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UNIVERSITARIO

PENSAMIENTO

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El domingo 12 de julio falleci en Buenos Aires Pedro Krotsch, director de la revista Pensamiento Universitario, investigador, docente, universitario cabal, amigo entraable. En el V Encuentro La Universidad como objeto de investigacin realizado en Tandil, en agosto de 2007 Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires - sus colegas y discpulos, como parte del evento, decidieron ofrecerle un reconocimiento a su trayectoria y hoy, frente a su ausencia, recuperamos ese homenaje porque nos devuelve un Pedro que nos interpela, nos cuestiona, nos obliga a pensar el futuro y, en ese horizonte, el lugar y la misin de la universidad.

Los asistentes a la convocatoria de los Encuentros de La universidad como objeto de investigacin, queremos agradecer a Pedro Krotsch el impulso y el aporte que viene realizando al espacio de reexin sobre la universidad y, con ello, al fortalecimiento del campo de estudios sobre la educacin superior. Este reconocimiento no supone ignorar los valiosos aportes efectuados por otros colegas sino -simplemente - homenajear especialmente a Pedro por su trabajo continuo en la consolidacin de estos espacios institucionales, que nos congregan peridicamente y nos permiten avanzar en la conformacin de redes, en la construccin de consensos, en la discusin de temas relevantes para el avance del conocimiento. Ms all de sus aportes a la produccin acadmica bajo el formato de artculos, compilaciones y libros, que-

Reconocimiento a Pedro Krotsch

remos poner el acento en dos construcciones que resultaron y resultan fundamentales para el desarrollo del campo de la educacin superior: la revista Pensamiento Universitario que se edit por primera vez en noviembre de 1993, y la organizacin desde septiembre de 1995 de los Encuentros Nacionales y Latinoamericanos La Universidad como objeto de investigacin. En ambos casos Pedro gener herramientas fundamentales para que, los que trabajbamos de manera dispersa en estas temticas, pudiramos reunirnos, conocernos, intercambiar puntos de vista, discutir, escuchar otras voces y hasta reconocer entre ellas, nuestra propia voz. Estas actividades, sin embargo, no estuvieron exentas de sinsabores, desencuentros, dicultades y supusieron sin duda, un enorme esfuerzo, una frrea voluntad y una visin clara del futuro. Su propuesta constituye permanentemente una invitacin para que, quienes convi-

Como l mismo lo ha expresado, Estimular el desarrollo de una comunidad de trabajo que promueva la creacin de nuevos saberes no es una tarea sencilla. La fragmentacin y aislamiento de los espacios acadmicos es an un rasgo de nuestra vida y cultura intelectual, en un contexto en el que las endebles tradiciones institucionales no constituyen un referente certero para la construccin de identidades colectivas. (en Pensamiento Universitario, nro. 2, 1994). Esta difcil tarea ha incluido una lectura aguda del contexto universitario en que nos toca desarrollar nuestras actividades, un desafo a pensar y actualizar el rol de la universidad y por cierto, un llamado tico a la responsabilidad que nos cabe a los universitarios. En un momento en el cual se ejercen tantas demandas sobre la universidad, y en que sta ha perdido el monopolio en la produccin y transmisin de conocimiento, Pedro nos ha invitado a preguntarnos Cmo debe pensarse la insercin social de la universidad? Cul es

vimos en el espacio universitario, avancemos en la reexin y la consolidacin del campo, y un incentivo para repensar el rol que la universidad tiene que cumplir en el actual contexto social.

el rol diferenciado de la universidad pblica y de la universidad privada frente a la investigacin y al mercado? Cmo articular las cambiantes demandas del mercado ocupacional con la formacin y las identidades de las disciplinas? Desde dnde se debe gestar el cambio? Puede la universidad cambiarse a s misma?

exivas podr comprometerse con los desafos sociales y cientco-tecnolgicos, para lo cual deber reconstruir una autonoma acadmica que haga posible combinar implicacin y distanciamiento (en Pensamiento Universitario, Ao 5, nro. 6, 1997).

Tambin nos ha invitado a reconocer las tensiones y desafos de este contexto universitario particular y, en ese sentido, recuperar la memoria de la universidad, la memoria de la autonoma, de la Reforma, y sobre todo, no aislarnos de los debates contemporneos recuperando la vitalidad educativa, cientfica y de extensin que ha sabido guardar la universidad. Es decir, pensar la universidad como promotora del desarrollo cientfico-tecnolgico, sin que esto implique abandonar su compromiso social con la movilidad, la democratizacin y el espritu critico.

Este agradecimiento y reconocimiento a la labor de Pedro Krotsch se encuadra entonces en su permanente y continuo impulso al desarrollo del campo, en la medida en que y expresado en sus propias palabras slo una universidad con mayores aptitudes autorePENSAMIENTO UNIVERSITARIO 4

Si los universitarios no somos capaces de asumir la responsabilidad social que nos toca jugar desde la tarea propiamente universitaria, se corre el riesgo de deslegitimar los fundamentos en que abreva la autonoma universitaria. Por ese motivo, resulta indispensable consolidar una reexin autnoma sobre nuestro campo de estudio. Precisamente queremos homenajear a Pedro por haber comprendido tempranamente estas cuestiones y haber trabajado denodadamente en estos ltimos quince aos, para construir espacios que nos contengan a todos los que, de distinta manera, aportamos al campo de la educacin superior. Por todo esto, Gracias Pedro.Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), Tandil 2007.

presentacin

El nmero 12 de Pensamiento Universitario que presentamos se hizo esperar casi cinco aos, esta demora se debi, fundamentalmente, a los distintos avatares que sufren las revistas en nuestro pas, entre los cuales el financiamiento no es un tema menor. En el caso de una revista independiente el problema se acenta sobre todo si se pretende mantener ciertos objetivos vinculados a la autonoma y la libertad. Si bien se ha dicho que la diversidad de fuentes de financiamiento garantiza la libertad de un emprendimiento, alcanzar esta diversidad no es para nada una tarea fcil. La autonoma tiene que ver con la posibilidad de incursionar en temticas que muchas veces no son abordadas, o son rechazadas, por la comunidad acadmica local. A pesar de las dificultades para sostener la continuidad esperada de Pensamiento Universitario, hemos decidido mantenerla con el formato y el estilo tradicional que hace a la iden-

tidad de la revista ligado, posiblemente, a la pretensin de dejar una marca. En gran medida esta identidad tiene que ver con la forma pero tambin con la voluntad de que los estudiosos y los interesados en la educacin superior puedan encontrar horizontes temticos y tericos, hasta ahora poco recorridos en nuestro medio. Otra decisin que hemos tomado es la de continuar con la publicacin de artculos seleccionados especialmente por nosotros, y apelaremos al referato slo en aquellos casos en que haya que dilucidar la calidad y pertinencia de trabajos que nos hayan sido enviados, de manera espontnea, para su publicacin. Creemos que el uso del referato del que se ha abusado muchas veces debido a presiones institucionales conlleva el peligro de un uso engaoso del mismo. Esto se aprecia sobre todo porque el campo disciplinario, en el que adquiere sentido la revista, no ha creado an las reglas del juego propias de un campo

presentacinrelativamente maduro y desarrollado cuantitativamente. Este es el caso del campo de los estudios sobre educacin superior respecto del cual Pensamiento Universitario pretende realizar una tarea promotora. El inicial objetivo de la revista: tensionar la memoria, la historia y el presente de nuestro conocimiento sobre la universidad, no se ha modificado durante este parntesis. Asimismo, contina la preocupacin por la prevalencia de un lenguaje y una conversacin acerca de nuestro objeto de estudio que articule una trama conceptual y terica con desarrollos empricos que genere condiciones para el avance del conocimiento en el campo. cin (CPRES), supusieron tambin modificaciones en el entramado de relaciones con la universidad, tanto en el espacio de gestin como en el del desarrollo disciplinario. La distribucin de nuevas funciones en la cspide del sistema y la rutinizacin de sus comportamientos supuso atribuir un rol promotor a la Secretara de Polticas Universitarias, en gran medida desarrollado en estos ltimos aos a travs de programas de mejoramiento. En relacin al comportamiento del sistema podemos sealar dos aspectos importantes a tener en cuenta: por un lado, la creacin de nuevas universidades y, por el otro, la creacin de nuevas carreras en universidades actualmente existentes. Estas dos problemticas, que hacen al desarrollo de la infraestructura del sistema, estn en gran medida ligadas a la demanda social por educacin superior e inciden de manera significativa sobre el futuro perfil de nuestra universidad. En el primer caso, se trata de demandas de creacin de nuevas universidades a nivel municipal, en el rea metropolitana fundamentalmente. Esta demanda se rige generalmente por un patrn tradicional de universidad profesionalista que obtura la posibilidad de pensar enPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 6

