangelizacin no haya tenido pasaporte para transitar en el vocabulario y la pastoral de la Iglesia por muchos siglos. Por eso, hoy da urge recuperar el terreno perdido con una autntica evangelizacin integral que instaure el cielo nuevo y la tierra nueva (Ap 21,1).La evangelizacin ha de ser Evangelio, Buena Noticia, sin enmiendas, sin maquillajes, Este mensaje es necesario. Es nico. De ningn modo podra ser reemplazado. No admite indiferencia, ni sincretismo, ni acomodos (Evangelii Nuntiandi 5).Para que la Nueva Evangelizacin, sea eficaz y una verdadera Reforma, debe incluir:a. Evangelizacin Cristocntrica con un solo Evangelio: Jess Salvador, Seor y nico MediadorNo hay otro nombre dado a los hombrespara ser salvados:Hech 4,12.

Esto incluye la valenta de declarar anatema a cualquier otro Evangelio o medio de salvacin que no sea el Seor Jess, nico y suficiente Salvador y Seor.b. Evangelizacin kerygmtica: se comienza con el Primer Anuncio.Pablo predicaba y enseaba en pblico y por las casas: - euanguelai hymn kai didazjai hyms: Hech 20,20b.El camino de la fe se inicia con la Proclamacin del Primer Anuncio, el Kerygma. Este Mensaje es necesario. Es nico. De ningn modo puede ser reemplazado (Evangelii Nuntiandi 5). Hasta despus y siempre despus, viene la Catequesis.

La pedagoga de la fe sigue un proceso que no se debe invertir, so pena de traicionar su esencia: Primero es lo primero. Primero se proclama el Primer Anuncio, que precisamente por eso se llama Primer; y despus, slo despus y siempre despus, se ensea la Catequesis y la doctrina. (Catechesi Tradendae 18). De otra forma, sera como dar alimento a los muertos, y tal vez a esto se refera el Maestro cuando nos advierte de no tirar perlas a los cerdos (Mt 7,6).Sin Kerygma, se construye sobre arena; y frente al menor viento de nuevas doctrinas, se cae en el relativismo o idolatra.c. Evangelizacin jarismtica: La gratuidad de la salvacinCarismtica proviene de - jaris: la gracia de Dios; es decir la gratuidad de la salvacin; que San Pablo llama - to euanguelion tes jritos tou Theou: el Evangelio de la Gracia de Dios (Hech 20,24). Dios nos ha salvado gratuitamente, lo cual constituye el corazn y alma de su predicacin.La Buena Noticia no nos ordena lo que nosotros debemos hacer por Dios, moral cristiana, sino que nos presenta lo que Dios ha hecho por nosotros: Nos ha amado y enviado a su Hijo cuando todava ramos pecadores (Rom 5,8), no para condenar al mundo sino para salvarlo (Juan 3,17). La salvacin es gratuita.d. Evangelizacin proftica: Con el poder proftico de la Palabra de DiosEl Anuncio del Evangelio se basa en la Palabra revelada. San Pablo asegura que Dios quiso salvar a los creyentes por medio de la locura de la Predicacin(1Cor 1,21); la Proclamacin del Evangelio puro: o sea, la salvacin, no proviene a travs de trasmisin de Catequesis ni objetos o prcticas religiosas ni por medio de las obras de la Ley.Hay un principio esencial en el campo de la evangelizacin que se ha tomado muy a la ligera:

Timoteo, predica la Palabra!: 2Tim 4,2a.

Timoteo, djate de palabrera y discusiones, predica la Palabra! Renuncia a genealogas y vanas elucubraciones, predica la Palabra! No hagas largas disertaciones, predica la Palabra! Basta de citas de filsofos, poetas y hasta telogos, predica la Palabra!No son nuestros manuales de teologa ni los kilos de los gruesos catecismos lo que nos salva, ya que slo el Evangelio es fuerza de Dios para la salvacin de todo el que cree (Rom 1,16), y no hay otro Nombre dado a los hombres para ser salvados; slo Jess salva (Hech 4,12).e. Evangelizacin litrgica: Celebrando la Palabra proclamadaJess ya realiz su obra salvfica hace dos mil aos, pero en la liturgia se actualizan sus frutos. La liturgia, memorial de la muerte y resurreccin de Jess, es como la gasolinera donde nos reabastecemos para hacer presentes y efectivos los mritos de la obra salvfica de Jess.f. Dimensin social de la NuevaEvangelizacin: Instaurar el Reino de DiosCon el principio que el rbol bueno da frutos buenos (Mt 7,17), si realmente sembramos el Evangelio, ste se proyecta en todos los campos de la vida humana: la economa y la poltica, la ciencia y las bellas artes. En fin, se implanta la civilizacin del amor (Pablo VI), para que vivamos en este mundo el Reino de Dios; que es un Reino de justicia, y de gozo y de paz en el Espritu Santo (Rom 14,17).Cuando hacemos presente a Jess por medio de su Palabra, especialmente en la liturgia, estamos sembrando la semilla de la verdad y la justicia, la solidaridad y la esperanza; y se vislumbran en el horizonte el cielo nuevo y la tierra nueva (Cf. Ap 21,1).D. ESTRATEGIA:PAGAR EL PRECIO DE CAMBIARMuchas veces aceptamos que el cambio es necesario, pero no siempre encontramos la ruta o forma de hacerlo. Nos falta el cmo.Jess nos presenta tres criterios fundamentales para incursionar en este camino pragmtico:

a. Cambiar tctica: Echar la red del otro ladoLa Nueva Evangelizacin no es cambiar el Evangelio, sino la estrategia y tctica para anunciar a Jess como Salvador y Seor.Una de las enseanzas ms maravillosas de Jess, aconteci aquella madrugada en el Mar de Galilea. Sus discpulos haban pasado toda la noche tirando una y otra vez las redes. Desde la orilla, el Maestro los cuestiona sobre el resultado de su esfuerzo. Ante la respuesta lacnica y negativa que mostraba su frustracin, les ordena lo ms elemental, pero no lo ms fcil: Echen la red del lado derecho (Jn 21,6a).Si arrojando la red del lado izquierdo no se ha conseguido nada, hay que lanzarla de otra forma. As de sencillo y de lgico. Si un procedimiento no fructifica, debemos cambiar la estrategia que se ha convertido en rutina.

b. Tirar peces malosAs como los pescadores se sientan para escoger unos peces y desechar otros (Mt 14,47-48), tambin nosotros hemos de optar por lo mejor, lo cual implica renunciar a algunos de los peces capturados por la tradicin. En la red de la evangelizacin hay peces malos que hay que desechar.

c. Vino nuevo en odres nuevosTambin el maestro nos dio el secreto para que el vino nuevo no se pierda: se precisan odres nuevos. Nuevos contenedores, esquemas y paradigmas, comenzando con una nueva mentalidad, una mentalidad kerygmtica.Si un equipo de ftbol no da buenos resultados en el campo de juego, se ha de revisar primero el trabajo del entrenador, corregir las tcticas de juego y hasta reemplazar algunos jugadores. En el campo de la evangelizacin acontece lo mismo: es necesario cambiar la actitud y mentalidad de los evangelizadores; y hasta, si fuera necesario, relevar algunos de ellos.La Nueva Evangelizacin, para dar fruto abundante, ha de ser Nueva y debe ser Evangelizacin: Nueva: Que sus formas y mtodos sean originales, creativos y pedaggicos; incursionando por nuevos caminos, pero renunciando a todo lo que no sea evanglico. Evangelizacin: Evangeli-accin, que presente la Buena Noticia, o mejor a Jess-Evangelio, sin aadiduras ni reducciones.

