PATERNIDAD AYER, HOY Y MANANA

Marccla Chavarría Olartc*

IMPORTANCIA Y PERMANENCIADEL TEMA

Hablar de la paternidad, tanto en sentido gené·rico (masculino y femenino),comocn sentidocstriclO(referido a la relación entre el varón y sus hijos), es,para quienescreemosen el matrimonio y la familia, unasunto de importancia obvia. Sin embargo, la familiamoderna, compuesta de manera natural por padre,madre e hijos, hoy está siendo objeto de sacudidas ycambios: cambiosdemográficos, embates de la tecno­logía genética, crisis de roles, especialmente del pa­dre, ya que la figura de antaño como jefe de la familiaha sido en muchos casos sustituida por la madre: ellapuede ser madre físicamente sin padre parasu hijo (pue­de hoy concebir por inseminación artificial); el padrepuede reconocer a un hijo nacido fuera del matrimonioy se le reconoce su paternidad si la mujer lo permite; lamujer sostiene hoy económicamente la familia tanto omás que el hombre; hoy, en algunos grupos sociales,la figura de padre ha dejado de ser el cenlTo y eje de lafamilia para pasar a estar en la sombra o en la perife­ria; tradicionalmente, el padre era el abocado al sos­tén de la familia y al ejercicio de la autoridad familiar:hoy la mujer trabaja fueTa del hogar, compane con elmarido el sostenimientoeconómicodel mismo y la au·toridadcuando puede hablarse de familia integrada.

Hoy muchos niños se educan sin el referentede la figura paterna; las familias monoparentales (con

la figura materna solamente) proliferan. La madrejuega o busca jugar el papel de padre y madre, osustituye con otras figuras masculinas la figura delpadre.

Hoy, por ello, de manera radicalmente impor­tante, es necesario seguir profundizando sobre el sig­nificado esencial de la paternidad y apuntalar, desdeuna perspectiva realista el valor de la paternidad.Desde una perspectiva realista, que sepa adaptarseen sus formas al momento histórico que vivimos yarraigarse en el fondo axiológico de su significadoesencial.

PERSPECTIVAS SOCIO-HISTÓRICASDE LA PATERNIDAD'

La paternidad, en cuanto hecho humano, es larelación generativa de un ser con otro aunada a si­tuaciones socio· culturales derivadas (es decir, dere­chos, deberes, funciones a desempeiiar).

Históricamente, el eslabón padre e hijo es másbien legal, derivado de la presunción de legitimidadde la filiación de los hijos, nacidos en el matrimonioreconocido por el Derecho o reconocidos legalmentepor su padre, en caso de ser hijos nacidos fuera delmatrimonio; a diferencia del eslabón entre madre ehijo, que es directo, biológico, público e inequívoco.

.. Magíster en I'edagogia. Direc/Ora dell'rograma de Magíster en Educación Familiar del Insli,u/O Iberoamericano de Ciencias dela Educación de la Uni\'f~rsidad PanamericaflO de Mixico.

I Cfr. PHILUPS, Roderíck. OIO..-a, Uní\'ersidad Carfelon. /990.

Hace años, la paternidad legítima daba al pa­dre una autoridad máxima sobre los hijos, incluso encuestiones personales, como decidir el matrimoniode los mismos y sancionar severamente la desobe­diencia. Ante esto, la imagen de paternidad era la deun ser autoritario necesariamente. Los hijos eran "pro­piedad" del padre y vivían a su servicio en el cuidadode los bienes familiares. El patrimonio familiar erael conjunto de bienes del padre, y él disponía de elloscon libertad, sin considerar necesario el consenso delos demás miembros de la familia. El padre autorita­rio se sentía con el derecho de disponer de la vida dela esposa y de los hijos como de sus bienes; su papelse identificaba con la autoridad legal.

En los últimos tiempos, especialmente en elúltimo siglo, el papel de la paternidad ha cambiadocon toda la vida socio-cultural: de una sociedadmarcadamente paternal, a una sociedad de "igualdadsexual" con predominancia femenina en la familia.

El modelo de la figura del padre autoritarioestá cayendo por su base, pues se fundaba no sólo enel lazo biológico no discutible de su paternidad, sinoen la seguridad económica y patrimonial que estabaen sus manos y que hoyes inestable y necesariamen­te compartida con esposa e hijos.

Si está cambiando el modelo, debemos pregun­tarnos: ¿hacia dónde debe cambiar?

