Pedro Paramo Murmullos, Laura Bernal

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PEDRO PARAMO: NARRAR LOS MURMULLOS DE LOS MUERTOS. Laura Bernal Filosofía y Letras Universidad de Caldas Entre las escazas anécdotas de Juan Rulfo y su obra, existe la del nombre original de Pedro Páramo. Según él, la novela se iba a llamar Los murmullos, nombre que fue remplazado a última hora. La anécdota es la siguiente: cuando regresó a San Gabriel, su pueblo natal, lo encontró abandonado, como tantas veces sucedía con los pueblos de Jalisco. Solo quedaban las casas vacías, el sol y el viento. Pero además alguien había plantado casuarinas por todas partes. Estas plantas tienen unas delgadas ramas y hojas como fibras, que se estremecen con el viento formando un murmullo. Rulfo afirma que cuando estaba allí oyendo ese murmullo sintió que eran los muertos los que hablaban. En una de sus acepciones, murmullo es un “ruido continuado y confuso”. Este significado sirve además para definir narrativamente la novela de Rulfo. El murmullo no es para Rulfo solo el motivo de una pintoresca anécdota, de una experiencia casi mística, de un secreto revelado, sino que es toda una revelación estética, que lo llevará a ciertas formas narrativas que caracterizan su novela. El presente ensayo pretende realizar un análisis de esta estructura narrativa y cómo es resultado de unas preocupaciones particulares de Rulfo. Desde su publicación en 1955 la novela fue criticada por su desorden, por la deficiencia de sus líneas narrativas, por las múltiples voces y temporalidades que no encuentran una secuencia clara, en últimas, por terminar siendo solo un “ruido continuado y confuso”. Uno de sus primeros grandes críticos, quienes construirían desde esos primero años el mito de Rulfo, el poeta Alí Chamucero, confesaba que en su primera lectura la novela le pareció el ejercicio de un aprendiz, una obra inmadura en la cual el autor apenas estaba explorando los recursos narrativos y por eso su mal manejo. Sin embargo, cuenta que tiempo después la volvió a leer y se dio cuenta que existía un orden subyacente, una estructura menos visible que le daba una unidad no fácil de evidenciar, hecho que la hacía una novela sin precedentes en la literatura latinoamericana.

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Literatura latinoamericana

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  • PEDRO PARAMO: NARRAR LOS MURMULLOS DE LOS MUERTOS.

    Laura Bernal

    Filosofa y Letras

    Universidad de Caldas

    Entre las escazas ancdotas de Juan Rulfo y su obra, existe la del nombre original de Pedro

    Pramo. Segn l, la novela se iba a llamar Los murmullos, nombre que fue remplazado a ltima

    hora. La ancdota es la siguiente: cuando regres a San Gabriel, su pueblo natal, lo encontr

    abandonado, como tantas veces suceda con los pueblos de Jalisco. Solo quedaban las casas

    vacas, el sol y el viento. Pero adems alguien haba plantado casuarinas por todas partes. Estas

    plantas tienen unas delgadas ramas y hojas como fibras, que se estremecen con el viento

    formando un murmullo. Rulfo afirma que cuando estaba all oyendo ese murmullo sinti que

    eran los muertos los que hablaban.

    En una de sus acepciones, murmullo es un ruido continuado y confuso. Este significado sirve

    adems para definir narrativamente la novela de Rulfo. El murmullo no es para Rulfo solo el

    motivo de una pintoresca ancdota, de una experiencia casi mstica, de un secreto revelado, sino

    que es toda una revelacin esttica, que lo llevar a ciertas formas narrativas que caracterizan su

    novela. El presente ensayo pretende realizar un anlisis de esta estructura narrativa y cmo es

    resultado de unas preocupaciones particulares de Rulfo.

    Desde su publicacin en 1955 la novela fue criticada por su desorden, por la deficiencia de sus

    lneas narrativas, por las mltiples voces y temporalidades que no encuentran una secuencia

    clara, en ltimas, por terminar siendo solo un ruido continuado y confuso. Uno de sus primeros

    grandes crticos, quienes construiran desde esos primero aos el mito de Rulfo, el poeta Al

    Chamucero, confesaba que en su primera lectura la novela le pareci el ejercicio de un aprendiz,

    una obra inmadura en la cual el autor apenas estaba explorando los recursos narrativos y por eso

    su mal manejo. Sin embargo, cuenta que tiempo despus la volvi a leer y se dio cuenta que

    exista un orden subyacente, una estructura menos visible que le daba una unidad no fcil de

    evidenciar, hecho que la haca una novela sin precedentes en la literatura latinoamericana.

