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ANEXO B

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Odontoglossum spectatissimum:

Nativos de Centro y Sudamérica, los Odontoglossum forman su

nombre a partir de la palabras griegas que corresponden a diente y

lengua debido a que sus labios ostentan proyecciones cuasi-dentales.

Fueron muy populares entre los cultivadores e hibridizadores de los

primeros días el cultivo de las orquídeas.

Los Odontoglossum necesitan un entorno aireado, húmedo y

frio, con abundancia de luz en los meses más fríos puesto que no

tienen periodo de letargo, requiriendo siempre de una tierra

ligeramente fresca.

La intervención irracional del hombre en el hábitat de la

Odontoglossum spectatissimum, ha traído como consecuencia un

alarmante proceso de extinción de ésta exótica especie de orquídea.

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Cuchi Cuchi:

También conocido como Oso Mielero o Kincahu, es un hermoso

mamífero de hábitos nocturnos y crepusculares que mide

aproximadamente setenta y cinco centímetros incluyendo su larga cola

prensil que funge como una quinta extremidad que facilita el rápido y

efectivo desplazamiento en las ramas de arboles que a su vez son su

morada.

El Cuchi Cuchi, como se le conoce en los alrededores del

Páramo del Tamá, luce un apelambre gruesa la cual lo hace

vulnerable en los meses de mayor calor en la selva basimontana, es

fundamentalmente herbívoro y se alimenta de néctar que la hembra

procesa y suministra a su cría durante la lactancia.

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Frahgmipedium elongatum:

Los tropicales Frahgmipedium, son conocidos comúnmente

como orquídeas zapatilla a causa de la característica de su labio,

generalmente presentan una sola flor por el tallo, que surge en medio de

cada nuevo crecimiento, sin embargo, hay excepciones de dos, tres y

hasta cuatro flores por tallo.

Requieren menos luz de las mayorías de las orquídeas, siendo

su hogar natural el mozón, no obstante, se encuentran también en

alturas medias.

La Frahgmipedium elongatum, crece de modo silvestre en el

Páramo del Batallón y La Negra, en donde s ele encuentra en

numerosas cantidades ostentando dos hermosas orquídeas por tallo

de aproximadamente diez centímetros.

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Cariaquito Morado:

Todo aquel que sea de algún modo sensible, no podría evitar

quedar cautivado frente al Cariaquito, una hermosa variedad que luce

una serie de macetas de pequeñas florecillas de color morado, como

su nombre lo indica.

En Los Andes Venezolanos s ele atribuyen facultades curativas y

esotéricas, se dice que bañarse con una infusión de las flores de esta

planta, crea una barrera virtual que evita la mala suerte.

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Paují Copete de Piedra:

Es una hermosa ave que habita en las inmediaciones del Parque

Nacional El Tamá, de un tamaño aproximado de cincuenta centímetros

de altura con u plumaje exótico de color negro ébano, que exhibe una

protuberancia de color gris sobre su pico que la hace una especie muy

particular entre su género.

El paují Copete de Piedra, corre un alto riesgo de extinción por

dos razones fundamentales, que son la reducción de su hábitat y la

caza indiscriminada, puesto que su carne es muy preciada entre los

pobladores cercanos a su hábitat.

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Passiflora sp:

Esta singular planta se encuentra en la selva basimontana que

constituye el Parque Nacional Tapo Caparo, ostenta una hermosa flor

roja que aparenta ser la corona de cualquier rey extraído de un cuento,

algunos naturalistas coinciden en que posee facultades curativas o

medicinales.

Esta especie de Passiflora crece de modo silvestre entre

helechos y otras especies casi a nivel del suelo, en donde se nutre del

agua que cae de las hojas de arboles de mayor tamaño quienes a

través de su sombra, la mantienen en la temperatura que ella requiere.

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Jaguar:

Es el felino ,más grande se Sudamérica de carácter

fundamentalmente territorial además de ser el mayor depredador de la

selva basimontana, ubicado en la cúspide de la pirámide alimenticia,

corre grave riesgo de extinción, puesto que la reducción paulatina de

su hábitat por la expansión demográfica y consolidación de ranchos

ganaderos, trae como consecuencia que este enorme gato de

aproximadamente dos cientos kilogramos, desaparezca a

causa de la escasez de alimento y eventuales encuentros mortales

con el hombre.

En el Parque Nacional Chorro del Indio aun quedan algunos

ejemplares, quienes se distribuyen en un espacio de doce mil

hectáreas, vitales por demás, para la fauna subsistencia de este

preciado animal.

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Heliconia sp:

En el Parque Nacional Chorro del Indio se encuentra una gran variedad de

esta especie de Heliconia, la cual no ha sido aun identificada, no obstante es una

especie local o endémica de éste parque y pudiera estar en peligro de extinción,

puesto que es victima de la indiscriminada tala por parte de los habitantes del

lugar.

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Lapa Rabona:

También conocida como Pacarana, es una hermosa variedad

endémica del Parque Nacional El Tamá, la cual corre un grave peligro

de extinción puesto que su carne es muy preciada entre los nativos

asentados alrededor de su hábitat.

Es preciso señalar que esta especie de lapa goza del beneficio

de una rápida adaptación al cautiverio donde muestra una enorme

facilidad para su reproducción, lo cual supone una posibilidad de

supervivencia siempre y cuando se tomen medidas severas en cuanto

al control de su caza y se ejecuten planes certeros de reproducción.

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Heliconia hirsuta:

Esplendida variedad que habita en el Parque Natural Paramillo, crece de

modo silvestre inundando de color la foresta que circunda las instalaciones de la

Universidad nacional Experimental del Táchira U.N.E.T.

Cabe resaltar que esta variedad es una de las más hermosas y vulnerables

de este género de plantas, siendo un reto la conservación de la misma, puesto

que la misma, representa parte vital del patrimonio florístico del Táchira.

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Guácharo:

Un ave de hábitos nocturnos, que vive en cavernas que fungen

como su morada durante el día en donde se desarrollan como

comunidades altamente territoriales, de dolor negro y alas más bien

pardas, devoradores de semillas que suplen las necesidades

energéticas de las mismas.

Este género de ave sólo se conoce en Venezuela, en el Oriente

del País y al Occidente, la más estudiadas hasta ahora han sido las

ubicadas en Oriente, quedando aun muchas dudas sobre la conducta

y recorridos alimentarios, en el caso de las que habitan en El Tamá, se

sabe que corren riesgo de extinción debido a la carencia de los nativos

acerca del uso de su grasa como cicatrizante.

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