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Pedro Rivera

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El martillo contra la nuez

Pedro Rivera

El martillocontra la nuez

Primera edición : 1998© Pedro Rivera© 1998 Editorial Grijalbo S .A .

Calle 64 No . 88A-06 Int. 1 y 2Santafé de Bogotá, D .C ., Colombia

ISBN: 958639150-7

Diseño de carátula: PABLO MENACHODiseño y diagramacíón: NIDIA ALBA CUELLARIlustraciones de época: RICARDO JAIMEImpresión y encuadernación : D'VINNI EDITORIAL

Impreso en Colombia - Printed in Colombia

Pedro Rivera

El martillo contra la nuez,escrituras testimoniales editadasen hojas cotidianas, a manera devolante, y más tarde en la revistaOpinión Pública, en la columnatitulada Palabradepiedra, a raízde la crisis y quiebra de valoresrelacionados con la identidadnacional durante los días queprecedieron y sucedieron a lainvasión de Panamá por las tropasdel ejército de Estados Unidos, endiciembre del año 1989 . . .

Un águila no anda a trote: -y esa es lavida - ¡hacer trotar un águila!

José Martí

Sobre PalabradepiedraManuel Orestes Nieto

Como acompasados registros de una crisis gene-ral, Pedro Rivera fue, paso a paso, comentando,observando, advirtiendo ; escribe en circunstan-cias donde todo un sistema de valores está enfranca fractura, en medio de una sociedad que,polarizada, se encontró inmersa en una intrincadamadeja que fue el escenario, la placenta, dondehubo de todo, para todos y contra todos .

Y había, también, una mano hundida, que nose correspondía a los bandos en pugna. Una manoque, en el punto cúspide, accionó una máquinaletal que lesionó como nunca a esa misma socie-dad, casi ribereña, medio acuática, con raíces enel aire, provocándole la muerte nauseabunda ypecaminosa, como son todas las muertes impunese innecesarias .

Me estoy refiriendo a los años que, a partir dejunio de 1987, desembocan en la invasión de di-ciembre de 1989 y que se prolongan en un estado deocupación militar del país donde, nos guste o no,

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un complejo proceso -traumático, desquiciado yfuera de control- ocupó el corazón de nuestrasvidas y el panameño quedó abismado ante sudestino, y reaccionó de modos diversos y disímiles .

Lo que sí es seguro es que emergieron a lasuperficie no sólo sus legítimas u ocultas intencio-nes sino -sobre todo- sus mayores flaquenciasy asombrosas fragilidades . Descubríamos la ab-yección, el fratricidio, la glacialidad .

De alguna manera se tensaron las cuerdasinteriores de una nación que resultó más incom-pleta y retorcida de lo que imaginábamos, concimientos sin argamasa suficiente para resistirtempestades y, pese a nosotros mismos, un reduc-to fenicio y truhán se expandió y tomó formas,entre los límites de la pura sobrevivencia y elcálculo político; entre la mentira pública y lahonestidad personal ; entre la ceguera, el odio, ladelación, la entrega gratuita del vecino, el saqueocolectivo, la ruindad del beso a quien asesina asus hermanos .

Y un tiempo después, es decir, en el presente,una viscosa neblina anida aún en nuestra mirada ;más que catarsis -como dice el propio autor-

nos hemos hecho los medio tontos, veniales, ilusos,con todo aquello, hasta el extremo de darnos ellujo de no saber, de no querer saber, de quiénesmurieron sin tener que morir. O sea, que de unatragedia nacional, incomparable y sin punto dereferencia en nuestra historia, hemos hecho unespejismo acuoso y difuso .

Somos los padres y los hijos de esa atrabiliariarealidad .

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Un sensible escritor, con capacidades narra-tivas indudables, decide seguirle la pista, desdesus inicios, a la dinámica que se había desatado,con una fuerte intuición de que se trataba de unasunto determinante y principal .

Pedro Rivera funda su Palabradepiedra, lainserta en la edición periódica de Opinión Públi-ca, revista que con enérgico esfuerzo fijó pareceresy sentires de esa crisis envolvente .

Durante casi cuatro años -desde marzo de1988 hasta noviembre de 1991- un enfoque, unavisual, son entregados con puntualidad y sinvacíos por el escritor que gana en profundidad y,esto hay que observarlo con sumo cuidado, enagudeza del lenguaje .

Digo lenguaje y digo ganancia porque meinteresa destacar que ese maratónico y sostenidoejercicio tiene un mérito, visto desde la literatura :Pedro Rivera, poeta y cuentista, asume escribir,describir y rebuscar -literalmente- dentro deldesarrollo mismo de los acontecimientos, en tiem-po real, sin quedarse atrás ni adelantarse dema-siado; en algunas entregas, en el más riesgoso delos terrenos, se expone al vaticinio ; a la alertainminente en otras, al inventario de consecuen-cias que podría traer consigo la calenturientasituación que se vivía. En todos los casos, susanotaciones, dicho sea de paso, rígidamente cons-truidas en cuartillas sintéticas, donde no dejaespacio para la especulación, van ganando agude-za y certidumbre en las pulsaciones de los días .

El resultado -ya visto como conjunto- esuna serie coherente y secuencial de textos-enfo-

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ques, en los que se plasma un evidente sentido defijar los espasmódicos ritmos sociales, sus diver-sos niveles, los altibajos de una situación de granmovilidad, la conducta colectiva, lo contradictorioy denso del período señalado ; digamos que elcronista, por identificar sólo uno de los planosformales que constituyen los textos, escoge comomateria de sus comentarios, inducciones y deduc-ciones, al conjunto social mismo y el entornocrítico donde se debate ; evalúa, escudriña, haceobvias sus tendencias, discute sobre sus parado-jas y paradigmas, se atreve a sugerir algún modode no seguir siendo lo que no se debe ser, arremetecon franqueza y vergüenza ante lo injusto y loimpropio ; realiza una jornada que es una especiede sociología activa, casi anatómica, siempre pro-funda y abriendo boyas de claridad . A veces da laimpresión de que Pedro Rivera se está refiriendo aun cuerpo alucinado, con fiebre y pesadillas, queda tumbos y ha perdido el sentido de su horizonte .Aspira a poner una brújula, llama a la reflexión, sedisgusta, con honestidad .