La ltima dcada estuvo marcada por el diseo de polticas plasmadas en los 90 y cristalizadas en la ley 24.521. Dada la importancia de la relacin entre universidad y estado no podemos dejar de considerar algunas situaciones que ataen a sta. La consolidacin de organismos como la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU), el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y los Consejos de Planificacin Regional de Educa-

nuevas ofertas innovadoras y experimentales ligadas a las necesidades socio-productivas de la regin. Por otro lado, el segundo aspecto referido a la dinmica de la creacin de carreras, presenta un patrn similar tanto en las universidades pblicas como en las privadas. Son las carreras tradicionales las que bajo la forma de presencial o a distancia parecen constituir el factor dinamizador de la expansin del sistema y de las instituciones. En el plano institucional, las grandes universidades se han visto, en los ltimos aos, sumergidas en largos conflictos producto en muchos casos de los debates planteados por la reforma de los estatutos. La demanda prevaleciente estuvo centrada en la democratizacin de los espacios de gobierno, quedando al margen problemticas fundamentales para la universidad como el papel de la produccin de conocimiento, la actualizacin curricular, la creacin de nuevas carreras de carcter interdisciplinario, etc. Entre las novedades significativas para el sistema de educacin superior podemos mencionar la creacin del Ministerio de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva. Respecto de esto, cabe esperar que

presentacinla nueva legislacin que se propone para la educacin superior garantice la necesaria articulacin entre la poltica cientfica y la poltica universitaria que, actualmente, dependen de ministerios diferentes. Por otro lado, la discusin de proyectos entorno a una nueva ley parece haber concitado una adhesin variable entre los distintos actores del sistema. Si bien una nueva ley podra modificar el diseo institucional de los 90, cabe preguntarse por la factibilidad poltica de su tratamiento parlamentario en la actual coyuntura, y hasta donde una nueva ley ser capaz de modificar la dinmica y el perfil del sistema universitario argentino prevaleciente. En este nmero de Pensamiento Universitario se cubren aspectos que hacen al registro de la agenda universitaria nacional e internacional: la evolucin de los acuerdos de Bologna, la internacionalizacin de la educacin superior, la problemtica de la autonoma, las reformas y la legitimacin social de la universidad, el papel de los incentivos en el comportamiento de los investigadores y docentes y, desde una perspectiva ms terica, se analizan los aportes de Bourdieu a partir de un texto clave de este autor como es el de Homo Academicus. Asimismo, desde una mirada histrica se incursiona en el anlisis del desarrollo cientfico durante el primer peronismo. Creemos que de este modo se logra sostener el pretendido objetivo de fecundar los problemas del presente con los del pasado, al igual que la problemtica nacional con la internacional. Esperamos poder contribuir tambin, como se ha hecho en otros espacios, al desarrollo de la investigacin sobre la universidad argentina. No cabe duda que las polticas pblicas y el comportamiento de los actores requieren de niveles de informacin capaces de abordar la problemtica tratada en toda su complejidad. En este sentido, queda todava una tarea pendiente para todos aquellos que pensamos que el sistema universitario constituye uno de los pilares del desarrollo socio-econmico y democrtico de nuestros pases.

Pedro Krotsch Buenos Aires, domingo 14 de junio

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De la internacionalizacin acadmica a la comercializacin de los servicios educativosSylvie Didou Aupetit*Internacionalizacin y transnacionalizacin, mercado y bien pblico, cooperacin y comercializacin, privatizacin y accin gubernamental son hoy palabras frecuentemente manejadas por los investigadores, los periodistas, los expertos internacionales y los tomadores de decisin, para describir los cambios que se estn produciendo en el mbito de la educacin superior. Sirven para apuntalar la emergencia de nuevos arreglos en su interior y en su periferia y para identificar los actores (proveedores, clientes, agentes) considerados hoy como los productores legtimos de los servicios de enseanza y de formacin. En esa perspectiva, designan una mutacin en curso, que est trastornando las relaciones que estructuraron la esfera universitaria, durante dcadas. Pero no slo tienen funciones de identificacin. Son asimismo parte de una doxa en vas de constitucin, que pretende renovar (o destruir) el contrato social en el cual se fundament el pacto educativo de la modernidad. En consecuencia, su uso no es neutro. Tampoco lo son los binomios en relacin a los cuales cobran sentido (o lo pierden). En tres de los cuatro con los cuales iniciamos este artculo, el Y recupera una funcin de hiato. Nombra y contrasta conceptos antagnicos y justifica el despliegue de mltiples incompatibilidades. En el primero, en cambio, a causa quizs de las resonancias, construye una falsa continuidad. Ms all de la ilusoria seguridad que proporciona el juego de las opo-

*Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV en Mxico y titular de la ctedra UNESCO-CINVESTAV sobre Nuevos proveedores de educacin superior y aseguramiento de calidad.

artculossiciones, usar esos trminos implica adentrarse en terrenos pantanosos y reflexionar sobre conceptos en vas de establecimiento. La asignacin de los sentidos legtimos no es slo un motivo de preocupacin acadmica o un juego intelectual. Es tambin una apuesta poltica: de lo que se observar depender lo que se discutir y lo que se negociar. de Amrica del Norte (TLCAN) y el Acuerdo de Libre Comercio de las Amricas (ALCA), abri campos de oportunidades a las instituciones de educacin superior (IES) pero las confront con retos inditos en materia de organizacin y de estrategia. En paralelo, la influencia de instancias internacionales como la OCDE o la UNESCO as como de organismos financieros (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo) aument considerablemente. Va evaluaciones expertas y prstamos, determin la convergencia en los ltimos aos, de las polticas pblicas de financiamiento sobre resultados, de aseguramiento de calidad, de diversificacin y de conduccin en educacin superior. Finalmente, la regin en s se volvi un espacio en el cual surgieron ofertas de colaboracin preferente, diseadas e instrumentadas por los consorcios asentados en diversos bloques macro-regionales (Unin Europea, Amrica del Norte y Asa Pacfico). Como una respuesta de coyuntura y, sobre todo, como una herramienta de apoyo a los procesos tendientes a reformar los sistemas nacionales de educacin superior, los organismos asociativos universitarios, tales como la ANUIES en Mxico, el CSUCA en Centroamrica o la ASCUN en Colombia, inscribieron la internacionalizacinPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 10

Lo que nos proponemos en ese texto no es ms que un primer acercamiento a los problemas de clasificacin y de denominacin legtima. Jugando sobre trminos cuya insercin en la retrica sobre la educacin superior nos parece problemtica (transnacionalizacin como continuidad de la internacionalizacin, mercado y comercializacin, bien pblico o bien pblico global versus privatizacin) y mencionando algunas situaciones a las cuales aluden, esperamos apuntar - de manera exploratoria - discontinuidades, ecos y configuraciones emergentes de sentido.

La internacionalizacin en los aos 90: entre lo deseado y lo cuestionado?En los 90, en Amrica Latina, la firma de convenios de integracin econmica entre sub-conjuntos de pases, como el Tratado de Libre Comercio

entre sus prioridades. Disearon planes rectores o acciones focales, con cuatro objetivos: primero, reforzar las actividades tradicionales, mediante convenios intergubernamentales, interasociativos o interinstitucionales; segundo, ampliar y diversificar los programas de movilidad estudiantil, de corta y larga duracin, mejorando los mecanismos de reconocimiento mutuo de crditos y de grados; tercero, respaldar la cosmopolitanizacin de los cuerpos acadmicos, gracias a la formacin de jvenes investigadores en el extranjero, a su inclusin en equipos internacionales de investigacin y a aos sabticos; cuarto, formar lderes (directivos y staff) que, desde las estructuras administrativas, facilitaran el proceso a escala institucional. En paralelo, gobiernos y organismos universitarios apoyaron actividades consideradas cruciales por los especialistas. Entre stas se destacan: el financiamiento a investigaciones comparadas, con fondos propios o forneos, sobre Amrica Latina y otros bloques; la oferta de grados compartidos, desde la licenciatura hasta el doctorado; la revisin de los planes de estudio para internacionalizar los perfiles de competencia profesional y la valoracin de acreditaciones especializadas. Debido a esa estrategia dual de consolidacin y de innova-

Sylvie Didou Aupetitcin, consiguieron instalar progresivamente dispositivos de internacionalizacin, caracterizados por diversos grados de sistematizacin, segn los pases: por ende, trastornaron en forma ms o menos significativa las representaciones referentes al trabajo acadmico, las elecciones estudiantiles de ingreso, las formas de trabajo acadmico, el capital de legitimidad de las instituciones, los circuitos de otorgamiento del prestigio profesional y las lgicas de integracin de las elites intelectuales. Emergieron nuevos liderazgos, nuevas opiniones legtimas sobre la educacin superior, nuevas fuentes de financiamiento, nuevos organismos productores de certificaciones de calidad y nuevas vanguardias intelectuales, ligadas a lo circulatorio, para retomar la expresin de Tarrius (2000). jugadores, con capacidades de convocatoria y con recursos para imponer sus recomendaciones de poltica pblica. Auspiciaron traslapes de poder, a veces conflictuales, entre grupos acadmicos y traspaso de responsabilidades entre instancias cuyo desenlace es todava incierto. nalizacin, razn por la cual los anlisis suelen ser sesgados, en funcin de su contexto de produccin; tampoco se dispone de un inventario completo acerca de los organismos activos en el continente, ni de una clasificacin de sus formas de intervencin. Debido a lo anterior, la internacionalizacin representa paradjicamente un punto de las agendas polticas y de indagacin sobre la educacin superior (de mayor o de menor relevancia) y un asunto difuso, sujeto a interpretaciones polmicas y a retricas apasionadas, que oscilan entre la condena y el enaltecimiento. Mientras, sus efectos directos y sus resonancias indirectas siguen desplegndose en la indiferencia: quin est hoy preocupado por sus efectos perversos externos (xodo de competencias) e internos (equidad en la distribucin de las oportunidades, recomposicin problemtica de la profesin acadmica, relacin de las elites internacionalizadas con su institucin de adscripcin)? Casi nadie por lo menos desde la propia regin.

