Papel de la Juventud Cubana en el marco histórico del ataque a Playa Girón.
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Joanny Ibarbia Pardo.
"De Girón se pueden sacar muchas lecciones. Sería imposible
enumerarlas todas, ni pretendo eso; pero sí quiero señalar algo que, aunque lo
he mencionado en otra ocasión, no por ello debe dejar de repetirse un día
como hoy: la importancia de Girón no está en la magnitud de la batalla, de los
combatientes, de los hechos heroicos que allí tuvieron lugar; la gran
trascendencia histórica de Girón no es lo que ocurrió, sino lo que no ocurrió
gracias a Girón."
“Sobre el hombro de los jóvenes está el futuro de la Patria, que es el destino
mejor y la contribución esencial de los cubanos a un mundo de paz y de
justicia.”
Fidel Castro Ruz.
Han transcurrido 48 años de aquellos gloriosos días en que obreros,
campesinos, estudiantes e intelectuales, ante el llamado de la Patria, cerraron
filas como milicianos, junto al Ejército Rebelde y a la Policía Nacional
Revolucionaria, para preservar la libertad y la independencia de la nación. El
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presente trabajo se propone plasmar en la conciencia de nuestro heroico
pueblo y muy específicamente en nuestro estudiantado universitario la
importancia histórica de un Girón que dejó huellas imborrables en los senderos
de la historia de un país que ha defendido a toda costa su nacionalidad y su
idiosincrasia revolucionaria. Pretendemos esbozar en estas humildes letras
llenas de patriotismo que no olvidamos nuestra historia ,que no olvidaremos
jamás la sangre tan valiosa que se derramó por muchos jóvenes ,que no
sentimos otro sentimiento que no sea orgullo cuando escuchamos la palabra
Girón, ese histórico sitio de la Ciénaga de Zapata que se convirtió en el último
reducto de los invasores mercenarios de abril de 1961, y donde el pueblo
cubano, guiado por Fidel, defendió sin vacilación las banderas de la naciente
Revolución Socialista. A más de 45 años de aquella contundente victoria ,Girón
no es sólo orgullo, es también valentía, arrojo y decisión de continuar siendo
libres, soberanos e independientes, es en resumen, un voto por la defensa de
la vida.
Antecedentes de GirónLa invasión mercenaria a Cuba por Playa Girón fue un paso más en la
escalada del gobierno de los Estados Unidos por lograr el viejo sueño de
anexarse a la isla.
Cuando el 15 de febrero de 1898 explotaba el acorazado norteamericano
Maine en la bahía de La Habana, el gobierno de los Estados Unidos
encontraba ¿o provocaba? al fin la justificación para intervenir en la guerra que
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los cubanos libraban contra la metrópoli española, arrebatándoles el ya
cercano triunfo. La ansiada fruta ya estaba casi madura y caería en sus manos
irremediablemente, una vez que lograran silenciar y apagar las ideas, vivas en
muchos patriotas, de Martí, Maceo, Gómez y muchos otros. Por suerte, una
generación, la del Centenario del Apóstol con Fidel al frente, alimentaron con
su sangre las llamas de la libertad, iluminando la senda por la que marcharía el
pueblo. La fruta, ya casi podrida por los gobiernos pro imperiales de turno, cual
milagro de la naturaleza comenzó a reverdecer hasta que un primero de enero
se tornó por completo verde olivo. Definitivo adiós al sueño imperial.
Como no se resignan, hasta nuestros días, intentan de nuevo madurarla a
golpes. En el anticomunismo encontrarán un nuevo pretexto que justifique sus
acciones. En 1959 Fidel visita Estados Unidos y en New York se reúne por
media hora con el vicepresidente Richard Nixon, quien de inmediato le envía un
mensaje al entonces presidente Dwight Eisenhower diciendo que Castro era
comunista y debía ser eliminado. Si los complots e intrigas hacia la naciente
Revolución habían comenzado a andar, se acelerarían a partir de este
momento. Se inicia entonces una agresión abierta por parte de la
administración norteamericana, a través de la CIA, financiando a grupos
subversivos y terroristas; se abastece de armas a bandas de alzados en el
Escambray; se hace una fuerte campaña propagandística contra la Revolución
desde la isla Swan, en el Caribe, a través de Radio Swan y Radio Escambray.
A fines de Diciembre el director de la CIA, Allan Dulles, propone un plan para
acabar con la Revolución Cubana. El 17 de marzo de 1960 Eisenhower ordena
a la CIA que entrene militarmente a una fuerza constituida por exiliados
cubanos. De sus Apuntes biográficos, es esta nota: "El 17 de marzo de 1960 yo
le ordené a la CIA que comenzara a organizar el entrenamiento de los exiliados
cubanos, principalmente en Guatemala, para un posible día futuro en que ellos
pudieran regresar a su patria. Otra idea fue que comenzáramos a construir una
fuerza anticastrista en la propia Cuba."
En agosto se aprueba por el presidente un presupuesto de 13 millones de
dólares para el Proyecto Cuba. La CIA es encargada de elaborar el plan de
agresión, que recibe el nombre de Operación Pluto. Se fomentan las bandas
contrarrevolucionarias en el Escambray, se incrementan los sabotajes, quemas
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de caña; una avioneta pirata explota cuando iba a lanzar una bomba sobre el
central España, probándose por los documentos hallados la participación del
gobierno de Estados Unidos. Debido a un sabotaje, había ocurrido la explosión
del vapor francés La Coubre en el puerto de La Habana, que transportaba
armas adquiridas por Cuba para su defensa. Diplomáticos norteamericanos
habían sido detenidos en una reunión conspirativa con cabecillas
contrarrevolucionarios. A fines de 1960 se producen las elecciones en Estados
Unidos, pasando la presidencia al demócrata John F. Kennedy, quien continúa
con los planes de agresión. Este decide junto a la CIA y el Estado Mayor
Conjunto que el desembarco será por Bahía de Cochinos, para nosotros Playa
Girón. Gobiernos lacayos de Centroamérica se brindan para apoyar la
agresión, creando puntos de entrenamiento. En playas de Puerto Rico entrenan
los hombres ranas, en Nicaragua se establece la base aérea de Happy Valley,
de Guatemala partirán los barcos. En fin, ya todo está listo para dar el zarpazo,
sin calcular que las garras quedarán partidas en el escudo que el pueblo y su
Revolución vienen tejiendo.