Estos son los textos que aquí se reúnen: unconjunto de palabras, metafóricamente nombra-das de piedra; digamos, duras, más bien útiles,de múltiples intenciones y ópticas, que tienen elcomún denominador de formar parte de una mis-ma lupa para mirar ampliada, diáfana y dolorosa,una etapa de nuestra historia, donde, por loreciente y por lo que generó en luto y vergüenza,están por decantarse aún sus fragores y magmas .

Tal como está contenido en muchas páginas,el panameño enfrentó un debate consigo mismo

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durante aquellos días y algunos reaccionaron endirección a la patria posible y otros, simplemente,avanzaron contra ella como si hubieran sido pari-dos en el aire .

Releer los textos-comentarios de Pedro Rivera,ahora, distanciados de aquel torbellino, es verlenuevamente apelar a gritos porque entre nosotrosno muera también la memoria, porque no sucum-ba; esta intención, casi brutal, de llamarnos laatención sobre nuestras superficies mentales,donde tendemos al olvido, digo, a no fijar, a nocincelar nuestros recuerdos vivos, es una lecciónde estos textos reunidos en torno a la fogataardiente del país querido, entrañable, a pesar desus malformaciones, sus proclividades y sin sen-tidos .

Siento -más que creer- que este volumen dePedro Rivera ganará nuevos lectores, más de losque en su momento leyeron en forma parcial ofragmentada estas colaboraciones, cuasiperiodís-ticas, siempre bien escritas, con bisturí y alma,como son las honestas páginas de aquellos quecreen que el ser humano es capaz de empinarse yandar erguido por la vida y no ser siempre elinverosímil esclavo de sí mismo .

Un libro que nos provoca leer de corrido y atoda prisa, porque está imantado al lograr morderen la carne viva de aquellos hechos y aquellasinterioridades colectivas e individuales . Por ello elautor tiene la necesidad de incluir algunas noti-cias de prensa -como incrustaciones- para querecordemos algunos datos en ese espacio-tiempo .Y también nos induce a reflexionar con mayor

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profundidad, tramo a tramo, con una selecciónjustas de sentencias que parecen venir de laciencia, de lo comprobado, del comportamientohumano. De modo que El martillo contra lanuez, si bien será relectura para los que leyeronlos textos en la columna Palabradepiedra, paraotros será descubrimiento, un registro veraz, conelevadas dosis de certezas, ubicada en explosivossucesos que resintieron el edificio nacional, alpunto de que no creo que exista aún ningunatotalizadora explicación sobre la profundidad deldaño y sus secuelas .

Hay que aplaudir aquella iniciativa del ciuda-dano escritor que Pedro Rivera ha sido y haberdejado impresos -para la memoria, casualmen-te- tan formidables fotogramas, donde podemosvernos de cuerpo entero, en medio del alud queautoalimentamos, las antropofagias, la histeria,el miedo al futuro y las fantasías que fueron mássólidas que la realidad, el juego de la muerte queterminó matándonos, la intriga, los malos y losbuenos, los absurdos, los apátridas, incluida ladesdicha de aquella caravana que fue intercepta-da una funesta noche donde -desde un cieloincendiado- hicieron gotear primero y llover des-pués la sangre misma de nuestros cuerpos, comouna aberración indeseable que nos maltrató yabochornó nuestra casa .

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La teoría del aprendizaje social sos-tiene que la gente aprende patronesde comportamiento adaptado o de-sadaptado, como resultado de pro-cesos de aprendizaje social, en el senode la familia y la cultura . El individuoaprende a reaccionar de manera espe-cial ante determinada situación si-guiendo modelos aprendidos . . . [y]parece la más adecuada para com-prender el desarrollo de la persona-lidad y no puede desvincularse delos factores genéticos .

Roberto Serpa Flórez, Psiquiatría biológica, Universi-dad Industrial de Santander, Colombia, 1981, p . 117 .

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La Estrella de Panamá/2 de junio de 1987

Jubilado Jefe de Estado Mayorde Fuerzas de DefensaRoberto Díaz Herrera, do Mayor, fue jubila- berto Díaz Herreracoronel de las Fuer- do ayer . "con todos los dere-zas de Defensa, quien La escueta informa- chos inherentes a ladesde 1983 ejercía el ción sobre la jubila- última posición des-cargo de Jefe de Esta- ción del coronel Ro- empeñada" emanó

ayer del despacho delcomandante en jefe delas Fuerzas de Defen-sa, general ManuelAntonio Noriega .

La Estrella de Panamá6 de junio de 1987Cambio de mando en Comando SurEl general Fred F. tar hoy sábado, en la de 1986, Woerner fueWoerner sucedera al base de Howard, en comandante del Sex-general John R. Gal- las riberas del Canal to Ejército de Estadosvin como comandante de Panamá, oficial- Unidos en California .del Comando Sur de mente . Desde marzoEstados Unidos enuna ceremonia mili-

Necesidad de ser panameños

¿Será verdad que el éxito de la estrategia delImperio para ejercer control sobre Panamá sebasa en un "estudio de la idiosincrasia de lospanameños?" . De acuerdo con un supuesto "es-tudio" los panameños, en su mayoría, "son proclivesa la traición, oportunistas, perezosos, de voluntadmudable y apuntan siempre en la dirección de losdólares" .

Esta no es, por supuesto, una creencia antojadi-za. ¿Qué pueblo que es no es? Son como han sidohechos .