Es la Proclamacin de la Buena Nueva; que no es algo sino Alguien, Jess de Nazaret, que es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8).Esta Nueva Evangelizacin est llamada a ser una reforma ms profunda, aunque ciertamente va a encontrar una gran resistencia en la contrarreforma.La Nueva Evangelizacin no son las reflexiones que se hagan sobre la misma, ni los libros o congresos con este tema, sino si estamos logrando 153 peces grandes en nuestras redes. Lo esencial no son las elucubraciones histricas y teolgicas, ni aun bblicas sobre la materia, sino si estamos dando un fruto abundante y un fruto que permanezca (Cf. Jn 15,16b).En la Iglesia Catlica, casi siempre hemos formado primero la mente, que al agente. En la Escuela de Evangelizacin San Andrs no reflexionamos para despus evangelizar. Comenzamos evangelizando y nuestras conclusiones brotan de una experiencia.La Nueva Evangelizacin no es un concepto que hay que definir, sino una accin que hay que emprender, porque el amor de Cristo nos apremia(2Cor 5,14).Para terminar quiero comentar un axioma pastoral de la Escuela de Evangelizacin San Andrs: A evangelizar se aprende evangelizando. Esto mismo lo aplico a la Nueva Evangelizacin: La Nueva Evangelizacin no se conoce en un escritorio o en congresos con sabias disertaciones. Es un camino, es un proceso, que slo recorrindolo vamos a llegar a la meta.

IINUEVOSEVANGELIZADORESPARA LA NUEVAEVANGELIZACINYa hemos delineado el perfil de la Nueva Evangelizacin, ahora vamos a considerar el principio fundamental: No puede haber Nueva Evangelizacin sin nuevos evangelizadores. Por eso, delinearemos las cuatro caractersticas esenciales del nuevo evangelizador, las cuales van antes y primero que todo lo dems.

Un profesor de filosofa entr a la sala de clases con un gran frasco transparente vaco. Sin proferir palabra, procedi a meter pelotas de tenis en el frasco. Slo cupieron cuatro. Luego, para inducir la respuesta equivocada, con otra pelota en la mano, pregunt a sus estudiantes si haba espacio.Ellos afirmaron que ya no caba una ms. Entonces el catedrtico tom una caja de pequeas canicas y la vaci dentro del frasco. Las canicas se escurrieron entre las pelotas de tenis. El maestro volvi a preguntarles si quedaba lugar. Ellos dijeron que no, porque el frasco ya estaba repleto.El profesor repiti la frase de sus alumnos, pero con signo de interrogacin: El frasco ya est repleto? Luego tom una bolsa con arena y la vaci dentro del frasco. Por supuesto, la arena invadi los espacios vacos. El facilitador, sonriendo con irona pregunt si haba espacio en el frasco. Los estudiantes respondieron que no, porque ahora si estaba completamente lleno.Despus de unos momentos de silencio para reflexionar, el profesor movi negativamente la cabeza y agreg su taza de caf caliente. Los estudiantes rean del ingenio del profesor universitario, mientras el aroma del caf inundaba la sala.Entonces, el filsofo aclar: Las pelotas de tenis simbolizan lo esencial de la vida, las canicas representan lo accidental que viene despus; la arena lo superficial, mientras que el caf, lo superfluo; superfluo que cuando se abusa, hace dao.Al final, simplemente coment: Si no colocas lo esencial primero, despus ya no hay lugar para ello. Primero es lo primero.

En nuestro caso, si el frasco transparente representa al nuevo evangelizador, las cuatro pelotas de tenis se identifican con las cuatro caractersticas esenciales que definen su perfil interno y externo. Despus, viene lo que no calificamos como accidental, sino simplemente secundario, porque viene despus: La Catequesis, teologa y toda sistematizacin intelectual. Las pequeas canicas simbolizan los esquemas, congresos y todo tipo de reflexin y profundizacin terico doctrinal. La arena significa las tcnicas de comunicacin y material didctico. Lo superficial podran ser ciertos tipos de devociones o prcticas religiosas que aunque tienen apariencia de sabidura y piedad, son perecederas (Cf. Col 2,23). El caf podra hacer alusin a objetos religiosos que no son evanglicos, y que hacen dao a la autntica fe.Las cuatro pelotas de tenis que se deben meter primero en el frasco del evangelizador son las condiciones que lo constituyen como tal:

Bajar al Jordn para experimentar el amor incondicional de Dios. Ir a Damasco para tener un encuentro personal con Jess vivo, y ser curados de la religiosidad que no es evanglica. Subir al aposento alto para tener un nuevo Pentecosts con Dynamis y Parresa. Caminar Emas para que arda el corazn con el fuego de la Palabra y correr a las montaas de Jud con alegra, para alegrar a los dems.

Las cuatro caractersticas esenciales del nuevo evangelizador las identificamos con las cuatro pelotas de tenis que deben entrar primero.Si la salvacin depende de la Predicacin o Kerygma, ya que Dios quiso salvar a los creyentes por medio de la necedad de las Predicacin (1Cor 1,21), la evangelizacin depende de los evangelizadores; y por lgica, la Nueva Evangelizacin depende tambin de Nuevos Evangelizadores.Para que se d una Nueva Evangelizacin se precisan Nuevos Evangelizadores, cuya vida haya sido renovada y tengan mentalidad kerygmtica.

Para ser evangelizador, antes se precisa haber sido evangelizado. Y si se quiere ser evangelizador con gran poder, se ha de haber sido evangelizado tambin con gran poder. De una manera muy sinttica presentamos los verbos del itinerario que el nuevo evangelizador ha de vivir: bajar, ir, subir, caminar y correr:A. BAJAR AL JORDN:EXPERIMENTAR EL AMOR DE DIOSJess, antes de comenzar su ministerio, baja el Jordn para escuchar la declaracin pblica del amor de Dios, que lo capacita para la misin de instaurar el Reino de Dios en este mundo:T eres mi hijo muy amadoen quien tengo mis complacencias: Mc 1,11.

No podemos comenzar nuestra misin si antes no estamos bautizados en el amor personal e incondicional de Dios.Cuando Jess decide subir a Jerusaln para enfrentar a sus envidiosos enemigos que lo quieren aniquilar, antes se encamina al Tabor para tomar la gasolina que le hace falta para enfrentar la batalla final. En la cima de esa montaa alta vuelve a escuchar la voz de su Padre que le declara delante de Moiss y Elas, su amor personal (Mt 17,1-5). El Calvario slo se puede enfrentar despus de haber subido al Tabor.B. IR A DAMASCO: ENCUENTRO PERSONAL CON JESS RESUCITADOLa segunda pelota de la esencia de un nuevo evangelizador radica en haber tenido un encuentro personal con Jess resucitado. De otra forma su enseanza parecer ms propaganda o charlatanera, que un testimonio de una experiencia personal.

No basta ser maestro en Israel, como Nicodemo. Es necesario nacer de nuevo. Sin esta condicin convertiramos el Evangelio en una doctrina terica o esquema teolgico, sin vida. No es suficiente ser irreprochable en cuanto a la ley, es necesario tener una experiencia de salvacin con Jess resucitado. Ser por esto que el testimonio de Pablo es contado tres veces en los Hechos de los Apstoles y el apstol hace continuas referencias a l como fundamento de su ministerio?

Damasco cur a Saulo de su farisesmo y sistema religioso que ya era caduco. Ante el sublime conocimiento y revelacin de Cristo Jess, lo viejo es prdida y estircol (Flp 3,7-8).Mucha gente centrada es sus viejos esquemas, precisa sanacin de la religiosidad (no de la religin, no), especialmente cuando estas prcticas compiten o sustituyen la nica mediacin de Cristo Jess. Algunas personas suplen la ausencia de una relacin personal con Jess con prcticas religiosas. As como Pablo precis que se le cayeran las escamas de su farisesmo y todo el sistema religioso en el que tena su confianza, tambin nosotros necesitamos una sanacin para ver y conocer el plan de salvacin, donde Jess es el nico Salvador y Seor. Sin Damasco no hay evangelizacin verdadera.