Como hombres y mujeres de nuestro tiempo,debemos aprender de lo que la historia nos muestra,para rectificar errores, ciertamente, pero también pararatificar aciertos.

La paternidad es una realidad intrínsecamentehumana, distinta a la procreación de seresirracionales, que existe y pcnnanece desde que el hom­bre es hombre, por sus aciertos en el ejercicio, que seapegan a su esencia humana, a pesar de los erroresen el desempeño de esa misión, que es, sin duda, lamás importante que tiene en este mundo.

Por ello, reflexionar, profundizar y dar vidaal significado esencial de la paternidad es, hoy como

Paternidad de ayer, Izoy y mañana

ayer, indispensable para ser buenos padres.

PROBLEMÁTICA DE LA PATERNIDAD HOY

En un Congreso Internacional sobre "La fi­gura del padre en las familias de las sociedades de­sarrolladas", un connotado sociólogo, catedrático dela Universidad Complutense de Madrid, expresó2:

Hoy el padre es una persona jurídica más en lasociedad, no ya el elemento central de la familia, de lamisma manera como ya no es hoy la familia el elemen­to central de la sociedad, pues los factores: hogar, re­lación económica, relación sexual exclusiva y procrea­ción no se dan ya como una unidad persistente.

Hoy en la relación sexual importan más el pro­ceso y los medios que las consecuencias, es decir, laprocreación.

La separación del sexo y la procreación, delmatrimonio y la paternidad, ha desdibujado la figuradel padre.

Ya no es el matrimonio el recinto exclusivopara la relación sexual "legal" y para la procreación.Esta liberación sexual repercute en la imagen de lafamilia y en la figura del padre.

La artificialización de la reproducción hacesuplible la paternidad. Hoyes posible que 5 perso­nas a la vez intervengan en la procreación de un niñoy puedan alegar paternidad: el donante del esperma,la donante del óvulo, la mujer que alquila su vienlrepara la gestación y la pareja infértil que deseando"tener" un hijo solicita y paga este proceso.

La paternidad hoy está en crisis.

Escuchando todo esto como una imagen de las"sociedades desarrolladas", no sólo me preguntabaqué entenderán por "desarrollo" estas sociedades, sinoque, como única ponente latinoamericana en ese even­to especializado, contrastaba interiormente la reali·dad de mi pueblo, de mi patria, en donde afortunada­mente no nos ha invadido aún ese tipo de "desarro·

2Cfr. Br. Salw;tianodei Campo Urbano. Ponenda: ¿Hada una weiedad 5jn Dadr,? Las Palmas en Gran Canaria, octubre de 1994.

Educación y Educadores 65

MareeJa Challarría Ofarte

110", si bien se infiltra por la frontera norte casi irre­mediablemente. Contrastaba la realidad de una so­ciedad como la nuestra en la que, si bien hay muchosproblemas de ausencia de padre y de irresponsabili­dad en el ejercicio de la función paternal y maternal,por múltiples factores, esto obedece más a la igno­rancia y a la falta de oportunidades de educación,que a la mala voluntad o al egoísmo consciente ydeliberado.

Contrastaba con una realidad multifacéticacomo la nueslTa, en la que la mayor parte aún somospadres por naturaleza, en la que el matrimonio sesigue considerando, en buena medida, un valor in­trínseco a la naturaleza humana; en la que muchospadres jóvenes, hombres, están descubriendo el va­lor de su paternidad desde la concepción de sus hi­jos, dándose la oportunidad de vivir de cerca, consus esposas, el embarazo, el parlo, la lactancia, lacrianza, la formación humana tan importante en losprimeros años de vida, que posibilitan el contactofísico-afectivo eDlre padres e hijos. Una sociedad enla que independientemente de nuestro estrato socio­cultural, la mayor parte de nosotros todavía anhela­mos tener padre y madre en nuestras familias; unasociedad en la que la campaña gubernamental porAño Internacional de la Familia retoma, comoslogan,"Viva la familia".

Con ello quiero decir que la realidad de la pa­ternidad hoyes contrastante; no es ni optimista nipesimista, es multifacética y pluricultural; existenrealidades distintas que no pueden generalizarse -nin­guna- como imagen de un pueblo, y en este mosaicode realidades mexicanas sobre la paternidad, juga­mos todos un papel importante, especialmente quie­nes tenemos el privilegio de acceder a estos nivelesde educación y formación universitaria.