El acondicionamiento psicológico de los pana-meños [dentro de los parámetros del Estado bene-factor] antecede a la república y se mantiene a lolargo del siglo XX con la complicidad de las clasesdominantes. La posibilidad de un tipo de paname-ño oportunista, yankófilo, anexionista no es remo-ta si, en determinadas coyunturas y bajo ciertaspresiones, se estimulan algunos mecanismos desu psicología profunda, algunos reflejos condicio-nados, algunas fobias y filias [finamente] cultiva-das (la dólarfilia, por ejemplo) .

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En efecto, el aparato ideológico inmanente alsustrato colonial, configurado históricamente porlos sectores de la hegemonía gobernante, el ocu-pante extraterritorial y la cúpula de la Iglesia,crearon la base subjetiva de un Estado en riña conlos términos de independencia y soberanía nacio-nal. La corrupción y el desgreño administrativofacilita a esta tríada el proceso de captación ymanipulación de los sectores resentidos de lascapas medias (maestros, profesores, médicos, etc .),dirigentes sindicales y de mucha gente honestainconforme con las medidas antipopulares, fon-domonetaristas, aplicadas sin decantar en com-plicidad con el Imperio . El sistema educativo y losmedios de comunicación social (prensa, radio,cine, televisión) apuntalan esa herencia .

Muchos inconformes se organizaron y se orga-nizan con el pretexto de "combatir la corrupción"e inducir a "cambios democráticos" en el país .

La pregunta de cajón es si éstos, a su vez, noresponden a otro tipo de corrupción .

No se trata tan sólo de que los militantes de lospartidos de la llamada "oposición" y de la CruzadaCivilista incurran en actos de corrupción burdosy explícitos, tales como ocupar las horas que lespaga el Estado en atender su variedad de negocios .Se trata de un tipo de corrupción tan o mucho másdevastador desde el punto de vista del interésnacional, una suerte de "corrupción ideológica",una especie de "delincuencia intelectual' de quie-nes ignoran sus apostolados y se movilizan bajoconsignas puramente crematísticas, evolucionan-do por esa vía, en un proceso inconsciente y

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acelerado, hacia conductas anexionistas y antipa-trióticas .

¿Cómo calificar al panameño que, en venganzapor las afrentas recibidas, no tendría ningúnempacho en saludar el paso victorioso de unejército extranjero por su territorio? ¿No es laantipatria una forma de corrupción?

Entendámonos: no se trata de invalidar una uotra postura partidaria, cívica o política, ni decancelar la "lucha por la democracia" . Los secto-res en pugna no deben arriar banderas . Pero,podrían optar por una salida panameña y actuar,por encima de todo, consultando el interés nacio-nal. No vaya a ser que de la noche a la mañananos quedemos sin país y, por supuesto, sin posi-bilidad de ejercitar la "democracia" y la "justiciasocial" .

Opinión Pública, floja diaria N° 5, 25 de marzo, 1988 .

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Es más que una estructura hecha demetales; los hombres lo pensaron ylo formaron para un fin muy preci-so; es, de algún modo eterno, elpuñal que anoche mató a un hom-bre en Tacuarembó y los puñalesque mataron a César . Quiere matar,quiere derramar brusca sangre. (Elpuñal, fragmento) .

Jorge Luis Borges, Nueva antología personal, SigloXXI, México, 1968, p. 59 .

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La Prensa/7 de junio de 1987

En mi casa se hizo el final delfraude, confiesa Díaz HerreraEl jubilado coronel aclarar el crimen de nión pública como unRoberto Díaz Herrera, Hugo Spadafora . . .

enfermo mental, Ro-confesó ayer ante En una entrevista in- berto Melanio Díazvarios periodistas, que esperada, convocada Herrera, al descargaren su propia casa se por el exjefe del Esta- su culpa dijo "estar ahizo parte del fraude do Mayor, para en- la disposición de laelectoral de las pasa- frentar lo que calificó justicia divina y dedas elecciones, que como un plan para los hombres" .tenía pruebas para presentarlo a la opi-

La Estrella de Panamá/9 de junio de 1987De acuerdo con la ArquidiósesisIntensifican tensión del paísdeclaraciones de Díaz HerreraQue se garanticen

la seguridad de la per-sona y de la familiadel coronel RobertoDíaz Herrera y de to-das aquellas personas

La Prensa/ 10 de junio de 1987

Detenidos y heridosViolentos enfrenta-

mientos se produje-ron durante toda latarde de ayer y hastalas horas de la noche,frente a la emisoraKWContinente, entre ma-nifestantes y coman-

que puedan ayudaraesclarecer los gravescargos que por él for-mulados contra el ge-neral Manuel Anto-nio Noriega y su cú-

do antimotines de lasFuerzas de Defensa.Los llamados"dober-

man" cargaron con-tra los que se habíanconcentrado para es-perar la llegada dellíder del panameñis-

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pula militar, solicitóen el día de ayer laArquidiócesis de Pa-namá a través de uncomunicado emitido ala ciudadanía . . .

en disturbiosmo auténtico, Dr .Amulfo Arias Madrid,cuando éste, al frentede una manifestaciónde alrededor de 3 .000personas se aproxi-maba a la emisora . . .

Salida panameña a la crisis .Intervención militar: una ñamería

Nadie en su sano juicio debe pensar que "lo mejorque puede pasar es que los norteamericanosintervengan militarmente en Panamá e imponganuna salida a la crisis política" . Es un capricho, ese,infantil y peligroso . Los que así piensan, empuja-dos por la ambición, el revanchismo, el desaliento,la ignorancia o la desesperación, no tienen lamenor idea del costo social que tendría que pagarnuestro país y cada uno de los panameños a corto,mediano y largo plazo .