Esas transformaciones inducidas fueron a la vez profundas y circunscriptas. Conformaron un escenario de proyeccin que, a la fecha, ha sido ocupado por grupos reducidos de instituciones y de actores, a partir de su decisin de aprovecharlo (sentido de oportunidad) o de su tradicin (prestigio aejo). Implicaron la transformacin de las jerarquas instauradas, la apertura de organismos y de dependencias especializados en la gestin y en la promocin de lo internacional as como la irrupcin de nuevos

En suma, la internacionalizacin de la educacin superior en Amrica Latina todava es un proceso en evolucin: genera actitudes heterogneas, que oscilan entre lo pro-activo y lo reactivo, entre el voluntarismo y la inercia. Conforme fue consolidndose en la regin (o en subconjuntos de pases) como un proceso planeado y programado, ha sido objeto de estudios abocados tanto a informar resultados precisos como a analizar sus conexiones con fenmenos generales, como la globalizacin, las economas basadas en el conocimiento y la sociedad virtual. No obstante esa creciente produccin de investigaciones, algunos interrogantes fundamentales sobre la internacionalizacin siguen sin respuesta. A diferencia de lo que ocurri en la Unin Europea, en Estados Unidos y en Canad, se desconoce en Mxico costos y beneficios, inversiones y gastos generados. En forma similar, se carece de balances comparables. Ni siquiera se comparte una definicin consensual de las vertientes de la internacioPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 11

Nuevos proveedores: tema de actualidad, o de fondo para el siglo XXI?Mientras la internacionalizacin, con tardanza con res-

artculospecto de otras regiones y con peculiaridades en cada pas, fue volvindose lentamente un asunto de inters pblico en Amrica Latina, a lo largo de los 90, desde mitades de esta misma dcada, en el mundo anglfono, los expertos estaban interesados en otro fenmeno, el de la transnacionalizacin. Rpidamente, identificaron los proveedores de esos servicios, proponiendo diversas1

Segn la clasificacin de la Global Alliance For Transnational Education (GATE), las principales modalidades de la educacin transnacional son las siguientes: las franquicias, los campus abiertos por universidades extranjeras (branch campus), la educacin mediante un centro local de apoyo (locally supported distance education), la educacin a distancia sin sede in situ, la transferencia de programas (twinning programs) y las alianzas (articulated programs) (GATE, s.f.). A esas, Peace Lenn propone agregar: As business globalizes, the multinational are finding it necessary to conduct their own educational program for their personnel. There are a number of reasons why the corporations feel that doing so is necessary such as the low quality of higher education in certain countries in which their enterprises are located or the lack of educational facilities or expertise in highly technical areas. In some cases, the provision for an educational program is contracted out to higher education institutions in countries other than that in which the enterprise is located (e.g., the National Technological University, a distance education consortium of American universities for graduate level degree program in engineering). But in a growing number of cases, the human resources divisions of corporations are providing their own (e.g. United technologies, Motorola University and others) (Peace Lenn, 1996: 90-91) 2 La UNESCO, mediante el Global Forum on International Quality Assurance, Accreditation and the Recognition of Qualifications in Higher Education (http://www.unesco.org/education/studyingabroad) y la OECD a partir de la organizacin del Foro sobre Trade in Educational Services, realizado en Washington en mayo del 2002 (OECD, 2002 a y b) seguido en el otoo 2003 por una reunin en Noruega, han asumido un rol lder en las discusiones polticas y acadmicas sobre el auge de las fuerzas de mercado en la educacin terciaria, la venta de servicios y la consolidacin de un sector transnacional de educacin superiorPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 12

categoras para clasificarlos1. En ese contexto, desde la segunda mitad de los 90, con el patrocinio de la UNESCO, de la OCDE2 y de organismos especializados como el Borderless Education Observatory (http://www.obhe.ac.uk), fueron producidos, en ingls principalmente, estudios sobre la legislacin nacional en relacin a ese tipo de prestacin de servicios educativos, monografas sobre proveedo-

res transnacionales y dispositivos de evaluacin, taxonomas y descripciones de situaciones nacionales. En poco ms de un quinquenio, la acumulacin de conocimientos sobre oferta y consumo permiti afinar perspectivas y enfoques.

Despus de categorizar soportes y formas de prestacin de la educacin transnacional, los especialistas midieron sus efectos: advirtieron problemas a resolver en cuanto a regulacin, proteccin del consumidor, competencia (desleal) con las instituciones tradicionales (pblicas y privadas) y al establecimiento de un marco internacional para el aseguramiento de la calidad (Van Damme, 2001 y 2003). En su opinin, los retos ms apremiantes concernan este ltimo asunto, siendo hasta la fecha slo dos las respuestas detectadas: suscripcin voluntaria a mecanismos internacionales de certificacin de calidad por parte de los proveedores o cumplimiento por parte de los individuos de los criterios para el reconocimiento de los grados obtenidos mediante esa modalidad. Mientas eso ocurra, Amrica Latina, obnubilada por la internacionalizacin, la globalizacin y sus repercusiones, reciba y consuma ese tipo de servicios sin concederles atencin: as, la produccin de indagaciones sobre Quienes

Sylvie Didou Aupetitson los proveedores transnacionales fue tarda y se produjo bajo el impulso de la UNESCO y del IESALC (Garca Guadilla, Didou & Marquis, 2002). Pese a que, en los ltimos aos, fueron multiplicndose los seminarios, las producciones acadmicas y los artculos periodsticos, predomina an una ausencia de datos duros sobre los promotores del fenmeno en la regin, sobre sus clientelas, sus estrategias de reclutamiento, sus instructores y sobre el valor de las credenciales obtenidas en los mercados de trabajo. Sin mecanismos de acopio de informacin, es tarea de Ssifo contrastar situaciones nacionales y detectar oportunamente sus quiebres o sus evoluciones3. Dominicana (Camarena, 2003), Uruguay (Brezzo, 2003), son stos todava exploratorios. una filial en Ecuador. La Universidad Cesar Vallejo de Per celebr, a finales del 2002, un convenio de colaboracin con la Universidad de Miami, para atender a la poblacin latina de Florida (http://www.iesalc.unesco.or.v e/pruebaobservatorio/reseasdeprensa/Per/(1)17-1001.htm). En contraste, la University of Mobile concluy su compromiso con el campus que abri en 1993 en Nicaragua, en julio de 2000. La inversin extranjera mediante la adquisicin de acciones en universidades privadas nacionales es baja, pese a la compra por el grupo de Sylvain International Universities de la Universidad de las Amricas, de la Universidad Andrs Bello y del Instituto Profesional AIEP en Chile (Armanet, 2004); de la Universidad del Valle de Mxico en Mxico y otras instituciones en Costa Rica5. Pese a que haya evidencias de su actividad en Amrica

En esas condiciones, slo es posible presentar una visin general de lo que est ocurriendo en Amrica Latina, enfatizando rasgos estructurales ms que aspectos cualitativos:

No son pues sorprendentes la escasez y la diversidad (en contenidos y en cobertura) de las indagaciones sobre el estado de la provisin trasnacional de los servicios educativos en Amrica Latina: an cuando, en los ltimos aos, el IESALC y la CEPAL encargaron estudios de caso sobre Argentina (Marquis, 2002), Brasil (Aceves Martn, 2004), El Caribe (Brandn, 2003) Chile (Gnzalez, 2003; Lemaitre, 2004), Mxico (Didou, 2002), Paraguay (Quintana de Horak, 2004), Per (Llaque Ramos, 2003), Repblica

La presencia de las diversas formas de provisin transnacional de servicios educativos en la regin es irregular, con un nmero limitado (y fluctuante) de Branch campus. En Mxico, funcionan desde mitades de los 90 Endicott College, Westhill University4, Westbridge University y, desde septiembre de 2003, la University of Incarnate World (http://www.obhe.ac.uk). A escala intra-latinoamericana, la Universidad para la Cooperacin Internacional de Costa Rica abri una sucursal en Colombia. La Universidad Tcnica Federico Santa Maria de Chile tiene3

Una de las fuentes a consultar es el sitio del Observatorio Digital de la Educacin Superior, del IESALC, que ofrece una revisin de la prensa en los pases de la regin (http.//www.iesalc.unesco.org.ve). 4 En Mxico, es interesante apuntar el despunte de un modelo de consolidacin vertical de algunas instituciones extranjeras, a partir de oferta multi-nivel: Westhill University ofrece ya educacin primaria, secundaria y preparatoria adems de la universitaria. 5 La Red Sylvain es tambin de geometra variable: en el otoo de 2003 anunci el cierre de su campus en la India, mantuvo los de Suiza, Espaa, Mxico, Francia y Estados Unidos y anunci la compra de una institucin en Costa Rica en Enero de 2004.PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 13

artculosLatina, la informacin sobre la actividad de las empresas corporativas en educacin superior es puntual: la empresa editorial Santillana, propietaria del Instituto de Estudios de Posgrado, hace lobbying en Mxico para vender masters on line en colaboracin con las universidades de Alicante, la Autnoma de Barcelona y la Carlos III de Madrid. Gnesis Universidad en Mxico tiene caractersticas del tipo 2 mencionado por Garett6, a saber: @-learning con fines comerciales. IDP Global Network, con sus oficinas en Colombia, Brasil y Mxico, y Oracle University (con oficinas en Argentina, Bolivia, Brasil, el Caribe, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela) cumplen con las especificaciones del tipo 3. Pero esos slo son registros superficiales, por lo que falta6

