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ARQUITECTURAPOLITICAA lo largo de la historia, los gobernantes han empleado la arquitectura comoherramienta para imponer sus ideas o afianzarse en el poder. Lejos de ser unacostumbre de pasados dictatoriales, la misma estrategia es utilizada por los políticos dehoy en día para marcar su mandato y consolidar su prestigio personal, bajo el pretextode un acontecimiento deportivo o cultural. Con resultados a menudo discutibles
Texto Piergiorgio M. Sandri
"El arquitecto jefe soy yo". M~s explicito, impo-sible. Lástima que el autor de esta frase no teníaninguna idea de diseño, de cómo llevar una obra nitampoco podía presumir de algún conocimientoarquitectónico. Era un político. En concreto, estaspalabras se atribuyen al antiguo presidente francésJacques Chirac, cuando a finales de los setenta eraalcaide de París y se disponía a visitar el desarrollourbanístico del barrio de Les Halles.
En realidad, a lo largo de la historia, la arquitecturaha sido usada a menudo por los políticos y los pode-rosos para cumplir sus fines. Manías de grandeza,deseo de pasar ala posteridad o insWumento decomunicación de una determinada ideología: elabanico de las motivaciones es anaplio. El siglo XXha sido talvez el período más marcado por estatendencia. Pero hoy en día la historia se repite. Lasgrandes obras que estos días se están presentandoen Pekín para los Juegos Olímpicos son el mejor
escaparate para un país que quiere promover sufaceta más moderna.
Un libro reciente y muy documentado sobreeste tema, La arquitectura del poder (EdicionesAriel), del reputado crítico estadounidense DeyanSudjic, repasa los casos más emblemáticos de este"complejo de la construcción" que sufren muchosgobernantes. Los ejemplos más evidentes son losde los dictadores del siglo pasado. Tanto Hitlercomo Stalin supieron usar la arquitectura al servi-cio de sus ideales políticos. Ambos tenían planesurbanísticos ambiciosos y emplearon la arquitec-tura como una herramienta más de sus regímenesdestinados a promover el culto a su personalidad.
El alemán, que se consideraba un verdaderoartista (entre muchas otras cosas), se hizo cons-truir un palacio de la Cancillería con el objetivodeclarado de tener "grandes salas y salones que
causaran impresión a la gente, sobre todo a losdignatarios de menor relevancia". Su despacho,de 370 metros cuadrados, impactaba al visitan-to, que tardaba más de un minuto en recorrerlo.Al final el miedo escénico producía sus frutos:cuentan que al presidente de Checoslovaquia,Emil Hacha, le dio un infarto cuando tuvo queencontrarse con el Ffihrer en sus dependencias,asustado por la magnitud del edificio.
Asimismo, Hitler había encargado a su arquitec-to Albert Speer un ambicioso plan urbanísticode remodelación de Berlín, que nunca se llevó acabo. Speer había concebido un espacio de 250millones de metros cuadrados. Los diplomáticoshabrían tenido que recorrer medio kilómetrodesde la entrada ceremonial hasta los despachosde Hitler. Estaba prevista una cúpula de enormesproporciones y una plaza de armas al estilo lati-noamericano con capacidad para reunir a miles ,-
LA CARRERADE LOSRASCACIELOSLas torres Petronas de KualaLumpur en su momentosuperaron en altura a lasTorres 6emelas en Nueva York.Son el símbolo de Malasia
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*- de personas. El desastre de la guerra impidió elnacimiento de este proyecto.
En cuanto a Sta]in, su autoritarismo asustaba alos mismos arquitectos. El caso más singular esel del hotel Movska. Los autores de los planos lepresentaron dos propuestas y como el dictadorno fue claro en expresar sus preferencias, para nocontradecirlo se decidió construir una fachadaasimétrica, que incorporara ambos proyectos. Perola mayor obsesión estalinista fue la construccióndel palacio de los Soviet. Para ello, no dudó enderrumbar la catedral de Cristo Salvador, de mitaddel siglo XIX.
El arquitecto Boris Iofan concibió entonces unode los proyectos más faraónicos de la era moderna:una torre de siete niveles y de 400 metros de alturainspirada en la torre de Babel, coronada por unaestatua de Lenin de dimensiones gigantescas. Las
yemas de sus dedos tenían seis metros de largo yrepresentaban un auténtico desaño para las leyesde la gravedad. También en este caso, el conflictobélico evitó que la mastodónfica construcciónviera la luz.
