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CRÍTICA/HOMENAJE AL ACTUARIO RODOLFO CORONA VÁZQUEZ • PÉNDULO21/UNO/DICIEMBRE 2012 • CONTENIDO Rodolfo Corona: dialógico, docente, decente La Jornada Aguascalientes/ Aguascalientes, México DICIEMBRE 2012/ Año 4 No. 67 Para hacer política-política Cuando escucho hablar a Rodolfo me pregunto ¿Tendre- mos instalado en el cerebro un centro de toma de decisiones? El estará de acuerdo que no, en todo caso ese centro está dispuesto en la vida, dicho en tono heideggeriano, en nuestro ser en el mundo. El Actuario Corona, de cordiales razones y argumentos razonables, enseña que una particularidad de la toma de decisiones es la CONFIANZA. Las decisiones se deben tomar con amplia seguridad. Incluso, infiero de sus charlas, debemos tener cuidado y gobernar las emociones presentes siempre. Si le seguimos la pista a su discurso, inferiremos que mantiene siempre en alerta una asignatura: el desarrollo de sistemas dinámicos para la toma de decisiones. Un tema que a cada instante requiere adecuación, interpretación, conside- ración, cada decisión tiene virtud de única. Algunas no tienen ventanilla de gestión por su simpleza o por tener normatividad aplicable; otras se deciden en la emergencia, no pueden ser ocurrencias, es necesario buscar datos y ordenaciones que posibiliten mejores opciones; algunas más, requieren un mapa conceptual sólido y fáctico; fallos a priori en las que el colectivo participa como “democracia directa” sin filtro. Las decisiones tienen su ciencia: la estadística. Hemos aprendido de Rodolfo que debemos conocer nuestras propias emociones y su influencia sobre los procesos de toma de decisiones, que es importante que no se invadan. Una higiene intelectual para apoyar los juicios y los cambios en las decisiones previamente tomadas; enseña que es esencial información, datos, abstracciones, para otorgar equilibrios al elegir algo, en lugar del otro u otros. Hace hincapié en ejercer la libertad dentro de un espectro de posibilidades o alterna- tivas sujetas a percepción e interpretación. La pedagogía de Corona impulsa y acompaña la construcción de significados de acciones de los actores y las modificaciones hechas por los integrantes de un colegiado electoral. Habida cuenta que una parte de las voces son actores-competidores, además tienen voz en la autoridad, ¡que paradoja!, observan las acciones ejercidas por otros actores. Apreciaciones diversas son barro del espíritu democrático. Corona aporta sistematización a datos empíricos, ónticos, así como habilidad en sus lecturas, carácter para hacerlos significativos, razones suficientes para motivar un acuerdo. Además nunca cancela el derecho a soñar. Según la impor- tancia o momento procesal de una decisión en órganos electorales, se generan niveles de certeza y al mismo tiempo incertidumbre, desconocimiento y escándalo mediático. Por ello Corona Vázquez llama a contar con mejor información, factor esencial para el régimen de comicios. Sobre todo en la arquitectura electoral en la que toda decisión es premisa de otra decisión, siempre perseguida por la preclusión. Una decisión siempre tiene una racionalidad limitada por la propia información, por los factores sentimentales, por las restric- ciones de las propias decisiones, sostiene. En simples conversaciones con el Actuario Corona aparece su espíritu áulico, coincide con Max Weber 2 en el sentido de afirmar la acción social racional con arreglo a fines y con ajuste a valores, así como afectivo y tradicional. Un cuerpo colegiado, explica, deontológicamente debe garantizar com- portamientos para lograr fines racionales; ejercer conductas en creencias, valores, carácter, costumbres, normas…, con la misma intensidad con la que se gobierne las emociones que despiertan los afectos. En consecuencia, para que se detone la acción social los actores deben darse cuenta del significado de la conducta del otro y proceder a interpretarlo. Los proce- sos electorales en su toma de decisiones deben verse desde distintas perspectivas y disciplinas para ser comprendido en su totalidad de dimensiones y significados. Una lección. Los datos de encuestas efímeras e irres- ponsables se han comprometido con fines que no pueden cumplir, infladas por “gambusinos” de nuevo cuño, brujos de la prognosis, falsarios del destino. No se puede ir en contra de su valor empírico pero sirven limitadamente, se oculta su verdadera eficacia. No sustituyen liderazgos, no degradan la realidad, no suplantan el sentido de la existencia. En el mercado político las encuestas se leen una sola vez y luego a la basura. Los datos empíricos en Rodolfo Corona son como la lectura del Quijote, a cada lectura corresponden nuevas interpretaciones, dimensiones, alternativas, realidades fusionadas. 2 Vid. Max Weber, Sociedad, política e historia, Barcelona, Editorial Alfa, 1981. Adriana Damián Olvera Ignacio Ruelas Olvera R odolfo Corona: dialógico, docente, decente Ignacio Ruelas Olvera Las migraciones de los mexicanos Parte I Rodolfo Corona Vázquez L a maestra pasa lista… Rodolfo Corona Vázquez… ¡Presente!, con mano levantada contesta una tierna voz. Presente y dedo indicativo mostraron el anticipo de un mundo diferente: el desarrollo de sistemas de toma de decisiones. Siempre ha dedicado su vida a interpretar la realidad a partir datos que ordena magistralmente. Hablaré de Rodolfo desde el espacio dónde compartí responsabilidades procedimentales de orden electoral: el Consejo Local Electoral, IFE. Fue un verdadero privilegio compartir la colegialidad. A cada procedimiento correspondió una enseñanza; de sus conversatorios me queda una riqueza invaluable. Celebro la iniciativa del reconocimiento a sus capacidades, impulsos, desprendi- miento, pero más alabo al celebrado. En él se conjuga razón y emoción, argumento y pru- dencia, interpretación y objetividad, responsabilidad y pacto, colaboración y afectos buenos.