Preservar el Canal, la paz, etc .Todo el mundo sabe que "el Canal de Panamá

es tan indefenso como un niño y que lo único quegarantiza su seguridad es el cariño de todos lospanameños" .

Es necesario, entonces, cultivar ese "cariño" .No crear una excusa para que por la cabeza de

los panameños o de los latinoamericanos (o decualquier otro habitante del planeta) cruce la ideade destruirlo. Ninguna fórmula impuesta desdeun congreso extranjero o por un ejército invasortendrá la aceptación de la mayoría de las partesinvolucradas en el conflicto . Sería, tarde o tempra-no, fundamento de confrontaciones irreconcilia-bles que tampoco beneficiarían a Estados Unidosni "sus intereses en la región" .

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Estados Unidos va. Estados UnidosLo que Estados Unidos haga en esta parte del

mundo por vía de la fuerza será, eventualmente,contrario a sus intereses . Lo mismo que la estra-tegia de arruinar a la gente de los países aliados,estimular desavenencias internas y financiar con-frontaciones entre estados hermanos, eventual-mente revertirá en su contra .

Sería necesario, hasta por caridad, advertir alos norteamericanos más inteligentes y sensatos,del peligro que entraña para ellos no entender quesu propio futuro peligra y que la "democracia" quetanto defienden está en entredicho y desaparecerási no modernizan sus puntos de vista y siguenaferrados a las viejas tácticas y concepcionescolonialistas . Eso también tendrían que entender-lo algunos "panameños" que han hecho causacomún con la fracción de criterio estrecho quegobierna actualmente a Estados Unidos .

Objetivo central: la patriaEn síntesis : todo panameño no involucrado en

el proyecto neocolonial, no importa cuál sea sufiliación política, debe coincidir en un objetivocentral: Panamá. Políticos, empresarios, obreros,campesinos, intelectuales, religiosos, civilistas,deben trabajar en la búsqueda de fórmulas deconsenso para superar las crisis y evitar salidassemejantes a la que nos impusieron en 1903 losnorteamericanos (lo que sería dar un salto atráscomo de 85 años para empezar de nuevo) .

Opinión Pública, Hoja diaria N° 6, 28 de marzo, 1988 .

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Receta, para curar los dolores hemorroidales. Entregase, dice, la parte

doliente con una tajada de baca fresca, hasta que ésta se caliente . Entier rese luego esta carne, y sucederá,

que al paso que se vaya pudriendo,los dolores hemorrhoidales irán ce-sando .

Carlos Contramaestre, La mudanza del encanto, Academia Nacional de la Historia/Consejo de DesarrolloCientífico y Humanístico/Universidad de Los Andes,Caracas, 1979, p. 126 .

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La Estrella de Panamá/ 11 de junio de 1987

Paro general indefinidoFDP aumenta la represión

"En vista de que seha acrecentado laviolencia contra laciudadanía que semanifiesta pacífica-mente en las calles",la Cruzada CivilistaNacional (CCN) con-vocó en la mañanade ayer un "paro ge-

La Prensa/ 10 de junio de 1987

Se crea una Cruzada Civilista prorescate de justicia y DemocraciaDesobediencia civil será promovidaLa creación de una"Cruzada Civilista"con la finalidad de"rescatar y recons-truir las institucio-nes que garanticenla justicia y una ver-dadera democraciaen nuestro país", re-solvieron anoche 26organizaciones cívi-cas, profesionales,empresariales y reli-giosas, tras conside-

neral de brazos caí- dos a nivel nacional' .

Al cierreSuspenden garantíasAI cierre de esta edi- sejo de Gabinete hade-ción, una y media de la clarado el Estado demañana, se informópor medio de una cade-

na nacional de radio ytelevisión, que el Con-

rar el estado de zo-zobra que ha venidoviviendo el país,cuyo clímax aterra-dor, se refleja en lasconfesiones del co-ronel (R) RobertoDíaz Herrera .En un comunicado

a la ciudadanía, laCruzada Civilista re-solvió iniciar unaserie de medidas de"desobediencia civil",

Pedro Rivera

Urgencia en toda la re-

pública y ha suspendi-do las garantías cons-titucionales .

la primera de la cua-les será que "a partirde la fecha se abs-tengan de pagar im-puestos, tasas, con-tribuciones y servi-cios públicos engeneral, hasta quelos implicados en losbochornosos hechosrecientemente de-nunciados sean se-parados de sus car-gos" .

Proyecto nacionalvs. proyecto colonial

Hora de definicionesLa crisis acelerará un reagrupamiento de lospanameños en relación con dos proyectos políti-cos que, necesariamente, tomarán forma definitivaen lo que queda del siglo . Uno de los proyectos(existe ya) tiene la autoría de Estados Unidos . Elotro proyecto será definido, necesariamente, porlos panameños en cuanto se "pongan las pilas" .

Al primer proyecto se sumarán sectores media-tizados y comprometidos, sin querer queriendo,con la Doctrina de Seguridad Nacional de EstadosUnidos . También aquellos que no puedan imagi-nar sus vidas con independencia del coloso cerra-rán filas y no tendrán más remedio que confesarlopúblicamente y sin rodeos .

Al otro proyecto se sumarán los que esténdispuestos a dar la batalla por la nación . Ocurrirácuando las legañas caigan de los ojos y los mise-rables apetitos humanos sean sustituidos en elcorazón de los panameños por sentimientos pa-trióticos .

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Patriotas de uno u otro bando, consecuente-mente honestos, abandonarían sus egoísmos tran-sitorios y redefinirían sus posiciones en funcióndel interés nacional. Es lógico, es lo que debeocurrir, el reclamo de la historia . Pero nada impideque ocurra lo contrario y sobrevenga la capitula-ción. Esto es : que los panameños no se pongan deacuerdo, sigan dispersos y entrampados en laestrechez de sus esquemas de poder, y no puedanestructurar el proyecto nacional . Las ventajasserían para proyecto neocolonial y el Imperiolograría imponer, a través de sus organizacionesde fachada en Panamá, su proyecto anexionista,dependiente, antipatriótico . Y, como dijo el otro,de los panameños depende .

