Descripción de la Iglesia de Santiago el Real

que hace Ruperto Gómez Segura

en su libro “Las tres Parroquias de Logroño”

impreso en 1930 por la “Imprenta Artes Gráficas”

de Logroño

PARROQUIA DE SANTIAGO....................................................................................................................................... 2 Su tradición .................................................................................................................................................................... 2 Iglesia Primitiva............................................................................................................................................................. 3

LA SEGUNDA IGLESIA................................................................................................................................................. 4 Parte histórica ................................................................................................................................................................ 4 Su construcción.............................................................................................................................................................. 5

IGLESIA ACTUAL.......................................................................................................................................................... 5 Lo histórico .................................................................................................................................................................... 5 Su arquitectura ............................................................................................................................................................... 6 Impresión. ...................................................................................................................................................................... 8 La torre........................................................................................................................................................................... 8

OBRA DE AMPLIACIÓN............................................................................................................................................. 10 Retablos. ...................................................................................................................................................................... 11

PARROQUIA DE SANTIAGO Su tradición. Esta iglesia tiene reconocido el origen tradicional de ser la más antigua de Logroño.

Albia de Castro y los Gómez acogieron en sus libros ese origen diciendo: que Logroño es la Julio briga romana, ciudad donde predicó el apóstol Santiago, y que su discípulo y obispo Arcadio fundó en ese mismo Sitio que ocupa la actual parroquia una pequeña iglesia, primer templo cristiano en esta urbe. Oca repugna lo de que Julio briga fuese Logroño, aduciendo las investigaciones modernas que la sitúan en la región más cantábrica. Esto parece tener fundamento cierto y posteriores estudios publicados por D. Luciano Huidobro, vocal de ía Comisión de Monumentos de Burgos, dan mayor apoyo de veracidad a lo rechazado por el Sr. Oca. Mas también es probabilísima la existencia de un poblado aquí, donde hoy se extiende Logroño, en aquellos tiempos apostólicos y que Santiago predicase en él. Histórica es -y modernamente comprobada- la vía romana que de Zaragoza venia a estos confines de la provincia tarraconense pasando por Calahorra, municipio romano importante a juzgar por los vestigios que lo evidencian; por Varea que acaso vigilaba su vado del Ebro, paso de las legiones romanas según expresamente lo escribió un historiador de aquel tiempo 1; por Tricio; por Leiva -pueblos todos ellos del país de los berones, donde se han hallado restos y objetos denunciadores de su existencia en aquellos lejanos siglos- para llegar a Poza de la Sal, entonces Flavia Augusta, de la actual provincia de Burgos. Esa vía pasaba muy próxima, por terreno de la jurisdicción de Logroño y, algo más lejos, a siete liIómetros de esta ciudad y cerca de El Cortijo, otro camino romano que de Marañ6n venía a Asa se unía a aquella ruta importante por el puente Mantible del que aún existe un arco y estribos de otros. Pues desde esa histórica Varea hasta El Cortijo y Laserna cerca del puente Mantible, en esas ricas tierras ribereñas del Ebro, ¿es fantasía suponer aquí algún poblado frente a otro u otros vados existentes en su jurisdicción? Llamárase Lueronium o con otro nombre, la mayor probabilidad es que lo hubiera. No está claro si don Antero Gómez se refiere a esta antigüedad cuando dice que «en las huertas de la Ribera» se hallaron «las ruinas de los edificios ocultos después de tantos siglos», hechos que dá como presenciados por él. 2 El viaje de Santiago, el Mayor, a Hispania y su recorrido por la importante vía romana está considerado como histórico. Y como hecho «revestido de los caracteres todos de la más razonable probabilidad la predicación del apóstol por estas tierras que recorrió «desde la villa de Jubera donde residió algún tiempo» 3 y después, quizás, su excursión hasta la reglón cantábrica y su labor catequística en ella. Véase, pues, como aquella tradición recogida por los historiadores de Logroño puede ser verosímil sin rebusca de motivos, sencillamente derivada de hechos estimados como históricos, aunque yerren en atribuirles nombres y sucesos de textos antiguos sin haberlos comprobado geográficamente. 4

1 El notable investigador alemán en España Sr. Schulten, lo dijo así al autor de estas líneas.

2 ”Logroño y sus alrededores”, pag. 155

3 “Historia de Calahorra” por el R. P. Lucas. 1925 – pág. 171

4 «La leyenda no está corroborada por ningún texto.. —dice Papini —, pero es verdadera con una verdad más tremenda que la histórica».

