Obligaciones -Resumen Del Libro de Pizarro

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Derecho Civil II: Obligaciones Derecho Civil II: Obligaciones Primera Parte: Primera Parte: Estructura de la Obligación Estructura de la Obligación Las Relaciones jurídicas Concepto de Relación. La obligación entra en la categoría de relación jurídica patrimonial. Por relación entendemos toda conexión entre dos entes, que se vinculan uno con el otro. Pueden ser dos sujetos (relaciones intersubjetivas), un sujeto y una cosa e incluso dos cosas. Relación Jurídica. Tiene connotaciones específicas que la diferencian de las relaciones intersubjetivas. Concepto- Es aquella relación intersubjetivas que, a razón de estar reglada por el derecho, produce consecuencias jurídicas. Es excesivamente abarcativa. Dice Moisset de Espanés: especie de relación intersubjetivas en virtud de la cual determinados hechos son considerados por el legislador, aptos para satisfacer ciertos intereses dignos de tutela, reconociéndose, en consecuencia, una tutela estable y organizada, que se plasma en los correlativos derechos y deberes . Conexiones externas e internas en las relaciones jurídicas- Toda relación jurídica contiene una serie de conexiones jurídicas de carácter interno y otras de carácter externo, que se dan siempre juntas. El lado externo de la relación jurídica está formado por aquellas conexiones que el ordenamiento establece entre el sujeto activo y pasivo. El lado interior de la relación jurídica está formado por ciertas conexiones que difieren según se trate de diferentes tipos de relaciones jurídicas (como las crediticias y las reales). Importancia- En ella habitan los derechos subjetivos y los deberes jurídicos correlativos (créditos y deudas). De la relación jurídica emergen los derechos y deberes que forman su contenido y no a la inversa. Clases- Teniendo en cuenta su contenido económico, las relaciones jurídicas pueden ser clasificadas en patrimoniales (aquella que versa sobre bienes o intereses que posean una naturaleza económica y susceptibles de valoración pecuniaria) y extrapatrimoniales. La Obligación Concepto de Obligación. La concebimos como aquella relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene un derecho subjetivo a exigir del deudor determinada prestación, patrimonialmente valorable, orientada a satisfacer su interés. Los rasgos más relevantes son: a) Presenta los dos aspectos de la relación jurídica obligatoria: el crédito como derecho subjetivo y la deuda como deber jurídico. b) Posee elementos estructurales internos (sujetos, objeto y vínculo –Pizarro-) y externos y no estructural: la causa fuente. c) Tiene una verdadera estructura institucional, que se refleja en el débito (estado de deuda que se extiende desde el nacimiento hasta el cumplimiento voluntario durante el cual el derecho subjetivo del acreedor gravita como poder de exigencia, pero no puede operar ejecutivamente, aunque sí en forma precautoria) y la responsabilidad (que adquiere plena virtualidad a partir del incumplimiento, que abre las vías para la agresión patrimonial). Consideramos adecuado emplear el término Derecho de Obligaciones. La Deuda. La deuda como deber jurídico específico- Está caracterizada por el deber jurídico específico y de contenido patrimonial que asume el deudor (prestación), destinado a satisfacer el interés del acreedor. La situación de deuda- Comprende: 1. Los deberes secundarios de conducta: Si bien el deber de prestación se traduce en la adopción de un determinado comportamiento, conducta futura orientada a satisfacer el interés del acreedor, ésta no se agota ni se reduce a él, sino que la situación de deuda presenta mayor complejidad. En consecuencia existen deberes accesorios y complementarios. Para referirse a ellos, la doctrina ha utilizado el término deberes de protección o deberes de conducta. 2. Los derechos del deudor: El deudor también tiene derechos, como el de pagar, de liberarse, de constituir en mora al acreedor, etc. Sin embargo, esto ha sido impugnado por algunos autores y no serían derechos propiamente dichos, sino solamente la instrumentación del deber de prestación que soporta. 1

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Derecho Civil II: ObligacionesDerecho Civil II: Obligaciones

Primera Parte:Primera Parte:Estructura de la ObligaciónEstructura de la Obligación

Las Relaciones jurídicas

Concepto de Relación.La obligación entra en la categoría de relación jurídica patrimonial.Por relación entendemos toda conexión entre dos entes, que se vinculan uno con el otro. Pueden ser dos sujetos (relaciones intersubjetivas), un sujeto y una cosa e incluso dos cosas.

Relación Jurídica.Tiene connotaciones específicas que la diferencian de las relaciones intersubjetivas.

Concepto- Es aquella relación intersubjetivas que, a razón de estar reglada por el derecho, produce consecuencias jurídicas. Es excesivamente abarcativa. Dice Moisset de Espanés: especie de relación intersubjetivas en virtud de la cual determinados hechos son considerados por el legislador, aptos para satisfacer ciertos intereses dignos de tutela, reconociéndose, en consecuencia, una tutela estable y organizada, que se plasma en los correlativos derechos y deberes.

Conexiones externas e internas en las relaciones jurídicas- Toda relación jurídica contiene una serie de conexiones jurídicas de carácter interno y otras de carácter externo, que se dan siempre juntas.El lado externo de la relación jurídica está formado por aquellas conexiones que el ordenamiento establece entre el sujeto activo y pasivo.El lado interior de la relación jurídica está formado por ciertas conexiones que difieren según se trate de diferentes tipos de relaciones jurídicas (como las crediticias y las reales).

Importancia- En ella habitan los derechos subjetivos y los deberes jurídicos correlativos (créditos y deudas). De la relación jurídica emergen los derechos y deberes que forman su contenido y no a la inversa.

Clases- Teniendo en cuenta su contenido económico, las relaciones jurídicas pueden ser clasificadas en patrimoniales (aquella que versa sobre bienes o intereses que posean una naturaleza económica y susceptibles de valoración pecuniaria) y extrapatrimoniales.

La Obligación

Concepto de Obligación.La concebimos como aquella relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene un derecho subjetivo a exigir del deudor determinada prestación, patrimonialmente valorable, orientada a satisfacer su interés.Los rasgos más relevantes son:

a) Presenta los dos aspectos de la relación jurídica obligatoria: el crédito como derecho subjetivo y la deuda como deber jurídico.

b) Posee elementos estructurales internos (sujetos, objeto y vínculo –Pizarro-) y externos y no estructural: la causa fuente.

c) Tiene una verdadera estructura institucional, que se refleja en el débito (estado de deuda que se extiende desde el nacimiento hasta el cumplimiento voluntario durante el cual el derecho subjetivo del acreedor gravita como poder de exigencia, pero no puede operar ejecutivamente, aunque sí en forma precautoria) y la responsabilidad (que adquiere plena virtualidad a partir del incumplimiento, que abre las vías para la agresión patrimonial).

Consideramos adecuado emplear el término Derecho de Obligaciones.

La Deuda.La deuda como deber jurídico específico- Está caracterizada por el deber jurídico específico y de contenido patrimonial que asume el deudor (prestación), destinado a satisfacer el interés del acreedor.La situación de deuda- Comprende:

1. Los deberes secundarios de conducta: Si bien el deber de prestación se traduce en la adopción de un determinado comportamiento, conducta futura orientada a satisfacer el interés del acreedor, ésta no se agota ni se reduce a él, sino que la situación de deuda presenta mayor complejidad. En consecuencia existen deberes accesorios y complementarios. Para referirse a ellos, la doctrina ha utilizado el término deberes de protección o deberes de conducta.

2. Los derechos del deudor: El deudor también tiene derechos, como el de pagar, de liberarse, de constituir en mora al acreedor, etc. Sin embargo, esto ha sido impugnado por algunos autores y no serían derechos propiamente dichos, sino solamente la instrumentación del deber de prestación que soporta.

El Crédito.

El crédito como derecho subjetivo- Es un verdadero derecho subjetivo. Dispone desde la gestación misma de la obligación, de un poder jurídico de actuación para satisfacer su interés. En el crédito confluyen facultades, pero también deberes y cargas, que asumen un papel complementario del derecho a la prestación principal.

Los límites del derecho de crédito- Obviamente, tiene límites:a) El dado por la naturaleza misma de la prestación debida (circunstancias de persona, tiempo y lugar, etc.)b) El dado por la propia función económica y social del derecho.c) El principio de la buena fe que actúa de marco regulador.d) El orden público como factor limitativo del derecho de crédito.

Las cargas del acreedor- Pesan sobre el acreedor ciertos deberes de colaboración: tener que para poder hacer. Podemos mencionar:

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a) Las cargas de colaboración para que el deudor pueda cumplir (hacerse presente para recibir la cosa, poner las condiciones necesarias, etc.)

b) La carga de examinar diligentemente la prestación ya realizada.c) La carga de informar ciertos acontecimientos, de importancia para las partes.d) La carga de facilitar la liberación del deudor, realizando los actos pertinentes para que pueda cumplir y alcanzar la

liberación sin riesgos.

La Obligación como deber jurídico específico.Toda obligación supone cierto sometimiento del deudor, que deber realizar determinada conducta para satisfacer una necesidad del acreedor. Quien está alcanzado por un deber jurídico esta compelido a observar un determinado comportamiento, positivo o negativo, impuesto por una norma jurídica, que siempre hará referencia a su conducta exteriorizada hacia terceros.En cuanto a los deberes jurídicos, es posible distinguir tres situaciones:

a) El deber jurídico general, que expresa la idea de una fuerza obligatoria de las normas jurídicas, su vigencia y realización en la comunidad social. Tiene carácter general pues está dirigida a toda la comunidad.

b) Los deberes jurídicos particulares, que se dirigen a una determinada categoría de sujetos a quienes se imponen determinadas conductas.

c) Desde el género hacia la especie, encontramos deberes más específicos, que se imponen a ciertos y determinados sujetos que deben realizar una conducta determinada. A este tipo de deber jurídico lo llamaremos obligación.

La obligación es entonces una especie dentro del género de los deberes jurídicos.

Naturaleza jurídica de la Obligación.

Doctrinas subjetivas- Sustentada inicialmente por Savigny, para quien el derecho subjetivo era un poder o señorío de la voluntad. Trasladada la cuestión al derecho de crédito, ese señorío se ejerce sobre la propia persona del deudor. Luego, la doctrina subjetivista corrige su punto de vista diciendo que el poderío no es sobre la persona del deudor, sino sobre ciertos actos o comportamientos suyos que por el vínculo obligatorio, queda fuera de su ámbito de libertad plena.

Doctrinas objetivas- Centraron la cuestión en torno al crédito y procuraron definirlo buscando su objeto en el patrimonio del deudor. La obligación termina siento un derecho que recae directamente sobre el patrimonio del deudor. La idea de deber es sustituida por la de estado de subordinación.Para algunos, el objeto del derecho del acreedor es el valor de la cosa debida, y para otros lisa y llanamente el bien debido.

La doctrina del débito (deuda) y la responsabilidad (garantía)- En la primera etapa –deuda- el acreedor posee un mero control de gestión patrimonial, limitado, ya que el deudor tiene la libre disponibilidad de su patrimonio y su administración y sólo puede oponerse a aquellos actos que importen minorar irregularmente el mismo a través de acciones como la de simulación, fraude, etc.Se transforma en un verdadero derecho de agresión patrimonial cuando opera el incumplimiento, que se materializa sobre los bienes del deudor y que se orienta a satisfacer por equivalente económico sufrido por el incumplimiento. Toda obligación tiene una estructura institucional en la que se integran armónicamente la deuda y la responsabilidad. Ambos tramos no constituyen relaciones independientes, sino que aparecen como dos etapas de un efecto único.

Caracteres de la relación jurídica obligatoria.Presenta ciertos caracteres particulares:

a) Bipolaridad: Existen siempre dos polos: activo (acreedor) y pasivo (deudor).b) Abstracción: Pone en evidencia la estrecha relación entre la obligación y la realidad socio-económica, mutable según el

tiempo y el lugar.c) Atipicidad: Existe una única categoría, general, abstracta y universal de la obligación (no tipificada como en el derecho

romano o en los derechos reales)d) Temporalidad: Razones de orden público, ligadas a la dinámica del tráfico jurídico, imponen esta nota distintiva de la

obligación.e) Autonomía: Suele mencionarse como característica su autonomía con respecto a la causa que le da vida (una cosa es

la obligación y otra el contrato o el ilícito que la originan).La causa fuente es un elemento esencial externo, y conceptualmente se independiza de la obligación una vez gestada.Esta diferenciación, si bien es cierta, funcionalmente se disminuye sensiblemente dicha autonomía.

Derecho Personal y derecho Real.Para tratar este tema, no es posible prescindir del entorno normativo a la hora de buscar diferencias. Las distancias pueden crecer o acortarse según la ley que impera. En nuestro país existen diferencias de gran importancia teórica y práctica, pero muchas veces suelen exagerarse. Hay que tener en cuenta también el fenómeno de traspasamiento de instituciones entre el derecho de obligaciones y los reales.

Doctrina clásica (o dualista)- Concibe al derecho real como el que establece una relación directa e inmediata entre un sujeto y una cosa. Vélez adhirió a estas ideas. Se presenta entonces, como un derecho patrimonial absoluto, erga omnes.La diferencia entre los derechos reales y los personales, como elementos que diferencian el contenido de dos relaciones jurídicas distintas, reconoce su génesis en el derecho romano, con la distinción entre actio in rem (el demandante dirigía su pretensión contra una cosa) y actio in personam (se demandaba a alguien en virtud de un contrato o delito).A la hora de comparar ambas categorías, la doctrina clásica destaca las siguientes diferencias:

1. Carácter absoluto o relativo: los derechos reales son absolutos, en cuanto imponen un deber erga omnes. Los de crédito, en cambio, son sólo relativos, pues en principio sólo alcanzan a las partes y a ciertos terceros.Algunas precisiones: es en realidad el aspecto interno, estructural, el que marca las diferencias entre crediticio y real. El aspecto externo, que se traduce en el deber general de respeto que una relación jurídica de cualquier naturaleza merece frente a toda la sociedad (el deber general de abstenerse a realizar actos que puedan importar una lesión a aquellas), alcanza similarmente a ambos tipos de derecho. Ambos generan el deber de respeto y la violación de esto constituye una conducta antijurídica.

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2. Mediatez o inmediatez: Los derechos reales son inmediatos, en cuanto a la utilidad obtenida por el titular directamente de la cosa, sin que medie actuación de persona alguna, En cambio, los derechos de crédito, son mediatos, pues entre el acreedor y el beneficio que procura obtener esta siempre la conducta del deudor.

3. Elementos: Parte de la doctrina encuentra diferencias en este punto, diciendo que los derechos reales sólo tienen dos elementos esenciales: sujeto y objeto. Esto no es apropiado, ya que también poseen una causa generadora.Sí es importante notar que en los derechos reales no existe un sujeto pasivo como en las obligaciones.

4. Objeto: El objeto de los derechos reales es una cosa individualizada y con existencia actual. En los derechos de crédito esta dada por la prestación, que es una conducta humana. De allí que no sea menester una determinación absoluta y pueda recaer sobre cosas futuras.

5. Forma de Creación: Los derechos reales son de creación exclusivamente legal (numerum clausus), y la voluntad de las partes no pueden crearlos. Por el contrario, los crediticios son de creación particular y por lo tanto ilimitados.

6. Régimen legal: El derecho real es determinado solamente por la ley. Por ende, todo lo ateniente a los modos de constitución, transmisión y a las facultades que confiere a su titular es materia exclusiva de definición legal. Tal principio no rige para los derechos personales.

7. Posesión: A diferencia de los de crédito, la mayor parte de los derechos reales se ejercen por medio de la posesión.8. Ius Persequendi: O derecho de persecución. Los derechos reales se lo reconocen a su titular. Puede hacerlo valer a

pesar de que la cosa haya pasado a poder de un tercero y perseguirla de manos de quien la posea. No se aplica a los de crédito.

9. Ius Preferendi: Se concede al titular un derecho de preferencia sobre cualquier otro derecho pueda constituirse sobre la misma cosa con posterioridad.

10. Prescripción: Algunos derechos reales pueden ser adquiridos por la posesión continua e ininterrumpida de la cosa por cierto tiempo. No así los derechos personales.

11. Nacimiento: Los derechos personales requieren para su gestación la presencia de una causa fuente. En los derechos reales, a veces basta con el hecho o acto jurídico.

12. Publicidad: Los derechos personales, como regla, son ajenos a la publicidad. Los derechos reales, en cambio, requieren necesariamente de un régimen de publicidad.

13. Duración: Los derechos reales pueden ser perpetuos o temporarios, mientras que los personales son siempre temporarios.

14. Pérdida de la cosa: En el derecho real, la pérdida de la cosa importa su extinción, no así en el derecho de crédito, donde puede no extinguirse.

15. Por la distinta naturaleza del interés que importa la relación: En los derechos reales existe un interés más estable. Los de crédito suponen un interés más dinámico, de cambio o transformación.

16. Por el fin de la tutela jurídica: Existe una contraposición similar a la que se advierte entre el tener y el deber tener. En el derecho real se tiene un bien económico. En el derecho de crédito, el bien se espera tener de la actividad del deudor.

17. Por su carácter estático o dinámico: La obligación presenta un carácter eminentemente dinámico, pues es un instrumento indispensable para el desarrollo del tráfico económico. Los derechos reales, en cambio, representan un fenómeno económico patrimonial más estático, una suerte de status quo en orden a los bienes económicos.

18. Por su función económica y social: El derecho real resuelve una cuestión de atribución de bienes; el derecho de crédito aborda un problema de cooperación o de reparación en los casos de responsabilidad civil.

No sólo existen diferencias, también es posible encontrar conexiones de importancia:a) La obligación suele ser el medio por el cual operan numerosas mutaciones reales.b) La relación real puede ser accesoria de una relación obligatoria y viceversa.c) La lesión a un derecho real puede hacer que surjan distintas obligaciones.d) En el derecho comercial, los títulos valores muestran otro caso interesante de vinculación entre ambas categorías,

pues el derecho personal queda subsumido en el instrumento que le da forma, y esos instrumentos son cosas, lo que posibilita que existan sobre ellos ciertos derechos reales.

Las doctrina no clásicas- Pueden incluirse:1. El monismo obligacional: El derecho real aparece como aquel que se establece entre el sujeto activo y todas las demás

personas como sujetos pasivos, sobre quienes pesaría la obligación negativa de abstenerse de realizar todo acto que pueda perturbar el ejercicio pacífico del derecho real por su titular.Esta doctrina fue objeto de críticas: no recuerda la diferencia entre deber jurídico y obligación; incurre en el error de señalar como característico de los derechos reales, un aspecto que es común a todos los derechos, es decir, el cargo de toda la sociedad de respetar los derechos ajenos y por último, no brinda un concepto suficiente que permita conceptuar el derecho real, ya que afirmar que el derecho real consiste en un haz de obligaciones de respeto, no es afirmar nada si no se agrega qué es lo que debe ser respetado o sobre qué debe versar la abstención de conducta.

2. El monismo realista: Absorbe el derecho de crédito por el real. El derecho crediticio no sería una relación entre personas sino entre patrimonios, edificada a partir de la premisa de que el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores.Como objeciones se plantea que incurre en una inadmisible despersonalización de la relación obligatoria; enfoca la obligación sólo en el momento del cumplimiento y no puede explicar el fenómeno de las obligaciones de hacer o no hacer.

Doctrinas eclécticas- Apuntan a que en toda relación real y obligacional, existe un aspecto interno y uno externo, cuya ponderación armónica resulta ineludible. Haciendo especial hincapié en estos dos aspectos, comparte los principios generales de la doctrina clásica.

Relaciones jurídicas intermedias: Obligaciones Propter Rem.Se denomina así (u ob rem o reales) a aquellas que existen en razón o con motivo de una relación de dominio o posesión sobre una cosa. Estas obligaciones gravan indeterminadamente al poseedor de una cosa determinada.En rigor, no es la posesión de la cosa lo que da origen a la obligación Propter Rem, sino que se genera en virtud de un evento adicional. La obligación Propter rem no nace sin la conexión con una cosa, pero requiere para ello algo más: la causa fuente o generadora, como todas las otras obligaciones.

Caracteres- Existen dos fundamentales:

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1. La ambulatoriedad: La calidad de acreedor o deudor se asienta sobre una relación de posesión con la cosa: la obligación viaja con la cosa. La obligación nace, de tal modo, con sujetos perfectamente determinados, pero estos pueden ambular hasta el momento de la extinción como consecuencia de la transmisión de dominio o de la posesión.

2. Abandono: El deudor se libera abandonando la cosa, ya se porque la enajena, porque otro entra en posesión de la misma o porque se pierde o destruye.

Naturaleza jurídica- Existen distintas corrientes de opinión: la que las considera una especie híbrida, intermedia entre derechos de crédito y reales; una que los considera una especie de lado pasivo de los llamados derechos reales in facendo. Existe una última, que las considera verdaderas obligaciones y que más allá de sus particularidades se ven alcanzadas por los principios rectores de estas. Además, el deudor siempre responde con todo su patrimonio.En el Código Civil, una parte de la doctrina no las acepta, basándose en el Art. 497 y su nota, salvo tal vez excepcionalmente el Art. 1498; pero una opinión mayoritaria ve estas obligaciones receptadas sin inconvenientes en los Art. 2416, 2417, 2418, 2419, 2422 y 3266.Sí hay consenso dominante en que la obligación propter rem sólo puede emanar de la ley, dadas sus características específicas (ambulatoriedad y abandono).

La unificación sistemática del derecho patrimonial privado.Actualmente, se busca eliminar la distinción entre derecho civil y comercial y alcanzar una cierta unidad sistemática de normas.No se debe perder de vista que las conexiones entre ellos son importantes y se encuentran asociadas al carácter eminentemente dinámico que tiene desde una perspectiva económica. Tiene también gran importancia en este punto el orden público económico (derecho de propiedad privada, de iniciativa privada, de buena fe, etc.).El carácter marcadamente dinámico adaptable a la evolución económica que imponen los nuevos tiempos, propio del derecho mercantil, es hoy también proyectable al campo del derecho civil, lo cual es perceptible fácilmente en materia de derechos y contratos.

Elementos Esenciales de la Obligación

Elementos esenciales de la obligación son aquellos factores indispensables para su configuración, sin los cuales no es posible concebir su existencia. Ellos son los sujetos y el objeto como elementos internos, y la causa fuente como elemento externo no estructural.Hay autores como Pizarro que incluyen un cuarto elemento: el vínculo jurídico.

SujetosLos sujetos de la obligación son las personas que aparecen vinculadas por dicha relación jurídica. Toda obligación tiene un polo activo (acreedor) y un polo pasivo (deudor).

Quiénes pueden ser sujetos de una obligación.Pueden ser parte activa o pasiva de una obligación las personas de existencia física, las jurídicas y también las simples asociaciones civiles o religiosas. Los sujetos de la obligación deben ser personas de derecho.

Requisitos.Los sujetos deben ser personas capaces, estar determinadas o ser determinables, y ser personas distintas entre sí.

Capacidad- El sujeto debe tener capacidad de derecho. La incapacidad de derecho provoca la nulidad del acto.Respecto a la capacidad de hecho, esta es necesaria cuando los sujetos pretender realizar el acto por sí mismos.

Determinación- Los sujetos deben estar determinados al momento de contraerse la obligación, o al menos ser susceptibles de determinación al momento ulterior. Los sujetos son determinables cuando eso resulta posible en virtud de circunstancias ulteriores, que deben operar con anterioridad o en forma simultánea con el pago. Hay supuestos en que hay una determinación indirecta, relativa y transitoria, sin que eso obste la validez de la obligación.La indeterminación provisoria puede ser originaria o sobrevenida. Si la indeterminación es absoluta, la obligación no alcanza a configurarse como tal.

Nada impide que pueda haber pluralidad de sujetos en cualquiera de los polos de la obligación. Dicha pluralidad también puede ser originaria o sobrevenida.

ObjetoEstán quienes propician que el objeto esta dado por el comportamiento debido por el deudor (prestación) y aquellos que buscan emplazarlo en el bien debido.

Distintas concepciones.

Doctrina del comportamiento debido por el deudor- Es la concepción clásica. El objeto de la obligación está dado por la prestación, esto es, por la conducta humana comprometida por el deudor de dar, hacer o no hacer, orientada a satisfacer un interés del acreedor. Guarda relación con las doctrinas subjetivas de la obligación.

Teorías Patrimoniales- El objeto de la obligación no esta dado por la prestación, dado que dicha conducta es incoercible y no puede ser materia para que el acreedor ejercite su poderío. Procuran entonces emplazar la cuestión en torno al crédito y el poder del acreedor. Dentro de la línea de pensamiento existen criterios no coincidentes. Para algunos, el objeto no esta dado por la prestación sino por la utilidad procurada por el acreedor; para otros, esta dado por el bien debido.En este enfoque, se desvanecería la diferencia entre el objeto del contrato y el objeto de la obligación, ya que en ambos casos serían la misma cosa.

Teorías Revisionistas- Para una corriente importante, el objeto de la obligación esta dado por el bien o entidad que permite satisfacer el interés del acreedor, asignándose una conducta humana comprometida con el deudor. A diferencia de la doctrina

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objetiva, ésta asigna relevancia a la conducta humana pero sacándola del campo del objeto y poniéndola en lo que llama contenido.La prestación constituye así el contenido. Un actuar como medio para procurar al acreedor el bien o utilidad que constituye el objeto.Conducta debida e interés están indisolublemente ligados, lo cual no impide que en caso de incumplimiento, la satisfacción del interés se alcance por otras vías.

Otra Teoría- El objeto esta dado por el comportamiento debido por el deudor y por el interés perseguido por el acreedor. Ambos componentes forman el objeto de la obligación y no se puede prescindir de ninguno. El objeto sería entonces un plan o proyecto de conducta futura del deudor para satisfacer un interés del acreedor. Pizarro adhiere a esta teoría.

El Interés como elemento constitutivo de la obligación.El interés del acreedor ocupa junto a la conducta del deudor un lugar relevante en la estructura interna del objeto.

Concepto- Se entiende por interés una necesidad objetivamente valorable de bienes o de servicios que la prestación del deudor debe satisfacer.

Cómo se determina- Debe ser buscado principalmente dentro del propio título generador de la obligación. La causa fuente se erige en un elemento objetivo revelador del interés del acreedor. También pueden computarse las circunstancias del caso cuando, permitan revelar con suficiente certeza la existencia de otros intereses. El principio de buena fe es preponderante aquí.Dicho interés debe razonablemente mantenerse a lo largo de la existencia de la obligación hasta el momento de su extinción. De tal modo:

a) La extinción de ese interés puede devenir en extinción de la relación jurídica e incluso abrir las puertas a la responsabilidad civil.

b) El interés determina si el acreedor opta por la vía del cumplimiento forzoso ante el incumplimiento voluntario.c) Da sustento a la idea de prestaciones fungibles o no.d) Puede ser decisiva para la propia determinación de la prestación.e) Determina si la reparación del daño opera con el bien o en forma dineraria.f) Es el parámetro para determinar si determinadas relaciones se han cumplido.g) Preside la acción a ejecutar por el afectado en imprevisión y lesión subjetiva.

Requisitos del objeto.Debe ser posible, lícito, al menos determinable, patrimonialmente valorable y apto para satisfacer el interés del acreedor.

Posibilidad- La prestación debe serlo tanto jurídica como materialmente. La imposibilidad puede ser originaria o sobreviniente, en cuyo caso la obligación nace como tal pero se torna ineficaz.

Licitud- Conforme al ordenamiento jurídico en su totalidad. La invocación y prueba de la ilegitimidad del objeto pesa sobre el deudor que la alega.

Determinación- Debe estar determinada al momento de nacer la obligación o al menos ser susceptible de determinación posterior, caso contrario la obligación es nula.

Patrimonialidad y utilidad- Savigny proclamó la necesidad patrimonial de la prestación y del interés del acreedor.Dicha concepción fue impugnada por Von Ihering, negando que la patrimonialidad de la prestación y del interés fuesen requisitos indispensables, agregándose luego que el derecho protege también intereses morales, afectivos, culturales y no sólo aquellos necesariamente económicos. Scialoja puso las cosas en orden diciendo que el interés puede o no ser patrimonial, pero que la prestación debe necesariamente tener contenido patrimonial y susceptible de apreciación económica, pues de lo contrario no sería posible la ejecución forzosa.Para algunos, la patrimonialidad debe ser considerada como un requisito objetivo de la prestación, surgida del entorno jurídico y social. Para otros, ella puede provenir de la propia voluntad de las partes.Es importante que la prestación sea patrimonial para que pueda ser traducida en dinero y así lo establece el Código Civil.

Causa FuenteLa palabra causa tiene distintas acepciones: causa fin, causa fuente y causa motivo.

La Causa como Fuente.No hay obligación sin causa.

Concepto- Es el presupuesto de hecho al cual el ordenamiento jurídico otorga idoneidad para generar obligaciones. Actúa como un elemento esencial, dinámico y externo a esta última. Funcionalmente existe una estrecha relación con la obligación.

Evolución histórica- En derecho romano sólo se conocieron dos fuentes: contrato y delito. En ambos casos el sistema era muy rígido, por necesitar demasiadas solemnidades o por una marcada tipicidad de los delitos.Desde el derecho periférico comenzaron entonces a aparecer acciones referidas de un simple negocio lícito como si fuera un contrato o a castigarse hechos ilícitos no tipificados como si fueran delitos. Gayo sustituyó luego el criterio por una tripartición, en donde junto a los contratos y delitos aparecía diferentes causas, categoría de un valor meramente residual.Justiniano y su cuatriparción hace aparecer los cuasicontratos y cuasidelitos. Muy posteriormente, la Escuela racionalista del derecho natural haría aparecer una nueva fuente: la ley.Esta clasificación recibió severas críticas, llegando a caracterizarla Planiol como superficial e inadecuada a la realidad. Se ha criticado al cuasicontrato por no tener nada que ver con uno, el cuasidelito y el delito como partes de lo mismo: los ilícitos y la ley, como fuente mediata de todas las obligaciones. Además, esta clasificación excluye la voluntad unilateral, el enriquecimiento sin causa, la equidad y el abuso del derecho.

Principales fuentes nominadas- Entre ellas se cuentan los contratos, los hechos ilícitos (delitos y cuasidelitos), la voluntad unilateral, el enriquecimiento sin causa y el ejercicio abusivo del derecho.No forman parte de las fuentes nominadas las sentencias ni la ley, que actuaría en todas las obligaciones.

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La causa fuente en el Código Civil- El Art. 499 dispone que no hay obligación sin causa, es decir, que existe la necesidad de una causa.

El Quid de la Causa FinTodo acto jurídico tiene una causa final, la cual indaga por qué se debe. La causa fin abre las puertas para una valoración plena y amplia por parte del juez de los fines perseguidos a través del acto: si fueron morales o inmorales, lícitos o ilícitos. Es un elemento de vital importancia para la existencia del acto jurídico y para la eficacia de la relación negocial.

Doctrinas.

En el derecho romano y canónico- No la tuvo mayormente en cuenta, pero el derecho pretoriano atenuó en algo esta situación. En el derecho canónico la causa fin asumía un sentido profundamente moral.

La doctrina causalista clásica- Se gesta en la doctrina francesa y asigna utilidad y necesidad a la causa fin. Reconoce su génesis en la Escuela racionalista del Derecho natural, y sus máximos exponentes son Domat y Pothier.Para esta corriente, la causa fin es el fin abstracto, invariable e inmediato, idéntico para todo acto jurídico de una misma categoría, que persiguen los autores de un acto jurídico. Domat se basó en tres categorías contractuales:

1. Contratos bilaterales: La causa de la obligación de una parte es la obligación de la otra.2. Contratos Reales: La causa está dada por la entrega de la cosa, por la prestación recibida.3. Contratos gratuitos: La causa está dada por el animus donandi.

Los motivos determinantes o causa ocasional no trascienden al plano jurídico.Planiol imputó a la causa final de falsa e inútil: en los contratos bilaterales, porque una causa no puede ser causa de otra ya que nacen al mismo tiempo y además confunde la causa con el objeto. En los contratos reales, la entrega es la causa fuente y llama causa a lo que en realidad es la forma del negocio. En los contratos gratuitos, el animus donandi carece de valor, y confunde causa con el consentimiento.Se pueden hacer objeciones aún más sólidas: no brinda una noción uniforme de causa, no tiene en cuenta los contratos que modifican o extinguen obligaciones, es un concepto disociado de la realidad, se prescinde del fin perseguido, etc.

El Neocausalismo- No existe una posición sino varias: la subjetivista, la objetivista y la sincrética o dual.

1. El Neocausalismo subjetivista: Valora especialmente la voluntad individual. Le da papel protagónico a los móviles subjetivos, a los motivos determinantes, concretos, variables e individuales, cuando ellos sean determinantes del acto.Quienes participan de estas ideas no menosprecian la existencia de una finalidad abstracta propia de cada tipo de acto, pero la identifican con el objeto.

2. El Neocausalismo objetivista: La causa fin es objetiva y se desprende de la propia estructura típica de cada negocio jurídico. La causa debe ser apreciada externa y objetivamente, con total prescindencia de del sentir de las partes.La distinción entre causa y motivo surge de que el derecho hace de los negocios comunes negocios jurídicos cuando pueden resultar socialmente útiles, si bien existe una causa psicológica y subjetiva. La causa traduciría una finalidad típica y constante, sea quien sea el sujeto y cuáles sean los móviles que lo impulsan.

3. La posición dualista o sincrética: Aglutina aspectos objetivos y subjetivos, buscando una prudente armonía. La causa fin es la razón de ser del negocio jurídico y tiene un doble significado:

a) En el aspecto objetivo, se evidencia como el propósito recíproco y común de ambas partes de obtener el cumplimiento íntegro de las prestaciones. Así la causa fin está en el negocio durante toda su vida y su extinción.

b) En el aspecto subjetivo (finalidad concreta, individual, específica), la cusa fin se compone de los motivos determinantes de la voluntad jurídica, siempre que sean debidamente exteriorizados y resulten comunes a ambas partes.

Importancia en los Actos Jurídicos.Adhiriendo a la doctrina neocausalista dual, la causa fin importa porque:

a) Tiene una función caracterizadora del acto. A partir de ella es posible distinguir los que merecen ser llamados actos jurídicos y los que no, etc.

b) El mérito sobre la ilicitud de la finalidad pasa muchas veces por la causa fin.c) Desde el punto de vista social, permite limitar y sancionar las voluntades cuando están reñidas por el derecho.d) En el aspecto objetivo, es eficaz para proteger el equilibrio negocial realmente querido por las partes.e) Permite explicar distintos supuestos de extinción.f) Es relevante para calibrar el cumplimiento contractual y las causas sobrevinientes.

La falta de causa final provoca la nulidad del acto jurídico (Art. 944), sea porque no hubo obrar voluntario o porque la voluntad estaba viciada y entonces el acto jurídico es inválido.

Elementos Accidentales de la Obligación

Atendiendo a las modalidades, las obligaciones pueden calificarse en puras y simples (Art. 527, cuando su cumplimiento no depende de condición alguna) o modales. Vélez obvió que el plazo y el cargo son también modalidades, y que las modalidades no actúan sobre la obligación, sino sobre el acto jurídico de la que emanan. En suma, la obligación modal es la que está sujeta a condición, plazo o presenta un cargo.

CondiciónObligaciones condicionales son aquellas cuya eficacia jurídica o extinción depende del advenimiento de un acontecimiento futuro e incierto. La palabra se aplica para tres situaciones distintas entre sí:

a) La cláusula inserta en el acto jurídico, de la que se hace depender la eficacia o extinción del derecho.b) El hecho jurídico condicionante, o sea, el acontecimiento futuro e incierto.c) La obligación condicional, aquella que emerge de un acto jurídico sujeto a un hecho futuro e incierto.

Requisitos del hecho condicionante.

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Page 7: Obligaciones -Resumen Del Libro de Pizarro

El hecho condicionante debe ser un acontecimiento futuro e incierto (Art. 528), posible, lícito y no sólo potestativo del deudor.

Acontecimiento futuro- Ni pasado ni presente. Este requisito guarda estrecha relación con la incertidumbre del hecho.

Acontecimiento incierto- Incertidumbre objetiva. Debe tratarse de un hecho cuya propia verificación sea en sí misma contingente, eventual, carente de certidumbre, refiriéndose a la existencia misma del hecho, no al momento de su producción.

Caracteres de la condición.Presenta los siguientes:

Voluntaria- Surge de la voluntad de las partes. Tiene relevancia no solamente para la gestación de la condición, sino también para interpretar el modo en que debe cumplirse.

Accidental- No constituye un elemento estructuralmente esencial, sino una mera modalidad accidental.

Excepcional- Consecuencia de lo anterior, es excepcional, y en caso de duda, se debe reputar obligación pura y simple.

Incoercible- Aun en los casos en que el hecho condicionante consista en una conducta humana, el mismo no es obligatorio. La condición no importa un deber jurídico de ninguna especie.

En cuanto a su forma, puede ser expresa (cuando se manifiesta verbalmente, por escrito o por otros signos inequívocos) o tácita (cuando resulta de actos por los que se puede conocer con certidumbre su existencia). La condición debe ser probada por quien la invoque, por lo que su existencia nunca se presume.

Naturaleza de la condición.Está controvertida la finalidad de la condición. Según una corriente subjetiva, la condición constituye una limitación puesta por el sujeto a la declaración de voluntad. Así, que el hecho no se produzca, determinaría la inexistencia del acto jurídico o su ineficacia.Para otra perspectiva, objetiva, la condición importaría una delimitación de los intereses y reglas de conducta que forman parte del objeto y contenido negocial. Por tal motivo, constituiría un medio para acotar los derechos y deberes asumidos por las partes.

Qué subordina la condición.Para un sector doctrinal, subordina el comienzo o el fin de la propia existencia del derecho.Otros, en cambio, sostienen que no actúa sobre la validez del acto sino sobre su eficacia. El Código Civil da sustento a esta opinión al reconocer derechos pendientes de la condición suspensiva, cuya existencia es indiscutible, aunque esté comprometida su eficacia.

Clasificación.

Suspensivas y Resolutorias- Es suspensiva cuando lo que subordina es la eficacia del derecho (Art.545). El acto no produce eficazmente sus efectos sino a partir del momento que impera su cumplimiento.Es resolutoria cuando lo que subordina es la extinción de dicha eficacia (Art. 553). El negocio jurídico es eficaz desde el momento de su celebración y hasta que se cumpla el hecho.

Positivas y Negativas- Si es necesario que para el acaecimiento del hecho opere un cambio en la situación, el hecho es positivo. Por el contrario, en la condición negativa se transluce la permanencia inalterable de la situación fáctica.

Casuales, Potestativas y Mixtas- Casual es aquella cuyo hecho condicionante depende de circunstancias completamente ajenas a la voluntad de las partes, como hechos de la naturaleza o de terceros.Las potestativas son las que dependen en todo o en parte de la voluntad de los interesados. Pueden ser puramente potestativas cuando obedece sólo a la voluntad de una de las partes. Pero si es así, no puede hablarse de obligación y son nulas (salvo que sea la voluntad del acreedor). Son simplemente potestativas cuando dependen de la voluntad de una de las partes, unida al cumplimiento de una determinada conducta que implique el desarrollo de una destreza, un esfuerzo o una actividad, que exceda su mero querer o capricho.Son mixtas las que se refieren a hechos que involucran tanto la voluntad de uno de los contratantes como la de un tercero o causas ajenas a él.

Condiciones Imposibles.Son imposibles cuando, al momento de contraerse la obligación, existe certidumbre respecto de que el hecho condicionante no habrá de ocurrir (por obstáculo legal o material), considerada de manera objetiva. Según el tipo de condición, esta puede invalidarse o convertirse en una obligación pura y simple.

Hecho Condicionante imposible y positivo Condición suspensiva Inválida Te doy $$ si tocas el cielo

Hecho Condicionante imposible y negativo Condición suspensiva Obligación pura y simple Te doy $$ si no tocas el

cieloHecho Condicionante imposible y positivo Condición resolutoria Obligación pura y simple Se rompe el pacto si

tocas el cieloHecho Condicionante imposible y negativo Condición resolutoria Inválida Se rompe el pacto si no

tocas el cielo

Condiciones Ilícita.Aquellas que contradicen al ordenamiento jurídico integralmente considerado. Las condiciones ilícitas, inmorales y contrarias a las buenas costumbres son nulas (Art. 530).

Hecho Condicionante Condición suspensiva Nulidad

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Page 8: Obligaciones -Resumen Del Libro de Pizarro

ilícito, positivo o negativo, ejecutable por

el deudorHecho Condicionante

ilícito, positivo o negativo, ejecutable por

el acreedor

Condición suspensiva Nulidad

Hecho condicionante ilícito ejecutable por un

terceroCondición suspensiva La obligación es válida Como en los casos de los

seguros

Hecho Condicionante ilícito, positivo o

negativo, ejecutable por el deudor o positivo

ejecutable por el acreedor

Condición resolutoria Nulidad

Hecho Condicionante ilícito, negativo, ejecutable por el

acreedor

Condición resolutoria La obligación es valida Te dono mi casa, pero se revoca si delinques

Hecho condicionante ilícito ejecutable por un

terceroCondición resolutoria La obligación es valida

Te dono mi auto, a menos que me roben el

nuevo

Condiciones Especialmente prohibidas.Art. 531, considera algunas prohibiciones como especialmente prohibidas. Le da carácter de ilícito a situaciones que, por sí solas, no revisten tal carácter, aunque devienen ilegítimas al ser proyectadas como hecho condicionante de una obligación, ya que vulneran libertades fundamentales. Sin embargo, no hay razón para emplazarlas en una categoría antológicamente distinta de las demás condiciones lícitas. Nos encontramos frente a una enumeración meramente ejemplificativa, y no hay perjuicio de agregar otras: habitar siempre un lugar determinado, mudar o no mudar de religión, casarse con determinada persona o con la aprobación de un tercero, etc.

Cumplimiento de la condición.Debe distinguirse:

Cumplimiento efectivo- Art. 533: las condiciones deben cumplirse de la manera en que las partes verosímilmente quisieron y entendieron que habían de cumplirse.El cumplimiento efectivo de la condición opera cuando el hecho condicionante realmente se cumple. Esto a veces es de sencilla comprobación. Este artículo hace hincapié en lo que verosímilmente entendieron las partes, teniendo en cuenta el principio de buena fe. Los motivos casualizados que determinaron a éstas a introducir la condición y la finalidad perseguida a través de ella serán los parámetros para determinar si se ha cumplido o no con la modalidad.

Cumplimiento ficto de las condiciones- El cumplimiento ficto o ficticio de la condición opera cuando la ley juzga cumplida la condición, pese a que efectivamente el hecho condicionante no se ha realizado.

1. Efectos: Los efectos que produce el cumplimiento ficto varían según el tipo de condición a la que se subordinó el acto: si es suspensiva, se tiene a la condición por cumplida, si es resolutoria, se la tiene por fracasada.