Nac en una familia muy cristiana con tradiciones religiosas muy fuertes. Desde los doce aos entr a un seminario, suponiendo que mi vocacin era el ministerio sacerdotal. Trat de vivir mi fe profundamente con fidelidad a las reglas y constituciones de la Congregacin. Estudi Biblia y a los 22 aos daba cursos de Sagradas Escrituras y lenguas bblicas. Pero slo conoca al Seor por lo que escuchaba y lea.Fue hasta el da 3 de diciembre de 1971 que Dios tuvo piedad de m y me revel a su Hijo, como nico y suficiente Salvador. Ese medio da fue mi encuentro personal con Jess resucitado que tatu mi vida y defini mi ministerio de la Palabra en la Iglesia; no como sacerdote, sino como laico que tiene una obsesin por Jess de Nazaret y est enamorado de su Palabra.

Quien ha vivido su encuentro con Jess no puede dejar de hablar de lo que ha visto y odo, ya que de la abundancia del corazn habla la boca, y su lema es: Ay de m si no evangelizara! (1Cor 9,16).Lo que garantiza la predicacin de la Magdalena a los apstoles (Jn 20,18), as como lo que prueba que Pablo es un verdadero apstol y no un impostor (1Cor 9,1b), es que ambos usan la forma verbal:- heraka, que significa que han visto al Seor Jess, pero su experiencia ha dejado una marca que perdura.1Por eso, Jess no se apareci a cualquier persona, sino a quienes habran de ser sus testigos (Hech 10,40-41).C. SUBIR AL APOSENTO ALTO:RECIBIR EL DYNAMISY PARRESA DEL ESPRITULa tercera pelota de tenis que debe entrar antes que cualquier otra cosa, representa la experiencia pentecostal de quienes llevan el mensaje del Evangelio de la Gracia.Jess dio claras indicaciones a sus discpulos de no apartarse de Jerusaln hasta ser revestidos del poder de lo alto (Lc 24,49). Ellos subieron a una sala del segundo piso, y el da de Pentecosts un viento impetuoso, cual huracn incontrolable, invadi a los 120 reunidos en oracin junto con Mara, la madre de Jess, para capacitarlos como testigos de la muerte y resurreccin de Jess.La misin que Dios nos ha confiado sobrepasa nuestras fuerzas, pero no supera la Dynamis del Espritu. Por eso, es necesario antes que nada, subir al aposento alto para recibir la fuerza del Espritu para emprender el vuelo por los amplios horizontes de la Nueva Evangelizacin, con la Dynamis y Parresa del Espritu.No puede haber nuevos evangelizadores sin antes un nuevo Pentecosts. Si la primera evangelizacin en la plaza de Jerusaln fue fruto de la irrupcin impetuosa del Espritu Santo, la Nueva Evangelizacin no puede ser sino consecuencia de un Nuevo Pentecosts, ya que la Ruaj divina es la protagonista de la misin evangelizadora (Redemptoris Missio 21).Sin la presencia del Espritu Santo, nuestros esquemas y elucubraciones teolgicas no dan frutos de conversin, ya que si el Seor no edifica la casa, en vano se afanan los constructores (Sal 127,1). El Papa Pablo VI lo afirma categricamente en la Evangelii Nuntiandi 75:

No habr nunca evangelizacin posible sin la accin del Espritu Santo. La tcnicas son buenas pero ni las ms perfeccionadas podran remplazar la accin discreta del Espritu Santo.La presencia del Parclito incluye el espritu de revelacin que Pablo peda para los efesios (Ef 1,17); porque reconocer a Jess como Salvador y Seor no es obra de un raciocinio o deduccin mental, sino revelacin del Espritu de Dios vivo, que nos lleva a la verdad completa (Jn 16,13). El Espritu nos da testimonio de que somos hijos con derecho a la herencia. Por eso, el evangelizador debe haber tenido su Pentecosts personal.a. Presencia y ausencia del Espritu Santo,se notanCuando la Iglesia primitiva tuvo necesidad de iniciar el diaconado, los apstoles solicitaron siete varones llenos de fe y de Espritu Santo. La comunidad present a siete candidatos (Hech 6,5), porque era evidente que ellos estaban llenos del Espritu de Dios, pues derramaban sus frutos y carismas por todas partes.

Cuando Pablo llega a feso, se encuentra con doce discpulos, pero inmediatamente percibe que les falta algo esencial: El Espritu Santo. Se les notaba que no lo tenan.- Recibieron el Espritu Santo cuando abrazaron la fe?- Pero si ni hemos odo decir siquiera que exista el Espritu Santo.- Pues qu bautismo han recibido?- El bautismo de Juan.- Juan bautiz con un bautismo de conversin, diciendo al pueblo que creyeran en el que haba de venir despus de l, o sea en Jess.Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Seor Jess. Y, habindoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar.Eran en total unos doce hombres: Hech 19,1-7.La gran diferencia del bautismo de Juan y el bautismo del Mesas es que el primero carece de Espritu Santo, mientras que el segundo es la fuente de la Nueva Vida y vida en abundancia. Me temo que muchos que hoy se catalogan catlicos en las encuestas y censos, slo han recibido el bautismo de Juan.Si san Pablo se apareciera hoy en los fesos de nuestras comunidades, centros de catequesis y hasta universidades catlicas nos peguntara si nos falta Espritu Santo?

b. Viento huracanado o aire acondicionado?En no pocos espacios, el viento huracanado de Pentecosts se ha convertido en aire acondicionado, tratando de domesticar la fuerza del Espritu de Dios vivo.Es comn la figura del viento, la Ruaj o el Pneuma, para referirse al Espritu Santo. En Pentecosts se trata de - pnos biaias: viento impetuoso, que llen hasta los rincones ms oscuros de la vida de los apstoles y los convirti en testigos con poder de Cristo resucitado. Sin embargo, otros reducen esta Ruaj imponente a un simple aire acondicionado que se grada de acuerdo a la conveniencia o comodidad.El viento huracanado, como a Pablo, nos sorprende y rompe esquemas y seguridades humanas para preguntar: Qu quieres, Seor, que haga? El aire acondicionado, por el contrario, propicia que nosotros hagamos nuestros planes pastorales, elaboremos los esquemas y despus pidamos que el Seor nos ayude.

El aire acondicionado est graduado a una temperatura constante para agradar a los hombres. El viento huracanado nos da la valenta para ser fieles a Dios, sin importar el precio que se deba pagar.Nosotros nos poseemos el aire acondicionado. El viento huracanado se posesiona de nosotros.El aire acondicionado desecha carismas que incomodan o comprometen. El viento huracanado nos sorprende con variedad de carismas y ministerios.El aire acondicionado es como esas fuentes donde la misma agua circula siempre. En cambio, el huracn sopla como quiere y no sabemos de dnde viene ni a dnde va.El viento huracanado es motivo de libertad. Es libre y nos hace libres. El aire acondicionado es una paloma enjaulada sin libertad para volar por el espacio infinito.Hay personas que tratan de manipular al Espritu con el control de sus esquemas, pero jams podrn regular la fuerza impetuosa de un huracn, porque el huracn es imprevisible; siempre lleno de sorpresas, creativo y nuevo.El aire acondicionado es tan cmodo que nos aletarga en anlisis calculadores. El huracn nos convierte en testigos con poder de la resurreccin del Seor Jess.