  • A lo largo de los aos muchos crticos han definido ese orden subyacente, esa estructura

    subterrnea. Para este fin se parte entonces del hecho de la negacin de procedimientos

    narrativos convencionales. No existe por ejemplo un orden evolutivo que atienda a una secuencia

    cronolgica, tampoco un narrador definido, ya que son varias las voces que se entrecruzan en

    una serie de monlogos, tampoco lneas narrativas organizadas, sino que tenemos una serie de

    fragmentos narrativos que se intercalan a lo largo de la novela. En ltimas, tenemos la

    concepcin de la novela moderna: la idea de fragmentacin, el encuentro mltiple de voces, la

    tcnica del monlogo, la discontinuidad temporal, y muchos otros elementos que inauguran

    personajes como Joyce, Proust, Virginia Woolf, y que en Amrica sern introducidos por

    William Faulkner. Sobre estas genealogas se ha hablado bastante, y es todo un captulo de la

    tradicin que desembocar en el fenmeno del boom. Pero no quiero centrarme en este anlisis,

    sino en la estructura interna de la novela.

    La novela inicia con la llegada de Juan Preciado a un pueblo de la regin de Jalisco llamado

    Comala. Este va en busca de su padre, Pedro Pramo, por una promesa que le ha hecho a su

    madre antes de morir. Pero lo que encuentra en Comala es un pueblo abandonado. Sin embargo,

    varias personas se le van a aparecer. Luego se revelar que estn muertas. Esta serie de

    encuentros, que en principio tendrn cierta corporalidad, despus se reducirn solo a voces que

    surgirn por todas partes, y que irn reconstruyendo la historia de Pedro Pramo.

    Tenemos entonces dos ncleos narrativos principales, sobre los cuales muchos concuerdan est

    construida la compleja estructura de la novela. Por una parte tenemos el periplo de Juan

    Preciado, lo que le acontece en Comala con las voces de los muertos, hasta su posterior muerte,

    desde la cual seguir escuchando y reconstruyendo la memoria de su parte. Y como segundo

    ncleo, el cual es sin duda el principal, est toda la historia de Pedro Pramo, un patriarca

    mexicano que vive antes y durante la Revolucin, que ser reconstruida por las mltiples voces

    de quienes en vida lo conocieron.

    Sin embargo, estos dos ncleos no estn diferenciados, sino contrapuestos. Se parte entonces de

    una situacin inicial, el viaje de Juan, que ir introduciendo la historia principal de Pramo. Esto

    se logra gracias a digresiones, intercalaciones y contrapuntos narrativos, que de manera no

    cronolgica reconstruirn toda la vida de Pedro Pramo, desde su infancia hasta su muerte, y de

    fondo tambin est la historia de Comala, de un pueblo que ya no existe, y que solo alberga el

  • murmullo de los muertos. Por supuesto, la interpretacin se puede llevar ms all, y decir que

    Rulfo logra reconstruir muchos aspectos de la sociedad mexicana de principio de siglo, y

    posterior a la revolucin.

    Respecto a esta estructura desordenada, o mejor, a esta des-estructuracin, Carlos Fuentes fue

    uno de los primeros que estableci la relacin entre esta forma narrativa y las necesidades de

    Rulfo de explicar ciertos rasgos de la cultura mexicana. Dice al respecto:

    Esta recreacin es expuesta por Rulfo mediante una alteracin del tiempo que no es fortuita: ella

    obedece a la acumulacin desordenada de la memoria mexicana, al sentido de las supervivencias,

    de las pugnas jams canceladas, de las sangres derrotadas y victorias que se agitan en el ser de

    Mxico. Y dentro de este plan de reflexivo desorden, Rulfo nos habla, en primer trmino, de una

    naturaleza que retrata un conflicto. (Pg. 104)

    Esta cita es usada por el profesor Fabio Jurado Valencia en su libro Pedro Pramo: murmullos,

    susurros y silencios, la cual lo lleva a concluir que:

    Detrs de la supuesta ilogicidad hay una coherencia que tiene que ser reconstruida por el lector;

    la des-estructuracin de la novela se corresponde con la des-estructuracin cultural del mundo

    de los mexicanos, lo que permite comprender su carcter altamente sincrtico. (Pg.104)

    As, en primera instancia se reconoce que este orden catico de la historia, esta reconstruccin

    de la ancdota, de la vida de unos personajes, a su vez de la vida de un pueblo, atiende a una

    concepcin esttica del mundo mexicano, lo cual es corroborado por varios declaraciones de

    Rulfo al respecto de la elaboracin de la novela.