El problema y la solución de todo esto, en elfondo, es de tipo educativo.

En el mosaico de las realidades sobre la pater­nidad hoy, quiero resaltar dos, por su importanciapara nuestra atención como universitarios:

- la proliferación de las familia monoparentales,y- la participación o implicación de ambos padres

"

en todas las etapas de la paternidad, desde la ges­tación de los hijos.

Familias monoparentales. Se denomina así a aque­llas familias compuestas por un solo progenitor y sushijos.

Jurídica y socialmente, la familia se funda enel matrimonio; es éste el vínculo constitutivo, y deahí deriva de manera natural a paternidad.

La monoparemalidad se da por causas varia­das: viudez, separac.ión conyugal, relaciones pre-oextramatrimoniales, divorcio, adopción de hijos poradultos solteros, prisión o emigración de alguno delos padres, así como por la búsqueda deliberada dela procreación por parte de algunas mujeres sin lapresencia estable de un padre.

La monoparentalidad es más frecuente entremujeres que entre hombres, por ser ellas quienes conmayor frecuencia se hacen cargo de los hijos.

La proliferación de la monoparentalidad tienecomo fondo las transformaciones culturales y socia­les de nuestro siglo. Naturalmente, esto tiene efectosimportantes, de tipo económico, social, político yedu­cativo' que reclaman la atención especializada del he­cho, por partc de profesionales de estos campos.

Factores importantcs a considerar en su estu­dio son:

- la voluntariedad de la situación por parte deladulto,

- la transiloriedado permanencia del hecho,- la diversidad de causas y consecuencias de la

siluación,-la paternidad o la maternidad ausente.

La dinámica interna de la monoparentalidadvaría de acuerdo con la respuesta combinada de es­tos factores.

La patcrnidad se entiende y se ejerce de modomuy distinto cuando la monoparentalidad procede decausas accidentales, a cuando se ha buscado volun­tariamente y, aun en este último caso, no es lo mismobuscarla por el egoísmo de satisfacer un deseo a bus-

carla por ti espíritu de servicio y la capacidad deamor que supone una adopción.

La dinámica cambia si el padre ausente ha des­aparecido lotalmente dc la vida de esa familia, o siinterviene de algún modo. Tiene mayor problemáticael que exista e intervenga a ratos.

Tiene efectos y necesidades de atención dislin­tos el que sea transitoria o permanente la ausencia deuno de los padres.

La dinámica interna)' las consecuencias de lamonoparentalidad son muy distintas cuando el au­sente es el padre que cuando la ausente es la madre.

L.."l mujer sola, habitualmente, busca, asumirel papel de padre)' madre, trabajando dentro y fueradel hogar y supliendo al hombre cuando éste falta.

El hombre solo, en cambio, habitualmente nosustituye a la mujer ausente, busca reemplazarla o elhogar se desintegra.

La ausencia de un padre puede ser o no nega­liva para los hijos. Hay "padres" que sería mejor queno estuvieran. Tamhién depende de la actitud y cir­cunstancias del padre que permanece.

Por olro lado la biparentalidad pcrfecta noexiste, es cierto; no se puede pensar que por sí mis­ma evile los problcmas; pero positivamentc asumidaes sicmpre la mejor opción.

La participación activa o implicación de ambos pa­dres en el proceso de paternidad.

Antiguamente, los roles paterno y materno es­laban rígidamente diferenciados; el padre asumía lafunción de autoridad y educación formal en el hogar,y la madre, la función de crianza. Paulatinamente, elpadre se fue separando de las funciones directas ha­cia los hijos, quedándose la figura de aUloridad mo­ral y sobrecargándose a la madre con ladas las fun­ciones posibles de paternidad. Los hijos, se decía, sonasunto de la madre.

En las últimas décadas se ha ido rescatando lafigura del padre, y hoy, habíamos dicho ya, estamos

Pmernidad de ayer, hoy y maiiana

encontrando a un nuevo padre, interesado en partici­par de cerca con la esposa en la crianza de los hijos,bañándolos, cambiándolos la ropa, llevándolos al co­legio, participando con ellos en juegos y paseos, etc.

Jnvestigaciones actuales sobre este tema en laUniversidad de Sevilla, España, permiten agrupar alos padres en tres tipos de implicación o participa­ción en la crianza y educación de los hijos:

• Implicación compartida enlre padre y ma­dre. Ambos atienden y educan a los hijos en común,según se presenten las cosas cada día.

