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  • 1N 26 1 Trimestre Ao 2009 Revista de Sociedad Bblica

    La Biblia en el mundoTurqua

    Biblia y misinUn encuentro misionero

    Traducir la BibliaTraduccin y Teologa

    Biblia en accinBiblias presidenciales

    MARZO Mes de la Biblia

    La Biblia abierta en el escaparate suscita el inters de un viandante. Estambul. Turqua.

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  • 2Estambul. Un paseante lee una Biblia abierta en el escaparate de la librera de la Sociedad Bblica en Turqua.

    FOTO: SBU/Dag Smemo

    EDITA Sociedad BblicaDIRECTOR Jos Luis AndavertREDACCIN Y ARCHIVO FOTOGRFICO Lola CalvoTRADUCIR LA BIBLIA Ricardo MoralejaBIBLIA Y ACCIN Pau GrauBIBLIA Y MISIN Lola CalvoFONDO FOTOGRFICO SBU y SBEDISEO Y MAQUETACIN Ediciones Noufront

    COLABORAN Plutarco Bonilla A.Noticiero Mundial SBUSociedades Bblicas de Blgica, Suiza, Israel, Gaza y SB AmericanaLa Biblia Web

    Las opiniones vertidas en los artculos que puedan aparecer en Palabra Viva no siempre expresarn nuestra lnea de pensamiento; no obstante y por tratarse de un medio abierto a todos, respetaremos el enfoque de cada uno de ellos. Se autoriza la reproduccin de todos los artculos de esta revista siempre que se respete su contenido y se cite su procedencia.

    Sumario EDITORIALVive la Biblia!

    MARZO, MES DE LA BIBLIA

    LA BIBLIA EN EL MUNDOTurqua 6

    BIBLIA Y MISINUn encuentro misionero en Turqua 12Ama a tu prjimo/consuela a mi pueblo 13Queridos lectores 14

    TRADUCIR LA BIBLIATraduccin y teologa I 15

    BIBLIA Y ACCINBiblias presidenciales 24Apoyando el esfuerzo misionero en Espaa 26La Biblia, una pasin en auge 27Expobiblia visita Can Deu 28Jornadas en Cambrils 29V Congreso FADE 30

    0304

    24

    06

    Imprime: RivadeneyraDepsito legal: M-3442-2008DISTRIBUCIN GRATUITALa Biblia en Espaa - N 25

    SOCIEDAD BBLICACtra. La Corua, Km. 23,300Edifi cio Las Rozas, 23 28290 Las Rozas (Madrid)Tel. 91 636 63 00 Fax: 91 636 63 [email protected]

    PROGRAM

    A

    UNABIBLIA

    ALMES

    La Palabra.Alimento

    para la vida

    El hambre en el mundo nos conmueve y nos pone en

    accin.Solo los creyentes

    podemos percibir y

    contribuir a saciar esta hambruna:

    Con ellos podremos entregar la Biblia a alguien que dar gracias a Dios por este alimento tan especial.

    Puedes apartar al mes 5 Euros?

    Hazte miembro del

    Los miembros del programa reciben de regalo un precioso calendario con lecturas bblicas diarias, espacio para anotaciones, e informacin sobre alguno de los pases que reciben las Escrituras.

    Sociedad Bblica Ctra. de la Corua km. 23,300 28290 Las Rozas (Madrid)

    D/Doa/Grupo: ..........................................

    Direccin: ...........................................................

    C.P. . Poblacin y provincia ..........................................................

    Tel. .. Correo electrnico ....................................................

    Deseo recibir ms informacin del Programa Una Biblia al Mes S, deseo unirme al Programa Una Biblia al Mes, para que otros puedan tener su

    propia Biblia en su propia lengua.

    Me comprometo a colaborar con ... Euros = .Biblia(s) al mes.(5 Euros equivalen a una Biblia o 2 Nuevos Testamentos aproximadamente)Para hacer efectivo mi donativo, os facilito mis datos bancarios a fi n de que me pasis un recibo por la cantidad de .....................Euros. (donativo mensual de 5 Euros)

    Cada mes, o cada bimestre, trimestre, semestre, ao.

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    Rellena este cupn y nos lo envas, o simplemente llmanos.

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    N 26 1 Trimestre Ao 2009 Revista de Sociedad Bblica

    La Biblia en el mundoTurqua

    Biblia y misinUn encuentro misionero

    Traducir la BibliaTraduccin y Teologa

    Biblia en accinBiblias presidenciales

    MARZO Mes de la Biblia

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  • Jos Luis AndavertDirector general

    Vive la Biblia!

    Un ao ms nos acercamos a la celebracin del mes de marzo como mes de la Biblia y el segundo domingo de marzo, el da ocho en este ao, como un tiempo sealado para hacer el nfasis en la Palabra de Dios.

    Es bueno recordar el porqu de este mes y fecha. Fue, precisamente, un 7 de marzo de 1804 cuando se constituy la primera Sociedad Bblica en Europa, en Inglaterra, y fue la Sociedad Bblica Britnica y Extranjera, que as se llamaba, la que dio origen a nuestra Sociedad Bblica en Espaa. La primera actividad tuvo lugar en 1805 con la distribucin de Nuevos Testamentos, en plena guerra napolenica, entre los soldados britnicos que luchaban en Espaa. Aos despus, se realizaron diversas distribuciones bblicas entre los propios espaoles, con el deseo de que la Palabra de Dios fuera conocida por todos. Se trataba de celo misionero en accin. Pero no fue hasta 1836, con la llegada a Espaa de Jorge Borrow a quien muchos llamaban don Jorgito el Ingls, cuando la Sociedad Bblica se estableci en nuestro pas de modo permanente e ininterrumpido y hasta nuestros das.

    El fervor misionero por distribuir la Palabra de Dios al pueblo espaol, de religiosidad popular catlica pero desconocedor de las Escrituras, pronto cal en la pequea y dispersa presencia protestante que por aquel entonces haba en Espaa. A pesar de ser pocos, no les falt el valor evanglico a aquellos protestantes y pronto se movilizaron en la tarea misionera de dar la Biblia. Asumiendo muchos de ellos la labor de colportor comenzaron a distribuir la Biblia y as la Palabra de Dios se fue abriendo paso, pueblo a pueblo, ciudad tras ciudad, y fue ste un elemento clave para la implantacin, no sin difi cultades, de comunidades protestantes a lo largo y ancho de la piel de toro. Por supuesto no con el beneplcito, sino, en muchos casos, con la oposicin feroz

    del Gobierno e iglesia mayoritaria que vea en esta actividad propagandstica de la Biblia una amenaza a la fe cristiana catlicamente entendida.

    Muchas veces me he preguntado: qu es lo que movi a aquellos intrpidos antecesores de la obra bblica en nuestro pas? Y siempre vuelvo a la misma respuesta: su experiencia personal de la Palabra actuando en sus propias vidas.

    Ciertamente, cuando alguien descubre en la experiencia personal y comunitaria la accin de la Palabra, pasa a experimentar un nuevo mundo de realidades y posibilidades. Se trata nada ms y nada menos que de descubrir a Jesucristo, aceptarle y vivirle. Es un todo que forma parte de esta experiencia de conversin ntima que revoluciona nuestra existencia. En lenguaje evanglico es descubrir un tesoro en el campo, o una perla de gran precio (Mateo 13), que nos hace estar dispuestos a cambiarlo todo por ella y nos impulsa a compartir la alegra del tesoro descubierto.

    Cuando la Palabra hace mella en nosotros queremos darla y slo est dispuesto a dar la Palabra quien la vive. Y es que cuando vivimos la Palabra todo nuestro ser se ilumina y cambia el modo de afrontar la vida y de ver el mundo. Y es en esa experiencia que nos damos cuenta de cmo sera el mundo si todos vivieran la Palabra, el mensaje de amor a Dios y al prjimo, y ah precisamente surge el imperativo misionero de darla, impulsados por el espritu de Dios mismo.

    Qu bueno que hoy todas las Iglesias cristianas reconocen la importancia de dar la Palabra a todo el mundo! Pero para que esto ocurra, cada creyente de modo personal debe de involucrarse en esta tarea misionera y evangelizadora.

    Nunca nos cansaremos de promover la Biblia, porque nos ha hecho bien. Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo mismo, como bien deca San Jernimo, el traductor de la Vulgata, y nosotros queremos conocer ms y dar a conocer a Jesucristo. Por ello un ao mas decimos VIVE LA BIBLIA!, descubre su poder, da testimonio de su poder, transformemos el mundo por el poder de la Palabra de Dios.

    Grupo de colportores. FOTO: SBE

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  • 4Celebremos! MARZO: mes de la Biblia8 de marzo: DA de la BibliaCuando decimos: conoce la Biblia deberamos plantearnos Qu es conocer la Biblia? y si conocerla es necesario para nuestra vida. Conocerla no es slo haber recorrido sus pginas de la primera a la ltima; ni siquiera citarla de memoria. Conocerla es penetrar en su poder, es desgranar su mensaje, es sentir que nos resulta irresistible. Es percibir como nos traspasa, cmo est escrita para nosotros, cmo nos aclara conceptos, nos ampla horizontes y abre caminos insospechados.

    MES DE LA BIBLIA

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  • 5An as, falta un paso imprescindible una vez que vamos conociendo lo que Dios expresa en su Palabra, rendirnos ante su voluntad. Voluntad, la de Dios, que siempre est pretendiendo mejorar nuestra existencia, dar su toque de gracia a nuestra forma de vivir.

    VIVIR LA BIBLIA es vivir en permanente dependencia de la generosidad de nuestro Creador. Vivir la Biblia es convertirnos en una persona mejor, no a los ojos del mundo, sino a la medida de los deseos divinos.

    La Biblia nos dice sin rodeos lo que quizs nadie se atreve a decirnos, nos seala nuestros defectos. Al tiempo, nos consuela cuando tenemos heridas profundas, diluye nuestros enfados, derrite nuestro mal genio. Es el agua clara que refl eja nuestro rostro sin maquillajes, es fuente inagotable de la sabidura. Todos sus consejos son excelentes.

    Pero no podemos slo usarla como un talismn, para sacar provecho de su canto dulce y reparador; si tiene poder para eso, tambin debemos dejar que tenga poder en nuestras vidas para convertirlas en puro diamante.

    La Biblia es portadora de vida, nos habla de una nueva vida en Cristo. Es la oportunidad que todo ser humano espera, la de poder empezar sin nuestros defectos y sin nuestras cargas. Esa nueva vida ya concedida, por el amor derramado en la cruz, tiene que crecer en conocimiento y prctica. Esa trasformacin paulatina, da a da, procede del alimento nico que es la Biblia, la Palabra de Dios, del ejemplo vivo que es Jesucristo, la Palabra Encarnada y de la puesta en prctica de cada uno de sus preceptos en nuestro da a da.

    Lola Calvo Comunicacin y desarrollo

    AuuDaqng

    Vpglamla

    LaqsenpdqeTo

    Epidemia: Muchas vidas estn sufriendo de raquitismo por no ingerir cada da el alimento bblico necesario. Diagnstico: RAQUITISMO BBLICOAltamente contagioso.Sntomas: Vidas dbiles y carentes de energa, se contaminan fcilmente de cualquier virus.Consecuencias: Grave alteracin de la personalidad, distorsin de valores esenciales para una buena salud del alma. Prdida de toda calidad de vida interior.