2. Supuestos del cumplimiento ministerio legis: Las condiciones se juzgan cumplidas, cuando las partes a quienes su cumplimiento aprovecha, voluntariamente las renuncien o cuando dependiendo del acto voluntario de un tercero, este se niegue al acto o cuando hubo dolo para impedir el cumplimiento por parte del interesado.La obligación condicional se convierte en pura y simple cuando la parte a la que beneficiare la condición la renuncie voluntariamente.Si dependiera del acto voluntario de un tercero que se negase, si es suspensiva la condición se tiene por cumplida, y si es resolutoria, por fracasada. La solución del Código no se justifica: en ambos casos debería considerarse fracasada.Si la parte interesada en que no se cumpla actuase con dolo para evitarlo, la obligación se tendrá por cumplida. Si lo que hay es culpa, se aplica el mismo principio (Art. 538).En caso de ejercicio abusivo de un derecho, opera también la caducidad.

Indivisibilidad- Para que la condición se considere cumplida, el hecho debe realizarse en su totalidad. El cumplimiento parcial no alcanza

Tiempo de cumplimiento- La incertidumbre de la condición a un acto jurídico puede ser restringida o acotada mediante un plazo. Después de ese plazo, la condición se reputa cumplida o fracasada.

1. Supuestos en que existe plazo determinado: si la condición es positiva, en el caso que sea suspensiva, si pasa el tiempo sin realizarse, se considera como fracasada. Si es resolutoria, el derecho queda irrevocablemente adquirido.

Si la condición fuese negativa, si es suspensiva, adquiere plena eficacia vencido el plazo. Lo mismo se aplica si es resolutoria.

2. Si no existe plazo determinado: La condición deberá cumplirse en el tiempo que verosímil que las partes entendieron que debía cumplirse. Se tendrá por cumplida cuando es indudable que no sucederá.

Efectos de la condición.Los principales efectos son:

Efecto de pleno derecho- Los efectos de la condición operan ipso iure, de pleno derecho, con prescindencia de toda alegación de las partes o de una eventual declaración judicial (Art. 555)

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Principio de Retroactividad- Es uno de los aspectos más controvertidos. Una posición sostiene que los efectos se remontan al momento de celebración del acto. Así, en las suspensivas, el acto reconsidera puro y simple desde el momento en que se celebró, como si nunca hubiese existido. En las resolutorias, se extingue el derecho y se considera como si nunca hubiese existido. Otra parte de la doctrina sostiene la irretroactividad.El Código Civil, Art. 543 dice expresamente que la obligación se retrotrae al día que se contrajo.

Efectos de la condición suspensiva.Hay que distinguir tres momentos:

Condición pendiente- Mientras se encuentra pendiente, la obligación existe, aunque no sea plena en su eficacia. El acreedor es un verdadero titular de derecho de crédito, condicional, incorporado a su patrimonio.Se derivan las siguientes consecuencias jurídicas:

a) El acreedor condicional no puede ejecutar forzosamente la obligación, pero sí puede realizar medidas conservatorias.b) Estos derechos son transmisibles, entre vivos y mortis causa.c) Con la condición pendiente, no corre la prescripción liberatoria.d) Durante la etapa de condición pendiente, el deudor debe conservar la cosa y abstenerse de realizar actos que impidan

el cumplimiento de la condición.e) El deudor que paga por error lo adeudado, pendiente la condición, puede pedir la repetición.

Condición cumplida- Producido el hecho, la obligación se transforma en pura y simple, con efecto retroactivo. El acreedor queda legitimado para ejercitar su derecho de crédito y corre la prescripción liberatoria.

1. Actos realizados por el acreedor condicional: Las garantías que se hubiesen constituido en resguardo del crédito y demás, cobran ahora plena eficacia.

2. Riesgos: Tratándose de obligaciones de dar, la cosa puede estar sujeta a riesgos de destrucción, pérdida o deterioro. Se aplican por lo general las normas de las obligaciones de dar con el fin de restituir a su dueño.

3. Aumentos y frutos: Los aumentos son cosas accesorias a la principal y siguen su suerte: pertenecen al acreedor.Corresponden al deudor los frutos percibidos mientras la condición estaba pendiente.

4. Actos de administración: Los actos de administración realizados por el deudor mientras se encontraba pendiente la condición, no se encuentran alcanzados por el efecto retroactivo y deben ser respetados por el acreedor.

5. Actos de disposición: Aquí la ley prevé importantes excepciones al principio de retroactividad:a) En materia de inmuebles, el cumplimiento no tendrá efectos retroactivos con respecto a terceros, sino desde

el día de la tradición.b) Cosas muebles no fungibles, el cumplimiento no produce efectos retroactivos con relación a terceros, sino

cuando sean poseedores de mala fe (es decir que tenían conocimiento de la obligación)c) Cosas muebles fungibles, la protección de los terceros es más amplia: sólo hay efecto retroactivo en caso de

fraude.Obviamente, esto da lugar a daños y perjuicios.

Condición frustrada- Si la condición suspensiva no se cumple, es como si la obligación nunca hubiese existido. El Art. 548 dice que si el deudor hubiese entregado la cosa, el acreedor deberá restituirla con sus aumentos, pero puede conservar los frutos.

Efectos de la condición resolutoria.

Condición pendiente- La obligación es válida y plenamente eficaz y produce sus efectos propios. El acreedor puede ejercitar sus derechos como si fuese pura y simple. Corre la prescripción liberatoria, puede ejercitar las acciones ejecutivas y medidas conservadores y transmitir el derecho.

Condición cumplida- Producido el hecho, el derecho se extingue ipso iure, con retroactividad al momento de celebración del acto. Es como si la obligación nunca hubiese existido.

1. Riesgos: Los riesgos de pérdida y deterioro pesan sobre su propietario (el acreedor a la restitución).

2. Aumentos y frutos: Se regula análogamente por las obligaciones de dar cosas con el fin de restituirlas a su dueño. Los aumentos benefician al propietario. El deudor hace suyos los frutos percibidos y debe los pendientes.

3. Actos de administración: Son totalmente válidos los celebrados mientras el hecho estaba pendiente.

4. Actos de disposición: Debe distinguirse entre muebles e inmuebles:a) En materia de inmuebles, cumplida la condición, se reputa como que el derecho nunca existió. Por lo tanto,

todo acto de disposición es nulo, por el Nemo plus iuri.b) Cosas muebles, no tiene efecto retroactivo con respecto a terceros, salvo que sean de mala fe con cosas no

fungibles o fraude con cosas fungibles.

Condición frustrada- si no se cumple, el derecho queda irrevocablemente adquirido.

CargoEs una obligación accesoria y excepcional que se impone al beneficiario de una liberalidad y a las instituciones.Esta modalidad de los negocios jurídicos deriva en una estipulación convencional y se traduce en un deber de prestación que limita el beneficio concedido por un acto a título gratuito.

Caracteres del cargo.

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Obligatorio- Es una verdadera obligación y su cumplimiento puede ser exigido.

Accesorio- Constituye una obligación accesoria a la principal.

Accidental- No es un elemento esencial de los actos jurídicos, sino una modalidad.

No afecta la eficacia del derecho- Salvo excepciones.

Ámbito de aplicación.Una corriente sostiene que puede aplicarse tanto en contratos onerosos como gratuitos, y se basa en que el Código Civil no hace ninguna distinción y que no debe confundirse con la prestación.Otra corriente sostiene que el cargo es propio de los contratos gratuitos, y que el pretendido cargo de los onerosos no es sino la contraprestación.

Objeto del Cargo. Puede ser de dar, hacer o no hacer. Son aplicables los principios generales que rigen al objeto de la obligación. No deben ser ni imposibles, ni inmorales o ilícitas, en cuyo caso la invalidez de la modalidad trae aparejada la de todo el acto.

Clases de Cargo.

Cargo Simple- Aquel que no afecta la adquisición del derecho ni su ejercicio. Los interesados están legitimados para reclamar su cumplimiento forzado.

Cargo condicional- Cuando aparece impuesto por las partes como hecho condicionante, por lo que su no producción afecta la propia adquisición del derecho. A diferencia de la condición, sus efectos son para el futuro y no opera de pleno derecho, por lo que es menester resolución judicial.Según cierta doctrina, el cargo condicional podría ser suspensivo o resolutorio, otros sostienen que sólo puede concebirse el cargo condicional resolutorio, en el caso del suspensivo nos encontraríamos directamente con una condición suspensiva.Tratándose de un cargo condicional resolutorio, no cumplimentada, se podría reclamar el cumplimiento o incluso la pérdida del derecho.

Comparación con figuras afines.

Con la condición- Con el cargo simple, las diferencias son notorias. Con el cargo condicional, las principales diferencias son: los efectos del cargo condicional son hacia el futuro y el cargo condicional no produce sus efectos de pleno derecho.

Con el consejo- El cargo es coercible y habilita a reclamar su cumplimiento. El consejo no es vinculante ni jurídicamente relevante.

Cumplimiento del Cargo.El cargo debe ser cumplido por el beneficiario de la liberalidad. Puede ser cumplido por un tercero e incluso transmitido a sus herederos.Debe ser cumplido en la forma y modo estipulado. El tiempo es el fijado, expresa o tácitamente por las partes o en su defecto el juez. El beneficiario puede ser el estipulante, un tercero determinado o determinable o el propio gravado. A la muerte del beneficiado, sus herederos pueden exigir el cumplimiento del cargo.

Cargos imposibles, ilícitos o inmorales.Producen la nulidad del acto entero. En caso de materias imposibles, como excepción, si la imposibilidad sobreviene sin culpa del adquiriente, sólo se elimina el cargo.

Incumplimiento del cargo.Como regla general, no produce la pérdida del derecho adquirido, sino que los beneficiados pueden exigir el cumplimiento forzoso. Sólo excepcionalmente se admiten casos, como cuando el donante está legitimado para pedir la revocación si no se cumple el cargo; o cuando la causa fin del acto fue el cargo; o cuando sólo el beneficiario podía cumplir y éste ha fallecido; o cuando las partes así lo estipulen.

PlazoEl plazo es el elemento accidental según el cual el acto jurídico ve sus efectos diferidos en el tiempo.

Caracteres del Plazo.Son:

a) Futuro. El acontecimiento debe ocurrir con posterioridad al nacimiento de la obligación.b) Es cierto, ocurrirá fatalmente, aún cuando pueda existir un margen de duda con respecto al momento.c) No retroactivo. A diferencia de la condición, este opera ex nunc.

Sólo la parte beneficiada por el plazo puede obviarlo y realizar o exigir un cumplimiento antes de su vencimiento.El plazo, en principio, se presume estipulado por ambas partes, salvo excepciones, como cuando las partes (expresa o tácitamente) así lo acuerdan o cuando la propia ley así lo determina.

Clasificación de Plazos.

Suspensivo y Resolutorio (o extintivo)- El primero es aquel que difiere en el tiempo es el comienzo de la exigibilidad del derecho. En el resolutorio, se determina el momento en que expira la exigibilidad.

Convencional, legal y judicial- Cuando lo dictaminan las partes, la ley, o el juez, en virtud de una remisión de las partes o el legislador.

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Esencial y no esencial- Se basa en el interés del acreedor. Si vencido el plazo el cumplimiento sigue siendo útil al acreedor, es plazo no esencial o accidental. Si el cumplimiento sólo es posible o útil en el plazo designado y el incumplimiento produce una situación irreversible, es plazo esencial.

Determinado e Indeterminado- Art. 509, es determinado el que ha sido estipulado por las partes, la ley o el juez. Puede ser cierto o incierto.El indeterminado es aquel que no ha sido precisado. Se divide en plazo indeterminado tácito (en el que surge tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación) y plazo indeterminado propiamente dicho (cuando no esta determinado ni se advierten elementos que permitan inferirlo. Corresponde fijación judicial, por ejemplo, en pago a mejor fortuna, etc.)

Cierto e incierto- El plazo determinado puede ser cierto o incierto. Es cierto cuando en el momento de realizarse el acto se conoce con precisión la fecha (Art. 567). Es incierto cuando está fijado con respecto a un hecho futuro del que no se conoce la fecha (como la lluvia).

Expreso y Tácito- Toma en cuenta cómo se ha manifestado la voluntad de las partes. Es expreso si surge de manera explícita e inequívoca del acto jurídico, y tácita si nace de la naturaleza y circunstancias de la obligación.

Efectos del Plazo.No afecta ni la existencia ni la eficacia del derecho, sino su exigibilidad. El cumplimiento del plazo produce efectos para el futuro siempre.

Efectos del Plazo Suspensivo.

Cuando está pendiente- Son algunos de sus efectos: El crédito existe, aunque no es plenamente exigible. Pueden ejecutarse medidas conservatorias. El acreedor puede transmitir su derecho. No corre la prescripción ni procede la compensación legal hasta el vencimiento del plazo. La parte beneficiada puede renunciarlo. El deudor debe abstenerse de realizar actos que importen modificar la situación jurídica.

Una vez cumplido el plazo- La obligación se transforma en pura y simple, con sus consecuencias.

Efectos del Plazo Extintivo.

Cuando está pendiente- La obligación nace como pura y simple, por lo que es susceptible de ejecución inmediata.

Una vez cumplido el plazo- Automáticamente la obligación deja de producir efectos para el futuro. Los actos ya cumplidos y las prestaciones ejecutadas constituyen derechos adquiridos.

Caducidad de los Plazos.Cuando se lo juzga cumplido, pese a no estar vencido. Puede ser convencional, cuando las partes prevén ciertos supuestos de caducidad o legal, cuando este emana de la ley (caso de la insolvencia del deudor, la venta judicial de bienes gravados, la disminución de garantías, el abuso del anticresista, la prenda de la cosa ajena).La caducidad supone la exigibilidad inmediata del derecho o su extinción.

Cómputo de los Plazos.Se toman los días, meses y años. El comienzo del cómputo no considera el día inicial y el vencimiento es a las 24 horas del día pactado o de cumplimiento del hecho.

Clasificación de las Obligaciones

Según el tiempo de cumplimiento de la obligación

Obligaciones Inmediatas y Diferidas. Tracto único y sucesivo.

Según el momento a partir del cual opera la exigibilidad.Se clasifican en obligaciones de ejecución inmediata y ejecución diferida (si la prestación debe realizarse al cabo de un cierto tiempo).

Según la duración del acto de cumplimiento.Se clasifican en de ejecución instantánea o de tracto único (cuando desde el comienzo hasta la extinción del acto no opera tiempo alguno) y duraderas, continuadas o de tracto sucesivo.Estas pueden ejecutarse de un tiempo corrido (ejecución continuada), en tiempo separados por intervalos iguales (ejecución periódica) o desiguales (ejecución escalonada).

Estas categorías son independientes y nada obsta q puedan combinarse.

Según su Autonomía o Interdependencia

Obligaciones Principales y AccesoriasArt. 523: de dos obligaciones, una es principal y otra accesoria cuando una es la razón de ser de la existencia de la otra.Obligación principal es aquella cuya existencia, eficacia y desarrollo funcional son autónomos de cualquier otro vínculo obligacional.Reducir la disparidad entre ambas centrando su análisis en aspectos relativos a su existencia es demasiado estrecho, y también deben tenerse en cuenta lo relativo a la validez, la eficacia y la extinción.En esta materia se aplican dos reglas fundamentales:

a) En obligaciones plurales, rige el principio de independencia. Así, por tratarse la accesoriedad de una excepción, ante la duda, deben reputarse como principales.

b) Lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

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Criterio de Accesoriedad.La interdependencia ha sido tradicionalmente emplazada entorno a la función de garantía, pero en la actualidad se ha expandido, en lo que respecta a la interdependencia funcional y económica. La interdependencia funcional lleva a considerar como obligación principal a aquella necesaria para la satisfacción del interés del acreedor, y a las accesorias como aquellas que tiene como finalidad incrementar la utilidad o beneficio que la obligación principal reporta.La interdependencia económica define como principal a la obligación sobre la que recae el interés económico del acreedor y accesorias a las que consistan en cosas distintas a la principal.La accesoriedad es voluntaria cuando las partes determinan una obligación accesoria con finalidad de garantía o función instrumental. Es legal cuando emana de la ley.

Especies de accesoriedad.

Accesoriedad con relación al objeto y al sujeto- Art. 524: Son accesorias respecto al objeto aquellas contraídas para asegurar el cumplimiento de una prestación principal, como las cláusulas penales. Sin embargo, la formula es poco adecuada, ya que puede haber otros supuestos.Con respecto a los sujetos, es cuando actúan como garantes o fiadores.

Otras posibles especies- La accesoriedad también puede configurarse respecto a otras situaciones jurídicas, como pueden ser: los derechos accesorios, que son los derechos reales de garantía. También están los deberes secundarios, que tienen un carácter de accesorios y consisten en conductas referidas a los mismos intereses que emergen de la prestación, cuyo fin es ampliar su contenido.Por último, están las cláusulas accesorias, que constituyen estipulaciones o pactos introducidos convencionalmente. Por ejemplo, las modalidades, o alguna estipulación sobre cómo cumplir la prestación.

Efectos.El principio general en esta materia es la siguiente: la obligación accesoria sigue la suerte de la principal.

Aplicaciones- Dicho principio reconoce las siguientes aplicaciones:1. Extinción de la obligación principal: Determina que la accesoria desaparezca con ella, sin que se produzca el efecto

inverso.2. Nulidad: La nulidad de la obligación principal provoca la invalidez de la accesoria, pero no al revés (principio de

separabilidad)3. Régimen jurídico: El régimen jurídico aplicable a la principal lo es también a la accesoria, tanto en lo sustancial como el

lo procesal. El juez competente para la principal lo es también para la accesoria.

Excepciones al principio general- Hay ciertas situaciones en las que la accesoria tiene una mayor eficacia jurídica, económica o funcional o bien una naturaleza diferente, lo que importa un régimen jurídico diferente.Existen supuestos en que la obligación accesoria tiene mayor eficacia jurídica que la principal: la cláusula penal establecida para garantizar el cumplimiento de una obligación natural, la hipoteca, prenda o fianza constituida por el deudor o por terceros, etc.En otros supuestos, la obligación accesoria presenta un régimen normativo distinto de la principal: en materia de prescripción, para determinar su divisibilidad, que se toma el objeto de la accesoria y no de la principal, etc.Por último, hay supuestos en que la obligación accesoria determina la suerte de la principal: en prescripción, cuando media novación y el cargo imposible, lícito o inmoral que afecta a toda la obligación.

Según su Naturaleza

Obligaciones Civiles y NaturalesSon obligaciones civiles aquellas que, frente al incumplimiento del deudor, autorizan al acreedor a reclamar su cumplimiento (Art. 505), o con mayor precisión, a descargar sobre aquél el poder de agresión patrimonial.Obligaciones naturales son aquellas que, siendo ineficaces para exigir su cumplimiento coactivo, confieren una justa causa para retener lo percibido. Según el Art. 515:

a) El acreedor carece de acción para el cumplimiento forzoso.b) Autoriza a quien recibe dicha atribución a retenerla, siempre que haya sido efectuada espontáneamente por el deudor.c) Tiene un fundamento legítimo que justifica la retención.

Antecedentes históricos y derecho comparado.Reconoce sus raíces en el derecho romano. Las obligaciones civiles se basaban en el ius civile, mientras que estas pertenecían al derecho natural o de gentes. Alcanzaron sistematización con las partidas.Sin embargo, fueron los canonistas los que las dotaron de fundamento ético, con sustento en el derecho natural, la equidad y la buena fe.Tuvieron una amplia aceptación doctrinal en Francia y gran parte de Europa, pero no así en Alemania. La tendencia actual es la de considerarlas deberes morales, quitándoles su categoría de obligación.

Naturaleza Jurídica.

Teorías que niegan la juridicidad de la obligación natural- Entienden que la obligación para ser tal requiere exigibilidad, y en este caso se proclamaría la existencia de una obligación no obligatoria.Para justificar la irrepetibilidad de lo pagado, señalan que se consagra la no repetición de lo pagado en cumplimiento de un deber moral.

La doctrina clásica- O de obligaciones civiles imperfectas. Es decir, son obligaciones, aunque imperfecta, pues poseen todos los elementos esenciales. Gozarían de una tutela normativa más restringida pero alcanzarían entidad suficiente para tener relevancia jurídica. No habría diferencia ontológica con las civiles.

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Page 13: Obligaciones -Resumen Del Libro de Pizarro

La obligación natural como un deber fundado en la equidad y el derecho natural- Reconoce su carácter jurídico, pero la fundaría sólo en el derecho natural, mientras la civil también estaría sustentada en la ley. El problema es que las obligaciones naturales también tienen una base en el derecho positivo.

Cumplimiento de un deber moral- No serían obligaciones, sino deberes de moral o conciencia, que la ley tomaría en consideración para asignarle efectos específicos.

Supuestos de obligaciones naturales en el Código Civil.La preexistencia de una obligación civil preexistente introduce el problema de la conversión. Por conversión de obligación civil en natural, se entiende la transformación del vínculo obligatorio que pierde la capacidad de ser exigible.El artículo 515 plantea algunos aspectos.

1. Inciso 1: Fue derogado por la ley 17.711, pero al prevalecer en la doctrina que el carácter de esta enumeración es meramente ejemplificativa, considera inoperante la derogación.

2. Inciso 2: Obligaciones prescriptas. Subsiste el interés jurídico del acreedor insatisfecho. Sin embargo, aún prescripta, puede ser susceptible de ejecución forzosa si la prescripción no se interpone en la etapa apropiada de la demanda.

3. Inciso 3: Las obligaciones que fueron nulas de nulidad absoluta por carecer de la forma exigida (solemnes absolutos).

4. Inciso 4: Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de pruebas, o cuando el pleito se perdió por error o malicia del juez.

5. Inciso 5: Cuando la obligación carece de utilidad social. Vélez nombra como ejemplo a las deudas de juego, pero hace referencia a los juegos no prohibidos o tolerados.

Existen otros supuestos de obligaciones naturales, ya que esta enumeración es totalmente a modo de ejemplo.

Efectos de obligaciones naturales.

Soluti retentio- Su entidad está ligada a la concepción que se siga en torno a la naturaleza jurídica de la obligación natural.1. Naturaleza jurídica: Art. 516: el efecto de estas obligaciones es que no puede reclamarse lo pagado voluntariamente

por el que tenía capacidad legal para hacerlo.Para quienes proclaman el carácter jurídico se trataría de un verdadero pago. Para la doctrina opuesta, se trataría de una liberalidad.

2. Efectos: El efecto principal que produce es la irrepetibilidad de la atribución patrimonial realizada espontáneamente.3. Requisitos: Para que se produzca este efecto, se requiere que el acto de desplazamiento patrimonial haya sido

realizado voluntariamente por la persona con capacidad para ello. Para una posición, en necesario que haya obrado con discernimiento, intención y libertad, pero tiende a prevalecer otro criterio: la simple ausencia de factores externos de coerción.

Ante un pago parcial, no se puede reclamar la otra parte. La mayoría de la doctrina admite que la obligación natural puede convertirse de vuelta en civil por novación de las partes.

Según su Objeto

Obligaciones de Dar Cosas CiertasEs aquella cuyo objeto se encuentra plenamente determinado en su individualidad. El deudor sólo cumple la prestación entregando ese objeto y no otro. De ordinario, esta característica se presenta al gestarse la obligación.

Modo de cumplimiento.La obligación de dar cosa cierta se cumple con la simple entrega de la cosa. Pesan también sobre el deudor otros deberes de conducta que se ubican en el período anterior al cumplimiento y que están orientados a posibilitarlo.

Deber de conservar la cosa- Se debe mantener la cosa inalterable sin introducirle modificaciones de ninguna índole. También debe realizar los actos de cuidado necesarios, conforme a la circunstancias.

Deber de entregar la cosa- Para liberarse, debe entregar la cosa en el lugar y tiempo propios.El deudor debe entregar la cosa con los accesorios indispensables para posibilitar la utilidad pretendida por las partes. Como lo accesorio sigue la suerte de lo principal, se deben también los accesorios aunque no resulten indispensables pero se hallasen incorporados al momento del acuerdo.También debe haber un lugar de cumplimiento estipulado. En caso contrario, lo decidirá el juez, o según cierta doctrina, en el lugar donde se estaba cuando se pacto.La ley de defensa al consumidor plantea un régimen de entrega y de información favorables al deudor.

Principios que rigen el cumplimiento de estas obligaciones.Existen ciertos principios que deben tenerse en cuenta:

a) Res perit et crescit domine.b) En principio, antes de la tradición de la cosa, no se adquiere ningún derecho real.c) Los frutos son cosas muebles, y se adquieren en el momento de la percepción.d) En materia de inmuebles, Nemo plus iuri.e) El género nunca perece.f) En las obligaciones de género y de dar cantidades de cosas, cuando se han elegido o contado pesado y medido, opera

la concentración de la obligación y deben aplicarse las normas de dar cosas ciertas.

Obligaciones de Dar Cosas Ciertas para Transferir o Constituir Derechos RealesAlcanza plenitud de su eficacia cuando se consuma la constitución del derecho real previsto. De aquí la importancia de conocer en qué momento pasa al acreedor de titular de un derecho personal a titular de uno real.

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Transferencia de la Propiedad y otros derechos reales por actos entre vivos.Existen tres grandes sistemas:

Sistema romano de título y modo- Según esta antigua concepción, para que opere la constitución de un derecho real, salvo en la hipoteca, es menester la presencia de dos hechos productores: título y modo.El título es el acto jurídico que establece la voluntad de enajenación y de su correlativa adquisición.El modo está dado por la tradición de la cosa. La tradición es el hecho material de entrega de la cosa.Sin modo subsiguiente, el título resulta insuficiente para transmitir el derecho real. Esto reconoces unas pocas excepciones.

Sistema francés- O sistema de adquisición de los derechos reales por el sólo consentimiento.En un principio, se había adoptado el sistema romanista, pero con el tiempo se fue aplacando hasta llegar a una tradición ficticia, con lo que la transmisión se daba por el consentimiento de las partes, e inmediatamente después de ella el acreedor se constituye en propietario (y pone los riesgos a su cargo).

Sistema alemán- O sistema de adquisición de los derechos reales por la sola inscripción registral constitutiva. Establece una nueva forma de publicidad: la del registro.Requiere una adecuada infraestructura para su funcionamiento adecuado. A todo inmueble se le abre imperativamente una hoja en el Libro Fundamental. La registración es constitutiva, por lo que los efectos entre partes y con respecto a terceros tienen vigencia desde el día de la inscripción.

Los Principios del Código Civil.Originalmente, Vélez adhirió plenamente al sistema romanista al decir que antes de la tradición de la cosa no se adquiere sobre ella ningún derecho (Art. 577). El modo cumple la doble función constitutiva del derecho real: sin él cualitativamente no se configura y además importa la publicidad que lo hace oponible a terceros.La ley 17.711 importó varias reformas:

Inmuebles- En este rubro, estipuló que sólo se consolidarán los derechos reales cuando se haya hecho la inscripción en los registros inmobiliarios. Es decir, en la actualidad, en inmobiliarios reinan el sistema de título y modo imperfecto o mitigado, y un concensualismo mitigado en materia de hipoteca.

Cosas muebles- Hay que distinguir según sean registrables o no.1. Cosas muebles no registrables: Para la adquisición de derechos reales sobre este tipo de cosas, se mantienen

inalterados los principios de Vélez: título y modo. Como regla, la posesión de una cosa crea la presunción de propiedad. La posesión vale por título.

2. Cosas muebles registrables: Depende de si la inscripción es constitutiva o meramente declarativa. En el primer caso, como en los automóviles, hasta que no opere la inscripción registral, no se transmite la propiedad.Si la inscripción fuese meramente declarativa, rigen el título y el modo para la constitución del derecho real, y se necesita la registración para que esta sea oponible a terceros.

La teoría de los riesgos.Riesgo significa la probabilidad de un daño. Esta dado por el peligro que corre la cosa de perderse o destruirse. Esta reglada en forma casuística y dispositiva de los Art. 578 a 581.

Aspectos Generales- El Código Civil distingue según los riesgos se presenten antes o después del momento de efectuarse la tradición; se trate de obligaciones para transferir derechos reales o para restituirlas a su dueño; los riesgos sean o no culpa del deudor y que se materialicen en pérdida o deterioro de la cosa debida

Pérdida de la cosa debida.Se da cuando se destruye materialmente, se pierde o desaparece o se destruye jurídicamente.

Res perit domino- Las cosas se pierden, deterioran, aumentan o mejoran para su dueño. En las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales, es dueño el deudor.

Pérdida de la cosa no imputable al deudor- Si la cosa se pierde sin culpa del deudor, la obligación queda disuelta para ambas partes. No hay lugar a la responsabilidad civil.

Pérdida de la cosa por causas imputables al deudor- Éste será responsable frente al acreedor por su equivalente y por los perjuicios e intereses. Incluye tanto la culpa como el dolo.Producida la pérdida, la ley impone el deber de entregar al acreedor un equivalente de la cosa perdida, más los daños y perjuicios.Por equivalente, gran parte de la doctrina entiende su equivalente en dinero. Tratándose de un bien determinado, reemplazarlo por otro importaría una novación objetiva. Otra corriente, admite la posibilidad de que en ciertos supuestos de obligaciones de dar cosas ciertas, pueda hablarse de un equivalente no dinerario, como en los casos en que la obligación comenzó siendo de género y luego se convirtió en dar cosa cierta, como los productos elaborados en serie, cuya única diferencia es su número de serie.

Deterioro.El deterioro presupones que la cosa experimenta una alteración en su estructura que, sin alterar su esencia, disminuye su valor económico. Es preciso que exista una modificación de valor intrínseca, no alcanza que disminuya su valor de mercado por razones extrínsecas.

Deterioro no imputable al deudor- Si el deterioro no es imputable (objetiva o subjetivamente) al deudor, la ley permite al acreedor: resolver el acto jurídico o recibir la cosa en el estado en que se encuentra con disminución del precio, en ambos casos sin indemnización. Parece lógico exigir que el deterioro no sea insignificante.

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Deterioro imputable al deudor- Si se deteriorase por culpa del deudor, el acreedor tiene derecho a exigir una cosa equivalente, recibir la cosa en el estado en que se hallare o disolver la obligación, en todos los casos con indemnización por daños y perjuicios.

Aumentos.Las cosas también aumentan para su dueño.Son aumentos naturales aquellos que experimenta intrínsecamente la cosa como consecuencia de acción directa y exclusiva de la naturaleza.Si la cosa hubiere aumentado, aún sin gastos por parte del deudor, éste podrá exigir un mayor valor. Si no es aceptado por el acreedor, la obligación queda disuelta.

Mejoras.Las mejoras son alteraciones estructurales que incrementan el valor de la cosa, pero a diferencia de las mejoras, tienen su origen en el actuar humano.

Clases- Por un lado están las mejoras necesarias. Son las que deben ser aplicadas de manera ineludible según las circunstancias del caso para la conservación de la cosa. Se diferencian con las expensas necesarias ya que estas, si bien necesarias para la conservación de la cosa, no alteran su valor.Encontramos después las mejoras útiles, que son las que resultan de manifiesto provecho para cualquier poseedor de la cosa.Por último, las suntuarias, voluntarias o voluptuarias, de mero ornato, lujo o recreo, que sólo benefician a quien las realiza. La diferencia entre estas última puede tornarse dificultosa en ciertos casos (como el de las piscinas).

Régimen legal- Rige el principio general de que el deudor debe mantener la cosa como está.1. Mejoras y expensas necesarias: Son indemnizables las mejoras necesarias, cuya ejecución autoriza al deudor a

reclamar al acreedor el mayor valor adquirido de la cosa. Las expensas necesarias no pueden ser cobradas al acreedor, ya que constituyen gastos necesarios para la conservación de la cosa y pesan sobre el deudor.

2. Mejoras útiles: No son indemnizables, sin que obste a esta conclusión el eventual aumento en el valor de la cosa que puedan producir.Si el deudor realiza la mejora, el acreedor tiene derecho a exigir su retiro. Puede también reclamar los daños y perjuicios que tal situación le origine e incluso puede llegar a demandar la anulación del convenio y los daños y perjuicios.Si el acreedor desease mantener la cosa, deberá abonar el costo de la misma hasta la concurrencia con el mayor valor de la cosa (así paga siempre lo que es menos)

3. Mejoras suntuarias: Tampoco son indemnizables. El acreedor puede oponerse a que sean retiradas si dañaran la cosa. Si pudiere ser retirada y desease mantenerla, deberá abonar su costo. Son aplicables los demás criterios de las mejoras útiles.

Tratándose de mejoras útiles y voluntarias, la valuación debe efectuarse aplicando el principio del enriquecimiento sin causa.

Frutos.Son cosas nuevas que regularmente produce la cosa existente sin alterar su sustancia. Se clasifican en naturales, industriales y civiles. Pueden ser percibidos o pendientes, y en el caso de los civiles, los ya exigibles pero no cobrados.Todos los frutos percibidos pertenecen a su dueño, el que sea, antes o después de la tradición.

Efectos con relación a terceros.Puede ser que el deudor, de mala fe, se obligue también con respecto a terceros a cumplir similar prestación.

Conflicto entre acreedores sin posesión- Hay que distinguir según sean cosas muebles registrables o no o inmuebles:1. Cosas muebles en general: Si la cosa fuese mueble y concurriesen diversos acreedores, ninguno de ellos con tradición

hecha, será preferido el acreedor cuyo título sea de fecha anterior. Si se hubiese realizado la tradición, ese tendrá preferencia.Dado que ambos pretendientes son terceros entre sí, es necesario que su instrumento tenga fecha cierta oponible a terceros.

2. Cosas muebles registrables con efecto constitutivo: La cuestión presenta particularidades. En caso de conflicto sin que medie inscripción registral, igual que en el caso anterior será preferible el que tenga instrumento con fecha cierta oponible anterior.Pero, si hubiese habido tradición a favor de uno, prevalece ese, independientemente de la fecha. Si hubo inscripción registral, ese es el que prevalece sobre todos, ya que en este rubro, la inscripción reemplazó a la tradición.

3. Cosas Inmuebles: Será preferible aquel cuyo instrumento público sea de fecha anterior. Una interpretación literal llevaría a pensar que si un instrumento privado tuviese fecha cierta anterior a uno público, no prevalecería, lo que parece injusto. En realidad, se apunta a que la fecha sea oponible a terceros, y debería admitirse el instrumento privado con fecha cierta.

Conflicto entre acreedores cuando uno de ellos ha recibido la tradición de la cosa- Distinguimos igual que antes:1. Cosas muebles en general: Si alguno se hubiese constituido en propietario o prendario de la cosa por tradición y fuese

de buena fe (no conociera la otra obligación), ninguno tendrá derecho contra él, ni aún con instrumento de fecha anterior. La posesión de buena fe en materia de cosas muebles no robadas ni perdidas, vale por título.

2. Cosas muebles registrables con efecto constitutivo: Es inconmovible el derecho de quien tiene la inscripción registral, y prevalece sobre cualquier otro, tenga o no posesión de la cosa.

3. Cosas Inmuebles: Quien tenga la posesión de la cosa de buena fe, hace prevalecer su derecho, aún cuando los demás tengan títulos o inscripción registral.

El acreedor que ve frustrado su derecho tiene derecho a la reparación integral del perjuicio sufrido.

Acción contra poseedores de mala fe- La mayoría de la doctrina coincide en que se trata de una acción de nulidad por objeto prohibido. Quedan siempre a salvo los derechos del acreedor cuyos derechos se frustraron de demandar indemnización.

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Obligaciones de Dar Cosas Ciertas con el Fin de Restituirlas a su DueñoLa entrega no está orientada a constituir derechos reales, sino a restituir la cosa a su dueño. El dueño de la cosa es aquí el acreedor, pero los principios y reglas básicas permanecen inalterados.

Pérdida y deterioro de la cosa debida.No imputable al deudor- La cosa se pierde para su dueño, salvo los derechos hasta el día de la perdida, y la obligación queda disuelta.Si la cosa se deteriorase, el dueño la recibirá en el estado en que se hallase y no habrá lugar a indemnización.

Imputable al deudor- Tanto en la pérdida como en el deterioro, el Código Civil remite a las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales: puede exigir el valor de la cosa, o una cosa igual, o la cosa deteriorada más su valor en complemento y todo sumado a los daños y perjuicios.

Aumentos y Mejoras.Res crescit domino. La cosa se restituye con sus aumentos. En el caso de las mejoras, se debe diferenciar según el tipo.

Régimen legal- 1. Mejoras y expensas necesarias: Son siempre indemnizables, aunque se le haya prohibido al deudor hacerlas. La buena

o mala fe es irrelevante.2. Mejoras útiles: Sólo son indemnizables al deudor que las realiza de buena fe, es decir, cuyo título se lo permita.3. Mejoras suntuarias: En ningún caso son indemnizables, sin que importe la buena o mala fe. Al deudor de la restitución

sólo le queda la facultad de retirarlas o pactar.

Monto de indemnización por mejoras- El deudor que las realizó tiene derecho a ser indemnizado en el justo valor de las mejoras necesarias, según su valoración al tiempo de la restitución. Otros autores sostienen que debe aplicarse el principio del enriquecimiento sin causa.

Frutos.Los percibidos pertenecen al deudor, poseedor de buena fe. El de mala fe debe restituir la cosa con sus frutos percibidos y pendientes, sin derecho a indemnización.

Efectos con respecto a terceros.Es posible que el deudor constituya una obligación con respecto a la cosa con un tercero. En tal caso puede producirse un conflicto entre el dueño de la cosa y el tercero.

Cosas muebles no registrable- Si el tercero es poseedor de buena fe y hubiese habido tradición, el acreedor no tendrá derecho contra él. Sí lo tendría si hubiese sido de mala fe o si lo hubiese obtenido a título gratuito.Si en cambio no hubiese habido tradición, tendrá la prioridad el acreedor, por pertenecerle el dominio.

Inmuebles- El acreedor tiene acciones contra el poseedor, aún de buena fe, porque en inmuebles rige el Nemo plus iuri.

Siempre, por supuesto, quien vea lesionados sus derechos puede reclamar daños y perjuicios.

Obligaciones de Dar cosas inciertas no Fungibles: las Obligaciones de GéneroUtilizamos la palabra género para designar a cualquier categoría de cosas integradas por una pluralidad de objetos que reúnen determinadas características. Representa un concepto abstracto que permite contener un número ilimitado de casos individuales, por lo que es inagotable: el género nunca perece.Las obligaciones genéricas cumplen una relevante función económica ya que el interés se satisface por la entrega de cualquiera de los objetos pertenecientes al género.Nuestro Código Civil, con una metodología inadecuada, diferencia las obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles y las de dar cantidades de cosas; pero ambas categorías responden al género.

Obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles.O de género. Están determinadas por el género y el número que debe entregarse. Lo caracteriza la fungibilidad de las cosas que integran el género, más allá de la terminología equivocada del Código.

Caracteres-a) La determinación se efectúa teniendo en cuenta el género y el número de cosas.b) Debe tratarse de cosas fungibles.c) Hasta tanto no opere la elección o determinación, rige el principio de que el género nunca perece.d) Una vez practicada la elección, la obligación queda sujeta al régimen de dar cosas ciertas.

La elección.Constituye el acto por el cual se individualiza y determina el objeto de la obligación. Producida la elección, opera la concentración y se transforma en obligación de dar cosas ciertas.Corresponde la elección al deudor, pero nada impide que las partes acuerden que sea el acreedor o un tercero quien lo haga.Debe elegirse dentro del género una cosa de calidad promedio, no se puede elegir el peor o el mejor según convenga. En caso de duda el juez decide. En esto tiene importancia el principio de buena fe. En cuanto al tiempo, el Código no lo regla. Habrá que atenerse a la voluntad de las partes y a las circunstancias.

Efectos antes de producida la elección.Está la imposibilidad de alegar caso fortuito como causal de liberación, dado que el género nunca perece. El Art. 893 parecería imponer una excepción a esta regla con el llamad género limitado, pero tal excepción es más aparente que real, ya que se trata más bien de una obligación alternativa.Si el deudor no practica la elección, el Código Civil autoriza al acreedor a reclamar o a disolverla, incluso con daños y perjuicios. Siempre que haya mora en la elección, se puede intimar judicialmente.

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Efectos después de producida la elección.Opera el fenómeno de concentración: reunión en un punto de lo que esta disperso. La obligación queda transformada en una de dar cosa cierta.

Obligaciones de género limitado.Se denomina obligaciones de género limitado a aquellas en las cuales la posibilidad de elocución de los individuos que integran una misma especie se circunscribe a un reducido número de cosas. Si todas las prestaciones posibles perecieran por fuerza mayor, la obligación se extinguiría. Es decir, que el género puede perecer.

Naturaleza jurídica- Se controvierte. Según una doctrina, se trataría de un subtipo dentro de las obligaciones de género, pero para otros, el género debe ser una categoría de carácter ideal, por lo que se tratarían en verdad de obligaciones alternativas.Lo más relevante de la cuestión, es si debe interpretarse, a falta de convención expresa, implícitamente pactada la limitación al género. La cuestión debe valorarse en cada caso particular teniendo en cuenta el contrato.

Efectos- Los efectos de las obligaciones de género limitado son exactamente iguales a los de las obligaciones alternativas. En consecuencia, en este tipo de obligaciones no rige el principio de calidad media en la elección.Tampoco se aplica la regla de que el género nunca perece.

Obligaciones de dar Cantidades de CosasEs la obligación que consta de dar cosas que consten de un número, peso o medida. Igual que las de dar cosas inciertas no fungibles, se trata de una obligación de género y se rige por principios parecidos.

Individualización del objeto.También se requiere de un acto que permita la plena determinación del objeto debido, pero aquí se llama individualización. A partir de entonces se produce la concentración y se transforma en obligación de dar cosas ciertas.La individualización tiene carácter de acto bilateral y requiere la intervención de ambas partes.

Efectos.Antes de la individualización, son de género, y el género nunca perece.Después de ella, quedan sujetas al régimen de dar cosas ciertas.

Obligaciones de dar cantidades de cosas con el fin de constituir derechos reales.Debe distinguirse según la pérdida o el deterioro sean o no imputables al deudor.

No Imputable al deudor- Si la cantidad de cosas se pierde, la obligación se disuelve. Es válida la normativa de dar cosas ciertas.Si fuese un deterioro, se puede optar por resolver la obligación o pretender la parte no deteriorada (y tal vez la deteriorada también) con reducción de precio.

Imputable al deudor- El acreedor tendrá derecho a exigir igual cantidad de la misma especie más daños y perjuicios.Si hubiese deterioro, puede resolver la obligación, reclamar la parte no deteriorada más una porción igual a la deteriorada, sólo la cantidad no deteriorada (y tal vez también la deteriorada) con reducción del precio y en todos los casos corren los daños y perjuicios.

