Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que...

4
Año 2. No. 25 23 diciembre 2018 Palabra Dominical IV Domingo de Adviento Antífona de entrada Is 45,8 Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el Salvador. No se dice Gloria. Oración Colecta Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. De ti saldrá el jefe de Israel. Del libro del profeta Miqueas: 5,1-4 Esto dice el Señor: "De ti, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel, cuyos orígenes se remontan a tiempos pasados, a los días más antiguos. Por eso, el Señor abandonará a Israel, mientras no dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos se unirá a los hijos de Israel. Él se levantará, para pastorear a su pueblo con la fuerza y la majestad del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque la grandeza del que ha de nacer llenará la tierra y él mismo será la paz". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Del salmo 79. R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos. Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines, manifiéstate; despierta tu poder y ven a salvarnos. R. Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tú viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R. Aquí estoy, Dios mío para hacer tu voluntad De la carta a los hebreos: 10, 5-10 Hermanos: Al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije porque a mí se refiere la Escritura: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad". Comienza por decir: "No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado “siendo así que eso es lo que pedía la ley; y luego añade: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad". Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Aclamación Antes del Evangelio Lc 1, 38 R. Aleluya, aleluya. Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45 En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llego tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Transcript of Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que...

Page 1: Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos Oración sobre las Ofrendas Que santifique,

Año 2. No. 25 23 diciembre 2018

Palabra Dominical

IV Domingo de Adviento

Antífona de entrada Is 45,8

Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el Salvador.

No se dice Gloria.

Oración Colecta

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del

ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por

nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los

siglos.

De ti saldrá el jefe de Israel.

Del libro del profeta Miqueas: 5,1-4

Esto dice el Señor: "De ti, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el

jefe de Israel, cuyos orígenes se remontan a tiempos pasados, a los días más antiguos.

Por eso, el Señor abandonará a Israel, mientras no dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces

el resto de sus hermanos se unirá a los hijos de Israel. Él se levantará, para pastorear a su

pueblo con la fuerza y la majestad del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque la

grandeza del que ha de nacer llenará la tierra y él mismo será la paz". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 79.

R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.

Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines, manifiéstate; despierta tu poder y ven a salvarnos. R.

Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tú viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo

que tú mismo cultivaste. R

Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida

y alabaremos tu poder. R.

Aquí estoy, Dios mío para hacer tu voluntad

De la carta a los hebreos: 10, 5-10

Hermanos: Al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas ni

ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios

por el pecado; entonces dije porque a mí se refiere la Escritura: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad".

Comienza por decir: "No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado

“siendo así que eso es lo que pedía la ley; y luego añade: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad".

Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos

santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación Antes del Evangelio Lc 1, 38

R. Aleluya, aleluya.

Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R.

¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme?

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando

en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito

el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llego tu saludo a mis

oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte

del Señor". Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Page 2: Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos Oración sobre las Ofrendas Que santifique,

Se dice Credo

Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor,

Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz Dios verdadero de Dios

verdadero engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres,

y por ,nuestra salvación bajó del cielo (en las palabras que siguen, hasta se hizo hombre; todos se inclinan) y por obra del

Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;

padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y

de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de

vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los

profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los

pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Plegaria Universal.

Oremos a Jesús, luz y esperanza de la humanidad entera.

Después de cada petición diremos Ven Señor Jesús.

Para que todos los cristianos reafirmemos nuestra adhesión a Jesús que nace entre nosotros. Oremos.

Para que los gobernantes de todos los países busquen sinceramente la paz y la concordia entre todos los pueblos de

la tierra. Oremos.

Para que los niños y los jóvenes, que en estos días han iniciado sus vacaciones, vivan el sentido verdadero de la

Navidad. Oremos.

Para que quienes llegan a estas fiestas marcados por la pobreza y las dificultades de la crisis económica, encuentren

las ayudas que necesitan para poder seguir adelante, Oremos.

Que, así como María ayudó a Isabel, que también nosotros ayudemos a las embarazadas y les ayudemos a cuidar

a sus niños aún no nacidos, Oremos

Para que todos nosotros encontremos en estos días momentos de silencio, y de oración, y vivamos de verdad en

nuestros corazones la venida del Hijo de Dios. Oremos.

Escúchanos, Señor Jesús, y ven a salvarnos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos

Oración sobre las Ofrendas

Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu Santo que fecundó con su poder el seno de

la bienaventurada Virgen María.

Antífona de la Comunión Is 35, 4

Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.