    Miedo Duda Envidia Sospecha Desesperanza Crispacin DesnimoIntranquilidad Desconfi anza AnsiedadViolencia Maldad Rencor Sarcasmo Descontrol TiranaEnemistad Pereza IndolenciaHedonismo Orgullo ImpiedadDesobediencia Rebelda InsolidaridadAsqueo Aburrimiento NegligenciaNecedad Retorcimiento Egolatra

    Antdoto: una dosis diaria de extracto de Biblia

    IMPORTANTE: Busque un lugar tranquilo para alimentarse.Saboree el alimento para poder degustarlo plenamente.Si se salta una toma, reanude cuanto antes la ingesta.No conviene interrumpir la medicacin.Este medicamento se debe tomar de por vida.

    AVISO DE EPIDEMIA A LA POBLACIN

    Lista de VIRUS que afectan fcilmente

    a este colectivo

    Celebre en su Iglesia

    el Da de la BibliaAnimamos a todos a participar.

    En nuestra pgina Web:

    www.diadelabiblia.com encontrarn

    instrucciones, sugerencias, sermones,

    testimonios, motivos de oracin.

    Este ao, los materiales de promoci

    n

    estn en la zona de descarga para qu

    e

    quien quiera pueda descargarlos con

    toda facilidad y hacer las reproduccio

    nes

    que necesite.

    Les recordamos que, como cada ao, las ofrendas que ustedes levantan para la Sociedad Bblica van destinadas a Escrituras para la Evangelizacin en Espaa.

    Desde los nios hasta los ms ancianos pueden participar en alguna de las actividades sugeridas. Demos gracias a Dios por su Palabra y comprometmonos a conocerla, vivirla y compartirla.

    MES DE LA BIBLIA

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  • 6La Biblia La Biblia en el n el Mundoundo

    TurquaAl encuentro de Turqua y sus habitantes

    Al pie del Bsforo, la mezquita reta con sus minaretes a los rascacielos del fondo. FOTO: SBU/Rune Hansen

    La historia de Turqua est estrechamente ligada a la de la expansin del cristianismo. No fue en este pas en el que el apstol Pablo hizo principalmente sus primeros viajes misioneros? No se sitan las siete iglesias mencionadas en los primeros captulos del Apocalipsis en esta regin, conocida entonces como Asia Menor?

    En el Imperio Romano oriental despus bizantino esta zona era considerada cristiana. Sin embargo esta cristiandad se fue evaporando, entre los siglos XIII y XVI, bajo el dominio islmico de los Otomanes. El Islam de estos ltimos consideraba partes del Antiguo y del Nuevo Testamento como: copias santas de una revelacin divina global. Lo que hizo que, hacia 1870, uno de cada tres turcos se declarase cristiano. El sultn Abdul Hamid II fue el primero

    que impuso una ideologa poltica panislmica. Las tropas turcas diezmaron a las minoras cristianas en el Este; las ms tocadas fueron las armenias. Los jvenes turcos, que sucedieron a este sultn,

    Un poco de historiatomaron los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial como pretexto para seguir diezmando, de forma ms generalizada, a estas minoras cristianas. Se contaron entre los muertos un milln y

    Tumbas de los primeros cristianos en una cueva cerca de Antioquia. FOTO: SBU/Maurice Harvey

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  • 7Restos de la Biblioteca de Celso. feso. FOTO: SBU/Maurice Harvey

    Datos estadsticos de TurquaPolacin (2008) 71.892.808 hab.Superfi cie 780.580 km2

    Densidad 92 hab./km2

    Lengua ofi cial Turco

    Religiones:

    musulmanes 99%

    musulmanes sunitas 69%

    musulmanes alauitas 30%

    cristianos 0,2%

    (ortodoxos griegos, ortodoxos sirios, armenios apostlicos, catlicos y protestantes.)

    otros 0,8%

    L a Sociedad Bblica en Turqua

    Comienzo de un trabajo organizado 1813

    Formacin de la Sociedad Bblica 1966

    Cementerio cristiano primitivo, siglos I y II d.C. Las tumbas estn escavadas en la pared de la roca y en cuevas. Antioquia. FOTO: SBU/Maurice Harvey

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  • 8TURQUA

    La Biblia La Biblia en el n el Mundoundo

    medio de armenios y medio milln de griegos ortodoxos o cristianos siracos. En 1923, Mustafa Kemal Atatrk elegido primer presidente de la Repblica turca redujo el cristianismo a su mnima expresin, al poner como condicin para la paz, la salida de todos los cristianos que an

    quedaban en el pas. Un puado de comunidades cristianas en Estambul y en dos islas frente a los Dardanelos constituyeron todo el remanente.

    Estos acontecimientos histricos han hecho que se confunda la identidad turca con una identidad islmica, y,

    Iglesia catlica en Mersin. FOTO: SBU/Rune Hansen

    La obra bblica en Turqua

    hoy mismo, aunque la Constitucin turca garantiza la libertad religiosa, un turco de pura cepa se espera que sea musulmn. De los algo ms de 71 millones de habitantes, 99% son musulmanes, muchos de ellos nominales. Los cristianos representan algo menos del 0,2% de la poblacin.

    Difundir la Buena Nueva en un pas de mayora islmica es una tarea delicada. La Sociedad Bblica de Turqua (SBT) se basa principalmente en una buena relacin personal con los individuos y las instituciones. En 1820, cuando comenz la obra bblica en el Bsforo, la Repblica Turca actual perteneca al Imperio Otomano. Gracias a un edicto imperial, las Sociedades Bblicas americana y britnica, pudieron abrir un despacho en Estambul. Hoy este mismo local se ha convertido en una Sociedad Biblica nacional autnoma.

    La SBT est considerada como una especie de Consulado de la Cristiandad en Turqua: Responde a muchas preguntas sobre la fe cristiana y sobre la Biblia; provee documentacin sobre el cristianismo a estudiantes y periodistas; goza de una buena reputacin como

    organizacin y, fi eles de todas las religiones la tratan con sumo respeto. Naturalmente, la SBT produce tambin

    escritos bblicos de todo tipo, para los creyentes y para quienes sienten inters por ellos.

    Sacerdotes en un servicio de la iglesia ortodoxa armenia de San Juan en Estambul. FOTO: SBU/Dag Smemo

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  • 9La sede de la SBT emplea hoy a 7 personas a las que se aaden algunos colaboradores freelance para cubrir ciertas actividades puntuales. Desde noviembre de 2004, la SBT cuenta con el apoyo de un Consejo de Direccin constituido por miembros procedentes de distintas Iglesias cristianas del pas. La proporcin de cristianos en la poblacin es muy escasa por lo que la SBT depende de la ayuda exterior para poder fi nanciar su trabajo y

    sus proyectos, aunque aspira a su independencia econmica.

    Entre sus principales objetivos est el poder dirigirse a quienes no conocen la Palabra de Dios, llegar a abolir los prejuicios que existen contra los cristianos y la Biblia, animar a los cristianos locales a expresarse desde su fe y, como no, a que cada familia cristiana pueda disponer de una Biblia. La SBT mantiene un programa

    de radio y ofrece dos sitios de Internet, en los que se puede leer el Nuevo Testamento, tanto en turco como en armenio. Al tiempo la SBT est preparando una tienda en la red. Dos libreras bblicas y una presencia regular en las Ferias del Libro, representan para la Sociedad Bblica, buenas oportunidades de despertar el inters de la poblacin sobre el texto de la Biblia y el Evangelio.

    Estructuras y tareas

    La congregacin de la iglesia evanglica armenia en Estambul dando gracias por la traduccin del Nuevo Testamento al fars moderno, en agosto 2007. FOTO: SBU/Daud Soesilo

    La palabra de Dios fue traducida por primera vez al turco en el siglo XVII. La iniciativa parti del embajador holands en Estambul y el propio sultn ofreci sus propios traductores para lograr la traduccin. Lamentablemente este trabajo se perdi antes de ir a imprenta aunque fue recuperado en 1816 y posteriormente publicado en tipografa rabe. En 1928 se introduce la adaptacin a los caracteres latinos del alfabeto turco y la SBT hace la revisin del Nuevo Testamento y lo edita con la nueva tipografa en 1941.

    En 1979 se emprende la traduccin de la Biblia ntegra en turco moderno y en octubre de 2001 se celebra su presentacin en pblico.

    La SBT distribuye tambin los escritos bblicos en armenio, griego, asirio y kurdo. Trabaja en la edicin de un Lxico Bblico; en la traduccin del Antiguo Testamento en kurdo corriente, y en la produccin de una Biblia en audio en turco. La SBT ejerce una actividad editorial aunque tambin importa Biblias y Nuevos Testamentos a travs de las Sociedades Bblicas Unidas.

    La Biblia en turco

    Biblia antigua armenia. Copia a mano con cubierta de madera y piel, ao 1093. Coleccin de la Sociedad Bblica Turca. Estambul FOTO: SBU/Rune Hansen

    A la dcha. Tamar Karasu, secretaria ejecutiva de la SB en Turqua, feliz al poder presentar el Nuevo Testamento en fars moderno, en la iglesia evanglica armenia de Estambul. FOTO: SBU/Daud Soesilo

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    Un buen da, miembros del Gobierno se pararon delante del stand de la SBT en una Feria del Libro. Quin edita estos libros? Se trata de una empresa turca? pregunto el ministro de educacin. S, incluso es la empresa de mayor antigedad del pas, se trata de la Sociedad Bblica, fundada en 1820 respondi el responsable del puesto. Los visitantes se fueron muy agradecidos por el regalo que haban recibido: un ejemplar de la Biblia.

    En otra ocasin, dos profesores islmicos se interesaron en los productos de la SBT ya que imparten cursos sobre cristianismo y judasmo.

    TURQUA

    La Biblia La Biblia en el n el Mundoundo

    Suprimir los prejuicios

    Ser cristiano en Turqua

    Mujer muy interesada en lo expuesto en el stand de la Sociedad Bbica, en la Feria del Libro de Tyap, Estambul. FOTO: SBU/Dag Smemo

    Si pueden hacernos un descuento, pediremos algunas Biblias para que nuestros estudiantes puedan leerlas e indagar personalmente sobre la verdad que representan.

    Dos mujeres con velo se acercaron un da por el puesto. Era la primera vez que tomaban entre sus manos un Incil (Nuevo Testamento). Tan solo conocan a Jess por el Corn e hicieron preguntas sobre la salvacin. En una conversacin de ms de una hora, les explicaron que, segn la Biblia, somos salvos por la fe y por la gracia, mientras que el Corn sujeta la salvacin a las buenas acciones. Se marcharon muy contentas por lo que haban escuchado.

    Mi palabra es como el fuego, como un martillo que hace pedazos la roca. dice el Seor en el libro de Jeremas 23.28. Demasiadas personas se hacen una idea falsa sobre la Biblia y el cristianismo. Sus prejuicios son duros como la piedra y es importante encontrar a personas que, con respeto, puedan compartir lo que hace nuestra fe, sin despreciar la fe de los dems. Dar a conocer la Palabra contribuye a suprimir los prejuicios contra los cristianos.