Obligaciones de restituir cantidades de cosas a su dueño.

No Imputable al deudor- Si se pierde o deteriora, el acreedor sólo puede exigir la entrega de la cosa en el estado en que se encuentre, sin derecho a indemnización.

Imputable al deudor- Si la cosa se pierde, tiene derecho a reclamar su valor en dinero, más los daños y perjuicios.Si se deteriorase, podrá disolver la obligación o reclamar la parte no deteriorada más una porción igual a la deteriorada o su valor en dinero. En todos los casos, se da lugar a los daños y perjuicios.

Obligaciones de Dar Sumas de DineroAquellas cuyo objeto consiste en la entrega de una suma de dinero.

El dinero.La búsqueda del concepto de dinero y de sus funciones no puede efectuarse con perspectiva unilateral. El dinero es fruto de un hecho social y racional. Se define como la moneda que autoriza y emite el estado, con la finalidad primordial de servir como unidad de medida de valor de todos los bienes, como instrumento de cambio y como medio de pago de relaciones patrimoniales.Es diferente del instrumento u objeto que lo representa (la moneda). En el campo del derecho, la noción de dinero es estricta. Sólo constituye dinero aquellos bienes que son emitidos por el estado, conforme a la autoridad que le brinda la ley, denominados con referencia a una unidad de cuenta, que tiene por objeto servir como medio generalizado de intercambio de bienes y servicios dentro del territorio del emisor. Es decir, un medio de cambio autorizado o adoptado por el gobierno como parte de su circulante.

Dinero y moneda- Suele distinguirse entre dinero y moneda, señalando que el primero pondera sus funciones económicas y jurídicas, en tanto la segunda hace referencia al signo o instrumento que lo representa. Sin embargo, ambas pueden emplearse como expresiones equivalentes.

Funciones del dinero-1. Funciones económicas: En primer lugar, sirve como unidad de medida y permite apreciar el valor de todos los bienes

patrimoniales e, inclusive, de ciertos aspectos económicos de la propia actividad humana.Sirve como instrumento de cambio para adquirir otros bienes y servicios. Sirve también como instrumento de ahorro y de acumulación de riquezas. Es también un factor que influye en forma determinante en la producción, empleo y precios.

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2. Funciones jurídicas: Constituye un instrumento de pago, porque es siempre apto para solventar las obligaciones que le tienen por objeto, inclusive por vía de equivalente (daños y perjuicios). El propio estado exige su aceptación con dicho alcance.

3. Funciones políticas y sociales: Funciona como instrumento para la política de relaciones entre gobernantes y gobernados y sobre todo, un instrumento apto para la satisfacción de necesidades individuales y colectivas.

Caracteres del dinero- En nuestro país presenta los siguientes caracteres: es una cosa mueble, fungible, consumible, divisible, genérica. Además posee:

1. Curso legal: Significa que el dinero goza de sanción y proclamación estatal y, como consecuencia, es irrecusable como instrumento de pago cuando es ofrecida por el deudor. La moneda extranjera no tiene curso legal.

2. Curso forzoso: Significa la calidad de curso legal aplicado al papel moneda inconvertible. Así, es necesario el curso legal y que el sistema sea de inconvertibilidad, como en nuestro país desde la ley 25.561 de 2002.

La diferencia entre curso legal y forzoso es perceptible: en tanto el primero determina que la moneda se convierta en instrumento de pago irrecusable, el segundo dispensa al emisor del dinero de efectuar reembolso alguno de los billetes a la vista y es propio del esquema de inconvertibilidad monetaria.

Distintas clases de moneda- Existen tres clases de monedas:1. Moneda metálica: De contenido intrínseco, acuñada en metales nobles. Su valor está ligado al valor del metal con el

que está hecha. Es utilizada principalmente como reserva monetaria que respalda los billetes circulantes.2. Papel moneda: Es un billete que emite el estado cuando este garantiza al portador una cierta cantidad de oro o divisas.

Es propia de un esquema de convertibilidad monetaria, pues el estado se obliga a entregar en canje, al portador de cada billete, una determinada cantidad de divisas o metal precioso. Tiene curso legal pero no forzoso.

3. Moneda de papel: También los emite el estado, pero carecen de respaldo en metálico o en divisas y no son susceptibles de conversión, aunque no por ello se envilece su valor. Es el tipo de moneda que prevalece universalmente en nuestro tiempo.

El valor de la moneda- El valor intrínseco, es aquel que tiene la moneda por su propio contenido, el metal noble que la compone.El valor de cambio es el poder que tiene la moneda de adquirir bienes o servicios en el mercado económico. Este valor asume especial relevancia cuando se trata de monedas no metálicas y ha dado lugar a cuestiones muy delicadas en períodos de fuerte inflación: la teoría valorista pone la importancia en la capacidad adquisitiva del dinero, mientras que la nominalista postula que se debe el valor nominal de lo debido.En argentina rige el peso, que a lo largo de la historia ha sido inconvertible, salvo el período entre 1899 y 1914, entre 1927 y 1929 y 1991 y 2002.

Ley 23.928 de Convertibilidad- Se sancionó en 1991 en un marco de crisis y con el objeto de estabilizar la moneda y erradicar la inflación. Son sus grandes lineamientos:

a) Declaró el peso convertible con el dólar en una relación uno a uno. El estado se compromete a cambiar los pesos por dólares a quien lo solicite. Esto implica tomar indirectamente al dólar como moneda.

b) El BCRA se compromete a comprar dólares a precio de mercado y a que sus reservas sean iguales al cien por ciento de la base monetaria.

c) La necesidad de equilibrar el presupuesto, con la consiguiente reducción del gasto público.d) Consagró con rigidez el principio nominalista.e) Prohibió los mecanismos de actualización monetaria.

En 2002, la ley 25.561 elimino la paridad cambiaria y declaró la inconvertibilidad, pero mantuvo el principio nominalista y el de la no indexación.

La extensión de las obligaciones de dar suma de dinero cuando sobreviene alteración en el poder adquisitivo de la moneda.Se controvierte cuál debe ser la extensión de una deuda de dinero, cuando se altera el valor adquisitivo de la moneda en el intervalo. Se presentan como doctrinas enfrentadas el nominalismo y el valorismo. Esta cuestión sólo tiene interés cuando el poder adquisitivo de la moneda sufre un cambio.

El principio nominalista- Este principio otorga relevancia jurídica al valor nominal del dinero. Es la regla que una obligación pecuniaria se extingue de conformidad a su importe nominal. Una unidad monetaria es siempre igual si sí misma.Prescinde del poder adquisitivo, que es algo contingente y secundario.Opera, de tal modo, una suerte de ficción legal, que admite prueba en contrario, respecto a la identidad del valor de las unidades monetarias en épocas diferentes.

1. Variantes: Sostiene hoy dos posibles variantes. Primero encontramos la de carácter relativo, que lo acepta, pero que permite apartarse de él mediante la inserción, convencional o legal, de mecanismos de ajuste. Tal es la posición que impera en la mayor parte de los países occidentales.La segunda, concibe un nominalismo absoluto, inderogable por la voluntad de las partes e imperativo. Cierra las puertas a todo apartamiento por vía legislativa, convencional o judicial.

2. Ventajas e inconvenientes del principio nominalista: La sencillez es el principal aliado del nominalismo: al deberse una suma nominal, es posible determinar con precisión cuánto se debe. También permite que el Estado, mediante políticas, influya en la inflación o deflación. Sin embargo, cuando la moneda pierde valor adquisitivo vertiginosamente, el nominalismo deviene insuficiente e injusto.

El Valorismo- Para la doctrina valorista, la extensión de las obligaciones dinerarias se determina en función del poder adquisitivo de la moneda. En caso de pérdida de valor de ésta, se debe una suma nominal mayor, hasta igualar su poder adquisitivo.

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Savigny es uno de sus máximos exponentes, que decía que el dinero no tiene más valor que el de los bienes que puede comprar. Sin embargo, este principio tuvo una efímera consagración normativa.Frente a un fenómeno inflacionario, esta parece ser la salida más justa.

En el derecho argentino- Antes de la sanción de la ley de convertibilidad, se discutía sobre la posición que Vélez. Algunos planteaban que se había inclinado por un principio nominalista relativo, basándose en el Art. 619 y su nota. Otros, pensaban que había adoptado el valorismo, basándose también en el 619.Con la sanción de la ley 23.928, la cuestión quedó zanjada, ya que decretó el nominalismo absoluto y prohibió todas las cláusulas de actualización monetaria y modificó el Art. 619 en consecuencia. La Ley 25.561 mantuvo este principio.

Obligaciones dinerarias y obligaciones de valor.Desde finales de la década del veinte, los juristas han distinguido entre obligaciones dinerarias y obligaciones de valor. Es dineraria cuando desde un principio tiene por objeto un monto de dinero: se debe con dinero y se paga con dinero porque es lo debido.La deuda de valor es aquella que tiene como objeto un valor abstracto o una utilidad, constituido por bienes, que habrá de medirse necesariamente en dinero en el momento del pago, por ejemplo, los daños y perjuicios. Lo adeudado es el valor, no el dinero, pero el valor debe medirse en dinero.Debido a la consagración del nominalismo absoluto, esta distinción cobra importancia como vía de escape de las injusticias que puede generar la rigidez del sistema.

La actualización de las deudas dinerarias. Según la ley 24.483, estipulaba que en las obligaciones surgidas antes de la ley de convertibilidad, la indexación o mecanismo que se utilice para actualizar no podía superar el valor real del producto en la actualidad. Para las obligaciones surgidas después, la ley de convertibilidad prohibía toda indexación.

Régimen normativo de las obligaciones dinerarias.Está reglado en los Art. 616 a 624 y en la ley 23.928. Abarca la plena vigencia del principio nominalista, la prohibición de cláusulas de ajuste como la indexación por precios, variación de los costos, etc. Se utiliza entonces el interés como mecanismo que posibilita indirectamente la actualización de la deuda. También está la inaplicabilidad de la figura de la imposibilidad objetiva sobrevenida de la prestación.

Régimen normativo de las obligaciones de dar valor.Las obligaciones de valor no tienen un principio general previsto por el Código Civil, por lo que les son aplicables los principios generales que rigen el cumplimiento e incumplimiento obligacional.En lo que respecta a la prohibición de actualización de la ley de convertibilidad, nada dice de las obligaciones de valor, por lo que algunos argumentan que no da lugar a la distinción.Sin embargo, la doctrina nacional dominante sostiene que no puede aplicarse a éstas el nominalismo absoluto, ya que el acreedor tiene derecho a estar en situación de proveerse de los bienes que representan dicho valor, y que para eso debe computarse el valor actual.

Obligaciones en moneda extranjera.Es frecuente que las personas o el propio estado se obliguen en moneda extranjera. Antes de la ley de convertibilidad, no se admitía a dichas obligaciones como dinerarias, sino que seguían el régimen de las obligaciones de dar cantidades de cosas. Así, el deudor estaba facultado para pagar en la moneda pactada o mediante la entrega del equivalente a dicho valor en moneda nacional, aunque reconocía algunas excepciones.La ley 23.928 de convertibilidad, modificando el Art. 617, trata a las obligaciones en moneda extranjera como de dar sumas de dinero y ya no como de dar cantidades de cosas. Esto, sin embargo, no significa igualarla a la moneda nacional ni reconocerle curso legal.Ahora, si una obligación se pacta en moneda extranjera, no puede cancelarse en su valor equivalente en moneda nacional, aunque este principio también reconoce excepciones. Además, al reconocerle el carácter de dinero, se deben los intereses en esa moneda, vale el pago por consignación, se puede fijar precios e incluso garantías reales en moneda extranjera.

La Deuda de interesesEs un tema de vital importancia en el derecho privado.

Los intereses.El interés es la ganancia o beneficio que produce un capital dinerario, los aumentos paulatinos que experimentan las deudas de dinero en razón de su importe y del tiempo transcurrido. Son el fruto civil que produce un capital.

La tasa de interés. Sus componentes- Constituye un elemento de fundamental importancia para la determinación de la deuda de intereses, pues el monto de estos últimos se mide habitualmente por una tasa. Puede ser definida como el rendimiento de un capital en un determinado tiempo. Suele expresarse en términos porcentuales y medirse anualmente.Presenta distintos componentes:

1. El rendimiento, ganancia o rédito que produce el capital: La tasa de interés pura, entendida como rentabilidad razonable de un capital en términos económicos, ha sido concebida entre un seis y un ocho por ciento anual.La diferencia entre la tasa pasiva (aquella que paga el banco a los clientes con depósitos) y la tasa activa (aquella que cobra por los préstamos otorgados) constituye la ganancia del banco o Spreads.

2. Las escorias o resacas: La tasa de interés no se compone sólo de la rentabilidad pura, sino que se deslizan una serie de componentes de importancia. Los principales de ellos son:

a) Se incluye una prima por una posible desvalorización de la moneda. Actúa así como parámetro de ajuste. A mayor riesgo cambiario, mayor tasa de interés y viceversa.

b) Existe también la tasa de seguridad por el riesgo de restitución del capital. A mayor riesgo de recupero, mayor tasa de interés.

c) Los costos operativos, las comisiones y las cargas tributarias son también trasladadas a la tasa de interés.d) Los costos financieros también se trasladan a la tasa de interés.

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Entonces, la tasa activa de los bancos está constituida por el costo financiero + el costo operativo + la prima por seguridad + la prima por depreciación monetaria futura + la ganancia o lucro que se espera obtener.

Caracteres de los intereses- Estos son la pecuniariedad (son pecuniariamente valorables), porcentualidad (son un porcentaje del capital), periodicidad (a mayor tiempo, mayor interés) y accesoriedad (los compensatorios son accesorios de la deuda principal)

Diversas clases de intereses.Pueden clasificarse en función de distintos parámetros.

Según su origen- Pueden ser voluntarios o legales.Los voluntarios son los que surgen de la voluntad de las partes de un acto jurídico. Se los llama también convencionales. No obsta que dichos intereses puedan surgir de actos jurídicos unilaterales.Son legales aquellos que reconocen su génesis en la propia ley.

Según quién practica la determinación de la tasa de interés aplicable- Según esta categoría, pueden dividirse en convencionales, legales o judiciales, según lo hagan las partes, la ley o el juez, en virtud de una potestad legislativa o a pedido de las partes.

Según su función económica- Se clasifican en lucrativos (o retributivos, o compensatorios) y moratorios (o resarcitorios o indemnizatorios) y punitorios.Los lucrativos son aquellos que se adeudan en contraprestación por el uso de un capital ajeno. Son ajenos a toda idea de responsabilidad civil, y no es necesaria la culpa o dolo u otro factor de atribución.Los moratorios son aquellos que se deben en caso de mora del deudor en el cumplimiento de su obligación. El deudor, con su incumplimiento, priva ilegítimamente al acreedor a percibir su capital y debe reparar ese daño. Por eso, para su procedencia, requieren de un factor objetivo o subjetivo de atribución. Los punitorios según cierta doctrina, son simples intereses moratorios convencionales a los que se les aplica el régimen de una cláusula penal; pero para otra, es algo más, es una sanción a través de la imposición de intereses agravados. A veces es incluso la propia ley la que los fija de manera indirecta, por ejemplo en materia tributaria y previsional.

Los intereses excesivos: La usura.Admitida la libertad de acordar intereses lucrativos, moratorios y punitorios, puede ocurrir que estos sean establecidos en términos que arrojen resultados exorbitantes. Tal situación, absolutamente reñida con el derecho, la moral y las buenas costumbres, se denomina usura.Ella no debe buscarse en la tasa aplicada, eso es sólo un dato a tener en cuenta. Debe considerarse la operación económica en su totalidad, indagando la forma, el modo, si son simples o compuestos, etc.

La cuestión de los intereses excesivos- Una doctrina, para declarar la nulidad de las obligaciones usurarias, se basa en que el objeto es contrario a derecho, y que por tanto la obligación es nula. Aplican los Art. 502 y 953. Por esta vía puede resultar más sencillo obtener la nulidad.Por su lado, otra doctrina aplica la teoría de la lesión subjetiva (necesidad, ligereza o inexperiencia). Ellos aplican el Art. 954.La CSJN, ha dado un criterio a seguir amplio, al decir que no puede existir un interés que trascienda los límites de la moral y las buenas costumbres.La ley 24.240 de defensa al consumidor dispone una salida mucho más flexible: tener por no convenida la cláusula usuraria. Autoriza al consumidor a demandar la nulidad del contrato o de la cláusula.

Alcance de la sanción de los intereses excesivos- Todos coinciden en que es nulo, pero esta nulidad no es total, ya que el tribunal está facultado a reducir equitativamente los intereses, en función del caso y su función económica.Para la doctrina del objeto inválido, la nulidad sería de carácter absoluto, dado que estaría comprometido el orden público y el interés general.Para la doctrina de la lesión, la nulidad sería sólo relativa y por lo tanto confirmable. Caso contrario, el acreedor se vería liberado de su deber de pagar, por lo que habría enriquecimiento sin causa.Algunos opinan que si se ha pagado, eso importa una aceptación tácita y por lo tanto no es repetible. Otros opinan que el pago de una obligación lesiva no constituye base para ninguna confirmación y hay derecho a repetición.

Represión- La usura, además de estar reprochada por el derecho civil, constituye un delito penal tipificado.

El Anatocismo.Es la capitalización de los intereses que se acumulan al capital, constituyendo una unidad productiva de nuevos intereses. Se denomina también interés compuesto o interés de intereses.

En el derecho argentino- Antes de la ley de convertibilidad, el anatocismo, regulado en el Art. 623, no se permitía, bajo pena de nulidad.Sólo excepcionalmente se permitía por acuerdo de partes posterior al vencimiento o cuando liquidada la deuda judicialmente, el juez mandaba a pagar la suma resultante y el deudor era moroso en hacerlo. Se adicionaba una tercera: cuando la ley expresamente autorizaba dicha capitalización. En el derecho comercial se permitía en algunos supuestos como el mutuo comercia, la cuenta corriente comercial y la cuenta corriente bancaria.

Después de la ley de convertibilidad- Hubo un cambio de base del Art. 623. Ahora el anatocismo no procede salvo en los siguientes supuestos: Por convención expresa de las partes. Ya no es necesario que la obligación estuviese vencida. Esta es la diferencia fundamental con el artículo de Vélez.Se mantiene el supuesto judicial. La admisión del anatocismo no debe entenderse como el permiso para pactar cualquier cosa. Existe aún el límite de la moral y las buenas costumbres.

Obligaciones de HacerConsiste en la realización de un hecho o de un servicio. Ella se traduce en un compromiso positivo de energías de trabajo, sean físicas o morales, orientado a satisfacer el interés del acreedor.

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La obligación de hacer lleva implícita una idea de actividad.

Comparación con las Obligaciones de dar.Si bien tanto las de hacer como la de dar consiste en un hecho positivo, ambas especies no pueden ser confundidas. Entre ellas existen algunas diferencias:La prestación en una y otra especie es distinta. En las de dar se refleja en la entrega de la cosa. En la de hacer la actividad reglamentada consiste en la ejecución de un hecho; en determinadas situaciones debe ser reglamentada con otra actividad que es consecuencia de aquel: la entrega de la cosa.Las obligaciones de dar otorgan al acreedor prerrogativas mas intensas que las de hacer, porque su cumplimiento puede ser perseguido con el auxilio de la fuerza pública, aunque para ello sea necesario ejercer violencia. En las obligaciones de hacer si bien procede la ejecución forzada, la ley fija un límite más rígido: no pude haber violencia sobre la persona del deudor.En las de dar, la persona del deudor es irrelevante para el acreedor, ya que ellas ponen el acento en lo patrimonial, en la cosa misma. En las de hacer, la persona del deudor puede presentar importancia para el interés del acreedor, especialmente cuando se trate de prestaciones no fungibles.

Diferentes especies.

Fungibles y no fungibles- Aquí lo que está en análisis es la prestación en sí misma y no la toda la relación jurídica obligatoria.La prestación es fungible cuando el interés del acreedor se satisface con la realización de la actividad debida, con total independencia de quien sea el sujeto que la realiza. El deudor puede, ser sustituido por un tercero sin que ello afecte el interés del acreedor. Esa capacidad para intercambiar gira en torno a dos aspectos: la conducta que se debe desplegar y el resultado final. Ambos deben ser computados para determinar si la prestación es o no fungible. La prestación es infungible cuando el interés del acreedor sólo se satisface si el propio deudor realiza la conducta debida. También se las suele denominar prestaciones intuitu personae, porque se ha tenido en cuenta como factor relevante la persona que ejecutara la prestación.Nuestro Código admite expresamente esta distinción en el Art. 626. Si bien la fungibilidad o infungibilidad depende de las posibilidades reales de sustitución del deudor por un tercero, tal reemplazo debe tener en cuenta lo acordado por las partes.

Prestaciones de obra y de servicio- La prestación de servicios se traduce en un compromiso de energía de trabajo físico o moral independiente de la obtención de un resultado determinado. Se toma en cuenta la actividad en sí misma y la mayor o menor diligencia puesta en la misma para calibrar el cumplimiento o incumplimiento obligacional. La prestación de obra traduce una actividad orientada a la obtención de un resultado material o intelectual, sin el cual la obligación no se tiene por cumplida.

Prestaciones de medios y de resultado- En las primeras su cumplimiento se satisface con una actividad diligente e idónea para alcanzar el objetivo perseguido por las partes, aún cuando este no se obtenga. Las segundas son aquellas cuyo objeto consiste en la obtención de un resultado, que es asegurado por el deudor y cuya no consecución frustra el interés del acreedor. Esta distinción se aplica a todo tipo de obligaciones. Las obligaciones de dar son casi siempre de resultado.

Prestaciones instantáneas o permanentes-

Prestaciones convencionales o legales-

Cumplimiento específico: Tiempo y Modo.El obligado a hacer o a prestar algún servicio debe ejecutar el hecho en un tiempo propio, y del modo en que fue la intención de las partes que el hecho se ejecutara... (Art. 625).Por tiempo propio se entiende el plazo fijado expresa o tácitamente por las partes para el cumplimiento de la obligación.Si el plazo no surgiere tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación corresponde su fijación en sede judicial.En lo que hace al modo, son todas las particularidades sustanciales y circunstanciales de la ejecución, salvo aquellas relativas al tiempo.La intención de las partes constituye el primer dato a tener en cuenta a la hora de calibrar las modalidades del cumplimiento de la obligación. Los usos y costumbres desempeñan un papel protagónico para precisar la manera en que el hecho debe ser ejecutado. La prestación de hacer debe ejecutarse de buena fe, de la manera en que las partes lo entendieron o verosímilmente pudieron entenderlo, obrando diligentemente y con lealtad (Art.1198).

Sanción por el mal cumplimiento.Las sanciones establecidas a tal supuesto aparecen contempladas en la parte final del Art. 625: ...si de otra manera lo hiciere, se tendrá por no hecho, o podrá destruirse lo que fuese mal hecho. Otros remedios que por aplicación de los principios generales son: la excepción por incumplimiento, la resolución contractual por incumplimiento, la aplicación de astreintes, la ejecución de la prestación por un tercero a cargo del deudor y la indemnización de daños y perjuicios.

Derecho a tener por no realizada la prestación- La ley faculta al acreedor a tener por no realizada la prestación. Ello importa considerar irrelevante al hecho deficientemente realizado, esto es como no sucedido, con todo lo que ello implica y ejercitar los derechos que derivan de tal situación.

Derecho a la destrucción de lo mal hecho- . El acreedor puede pedir que se desmantele la obra irregularmente realizada. ¿Debe el acreedor obtener necesariamente autorización judicial para destruir lo mal realizado?Según una opinión, el acreedor puede resolver por sí solo la destrucción de la obra que juzga defectuosa, sin necesidad de autorización judicial. Reconoce que ese procedimiento lo expone a perder la mejor prueba de que dispone ante la justicia, cual es precisamente la obra defectuosa.Un criterio más estricto, juzga que el acreedor no puede obrar por su sola autoridad, debe recabar la pertinente autorización judicial. De este principio solamente cabe apartamiento cuando exista urgencia en efectuar dicha destrucción.

Los límites de los derechos del acreedor- Los derechos del acreedor no son absolutos y están sujetos a límites de importancia:

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1. Deficiencias temporales: Frente al cumplimiento tardío, el acreedor no tiene derecho a rechazar el hecho ejecutado por el deudor, en tanto y cuanto el plazo señalado como propio no sea esencial y el deudor ofrezca el resarcimiento del daño y perjuicio causado por su mora.

2. Deficiencias de la prestación cumplida por no ajustarse a otras modalidades. Gravedad de las mismas : Cuando el cumplimiento es defectuoso, para que el acreedor pueda tener la prestación por no ejecutada o hacerla destruir, es preciso que la deficiencia sea de cierta importancia y gravedad, y además, que no haya sido consentida por el acreedor. En tal supuesto, procede el resarcimiento del daño causado por el cumplimiento defectuoso, siendo aplicables los principios generales de la responsabilidad civil.

3. El acreedor no debe haber consentido el mal cumplimiento: Obra mala fe quien, advirtiendo que el deudor esta cumpliendo la prestación de un modo inapropiado, tolera esta circunstancia y recién la pone en evidencia al momento de recibir el pago.

4. Carga de la prueba: Si el deudor no ejecuta el hecho, al acreedor le basta con acreditar la existencia de la obligación y alegar el cumplimiento. Pesa sobre el deudor la prueba de haberlo ejecutado. Si el deudor hubiera ejecutado el hecho, pero de manera defectuosa, corresponderá al acreedor demostrar la falla en la ejecución y su entidad.

Facultades del acreedor frente a la negativa del deudor a cumplir con la obligación de hacer. ¿Qué derecho tiene el acreedor ante la negativa de cumplir por parte del deudor de una obligación de hacer?

a) Puede procurar la ejecución forzada de lo adeudado en los términos del Art. 629.b) Puede promover la ejecución por otro, por cuenta y cargo del deudor Puede solicitar la aplicación de astreintes.c) Tratándose de contratos bilaterales, puede negarse a cumplir con su prestación, invocando la excepción de

incumplimiento.d) En los contratos con prestaciones recíprocas estará legitimado para resolverlo.e) Demandar los daños y perjuicios que deriven del mencionado incumplimiento.

Ejecución forzada. Dice el Art. 629: Si el deudor no quisiere o no pudiere ejecutar el hecho, el acreedor puede exigirle la ejecución forzada, a no ser que fuera necesaria la violencia contra la persona del deudor. Entonces, en principio procede la ejecución forzada de la obligación de hacer. Ese derecho tiene un límite relevante: no es posible emplear violencia física o moral sobre la persona del deudor. Sólo cuando la ejecución forzada deviene imposible se abre las vías indemnizatorias por daños y perjuicios. La solución del Código Civil lleva a distinguir aquellos supuestos en los cuales el objeto de la prestación puede ser escindido de la persona del deudor de otros en donde esto es imposible. En el primer supuesto, procede la ejecución forzosa y el empleo de la fuerza pública para compeler al deudor a que la cumpla. El hecho es escindible de la persona del deudor.Cuando el hecho adeudado no es escindible de la persona del deudor, la ejecución forzosa directa tiene un límite categórico: no puede haber violencia sobre la persona del deudor. El acreedor tendrá que contentarse con demandar los daños y perjuicios a menos que sea procedente la ejecución por un tercero y el así lo prefiere. Si opta por la ejecución por un tercero, nada impide que pueda reclamar además la indemnización de daños y perjuicios moratorios que derivan del retraso que ha incurrido el deudor.Lo expresado es sin perjuicio de otras medidas indirectas, como los astreintes, la excepción por incumplimiento, la resolución contractual, la aplicación de cláusulas penales.

Ejecución por otro. Según el Art. 630, si el hecho pudiere ser ejecutado por otro, el acreedor podrá ser autorizado a ejecutarlo por cuenta del deudor, por sí o por un tercero, o solicitar los perjuicios e intereses por la inejecución de la obligación.Frente a la mora del deudor, le ley permite al acreedor hacer cumplir coactivamente la prestación por el mismo o por un tercero. El acreedor queda legitimado para ejecutar el hecho incumplido por cuenta del deudor, lo cual importa reconocerle el derecho a obtener el reembolso de los gastos que hubiere efectuado.Se necesita la presencia de ciertas condiciones:

Mora del deudor- La ejecución por sí o por un tercero a cargo y costo del deudor sólo procede mediando mora en sentido estricto, esto es, un retardo imputable a dicho sujeto que no quita la posibilidad la de cumplimiento tardío. Mientras el deudor no esté en mora, el acreedor no puede ejercitar esta vía. Producida la mora del deudor, el acreedor tiene la más amplia libertad para acudir a esta vía o para ejercitar la pretensión indemnizatoria de los daños y perjuicios.Tampoco procede la ejecución por otro en caso de incumplimiento definitivo, pues la prestación ya no admite posibilidad de cumplimiento tardío.

Autorización judicial- El Art. 630 dice que podrá ser autorizado a ejecutarlo por cuenta del deudor, por sí o por un tercero . La referencia normativa a ser autorizado no puede tener otro sentido que el de una autorización judicial previa. La intervención del juez permite alcanzar un mejor equilibrio de los intereses comprometidos e impide que el acreedor se haga justicia por mano propia. Sin embargo, la doctrina dominante ha relativizado su importancia reconociendo que en casos de urgencia, el acreedor puede prescindir de la autorización judicial, e incluso una corriente todavía más flexible reconoce que en la práctica esa autorización nunca se solicita, siendo pacífica la jurisprudencia en tal sentido.

Pago por un tercero. El hecho podrá ser ejecutado por otro que el obligado, a no ser que la persona del deudor hubiese sido elegida para hacerlo por su industria, arte o cualidades personales (Art. 626).Cabe distinguir según sea:

Prestaciones fungibles e infungibles- Tratándose de prestaciones fungibles, el deudor está legitimado para imponer al acreedor el pago por otro. El hecho puede ser ejecutado por cualquiera sin perder su esencia y resultar desvirtuado. La negativa del acreedor ha recibir dicho pago por un tercero es injustificado e idónea para constituirlo en mora creditoris.

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Si la prestación fuese infungible el acreedor puede oponerse a la ejecución por otro. Es una consecuencia lógica del carácter intuitu personae que tiene el hecho prometido, que sólo admite adecuada realización en cabeza del deudor. La infungibilidad de la prestación es siempre renunciable por el acreedor.

Obligaciones de No HacerEs aquella que tiene como deber-objeto una conducta negativa, que se traduce en una abstención o en un tolerar. La particularidad reside en la actitud omisiva del deudor frente a determinados actos que normalmente tiene la facultad de ejecutar. Son reguladas por nuestro Código en los artículos 632, 633 y 634.

Clases.

Según su proyección y duración temporal-1. Instantáneas o de tracto único: La prestación negativa se lleva a cabo mediante un solo acto o momento (la obligación

de no participar de la licitación que se realizara el día 06 de Abril).2. Duraderas, continuadas o de tracto continuado: El cumplimiento de la prestación negativa se proyecta en el tiempo, de

forma definida o indefinida sin fraccionarse; suponen una situación de permanente pasividad (la obligación de no hacer competencia durante determinado tiempo).

3. Periódicas o de tracto sucesivo: La prestación negativa debe ser cumplida de manera fraccionada, en determinados lapsos de tiempo (la obligación de tolerar que determinada persona pueda ingresar una vez al mes durante tres años a una playa privada de mi propiedad).

Según la entidad del hecho negativo-1. Obligaciones de abstención: Importan lisa y llanamente una conducta negativa que se manifiesta a través de una pura

abstención o la no realización de determinado actos materiales o jurídicos que el deudor podría realizar en caso de no mediar el vínculo obligacional (la obligación de no pintar un edificio de un determinado color; o de no construir un muro más allá de una cierta altura; o de no prestar servicios durante determinado tiempo para cierta persona).

2. Obligaciones de tolerar: Consisten en soportar o tolerar que otro realice un hecho que, de no existir la obligación, hubiera podido repeler o impedir (la obligación que asume el deudor de no impedir a un vecino que atraviese por un inmueble de su propiedad por cinco años).

Se ha relativizado esta distinción cuando uno se obliga a tolerar un acto de otro, al mismo tiempo está obligado a la misma actividad omisiva o de abstención, que se traduce en omitir cualquier conducta que perjudique el desenvolvimiento de la actividad que debe despegar el titular del derecho.

Según su fuente- Son legales o convencionales.

Cumplimiento específico. El deudor de una obligación de no hacer cumple cuando, en tiempo y modo propio, se abstiene de realizar un hecho o tolera una determinada situación según lo que fue intención de las partes. La doctrina formula un distingo muy importante en esta materia, según se trate de obligaciones de no hacer instantáneas o de aquellas de carácter permanente. En el primer supuesto, opera el incumplimiento absoluto y definitivo de la prestación. En cambio, tratándose de obligaciones de no hacer permanentes, la realización del acto puede no importar el incumplimiento absoluto y definitivo de la obligación y solamente dar lugar a un supuesto de mora. En este último caso, el acreedor puede demandar el cumplimiento tardío de la obligación y los daños y perjuicios que deriven de la mora.

Sanción por el incumplimiento. Dice el Art. 633 que si el hecho fuere ejecutado por culpa del deudor, el acreedor tendrá derecho a exigir que se destruya lo que se hubiese hecho, o que se le autorice a destruirlo a costa del deudor.El acreedor no se encuentra habilitado para hacer justicia por mano propia. Debe requerir autorización judicial para obtener la destrucción de lo realizado, por sí o por un tercero. La facultad de destrucción presenta algunos límites de importancia. No es posible emplear violencia sobre la persona del deudor. Es preciso además que la destrucción de lo realizado no importe el sacrificio de un valor económicamente superior al interés del acreedor comprometido en el cumplimiento obligacional.

Ejecución forzada.Al igual que en la obligaciones de hacer, procede la ejecución forzosa de la obligación de no hacer, salvo cuando para ella sea necesaria ejercitar violencia sobre la persona del deudor (Art. 629).Para que proceda la ejecución forzada, la obligación de no hacer debe ser de aquellas de carácter permanente. En las instantáneas las reglas de ejecución forzada son inaplicables.La ejecución por otro no parece posible en este tipo de obligaciones

Incumplimiento y Mora. Según una doctrina muy difundida, en las obligaciones de no hacer no cabría la posibilidad de mora en sentido estricto, ya que la realización de la violación del deber de abstención por parte del deudor determinaría una situación de incumplimiento definitivo e irreversible.

Según la complejidad del objeto, de objeto complejo disyunto

Obligaciones AlternativasSon aquellas que presentan una pluralidad de prestaciones. Ellas se contraponen a las obligaciones de objeto simple, que solo tiene una prestación. La multiplicidad de objeto puede ser conjunta o disyunta. En las primeras existe una diversidad de prestaciones debidas en forma acumulativa. Estas obligaciones sólo difieren cuantitativamente de las de objeto simple o singular. El acreedor puede exigir el cumplimiento íntegro de la prestación y está legitimado para rechazar todo pago que no contemple la entrega de la cosa. Las obligaciones de objeto plural disyunto son aquellas que versan sobre varias prestaciones distintas, pero debidas no en forma acumulativa sino disyuntiva. El deudor se libera entregando alguna o algunas de esas prestaciones.

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Dentro de esta categoría encontramos las obligaciones alternativas y facultativas.

Caracterización. Estipula el Art. 635 que obligación alternativa es la que tiene por objeto una entre muchas prestaciones independientes y distintas las unas de las otras en el título, de modo que la elección que deba hacerse entre ellas, quede desde el principio indeterminada.El deudor debe ejecutar solamente alguna (o algunas) de ella para liberarse, a diferencia de las de objeto plural en las que el deudor debe entregarlas todas.Esto marca la diferencia con las obligaciones de objeto plural acumulativo, en las que para liberarse se deberá satisfacer íntegramente la totalidad de las prestaciones debidas. Producida dicha concreción, las restantes prestaciones no elegidas, se desvanecen como una consecuencia propia y normal de la alternatividad. Las prestaciones que integran el objeto se encuentran en situación de paridad y pueden ser de dar, hacer o no hacer.

Fuentes.Estas obligaciones pueden surgir de la voluntad de las partes o de la ley. Derivan de la voluntad cuando surgen de contratos o de actos jurídicos unilaterales, entre vivos o mortis-causa.Nacen de la ley cuando esta en forma inmediata así lo consagra. Tal es el caso de los artículos 580, 581, 605, 1202, 2536, etc.

Naturaleza jurídica. Se han discutido dos cuestiones fundamentales:

a) Si existe unidad o pluralidad de vínculos obligatorios, es decir, si en la obligación alternativa encontramos una obligación o varias, condicionadas recíprocamente entre sí.

b) Si el objeto debido es único (aunque indeterminado) o múltiple.

Unidad o pluralidad de vínculos- Existen dos teorías contrapuestas:1. Teoría de la pluralidad de vínculos: Sostiene que en estas obligaciones hay tantas obligaciones y lógicamente vínculos

jurídicos como prestaciones que integran su objeto. La ejecución determina la extinción de todas las demás. Esta doctrina concibe a la obligación alternativa como una obligación modal.

En tanto algunos creen ver en ellas una condición suspensiva, otros proclaman la existencia de una pendencia resolutoria. Quienes visualizan esta condición suspensiva afirman que el hecho condicionante es el cumplimiento de una de esas

obligaciones y que frente a esta situación las restantes se extinguen. Aquellos que sostienen el carácter resolutorio señalan que al cumplirse una de ellas, las demás se extinguen porque habría operado la condición resolutoria.

2. Doctrina del vínculo único: Según ésta, la obligación alternativa tiene plena eficacia desde su mismo nacimiento porque no está supeditada a ninguna condición. La sola indeterminación de su objeto no afecta su existencia y eficacia. En estos casos lo único que no se conoce es aquello que se debe pero se sabe bien que se debe. Esta doctrina sostiene que la obligación alternativa constituye una única relación jurídica.

Unidad o pluralidad de objetos-1. Objeto único indeterminado. Para una primera corriente, se trataría de una obligación de objeto único aunque con una

pluralidad de contenidos iniciales, pero indeterminado hasta el momento en que opere la elección. Los objetos no elegidos quedan al margen de la deuda. La elección y concentración que es consecuencia de aquella no elimina prestaciones, sino posibilidades de prestación que tienen como soporte contenidos alternativos. En la obligación alternativa, el deudor no debe ambas prestaciones sino una de ellas. Si el deudor alternativo alcanza la liberación cumpliendo con una sola prestación es porque solamente una debía.En la obligación alternativa habría una sola y única prestación (aquella que resulte elegida) lo cual supone que las demás nunca fueron debidas. Una obligación de objeto único no determinado aunque si determinable.

2. Objeto plural. La obligación alternativa es un vínculo único y perfecto entre acreedor y deudor que “recae sobre varias prestaciones, cada una de las cuales es debida, bajo la condición resolutoria si es cumplida cualquiera de las otras”. Cumplida dicha condición, las restantes prestaciones desaparecen como si nunca hubieran existido. Habría un objeto múltiple, aunque disociado en prestaciones singulares, cada una de las cuales está sujeta a una condición resolutoria consistente en la elección de la otra prestación.

3. Opinión de Pizarro. En la obligación alternativa hay una pluralidad de objetos debidos y unidad de objeto de pago. Esa pluralidad constituye un dato esencial de estas obligaciones y resulta absolutamente compatible con la idea de vínculo único. Una posibilidad de prestación no es una prestación real que integra el objeto de la obligación desde su nacimiento. Y sin prestación real no hay obligación. Por eso parece más correcto considerar que existen varias prestaciones y no meras posibilidades de ellas. Y que entre todas ellas, alguna o algunas habrán de quedar fijadas a través de la elección, operando el descarte de las restantes.

Caracteres.Los caracteres dependen de la posición que se adopte respecto de su naturaleza jurídica.Conforme a la posición que hemos sustentado, se destacan los siguientes:

a) Se trata de una sola obligación que tiene un vínculo único.b) El objeto es plural, integrado por diversas prestaciones que se dirigen en forma alternativa a satisfacer el interés del

acreedor.c) El cumplimiento se alcanza a través de la ejecución de algunas de esas prestaciones, operando el descarte de las

restantes como una consecuencia propia de la alternatividad.d) Las prestaciones son distintas e independientes las unas de las otras. Son distintas en cuanto “no pueden refundirse

entre sí, por absorción de una prestación en otra”. e) La elección de la prestación que debe ser cumplida se realiza dentro de todas aquellas prestaciones previstas. f) Producida la elección se genera la determinación definitiva de la prestación debida y el descarte de las no

seleccionadas.

En la obligación alternativa todas las prestaciones que se hayan in obligatione están individualizadas, solamente alguna deberá ser cumplida. La concentración o concreción puede producirse de dos maneras distintas: por la elección o por la imposibilidad sobrevenida de una o de alguna de las prestaciones que integran disyuntivamente el objeto de la obligación.

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La facultad de elección. Es la declaración unilateral recepticia, expresa o tácita, emitida por quien está facultado por la que se determina cual de las prestaciones que integran alternativamente el objeto habrá de ser cumplida. En cuanto a su naturaleza jurídica, se trata de una simple facultad jurídica.

A quién corresponde la facultad de elección- Dice el Art. 637 que en las obligaciones alternativas corresponde al deudor la elección de la prestación de uno de los objetos comprendidos en la obligación. Cuando la facultad recae sobre el deudor, la obligación es denominada alternativa regular.Cuando descansa sobre el acreedor o en un tercero, la obligación se denomina alternativa irregular.No existe ningún obstáculo legal para que quien deba practicar la elección sea un tercero ajeno a los sujetos vinculados.

Modo de elección-1. Elección a cargo del deudor: existen dos teorías. La primera estipula que la elección se realiza conjuntamente con el

pago. Elección y pago serían entonces equivalentes. Según otra, la elección se llevaría a cabo por una declaración de voluntad recepticia, unilateral, hecha por quien tiene la facultad hacia la otra parte.

2. Elección a cargo del acreedor o un tercero: Esta declaración se practica mediante la declaración de voluntad notificada a la otra parte o ambas partes en caso del tercero o por vía de demanda judicial.

Puede suceder que la facultad de elegir recaiga sobre una pluralidad de sujetos. Esto no está regulado por nuestro Código.

Oportunidad para practicar la elección- La elección debe practicarse en “tiempo propio”. Si hay plazo la elección deberá realizarse dentro de ese período. Si el plazo estuviere indeterminado tácitamente será necesario que la parte que no tiene facultad de elección requiera a la otra parte que practique dicho acto, mediante una interpelación.

Mora en la elección- Debe distinguirse según quién sea el que se niegue:1. Negativa del acreedor: Según el Art. 766, si la cosa fuese indeterminada y a elección del acreedor, el deudor

debe hacerle intimación judicial para que se haga la elección. Si rehusare a hacerla, el deudor podrá ser autorizado por el juez para verificarla.

