Palabra de Dios para la vida diaria

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MI PALABRA RHEMA II GRACIAS SEÑOR, POR BENDECIRNOS Y PROTEGERNOS TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA. TE BENDIGO Y TE ALABO, MI SEÑOR Y DIOS. LEONIDAS ORTEGA.

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1. MI PALABRA RHEMA II GRACIAS SEOR, POR BENDECIRNOS Y PROTEGERNOS TODOS LOS DAS DE NUESTRA VIDA. TE BENDIGO Y TE ALABO, MI SEOR Y DIOS. LEONIDAS ORTEGA. 2. 1Disputa, oh Jehov, con los que contra m contienden; pelea contra los que me combaten. 3. 4Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrs y avergonzados los que mi mal intentan. 4. 26Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vstanse de vergenza y de confusin los que se engrandecen contra m. 5. 2Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrs y avergonzados los que mi mal desean. 6. 29El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30Los muchachos se fatigan y se cansan, los jvenes flaquean y caen; 31pero los que esperan a Jehov tendrn nuevas fuerzas; levantarn alas como las guilas; corrern, y no se cansarn; caminarn, y no se fatigarn. 7. 1Jehov es mi pastor; nada me faltar. 2En lugares de delicados pastos me har descansar; junto a aguas de reposo me pastorear. 8. 3Confortar mi alma; me guiar por sendas de justicia por amor de su nombre. 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temer mal alguno, porque t estars conmigo; tu vara y tu cayado me infundirn aliento. 9. Mi Dios, pues, suplir todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jess. 10. 6Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que l os exalte cuando fuere tiempo; 7echando toda vuestra ansiedad sobre l, porque l tiene cuidado de vosotros. 11. 25Por tanto os digo: No os afanis por vuestra vida, qu habis de comer o qu habis de beber; ni por vuestro cuerpo, qu habis de vestir. No es la vida ms que el alimento, y el cuerpo ms que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. No valis vosotros mucho ms que ellas? 12. 3T guardars en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4Confiad en Jehov perpetuamente, porque en Jehov el Seor est la fortaleza de los siglos. 13. 6Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oracin y ruego, con accin de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardar vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jess. 14. 16Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jess. 15. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. 16. El corazn alegre constituye buen remedio; mas el espritu triste seca los huesos.