    Germain Mahieu (SB Blgica) yUrs Joerg (SB Suiza)

    Las condiciones de vida de los cristianos de Turqua no son cmodas. Hace pocos meses, la prensa se haca eco del triple asesinato de unos misioneros en el pas.

    La Bible Aujourdhui: Si la Constitucin turca garantiza la

    libertad religiosa, por qu los cristianos encuentran problemas?

    Tamar Karasu: Las difi cultades no parten del Estado sino de la mentalidad de la poblacin. Cuando Atatrk estuvo en el poder se desarroll el

    nacionalismo, y, desde entonces y cada vez ms, se confunde con el Islam. Se entiende que para ser un turco de pro, deber ser musulmn.

    Un ejemplo: Nuestras leyes permiten la construccin de iglesias pero las

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    autoridades locales ponen muchas trabas, sobre todo alargando los procesos burocrticos. Razn por la cual, los servicios religiosos se celebran generalmente en las casas-iglesia. Si bien stas ltimas estn reconocidas ofi cialmente los vecinos las aceptan de mala gana.

    BA: Es pues difcil para los cristianos mostrar pblicamente su fe?

    TK: Las actividades misioneras no estn prohibidas en Turqua, pero puede suceder que la polica detenga a alguien por ese motivo y lo acuse de ataque a la cultura turca. Despus, la mayora de las veces, como no pueden aportar ninguna prueba, tras sufrir un interrogatorio, es puesto en libertad.

    BA: Se puede difundir la Biblia libremente en Turqua?

    TK: En nuestras libreras ofrecemos la Biblia, pero tan solo a quienes se interesan por ella. No nos dirigimos a los menores de 18 aos, salvo que les acompaen sus padres. Esto mismo sucede en las Ferias del Libro. Como todos los expositores, ofrecemos nuestros productos y les aplicamos un descuento. A veces ocurre que islamistas o nacionalistas intentan provocarnos. Fuera de esos lugares, y de las iglesias claro est, no podemos ofrecer la Biblia. Realmente no est prohibido pero muchas personas

    se sentiran ofendidas y montaran un escndalo si les ofreciramos un ejemplar.

    BA: Estn expuestos los cristianos a otras formas de provocacin?

    TK: Cada vez que algo ocurre en el mundo cristiano, los grupos radicales islamistas o nacionalistas, lo muestran como un hecho imputable a toda la cristiandad. Por ejemplo, cuando los EEUU invadieron Irak, recibimos muchsimas cartas y correos en los que nos decan que dijramos a nuestro presidente Bush que se fuera de Irak.

    BA: Qu tipo de relacin mantienen las distintas denominaciones cristianas entre ellas?

    TK: En Turqua los cristianos ortodoxos son claramente ms numerosos que los evanglicos y los catlicos. Todas las comunidades tienen buena relacin entre ellas. Han publicado juntos un libro sobre la fe cristiana, tambin participan de la Semana de Oracin por la unidad de los cristianos.

    Entrevista a Tamar Karasu, secretaria general de la Sociedad Bblica de Turqua.

    Por La Bible Aujourdhui, revista de las Sociedades Bblicas francfonas de Blgica.

    El librero no se olvida de pasar la hoja diariamente a la Biblia expuesta en el escaparate, sabiendo que atrae la atencin de los paseantes. FOTO: SBU/Dag Smemo

    Abluciones en el exterior de una mezquita. Estambul. FOTO: SBU/Dag Smemo

    Base de columna de Tainat, siglo VIII a.C. FOTO: SBU/Maurice Harvey

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    Biblia y Misin ENCUENTRO MISIONERO

    Un encuentro misionero en Turqua

    del evangelio en ms de 200 pases. Esta tarea entraa serias difi cultades por cuestiones diversas, intolerancia, prohibicin, pobreza, etc por esto toda la fraternidad de las SBU apoya a las Sociedades Bblicas locales en su esfuerzo por mantener una presencia y una difusin de la Palabra, para que ms personas crean y tengan un encuentro con Jesucristo, l mismo, la Palabra hecha carne.

    a todos los cristianos y a todas las confesiones cristianas, es vital para que la Escritura siga presente de forma natural en la vida de la comunidad cristiana turca.

    El encuentro del grupo de sacerdotes espaoles con la realidad de la Sociedad Bblica, ha hecho ms comprensible la importancia de mantener la labor de traduccin y distribucin bblica en Turqua, por encima de todos los impedimentos que van surgiendo, para que cuantos deseen acudir a la Palabra de Dios, puedan tener en sus libreras un lugar donde encontrarla en aquellos formatos que ms les conviene. Tambin el servicio a todas las Iglesias, facilita el trabajo pastoral que ellas desarrollan y lo convierte en un eje que dinamiza la vida de los cristianos turcos.

    La SB turca forma parte de las 145 Sociedades Bblicas nacionales, entre ellas la de Espaa, que forman a su vez las Sociedades Bblicas Unidas (SBU) contribuyendo a la expansin

    Al fi nal del verano pasado, un grupo de unos cincuenta sacerdotes de toda Espaa, realizaron la Ruta Paulina en el continente Asitico. Juan Jos Echeverra, nuestro Coordinador de Proyectos se reuni con ellos en la sede de la Sociedad Bblica en Estambul, Turqua (SBT).

    La secretaria ejecutiva de la SBT, Tamar Karasu, es una mujer joven y dinmica que lleva a sus espaldas responsabilidades fuertes, sobre todo si tenemos en cuenta las difi cultades prcticas que los cristianos tienen en Turqua para desarrollar su propia fe.

    Recordamos incidentes dramticos, no muy lejanos en el tiempo, que han dejado vctimas en las distintas confesiones, cuando organizaciones cristianas han sido atacadas con violencia por grupos extremistas.

    El testimonio de una entidad como la Sociedad Bblica, con su servicio

    12

    Tamar Karasu y Manuel Gonzlez Corps, miembro del Consejo de Direccin de la SBE, presentando al grupo la labor de las Sociedades Bblicas y la realidad en la que trabajan. FOTO: SBE

    Edicin conmemorativa del Ao Paulino, realizada por la SBT. FOTO: SBE

    Juan Jos Echeverra, coordinador de proyectos con Tamar Karasu, secretaria general de la SB de Turqua.

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    Biblia y Misin

    Ama a tu prjimo/ Consuela a mi pueblo

    Lola CalvoComunicacin y desarrollo

    La Sociedad Bblica en Israel, la Sociedad Bblica Palestina y la Sociedad Bblica rabe-Israel, se han unido con el propsito de mostrar el amor de Dios a una sociedad tocada por el dolor y los enfrentamientos. Estas sociedades bblicas recogen el sentir de los cristianos ubicados en Israel, Gaza y la Franja de Gaza y estn diseando iniciativas, bajo el lema Ama a tu prximo, consuela a mi pueblo que abarquen ayudas urgentes tanto en Israel como en la franja de Gaza.

    Convencidos de que la violencia no es el camino a seguir por ninguna de las partes en confl icto y siendo ellos mismos vctimas de los dos lados, quieren dar un testimonio que sea luz en medio de tantas tinieblas. Aqu recogemos parte de su testimonio:

    Mientras prosiguen la guerra y las matanzas sentimos poderosamente que tenemos la responsabilidad de bendecir a nuestras gentes en el nombre de Cristo. Esta iniciativa es adems una expresin de nuestra unidad en Cristo. La ayuda consiste tanto en el aspecto de supervivencia (alimentos, medicinas, etc) como en programas de Escrituras para Gaza e Israel, de aplicacin inmediata y tambin para el tiempo de la reconstruccin en la posguerra. Gaza est ya muy diezmada, ha sufrido en los dos ltimos aos anteriores a esta guerra, una tasa de desempleo del 75%.

    Las mencionadas Sociedades Bblicas han conseguido luz verde de las autoridades israeles para la coordinacin de la ayuda en Gaza. All, la situacin es extremadamente difcil, la propia SB ha sido daada por los morteros, aunque la librera est intacta. Tambin un centro mdico del Consejo de Iglesias de Oriente Medio fue totalmente aniquilado en Shajaiya, en Gaza capital. Hay muchas familias desplazadas por la guerra.

    El personal de la Sociedad Bblica junto con la coordinacin de distintas

    iglesias y colaboradores en Gaza, llevarn a cabo este ministerio de ayuda inmediata, no solo a familias cristianas, sino tambin a familias musulmanas que han perdido a sus seres queridos. A ms largo plazo y en coordinacin con otras ONGs, iglesias e iniciativas civiles, se cubrirn aspectos econmicos, alimenticios, de vestido, de sanidad, refugio y hospedaje.

    Las EscriturasEntre todo el material concebido para esta campaa se encuentran entre otros:

    Selecciones del libro de los Salmos, para su distribucin entre los soldados israeles.

    Dios es nuestro refugio, que es una publicacin para dar nimo, en formato impreso y tambin digital, tanto en hebreo como en rabe.

    De forma ms masiva se utilizarn autobuses, peridicos y pginas Web para difundir versculos que harn hincapi en que la esperanza proviene de Dios Padre y del consuelo y salvacin que encontramos en su Palabra.

    Y para los nios que estn siempre sometidos a un escenario de guerra, violencia y sufrimientos, se editan en hebreo y rabe, historias bblicas que enfatizan la paz y la reconciliacin.

    En 2004 el departamento de publicaciones de Ministerio de Educacin Israel, solicit a la SB de Israel el permiso para el uso del texto en hebreo contemporneo, del Nuevo Testamento, para atender a los estudiantes cristianos. En 2005, bajo el ttulo Vivir en Tierra Santa respetando a los dems se distribuyeron estas publicaciones en los colegios en Israel. FOTO:SBI

    Iglesia de Todas las Naciones. Getseman, Jerusaln. FOTO: SBU/Dag Smemo

    Seales indicando el famoso camino de Emas. Les invitamos a leer el captulo 24 del evangelio de Lucas. FOTO:SBU/Dag Smemo 13

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    Biblia y Misin Lola Calvo

    Comunicacin y desarrollo

    Queridos lectores,

    cierta confusin en alguno de nosotros cuando justifi camos a cualquiera de los bandos de la contienda. A unos, incluso les admiramos porque decimos que estn bajo la mano de Dios, y seguimos vindoles como la nia de sus ojos, y a los otros porque son las vctimas dbiles e inocentes de un verdugo cruel y poderoso. Y lo peor es que al posicionarnos hacia un lado, atacamos al otro. Aprendamos.

    Miremos como extrados de ambos lados, a guisa de pequea bisagra incrustada en la madera, conviven dos pueblos, dos razas en teora enemigas, pero que han encontrado una ciudadana nueva, la de la nueva vida en Cristo. Esa ciudadana rechazada por todos, quiere aportar luz y cordura, la luz del evangelio, la luz del amor que sobrepasa

    todo entendimiento. Quieren ser esa pequea bisagra, que articule y suavice el movimiento de las dos hojas, para que los goznes no chirren, para que se abran de par en par y entre el aire fresco, el aire de la esperanza y la concordia.