Type one is exemplified by the independent for-profit university o college network in the United States. These institutions offer their own degree provision, have standard regional or specialist accreditation and specialize in market segment that are important to many non profit higher education institutions (). Type 2 concerns the various @ learning and human capital development firms focused on the corporate and government sectors. Type 3 is more complex. Companies of this type provide a range of services to non-profit higher education including provision of learning management software, marketing of on-line course material, creation of on-line portals to promote the awards of particular universities overseas, development of out sourced course design and delivery of special areas of curriculum and funding for new ventures (Garett, 2003:1) 7 The main Spanish exporters of transnational education are public and private (notably Catholics ones), UNED and Open University of Catalonia. This exported education us directed mostly towards Latin America and also certain states of North America. (Adams S. et. alt., 2001:31)PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 14

ra realizar un mapeo extensivo de esos proveedores. En contraste, datos sueltos permiten sospechar, con alto grado de probabilidad, una explosin de la matrcula inscripta en ofertas virtuales transnacionales. An cuando es imposible saber cuntos estudiantes latinoamericanos estn matriculados en modalidades de @-learning, ofrecidas por instituciones ubicadas fuera de la regin o en otro pas de Amrica Latina, es evidente la importancia del mercado latinoamericano. La UNED de Espaa capta as la mayora de sus estudiantes extranjeros en Brasil, Argentina, Mxico y Colombia7. El ITESM de Mxico ha vendido con xito sus grados a distancia en Amrica Latina, Espaa y Estados Unidos. Las alianzas transnacionales, con o sin fines de lucro y

con o sin doble titulacin, tambin se han multiplicado. La Universidad de las Amricas en Mxico (UDLA), privada, tiene 4 licenciaturas con doble titulacin, gracias a convenios con diversas contrapartes (Texas Cristian University en Estados Unidos, Escuela de Gestin de Reims y ENSAIT, en Francia y Nova Scotia College en Canad). La Universidad del Salvador en Argentina, privada, imparte, con la State University of New York, masters en Direccin de Marketing, Direccin de Sistemas de Informacin, Direccin de Finanzas y en Direccin de Recursos Humanos; con la Universidad de Deusto, Espaa, ofrece el master en Direccin de Empresas. La Universidad Austral de Chile propone doble titulacin con la Universidad de Ciencias Aplicadas de Munster de Alemania en Administracin. En los inicios, las alianzas fueron bi-institucionales pero devinieron luego ms complejas. El ITESM de Mxico participa en un convenio mltiple en torno al MBA en General Management con la University of North Carolina en Estados Unidos, la Chinese University of Hong Kong, la Business and Management School of Rtterdam y la Fundacin Getulio Vargas de Brasil. Se ha asociado, para impartir un MBA de tiempo parcial en @-comercio, con instituciones de Gre-

Sylvie Didou Aupetitcia, Dinamarca, Pases Bajos, Espaa, Noruega, Islandia y Alemania. En los esquemas MBA, las principales contrapartes de las universidades latinoamericanas son instituciones de Espaa, Francia, Italia, Gran Bretaa y Estados Unidos, con una presencia puntual de otras: la Trobe University y la University of Western Sydney, en Australia, tienen convenios de titulacin opcional con la universidad Sergio Arboleda de Colombia (http://www.usergioarboleda.e du.co). Algunos proveedores transnacionales al parecer estn instalando redes latino-americanas, proporcionando servicios educativos simultneamente en diversos pases de la regin. Atlantic University tiene oficinas de enlace en Mxico, Colombia, Bolivia, Ecuador y Guatemala. problemtica y los intentos de respuesta son todava infrecuentes (salvo en Brasil). en el pas, pero tambin en Guatemala y en Salvador.

Por superficial que sea, el balance de situacin en Amrica Latina indica la presencia de retos. El primero consiste en brindar garantas de calidad en el sector, va la normatividad. En efecto, las legislaciones nacionales slo permiten asegurarlas, para los proveedores extranjeros con presencia fsica en el territorio nacional en ciertos casos: si en Chile (Salazar, 2004), no en Mxico (Didou, 2003). En toda la regin, la regulacin de los proveedores virtuales es

El segundo concierne la ubicacin de la regin en el oferta-consumo: binomio Amrica Latina ha consumido servicios transnacionales, proporcionados esencialmente por prestadores anglfonos y espaoles. No obstante, ha asumido recientemente otros roles, conforme con tendencias a la latinoamericanizacin y a la hispanofonizacin: esas tendencias se constituyeron como alternativas endgenas, parcialmente sustitutivas de la dinmica exgena inicial. Por ejemplo, la Universidad Catlica de Salta en Argentina, en su programa de Alianzas estratgicas en Amrica Latina, imparte Maestras en Comercializacin en la Universidad Arturo Pratt, en Iquique, Chile; en Administracin de Negocios en la Universidad del Mar en Chile y en Arequipa, Per; y en Administracin de Empresas, en Temuco (Universidad Autnoma del Sur); tiene planes de expansin en Per con instituciones sitas en Piura, Chiclayo y Cuzco. La Universidad Catlica de Chile tiene un Executive MBA impartido8

Segn uno de los boletines de prensa recopilados por el IESALC, aument 59% el nmero de extranjeros matriculados en 2004 en las universidades extranjeras, con respecto a dos aos atrs (http://www-iwsalc.org.ve/pruebaobservatorio/reseasdepresnesa/Argentina/10-03-04).PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 15

La descripcin de esas mutaciones no agota su sentido, sino que orilla a formular preguntas: una concierne a la interpretacin de la educacin transnacional como un factor que contribuye a la segmentacin interna de los sistemas educativos nacionales o como una solucin para ampliar el cupo, en pases con cobertura mediana como Mxico o con

Lo anterior revela la urgencia de instalar mecanismos para detectar oportunamente las transformaciones de la oferta de educacin transnacional. En aos recientes, sus repentinas evoluciones han sido determinadas tanto por la estabilidad (social, poltica y econmica) de los pases receptores como por las estrategias comerciales adoptadas por los proveedores, sea cual sea su origen. Lo ilustra Argentina: despus de la crisis, transit de consumidor in situ a exportador en la macro-regin. Las instituciones nacionales, privadas y pblicas, redoblaban esfuerzos para atraer a estudiantes extranjeros8, para celebrar alianzas y para vender servicios educativos en otros pases de Amrica Latina.

artculospolticas de aumento de la matricula como Chile. Otra versa sobre la necesaria redefinicin de las atribuciones asignadas a los gobiernos nacionales para supervisar sistemas educativos sesgados en sus dos vertientes, nacional y transnacional. Una tercera atiende las articulaciones deseables entre accin pblica y proveedores privados transnacionales, mediante la regulacin, la supervisin de calidad y/o el financiamiento. Servicios de la Organizacin Mundial del Comercio (AGCS de la OMC). Para ese propsito, la OMC defini como servicios educativos la movilidad de personas fsicas, el suministro transfronterizo de servicios educativos, la presencia comercial y el consumo afuera 9 . Pese a que, desde la reunin de Doha en 2001, en foros internacionales, sus funcionarios hayan insistido en que el educativo no es prioritario, como lo demuestra el bajo nmero de propuestas emitidas en educacin superior por los 144 pases8

El mercado y el bien pblico en educacin superior: un foco de tensionesLas discusiones sobre el bien pblico en educacin superior volvieron a tomar auge ante las nuevas formas de financiamiento, de rendicin de cuentas y de conduccin instaladas en los 90 por los gobiernos nacionales en la regin. Fueron luego remitidas al protagonismo de los proveedores privados y a sus impactos y desembocaron finalmente en el uso de un concepto, muy utilizado ahora en los organismos internacionales, de bien pblico global (Daniel, 2003). Por su parte, las reflexiones sobre el mercado fueron referidas a la inclusin de los servicios de educacin superior en los doce sectores cubiertos por el Acuerdo General sobre Comercio de

Se multiplicaron por tanto, eventos destinados a dar cuenta de lo que estaba ocurriendo: uno de las primeros, organizado en julio de 2001 en Lima por el Programa Columbus ( h t t p : / / w w w. c o l u m b u s web.com), dio cuenta del estado de la discusin sobre nociones problemticas: la generalizacin del trato de nacin ms favorecida, las reglas del acceso a los mercados, la aplicacin del princi-

miembros (slo 21) (Cossy, 2003; Latrille, 2004) 10 , el asunto despert inters, acadmico y poltico, en Amrica Latina.

Segn uno de los boletines de prensa recopilados por el IESALC, aument 59% el nmero de extranjeros matriculados en 2004 en las universidades extranjeras, con respecto a dos aos atrs (http://www-iwsalc.org.ve/pruebaobservatorio/reseasdepresnesa/Argentina/10-03-04). 9 Box 1. The different modes of services trade according to the GATS classification: Mode1: Cross border supply corresponds to the normal form of trade in goods: only the service itself crosses the border. Cross border of educational services might grow rapidly in the future through the use new information technologies for distance learning () Mode 2: Consumption abroad refers to a situation where a service consumer moves to another country to obtain the service in question (e.g. a student who travels abroad to study) Mode 3: Commercial presence of educational services refers to the commercial establishment of facilities abroad by education providers, e .g. local branch campuses or partnership with domestic education institutions. Mode 4: Presence of natural persons consists of a natural person e.g. a professor, a researcher, teacher, etc., traveling to another country on a temporary basis to provide an educational service. (Larsen & alt.2002:5) 10 Para la ronda de discusiones que tuvo lugar en Cancn en septiembre 2003 slo Japn, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos abogaron por una remocin de las barreras y por una mayor liberalizacin de los servicios de educacin superior y para adultos.PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 16

Sylvie Didou Aupetitpio de trato nacional en igualdad de condiciones para proveedores domsticos y extranjeros y la aplicabilidad del artculo 1.3 a la educacin superior11 (Garca Guadilla, 2003). Desde entonces, se multiplicaron eventos similares: en 2003, el Centro de Estudios sobre la Universidad de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico organiz un Congreso Internacional sobre La Comercializacin de la Educacin Superior y el GATS; la Cmara de Comercio de Bogot, la Alianza Bogot Universitaria y la Asociacin Colombiana de Universidades convocaron a un foro sobre La Educacin superior colombiana en el marco de los acuerdos de Libre Comercio y la CEPAL, el Consejo Superior de Educacin y la Comisin Nacional de Acreditacin de Pregrado, en Chile, llamaron a un Seminario Internacional Cruzando Fronteras: Nuevos desafos de la Educacin Superior en 2003, seguido en 2004 por otro intitulado La movilidad internacional de profesionistas: condiciones para una confianza recproca. En 2004, la ANUIES con la ctedra UNESCO-CINVESTAV celebr en Mxico el congreso sobre Educacin superior y comercializacin de los servicios educativos. Por su parte, las asociaciones universitarias regionales, como en otros lugares12, expresaron sus posiciones: el grupo Montevideo de Universidades se pronunci reiteradamente en contra de la comercializacin y por la preservacin de las garantas de equidad y de la accesibilidad (AUGM, abril y mayo 2003, http://www.grupomontevideo.edu.uy). La ANUIES, en una reunin de Consejo Ejecutivo en 2003, acord seguir de cerca las negociaciones sobre comercio de servicios educativos, por lo cual solicit informacin a la Secretaria de Economa.

