ÓRDENES NORMATIVOS DE LA CONDUCTA: RELIGIÓN, MORAL, DERECHO
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Materia: Introducción al Derecho
Docente: Dr. José Aurelio Macas Illescas.
Alumno: Darío H. Sozoranga Q.
Fecha: 06/10/09
ÓRDENES NORMATIVOS DE LA CONDUCTA: RELIGIÓN, MORAL, DERECHO
Son distintas en su origen y en sus consecuencias; pero es posible encuadrar a tales
normas en uno de los órdenes citados a continuación.
Religión y Derecho
Las creencias religiosas tienen un origen divino; en tanto que las ideas jurídicas surgieron
únicamente del hombre.
Tanto la observancia de los preceptos jurídicos y de los religiosos tiene como punto de
partida el libre albedrío y quien los viola está sujeto a sanciones; pero mientras las unas
son de carácter ultraterreno (penas del infierno, remordimiento), las otras son sanciones
de carácter material (multa, decomiso, privación de la libertad).
La religión es un conjunto de creencias que tratan de conducir al hombre hasta su
salvación eterna. En cambio que el derecho es un orden normativo que se impone con
fines actuales, en el sentido de que no caben en su campo supuestos para el más allá.
Surge el derecho autónomo de los demás órdenes, aún cuando quedó siempre con una
imposibilidad absoluta de alejarse de la religión y de lo moral. El orden jurídico reconoce
primacía, por el origen, tanto a la religión como a la moral, y permanece íntimamente
ligado a ellas.
Moral y Derecho
Las normas se establecen por costumbre, con marcadas influencias religiosas; una
muestra de aquello son el Decálogo y el código de Hamurabi.
Ni siquiera en Grecia podemos encontrar la distinción: Platón y Aristóteles consideraron a
la justicia, valor jurídico, en términos morales.
Ulpiano en Roma, formula los tres grandes preceptos del Derecho, que son: vivir
honestamente, no hacer mal al prójimo y dar a cada uno de lo suyo , incluyendo en el
orden jurídico un precepto netamente moral.
Quizá el cristianismo, en su forma evangélica dad al César lo que es del César, y a Dios
lo que es de Dios, empieza a reconocer que lo moral pertenece a Dios, y lo Jurídico al
Estado, estableciendo el inicio de la separación necesaria entre esos órdenes.
Christian Thomasius: “La moral tiene por principio lo honesto, y el derecho lo justo”. En tal
forma que el primer orden se refiere al dominio interno y el segundo al dominio externo. Y
es así como el estado que está directamente ligado con el derecho, en ningún momento
puede llegar hasta el dominio interno de los individuos, porque su actuar es netamente
jurídico.
Moral y Derecho, por lo mismo regulan actos compuestos de intención y ejercicio.
Emmanuel Kant: “La moral se refiere a los motivos de obrar, a las acciones internas, al
campo de la conciencia”. Además sostuvo, que para estar un acto perfectamente
adecuado a la moral debía ser libre y desinteresado. La voluntad seria buena cuando
cumpla el deber, pero sólo por respeto al deber y por el deseo desinteresado de estar
bien con la ley moral.
Kant opinó que la Moral no proviene de un orden exterior, porque el sentimiento del deber
está en nuestras conciencias; y los actos que no están guiados por este sentimiento
desinteresado de cumplir el deber, por tanto, no son morales.
Giorgio del Vecchio explica que el sujeto por su libre albedrío, frente a una situación, de
entre varias acciones físicamente posibles para él, prefiere una y descarta las demás.
En el ámbito del derecho no se conciben las facultades de alguien, si no están en
correspondencia con las obligaciones de otro. Da ahí que, según la clásica definición Del
Vecchio, el orden jurídico reside en la interferencia intersubjetiva de la conducta.
Distinciones que se concluyen
La moral tiende al bien individual, en tanto que el derecho aspira al bien común.
El derecho puede hacerse valer coercitivamente; en cambio la moral no puede ser
exigida por otra persona, porque su cumplimiento debe ser espontáneo.
Las normas morales son unilaterales; y son bilaterales las Jurídicas.
La moral obliga solamente en conciencia; el derecho crea relación entre dos
personas o grupos de personas.
El cumplimiento de las normas morales no puede ser reclamado coercitivamente;
en cambio que sí puede serlo el cumplimiento de las normas jurídicas.
La moral es autónoma, porque el sujeto acepta libremente la norma y por un acto
de su propia conciencia elige al camino que ésta le señala; en cambio el derecho
en el derecho es heterónomo, porque el sujeto se encuentra limitado por otra
voluntad que no es la suya.
¿Por qué el Derecho es obligatorio?
En realidad, el interrogante que sirve de título a este apartado plantea un problema
complejo, que debe ser resuelto por partes:
Teoría Teocrática
La explicación más simplista y antigua del problema, y que data del tiempo en que el
derecho se confundía con la religión, acepta la obligatoriedad de sus normas, porque son
un mandato que la divinidad reveló al gobernante.