    Y repasemos las Escrituras, si no somos an capaces de mirar al mundo con los ojos de Cristo. Meditemos en la Palabra, rectifi quemos nuestros errores. Recorramos con el resucitado el camino de Emas para que arda nuestro corazn (Lucas 24). Vivamos la Biblia, llenmonos de buenos frutos. Seamos pacifi cadores (Mateo 5.9).

    Nos conmueve constatar que nuestros hermanos en la fe, que llevan sufriendo aos de acosos y amenazas por parte de grupos extremistas, tanto judos como rabes, recordamos con mucho cario a nuestro compaero Rami, secuestrado y asesinado a manos de radicales por el hecho de regentar una librera cristiana, hayan tomado la decisin de mostrar que, con Cristo somos nuevas criaturas, ciudadanos de un Reino donde el lobo y el cordero duermen juntos, y donde el Amor impide que aniden los odios y las rencillas (ver pgina anterior). Ese es el nico camino de vida que podemos y debemos reconocer.

    A mediados de enero, Madanat, director de la Sociedad Bblica en Gaza se preguntaba: Quin ha ganado? La resistencia palestina dice: Hamas! Ellos estn todava en Gaza y tambin su Gilad Shalit [soldado israel hecho prisionero]. Algunos israelitas dicen: Nosotros ganamos! Hemos hecho retroceder a Hamas y a Irn y a cuantos piensen en atacar a Israel, todos ellos saben lo mucho que les cuesta.

    Y Madanat contina: NADIE HA GANADO, TODO ES PRDIDA PARA TODOS NOSOTROS! Con los ultra nacionalismos y los fanatismos religiosos, toda vida est comprometida, cualquier derecho sofocado y la humanidad completamente violada.Nosotros, la familia en Cristo, estamos llamados a reorientar el curso de los acontecimientos en bendicin, la destruccin en construccin, el miedo en amor, las heridas en sanidad. Es el tiempo para la redencin. Entrar en cualquier otro campo de batalla sera hacer un agravio al cuerpo de Cristo. Benditos sean los pacifi cadores! Oren por nosotros, oren por la Sociedad Bblica en Israel y en Gaza tambin.

    Les traigo este testimonio porque, lamentablemente, creo que existe

    Jvenes leyendo las Escrituras que recibieron de la SB palestina, dentro del programa Llevando esperanza. FOTO: SBP

    Representantes de la SB en Israel visitaron, como es costumbre, un campo de refugiados entre Jerusaln y Jeric en 2004, llevando avituallamiento y ropas al tiempo que Escrituras en audio. FOTO: SBI

    Son numerossimas las visitas que el equipo de la SB ha realizado entre los nios de Gaza, siempre con el objetivo de sacar de ellos una sonrisa. FOTO: SBP

    [email protected] 916 366 301 (Ins Cristina)

    ESCRITURAS PARA TODOS

    Porque creemos que se puede vencer al mal con el bien. Porque deseamos un orden nuevo, basado en el Amor infi nito de Dios. Porque queremos empezar desde casa. Le invitamos a formar parte del programa:

    Cada habitante del territorio espaol conociendo la Escritura. Ganaremos todos.

    Si desea ms informacin, contacte con:

    Ctra. La Corua km. 23,300 Edifi cio Las Rozas, 2328290 Las Rozas (Madrid)

    Visite nuestra web: www.sociedadbiblica.org14

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    Traduccin y teologa IEl bagaje personalTodo ser humano, quiralo o no, lleva sobre s una carga de aossu bagaje personal2que es el resultado del conjunto total de sus experiencias. Y estas son, permtasenos la expresin un tanto tautolgica, de todo tipo que haya tenido. Tal carga3 est constituida por nuestra formacin en el hogar, la educacin informal o formal que hayamos recibido desde nuestra ms temprana infancia (en la casa, en la calle o en cualquier institucin educativa), nuestras relaciones personales y sociales (incluyendo las laborales y el trabajo mismo, o la desocupacin, si se pasa por esa triste etapa), nuestra condicin socioeconmica. Tambin son parte de esa carga nuestro sexo, la formacin religiosa recibida (incluida la atea), el ocio y el entretenimiento, el gozo y el luto, la enfermedad y la salud (propias o de seres amados), y cuanto ms podamos imaginarnos..., pues la imaginacin de uno mismo, limitada

    [Nota del autor: este artculo apareci originalmente en Descubre la Biblia II, editado por el Dr. Edesio Snchez (Miami: Sociedades Bblicas Unidas, 2006). Ha sido levemente corregido y se han incluido referencias a la novsima traduccin conocida como Biblia-Traduccin interconfesional].

    o fecunda, sana o enfermiza, tambin est incluida.

    Hay, adems, un algo indefi nible, inasible, que forma parte del ncleo central de nuestro yo, que nos hace ser cada uno lo que es y que nos distingue, a cada uno y en forma absoluta, de los dems. Y esto es as sin importar cules sean nuestras semejanzas con la persona ms parecida a nosotros por compartir mucho de lo que hemos enumerado, sin pretensiones de exhaustividad, en el prrafo anterior.

    Esa carga no nos la podemos quitar de encima, so pena de cosifi carnos y de atentar contra la integridad de nuestra personalidad; afecta, adems, de una u otra manera, nuestra vida ntegra, incluyendo la realizacin de nuestras tareas. Podemos decir, en ltima instancia, que ello es as porque somos sujetos y no objetos.4

    Y el traductor de la Biblia NO es una excepcin a la regla, pues es, antes que traductor, ser humano.

    Qu queremos decir con todo esto?

    Simple y sencillamente que no existe tal cosa como la traduccin completamente neutra, impoluta e incontaminada por elementos extraos al texto que se est traduciendo. Lo constata el dato elemental de que toda traduccin es mejorable.5 Y lo perfecto no goza de la virtud de la perfectibilidad.

    Biblia y teologaEn varios crculos evanglicos hemos escuchado expresiones como esta: La Biblia no es un libro teolgico [o de teologa]. Intentaremos dilucidar el signifi cado y la veracidad de tal afi rmacin.

    Nuestro cuestionamiento es del tipo de cuestionamientos con trampa, ya que no puede contestarse llanamente con un s ni con un no, pues la respuesta est condicionada por la comprensin

    1 Le damos a la palabra liminar el sentido que se encuentra en el diccionario: que est en el principio. Por su etimologa, es lo perteneciente o relativo al umbral o a la entrada (del latn liminaris, de limen = umbral). Limen lo defi ne el Diccionario de la len-gua espaola, de la Real Academia, como paso primero o entrada al conocimiento de una materia.

    2 La palabra bagaje es polismica. La usamos aqu en el sentido lato que le dan los diccionarios (caudal intelectual), pero ampliado, para abarcar no slo lo intelectual sino tambin los otros aspectos que mencionamos en el texto. Y tambin pensamos en el sentido propio o primero (equipaje de un ejrcito en marcha) tomado metafricamente, pues somos soldados de la vida.

    3 Empleamos la palabra carga sin sentido necesariamente negativo: hay experiencias que, por su naturaleza ldica o por su contenido venturoso dan, ms bien, la sensacin de descarga, de quitarle a uno un cierto peso de encima; pero la experiencia queda ah, deja su huella y forma parte de los elementos que conforman nuestra personalidad. Es, por tanto, formadora de nuestro ser interior, de nuestro carcter, como lo son tambin todas aquellas experiencias que, al menos prima facie, contemos como negativas.

    4 Incluso estos ltimos, los objetos, experimentan sus propias transformaciones, que les van dando sus formas caractersticas, pero con cambios de otra naturaleza.

    5 En otra parte hemos dicho que No existe la traduccin perfecta. Tampoco la revisin perfecta de una traduccin imperfecta (Una ilustre revisin, breve artculo indito, solicitado por la Sociedad Bblica de Mxico).

    Observaciones liminares1

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    que se tenga de lo que sea la teologa. Si por esta, por ejemplo, se entiende la llamada teologa sistemtica o dogmtica, o sea, si se reduce la palabra teologa a un saber especulativo y sistemtico acerca de la divinidad, nuestra respuesta a la pregunta acerca de si la Biblia es un libro teolgico es un categrico NO.6 Y respondemos as porque no encontramos un sistema teolgico en la Sagrada Escritura. Por no entenderlo as, han fracasado, a lo largo de toda la historia del pensamiento cristiano, todos los intentos de identifi car la Biblia y su mensaje con una determinada escuela, verdad o corriente teolgica. No rechazamos el valor del intento. Criticamos los que tienen pretensiones de absolutez.

    Pero no es esa la nica manera de entender la palabra teologa, ya que solo corresponde al uso especializado, tcnico, de la palabra. Esta puede tambin referirse a cualquier hablar sobre la divinidad. Teologa es una palabra o discurso (logos) acerca de dios (theos).7 Tal discursoo, mejor, tales discursosno tienen que ser sistemticos, en el sentido de planteamientos de esquemas (sistemas) que tengan pretensiones de totalidad y de validez universal, en el tiempo y en el espacio.8

    En resumen, nuestro punto de partida es que tal cosa como la pretendida philosophia (o theologia) perennis no es ms que eso: una pretensin de quienes quieren hacer encajar toda la realidad dentro de un receptculo

    que no es, ni ms ni menos que fabricacin de la mano (o de la mente) del hombre, o sea: manufactura.9 Lo lamentable es que, aqu, toda la realidad pretende incluir no slo lo humano sino tambin lo divino, y as se busca luego identifi car el sistema con la palabra divina y defi nitiva, sin reconocer la relatividad de aquel.

    Esta perspectiva ptica, como suele decirse hoy con frecuencia, tiene otras importantes implicaciones para el trabajo de traslacin de un texto de una lengua a otra (o de una lengua a una forma evolucionada de ella misma).10

    Volvamos a la pregunta con la que iniciamos esta refl exin: Es la Biblia un libro de teologa?

    Si a la primera acepcin de la palabra teologa contestamos con un rotundo no, a la segunda debemos responder con un categrico s, pues la Biblia habla de Dios, y sus discursos as, en plural se refi eren a Dios y a su relacin con nosotros los seres humanos. Desde el comienzo del libro de Gnesis, que nos habla del Dios que se revela (Dios, en el principio,...: 1.1) hasta el fi nal del de Apocalipsis, que nos habla del Dios que se ha encarnado, que ha sido glorifi cado y cuyo regreso se espera (El que da fe de todo esto proclama:/ S, estoy a punto de llegar./ Amn! Ven, Seor Jess!/ Que la gracia de Jess, el Seor, est con todos. Amn: 22.20-21), la Biblia tiene que ver con Dios y es, por tanto, un libro esencialmente teolgico.

    Es ms, debera ser el texto bsico de todos los libros de teologa. Como veremos luego, tomar en cuenta esta afi rmacin es fundamental para la tarea de traduccin del texto bblico.

    Acerca de la traduccinLa traduccin es una tarea de aproximacin. Con ello queremos decir que, por diversas razones algunas de las cuales superan, muy probablemente, el mero hecho lingstico, es imposible reproducir en su totalidad, en una determinada lengua, lo que se ha expresado originalmente en otra. Matices que estn ms all de la equivalencia semntica de dos trminos sinnimos pertenecientes a diferentes idiomas equivalencia que nunca es absoluta, contenidos emotivos resultantes de la situacin en el momento del habla o de la escritura, perspectivas que son consecuencias de la cosmovisin propia de quien comunica algo, etc., hacen imposible que un determinado texto oral o escrito pueda reproducirse en otra lengua con toda la fuerza y con todos los contenidos (conceptuales, emotivos, imaginativos) que le son propios.