Lo que no parece tan probable es que aquella primera iglesia la fundase Arcadio, discípulo de Santiago, apóstol, si como fundación se interpreta la fábrica de un edificio destinado a ese servicio religioso. N lo hubieran permitido entonces las autoridades romanas, representantes de las oficiales creencias paganas. Pero el hecho es, como se dice al principio, haberse reconocido a esta iglesia su mayor antigüedad en Logroño. D. Narciso Hergueta, cronista de esta ciudad, prescinde de tradiciones mas la confirma y dice ser por esto Santiago «cabeza de Arciprestazgo» según consta en el Memorial de los derechos de las iglesias de Logroño, impreso en 1631 que dice: «La primera, la Real de Santiago; la segunda, la imperial de Palacio; la tercera, la Colegiata de la Redonda». Esa primordial categoría la vernos respetada por los cabildos de las tres parroquias en las procesiones gnerales donde se ve conducida la cruz de Santiago en el puesto de honor entre las otras dos cruces de Santa María de Palacio y Santa María de ¡a Redonda. Igualmente el Ayuntamiento de Logroño tendría siempre respetado ese privilegio. pues en el acuerdo que tomó el 19 de Diciembre de 1625 para el Juramento y Voto de la Inmaculada que había de realizar en las iglesias parroquiales, expresó había de empezarse en la de Santiago por ser «la más antigua donde se hicieron los Ayuntamientos de la ciudad y están sus archivos». 5 Si Cabildos y Ayuntamiento respetaron siempre esa prioridad de existencia para esta parroquia, lógico es que sea también la primera para tratar de su historia y después de la descripción de la actual.

Iglesia Primitiva. No es posible señalarle antigüedad. D. Antero Gómez la dá desde las primeras centurias cristianas hasta el año 844 (año al que atribuye la batalla de Clavijo) fundamentándola con estas palabras: «por manuscritos que hemos podido adquirir.» Su hijo D. Javier hace la historia del templo así: «pequeño e insignificante en su principio; ampliado posteriormente en la época de la batalla de Clavijo.» Nadie dice más, pero puede discurrirse así: En el archivo central de Madrid vio el Sr. Hergueta un documento de una capilla de la Redonda «construida el año 900.» La parroquia de San Blas «poco elevada y obscura», dice D. Antero Gómez que se hizo desde 612 a 629. (Derruida hace cien años y excavados sus cimientos recientemente para construir el nuevo mercado de abastos se vieron arcos y paramentos de sillería que pudieran ser algunos de esa época visigótica.) Si a la iglesia de Santiago se le atribuye mayor antigüedad que a ninguna, acaso tenga fundamento el datar «de las primeras centurias cristianas». Otra consideración podría abonar esa probable verosimilitud. Lo más viejo de las construcciones de Logroño, lo más típico en subterráneos, conocido por hallarlos en construcciones nuevas, son las regiones Norte y Noroeste de esta ciudad. El lugar más apartado, el suburbio más oculto del poblado que asentó en principio en la Ruavieja y Barriocepo debió ser esa zona quebrada y fría junto al cauce del Ebro llamada las Excuevas (hoy bodegas y viviendas alzadas modernamente en ellas). Este lugar, escondido, pudo ser el refugio de los primeros cristianos para sus reuniones y ceremonias que, por prohibición de las autoridades paganas, se verificaban «ocultándose bajo de-tierra, en las tinieblas de los cubículos, entre las fúnebres antorchas»

5 «Logroño Histórico». Apéndice n.° 9.