Opinión Pública, Hoja diaria N° 7, 30 de marzo, 1988 .

El martillo contra la nuez

Infierno americano, pan nuestroempapado en veneno hay otralengua en tu pérfida fogata ;es el abogado criollode la compañía extranjera .Es el que remacha los grillosde la esclavitud en su patria,y desdeñoso se paseacon la casta de los gerentesmirando con aire supremonuestras banderas harapientas .

Pablo Neruda

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La Estrella de Panamá/4 de marzo de 1988

Vamos a cortar la yugular a Panamá : D' AmatoWASHINGTON (AP)- Seis legisladores re-

publicanos y demócra-tas presentaron ayerun proyecto de ley queimpondría un embar-go total "inmediato, es-pectacular y devasta-dor a Panamá, tantopara los vuelos como

Comunicado del Banco NacionalSe Informa a la ciuda-danía en general queel Banco Nacional dePanamá, como esusual, le solicitó em-barque de efectivo por10 millones de cólaresal Republic National

para el comercio y elcambio de divisas" .

El embargo propues-to prohibiría toda im-portación a Panamá,así como las exporta-ciones norteamerica-nas a este país, sus-pendería los vuelosentre los dos países y

Bank de Nueva Yorkpara satisfacer la de-manda de efectivo delsistema bancario na-cional. Para nuestrasorpresa se nos infor-mó telefónicamenteque el referido embar-

Pedro Rivera

cortarle la yugular aldetener la transferen-cia de fondos de ban-cos de Estados Unidosa Panamá .D"Amato dijo que

pronosticaba que elembargo 'significaríael fin de Noriega encuestión de días .. . . .

que fue congelado poracción legal interpues-ta por el señor WilliamRoger, actuando en re-

presentación del señorJuan Sosa, y ante unacorte federal deEstados Unidos .

Cómo una clase socialse hace el harakiri

Agoniza el país oligarcaQuienes tratan de quebrar la economía del país(para tomarse el poder o para preservarlo) podríanperderlo todo en una sola jugada .

Los sectores hegemónicos (conocidos en Pana-má como "rabiblancos") y los actuales gobernan-tes de Estados Unidos, estimulados por interesesdistintos pero coincidentes (aquéllos el poder,éstos el control estratégico del área) destruyen asu país, el suyo, el que siempre les ha pertenecido,por puro gusto, por nada . Destruyen la parte delpaís que tienen en sus manos . Destruyen el paísde los negociados, el país de la empresa subven-cionada por el Estado, el país de los bancos, el paísde la libre circulación del dólar, el país de la ZonaLibre, el país del gran comercio, el país del consu-mismo, los descuentos directos y las financieras .

Este país, como decía el otro, se "está yendo ala porra" . Este país, como las golondrinas deBecquer, no volverá .

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U.S.A. no paga favoresEste país -el de los rabíblancos- podría

mañana ya no ser el mismo . ¿Cómo rearmar suspedazos? Los que han hecho de todo para des-truirlo no podrán sino empeorarlo .

Al sector de la empresa privada comprometidacon el proyecto neocolonial, anexionista, le serámuy difícil andar por allí diciendo que es "el motordel desarrollo y fuente generadora de empleos" .Nunca lo ha sido en la medida necesaria . Lo serámenos ahora. Lo único que ha garantizado, paradespués de la crisis, es desempleo y su esperanzade recuperación (la de ellos como clase) se afincaen la respuesta que el gobierno de Estados Unidos(el de Reagan) dé a sus demandas . La esperanzade recuperación de sus negocios (que es lo únicoque les interesa) se basa en la posibilidad de queEstados Unidos les pague el favor que le estánhaciendo.

El que conozca un poco la historia de este país(que desconocen) sabrá que Estados Unidos nohace mi paga favores . Más bien los cobra. Si meteun dólar saca diez y pide más . El destino de laoligarquía parasitaria será, al extender la manoabierta, recibir lo único que dan los vencedores amanos llenas: desprecio . Así es. Así será . Estáescrito .

El país de los humildesEl otro país, el nacional (cuya mayoría es

pobre), seguirá siendo el mismo después del holo-causto del país neocolonial. La devastación (quetambién sacudirá con rigor a las capas medias)

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apenas si rozará la piel de los sectores máshumildes que, hace mil sopotocientos años, vivenen el fondo .

Sin embargo, los pobres (que son la mayoría)tienen una visión apocalíptica de la crisis porqueel derrumbe de la clase que los oprime transmitey generaliza su propio sentimiento de inseguri-dad. Los humildes están paralizados, tienen miedoporque desconocen el carácter secular de su po-breza y se preguntan: ¿qué vamos a hacer ahora?¿Qué pasará a este país sin dólares? Son pregun-tas condicionadas por la servidumbre . No entien-den todavía que, en esta contienda, el país humil-de puede, debe y tiene que salir ganando .

Los humildes (que son la mayoría en el paísnacional) superarían su parálisis y terror si toma-ran conciencia de que su aparente "desamparo" esuna ilusión. En la medida en que se agudice la"crisis" aprenderán . Se darán cuenta de que nadapierde el que nada tiene . La esperanza, que es loque reciben de sus explotadores, podrían cam-biarla por certeza . Tener certeza de su condiciónsería mucho mejor que tener esperanza. Esperaviene de esperanza y, esperando, pierde . El quesabe a qué atenerse lucha y, a la larga, gana .