Estos son a grandes rasgos los antecedentes que matizaron y llevaron a la
práctica la invasión por Playa Girón, por supuesto que no hay que ser un
erudito en Historia para darse cuenta de la vigencia constante de la esencia del
diferendo Estados Unidos- Cuba, que no es mas que la contradicción
antagónica entre el hegemonismo norteamericano y el independentismo
cubano.
Enfrentamiento entre clases sociales diferentes.
”La convicción es lo que hace mártires (...) nadie se hace mártir simplemente porque espere un premio, o porque tema un castigo (...) nadie se comporta heroicamente por eso... “
Fidel Castro.
La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida,
sentenció José Martí, y así lo han demostrado desde los primeros habitantes
de la Isla que se opusieron al poder conquistador, hasta los cubanos de hoy
que enfrentan las apetencias del imperio norteño. Los hombres que murieron
en Girón no fueron una excepción. Estudiar sus vidas no sólo significa
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adentrarse en esta verdad, sino que permite descubrir el valor de la fuerza
combatiente que logró la victoria frente al más poderoso país capitalista del
mundo. En el campo de batalla muchos murieron instantáneamente, otros
continuaron combatiendo ya lesionados en reclamo que no se les retirara del
frente, ni los atendieran a ellos, sino a sus compañeros más necesitados; y no
fueron pocos los que recibieron los impactos mortales al acudir en auxilio de su
hermano de ideales. Al intentar definir el número exacto de los caídos, se
tropieza con una dificultad que tiene su antecedente inmediato en la
identificación de los cadáveres, labor que en su mayoría se realizó en Jagüey
Grande, bajo la responsabilidad de un equipo creado al efecto. Los restos
humanos recogidos en el terreno de combate fueron trasladados a la
mencionada población. Allí se certificaba la defunción y se disponía el lugar de
enterramiento, lo que determinó que en la mayoría de los registros se
consignara como fecha de muerte los días 17 y 18 de abril, lo que no se ajusta
–en la mayoría de los casos-, a la verdad. Además, entre los inscritos se
encontraban invasores. En los términos de Yaguaramas y Abreus también se
certificaron defunciones, y entre ellas, en el último lugar señalado, se asentaron
aproximadamente diez personas desconocidas .La sepultura se dispuso en
Jagüey Grande, de lo que resultó una documentación que establecía nombre,
unidad de combate, cuartón, fila y fosa del cementerio, más otros detalles que
ayudaban a determinar la filiación individual. Posteriormente, reclamados por
sus familiares, los restos de numerosos mártires fueron exhumados y
trasladados a los camposantos del lugar de donde procedían. A lo anterior se
unieron las gestiones de búsqueda por parte de familiares y compañeros de
aquellos que no regresaron, lo que completó en buena medida el empeño de
localizar debidamente a todos los caídos. En igual sentido, a propuesta de un
integrante del Batallón 116, se realizó un encomiable trabajo dirigido por el
Gabinete Nacional de Identificación y el Departamento de Química Legal.
Realizaron un pesquisaje en el área de operaciones militares y las
circundantes, y al mismo tiempo señalizaron los sitios donde había mercenarios
enterrados. Para ello, partieron de los límites de La Habana con Matanzas
hasta Santa Clara, y del centro de la isla hasta la costa sur, posible zona de
rastreo de heridos, fallecidos después. Indagaron en cementerios y registros
civiles sobre los sepultados en un rango de tiempo prudencial, y ante alguna
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posibilidad completaban la información con los datos encontrados. Con igual
objetivo visitaron los hospitales de toda la geografía rastreada. En el Estado
Mayor del Ejército, en Santa Clara, consultaron las fichas dactilares de caídos
en Girón; y así, con los elementos acopiados, presentaron en junio de 1961 un
informe al Gabinete Nacional que totalizaba ciento cuarenta y cinco hombres,
incluidos dieciséis invasores. Lógicamente esta cifra no sumaba a los muertos
durante los bombardeos a los aeropuertos, ni a los que fallecieron tiempo
después a consecuencia de las heridas recibidas. No obstante el esfuerzo para
lograr la identificación del total de caídos en esa gesta, por diversas
circunstancias no se pudo establecer la identidad de todos los mártires,
problemática que la historia se ha encargado de desentrañar, gracias a nuevas
investigaciones que arrojan la cifra de ciento cincuenta y cinco vidas
entregadas a la Patria durante el combate en el sur matancero.1 Entre ellos se
consideran los heridos que fallecieron con posterioridad, los impactados en
ocasión de los bombardeos y todos aquellos que recibieron la muerte mientras
cumplían tareas de apoyo logístico a las tropas combatientes, o sea, las
categorías de fallecidos que no contempló el informe de junio de 1961. A partir
de la última cifra, si investigamos la vida de cada mártir de Girón, verificamos
una vez más el postulado martiano, pero si consideramos la totalidad como
representación de los que llevaron a cabo la heroica hazaña, resultan
elementos muy aleccionadores y contrapuestos a la composición social de los
integrantes de la Brigada de Asalto 2506, responsable de la invasión de abril de
1961. En el cuadro se ofrece una muestra elocuente de la composición social
dicha brigada.(ver anexo 1).