• Implicación dividida: Cada uno asume ro­les diferenciados

• Implicación escasa o nula del padre: Si­gue asumiendo la función prioritaria de proveedordel hogar y participa directamente en la crianza yeducación de los hijos en forma eventual.

La participación directa del padre tiene mu­cha imponancia, por el valor que tiene la imagenpaterna en el desarrollo del niño y de la niña.

En el proceso de participación progresiva delpadre en la crianza y educación de los hijos, esvitalmente importante la actitud de la mujer. quienfacilita o entorpece la implicación del hombre. Asímismo, es importante la situación laboral de amboscónyuges y el acercamiento que tengan a estrategiasprofesionales de educación familiar, que los prepa­ren progresivamente hacia el ejercicio de una pater­nidad integral, eficiente y satisfactoria.

RETORNO A lA FAMILIAY A lA PATERNIDAD

La temática nos invita a voltear la vista haciala célula básica dc la sociedad, para:

- preservar la herencia cultural que nos ha le­gado la familia del ayer,

- difundir y apoyar las acciones que en favorde la familia desarrolla hoy la sociedad,e

• integrar eSlrategias para la atención de la fa­milia del mañana.

Educación y Educadores"

Marccla Chavarría O/arte

Éstos son los objetivos que se ha propuesto elpresente trabajo, interpretando el ideario implícito qucdebc animar un Año Internacional de la Familia.

Retornar a la familia y a la paternidad signifi­ca volver a la reflexión sobre su significado esen­cial, a esa herencia cultural que en todos sus valoresnos ha legado la familia del ayer. Significa analizarcon realismo los aciertos y problemas de la familiade hoy, y unir esfuerzos, desde nuestras diferentesdisciplinas científicas, para sacar adelante la empre­sa familiar, hoy, sentando las bases para un mejormañana.

Este retorno a la familia y la paternidad es,desdc mi punto de vista, cuestión de actitudes posi­tivas de todos en nuestras propias familias, cuestiónde políticas gubernamentales favorables, cuestión demúltiples estrategias de educación familiar que llc·guen a las familias dc todos los estratos sociales y,finalmente, cuestión de élica personal y social.

Las actitudes se apoyan en los conocimien­tos; por ello, el estudio interdisciplinar sobre la fa­milia nos prepara para mejorar nuestras propias fa­milias y para fundar nuevas familias sanas, entusias­tas, fuertes, creativas.

La formación dc actitudes positivas es parle delaeducación familiar. Es necesaria la educación delvarón para implicarse enelejerciciode la paternidad yhoy, paradójicamente, los movimientos feministas ex­tremos alejan incluso a la madre de esta función.

Muchos, muchísimos padres perciben la nece­sidad de formarse para ser mejores padres, y hacenfalta aún muchos profesionales que atiendan esta ne­cesidad social. Las estrategias de educación familiardeben ser hoy variadas y creativas, para adaptarse atodos los niveles socio-culturales y a todas las nece­sidades.

Las instituciones sociales deberían protegermás, con prestaciones concretas, el funcionamientode la familia y la panicipaci6n de ambos padres en elejercicio de la paternidad.

En este sentido, cabe resaltar la existencia, enalgunos países del "primer mundo", de la licencia la-

lB

boral de un mes o más por paternidad, que se concedeal hombre cuando es padre, para implicarse con sumujer en la primera etapa del cjcrcicio de la paterni­dad. "licencia de paternidad" que se da simultánea­mentea la "Iicenciade maternidad", valorando la pa­ternidad como un proceso de dos, nos610 de mujeres.

Pero las polílicas familiares van aparejadascon la actitud humana que las favorece, de maneraque, en el fondo, la forma de promover políticas fa­miliares favorables es también la educación familiar.

Ejemplos de políticas familiares deseables son:la licencia laboral por maternidad y paternidad, ladesgravación fiscal por número dc hijos que existeen algunos paíscs europcos, las pensiones alimenti­cias para menores de determinada edad, el seguromédico familiar, las licencias emergentes por cuida­dos maternos que existen en México, la deducci6n deimpuestos por gastos derivados de la crianza yedu­caci6n de los hijos, los subsidios o ayudas concretasa familias con miembros ancianos, la difusión deprogramas de orientaci6n a la familia, la incidenciaen el contenido del sistema educativo nacional devalores familiares, las propuestas de reglamenta­ción laboral que favorezcan la vida familiar, entreotras políticas.