El articulo 1.3. de las reglas de la OMC considera la posibilidad de sustraer del mbito de las negociaciones sin penalidad los servicios prestados en el ejercicio de la autoridad gubernamental es decir que no estn sobre una base comercial ni en competicin con uno o ms proveedores del mismo servicio. La discusin versa sobre la aplicabilidad de esa clusula de exclusin a la educacin considerando que sta est en todos los pases de Amrica Latina a cargo tanto del gobierno como de actores privados. 12 La European University Association (EUA), la Association of Universities and Colleges of Canada (AUCC), el American Council of Education y el Council for Higher Education Accreditation publicaron en septiembre de 2001 una declaracin conjunta sobre la educacin superior y el Acuerdo General de Comercializacin de los servicios en donde asentaban Nuestras instituciones asociadas se comprometen a reducir los obstculos al comercio internacional de la educacin superior mediante la celebracin de convenios y acuerdos que estn fuera de un rgimen de poltica comercial. Este compromiso incluye, pero no se limita a mejorar las comunicaciones, ampliar el intercambio de informacin, celebrar acuerdos referentes a instituciones, programas, ttulos o calificaciones en educacin superior y adoptar prcticas de revisin de la calidad. Nuestros respectivos pases no se deben comprometer en la prestacin de Servicios en Educacin Superior o en las categoras relacionadas con atencin a adultos y Otros servicios educativos en el contexto del GATS (AUCC, ACE, EUA y CHEA, 2001 in http://www.unige.ch/cre/).11

En referencia a esa discusin sobre el mercado y el bien pblico, parcialmente conectada con la que concierne a la transnacionalizacin, pero de alcances ms amplios, fue analizado los impactos de los tratados de libre comercio en la comercializacin de los servicios educativos, en referencia a Amrica del Norte (Barrows, Didou, Mallea, 2003) o a ALCA (Rodrguez, 2003). Tambin se pretendi delimitar sus consecuencias en materia de flujos desiguales de estudiantes (y de recursos humanos altamente calificados), a la luz de datos que evidencian su intensificacin: en 2002, Mxico, Brasil y Colombia se ubicaron entre los 15 principales exportadores de estudiantes a Estados Unidos. Brasil, Mxico, Venezuela, Colombia y

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artculosArgentina enviaron casi el 20% de los estudiantes matriculados en cursos intensivos de ingls. En contraste, Amrica Latina, como conjunto, recibi apenas el 14.5% de los estudiantes de Estados Unidos que estudian fuera (IIE, 2003). Ms all de advertir de la creciente importancia de la venta de servicios educativos con fines de lucro, los especialistas hicieron nfasis en varios cambios estructurales: uno consisti en el desplazamiento de las instancias responsables de la accin pblica en educacin superior por las secretaras de Economa, en el marco de las negociaciones del AGCS. Otro fue el desarrollo, en el interior de las instituciones pblicas, de comportamientos comerciales, fenmeno conocido como el de hibridacin y principalmente sensible en las universidades empresariales13. El tercero fue la consolidacin de prestadores comerciales no nacionales, como una opcin legtima para brindar ttulos de educacin a la periferia del sistema educativo. El cuarto fue la emergencia, al margen del sistema educativo, de proveedores comerciales (nacionales/macro-regionales) dedicados a la venta de servicios de intermediacin, de produccin y de gestin14: estos servicios estn orientados a los particulares (certificacin de dominio de idiomas, ayuda a la movilidad15), a las instituciones (testing y acreditacin)16 o incluso a agencias gubernamentales (consulting). Por lo tanto, la constitucin de un mercado educativo no slo crea nichos de actividad en donde se localizan nuevos actores educativos. Tambin incide en la estructura del campo de la educacin terciaria y produce nuevos comportamientos en las instituciones pblicas. Representa el eje de una transformacin de grandes alcances que, a su vez, obliga a volver a pensar la nocin de bien pblico y, por ende, a reflexionar sobre el papel y los compromisos de los gobiernos en el financia-

13 En numerosos pases, los establecimientos pblicos de educacin cuyos recursos pblicos son insuficientes para asegurar sus funciones o resistir a la competitividad estn autorizados a buscar libremente recursos extra-presupuestarios: donaciones e ingresos de fundaciones, cuotas estudiantiles o venta de productos y de prestaciones. An marginales, los medios procedentes de donaciones e ingresos publicitarios pueden influir en los contenidos de la educacin. En forma similar, funcionan los contratos de investigacin y de peritaje sub-contratados por empresas en cuyo capital participan profesores-empresarios (Washburn & E. Press, 2000) o los contratos con firmas de las TIC para la educacin en lnea. Sobre todo, la actividad comercial puede transformar algunos establecimientos pblicos de educacin superior en verdaderas firmas multinacionales va la apertura de establecimientos con fines lucrativos que pueden tomar la forma de establecimiento no pblico, de branch campus, de joint ventures o de redes de franquicias segn las caractersticas de los territorios de recepcin. La casa matriz provee el prestigio de su nombre, el programa, la certificacin, a veces hasta los docentes. Percibe royalties. Esa frmula se desarrolla en particular en pases de la periferia en donde el sistema de educacin superior est en crisis o cuando satisface estrategias de xodo de cerebros de las elites locales (Didou, 2002). 14 En la transformacin en curso de los sectores educativos, la educacin propiamente dicha intensiva en trabajo- tiende a volverse un campo de experimentacin adscrito al servicio pblico pero est integrada en una cadena de actividades sub-contratadas, hacia arriba y hacia abajo, por los poderes pblicos a firmas multinacionales de la industria de la educacin: provisin de materiales, concepcin de hardware y de software educativos, edicin, consulting, testing, financiamiento de prstamos y de seguros, gestin de establecimientos o de zonas escolares , etctera. (Vinokur, 2004) 15 La Study Abroad Foundation, que desarrolla programas de estudios fuera en pases que no han adoptado el sistema de crditos de Estados Unidos, tiene oficinas en Mxico. 16 Por ejemplo, la empresa Posgradoonline, representante oficial de American World University y The American University of London, propone en su pgina Web a las universidades latinoamericanas y espaolas en materia de acreditacin internacional y de doble grados.

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Sylvie Didou Aupetitmiento y en la definicin de las polticas pblicas en educacin superior. les en estado puro, sino los cambios en los valores (polticos y ticos, institucionales e individuales), en las estrategias (adopcin del ISO 9001 como mecanismo de certificacin de calidad administrativa) y en las estructuras, en todos los niveles del sistema educativo, en su interior y en su periferia. irrupcin de los nuevos proveedores en el mbito educativo. Podemos entonces afirmar que estamos ante un tercer shock educativo? (Rama, 2004). Es muy probable que s. En esa perspectiva, es vlido temer que, en la situacin actual, el shock sea cuanto ms fuerte que hasta ahora su magnitud no ha sido percibida, ni discutida en sus aspectos problemticos directos (regulacin, aseguramiento de calidad, competencia) e indirectos (equidad de oportunidades, formacin de elites, fuga de cerebros, capacidades de fraguar proyectos nacionales de educacin superior). Tampoco lo ha sido en sus repercusiones sociales y polticas, ms all de referencias todava puntuales a la nocin de bien pblico, crucial en trminos polticos y sociales en pases en donde la pobreza y la falta de oportunidades limitan seriamente las posibilidades tanto de desarrollo como de estabilidad y de democracia.

Conclusiones. Del efecto de moda al shock.En suma, hablar del papel de los actores transnacionales y del mercado en la educacin superior supone referirse a un fenmeno multidimensional, radicalmente diferente a la internacionalizacin, tal y como ha sido concebida convencionalmente. Significa rastrear una dinmica que afecta la estructura del sistema de educacin superior, las elecciones institucionales de desarrollo propio y de ubicacin competitiva en el campo educativo, las expectativas sociales, familiares e individuales, ligadas a las oportunidades de educacin superior y la forma cmo el Estado asume sus responsabilidades en materia del gasto social y, en este caso, educativo. Implica identificar no slo los comportamientos comercia-

Bajo esas vertientes, la intensidad con la cual aparecen los trminos de comercializacin, de transnacionalizacin y de mercado versus bien pblico en Amrica Latina funge como un sntoma de la crisis y de las recomposiciones en curso; es reveladora de dos tendencias: una es la de una conexin, tarda pero estrecha, de los discursos regionales con los de los organismos internacionales. Otra es la de la visibilidad creciente de los hechos. Es evidente que especialistas, agencias gubernamentales y oficinas regionales de organismos internacionales consideran con cada vez mayor atencin la