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suplemento critico de La Jornada Aguascalientes

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CRÍTICA/HOMENAJE AL ACTUARIO RODOLFO CORONA VÁZQUEZ

• PÉNDULO21/UNO/DICIEMBRE 2012 •

CONTENIDO

Rodolfo Corona: dialógico, docente, decente

La Jornada Aguascalientes/ Aguascalientes, Mé xico OCTUBRE 2010/ Añ o 2 N o. 20La Jornada Aguascalientes/ Aguascalientes, México DICIEMBRE 2012/ Año 4 No. 67

Para hacer política-política

Cuando escucho hablar a Rodolfo me pregunto ¿Tendre-mos instalado en el cerebro un centro de toma de decisiones? El estará de acuerdo que no, en todo caso ese centro está dispuesto en la vida, dicho en tono heideggeriano, en nuestro ser en el mundo. El Actuario Corona, de cordiales razones y argumentos razonables, enseña que una particularidad de la toma de decisiones es la CONFIANZA. Las decisiones se deben tomar con amplia seguridad. Incluso, infiero de sus charlas, debemos tener cuidado y gobernar las emociones presentes siempre. Si le seguimos la pista a su discurso, inferiremos que mantiene siempre en alerta una asignatura: el desarrollo de sistemas dinámicos para la toma de decisiones. Un tema que a cada instante requiere adecuación, interpretación, conside-ración, cada decisión tiene virtud de única. Algunas no tienen ventanilla de gestión por su simpleza o por tener normatividad aplicable; otras se deciden en la emergencia, no pueden ser ocurrencias, es necesario buscar datos y ordenaciones que posibiliten mejores opciones; algunas más, requieren un mapa conceptual sólido y fáctico; fallos a priori en las que el colectivo participa como “democracia directa” sin filtro. Las decisiones tienen su ciencia: la estadística.

Hemos aprendido de Rodolfo que debemos conocer nuestras propias emociones y su influencia sobre los procesos de toma de decisiones, que es importante que no se invadan. Una higiene intelectual para apoyar los juicios y los cambios en las decisiones previamente tomadas; enseña que es esencial información, datos, abstracciones, para otorgar equilibrios al elegir algo, en lugar del otro u otros. Hace hincapié en ejercer la libertad dentro de un espectro de posibilidades o alterna-tivas sujetas a percepción e interpretación. La pedagogía de Corona impulsa y acompaña la construcción de significados de acciones de los actores y las modificaciones hechas por los integrantes de un colegiado electoral. Habida cuenta que una parte de las voces son actores-competidores, además tienen voz en la autoridad, ¡que paradoja!, observan las acciones ejercidas por otros actores. Apreciaciones diversas son barro del espíritu democrático.

Corona aporta sistematización a datos empíricos, ónticos, así como habilidad en sus lecturas, carácter para hacerlos significativos, razones suficientes para motivar un acuerdo.