2. Negativa del deudor: La doctrina nacional se encuentra dividida. Por una parte debe aplicarse analógicamente la solución del Art. 766. Por lo tanto el acreedor tiene que intimar judicialmente al deudor para que elija y, si éste no lo hace, puede pedir el juez que lo autorice a escoger en su lugar.Una línea de pensamiento distinta, sostiene que el acreedor debería demandar el cumplimiento de la obligación. Si el deudor no elige ni cumple con lo debido procede la indemnización sustitutiva de daños y perjuicios. Otros finalmente sostienen que la elección debe ser realizada por el juez, por entender que, si tal facultad pasase al acreedor, ello implicaría una pena civil no prevista por las partes ni por la ley.

3. Negativa del tercero: Cuando el tercero se niega a realizar la elección, no queda otra solución posible que su verificación por el juez.

Efectos de la elección.

Concreción y descarte de prestaciones- Determina la concreción de la prestación que habrá de cumplirse y el descarte correlativo de las no optadas.

Quid del efecto retroactivo- Se discute si ese fenómeno, al que algunos denominan concentración, produce efectos retroactivos al momento en que tuvo lugar el acto de voluntad que generó la obligación. Una calificada doctrina se ha pronunciado por la afirmativa: la elección actuaría de esa manera pues haría que el elegido hubiera sido debido desde el momento mismo de gestación de la obligación y que las restantes prestaciones se consideraran como si nunca hubiesen sido adeudadas.Otros, objetan ese pretendido efecto retroactivo por considerar que el mismo no surge de la ley ni aparece impuesto por la naturaleza de la obligación.La determinación definitiva de la prestación que habrá de cumplirse y el descarte de las no elegidas no requieren para su explicación de la nombrada retroactividad.

Irrevocabilidad- Una vez consumada la elección es irrevocable. Hasta ese momento el deudor puede elegir que prestación cumplir y cambiar su decisión cuantas veces lo considere oportuno. Hasta tanto la notificación cursada llegue a poder de la otra parte, quien efectúa la elección puede retractarla o dejarla sin efecto. Después de notificada la elección queda firme y sólo puede ser dejada sin efecto por acuerdo de ambas partes.

Nulidad de la elección- Si la elección es declarada nula, renace la virtualidad de la elección alternativa. La facultad de elección vuelve a tener vigencia en las mismas condiciones que existía.

Evicción y vicios redhibitorios- Se han esbozado dos criterios diferentes. Conforme a una opinión, la otra parte podría optar por reclamar la entrega de alguna de las otras prestaciones o la indemnización de daños y perjuicios.Según otro criterio, el afectado sólo tendría a su favor los derechos que emergen del descubrimiento de los vicios ocultos o de la evicción, ya que la obligación se ha concretado no quedando posibilidad alguna de hacerla retornar a su régimen anterior. Esta parece ser la solución correcta.

Prestaciones periódicas- Según el Art. 640, cuando la obligación alternativa consiste en prestaciones anuales, la opción hecha para un año no obliga para los otros.La elección que se efectúa para un año no compromete para los sucesivos. El deudor podría elegir entregar un año veinte vacas y el siguiente los toros. El fundamento radica en el carácter independiente que tienen las distintas prestaciones entre sí.

Acerca del efecto novatorio- La elección provocaría la transformación de la obligación alternativa en obligación de objeto único (de dar, de hacer o de no hacer), lo cual supondría un supuesto de novación.No estamos en presencia de una novación objetiva. La concentración que emana del acto de elección es el desarrollo natural de la obligación alternativa, ya que la misma tiende hacia ello desde su origen.El terreno en que actúa la elección es el del cumplimiento y no el de la transformación de la obligación originaria.

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Imposibilidad de las prestaciones. La teoría de los riesgos. Por imposibilidad de cumplimiento, se entiende a todo suceso que impida la realización del pago, como la perdida o la destrucción de la cosa, sea física o legal, y aún la falta de requisitos habilitantes para practicar válidamente el pago.Si la imposibilidad fuese originaria, dicha prestación no podrá ser elegida por no poder constituirse objeto. Si luego la imposibilidad desapareciese, la prestación volvería a formar parte de la obligación. En cuanto a la imposibilidad sobrevenida, se debe tener en cuenta si la obligación es regular o irregular. Cabe tener en cuenta que aún mediando culpa en la pérdida de la cosa de quien debía elegir, éste no pierde nunca su capacidad para hacerlo

Los riesgos en las alternativas regulares.

Pérdida de una por caso fortuito- Se concentra en la restante, que es la que se debe.

Pérdida de una por culpa del deudor- Se concentra en la restante, que es la que se debe.

Pérdida de una por culpa del acreedor- El deudo puede considerarlo pagado con la perdida o entregar la otra y reclamar los daños y perjuicios.

Pérdida de todas por caso fortuito- Se extingue la obligación.

Pérdida de todas por culpa del deudor- Se debe diferenciar cómo se perdieron. Si la pérdida fue simultánea, el deudor elige qué valor va a reparar más los daños y perjuicios. Si la pérdida es sucesiva, se concentra en la segunda, y se debe su valor más los daños.

Pérdida de la primera por culpa del deudor y la segunda por caso fortuito- Se concentra en la segunda, y se debe su valor, pero no los daños por no mediar culpa.

Pérdida de la primera por caso fortuito y la segunda por culpa del deudor- Se concentra en la segunda, y se debe su valor, más los daños.

Pérdida de todas por culpa del acreedor- El deudor elige un valor para liberarse (como si lo entregara) y reclama el valor y los daños y perjuicios por la otra.

Pérdida de una por culpa del acreedor y otra por caso fortuito- En este caso, da igual que se pierda por culpa del acreedor la primera o la segunda, ya que se concentra en esa por mediar culpa. La otra simplemente perece para su dueño.

Pérdida de una por culpa del deudor y una por culpa del acreedor- Se concentra en la perdida por el acreedor. La otra simplemente perece para su dueño.

Los riesgos en las alternativas irregulares.

Pérdida de una por caso fortuito- Se concentra en la restante.

Pérdida de una por culpa del deudor- Se concentra en la restante.

Pérdida de una por culpa del acreedor- Se concentra en la perdida.

Pérdida de todas por caso fortuito- Se extingue la obligación.

Pérdida de todas por culpa del deudor- El acreedor elige el valor de una más los daños y perjuicios.

Pérdida de la primera por culpa del deudor y la segunda por caso fortuito- El acreedor elige el valor de la que se perdió por caso fortuito o de la que se perdió con culpa más los daños y perjuicios.

Pérdida de la primera por caso fortuito y la segunda por culpa del deudor- Se concentra en la segunda, de la cual se debe el valor más los daños y perjuicios.

Pérdida de todas por culpa del acreedor- Hay que distinguir: si la pérdida es simultánea, el acreedor elige un valor para darse por cobrado y debe el valor más los daños por la otra al dueño. Si la pérdida fue sucesiva, se concentra en la primera perdida, y debe al dueño los daños por la pérdida de la otra.

Pérdida de una por culpa del acreedor y otra por caso fortuito- Se cobra con la que se perdió por su culpa y no se debe nada por la otra.

Pérdida de una por culpa del deudor y una por culpa del acreedor- Se concentra en la que se perdió por su culpa y la otra simplemente se pierde para su dueño.

Frutos. En esta categoría no se hace distinción entre obligaciones alternativas regulares e irregulares, por lo cual se supone su aplicación igualitaria a ambas figuras.Esta cuestión no genera mayores dificultades, pues antes de practicada la elección los frutos producidos de todas las prestaciones que integran alternativamente el objeto, pertenecen al deudor, atento a su calidad de dueño, y una vez concretada aquélla, la elección es de dar un cuerpo cierto y se aplica el régimen de las obligaciones de dar cosas ciertas.

Obligaciones FacultativasEs aquella que tiene por objeto una sola prestación pero que permite que el deudor pueda facultativamente sustituirla por otra distinta. (Art. 643).

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Esta obligación presenta una estructura particular, pues existe unidad de prestación debida in obligatione y pluralidad de prestaciones idóneas para satisfacer el interés del acreedor. Se trata de una obligación de objeto único acompañada de una facultad sustitutiva que, si bien no incorpora un objeto distinto a la obligación, hace posible una modificación objetiva del vínculo en el momento del pago.Pueden surgir tanto de la voluntad como de la ley.

Naturaleza jurídica. Tiene objeto único, por lo que su naturaleza esta dada por dicha prestación. Tal criterio surge del Art. 644, que dice que la naturaleza de la obligación facultativa se determina únicamente por la prestación principal que forma el objeto de ello . El deudor puede liberarse cumpliendo con otra que se encuentre en facultad de pago, que se denomina prestación facultativa, también llamada accesoria. Solamente la prestación adeudada o principal determina la naturaleza de la obligación.

Caracteres.Son sus caracteres:

a) Unidad de objeto. El deudor debe sólo una prestación por lo que el acreedor no tiene sino derecho a reclamar la misma. La obligación no deja de ser de objeto único por el hecho de haberse previsto en facultad de pago una prestación distinta.

b) Causa única. c) Unidad de vínculo jurídico. d) Solo el deudor está legitimado para sustituir la prestación debida por otra que se encuentre en facultad de pago y cuyo

cumplimiento sea idóneo para liberarlo. Esta opción juega siempre a favor del sujeto pasivo, por lo que no hay obligaciones facultativas irregulares. Sería absurdo que el acreedor pudiese exigir una prestación distinta a la que se debe.

e) La prestación debida y la que se encuentra in facultate solutionis no se hallan en el mismo plano. En tanto una es debida como objeto de la obligación, la otra no asume ese carácter y solo puede ingresar en facultad de pago cuando el deudor ejercite esa acción.A la primera el Código denomina prestación principal y a la no debida prestación accesoria, ambas se encuentran en una situación de disparidad. (Art. 644 a 650).

Comparación con las obligaciones alternativas.En las obligaciones alternativas encontramos pluralidad de prestaciones adeudadas in obligatione y unidad de prestación in solutione. En la obligación facultativa la prestación es única, aunque admite una pluralidad de prestaciones al tiempo del pago.Las distintas prestaciones en las alternativas son independientes entre sí y se encuentran en plano de paridad entre ellas. En cambio, en las facultativas hay disparidad entre las prestaciones con que puede obligarse el deudor, pues una sola entra en el objeto debido, mientras la otra queda al margen de la deuda.La naturaleza de las alternativas se determina por la prestación elegida; en la facultativa, se rige únicamente por la que corresponde a la prestación principal.En las alternativas la facultad de elección puede recaer sobre cualquiera de las partes inclusive sobre un tercero. En las facultativas el derecho de elección se encuentra sobre el deudor.La nulidad de una de las prestaciones alternativas no afecta a la validez de la obligación, inversamente la nulidad de la prestación adeudada en una obligación facultativa provoca la nulidad de toda la obligación.En las obligaciones alternativas (regulares) el acreedor sólo puede pedir el pago de algunas de las prestaciones que forman el objeto de la obligación. En las facultativas, el acreedor sólo puede exigir la prestación principal que es la adeudada, sin posibilidad de reclamar la que se encuentra en facultad de pago, salvo en el supuesto del Art. 648.La obligación alternativa se extingue cuando todas las prestaciones que integran su objeto hayan perecido por causas no imputable al deudor y siempre que este no se encuentre antes, constituido en mora. En las facultativas, se extingue cuando exista imposibilidad de pago de la prestación principal, inclusive cuando pueda ser cumplida la que se encuentra en facultad de pago.

En caso de duda respecto de si una obligación es facultativa o alternativa deberá estarse por la existencia de la obligación como alternativa (Art. 651). Se trata de una presunción que en realidad favorece al acreedor. En cambio en la obligación facultativa, la perdida no imputable de la prestación principal provoca la liberación del deudor. Dado que la facultad de sustitución es excepcional, en caso de duda, debe tenérsela como no conferida.

Facultad de optar.Es la facultad que tiene el deudor de sustituir la prestación adeudada por la que se encuentra en facultad de pago. Corresponde sólo al deudor. La doctrina se encuentra dividida en tanto al modo de elección: una parte piensa que la elección se perfecciona al momento del pago, y otro sector utiliza un principio análogo a las obligaciones alternativas, estipulando que la elección debe hacerse por una declaración de voluntad recepticia.

Efectos- Los efectos están alcanzados por el principio de interdependencia que existe entre la prestación principal y la que se encuentra en facultad de pago. Rige la regla del Art. 523.Lo principal determina la suerte de lo accesorio. Así, la nulidad de la prestación principal provoca la de la accesoria y no viceversa, y la imposibilidad de pago de la prestación accesoria no produce efecto alguno respecto de la principal.

Riesgos.Cabe distinguir según la prestación imposible de cumplimiento sea la principal o la denominada accesoria.

Prestación principal de cumplimiento imposible- Por causas no imputables al deudor, la obligación se extingue sin responsabilidad alguna de su parte por imposibilidad de pago. Esta regla reconoce una excepción: cuando el deudor ya se encuentra en mora al momento de producirse el casus. En tal supuesto asume las consecuencias de este último y responde por daños y perjuicios. El deudor sólo debe la principal y el acreedor únicamente puede exigir esta última. Por causas imputables al deudor, la solución se encuentra en el Art. 648. El acreedor tiene derecho a optar por los daños y perjuicios o a solicitar el cumplimiento de la prestación que se encuentra en la facultad de pago. La única explicación posible para esto es asignar a dicha opción el carácter de una pena civil que se aplica a quien imposibilita negligentemente el cumplimiento de la obligación principal. Aún así este criterio es excesivo.

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Prestación accesoria de cumplimiento imposible- La imposibilidad de la prestación accesoria por causas no imputables al deudor no afecta la prestación principal. Si ella obedece a causas imputables al deudor, la solución es la misma: no producen ningún efecto en las relaciones entre acreedor y deudor, ni tiene incidencia respecto de la prestación principal.

Según la capacidad del objeto para ser fraccionado

Obligaciones divisiblesTeniendo en cuenta la aptitud del objeto para ser fraccionado, las obligaciones se clasifican en divisibles e indivisibles. Son divisibles las que tienen por objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial (Art. 667). Son indivisibles las que no pueden cumplirse sino por entero.

La divisibilidad y los sujetos de la obligación.Su mayor trascendencia opera cuando existe una pluralidad de sujetos en cualquiera de los polos de la obligación o en ambos. Habiendo sólo un acreedor y un deudor, la obligación se juzga indivisible, ya que el acreedor no esta obligado a recibir pagos parciales, aunque puede tener importancia, por ejemplo porque permite la ejecución parcial si media acuerdo, si ello puede importar pago parcial, etc.No debe confundirse divisibilidad con división. La primera es la posibilidad que permite la realización de la segunda, pero que por sí sola no la determina.

La cuestión en el Código Civil.En materia de divisibilidad, sólo se permite la divisibilidad que emana de la naturaleza de la prestación y su aptitud para ser fraccionada.En nuestro Código, la divisibilidad ideal o intelectual es rechazada de pleno por Vélez en la nota al Art. 679, lo que resulta en un sistema más simple y práctico, a diferencia del Código de Francia.En cuanto a la indivisibilidad, ésta puede surgir de la naturaleza misma de la prestación o de la volunta de las partes. La idea de de indivisibilidad entonces esta asociada también a la finalidad de la prestación.

Requisitos del fraccionamiento- No alcanza q el objeto sea materialmente susceptible de fraccionamiento, se necesitan además una serie de requisitos.

1. Homogeneidad: Es menester que cada una de las partes sean homogéneas y análogas con respecto a las otras y tengan las mismas cualidades del todo.

2. Inalterabilidad del objeto: El fraccionamiento no debe transformar a cada parte en una cosa distinta de la debida. Solamente será divisible si se mantiene su esencia. Esto deberá valorarse según los fines tenidos en cuenta por las partes.

3. Inalterabilidad económica: El fraccionamiento no debe afectar el valor económico de la cosa, cuando se trate de obligaciones de dar.

4. Utilidad: Defendiendo las necesidades de la familia y la explotación unificada y favorable del suelo, la ley consagra la no divisibilidad cuando dicho fraccionamiento convierta en antieconómico el uso y aprovechamiento de la cosa.

La divisibilidad de la prestación en las diferentes obligaciones.Son divisibles:

Obligaciones de dar suma de dinero- Consecuencia lógica de la naturaleza eminentemente fungible y divisible del dinero.

Las obligaciones de valor- Al igual que en el caso anterior, ya que el valor se paga en dinero.

Obligaciones de dar cantidades de cosas- Todas las prestaciones que se determinan cuantitativamente son divisibles por naturaleza.

Obligaciones de género- Son divisibles siempre que el número de cosas a entregarse se igual al número de acreedores y deudores o su múltiplo exacto. Caso contrario, son indivisibles.

Obligaciones de hacer- Son en esencia indivisibles, pero se admiten excepciones en función del tiempo de ejecución o de la intención del resultado del trabajo. Podemos nombrar: las consistentes en días de trabajo u otras formas similares, las que se traducen en un trabajo dado, como la construcción de un muro, etc.

Obligaciones de no hacer- Se discute su divisibilidad. Para una doctrina, son siempre indivisibles, no existe “no hacer” por mitades.Para otras ideas, puede ser divisible, según surge del 671 y su nota.

Obligaciones alternativas- La divisibilidad se determina en función del a prestación elegida. Antes de la elección no es posible precisar el carácter divisible o indivisible de la obligación.

Obligaciones facultativas- Se determina en función de la prestación principal, pero si la principal fuese divisible y la accesoria no, y se optare por ella a la hora de liberarse, rige la indivisibilidad, porque de lo contrario, habría divisibilidad ideal, la que es rechazada por el Código.

Efectos de la divisibilidad en las relaciones entre acreedor y deudor.

El principio general del fraccionamiento- La divisibilidad de las prestaciones constituye el derecho común en materia de obligaciones conjuntas o con pluralidad de acreedores o deudores.La obligación se divide entre tantas partes como acreedores o deudores haya, las que se consideran como si constituyesen otros tantos créditos o deudas distintos unos de otros (Art. 691). Este principio cede ante los supuestos de indivisibilidad y de solidaridad.La parte que cada uno debe pagar o cobrar surge en primer término de lo pactado en el título constitutivo. De no existir pacto, la ley presume que todos van por partes iguales. En el caso de ser una pluralidad sobreviniente mortis causa, cada uno participa según su porción de la herencia.

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Exigibilidad y pago- Cada acreedor sólo esta facultado para exigir la cuota parte que le corresponde del crédito y cada deudor sólo esta obligado a cumplir con su cuota parte.El deudor o cada codeudor sólo esta obligado a pagar su cuota parte y en la medida del crédito del acreedor o de cada coacreedor. En caso de existir pluralidad de acreedores y deudores, se divide primero en la parte activa y luego lo que le corresponde a cada uno se divide entre los integrantes del polo pasivo.Si habiendo más de un acreedor, el deudor paga la deuda completa a sólo uno de estos, no se libera frente a los demás, aunque tiene derecho de repetir lo abonado en exceso.

Otros modos extintivos y cuestiones que no se propagan- Debido a la divisibilidad, se gestan tantas relaciones autónomas como sujetos existan, de forma tal que lo que sucede a uno no afecta a otros.De este modo, la extinción, ya sea por novación, remisión de deuda, renuncia o compensación, sólo opera entre los que la hagan, y no propaga sus efectos a los demás.La insolvencia de un codeudor es soportada por el acreedor.Ni la suspensión o interrupción de la prescripción, ni la cosa juzgada, ni la mora ni la culpa o el dolo propagan sus efectos a los demás. Así mismo son personales los efectos de la cláusula penal.

Efectos de la divisibilidad en las relaciones internas.

Principios- Las relaciones internas se rigen por el principio de contribución en el polo pasivo y de distribución en el polo activo, y se llevan a cabo tomando en cuenta la cuota parte que a cada uno le corresponde de la deuda o crédito divisible.Ello se establece según lo pactado en forma conjunta por acreedores y deudores sobre la cuota parte (en su defecto a los contratos celebrados internamente, a las circunstancias, etc.) y si no, la ley los considera iguales.

Pago en exceso- En las obligaciones simplemente mancomunadas, si un codeudor paga en exceso, deben tenerse en cuenta varias hipótesis.

1. Si nos encontramos frente a un acreedor y varios codeudores, procede la repetición si se pagó creyéndose deudor in totum (procede por pago por error) o si el acreedor cree tener título para recibirlo pero la deuda ya ha sido cancelada (porque el pago no tiene causa).Si se paga la deuda deliberadamente, no procede la repetición, pero sí la acción de reembolso contra los demás codeudores. Si se efectuó con consentimiento de estos, se ejercita la acción del mandatario, si fue con ignorancia la del gestor de negocios y si fue contra la voluntad, la del enriquecimiento sin causa.

2. Si estamos frente a un deudor y varios coacreedores, el deudor no se libera pagando todo a uno, pero tiene derecho a repetir lo pagado y la deuda se extinguirá si quien recibió el pago lo repartiese.

3. Si hay varios acreedores y deudores, si uno de los codeudores paga en exceso a uno de los coacreedores, eso no lo libera frente a los demás ni libera a los otros codeudores, salvo que se pague la totalidad de la deuda y el acreedor la distribuya.

Obligaciones indivisiblesAquellas cuya prestación no puede ser cumplida sino por entero (Art. 667)

Indivisibilidad materia, ideal y legal.La indivisibilidad material es objetiva u ontológica, obedece a un criterio puramente fáctico.La indivisibilidad voluntaria o ideal, en cambio, prescinde por completo de la naturaleza de la prestación y centra su atención en la voluntad de las partes. Se ha controvertido su existencia, pero ha terminado por imponerse esta doctrina.La indivisibilidad puede surgir también de la ley, como en los Art. 681, 682, 683, 3007, etc.

La indivisibilidad de la prestación en las diferentes obligaciones.

Obligaciones de dar cosa cierta- La obligación de dar una cosa cierta es indivisible (Art. 679), cualquiera sea su finalidad.Si se trata de entregar varias cosas ciertas, se discute. Algunos consideran que debe aplicarse el régimen de las obligaciones de género (serían divisibles si su numero fuese igual o un múltiplo de los acreedores y deudores), otros siguen ese criterio pero sólo si las cosas son de un valor similar, y una última posición afirma que no tiene importancia la cantidad de cosas, la obligación seguirá siendo indivisible.

Obligaciones de género- Son divisibles siempre que el número de cosas a entregarse se igual al número de acreedores y deudores o su múltiplo exacto. Caso contrario, son indivisibles.

Obligaciones de hacer- Son en esencia indivisibles, pero se admiten excepciones en función del tiempo de ejecución o de la intención del resultado del trabajo.

Obligaciones de no hacer- Se discute su divisibilidad. Para una doctrina, son siempre indivisibles, no existe “no hacer” por mitades.Para otras ideas, puede ser divisible, según surge del 671 y su nota.

Obligaciones alternativas- La divisibilidad se determina en función de la prestación elegida. Antes de la elección no es posible precisar el carácter divisible o indivisible de la obligación.

Obligaciones facultativas- Se determina en función de la prestación principal, pero si la principal fuese divisible y la accesoria no, y se optare por ella a la hora de liberarse, rige la indivisibilidad, porque de lo contrario, habría divisibilidad ideal, la que es rechazada por el Código.

Efectos de la indivisibilidad en las relaciones entre acreedor y deudor.Establece un comportamiento colectivo entre los distintos sujetos activos y pasivos vinculados. Conviene tener en cuenta dos cuestiones importantes:

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1. Principio de propagación de los efectos: En virtud del cual ciertos hechos ocurridos entre coacreedores y codeudores proyectan sus consecuencias a los restantes. Para ello deben relacionarse con el objeto debido, no se propagan aquellos efectos de índole personal.

2. Principio de prevención: Conforme al cual la facultad del deudor de elegir a qué coacreedor realizar el pago cesa frente al que demandó el cumplimiento.

Principio de prevención- Por él, el deudor pierde la facultad de elegir a quién pagarle y debe hacerlo frente al acreedor que intimó judicialmente. La doctrina y la jurisprudencia exigen para que se concrete el principio la promoción de una demanda judicial (siendo insuficiente el reclamo extrajudicial) y la notificación de la demanda, sin la cual el deudor no puede enterarse.Si varios acreedores demandan en forma conjunta, debe pagarse a todos, si lo hacen por separado, al que primero presente la demanda.

Exigibilidad y pago- Nuestro Código en el Art. 686 consagra el principio por el cual legitima a cualquier acreedor a reclamar y a recibir el cumplimiento íntegro de la prestación. Puede demandar a uno o a cada uno de los deudores el cumplimiento íntegro. Así, cualquiera de los deudores puede cumplir íntegramente la prestación. El deudor elige a quién pagar (elección que se realiza en el mismo acto del pago). Este derecho cesa frente al principio de prevención.Sucede que se debe exigir, cobrar y pagar todo, no porque se deba, sino porque no puede hacerse parcialmente.Una vez realizado el pago, la obligación se extingue para todos los acreedores y todos los deudores, quedando por dilucidar la cuestión de la aplicación de los principios de distribución y contribución.

Otros modos extintivos- En caso de novación, si ésta tiene lugar entre el acreedor y un codeudor, este se propaga a los demás codeudores (Art. 810). Si por el contrario la novación es entre el deudor y un coacreedor, ésta no se propaga a los demás acreedores y tiene efectos personales.En la compensación, una vez operada, opera la extinción quedando por ver las cuestiones internas.La confusión sólo tiene efectos personales.La remisión de deuda hecha por un acreedor a favor del deudor, sólo tiene efectos personales (Art. 678). Si fuese hecha por el acreedor a favor de un codeudor, el Código no especifica. Llambías y Borda entienden que sus efectos no se extienden a los demás.En cuanto a la transacción, el Art. 851 dispone que sus efectos no se propaguen.La insolvencia de un deudor es soportada por los demás deudores, consecuencia del carácter indivisible de la prestación.La Prescripción, según el Art. 688, aprovecha a todos los deudores, pero la interrupción y la suspensión (anómalamente, ya que debería ser de efecto personal) del plazo de prescripción perjudica a todos los deudores. En cuanto a la cosa juzgada, la mora, la culpa y el dolo y la aplicación de la cláusula penal, sus efectos son personales y no se propagan.

Según la cantidad de sujetos

Obligaciones de Sujeto Único y Sujeto PluralLas primeras tienen un solo acreedor y un solo deudor; las de sujeto plural tienen más de uno y se denominan mancomunadas.La mancomunación puede ser conjunta o disyunta. En las conjuntas, los sujetos son concurrentes los unos con los otros, en relación a sus deudas o sus créditos. En las de pluralidad disyunta, estos deudores o acreedores se excluyen entre sí, de modo que la elección de uno de ellos deja sin efecto el crédito o deuda de los otros. Por tanto, este tipo de pluralidad es aparente, ya que se trata de obligaciones de sujeto único indeterminado.A su vez, la mancomunación conjunta puede clasificarse en simplemente mancomunadas o mancomunadas solidarias (Art. 690).

Caracteres.Las obligaciones mancomunadas y solidarias presentan los siguientes caracteres:

1. Pluralidad de sujetos: En cualquiera de los polos o en ambos, de forma originaria o sobrevenida, existe una pluralidad de sujetos.

2. Unidad de objeto: La prestación es debida por todos los deudores a todos los acreedores.3. Causa fuente única: Es la misma para los acreedores y los deudores.4. Pluralidad de vínculos: Se trata de una relación obligacional única con pluralidad de vínculos disociados.

Obligaciones DisyuntivasSon aquellas que están establecidas a favor de un acreedor que se encuentra indeterminado entre varios sujetos que pesan sobre un deudor indeterminado entre varios. También se llaman de sujeto alternativo.Sólo uno de los sujeto llegará a ser acreedor o deudor, y ninguno de los otros investirá ese carácter. Estamos así frente a una pluralidad de sujetos aparente.Nuestro Código no las ha regulado orgánicamente, pero hace referencia a ellas indirectamente.

Caracteres.1. Pluralidad originaria de vínculos: Debe ser originaria, si es sobrevenida importaría una novación subjetiva.2. Unidad de objeto debido: El pago extingue la obligación para todos.3. Indeterminación de los sujetos: Se encuentran provisionalmente indeterminados4. Condicionalidad: El crédito de cada uno está resolutoriamente sujeto a la condición de otro acreedor que reciba el

pago.

Régimen legal.Un sector de la doctrina opina que debe aplicarse el régimen de las obligaciones solidarias, pero otro sector piensa que eso lo privaría de su autonomía funcional.En cuanto a la elección, en el polo activo corresponde al deudor, y en el pasivo al acreedor.Como los demás créditos o deudas se extinguen, no rigen los principios de contribución y distribución.

Obligaciones Simplemente Mancomunadas

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Son obligaciones de sujeto plural en las que el crédito o la deuda se descompone en tantas relaciones particulares entre sí como acreedores y deudores haya.Opera la agrupación funcionalmente disociada de un número de obligaciones, que se juzga como si fueran diferentes.

Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible.En estos casos el fraccionamiento opera en toda su plenitud. Su régimen legal coincide casi totalmente con lo dispuesto en el Código Civil para las obligaciones divisibles, de allí que el Código haya incurrido en una innecesaria reiteración de lo ya dicho.

Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto indivisible.Esto no obsta a la existencia de una pluralidad de vínculos disociados, pero sin duda determina una manera particular de actuar. Esto se debe a la imposibilidad de cumplimiento fraccionado, pero eso no la convierte en solidaria. El régimen legal coincide con el de las obligaciones indivisibles.

Ante la duda, la relación jurídica debe considerarse como simplemente mancomunada.

Obligaciones de Mancomunación SolidariaEs aquella en virtud de la cual cualquier acreedor puede exigir a cualquier deudor el cumplimiento íntegro de la prestación, como consecuencia del título constitutivo o de la ley, prescindiendo de la divisibilidad o no del objeto.La doctrina dominante entiende que estamos en presencia de una relación jurídica unitaria, con pluralidad de sujetos, pero con unidad de objeto y causa.La solidaridad es la excepción, y por tanto no se presume y debe ser probada por quien la alegue (excepto en los casos de solidaridad legal).

Antecedentes históricos: las obligaciones correales.El derecho romano conoció la división entre las mancomunadas y las solidarias. La primera era la regla y la segunda la excepción.En el derecho romano clásico, las obligaciones correales debían derivar de la voluntad de las partes, pero luego tuvieron un desarrollo notable admitiéndose como fuente la ley y la sentencia judicial.Paralelamente, conocieron las obligaciones solidarias imperfectas o in solidum.

Clases de solidaridad.

Solidaridad activa- Hay pluralidad de acreedores y un solo deudor. Esta solidaridad facilita el cobro del crédito y también la liberación del deudor. Sin embargo, encierra riesgos para los otros acreedores, por la posible insolvencia de quien reciba el crédito.Sin embargo, constituye casos excepcionales.

Solidaridad pasiva- Pluralidad de deudores y un solo acreedor.Permite al acreedor reclamar el cumplimiento íntegro de la prestación a cualquiera de los deudores. Hoy día la solidaridad pasiva ha reemplazado a la fianza.

Solidaridad mixta- Cuando hay pluralidad de acreedores y deudores. No presenta mayores particularidades y es aún más extraña que la solidaridad activa.

Fuentes de solidaridad.Son determinadas en los Art. 699 y 700. El Código nombra cuatro (acuerdo, testamento, ley y sentencia), pero la doctrina los reduce a dos.

La voluntad- Es la fuente más importante, puede ser por contrato o testamento. Por no tratarse de una cuestión de orden público, puede ampliarse o disminuirse a voluntad su efecto.

La ley- Sólo existe pasivamente, y se da en aquellos supuestos en que el legislador quiere proteger especialmente al acreedor. Pueden citarse los actos ilícitos (la obligación del autor, consejero y cómplice por ejemplo), el mandato si hay varios mandatarios, el comodato, etc.

El Código también nombra a la sentencia, pero la doctrina entiende que ella no es fuente de solidaridad. La sentencia no hace otra cosa que declarar judicialmente una solidaridad que ya existía, sea por las partes o por la ley.

Caracteres.

Caracteres genéricos-1. Pluralidad de sujetos: En cualquiera de los polos o en ambos, de forma originaria o sobrevenida, existe una pluralidad

de sujetos.2. Unidad de objeto: La prestación es debida por todos los deudores a todos los acreedores. En los casos de ser de hacer

infungible, habrá que tener en cuenta el fin perseguido por las partes.3. Causa fuente única: Es la misma para los acreedores y los deudores.

Caracteres específicos- Presenta dos caracteres específicos:1. Exigibilidad de toda la prestación: El acreedor puede exigir el cumplimiento íntegro de la prestación, con prescindencia

de si su objeto es divisible o indivisible.2. Pluralidad de vínculos: Existe una única obligación con una pluralidad de vínculos coligados o concentrados.

Cada uno de los integrantes del mismo actúa representando recíprocamente a los demás, con miras a la efectiva realización de ese interés común, que varía según se trate de solidaridad activa o pasiva.Esto trae importantes consecuencias, ya que cuestiones personales como las modalidades, la nulidad parcial, el dolo vicio del acto jurídico, y la renuncia de la solidaridad no propagan sus efectos a todos los codeudores, sino que son de índole personal.

Extinción de la solidaridad.

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Extinción de la solidaridad pasiva- La solidaridad pasiva se extingue por la renuncia de la solidaridad efectuada por el acreedor a favor de alguno de los deudores (renuncia relativa) o de todos (renuncia absoluta).La renuncia es absoluta cuando el acreedor consiente en dividir la deuda entre cada uno de los deudores (Art. 704).La renuncia absoluta a la solidaridad convierte la obligación en simplemente mancomunada. La renuncia, si bien de ordinario es expresa, puede ser realizada tácitamente, por ejemplo cuando se demanda a cada codeudor la parte que le corresponde.Si la renuncia es relativa, el deudor beneficiado continúa obligado, pero de manera simplemente mancomunada, mientras que los restantes continúan obligados solidariamente con reducción de la porción del beneficiado.La renuncia puede ser retractada por el acreedor mientras no haya sido aceptada por el deudor.

Extinción de la solidaridad activa- No es suficiente la decisión de un acreedor de acabar con la solidaridad. En todo caso, habrá que llegar a un acuerdo con el deudor. Si el acuerdo se realiza con la intervención de todos los coacreedores, se realiza una novación por cambio de naturaleza, reemplazando la obligación solidaria por otra simplemente mancomunada.

En cualquier caso, la solidaridad se extingue para los herederos de un deudor o acreedor solidario fallecido.

Efectos esenciales de la solidaridad activa.

Exigibilidad- Cualquier acreedor puede exigir el cumplimiento íntegro de la prestación. El deudor puede pagar la deuda a cualquier acreedor y dispone, en principio, de amplias facultades para elegir. Ese derecho cesa, sin embargo, frente al principio de prevención, por el cual si un acreedor intima judicialmente, el pago debe efectuarse a él.Una vez realizado el pago, propaga sus efectos y extingue la obligación frente a todos.

Otras cuestiones que propagan sus efectos- También propagan sus efectos el pago parcial, la novación, la compensación, la remisión de deuda, y la dación en pago.

Otras figuras- En cuanto a la transacción, la que realiza un coacreedor con uno de los deudores, no puede serle opuesta a los otros. Así, como regla, la transacción no comprende a los demás acreedores, que son terceros en dicho acto. Sin embargo, pueden optar por ella, en cuyo caso los alcanza.En cuanto a la confusión esta no propaga sus efectos (desde la reforma de la ley 17.711).

Efectos accidentales o secundarios de la solidaridad activa.

Pérdida no imputable de la cosa debida- La obligación queda extinguida para todos los acreedores

Mora- La mora del deudor propaga sus efectos a los demás codeudores. El Código no estipula que sucede con la mora del acreedor, pero la doctrina comprende que se aplicaría en un sentido análogo a la mora del deudor, propagando sus efectos.

Indemnización por daños y prejuicios- La reparación derivada de la pérdida de la cosa puede ser reclamada por cualquiera de los acreedores como si fuera la prestación principal.

Prescripción liberatoria- Los efectos de la interrupción se propagan, beneficiando a todo el polo activo.En cambio, los efectos de la suspensión no se propagan, a menos que el objeto sea indivisible.

Relaciones de los coacreedores entre sí.Se rige por el principio de participación del Art. 708, es decir que quien recibe la deuda debe repartirla entre los demás coacreedores según su porción. Si no esta establecida, se presume que van por partes iguales.

Efectos esenciales de la solidaridad pasiva.

Exigibilidad- El acreedor está facultado para exigir a cualquier codeudor solidario o a todos ellos con prescindencia de la naturaleza de divisible o indivisible de la prestación.No existe un principio de prevención a la inversa, por lo que demandar a uno no implica no poder demandar al resto o exigirle el pago a otro.

Otras cuestiones que propagan sus efectos- También propagan sus efectos la novación, la compensación, la remisión de deuda, y la dación en pago.

Otras figuras- En cuanto a la transacción, Se aplica lo mismo que en el polo activo.En cuanto a la confusión esta no propaga sus efectos (desde la reforma de la ley 17.711).

Efectos accidentales o secundarios de la solidaridad pasiva.

Incumplimiento y mora- Según el sistema seguido por el Código, la mora y el incumplimiento propagan sus efectos, aunque no pueda imputarse culpabilidad.La mora de cualquiera de los acreedores provoca la de los demás, comprometiendo, entre otros aspectos, la responsabilidad de todos ellos.

Dolo en el incumplimiento- No esta previsto expresamente. Hay consenso en que todos los codeudores responden por el valor de la prestación, y por los daños y perjuicios que sean consecuencia inmediata y necesaria del incumplimiento. El deudor moroso deberá responder además por las consecuencias mediatas en los términos del Art. 521.

Insolvencia de un codeudor- La insolvencia de un codeudor solidario debe ser soportada por el solvens y los demás codeudores solventes, a prorrata del interés que cada uno tenga en la deuda. Si un deudor ha sido dispensado de la solidaridad, eso no obsta para que deba soportar la insolvencia del deudor solidario.

Prescripción- La interrupción propaga sus efectos perjudicando a todos los codeudores. La suspensión no los propaga, a menos que el objeto sea indivisible, en donde se propaga por aplicación de las reglas de indivisibilidad.

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Relaciones de los codeudores entre sí.Se rige por el principio de contribución, lo que habilita al deudor que ejecutó el pago a reclamar su parte a cada uno de los restantes codeudores. Para eso el ordenamiento normativo pone a su disposición acciones recusatorias, internas o de regreso.

Obligaciones In Solidum También llamadas conexas, indistintas, convergentes o concurrentes.Son aquellas que tienen identidad de acreedor y de objeto debido pero presentan distinta causa y deudor.Encontramos una pluralidad de obligaciones. Dado que el objeto es el mismo, bastará con que uno de los deudores lo pague para que opere la cancelación de todas las deudas.Es el caso de la responsabilidad del principal por los hechos del dependiente, o de los contratos de seguro.

Efectos de las Obligaciones

La doctrina clásica no prestó demasiada atención a la cuestión, y se limitó a llamar efectos a los enumerados en el Art. 505 Código Civil. Una doctrina más moderna, encabezada por Llambías, y luego proseguida por Alterini, Ameal y López Cabana, califica los efectos en Principales, que se dividen en normales y anormales y Auxiliares o secundarios. Los normales hacen referencia a los medios que el ordenamiento jurídico pone a disposición del acreedor para satisfacer su derecho, por el cumplimiento específico de la prestación debida, y abarcan el cumplimiento específico (Art. 505), la ejecución forzada (Inc. 1) y la ejecución por un tercero (Inc. 2).Los anormales son aquellos que conciernen a la satisfacción del crédito por vía de sucedáneo, y abarcan los medios de agresión patrimonial en defecto de la prestación debida, es decir, los daño y perjuicios (Inc. 3).Por último, los auxiliares o secundarios, son aquellas virtualidades que facilitan, favorecen o promueven la concreción de los derechos del acreedor. Comprende una rama bastante heterogénea de herramientas tales como embargos preventivos, prohibición de innovar, privilegios, derecho de retención, etc., en definitiva, medidas precautorias y medidas de integración y deslinde del patrimonio.

Wayar, por su parte también clasifica los efectos en principales y secundarios. Los efectos principales difieren según que el acreedor obtenga la prestación específica por medio de cumplimiento voluntario y espontáneo del deudor, o que lo obtenga, mediando inejecución del deudor, recurriendo a los mecanismos de ejecución forzada o ejecución por un tercero. Es esencial tener en cuenta los medios a emplear en el logro de la prestación, para distinguir los efectos principales. El efecto principal y normal es el cumplimiento. Cuando la obligación se desarrolla con normalidad, se extingue con el cumplimiento. El acreedor queda satisfecho, y el deudor desobligado.Son efectos anormales cuando el deudor no realiza la conducta debida incurre en incumplimiento. La inejecución intensifica los efectos compulsivos de la obligación, el acreedor queda autorizado a emplear los medios legales con el fin de lograr la ejecución forzada o la ejecución por un tercero a costa del deudor.Estos efectos presuponen inejecución y mora, y constituyen el puente de enlace entre la obligación y el proceso judicial.Si la inejecución se transforma en incumplimiento absoluto, es decir, si desaparece la posibilidad de cumplir la prestación en especie, y el acreedor debe perseguir la indemnización sustitutiva, no cabe hablar de efectos anormales, sino de responsabilidad por incumplimiento.Efectos secundarios son aquellos medios que le permiten al acreedor, no ya la satisfacción directa de su derecho de crédito sino su preservación o seguridad. Entre ellos figura el derecho de solicitar medidas cautelares, el derecho de ejercer la acción de simulación, la acción revocatoria, la sobrogatoria, etc.

Pizarro agrupa los efectos a través de cuatro grandes manifestaciones de su tutela: tutela satisfactiva, tutela conservatoria, tutela resolutoria, y tutela resarcitoria del crédito.

Efectos de las obligaciones y efectos de los contratos.No debe confundirse los efectos de las obligaciones con los efectos de los contratos. Vélez señala acertadamente que el Código de Francia incurrió en ese error.Los efectos de las obligaciones son las consecuencias de índole jurídica que emanan de la relación obligacional. Ellas se plasman en los distintos medios orientados a satisfacer el interés del acreedor y a posibilitar el derecho y deber de cumplir del deudor.Los efectos de los contratos, en cambio, consisten en generar un ordenamiento normativo en virtud del cual se crea, modifica, transfiere o extingue una determinada relación jurídica patrimonial entre las partes.Así, el contrato es fuente de obligaciones, que es efecto de los contratos.

Tiempo de producción de los efectos.Ellos pueden clasificarse en inmediatos y diferidos y en instantáneos y de duración.