El país nación venceráSi la nación lograra reconocer a sus enemigos

y recobrara la confianza en su propia fuerza, sienfrentase con dignidad e inteligencia el terroris-mo económico, si manejara con astucia y creativi-dad la situación extrema de bloqueo y guerra quese le impuso, si descubriera que existe una infinita

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variedad de mecanismos para garantizar el inter-cambio de mercancías, el trasiego de alimentos yla "puesta de la olla", si tomara conciencia de quese puede producir riqueza sin tutorías extranje-ras, entonces, el país humilde, el país nacional,sobreviviría el holocausto del país "rabiblanco" .

Los empresarios y capas medias, refractariosal proyecto neocolonial y anexionista, comprome-tidos con el proyecto de país-nación, en su opor-tunidad podrían ser factores decisivos en la re-construcción de un sistema económico de nuevocuño, de una república soberana, democrática,sustentada en la justicia social y, sobre todo,capaz del autogobierno y de producir, por lomenos, la comida que se come .

Opinión Pública, Hoja diaria N° 10, 11 de abril, 1988 .

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La guerra. ¿Qué es la guerra? Handicho algunos que es hacer entrartrozos de metal en la carne de loshombres, pero mentira, la guerraconsiste en hacer variar la organiza-ción de los impulsos electroquími-cos, en hacer variar la mente de loshombres.

La guerra en la mente (fragmento)Luis Britto García,Rajatabla, Siglo XXI, México, 1971, p . 67.

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La República/ 17 de marzo de 1988

ABORTADA ACCIÓN AISLADAEN LA FUERZAS DE DEFENSAUn intento de algu-

nos oficiales para to-marse y controlar enla mañana de ayer elcuartel Central de lasFuerzas de Defensa enuna acción aislada,

fue reprimida por lafirmeza de la oficiali-dad y tropas de laInstitución .Entre los oficiales in-

volucrados en esteintento se encuentran

detenidos el coronelLeonidas Macías, losmayores FernandoQuezada, AristidesValdomero, JaimeBenítez y el capitánHumberto Macea.

La violencia portátil

Si el ejército norteamericano, en términos explíci-tos, llevase a cabo la invasión militar programada(tan largamente anunciada), Panamá podría con-vertirse eventualmente en "boccato de cardenale"de los revolucionarios de América Latina y elmundo subdesarrollado . No se requiere, comodijimos acudir al oráculo de Delfos, desentrañarlos textos de Nostradamus, escuchar a WalterMercado o consultar con el brujo de Chepo paraimaginar cómo podrían evolucionar los aconteci-mientos en esta parte del mundo .

Hasta ahora las tropas norteamericanas ejer-cen el monopolio de la violencia itinerante (ellosinventaron la guerra portátil) y se desplazan porlos cuatro puntos cardinales ejerciendo su dere-cho (humano según ellos) a la agresión : repartien-do palo y patadas a tutiplén . ¡Cuán atractivapodría serle a más de cuatro la posibilidad depegarle a su archienemigo en lo que sería de aquíen adelante "su propio territorio'!

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Eventualmente, el problema para los revolu-cionarios, "cabecicalientes" y hasta terroristas delmundo no sería tanto, cómo pegarle a los marinessino quién lo hace primero .

La verdad sea dicha: a nosotros, panameños,no nos gustaría que eso ocurriese . No nos gustaríaque nuestra tierra tuviese el privilegio de serescogida, como se dice, "para enterrar el cadáverdel imperialismo" . No querríamos ver a nuestrocielo azul erizado de helicópteros, a nuestra selvaarrasada por bombas, al Canal convertido en unazanja llena de mosquitos .

Opinión Pública, Hoja diaria N° 14, 18 de abril, 1988 .

El martillo contra ta nuez

Martirio no es la brutalidad estúpi-da que se venga de una superiori-dad envenenándola dramáticamen-te con un veneno potable o crucifi-cándola trágicamente en una cruzde palo. Martirio es la impotenciade todo nuestro ser en la incompati-bilidad absoluta con la realidad, conla sociedad y con los hombres . Mar-tirio es la conciencia para empezar aconocerlo .

Eugenio María de Hostos, "Cartagena de Colombia" en :Obras, Casa de las Américas, La Habana, 1976, p . 279.

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Análisis y analistasEl comportamiento de las masas es a menudoexplicable por los diversos mecanismos de mani-pulación que emplazan las clases hegemónicaspara alcanzar sus objetivos estratégicos .

Los pueblos, generalmente, no son conducidossino inducidos .

Muy a menudo, sin embargo, ciertos analistas(motivados por ambiciones coyunturales, frustra-ciones, carencias y compromisos encubiertos)confunden las causas con los efectos, se encapri-chan en "buscarle cinco patas al gato", insisten enconfundir los síntomas con la enfermedad y tratande demostrar que la fiebre está en las sábanas .

Opinión Pública/Sin referencias, posiblemente 1988 .

Pedro Rivera

La nostalgia por el látigo

Cuando se inicia la lucha contra la esclavitud enEstados Unidos (en los tiempos de María Castaña)muchos esclavos estuvieron en contra .

Sí: muchos esclavos querían seguir siendoesclavos . Acostumbrados a vivir en las barracas,a comer en las barracas, a reproducirse en lasbarracas, no podían imaginar sus vidas sin de-pendencia, sin amo, sin el látigo a tiempo, sinescupitajo diario, sin la patada en el trasero . Erauna manera de vivir y no conocían, para esa fecha,otra. El esclavista, que no era bobo sino como "tíoconejo para sus cosas", los educó en esa visión delmundo . El castigo y el "adiestramiento" (a travésde rudimentarios, pero eficaces sistemas escola-res, y la Iglesia) fijaban en la mente del esclavoconductas de servidumbre y resignación . Losblancos y negros que se levantaron contra elsistema de la esclavitud (aquéllos por razoneseconómicas y éstos por conciencia de clase) tuvie-ron que enfrentar a esclavos que se negaban a serlibres. El razonamiento era sencillo : "amo darlátigo, pero dar comida" .