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Las lecciones de BolognaRaquel San Martn*En Europa, el fin de la dcada del 90 coincidi con la puesta en marcha de un ambicioso plan de reformas acadmicas e institucionales en las universidades, destinadas a constituir un espacio comn de educacin superior en el continente que, segn el compromiso adoptado por los gobiernos, deber estar en funcionamiento en el ao 2010. En 1999, veintinueve Estados europeos firmaron la Declaracin de Bologna, en la que se comprometieron a encarar reformas concretas en sus universidades con este objetivo. En concreto, expresaron su intencin de compatibilizar los sistemas universitarios, mediante la adopcin de un sistema de ttulos comparable entre pases, establecer estructuras de carreras en dos ciclos de formacin (grado y posgrado, ste ltimo con dos posibles niveles consecutivos de master y doctorado), facilitar el reconocimiento de los ttulos y estudios cursados, promover la movilidad de los estudiantes y establecer sistemas de aseguramiento de la calidad en instituciones y carreras. En sntesis, desarrollar un sistema europeo de educacin superior que fuera atractivo para estudiantes e investigadores de otras latitudes y generador de conocimientos y desarrollo econmico. El llamado desde entonces Proceso Bologna que alcanza a ms de 4000 universidades y centros de educacin superior del continente surgi y contina siendo fuertemente apoyado por las instituciones de la Unin Europea (UE), aunque incluye tambin a pases que no son parte de sta, por razones no slo acadmicas. Las tendencias de la productividad, cuyo crecimiento depende cada vez ms de la calidad del capital humano, son enormemente divergentes entre Europa y los Estados Unidos. La competitividad global de Europa y su dinamismo econmico avanzan con mayor lentitud que los de sus principales competidores. En el mbito de la educacin superior, los estudiantes aventajados de Asia, Amrica Latina y frica prefieren, si pueden elegir, realizar un master en una universidad americana a cursar estudios en

* Periodista. A cargo de la cobertura de temas de educacin superior en el diario La Nacin. Magister en Periodismo y Sociedades de la Informacin por la Universidad Autnoma de Barcelona. Docente en la Universidad Catlica Argentina (UCA).

artculosEuropa, escriba al comienzo del proceso Viviane Reding, comisaria europea de Educacin y Cultura, en el diario El Pas. A distinta velocidad, segn los pases y de acuerdo con sus particulares realidades socioeconmicas y polticas, se avanz en el camino hacia un espacio universitario comn, aunque muchas de las reformas despertaron y siguen causando oposicin en muchos pases. De a poco, el Proceso Bologna fue bajando de las autoridades que lo impulsaron en primer lugar, para incluir hoy activamente a asociaciones que nuclean a autoridades de las universidades e instituciones de educacin superior, y a los propios estudiantes que, aunque apoyan la direccin de las reformas y su necesidad, tambin han aportado hasta ahora la voz ms crtica sobre los cambios y han llamado la atencin sobre problemas no previstos que la puesta en marcha de las reformas empieza a evidenciar. Desde 1999, los primeros pasos de las reformas se acompaaron con trabajos de seguimiento de los cambios, diagnsticos sobre la educacin superior, encuentros internacionales para acordar direcciones de trabajo, nuevos programas de movilidad estudiantil y docente y el inters creciente de pases europeos que se fueron sumando a las naciones inicialmente firmantes del compromiso en Bologna. En el 2004, el espacio de los pases signatarios inclua a 40 naciones, una diversidad que va desde Espaa, Alemania, Francia, Inglaterra y los pases nrdicos a Islandia, Chipre, Estonia, Rumania, Eslovaquia, Turqua, Macedonia, Lituania, Malta, Irlanda y Grecia, por citar a algunos. Claro que la puesta en marcha de este espacio comn de educacin superior presenta obstculos. Entre ellos, las diferencias sociales y econmicas de los pases europeos hacen que la aplicacin de las reformas marche a ritmos bien diferentes en las distintas naciones; las propias instituciones de educacin superior muchas veces plantean reticencias a los cambios; y las universidades europeas, sobre todo de Europa Occidental, continan siendo en mayor medida receptoras de estudiantes latinoamericanos en busca de mejores condiciones de formacin acadmica y de investigacin, y no ocurre lo mismo en la direccin contraria. La reunin cumbre de ministros de Educacin de Europa que se realiz en Berln en septiembre del 2003, ratific la direccin de las reformas y se adoptaron compromisos de cambio profundo. Segn la declaracin final, para el siguiente encuentro, en mayo de 2005, celebrado en la ciudad noruega de Bergen, los pases deberan haber establecido o estar en proceso de implementar un sistema de evaluacin de la calidad, una estructura de carreras en dosPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 24

ciclos (grado y posgrado) y un sistema de reconocimiento de ttulos y perodos de estudio. El Proceso Bologna interpela a las universidades latinoamericanas y, en particular, a las argentinas, al menos en dos aspectos. Por un lado, los propios contenidos particulares y tcnicos de las reformas, tanto los positivos como los problemticos, permiten extraer enseanzas tiles para encarar similares discusiones locales. Por otro, con una mirada ms amplia y poltica, a partir de este proceso, las universidades europeas estn desarrollando una iniciativa ms enrgica y decidida hacia las instituciones y los estudiantes de otros continentes, los de Amrica Latina incluidos. Esto obliga a las universidades locales a disear, al menos, una estrategia conjunta para recibir y responder a esta nueva avanzada.

Aprender de las reformasQuin es quin Es interesante analizar qu tipo de intervencin tiene cada uno de los actores en el proceso europeo. Mirado en conjunto, parece evidente que el avance en la implementacin de las reformas, sorprendente en varios campos, obedece a la decidida voluntad poltica de los gobiernos y de las autoridades de la Unin Europea, los iniciadores y promotores principales de los cambios y, particularmente en el segundo

Raquel San Martncaso, a un importante soporte financiero para concretarlos. En cambio, las instituciones de educacin superior, en la voz de sus rectores, se sumaron con mayor energa hace menos tiempo, mientras son los estudiantes quienes hoy se involucran con ms fuerza. En la cumbre de Berln, por ejemplo, tuvieron lugar oficial como oradores por primera vez, y mostraron el discurso ms crtico sobre los cambios, adems de elaborar y difundir sus propias investigaciones y seguimientos sobre la implementacin de las reformas. Los profesores y acadmicos, por su parte, siguen siendo los ms reticentes a las reformas1. Dimensin social de la educacin superior Por primera vez en la historia del Proceso Bologna, en la declaracin de Berln se incluy en forma explcita la dimensin social de los cambios, en dos sentidos. Por un lado, a instancias de los estudiantes, se llam la atencin sobre las desigualdades socioeconmicas entre los pases signatarios como un obstculo para hacer efectiva la movilidad estudiantil y docente. En la declaracin se enfatiza, adems, la necesidad de que los estudiantes tengan condiciones apropiadas de estudio y de vida para poder completar satisfactoriamente sus estudios en un perodo de tiempo apropiado, sin obstculos relacionados con su origen socioeconmico. Otro dato interesante: el documento pone nfasis en el concepto de educacin como bien pblico y en la responsabilidad del Estado en su financiamiento. Reconocimiento de ttulos y estudios Segn se acord en Berln, para el 2005 todos los pases signatarios debern haber adoptado un sistema de crditos y, lo ms interesante para la comparacin desde Amrica Latina, el llamado suplemento al diploma, es decir, una descripcin de los estudios realizados y las competencias adquiridas en un formato estandarizado, que debe adjuntarse al ttulo de manera gratuita para el estudiante, y con carcter obligatorio. El reconocimiento de estudios, dentro y fuera de los pases, es uno de los aspectos ms problemticos. Aunque, segn el citado informe Trends 2003, dos tercios de las instituciones de educacin superior europeas dice utilizar algn sistema de crditos, el 90% de los estudiantes manifiesta que tiene dificultades para que le reconozcan estudios hechos fuera de su pas2. Calidad El aseguramiento de la calidad est considerado la1

El dato proviene del informe Trends 2003: Progress towards the European Higher Education Area, que monitorea la marcha de las reformas en todo el espacio europeo. 2 El dato se obtuvo de Student Bologna Survey de ESIB, la organizacin que nuclea a las asociaciones estudiantiles de toda Europa.PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 25

condicin sine qua non para que las reformas del Proceso Bologna puedan concretarse. De hecho, segn Trends 2003, el 80% de las instituciones de educacin superior europeas tienen procesos de evaluacin y acreditacin en funcionamiento, aunque con objetivos y mtodos que difieren entre s. Un repaso rpido de las experiencias latinoamericanas en ese sentido muestra un avance similar de los procesos de aseguramiento de la calidad, que en algunos pases incluso se desarrollaron antes que en pases europeos. La leccin interesante de Bologna puede ser, en realidad, el debate sobre la internacionalizacin de esas evaluaciones. La opinin ms extendida, tanto en el nivel de los gobiernos como de las propias instituciones, se inclina all por el apoyo a que cada pas desarrolle su propio sistema de aseguramiento de la calidad universitaria, segn sus particularidades y necesidades, y que se establezca un sistema de reconocimiento mutuo entre ellos. Es interesante seguir el debate en este campo, en el que se ponen en juego enfrentamientos subyacentes y explcitos para redefinir el rol de las autoridades pblicas, las universidad y la sociedad deberan tener en la educacin supe-

artculosrior del futuro (Informe Trends 2003: 73). La postura de Nikolaus Van der Pas, ex -director general de Educacin y Cultura de la Comisin Europea resulta ilustrativa: Es posible y urgente establecer un sistema europeo de aseguramiento de la calidad, en el que la evaluacin y acreditacin de los programas debera estar basada en criterios y metodologas acordados, y realizada por agencias que cumplan con los estndares ms altos de profesionalidad e independencia. Los estndares que usen las agencias no deben ser chalecos de fuerza, sino funcionar como puntos de referencia y dejar que las universidades sean libres para diferenciarse e innovar. La evaluacin y acreditacin no deben apuntar al denominador comn ms bajo, sino reconocer la excelencia e identificar los rasgos particulares de una institucin o un programa. Todo esto puede lograrse a travs de una red de agencias sin la necesidad de una sola agencia europea3. Diversidad: problema o ventaja? Desde el comienzo se ha tomado en cuenta la diversidad cultural y de sistemas de educacin superior que el Proceso Bologna implica compatibilizar, y se ha asegurado, desde las autoridades, que ser protegida. La novedad es que, a medida que los cambios se3