En una valoración general de las fuerzas que enfrentaron a los invasores, a
juzgar por lo estudiado, se puede concluir, una vez más y con apoyatura
objetiva, que fue el pueblo armado, y en distintos niveles de desarrollo político
e ideológico, pero en su totalidad revolucionario, el que propinó al imperialismo
yanqui la derrota de Playa Girón. Confirman esta aseveración las proyecciones
ideológicas de gran cantidad de los inmolados, contenidas en cartas,
conversaciones con familiares y compañeros, en las cuales emitieron
conceptos que reflejan la condición humana y la convicción de esos hombres
que ofrendaron sus vidas. En ellas aparecen con notable frecuencia: Fidel,
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Revolución, libertad, Cuba, Patria, pueblo, lucha, deber, madre, hermano, hijo,
lo que revela la índole y propósitos que los guiaban. Osvaldo López López,
para citar sólo a uno, expresó: “Hoy ya no sueño con ser mambí, hoy lo soy
junto a Fidel y hoy Cuba es libre. Los ideales mambises han triunfado”. Al
analizar los datos obtenidos del estudio, advertimos que la aplastante y rápida
acción revolucionaria fue obra de la juventud, como lo prueba la edad media de
los caídos (24,7 años), con la particularidad de algunos de 14, 15 y 16 años,
verdaderos adolescentes. Las últimas ocupaciones que desempeñaron fueron
las de jornalero, carpintero, jardinero, zapatero, albañil, chofer, obrero agrícola,
mecánico, ferroviario, dependiente, estudiante, miembro de las FAR y de la
Policía Nacional Revolucionaria. Del total, el cuarenta por ciento eran obreros,
el treinta y dos militares (FAR y MININT) y el resto trabajadores de servicios,
técnicos, empleados administrativos y por cuenta propia. Sólo un 0,6 por ciento
era dueño de un pequeño negocio.
En cuanto a la escolaridad, según el sistema de educación vigente en 1961, la
mayoría (ochenta y ocho) había vencido la enseñanza primaria, tres eran
analfabetos, treinta y siete graduados de nivel medio y cuatro universitarios.
Otro factor que resulta significativo es la procedencia social de los estudiados:
sesenta y nueve por ciento obrera, y el treinta y uno por ciento obrero agrícola,
para integrar un cien por ciento de trabajadores. Mientras, la militancia
revolucionaria arrojó la preponderancia de antiguos miembros del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio (cuarenta y tres) y del Ejército Rebelde (treinta y
dos), e igual cifra de Jóvenes Rebeldes (AJR).
Esos hombres que integraron las fuerzas revolucionarias que enfrentaron la
supremacía militar de una brigada equipada y entrenada por el Gobierno de los
Estados Unidos; ganaron por su superioridad en cuanto a moral combativa y
valor. Pero además, ese pueblo uniformado no fue a Girón a luchar sólo por la
soberanía nacional, sino por las banderas del socialismo, puesto que el 16 de
abril, en el entierro de las víctimas del bombardeo que antecedió al
desembarco mercenario, se había proclamado el carácter Socialista de la
Revolución. Del mismo modo, la historia no podrá olvidar que la victoria se
logró en 72 horas, frente a un enemigo prepotente que consideró asegurado el
éxito de su empresa. Los días de Girón constituyeron jornadas de gloria, que
se nutrieron del sacrificio de muchos cubanos y al precio de ciento cincuenta y
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cinco vidas, jóvenes, y con un porvenir de esperanzas que tronchó la agresión
militar. La mayoría, por su temprana muerte, no llegó a constituir un hogar, ni
disfrutar la gracia de la paternidad. Girón no fue sólo el combate con las armas
en las manos, fue la lucha de todo un pueblo por no dejarse arrebatar sus
conquistas. Allí luchó por la vida el médico que prestó servicios en condiciones
altamente difíciles, el chofer que transportó a las tropas o evacuó a la población
civil, el que mantuvo las comunicaciones, el encargado del avituallamiento, el
que tendió la mano para ayudar en lo que podía. Fue una batalla del pueblo y
como tal tenía que resultar victoriosa, porque antes de entrar en combate,
aquellos hombres, con un bajo nivel escolar, pero millonarios en convicciones y
graduados en la lucha por la vida, sabían lo que iban a defender y a costa de
qué lo hacían.
Entrevista realizada al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la
República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, por la periodista Talía
González Pérez, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, el 31 de
diciembre de 2008
En los primeros años del triunfo de la Revolución Cubana, ese era el trío que
decidía todavía la política en Estados Unidos, (Eisenhower, los hermanos
Foster y Allan Dulles), aunque ya contando o por lo menos compartiendo la
información con la futura administración que ya había sido electa, encabezada
por John F. Kennedy (1961-1963).
Es por ello que durante el año 1960 planifican dicha operación, la aceleran,
porque ya sabían que estábamos preparando pilotos para aviones Migs en los
países socialistas y querían acelerarla, y se percataron de que estábamos
adquiriendo armamentos para fortalecer la defensa de la Revolución.
No obstante, concluye el mandato de Eisenhower, del Partido Republicano, y a
partir del 20 de enero de 1961 asume la presidencia de Estados Unidos, el
demócrata John F. Kennedy.
Hay que decir, antes de continuar esta fase, que Foster Dulles —el secretario
de Estado de Eisenhower— era abogado de la United Fruit Company, que fue
la que estimuló y apoyó, fundamentalmente, la intervención en Guatemala;
eran los dueños de las grandes plantaciones bananeras y de otras propiedades
en ese país, al igual que en otras repúblicas centroamericanas. United Fruit
Company era la misma que en Cuba tenía otro nombre: United Sugar
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Company, allá banano, aquí azúcar. Les dio resultado la aventura del año 1954
contra Guatemala e intentaron hacer igual, con un poco más de fuerzas, más
aviones, barcos, porque somos una isla y tenían que ser transportadas en
barco las fuerzas invasoras; pero fueron los mismos y por los mismos intereses
que organizaron la agresión de Playa Girón, mucho antes de que aquí ni se
hablara de socialismo.
El 2 de enero de 1961, utilizando de pretexto el discurso de Fidel el primero de
enero en la Plaza de la Revolución, deciden romper las relaciones diplomáticas
con Cuba. Era un pretexto, ya Playa Girón estaba planificada. La agresión a
nuestro país estaba decidida antes de proclamarse el carácter socialista de la
Revolución Cubana que, como sabes, fue el 16 de abril de 1961, lo que
demuestra que venían creando las condiciones para ya no tener relaciones
diplomáticas y agredirnos.