Por su parte, Benito Mussolini centró en Romasus pretensiones imperiales. No dudó en cargarseel barrio medieval de la capital para dar espacio auna avenida con vistas al Coliseo, escenario idealpara los desfiles militares. Pero su reto arquitec-tónico más atrevido fue el barrio del Eur, cons-truido para la exposición universal de 1942 en lasafueras de la ciudad, que no llegó a celebrarse:grandes avenidas, formas cuadradas y un colorblanco chillón. Tenía que representar la moderni-dad y el rigor, con un llamamiento a la civilizaciónclásica (el llamado coliseo cuadrado es el mejorejemplo de ello). Pero donde dejó su huella fueen las instalaciones deportivas del Foro Itálico.
El visitante todavía puede apreciar hoy en día elobelisco con la inscripción de MussoliniDux.
Si bien es comprensible el afán arquitectónicode las dictaduras, también es cierto que en lasúltimas décadas este fenómeno de exhihicionis-mo, pese a la consolidación de la democracia enmuchos países del mundo, se ha mantenido. Conformas más sutiles.
En este sentido, Frangois Mitterrand hizo de laarquitectura una de las señas de su mandato. Estemonarca republicano recién ascendido a la presi-dencia encargó a comienzos de los años ochentaal entonces joven diseñador Philippe Starck ladecoración del Elíseo. Para ello, se hizo prepararun escritorio con patas de acero tubulares enforma de M, como la inicial de su apellido. Por nohablar de la pirámide del Louvre o de la Bibliote-ca Nacional, símbolos de París y legado material ,-
iLA CANCILLERIADEL MIEDOAdolf Hitler encargó a Albert5peer un edificio que intimi-data al visitante. Es uno delos ejemplos de arquitecturaal servicio del poder y de laideología
EL BERLiNMONUMENTALEl proyecto más ambiciosodel Tercer Reich se cono6acomo Germanía y pretendíacambiar radicalmente el perfilde Berlín, con una cúpulamonumental
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LA ARQUITECTURA SIEMPRE HA ESTADOAL SERVICIO DE LOS PODEROSOS. HOY NOES TANTO EL RESULTADO DE UN CAPRICHOPERSONAL, CUANTO EL DESEO DE TENER
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UN ICONO QUE TAMBIEN DE DINERO
BRASILIA:LA CIU DADA LA CARTALa capital de Brasil, proyectadapor Oscar Niemeyer desdecero, nació con la intenciónde dar una nueva imagen delpaís. Es el mejor ejemplo dearquitectura al servicio delpoder
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LA BIBLIOTECATESTAMENTOLa nueva biblioteca de París aorillas del Sena fue encargadapor el presidente francésFran~ois Mitterrand, quecultivaba el deseo de pasar ala posteridad
EL CREADORDE ICONOSSantiago Calatrava se haconvertido en los últimosaños en uno de los arquitectosmás cotizados. El auditorio deTenerife es una de sus últimascriaturas
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EL COLISEOCUADRADOBenito Mussolini levantó elbarrio del Eur de la nada porfines políticos. El Palazzo dellaCiviltá del Lavoro pretendía serun elemento de unión entre lamodernidad y el clacisimo
LA TORREDE LENINEl proyecto más ambiciosode Stalin fue el palacio de losSoviet. Esta torre tendría queculminar con una estatuagigante de Lenin. No pudollevarse a cabo
¯ de su gobierno. Mitterrand, ya muy enfermode cáncer no quiso perderse la inauguración dela biblioteca, justo tres semanas antes de fallecer.Poco importaba que apenas hubiera libros, queel edificio a orillas del Sena tuviera demasiadahumedad para albergar volúmenes: el presidentetenía que estar allí. Era su testamento personal.
Su principal asesor, Jacques Attali, fue inclu-so más allá. Nombrado presidente del BancoEuropeo para la Reconstrucción y el Desarrollo(BERD), lanzó en los años noventa un proyecto reformas arquitectónicas en el edifico en alquilerque tenía que albergar la sede del banco en Lon-dres. Entre esculturas, decoraciones y otras obrasde reconstrucción megalómanas, la institución segastó unos 208 millones de euros. Más del montode créditos concedidos por la entidad en este pe-ríodo a los países del Este en vía de desarrollo (116millones). Attali negó la responsabilidad directade las obras, pero tuvo que abandonar el cargo.
Cuando no es para fines personales o cálculos po-líticos, los proyectos arquitectónicos públicos de
hoy cumplen otra función esencial en las ciuda-des: reforzar su imagen urbanística. Con resulta-dos a menudo discutibles. Siempre en Londres,Sudjic cita uno de los casos más llamativos: elde la llamada Cúpula del Milenio, "un intentodeliberado de construir un monumento emble-mático que sirviera como pistoletazo de salidade la campaña para la reeleeción de los laboristaspara un segundo mandato. Blair adoptó el estilode un autócrata francés a pesar de que carecía delbrío para llevarlo a la práctica. Así se construyóel gesto más vacío de la vida cultural británica".Este lugar, hoy en mal estado y casi abandonado,deteriorado por las hierbas y el óxido, sigue pen-diente de que se le dé un nuevo uso.