Entre quién produce efectos la obligación.Dispone el Art. 503 que las obligaciones no producen efectos sino entre acreedor y deudor, y sus sucesores a quienes se transmitieren.Es decir, que los efectos directos se producen entre las partes sustanciales y no producen efectos respecto de terceros. Puede darse el caso en que los terceros se vean beneficiados por el acto (como en la estipulación a favor de un tercero, la que obviamente requerirá consentimiento), pero nunca pueden ser perjudicados. Los efectos alcanzan también con similar intensidad a los sucesores universales, salvo cuando sean obligaciones inherentes a la persona del difunto.

Efectos Principales

Ejecución Específica (o voluntaria)Pago y cumplimiento representan nociones equivalentes. El cumplimiento importa la realización de un deber jurídico específico que pesa sobre el deudor.El cumplimiento (en general) tiene el triple efecto de satisfacer el interés del acreedor, liberar al deudor y extinguir la obligación; o lo que es lo mismo una plena y total actuación de la relación obligatoria.El Código trata el tema del pago como un modo extintivo de la obligación.

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Ejecución Forzada (o directa)Frente a la insatisfacción del crédito, derivada de la falta de ejecución de la prestación debida, la primera medida de reacción está dirigida a obtener el comportamiento en forma específica, esto es, de la misma manera en que debió ser realizado. El Art. 505 Inc. 1 autoriza al acreedor a emplear los medios legales, a fin de que el deudor procure aquellos a que se ha obligado.La ejecución forzada se aplica a todas las obligaciones, cualquiera sea su fuente.En la ejecución forzada, las acciones legales que brinda el ordenamiento jurídico están orientadas a alcanzar la satisfacción del interés del acreedor a través de la realización compulsiva de la prestación debida. Tiene a la concreción del bien que el acreedor espera obtener, a través de una determinada conducta del deudor.Y si bien esa conducta, es en sí misma insusceptible de coerción, el bien que constituye el objeto de la obligación puede ser obtenido de manera compulsiva, con el auxilio de la justicia y de la fuerza pública.

Límites a la ejecución forzada.Los límites varían según el tipo de las obligaciones.

Obligaciones de dar sumas de dinero- En ellas la ejecución forzada se logra mediante el embargo, secuestro y remate de bienes suficientes para cubrir la deuda asumida, o directamente mediante el embargo de dinero de propiedad del demandado.El poder de agresión patrimonial en este sentido es prácticamente ilimitado, con la restricción lógica de la inembargabilidad de ciertos bienes o del bien de familia.

Otras obligaciones de dar- Cuando se debe transmitir una cosa para constituir derechos reales o entregar la posesión, la acción de entrega voluntaria puede ser suplida por la fuerza pública, a través del embargo y secuestro de la cosa. Para ello es necesario que la cosa exista, que se encuentre en el patrimonio del deudor y por último que éste tenga la posesión de la cosa, porque la ejecución forzosa no procede contra terceros.

Obligaciones de hacer- Dispone el Art. 629 que se puede exigir la ejecución forzosa, a no ser que fuera necesaria la violencia contra la persona del deudor. Aparece como límite la violencia física, pero se puede inducir a cumplir a través de las astreintes.

Obligaciones de no hacer- La respuesta negativa parece imponerse, pero podría llegar a hacerse en las obligaciones de no hacer de ejecución continuada.

AstreintesLas astreintes son condenaciones conminatorias, de carácter pecuniario que los jueces aplican a quien no cumple con el deber jurídico impuesto en una resolución judicial.

Su incorporación al Código.Antes de la reforma de 1968, la mayor parte de la doctrina admitía la procedencia de la aplicación de astreintes. Como fundamento, se invocaba que los jueces y tribunales debían estar habilitados y disponer de todos los recursos necesarios para hacer cumplir sus resoluciones.La ley 17.711, introdujo las astreintes en nuestro derecho de fondo, en el Art. 666 bis, que dispone que los jueces podrán imponer en beneficio del titular del derecho, condenaciones conminatorias de carácter pecuniario a quienes no cumplieron deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial.Las condenas se graduarán en proporción al caudal económico de quien deba satisfacerlas y podrán ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder.Las astreintes tienen una doble regulación procesal y sustancial.

Naturaleza jurídica y Fundamento.Conforme a una perspectiva procesal, las astreintes son una medida de coerción patrimonial orientada a alcanzar la ejecución procesal, y se plasma en el poder investido en el juez para hacer cumplir sus resoluciones.De acuerdo con una perspectiva sustancial, no disociada de la procesal, también constituyen un medio de compulsión o coerción patrimonial.Persigue un doble propósito: asegurar el pleno acatamiento de las normas judiciales y, de manera contingente, en el plano obligacional, lograr contra la voluntad renuente del deudor el cumplimiento específico de lo adeudado.A través de las astreintes, se conmina al sujeto pasivo de un mandato impuesto en una resolución judicial a realizar una conducta determinada. Pero, además de esta función conminatoria, la astreintes tiene una función sancionatoria, que es aplicable sólo en una segunda etapa de su imposición.Esta última función es eventual, ya que puede no concretarse en caso de que el juez la deje sin efecto, sea porque el deudor a justificado su renuencia, ha depuesto su actitud, etc. En tal caso no hay sanción, pero sí compulsión.

Caracteres.

Conminatorias- Son un medio de compulsión procesal que tiene por finalidad vencer la resistencia del deudor a un deber impuesto en una resolución judicial, y compelerlo a cumplir.Se trata de un modo de compulsión indirecto, que actúa conminando al ánimo del deudor a cumplir.

Discrecionales- Su apreciación y cuantía está librada a la apreciación prudente, amplia y discrecional del juez, lo que surge nítidamente del 666 bis. Los jueces deben examinar el caso y adecuar las astreintes para vencer la resistencia.

Progresivas- Pueden establecerse por día, semana o mes de atraso en el acatamiento de la condena judicial.

No retroactivas- Dado que su carácter no es puramente sancionatorio, no tienen efecto retroactivo. Para que realmente exista la conminación, es necesario que se de la oportunidad de cumplir.

Revisables- Son eminentemente provisorias y revisables, pues su denominación definitiva depende, en buena medida, de la conducta del sujeto pasivo. La condena puede entonces ser dejada en suspenso, sin efecto o reajustada.

Pecuniarias- Sólo pueden consistir en sumas de dinero, según el 666 bis. Con frecuencia, los tribunales, sobre todo de familia, utilizan la amenaza de suspensión de temporal del ejercicio de un derecho del deudor, relacionado con el negocio jurídico que

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le dio origen. Se señala que esto, se lo llame o no astreintes, es lícito, ya que sigue el espíritu que inspiró al legislador para regular las astreintes.

Transmisibles- Una vez liquidadas, el crédito nacido de las astreintes es trasmisible por actos entre vivos o mortis causa.

Ejecutables- Una vez impuestas, son ejecutables.

Sujetos.

Activo- El beneficiado de las astreintes es el titular del derecho conculcado por la conducta renuente del obligado. El 666 bis no deja dudas al respecto.

Pasivo- El 666 bis estipula que las astreintes podrán aplicarse a quienes no cumplieron deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial. Nada impide que un tercero ajeno al litigio deba cumplir con una orden impartida judicialmente, en cuyo caso, frente a una conducta renuente de su parte, pueden serle aplicadas las astreintes.

Supuestos de aplicación.La aplicación de las astreintes está prevista para los supuestos de desobediencia a un mandato judicial, cualquiera sea el tipo de deber allí contenido. Como regla, puede abarcar todo tipo de obligaciones e inclusive deberes de contenido no patrimonial.Para que procedan las astreintes no es menester que medie una conducta deliberada, dolosa. Es suficiente la mera negligencia.

Ejecución por un terceroEs autorizada por el Art. 505 Inc. 2: Para hacérselo procurar por otro a costa del deudor. No verificado el cumplimiento voluntario, la ley permite al acreedor hacer cumplir coactivamente la ejecución por un tercero, a costa y cargo del deudor, siempre que el hecho pudiese ser ejecutado por otro, es decir, que no sea intuitu personae.

La ejecución por un tercero en las diferentes obligaciones.

Obligaciones de dar- Tratándose de obligaciones de dar cosas ciertas que se encuentran en poder del deudor, es prácticamente nula.La solución cambia cuando la cosa comprometida no se halla en el patrimonio del deudor, sino en poder de un tercero, supuesto en el cual el cumplimiento es teóricamente posible.Tratándose de obligaciones que principian siendo de género o cantidad, y se transforman en de dar cosas ciertas, el criterio es distinto. Si se trata por ejemplo de productos fabricados en serie, nada impide el cumplimiento por otro. Lo mismo es predicable con respecto a las de dar sumas de dinero.

Obligaciones de hacer y no hacer- En las de hacer, es posible siempre que no sea una obligación intuitu personae.La respuesta negativa se impone en las obligaciones de no hacer.

Quid de la autorización judicial.En principio, no es posible por la simple voluntad sustituir al deudor por un tercero para la realización de la prestación y se requiere autorización judicial. Sin embargo, ésta puede obviarse en caso de urgencia.

Efectos secundarios

El patrimonio del deudor como prenda común de los acreedoresToda obligación presenta una estructura en la que se integran armónicamente deuda y responsabilidad.Producido el cumplimiento de la obligación, se ingresa en la fase de responsabilidad, otorgándose al acreedor un poder de agresión patrimonial. Le son reconocidos un conjunto de derechos, facultades y acciones que se ejercen contra el patrimonio del deudor (Art. 2312).Esto significa:

a) Que la responsabilidad del deudor es patrimonial.b) Que, como regla, la responsabilidad por deudas tiene carácter universal, por lo que el deudor responde con todos sus

bienes presentes y futuros.c) Que en principio todos los acreedores concurren en situación paritaria (par conditio creditorum).d) Que cada acreedor legitimado para satisfacer su interés sobre cualquier bien del deudor que no haya sido declarado

inembargable o inejecutable.

Se dice que el patrimonio del deudor, como unidad, es la prenda o garantía común de todos los acreedores.La suerte del acreedor, en última instancia, está ligada a la solvencia patrimonial de su deudor, pues las tutelas satisfactivas y resarcitorias del crédito pierden eficacia frente a un deudor insolvente.

Bienes inembargables.Algunos bienes son declarados inembargables por la ley. Son ejemplos de ellos:

En el Código Civil- El crédito alimentario, el usufructo de los padres sobre los bienes de los hijos en porción necesaria para el sostenimiento y educación de éstos, el derecho, derecho de uso, habitación y de uso gratuito de los frutos cuando tienen calidad de alimenticios, bienes públicos o privados del estado.

En leyes especiales- El Código procesal civil y comercial de la nación declara inembargables el lecho cotidiano del deudor, mujer e hijos, ropas y muebles; los sepulcros y los demás bienes declarados por ley. Otros Códigos procesales incluyen los salarios e indemnizaciones laborales (que sólo admiten embargos parciales), jubilaciones, pensiones y retiros salvo por cuotas alimentarias, los bienes gravados a favor del banco hipotecario nacional, con el fin de construir una vivienda propia, etc.

Bien de familia.

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Se declara inembargable a todo inmueble cuyo valor no exceda las necesidades de sustento y de habitación, bajo la condición de que la afectación a esa protección legal cumpla con los requisitos de publicidad mediante su inscripción en el registro inmobiliario correspondiente. A partir de dicha registración, el inmueble no puede ser objeto de embargos por créditos nacidos con posterioridad a su inscripción.

Limitaciones que surgen en función del sujeto.

Acreedores quirografarios y privilegiados- No todos los acreedores están en pie de igualdad. Cabe distinguir dos clases: quirografarios y privilegiados.Los quirografarios o comunes son aquellos cuyos créditos no gozan de preferencia alguna para cobrar. Son acreedores privilegiados los que deben ser pagados con preferencia a otros.

Medios de protección legalO tutela conservatoria del crédito. Sirve para proteger la el crédito, evitando que puedan perderse los bienes que hacen a la garantía del acreedor. Pueden utilizarse aún antes de que medie incumplimiento.

Medidas cautelares judiciales.Son los actos procesales del órgano jurisdiccional, adoptados en el curso de un proceso o previamente a él, a pedido de partes o de oficio, para asegurar bienes o pruebas, o mantener situaciones de hecho; como un anticipo, que puede o no ser definitivo.Para su procedencia se requiere verosimilitud del hecho invocado, peligro en la demora y una contracautela que asegure el resarcimiento de los daños que la medida pueda causar.Las principales medidas son:

Embargo- Es una resolución judicial por la cual se individualizan derechos o bienes determinados del deudor, afectándose al pago de la obligación cuya existencia o reconocimiento se discute en proceso judicial.El embargo sobre inmuebles se traba mediante anotación en el registro de propiedad, el de los muebles se realiza a través del secuestro de la cosa por el oficial de justicia. El embargo de crédito se realiza por notificación al deudor de la medida ordenada por el juez.El bien embargado puede ser enajenado, pero dicha enajenación será inoponible al embargante, salvo que el adquiriente sea de buena fe (o sea que haya ignorado la cautelar).El embargo tiene carácter preventivo, cuando la medida es solicitada antes o durante la tramitación del juicio para preservar la ejecución futura de los bienes afectados.Tiene carácter ejecutorio, cuando los bienes o derechos para la realización y liquidación de de una sentencia de condena firme a favor del acreedor (actor). Es el primer paso a la venta forzada.

Inhibición general de bienes- Cuando se ignoran los bienes del deudor o éstos resultan insuficientes para cubrir el monto del crédito. Es una medida subsidiaria del embargo, y debe anotarse en el registro de la propiedad por orden judicial.Impide que el deudor pueda enajenar los bienes que tenga o llegue a tener. Esta medida no otorga al acreedor preferencia alguna sobre los demás acreedores que inhibiesen o embargasen al deudor.

Anotación de litis- Asegura la publicidad del litigio. Como consecuencia de ellos, permite que el actor pueda oponer el derecho alegado en juicio a terceros adquirientes de derechos reales o personales sobre un bien inmueble, enervando de tal modo su buena fe, al no poder invocar la ignorancia del pleito.

Prohibición de innovar y medida innovatoria- La primera ordena mantener inalterable la situación de hecho o de derecho existente hasta el momento. Busca evitar que las partes, durante la tramitación del juicio, realicen actos que puedan luego tornar el incumplimiento de la sentencia imposible o ineficaz.La medida cautelar innovatoria, en cambio, dispone un cambio de la situación fáctica o jurídica existente al momento en que se dicta, en virtud de la urgencia o necesidad que imponen las circunstancias.

Intervención judicial- Admite diferentes modalidades: En primer lugar, faculta al acreedor a participar en el juicio en que su deudor es parte. Se trata de un caso excepcional, ya que de ordinario el acreedor no puede inmiscuirse en los actos de administración del deudor, pero en casos particulares, de especial gravedad, lo tiene permitido.Puede también designar a un tercero a fin de que cumpla funciones de recaudar las rentas o frutos de un bien, establecimiento o empresa del deudor; o designar a un tercero para que controle, fiscalice e informe al juez sobre ciertos actos de una persona o sobre los bienes objeto del juicio.

Fraude. Acción Revocatoria o Pauliana

Concepto. Condiciones para el ejercicio de la acción revocatoria en los actos gratuitos y onerosos.Es uno de los vicios típicos de los actos jurídicos, y hace referencia al fraude a los acreedores.Las condiciones generales para la procedencia de la acción revocatoria o pauliana son:

a) Es necesario que el deudor se halle en estado de insolvencia y no pueda pagar sus obligaciones. El estado de insolvencia se da cuando el deudor se encuentra fallido (ya sea por quiebra comercial o concurso civil). Aún no mediando falencia, procede si se puede probar que el activo no alcanza para cubrir el pasivo.

b) Que la insolvencia haya sido consecuencia del acto o que ya se hallara insolvente y el acto lo hubiese agravado.c) Que el crédito sea de fecha anterior al acto (requisito que no es exigido en la simulación).

Este último requisito no es aplicable al caso en que, aunque posterior al origen del crédito, haya sido realizado en previsión de la obligación que nacería más tarde, como el caso de quien planea cometer un crimen y antes realice el acto que se impugna.Tampoco se da en el caso de que se trate de reconocimiento de deudas posteriores al acto pero que tienen su origen en un momento anterior, como cuando existe un accidente, el causante enajena sus bienes y luego se lo obliga a pagar. La víctima puede impugnar el acto de enajenación.Pero en los actos a título oneroso, no bastan estos requisitos, sino que también se necesita la mala fe del tercero adquiriente. Esto es importante porque si bastara la mala fe del enajenante, nadie podría estar seguro en sus transacciones.La mala fe se presume si éste conocía la insolvencia del deudor, pero se admite prueba en contrario. En la práctica, la complicidad del tercero resulta muy difícil de probar.

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En la hipótesis de los actos a título gratuito, para que proceda la acción, bastan los requisitos generales, sin que sea necesaria la complicidad del tercero adquiriente. Aún con la buena fe de éste, el acto será revocado.

Ejercicio de la acción contra los subadquirientes.Puede ocurrir que el adquiriente lo haya transmitido a su vez a un subadquirentes. Si la segunda transmisión fue a título gratuito, basta que se cumplan los recaudos de admisión contra el primer adquiriente (que se hallase en estado de insolvencia provocado por dicho acto y el crédito sea de fecha anterior al acto)Si el negocio es oneroso, es necesario además que el subadquirentes también haya conocido la insolvencia del enajenante. En todo caso, todos el que hubiese actuado de mala fe, debe restituir los bienes, y de ser eso imposible (por ejemplo por haber pasado a un subadquirentes oneroso de buena fe), indemnizar a los acreedores por daños y perjuicios.Se autoriza al tercero a quien hubiesen pasado los bienes a hacer cesar la acción de los acreedores, satisfaciendo el crédito o dando fianzas suficientes sobre el pago íntegro de sus créditos, si los bienes del deudor no alcanzasen a satisfacerlos.La acción revocatoria no persigue la nulidad del acto, el cual sólo se convierte en inoponible.

Efectos de la acción revocatoria.Debe dejarse sin efecto en la medida del perjuicio que ha ocasionado. La revocación no importa la nulidad, sino que convierte al acto en inoponible a los acreedores, los cuales pueden actuar como si no existiera, pero aún así mantiene efecto entre las partes. El objetivo no es hacer reingresar los bienes al patrimonio del deudor, sino dejar la vía expedita para que los acreedores cobren.

Relaciones de los acreedores entre sí- La acción pauliana no beneficia a todos los acreedores, sino sólo a los que la intentaron. Distinto es el caso del concurso o quiebra, ya que en ese caso la revocación es pedida por el síndico en nombre de todos, incluso aquellos cuyo crédito es de fecha posterior a la del acto impugnado.

Relaciones de los acreedores con el tercero adquiriente- El tercero puede hacer cesar la acción satisfaciendo el crédito de los que se hubiesen presentado, o dando fianzas suficientes del pago íntegro de sus créditos, si los bienes no alcanzasen.

Relaciones del tercero con el deudor- Entre ellos el acto revocado mantiene su validez. Consecuencia de esto es que una vez cobrados los acreedores, si queda un remanente es del adquiriente, y el adquiriente despojado del bien tiene derecho a reparación de daños por parte del deudor, si el acto fue a título oneroso.

Simulación. Acción de simulaciónEs otro de los vicios propios de los actos jurídicos, y se manifiesta como un defecto de buena fe.La simulación de un negocio autoriza su anulación por acción emprendida por las partes o terceros.La palabra simulación indica la inteligencia de dos o más personas para dar a una cosa la apariencia de otra, siendo su finalidad el engaño: la simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando contiene cláusulas o fechas no sinceras o por él se constituyen o transmiten derechos a personas que no son las que realmente se transmite.Los elementos del acto simulado según la doctrina son:

1. Contradicción entre la voluntad interna y la declarada.2. Acuerdo de las partes: tal discordancia entre la voluntad y su manifestación es querida y buscada por las partes.3. Ánimo de engañar: o animus decipiendi. Puede ser o no en perjuicio de terceros o una violación a la ley. De ahí que

exista simulación inocente y simulación ilícita.

Diversas especies.

Simulación absoluta y Relativa- En la Simulación absoluta, el acto ostensible no oculta un acto real, es pura y total apariencia. La simulación absoluta comprende sustancialmente al denominado contrato ficticio.La Simulación relativa, existe cuando debajo del acto ostensible existe otro diferente que es el realmente querido, como cuando se realiza una compraventa pero se esconde una donación. La simulación relativa puede ser:

a) Típica, respecto a la naturaleza del acto.b)Cuando se toca sólo el objeto, pero no la naturaleza, como cuando se pone un precio menor para evadir impuestos.c) Cuando se simula para la adquisición o transmisión de un sujeto oculto, como en el caso del testaferro.

Simulación lícita e ilícita- La Simulación lícita se da cuando no es reprobada por la ley y no perjudica a nadie ni tiene un fin ilícito. Es decir, la simulación no es ilegal en sí misma, sino sólo cuando se tiene intención de transgredir una norma.Es ilícita cuando perjudica a terceros o tiene una finalidad ilícita, siendo necesario que dicho fin se haya consumado.

Simulación total y parcial- Hay Simulación total cuando todo el acto es simulado.Hay Simulación parcial cuando sólo se simula una parte del acto, siendo lo demás real.

Acción de simulación ejercida por las partes.

Se da cuando una de las partes del acto simulado pretenda hacerse fuerte en la apariencia creada. Como la simulación encierra un ánimo de engañar muchas veces en perjuicio de terceros, el lógico que el ordenamiento prohíba a los que hubiesen simulado un acto en perjuicio de terceros o para violar la ley ejercer acción alguna el uno contra el otro.Luego de la ley 17.711, se admite la acción de simulación entre las partes si dicha acción tuviese como fin dejar sin efecto el acto y las partes no puedan obtener ningún beneficio de la anulación. Las partes sí tienen derecho a acción cuando la simulación no haya sido ilegal.Es común que las partes declaren la realidad subyacente en otro instrumento denominado contradocumento. En principio, para probar la simulación entre las partes sólo se admite el contradocumento. Esto es un instrumento público o privado otorgado por las partes o el beneficiario del acto simulado, generalmente secreto, en el que se declara el verdadero contenido o carácter del acto. Debe reunir ciertos recaudos:

a) Ser otorgado por las partes del negocio o el beneficiado de la simulación.b) Referirse al acto simulado.c) Tener simultaneidad intelectual con el acto (no hace falta la contemporaneidad).

Sólo podrá prescindirse del contradocumento cuando haya circunstancias que demuestren la simulación de forma inequívoca.

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La carga de la prueba pesa sobre quien invoca la simulación, pero sin embargo, el demandado debe aportar los elementos necesario para averiguar la verdad de los actos cuestionados, acreditando por ejemplo la disponibilidad del dinero, el origen de dicha suma, etc.

Acción de simulación ejercida por terceros.

Normalmente la simulación tiende a defraudar la ley o privar de derechos a un tercero. Quién sufre los efectos de un acto simulado esta autorizado a demandar su nulidad; nulidad que aprovecha no sólo el que intenta la acción, sino todos los acreedores.Tienen legitimación todos aquellos que tengan un derecho actual o eventual, bastando con que el acto impugnado entrañe un peligro de hacer perder un derecho o de no poder utilizar una facultad legal. Pueden incluso hacerlo los acreedores de fecha posterior al acto (a diferencia de la acción revocatoria).Lógicamente, los terceros no están alcanzados por la exigencia del contradocumento y la jurisprudencia admite la validez de la prueba de presunciones, que pueden ser legales o de hecho. Entre ellas se puede mencionar: la falta de necesidad del negocio y el exceso de formas o abuso de solemnidades que la ley no exige, inclusive el exceso de precauciones.

Declaración de simulación: efectos contra las partes y con respecto a terceros.

La sentencia que hace lugar a la simulación debe declarar la nulidad del acto aparente. Los actos simulados son anulables de carácter relativo, y su declaración opera el desvanecimiento del acto simulado. Pero éste podía ocultar otro acto, el cual prevalecerá con todas las consecuencias legales que importe, siempre que no sea contrario a la ley o vaya en contra de los derechos de terceros.Si así fuera, ese acto sería también nulo, y causará otros efectos jurídicos destinados a restablecer la juridicidad de la situación.Todos los terceros se benefician con la declaración del acto simulado, aún aquellos que expresa o tácitamente hayan manifestado su intención de no impugnarlo, pues un acto no puede ser válido e inválido al mismo tiempo. Sin embargo, el Art. 1051 limita el efecto de la nulidad frente a terceros de buena fe que hayan adquirido a título oneroso derechos reales o personales sobre el objeto del negocio anulado.

Acción SubrogatoriaPuede suceder que una persona no ejercite sus derechos contra sus deudores, por diferentes motivos: generosidad, desidia, falta de interés. Ello no importa a los acreedores mientras sea solvente, pero la situación cambia si no lo es.Es posible que el deudor no quiera cobrar sus créditos porque sabe que al ingresar a su patrimonio deberá entregarlo a sus acreedores. Frente a este tipo de conducta, la ley reconoce a los acreedores el derecho de subrogarse los derechos del deudor, y ejercitar en nombre de éste las acciones que tenga contra el tercero.Esto está establecido en el Art. 1196 en cuanto dispone que los acreedores pueden ejercer todos los derechos y acciones de su deudor, con excepción de los que sean inherentes a su persona.La acción subrogatoria es entonces una facultad conferida a los acreedores, en virtud de la cual ellos pueden gestionar los derechos del deudor que éste deja abandonados.Se la llama también acción oblicua o indirecta. El crédito que se cobra no entra en el patrimonio del actor (acreedor subrogante), sino en el del deudor (subrogado). El tercero es aquí el demandado.

Naturaleza jurídica.Existen diversas y variadas teorías:

Teoría de la cesión tácita- Configuraría una cesión tácita de derechos del titular a favor del subrogante. Es inaceptable por cuanto el subrogado sigue siendo titular del crédito, no hay transmisión.

Teoría del título propio- El subrogante ejercita un derecho propio, que integra el conjunto de prerrogativas que le otorga el ordenamiento jurídico para proteger su crédito. Esta opinión es satisfactoria, pero demasiado superficial.

Teoría de la sustitución procesal- Operaría una sustitución procesal, y por eso el acreedor ejercería un derecho ajeno. Esta explicación no coincide con la normativa de la figura y la reduce a una mera cuestión procesal.

Teoría de la garantía legal- La vía subrogatoria es una acción fundada en la responsabilidad patrimonial del deudor por un deber legal de garantía.

Teoría de la figura con naturaleza propia- La acción subrogatoria no puede reducirse a ninguna otra figura jurídica y constituye un supuesto autónomo.

Teoría de la legitimación extraordinaria- Existe la legitimación directa (la del titular), la indirecta (del representante) y la extraordinaria, que la ley reconocería bajo ciertas condiciones a ciertos terceros. Tal sería el caso de la acción subrogatoria.

Teoría de la representación legal en interés del representante- Se trataría de un instituto complejo, que participa de las características de otras instituciones sin identificarse con ninguna. Se habla en tal sentido de una representación legal en interés del representante.

Caracteres de la acción.Se discute si la acción es de tutela conservatoria o ejecutiva del crédito. La doctrina parece inclinarse por la primera opción.Además, posee los siguientes caracteres:

1. Individual: Constituye una facultad que puede ser ejecutada por cualquier acreedor, y sólo cesa con la quiebra, en cuyo caso debe ser realizada por el síndico.

2. Indirecta: Porque el accionante actúa en representación del deudor subrogado, cuyos derechos ejercita.3. Facultativa: Puede ser usada libremente.4. No subsidiaria: No es subsidiaria de otras acciones que tenga el actor, por lo que no debe agotar otras vías antes de

ejercerla.5. No de orden público: Las partes pueden pactar el no ejercicio de la acción.

Condiciones de ejercicio.

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Condiciones relativas al acreedor subrogante- Existen dos condiciones. La primera es tener calidad de acreedor frente al deudor subrogado.La otra es tener un interés legítimo, que debe invocar y probar. Dicho interés está ligado estrechamente a la inactividad del deudor, a la falta de recursos patrimoniales para atender el pago de la deuda y a la utilidad que reportará la acción.

Condiciones relativas al deudor subrogado- La inacción del deudor es un presupuesto indispensable.Esa omisión tiene un contenido específico y está referida al ejercicio de los derechos patrimoniales, por los cuales opere un perjuicio patrimonial, sea porque no ingresan bienes que debería ingresar o porque egresan bienes que no deberían.La inacción puede ser inicial o sobrevenida. Puede ser fruto de la negligencia, del abuso del derecho o de causas no imputables. Esto poco importa, ya que para que proceda la acción es suficiente la inacción.

Condiciones relativas al objeto- La regla es que los subrogantes pueden ejercer los derechos y acciones del deudor; el límite esta dado por los derechos inherentes a la persona.En principio, puede ejercer todos los derechos y acciones de contenido patrimonial, por acción o excepción, y esto no se reduce a los derechos crediticios, sino también a los reales.Pero no pueden subrogarse ni derechos inherentes a la persona, tales como los de la personalidad (honor, intimidad, etc.), cumplir el mandato por otro, revocar una donación por ingratitud, etc.; ni los derechos extrapatrimoniales, como la acción de nulidad del matrimonio o la acción de divorcio, etc.; ni derechos inembargables, por más que sean de contenido patrimonial.

Efectos de la acción.

Efectos entre el subrogante y el tercero- Si bien el subrogante ejercita las acciones, es sólo un adversario aparente del demandado. Su verdadero adversario es el subrogado.La condena procede por el monto del crédito que tenga el deudor subrogado contra el tercero, con total abstracción de que sea mayor o menor que el del subrogante.Frete a la demanda, el tercero puede oponer todas las defensa que tenga contra el subrogado, su verdadero adversario.

Efectos entre el subrogante y el subrogado- Produce una sustitución procesal del deudor subrogado por el actor.El subrogado está legitimado para recuperar el ejercicio efectivo de sus derechos en cualquier momento, cesando en su renuencia, en cuyo caso no se justifica la continuación del ejercicio de la acción oblicua por el actor. El resultado de la acción realizada por el subrogante beneficia exclusivamente al subrogado, a cuyo patrimonio ingresan los bienes.

Efectos entre el subrogado y el tercero- La acción no modifica el crédito, del cual sigue siendo titular el subrogado.Cuando el deudor subrogado es citado al juicio, la sentencia le es oponible, y por lo tanto no podrá demandar el cumplimiento de la deuda si se desconoce la deuda, etc.

Efectos entre el subrogante y los restantes acreedores- El ejercicio de la acción subrogatoria no otorga al subrogante ningún privilegio. La utilidad obtenida entra en el patrimonio del deudor y pasa a formar parte de la garantía común.

Acción DirectaEs la que compete por derecho propio al acreedor para percibir en su exclusivo beneficio de un tercero lo que éste adeuda a su deudor, hasta el importe de su crédito. Se trata de una protección excepcional, que requiere expresa consagración normativa, orientada a brindar al acreedor, bajo ciertas circunstancias, una tutela jurídica enérgica y eficaz.En este caso, el monto de lo percibido ingresa directamente en el patrimonio del demandante, y su deudor se libera, al menos en la medida de lo obtenido.

Caracteres de la acción.La acción directa es excepcional, ya que procede sólo cuando la ley así lo determine, y de interpretación restrictiva, como consecuencia de lo anterior, por lo que en el caso de duda se entenderá que no procede.

Condiciones para su ejercicio.Es menester que el titular tenga un crédito exigible contra su propio deudor, que tenga carácter expedito, es decir que no pesen sobre él embargos u otras restricciones, una deuda correlativa exigible sobre un tercero-demandado y homogeneidad de los créditos, que sean de la misma naturaleza.

Supuestos de aplicaciones directas.Sólo corren cuando la ley los determina. El Código Civil permite la acción en los casos de sublocación de cosas y de obra, en sustitución de mandato, en la gestión de negocios y la hipoteca.

Derecho de retenciónEl Art. 3939 establece que el derecho de retención es la facultad que corresponde al tenedor de una cosa ajena, para conservar la posesión de ella hasta el pago de lo que es debido por razón de esa misma cosa.El derecho de retención tiene una doble función: es un medio de garantía para el acreedor y actúa como medio de compulsión indirecto para que el deudor cumpla, ya que hasta que no lo haga, no dispondrá de la cosa.

Naturaleza jurídica.

Teoría del derecho real- Para algunos, este constituiría un derecho real, dado que existe una relación directa e inmediata entre el retenedor y la cosa, es un derecho que puede ser invocado erga omnes, no esta en principio limitada temporalmente y el retenedor dispone de las acciones posesorias.

Teoría del derecho personal- Para otra posición, es un derecho personal que puede ser opuesto al deudor o a sus sucesores universales, y según una opinión dominante, también a terceros.Pero no constituye un derecho real, ya que no goza de ius preferendi y persequendi, la oponibilidad erga omnes no es exclusiva de los derechos reales, no está enumerado con los demás derechos reales en el Art. 2503, las acciones posesorias no corren por ser un derecho real sino para reestablecer la garantía conculcada.

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Su origen y tradición histórica y sobre todo la posibilidad de ser oponible por vía de excepción, lo ubican dentro de los derechos personales.

Condiciones de ejercicio.

Tenencia de una cosa- Es preciso que el que ejerza el derecho de retención tenga la tenencia o posesión de una cosa, y que ella sea de origen lícito. Sin embargo, el Código Civil reconoce al poseedor de mala fe el derecho a ser indemnizado por las mejoras y gastos necesarios que hiciera para la conservación de la cosa, y consecuentemente, a ejercitar el derecho de retención en tales circunstancias.La retención recae sobre cosas que están en el comercio, muebles o inmuebles. Es controvertido si se puede ejercitar este derecho sobre cosas inembargables.Si bien el artículo habla de cosa ajena, también puede tratarse de una cosa parcialmente propia o incluso totalmente propia, como en el caso del nudo propietario que retiene frente al usufructuario testamentario.

Existencia de un crédito contra el acreedor de la restitución, y conexión entre el crédito y la cosa- Debe existir un crédito del retenedor contra el propietario, que debe probar y alegar. Éste debe ser cierto y exigible. Por último, es preciso que el hecho se haya generado por razón de la cosa.

Efecto con relación al retenedor. Derechos y facultades del retenedor- El retenedor tiene derecho a conservar sin turbación la cosa hasta que sea abonado lo que le es debido. Así, tiene todas las acciones posesorias, y además esta facultado para defender la cosa extrajudicialmente.En cuanto a los frutos de la cosa, se discute. Si no son perecederos, deberá guardarlos; pero si lo son, algunos piensan que debe entregarlos al dueño, y otros que debe venderlos y conservar lo producido a título de retención.

Deberes del retenedor- Tiene a su cargo la conservación de la cosa, debiendo responder por los daños que sufra el dueño a partir de su deterioro o pérdida. Los gastos de mantenimiento pesan sobre el deudor, acreedor a la restitución.El retenedor sólo tiene la tenencia de la cosa, no el uso y goce. Si la usare, viola la prohibición legal e incurre en causal de extinción del derecho de retención.Una vez extinguida la obligación pendiente, debe entregar la cosa, con todos sus accesorios.

Efecto con relación al deudor.

Derechos y facultades del deudor- Aún es el dueño de la cosa, por lo que conserva las facultades inherentes. Puede incluso transmitir la cosa, pero siempre debe respetarse el ius retentionis.Una vez extinta la obligación, tiene derecho a la restitución. También tiene derecho a los frutos que la cosa produce.Además, está facultado para solicitar la sustitución del derecho de retención ofreciendo garantía suficiente.

Deberes del deudor- Debe cumplir con la deuda pendiente, abstraerse de turbar al retenedor e indemnizarlo por los gastos de conservación y mejora necesaria que hubiese realizado.

Extinción.La extinción puede producirse por varios medios:

Extinción del crédito principal al cual acceden- La extinción del crédito provoca igual efecto en la retención, siempre que el pago sea total (no puede alegarse disminución del derecho de retención por el pago parcial, ya que este derecho es indivisible). En lo que respecta a la prescripción liberatoria, hay que señalar que el ejercicio del derecho de retención constituye una afirmación del crédito por parte del acreedor, y un acto de paralelo conocimiento tácito del deudor, lo que interrumpe el plazo de prescripción.

Extinción del derecho de retención por causas atenientes al mismo- En primer lugar, opera extinción cuando se devolviese la cosa al dueño o se la abandonase. En ambos casos, el derecho de retención se extingue por renuncia, y no renace, aunque eventualmente la cosa volviese a su poder por otro título.En segundo lugar, el retenedor tiene el deber de conservar la cosa, y la prohibición de usarla. Si violase estos mandatos, puede perder su derecho por abuso de tenencia.Lógicamente, la pérdida o destrucción de la cosa extingue el derecho de retención.Por último, el derecho de retención cesa cuando el retenedor adquiere el dominio de la cosa retenida.

Transmisión de las ObligacionesLa transmisión de créditos y deudas se inserta dentro de una temática más amplia: la transmisión de los derechos en general. En nuestro Código, son sucesores: las personas a las cuales se transmitan los derechos de otras personas, de tal manera que en adelante puedan ejercerlo en su propio nombre (Art. 3262).La obligación fue concebida en tiempos primitivos del derecho romano como un vínculo eminentemente personal entre acreedor y deudor.La concepción romana de obligación rechazó en una primera etapa la transmisibilidad de créditos y deudas. Este rígido esquema no habría de subsistir los embates de la realidad, estrechamente ligados a la evolución económica y social de una sociedad que alcanzó notable grado de desarrollo. Ello se plasmó en un proceso lento de evolución.Un primer paso fue la admisión amplia de la transmisión de créditos y deudas en la sucesión mortis causa. El heredero continuaba la personalidad jurídica del causante, con lo cual no dejaba de ser un vínculo de persona a persona. En el derecho moderno, la transmisión de créditos y deudas por causa de muerte, es aceptada universalmente, siempre que se trate de derechos transmisible. En cambio, no son transmisibles los derechos y obligaciones inherentes a la persona, cuya esencia es incompatible con toda idea de mutación subjetiva.

Transmisión de derechos

Clases.

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La transmisión de derechos puede ser:

Atendiendo a su lugar: legal o voluntaria- La primera deriva de la ley, y opera ministerio legis por el sólo acaecimiento del supuesto fáctico contenido en la norma. Tal lo que ocurre en la transmisión mortis causa a favor de los herederos ab intestato del causante. La segunda tiene su fuente en la voluntad del individuo en cuyos derechos se suceden. Tal lo que ocurre en la cesión de créditos.

Según la extensión del título de la transmisión: universal o particular- La sucesión universal comprende todo o una parte alícuota del patrimonio de otra persona. Tiene por objeto un todo ideal, sin consideración a su contenido especial, ni a los objetos de esos derechos. Tal lo que sucede con los herederos, que son aquellas personas a quienes se transmite los derechos activos y pasivos que componen la herencia de una persona muerta. La sucesión particular se refiere sólo a una o más objetos o bienes particulares, y puede ser mortis causa o por acto entre vivos.Ambas están en el Art. 3263: “el sucesor universal, es aquel a quien pasa todo, o una parte alícuota del patrimonio de otra persona. Sucesor singular, es aquel al cual se transmite un objeto particular que sale de los bienes de otra persona”.

Según la causa de la transmisión: mortis causa o por acto entre vivos- Sucesión mortis causa es la que sólo produce sus efectos desde la muerte del autor de la sucesión. Puede ser a título universal o a título particular.Es por acto entre vivos cuando la transmisión no depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emana. Solo puede ser a título particular.

El principio de la transmisibilidad de los derechos.Como regla, todos los derechos y obligaciones son transmisibles. La regla, no es absoluta y presenta distintas excepciones:

1. Por la naturaleza misma del derecho. Ciertos derechos y obligaciones son inescindibles de las partes originarias de la obligación, por constituir una emanación de su personalidad. Son los derechos y obligaciones inherentes a las personas. En la nota del Art. 1445 Vélez señala que las acciones fundadas sobre derechos personales no son cesibles, por la razón de que el ejercicio de esos derechos es inseparable de la individualidad de la persona. El carácter intuitu personae del derecho o de la obligación determina, su intransmisibilidad.

2. Por disposición legal. Tal lo que sucede con ciertos derechos de contenido familiar y social, en donde toda idea de traspaso está reñida con la finalidad de la institución, o con el orden público, la moral o las buenas costumbres.Por ejemplo, el derecho a alimentos futuros, las remuneraciones que deba percibir el trabajador, pensiones, jubilaciones, etc.

3. Por la voluntad de las partes. La restricción puede también provenir de la autonomía privada, que confiere a las partes el poder de autorregular sus relaciones, lo cual comprende, acordar la intransmisibilidad de los derechos y deberes que pesan sobre ellas. Por ejemplo, pactar la intransmisibilidad del derecho en los contratos de locación de cosas o locación de obras.

4. Las limitaciones a la libre transmisibilidad deben valorarse restrictivamente. Las limitaciones nunca se presumen, deben ser objeto de interpretación restrictiva.

Cesión de CréditosReza el Art. 1434 que habrá cesión de crédito, cuando una de las partes se obligue a transferir a la otra parte el derecho que le compete contra su deudor, entregándole el título del crédito, si existiese. Se trata de un contrato consensual por el cual el acreedor transmite voluntariamente su derecho a un tercero que asume tal calidad frente al deudor. El contrato es celebrado entre quien transmite el crédito (cedente) y quien lo adquiere (cesionario). El deudor (cedido) es un tercero respecto de dicha convención.

Caracteres.a) Es consensual, en cuanto se perfecciona y produce sus efectos por el solo consentimiento de las partes. Con o sin

entrega del documento, la cesión es válida y produce efectos desde el momento mismo de su celebración.b) Es formal, en cuanto requiere para su formulación de la forma escrita. En ciertos supuestos es necesario la

escritura pública, tal lo que sucede en la cesión de derechos litigiosos que no se realiza por acto judicial, o en materia de derechos hereditarios.

c) Puede ser unilateral o bilateral, según la cesión sea gratuita (cesión-donación) u onerosa (cesión-venta o cesión permuta).

d) Es conmutativa, pues se sabe con exactitud el crédito que se adquiere.

Capacidad.Cabe distinguir según la cesión sea a título oneroso o gratuito. En el primer supuesto no pueden ceder quienes carecen de capacidad para comprar o vender. Cuando la cesión es a título gratuito, la capacidad de hecho requerida es la de donar.

La controvertida capacidad para ceder del menor emancipado- Respecto de ellos, dispone el Art. 1440 que no pueden ceder sin expresa autorización judicial, acciones de compañía de comercio o industria, y créditos que pasen de $500. Cabe interpretar que el Art 1440 mantiene pleno vigor y no ha sido alterado por la reforma del Art. 135. Constituye, si se quiere, una excepción al principio general que consagra éste último. De allí que los menores emancipados no puedan ceder sus créditos, cualquiera sea su origen sin autorización judicial.

Carencia de facultades de los representantes legales de incapaces para ceder- Los representantes legales de los incapaces no pueden ceder los derechos de sus representados, sin autorización judicial previa.