Kennedy, a los dos meses y medio de asumir la presidencia, lanza la invasión
de Playa Girón, empezando con los bombardeos del 15 de abril.
Ese es un ejemplo de por qué yo digo —uno de los tantos— que en Estados
Unidos hay un solo partido. En esa ocasión la invasión la planificaron los
republicanos y la ejecutaron los demócratas. Eso es como si en Cuba
existieran dos partidos: uno lo dirige Fidel y el otro Raúl, con pequeños matices
de diferencia, pero es lo mismo.
Hay que decir que en esta operación de Playa Girón hubo un joven y
prometedor oficial de la CIA, que se ocupó del reclutamiento de la mayoría de
los mercenarios que fueron alistados en la Florida fundamentalmente y
trasladados después a Centroamérica para su entrenamiento y siguiente
partida hacia Cuba. Ese joven oficial, quien posteriormente fue jefe de la CIA y
más adelante presidente de Estados Unidos, se llama George H. Bush (1989-
1993), en este caso el padre del actual mandatario George W. Bush (2001-
2009) —para que vean que todo es el mismo poder, una misma élite que se
alterna en el poder, según las circunstancias.
Cuando Playa Girón estábamos alfabetizando el país. Ya a las bandas
contrarrevolucionarias se les había dado un golpe poderoso con la movilización
de decenas de miles de obreros, fundamentalmente, de la capital, para lo que
se llamó la Limpia del Escambray, y ellos estuvieron pensando desembarcar
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por Trinidad, y, si fracasaban, se encontraban a un paso prácticamente del
macizo mal llamado del Escambray, su verdadero nombre es Guamuhaya.
Como se les dieron esos golpes en el año 1960, estudiaron entonces la
variante de Playa Girón, que no es mala, es el humedal más grande del Caribe
—del Caribe insular me refiero—, difíciles sus accesos, una carretera que
atraviesa la ciénaga, la principal vía de comunicación, donde en un lugar
llamado Pálpite, en medio de la misma, donde hay un poco más de tierra firme,
lanzaron sus paracaidistas y la ofensiva tuvimos que hacerla en fila india los
tanques, la artillería, los soldados, las tropas no se podían desplegar, y esa es
una de las causas de que tuviéramos más bajas que los agresores.
Es conocida la advertencia de Fidel y la orden de liquidar la invasión en 72
horas. Había que liquidarla en 72 horas, porque se previó, con mucha lucidez
por parte de Fidel, que si no lo hacíamos así, una vez que consolidaran su
cabeza de playa, hubieran trasladado hacia allí al gobierno títere, que ya tenían
formado, encabezado por Miró Cardona, en una base militar norteamericana en
la Florida.
Consolidada la cabeza de playa, el gobierno títere ya en tierra firme,
reconocido por Estados Unidos, reconocido por la OEA a la que le pedirían
ayuda inmediatamente y los barcos norteamericanos ya a la vista, era fácil, era
lógico el desembarco de esas tropas para apoyo de los mercenarios. Por eso
esta invasión se produce en 1961.
Camagüeyanos en Girón (relatos de combatientes)
Entrevista-1
“Si volvieran a intentar agredirnos militarmente, los volveríamos a vencer como en Girón.”
Para Manuel Sánchez Piñera, veterano combatiente de la Columna Uno del
Ejercito Rebelde, su primer recuerdo de aquellos gloriosos días de abril de
1961 se remonta a un día antes de la invasión mercenaria.
“Estábamos reunidos en la esquina de 23 y 12 del Vedado, en La Habana, -
rememora- asistíamos a la inhumación de las victimas de los bombardeos de
los aeropuertos de Ciudad Libertad, Santiago de Cuba y San Antonio.
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“En aquella ocasión el Comandante en Jefe Fidel Castro hizo la proclamación
del carácter democrático y socialista de la Revolución cubana. Con nuestros
fusiles en alto apoyamos esa declaración.”
Luego del sepelio, Manuel regresa a su unidad de combate, ubicada al este de
La Habana, en el poblado de Cojimar. Ya en aquellos instantes la invasión más
que una conjetura se convertía en certeza.
“No se conocía el lugar exacto por donde desembarcarían, pero por la
trayectoria de los barcos y demás, se preveía que iba a suceder por la zona
central del país”, relata el combatiente.
“Durante esa noche prácticamente no se durmió en la Unidad,- continúa- Fidel
personalmente había dado la orden de que las compañías se quedaran fuera
de las barracas.”
En horas muy tempranas de la madrugada del 17 de abril se produjo el
desembarco de la Brigada mercenaria 2506, que había sido entrenada por la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, con el fin de crear en
Cuba una cabeza de playa hacia donde trasladarían de inmediato un gobierno
pro yanqui, el cual solicitaría a Washington una intervención militar directa.
“En cuanto se conoció de la invasión salimos hacia la zona de operaciones al
sur de provincia de Matanzas, cuenta Manuel.
“En el poblado de Perico se nos ordenó desviarnos hacia Jagüey Grande, para
de allí transportarnos al Central Australia.
“Allí ya estaba combatiendo la Escuela de Responsables de Milicias de
Matanzas. Por la parte nuestra ya se habían producido varias bajas, entre
heridos y muertos.”
Después de llegar al lugar del combate, “yo iba en la Tercera Compañía de
Infantería, y relevamos a la de milicianos que había entablado combates por la
toma de Playa Larga.
“Lo más impresionante, desde ese primer instante y hasta el final de las
operaciones, fue la presencia física del Comandante en Jefe Fidel Castro, en
todo momento, a riesgo de su propia vida, y a despecho de las orientaciones
de su seguridad personal.
“Su persona, en aquellos lugares donde se libraban los combates, desde luego
que daba un ímpetu y un deseo tremendos de combatir y de derrotar al
enemigo, que fue derrotado en toda línea en menos de 72 horas.