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La libertad, en el mundo de las barracas, era unvalor desconocido . No en pocas ocasiones, algunosesclavos "sapearon" y contribuyeron a linchar aquienes los inducían a luchar por la libertad . Erauna reacción natural y explicable : la libertad de lasque hablaban las vanguardias antiesclavistas eranincompatibles con las enseñanzas de la Iglesia y, porlo general, acarreaban castigo . Al terror de lo desco-nocido se sumaban el terror al látigo .

La historia viene a propósito de explicarnos unpoco, por analogía histórica, lo que ocurre enPanamá .

Los tiempos cambian y las servidumbres tam-bién . Ya no habrá esclavitud en los términos delátigo y gargajo . Pero el colonialismo, como laesclavitud, presupone subordinación .

Sucede que muchos panameños sienten nos-talgia por la servidumbre . (No hablamos, por su-puesto, de unos cuantos que ostentan lustrososapellidos, más norteamericanos que los norteameri-canos, panameños por casualidad y por `cuestionesde negocio"). Nos referimos al montón que respondea patrones de conducta prefijados por la colonia yreniegan, sin saberlo, de su identidad .

Los que piensan (en serio) que si se van losgringos se morirán de hambre, que sin el dólar nopueden vivir, que sería una bendición que invadie-ran los marines "para que las cosas se arreglen", nohan salido de las barracas, tienen fascinación por ellátigo extranjero, terror a la libertad y ya no seesconden para decir: "amo dar látigo, pero dardólar" .

Opinión Pública, Hoja diaria N° 17, 4 de mayo, 1988 .

El martillo contra la nuez

Todos los santos que han ofrecido laotra mejilla, que han perdonado lasofensas, que han recibido sin estreme-cerse los escupitajos y los insultos, soncitados y puestos como ejemplo .

Franz Fanon, Los condenados de la tierra, Fondo deCultura Económica, México, 1963 . p . 59 .

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Trabajo y salarioLa riqueza social no es posible sin el trabajo . Losseres humanos deben destinar una respetableparte de su tiempo y energía a la producción .

Se produce detrás de un arado, en un aula declases, en un centro de salud, colocando adoqui-nes, pintando un cuadro o manipulando un sofis-ticado sistema de computadoras. Se produce tra-bajando . A cambio del trabajo se recibe un salario .Lo justo o injusto de esa "paga", con respecto a loque se produce, será motivo de discrepancias encualquier sistema social conocido . No obstante, esclaro que el trabajo productivo es un deber y underecho, y se fundamenta, como toda experienciahumana, en una ética (condicionada, por supues-to, por la historia) .

En nuestros tiempos, tan inmoral es el que vivedel trabajo de los demás como el que cobra por untrabajo que no hace y, encima, lo justifica .

Opinión Pública/sin referencias, posiblemente 1988 .

Paisaje bíblico

Hubo una vez un gobernador extranjero que, en laplaza pública, presentó a dos hombres a la mu-chedumbre enardecida.

-Uno de ellos morirá- dijo. -Decidan uste-des cuál debe vivir .

Las cosas no marchaban bien . La guerra y ladelincuencia se extendían por el mundo conocido .Los ejércitos asolaban campos y ciudades . A lagente que tenía hambre y odio en sus corazones,inducida por los sacerdotes, comerciantes, agio-tistas, ovejeros y ocupantes extranjeros, no le fuedifícil escoger al que debía morir. Agitadores en-tremezclados con la multitud, empezaron a señalarcon el dedo a uno de los hombres .

-Él es el culpable de nuestras desgracias-gritó uno .

-Es el corruptor del pueblo- dijo otro .-Los soldados extranjeros nos reprimen por

su culpa- vociferó otro .-Los negocios andan mal por meterse con los

extranjeros- tronó el último- . ¡Qué muera!Al poco rato, la multitud enardecida, fuera de

control, señalaba hacia uno de los hombres . Elgobernador se lavó las manos .

Ese día crucificaron a Jesús .Opinión Pública, Hoja diaria, posiblemente 1988 .

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El martillo contra la nuez

El fascismo, después de todo, nonecesita empezar, imprescindible-mente, desde fuera del sistema exis-tente. También puede trabajar des-de el interior . Algunos comenta-ristas políticos, observando elpoder de la Iglesia, o del ejército,en el mundo de hoy, dirían, inclu-so, que ya ha empezado.

S.J .Wolf, El fascismo europeo, Grijalbo, México, 1970,p.24 .

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Nación o colonia (1)El colonialismo y el neocolonialismo (en sus for-mas contemporáneas encubiertas) se articulan, confrecuencia, bajo el amparo de la "quintacolumna" .

La "quintacolumna" existe, muchas veces, apesar de ella misma. Ignora el papel que juega yno en pocas ocasiones justifica su complicidadcon el invasor guiada por intereses de clase,razones altruistas o, incluso, manipulandoverdades . Se es "quintacolumna", en el sentidoque nos ocupa, cuando se es incapaz de percibirla forma como el invasor juega con los apetitos depoder, manipula a su favor las disputas internasy pone en peligro la existencia de la nación .

La cuestión, entonces, no es dejar de ser lo quese es y dejar de luchar por lo que se cree . Se tratade no transar con el invasor ni darle oportunidadpara que emplace su estrategia de dominación acosta de nuestras disputas domésticas .

Opinión Pública N° 1, junio, 1988

Proteínas, traumas y fascismo

Confieso que tengo amigos muy cercanos, poten-cialmente fascistas : inteligentes, sobrios, casi ve-getarianos, egoístas avaros, ególatras, crueles comoniños, irreverentes y con traumas infantiles insu-perables .

Se llega a ser fascista sin darse cuenta y hastacon buenas intenciones . Se llega odiando la corrup-ción, abanderando "causas morales justas"; por víade la frustración, la rabia, el egoísmo, la sed devenganza, el nacionalismo y el anticomunismo .