Incapacidad de derecho- No pueden ceder sus derechos quienes no pueden celebrar entre sí contratos de compra-venta. Quedan comprendidos los esposos entre sí, y los padres, tutores y curadores respecto a quienes se hallan bajo patria potestad, tutela o curatela.El Art. 1443 dice que es prohibida toda cesión a los ministros del Estado, Gobernadores de Provincia, empleados en la municipalidades, de créditos contra la Nación o contra cualquier otro establecimiento público; y de créditos contra la provincia en que los gobernadores funcionaren, o de créditos contra las municipalidades a los empleados en ellas.

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La cesión realizada en violación a lo dispuesto por los Art. 1441 a 1443 es nula o anulable, esto último cuando se hubiera disimulado la incapacidad de derecho y ella no fuera conocida, al tiempo del otorgamiento del acto, por la otra parte. La nulidad será absoluta cuando se afecte un interés público (cesión de créditos entre cónyuges); en cambio, será relativa cuando sólo comprometa un interés particular (las cesiones de créditos entre padres e hijos operadas durante la patria potestad).

Objeto.

Principio general- Como regla, todo derecho de crédito es susceptible de ser objeto de contrato de cesión. Todo objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa que se encuadra en el comercio, pueden ser cedidas, a menos que la causa no sea contraria a alguna prohibición expresa o implícita de la ley, o al título de crédito (Art. 1444). Quedan incluidos dentro de este principio: Los créditos condicionales, eventuales o a plazo que pudieren ser objeto de cesión; los créditos litigiosos donde se controvierte su existencia; los créditos referentes a cosas futuras, como los frutos naturales o civiles de un inmueble.Excepciones- Tratándose de prohibiciones legales, la cesión de créditos es nula de nulidad absoluta y no produce efectos respecto de las partes ni de terceros.Cuando la prohibición es convencional, la cesión será nula, pero de nulidad relativa, pues está establecido a favor del perjudicado quien puede confirmar el acto de cesión efectuado en detrimento de sus intereses.No son susceptibles de cesión:

1. Los créditos cuya transmisión por dicha vía sea contraria a alguna prohibición expresa o implícita de la ley : La cesión de los derechos de uso y habitación; el derecho de reclamar alimentos futuros; los derechos emergentes de la relación laboral a favor del trabajador, tales como la remuneración, asignaciones familiares, etc.

2. Los créditos cuya transmisión haya sido prohibida por voluntad de las partes en el título constitutivo de la obligación: Las partes pueden, en ejercicio de la autonomía privada, limitar la transmisibilidad del crédito. El Art. 1444 permite limitar convencionalmente la cesión de créditos sin restricciones, por lo que la limitación en el Art. 1364 no se aplica en esta materia.En materia de derechos creditorios, la reglamentación puede ser ampliamente determinada por las partes, en ejercicio de la autonomía privada.

3. Los derechos inherentes a las personas: Quedan incluidos los derechos personalísimos (honor, intimidad, imagen, etc.); y los atributos de la personalidad (domicilio, estado, nombre, capacidad).

Forma.

Principio general- La cesión de crédito es un contrato formal, que siempre requiere ser realizado por escrito. Así lo establece expresamente el Art.1454. De ser celebrado sin observarse el requisito de la formalidad, no quedará concluido como cesión, pero vale como contrato en que las partes se obligan a otorgar la forma escrita. La forma escrita puede plasmarse en instrumento público como privado.

Situaciones particulares-1. Créditos documentados en escritura pública: La cesión debe ajustarse a dicha formalidad. La misma solución rige en

materia de cesión de derechos hereditarios. Se trata de una formalidad solemne relativa.2. Derechos y acciones litigiosas: Tratándose de cesión de derechos y acciones litigiosas, la ley exige, bajo pena de

nulidad, que ella se instrumente por escritura pública o por acta judicial hecha en el respectivo expediente. La forma es exigida con carácter de solemnidad relativa. La ley brinda a las partes la posibilidad de elegir entre dos formas: escritura pública o acta judicial labrada ante el tribunal de la causa en el expediente judicial. Si se emplea escritura pública, la cesión se perfecciona entre las partes en el momento del otorgamiento de la escritura pública. En el segundo supuesto, el efecto se produce cuando se celebra el acto procesal.

3. Entrega manual: Tratándose de títulos al portador, la cesión opera por la sola tradición de ellos. Se trata de derechos que están al margen de la legislación civil y resultan alcanzados por la normativa específica prevista en el Derecho Comercial.

Efectos entre partes.

La transmisión del crédito. Momento a partir del cual opera- Basta con el solo consentimiento de las partes para que el contrato de cesión produzca sus efectos de pleno derecho. Así lo dispone el Art. 1457. Los efectos entre las partes se producen a partir de la celebración del contrato. De allí que, si después de acordada la cesión (y antes de notificarla al deudor cedido o de ser aceptada por éste) el cedente cobrara el crédito, estará obligado a entregar dicha utilidad al cesionario. Luego de la notificación o aceptación de la cesión, el cedido queda involucrado por la transmisión del crédito, pues debe pagarle al cesionario.

Contenido de la cesión- La transmisión comprende al crédito principal con todos sus accesorios y garantías, reales y personales, y también la fuerza ejecutiva que eventualmente emane del título. El cesionario ocupa la misma posición jurídica que del cedente. También se trasmiten al cesionario todas las restricciones, cargas y vicios del derecho cedido. Si la cesión es sólo parcial, rige lo dispuesto por el Art. 1475: el cesionario parcial de un crédito no goza de ninguna preferencia sobre el cedente, a no ser que éste le haya acordado expresamente la prioridad, o le haya de otra manera garantizado el cobro de su crédito.

Medidas conservatorias del crédito- Hasta tanto opere la notificación de la cesión o su aceptación por el deudor cedido ambas partes pueden adoptar las medidas conservatorias que sean necesarias para que el crédito no se perjudique.

Obligaciones del cesionario- El mismo quedará obligado en la misma manera y con alcances similares al de un comprador, un copermutante o un donatario.

Obligaciones del cedente- Entregar al cesionario el título de crédito, si lo hubiere; Notificar al deudor cedido; Pagar los gastos de la cesión; Responder por la garantía de evicción si la cesión es a título oneroso.

Garantía de evicción y saneamiento- Cuando es a título oneroso la ley impone en forma dispositiva al transmitente la garantía de evicción y saneamiento.

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El cedente de buena fe responde ante el cesionario por la existencia y legitimidad del crédito al tiempo de la cesión. Si el crédito cedido no existiera al tiempo de la cesión, el cesionario tiene derecho a la restitución del precio pagado, con indemnización de pérdidas o intereses. En caso de insolvencia del deudor cedido y de sus fiadores, en principio el cedente no garantiza la solvencia del deudor cedido, ni responde en caso de insolvencia. Responde por dicha solvencia sólo si hubiera asumido expresamente el lea de insolvencia; cuando ésta fuese anterior y pública; o si el cedente fuese de mala fe, y hubiere cedido su crédito sabiendo que era incobrable. En este último caso el cesionario podrá exigir la diferencia del valor nominal del crédito cedido y el precio de la cesión y la reparación de todo otro perjuicio que le haya sido causado.Cuando es a título de donación, la garantía de evicción está excluida.

Efectos respecto a terceros.Quedan incluidos entre los terceros el deudor cedido, los acreedores del cedente, otros cesionarios sucesivos del mismo crédito, el titular de un derecho de prenda sobre ese crédito cedido, que lo adquiere después de la cesión y ante que el traspaso le resulte oponible, etc.

Notificación y aceptación de la cesión- Los efectos se producen desde el momento mismo de celebración del contrato. Pero el contrato no es oponible a terceros hasta tanto no medie notificación o aceptación de la cesión. Sin la notificación, la cesión carece de efectos respecto del deudor cedido y respecto de cualquier tercero que tenga interés legítimo en contestar la acción. La exigencia de notificación se justifica, pues a tenor de ella, puede saber a quien realizar el pago.La notificación es el acto jurídico unilateral por el cual se comunica el traspaso del crédito al deudor cedido haciéndole saber sus términos en lo sustancial. La aceptación consiste en la manifestación o tácita, que emana del deudor cedido, por la cual éste toma conocimiento de la cesión realizada. Aceptar la cesión no significa consentirla o prestarle conformidad. La misma puede ser realizada por cualquiera de las partes, cedente o cesionario, o por ambas conjuntamente.La misma debe ser dirigida al deudor o a su representante legal o convencional con facultades suficientes. Habiendo pluralidad de deudores, si la obligación es simplemente mancomunada, divisible o indivisible, la notificación deberá hacerse a cada uno de ellos. Cuando la obligación es solidaria, la notificación practicada a cualquiera de los codeudores hace que la cesión sea oponible a los demás. No se requiere ninguna formalidad especial, por lo que la comunicación o manifestación puede realizarse por medio de instrumento privado o público, o inclusive verbalmente. Luce aconsejable adoptar las vías pertinentes que permitan luego su debida acreditación. Es suficiente, con que se haga saber al deudor cedido de la convención realizada en sus aspectos sustanciales, de suerte que pueda individualizar claramente cual es la obligación transmitida, la identidad y domicilio del cesionario, la fecha del contrato de cesión y todas las demás referencias.Para que ella tenga efectos respecto de otros terceros, debe cumplirse con el recaudo formal del Art. 1467 in fine, por lo que tienen ser instrumentadas por acto público (carta documento, telegrama colacionado, o instrumento privado con fecha cierta, etc.)La notificación causa el embargo del crédito a favor del cesionario (Art. 1467). Ello produce como efecto que el deudor cedido no pueda exonerarse pagando al acreedor originario.

Efectos de la cesión de créditos entre cedente y deudor cedido- No habiendo notificación o aceptación de la cesión, salvo el supuesto del art. 1462, el pago efectuado por el deudor cedido al cedente es válido y oponible al cesionario, y permite al primero liberarse del cumplimiento de la obligación (Art. 1468).Después de realizada la notificación o aceptada la cesión por el deudor cedido, ésta deberá abstenerse de pagarle al cedente, ya que el acto solutorio solo puede ser realizado a favor de quien es su verdadero acreedor: el cesionario.

Efectos entre el cesionario y el deudor cedido- La cesión desplaza los derechos del acreedor originario hacia el cesionario, quien puede: realizar los actos conservatorios del crédito que estime pertinentes; reclamar el pago de la deuda, con todos sus accesorios; ejercer los derechos y facultades que el crédito confiere en materia de garantías.

Conflicto entre cesionario-. Puede ocurrir que una persona ceda totalmente un mismo crédito a diversos cesionarios, hipótesis en la cual se plantea un conflicto de cesionarios concurrentes que requiere ser dilucidado. ¿Cuál de ellos debe ser preferido? La solución surge del Art. 1470. El primero que notifica la cesión obtiene la aceptación del deudor cedido. Puede suceder que varios cesionarios sucesivos notifiquen o acepten la cesión el mismo día (Art. 1466). En tal caso, opera el fraccionamiento de la titularidad del crédito entre los distintos cesionarios, que están legitimados para reclamar al cesionario solamente su cuota parte, siempre que la prestación sea divisible.

Conflicto entre el cesionario y otros acreedores embargantes del crédito cedido- Los acreedores del cedente también son terceros interesados, pues quien cede un crédito disminuye su patrimonio como prenda común de los acreedores. Hasta tanto la cesión de crédito no haya sido notificada o aceptada por el deudor cedido, los acreedores del cedente están legitimados para embargar el crédito cedido (Art. 1471). Puede, en tales circunstancias, suscitarse conflicto entre el cesionario, que pretende cobrar el crédito que le ha sido transferido por el cedente, y el acreedor de éste último, que ha trabado un embargo sobre el mismo. ¿Quién debe ser preferido? (Art. 1465). Si el embargo es anterior a la notificación o aceptación fehacientemente de la cesión, será preferible el embargante, ya que no hay técnicamente traspaso del crédito.Si el embargo es posterior a la notificación o aceptación fehacientemente de la cesión, el mismo resulta tardío y no impide ni afecta la adquisición del derecho de crédito por el cesionario. El crédito ha salido del patrimonio del cedente de manera irreversible.

Asunción de deudasLa transmisión del crédito no genera mayores inconvenientes, pues la situación del deudor no varía por el hecho de cambiar su acreedor. Pero, al transmitir una deuda, al acreedor no le resulta indiferente la persona de su deudor. No es lo mismo tener como deudor una persona solvente que una insolvente. Las dificultades que la transmisión de la deuda encierra debe conducir a precisar en qué condiciones y con arreglos a qué pautas ella debe ser admitida, sin desmedro de los derechos del acreedor, de terceros y sin alteración sustancial de la relación obligatoria.

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Se denomina traspaso de deudas al fenómeno por el cual se transmite a un tercero la calidad de deudor, sin extinción de la obligación primitiva, en virtud de un convenio modificatorio.

La cuestión en el derecho argentino.Nuestro Código Civil no ha legislado sobre la transmisión de deudas. La doctrina nacional de manera dominante entiende, que por aplicación del principio de la autonomía de la voluntad, nada impide que los particulares transmitan las deudas, sin necesidad de recurrir a la novación, con alcances variables según el contenido que ellas asignen al acuerdo.El convenio de transmisión de deudas sólo produce efecto entre partes y no puedo ser opuesto a terceros en perjuicios de sus intereses.

Clases.

Asunción privativa de deudas- En esta clase, también llamada liberatoria, el deudor primitivo (cedente) queda liberado, siendo sustituido en el polo pasivo de la obligación por el nuevo deudor (cesionario). Los efectos deben producirse con la conformidad plena del acreedor. Puede alcanzarse por dos vías: Mediante un acto trilateral en el que intervienen como partes el deudor (cedente), el nuevo deudor (cesionario) y acreedor cuyo crédito es cedido.Mediante un acuerdo celebrado entre el antiguo deudor (cedente) y el nuevo deudor (cesionario), que es luego aprobado por el acreedor. Si el acreedor no lo aprueba, la cesión de deudas le resulta inoponible. Sin embargo, el contrato vale entre partes, por lo que el cesionario queda obligado internamente frente al cedente a cumplir lo pactado.

Asunción acumulativa de deudas- En este supuesto el deudor originario no queda liberado. Constituye accesión convencional de deudas, de carácter acumulativo. El tercero se incorpora a la obligación junto al deudor originario, por lo que acreedor dispone ahora de dos obligados concurrentes. Esa consunción puede darse por acuerdo directo entre el acreedor y el tercero, lo cual configura un supuesto de expromisión simple.

Asunción interna o promesa de cumplimiento- Es un convenio celebrado entre el deudor y el tercero, por el cual éste asume el deber de liberarlo de las responsabilidades de la obligación. Se trata de una relación interna entre dichas partes, a la que es ajeno el acreedor. Por consiguiente, no puede ser invocada por él ni tampoco serle opuesta. El tercero sólo queda obligado frente al deudor. Esta asunción interna puede convertirse en una verdadera asunción de deudas si las partes dan intervención al acreedor y éste acepta el cambio de deudor.

Capacidad, forma y prueba.En todas las especies de asunción de deudas, es preciso que el nueve deudor tenga capacidad para obligarse. La cesión de deudas debe ser realizada por escrito, pudiendo ser materializada en instrumento público o privado. Excepcionalmente, debe ser instrumentada en escritura pública.

Efectos.

Efectos de la asunción privativa o liberatoria de deuda- Una vez operada la asunción privativa de deudas: a) El deudor cedente se libera de la obligación, quedando el nuevo deudor (cesionario) como único obligado frente al

acreedor.b) El acreedor sólo puede accionar contra el cesionario de deuda y no contra el cedente. c) El cesionario de deudas puede oponer al acreedor todas las defensas y excepciones de que disponía el acreedor

primitivo.d) El cesionario de deudas puede también hacer valer las excepciones y defensas propias que él tenga, contra el

acreedor.e) Las garantías reales y personales constituidas por terceros únicamente subsisten si los garantes otorgan su

consentimiento. Dicho consentimiento debe ser expreso o surgir tácitamente de actos de manera inequívoca. f) En cambio, salvo pacto en contrario las garantías constituidas por el antiguo deudor y las obligaciones accesorias a su

cargo se mantienen.

Efectos de la asunción acumulativa de deudas- El deudor originario no queda liberado. El tercero ingresa al vínculo obligacional en calidad de obligado concurrente con aquél, por lo que el acreedor puede reclamar el cumplimiento íntegro de la prestación a ambos.

Efectos de la asunción interna- El acreedor es tercero ajeno al convenio de asunción internamente celebrado entre el deudor y el tercero. De allí que sólo puede ejercitar las acciones de que dispone contra su deudor. El acuerdo de asunción interna de deudas, produce efectos entre quienes fueron partes en el mismo, por lo que, en caso de inejecución, el deudor puede ejercitar las acciones pertinentes orientadas a su cumplimiento o, resolverla por incumplimiento, más los daños y perjuicios que deriven de tal situación.

Reconocimiento de la obligaciónEl reconocimiento de una obligación es la declaración por la cual una persona reconoce que esta sometida a una obligación respecto de otra (Art. 718). El reconocimiento de obligación tiene gran importancia en el plano probatorio, particularmente en aquellos casos en las cuales se ha extraviado el título original o cuando el mismo no existe, pues permite mitigar esa pérdida y, acreditar la existencia de la obligación. Presenta transcendencia, en cuanto importa un acto interruptivo de la prescripción liberatoria, emanando del deudor.

Reconocimiento abstracto de la deuda y reconocimiento declarativo.

a) El reconocimiento abstracto, es aquel que se desvincula de la causa y funda el nacimiento de una obligación, cuya existencia es independiente de la causa.

b) El reconocimiento causal o titulado, también denominado declarativo, exige siempre la presencia de la causa eficiente de la obligación reconocida y actúa como medio comprobatorio de su existencia.

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Para reconocer la existencia de una obligación, es condición necesaria que ella exista previamente.

Nuestro sistema es netamente declarativo. Si el acto del reconocimiento agrava la prestación original o la modifica en perjuicio del deudor, debe estarse simplemente al título primordial, si no hubiese una nueva y lícita causa de deber (Art. 723).

Naturaleza jurídica.Según la doctrina mayoritaria, se trata de un acto jurídico unilateral, por medio del cual se emite una declaración de voluntad destinada a producir ciertos efectos jurídicos y, a admitir la existencia de una obligación, para estar, a las consecuencias que conforme a derecho correspondan.Según otra opinión, se trata de un hecho jurídico, al que la ley atribuye consecuencias jurídicas con independencia de la finalidad querida por las partes. Están quienes admiten que puede ser, según los casos un acto jurídico (cuando el deudor reconozca la deuda y se someta a ella) o un mero hecho jurídico (cuando sirva como efecto interruptivo de la prescripción).

Requisitos.El reconocimiento está sujeto a todos los requisitos que son propios de los actos jurídicos (Art. 729):

a) Debe existir voluntad de reconocer por parte del sujeto, libre de vicio o defectos invalidantes (dolo, error, etc.) debidamente manifestada. No es preciso que quien reconoce una deuda tenga intención a someterse a ella. La voluntad de reconocer tiene que manifestarse en forma expresa o tácita. Si es tácito, debe resultar de un comportamiento del deudor que revele la intención de reconocer la deuda.

b) Es preciso que éste tenga capacidad para cambiar válidamente el estado de su derecho. Se exige la capacidad necesaria para contraer obligaciones.

c) Se requiere que el objeto del acto de reconocimiento sea lícito. El mismo está constituido por la obligación preexistente que es reconocida.

d) La causa final del acto de reconocimiento deber ser lícita.

Caracteres.Es un acto unilateral, pues en su formación sólo interviene la voluntad del deudor, con abstracción de la del acreedor. Es irrevocable, pues una vez realizado no puede ser aplicado unilateralmente por el deudor, ni privado de sus efectos. Es más controvertido el reconocimiento que se realiza por testamento. ¿Puede dejar luego ser dejado sin efecto, en caso de revocarse este último? ¿O la irrevocabilidad del reconocimiento impide dicho efecto? La doctrina mayoritaria se inclina por la primera respuesta.: El reconocimiento de una deuda, hecho en testamento, es reputado como un legado mientras no se pruebe lo contrario, y puede ser revocado por una disposición ulterior (Art. 3788). Si se acredita que el reconocimiento de deuda no era una liberalidad, sino que respondía a una verdadera causa de obligación, la manifestación testamentaria devenga irrevocable.Es un acto declarativo de derechos. Así lo dispone el Art. 723: Si el acto de reconocimiento agrava la prestación original, o la modifica en perjuicio del deudor, debe estarse simplemente al primordial, si no hubiese una nueva y lícita causa de deber.Es un acto jurídico no formal, alcanzado por el principio general de libertad de formas. Excepcionalmente, la comprobación de la existencia de una obligación puede estar sujeta a una formalidad solemne relativa, tal lo que sucede cuando la obligación reconocida debe ser instrumentada por instrumento público.Es de interpretación estricta. En caso de duda, habrá de estar por la inexistencia de tal reconocimiento.

Efectos.

Prueba de la obligación- El principal efecto es el de actuar como medio de prueba que acredita la existencia y entidad de la obligación, con las consecuencias positivas que derivan de tal circunstancia para el acreedor. El reconocimiento no modifica por sí solo la situación de la obligación original. Como consecuencia, si mediaren diferencias entre el título del cual emana la obligación, y el acto de reconocimiento, respecto del contenido y alcance de la misma, habrá que otorgar primacía al primero.¿Qué sucede cuando el título nuevo, en el que consta el reconocimiento no agrava la obligación originaria, sino que la disminuye?Pizarro cree que también aquí cabe dar primacía al título originario, pues constituye el documento en el cual la deuda está determinada, cualitativa y cuantitativamente, presentando un valor probatorio superior.

Acatamiento del vínculo obligatorio- El reconocimiento de la obligación importa algo más que confesar la existencia de una obligación. Significa, también, un acatamiento o sumisión al vínculo jurídico, que denota plena voluntad de mantener viva la relación, conservándola. De allí que provoque la interrupción del curso de la prescripción liberatoria.

Especies.

Reconocimiento expreso- Es aquel “que se practica con la intención de hacer constar la existencia de la obligación”. En él, la voluntad se manifiesta de manera inequívoca y concreta. El Art. 722 determina que “el acto de reconocimiento debe contener la causa de la obligación original, su importancia, y el tiempo en que fue contraída”. ¿Qué alcance cabe asignar a dicha norma? Si se omite mencionar la causa fuente de la obligación, el reconocimiento igualmente acredita la existencia de la obligación, atento al principio de presunción de existencia de causa que consagra el artículo 500. Si lo que se ha omitido es la referencia al objeto, tal situación seguramente obstará a su eficacia como tal, hasta tanto no permitan individualizarlo. Las mismas conclusiones son predicables cuando lo silenciado es la fecha en que la obligación fue contraída. En caso de haberse omitido indicar la fecha de la obligación, no se podría determinar si cuando se practica el pretendido reconocimiento éste asume o no carácter interruptivo de la prescripción.

Reconocimiento tácito- El reconocimiento tácito es aquel que surge de los hechos de conducta obrados por el deudor, si persuade con certidumbre acerca de su voluntad de admitir la existencia de la obligación. Art. 721: “El reconocimiento tácito resultará de pagos hechos por el deudor”.

Extinción de las Obligaciones

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La extinción es un momento necesario que marca el fin de la vida de la obligación. Esto importa que el deudor recupere toda su libertad, y que el acreedor pierda el derecho.Los principales modos extintivos están enunciados en el Art. 724, que dispone que las obligaciones se extinguen: Por el pago.Por la novación.Por la compensación. Por la transacción.Por la confusión.Por la renuncia de los derechos del acreedor.Por la remisión de deuda.Por la imposibilidad de pago.La enumeración es meramente ejemplificativa, lo cual surge incluso de la propia nota al artículo, en la que también se nombran medios como la condición y el plazo resolutorio, de las que surjan de actos nulos y de la prescripción.A estos la doctrina suma otros modos extintivos, tales como la muerte (en las obligaciones intuitu personae o que la ley haya declarado intrasmisibles; además de que en las relaciones jurídicas, ocasionada la muerte, ciertos contratos pueden dejar de producir obligaciones, sin perjuicio de las ya gestadas) o la incapacidad sobreviniente (que puede actuar como un modo extintivo de la relación jurídica contractual, aunque sin afectar las relaciones ya existentes; o la incapacidad de una parte cuando la obligación sea inherente a su persona).

PagoEl concepto de pago ha muchas veces sido objeto de controversia. Pago y cumplimiento representan aquí nociones equivalentes.El cumplimiento importa la realización del deber jurídico que pesa sobre el deudor, con su liberación y la satisfacción del interés del acreedor.

Función del pago.Cumple funciones económicas y jurídicas de suma importancia. Sus proyecciones rebasan el plano meramente individual, y se proyectan también a lo social.

Función jurídica- Desde una perspectiva amplia, comprensiva de la relación obligatoria en su totalidad, el pago constituye el modo natural de realización de las expectativas de las partes: satisfacción del acreedor, extinción de la deuda y liberación del deudor. Consume o liquida el vínculo jurídico.

Función económica- Constituye un instrumento adecuado para la transformación del patrimonio, que en forma permanente renueva su contenido a través de créditos y deudas.

Naturaleza jurídica.Depende en gran medida del entorno normativo en que esté emplazado.

El pago como hecho jurídico- Conforme a esta posición, el pago sería un hecho jurídico, por cuanto la producción de sus efectos propios no requiere ni que la actividad del deudor sea voluntaria ni calificada para su destino. Lo esencial en el pago es la conducta del deudor y su adecuación objetiva a los términos del contenido de la obligación.Por tratarse de un hecho jurídico, el pago o cumplimiento produciría los efectos que el ordenamiento le atribuye, no quedando su resultado al arbitrio de ninguna del las partes.Conforme a este criterio, el pago realizado por un incapaz sería válido cuando exista adecuación objetiva entre lo debido y lo cumplido por éste.

El pago como acto jurídico- Conforme a otro enfoque que prevalece en la doctrina nacional, el pago es un acto o negocio jurídico: un acto voluntario, lícito, que tiene por fin inmediato la extinción de la obligación.Se supone, de tal modo, la necesidad de capacidad del que paga y fundamentalmente la presencia de una causa final (animus solvendi).Dentro de esta corriente, se advierten posiciones diferentes:

1. El pago como acto jurídico bilateral: Es bilateral, ya que se requiere del encuentro de dos voluntados y dos declaraciones de voluntad: la del solvens, y la del accipiens.Dentro de esta teoría, se discute si el pago constituiría o no un contrato (en sentido amplio, es decir, incluyendo los actos que modifican o extinguen derechos).Este tema es de importancia práctica, para estipular si son aplicables o no las disposiciones del Código sobre la prueba de los contratos. Se ha objetado a esta posición que las partes no disponen de libertad para estipular el contenido, lo que sí pasa en los contratos, que no es necesaria la presencia de ambos en numerosas obligaciones de hacer y no hacer, que se ve limitada por la regulación probatoria de los contratos, que puede haber pago sin participación del acreedor o aún con ignorancia o en contra de su voluntad, etc.

2. El pago como acto jurídico unilateral: La doctrina mayoritaria en argentina lo considera un acto jurídico unilateral, ya que sólo se precisa de la parte que ejecuta la acción debida.El deudor no sólo tiene el deber de cumplir, sino también el derecho, a tal punto que si el acreedor no presta su cooperación, el deudor puede acudir a la vía del pago por consignación. Ello pone en evidencia el carácter meramente pasivo que desempeña el acreedor inclusive en las obligaciones que requieren su cooperación para el cumplimiento.Así concebido, el pago sólo es obra del deudor, siendo incomputable la voluntad del acreedor, precisada a conformarse con la iniciativa de aquel. La conformidad del acreedor es indiferente si el deudor pagó lo que se obligó a pagar.

Elementos del pago.Es necesario que haya una obligación preexistente, sujetos del pago, objeto y causa final (animus solvendi).

Existencia de una obligación preexistente- Es menester que existe, que sirva de antecedente al pago y cuya extinción se obtenga a través de éste. El pago presupone, de tal modo, algo que se paga, cuya existencia es un presupuesto previo indispensable. Algunos llaman a este requisito causa fuente, pero eso no es correcto porque los actos jurídicos por definición no tienen causa.

Sujetos- Son dos:

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a) Solvens es el sujeto activo del pago, quien se encuentra legitimado para satisfacer la obligación. Por lo general, es el propio deudor, pero en ocasiones puede ser un tercero.

b) Accipiens es el sujeto pasivo del pago, o sea quien lo recibe, sea el acreedor o alguien que no lo sea.

Objeto- El objeto del pago coincide con el de la prestación adeudada. El solvens debe satisfacer el interés del acreedor realizando de manera exacta la conducta proyectada, tanto cuantitativa como cualitativamente. Ordinariamente, eso se alcanza a través de la propia conducta del deudor, pero hay situaciones en que la ley autoriza que sea de otra manera, como en la ejecución forzosa o por un tercero.De si estos conceptos constituyen o no pago, dependerá que el deudor, el las obligaciones recíprocas, pueda exigir el cumplimiento de la de la otra parte.

Causa fin. El animus solvendi- Los partidarios del pago como hecho jurídico prescinden de este elemento.El animus solvendi, puede presentar diferentes modalidades que tienen incidencia para suprimir ciertos efectos que ordinariamente el pago produce. Tal es el caso del pago bajo protesta, o del pago con la salvedad de que no implica reconocimiento o confirmación de deuda.

Legitimación activa.Dispone el Art. 726 que pueden hacer el pago todos los deudores que no se hallen en estado de ser tenido como personas incapaces, y todos los que tengan algún interés en el cumplimiento de la obligación.Se desprende de allí las grandes categorías de legitimados: el deudor, y los terceros (interesados y no interesados).El deudor tiene derecho y deber a pagar, por lo que su legitimación no puede ser discutida.La ley reconoce también a los terceros que tengan algún interés en el cumplimiento de la obligación, en clara referencia a la categoría de tercero interesado, y más aún, a la categoría de tercero no interesado.En tanto el deudor debe pagar, los terceros, pueden hacerlo.

El deudor- Es quien tiene el derecho y deber de pagar espontánea y apropiadamente mientras dure el vínculo jurídico. Puede ser realizado por un representante, legal o voluntario, mientras concurran las circunstancias del pago a cargo del deudor.Habiendo pluralidad de deudores, deben seguirse las reglas de las obligaciones divisibles, indivisibles, simplemente mancomunadas y solidarias. En caso de muerte del deudor, la obligación se transmite a sus herederos.

Terceros- Nada obsta a que en determinadas circunstancias puedan inmiscuirse en la vida obligacional sujetos que, sin ser partes, asumen el rol de solvens: los terceros.Su fundamento estaría en que no es tan importante quien paga, sino el hecho del pago. Además sería abusivo e injusto que un tercero que puede ver afectado algún derecho por el incumplimiento no pueda satisfacer el interés del acreedor. Por último, jugaría aquí el interés social que existe en que las obligaciones se cumplan.

1. El principio y la excepción: Salvo que la calidad y circunstancias de la persona del deudor se hayan contemplado de manera específica en el momento de generar la obligación, lo que la ley coloca en primer plano es el cumplimiento de la obligación. Esto surge claramente de los Art. 729 y 730. De este modo, la regla es que procede el pago por terceros, y la excepción serían las obligaciones intuitu personae.

2. Naturaleza jurídica: La ejecución de la prestación debida por un tercero no es estrictamente un pago, ya que el denominado cumplimiento del tercero no extingue la obligación ni provoca la liberación del deudor, quien continúa obligado, sólo que frente a un acreedor distinto: el tercero que ejecutó la prestación.Satisfacción del acreedor y extinción con constituyen entonces dos fenómenos necesariamente amalgamados.

3. El animus del tercero: El tercero debe realizar la prestación con la intención de cumplir una deuda ajena como tercero. Cuando falte el animus solvendi, o cuando el tercero paga considerándose deudor, se genera pago de lo indebido que justifica su repetición.

El tercero interesado- Sobre quién es el tercero interesado existe controversia. La mayoría opina que es quien, no siendo deudor, puede sufrir un menoscabo (patrimonial o moral) en un interés legítimo, propio, si la prestación no es cumplida por el deudor.Una concepción mas restringida buscaría al tercero interesado en aquel que sufriría un perjuicio cuando al deudor le sea ejecutado un determinado bien a raíz del incumplimiento.Para otra perspectiva, son aquellos que puedan obtener algún beneficio del cumplimiento.Para una última opinión, claramente más amplia, sería tercero interesado todo aquel que pueda invocar un interés lícito en el cumplimiento de la obligación. No se requiere, de tal modo, un perjuicio, sino que basta con un beneficio no reprobado por la ley, la moral o las buenas costumbres.

Son ejemplos de terceros interesados quien constituye una garantía real sobre un bien propio para asegurar una deuda ajena, el acreedor que paga a otro que es preferente, etc.En cambio, no son terceros interesados los codeudores solidarios o indivisibles, porque ellos deben satisfacer la totalidad de la deuda debida.

Tercero no interesado- Es aquel que, sin tener ningún interés en el cumplimiento de la obligación, ejecuta la prestación. Se lo define por oposición al tercero no interesado.Habrá que ponderar desde el ángulo jurídico si existe o no un interés que justifique su acción solutoria.

Modo de actuar del tercero- Dice el Art. 729 que el tercero puede realizar la actividad solutoria tanto en nombre propio como en nombre del deudor. Cuando actúa en nombre de otro, quien ejercita la actividad solutoria no quiere asumir la titularidad de la actuación, no es sujeto de los efectos del pago. Existe entonces una actuación formal, pero no sustancial.En cambio, la actuación en nombre propio es formal y sustancial, hay una voluntad de ser titular del acto.La doctrina nacional entiende que a los fines de los efectos del pago por un tercero, resulta irrelevante si actúa a nombre propio o del deudor, ya que las razones que lo autorizan a pagar no tienen vinculación con ello.Cuando el tercero paga la deuda de otro, debe dar aviso al deudor a fin de que tome conocimiento del hecho y no ejecute nuevamente la prestación.

Oposición al pago por un tercero-

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1. Oposición por el acreedor: Salvo en las personalísimas, el acreedor está obligado a aceptar el pago efectuado por un tercero. En caso de mediar oposición injustificada, se produce la mora creditoris y el tercero queda legitimado para consignar judicialmente. Para algunos, si el tercero fuese no interesado, no tendría el derecho de pagar, por lo tanto el acreedor aceptaría el pago o no sin inconvenientes.

2. Oposición por el deudor: En principio, ella no impide ni afecta la eficacia del acto. Sin embargo, tratándose de terceros no interesados, el Art. 767 Inc. 3 otorga importancia a la negativa del deudor, ya que prohíbe el ejercicio del pago por consignación.

3. Oposición conjunta de acreedor y deudor: La doctrina clásica sostiene que cesa el derecho de los terceros a pagar en tales circunstancias. Sin embargo, tratándose de terceros interesados, ni aún esta oposición podría impedir el pago. Sí sucedería en cuanto al tercero no interesado.

Diferencia en los regímenes de terceros interesados y no- Conforme algunos autores, la diferencia radicaría en que al interesado, el ordenamiento normativo le otorga el derecho de pagar, con base en la doctrina del abuso del derecho, aún contra la voluntad del deudor, el acreedor o ambos. Obviamente tiene también capacidad para utilizar el pago por consignación. Los terceros no interesados, en cambio, carecen del ius solvendi, por lo que sólo están habilitados a pagar en la medida en que el acreedor acepte el pago voluntariamente.Para otra corriente, la distinción entre terceros no tendría mayor realce, y otorga al tercero no interesado el ius solvendi. Este derecho sólo cesaría en el caso de oposición del acreedor y del deudor conjuntamente.

Efectos del pago por un tercero.No es estrictamente cumplimiento de la obligación, toda vez que la deuda subsiste pendiente de ejecución por el deudor.No obstante ello, la ejecución de la prestación por un tercero determina la satisfacción del acreedor, quien queda desinteresado y transmite tal calidad al tercero. La deuda subsiste impaga y sólo cambia el acreedor.

Relaciones entre el tercero y el deudor- Por regla general, efectuado el pago por el tercero, el deudor queda obligado frente a éste, quien tiene derecho de exigir el reintegro de lo pagado. Debe distinguirse a la hora de hacer las acciones de reembolso si el pago se hizo con consentimiento, con ignorancia o contra la voluntad del deudor.En los casos del pago con asentimiento del deudor, el tercero tiene dos opciones: la primera es el reintegro por la aplicación de reglas del contrato de mandato. En tal caso, el tercero que ejecuta la prestación tiene el derecho a recibir el valor de lo que hubiese dado en pago (Art. 727). Por aplicación de las reglas del mandato, no importa a los fines de la acción de reembolso, si la deuda era válida, exigible o inferior al monto desembolsado.La otra opción es el reintegro por aplicación de las reglas del pago con subrogación. Aquí, el tercero se subrogaría legalmente los derechos del acreedor, de suerte que pasan a él todos los derechos, acciones y garantías, hasta la concurrencia de la suma efectivamente desembolsada.Dado que el crédito es uno sólo, el tercero deberá intentar la acción que sea más conveniente, con lo cual la otra queda agotada por consunción.

Si se pagó con ignorancia del deudor, se configura una gestión de negocios, que autoriza a repetir del dueño del negocio todos los gastos que la gestión le hubiese ocasionado, con los intereses desde el día que los hizo . Pero el tercero puede ejercitar la acción de reembolso en la medida en que haya sido útil al deudor.El tercero debe dar aviso del pago al deudor. Si no lo hiciere y el deudor a su vez pagare, el tercero carecería de toda acción contra el deudor, si bien conservaría su derecho de repetir lo pagado al acreedor.

Si el pago se hace contra la voluntad del deudor, en el derecho romano y la vieja legislación española se le negaba el derecho al reintegro. Vélez siguió el sistema francés y admitió que quien lo hace tiene el derecho de reintegro en la medida en que fue útil al deudor. Se aplican así las reglas del enriquecimiento sin causa.Cuando se trata de terceros no interesados que pagan con oposición del deudor, la subrogación legal por pago es improcedente, pero tiene aún el enriquecimiento sin causa.

El tercero que pague antes del vencimiento del plazo suspensivo, sólo puede pretender el reembolso una vez vencido el plazo.

Efectos entre el tercero y el acreedor- En principio, el acreedor no está facultado para rechazar el pago efectuado por el tercero, siempre que haya habido plena identidad entre lo debido y lo pagado, y lo haga como tercero y no pretenda irrogarse la condición de deudor.

Relaciones del deudor con el acreedor- La ejecución por un tercero importa satisfacción del acreedor, quien queda desinteresado. Dicha ejecución no importa para el deudor reconocimiento de la deuda, ni vale como acto de confirmación tácita de la obligación nacida de un acto anulable.

Legitimación pasiva.Tienen la legitimación pasiva el acreedor, que es el destinatario natural del pago (y lógicamente el representante) y el tercero habilitado para recibir el pago.

El acreedor. Distintos supuestos.Según el Art. 731, el pago debe hacerse a la persona a cuyo favor estuviese constituida la obligación. Habiendo pluralidad de acreedores, habrá que tener en cuanta si la obligación simplemente mancomunada de objeto divisible (en cuyo caso el pago se hará a cada uno según su cuota parte) o solidaria o de objeto indivisible (en cuyo caso el pago se hará íntegro a cualquiera, salvo que medie principio de prevención).El ius accipiendi es transmisible mortis causa, si es divisible en la porción de la herencia de cada uno; o a título singular, en cuyo caso el pago debe realizarse a los cesionarios o subrogados.También puede recibirlo el representante, sea de origen convencional, legal o judicial.

Tercero habilitado para recibir el pago.Existen tres supuestos: el adjectus solutionis gratia, el tenedor de un título al portador y el acreedor aparente.

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El pago al tercero indicado para recibir el pago o adjectus solutionis gratia- Lo habilita el Art. 731 Inc. 7. Se trata de una figura de importancia en el derecho romano, donde no se conocía la figura de la representación. En nuestros tiempos ha perdido utilidad sustancialmente frente a ella.El adjectus debe aceptar el beneficio y notificar al deudor. Una vez aceptada, el acreedor no puede revocar la designación. Está legitimado para recibir en su propio beneficio el pago realizado por el deudor, aún mediando oposición del acreedor, y más allá de los acuerdos internos que tenga con éste.El adjectus tiene derecho a reclamar judicialmente el cumplimiento de la prestación, y su derecho se transmite a sus herederos.

Tenedor de títulos al portador- El Art. 721 Inc. 6 dice que el pago debe hacerse al que presentase el título de crédito, si éste fuese de pagarés al portador, salvo el caso de hurto (que fuese conocido por el deudor) o de graves sospechas de no pertenecer el título al portador.

Acreedor aparente o poseedor del crédito- Es aquel que en forma ostensible y pacífica se comporta aparentemente como acreedor a través de actos que inconfundiblemente revelen tal calidad, sin que efectivamente lo sea.Debe ser pacífica, es decir que no se controvierta o impugne su condición de acreedor, y debe ser pública, es decir, que ostente la condición frente a la generalidad de la comunidad.Para que este pago proceda, además, es necesaria la buena fe del solvens, que lo cree verdadero legitimado pasivo, a través de un error de hecho excusable.Dicho pago es eficaz frente al acreedor verdadero, provoca la extinción de la obligación y el acreedor no puede ir contra el deudor, pero sí contra el acreedor aparente, contra quien tiene ahora un crédito.Cuando el acreedor aparente es de mala fe, la cuestión transita por el plano de la responsabilidad civil extracontractual, por dolo o culpa.

Objeto del pago.Sólo a partir de la conducta debida podrá identificarse el objeto del pago con el objeto de la obligación.

El principio de identidad- Representa la adecuación cualitativa del cumplimiento prestacional a la conducta debida objeto de la obligación: adecuación entre la prestación proyectada y la prestación realizada. Esto surge de los Art. 740 y 741.Acreedor o deudor no pueden modificar unilateralmente el objeto de la obligación: el deudor no puede otorgar una prestación diferente, aún de mayor valor, ni el acreedor exigir algo distinto de lo debido; aunque nada opte que se pacte una transacción o dación en pago.Antes de la ley de convertibilidad, se contaba como excepción que en las obligaciones de dar sumas de dinero podía entregarse otra especie de moneda nacional en vez de la pactada o si se pactaba en moneda extranjera podía saldarse con moneda nacional. Ambas excepciones fueron derogadas.La única excepción que subsiste es la de las obligaciones facultativas.

El principio de integridad- Traduce la idea de un pago completo. Permite incluir todo aquello que cuantitativamente ha sido programado en la obligación y está comprendida dentro de ella. De los Art. 742 y 744 surge con claridad que el deudor debe cumplir con la prestación íntegramente, con todos sus accesorios, por lo que el acreedor puede rechazar una pretensión de pago fraccionada.Este principio reconoce excepciones. Ellas pueden ser voluntarias, cuando las partes han pactado pagos parciales, haciendo regir la autonomía de la voluntad; o por disposición de ley, por ejemplo cuando se exige la parte líquida de la deuda (la que se sabe cuánto es, quedando la parte ilíquida para pagar más adelante), o cuando hay imputación legal de pagos. Por último, el fraccionamiento puede ser por disposición judicial, base normativa de por medio.