Y no será quimera el suponer que trescientos años después de las predicaciones de Santiago y San Pablo por estas tierras 6cuando ya se transigía con vidas y actos cristianos a plena luz, y los descendientes y sucesores de aquellos primeros convertidos fueron libres para ‘edificar templos, alzaron uno, pobre y humildísimo como casi todos entonces, ahí en el mismo recinto donde se inició la práctica de-la nueva confesión religiosa por sus antepasados. Un indicio hay en la parroquia actual que pudiera ser lo tradicional de la antigüedad que en estas líneas se discurre la cripta-capilla bajo el ábside. Cubierta está (y ello le quita su valor arqueológico) por bóveda de nervios que se adentran en lo inaccesible bajo la escalera del presbiterio y evidencia su conservación al hacer obra nueva revocados están sus muros y paredes que encubren enterramientos, signo éste de su probable antigüedad, más nada ni ningún resto la revela. Ello, sin embargo, sugiere ser un origen, en la reforma, de un 1ocal de tradición, algo semejante a-lo que-se hizo en las reconstrucciones de iglesias antiguas que conservaron sus primitivas cámaras o criptas, en Compostela, Oviedo, Palencia, Zaragoza, Nájera otras. (2)7 Y todo eso es cuanto ocurre aventurar como idea para aceptarla tradición tan obscura de esta primera iglesia de Logroño dedicada a Santiago. ¿Lo sería así, con-la advocación al Hijo-del-Trueno? También ofrece duda. -Allí, inmediata, está la-más vetusta calle de esta ciudad’ la-de Sa-n Pablo. Dentrode la parroquia. tuvo este santo un retablo- caracteri-zado como -el más impor-tante de 1-os menores con su. imágen escultórica la mayor del templo y una gran cruz de Santiago arriba,- algo así- como si fuese recuerdo a un- - hecho remoto de’doble advocación. Después, la creciente devoción-a San-José postergó a San -Pablo trasladando a ese importante retablo- la imágen del esposo d-e laV rgen.

LA SEGUNDA IGLESIA Esta si fué dedicada a Santiago, apóstol, y se tituló «la Real» por haber sido fundada por algún rey, según dicen los historiadores locales, pues para ostentar ese título ha de ser así, o guardar restos de algún monarca, o ser propiedad del Real Patrimonio.

Parte histórica. Por fé de documentos se sabe de cierto su existencia. Lo quese ignora son los años en que fué erigida. El 844 o en los siguientes a la batalla de Clavijo señalan los Sres. Gómez como finales de la primitiva y alzado o amp!iación de aquella con esta segunda. De fecha posterior la supone el Sr., Hergueta al decir: «bien que la fundase D. García Sánchez o sus antecesores reyes de Navarra, por ello recibió el nombre de Santiago, el Real. El mismo cronista, refiriéndose ya a documentos, apunta del Apéndice 187 de las Noticias Históricas de las provincias Vascongadas, uno del año 1196 relativo a una donación a esta parroquia, para cuyos efectos se reunieron unos vecinos «en el cementerio antiguo a la iglesia de Santiago» (esto de antiguo revela su existencia de muchos años atrás a esa fecha, románica en el arte.) Otro documento es un manuscrito de la Biblioteca Nacional en el que se señala a esta iglesia en 1267 un diezmo al Obispo de 25. mrs. Y por extractos de diferentes documentos de 1311, 1342, 1344 y 1433 se demuestra como por aquella tradicional antigüedad seguían reuniéndose en el cementerio y en la 6 De San Pablo es también tradición que lo hizo por las cercanías de Viana viniendo de Calahorra.

7 En- «Arqueología Española», libro reciente, -dice su autor Sr. Mélida en la pág. 33: «Fundamentos hay para creer que en España hubo catacumbas, subterráneos donde fueron enterrados los primeros

cristianos, los mártires: que luego vinieron a ser las criptas -de las iglesias..., otras con carácter de sepulcrales pudieron subsistir-en los días de las persecuciones, por la condición de inviolables que

favoreció a los cementerios».

iglesia los caballeros y los Concejos generales de la villa, hasta que «por 1500, el incendio que hubo en dicho archivos no sólo destruyó éste, sino también parte de la iglesia.»