En Oriente, el encanto de la arquitectura sim-bólica también ha vivido un éxito considerableen los últimos años. De hecho, la carrera paraconstruir el rascacielos más alto del mundo se haconvertido en un desafío esencialmente asiático.Las torres Petronas de Kuala Lumpur en Malasia,que llegaron en su momento a superar las TorresGemelas en altura, tuvieron entre otras cosas
LA CUPULADELMILENIO DELONDRES ESUNEJEMPLODE OBRA MALLOGRADA
que desempeñar unafunción muy preci-sa: poner a la ciudadmalasia en el mapa. Elactual frenesi arquitec-tónico en Dubai, entrehoteles siete estrellase islas artificiales, vaen la misma dirección.Como en su momentoBrasilia en Brasil o
Ankara en Turquía, estas ciudades nacieron conla vocación de ser ciudades símbolos de una nue-va manera de construir.
Xavier Rubert de Ventós, profesor de estética enla Universitat de Barcelona, recuerda que "desdeel Foro Romano hasta Versailles, la arquitecturano estaba pensada para el ciudadano, sino parael imperio e impresionar a los peregrinos". Esteacadémico y filósofo constata que esta tenden-cia en la actualidad no ha cambiado. El recientedesarrollo urbanístico de Pekín es la prueba másevidente de este afán por lucirse a través de ,-
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LAS REFORMASFARAÓN ICASEa sede del Banco Europeode Inversiones fue oneto deun costoso proyecto de remo-delación en los noventa quesuperó el monto de créditosconcedidos por la entidad
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LA CÚPULAFALLIDAEl Millenium Dome hoyestá en estado de abandono.Pero cuando se construyó fueusado por Tony Blair comoinstrumento de propagandaelectoral
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la arquitectura. "En China hoy la gente estápidiendo un monumento emblemático al estilo dela Torre Eiffel. Quieren un símbolo’.
En España, lo mismo puede decirse de lo ocurri-do con Bilbao o Valencia. Frank Ghery y SantiagoCalatrava han modificado el perfil urbanístico deestas ciudades con obras de carácter muy repre-sentativo, el Museo Guggenhgeim y la Ciudadde las Artes. A veces la apuesta sale a cuenta. Seconsiguen beneficios en cuanto aflujos turísticos,más allá del uso efectivo que se haya dado a estasinstalaciones. "Antes hacían monumentos al sol-dado desconocido, ahora al consumidor descono-cido. Este es el tipo de arquitectura que se lleva",ironiza Rubert de Ventós. Como indica Sudjic,"ahora todo el mundo quiere un icono. Quierenque un arquitecto haga lo mismo que hizo el Gu-ggenheim de Gehl"y para Bilbao y el teatro de laopera de Jorn Utzon para Sydney". "Las ciuda-
des hoy en día compiten entre sí. Quieren obrasque sean su marca de fábrica", explica Rubertde Ventós. Para ello, los edificios tienen que seroriginales y llamativos. "Por lo general vamos aun mundo figurativo: la arquitectura hoy en día,como la pintura en su momento, quiere imitar larealidad, tener un tema, un argumento: una ola,una vela, un delfín", indica.
Pero no todos están de acuerdo sobre esta estrate-gia. En este sentido, Antón Baamonde, filósofo yensayista gallego, es muy crítico con la construc-ción de la Ciudad de la Cultura en Santiago deCompostela, obra del arquitecto Peter Eisenman.En su opinión, es un proyecto muy costoso y conpoca claridad sobre su función: un ejemplo dearquitecturapolitizada. "Hubo un tiempo en queel origen de las construcciones estaba la religión,luego fue la ideología o la tecnología, hoy es lacultura el elemento de legitimación del Estado",
MÁS ALLÁDE SU USOEFECTIVO,LOSEDIFICIOS SECONVIERTENEN SÍMBOLO
dice. Bamnonde creeque "estos edificios amenudo son símbo-los de lanada. Hoyla arquitectura se haconvertido en unaescultura en términosmonumentales. Es unode los rasgos de nues-tra época", sostiene.
Ahora bien, por muy descabellados que seanalgunos proyectos, este exhibicionismo arquitec-tónico cuenta con unos ganadores claros. Sudjicdestaca que "la arquitectura de alta visibilidades diseñada hoy por poca gente. A veces parececomo si sólo hubiera treinta arquitectos en todo elmundo, el circo volador de viajeros eternos". Sonellos los encargados, hoy en día, de plasmar losdeseos de los poderosos. Igual que ayer. ¯
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![[131] checoslovaquia](https://static.fdocuments.es/doc/165x107/5596fca81a28abc55e8b46b0/131-checoslovaquia.jpg)