Al fascismo se llega por la vía de la irracio-nalidad . (Hitler, por ejemplo, es un destacadoexponente del deterioro de la condición humana) .Se llega al fascismo cuando no se utilizan ins-trumentos científicos para el análisis de losfenómenos sociales y se actúa por puro interéspersonal; cuando no se superan los traumasinfantiles y el voluntarismo ético es manipulado(con éxito) en función de los intereses de lasclases hegemónicas .

Esto deberían saberlo nuestros cultos amigos .Opinión pública N° 1, junio, 1988 .

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El martillo contra la nuez

La pintura medieval, que describeentre llamas y humo los rostros con-vulsos de los condenados, trata desituar geográficamente el infiernoen el centro de la tierra . Pero no tienemuchas diferencias con las cámarasde tortura de los calabozos de laInquisición.

Pedro Gómez Valderrama, Muestras del Diablo, Col-cultura-Altamir ediciones, 4ta. edición, Bogotá, 1993,p.128 .

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Nación o colonia (2)No será fácil a quienes disputan el poder, en unpaís dependiente y espiritualmente subdesarro-llado, desechar alianzas con potencias invasoras .

El "nativo" que actúa por despecho, o porquepiensa que ha sido despojado del poder, o porquese considera más capacitado para ejercerlo, sientefascinación por la ayuda extranjera que puedarecabar para su causa . Sin saberlo se traiciona así mismo cuando acepta la mediación de unapotencia que tiene intereses explícitos, o actúapremeditadamente para sacar provecho y volcartoda solución a favor de sus intereses hegemóni-cos .

El "nativo" que sirva de "quintacolumna", noimporta cuánta vehemencia lo justifique, recibirácon su ilusoria victoria, el escupitajo del "aliado"extranjero .

Todo invasor desprecia a quien bien lo sirve . Lahistoria está llena de ejemplos .

Cada día es más claro que los panameñosdeben avanzar hacia su democracia sin ceder unápice al agresor extranjero .

Opinión Pública N° 2, julio, 1988 .

En nombre de Dios

Tratamos de seguir con mucho cuidado y especialreverencia las habituales apariciones de Monse-ñor McGrath a través de los canales de televisión .Lo hacemos porque el arzobispo es, en Panamá, lavoz más autorizada de la Iglesia Católica . Es elvocero del Vaticano y siempre hemos pensado querepresenta la infalibilidad de Dios .

Pero, últimamente hemos tenido la impresiónde que los alegatos del representante de Dios, guíaespiritual y pastor de los humildes, justificancosas como el congelamiento de los fondos (dóla-res) de Panamá en los bancos de Estados Unidos .Escuchamos sus declaraciones y las de sus másconspicuos colaboradores de la llamada "cúpula"católica. Notamos que no condenan, con el énfasisdebido, las acciones terroristas emprendidas porel gobierno de Reagan contra Panamá y que, másbien, las favorecen . Y uno, perplejo, se pregunta :¿será el bloqueo económico una de las formas enlas que se expresa, en los tiempos contemporá-neos, la justicia divina? ¿Es así como se redimen

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en nuestra época los pecados del mundo? ¿Seráque los pueblos, como los individuos, alcanzan lasalvación eterna a través del castigo y la peniten-cia, y están condenados a dar y dar y dar la otramejilla? ¿Será por eso que no es descartable unainvasión de marines en nombre de Dios?

Si su Ilustrísima habla en nombre de Dios yDios está, como se deduce de su acento, del ladode los norteamericanos, todos los que nos empe-ñamos en dar forma a una nación en esta parte delmundo estamos fritos, bien fritos . Nos llevará,literalmente hablando, Candanga. Iremos dere-chito al infierno a menos que humildemente y conresignación reconozcamos nuestros "falsos nacio-nalismos" y retomemos la senda señalada por losprofetas de nuestro tiempo .

Uno nunca sabe. Ser simple mortal (y ademáspecador) tiene sus desventajas . Los caminos delSeñor son inescrutables y tal vez lo que Él quiera(de acuerdo con sus voceros más autorizados) esla subordinación, cristiana que llaman, de todoslos miserables de la tierra al coloso del norte .¿Será el señor Reagan uno de los profetas queanuncian las escrituras? Dios no coja confesados .

Opinión pública N° 2, julio, 1988 .

El martillo contra la nuez

Desde sus primeras manifestacio-nes anseatistas en 1826 hasta la con-creción federalista de 1855 el auto-nomismo istmeño reivindicó, sin so-lución de continuidad, las mismasfranquicias comerciales que ya, conanterioridad, había exigido al do-minio hispánico .

Ricaurte Soler, Panamá en el mundo americano, Edi-ciones Librería Cultural Panameña S.A ., 1973, p .39

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Nación o colonia (3)Siempre será mejor eludir el arbitraje -cuando serequiriese- de la potencia invasora . El arbitrajese busca entre hermanos y jamás de quien es parteinteresada y aguarda, agazapado, para meter lazarpa y arrebatara la nación su riqueza y sudecoro .

Los panameños pueden tener contradiccionese intereses coyunturales irreconciliables . No esta-rán de acuerdo en relación con la economía, elpoder político, el papel de los militares y la orga-nización social. Pero, si son panameños, estaránde acuerdo en la necesidad de estructurar lanación (que es una comunidad de intereses) yliquidar de una vez y para siempre la colonia (quees otra comunidad de intereses) .

La colonia frente a la nación : he allí la disyun-tiva. Las diversas fuerzas deben estructurar susprogramas y plataformas ideológicas -como go-bierno, como oposición o como clase- en funciónde este objetivo ineludible . Los otros intereses, sindejar de ser importantes, se le subordinan .

Opinión Pública N° 4, julio, 1988 .