Su construcción. Ningún historiador da noticias de su arquitectura. Ni siquiera Albia de Castro que pudo tener acaso referencias de ancianos que presenciaran la quema, pues la llama «Parroquia mía y de mis padres y abuelos paternos y maternos». Ni estos, si los conoció, ni su hermano Andrés canónigo de Santiago, le ilustraron nada pues se limita a decir: «seria entonces la iglesia de edificio corto». ¡Bien corta es la noticia! Ninguna piedra se ve, como no sean, si son, las de la calle de San Pablo, sin molduras ni carácter, para colegir por su arte la época de su construcción. Lo que sí parece indudable es que su alzado estuvo en rasante más baja que la actual. Y que tuvo claustro erigido posteriormente (y salvado del incendio de 1500) pues el citado Albia dice «que todos alcanzamos» (a ver), y en él había por su real fundación muchedumbre y grandeza de escudos de armas de Castilla y de León.» A lo que Hergueta añade: «pero desapareció después probablemente en las obras de la Cárcel ejecutadas en fin del XVI.» Esto es verdad, más no desapareció del todo. En 1922 se derribó esa prisión y el que esto escribe pudo un día llegar a tiempo de ver dos arcadas de aquel claustro. Eran apuntadas de unos dos y medio metros de luz, de piedras lisas sin moldurar apoyadas en pilares muy bajos enterrados en el suelo, más alto éste que el podio o zócalo si lo tuvo, lo que corrobora que los restos de muros y contrafuertes de la calle de San Pablo acaso se correspondieron con esta construcción. La falta de elementos decorativos de aquellas arcadas no permitieron formar otro juicio que atribuirlas al siglo XIII. Posteriormente se han hallado en su suelo algunas sepulturas sencillas. Como final de noticias, copio del Sr, Hergueta: por consecuencia de una reclamación hecha al Cabildo (de la actual parroquia) en 1742, se exhibió por este un despacho del Tribunal Eclesiástico de esta Diócesis fechado en 1501, siendo Obispo D. Juan de Ortega (1500-1503) acreditando que el incendio que hubo en este Archivo» era causa de que no hubiese en él instrumento alguno. (1) 8

IGLESIA ACTUAL Lo histórico. Los datos históricos de la parroquia existente son tomados también del libro de Albia de Castro y de los artículos periodísticos del Sr. Hergueta. El primero copió los versos inscritos en el claustro de esta iglesia perpetuando el principio de ella que decían:

A gloria y alabanza de la Santa Trinidad de aquella sacra bondad de la Virgen siempre, y madre y del gran Patrón y padre de España, el buen Santiago el cual les dé premio y pago de sus hechos soberanos a clérigos, parroquianos pues dieron de sus haciendas

8 Del Archivo de la Iglesia sería así: del de la Ciudad de Logroño debió salvarse mucho, a juzgar por los Índices de documentos redactados en años muy posteriores. Todavía, después de las

depredaciones verificadas en él, hay algunos desde el siglo XII al XVI. EL FUERO DE LOGROÑO no existe. Dicen que se envió a la Academia de la Historia, pero ello será ignorancia de su

paradero.

parroquianos primiciando por quien se fue comenzando esta obra de cimientos año de mil y quinientos....

Ese año de 1500 empezó la edificación y el Sr. Hergueta dice que en 1513 seguía la labor y «el 22 de Febrero se reunieron en la Calostra del Señor Santiago ciento doce hidalgos logroñeses ante el escribano Juan Marquina que los enumera» lo que comprueba la conservación del claustro. Ocho años después, en 1521, se verificó en esta iglesia la magna reunión de la ciudad para convenir en la resistencia de la misma contra el ejército franco-navarro que se acercó para sitiarla. Pero los historiadores de aquél Memorable hecho logroñés nada dicen respecto al estado de las obras de la iglesia en aquél año. Lo definitivo es esta frase del Sr. Hergueta: La iglesia estaba concluida el año 1527 como consta en el testamento de Isabel López.’ Ello será cierto, pues en la capilla de N.ª Sª del Rosario hay un impreso que dice: se llamó antes del Señor San Gregorio, fundado por D. Diego Sáenz y su mujer D. María de Salcedo, con Breve de S. S. Gregorio XIII, de gracias para l& celebración de misas y fecha 29 de Septiembre de 1525. Un Cuarto de siglo no fueron muchos años para su construcción; se conoce que los feligreses y cabildo «primiciando» la apresuraron. Estos donativos devolvieron a la iglesia su tradición primitiva popular, el carácter de templo histórico de la Ciudad, ya entonces importante, la casa Ayuntamiento de sus vecinos con alguna jurisdicción en ella, independiente de otras autoridades que la ejercían en la Redonda o en Palacio. Cuenta Albia de Castro, que por aquél tiempo era Logroño ciudad rica, pues cuando Fernando V vino a ella para disponer la conquista de Navarra, cse le hizo un alarde de fuerza y de riqueza» que las haciendas gruesas de sus vecinos permitían esos lujos y dar dotes de 500.000 maravedís». Las tradicionales reuniones de caballeros hijosdalgos y homes buenos, continuaron en esta nueva iglesia, según documentos de 1534 y 538 y todavía «en 1630 se juntaban los Concejos abiertos o generales», a donde la Justicia y Regimiento de la Ciudad acudía con su capellán mayor el abad de San Juan. 9 Tan consuetudinarios hechos, debieron dar a esta parroquia algunos privilegios en la representación comunal, porque cuenta D. Javier Gómez (2)10 que en la proclamación real de Fernando VI, el cabildo de Santiago acudió al Ayuntamiento exponiéndole «tener instrumentos en su archivo que expresaban debía llevarse el estandarte real después de la proclamación y jura a dicha iglesia, el que se ponía en la torre’. Como dato histórico final, vaya este del Sr. Hergueta: «en 1742 el rector de Santiago, D. Juan Samaniego y Jaca, manifestaba que el libro más antiguo del Cabildo, principiaba el año 1579, siendo entonces rector de la misma Juan del Cortijo». Pero el actual párroco, don Rafael Arrieta, dice: «el libro de Bautismos comienza en 3 de Julio de IS49 el de Matrimonios, el año 1565; el de Defunciones, bastante posterior a estos». No recuerdo más datos de la historia de esta parroquia.