    No obstante lo dicho, constatamos a diario que el fenmeno de la traduccin es un hecho indiscutible: los peridicos y las revistas informativas nos traen a diario noticias de tierras donde se hablan otros idiomas, y sealan, con frecuencia, que la informacin que proveen ha sido traducida. La

    6 El testimonio personal de Paul Ellingworth, acerca de la impresin que recibi al comienzo de su trabajo como consultor de Sociedades Bblicas Unidas, es iluminador: De manera semejante, al incorporarme a SBU en los primeros aos de la dcada de los 70, despus de un perodo de haber enseado algo llamado teologa sistemtica o dogmtica, pronto llegu a sentir que la palabra teologa era palabra de la que se sospechaba: el trmino correcto [que deba usarse] era lingstica (Theology and Translation. A survey and a pro-posal, en The Bible Translator, Technical Papers [United Bible Societies], vol. 53, No. 3, July 2002, p. 302). [Citamos esta revista como BT.]

    7 Escribimos dios con minscula y usamos el trmino divinidad ex professo, pues la teologa no es propiedad exclusiva de los cristianos ni del cristianismo, como si este fuera poseedor en monopolio de la revelacin del dios verdadero. Nos percatamos plenamente de que lo que estamos diciendo es un claro ejemplo de la tesis que sustentamos aqu: la importantsima funcin del elemento subjetivo en el proceso y en el producto fi nal de toda traduccin. Si no, por qu no escribir siempre dios o Dios? En virtud de qu principios usamos una forma u otra, cuando los que escriben desde otra perspectiva teolgica tambin pueden hacerlo en detrimento de nuestras propias con-vicciones? (Nos referimos, por supuesto, al castellano y a las lenguas que, en casos como este, distinguen entre maysculas y minsculas).

    8 Es claro que quienes tienen la pretensin de formular un sistema como el que negamos no hablan ni pueden hablar en plural. La philosophia o theologia perennis slo puede ser una y singular. Creemos que puede decirse que los documentos religiosos (y, por tanto, teolgicos, en el segundo sentido) ms antiguos carecen de sistematicidad. Sobre ellos se han levantado los grandes monumentos de los diversos sistemas teolgicos.

    9 Manufactura = factura manus [hominis], literalmente: factura, o sea, hechura de la mano [del hombre].

    10 Usamos la palabra evolucionada sin ningn matiz axiolgico (de e-volucin o in-volucin). Nos referimos a casos como el de la traduccin del texto griego del NT, denominado to archaio keimeno, el texto antiguo (o del griego del AT, en lo que se refi ere a la Septuaginta), al griego moderno (ya sea a una forma sencilla de la kathareuousa o pura, o a la demotike o popular). Equivaldra, aproximadamente, a trasladar al castellano actual el castellano del poema del Mo Cid, que es del siglo XII.

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    traduccin de obras literarias ensayos, novelas, cuentos, teatro, de libros de ciencia y hasta de chistes, de pelculas, etc., pone a nuestro alcance lo que se produce en otros pases y en otras culturas. El conocimiento de los principios de la etapa histrica de la humanidad es posible porque se han traducido los documentos

    que aquellos testigos legaron a la posteridad, probablemente sin siquiera ser conscientes de ello.

    Estas dos afi rmaciones fundamentales, apenas esbozadas en los prrafos precedentes, no son contradictorias entre s: la primera expresa, simplemente, que la tarea a la que se

    refi ere la segunda tiene limitaciones. Y porque tiene limitaciones, la hemos defi nido como tarea de aproximacin.

    Una traduccin ser tanto mejor cuanto ms logre aproximarse al contenido del texto fuente. Este ser siempre el lmite al cual se vaya acercando aquella.

    Todo traductor realiza su tarea desde su experiencia.

    El traductor no trabaja en el vaco, como si, al momento de hacer su labor se metiera dentro de una campana asptica que lo liberara, como por arte de birlibirloque, de todas las cargas que mencionamos antes. Al contrario, como persona que a lo largo del paso del tiempo ha ido llenando las alforjas de su vida con las mencionadas cargas, con ellas se enfrenta a la tarea: con preconcepciones que forman parte de su propio ser y que constituyen sus convicciones personales.11 En la conformacin de estas convicciones juegan un papel principal las infl uencias que uno haya recibido: de personas padres y familia, vecinos, maestros,

    Traduccin y experiencia personalprofesores, amigos, enemigos, hroes, de instituciones, de las lecturas, etc.

    Las preconcepciones (pre-supuestos: supuestos previos) y las convicciones pueden tener signo positivo o negativo, en el sentido de que pueden ejercer su infl uencia en la persona y, para nuestros efectos, en el traductor en una u otra direccin. La frontera entre la conviccin y el fanatismo puede ser muy tenue, y uno puede caer fcilmente en la trampa de pensar que est actuando guiado por la primera cuando en realidad est siendo impulsado por el segundo.

    Lo anterior se complica con otro factor al que debe prestrsele particular atencin: con mucha frecuencia,

    por estar inmersos en una cultura especfi ca, el traductor no se percata de que su trabajo resulta afectado por determinadas actitudes y valores, o por determinados patrones de conducta que son propios de esa cultura y no tienen valor universal. Cuando eso sucede, suele darse por sentado que todas las comunidades deben comportarse de la misma manera.12 De esto tenemos ejemplo cuando se ha confundido el evangelio con un estilo particular de vida que corresponde a la forma como se comprendi la vida cristiana en una comunidad en particular. En tal situacin, la propia traduccin de la Biblia queda marcada, porque determinados trminos se traducen de determinada manera por la infl uencia de dicha cosmovisin.13

    11 La idea de que las convicciones personales tienen como uno de sus fundamentos las preconcepciones o pre-supuestos que uno ha ido elaborando existencialmente a la largo de los aos, no es idea original, pues ya se ha desarrollado tanto referida a la fi losofa (parte de ello es el concepto de que hay un principio irracional o, mejor, a-racional que est en la raz de todo racionalismo) como a la teologa (Bultmann, principalmente).

    12 El autor fue educado en una iglesia aislada por razones histricas, que no es ahora el caso de explicar, en la que se pona mucho nfasis en las enseanzas del NT, cuya interpretacin se identifi caba con la experiencia eclesial y litrgica de las comunidades cristianas del libro de los Hechos. No es extrao, por tanto, que hubiera credo, por algunos aos, que las iglesias evanglicas refl ejaban ese prstino patrn original. Esa perspectiva era el refl ejo de la idealizacin de la iglesia primitiva que es comn en ciertos crculos. Las lecturas, el estudio y el contacto directo con otras comunidades de fe lo sacaron del error.

    13 A este respecto resultan muy iluminadoras las investigaciones del Dr. Esteban Voth en su artculo Traduccin y teologa II. Anlisis contextual de tsedeq en la RVR (espaol) y la KJV (ingls) (publicado en Descubre la Biblia II, p.451-485).

    14 Miami: UNILIT, 19853. La crtica se hizo del original ingls.

    Si lo que llevamos dicho es cierto como creemos que lo es, la teologa no puede ser una excepcin a este principio general. Y no puede serlo por la naturaleza misma de la traduccin bblica y en virtud de la segunda acepcin en que hemos tomado la palabra teologa.

    La situacin se torna compleja porque el traductor, si no es consciente de

    La teologa del traductor y su traduccinese hecho, tender a identifi car su teologa con la teologa del texto bblico. Este se convertir, entonces, en la confi rmacin de la teologa propia de aquel (o del grupo religioso al que aquel pertenece).

    Se han hecho ya anlisis cuidadosos de algunas versiones, incluida una parfrasis de renombre, en la que se ha demostrado fehacientemente este

    fenmeno. En el excelente resumen de Paul Ellingworth al que hemos hecho referencia en la nota 6, se mencionan las crticas de Jaen-Claude Margot a La Biblia al da,14 pues considera, muy justamente, que en esa parfrasis se han introducido abiertamente las presuposiciones teolgicas de su autor, hacindole decir al texto lo que el texto no dice.

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    Esa tentacin en la que se cae por lo general, digmoslo paladinamente, sin que el traductor se percate de ello no es privativa de un grupo especial de traductores o de algn grupo religioso. Todos los que estn comprometidos en esa tarea pueden caer bajo sus tentculos, si no se aplican los correctivos apropiados. Hemos sabido de una traduccin en la que el equipo traductor decidi escribir la palabra espritu as, con minscula inicial, cuando apareca en el AT. Luego, personas ajenas a dicho comit, y por razones extraacadmicas que no tenan que ver con la traduccin misma, anularon la decisin y ordenaron que se imprimiera esa palabra con mayscula.

    No se trata, no obstante, de tirar piedras al tejado del vecino cuando el nuestro es de vidrio. Por ello, ponemos un ejemplo de casa: Cuando estaba por terminarse el trabajo completo de la edicin de estudio de la Reina-Valera 95 (RVR-95-EE), una persona de la administracin, totalmente ajena al equipo de traduccin, ejerci tal presin para que se cambiara una nota, que lo logr, a pesar de la oposicin de quien escribe estas lneas, por entonces coordinador del proyecto. El texto de la nota a 1 Juan 5.7-8 dice as en esa versin:

    En diversos mss. no aparece la segunda parte del v. 7 y la primera del v. 8. Dicen: Porque tres son los que dan testimonio: 8el Espritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.

    Ntese la diferencia con lo que ya haba aparecido en la edicin del NT y Salmos de esa misma revisin, publicada unos cuatro o cinco aos antes:

    Tres son los testigos: algunos mss. latinos aaden en el cielo:

    el Padre, la Palabra y el Espritu Santo, y estos tres son uno. 8Y tres son los testigos en la tierra. Esta adicin no aparece en ninguno de los mss. griegos antiguos; solo cuatro mss. griegos tardos, pertenecientes a los siglos XIV-XVIII d. C., la incluyen, como traduccin del latn.15

    En nuestros talleres de ciencias bblicas (ahora llamados jornadas bblicas), hemos recibido la acusacin, hecha de frente, de que la nota que aparece en la RVR-95-EE es falsa y engaa al lector. As literalmente nos lo han dicho..., y no sin razn, pues es esa una nota producto del temor a la reaccin de los lectores si se les dice la verdad. En efecto, no se trata aqu de asunto de opinin, o de interpretacin de los manuscritos, sino de hechos comprobados.

    Podra alegarse que tal nota no tiene que ver con la teologa; pero eso es slo aparentemente cierto. Para quien impuls el cambio, estaba en juego una determinada comprensin de la doctrina de la inspiracin de la Biblia. En el fondo, pues, s se trataba de una ingerencia teolgica en la escritura de una nota y, por implicacin, en la interpretacin del texto.

    El Dr. Daniel C. Arichea public en 1982 un artculo titulado Taking Theology Seriously in the Translation Task,16 artculo que ha sido publicado tambin en castellano.17 En l, Arichea pone abundantes ejemplos de cmo las posiciones teolgicas del traductor han ejercido tal infl uencia en su traduccin que le han hecho decir al texto escriturstico lo que este no afi rma.