Hoy, en el fondo de la crisis familiar y de pa­lcrnidad que en muchos grupos sociales existe,subyace la pérdida de la brújula axiológica que debeguiar la vida familiar, simplemente respetando lo quela naturaleza humana dicta.

En los países llamados "desarrollados", quemás bien debieran llamarse, en algunos sentidos,"tecnificados", partiendo de la base equivocada deque "los valores culturales de cada país se defiendenpor negociación" (por lo tanto, no son universalessino relativos y transitorios), se han llegado a esta­blecer políticas y leyes que abiertamente destruyenla familia, como la legalización del aborto que, comoquiera vérsele, es un infanticidio; la legalización deuniones homosexuales, en lugar de la atención médi­co-psiquiátrica de las mismas y, de ahí, la legaliza­ción de otras medidas fuera de lógica y moralidad,como la inseminaci6n artificial de parejas homo­sexuales, favoreciendo con un marco "legal" la pro­gresiva enfermedad y destrucción de la sociedad.

Cuando se pierde la brújula axiológica se des­truye la vida; cuando los valorcs universales se suje­tan a la votación, se corre el riesgo de equivocar laelección por bienes aparentes y antivalores; cuandolas leyes de la naturaleza se trastocan, las conductas.por "legales" que sean se revierlen contra el hombrc.No lodo lo "legal" es "legítimo"; sólo es legílimo lomoral: sólo lo moral perfecciona al homhre.

La crisis familiar de hoyes en el fondo crisisde valores; las crisis sociales son erisis de ética.

La formación ética dc padres e hijos, proble­ma de educación familiar. debe ir encaminada a for­talecer I;JS c;Jpacidadcs de la familia para satisfacersus auténticas necesidades, recuperando el valor deldesempeño pleno de los roles de paternidad, malerni­dad, filiación y fraternidad.

Hoy, en relación con la paternidad, se dandos extremos con conoolaciones ético-sociales: elquerer conseguir un hijo a toda costa, por encima delas leyes naturales (reproducción anificial) y el re­chazo total al hijo (aborto). Estos son los síntomasde la pérdida de brújula axiológica y ética en rela­ción con el lema de esle trabajo; síntomas que recla­man la participación comprometida de los universi­tarios, desde todas las disciplinas científicas, a favorde la familia y, para no perder la brújula, partir de lareflexión sobre el significado esencial de la paterni­dad.

SIGNIFICADO ESENCIALDE LA PATERNIDAD

La paternidad es una rtalidad exclusivamenlebumana.

Pues se trata de una misión de tipo intelectual,volitivo, afectivo, que va mucho más allá del proce­SO biológico de la generación y que, por 10 tanto, espropia de seres racionales. o se da la paternidad,sino la procreación, entre animales; la paternidad seda únicamente entre las personas.

Parernidad de ayer. huy y mañana

Ser padres es, sin duda, una realidad comple­ja. Puede hablarse de la paternidad como de un merohecho biológico, como un derecho y deber legal, enquienes han procreado o adoptado hijos, y como unavocación y misión de vida en la persona humana~.

Podemos enlonces estudiar la palernidad desde susdiferentes dimensiones o "ángulos"'.

• Palernidad física. En forma genérica, los concep­lOS de paternidad y maternidad expresan simple y 113­

namente la posición de quienes han procreado unflvida humana nueva. Sin embargo. este concepto esmuy restringido, pues se limita al proceso biológicode concebir y dar a luz un hijo.

Desde el punto de 'liSia biofísico se enliendepor pafernidad la generación o engendramiento deun nuevo ser según la especie; y por filiaciótt. porlanlo, el efecto natural de la generación.

Dentro de este terreno sc encuentra una mar­eada y radical distinción entre la función biológicadel padre y la de la madre, si hien la paternidadfisica, en cuanto tal, atañe a ambos, pues es posibleen virtud de su unión. Es por esto último que. auncuando el papel del padre en esle orden se centra enla fecundación, físicamente él es padre tanlo comoella es madre.

La maternidad, desde el punto de vista físico,es auténtica donación del propio cuerpo, para queel cuerpo del hijo sea formado.

La paternidad es una noción que hace referen­cia a la persona humana total. por lo que parece im­propio aplicarla a la función biológica en forma aisla­da.

Paternidad rlSica es, hablando con propiedad,procreación.