D. CAMINAR Y CORRERa. Caminar a Emas para que arda el corazn con el fuego de la PalabraLos discpulos de Emas recorren el camino con Jess, que explica las Escrituras y las Escrituras que explican a Jess.Cleofs y su compaero de ruta a la pequea aldea de Emas, eran testigos de la muerte de Jess, pero simples reporteros de su resurreccin, pues repetan lo que las mujeres decan que los ngeles haban dicho. Hasta que su corazn ardi con la Palabra de Jess y lo reconocieron en la Fraccin del Pan, entonces, a pesar que es ms noche, vuelven por el mismo camino para testificar que verdaderamente el Seor Jess haba resucitado.Ya no son simples reporteros que repetan lo que las mujeres decan que los ngeles haban dicho. No, ahora son testigos, pues su corazn estaba inflamado con el fuego de la Palabra.Si nuestro corazn no arde con la Palabra, no vamos a incendiar al mundo con el Evangelio de la gracia.b. Correr a las montaas con alegrapara alegrarEn aquellos das Mara se levanty fue a toda prisa a las regiones montaosas de Jud: Lc 1,39

Apenas embarazada por el poder del Espritu Santo y con la Palabra encarnada en su corazn, lo primero que Mara hace, es- spouds: apresurarse para llevar a Jess, tanto a Isabel como a Juan Bautista.Un evangelizado que ha abierto las puertas del corazn corre para dar testimonio de lo que le ha acontecido y lo hace con prisa, porque el amor de Cristo la apremia (2Cor 5,14).

Mara estaba tan llena de gozo del Espritu que en cuanto saluda a su prima Isabel, Juan Bautista salta de alegra en el vientre de su madre.La carta de identidad de un evangelizador no es cargar con la cruz del dolor y sufrimiento. El cristianismo no es la religin de la cruz, sino la religin del poder de la cruz que se manifiesta en la contagiosa alegra de haber encontrado el tesoro escondido.

Cuando Andrs encuentra a Jess en el desierto, inmediatamente va a buscar a su hermano Simn para llevarlo al Maestro. Lleva a alguien que sirva, ame y predique a Jess ms y mejor que l mismo.Si t no corres para anunciar a Jess, t todava no eres evangelizador. Ni Mara ni Andrs fueron a hacer un retiro de 30 das de discernimiento ni programaron una reunin de pastoral: Evangelizaron, porque a evangelizar se aprende evangelizando!As pues, la esencia del perfil del nuevo evangelizador esta delineado en estas cuatro pelotas.La Nueva Evangelizacin slo se dar con Nuevos Evangelizadores. Si las peras se dan en los perales y las uvas en las vias, la Nueva Evangelizacin slo florece en rboles de nuevos evangelizadores.El perfil de lo esencial de un nuevo evangelizador lo hemos delineado en las cuatro pelotas de tenis:

Baja al Jordn para experimentar el amor incondicional de Dios. Va a Damasco para tener un encuentro personal con Jess resucitado que lo sane de la religiosidad caduca, ya superada por el Nuevo Testamento. Sube al Aposento Alto para vivir su Pentecosts personal. Camina y corre. Camina a Emas para que su corazn se incendie con el fuego de la Palabra y corre a las montaas de Jud con alegra.

Estas cuatro caractersticas son lo que hace del evangelizador un testigo autorizado de la muerte redentora y la gloriosa resurreccin del Seor Jess.Esto es lo esencial, lo primero que va en el frasco del nuevo evangelizador. Lo secundario se coloca despus, no porque no sea importante, sino simplemente porque viene despus de haber establecido esta columna vertebral. Lo superficial su ubica de igual forma; y hasta lo superfluo pierde su sentido.(1) - heraka es un tiempo perfecto del verbo horao, cuya accin en el pasado se contina en el presente y se proyecta hasta el futuro. Los dems pueden percibir el brillo en la mirada y la sonrisa indeleble de quien ha encontrado el tesoro escondido.

IIIQU ES EL KERYGMAAPOSTLICOCuando san Pablo sintetiza su ministerio distingue dos etapas: Anunciaba y enseaba: - euanguelai hymn kai didazjai hyms (Hech 20,20b).Para referirse al Anuncio usa el verbo,- anguelo, cuyo contenido es

La Buena Nueva de Jess, el Mesas (Hech 5,42). Al aludir a la segunda etapa, emplea el verbo- didasco, de donde deriva la Didaj o enseanza.Es tan importante distinguir las dos etapas como la secuencia entre ellas. No son lo mismo, pero ambas forman una armona, con una pedagoga: Primero se anuncia y luego se ensea.Ms tarde, el apstol afirma que Dios ha querido salvar a los creyentes: - d tes moras tou kerygmatos: por medio de la locura de la Predicacin (1Cor 1,21). Este - : krygma - kergmatos, que se traduce por Proclamacin o Anuncio, nosotros lo identificamos con el Primer Anuncio o Kerygma, para distinguirlo de la Catequesis. Se trata del medio por el cual somos salvados. O sea, no es a travs de la Catequesis ni la doctrina, sino del Anuncio de la Buena Noticia de Jess.En el campo pastoral, por varios siglos hemos enterrado el denario del Anuncio Kerygmtico, no slo no ganando intereses sino devalundose el capital de la Iglesia.Por muchos aos, la Provincia de Alberta fue una de las ms pobres de Canad, y deba recibir subsidios del gobierno central para suplir sus necesidades. La gente emigraba para buscar trabajo y los jvenes iban a otras latitudes para estudiar.Pero un da se descubri que exista un inmenso manto petrolfero en el subsuelo de esa regin, y se convirti en la provincia ms floreciente de Canad. Nadaban en un mar de petrleo, pero no lo saban. Tenan una gran riqueza, pero vivan como pobres.

La mayor riqueza de la Iglesia es el Evangelio de la Gracia (Hech 20,24), y su gran misin es proclamarlo hasta los confines de la tierra, pero desgraciadamente a partir de la Reforma de Martn Lutero (1483-1546) en el siglo XVI, hemos colocado esta luz debajo de la mesa. Abandonamos la dimensin kerygmtica y compensamos tan gran omisin, enfocando los reflectores en el dogma, el culto y los sacramentos. Basta observar que los trminos Kerygma o Primer Anuncio, no existen todava en el Vaticano II (1962-1965), aunque ciertamente la Constitucin Dei Verbum 24, s distingue entre Predicacin y Catequesis.

En estos ltimos aos, la Iglesia est redescubriendo, creo que por estudio, la importancia del Kerygma o Primer Anuncio. Sin embargo, lo que todava no recupera es mostrar con hechos que el Anuncio Kerygmtico es el primer paso, y que la Catequesis slo viene despus. La inercia de cinco siglos la hace caminar con el freno de mano puesto. An no se atreve a dar el paso proftico, ya que tomar conciencia del corazn del Evangelio implicara una Reforma radical donde apareceran las plyades de los contra reformistas.Nuestro reto es levantar esta luz del Anuncio Kerygmtico para que ilumine a los de la casa y al mundo entero. No podemos vivir como pobres con tal riqueza dentro de nosotros mismos.A. PUNTO DE PARTIDA: DIFERENCIAENTRE KERYGMA Y CATEQUESISDos etapas diferentes y complementarias:Nuestra plataforma de despegue es el siguiente presupuesto: La Catequesis es diferente al Primer Anuncio (Catechesi Tradendae 19). Evangelizar y ensear son dos pasos sucesivos; incompletos en cuanto que se suponen mutuamente, pero complementarios, ya que forman un binomio indisoluble donde cada uno tiene su lugar, aunque la frontera entre uno y otro tenga muchos puentes comunes.El Papa Juan Pablo II seala que entre evangelizacin y catequesis no existe separacin ni oposicin, ni identificacin pura y simple, sino relaciones profundas de integracin y complemento recproco (Catechesi Tradendae 18). La Evangelii Nuntiandi nos mostraba desde 1975 que se trata de dos columnas que sostienen la construccin de la fe. Cada una posee su espacio, objetivo y contenido que hay que distinguir, respetar y valorar.

B. QU ES EL KERYGMA APOSTLICOGrito de Buena Noticia de Jess - krygma, significa grito, y se aplica a la Proclamacin Apostlica, tambin llamada Primer Anuncio o Evangelizacin Fundamental; ABC del cristianismo; su carta de identidad y ADN. Se trata del cimiento para que nuestra vida cristiana no sea edificada sobre arena.Se trata de la Buena Nueva de Jess; o mejor, de Jess como la Buena Nueva de Dios (Mc 1,1).San Lucas ha registrado la Predicacin original de los Apstoles en seis discursos kerygmticos:1- Cinco de Pedro: Hech 2,14-29; 3,12-26; 4,8-12; 5,29-32 y 10,34-43.- Uno de Pablo: Hech 13,16-41.