van poniendo efectivamente en marcha, se agregan dos diversidades no consideradas hasta ahora: las voluntades polticas y las realidades socioeconmicas. Mientras algunos pases avanzan mucho ms rpidamente con las reformas los pases nrdicos y Austria encabezan la marcha, con Francia y Alemania detrs, las realidades socioeconmicas muestran sus diferencias cuando se detecta, como ya sucede, un flujo emigratorio de estudiantes de los pases de Europa del Este a universidades en Europa Occidental. Identidad comn Ms all de las reformas concretas, un aspecto relevante para la mirada latinoamericana es la intencin poltica que subyace en todo el Proceso Bologna. Se asegura que el logro de un espacio europeo de educacin superior mantendr a salvo la diversidad cultural de los pases, pero, al mismo tiempo, reafirmar una identidad comn para la enseanza superior basada en una tradicin de siglos, en ser el origen de la idea misma de universidad, con un carcter plural y orientado al desarrollo de las sociedades, que se busca diferenciar en particular del sistema norteamericano, al que se suele caracterizar como mercantilizado. Los documentos hablan, concretamente, de construir un espacio de educacin superior

atractivo. Aunque en esa intencin se tienen en mente, seguramente, los 400.000 europeos que se encuentran actualmente en universidades estadounidenses, y la disminucin continuada del nmero de estudiantes en Europa Occidental por cuestiones demogrficas, las instituciones siguen pensando en la movilidad intra-europea como prioridad. As, cuando se les pregunta a las universidades por sus intereses en cooperacin o movilidad, un contundente 92% pone sus prioridades en Europa Occidental, el 62% en Europa del Este, el 57% mira a Estados Unidos y Canad, el 40% a Asia, el 32% a Amrica Latina, el 24% a frica; el 23% a Australia y el 16% al mundo rabe. Las dificultades Los aspectos considerados problemticos por los propios actores de Bologna pueden despertar reflexin en Amrica Latina. Uno es la diversidad lingstica, que se considera un obstculo para la movilidad estudiantil y docente. El informe Trends 2003 se pregunta, incluso si el dominio total del ingls es el precio que hay que pagar para la movilidad europea, o si se puede salvaguardar la diversidad cultural y lingstica del continente. Es interesante, desde nuestro lugar, pensar la uniformidad hispanohablante como una ventaja. Por otro lado, y a tono con lo que se suele denunciar en

Entrevista realizada por la autora en Diciembre de 2003.

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Raquel San Martnnuestros pases, se objeta en Europa la ausencia de datos estadsticos, por ejemplo, sobre la situacin social y econmica de los estudiantes, para poder planificar mejor las polticas de asistencia financiera, y sobre el alcance de los sistemas de reconocimiento de ttulos y estudios en los distintos pases. la globalizacin inevitable. Desde la dcada del 90, las universidades del continente integran redes de cooperacin internacional con pares de otros pases y regiones, y trabajan, a velocidades distintas, en la compatibilizacin de ttulos y procesos de aseguramiento de la calidad. Al mismo tiempo, ms en lnea con las metas del Proceso Bologna, constituir el mayor espacio de educacin superior del mundo, que incluya a la Unin Europea, Amrica Latina y el Caribe (UEALC), es un objetivo explcito y firmado desde, al menos, el ao 2000, cuando en Pars los Ministros de Educacin de las tres regiones hicieron pblica una declaracin que daba marco a la conformacin de ese espacio, con la idea de que su emergencia podra ser un elemento clave para favorecer las relaciones multilaterales. Este espacio comn presenta una primera dificultad: un desequilibrio entre la cantidad de profesionales latinoamericanos que van a trabajar a Europa y de estudiantes que van a formarse all con respecto al flujo en direccin contraria. Al mismo tiempo, los procesos globalizadores hacen que las sociedades latinoamericanas demanden ms y mejor educacin en sus propios pases, que estn revalorizando sus intercambios con naciones desarrolladas, y que sus universidades busquen cada vez ms vinculaciones de igual a igual con sus pares europeas. Segn afirm Salvador Malo, perteneciente al Centro Nacional de Evaluacin para la Educacin Superior de Mxico, buena parte de las sociedades latinoamericanas considera que se beneficia de las relaciones con los pases de la Unin Europea al menos en un triple sentido: creen que esta relacin representa un contrapeso a la influencia que en estos pases ejerce Estados Unidos; entienden que las relaciones con Europa se dan en un contexto ms humano y menos mercantilizado que en el contexto norteamericano; la Unin Europea se ve como un ejemplo de la posibilidad de acordar polticas comunes supranacionales y constituir una entidad poltica regional bien articulada (Malo, 2003). En este contexto, la marcha del Proceso Bologna pone a las universidades latinoamericanas, como un bloque, frente a la necesidad de definir cul ser su respuesta, de qu modo

El financiamiento que se necesita para hacer frente a las reformas es otro aspecto indicado como problemtico. Mientras las autoridades comunitarias tienen en marcha distintos programas de asistencia financiera4, no todos los gobiernos apoyan las modificaciones de igual manera. Para citar un ejemplo, en el 2003 se calcul en Espaa que sera necesario duplicar el gasto en educacin superior el 1,3% de su PBI, mientras Suecia alcanzaba el 3% y triplicar los recursos destinados a ciencia y tecnologa el 0,9% del PBI para realizar las adaptaciones que supona el Proceso Bologna (Garca, 2004). Y es en este campo donde las diferencias socioeconmicas entre los pases firmantes se hacen ms visibles.

Mientras tanto, las universidades latinoamericanas no son ajenas a los procesos de vinculacin internacional y a

Responder a la iniciativa europea

Un ejemplo es la creacin del programa Erasmus Mundus, que cont con 230 millones de euros como presupuesto para distribuir 4.200 becas para que estudiantes de posgrado, profesores e investigadores extracomunitarios realicen estudios e investigaciones en universidades europeas en el perodo 2004-2008. El programa inclua 1.000 becas para que profesores extranjeros dicten clases en Europa y 500 docentes de pases de la Unin Europea para que pudieran viajar a universidades extranjeras.4

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artculosse vincularn con el nuevo espacio europeo que est en vas de constituirse. Una primera orientacin en ese camino puede ser seguir ms de cerca el proceso y las discusiones polticas y acadmicas que se estn dando en Europa. Eso permitira no solamente obtener elementos para enriquecer el debate local, sino tambin advertir la necesidad de mirar a Europa como un conjunto de pases posible en el escenario europeo que, mientras avanza en su integracin, revela matices y complejidades individuales. Al mismo tiempo, las universidades latinoamericanas podran avanzar en la definicin de una agenda propia de prioridades y transformaciones necesarias, ms all del trabajo de cooperacin que se viene realizando en distintos niveles y temticas. Una idea valiosa para llevar adelante sera la de cia. Se suele hablar con frecuencia, en este sentido, de la necesidad de que la universidad se vincule ms directamente con los problemas concretos de sus comunidades, y los integre en su diseo acadmico y cientfico, algo que en muchos casos es una realidad visible y productiva. No slo se trata de dar un paso ms y hacer que esa sea verdaderamente una orientacin continental y reconocida como prioritaria, sino tambin de pensar la pertinencia, por ejemplo, en otros dos campos. Por un lado, en que la universidad latinoamericana reconozca su responsabilidad con respecto al resto del sistema educativo, del cual debe ser cabeza y no simple corona. Esto tiene que ver no slo con la formacin del personal docente de los niveles precedentes, sino tambin con la incorporacin en su agenda de la investigacin socioeducativa, el anlisis de los problemas ms agudos que aquejan a los sistemas educativos (...), las propuestas para elevar la calidad y transformar los mtodos de enseanza en todo el sistema educativo (Tnnermann Bernheim, 2004: 239). Por otro lado, los crecientes cuestionamientos a la eficacia del sistema democrtico para responder a las necesidades de las poblaciones en nuestros pases5 y la tendencia continental a confiar en lderes salvadores ms que en el funcionamiento institucional, ponen en evidencia la urgencia de trabajar en la cultura democrtica de los ciudadanos latinoameri-

pases latinoamericanos a una muestra total de ms de 19.000 personas, el 53% de los latinoamericanos cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, pero un porcentaje similar (52%) afirma que no le importara que un gobierno no democrtico llegara al poder si pudiera resolver los problemas econmicos.PENSAMIENTO UNIVERSITARIO 28

5 Segn un informe de la encuesta Latinobarmetro, aplicada anualmente en 15

que presentan, para Amrica Latina, distintas e interesantes posibilidades de relacin. En otras palabras, a pesar de los innegables lazos histricos y lingsticos que unen a este continente con Espaa, no se debera pensar en ese pas como el nico interlocutor

pertinencia, es decir, definir de qu funciones especficas y diferentes de las que vena cumpliendo, es responsable la educacin superior en nuestros pases, frente a un contexto de profunda desigualdad, desintegracin social y cuestionamientos a la eficacia de la democra-