Su arquitectura. De1 arte constructivo de este edificio, una logroñesa con amor a su pueblo y a su parroquia escribió hace tres siglos un soneto, del que entresaco este verso: «Obra que envidian jaspes y alabastros» 9 Ermita cerca del puente de piedra, dedicada a San Juan de Ortega. El nombramiento de este abad era por elección del Ayuntamiento.

10 «Logroño Histérico» página 452,

Mas ningún historiador ha publicado el arquitecto autor del proyecto. Acaso lo sabia Felipe II, pues cuenta Albia de Castro -quizá por haberlo presenciado-que cuando este monarca pasó enfermo por Logroño el año 159211, encargó a su arquitecto, D. Francisco de Mora, le hiciese dibujos de esta iglesia y que al verlos «la alabó mucho». La alabanza tiene el valor no de su realeza, sino de su inteligencia que tanto influyó en la construcción del justamente famoso Monasterio del Escorial. Lo cierto es, como se ve, que esta iglesia de Santiago, levantada en el primer cuarto del siglo XVI, cuando ya se notaba en España el gusto por el arte renacentista, es completamente ojival, de estilo seco, sin más detalles decorativos que los delgados nervios de sus machones coronados de pequeños capiteles entre los que corre una impostilla y las molduras de los arcos.

Fue de recién acabada la fábrica, un gran salón, el mismo de hoy –menos lo agregado a sus pies en el siglo XVIII –de amplísima nave con planta de 42’10 metros de longitud desde el paramento interior del ábside hasta el arco de la entrada al coro, donde con igual forma a la cabecera terminaba en su puerta de entrada a la iglesia, por 15’40 metros de anchura entre arcos divisores de los tramos. Su altura desde las claves más altas de las bóvedas es de 24’30 metros.

Esta capacidad de espacio interior fue distribuida con ocho machos-pilares de sección rectangular, cuyo lado menor de 2’35 cambia en semi octógono dentro del recinto, y suben unos 15 metros donde apoyan los arcos fajones, carpaneles, divisores de los cinco tramos de la longitud cubiertos de bóvedas estrelladas. La longitud de los machones rectangulares contrafuertes de los arcos fajones amplían la :planlta del salón en los tramos con 1’78 metros de anchura en seis capillas y con 3’96 en las otras dos que ofician de crucero. De estas capillas las seis tienen arcos apuntados moldurados bajo la impostilla, y en el interior de igual altura, generatrices de sus bóvedas de nave baja. Las otras dos del crucero con sus arcos de boca de igual altura a los formeros de la gran nave principal.