    En otro esclarecedor artculo, la Licda. Marga Muiz destaca este mismo

    hecho. Al escribir sobre el problema que plantea el carcter sexista del lenguaje,18 ha destacado que el problema no se limita a usar lenguaje inclusivo, sino que trasciende la inclusividad lxica para incursionar en el mbito mismo de la interpretacin de los textos.19

    Parte de este proceso de adaptacin del texto bblico a la teologa del traductor, por medio de la traduccin, consiste en armonizar lo que no est armonizado en la Escritura. Dice a este efecto Arichea:

    7. Se armonizan detalles contradictorios, y la aparente contradiccin se elimina. []

    En algunos casos se armonizan los textos, no por motivo teolgico, sino simplemente por el deseo de producir una traduccin que tenga sentido.

    []

    Para ser justo, hay que sealar que el problema de traducir segn el punto de vista teolgico del traductor no es monopolio de los llamados traductores conservadores; tambin se ve en las obras de quienes practican la exgesis de la tradicin histrico-crtica. Sin embargo, por lo general, la tendencia de hacer ajustes se halla principalmente entre los traductores que estiman grandemente la confi abilidad histrica de la Escritura. La razn es obvia: es necesario que la Biblia demuestre o confi rme su propia naturaleza como fi el registro histrico. Por tanto, las contradicciones deben ser solamente aparentes, y pueden corregirse con la

    15 Las notas de la RVR-95-EE fueron adaptacin de las notas de DHH-EE, que haba sido publicada poco antes. Ambas son ediciones de Sociedades Bblicas Unidas.

    16 BT, Vol. 33, No. 3 (1982), p. 309-315.17 Tomando en serio la teologa en la traduccin, en Traduccin de la Biblia (Miami: Sociedades Bblicas Unidas), vol. 1, N 2, abril de

    1991; p. 13-23; en Descubre la Biblia, editado por el Dr. Edesio Snchez (Miami: Sociedades Bblicas Unidas, 1998), p. 224-236; y en La Biblia en las Amricas (Tomemos en serio la teologa en la traduccin), N 4 del 2000; vol. 55, N 248; p. 14-19.

    18 Usamos este expresin (carcter sexista del lenguaje) sin connotaciones negativas, para indicar que un idioma como el castellano (1) tiene la particularidad de asignarle gnero gramatical masculino o femenino a objetos inanimados (silla es trmino femenino y banco, masculino), y (2), como tantos otros idiomas, ha usado el gnero masculino, referido a personas, como gnero sin marca-dor, para incluir a los dos sexos.

    19 Consideraciones en torno al lenguaje inclusivo, en TB, vol. 8, N 1, I semestre de 1998; p. 22-31; vase, en particular, la seccin titu-lada Presupuestos interpretativos de las traducciones.

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    ayuda de otros pasajes bblicos. Tal vez se reconozca que existen verdaderas contradicciones que no pueden justifi carse, pero estas se atribuyen a errores de escribas y copistas. Por ello, pueden alterarse en la traduccin para que se ajusten a los autgrafos originales, ninguno de los cuales existe hoy da20.

    La infl uencia de la teologa del traduc-tor en la traduccin adquiere varias for-mas, tal como se explica claramente en los textos citados. Una de las tendencias ms marcadas es la que tiene que ver con la armonizacin. Y tampoco esta es privativa de las traducciones modernas o contemporneas, pues tenemos tes-timonios de ella en versiones antiguas. Tomemos este ejemplo:

    2 R 8.26 y 2 Cr 22.2 RVR-95:

    Ocozas tena veintids aos cuando comenz a reinar y rein un ao en Jerusaln.

    * * *

    Cuando Ocozas comenz a reinar tena cuarenta y dos aos de edad, y rein un ao en Jerusaln.

    DHH.EE y BTI21:

    DHH: Tena [Ocozas] veintids aos cuando empez a reinar, y rein en Jerusaln un ao.

    BTI: Ocozas tena veintids aos cuando comenz a reinar y rein en Jerusaln durante un ao.

    Esta diferencia entre ambas traducciones se explica en unas notas al texto de Crnicas, que dicen as, en RVR y en DHH-EE (BTI no incluye nota):

    RVR: Cuarenta y dos: segn varios mss. griegos y 2 R 8.26: veintids.22

    DHH-EE: Veintids: segn varios mss. griegos y 2 R 8.26. Heb. cuarenta y dos.23

    No hay aqu, obviamente, un problema de traduccin, sino de seleccin de texto o textos fuente. Esta seleccin no est exenta de implicaciones teolgicas por lo que el traductor escoge el texto del que traduce de acuerdo con sus ideas teolgicas o sus concepciones respecto de la tarea de traducir. Las variantes en los manuscritos antiguos y las diferencias en las traducciones, tambin antiguas, son testimonio de lo que hemos afi rmado.

    20 Op. cit., TB, p. 15-16.21 La Biblia. Biblia traduccin interconfesional (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, Editorial Verbo Divino, Sociedades Bblicas Uni-

    das), 2008.

    22 El texto de Reina, de 1569, que se ha mantenido en casi todas las revisiones, hasta la citada, no aade ninguna nota aclaratoria, lo que da a entender que as estaba en los textos hebreos de los que traduce. Esto, a pesar de que en la Biblia del oso se hace referencia a otras versiones (explcitamente a la vieja traduccin latina, la que, dice Reina en la Amonestacin, consultamos como a cualquiera de los otros ejemplares que tuvimos). La Nueva Reina-Valera 1990 (Miami: Sociedad Bblica Emanuel, 1990) mantiene la incongruencia de fechas. Tambin la traduccin de Elono Ncar y Alberto Colunga (Madrid: BAC, 197634) y la de Mons. Juan Straubinger (Mxico, edicin de 1975). Esta incluye una nota aclaratoria en II Paralipmenos [2 Cr] 22.2, que dice a la letra: Cuarenta y dos aos: En la traduccin siraca y en algunos cdices griegos se lee veintids, lo que concuerda con IV Rey [2 R] 8.26. Pero la Nueva Reina-Valera 2000 (Miami: Sociedad Bblica Emanuel, 2000) armoniza ambos textos, sin aadir ninguna explicacin.

    23 La Reina-Valera actualizada (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 1989), dice veintids aos, y aade, en nota al pie: Segn vers. antiguas; comp. 2 Rey. 8.26; heb. 42 aos [sic].

    24 Vase: Plutarco Bonilla A., Ideologa y currculo: equilibrio y tensin en Pastoralia (San Jos, Costa Rica: Centro Evanglico Latino-americano de Estudios Pastorales), ao 8, Nm. 7, diciembre de 1986; pp. 25-51.

    25 La puesta en parntesis sera, en primer lugar, un acto de nuestra subjetividad; y en segundo lugar, estara marcada por ese mismo hecho y nunca sera total.

    26 P. 33. Referido a la traduccin, lo sealamos en una ponencia que lemos en la Triennial Translation Workshop, patrocinada por SBU y celebrada en Mrida, Mxico, en 1997. Nuestra ponencia se titul Ideology and translation (ideologa y traduccin), y en ella sostuvimos lo siguiente: The greater the awareness of subjectivity, the lesser the danger of subjectivism (A mayor conciencia de subjetividad, menor es el peligro de subjetivismo).

    27 Esto decamos en 1986, en el artculo citado en la nota 24; p. 36.

    Qu hacer?La toma de conciencia

    Hemos escrito en otra ocasin, al discutir el tema de la ideologa,24 que si no nos percatamos de nuestra subjetividad es muy fcil hacer aseveraciones que no resistan un simple anlisis crtico. Ahora bien, es imposible, y poco deseable, eliminar o poner entre parntesis, como diran los fenomenlogos la realidad de que cada persona, por el hecho de ser persona, es sujeto.25 Nadie, en su sano juicio, desea ser cosifi cado,

    reducido a calidad de objeto. Por esa razn decamos, referido a la ideologa, que a mayor conciencia de la propia ideologa, menor peligro de caer en ideologismos. Si se cambia ideologa por subjetividad e ideologismos por subjetivismos, tal afi rmacin es tambin vlida para la traduccin.26

    El traductor tiene que darse plenamente cuenta de que carga, de manera personal e intransferible, con ese bagaje experiencial al que nos hemos referido

    en la primera parte del presente escrito. El primer paso en la tarea hermenutica consiste en percatarnos de nuestra propia cosmovisin.27 Puede entonces, aunque parezca extrao, tomar l mismo una cierta distancia de sus propias ideas y ponerlas frente a s para analizarlas crticamente. Es como si dijera: si fuera otra persona quien est exponiendo estos argumentos, qu objeciones les pondra yo? Cules son sus puntos dbiles? Qu aspectos no ha tomado en consideracin?.

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    Por supuesto, este ejercicio nunca es perfecto ni completo, por la misma razn que nos lleva a realizarlo, pero representa el riesgo menor de que hablamos en prrafos anteriores. Por lo mismo, se requieren tambin otros correctivos.

    El recurso a las especialidadesLa traduccin de la Biblia tiene sus caractersticas y condicionamientos particulares. Si se trata de la traduccin al castellano, tenemos que no solo es una traslacin de una lengua a otra sino que las lenguas de las que se traduce son tres, como sucede con toda traduccin de ese texto. Pero, son, adems, idiomas que no se escriben con caracteres latinos, que corresponden a pocas distintas y representan culturas, modos de percibir el mundo, en muchos casos muy diferentes del nuestro. No basta, por tanto, conocer el vocabulario (como, de hecho, no basta para ninguna traduccin), sino que el traductor ha de sumergirse en aquellos mundos, puesto que el intrprete tiene que evitar a toda costa interpretar con criterios que correspondan a su propio mundo un texto de esa naturaleza. Es relativamente fcil caer en las trampas del anacronismo.

    Por otra parte, la lejana en el tiempo complica ms el problema. Por ello hay que echar mano de las informaciones que acerca de esos mundos de la Biblia nos ofrecen no slo las diferentes ramas de la lingstica, sino tambin la historia, la arqueologa, la numismtica, la antropologa cultural, y cuantas ciencias puedan arrojar luz sobre el texto bblico. Contamos hoy da con las ventajas que nos ofrecen las publicaciones especializadas que se han hecho, por diversos medios, sobre todos estos diferentes campos de investigacin.