C. CONTENIDO DEL KERYGMA PRIMITIVOJess, Muerto, Resucitado y Glorificado, como Salvador, Seor y MesasEl grito inicial no es teora ni doctrina sino la Buena Nueva del Jess, el Mesas (Hech 5,42), que tal vez conviene mejor traducir: como Jess, como la Buena Nueva de Dios.Por eso, todos los discursos kerygmticos se centran en una persona con sus tres acontecimientos, as como los tres ttulos ms importantes; con una intencionalidad: por nosotros y para nosotros. La siguiente estrella lo resume de forma sinttica:Contenido del Kerygma ApostlicoSi elaboramos un cuadro sinptico del contenido de los discursos kerygmticos encontraremos los siguientes elementos: En tipografaitlica, las palabras exactas que aparecen en el texto bblico.JessSe le identifica por su nombre propio:- Yeshu, que en hebreo significa: YHWH salva. Jess es la Buena Nueva que hace presente el reinado de Dios. En l se identifican la salvacin y el Salvador (Jn 4,22; Hech 4,2; 1Tim 2,5; Lc 2,11).Hombre: Pertenece cien por ciento a la raza humana. En esta primera etapa no se proclama a Jess como Dios ni Hijo de Dios, sino como un hombre igual a los otros (Heb 4,15). Simplemente se afirma que Dios estaba con l (Hech 10,38). Hasta despus que se reciba el Espritu Santo se puede aceptar que El Nazareno es Hijo de Dios y es Dios, bendito por los siglos (Rom 9,5c).De Nazaret o Nazareno: Encuadrado en la geografa. De Galilea de los gentiles (Mt 4,12-16). Pertenece al pueblo elegido.De la descendencia de David: Enmarcado en la historia de Israel y en la familia de David (pastor y rey). Es El Descendiente (2Sam 7,11; Is 7,14; 9,5; 11,1;Miq 5,1-3), que instaura el Reino de Israel (Hech 1,6).Ungido con el Espritu Santo: La caracterstica ms importante de Jess es que Dios lo ha ungido con el Espritu Santo (Lc 4,18; Mc 1,9-11; Mt 3,13-17; Jn 1,32-34). Es el ungido, el Mesas, el Cristo.Profeta: No era un telogo ni un maestro profesional, sino un carismtico inspirado por Dios (Mc 6,15; Mt 21,11; Lc 7,16; Jn 4,19).Poderoso en obras y palabras: En su ministerio se unen la accin poderosa y el mensaje eficaz. El evangelio de Mateo resume la predicacin de Jess, como el de Marcos los milagros. Hizo el bien, cur y liber. Los milagros, prodigios y seales no eran adornos accidentales ni slo pruebas de la veracidad de su doctrina, sino la salvacin integral realizndose.

a. Muri en la CruzPedro responsabiliza a los judos, especialmente a lossumos sacerdotes y magistrados del pueblo, de la muerte de Jess, pero sta se lleva a cabo por manos de los romanos: Pilato. As, tanto judos como gentiles, somos causa de su muerte. Pero en ltima instancia, a Jess no lo matan, sino que l se entrega voluntariamente (Jn 10,18; Jn 13,1). Por eso, San Pablo usa la forma verbal- apthanen, que en griego es un aoristo (pasado) de voz activa (1Cor 15,3): l muri; no fue matado.

Los discursos kerygmticos subrayan que haba un determinado, no determinista, designio divino, ya anunciado por los profetas en lasEscrituras.En la cruz: Cinco de los seis discursos kerygmticos hacen alusin a la ignominia del madero, que si es un escndalo para los judos y una locura para los gentiles, para quienes creen se transforma en fuerza y sabidura de Dios (1Cor 2,2).Padeci: La muerte de Jess est enmarcada en su dolorosa pasin, la cual lo identifica con el Siervo de YHWH, anunciado por el profeta Isaas, donde se afirma que por sus llagas hemos sido curados y que l soport el castigo que nos trae la paz (Is 53,5b).Sepultado: Jess estuvo verdaderamente muerto y se le trat como a un difunto.b. Resucitado por Dios,se aparece a los testigosEn los discursos kerygmticos, Jess no resucit, sino que fue resucitado por elDios de nuestros padres. Pablo usa la forma verbal- eguguertai, que en griego es un tiempo perfecto de voz pasiva (1Cor 15,4) que podramos traducir: fue resucitado y est resucitado (por Dios).Al tercer da: No significa setenta y dos horas, sino un corto lapso de tiempo.Se apareci a los testigos: Las apariciones son manifestaciones para quienes son o han de ser testigos (Hech 10,41). Entre ellos, se destaca Simn o Cefas.Segn 1Cor 15,45, Jess resucitado es: Elviviente:- Zoonta, participio presente del verbo vivir. Jess est vivo hoy. Vivificante:- Zoopoin, participio presente del verbo vivificar. Jess resucitado es fuente de vida.c. Glorificado: Exaltado a la diestra de DiosJess, muerto y resucitado, fue exaltado y glorificado por elDios de Abraham, de Isaac y de Jacob. O sea, se contina la lnea salvfica del Antiguo Testamento.A su diestra o por la diestra de Dios: recibe un puesto de honor y los ttulos ms gloriosos: Salvador: - Soter, que nos libra de toda opresin, especialmente del pecado, as como su causa y consecuencias (Mt 1,21; Lc 2,11; Jn 4,42). Seor: - Kyrios. El Nombre que est sobre todo nombre. l es el dueo y administrador regio de todo cuanto existe en cielo y tierra (Flp 2,11; Mt 28,18). Mesas: - Jrists. El ungido con Espritu Santo (Is 11,1; 42,1; 61,1), que da Espritu Santo (Jn 1,33; 7,39; 16,7).D. INTENCIONALIDAD DEL KERYGMA DE LOS APSTOLESPor nosotros y para nosotrosEn esta etapa inicial, no se presenta doctrina, moral ni dogma. Slo se proclama a una persona viva con tres acontecimientos (muerto, resucitado y glorificado) y tres ttulos (Salvador, Seor y Mesas), con una conclusin teolgica: Todo esto sucedi por nos-otros y para nosotros.San Pablo lo resume as:Jess, Seor nuestro,fue entregado por nuestros pecados,y fue resucitado para nuestra justificacin:Rom 4,24-25. Muri, resucit y fue glorificado, por nosotros. Es Salvador, Seor y Mesas, para nosotros.No es simple historia ni resumen de la vida y misin de Jess. Todo esto llevaba una intencin: Nosotros somos los destinatarios y beneficiarios de estos acontecimientos.

E. ENFOQUE DEL KERYGMA APOSTLICOTraspasar los corazonesEl Anuncio Kerygmtico, ms que una doctrina o enseanza que ilumina nuestra mente, es un grito que desafa la voluntad.Los que escucharon la predicacin de Pedro el da de Pentecosts, preguntaron - katenyguesan te karda: con corazn traspasado, qu deban hacer para apropiarse del don gratuito de la salvacin (Hech 2,37).El Kerygma, ms que luz para el entendimiento, es una espada que penetra el corazn de quienes escuchan. Por lo tanto, una Predicacin Kerygmtica desafa el centro de la voluntad y las decisiones para aceptar o rechazar la salvacin gratuita. Aqu est la clave del Anuncio.F. OBJETIVO DE LA PREDICACINAPOSTLICARecibir el Espritu SantoLa epstola a los Efesios muestra claramente el proceso y el resultado del Anuncio del Evangelio:En Cristo Jess, tambin ustedes,(primero:) tras haber odo laPalabra de la verdad,el Evangelio de su salvacin,(segundo:) y credo tambin en l,(tercero:) fueron selladoscon el Espritu Santo de la Promesa:Ef 1,13.