Además nunca cancela el derecho a soñar. Según la impor-tancia o momento procesal de una decisión en órganos electorales, se generan niveles de certeza y al mismo tiempo incertidumbre, desconocimiento y escándalo mediático. Por ello Corona Vázquez llama a contar con mejor información, factor esencial para el régimen de comicios. Sobre todo en la arquitectura electoral en la que toda decisión es premisa de otra decisión, siempre perseguida por la preclusión. Una decisión siempre tiene una racionalidad limitada por la propia información, por los factores sentimentales, por las restric-ciones de las propias decisiones, sostiene.

En simples conversaciones con el Actuario Corona aparece su espíritu áulico, coincide con Max Weber2 en el sentido de afirmar la acción social racional con arreglo a fines y con ajuste a valores, así como afectivo y tradicional. Un cuerpo colegiado, explica, deontológicamente debe garantizar com-portamientos para lograr fines racionales; ejercer conductas en creencias, valores, carácter, costumbres, normas…, con la misma intensidad con la que se gobierne las emociones que despiertan los afectos. En consecuencia, para que se detone la acción social los actores deben darse cuenta del significado de la conducta del otro y proceder a interpretarlo. Los proce-sos electorales en su toma de decisiones deben verse desde distintas perspectivas y disciplinas para ser comprendido en su totalidad de dimensiones y significados.

Una lección. Los datos de encuestas efímeras e irres-ponsables se han comprometido con fines que no pueden cumplir, infladas por “gambusinos” de nuevo cuño, brujos de la prognosis, falsarios del destino. No se puede ir en contra de su valor empírico pero sirven limitadamente, se oculta su verdadera eficacia. No sustituyen liderazgos, no degradan la realidad, no suplantan el sentido de la existencia. En el mercado político las encuestas se leen una sola vez y luego a la basura. Los datos empíricos en Rodolfo Corona son como la lectura del Quijote, a cada lectura corresponden nuevas interpretaciones, dimensiones, alternativas, realidades fusionadas.

2 Vid. Max Weber, Sociedad, política e historia, Barcelona, Editorial Alfa, 1981.

Adriana Damián Olvera

Ignacio Ruelas Olvera

Rodolfo Corona: dialógico, docente, decente

Ignacio Ruelas Olvera

Las migraciones de los mexicanosParte I

Rodolfo Corona Vázquez

La maestra pasa lista… Rodolfo Corona Vázquez… ¡Presente!, con mano levantada contesta una tierna voz. Presente y dedo indicativo mostraron el anticipo de un mundo diferente: el desarrollo de sistemas de toma de decisiones. Siempre ha dedicado su

vida a interpretar la realidad a partir datos que ordena magistralmente. Hablaré de Rodolfo desde el espacio dónde compartí responsabilidades procedimentales de orden electoral: el Consejo Local Electoral, IFE. Fue un verdadero privilegio compartir la colegialidad. A cada procedimiento correspondió una enseñanza; de sus conversatorios me queda una riqueza invaluable. Celebro la iniciativa del reconocimiento a sus capacidades, impulsos, desprendi-miento, pero más alabo al celebrado. En él se conjuga razón y emoción, argumento y pru-dencia, interpretación y objetividad, responsabilidad y pacto, colaboración y afectos buenos.

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• PÉNDULO21/DOS/DICIEMBRE 2012 •

En nuestro país gozamos de un rango de libertades y de garantías institucionales que debemos reconocer. Los mexicanos decidimos: dónde vivir, cuántos hijos tener, qué estudiar, cuál es nuestro oficio,

cómo divertirnos, quiénes serán nuestros representantes, cómo convivir

en comunidad. Vamos con nuestros pulsos y nuestros impulsos; el hacer en

nuestro día a día. Todas estas son decisiones propias que generan sociedad

y que requieren de una organización y de procedimientos complejos para

lograrlo.

Un ejemplo claro de esto es la organización de las elecciones de nuestros

representantes federales ante las diversas cámaras, la cual requiere como

insumo necesario el registro de cuántos mexicanos somos, el registro que

dé cuenta de nuestros ires y venires dentro y fuera de algunos territorios.

Requiere también del cruce de información de instituciones dedicadas a

la misma tarea, tales como el Instituto Nacional de Geografía, la Comisión

Nacional de Población, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto

Nacional de Migración, el Registro Federal de Electores del Instituto Federal

Electoral, entre otras, para generar información y proyectos específicos

de evaluación y de actualización. Cumplir con los requerimientos de estas

labores no es cosa fácil, se requiere de especialistas en los ámbitos demo-

gráfico, cartográfico e informático, entre otros.