Puede decirse, entonces, que la paternidad,desde el pumo de vista biológico. consiste en la pro-

3Crl. CHAVARRÍA 0" M. Qué sií'nitka se' vadres, en Trillas. Mbico, 1990. Textos siguientes lomados del cupo 5, "Dimensiones() ángulos de la paternidad", pp. 77-87.

Educación y Educadores"

Marcela Chal'Urría O/arte

creación de seres de la misma especie, entre un hom­bre y una mujer, cumpliendo así la finalidad princi·pal de su distinción sexual. Su sentido o significadose centra en la transmisión genética de un conjuntode caracteres y disposiciones somaro-psíquicas.

Sin embargo,no se encuentra aislado el signifi­cado plenamente humanode dicha paternidad, puesenel hombre ningún actoes meramente animal, en virtudde la unidadcorpóreo-espiriwal que constituye.

• Paternidad jurídica. Quienes son padres tienen

en común determinados caracteres que en el seno dela socicdad pueden legislarse, atribuyéndoles una se­rie de derechos y deberes delimitablcs, en virtud delos cuales también se define la paternidad.

Desde el punto de vista legal puede hablarsedel reconocimiento oficial de la existencia de ese vín­culo entre un hombre y una mujer y sus supuestoshijos, así como del conjunto de derechos y deberesque esto implica.

Al mismo tiempo se descubre también la posi­bilidad de establecer legalmente un vínculo de pater­nidad-filiación enlre adultos y niños que no poseanlazos de tipo biológico, sin que ello impida que larelación sea reconocida, protegida y reglamentada.Éste es el terreno de la paternidad según la ley, quese encuentra en el orden jurídico.

En este campo es importante tener en cuentaque, para que la ley tenga validez, sobre todo cuandopretende legislar sobre asumas tan intrínsecos al serdel hombre como son la paternidad y la filiación, hade tener un sostén esencialmente intrínseco y válidoen el orden de la persona. Es decir, ha de tener porfundamento y raíz la propia naturaleza humana (loque es el hombre y lo que necesita), pues de otrafonna atentaría contra la dignidad de la persona ydejaría de ser un auxilio para ella.

En la paternidad, según la ley, caben tres va­riantes: la paternidad legítima ( en el caso de hijoslegítimos, nacidos del matrimonio o adoptados legal·mente),la paternidad legitimada (en el caso de hijosnaturales Icgitimados en posterior matrimonio), y lapalernidad reconocida (en el caso de hjjos naturales

reconocidos ante la ley).

El ejercicio de la paternidad legal, en cuantofunción de desarrollar, encuentra la esencia de su sig­nificado en la noción de patria potestad. Puede de­cirse que este concepto es el apropiado desde el pun·to de vista legal, pues se refiere en última instancia aun conjunto de derechos y deberes en relación conlos hijos -legítimos, legitimados o reconocidos legal·mente-, desde su nacimiento hasta su emancipacióno mayoría de edad, en relación con su persona y consus bienes.

• Paternidad humana. La paternidad es, sin duda yfu ndamentalmente, unamisión decarácter personal.F..sdecir, una función que los padres realizan en cuantopersonas, dirigida a sus hijos, también en cuanto per­sonas. Pues por un lado requiere la entregade la perso­na total de los padres (en cuerpo y alma, a lo largo dela vida), y por atrase encamina al desarrollo y realiza­ción de los hijos de la manera personal e irrepetible quea cada uno de ellos corresponde.

La paternidad, por tanto, consiste en la termi­nación, a través del tiempo, de la obra más viva ypersonal de los cónyuges, que son los hijos.

Si la persona es un ser espiritual (perfectibleen virtud del desenvolvimiento de su espíritu), y laeducación es el perfeccionamiento del ser humano encuanto persona (es decir, en cuanto espíritu), y serpadres significa procrear según el cuerpo y termi·nar de crear según el espíritu, resulta que la pater­nidad es, en su sentido más hondo y más real, unafunción de carácter educativo. Ello equivale a decirque el enfoque más adecuado para el estudio de lapaternidad es el de la paternidad según la personahumana.

La paternidad física, o paternidad según elcuerpo, no es más que el origen de la verdadera pa·ternidad; y la paternidad jurídica, o paternidad se­gún la ley, no es sino el reconocimiento y la protec­ción de aquélla ante la sociedad. Pero el significadomás auténtico de la paternidad se expresa en esa mi·sión humana de carácter interpersonal que abraza elser total de los padres y cuyo fruto ha de ser la perso­na plena de los hijos.