El Espritu Santo corona la obra evangelizadora. Por eso, cuando Pablo lleg a feso, pregunt si haban cumplido el objetivo de la Proclamacin del Evangelio: Recibir el Espritu Santo (Hech 19,2).El Kerygma culmina con la efusin de Espritu Santo que Jess llama atrevidamente bautismo en el Espritu Santo (Hech 1,5), porque se trata de una inmersin para estar plenamente llenos del Espritu de la Promesa que nos hace nacer de nuevo y actualiza los mritos de la Pascua Redentora.2Algunas personas podran objetar que ya recibieron el Espritu Santo tanto en el bautismo como en la confirmacin. Esto es tan cierto como que aconteci sin una previa evangelizacin que implique una libre y consciente adhesin a Jesucristo como Salvador y Seor. Adems, valdra la pena preguntar si el Espritu se recibe nicamente una o dos veces en la vida, o cada vez que se necesite.G. NUESTRA RESPUESTAA LA PROPUESTA DIVINAFe, arrepentimiento y conversin.Confesar a Jess Salvador y proclamarlo SeorSi Jess ya nos salv y nos regal el don de la salvacin, cmo nos apropiamos los frutos de la redencin? Encontramos un mosaico que aborda desde diferente perspectiva la cuestin. Todos los elementos son importantes y se implican recprocamente.Quienes escuchan a Pedro le preguntan qu deben hacer para obtener esa nueva vida, Pedro responde:Convirtanse y que cada uno de ustedesse haga bautizar en el nombre de Jesucristo,para remisin de sus pecados;y recibirn el don del Espritu Santo:Hech 2,38.

Por su parte, San Pablo lo resume magistralmente:Si confiesas con tu boca que Jess es Seory crees en tu corazn que Dios le resucitde entre los muertos, sers salvo.Pues con el corazn se creepara conseguir la justicia,y con la boca se confiesapara conseguir la salvacin: Rom 10,9-10.En otro momento seala que espera, que tanto judos como griegos, se conviertan a Dios y crean en nuestro Seor Jess (Hech 20,21).El ofrecimiento de la salvacin requiere una respuesta de fe: creer en Jess, el cual tiene diferentes aspectos: Arrepentirse y convertirse, culminando con el bautismo; confesando a Jess como nico, suficiente; exclusivo y excluyente Salvador personal, as como proclamando su Seoro en todos los aspectos de la vida.

H. PERSEVERAR HASTA EL FINFormando el Cuerpo de Cristo en la IglesiaEl Kerygma culmina cuando los evangelizados forman el Cuerpo de Cristo, viviendo la comunin eclesial:Acudan asiduamente a la enseanzade los apstoles, a la comunin,a la fraccin del pan y a las oraciones.Acudan al templo todos los dascon perseveranciay con un mismo espritu,partan el pan por las casasy tomaban el alimento con alegray sencillez de corazn.El Seor agregaba cada da a la comunidada los que se haban de salvar: Hech 2,42.46-47.

Somos un pueblo, el pueblo de Dios, que camina en caravana a la tierra prometida, donde no basta iniciar la carrera, sino llegar a la meta, porque slo quin persevere hasta el fin, se salvar (Mt 10,22). Por lo tanto, es necesario un sistema que garantice el crecimiento hasta la estatura de Cristo Jess, tanto por medio de la formacin catequtica como la vivencia sacramental.As, los convertidos o salvados integran la comunidad cristiana (Hech 2,47b), pues la salvacin no se puede vivir de forma aislada o individual. Somos Cuerpo de Cristo. Se trata de la Iglesia evangelizada y evangelizadora.Esta actualizacin de la Proclamacin, as como los frutos de los mritos de Cristo Jess, se hacen presentes y efectivos en la liturgia, memorial de la muerte y resurreccin de Jess.As, cobra sentido la afirmacin el Papa Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi 60:La evangelizacin es un acto profundamente eclesial.Kerygma y Catequesis son como los dos tiempos de un partido de ftbol soccer. Cada uno tiene su espacio, pero ambos son interdependientes y complementarios. El Kerygma es la base y punto de partida de la vida cristiana. La catequesis viene despus y siempre despus. Es diferente predicar que ensear; Kerygma que Catequesis, pero van ntimamente unidas de forma consecutiva, aunque la frontera sea permeable.

La Buena Nueva de la salvacin, formulada en el Kerygma o Primer Anuncio, est centrada en una persona con sus tres acontecimientos (muerte, resurreccin y glorificacin), as como sus tres ttulos ms importantes (Salvador, Seor y Mesas), para recibir el don del Espritu Santo y formar la comunidad de salvados que instauran el Reino de Dios en este mundo. Todo esto con una intencin: Jess muere, resucita y es glorificado por nosotros. Es Salvador, Seor y Mesas para nosotros

Si la Catequesis se dirige ms al entendimiento, el Kerygma desafa la voluntad y traspasa los corazones, donde va a ser derramado el Espritu Santo.Al tratar el Kerygma, intencionalmente lo hemos llamado El Kerygma apostlico porque parte de la Predicacin de los Apstoles. Sin embargo, esto conlleva una consecuencia: Si la Iglesia es apostlica, ha de transmitir lo que a su vez ha recibido de los Apstoles. En pocas palabras, en la fidelidad a este Mensaje est en juego la apostolicidad de la Iglesia.Esta es nuestra riqueza, pero no es necesario descubrir este tesoro, extraerlo y usarlo para no vivir como pobres y que nuestra gente emigre a otras denominaciones cristianas en bsqueda de la Proclamacin o Anuncio de la Buena Nueva.(1) Hay relatos que solo se cuentan una vez, como el dilogo de Jess con la samaritana. El Padre Nuestro tiene dos versiones. La pasin en Getseman se cuenta en tres formas distintas. La muerte y resurreccin de Jess es narrada en los cuatro evangelios. Sin embargo, el nico tema que es tratado seis veces es la Predicacin de los apstoles, lo cual puede ser muy significativo.(2) Esta efusin del Espritu tiene relacin directa con el bautismo, pero en algunos casos tambin podra renovarlo o tratarse de otra nueva efusin.IVGRAN COMISIN,GRAN OMISINUna de las parbolas ms cortas del Evangelio es la titulada Los dos hijos en Mt 21,28-30. Es tan pequea, que la vamos a reproducir completa:Qu les parece? Un hombre tena dos hijos.Llegndose al primero, le dijo:Hijo, vete hoy a trabajar en la via.Y l respondi:No quiero, pero despus se arrepinti y fue.Llegndose al segundo, le dijo lo mismo.Y l respondi: Voy, seor, y no fue:Mt 21,28-30.

Cuando Jess presenta esta parbola, nos pregunta: Qu les parece?. No se trata de saber lo que pensamos, ni de elaborar un esquema doctrinal; ni tampoco de una crtica histrica literal; sino de que tomemos postura frente a sta como a otras situaciones anlogas, donde hasta podramos ser parte del escenario.En este tema consideraremos los tres mandamientos de Jess, especialmente El Gran Mandamiento, que es ms conocido como La Gran Comisin; comisin de proclamar la Buena Nueva, sin aadiduras ni supresiones, pero que por desgracia se ha transformado en La Gran Omisin. Sin embargo, descubriremos que la razn por la que nosotros no evangelizamos; es porque no estamos evangelizados.El objetivo de este tema es transformar el problema en desafo para recuperar el valor y la riqueza del Kerygma, superando las causas o excusas por las que no evangelizamos.A. PUNTO DE PARTIDA DE EVANGELIZAR: EVANGELIZAR ES PROCLAMARLA BUENA NUEVA DE JESSEl Papa Juan Pablo II afirma que la Catequesis es diferente al Primer Anuncio (Catechesi Tradendae 19). As, nosotros vamos a utilizar el trmino evangelizar, a diferencia del catequizar, para referirnos al Primer Anuncio o Proclamacin del Kerygma, corazn del Evangelio.Esta diferencia conceptual poda correr el riesgo de ser reduccionista; cierto, pero no hay ninguna que lo exprese con perfeccin. Nosotros sacrificamos en este captulo este aspecto, para poder identificar la evangelizacin con el Primer Anuncio y distinguirla de la Catequesis.B. EL PRIMERO, EL NUEVOY EL GRAN MANDAMIENTOTodo mundo conoce el primer mandamiento:Amars al Seor, tu Dios, con todo tu corazn,con toda tu alma y con toda tu mentey a tu prjimo como a ti mismo: Mt 22,37.39b.Nadie, por otro lado, ignora el mandamiento nuevo:Les doy un mandamiento nuevo:Que se amen los unos a los otros,como yo los he amado:Jn 13,34.

