IMPORTANCIA DE LOS PARQUES NATURALES Y DE LAS ZONAS DE

RESERVA DE LA SOCIEDAD CIVIL

Colombia es un país con una importante diversidad, es uno de los países llamados “mega

diversos”, tanto cultural como biológicamente, esto se debe a su variedad climática, su

ubicación territorial, el hecho de que este atravesado por tres cordilleras, et.

Las zonas de reserva de la sociedad civil hacen parte de las políticas de participación social

en la conservación, y son áreas protegidas privadas que son establecidas con voluntad de

los propietarios, como es el ejemplo de parque natural Matarredonda, el cual luego de ser

utilizado para la agricultura pasa a ser un espacio de conservación del ecosistema de alta

montaña y todo lo que allí se encuentra.

Estas zonas de reserva poseen gran importancia, ya que no solo actúan como agentes de la

conservación, sino que son espacios que permiten la realización de otras actividades de

desarrollo sostenible, ecoturismo, educación ambiental, entre otras.

Estas últimas de gran importancia, ya que permiten el contacto directo de la población con

la naturaleza y un aprendizaje práctico de sus funciones dentro del funcionamiento

ambiental y social, además de constituirse como espacios necesarios para una sociedad que

crece cada vez más contaminada por el agite diario de la ciudad y su contaminación. Sin

mencionar la falta de conciencia respecto a la importancia de la naturaleza y el contacto

frecuente con ella como un elemento con el cual sea posible la relación cotidiana, en lugar

de verla como un elemento aislado.

Además de estas actividades mencionadas con anterioridad cumplen la función de ser un

instrumento para la conservación, preservación y regeneración de los ecosistemas así como

de la flora o fauna nativa, en este caso de los frailejones.

Si se tiene en cuenta el caso del parque natural Matarredonda, ubicado en un ecosistema de

alta montaña y con presencia del páramo de Cruz Verde, se empieza a resaltar la

importancia de ecosistemas montano intertropicales. Esta importancia radica en la función

conservadora que cumple, ya que el páramo es vital para la supervivencia de nuestra

sociedad, es gran proveedor de agua y es un ecosistema con gran fragilidad.

¿HACIA DONDE DEBERÍAN IR ESTAS ZONAS DE RESERVA?

Las zonas de reserva ecológica en Colombia y el mundo deberían estar proyectadas no solo

a la conservación de las especies presentes en los ecosistemas, sino también a la

concienciación poblacional de la importancia de la naturaleza y el cuidado que se debe

tener con el medio ambiente. 

Para esto, es importante el apoyo Estatal en el desarrollo y permanencia de estas reservas.

Si se tiene en cuenta el caso de Bogotá, se evidencia un proceso de expansión y

densificación, entre otras cosas por el aumento demográfico, como lo viven también

muchas otras ciudades latinoamericanas. Por lo tanto, es fundamental que así como se

expanden y densifican las ciudades, también se mantengan y se creen nuevas reservas

ecológicas, teniendo en cuenta los tipos de suelos y ecosistemas presentes en cada región,

para así generar un desarrollo integral que incluya la naturaleza y ayude a sustentar y

armonizar las zonas urbanas.

Aunque el Ministerio del Medio Ambiente tiene mayor presencia en cuestión de reservas

ecológicas, no se pueden dejar a un lado otros organismos y ramas gubernamentales, para

así lograr un desarrollo inclusivo y sostenible, y no generar inversiones que afecten las

reservas. El ordenamiento jurídico en Colombia, desde la misma Constitución, tiene un

significativo contenido en materia ecológica y de preservación del ambiente. Sin embargo,

estos principios y postulados, que velan por el bienestar ecológico y ambiental, son

olvidados y pisoteados en ocasiones por intereses principalmente económicos. 

Naturalmente, toda persona en Colombia tiene derecho a gozar de un medio ambiente sano

y es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas

de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines (Art.

79). No basta con un artículo que promueva la responsabilidad ecológica en una nación. Es

además necesario que se desarrollen proyectos a nivel local, regional y nacional, con apoyo

gubernamental, que permitan evidenciar un progreso en términos ecológicos y que la

importancia que se le da a las reservas ecológicas no se quede solo en papel.