    Los equipos de traduccinEl dicho popular de que cuatro ojos ven ms que dos tiene plena vigencia en lo que venimos diciendo. De hecho,

    directa o indirectamente, esto es vlido para toda traduccin de la Biblia, ya se trate de la Vulgata de San Jernimo, de la Biblia del oso, de don Casiodoro de Reina o de la Biblia del cntaro de don Cipriano de Valera. Y lo es porque ningn traductor de la Biblia y menos los traductores contemporneos empieza desde cero. Todos construyen tomando en cuenta los conocimientos y a veces hasta los materiales! de quienes los precedieron. Casiodoro de Reina lo expres paladinamente; por ejemplo, en este texto:

    De la vieja traslacin espaola del Viejo Testamento, impresa en Ferrara, nos hemos ayudado en semejantes necesidades ms que de ninguna otra que hasta ahora hayamos visto...28

    Y, por supuesto, otro tanto hizo Valera, con mucha ms razn, pues no fue traductor directo sino revisor de una traduccin ya conocida. Dice, refi rindose a la obra de Reina:

    avemos tomado la pena de leerla y releerla una y muchas vezes, y la avemos enriquecido con nuevas notas. Y aun algunas veces avemos alterado el texto. Lo qual avemos hecho con maduro consejo y deliberacion: y no fi ando nos de nosotros mismos (...) lo habemos conferido con hombres doctos y pios, y con diversas traslaciones, que por la misericordia de Dios ay en diversas lenguas el dia de hoy.29

    Esto no es, sin embargo, trabajo de equipo, en sentido estricto, dada la imposibilidad, muchas veces material, de consultar a los otros miembros del grupo.

    Llama la atencin, no obstante, un hecho interesante, tanto por la persona involucrada como por las implicaciones que tiene. Casiodoro de Reina, que trabaj prcticamente solo (al igual

    28 Amonestacin del intrprete de los sacros libros al lector y a toda la Iglesia del Seor.... Citamos de la edicin de Juan Guilln Tor-ralba, con ortografa actualizada (La Biblia del oso [Madrid: Ediciones Alfaguara, 1987]), Libros histricos (I), p. 9. (La edicin original, de 1569, no numera las pginas de la Amonestacin).

    29 Exhortacion Al Christiano Lector leer la sagrada Escriptura.... En la edicin original, las pginas de la Exhortacion no estn numeradas.

    30 Cipriano de Valera: El trabajo, que yo he tomado para sacar luz esta obra, ha sido muy grande, y de muy largo tiempo: y tanto ha sido mayor, quanto yo he tenido menos ayuda de alguno de mi nacion que me ayudasse, siquiera leer, escrevir, o corregir. Todo lo he hecho yo solo (Exhortacion...).

    que Cipriano de Valera, quien lo dice sin remilgos, pero con un cierto dejo de tristeza30), hizo las siguientes recomendaciones, que citamos in extenso y pasaremos luego a comentar sucintamente:

    Y es que, pues que ya se entiende que el uso de la divina Escritura en lengua vulgar es bien que se conceda (como el Decreto del Concilio Tridentino ha determinado), prudencia digna de reyes y pastores cristianos sera poner orden con tiempo en mandar hacer una versin, no a uno ni a pocos, sino a diez o doce hombres escogidos por los ms doctos y pos de todas las universidades e iglesias del reino, los cuales con diligencia tal consultasen el texto hebreo en el Viejo Testamento y el griego en el Nuevo y todas las versiones que se pudiesen haber, y de todas sacasen una versin latina que sirviese para las escuelas, y otra vulgar que sirviese para el vulgo; a las cuales por un pblico Concilio, a lo menos nacional, y con el favor del pblico supremo Magistrado se les diese suma autoridad para que estas solas tuviesen fuerza de Escritura cannica, por la cual se decidiese defi nitivamente, como por legtimas leyes, todo negocio o disputa eclesistica, y para ser alegada por tal ans en sermones como en lecciones o disputas; a la cual so gravsima pena nadie pudiese ni quitar ni mudar ni aadir. Mas por cuanto aun los dichos autores de las versiones dichas podran tambin haber faltado en algo, que algn otro particular en algn tiempo podra alcanzar a ver, como acontece, y ans mismo por evitar toda especie de tirana, sera de parecer que quedase libertad a cualquiera que hallase alguna falta en las versiones ans autorizadas, no para enmendarla

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    l de su autoridad, sino para proponerla en el Concilio o Snodo, cuando se tuviese, para que, siendo examinada en l, con autoridad del mismo Snodo se enmendase; [...]. Del31 Seor espritu en los nimos de los reyes y pastores cristianos para que, celando, como deben, la gloria de Dios y el bien de su pueblo, conciban algn da tales pensamientos. Amn.32

    Dejamos de lado la idea expresada en este texto acerca de una traduccin de carcter cannico,33 para centrar nuestra atencin en estos otros aspectos, relacionados con la traduccin que el autor propone:

    (1) Esta debe ser hecha por un grupo de traductores;

    (2) este comit debe estar compuesto por bastantes personas, y no por slo unas pocas;

    (3) el resultado, aunque de carcter cannico, tambin est sujeto a posibles errores;

    (4) los entendidos en la materia que consideraran que hay algn error en la traduccin, deberan hacerlo saber a los responsables, para el anlisis respectivo y para la adopcin de las correcciones que procedieran.

    No olvidemos que lo que acabamos de decir fue publicado originalmente en 1569. En otras palabras, ya estaba presente por esas pocas la idea de la conveniencia de que una determinada traduccin fuera el resultado de varias personas que trabajaran juntas; o sea, se perciba la necesidad del equipo de traduccin.

    Ese es uno de los recursos ms importantes para superar, en la medida de lo posible, las constricciones propias de nuestra subjetividad a la hora de traducir. Y ello ser tanto ms efi caz si los miembros del comit pertenecen a diferentes tradiciones dentro de la fe cristiana, pues eso permite a los traductores contrastar perspectivas diferentes en la comprensin de ciertos textos y percibir las interpretaciones que pudieran representar una imposicin de la propia teologa sobre la del texto. En estos casos, s se requiere que los traductores pongan entre parntesis su teologa personal e incluso, nos atreveramos a decir, la teologa de las instituciones que representen, para atacar la tarea de interpretar el texto a partir de los criterios teolgicos desde los que este fue producido.

    31 Sic. Es obviamente un error, pues el original dice De el, o sea D el Seor.

    32 Reina, Amonestacin, p. 23.

    33 Lo cual, indudablemente, tiene importantes implicaciones, que no toman en cuenta quienes han idealizado la Reina-Valera y la consid-eran en alguna de sus revisiones, pues en esto no hay unanimidad como la versin castellana, hasta el punto de llegar a valorarla como la Biblia, en contraposicin a otras revisiones o a otras versiones.

    34 Op. cit., p. 14-15.

    35 Respecto de esta prestigiosa traduccin, es de notar como la New Jerusalem Bible (New York: Doubleday, 1985) introdujo algunos cambios en la traduccin de este texto. En efecto, dice as: 24he took his wife to his home; 25he had not had intercourse with her when she gave birth to a son; and he named him Jesus.

    Debemos volver al tema de la teologa para dilucidar un elemento que no tomamos en consideracin cuando tratamos este mismo asunto en la primera parte del presente trabajo. Tal elemento, no obstante, se desprende lgicamente de la posicin que hemos asumido en lo que hemos denominado la segunda acepcin del trmino teologa.

    La teologa del textoEn efecto, nuestra preocupacin tena entonces que ver con la teologa del traductor y sus posibles interferencias en la traduccin de algn libro o pasaje bblico. Pero, resulta que todo texto bblico tiene tambin su propia teologa. O, quizs, deberamos decir que en todo texto bblico tambin se vierte la perspectiva teolgica de su autor, desde la cual este selecciona y organiza su material, expone sus ideas, corrige las que considera equivocadas, hace su labor parentica o escribe

    De vuelta a la teologalas descripciones narrativas (historias, parbolas, etc.). Es tarea del hermeneuta y del exegeta penetrar en ese mundo de perspectivas teolgicas; y la del traductor es no perderlo de vista, para no hacer de ningn texto bblico cmplice de discusiones teolgicas que no eran preocupacin del autor sino que surgieron en generaciones posteriores.

    Un caso muy concreto que tiene que ver con este tema y que nos puede servir de ilustracin es el de la traduccin de Mt 1.25. Leemos en el artculo mencionado de Daniel Arichea:34

    El texto griego (GNT 3 ed. corr.) de Mateo 1.25 dice, literalmente: No la conoci hasta que dio a luz a su hijo; y le puso por nombre Jess. La Nueva Biblia Espaola (NBE) traduce el pasaje como:

    ...sin haber tenido relacin con l, Mara Dios a luz un hijo, y l

    le puso de nombre Jess.

    Con esta traduccin, el autor logr apoyar la doctrina de la virginidad perpetua de Mara (una importante tradicin en la Iglesia Romana, pero que el griego no matiza aqu).

    Para hacerle justicia al autor de ese artculo, hemos de indicar que el texto original fue escrito en ingls y en l se citaba la Jerusalem Bible (JB). Esta traduca ese versculo as:

    24He took his wife home 25and though he had not had intercourse with her, she gave birth to a son; and he named him Jesus.

    (Traduccin literal: l llev a su esposa a casa y aunque no haba tenido relaciones sexuales con ella, ella dio a luz a un hijo; y l le puso por nombre Jess).35

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    Arichea seala, adems, que la JB incluye una extensa nota a este texto. Puesto que las traducciones castellanas conocidas como Biblia de Jerusaln (BJ) y Nueva Biblia de Jerusaln (NBJ)36 mantienen la misma nota, vase lo que decimos al respecto ms adelante.

    En lo que concierne a la traduccin castellana del artculo de Arichea, se requiere una aclaracin que tiene que ver con la precisa interpretacin de esa traduccin: Qu signifi ca la expresin logr apoyar la doctrina de la virginidad perpetua de Mara? Si con ello quiere decirse que la manera de traducir Mt 1.25 propuesta por la NBE sostiene que Mara continu siendo virgen despus del parto, hemos de negar la validez de tal interpretacin del texto castellano, pues no dice eso. Lo que se limita a decir es que al momento de nacer Jess, Mara no haba tenido relaciones maritales con su cnyuge. De lo que pas de ah en adelante en la vida de ese matrimonio, si Mara se mantuvo siempre virgen (Iglesias Catlica Romana y Ortodoxas) o si tuvo ms hijos e hijas (iglesias protestantes en su inmensa mayora), ese texto castellano no dice absolutamente nada. En otras palabras, se trata de un texto neutro o abierto, respecto de ese tema. De hecho, la NBE ni siquiera aade una nota a este versculo.

    La Traduccin en Lenguaje Actual (TLA) ha unido los versculos 22-25 al

    reestructurar el pasaje y vierte as la parte correspondiente al ltimo versculo:

    Cuando Jos despert, obedeci al ngel de Dios y se cas con Mara. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el nio. Y cuando este naci, Jos le puso por nombre Jess.

    El texto griego de ese versculo, como el propio Arichea afi rma, dice, literalmente: No la conoci hasta que dio a luz a su hijo; y le puso por nombre Jess. Pero, nos preguntamos, es eso lo que el texto griego quiere decir?37 En castellano, la expresin conjuntiva hasta que precedida por un verbo principal negativamente modifi cado (no durmieron juntos: TLA; no la conoci: RVR, en toda su tradicin38) implica, normalmente, la negacin, en el futuro, de la negacin que se ha hecho; es decir, que posteriormente s se realiza (realiz, realizar) lo que se ha negado (o sea, en el caso que tratamos, que despus Jos y Mara s durmieron juntos como cnyuges; Jos s la conoci). Pero no siempre se da esa secuencia as.