Pero, por desgracia, pocos saben cul es El Gran Mandamiento o Gran Comisin, que es el testamento de Jess resucitado. Antes de ascender a los cielos, se dirigi solemnemente a los suyos. Rodeado con el esplendor de su victoria sobre la muerte, asever con plena soberana: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra (Mt 28,18).Nunca una orden haba sido introducida con tanta autoridad. Entonces, aadi sin concesiones:Vayan por todo el mundoy proclamen la Buena Nueva a toda la creacin;y hagan discpulos mos a todas las gentes:Mc 16,15; Mt 28,19a.

En conclusin, la Gran Comisin consiste en anunciar la Buena Nueva de la salvacin en Cristo Jess.Yo me atrevera a afirmar, sin miedo a equivocarme, que la mejor manera de amar a Dios y amar al prjimo es anunciando el gran amor divino por este mundo, que le motiv a enviar a su Hijo nico para salvar a los hombres.C. EVANGELIZAR NO ES OPTATIVO,ES IMPERATIVOAnunciar la Buena Nueva del Evangelio no es optativo. Es imperativo. Es el mandato de Jess resucitado. Cul otro mandamiento es ms trascendente que ste?Jess ha culminado la obra de Dios a l encomendada, pero la misin de Cristo Redentor confiada a la Iglesia, est an lejos de cumplirse (Juan Pablo II, Redemptoris Missio 1).

a. Si no evangelizamos, no somos cristianosSer cristiano significa ser mesinico, estar ungido por el Espritu del Seor para anunciar la Buena Nueva a los pobres. No somos dignos de llamarnos as, si no estamos llevando a Cristo ni instaurando el Reino de Dios.

b. Si no evangelizamos, no somos catlicosCatlico que no evangeliza es contradiccin de trminos, ya que, catlico significa aqul que comparte con su Maestro una misin sin fronteras, que trasciende el tiempo y el espacio. Es ilgico decirnos catlicos si no somos, como nuestro maestro, evangelio y evangelizadores.

c. Si no evangelizamos, no somos discpulosEl Maestro condicion nuestra pertenencia al selecto grupo de sus discpulos, cuando asegur:Si se mantienen en mi Palabrasern verdaderamente mis discpulos: Jn 8,31b.

No se puede ser verdadero discpulo del Maestro de Nazaret sin anunciar el Nombre de Jess, dando razn de nuestra esperanza, siendo testigos de su resurreccin, hablando de lo que hemos visto y odo. No evangelizar no es slo un pecado de omisin; ni siquiera una gran omisin, sino la traicin a Aqul que confi en nosotros.

Cristianos, catlicos y discpulos han sido convidados a trabajar en la Via del Seor. Nuestra verdadera respuesta no es lo que digamos, sino lo que hagamos. Por lo tanto, si no obedecemos la orden de evangelizar, no somos reconocidos como discpulos de Jess.

Muchos ni siquiera saben que se trata de un mandato que obliga tanto o ms que el de no matar o no robar. No evangelizar es una desobediencia a la mayor orden de Jess, que tal vez ni reconocemos. Quin se ha atrevido a confesar: Me acuso, padre, de no haber evangelizado? Si no evangelizo, no amo al Seor sobre todas las cosas. Si no evangelizo, no estoy amando a mi hermano como a m mismo. Si no evangelizo, no estoy dando honor y gloria al Dios y Padre de cielos y tierra. Si no evangelizo, estoy mintiendo al proclamar que soy cristiano. Si no evangelizo, estoy robando la Perla Preciosa que debo compartir con otros. Si no evangelizo, estoy matando, porque no doy a mi hermano la oportunidad de tener vida en abundancia.

D. LA GRAN COMISIN - LA GRAN OMISINEs tan importante este mandamiento, que se le ha llamado La Gran Comisin; pero, por desgracia, se ha convertido ms bien en La Gran Omisin, razn por la que sufrimos una crisis de fe en el mundo. Mientras los musulmanes y los testigos de Jehov crecen ms y ms, el cristianismo disminuye proporcionalmente al nmero de habitantes del planeta.El Papa Pablo VI comienza la carta magna de la evangelizacin, hacindonos una valiente pregunta: Qu ha pasado en nuestros das con esa energa escondida de la Buena Nueva, capaz de sacudir profundamente la conciencia del hombre? (Evangelii Nuntiandi 4).

En Boston y en Holanda se cierran templos por falta de fieles, mientras que en Bruselas ya hay una mezquita por cada tres iglesias cristianas. El celo de Francisco Javier para incursionar las Indias y el Japn lo hemos transformado en respeto y prudencia? Dnde naufrag la valenta de aquellos agustinos, franciscanos y jesuitas, que los hizo atravesar el Atlntico en frgiles embarcaciones? Podemos encontrar explicaciones histricas y sociales de por qu hemos abandonado el Anuncio explcito de la Buena Nueva de la salvacin, pero jams se podra justificar colocar la luz del Evangelio debajo de la mesa. La Europa evangelizadora de otros continentes, hoy precisa ser evangelizada, y presiento que no lo va a ser por los mismos europeos. Lo cierto es que esta omisin, cobra hoy da altos intereses, siendo una de las principales causas de por qu las Iglesias pentecostales y cristianas crecen, gracias a los catlicos que emigran de su propia Iglesia a horizontes donde brilla la Proclamacin del Evangelio.

La Gran Comisin de anunciar el Evangelio de la salvacin confiada por Jess a sus amigos, se ha convertido en La Gran Omisin de muchos catlicos, de manera particular si por evangelizar entendemos la Predicacin del Kerygma. La comisin y el mandato, se han transformado en omisin de parte nuestra.

La madre Teresa de Calcuta cont la siguiente historia:Nepal, pequeo pas musulmn, es muy opuesto al cristianismo. La ley no permite hablar de Jesucristo ni distribuir Biblias ni reunirse para orar.Todo aqul que manifiesta su fe cristiana, se enfrenta con serios problemas. Unos pierden el trabajo, otros son discriminados por el gran delito de creer en Jess de Nazaret. All, al que habla de Jesucristo, lleva la Biblia o porta un smbolo cristiano, lo meten a la crcel, y quien se hace bautizar, tiene que abandonar su pas y su familia.Aunque la ley dictamina arresto para quienes prediquen a Jesucristo, las crceles estn llenas de cristianos que evangelizan. Cuando salen de prisin, continan evangelizando; obviamente los vuelven a capturar; y regresan tras las rejas, porque ellos estn decididos a anunciar a Cristo Jess, aunque les cueste la vida. El gobierno ya no sabe qu hacer, con quienes han perdido el miedo a la prisin.Ahora viene lo triste de la historia. En estos presidios no hay ningn catlico! Todos son protestantes y evanglicos. Los catlicos transitan libres por no cumplir La Gran Comisin, aunque tal vez son ms libres quienes se sienten orgullosos de sus cadenas.