Uno de los grandes especialistas en el área demográfica en nuestro

país es el Actuario Rodolfo Corona Vázquez, quien ha sido ya reconocido

con el Premio Nacional de Demografía, otorgado por la Presidencia de la

República en 2003, entre muchos otros que ha recibido. Decidió vivir en

nuestro estado y enriquecer con su presencia la investigación y la acade-

mia. Ha aportado instrumentos valiosísimos para nuestro estado y a las

instituciones nacionales que dan soporte a nuestra república.

Quiero detenerme para realizar un reconocimiento muy especial a su

trabajo realizado en el Instituto Federal Electoral en el pasado Proceso Elec-

toral Federal 2011-2012. A lo largo de la vida de esta institución en diversos

proyectos y en diversos escenarios, el actuario ha sido parte distinguida

de su historia pero, en particular, destacan sus aportaciones a la Comisión

del Registro Federal de Electores del Consejo Local. Rodolfo Corona realizó

diferentes investigaciones sobre la actualización y la cobertura del Padrón

Electoral y estudios sobre la Verificación Nacional Muestral, los cuales

dieron como resultado algunos análisis de relevancia histórica que incluyen

entre otros el compartimiento de los fenómenos migratorios y la revisión

cualitativa de cada uno de los procesos que efectúa el Registro Federal de

Electores, resultados que se entregaron oportunamente a las autoridades

de este instituto y luego se difundieron entre los representantes de los

partidos políticos.

Entre otros proyectos llevados a cabo, el actuario realizó un ejercicio

de estadísticas censales a escalas geo electorales, estudio que nos dio

claridad y nos entregó un instrumento que permite nuevas maneras de

hacer campañas políticas, ya que tenemos en nuestras manos información

certera, adquirida a través de la rigurosidad científica de la investigación.

El Actuario Corona nos ofrece un mapa nunca antes visto de nuestro país

y de nuestro Estado, de nuestra comunidad, de nuestro territorio, el cual

abre posibilidades de nuevas acciones para que las instituciones políticas

en nuestro país se acerquen a la población de manera precisa y eficiente;

instrumento que en su aplicación oportuna puede lograr una comunica-

ción eficaz y en consecuencia optimizar recursos humanos, económicos, y

administración de medios y mensajes de comunicación, para lograr así un

efectivo acercamiento a la población, abriendo la posibilidad a una nueva

dinámica social, sin duda un instrumento con una gran valía y altamente

redituable para las instituciones políticas y para toda la población. Un ejer-

cicio que se generó desde la territorialidad estatal y que exponiéndolo a los

niveles centrales se instrumentó en todo el espacio nacional.

Sin duda, un gran ejercicio como lo he mencionado. Pero aquí no termina

la aportación del investigador, ahora quiero referirme a otra que, para mí

y estoy segura que para muchos otros, es invaluable: la bonhomía y gene-

rosidad con que el Actuario Corona nos ofreció este acompañamiento en

el Proceso Electoral Federal 2011-2012 y, por ello, le muestro, a través de

estas líneas, mi respeto, mi reconocimiento, mi gratitud y admiración a

quien en su desempeño profesional nos ha permitido atisbar a un ejemplar

mexicano y a un extraordinario ser humano: Rodolfo Corona Vázquez.

Adriana Damián Olvera

Para hacer política-política

Cuidado de la democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero de la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad.

José Ortega y Gasset

Lic. Adriana Damián y Actuario Rodolfo Corona

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• PÉNDULO21/TRES/DICIEMBRE 2012 •

Rodolfo Corona Vázquez

1 Publicado originalmente en Este país, 11 de mayo de 2011.

Es bien sabido que año con año muchos mexicanos

emigran en busca de oportunidades permanentes. Se

habla menos de los que van al país vecino por algunos

meses para realizar labores de temporada, de la migración

entre estados y municipios de la República, de grandes des-

tinos receptores como Tijuana y Cancún. A continuación,

una revisión de los principales datos migratorios del Censo.

Las migraciones han estado presentes en toda la histo-

ria del hombre. Los movimientos sin duda han sido una es-

trategia de supervivencia para millones de personas, y han

permitido a muchos individuos cumplir metas personales

de toda clase. En la escala de los grupos humanos, desde

las tribus nómadas que se movían de un lado a otro hasta

los actuales países, sus regiones y ciudades, las migraciones

han mantenido o mejorado los sistemas productivos porque

estabilizan, o al menos aminoran, los desequilibrios de los

mercados de trabajo locales. De igual forma, la migración ha

constituido un factor primordial en el intercambio de todo

tipo de conocimientos y aspectos culturales, coadyuvando

así al desarrollo general de la humanidad. Sin embargo, el

efecto más notorio de las migraciones es la inmediata alte-

ración del tamaño y la composición por sexo y edad de las

poblaciones de origen y destino, así como las modificacio-

nes en la fecundidad y la mortalidad.