11 De la Relación de este viaje por Henry Cook se deduce: que estuvo un mes enfermo en el Monasterio de la Estrella (San Asensio); que vino a Logroño el 11 de Noviembre en viaje a Tarazona para celebrar Cortes y salió de Logroño el día 15. «Los días que estuvo S. M. en Logroño lluvió de continuo por cual uvo pocas fiestas, sino fue solo una encamisada la noche que vino».

Ciérrase todo esto -descripto como elementos principales de la construcción- con gruesos muros enrasados al exterior a los limites de los contrafuertes por todo el perímetro de las capillas y a la altura de sus naves, remetiéndose después hasta la línea de los arcos formeros de la nave única y enlazar con los muros de planta oblicua y los de fondo de cabecera y pies de la iglesia. Cada ángulo exterior va resuelto en pilastra retallada de refuerzo y una columnilla decora algunas de estas aristas.

Corona toda esta fábrica de sillería bien labrada una cornisa de molduras, un poco renacentistas ya, dónde apoya la cubierta deL tejado.

También las naves bajas tienen sus tejadillos y desde estos son visibles los contrafuertes que suben hasta los empujes de los arcos grandes transversales y terminan con vierte aguas de losas.

Perforan aquellos muros laterales en los tímpanos de todos los arcos formeros y los del Sur de las capillas bajas, ventanas de medianas dimensiones, forma de arco agudo, nervios en abocinado y derrame, con una sola excepción semicircular, sin derrame, de probable modificación posterior.

Los perfiles de las molduras en todo lo decorativo mencionado acusan la característica de la época y arte en que se erigió la iglesia

La tradición de las inscripciones en las fachadas de las iglesias, que los investigadores del antiguo dicen utilizó la Siria central desde los primeros siglos cristianos, perdura aquí junto a la puerta con piadosas sentencias como esta «En la casa del que jura no faltará desventura».

Impresión. Es muy interesante esta iglesia por la impresión de grandiosidad que produce su única gran nave.

Aunque sus dimensiones nada tengan de extraordinario sino aproximadamente las de las otras parroquias, en éstas, las columnas obstaculizan y restan puntos de vista al presbiterio. Suprimido en Santiago ese inconveniente; alzada con la preocupación de crear espacio para la comodidad de visión de las ceremonias del culto en el altar mayor por gran número de fieles -unos tres mil, todos bien situados- sugiere admiración a quien por primera vez la contempla.

Parece que el arte ojival en sus últimos tiempos aspiraba a esa gran captación de espacio, más que como alarde de arte constructivo como expresión abstracta de mayor sublimidad y enaltecimiento religioso.

Y en esta iglesia de Santiago se consiguió esa aspiración de producir reposo de los sentidos, de impresionar al alma religiosa elevando el espíritu, y aun de emocionar a quien tenga un natural sentimiento de lo bello, porque, con lo severa y exigua de decoración que es, tiene una ciencia de la proporción, una serenidad y una estructura tan manifiestas que son virtudes de la belleza.

Obra es de artista equilibrado en sentimiento e inteligencia. Éxito arquitectónico; en cuatro siglos de vida no acusé todavía un desplome, ni ha sido precisa labor alguna de consolidación a su fábrica, lo que demuestra el indudable acierto constructivo, el conocimiento completo de esta edificación ojival que de lo imaginativo había llegado a lo exacto de una ciencia formularia por la práctica adquirida en el conocimiento del equilibrio de fuerzas y que ya, desde entonces, por cansancio de sus formas había de abandonarse para buscar otras nuevas y ¡lo que es peor! menospreciarlas como inferiores… para volver en nuestros días a reproducirlas. ¡La eterna ley humana!

La torre. De años después, no muchos, es su construcción. Su planta cuadrada de 8 metros de lado; su altura unos 40 dividida en cinco zonas separadas por impostas molduradas. La última zona es de paramentos ahuecados para las campanas, cada uno con dos arcos semicirculares sobremontados de frontones y coronado de un parapeto abalaustrado de piedra.

En los dos tercios primeros de altura la escalera es helizoidal y el resto de tramos terminando en bóveda de nervios. Las ventanas exteriores casi cuadradas de marco moldurado.

Sobre esta obra hubo antiguamente chapitel de madera hasta el año 1778 en el que -dice el Sr. Hergueta- «por los fondos del Cabildo y los escasos de la fábrica» se alzó otro dirigido por el «arquitecto Juan Antonio de Oteiza y Santos Balmaseda» todo de ladrillo. Pero este nuevo chapitel

resultó con los años un pesadísimo volumen (tres cuerpos con o’70 de espesor el de abajo) que resintió la bóveda y agrietó el paramento de occidente de la torre.