    La cuestin que se nos plantea es si en griego sucede necesariamente lo mismo. Y aqu las opiniones estn divididas. Incluso hay disparidad de criterio respecto del signifi cado del tiempo en que est el verbo conocer (imperfecto: eginsken). Como no es este el lugar apropiado para exponer los argumentos de unos y otros sobre la correcta interpretacin de este versculo, valga decir que hay

    biblistas catlicos que rechazan la idea de la virginidad de Mara in partu y post partum, sin negar la virginidad ante partum. Ms claramente, Mara concibi a Jess siendo virgen, pero en el parto y despus de este sufri las mismas transformaciones fi siolgicas que experimenta toda mujer que da a luz y luego tiene las naturales relaciones sexuales con su esposo. Sin embargo, esos biblistas afi rman categricamente que no pueden aducir, como argumento defi nitivo para sostener esta tesis, el texto de Mt 1.25.39 Las bases bblicas son otras. Y slidas.40

    Las preguntas que tenemos que hacernos son las siguientes: Podemos determinar qu pretenda decir Mateo cuando escribi esas palabras? Y en el contexto de nuestro tratamiento del tema especfi co de la traduccin de este versculo, cul es la teologa del evangelio de Mateo, tanto en su obra globalmente considerada como en la percopa que incluye el pasaje en cuestin? Creemos que ah est el quid del asunto.

    Aparte de la concepcin virginal, por el poder del Espritu Santo, del primognito41 de Mara, esta percopa en particular no tiene que ver, a nuestro entender, con el tema de la posterior virginidad de la madre de Jess. Si uno ha concluido, por las razones que sean, que ella no continu siendo virgen, o que s lo fue perpetuamente, tal conclusin debe fundamentarse en otros pasajes bblicos o en otros razonamientos. A lo ms, este

    36 No son traduccin de las versiones inglesas, pues han sido traducidos de los originales segn la crtica textual y la interpretacin de la Sagrada Biblia, llamada Biblia de Jerusaln, nueva edicin, publicada en francs... (de 1973 y 1998, respectivamente). (Bilbao: Descle de Brower, 1975 y 1998; pginas de identifi cacin).

    37 Ya Scrates, en su defensa ante el tribunal de Atenas, segn lo presenta su ms connotado discpulo, dice que, cuando escuchaba las respuestas de aquellos a quienes preguntaba, refl exionaba as: Qu, pues, dice el dios? y qu, pues, da a entender?, con lo que establece una distincin entre lo que se dice y lo que se quiere decir. Cf. Platn, Apologa 21b (texto griego en Apologa Scrtous, edi-cin bilinge: griego clsico-griego moderno, Ediciones KAKTOS [Atenas, 1992], p. 34 y 35, respectivamente). El mismo planteamiento es el que hacemos aqu: la traduccin literal, es lo que el texto quiere decir?

    38 As aparece desde la Biblia del oso (Y no la conoci hasta que pari su hijo Primognito: y llam su nombre IESVS). Conocer es el verbo que tambin se usa en el texto griego del NT (Novum Testamentum Graece [eginsken]). Tanto en hebreo (cf., en RVR-95, Gn 4.1,17,25; 19.8; Jue 11.39: versculos en los que se traduce la palabra hebrea literalmente), como en griego antiguo (cf. las referencias, s. v. gignsk en Liddell, Scott, Jones, A Greek-English Lexicon [Oxford: Clarendon Press, 19689]) y moderno (cf. Mt 1.25 en TA IERA GRA-MMATA [Atenas: Sociedad Bblica, 1980]), conocer era un eufemismo para referirse a las relaciones sexuales entre los seres humanos (vase la nota, en BTI, a Gn 19.5: tengamos relaciones sexuales: Lit. conocerlos).

    39 Lo reconoce as tambin tanto la BJ como la NBJ en nota que dice: El texto no contempla el perodo posterior, y por s mismo no afi rma la virginidad perpetua de Mara.

    40 Vase John P. Meier, Un judo marginal. Nueva visin del Jess histrico, tomo I (Estella: Editorial Verbo Divino, 1998). La argumenta-cin se encuentra en las p. 329-333. La edicin original se public en ingls: A Marginal Jew (New York: Doubleday, 1991).

    41 Primognito es el que abre la matriz (cf. Nm 3.12, en RVR-09), haya o no hijos posteriores. Los derechos de primogenitura los conservaba el primognito aunque no hubiera habido otros descendientes de ese padre. Algo similar suceda con las primicias, palabra que comparte parcialmente la etimologa con primognito.

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    pasaje tendra el valor de una indicacin indirecta o secundaria. Hay varias pistas en el texto que apuntan claramente en la direccin de nuestra tesis. Veamos algunas de ellas:

    (1) El recurso al texto de Isaas. Llama la atencin que se cite el texto del profeta utilizando la traduccin griega del AT y no el texto hebreo. Y llama la atencin porque se sabe, a ciencia cierta, que la LXX muestra aqu un caso de interpretacin-modifi cacin de lo que el texto fuente dice. En efecto, este ltimo no utiliza la palabra virgen, sino un trmino que signifi ca propiamente doncella, moza, mujer joven.42

    (2) La aplicacin de la profeca se refi ere, nica y exclusivamente, al nacimiento de Jess. La percopa no puede ser ms clara: primero, se inicia con la enunciacin del tema de que va a tratar: El nacimiento de Jess, el Mesas, fue as (v. 18 BTI); y luego, cuando el ngel se le aparece a Jos en sueos, le asigna nombre al nio que iba a nacer (v. 21).43

    (3) No se preanuncia ningn otro nacimiento virginal; tampoco ninguna virginidad perpetua.44

    (4) El texto es, por tanto, esencialmente cristolgico;45 no mariolgico.46

    Una pregunta quedara por contestar: Cuando se redacta el evangelio de Mateo, se haba planteado ya, en el seno de la iglesia cristiana primitiva, el tema de la virginidad perpetua de Mara?

    La respuesta a esta pregunta podra ser muy importante. Si se respondiera en forma negativa, se confi rmara lo que llevamos dicho: El no... hasta que no podra interpretarse sino como la afi rmacin de que Jess fue engendrado por obra y gracia del Espritu Santo, en el seno virginal de la doncella Mara. Y nada ms. Ni a favor ni en contra de creencia en la perpetua virginidad de Mara. Claro, esto sera as a menos que se crea que el silencio se debe a que ya estaba bien establecida la creencia en que Mara tuvo, despus del nacimiento de Jess, otros hijos. Por eso, decamos antes que el texto de Mt 1.25 tendra, a lo ms, el valor de ofrecer una indicacin indirecta.

    Y es que surge, adems, otro detalle signifi cativo: Si los hermanos y hermanas de Jess que se mencionan en otros textos del evangelio de Mateo47 no fueran literalmente tales es decir, si las palabras hermanos y hermanas signifi caran en esos pasajes otros parentescos familiares, habra utilizado el redactor de Mateo

    las expresiones que usa en 1.25? Muy probablemente no.

    La documentacin patrstica no revela que en la iglesia de los Padres Apostlicos el tema de la perpetua virginidad de Mara estuviera en discusin. Las referencias casi se limitan a repetir lo que encontramos en el NT, por lo que los textos que hablan de Mara son principalmente cristolgicos.48 En los siglos I y II, algunos movimientos que fueron considerados herticos niegan la virginidad ante partum (o sea, la concepcin virginal), y esa negacin estuvo ligada al rechazo de la divinidad de Jess. A principios del 3, Tertuliano negar la virginitas in partu y post partum.49 Esto tiene dos facetas importantes: primera, que el hecho de negarlas implica que ya de alguna manera se haba puesto el tema sobre el tapete explcitamente; segunda, que por los vaivenes teolgicos de Tertuliano, a sus crticas no se les prest mucha atencin, ni tuvo l muchos seguidores. No fue sino hasta la segunda parte del siglo IV cuando la polmica se desata abiertamente, con Elvidio, a quien responder San Jernimo.50

    Consideramos, por tanto, que traducciones como la que presenta la TLA refl ejan, sobre todo, la intencin del evangelista en la percopa a la que Mt 1.25 pertenece, sin referencia al resto del evangelio.

    42 Vase, en su parte pertinente, la nota que a Mt 1.23 ofrece la DHH-EE: El texto hebreo de Is 7.14 habla de la joven, palabra que fue traducida al griego como virgen.

    43 Dato curioso: la profeca deca que el nio que nacera de la virgen se llamara Emmanuel (v. 23), pero el ngel le dice a Jos que le ponga el nombre de Jess. Jos obedeci al ngel.

    44 Lo que s representa un abuso de traduccin, en la que esta ha quedado servilmente sometida a la teologa de la institucin con la que se identifi ca el traductor, es la que traslada al castellano as el texto de Lc 1.34: Pues yo no conozco, ni jams conocer, varn alguno. La ex-presin jams conocer y la palabra alguno estn impresas con letras bastardillas, para indicar que se trata de una adicin del traduc-tor: apenas aceptable si se pusiera en una nota, como interpretacin teolgica que va ms all de lo que dice el texto, pero totalmente ina-ceptable como traduccin. La nota que se aade magnifi ca lo que llevamos dicho: Estas palabras indican el voto de virginidad que tena. (Traduccin de la Vulgata latina por Jos Miguel Petisco, dispuesta y publicada por Flix Torres Amat [Madrid: Editorial Apostolado de la Prensa, S.A., 19587]). En ediciones posteriores de esa traduccin se eliminaron las palabras en bastardilla. As, por ejemplo, en la publicada por la Editorial Alfredo Ortells, S.L. (Valencia, Espaa, 2001. Con licencias de la Conferencia Episcopal Espaola de julio de 1995). Tambin nos parece que se ha sometido la exgesis a la dogmtica en la segunda parte de la nota a Mt 1.25 (cuya primera parte ya citamos), de la BJ y de la NBJ (vase nota 39). Esa segunda parte dice as: pero el resto del Evangelio [de Mateo], as como la tradicin de la Iglesia, la suponen. Sobre los hermanos de Jess, ver 12.46+. No es este el lugar para analizar esta afi rmacin, que consideramos incorrecta.

    45 As lo entendi Casiodoro de Reina. Puso la siguiente nota a Mt 1.25: Entretanto que estuvo preada de etc., ni por eso se sigue de aqu que despus la conociese, porque no se pretende aqu probar ms sino que Cristo fue concebido sin obra de varn. Adems que es frase de la Escritura hasta que etc. por jams: Is 22.14 (nfasis nuestro). Por contraste, la GNB, despus de traducir el texto as: Pero l no tuvo relaciones sexuales con ella antes que ella diera a luz a su hijo, afi rma en la nota correspondiente: Esto no implica necesariamente que despus del nacimiento de Jess Mara permaneci virgen (The Bible Societies/HarperCollins Ltd., UK, 1997).

    46 Lo que no obsta para que de l aprendamos mucho acerca de la doncella Mara, virgen y madre de nuestro Seor, por la gracia del Espritu y porque el poder del Dios altsimo se pos sobre ella o la envolvi (Lc 1.35, DHH-EE y BTI).

    47 12.46-50; 13.53-56.

    48 Referido a Ignacio de Antioqua (muri como mrtir hacia el 110), dice Jos A. De Aldama: Sus cartas no daban ocasin a largas ex-posiciones; pero en ellas encontramos ms de una vez el nombre de Mara. / Fue, naturalmente, la preocu