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“Y si volvieran a intentarlo, ¡Se repetiría Girón!, pero con mucha más
experiencia, con mucha más preparación, con mucha más efectividad.”
Entrevista-2Jesús Díaz Rodríguez cursaba estudios militares en la Escuela de
Responsables de Milicias de Matanzas cuando se produjo la invasión
mercenaria el 17 de abril de 1961, inmediatamente él junto a otros jóvenes
fueron transportados hasta la zona de combate, en el sur de la provincia de
Matanzas.
El camagüeyano Jesús Díaz relata que le impresionó más en aquellos días:
“A mi me impresionaron muchas cosas, sobre todo ver el ímpetu y espíritu de
lucha de todo nuestro pueblo, formado en su gran mayoría por miembros de las
Milicias y el Ejército Rebelde, que cumpliendo ordenes de Fidel salimos, sin
conocer prácticamente el lugar donde se había producido el desembarco, a
luchar contra la brigada mercenaria. Algo muy emotivo fue el hecho de que
todos éramos muy jóvenes y no teníamos experiencia combativa, sin embargo,
salimos con el corazón a dar cumplimiento a esa gran tarea que era la de
combatir contra el ejército invasor y derrotarlo como sucedió con posterioridad.”
“Otra de las cuestiones que nos llenó de ánimo fue ver cómo los jovencitos de
13 y 14 años pertenecientes a la Asociación de Jóvenes Rebeldes, que fueron
asignados fundamentalmente para hacer frente a la aviación enemiga como
tiradores de ametralladora, heroicamente luchaban contra aquellos artefactos y
en muchas ocasiones salían a provocarlos para que éstos vinieran a disparar
donde ellos estaban y así poder abatirlos.”
“Esto nos infundía un gran espíritu para el combate y nos permitió lograr la
victoria en menos de 72 horas en las arenas de playa Girón, hace ya 45 años.”
El Comandante en Jefe Fidel Castro siempre estuvo al frente de su pueblo
hasta conseguir el triunfo.
“Es el único líder en el mundo que lo hace, y no sólo en Girón sino en otros
combates y en las catástrofes naturales que han azotado a Cuba .Él siempre
está allí. Predica con el ejemplo, este fue otro elemento que nos ayudó mucho
en Girón."
Fidel estaba presente en los momentos más difíciles cuando menos uno lo
esperaba, arengándonos y haciendo lo posible para que esas fuerzas que
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habían desembarcado no estuvieran en nuestro suelo las 72 horas que ellos
pretendieron para llevar a cabo el reconocimiento por parte de los Estados
Unidos de un gobierno pro-yanqui que justificara una agresión mucho mayor.
Esto fue algo que no pudieron conseguir.
Entrevista-3 “El disparo al buque de guerra Houston y la imagen de Fidel en el tanque, los
percibo como símbolos máximos de la victoria y de la primera derrota militar
norteamericana en América Latina y el Caribe” así expresó Benigno Julián
Fernández, el excombatiente de la columna 12 del Ejército Rebelde y jefe de
un pelotón de tanques SAU-100 de Managua, La Habana, que participó en la
batalla. A Benigno, que reside en la Ciudad de Camagüey, le correspondió el
honor histórico de haber sido testigo de aquel disparo efectivo ejecutado por el
Comandante en Jefe Fidel Castro, que puso punto final a la invasión
mercenaria y traicionera por esa zona del sur de la provincia de Matanzas.
Recuerda este heroico combatiente de 83 años de edad, que tropas de la
Brigada 2506, entrenadas y apoyadas por el gobierno de los Estados Unidos
inician el 17 de abril de 1961, la conocida invasión a Playa Girón.
“Nuestro pelotón tras conocer del desembarco, sin perdida de tiempo se dirigió
a Playa Girón, donde se producían fuertes combates. Nos encontramos con el
Comandante en Jefe en un sitio conocido por la Isla y nos orientó avanzar con
rapidez. Fidel nos pidió que no paráramos hasta que las esteras de nuestros
tanques no se mojaran con las aguas de la playa…”
“Avanzábamos bajo el fuego de los aviones enemigos, la artillería y la
infantería. Nos enfrenábamos a emboscadas y varios de nuestros tanques
fueron averiados o destruidos. Muchos de nuestros compañeros caían en
combate, pero no retrocedíamos”.
“Playa Girón era un hormiguero de marines y paracaidistas que comenzaban a
dejar sus huellas sangrientas en la población civil de la zona. Desembarcaron
con el armamento más moderno de la época, incluyendo camiones artillados,
tanques, morteros…”
“Teníamos a los agresores a pocos metros de nosotros. La presencia de Fidel
levantó aún más la moral combativa de la tropa. Quiero destacar la actitud de
todos nuestros combatientes, especialmente de los alumnos de la escuela de
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Milicia de Matanzas. Nuestros tanques se imponían al fuego y la candela.
Destruimos un camión artillado del enemigo y continuamos la marcha victoriosa
hacia Playa Girón.
Benigno Julián Fernández evoca los momentos difíciles y a la vez heroicos
de la victoria del pueblo cubano en Girón. “En esa batalla –dijo- se puso de
manifiesto la decisión de los combatientes del Ejército Rebelde, de la Policía y
de las Milicias Nacionales Revolucionarias de no permitir que nos arrebataran
las conquistas de los campesinos, trabajadores, estudiantes… ¿Qué sería de
Cuba nuevamente en manos de parásitos y verdugos, jóvenes millonarios y
veteranos de mil crímenes?”
“Por el empuje de los combatientes del Ejército Rebelde, La Policía Nacional
Revolucionaria y de las Milicias Nacionales Revolucionarias, los invasores
comenzaron a retroceder en desbandada”.
“Nuevamente nos encontramos con Fidel cuando estábamos muy próximos al
mar. Los pocos aviones de las Fuerzas Armadas Revolucionaria (FAR) que
combatían y la artillería en general tenían la indicación precisa del Comandante
en Jefe de hundir los barcos.