Por estas razones, desde los primeros censos existe una

preocupación por cuantificar las principales manifestaciones

de este fenómeno. Los censos no pretenden la búsqueda del

detalle sobre las causas y consecuencias de la

migración o las formas de proceder de los mi-

grantes, sino que aspiran a obtener una visión

general, del país y de cada una de sus diferentes

unidades y aglomeraciones poblacionales (en-

tidades, municipios y localidades de todos los

tamaños). Toda vez que el censo es una espe-

cie de fotografía de los residentes del país en

una fecha determinada, la medición de la gran

mayoría de los aspectos sociales, económicos,

familiares y demográficos mediante esta fuen-

te de datos consiste en registrar la existencia

o la ausencia de determinado rasgo, situación

o posesión de las personas en la fecha censal.

En cambio, la medición de las migraciones plan-

tea una problemática más compleja debido a

la existencia de una amplia tipología de movi-

mientos (no del todo acordada entre especia-

listas) que tiene su origen en los propios ele-

mentos constitutivos del fenómeno: un despla-

zamiento que puede ser fugaz entre dos áreas

cercanas o muy lejanas, que obedece a motivos

particulares variados aunque por lo general de

carácter económico, y que puede ocurrir varias

veces en la vida de una persona. De esta forma,

en el censo se busca una aproximación general

al fenómeno mediante la identificación de la

condición migratoria o no migratoria de cada

persona incluida en la enumeración.

El procedimiento más antiguo para cuantifi-

car las migraciones consiste simple y llanamen-

te en preguntar sobre el lugar de nacimiento y compararlo

con el sitio de realización de las entrevistas, que en la ma-

yoría de los casos es el lugar de residencia habitual, con lo

que se identifica así a los migrantes como aquellos que viven

en una región distinta a la de su nacimiento; son al mismo

tiempo inmigrantes en el sitio de residencia y emigrantes

del territorio donde ocurrió el nacimiento. En México se ha

utilizado este procedimiento en todos los censos nacionales

modernos (desde 1895); se ha hecho en todos los casos la

pregunta mencionada a escala de país y de entidad federa-

tiva, por lo que, aprovechando que la población se enume-

ra en su domicilio, se tiene la medición sistemática de los

migrantes interestatales (los que viven y nacieron en una

entidad diferente) y de los inmigrantes internacionales (que

nacieron en el extranjero). En el Cuadro 1 se presentan las

cifras totales de esta medición, llamada migración absoluta,

en todos los recuentos censales realizados en el país desde

1960, con excepción del Conteo 2005, donde fue omitida.

Ahí se aprecia el aumento metódico de migrantes interesta-

tales absolutos, cuyo número se ha cuadruplicado a lo largo

de los 50 años de referencia, hasta llegar a los 20 millones

451 mil. No obstante, las distribuciones porcentuales aso-

ciadas indican que desde 1990 parece haberse estabilizado

la proporción de estos migrantes respecto a los totales de

población (alrededor del 18%). El cuadro también muestra

que la inmigración desde el extranjero ha sido de poca mon-

ta, aunque con un considerable aumento de los nacidos en

Estados Unidos, muchos de los cuales son hijos de emigran-

tes.

En general, la utilidad de la información censal se incre-

menta cuando se examinan datos asociados a territorios

más reducidos, como entidades, municipios y localidades,

pues los fenómenos sociales y económicos no tienen distri-

buciones homogéneas sino que se recargan en algunas zo-

nas y apenas se aprecian en otras. Las migraciones tienen

este comportamiento desigual, de tal forma que con esta

información a nivel de las entidades se pudo dar seguimien-

to cuantitativo a la redistribución espacial de los mexicanos

durante las últimas décadas, primero con corrientes mi-

gratorias considerables hacia el Distrito Federal desde las

entidades del centro y sur del país, y después con flujos de

salida del Distrito Federal, principalmente hacia el Estado de

México y otras entidades cercanas, así como una sostenida

emigración a las entidades norteñas desde el centro y occi-

dente de la República. A nivel municipal, únicamente puede

registrarse la inmigración desde otras entidades federativas;

sin embargo, esto resulta fundamental para las áreas de alta

recepción, como Tijuana en Baja California y Benito Juárez

(Cancún) en Quintana Roo, donde las cantidades de inmi-

grantes interestatales superaron las de residentes nativos

de la propia entidad: en 2010 estas cantidades ascendieron

respectivamente a 740 mil y 720 mil personas en el caso de

Tijuana, y a 418 mil y 226 mil en el de Cancún.