En vista del mal, el arquitecto diocesano D. Luis Barrón informó en 1902 de la necesidad de desmontar aquel remate de la torre, lo que se hizo con relativa facilidad bajo su dirección secundada

por la pericia reconocida del maestro D. Domingo Calvo y la habilidad de los obreros escogidos para esta labor.

Archivo. Existe en la obra del XVI, sobre la puerta de la sacristía, un hueco cerrado por verja. Sobre ésta hay dos escudos de Logroño iguales,.muy bien tallados en relieve y con las flores de lis, lo que indica fecha posterior a 1523. Bajo la verja y dentro de un rectángulo una inscripción de mayúsculas romanas en cinco líneas dice:

ESTE ES EL ARCHI BO DE ESTA MUY NO

BLE Y MUY LEAL CIUDAD DE LOGRONO

OBRA DE AMPLIACIÓN Intacta en la primera arquitectura del XVI en que se alzó continuaría esta iglesia hasta la segunda mitad del XVII a juzgar por el estilo de su portada.

Tiene esta una inscripción pintada y sobrepuesta a la obra que dice: El Emmo. Sr. Cardenal D. José M.ª Aguirre, Hijo insigne de esta parroquia. Nacio éste en 1630 y murió en 1699, dejando escritos muchos libros de ciencia cristiana y un prestigio de sabio eminente.

Nadie ha dicho si esa portada se hizo por su munificencia y en recuerdo de haber sido bautizado en esta iglesia, mas el hecho de la inscripción parece dar lugar a la sospecha.

El arte de esa portada sí es de los años en que vivió el «Salomón riojano».

Un gran arco de medio punto con intradós artesonado de paneles con conchas, cobija a un entablamento de cuatro columnas jónicas de fuste estriado en curvas que encuadra el hueco también semicircular de las hojas amplias de madera. Sobre esta arquitectura otras dos columnas más pequeñas e igualmente estriadas con capitel compuesto sostienen un frontón curvo y enmarcan un nicho con la escultura del Santo Titular en pie de peregrino. A los lados de este segundo cuerpo grandes y prolongados jarrones decorativos con paños y frutas de blanda y redonda escultura y dos escudos con la cruz de Santiago y conchas en relieve bajo.

Bastantes años después de esta reforma se derribaría el muro occidental donde tuvo la puerta la iglesia entre los muros oblicuos que la cerraban y se ven aún en la parte alta exterior. Y entonces se modificó la bóveda de ese último tramo mediante dos pechinas, se construyeron en todo el ancho de la iglesia los tres locales de 8’50 rnetros de longitud y algo menor altura cubiertos de cúpulas semi esféricas las de los lados; semiclipsoidea la central, del coro; las tres con fajas radiales y sendas linternas.

Y entonces se pintarían las bóvedas del ábside y de otras capillas, se trasladaría el órgano al coro, se construyó la verja de éste y quedó la iglesia más ampliada todavía en su gran capacidad.

La sacristía y sala capitular actuales son asimismo aditamentos de por mitad del XVIII y todas esas obras hacen pensar en uno de los feligreses de esta iglesia que más generosamente acudió a toda necesidad logroñesa: el Excmo. Sr. Arzobispo de Burgos, D. Manuel Samaniego y Jaca que vivió por esos años.

Como nada han dicho los historiadores y cronistas acerca de esas obras, el archivo parroquial seguramente tendrá datos.

Por último, la obra más decadente, la de peor gusto y hasta un poco monstruosa, es la añadidura sobre la portada descrita de otro frontón con nicho enorme donde hay otro Santiago, figurón de matamoros a caballo y esta inscripción: «Se hizo a espensas de D. Juan Antonio Las Heras, Beneficiado de esta iglesia Año 1737». Sobre el vértice del frontón se añadió un bello y real escudo de España encuadrado en grandes conchas, indudablemente más antiguo.