“Los mercenarios que lograron retroceder hasta la costa, comenzaron a
embarcase en el buque de guerra Houston, pero por los disparos de la aviación
y precisamente el disparo certero de Fidel desde el tanque SAU-100,
conducido por Julián Guevara Ramos, le provoca el hundimiento”.
“Todos los que estábamos al lado o próximos a Fidel en las arenas de Playa
Girón sentimos una gran alegría al observar el buque en llamas y que se
hundía. La precisión del disparo de Fidel no fue nada casual. Él visitaba con
frecuencia nuestra unidad allá en Managua, La Habana y dominaba con
maestría todo el armamento”
La limitada aviación de las FAR y la artillería derriban varios aviones agresores
y entre los muertos figuran cuatro pilotos norteamericanos, mientras que los
siete buques, escoltados por la Marina de Guerra de los Estados Unidos, huyen
o se hunden en la bahía de los Cochinos.
Como expresó Fidel: "De Girón se pueden sacar muchas lecciones. Sería
imposible enumerarlas todas, ni pretendo eso; pero sí quiero señalar algo que,
aunque lo he mencionado en otra ocasión, no por ello debe dejar de repetirse
un día como hoy: la importancia de Girón no está en la magnitud de la batalla,
14
de los combatientes, de los hechos heroicos que allí tuvieron lugar; la gran
trascendencia histórica de Girón no es lo que ocurrió, sino lo que no ocurrió
gracias a Girón."
Con el hundimiento del buque de guerra Houston y el apresamiento del resto
de los mercenarios logramos la victoria total y definitiva en menos de 72 horas
de combates.
Entrevista-4 Para explicar los fusilamientos, Fidel Castro sostiene que “la mafia terrorista
de Miami, en combinación con la extrema derecha de Estados Unidos, se
proponían crear una grave crisis que podría conducir a una confrontación
armada entre Estados Unidos y Cuba”. Y pone como ejemplo lo ocurrido en
1961, cuando “una expedición mercenaria desembarcó en Playa Girón y,
detrás de esa invasión, estaba la escuadra norteamericana y las tropas
necesarias para intervenir inmediatamente después de instalado un gobierno
títere” Para dejar claro el paralelismo de la situación, Fidel Castro realizó ante
Página/12 un inédito relato de la batalla más famosa en defensa de la
Revolución Cubana.
–Ellos suponían, por la fuerza que traían, más el apoyo aéreo, que ese punto,
Playa Girón, estaría en sus manos, o no el punto –porque, realmente, el punto
mencionado llegaron a tomarlo en su ataque por sorpresa–, sino la franja de
tierra comprendida entre dos puntos de desembarco, Playa Larga y Playa
Girón, separados del resto del territorio nacional por una de las más grandes
ciénagas de Cuba, la cual constituye de por sí una especie de Paso de las
Termópilas, atravesada por dos carreteras recién construidas por la revolución
en los años 1959 y 1960; que no podían ser flanqueadas, que conectaban la
franja de tierra firme entre esas playas con la tierra firme al otro lado de la
ciénaga, un terreno boscoso y pedregoso, con una vegetación no muy alta,
pero sí adecuada para la defensa contra cualquier contraataque.
–O sea, que iban a montar ahí una cabecera de playa...
–Sí, ellos tomaban esa franja entre Girón y Playa Larga. Esos lugares están
prácticamente a la entrada y al fondo de una bahía abierta, la más grande y
profunda bahía de Cuba; con profundidades de cientos de metros de agua, allí
prácticamente cabía toda la escuadra norteamericana.
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Una vez en posesión de esos dos puntos y de dos carreteras que avanzan
hacia el interior de Cuba, a una distancia, tal vez, de 50 kilómetros una de otra,
la primera y más directa iba de un central azucarero, atravesando la Ciénaga,
hacia el punto denominado Playa Larga; y la otra, que hace lo mismo, partiendo
de Girón, avanza hacia la Ciénaga 10 o 12 kilómetros y allí, antes de atravesar
la misma, hace una “Y griega”, en que una parte se inclina hacia el norte y otra
hacia el noreste. En conjunto, estas dos carreteras, diseñadas de esa forma,
constituyen tres puntos por donde se atraviesa la Ciénaga, con un ancho de 8 a
10 kilómetros. Esa Ciénaga tiene una gran profundidad, no hay vehículo, ni
siquiera infantería, que pueda atravesarla. En el ataque del amanecer del 17 de
abril de 1961 ellos ocuparon las dos cabezas de playa, y lanzaron un batallón
de paracaidistas para tomar los seis puntos situados a la entrada y salida de
aquellas carreteras que atravesaban la ciénaga. Los puntos están en la tierra
firme de la isla por donde arriban las carreteras y en el lugar de la tierra
ocupada por ellos antes de atravesar la Ciénaga, de modo que lanzaron sus
paracaidistas por seis puntos diferentes y lograron apoderarse prácticamente
de cinco de esos puntos. De ellos, nosotros recuperamos uno, prácticamente, y
avanzamos rápido por el que constituía el camino más recto y tomamos, del
otro lado de la Ciénaga hacia el sur, en dirección al mar, hacia el territorio
ocupado por los invasores, el otro punto. De modo que ese primer día ellos
disponían de cuatro de los puntos y nosotros, de dos. La escuadra
norteamericana, sus buques de desembarco y sus cruceros, a tres millas de la
costa.
–Visibles, digamos...