Los hijos no simplemente coexisten con lospadres, sino que viven con ellos (en el sentido más

pleno de lo que significa vivir para el ser humano).y es en esa vida. que se traduce en vivencias, en laque entran en con lacto con los valores, experimen:tando paulalinamenle su asimilación de ellos. esdecir. su formación en cuanto personas o, lo que cslo mismo, su cducación.

La base dc la acción educativa estü en los va­lores que se reflejan en la relación interpersonal; asíque la labur de ser padres. más que una paternidadque se ejerce. es una paternidad que es; pues se espadre en la medida en que se es sujeto en educaciónconstante. de lal modo que la propia persona reflejalos valores en los que se pretende formar a los hijos.Por ello es del lodo cierto que no sc educa con lo quese liene ni con In que se sabe, sino con lo que se t!s.

Por tanto el ejercicio de 1<1 palernidad según lapersona humana (a diferencia del ejercicio seglin elcuerpo y según la ley) es algo que no termina nunca.que pertenece a toda la vida, pues siempre estare­mos en rK'sibilidad de ser mejores (como personas ycomo padres), y nucslros hijos siempre podrán meju­rar en muchos aspectos.

Lo que cambia a Iravés del tiempo son las foromas de ejercer la paternidad.

El alumbramiento de cada hijo en cuanto perosona no es un lleta sino un proceso en el que la comu­nidad familiar protege y da al hijo los nutrientes es·pirituales necesarios para que su personalidad en víasde desarrollo al10re a la vida paulatinamente.

Nacer al mundo de las personas equivale a de·sarrollar las facullades que permilall asumir la pro­pia vida coherente y responsablemente. Por lanto. elverdadero parto de los hijos es el "pano espiritual",que corresponde por igual al padre y a la madre. através de la vida, en el seno de la comunidad familiar.

Naturalmente, la paternidad, entendida así (se­gún la persona humana), parte de una dimensión per·sonal y personalizan te de la procreación: es decir, dela procreación originada en el amor (realizada deacuerdo con la dignidad de personas del hombre y lamujer), que ve y valora en los hijos toda su dignidadde personas irrepetibles, desdc el momemode la <:on·cepción.

Plllcfllidad de ayer. huy y mOl;mw

• Paternidad ¡nlegra!. Los diversos angulos desdelos cuales puede estudiarse la palernidad son comoplementarios entre sí. en tanlo que peTleneccn a pIa­nos diferentes: entre ellos cabc hablar de inlegr:lCióno incluso de subordinación. más nunca de contrapo­sición.

La integración lotal de los tres tipos de pater­nidad dc los que hemos habl••do es lo que se apro,'<i­ma al significado esencial de paternidad.

Estudiada desde cualquier punto de vista. lanoción de paternidad siempre hace rcfen:ncia a untipo específico de relación intcrpersonal. que se con­crela en una misión particular de vida (originarla.prolegerla o encauzarla hacia la plenilUd).

La noción de paternidad no puede enc,lsill<lrseen una serie de funciones de carácter universal. sinoque se forma con las acciones específicas que cadapadre y madre tienen que desarrollar en relacilÍn concada hijo; no es una noción que pueda universalizar­se, sino u",. noción que ha de personalizanie.

i la paternidad que procede de la vinculacióngenética. ni la que se origina en el marco legal. expre·san todo In que ella esen el orden de la persona. en elque la vinculación genética no es sino el origen. y elmarco institucional que la legisla no es sino un auxi­lio dentro del contexto objetivo de las relaciones so·ciales.

Si el urden de la naturaleza física se refiere auna vinculación genélica_ eXlríllseca al mundo ínti­mo de scr irrepetible, y el orden juridico se refiereuna vinculación de tipo (,'onvencional que puede o ntloriginarse en la vinculación genélica. el orden dt! lapersona se refiere a una vinculación fundamental·mente de lipo f!spiritual, intrínseca a la personamisma. que puede originarsc o no en lo genético. yapoyarse o no en lo jurídico, pero que. rebasandoestos dos órdenes. se sitúa en el ámbito subjetivo,único e irrepetible del ser humano en cuanto perso­na, ámbito en el que varón y mujer conyugalmenteunidos, se descubren. se valoran y se entregan. demanera profunda y total: y en el seno de esa uniónprocrean -en cuerpo y espíritu- nuevas vidas huma·nas, a las que también descubren, valoran yse entre­gan (como unidad de vida que forman los dos) en

Educación y Educadores 71

Marcela Chavarría Olarle

forma profunda y total, para que esos hijos a su vezse perfeccionen como personas.