Oración después de la Comunión

Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todo poderoso, que, cuanto más se acerca el día

de la festividad que nos tae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del

nacimiento de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Reflexión:

Navidad llama a la puerta. La liturgia cede el paso al gozo y la alegría. Las lecturas, desmontando una vez más nuestras estructuras y nuestros valores, nos hablan de lo que verdaderamente es importante para Dios: lo débil, lo que no cuenta, lo insignificante. Dios se fija en un pueblo humilde, Belén de Efratá. En Belén nacerá el Mesías, el único rey que puede salvar a su pueblo. También nos hablan de María, su

madre, que al enterarse de que su prima Isabel en su ancianidad está embarazada, se pone en camino, a toda prisa, porque entiende que la necesita. Dos mujeres, María e Isabel,

devaluadas en aquella sociedad y Dios las convierte en protagonistas; dos niños que aún no han nacido y ya llaman la atención del evangelista. La visita de María a Isabel es la primera acción que nos narra el evangelista Lucas tras la Anunciación, tras su hágase. María lleva en sus entrañas al

Hijo de Dios y el primer gesto es servir a los demás, servir a aquellos que más la necesitan. En el breve pasaje del día de hoy podemos constatar que la grandeza de María está en servir a los demás. No espera que otros la sirvan o la manden, pese a que lleva en sus entrañas al Hijo de Dios. Cuando María saluda a Isabel, salta de gozo el hijo que lleva en sus entrañas. Esta es la lectura de fe que hace Isabel, y llena del Espíritu Santo, bendice a María, la llama bendita, porque ha tenido la valentía de aceptar los planes del Señor sobre ella. María e Isabel son mujeres llenas del Espíritu Santo, las dos muestran su fe. Isabel reconoce en su prima María que Dios la ha visitado, la llama Bendita entre todas las mujeres (1,42) y reconoce que lo que lleva en sus entrañas también es de Dios: bendito el fruto de tu vientre (2,42). Por medio de María, Dios visita a Isabel llevando en

Page 3: Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos Oración sobre las Ofrendas Que santifique,

su seno al Hijo de Dios y en ella visita a su pueblo y a nosotros. La Palabra de Dios es palabra creadora, engendró vida en el seno de María, –en una persona humilde–, que fue capaz de acogerla con fe: Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá (1,45) y es lo que nos recuerda también a nosotros S. Lucas. La Palabra de Dios también tiene fuerza creadora en nosotros para realizar todo aquello que nos dice. La actitud que nos pide no es encerrarnos, sino salir de nuestras casas, estar atentos a las necesidades de los hermanos y tratar de ayudarlos en lo que

esté de nuestra parte, reconocer la presencia de Dios en el otro, en el que está frente a mí o en una necesidad. Acaso no fuera difícil

reconocer la presencia de Dios en María, porque rezumaría su presencia por todos sus poros. Sin embargo, Dios está en todo hombre y está en nosotros mismos. Nuestro cuerpo es sagrario, es el pesebre donde Dios vive, y por la fe nos pide que vayamos presurosos a servir a todo el que nos necesite, que compartamos nuestra experiencia de fe con los demás. Sólo desde la fe podemos acceder a Dios y aceptar su

mensaje, y sólo desde la fe es posible aceptar las consecuencias que el nacimiento de Dios debe tener en nuestra vida. Sólo desde la fe podremos aceptar que, si Dios es un Dios cercano, nosotros tenemos que ser cercanos a los que viven junto a nosotros. Si Dios es un Dios sencillo y humilde, nosotros debemos ser sencillos y humildes. Si Dios es Dios misericordioso, nosotros también debemos ser misericordioso con los que nos rodean. También a nosotros creyentes se nos llamará dichosos por haber creído, por la confianza, por el servicio. Por nuestra fe nos convertimos en discípulos. Ser discípulo implica servir, ponerse a disposición de la Palabra. María es llamada bienaventurada por ser creyente. La fe la da la Palabra y la movilidad. Imitemos a María, la Madre de Jesús, que hoy se nos presenta como la portadora de Jesús, la que lleva a su prima lo mejor que tiene, al Hijo de Dios. Celebrar la Eucaristía nos exige vivir como María, llevar a Cristo a lo hermanos y servir especialmente a los más necesitados. Vicente Martín, OSA

Avisos parroquiales:

Las misas de Navidad el 24 de diciembre serán a las 7pm y 9pm. El 25 diciembre a la 1pm, 6pm y 8pm.

Tendremos Confirmaciones, con motivo de nuestra fiesta Patronal de la Sagrada Familia. Se llevarán a cabo el

sábado 29 de diciembre a las 12 horas.

El día 31 de diciembre, estará expuesto el Santísimo Sacramento después de misa de 8am y hasta antes de empezar

la misa de 7pm, para dar gracias a Dios por el año que termina y pedir su benevolencia para el año que comienza, la

misa de fin de Año será a las 7pm y 9pm. El día 1º de enero las misas serán a la 1pm, 6pm y 8pm.

El movimiento creciendo en la Fe, llevará a cabo la rifa de dos homenajes dedicados a la virgen María. Este

homenaje nos enseñara a conocer acerca de la vida, obra y virtudes de María como Madre de Jesús. No tiene costo, al

final de la celebración se hará la entrega de un boletito que se depositara en la urna, los ganadores se mencionaran el

próximo domingo en la misa de las 10am.

Hacemos de su conocimiento los resultados de los bonos ganadores conforme al sorteo especial de la lotería nacional

del día 12 de diciembre del presente año. 1er lugar, bono 31431, Sr. Carmelo Lozada Aguilar, Chignahuapan, Pue. 2º

lugar, bono 57953, Sr. Ernesto Reyes Ruíz, Col. Vista Alegre, Qro. Qro. 3º lugar, bono 11058, Sr. Daniel Botello

Flores, ajuchitlancito, Colón, Qro. Muchas gracias, por su apoyo.