–Claro que sí, totalmente visibles. El portaaviones y otras fuerzas de escolta,
un poco más atrás. Además de estos medios y de los transportes que
trasladaban las tropas, ellos utilizaron aviones de bombardeo B-26 con base en
Nicaragua, que traían insignias cubanas y pilotos batistianos que, habiéndose
escapado hacia Estados Unidos, tripulaban aquellos aviones auxiliados por un
grupo de pilotos norteamericanos que emplearon en la medida en que iban
sufriendo bajas, para destruir nuestra escasa aviación y atacar nuestras
fuerzas terrestres. Lanzaron el primer ataque aéreo al amanecer del día 15, es
decir, casi 48 horas antes del desembarco, a fin de destruir en sus aeropuertos
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–que eran tres– los aviones de guerra con que contábamos, que eran los que
poseía Batista, que curiosamente eran más que los pilotos con que nosotros
contábamos. Habíamos tomado medidas preventivas; los aviones estaban
dispersos, no porque supiéramos día y lugar exacto del ataque sorpresivo, sino
porque nos percatábamos de que era inminente el ataque. Todos estaban
dispersos y un número determinado de armas antiaéreas protegiendo esos
puntos. De modo que el ataque sorpresivo producido el día 15 al amanecer
hizo un estrago limitado, destruyó algunos aviones; pero ellos, a su vez,
sufrieron pérdidas. En los días que duraron los combates, prácticamente todos
sus aviones fueron derribados o puestos fuera de combate. La mayoría de los
que manejaban las antiaéreas eran jóvenes de 16, 17 y 18 años, algunos de
15, gente de pueblo recién entrenada; dispararon rápidamente contra los
aviones atacantes, y el pequeño grupo de pilotos cubanos tuvo una actuación
brillante. Se perdieron unas cuantas vidas, se perdieron algunos aviones,
murieron pilotos y artilleros; pero, al final, la fuerza aérea enemiga estaba fuera
de combate. En todo instante ellos atacaron nuestras fuerzas con insignias
cubanas. Aun después del ataque del 15, el número de aviones que nos
quedaba era superior al número de pilotos de que disponíamos.
Desde luego que la fuerza aérea de Estados Unidos constituía su principal
reserva, y prácticamente salvo movimientos de intimidación y algún aislado
ataque, no entró en acción. El primer ataque mercenario por tierra ocurre el 17
antes del amanecer, por la zona de Bahía de Cochinos; es decir, en Playa
Larga y Playa Girón, en horas de la madrugada. Enviaron a los exploradores,
hombres ranas, todo lo necesario para preparar el desembarco del grueso de
las tropas. Allí se produjeron los primeros choques.
–¿Usted estaba allí?
–Yo el día 16 estaba en La Habana, acababa de despedir el duelo de
compatriotas caídos el día 15. Me acosté y dormí temprano, llevaba muchas
horas sin descanso. La tarde del 16, ante decenas de miles de milicianos
armados, proclamamos el carácter socialista de la Revolución Cubana. Fue la
primera respuesta patriótica y desafiante al agresor. Dos o tres horas después
que me había acostado, bien temprano, la noche del 16, comprendiendo que
era inminente la batalla por tierra, puesto que no tenía sentido lanzar aquel
ataque aéreo si no tenía un objetivo ulterior de desembarcar, me despertaron a
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las tres horas más o menos para informarme que el ataque, es decir, los
primeros contactos de fuerzas que estaban desembarcando la madrugada de
ese día, se estaban produciendo, y, en previsión de un segundo ataque aéreo a
nuestras bases –que nunca se produjo y habría sido inútil que se produjera–,
toda nuestra aviación estaba en el aire en dirección a Girón, y allí le ocasionó al
enemigo terribles estragos, atacando a las fuerzas que desembarcaban, sus
lanchas y tropas. Ese mismo día, al amanecer, lanzaron a los paracaidistas.
No pudimos proteger a nuestras tropas de tierra, que estaban siendo atacadas
por aviones de bombardeo con insignias cubanas, con lo que, incluso,
engañaron a algunas de las tropas que marchaban desde temprano en
dirección a la playa.
– ¿Usaban las mismas insignias?
– Las mismas, exactamente.
– ¿Las que usaba la revolución?
–Sí, las de nuestra aviación. Ellos ocasionaron con eso algunas bajas, porque
engañaron a las tropas que avanzaban, pensando que aquellos aviones eran
propios. Nosotros, por nuestra parte, concentramos todos los aviones en atacar
los barcos y las fuerzas de desembarco; sólo en un instante, entre las 10 y las
11 de la mañana, le dimos apoyo directo a un batallón para que cruzara por
una de las carreteras sobre la ciénaga a una importante misión. Resultado: a
las 11.00 de la mañana todos los barcos enemigos estaban hundidos o en
fuga, una parte de sus aviones derribada, aunque algunos de los nuestros
también se perdieron. Todo eso ocurrió el 17 entre las 6 y las 12 del día.
Cuento estos detalles para que, simplemente, vea lo que fue el ataque, la
forma artera con que se llevó a cabo.
Entrevista-5Muchos son los recuerdos que permanecen en la memoria del teniente coronel
jubilado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Roberto Valdés Dávila. Recuerda la partida del Centro de Enseñanza Militar –integraba la
cuarta Compañía- en horas de la madrugada del 17, desde su ubicación
permanente en la ciudad de Matanzas.
Llegaron pasadas las ocho de la mañana al poblado de Jagüey Grande y
minutos después pasan por el antiguo central Australia. Inician de inmediato la
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marcha hacia la zona de operaciones. Poco después toman el batey de Pálpite.
En horas de la tarde los convoca el capitán José Ramón Fernández, quien
dirigía las acciones. El oficial ordena marchar hacia Playa Larga y explica su
importancia militar. Transmite la seguridad de Fidel en la victoria frente a los
agresores al servicio del imperialismo yanqui.
“Nunca olvido esa madrugada. Nos arrastrábamos observando, en dirección a
los mercenarios. Su poder de fuego era fuerte. Las ametralladoras disparaban
a ras del suelo. De pronto, el villaclareño Crescencio Valdés, levantó
ligeramente la cabeza para descubrir desde donde nos disparaban”, rememora.
“En medio de la oscuridad, sentí que emitió un sonido agudo, raro. Cayó de
bruces y se ladeó. Su cuerpo convulsionó y casi me cae encima. Sentí una voz
balbuceante exclamar: “¡Me han matado...!”. La bala le atravesó la cabeza. Así
permanecimos por unos minutos que me parecieron interminables. Los medios
de combate nuestros golpearon con violencia la ubicación enemiga.
Aprovechamos, saltamos y seguimos el avance.