Raquel San Martncanos. La construccin de ciudadana, que comprenda la nueva y particular insercin de Amrica Latina en el contexto mundial, puede ser otra tarea para que la universidad local piense su pertinencia social. La construccin de un espacio comn de educacin superior entre Europa y Amrica Latina ya se est revelando como una arena de negociaciones, con tensiones inevitables e intereses diversos. Acercarse a esas discusiones con una posicin clara sobre las propias necesidades y disponibilidades es clave para que las universidades latinoamericanas discutan en igualdad de condiciones con sus pares europeas. Se ha dicho que la cultura de la universidad se parece mucho en todos los pases. Las grandes asimetras no estn precisamente en el ethos sino en los recursos que tienen a su disposicin (Escotet, 2004: 253). A esa diferencia podra agregarse otra: el nivel de la discusin y los acuerdos polticos para posicionarse y defender intereses comunes frente a otros actores, dentro y fuera de las fronteras continentales.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICASANECA (2003). Evaluacin de la Calidad y Acreditacin Informe del Espacio Comn de Educacin Superior Unin Europea, Amrica Latina y Caribe (UEALC), Madrid. Conferencia de Ministros de Educacin de Europa (2003). Realising the European Higher Education Area, declaracin final de Berln, Septiembre del 2003. ESCOTET M. A. (2004). La universidad occidental ante el siglo de la incertidumbre, en: MARQUS, C. (comp.) (2004). La agenda universitaria. Propuestas de polticas pblicas para la Argentina, Universidad de Palermo, Buenos Aires. ESIB (2003). Student Bologna Surveys. European University Association (EUA) (2003). Trends 2003: Progress towards the European Higher Education Area. GARCA I.(2004). La adaptacin a Europa requiere un 50% ms de inversin, en Diario El Mundo, Seccin Campus, Madrid, 1 de julio de 2004. MALO S. (2003). Estrategias y prcticas conjuntas en Amrica Latina, en Evaluacin de la Calidad y Acreditacin Informe del Espacio Comn de Educacin Superior Unin Europea, Amrica Latina y Caribe (UEALC), ANECA, Madrid. REDING V. (2003). El conocimiento frente a la globalizacin, Diario El Pas, Seccin Opinin, Madrid, 15 de septiembre del 2003. TNNERMANN BERNHEIM C. (2004). El impacto de la globalizacin en la educacin superior, en: MARQUS, C. (comp.) (2004). La agenda universitaria. Propuestas de polticas pblicas para la Argentina, Universidad de Palermo, Buenos Aires.

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Autonoma universitaria, reformas y transformacin socialLeonardo Silvio Vaccarezza*La idea de autonoma es un constructo social con una evidente funcin de identidad. Se trate de un grupo social o de la produccin de la cultura de una institucin que sostienen sus integrantes con sus prcticas, la nocin de autonoma refuerza el sentido de pertenencia, garantiza sus lmites y asegura el monopolio sobre la actividad que despliega. Cuando se habla de autonoma universitaria, entonces, no solamente estamos hablando de una categora objetiva, perteneciente al derecho positivo, sino tambin de la produccin de significaciones en el campo de interacciones sociales en el que se despliegan las instituciones de la sociedad. En este sentido, autonoma universitaria -como tambin la autonoma de la ciencia- no es un trmino neutro. Con respecto a este ltimo, Cozzens dice: ...la autonoma de la ciencia se describe como smbolo positivo y central de nuestra cultura, ya sea desde el autogobierno colectivo de las colectividades cientficas, hasta la libertad de los individuos para elegir el tema de su investigacin (Cozzens, 1996: 134). La autonoma universitaria tiene as tambin una carga de sentido valorativo que refuerza, entonces, la identidad de los integrantes de la institucin universitaria. Pero as como la autonoma de la ciencia se sostiene en la legitimidad de sta en la sociedad (quiz construida a partir de la capacidad de resolucin de problemas que la convierten en el monopolio del conocimiento), la autonoma universitaria se

* Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologa, Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.

artculosdebate en la continua construccin de su legitimidad social de la universidad. Pero cules son las fuentes de esta legitimidad? La historia de la universidad acumula distintos argumentos en la lucha por la legitimacin social, siendo los ms evidentes en el presente haberse constituido en el locus de la investigacin cientfica y la productora y transmisora del saber profesional. Sin embargo, uno y otro argumento, especialmente en Amrica Latina, se encuentran en permanente cuestionamiento, sea por atribucin de inadecuacin en un marco de mercados de trabajo profesional asimtricos, sea por atribucin de incapacidad en la resolucin de problemas por medio de la investigacin cientfica (o la generacin de nuevos problemas por el mismo medio), sea por ineficacia en la administracin del aprendizaje profesional. La legitimidad social sobre la cual asentar la pretensin de autonoma por parte de la comunidad universitaria, entonces, se encuentra en un estado de tensin cuasi permanente. Esto ha facilitado las recurrentes intervenciones y represiones de los gobiernos (generalmente de facto) a las universidades, especialmente tpicas en el cono sur hasta los aos 80, con interludios ms o menos intensos o ms o menos borrosos de autonoma. Pero en un marco de legitimidad social dbil de la universidad, la pretensin de autonoma justamente se construy y fortaleci en la reivindicacin frente a la represin, convirtindose la represin a la universidad en un smbolo caro de la represin de la sociedad por parte de tales gobiernos. De esta manera, el significado de autonoma para los integrantes de la institucin se conform con el sentido de lucha contra la represin. Ms que una legitimacin basada en las atribuciones vinculadas a la produccin y transmisin de conocimiento, se trat de una legitimidad sostenida en el valor de smbolo, de protagonismo e inclusive de liderazgo en la lucha por la democracia, la justicia y la libertad. Claro que tal fuente de legitimidad (y por ende de pretensin de autonoma) sufre el avatar del desgaste rpido, y pone nuevamente en primer plano el ejercicio de las funciones de la universidad en la sociedad. En la medida en que Amrica Latina ha entrado en un largo perodo de gobiernos constitucionales el argumento de la reivindicacin poltica de la autonoma frente a la represin ha perdido capacidad de legitimacin. En este contexto, la cuestin de la autonoma se ha ido perfilando recurrentemente con nuevas connotaciones y significados, ponindose ms en evidencia su carcter polismico. En este trabajo tratar de desplegar algunas reflexionesPENSAMIENTO UNIVERSITARIO 32

-o solamente poner algunos temas en discusin- alrededor de la autonoma universitaria. En primer lugar, sealar que la discusin sobre el tema adolece de una relativa confusin de puntos de vistas y significados atribuidos a un concepto que, como dije, acarrea una carga valorativa acumulada a lo largo de su historia. Las reformas o intentos de reforma y modernizacin de la educacin superior en Amrica Latina durante los 90, al comps de las polticas neoliberales, abrieron un nuevo panorama en la significacin de la autonoma universitaria. Tratar de relevar los nuevos componentes del trmino y las nuevas prcticas y tensiones que generaron. Me preguntar, luego, cules son las condiciones por las cuales las universidades de Amrica Latina parecen tener dificultades en generar autorreformas, haciendo honor a un significado ampliado de autonoma. En una perspectiva ms abarcativa propondr como tema de discusin el impacto que algunos procesos globales (como la heterogeneidad, la internacionalizacin o la virtualizacin de la enseanza) afecta la autonoma universitaria. Estos cambios y los propios que ocurren en la produccin de ciencia y tecnologa inciden en la relacin entre universidad, profesin acadmica e investigacin cientfica, la cual guar-

Leonardo Silvio Vaccarezzada especificidades para sociedades perifricas en cuanto a produccin de conocimientos apropiados por la sociedad. Esto nos llevar a discutir la tensin, generalmente sorda, entre autonoma universitaria y autonoma cientfica. Por ltimo, me preguntar por la recuperacin, a partir del origen de la reforma del 18, de una funcin de la autonoma universitaria articulada con la transformacin social en Amrica Latina. de polticas internas, la distribucin de sus propios recursos, de la determinacin de los objetivos de su actividad. No existiendo una ley superior que lo determine, la autonoma la faculta para elegir qu carreras dictar, que reas de privilegiar, investigacin cmo retribuir a su personal, etc. En la medida en que la universidad estatal, como ente pblico est subordinada a una ley superior de presupuesto y gastos fiscales, es pasible de control por los rganos pertinentes, pero es polmica la cuestin de si tal control se extiende a la evaluacin por parte del estado de los objetivos, orientacin y calidad de su produccin. Es fundamentalmente en relacin a la evaluacin en que se expresa significativamente el sentido de la autonoma en trminos de poder poltico. En efecto, en la medida en que entendamos que la poltica es una instancia de decisin acerca de la distribucin de recursos y recompensas, la cuestin de la autonoma universitaria adquiere una doble connotacin: a) se trata de afirmar la capacidad jurdica antes mencionada en los hechos, sin que la dependencia de recursos respecto del estado limite tal actividad o las amenazas del juego poltico condicionen la libertad del gobierno interno; b) se trata de afirmar la legitimidad dePENSAMIENTO UNIVERSITARIO 33

Autonoma universitaria como trmino polismicoUn enfoque particular sobre el concepto de autonoma es, obviamente, el jurdico. La doctrina parte del sentido etimolgico del trmino como la capacidad que tiene un ente para darse su propia ley y regirse por ella (Finocchiaro, 2004: 27), pero en el marco de un sistema normativo superior. De esta manera, el significado jurdico de autonoma queda delimitado por los siguientes atributos: capacidad para dictar sus propias normas y para autoadministrarse, sujecin a un marco normativo superior y al control de un ente superior, si bien con respecto a esto ltimo la doctrina no es taxativa. En este sentido, la universidad declarada como autnoma cuenta con la facultad del autogobierno, de la decisin

la universidad como ente rector en la produccin de la cultura, la profesionalidad y la ciencia, de manera tal que se le reconoce al conjunto de universidades autnomas en un momento histrico dado la plena capacidad de decidir e influir en el desarrollo de las profesiones, de la enseanza superior y del conocimiento cientfico. Esto es, poder poltico para su propio manejo y poder poltico (sin ingerencia estatal directa) en el desarrollo de la sociedad en los aspectos que le conciernen. La historia de las universidades muestra diferentes situaciones en relacin con ambas dimensiones. Es en siglo XIX en que comienza a instaurarse una poltica universitaria activa en los estados europeos, pero el grado de ingerencia al interior del gobierno universitario y de orientacin de la actividad de las universidades por parte del estad