Dios no puede mandar arbitrariedades, sino que desea que la justicia se realice entre los
hombres.
Por lo mismo, para los mandatos, siempre servirán de antecedentes estos deseos, cuya
realización se consigue por medio del derecho. Porque si el mandato divino contuviera
injusticias, no habría fundamento para que sea obedecido.
Teoría Autocrática
El fundamento del derecho no puede estar constituido por la voluntad de una o de varias
personas, aun cuando ellos sean los gobernantes.
Las siguientes consideraciones lógicas nos hacen verlo claramente:
PRIMERA. Son dos cosas muy distintas la justicia y la legalidad. La voluntad abusiva del
gobernante puede adoptar la mejor forma; pero no subsana un contenido erróneo y
reprochable en el fondo.
SEGUNDA. No existe voluntad humana superior a otra
TERCERA. Se justificaría así toda conducta arbitraria del gobernante; pues para
conseguir sus deseos, por absurdos y abusivos que fueran, le bastaría con crear una
norma ad-hoc, que los justifique; y el problema estaría solucionado.
CUARTA. El derecho estaría constituido por la fuerza, factor que es totalmente antitético a
su fundamento filosófico. Si en lo jurídico es necesario tal factor, eso ocurre por excepción
y para obligar coercitivamente al cumplimiento de aquello.
No podemos aceptar que el derecho tenga su fundamento racional en la voluntad de una
o de varias personas que quieran mandar a su arbitrio con fuerza de ley.
Hoy la formula clásica del Digesto: lo que el príncipe quiere tiene fuerza de ley. Las
teorías autocráticas vinculan la obligatoriedad del derecho a un mandato, ya no emanado
de la divinidad, sino del gobernante o grupo de gobernantes, y son erróneas según lo
hemos comentado.
Teoría Iusnaturalista
Hay principios superiores que se originan en la misma naturaleza humana. El conjunto de
esos principios inmutables, innatos y eternos, es la razón, el fundamento de la
obligatoriedad que encierra la idea de lo jurídico.
Seguimos lo que el derecho manda, porque en sus preceptos encontramos una
proyección de nuestra propia naturaleza.
A esa amplísima gama de principios superiores, que son el fundamento del derecho,
según la teoría Iusnaturalista, desde el tiempo que la Roma Imperial se los conoce con el
nombre de derecho natural
Derecho Natural
Son inherentes a la razón y a la naturaleza misma del hombre.
Los egipcios
Vivian impresionados bajo la creencia de que los muertos, antes de nada, comparecen al
tribunal de Osiris para, ante la Diosa Maat, representación de la ley y el orden, alegar en
su defensa, con absoluta veracidad, todo lo que sigue, que es una verdadera relación de
conductas, inspiradas en el derecho natural.
Los griegos
El hombre justo debe obedecer no solamente a las leyes del Estado, sino también a las
leyes no escritas de los dioses, válidas en todos los pueblos, según Sócrates.
Los romanos
Fueron quienes introdujeron en la teoría la expresión derecho natural, y opinaban que
este consiste en aquello que la naturaleza enseña a los animales, incluso al hombre, y
que el derecho de gentes (derecho positivo) es elaborado, en cambio por los pueblos.
El cristianismo
San Isidoro de Sevilla nos habla de un derecho, que es común a todas las naciones, que
nunca es tenido por injusto, sino por natural y equitativo.
Afirmaba que tres clases de leyes o de sistemas jurídicos derivan jerárquicamente el uno
del otro: 1) la ley eterna, 2) la ley natural, 3) la ley humana.
Muchas reglas instintivas pertenecen a la ley natural: la educación de los hijos, la unión de
los sexos, y también aquellas reglas que conducen al hombre a la búsqueda de la verdad
sobre Dios.
En España
El padre jesuita Francisco Suárez impresionó con su exposición en el sentido de que el
derecho natural no está formado por un acopio de principios rígidos, sino que lo integra un
verdadero sistema de normas vivas, en las cuales es posible hacer mutaciones y operar
cambios, tal como la sociedad lo exige.
Hugo Grocio afirma que hay un ordenamiento o derecho natural que es una regla dictada
por la recta razón, que nos indica si una acción es torpe o es moral.
Para Cetherin, el derecho natural en sentido objetivo, es un conjunto de normas
obligatorias que por naturaleza misma, y no en virtud de una declaración positiva, ya sea
de parte de Dios o de los hombres, valen para toda la humanidad.
Por último, agreguemos a manera de ejemplo, algunos de los preceptos que han sido
formulados por filósofos de todas las épocas, y que indudablemente pertenecen al
derecho natural:
debes dar a cada uno lo que le corresponde.
no debes causar daño a nadie.
no debes matar injustamente.
No debes apropiarte de lo que no te pertenece.
debes cumplir los compromisos que hayas concertado justa y legalmente.
Debes obedecer a la autoridad.
Debes respetar a tus padres y proteger a tus hijos.