“Le conocía de la Escuela. Es triste que un compañero muera a tu lado sin
poder hacer nada. Sin embargo, reconforta saber que entregó la vida a la
Patria, que es el altar más noble. La sangre que derramó y su heroísmo
inspiran. No olvidarlos ni traicionarlos es el mayor compromiso que tenemos.
“Nos enfrentamos y vencimos a una fuerza que deseaba a restituir el
capitalismo. Dos días antes habíamos jurado defender nuestro socialismo, y lo
hicimos. Hoy continuamos abocados a una nueva invasión, pero en este caso
directa y por el mayor imperio de todos los tiempos.”
Roberto es natural de Ceiba Mocha. “Allí, a los 16 años me hice novio de Elsa.
Ella tenía 13. Ha sido un noviazgo de toda la vida, muy lindo. Cuando Girón ya
hablábamos de matrimonio. Nos casamos en diciembre del 61. Tuvimos dos
hijas que nos regalaron los preciados nietos que adornan nuestra vejez.
“A lo largo de mi permanencia en las FAR, desde el 60 hasta el 2000, he tenido
muchas ofertas de vivienda en Matanzas y en otras ciudades del país, pero que
va, de mi Ceiba Mocha, no me iré nunca”, asegura.
Aunque desde aquel abril han transcurrido 45 años, Roberto sigue siendo útil a
la sociedad matancera desde su condición de Presidente de la Dirección
Provincial de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.
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“En la actualidad el Imperio lleva adelante su política a través de la fuerza
militar, para lo que ha creado mecanismos que van desde la fabricación de los
pretextos para justificar su acción ante la opinión pública internacional hasta la
agresión del país que supuestamente amenace a la seguridad nacional
norteamericana.
“Girón es un trauma para ellos y Cuba un enemigo que les quita el sueño
desde hace casi medio siglo. Están mejor preparados para agredirnos, pero
nosotros hemos multiplicado nuestras fortalezas políticas, económicas y
militares.
“Ellos, en materia de inteligencia, no andan bien y no podemos descartar una
agresión, pero no deben olvidar Girón y que, como dijera nuestro Comandante
en Jefe Fidel Castro, esa sería su última aventura, su derrota como sistema
imperial.
“Si nos invaden la juventud cubana estará como en aquella gesta en la primera
trinchera de lucha, enarbolando las banderas de combate y de victoria que
nunca arriaremos.”
En los tiempos actuales, cuando el imperio fascista promueve guerras de
rapiña en nombre de la “democracia”, aquí en el Camagüey Legendario, cuna
de El Mayor, el pueblo está cada día más firme y listo a salvaguardar sus
conquistas y a propinarle otro Girón a quien intente hollar el suelo patrio .El
presente trabajo aglutina ideales patrióticos a través de entrevistas realizadas a
artífices propios de Girón ,y pensamos que lo que humildemente presentamos
aquí hará crecer aun más conciencia revolucionaria en los jóvenes cubanos ,y
muy específicamente en nuestra comunidad universitaria de seguir el ejemplo
y la firmeza de jóvenes mártires de la altura revolucionaria de Eduardo García
Delgado ,que momentos antes de su muerte escribió el nombre de Fidel con su
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sangre .A través de todo el contenido de este trabajo se sintetiza una sola
frase:¡Girón sigue siendo una espina clavada en el corazón del imperio, y
siempre constituirá un ejemplo imperecedero de la unidad que trajo la victoria
de una nación pequeña sobre el Águila del Norte! .
Composición social de los integrantes de la Brigada de Asalto 2506110 latifundistas
24 grandes propietarios
112 grandes comerciantes
67 casatenientes.
179 burguesía media
194 ex militares y esbirros batistianos
112 lumpen
82 altos empleados
Entrevista -1
Manuel Sánchez Piñera peleó en la Sierra Maestra en la Columna Uno, bajo las órdenes directas del Comandante en Jefe Fidel Castro durante las luchas libertarias que condujeron al triunfo de la Revolución en 1959. Combatió contra los invasores en Playa Girón (17-19 de a bril) .
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Entrevista-3
Benigno Julián Fernández, el excombatiente de la columna 12 del Ejército Rebelde y jefe de un pelotón de tanques SAU-100 de Managua, La Habana, que participó en la batalla.
Cuba EE.UU.
ComandantesFidel A. Castro RuzJosé Ramón FernándezErnesto "Che" GuevaraFrancisco Ciutat de
Miguel
John F. KennedyGrayston LynchPepe San RománErneido Oliva
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Beligerantes
República de CubaAsesores Soviéticos
Exiliados cubanos entrenados por Estados Unidos
Fuerza Aérea Estadounidense
CIA
Bajas
176 muertos 115 muertos1.189 capturados
Fuerzas en combate15.000 1.511
Mapa 2 de la invasión
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-Rodríguez, Juan Carlos .Girón: La batalla inevitable .Editorial Capitán San
Luis, La habana.2005.
-Castro Ruz, Fidel: Discurso pronunciado el 26 de julio de 1973. Granma, 28
de julio de 1973, p. 2.
-Castro Ruz, Fidel: Discurso en la constitución de las unidades de las MTT de
la provincia Granma. Ediciones OR, trimestre enero-marzo 1981, p. 31.
-Castro Ruz, Fidel: Ediciones OR, abril-junio 1984, p. 11.
-Castro Ruz, Fidel: entrevista concedida a Jeffrey Elliot y Mervin Dymally. Nada
podrá detener la marcha de la historia. Editora Política, La Habana, p. 65.
Paginas Web consultadas
-http://www.cubagov.cu/
-http://www.radiometropolitana.cu/2008/secciones/coberturas/giron/00portada-
giron.htm
-http://www.giron.co.cu/Playa_Giron/Testimonios/Indice.html
-http://www.bohemia.cu/titulares/historia/historia.html
-http://www.elhabanero.cubaweb.cu/sumarios/patronhistoria.html
-http://es.wikipedia.org/wiki/Invasión_a_Playa_Girón
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