Propiedad de la cosa con que se paga- Cuando a través del pago deba transferirse el dominio de una cosa cierta, es menester que el solvens sea propietario y tenga facultad para enajenarla. Así lo exige el Art. 738.Conforme a una doctrina absolutamente mayoritaria, el pago de una cosa cierta ajena, es anulable de nulidad relativa, por el principio de Nemo plus iuri.

Las circunstancias del pago: El lugar de cumplimiento.El escenario en que ha de actuarse el cumplimiento del vínculo y constituye uno de los requisitos de exactitud del cumplimiento. Sirve para determinar si el cumplimiento se ha realizado de manera adecuada, determinar la ley aplicable en el derecho internacional privado, generalmente tiene incidencia para determinar la competencia del juez de la controversia, etc.

El principio general- El Código Civil consagra un principio de carácter supletorio y residual: cuando de la volunta de las partes, de la ley (o los usos y costumbres) no surja un lugar de pago diferente, el pago debe hacerse en el domicilio del deudor.

Excepciones- Por un lado, las partes pueden libremente fijar el domicilio de pago, en ejercicio de la autonomía privada. La determinación puede ser inicial o darse durante el transcurso de la obligación, expresa o tácita.También, el lugar de cumplimiento puede surgir supletoriamente de la letra de la ley. Así, los cuerpos ciertos deben entregarse en el lugar donde estaban al momento del nacimiento de la obligación, los contratos en el lugar de su celebración, etc.

Las circunstancias del pago: El tiempo de cumplimiento.Según el Art. 750, el pago debe ser hecho el día del vencimiento de la obligación.La realización del pago en tiempo propio supone que ni el acreedor puede exigirla antes ni el deudor liberarse antes.A la hora de inferir el tiempo en que la obligación debe ser cumplida, debe considerarse si estamos frente a una obligación pura y simple o sujeta a plazo, determinado cierto o incierto, indeterminado tácito, indeterminado propiamente dicho.En las obligaciones puras y simples la exigibilidad es inmediata, ya que no están sujetas expresa o tácitamente a espacio temporal alguno. El momento de la gestación es el del vencimiento.En las de plazo determinado, indeterminado tácito o indeterminado propiamente dicho una vez fijado el plazo por el juez, se aplica lo dispuesto en el Art. 750.

Prueba del pago.El Código no la ha regulado.

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La carga de la prueba- Como regla, corresponde al deudor que alega el pago acreditar su existencia y entidad, ya que no se presume. El acreedor debe probar la existencia del vínculo jurídico y su entidad cualitativa y cuantitativa.Existen supuestos de excepción, en los cuales quien debe probar la falta de pago es el acreedor. Tal lo que sucede en materia de obligaciones de no hacer, en donde, por tratarse de un hecho negativo, la carga probatoria se invierte.

El objeto de la prueba- El deudor debe acreditar el cumplimiento de la conducta debida y que esta respeta los principios de identidad e integridad.Tal circunstancia de se presume cuando el acreedor no realiza objeciones al recibirlo.

Los medios de prueba- Para los que consideran al pago un contrato, regirían las limitaciones probatorias atenientes a ellos del Art. 1193, que determina que debe ser por escrito y no exclusivamente por testigos. Tiene sin embargo a prevalecer la opinión de que se aplica la libertad de pruebas del Art. 974.

La prueba en las obligaciones de prestaciones periódicas- Dispone el Art. 746 que cuando el pago deba ser hecho en prestaciones parciales, y en períodos determinados, el pago hecho por el último período hace presumir el pago de los anteriores, salvo prueba en contrario.

Efectos del pago.Son las consecuencias que éste provoca en la propia relación entre acreedor y deudor e inclusive respecto de ciertos terceros. Se clasifican en principales (vinculados con la extinción del crédito) y secundarios (los que se proyectan en las relaciones de las partes con independencia de la función cancelatoria).

Efectos principales- El pago produce como efecto esencial la extinción definitiva de la obligación y la consiguiente liberación del deudor. Una vez efectuado, el pago produce efectos definitivos e irreversibles. No están habilitados a dejar sin efecto el pago, ni de común acuerdo, cuando ello vaya en desmedro de los derechos de terceros. Dicha revocación sería anulable por objeto prohibido.El cumplimiento por un tercero, satisface el interés del acreedor, pero no importa cumplimiento en sentido estricto, dado que la deuda permanece impaga y el crédito incumplido.

Efectos secundarios- Ellos son:1. El pago como acto de reconocimiento: El pago importa un reconocimiento tácito de la obligación, sin importar que sea

parcial o total. Tiene importancia ya que interrumpe el curso de la prescripción. Esto no ocurre en el pago por un tercero, salvo cuando actúe con la conformidad del deudor o cumpliendo sus instrucciones.

2. El pago como acto de confirmación tácita del acto inválido: En los actos de nulidad relativa, quien tiene la titularidad de la acción, y habiendo desaparecido el vicio sin incurrir en uno nuevo, el pago importa una confirmación tácita, lo que convierte en válido al acto.

3. El pago como acto de consolidación contractual: En los contratos en que se hubiese pactado cláusula de arrepentimiento, la realización del pago importa un acto que consolida definitivamente el negocio jurídico.

4. El pago como acto relevante para interpretar el contrato: Constituye un elemento fundamental para la correcta interpretación del contrato, con arreglo del principio de buena fe.

Imputación del pago.Es el conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se suscitan entre acreedor y deudor cuando existen varias obligaciones de la misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago que no alcanza a cubrirlas a todas. Se suscita la duda acerca de cuál de dichas acciones será extinguida.

Presupuestos- Se necesitan entonces cuatro presupuestos: varias obligaciones pendientes de pago, esas obligaciones deben nuclear a los mismos sujetos como acreedor y deudor, las prestaciones deben ser de la misma naturaleza y el pago debe ser insuficiente para satisfacerlas a todas.

Imputación de pagos por el deudor y el acreedor- Corresponde en primer lugar al deudor el derecho de elegir la deuda que quiere pagar, así lo estipula el Art. 773.El Art. 775 estipula que si el deudor no elige, estará siendo imputada la que diga el recibo que le extiende el acreedor y que él acepta.

Imputación legal- No mediando imputación directa por el deudor o el acreedor, la propia ley determina las reglas aplicables para dilucidar la cuestión. Este principio viene del derecho romano.Nuestro Código Civil no brinda relevancia alguna a la antigüedad de la obligación, sino que estipula que no expresándose en el recibo del acreedor a qué deuda se hubiese hecho la imputación del pago, debe imputarse entre las de plazo vencido, a la más onerosa al deudor (Art. 778).

Pago por ConsignaciónEn ocasiones el deudor no puede realizar el pago, sea porque el deudor no quiere recibirlo, no puede hacerlo, o no se puede efectuar el acto de forma segura y válida por causas ajenas al deudor.En esos casos, siendo el deudor diligente y aún así no pudiendo cumplir, el ordenamiento le da (y también a los terceros que tengan el derecho a pagar), una herramienta para que lo hagan: el pago por consignación.Lo define el Art. 756 cuando dice: páguese por consignación, haciéndose depósito judicial de la suma que se debe. La definición no es precisa y sería más apropiado decir que el pago por consignación es aquel que satisface al deudor o a quién esté legitimado para sustituirlo, con intervención judicial. Se trata de un modo de realización coactiva del derecho del deudor, quien para liberarse acude a la justicia en procura de vencer la resistencia del acreedor o las dificultades que le impiden efectuar el pago directo.Vélez regulo el pago por consignación como un tipo especial de pago, con intervención judicial. La tendencia moderna, sin embargo, tiende a independizarlo del pago, regulándolo en el plano de la liberación coactiva, es decir, acercándolo a la mora del acreedor.

Caracteres.

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Es un procedimiento de realización forzosa de la prestación que actúa como un subrogado del pago- Se necesita entonces la existencia de la obligación previa y la realización de la conducta debida por parte del deudor.La intervención judicial es su nota particular, pero no lo aleja esencialmente del pago. La consignación debe respetar los principios de integridad e identidad, además del modo, lugar y sujetos.

Excepcional- Procede solamente cuando el derecho del deudor es coartado, por lo que pesa sobre él alegarlo y probarlo.

El facultativo del solvens- Sólo el solvens puede ejercitarlo, pero no está obligado a hacerlo, aún mediando mora del acreedor.

Es un proceso judicial contencioso- El solvens sería el actor, el accipiens el demandado.

Requisitos.Son sus requisitos:

Existencia de una obligación de dar- Es necesario que exista una obligación de dar, cuyo procedimiento variará según sea cosa cierta, suma de dinero, etc.Las obligaciones de hacer escapan a la consignación. Sólo puede hacerse la observación de las obligaciones de hacer que tengan como finalidad entregar algo al dueño, es decir, hay un hacer y un dar. Las de puro hacer no pueden consignarse, como tampoco las de no hacer.En cuanto a las naturales, los que las consideran verdaderas obligaciones no ven obstáculos para que medie consignación judicial, no así los que las consideran meros deberes de conciencia.

El solvens debe hallarse en condiciones de ejecutar la prestación- Es decir que el solvens ya tuviese facultad de cumplir. Si hay plazo suspensivo que esté cumplido, lo mismo con la condición, etc.

Deben concurrir los requisitos que hacen a la exactitud del pago- Así lo estipula el Art. 578. La consignación debe respetar las personas, el objeto, el tiempo, el lugar y el modo. Si estos requisitos no están, el acreedor no está obligado a recibir el pago.En cuanto a los sujetos, todos los que tienen derecho a pagar (codeudores, garantes, fiadores, etc. con capacidad) y a cobrar (para quien también es necesaria la capacidad).Debe respetarse en cuanto al objeto, respetar los principios de integridad e identidad, así como el lugar y tiempo de cumplimiento.En cuanto al modo, que nombra el artículo, muchos lo toman como el mismo tiempo y lugar, es decir, como una repetición inútil, pero Llambías cree ver allí el respeto al principio de buena fe.

Dificultades que obsten al pago directo- Al ser un medio excepcional, sólo corre cuando existe un obstáculo grave que dificulte el pago directo del accipiens.Dispone el Art. 757 que la consignación puede tener lugar: 1º) Cuando el acreedor no quisiera recibir el pago ofrecido por el deudor. 2º) Cuando el acreedor fuese incapaz de recibir el pago al tiempo que el deudor quisiera hacerlo. 3º) Cuando el acreedor estuviese ausente. 4º) Cuando fuese dudoso el derecho del acreedor a recibir el pago, y concurrieren otras personas a exigirlo al deudor, o cuando el acreedor fuese reconocido. 5º) Cuando la deuda fuese embargada o retenida en poder del deudor, y éste quisiera exonerarse del depósito. 6º) Cuando se hubiese perdido el título de la deuda. 7º) Cuando el deudor del precio de inmuebles adquiridos por él, quisiera redimir las hipotecas con que se hallasen gravados.La doctrina admite que la enumeración no es taxativa.

Negativa del acreedor- El acreedor que no realiza su derecho subvierte el normal desenvolvimiento de los efectos de la obligación y no merece el amparo de la ley.Debe tratarse de una negativa injustificada, idónea para provocarle la mora.Hay ciertos hechos que son asimilables con la negativa. Ellos son la denegación de entregar el recibo pertinente, o de insertar en él reservas o salvedades notoriamente improcedentes, que puedan perjudicar al deudor, la negativa injustificada a que el acreedor realice las reservas pertinentes (como pago bajo protesta, etc.), exigencias improcedentes para recibir el pago, la omisión de los actos de cooperación necesarios, etc.La alegación y prueba de la negativa del accipiens, pesa sobre el solvens, ya que la ley presume que el acreedor está a favor de recibir el pago.

Incapacidad del acreedor- La norma contempla el supuesto del incapaz que al tiempo del pago carece absolutamente de representante legal.

Ausencia del acreedor- La norma hace referencia a la simple ausencia, o sea, aquella que opera cuando el acreedor no se encuentra en el lugar donde debe cumplirse la obligación, lógicamente, si no ha dejado una persona facultada para recibir el pago.

El derecho dudoso del acreedor- Cuando el solvens está, de buena fe, en situación de duda, motivada por circunstancias fácticas que tengan idoneidad para hacerlo pensar que el acreedor puede ser una persona a quien se le presenta como tal, y para evitarse pagar mal (lo que lo obligaría a volver a pagar), puede consignar y dejar que el juez decida sobre la identidad del acreedor.

Acreedor desconocido- Cuando sabe que el acreedor existe, pero no sabe quien es (por ejemplo si ha fallecido y no conoce a los herederos), puede librarse consignando judicialmente.

Embargo, retención y prenda de la deuda- De mediar embargo, el acreedor no puede entregar libremente el bien al acreedor, pero puede consignar judicialmente. En el caso de retención de la cosa, se controvierten los alcances de dicha expresión, pero ya sea un concepto sinónimo de embargo, o sea cuando existe una objeción de un tercero a la entrega de la cosa, corre la consignación.El Art. 757 no menciona a la prenda de crédito, pero la doctrina admite que en ese caso también estaría facultado el deudor para consignar.

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Pérdida del título del crédito- Incluye también los supuestos de desposesión ilícita y destrucción total del mismo. El deudor puede consignar para librarse sin los riesgos ulteriores.

Redención de hipotecas- Es el caso de quien compra un inmueble hipotecado y pretende liberarlo del gravamen forzando al acreedor a recibir el pago. En dicho supuesto, corresponde la consignación.Ésta debe realizarse sin desmedro de los intereses del acreedor, por lo que si es realizada antes del vencimiento de la obligación, deba comprender los intereses futuros hasta el vencimiento del término.

Efectos.Dice el Art. 759 que la consignación hecha por depósito judicial, que no fuese impugnada por el acreedor, surte todos los efectos del verdadero pago. Si fuese impugnada, por no tener todas las condiciones debidas, surte los efectos del pago, desde el día de la sentencia que la declare legal.

Perfeccionamiento del pago por consignación- El Art. 759 distingue según ella sea aceptada o rechazada por el accipiens. En caso de que sea aceptada, expresa o tácitamente, surte los efectos del pago desde el momento en que se efectuó el depósito judicial, si se trataba de una suma de dinero, o desde que se practicó la intimación judicial para que se recibiera la cosa, en las restantes obligaciones de dar.

Si la consignación es rechazada por el accipiens por no ajustarse a las condiciones que legalmente debe reunir, es controvertido el momento a partir del cual la consignación declarada procedente produce sus efectos.El Art. 759 determina que surte el efecto del pago desde el día de la sentencia. Esto es a todas luces injusto y no parece sensato, por ejemplo, que los intereses corran durante todo el juicio.Entonces, alguna doctrina entiende que los efectos se retrotraen. Para algunos, hasta el momento del depósito, con lo cual tendría un efecto similar a si hubiese sido aceptada. Otros, en cambio, estiman que produce los efectos desde la notificación de la demanda.Para una doctrina más moderna, el artículo haría referencia al pago que no fue hecho con las condiciones debidas, en cuyo caso, una vez subsanados los efectos, el pago se perfeccionaría desde el día de la sentencia. Ese sería el verdadero espíritu de la ley. Para Wayar, el perfeccionamiento debe darse en el momento en que se subsanan las deficiencias. Si el pago hubiese sido rechazado sin razón, una vez declarada la sentencia, se retrotraería al día del depósito o de la intimación.

Gastos y costas del juicio- Según el Art. 760, las costas serán pagadas por al acreedor cuando aceptase la consignación o fuese vencido en juicio. Estarán a cargo del deudor si éste retirase el depósito o la consignación se juzgase ilegal.Rige de tal modo el principio del vencimiento en materia de imposición de costas, sin perjuicio de que lo tribunales estén facultados para adoptar fundadamente una solución distinta cuando haya mérito para ello.La realidad muchas veces contradice a la aplicación del principio.

Retiro del depósito. Embargos.Mientras se tramita el juicio del pago por consignación, la prestación consignada puede ser objeto de distintas vicisitudes. Si la consignación ha sido declarada válida o aceptada por el acreedor, el deudor no puede retirar el depósito. El acto se vuelve irrevocable y definitivo, cesando el derecho del deudor de retirar unilateralmente el depósito, o aún con acuerdo, en perjuicio de sus codeudores o fiadores.Si aún no fue aceptada o declarada en sede judicial, la propiedad de lo consignado pertenece al solvens, quien aún sigue siendo su dueño.

Retiro del depósito efectuado por el solvens- Nada obsta que así lo haga. El Art. 761 dice que en ese caso la obligación renace con todos sus accesorios. La doctrina critica esta terminología, ya que la obligación no se había extinto. El retiro del depósito no borra ni el efecto recognoscitivo del pago ni la interrupción del curso de prescripción.

Embargo de los bienes consignados- El derecho a retirar el depósito cesa de mediar embargo. Éste puede ser hecho:1. A solicitud del solvens (actor): Cuando lo hace a base de un crédito que tiene contra el acreedor que no puede ser

objeto de compensación legal. Se trata de un embargo formal, ya que los bienes son suyos, y puede retirarlo en cuanto quiera. Si la sentencia rechaza la consignación, el embargo queda sin efecto, ya que los bienes serían del propio embargante.

2. A solicitud del accipiens (demandado): Con ello, él se aferra a la improcedencia de la consignación y afirma la propiedad de los bienes embargados a favor del actor. Por eso, el embargo resulta inoperante si la sentencia da la razón al actor, y los bienes entraran al patrimonio del accipiens. De lo contrario, los bienes quedan en el patrimonio del deudor y el embargo es procedente.

3. A solicitud de un acreedor del demandado: Caben dos posibilidades: Si actúan a nombre propio, el embargo sólo tiene efecto cuando los bienes entran en el patrimonio del demandado, por lo que no obstan al retiro por el actor. Queda sin efecto si se rechaza la demanda.Si actúa por acción subrogatoria, el embargo funciona como si lo hubiera trabado el propio demandado.

4. A solicitud de un acreedor del demandante: El embargo queda subordinado al desistimiento del juicio por el actor o al rechazo de la demanda, e impide que los fondos consignados sean retirados.

Modos de realizar la consignación.

Consignación de obligaciones de dar sumas de dinero- Se requiere de dos pasos: el primero es hacer un depósito judicial de la suma de dinero a la orden del tribunal y a nombre del juicio que deberé promoverse. Debe efectuarse en el Banco Nación o en las respectivas bancas provinciales.En segundo término, debe promoverse la demanda de pago por consignación, ante un tribunal competente.

Obligaciones de dar cosas ciertas- En estos casos el depósito es sustituido por una intimación judicial. Hay también dos pasos: el primero supone una intimación judicial por parte del deudor al acreedor de recibir la cosa debida en el lugar y tiempo oportuno. No es necesario que el solvens deposite la cosa o que se desprenda efectivamente de su posesión. Sin embargo, opera una desposesión jurídica, ya que se deja de poseer y se pasa a tener.Nada impide que el solvens, con autorización judicial, pueda depositarla en otra parte.Si la cosa fuese perecedera, para no perjudicar al solvens que debe mantenerla, se dispone la subasta y el depósito de su producto.El segundo paso es la demanda judicial en caso de la negativa del accipiens a recibir la cosa.

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Consignación de cosas inciertas- Hay consenso doctrinario de que se aplican las normas de las obligaciones alternativas: cuando la elección corresponde al deudor, debe identificar primero la cosa. Cuando corresponde al acreedor, debe intimarse judicialmente la elección, y ante la negativa, el juez facultará al deudor a hacerlo.Una ver efectuada la elección, la obligación queda sometida al régimen de consignación para cosas ciertas.

Pago con SubrogaciónSubrogar significa sustituir. Hay pago con subrogación cuando la prestación es satisfecha por un tercero, quien por esa vía desinteresa al acreedor y toma su posición jurídica, sustituyéndolo en el ejercicio de sus derechos, por ley o convención, hasta el límite de lo efectivamente desembolsado. Así lo establece el Art. 767.Es necesario entonces que se satisfaga total o parcialmente al acreedor, que sea hecho por un tercero con capacidad suficiente, que se ejecute la prestación con fondos que no sean del deudor, que el crédito exista y sea transmisible y que una vez operado el pago subrogatorio, el tercero toma posesión jurídica del ejercicio de los derechos, acciones y garantías.Esta figura se basa en razones de justicia, equidad y orden práctico. Los fundamentos de la legitimación activa son los del pago por un tercero.

Naturaleza jurídica.Se han formulado diversas teoría de por qué obligaciones supuestamente extinguidas por el pago pueden transmitirse a un tercero.

Extinción del crédito principal y traspaso de los accesorios- Sostenida por la antigua doctrina francesa, el pago extinguiría la prestación principal, t sólo se traspasarían son las garantís personales y reales.

Teoría de la cesión de créditos- El pago con subrogación constituiría una cesión de créditos. Esta teoría pierde de vista las claras diferencias entre la cesión y el pago con subrogación.

Teoría de la ficción legal- Señala que el pago extingue la obligación, no obstante lo cual la ley lo considera ficticiamente subsistente, permitiendo su transmisión al solvens. Vélez aceptó esta doctrina en la nota al Art. 767.

Doctrina del pago sui generis- El pago con subrogación constituiría una suerte de pago sui generis. Sus notas esenciales serían que opera un pago con efectos limitados, se produce una trasmisión del crédito mismo y dicha trasmisión es real y no ficticia.

Instituto complejo y dual- En la intimidad del pago con subrogación anida una simbiosis de dos figuras: un pago relativo y una sucesión singular de derechos.

Sucesión a título singular fundada en razones d justicia- Constituye un supuesto específico de sucesión a título singular del derecho de crédito. Es decir, es un modo de trasmisión de las obligaciones y no de extinción.No hay pago en sentido estricto, la deuda subsiste sobre el deudor, sólo que frente a un nuevo acreedor.

Distintas especies.Ateniendo a su fuente, puede ser legal o convencional. Lo dispone así el Art. 767.La subrogación legal puede ser consentida sea por el acreedor, sea por el deudor. La subrogación legal opera ministerio legis.

Subrogación legal.Se trata de un verdadero hecho jurídico, cuyos efectos se plasman a partir de la configuración de los presupuestos fácticos tenidos en cuenta por la norma.Nuestro Código Civil dispone en el Art. 768 que la subrogación tiene lugar sin dependencia de la cesión expresa a favor del acreedor: 1º) Del que siendo acreedor paga a otro acreedor que le es preferente. 2º) Del que paga una deuda a la que está obligado con otros o por otros. 3º) Del tercero no interesado que hace el pago, consintiéndolo tácita o expresamente el deudor, o ignorándolo. 4º) Del que adquirió un inmueble, y paga al acreedor que tuviese hipoteca sobre el mismo inmueble. 5º) Del heredero que admitió la herencia con beneficio de inventario, y paga con sus propios fondos la deuda de la misma.Según la doctrina dominante, la enumeración es taxativa, y requiere interpretación restrictiva.Sin embargo, para otra doctrina, ello no sería así por contradecir a la finalidad y a la naturaleza jurídica de la figura.Existen, además de los supuestos del Art. 768, otros supuestos de subrogación legal, algunos en el mismo Código o en el Código de Comercio o en Leyes especiales.

Acreedor que paga a otro preferente- Se sustenta en la conveniencia general de eliminar a un acreedor que debido a su preferencia no trepida en precipitar una ejecución inoportuna. Es necesario para que se de el caso que quien pague sea acreedor (quirografario o privilegiado) y que a quien pague tenga preferencia sobre él.

Deudor que paga una deuda a la que está obligado con otros y por otros- En el caso de que se esté obligado con otros, el co obligado que paga la totalidad de la deuda se subroga contra sus codeudores. Quedan comprendidos en este caso los codeudores de obligaciones indivisibles y solidarias.El caso de que se este obligado por otros, es por ejemplo el caso del fiador simple, que debe cumplir con la prestación de la deuda por parte del deudor principal. En igual situación está quien otorga una cláusula penal o constituye una hipoteca sobre bien propio para asegurar una deuda ajena.

Pago efectuado por un tercero no interesado con asentimiento o ignorancia del deudor- La extensión otorgada a los efectos no puede considerarse excluyente de los terceros interesados.La subrogación legal solamente no opera cuando medie oposición del deudor, en cuyo caso el tercero no se subroga, y sólo puede intentar la acción del enriquecimiento sin causa.No es importante si el tercero actúa a nombre propio o a nombre del deudor, es preciso que pague sabiendo que no es deudor, y la subrogación no procede en los casos expresamente vedados por ley.

Adquirente de un inmueble que paga al acreedor que tuviese hipoteca sobre el mismo inmueble- Se da cuando el adquirente de un inmueble paga el crédito a quien tenía la hipoteca privilegiada. Se trata de un supuesto excepcional de garantía hipotecaria sobre un bien propio, que la ley admite con la finalidad de cubrir la inversión realizada por el comprador.

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De no existir subrogación legal, el acreedor hipotecario de segundo grado mejoraría su situación, sin razón que lo justifique, a expensas del adquirente.

Heredero beneficiario que paga con dinero propio las deudas de la sucesión- El beneficio de inventario evita la confusión del patrimonio del causante con el patrimonio del heredero.Si el heredero paga con bienes propios deudas de la sucesión, se subroga en los derechos del acreedor que desinteresó. Si no mediara subrogación, se estaría pagando una deuda ajena.

Subrogación convencional.

Subrogación convencional por el acreedor- Dispone el Art. 769 que la subrogación convencional tiene lugar, cuando el acreedor recibe el pago de un tercero, y le transmite expresamente todos sus derechos respecto de la deuda. En tal caso, la subrogación está regida por las disposiciones de la cesión de créditos.Es decir, la subrogación es absolutamente facultativa del acreedor, que está obligado a recibir el pago del tercero (o no), pero no a subrogarlo en sus derechos.Es necesario que se realice un acuerdo de voluntades expresa, ya que es un contrato, efectuado en el momento del pago o con anterioridad al mismo. Tiene la forma del contrato de cesión de créditos y para que sea oponible a terceros, es necesaria la notificación al deudor.

Subrogación convencional por el deudor- La subrogación convencional puede hacerse también por el deudor, cuando paga la deuda de una suma de dinero, con otra cantidad que ha tomado prestada, y subroga al prestamista en los derechos y acciones del acreedor primitivo (Art. 770).La figura no tiene mayor aplicación, ya que si un tercero quiere subrogarse los derechos del acreedor, puede hacerlo pagándole directamente a él, lo cual es mucho más simple.Se necesita una voluntad expresa del deudor de subrogar, que el préstamo que otorgue el tercero conste en instrumento público o privado con fecha cierta y que en el recibo que emita el acreedor conste expresamente que el pago ha sido efectuado con dinero prestado a tal fin por el tercero.

Efectos.El tercero toma la posición jurídica del acreedor saliente. Así, se subroga todos los derechos (totalidad de prerrogativas y facultades propias del derecho de crédito), todas las acciones (entendido en sentido amplio, comprensivo de cualquier pretensión, tal como resolver o rescindir el contrato) y todas las garantías (hipotecas, prenda, etc.Quedan al margen de los efectos de la subrogación por pago los derechos inherentes a la persona o los que por cualquier otra causa no sean susceptibles de ser trasmitidos a terceros.La situación del deudor originario no se modifica. El acreedor primitivo ve satisfecho su derecho.

Comparación con la cesión de créditos.Si bien tienen semejanzas, como ser medios de trasmisión de obligaciones, poseen marcadas diferencias:

a) La cesión tiene la finalidad de realizar el interés individual y social de la circulación del crédito. La subrogación tiende a realizar a favor del subrogante un interés de de recuperación, un reembolso.

b) En la cesión, se puede reclamar el cobro íntegro, en la subrogación sólo hasta lo efectivamente desembolsado.c) La cesión requiere necesariamente del consentimiento del acreedor, no así en la subrogación.d) La cesión es siempre convencional, la subrogación también puede ser convencional.

Etc.

Dación en pagoEn virtud del principio de identidad de pago, el acreedor no puede ser forzado a recibir una prestación distinta de la debida por el deudor; pero nada impide que mediando acuerdo entre acreedor y deudor, éste pueda liberarse ejecutando una prestación diferente a la debida. La dación en pago es, de tal modo, todo acto de cumplimiento de una obligación que, con consentimiento del acreedor, se lleva a cabo mediante la realización de una prestación diferente a la que se había establecido.El Art. 779 establece claramente que lo que se entrega no debe ser dinero. Se trata de una exigencia inadmisible que ha sido criticada y minimizada por la doctrina nacional.

Naturaleza jurídica.Existen diversas teorías:

Modalidad de pago- Para una doctrina, se trataría de una modalidad o variante de pago, caracterizada por el hecho de aceptar el acreedor una prestación diferente a la debida.

Novación objetiva- Constituiría una novación objetiva, en la que se reemplaza lo debido por otra cosa y su cumplimiento es inmediato.

Figura compleja- Cercana a la anterior teoría, la dación en pago constituiría primero una novación objetiva, y luego un pago. Son dos acontecimientos separados pero velozmente unidos.

Efectos.Extinción de la obligación- La dación en pago extingue la obligación con todos sus accesorios. Son aplicables las consecuencias normales del pago.Si lo que se da en pago es un crédito, se regirá por las reglas de le cesión de créditos. Para cierta doctrina, la obligación sólo se extinguiría una vez cobrado el crédito. Para otros, la extinción se produce con la sola cesión, salvo que medie pacto en contrario.Si lo que se entrega es una cosa, se regirá por las reglas de compraventa. Así lo disponen los Art. 781 y 1325.Si el acreedor que recibiese una cosa fuese vencido en juicio sobre la propiedad de esa cosa, tendrá derecho a ser indemnizado como comprador, pero no a hacer renacer la obligación.Si el deudor que da la cosa en pago fuese insolvente, dicho pago puede ser impugnado por los demás acreedores, por romper injustificadamente el principio de pars conditio creditorum.

Pago con beneficio de competencia

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Es el que se concede a ciertos deudores para no obligarlos a pagar más de lo que buenamente puedan, dejándoles en consecuencia lo indispensable para una modesta subsistencia, según su clase y circunstancias, y con cargo de devolución cuando mejore de fortuna (Art. 799).Según el Art. 800, esto se aplica a los descendientes y ascendientes y hermanos (si no hubo causa de desheredación), al cónyuge no divorciado, a los consocios en acciones que nazcan del contrato de sociedad, etc.

Efectos.El deudor debe cumplir en la medida de sus posibilidades, y continuará debiendo, hasta que esté en condiciones de satisfacer la totalidad de la deuda. El beneficio es de carácter personalísimo y excepcional (y por lo tanto no se presume). Quien lo invoque debe demandar judicialmente su concesión, acreditando su legitimación activa.

NovaciónEs la extinción de una obligación por la creación de una nueva, destinada a reemplazarla.Tradicionalmente ha sido considerada como perteneciente al género más amplio de las convenciones o contratos liberatorios, pero en estos años han comenzado a proliferar supuestos de novación legal.El Art. 801 la define erróneamente como la transformación de una obligación en otra. Precisamente, no hay transformación, sino extinción.La novación, según la doctrina tradicional, puede ser objetiva, cuando hay cambio de objeto, o subjetiva, cuando cambian los sujetos. Otras corrientes admiten también la novación por cambio de causa.

Evolución Histórica.Esta figura hunde sus raíces en el derecho romano. Ellos denominaban novatio a la sustitución de una obligación por otra o transposición del contenido de una primitiva en otra nueva. Durante el período clásico, quedaba vedad la novación por cambio de objeto, sólo siendo posible la de cambio de sujeto. Esto cambió en la época de Justiniano. Las Partidas regularon expresamente la novación, la cual podía recaer sobre el objeto (objetiva) o sobre el sujeto (subjetiva).Sin embargo, declinó fuertemente durante el siglo XX, luego del reconocimiento amplio que ha tenido en el derecho moderno la trasmisión de créditos y de deudas, por la simple vía del contrato de cesión.

Elementos.

Existencia de una obligación primitiva- Es precisa una obligación anterior cuya extinción sirva de causa a la nueva obligación que se gesta con motivo del acuerdo novatorio. Así lo estipula el Art. 802.Dicho artículo también establece que la obligación anterior no debe ser nula. Obviamente se refiere a las obligaciones de nulidad absoluta, ya que si fuera relativa, puede ser confirmada y novada.La mayoría de la doctrina admite que las obligaciones naturales pueden ser novadas, con la sola excepción de las deudas de juego.

Creación de una nueva obligación- Es preciso que en forma simultánea con la extinción de la obligación primitiva se cree una nueva obligación, válida y efectiva, dispuesta a sustituirla. Si por algún motivo ésta no llegase a existir o fuese inefectiva, no habrá novación, y la obligación primitiva mantendría su existencia incólume.Si la segunda obligación es nula de nulidad absoluta o relativa, no hay novación, pero en el último caso, puede ser confirmada.

Animus novandi- Es preciso que exista voluntad de sustituir la obligación primitiva por la nueva o, lo que es igual, intención de novar. Dice el Art. 812 que la novación no se presume. Es preciso que la voluntad de las partes se manifieste claramente en la nueva convención, o que la existencia de la anterior obligación sea incompatible con la nueva. Rige entonces la interpretación restrictiva.

Diferencias entre ambas obligaciones- Es preciso que medie diferencia en alguno de sus elementos esenciales.

Capacidad- El derecho romano exigía capacidad para recibir o hacer el pago, en cambio el Código Napoleón exigía capacidad para contratar.El Código argentino realizó una fórmula híbrida y poco feliz en su Art. 805 que dice que sólo pueden hacer novación en las obligaciones, los que pueden pagar y los que tienen capacidad para contratar.

Novación por un representante.La novación puede tranquilamente hacerse por mandatario. La ley exige que el representante del acreedor tenga poderes especiales, requisito que también es aplicable al representante del deudor.

Prueba. La novación no se presume y debe ser probada por quien alegue su existencia.Rige en esta materia amplitud de medios probatorios. Sin embargo, por tratarse de un contrato extintivo, se aplican las limitaciones del Art. 1193, por lo que la novación no puede ser probada únicamente por testigos, y se requiere medio escrito.

Novación por cambio de objeto.O novación objetiva. Se da cuando en la nueva obligación la prestación es diferente a la primera.Es preciso que se trate de un cambio de trascendencia, tal lo que ocurre cuando se sustituye una deuda de dinero por una de dar cosa cierta o a la inversa.En cambio, las modificaciones que sólo refieren a circunstancias de tiempo, lugar, o modo de cumplimiento, meramente accidentales, no implican novación.

Novación por cambio de sujeto.Sólo cambian los sujetos, el resto permanece igual. Pueden cambiar tanto el acreedor como el deudor.

Novación por cambio de acreedor- El Art. 817 dispone que para que exista este tipo de novación, es necesario que el contrato entre acreedor primitivo y nuevo sea hecho con consentimiento del deudor, caso contrario habrá cesión de créditos.Esta figura prácticamente no tiene uso, ya que los mismos fines pueden lograrse por el medio más sencillo de la cesión de créditos.

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Novación por cambio de deudor- Se cambia el sujeto pasivo de la obligación. Esta figura ha perdido importancia debido a la aceptación de la transmisión de deudas.Existen dos supuestos: que sea hecho por iniciativa del deudor primitiva (delegación), quien da al acreedor un nuevo deudor, o por iniciativa del nuevo deudor, que ofrece al acreedor tomar a su cargo la prestación del primitivo obligado (expromisión). En ambos casos hay novación en sentido estricto, con todos sus elementos.

1. Delegación: Puede ser perfecta o imperfecta. Sólo la primera implica estrictamente novación. Para que sea perfecta es necesario además de los elementos comunes la aceptación del deudor, que declare expresamente su voluntad de liberar al acreedor primitivo. No requiere la utilización de formas solemnes.La imperfecta en cambio se da cuando no hay aceptación del acreedor, en cuyo caso la deuda del deudor primitivo subsiste, y sólo se da una asunción acumulativa de deudas.

2. Expromisión: Etimológicamente significa colocar fuera de.Es el acuerdo celebrado entre el acreedor y un tercero, por el cual éste se obliga a satisfacer la deuda que tiene el deudor, quien es puesto fuera de la obligación.Ella puede ser simple o novatoria. Es simple cuando el acuerdo entre el acreedor y el tercero crea una obligación concurrente con la primitiva y tiene como sujeto pasivo al tercero. El acreedor puede dirigir su acción contra el antiguo deudor o el nuevo.Para que sea novatoria es necesario que se den los requisitos ordinarios y que además el acuerdo se realice con prescindencia de la voluntad del deudor (de entenderse como desinterés; si mediase su consentimiento habría delegación, si se opusiese, la novación igual operaría); que medie voluntad expresa del acreedor de desligar al deudor y que el tercero no se subrogue los derechos del acreedor contra el deudor.

La insolvencia del deudor sustituido no da derecho al acreedor a ir contra el deudor primitivo, salvo que fuese incapaz de contratar por hallarse ya fallido.

Novación por cambio de causa.Por cambio de la causa fuente de la obligación. El deudor se obliga a una prestación similar, sólo que a raíz de una causa distinta.Son supuestos de novación por cambio de causa la conversión de un préstamo en depósito o a la inversa, la conversión del precio de la locación de servicios adeudado en depósito por cuenta del acreedor, la conversión en préstamo de una suma de dinero recibida por el mandatario sujeta a rendición de cuentas, etc.

Efectos.

Extinción de la obligación primitiva- Dispone el Art. 803 que la novación extingue la obligación principal con sus accesorios, y las obligaciones accesorias.Esto está sujeto a dos excepciones:

a) Que la nueva obligación esté sujeta a condición. Si ella no se cumpliese (o se cumpliese si fuese resolutoria), la novación queda sin efecto y renace incólume la obligación primitiva.

b) En la obligación por cambio de deudor, cuando el nuevo obligado se hallase ya en estado de insolvencia.

Conservación facultativa de las garantías primitivas- La ley faculta al acreedor a impedir la extinción de ciertos accesorios, como privilegios e hipotecas del crédito primitivo, que se extingue, y a trasladarlos al nuevo crédito. Llama la atención esta solución legal, que no se justificaría, debido al asiento legal de los privilegios (salvo tal vez en la novación por cambio de acreedor).Lógicamente, dicha reserva no puede ser hecha sobre privilegios constituidos por terceros, en cuyo caso es necesaria su aceptación. Para que esto opere entonces, es necesaria la voluntad expresa e inequívoca del acreedor de traspasar los privilegios y accesorios, y debe ser realizada en el mismo acto novatorio.

Obligaciones de objeto plural- En las obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible, la novación tiene efectos personales que no se propagan. Si el objeto fuese indivisible, en cambio, la novación se propaga si es hecha por el acreedor para con un codeudor, pero no en el caso contrario (el deudor con un coacreedor).En el caso de que fuese una obligación solidaria, propaga sus efectos.

Otros efectos- Además, la novación vale como reconocimiento de la primitiva obligación, como reconocimiento de ella si fuese de nulidad relativa y es un acto de consolidación contractual.

TransacciónLa transacción puede ser entendida en un doble sentido: vulgar o técnico. En un sentido vulgar, se identifica con convención, acuerdo, particularmente de índole comercial o financiera.Pero en un sentido jurídico técnico, transacción se designa al acto jurídico bilateral por el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones jurídicas litigiosas o dudosas (Art. 832). La transacción es de tal modo un instrumento de composición de controversias jurídicas.Nótese que deben existir dos elementos: el fin, alcanzar certidumbre en relaciones jurídicas litigiosas o dudosas, y el medio, las concesiones recíprocas.

Metodología legislativa.La mayoría de los Códigos, siguiendo al de Francia, la regula como un contrato típico. Otros, como el de Brasil, lo incluyen entre los modos extintivos de las obligaciones.Por último, otra perspectiva considera que debe tratarse dentro de la parte general, como una figura convencional extintiva de cualquier tipo de relación jurídica y no sólo las obligaciones.Nuestro Código incurre en un excesivo número de artículos para reglar la transacción (treinta en total), fruto de inconvenientes reiteraciones de principios generales o del excesivo casuismo que lo caracteriza.

Elementos de la transacción.

Acuerdo de las partes con el fin de extinguir relaciones jurídicas- Es una convención extintiva de relaciones jurídicas litigiosas o dudosas; un acuerdo voluntario pleno entre dos o más personas, con la finalidad de extinguir derechos.La transacción requiere que cada una de las partes abdique parcialmente de su pretensión original. Si sólo una de las partes hiciera un sacrificio, estaríamos frente a una renuncia y no una transacción.

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En principio, no es menester que ambas prestaciones sean equivalentes, lo que no obsta (aunque para una doctrina sí) a que pueda aplicarse la figura de la lesión.

Res dubia- La transacción debe caer sobre obligaciones litigiosas o dudosas, ya que el ámbito de aplicación de la figura puede abarcar otros derechos de carácter no crediticio.El carácter litigioso o dudoso es, a criterio de la doctrina dominante, nota esencial de la figura y goza de fuerte sustento normativo.

Capacidad para transar- Tiene capacidad para efectuar la transacción todo aquel que pueda contratar. La solución es extremadamente obvia y emerge del Art. 833.Entre los incapaces de derecho para transar se cuentan: el tutor, para transigir sobre las cuentas de la tutela y la incapacidad para transigir de quien ha sido declarado en quiebra.Es posible realizar la transacción por medio de un representante, pero la ley exige que esté imbuido de un poder especial para hacerlo.

Objeto de la transacción- El Código Civil establece un principio general y, a su vez, los supuestos de excepción al mismo.El principio general es que son aplicables a las transacciones las reglas previstas por el Código en materia de objeto de los contratos. Lógicamente, debe ser posible material y jurídicamente, lícito, determinado o determinable. Pueden ser objeto toda clase de derechos, cualquiera sea su especie y naturaleza (Art. 849).Sin embargo, el Código Civil consagra una serie de supuestos que están al margen del principio general:

1. Derechos que no son susceptibles de ser materia de convención: Así, las acciones penales (Art. 842), los derechos y facultades relativos a la patria potestad (Art. 845), derechos relativos a la validez o nulidad del matrimonio (Art. 843), los derechos sucesorios no definidos y los alimentos futuros.

2. Cosas fuera del comercio: Lo que esté fuera del comercio no puede ser objeto de transacciones (Art. 844, 953, 1167).

Forma de la transacción- En primera instancia, la transacción no está sujeta a formalidades, por lo que las partes pueden elegir libremente aquella que mejor se adecue a sus intereses.Sin embargo, dicho principio reconoce excepciones de importancia, algunos consagrados en el Código Civil y otros provienen del derecho del trabajo y administrativo:

1. Transacción extrajudicial sobre inmuebles: Las transacciones que recaen sobre inmuebles deben ser hechas en escritura pública (Art. 1184 Inc. 8). La inscripción en el registro de la propiedad no es necesaria para que opere la transacción, pero sí para que sea oponible a terceros.