    Una vez expuesto en trminos generales estos dos ncleos, y como se presentan en trminos de

    la ancdota, viene un segundo elemento, del cual deriva esta concepcin de murmullo, que es

    el del narrador, el del encuentro de voces. En ltimas, se puede definir qu se nos cuenta, y hacer

    una sntesis de la fbula, sin embargo, lo que hace a Pedro Pramo un hito en la literatura

    latinoamericana es su forma de contarla.

    Fijo a estos dos ncleos narrativos, la novela se distribuye en setenta fragmentos que son

    contados por mltiples voces, entre las cuales se destacan la de Juan Preciado y Dorotea. Si bien

    Preciado viene del mundo de los vivos, a mitad de la novela se declarar su muerte, y desde la

  • tumba, acompaado por Dorotea, seguirn reconstruyendo la historia de su padre. Se afirma

    entonces que es una novela prosopopyica, ya que sus protagonistas hablan estando ya

    muertos, y respecto a un pasado que es incluso trado muchas veces al plano de un tiempo

    presente, en un juego narrativo de remembranza, como cuando dentro de los recuerdos evocados

    de los muertos se introduce la voz en estilo directo de quienes vivieron ese pasado. Por ejemplo

    en la parte en que se evoca la infancia de Pedro Pramo, exactamente cuando este vio llegar a su

    casa el cuerpo de su padre asesinado, no solo se reconstruye ese da, sino tambin las voces que

    escuch en ese momento. Dice:

    Llamaron a su puerta; pero l no contest. Oy que siguieron tocando todas las puestas, despertando a la

    gente ()

    Rumor de voces. Arrastrar de pisadas despaciosas como si cargaran con algo pesado.

    Ruidos vagos.

    Vino hasta su memoria la muerte de su padre, tambin en un amanecer como ste; aunque en aquel

    entonces la puerta estaba abierta y trasluca el color gris de un cielo hecho de ceniza, triste, como fue

    entonces. Y a una mujer contenida en llanto, recostada contra la puerta. Una madre de la que l ya se haba

    olvidado y olvidado muchas veces dicindole: han matado a tu padre (...)

    Nunca quiso revivir ese recuerdo porque le traa otros, como si rompiera un costal repleto y luego quisiera

    contener el grano. La muerte de su padre que arrastr otras muertes y en cada una de ellas estaba siempre la

    imagen de la cara despedazada.

    - Descnsenlo aqu! No, as no. Hay que meterlo con la cabeza para atrs. T! Qu esperas?

    Tono en voz baja.

    - Y l?

    - l duerme. No lo despierten. No hagan ruido. (Pg. 73)

    Este pasaje permite ver claramente la enorme complejidad del encuentro de voces de la novela.

    No se trata solo de que se escuche a los muertos reconstruir la vida de diferentes personajes

    alrededor de la vida de Pedro Pramo, no son solo las voces que vienen de la tumba, sino que

    dentro de estas voces se pueden encontrar otras voces, y adems existe una especie de traslacin

    temporal, o lo que ya se haba nombrado como interpolacin. Si bien ya para el momento de la

    obra Juan Preciado ha muerto y est en la tumba con Dorotea, con la cual sostiene reiteradas

    conversaciones, al lector en este punto es trasladado al pasado, sin saber concretamente si es la

  • voz de Dorotea o de quin la que cuenta, y donde a su vez existen incluso las voces que fueron

    pronunciadas en su momento, en este caso la de los hombres que traan el cuerpo del padre de

    Pedro Pramo.

    Durante los 70 fragmentos esto es lo que vamos a encontrar: constantes cambios de voces y

    tonos, de espacios y de tiempo. De esta manera se concreta la concepcin de un mundo desolado

    y fragmentado, no solo en la temporalidad y espacialidad, sino en el propio recuerdo, en la

    propia memoria que se manifiesta en estas voces, que terminan difuminndose y

    entremezclndose entre s, hasta producir un murmullo, una visin confusa, pero a la vez

    poseedora de mltiples significados. Y frente a esto es que se va a enfrentar Juan Preciado, y en

    ltimas, el lector: a la pretensin de reconstruir una realidad catica y compleja, inexacta y

    desolada. Sobre estos complejos principios narrativos se postula entonces una idea de la memoria

    y de la muerte.