No obstante, esta medición de migrantes

absolutos tiene serias desventajas, como la de

no ofrecer el dato preciso de la fecha del trasla-

do, o la de referirse a las entidades como unida-

des territoriales mínimas, con lo cual no se de-

tectan los movimientos al interior de cada una

de ellas. Con el fin de eliminar algunas de estas

limitaciones se han diseñado diversas variantes,

una de las cuales ha sido aplicada en los recuen-

tos censales mexicanos a partir de 1990. Se tra-

ta de la pregunta sobre la entidad federativa (o

país extranjero) de residencia cinco años antes

de la fecha censal correspondiente, con lo cual

se delimita el periodo de ocurrencia de los des-

plazamientos registrados. Los migrantes que

son identificados de esta forma (porque cinco

años antes vivían en un estado diferente al de

su residencia en el momento de recabar los da-

tos) presentan entonces rasgos muy próximos

a los que tenían cuando hicieron el último des-

plazamiento, con lo cual se documenta de he-

cho su perfil demográfico, social, económico y

familiar, a través de las variables contempladas

en cada boleta censal. En los censos de 2000 y

2010, así como en el Conteo de Población 1995,

se dio un paso más en la búsqueda de informa-

ción de mayor utilidad analítica pues la pregun-

ta se realizó, además, a escala de municipio; se

identificó así a los migrantes intermunicipales

o personas que modificaron su domicilio de un

municipio a otro dentro de la misma entidad.

Las migraciones de los mexicanos Parte I

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• PÉNDULO21/CUATRO/DICIEMBRE 2012 •

EDITOREnrique Luján Salazar

DISEÑOClaudia Macías Guerra

La Jornada AguascalientesPÉNDULO21

Publicación quincenalDiciembre 2012. Año 4, No. 67

COMITÉ EDITORIALIgnacio Ruelas OlveraJosé de Lira BautistaRaquel Mercado SalasRamón López Rodríguez

COLABORACIONESAdriana Damián Olvera

Rodolfo Corona VázquezPENDULO21

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República.

VICENTE FOX QUESADA, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 89, fracción I

de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y con fundamento en lo dispuesto en los artículos 27 de la Ley Orgánica de la

Administración Pública Federal; 1, 2, 3, 5, 6 fracción IV, 13, 20, 33, 52, 53, 54 y 55 de la Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles, y

CONSIDERANDO

Que el Premio Nacional de Demografía se otorga a profesionales de esta disciplina, como un reconocimiento por los ensayos e

investigaciones que contribuyan al reconocimiento y a la solución de los problemas demográficos de México;

Que conforme a los procedimientos legales establecidos, el jurado designado por el Consejo de Premiación quedó integrado por

destacadas personalidades en los ámbitos académico y de la investigación de los problemas demográficos de México, y formuló el dictamen

relativo al Premio Nacional de Demografía 2003, mismo que el propio Consejo de Premiación aprobó y sometió a consideración del Ejecutivo

Federal a mi cargo, y

Que como un reconocimiento al Actuario Rodolfo Corona Vázquez, por su trayectoria académica, por su labor científica, por sus

aportaciones en los campos de la mortalidad, la migración y la demografía electoral; así como por el trabajo desempeñado en beneficio de los

planes y programas de las políticas demográficas de nuestro país, he tenido a bien expedir el siguiente:

ACUERDO

PRIMERO.- Se otorga el Premio Nacional de Demografía 2003 al Actuario Rodolfo Corona Vázquez, como un reconocimiento a su trayectoria

en el campo de la demografía.

SEGUNDO.- La ceremonia de entrega del premio se verificará el día 21 de julio del año en curso, en la Ciudad de México, Distrito Federal.

TRANSITORIO

UNICO.- Publíquese en el Diario Oficial de la Federación.

Dado en la residencia Oficial del Poder Ejecutivo

Federal, en la Ciudad de México, Distrito

Federal, a los diez días del mes de julio

de dos mil tres.- Vicente Fox Quesada.-

Rúbrica.- El Secretario de Gobernación,

Santiago Creel Miranda.- Rúbrica.

Acuerdo por el que se otorga el Premio Nacional de Demografía 2003 al Actuario Rodolfo Corona Vázquez