El Papa Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi 80, se pregunta y nos desafa: Se pueden salvar... los que por negligencia, vergenza o ideas falsas omiten anunciar el Evangelio? Por lo tanto, quien no evangeliza, arriesga su eternidad, puesto que est fallando nada menos que a La Gran Comisin de la cual depende la salvacin universal. As de trascendente es. Por eso, todo aqul que no haya evangelizado, tendr serios problemas para pasar por la puerta estrecha.Al terminar nuestra vida presentaremos el examen final, donde la eternidad ser decidida por si hemos o no trabajado en la via. En aquel momento no contar si nos comprometimos a ir, sino si lo hicimos. De nada servir decir: Seor, Seor (Cf. Mt 7,21).

La materia del juicio final ser si cumplimos o no con las llamadas obras de misericordia de Mateo 25,35-36. Sin embargo, me parece que los aspectos que enumerar el juez soberano, se pueden aplicar con mayor razn al campo de la evangelizacin: Si por negar un vaso de agua se nos dictar sentencia eterna, qu nos suceder si no ofrecimos la fuente de Agua Viva; la que salta hasta la vida eterna? Si por no alimentar al hambriento se nos lanzar al fuego que no se extingue, qu suceder a quien no comparta el Pan de Vida de la Palabra que es viva y eficaz? Si por no vestir al desnudo se nos apartar lejos de la presencia del Rey, qu acontecer a quien no haya revestido de Cristo a los desnudos por el pecado? Si por no visitar a los presos se nos encadenar por toda la eternidad, qu destino tendrn quienes no liberaron de sus ataduras de maldad a los encarcelados? Quien no haya acogido a un forastero, no ser recibido en las moradas celestiales, pero qu le suceder a quien no haya mostrado el camino a la patria definitiva?

En aquel momento se nos preguntar: Trabajaste en la via? Fuiste levadura en la masa? Diste testimonio a tiempo y a destiempo en tu familia, el trabajo y la sociedad de que si Jess resucit, cualquier cosa es posible? Los que hayan frustrado el sueo divino de instaurar el Reino en este mundo, escucharn la terrible sentencia eterna: Aljense de m, agentes de iniquidad, que no los conozco (Mt 7,23).Ante este panorama, cada uno debera contagiarse con el miedo de Pablo:Ay de m si no evangelizara!: 1Cor 9,16b.Nuestra eternidad puede depender de haber ido o no a trabajar en la via. Unos van y otros no. Pero lo importante es descubrir la causa de por qu no lo hacemos.E. POR QU NO EVANGELIZAMOS?PORQUE NO ESTAMOS EVANGELIZADOSMuchas veces se nos motiva y anima a evangelizar, pero en pocas ocasiones se considera la causa por la cual no lo hemos hecho. En el fondo, la nica razn por la que no evangelizamos es porque no estamos evangelizados. El problema es que no se ha encontrado la perla preciosa, ni se ha experimentado la salvacin de Dios que nos convierte en testigos de forma inmediata.Como el agua siempre corre por el camino ms fcil, para una persona evangelizada es ms difcil no evangelizar que evangelizar; como para un no-evangelizado es ms cmodo no evangelizar, que evangelizar.

Por qu Pilato, el joven rico, Barrabs o los soldados de la tumba no evangelizaron? Todos ellos tuvieron un trato con Jess, pero no estaban evangelizados. Infelizmente esto se repite con frecuencia en la Iglesia. Tenemos profesionales de la religin que trabajan en la via del Seor pero no conocen al Viador, porque no se dejaron permear por la Palabra que llega hasta el centro de las decisiones y valores, para vivir de la manera establecida por el Evangelio.

El evangelizado evangeliza necesariamente. Cuando no estamos evangelizados encontramos mil razones para no Proclamar a Jess.Ahora vamos a considerar los motivos o excusas para no evangelizar. Pero no basta descubrir los sntomas. Es necesario un diagnstico que vaya al fondo y raz, para luego encontrar la medicina, que nosotros llamamos logoterapia1; gracias al Logos, la Palabra de Dios:Ni los cur hierba ni emplasto alguno,sino tu Palabra, Seor, que todo lo sana:Sab 16,12.

He aqu cinco excusas o causas que se esconden atrs de nuestra gran omisin de evangelizar:

1. Porque no nos sentimos llamadosni enviados por Dios

- DiagnsticoHay gente que parece un simple operario que labora en la via de forma mecnica y rutinaria; sin entusiasmo. Depende de horarios de trabajo y durante sus vacaciones apaga la llama del celo por el Evangelio. Por eso, sucumbe ante dificultades y cualquier excusa es suficiente para mirar atrs y abandonar el arado.En el fondo, esta persona no se siente llamada ni enviada. No ha escuchado la irresistible voz del divino sembrador que le ha dicho: Ven y sgueme. Tampoco tiene el respaldo de que se le haya confiado una misin ineludible.

Cuando el sacerdote Amasas cuestiona el ministerio del profeta Ams, ste responde con lgica irrefutable:Yo tampoco s por qu ando en esto. Yo era un campesino, pero escuch el rugido del len. Yo no era profeta ni hijo de profeta. Yo era un simple cultivador de higos; pero un da inesperado el Seor me agarr (- Lacaj, en hebreo), cuando estaba en mi campo, y, sin darme opciones, me orden: Ve y profetiza (Am 7,15).Jeremas enfrenta las duras consecuencias de su misin proftica porque sabe que ha sido llamado desde el seno materno (Jer 1,5).Pablo se considera embajador y a veces embajador entre cadenas (Ef 6,20). Por eso, ni en la crcel deja de evangelizar.

El apstol puso el punto sobre la i cuando afirm:

Cmo predicarn si no son enviados?:Rom 10,15.

La persona que no ha escuchado el llamado de quien lo ha nombrado embajador que lo respalda, no puede asumir la osada de ser una oveja en medio de lobos. Cuando no nos sentimos ni llamados ni enviados, es seal de que todava no estamos evangelizados ni menos preparados para evangelizar.- Logoterapia con la Palabra de DiosLa vitamina para esta anemia crnica la encontramos en la Palabra de Dios:

No me han elegido ustedes a m,sino que yo los he elegido a ustedes,y los he destinado para que vayan y den fruto,y que su fruto permanezca:Jn 15,16a.Jess instituy doce, para que estuvieran con l,y para enviarlos a predicar:Mc 3,14.- OracinNecesito or la voz de tu Palabra irresistible.Llmame por mi nombre,para ser capaz de dejar redes y barca.2. Porque nos falta fe, que se manifiestaen miedos y temores que paralizan- DiagnsticoCuando sentimos inseguridades para hablar y miedo al fracaso, en el fondo, es desconfianza de que Dios no cumpla sus promesas y hacer el ridculo, como charlatanes, vendedores de ilusiones o como polticos en campaa. No creemos que el Seor sea tan grande que pueda actuar a travs de nosotros, como lo hizo por medio de los Apstoles.Se nos olvida que cuando somos ms dbiles, es cuando somos ms fuertes y Dios se glorifica mscon nuestras fragilidades que con nuestras cualidades.A nosotros nos corresponde slo llenar las tinajas de agua, y colmarlas hasta arriba, porque en tinajas vacas, no hay milagros.

El simptico relato de Nmeros 22, nos muestra que si Dios us la burra de Balaam para profetizar, nos puede utilizar a cada uno de nosotros tambin.Sansn mat a mil enemigos del pueblo de Israel con una quijada de burro (Jue 15,15). Si Dios es capaz hacer maravillas con una quijada de burro, qu no podr hacer con el burro completo?

Este miedo proviene de suponer que slo contamos con nuestras limitadas fuerzas, en vez de depender de Aqul que resucit a Jess de entre los muertos. El miedo paralizante es sntoma de que todava no creemos en la resurreccin de Jess, ni todava experimentamos su victoria. Por lo tanto, an no estamos evangelizados. En cambio,