2. Transacción sobre derechos litigiosos: Cuando la transacción recae sobre derechos o pretensiones controvertidos en proceso judicial, la ley exige la incorporación al expediente judicial del instrumento en que ella constan. Así lo dispone el Art. 838 cuando reza que si la transacción versare sobre derechos ya litigiosos no se podrá hacer válidamente sino presentándola al juez de la causa, firmada por los interesados. Antes que las partes se presenten al juez exponiendo la transacción que hubiesen hecho, o antes que acompañen la escritura en que ella conste, la transacción no se tendrá por concluida, y los interesados podrán desistir de ella.

Naturaleza jurídica.Se han esgrimido diversas teorías:

Acto jurídico bilateral- Según una doctrina absolutamente dominante, se trata de un acto jurídico bilateral. Sin embargo se controvierte su naturaleza de contrato. La mayoría de la doctrina entiende que sí, que es un contrato, entendiendo como contrato un convenio que puede llegar a extinguir derechos. Los que creen que el contrato sólo crea derechos, consideran a la transacción una convención extintiva.

Teoría de los dos negocios coligados entre sí- En la transacción, cada una de las partes renuncia a sus pretensiones y acepta las de la otra. Se trataría de dos negocios coligados entre sí, pero no fundidos en uno. La renuncia y el reconocimiento estarían condicionados entre sí.

Es un medio de tutela de derechos- Es un modo de tutela de derechos, próximo a la sentencia. Dado que no tiene un fin específico, no es un negocio jurídico típico, sino tan sólo una vía para reforzar los contratos o, mejor aún, un especial modo de ser de ellos.

Caracteres.Se trata de un acto jurídico bilateral, un contrato oneroso, consensual, indivisible, de interpretación estricta, no formal, y como regla, es declarativa y no traslativa de derechos.Puede ser judicial (cuando versa sobre derechos litigiosos y se produce en un proceso judicial) o extrajudicial (sobre derechos dudosos; es pura y simple cuando recae sobre los mismos derechos controvertidos, y es compleja cuando recae sobre otros derechos, distintos de los de la controversia originaria).

Efectos.Además de los efectos comunes, la transacción judicial tiene efecto de cosa juzgada.

Fuerza obligatoria de la transacción- Como consecuencia directa de su naturaleza contractual, la transacción produce un efecto vinculante entre las pares, a quienes obliga con fuerza de ley. El cumplimiento puede ser exigido por la otra parte, en las obligaciones de sujeto plural sus efectos son personales y no se propagan, etc.

Efecto extintivo- La transacción es un modo extintivo y así surge claramente del Código Civil.Es importante señalar que el efecto extintivo no comprende los derechos que las partes ulteriormente pudieren adquirir sobre la cosa o bien renunciado.

Efecto declarativo- La transacción que recae sobre los mismos derechos controvertidos, como es lo usual, tiene efecto declarativo y no traslativo.Efecto declarativo significa que la transacción no tiene por objeto transferir o conferir a las partes nuevos derechos sobre aquello que ha sido materia de controversia, sino meramente reconocer los que eran motivos de pretensión, poniéndolos a cubierto de una impugnación o conflicto futuro. Este carácter surge claramente del Art. 836.

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Efecto traslativo de derechos en la transacción compleja- Cuando la transacción es compleja, tiene un claro efecto traslativo de derechos en cuanto importa la atribución de derechos de una parte a favor de la otra, en materia que no era objeto de dicha controversia.

Nulidad de las transacciones.La transacción es un contrato, y por lo tanto está alcanzada por la normativa general del Código Civil en materia de nulidad de los actos jurídicos y de nulidad de los contratos.Así, puede ser nula o anulable por deficiencias en su objeto, causa, etc., pero el Código aún así ha hecho gala de un casuismo innecesario, criticado por la doctrina nacional.

Vicios de la voluntad- Dispone el Art. 857 que las transacciones hechas por error, dolo, miedo, violencia o falsedad de documentos, son sulas, o pueden ser anuladas en los casos en que pueden serlo los contratos que tengan estos vicios.

Ignorancia de documentos esenciales- Establece el Art. 859 que la transacción puede ser rescindida por el descubrimiento de documentos de que no se tuvo conocimiento al tiempo de hacerla, cuando resulta de ellos que una de las partes no tenía ningún derecho sobre el objeto litigioso.

Ignorancia de sentencia firme ya dictada sobre la cuestión transigida- Dispone el Art. 860 que es también rescindible la transacción sobre un pleito que estuviese ya decidido por sentencia pasada en cosa juzgada, en el caso que la parte que pidiese la rescisión de la transacción hubiese ignorado la sentencia que había concluido el pleito. Si la sentencia admitiese algún recurso, no se podrá por ella anular la transacción.

Ejecución de título nulo- Dispone el Art. 858 que la transacción es rescindible cuando ha tenido por objeto la ejecución de un título nulo, o de reglar los efectos de derechos que no tenían otro principio que el título nulo que los había constituido, hayan o no las partes conocido la nulidad del título, o lo hayan supuesto válido por error de hecho o de derecho. En tal caso la transacción podrá sólo ser mantenida, cuando expresamente se hubiese tratado la nulidad del acto.

Errores aritméticos irrelevantes- Dispone el Art. 861 que la transacción sobre una cuenta litigiosa no podrá ser rescindida por descubrirse en ésta errores aritméticos. Las partes pueden demandar su rectificación, cuando hubiese error en lo dado, o cuando se hubiese dado la parte determinada de una suma, en la cual había un error aritmético de cálculo.

CompensaciónEspecíficamente, es un medio de liberarse de la deuda, que se produce por la mutua neutralización de dos obligaciones, cuando quien tiene que cumplir es, al mismo tiempo, acreedor de quien tiene que recibir la prestación.La compensación supone que dos personas son, por derecho propio, acreedor y deudor entre sí por causas diferentes, y que, bajo ciertas condiciones, opera una neutralización entre ambas, hasta el límite de la menor, desde que ambas comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensadas. El Código Civil la define en su Art. 818.La compensación puede ser legal, facultativa, convencional o voluntaria.

Funciones e importancia práctica.Cumple relevantes funciones en el derecho moderno: abrevia la operación de cumplimiento, sustituyendo dos o más pagos con efectiva transferencia de fondos por una simple operación aritmética. Actúa también como un escudo procesal, permitiendo ser impuesta como defensa al cobro de créditos.A diferencia de la novación, la compensación ha agigantado su importancia con el tiempo. Su dinamismo y practicidad se adecuan plenamente a una realidad económico-social que se caracteriza por la intensa proliferación de relaciones obligatorias, particularmente pecuniarias.

Evolución histórica.En la primera etapa del derecho romano, sólo era admitida si las partes así lo estipulaban.La introducción del proceso formulario produjo una primera mutación en esta materia y condujo a concebir la compensación como una figura eminentemente procesal, que contemplaba en un mismo pleito dos cuestiones contrapuestas, de similar naturaleza.La compensación experimentó una notable transformación cuando Justiniano le reconoció el carácter universal de elisión de créditos líquidos contrapuestos, convirtiéndola en un modo extintivo de las obligaciones de efectos ipso iure.El Código de Francia receptó la compensación con gran amplitud, asignándoles efecto ministerio legis, sin necesidad de declaración judicial ni alegación de parte interesada.

Compensación legal.Es aquella que funciona ministerio legis, cuando se configuran todos los requisitos que la ley exige, aunque requiere alegación de la parte interesada y no puede ser declarada de oficio. Está expresamente reglada por nuestro Código y constituye un hecho jurídico extintivo.

Requisitos-1. Reciprocidad de los créditos: Ambas partes deben ser recíprocamente acreedoras y deudoras entre sí. Así lo exige el

Art. 818.

2. Homogeneidad: Reza el Art. 820 que para que la compensación tenga lugar, es preciso que ambas deudas consistan en cantidades de dinero, o prestaciones de cosas fungibles entre sí, de la misma especie y de la misma calidad, o en cosas inciertas no fungibles, sólo determinadas por su especie, con tal que la elección pertenezca respectivamente a los dos deudores.Es preciso entonces que las obligaciones sean fungibles entre sí (no sólo que sean fungibles, sino que lo sean entre sí) y que pertenezcan al mismo género, o lo que es lo mismo, que sean homogéneas entre sí.En las obligaciones de dar sumas de dinero, la figura procede sin problemas, ya que es su ámbito habitual de aplicación.En las obligaciones de dar cosas fungibles, la compensación es posible siempre que las prestaciones sean de la misma especie y calidad.En las obligaciones de género, la compensación sólo es posible cuando sean sólo determinadas en su especie, con tal que la elección pertenezca respectivamente a los deudores.

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En las obligaciones de dar cosas ciertas, en principio no se aplica la compensación, pero algunos piensan que puede ser, siempre que se trate de obligaciones cruzadas relativas a la misma cosa.En las obligaciones de hacer y de no hacer, la compensación no tiene lugar.En las alternativas habrá que esperar hasta que se ejecute la elección y en las facultativas, según la naturaleza de la principal.

3. Exigibilidad: Para que la compensación opere es necesario que ambas deudas sean exigibles, es decir que sean susceptibles de inmediato reclamo por vía judicial.Así lo dispone expresamente el Art. 819. Por no reunir esa cualidad, son incompensables legalmente las obligaciones naturales, las sujetas a plazo o condición suspensivos, etc.

4. Liquidez: Es preciso que ambas obligaciones sean líquidas, esto es, que se encuentren definidas en su cuantía, de suerte que pueda saberse cuánto se debe. La deuda ilíquida puede ser objeto de compensación judicial, pero no legal.

5. Libre disponibilidad: Es preciso, además, que los créditos y las deudas que se compensan se hallen expeditos, lo cual significa que ambas partes tengan su libre disponibilidad. Obsta este carácter la existencia de derechos eficazmente adquiridos por terceros sobre ellos.El embargo obsta la compensación, pero debe ser anterior a la fecha en que ambos créditos comenzaron a ser exigibles.Algo similar sucede con la prenda de crédito, sólo que en este caso no importa la fecha.En cuanto a la cesión de créditos, ésta se perfecciona una vez que es notificada al deudor cedido. Por tal motivo, los créditos contra el cedente posteriores a esa fecha, no son compensables entre el deudor cedido y el cesionario.En cuanto a los títulos pagaderos a la orden, no podrá el deudor compensar con el endosatario, lo que le debiesen los endosadores precedentes, lo que guarda armonía con el carácter abstracto de los títulos valores.En lo referente a la quiebra, sólo son compensables las que fuesen exigibles y líquidas antes de la falencia, pero nunca después.

6. Embargabilidad: Es preciso que el crédito que se pretende neutralizar por vía de compensación sea embargable.La razón es evidente: los créditos inembargables tienen esa condición porque la ley ha procurado preservar su destino, con la finalidad de asegurar protección de ciertos intereses impostergables.

Condiciones no requeridas para la compensación legal- En cambio, no se exige: que las obligaciones sean pagaderas en el mismo lugar, que las partes sean capaces de dar y recibir pagos (pues opera ministerio legis), que el crédito sea reconocido por la otra parte o que las obligaciones tengan igual monto.

Obligaciones no compensables- Aún dándose todos los requisitos, la compensación legal no se da en ciertos casos.Tal es el caso de ciertas deudas entre el estado y los particulares: los créditos provenientes del precio del remante de bienes privados del estado, los créditos derivados de impuestos, contribuciones de mejores y tasas, los créditos contra el estado correspondientes a distintas contabilidades y los créditos de los particulares contra el estado legalmente consolidados.Además, tampoco son compensables los daños y perjuicios provenientes del despojo ni los créditos laborales.

Efectos- La compensación legal extingue, de pleno derecho, con fuerza de pago, ambas obligaciones, hasta el límite de la menor, desde el momento en que empezaron a coexistir en condiciones de ser compensadas.Actúa de pleno derecho, por lo que no es necesaria la intervención de ningún órgano judicial.La extinción comprende todas las garantías y accesorios de ambas prestaciones. Sin embargo, en materia de hipoteca y prenda, rige el principio de indivisibilidad, por lo que si la compensación no es total, el gravamen subsiste intacto.

Personas que pueden alegar la compensación- En primer lugar, la compensación puede ser facultativamente alegada por la partes. Se trata de un derecho disponible, por lo que nada obsta a que se renuncie temporaria o definitivamente en forma anticipada. Pueden también los acreedores, por vía subrogatoria.También puede el fiador, no sólo con lo que el acreedor le deba sino también con los créditos con el deudor principal.En las obligaciones solidarias, la compensación expande sus efectos.La compensación no puede ser declarada de oficio por el juez.

Imputación de la compensación- Si se tienen varios créditos, surge la pregunta de cuál de ellos se compensa. Si se hicieron exigibles en momentos diferentes, la compensación opera con respecto al primero de ellos; si llegaron a serlo en forma simultánea, rigen las reglas de imputación de pago.

Compensación facultativa.Es la que actúa por la voluntad de una sola parte, cuando ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que juega a favor suyo. A diferencia de la compensación convencional, el obstáculo es removible por la sola voluntad de uno de los sujetos. La otra parte no puede ni impedirlo ni oponerse.Tiene aplicación cuando falta alguno de los requisitos que requiere la compensación legal.Los efectos son exactamente los mismos que produce la compensación legal, sólo hay diferencia en el momento a partir del cual operan: en la facultativa opera desde que es articulada por quien la opone, renunciando al requisito faltante que lo favorece.

Compensación judicial.Es la que dictamina el juez en la sentencia cuando acoge la demanda y, al mismo tiempo, la reconvención, lo cual determina una condena de objeto homogéneo. En tal caso, el magistrado puede neutralizar ambas pretensiones hasta el monto de la menor de ellas y condenar a satisfacer el excedente.Sus efectos deben retrotraerse al momento en que se traba la litis.

Compensación convencional.Es el acto bilateral por el cual acreedor y deudor extinguen dos obligaciones recíprocas, cuando median obstáculos para la compensación legal. Tal es lo que sucede con las prestaciones que no son homogéneas entre sí.Produce sus efectos del modo y tiempo previsto por las partes.

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Compensación automática o por imperio de la ley.Existen algunos supuestos donde la ley determina la compensación, en forma imperativa o automática, con total prescindencia de la alegación de las partes y, más aún, de la concurrencia de los requisitos ordinarios.Ambas deudas se extinguen, sin que se juzgue su valor, etc.Son supuestos de estos casos: la que opera en caso de declaración de nulidad o anulación de un acto jurídico; la compensación de los frutos de la cosa vendida con los intereses del precio de venta, cuando el vendedor recupera la cosa vendida con pacto de retroventa; la compensación que se produce entre los gastos hechos por el poseedor de buena fe para la conservación de una cosa en buen estado y los frutos percibidos

ConfusiónEn el plano obligacional, la confusión tiene un sentido y alcance bien definido pues constituye un medio de extinción de las obligaciones. Ella se produce cuando la calidades de acreedor y deudor se una única obligación se reúnen en la misma persona y en un mismo patrimonio. En tales circunstancias la obligación no puede mantener su existencia al desvanecerse la bipolaridad.

Requisitos.Es menester la presencia de estos requisitos:

a) Es precisa la sucesión del deudor en la posición del acreedor o a la inversa.b) Debe tratarse de una única obligación. Si se tratase de dos obligaciones, el hecho de que una misma persona sea

deudor y acreedor, no importa la extinción.c) El crédito y la deuda deben corresponder a una misma persona, por derecho propio y a un mismo patrimonio. Este

último punto es importante, ya que puede recaer sobre la misma persona pero patrimonios diferentes, como la herencia con beneficio de inventario.

Especies.La confusión puede tener efecto respecto de toda la deuda (total) o sólo una parte de ella (parcial).Esto último presupone que se trate de una obligación divisible. Tratándose de obligaciones indivisibles, la confusión es total con respecto a la persona afectada por ella, pero la obligación subsiste intacta con relación a los demás coacreedores o codeudores ajenos al hecho de la confusión.

Efectos.La confusión produce la extinción de la obligación con todos sus accesorios. La extensión de dichos efectos varía según sea total o parcial.En las obligaciones afianzadas, la confusión de la obligación principal extingue la fianza, pero no a la inversa.En las herencias con beneficio de inventario, no se da confusión, por tratarse de patrimonios separados.

Extinción de la confusión.Dispone el Art. 867 que si la confusión viniese a cesar por un acontecimiento posterior que reestablezca la separación de las calidades de acreedor y deudor reunidas en la misma persona, las partes interesadas serán restituidas a los derechos temporalmente extinguidos, y a todos los accesorios de la obligación.La ley establece que, si desaparece, por nulidad, acuerdo de partes o cualquier otra causal, el presupuesto fáctico de la confusión, ella cesa, operando la extinción de la extinción.

Renuncia de derechos y remisión de deudaLa renuncia puede ser entendida en un sentido amplio o restringido. Es amplio cuando comprende la abdicación libre y espontánea de un derecho disponible.En un sentido restringido, la renuncia es el acto de abdicación voluntario y espontáneo del derecho de crédito. Esta figura se denomina, entre nosotros, remisión de deuda.

Renuncia y remisión de la deuda.Las diferencias entre una y otra dan lugar a controversia:Para la doctrina dominante, la renuncia constituye el género que abarca los actos de abdicación de todo derecho susceptible de abandono. Una de esas especies es la remisión de deuda, que es la renuncia a un derecho de crédito.Un criterio distinto sostiene que renuncia y remisión son dos modos disímiles de extinción de obligaciones.La renuncia puede hacerse por actos entre vivos o por disposiciones de última voluntad. Si es por actos entre vivos, puede ser gratuita, en cuyo caso importaría una liberalidad, u onerosa, en cuyo caso para muchos se perdería la nota distintiva de la figura.

Naturaleza jurídica.La renuncia es un acto jurídico, pero las aguas están divididas en si es unilateral o bilateral.Una primera doctrina, basándose en el Art. 868 (hecha y aceptada la renuncia), en que se trataría de una liberalidad y en que el deudor puede pagar de todos modos e incluso consignar, lo consideran un acto jurídico bilateral.Otra doctrina la considera un acto unilateral, argumentando que la aceptación de la renuncia sólo hace a su irrevocabilidad, que el acreedor puede dejar prescribir la deuda, que es injusto obligarlo a mantener un crédito que no desea, etc.

Elementos.

Capacidad- Difiere según sea una renuncia gratuita u onerosa.Si es gratuita, rige el Art. 868, que dice que toda persona capaz de dar o recibir a título gratuito, puede hacer o aceptar la renuncia gratuita de una obligación.Cuando la renuncia es onerosa, la capacidad de quien la hace y quien la acepta es la misma que rige para los contratos a título oneroso.

Objeto- La renuncia es un acto jurídico, por lo que su objeto debe ajustarse a las pautas establecidas genéricamente por los Art. 944 y 953.

Forma- La renuncia es, como regla general, un acto jurídico no formal. Dicho principio se rompe cuando se trata de renuncia sobre inmuebles o derechos hereditarios, en cuyo caso debe hacerse por escritura pública.

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Efectos.

Efecto extintivo- La renuncia provoca la extinción del crédito con todos sus accesorios y garantías.Naturalmente, sólo produce efectos entre acreedor y deudor, y no puede ser hecha en perjuicio de terceros.

Retractación- La renuncia puede ser retractada, en cuyo caso quien había renunciado recobra plenamente su derecho. La renuncia puede ser retractada mientras que no hubiere sido aceptada por la persona a cuyo favor se hace, salvo los derechos adquiridos por terceros, a consecuencia de la renuncia, desde el momento en que ella ha tenido lugar hasta el de su retractación (Art. 875).La retractación puede ser expresa o tácita.

PrescripciónExiste la llamada prescripción adquisitiva, o usucapión, propia de los derechos reales y una prescripción liberatoria o extintiva, que es la pérdida de un derecho en razón del transcurso del tiempo y la inacción del deudor. Se aplica fundamentalmente al derecho de crédito.El Código Civil regula ambas prescripciones de manera conjunta.

Concepto y caracteres.Surge de los Art. 3947, 3949 y 4017. Primero que todo, es un medio de libertarse de la obligación por el paso del tiempo.Según el Art. 3949 es una excepción para repeler la acción que el acreedor entabla, luego de que ha mediado su inacción durante el tiempo requerido.Se puede definir entonces la prescripción como la extinción de un derecho en virtud de la inacción de su titular durante el término fijado por la ley.En cuanto al tiempo, es característica de la relación obligacional, y toda obligación es prescriptible salvo que la ley disponga lo contrario. También es necesaria la inactividad del acreedor a la hora de hacer valer su derecho, pero también del deudor, ya que su accionar implica reconocimiento de la deuda.

Fundamento.Existen diversas opiniones: para una, sostenida por Savigny, se trataría de una sanción a quien ha sido negligente en el ejercicio de su derecho. Sin embargo no se explica por qué se trataría mas duramente al acreedor que no ejerce su derecho que al deudor que no cumple.Otra posición igual de inaceptable, sostiene que implicaría una renuncia tácita de los derechos.La doctrina dominante entiende, con mejor criterio, que el fundamento es de orden social, pues apunta a asegurar y a consolidar la estabilidad y la certidumbre de las relaciones jurídicas.

Caracteres.

Origen legal- Sólo la ley regula las cuestiones atinentes a la prescripción liberatoria.

Irrenunciabilidad- Todo se rige por disposiciones de orden público. Las partes no pueden modificar los plazos ni menos aún renunciar anticipadamente al derecho de prescribir.

No puede ser alegada de oficio- Surge así del Art. 3964.

Interpretación estricta- Por el principio de conservación de los actos jurídicos. No cabe efectuar interpretaciones analógicas, en desmedro de la subsistencia de las acciones que protegen los derechos.

Es extintiva del derecho- Sin embargo, para cierta doctrina, sólo extinguiría la acción, dejando subsistente el derecho. Conforme a este enfoque, la prescripción sólo provocaría la modificación del derecho.

Sujetos de la prescripción liberatoria.Se aplica sin distinción a las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas. Así lo dispone el Art. 3951.

Objeto.En principio, todas las acciones son prescriptibles. Esto surge del Art. 4019.Entre las excepciones pueden nombrarse la acción de reivindicación que está fuera del comercio, la acción relativa a la reclamación de estado ejercida por el hijo mismo, la acción de división mientras dure la indivisión de los comuneros, etc.

Prescripción y autonomía de la voluntad.

Renuncia- Es el acto jurídico unilateral por el cual el deudor abdica unilateralmente del poder jurídico de invocarla, dejando plenamente subsistente y eficaz la relación respecto de la cual aquella había corrido.Quien tiene ganada la prescripción, puede renunciarla con facilidad. La situación es distinta cuando se pretende renunciar al derecho de prescribir para el futuro, lo que devendría imposible por el fundamento de orden público de la prescripción. Así lo determina el Art. 3965. Es necesaria la capacidad del renunciante.

Modificación convencional de los plazos de prescripción- La doctrina en forma unánime sostiene que es nula toda cláusula convencional que amplíe el término de prescripción.En cuanto a la acotación de dicho plazo, la doctrina clásica admitiría su validez de dicha cláusula. Otra doctrina, más moderna pero próxima, las acepta siempre que el acreedor no demuestre la conducta antifuncional del deudor.Para una última doctrina, este tipo de cláusulas carecen de toda legitimidad.

Efectos.

Efecto extintivo- La prescripción importaría una extinción del vínculo jurídico.

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Sin embargo, para la mayoría de la doctrina nacional, que aceptan las obligaciones naturales en su carácter de tales, la prescripción sólo importaría la extinción de la acción, y una transformación de la obligación en natural.

Cómo y cuándo se producen los efectos de la prescripción liberatoria- Conforme a una opinión, la prescripción no operaría de pleno derecho, por el mero transcurso del tiempo y la inacción, sino que sería preciso, además, que sea alegada u opuesta por la parte interesada.De acuerdo con otra posición, más moderna, la prescripción funcionaría de pleno derecho, por el sólo transcurso del término legal y la inacción, lo que no significa que el juez pueda declararla del oficio.La acción funciona como una excepción procesal, pero nada impide que pueda ser ejercida como acción. Antes de la reforma de 1968, podía oponerse en cualquier instancia y estado del juicio, lo que denotaba excesiva flexibilidad. Luego de la reforma, la prescripción sólo puede oponerse al contestar la demanda o en la primera presentación judicial.

Curso de prescripción.El tiempo entre el momento inicial a partir del cual se computa y el momento final en el cual se juzga cumplido se llama curso de la prescripción.Puede verse alterado por dos vicisitudes: la interrupción y la suspensión.Se computa por días corridos, sin distinción entre hábiles e inhábiles.Para que el curso de la prescripción comience a correr, es suficiente con que el derecho exista y sea exigible. La prescripción no corre a menos que esté abierta y expedita la facultad de reclamo. Así, en las obligaciones puras y simples, el plazo corre desde la fecha del título de la obligación, en las modales desde el cumplimiento del plazo o la condición suspensivas, etc.

Vicisitudes del curso de prescripción.Está sujeto a dos: la suspensión y la interrupción. Los fenómenos deben ocurrir mientras corra el curso, y no una vez cumplido, consecuencia del carácter ipso iure de la prescripción.

La suspensión de la prescripción- Es la paralización del curso de la prescripción por la existencia de causas concomitantes o sobrevinientes a s inicio, establecidas por la ley (de manera expresa y taxativa). Provoca una detención del curso de prescripción, a partir de la configuración de la causal dada para generarla, mientras ella dure, sin borrar los efectos producidos hasta el momento. Una vez desaparecida la causa de la suspensión, el curso de la prescripción se reanuda.La suspensión se fundamenta en la dificultad grave que afecta al acreedor para ejercitar su derecho, o la inconveniencia de fomentar pleitos entre determinadas personas.La suspensión de la prescripción tiene efectos personales, y no puede ser invocada por otros (excepto claro por los herederos). Así, en la mancomunación simple o solidaria, la suspensión no se propaga. Extrañamente, sí lo hace en las obligaciones de objeto indivisible.En cuanto a las situaciones suspensivas, existen cinco enumeradas en el Código Civil:

1. Suspensión por vínculo matrimonial: Existen dos casos diferentes. El primero es que no corre entre marido y mujer, aún separados de hecho, y busca preservar la armonía y la paz familiar, para lo cual paraliza las acciones entre cónyuges. La otra situación es cuando la acción de la mujer hubiere de recaer sobre el marido. Es decir la acción contra terceros que tenga repercusión en el cónyuge.

2. Suspensión por vínculo de potestad: Se suspende la prescripción entre tutores o curadores y los menores o los que están bajo la curatela. Se entiende pacíficamente que esto es extensible a los hijos.

3. Suspensión a favor de quien acepta una herencia con beneficio de inventario: Respecto de sus créditos contra la sucesión. Se procura evitar una acción judicial del heredero beneficiado contra la sucesión por el cobro de sus créditos contra ésta, para lo cual no se advierte una vía más eficaz que la suspensión.

4. Suspensión por deducción de querella criminal: Dispone el Art. 3982 bis que si la víctima de un acto ilícito hubiere deducido querella criminal contra los responsables del hecho, su ejercicio suspende el término de prescripción de la acción civil, aunque en sede penal no hubiere pedido el resarcimiento de los daños. Cesa la suspensión por terminación del proceso penal o desistimiento de la querella.

5. Suspensión por interpelación practicada de forma auténtica: La prescripción liberatoria se suspende, por una sola vez, por la constitución en mora del deudor, efectuada en forma auténtica. Esta suspensión sólo tendrá efecto durante un año o el menor término que pudiere corresponder a la prescripción de la acción (Art. 3986). En primer lugar, no es necesaria la constitución en mora, ya que ésta puede darse automáticamente con el vencimiento del plazo. Lo importante es que sea de forma auténtica, lo que implica un reclamo extrajudicial (porque si fuera judicial sería demanda y eso es factor interruptivo) hecho de forma categórica. La mayoría de la doctrina coincide en que debería ser un causal de interrupción. En todo caso, sólo sirve una vez y por un año.

Interrupción de la prescripción- El curso de prescripción se interrumpe cuando, en virtud de una causa legalmente apta, se borra el lapso transcurrido hasta el momento.Se basa en la voluntad de las partes de mantener viva la relación. Importa un acto de conservación patrimonial orientado a preservar la existencia de la obligación.En principio, sólo favorece a quien ha entablado la demanda. Sin embargo, esto no es absoluto y cesa por ejemplo frente a la solidaridad o al objeto indivisible.Entre las causales (que sólo pueden ser determinadas por ley), tres pertenecen al Código Civil y existen otras extra Código:

1. Interrupción por interposición de demanda: Así lo estipula el Art. 3986. Demanda debe entenderse en un sentido amplio, comprensivo de toda reclamación judicial que pone de manifiesto la voluntad de mantener vivo el crédito. Tiene valor aunque se interponga ante juez incompetente o de manera defectuosa o no se haya tenido capacidad. Pero se tendrá por no sucedida si se desistiese de la demanda o si ha tenido lugar la deserción de la instancia o si el demandado es absuelto definitivamente.Ciertos actos son equiparables a la demanda, entre ellos la promoción del pedido del beneficio de litigar sin gastos, el pedido de medidas precautorias, las medidas precautorias previas al juicio ordinario, etc.

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2. Interrupción por reconocimiento de la deuda: Hecho expresa o tácitamente por el deudor. Quien admite la existencia de la obligación, revela intención de mantenerla viva. Provoca efectos instantáneos, por lo que el curso de prescripción comienza a correr nuevamente a partir de ese momento.

3. Interrupción por compromiso arbitral: Es un supuesto contemplado para la prescripción adquisitiva, pero juega también para la extintiva. La expresión árbitros, debe tomarse en sentido amplio, por lo que incluye también a los amigables componedores.

4. Interrupción en la ley de defensa al consumidor: La prescripción se interrumpirá por actuaciones administrativas orientadas a satisfacer al acreedor y por la comisión de nuevas infracciones respecto a los deberes y obligaciones frente al deudor.

La dispensa de los efectos de la prescripción cumplida.El Art. 3980 dispone que cuando por razón de dificultades o imposibilidad de hecho, se hubiere impedido temporalmente el ejercicio de una acción, los jueces están autorizados a liberar al acreedor, o al propietario, de las consecuencias de la prescripción cumplida durante el impedimento, si después de su cesación el acreedor o propietario hubiese hecho valer sus derechos en el término de tres meses.Si el acreedor no hubiere deducido la demanda interruptiva de la prescripción por maniobras dolosas del deudor, tendientes a postergar aquélla, los jueces podrán aplicar lo dispuesto en este artículo.Ante la prescripción ya cumplida, puede llegar a dispensarse. Es una cuestión de interpretación restrictiva.Debe darse, primero que todo una dificultad de hecho o de derecho, insuperable para el acreedor, que le obstaculice el ejercicio de la acción, entendido con razonabilidad; o cuando haya maniobras dolosas del deudor tendientes a que no pueda interponer la acción.Dicho impedimento debe existir al tiempo del vencimiento de la prescripción, pero no es necesario que esté presente a lo largo de todo el curso.Por último, es necesario que la demanda sea interpuesta dentro de los tres meses de cesada la causa que impedía la acción.

Plazos de prescripción.

Plazo ordinario- Según el Art. 4023, todas las acciones prescriben a los diez años, salvo que se estipule por ley lo contrario. Por ejemplo pueden nombrarse la acción de cumplimiento de contrato, la obligación de escriturar, el crédito por medianería, la resolución, rescisión y revocación contractual, etc.

Plazo quinquenal- En el Código Civil se incluyen los atrasos de créditos por alimentos (ya devengados, el derecho a pedirlos es imprescriptible), los atrasos en alquileres, la acción de nulidad por lesión subjetiva, etc.En el Código de comercio se incluyen la acción para solicitar el arreglo de cuenta corriente, el pago del saldo, etc., la acción que tenga por objeto pedir la cancelación de registros de modelos industriales, etc.

Plazo de cuatro años- En el Código Civil, la acción de reducción, según el Art. 4028.En el Código de comercio se incluyen la acción de cobro del precio de mercaderías vendidas, cuya deuda esté debidamente justificada, los intereses del capital dado en mutuo comercial, la acción de nulidad o rescisión de un acto jurídico unilateral, etc.

Plazo de tres años- Todas las que surjan de la ley de defensa al consumidor, según la propia ley.En el Código de Comercio las acciones derivadas del contrato de sociedad, de documentos endosables o al portador, etc.

Plazo bienal- En el Código Civil, la acción de nulidad por vicios de la voluntad, falsa causa o simulación entre las partes.En el Código comercial, la acción para demandar el pago de mercaderías vendidas al fiado, las acciones de los corredores por el pago del derecho de mediación, la acción de salarios por asistencia y salvamento, etc.

Plazo anual- En el Código Civil, la acción revocatoria o pauliana, la revocación de legados por ingratitud, los créditos por hospedaje y pensión, etc.En el Código de Comercio se incluyen las acciones que derivan del contrato de transporte al interior del país, o de transporte marítimo, o de contratos de remolque, locación de buques, etc.

Plazo semestral- En el Código Civil, la acción de los propietarios ribereños para reivindicar los árboles y porciones del terreno arrancadas por la corriente y la acción del comprador para rescindir el contrato o pedir indemnización por la carga o servidumbre oculta.En el Código de Comercio, la acción por vicios redhibitorios y la acción del accionista para impugnar la decisión tomada en la asamblea de la sociedad anónima.

Plazo trimestral- La acción por vicios redhibitorios y la acción por incumplimiento de promesa de mutuo oneroso.

Plazos de caducidad.No debe confundirse caducidad con prescripción liberatoria. Caducidad es un modo de extinción de ciertos derechos en razón de la omisión de su ejercicio durante el plazo prefijado por la ley o la voluntad de los particulares.La caducidad trasunta un fenómeno distinto al de la prescripción: estos derechos sólo alcanzan a configurarse mediante la realización de ciertos actos, sin los cuales el derecho no nace. La no realización, impide que el derecho se configure.A diferencia de la prescripción, los plazos de caducidad pueden ser fijados por voluntad de las partes.Si son legales, se dividen en sustanciales (tales como el derecho de retroventa o la inscripción retroactiva de la compraventa) y procesales (los plazos de contestación de la demanda, la articulación de excepciones dilatorias, etc.).Se dividen también en perentorios, cuando por el sólo transcurso del tiempo el derecho se cae y ya no puede configurarse, y no perentorios, cuando es necesario que la contraparte acuse el decaimiento del derecho.

Enriquecimiento Sin Causa

El patrimonio de una persona puede tener variaciones. Siempre que esas modificaciones tengan como antecedente una causa jurídica, el ordenamiento aprueba los cambios y les asigna los efectos consiguientes. Pero si una transformación operada en el patrimonio no reconoce una causa jurídica, el beneficiado tiene el deber de restituir lo mal habido.

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Antecedentes históricos.En Roma hubo un antecedente directo: según el derecho natural y la equidad, nadie debe enriquecerse en perjuicio de otro. Esta es la regla básica que rige la materia aunque este concepto sea incompleto.En ese sistema se la consagró a través de algunas acciones. Puesto que los pactos eran obligatorios por el sólo cumplimiento de la solemnidad, esa forma era el único sostén de una obligación sin causa.También se conocieron acciones y, entre ellas, la acción “in rem verso”, particularizada al caso en que se realizara un negocio con intención de obligar al padre o dueño, y que redundase en utilidad para aquellos; siendo el negocio inválido, el tercero tenía derecho a reclamar por el beneficio que hubiera resultado en el patrimonio de éste. Si bien en Roma tal acción estaba circunscripta a éste único supuesto, en el derecho moderno es la apropiada a los casos de enriquecimiento sin causa.

Acción In Rem Verso.

Requisitos- 1. Enriquecimiento del demandado: El enriquecimiento ha de ser de tipo patrimonial, o extrapatrimonial susceptible de

valoración pecuniaria.Puede derivar de un lucro emergente o daño cesante. También se puede dar el enriquecimiento a través de un ahorro, aunque no se traduzca en un aumento visible de la masa patrimonial.

2. Empobrecimiento del demandante: Para dar lugar a la acción debe producir un detrimento del demandante, esto es, un empobrecimiento correlativo de su patrimonio.

3. Relación causal entre el enriquecimiento y el empobrecimiento: Debe mediar entre ambos una relación de causa a efecto. Lo más corriente es que no haya una estricta equivalencia. No obstante ello, y cualquiera sea la incidencia negativa en el patrimonio del empobrecido, éste debe acreditar el nexo causal como recaudo para accionar.

4. Ausencia de causa: El desplazamiento patrimonial debe haberse realizado sin causa que lo justifique, en el sentido de falta jurídica, con el alcance definido al tratar la causa-fuente de las obligaciones.

5. Carencia de toda otra acción: La acción in rem verso exige que no se tenga a disposición ninguna otra acción, o vía de derecho, por medio de la cual pueda ser determinada la indemnización del perjuicio sufrido.

6. Que la ley no obste a la acción: Es decir, que no resulte prohibida la restitución, o no sean atribuidos otros efectos al enriquecimiento.

En el enriquecimiento sin causa hay una situación jurídica objetivamente ilícita, que da lugar a la restitución. La restitución es el límite de la acción.

Sistema en el Código Civil- Vélez en la nota del Art 499 mencionó al enriquecimiento sin causa como fuente de obligaciones; en la nota al Art. 43 dijo que las personas jurídicas responden por hechos ilícitos cometidos por sus administradores; y en la nota al Art. 784 habló del enriquecimiento sin causa como principio permanente de nuestro derecho y como fundamento de repetición de lo pagado indebidamente. El Código consagra reglas particulares que hacen aplicación del principio (Art. 728, 907, 1165).

Efectos- El enriquecimiento sin causa genera una acción de restitución o reintegro a favor del empobrecido y contra el enriquecido injustamente. Se trata de una acción distinta y subsidiaria. Esta especial acción tiene límites bien precisos: no puede exceder del efectivo desmedro del empobrecido y, tampoco puede ser mayor que el enriquecimiento logrado por el accionado.

Pago de lo indebido.Cuando se habla de pago indebido se utiliza una elipsis para denominar a la traslación patrimonial que no es tal. El pago supone el cumplimiento de una obligación y es un acto jurídico cuyos elementos son los sujetos (solvens y accipiens) el objeto (aquello que se paga) y la causa (causa-fuente). El denominado pago indebido adolece de la falta de alguno de esos elementos, que lo despojan del carácter de pago. Hay pago indebido:

a) Si el solvens no es deudor.b) Si el accipiens no es acreedor.c) Si la traslación patrimonial carece de objeto, porque se paga algo distinto, y no hay acuerdo en la sustitución.d) Si carece de causa fuente, porque nada se debe (sea porque no hay obligación; el accipiens no es acreedor; el solvens

no es deudor o los que corresponden a una obligación existente, pero inválida).e) Si carece de causa fin, porque pretendiéndose cancelar una obligación, se cancela otra (cuando se obra sin animus

solvendi, o cuando se paga por error o el pago es obtenido por medios ilícitos).

Efectos-1. Repetición: El pago de lo indebido genera una acción de repetición que la ley autoriza a entablar contra quien lo ha

recibido, a efectos de que se restituya lo que fue materia del pago. 2. Buena fe del accipiens: El que recibió el pago de buena fe, está obligado a restituir igual cantidad que la recibida.

Las posesiones de buena fe, cuando el poseedor, por ignorancia o error de hecho, se persuadiere de su legitimidad.3. Mala fe del accipiens: Si ha habido mala fe en el que recibió el pago, debe restituir la cantidad o la cosa, con los

intereses o los frutos que hubiese producido o podido producir desde el día del pago. Cuando el accipiens de mala fe recibe en pago una cosa que se deteriora o destruye, debe reparar su deterioro o valor, a no ser que el deterioro o pérdida de ella hubiera también de haber sucedido estando en poder del que la entregó.

4. Situación de los terceros: Puede presentarse el caso en que el accipiens enajene la cosa que recibe en pago a un tercero. La ley concede al solvens dos acciones distintas: la de indemnización del daño causado por la enajenación, y la de reivindicación contra el tercero adquirente.

Pago por error.El pago hecho por error carece de causa fin, pues hay una falla en la voluntad jurídica necesaria para el acto del pago. Art. 784: El que paga por un error de hecho o de derecho, se creyere deudor, y entregase alguna cosa o cantidad en pago, tiene derecho a repetirla al que la recibió.

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Hay error esencial cuando el solvens es deudor y satisface la prestación de manera distinta a aquella en que se obligó: da una cosa por otra. El error puede recaer sobre la prestación adeudada, o sobre las circunstancias o modalidades de la prestación debida.

Naturaleza del error- El error que es imprescindible acreditar para entablar la acción de repetición es el del solvens y puede ser de hecho o de derecho, pero debe necesariamente ser esencial. Habrá también error esencial con lugar a la repetición, aunque el deudor lo sea efectivamente, en los casos siguientes: Si la obligación fuese condicional, y el deudor pagase antes del cumplimiento de la condición; si la obligación fuese de dar una cosa cierta, y el deudor pagase al acreedor entregándole una cosa por otra; si la obligación fuese de dar una cosa incierta, y solo determinada por su especie; si la obligación fuese divisible o simplemente mancomunada, y el deudor la pagase en su totalidad como si fuese solidaria.

Errores que no dan lugar a la repetición- El art. 791 establece que no habrá error esencial, ni se puede repetir lo que se hubiese pagado en los casos siguientes:

a) Cuando la obligación fuere a plazo, y el deudor pagase antes del vencimiento del mismo;b) Cuando se hubiere pagado una deuda que ya se hallaba prescripta; c) Cuando se hubiere pagado una deuda cuyo título era nulo, o anulable por falta de forma, o vicio en la forma.d) Cuando se pagare una deuda, que no hubiese sido reconocida en juicio por falta de prueba.e) Cuando se pagare una deuda, cuyo pago no tuviese derecho el acreedor a demandar en juicio.f) Cuando con pleno conocimiento se hubiere pagado la deuda de otro.

Repetición de impuestos.En derecho fiscal rige la máxima solve et repete, es decir, que es preciso pagar previamente, y luego discutir acerca de la legitimidad del tributo abonado. Si el impuesto es ilegal se trata de un supuesto de pago indebido susceptible de repetición por parte del contribuyente. La Corte Suprema decidió que la repetición de impuestos impugnados de ilegales esta subordinada a la protesta previa del contribuyente en el acto del pago.La Corte Suprema había decidido que, no tratándose de un contribuyente individual, era recaudo necesario la acreditación del empobrecimiento del actor. En cambio, tratándose de contribuyentes individuales no organizados en forma expresa, el empobrecimiento, condición de existencia del derecho a repetir, era inferible de la circunstancia del pago del impuesto. La Corte Suprema abandonó luego la exigencia de la acreditación del empobrecimiento como condición del derecho a repetir el pago indebido de impuestos, suprimiéndose en consecuencia la distinción entre empresas y contribuyentes individuales.

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