Retablos. El más antiguo parece el mayor que lo es así, enorme. Cuatro cuerpos a lo alto; cinco calles a lo ancho y gran tabernáculo saliente. Está compuesto de entablamentos de columnas estriadas en curvas; traspilares; estatuas en los nichos y recuadros; relieves en los de las calles laterales, en los zócalos y en los netos de los pedestales; todo lleno de esculturas y ornamentación

tallada con ese arte barroco aquí contenido, del ultimo decenio del XVI o más bien primer tercio del XVII.

D. Jávier Gómez dice que en 1740 fué concluido y dorado a espensas del Ilustrísimo Sr. D. Manuel Samaniego y Jaca12.

Hay en esté retablo un recuerdo del Santo Titular de la anterior iglesia. Albia de Castro decía en 1633 «haber boy una imagen de Santiago, de relieve, muy alta, en pie1 metida en un tabernáculo la cual según tradición antiquísima es la que traía el rey D. Ramiro... Hay en este tabernáculo tantas armas de Castilla y León...»

Aparte eso tradicional la actual imagen del Santo titular de la parroquia que ocupa él lugar de honor del retablo trasciende mucho, en el carácter, a otra que pudo ser románica y se quiso perpetuar reproduciéndola modificada por el arte del retablo.

El retablo del comulgatorio es también de la época del mayor aproximadamente. Muy probable es que lo pagara la ciudad de Logroño, pues D. Javier Gómez dice que la Corporación Municipal asistía a celebrar sus actos religiosos de gratitud en este altar. Se ve, también, que es el conmemorativo del Sitio de Logroño en 1521.

En el cuerpo principal está la Virgen de la Esperanza que es la misma imagen tal como la vieron los logroñeses cuando reunidos en esta iglesia para deliberar sobre la resistencia al cerco inmediato del enemigo, de ELLA impetraron la fortaleza de espíritu para verificarla. Arriba, sobre el segundo cuerpo de un Ligero relieve poco claro, está la imagen de San Bernabé, patrono de l.ogroñó sin otra causa que haberse levantado el cerco el día 11 de Junio de 1521.

La imagen de la Virgen es muy anterior al retablo: es de las sentadas en silla relicario, sonriente sosteniendo y presentando a su Niño, futuro Salvador de la Humanidad. Bello grupo, buena escultura con el tipo de las labradas por fines del XIII o primeros del XIV13.

Otro retablito, el de San Pedro, es también del XVII aunque de otras manos más torpes. Los demás, muy parecidos todos, se construirían en el XVII a juzgar por algunos capiteles jónicos con guirnaldas que -dicen los críticos de arte- son característicos del rococó españolizado.

Con ligeras variantes, todos ellos tienen el mismo estilo pseudo clásico en un entablamento con dos columnas en el primer cuerpo para situar dentro 1a imagen a gran escala y un segundo cuerpo menor semejante al otro, para una pintura o escultura, terminado en frontón y con dos jarrones laterales.

Los santos del primer cuerpo, a todo bulto, tienen esa relativa perfección a que aspiraba el arte de entonces, un poco ecléctico, un mucho insensacional.

Una verja sin mérito artístico en la capilla del crucero del lado del evangelio está fechada en 1561.

Unos sepulcros en la capilla de Sta. Helena son embutidos en el muro y cubiertos por dos ménsulas iguales y dos estatuas orantes, iguales, con cartela intermedia y blasón de los obispos Espinosa, cuyos son sus restos, y la inscripción de haberse hecho las obras en 1666.

En el coro, grandes libros de hojas de pergamino con las oraciones musicales pero sin pinturas de arte en sus primeras letras

Habrá en la sacristía algún terno rico en bordados de oro, quizá algún objeto de orfebrería como la cruz parroquial y su manga bordada del XVI, acaso donativos de los ilustres hijos buenos de la parroquia,.cardenal Aguirre;.arzobispo Samaniego; obispos, Espinosa, Gauna, etc., cuyas efigies todas en medianas pinturas, existen como recuerdo de agradecimiento en la Sala capitular.

12 Arzobispo de Tarragona, luego de Burgos de i728 a 1741, que renuncié el cargo retirSudose a Logrollo; murió el 3 de Marzo de 1744 y fué enterrado en esta parroquia en la que fué bautizado. 13 Dicen algunos es la famosa imagen de la Suradera, pero ésta se halla en la clausura del Convento de Madre de Dios y es más antigua y de muy mediano arte.