Esa misión de carácler personal (de padres ahijos) es por esencia una obra de amor, originadaen el amor conyugal, y cristalización del mismo, queconsiste en una donación pennanente de la personade los padres a la persona de los hijos. Dar la propiavida, para la realización de otra vida humana distin­ta e independiente de la propia.

Esa donación permanente de los propios valo­res, para la formación de los hijos, esta accióncoadyuvante a la realización de airas personas. sedenomina acción educativa.

El significado cscncial dc la patcrnidad, porlo tan lO, es de tipo educativo. Ser padres significa,esencialmente, ser educadores.

CONCLUSIONES

- La paternidad ayer, hoy y mañana es esen­cialmente la misma: donación física y espiritual delos progenitores para la procreación y educación dclos hijos.

- "Originariamente, desdc el punto de vistabiofísico, se encuentra la paternidad genética o pa­ternidad según el cuerpo, en el orden de la naturalezamaterial; dcsde el punto dc vista del derecho se dis­tingue la paternidad legal o paternidad según la leyy el orden jurídico; y desde el punto de vista educati­vo se pone de relieve la paternidad específicamentehumana -en el sentido integral dcl termino· o pater­nidad según la persona, en el orden de la naturalezaespiritual"~.

La paternidad, integralmente entendida, es laintegración annónica de estos enfoques. La paterni­dad, esencialmente entendida, es la acciÓn educati­va, cotidiana, permanente, personal y amorosa, depadres a hijos.

- AJ ser la paternidad una función intrínseca ala naturaleza humana, es un valor permanente, que

4lbidem. p.87.

72

cambia en sus formas a través del tiempo y el espa­cio, pero que permanece intocable en su fondo, esdecir, en su significado esencial.

Comprender y vivir esto en nuestras familias.es parte de la herencia cultural que nos ha legado lafamilia del AYER.

- El ejercicio de la paternidad HOYes unarealidad multifacética en la que contrasta, por unlado. la nueva generación de padres y madres jóve­nes. implicados en forma compartida en la crianza yeducación dc los hijos, y, por otro, la crisis de pa­lernidad derivada de la crisis dc valorcs dc la socie·dad actual, manifiesta en dos posturas antagónicasigualmente equivocadas: la búsqueda de hijo por en­cima dc cualquier cosa. incluso de la dignidad y lamoral (tecnificando y comercializando la procrea­ción). y cl rcchazo total del hijo, cs dccir. el abortovoluntario.

- El futuro de la paternidad. la palernidaddel mañana, está en manos de los jóvenes de hoy,cspecialmente de los universitarios, quicnes desde di­ferentes disciplinas científicas se preparan para ser­vir a la sociedad.

Somos nosotros quicnes, trabajando intcrdis­ciplinariamcntc. podemos rcscatar el valor pennancntedc la paternidad. hacer conciencia del mismo en loshombres y mujeres de nuestro tiempo, promover re­formas favorables en cl Derecho de Familia, animarpolíticas familiares adecuadas al siglo XXI, adminis­trar los recursos naturales en beneficio de todos. ensuma, ser una gran familia en favor de la familia.

- Reflexionar, profundizar y hacer vida el sig­nificado esencial de la paternidad es, hoy como ayer,indispensable para ser buenos padres mañana.

Las crisis de patcrnidad son, en el fondo, cri­sis de valores. Las crisis de valores son crisis educa­tivas. Las crisis educativas se resuelven educándo­nos y educando a otros, para ser ejemplo HOY, delos valores universales heredados del AYER, yagen­tes de cambio para un MAÑANA mejor.

}'(l/crnidm/ (le ayer. hoy y maiiarlll

ABSTRACT

Falherhood yestcrday. toda)' and tomorrow

After presenting Ihe SOCill-historic prob1cms of fatherhood, the author focuses on today's issu('s. The presentcrisis demands a return to family values, Anthropological elemenls and educational action are indispensable lothe functional family.

RÉSUMÉ

La paternité hiero aujourd'hui et demain

Apres une perspective SOCill-historique l' autcur se centre sur la problématique de la paternité d'aujourd'hui. Lacrise actucllc exige un retour ala famille et ala paternité.Lcs éléments anlropologiques el l'aclion éducative sontindispensables pour un fonctionnemenl adéquat de la famille.

Educación y t:duca{/ores 7J