El equipo de la vida de la Parroquia de la Sagrada Familia, durante todos los domingos de diciembre y durante la

semana en la oficina parroquial estarán recibiendo como cada año ropa de bebe y enseres nuevos o usados en buen

estado, para las canastillas que se entregan a personas que lo necesitan. Agradecemos su generosidad y apoyo.

Tu oración es muy importante para el buen desarrollo de la construcción de la capilla del Santísimo, sigamos orando

y ofreciendo nuestra Eucaristía para que se llegue a buen término.

Sigue abierta la convocatoria para formar coros de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, hombres y mujeres y ser

parte del ministerio de música para cantar la Misa en Parroquia o Capillas. Necesitamos tu colaboración. Mayores

informes en el área de avisos.

En la oficina parroquial les ofrecemos misales mensuales del mes de enero y febrero 2019, misales anuales 2019

para niños y para adultos, Biblia católica para jóvenes, cirios pascuales, veladoras a la divina providencia, velas de

adviento, oración de los 5 minutos del mes de enero 2019, veladoras, vino para consagrar, Hostias para consagrar,

para el servicio del altar, los cuales se pueden ofrecer como una ofrenda a la Parroquia.

Page 4: Palabra Dominical IV Domingo de Adviento...Palabra Dominical IV Domingo de Adviento ... Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos Oración sobre las Ofrendas Que santifique,

Les ofrecemos el periódico el Observador, trae artículos muy interesantes, con un gran contenido católico actual.

Adquiéranlo.

Cápsula litúrgica Sabías que …

Acercarse a Belén, es acercarse al mundo de los sueños más hermosos. Porque Belén no es una ciudad de nuestro mundo, sino un rincón del corazón humano.

En Belén hemos nacido todos, en Belén se apacienta nuestra infancia. Aquí giró la historia. Aquí nació la vida. Hasta Belén, ser hombre era nacer para vivir rodando por la cuesta del tiempo. Desde Belén, ser hombrees aprender la enorme aventura de escalar las alturas.

Aquí, ser hombre se convirtió en ser Hijo de Dios. Aquí, el Dios de los cielos inició la locura de volverse pequeño. Por eso las campanas de Belén están locas, replican y replican para explicarle al mundo la alegría del cielo, para que todos sepan que el hombre está a salvado ahora que Dios se ha hecho hombre como nosotros.

Mirar, mirar las casas de Belén, apiñadas, apretadas las unas a las otras, lo mismo que un rebaño aterido, como un coro de monjas asustadas.

Mirar su letanía de agudos campanarios que señalan al cielo con sus dedos alzados para decir a todos: Por aquí vino Dios. Contemplar el mercado, sus hombres y mujeres, sus pobres baratijas, sus comidas caseras. El Dios de las alturas nunca fue un exquisito, ni una ciudad fría de gélidos burócratas, sino en pobreza de los pobres más pobres, en calles malolientes donde el hombre agita, en un triste pueblo despreciado de todos.

No busquemos en Belén hermosas catedrales, iglesias esplendentes, basílicas radiantes, la flecha luminosa de las agujas góticas, las vidrieras de fuego donde ardió el Medioevo. Todo en Belén es pobre como el Dios que lo habita. Y ahora..., pasar conmigo por la pequeña puerta que conduce a la gruta. Una puerta que tiene la estatura de un niño y en la que hay que agacharse para poder entrar. Porque para llegar hasta el Dios de los cielos sólo hay dos caminos: la puerta de la infancia la humildad. Para ver a Jesús, es necesario doblar el espinazo del orgullo,

agachar la cabeza de nuestras importancias, hacerse niños como Él se hizo. Y ahora..., arrodillémonos: aquí ocurrió el prodigio, aquí una virgen-Madre iluminó la tierra, aquí por primera vez se oyó el llanto de Dios, aquí la sangre humana se vio multiplicada, aquí un diminuto corazón de chiquillo fue, por primera vez, el corazón de Dios. Aquí, entre estas paredes de humedad y de piedra, entre dos animales asustados y atónitos, nació aquel cuerpo y sangre que el hombre comería por los siglos de los siglos.

Alejar nuestros ojos de los falsos adornos que camuflan la gruta, no contemplemos; las lámparas ni las raídas de sedas que quieren ocultar el oro santo de la sencillez. Cerrar más bien los ojos y asombrémonos. Dejar que sea el corazón quien mire. Y, después, alegrémonos igual que los pastores que en esta misma gruta escucharon su anuncio: gloria a Dios en el cielo. Paz a los hombres de buena voluntad.

Levantar nuestras manos para dar también gloria y dejar que la paz penetre en nuestra alma como la gran nevada de la misericordia. Dejar que, dos mil años después, el Niño vuelva a nacer en nosotros, convertir nuestras almas en el portal viviente. Y sea nuestra casa como un nuevo Belén. .

Visita nuestra página: http://www.lasagradafamiliaqro.org

¡Sigue apoyando con tus oraciones y ayuda económica para llevar

a buen término la construcción de la Capilla del Santísimo!