    Se llega entonces al punto de identificar en trminos generales cmo funciona formalmente la

    novela, y de relacionarla con los problemas a los que se enfrenta Juan Rulfo. Una interpretacin

    que se podra arrojar es que la novela en ltimas narra un viaje de reconocimiento. Juan Preciado

    se adentra en Comala para conocer su pasado, traducido en el pasado de su padre. Por eso la

    primera afirmacin Vine a Comala nos introduce de inmediato en este mundo, que muchos han

    interpretado desde la mitologa judeo-cristiana del purgatorio, es decir, de un espacio fuera del

    espacio, indeterminado. Y lo que se encuentra all es el testimonio de los muertos, no ya de los

    vivos que no poseen en su memoria el conocimiento que se busca. Una vez determinada la

    necesidad de escuchar a los muertos el murmullo se manifiesta.

    Sin embargo, el punto esencial de esta cuestin es que Juan Preciado no solo debe desplazarse a

    este limbo, sino que tiene que hacer parte de l, es decir, tiene que pagar el precio de su

    curiosidad, tiene que ser tambin un muerto, tiene que ser tan solo una voz que escuche y sea el

    contrapunto de las otras. Esta idea es manifestada de forma directa en el libro:

    - Quieres hacerme creer que te mat el ahogo, Juan Preciado? Yo te encontr en la

    plaza, muy lejos de la casa de Donis, y junto a m tambin estaba l, diciendo que te

    estabas haciendo el muerto () Y ya ves, te enterramos.

    - Es cierto Dorotea. Me mataron los murmullos. (Pg. 64)

  • Es despus de este punto que se empieza a desplegar toda la imagen de Pedro Pramo, en que

    podemos verlo claramente, en que deja de ser la imagen difusa de los murmullos, y podemos

    regresar al pasado y verlo frente a frente, como en el pasaje citado de cuando llevaron el cadver

    de su padre a la casa.

    Y junto con Pedro Pramo conocemos el destino de muchos ms personajes, un complejo

    mosaico de destinos trgicos que sucede en Comala, donde impera la violencia y la muerte.

    Conocemos entonces a Susana San Juan, la amada de Paramo, a Fulgor Sedano, a Florencio, a

    Dorotea, a Dolores Preciado, a Osorio, a Alderete. Todos unidos bajo este destino colectivo, en

    los que se indagan muchos aspectos de la cultura mexicana, desde la figura del gamonal, hasta la

    revolucin mexicana y sus bandoleros. Al respecto Jorge Volpi en Me mataron los susurros

    dice:

    En realidad, en Comala no hay nadie, como se repite muchas veces a lo largo de la novela, slo

    fragmentos de seres vivos, lamentos y aullidos, retazos y piezas sueltas de sus antiguos

    moradores: de ah que la potica elegida por Rulfo para describirla sea la de la precariedad. No

    slo el estilo trata de acercarse una y otra vez al silencio, no slo las frases cortas y desnudas son

    de un arcasmo que nos remonta a los orgenes y, por tanto, a la nada, sino que incluso el tiempo

    dislocado y la brevedad de los pargrafos son otras tantas metforas de la dolorosa cortedad de la

    vida y de la permanente amenaza del fin.

    Comala se convierte entonces en un espacio ficcional donde Rulfo interroga su cultura, su

    pasado, su identidad, con una esttica nica y personal. No es un espacio alegrico, pero

    tampoco es un espacio existente, es ms un espacio evocativo. As, parece ms un constante

    murmullo, de ah que se haya hablado tanto de su brevedad, de su parquedad, de la impresin de

    estar incompleta, de acercarse tambin a Kafka no solo en su estilo, sino tambin en la mirada

    absurda y oscura sobre el mundo. Estas consideraciones generales permiten ver por qu Pedro

    Pramo, sus escasas poco ms de 100 pginas, es una de las novelas ms importantes del s. XX.

  • BIBLIOGRAFIA.

    CAMPBELL, Federico. Editor. La ficcin de la memoria: Juan Rulfo ante la crtica. Ediciones

    Era. Mxico D.F., 2003.

    FORN, Juan. El zorro y los murmullos. Pgina 12. http://www.pagina12.com.ar

    /diario/contratapa/13-233643-2013-11-15.html

    JURADO VALENCIA, Fabio. Pedro Pramo: murmullos, susurros y silencios. Comn

    Presencia. Bogot, 2005.

    RULFO, Juan. Pedro Pramo. Editorial Planeta. Barcelona, 2003.