Pep Guardiola y la ilusión por lo bello
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PERsonAjE
14 - PIEDRA LIBRE | mAyo 2012
PERsonAjE
mAyo 2012 | PIEDRA LIBRE - 15
Pep Guardiola y la ilusión por lo bello
Es uno de los personajes más
mediáticos de los últimos años, cru-
zando los límites de su feudo, que
es el deporte. Quizás porque ha
superado el estereotipo que normal-
mente tenemos de ellos, especial-
mente los futbolistas.
Definitivamente es inteligente, es
carismático, tiene estilo. Es un imán
en un mundo que se rige cada vez
más por la imagen, que necesita de
personas que sepan salirse de los
límites, en positivo, y que aporten.
Josep Guardiola, simplemente Pep
para todos, es una figura atractiva y
familiar, que ha enriquecido apor-
tando desde un ámbito que suele
limitarse a las páginas deportivas y
de farándula, sólo piel, músculos y
testosterona y escándalos. Superó la
imagen de los gladiadores, y supo
definir un perfil muy personal, algo
sofisticado.
Nacido en Sampedor, en la zona
central de Cataluña, hizo las inferio-
res en el FC Barcelona, pertenecien-
do a una generación de gran valía,
además de coincidir con el renaci-
miento del equipo catalán como
potencia a nivel continental y mun-
dial. Debutó en primera en 1990, y
ya en mayo de 1992 consiguió la
primera copa de Europa con el azul-
grana. Jugó en Barcelona hasta el
2001, después de disputar 379 parti-
dos, y ganar 6 ligas, amén de la
trascendental copa europea. Luego
vino un paso por Italia, Catar, para
finalizar su carrera en el 2005 con
los Dorados de Sinaloa en México.
Vuelve al Barcelona en el 2007,
pero esta vez como entrenador de la
filial, el Barcelona B. Tal cual fue
en su época de jugador, los éxitos lo
marcan desde sus comienzos, ascen-
diendo a segunda división B como
campeón de tercera. El año 2008
reemplaza a Frank Rijkaard en la
banca del primer equipo, iniciando
la etapa más exitosa en la historia
del club. Nunca nadie gano tanto,
en tan poco tiempo. Ocho títulos
nacionales y seis campeonatos inter-
nacionales. Todo un record en sólo
cuatro años. Deportivamente, una
carrera impecable, indesmentible,
hasta llevar a la prensa especializa-
da a considerarlo el mejor técnico
del mundo, y al Barcelona el mejor
equipo de todos los tiempos. Pero
también contó con una generación
excepcional de futbolistas, y espe-
Mauricio Jaime Goio
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No ha existido una controversia
más sabrosa en el ámbito futbolero
que el prolongado enfrentamiento
entre Guardiola y Mourinho.
Mucho más allá de que Mourinho
dirija al archirrival del Barca, Real
Madrid, mediáticamente se le ha
querido llevar casi a una posición
de vida. Y en este enfrentamiento,
la gente tomo posición, el periodis-
mo tomo posición, y parece que los
comprometidos también asumieron
sus papeles. En el fondo, ambos
representan estilos de juego muy
diferentes, el defensivo y reactivo
estilo de Mou, enfrentado al propo-
sitivo y ofensivo de Pep. Mou es el
villano, el que reclama, el de los
malos modos, el grosero. Pep es el
caballero, de figura estilizada, vesti-
do a la moda, lector, de buenas
palabras. Y ambos se han prestado a
esta representación, esforzándose al
máximo en amoldarse a los estereo-
tipos.
Como olvidar la carrera de
Mourinho con el dedo en alto en el
Camp Nou, en medio de los regado-
res esparciendo agua, celebrando la
clasificación del Inter la de la
Champion en 2010. Claro, Pep
siempre compuesto, reconociendo
los aciertos del rival, asumiendo los
errores propios. Y al salvaje Mou,
de forma subrepticia, metiendo el
dedo en el ojo del ayudante de Pep,
Tito Vilanova, en el final de uno de
los tantos triunfos azulgrana sobre
el Madrid. Quizás la única excep-
ción ha sido esa conferencia de
prensa en que Guardiola, cansado
de tantas palabras de Mourinho, le
llamara el ‘puto jefe’.
Quizás con la partida de Guardiola
de la banca del Barcelona las cosas
tomen un tinte más real, y más que
personajes, nos encontremos con
los seres humanos. A lo mejor ni
Guardiola es tan príncipe, ni
Mourinho tan ogro. Esto, al menos,
hasta que Pep vuelva a dirigir, y
ambos se vuelvan a enfrentar.
Quizás en ese momento los perio-
distas vuelvan a afilar sus lápices, y
nos reencontremos con los persona-
jes.
Así como una mujer bella nor-
malmente es medida por las
dimensiones de su anatomía, o
las proporciones de su rostro,
a esta lindura llamada
Barcelona, la de Pep, con su
sello definido, se le mide por
las dimensiones de sus logros.
He aquí los números:
Titulos Nacionales
2009 - Copa del Rey, Liga
Española y Supercopa de
España
2010 - Liga Española,
Supercopa de España
2011 - Liga Española,
Supercopa de España
2012 - Copa del Rey
Títulos internacionales
2009 - Liga de Campeones de
UEFA, Supercopa de Europa,
Copa mundial de clubes
2011 - Liga de Campeones de
UEFA, Supercopa de Europa,
Copa Mundial de Clubes.
PERsonAjE
cialmente un genio
como es Leonel
Messi. Y, así y todo,
viendo los resultados
de otros equipos pla-
gados de estrellas, no
alcanza sólo con
éstas. Los logros se
explican por una bús-
queda, un estilo, que
iba mucho más allá
del resultado, pero
que tiene como con-
secuencia el alcanzar
las metas. Y
Guardiola ha sido
coherente al propo-
ner el estilo, al lle-
varlo a cabo. Es la
coherencia entre la
planificación y la
ejecución.
La gesta deportiva se
mide en función de
los resultados, y no
hay más para el lego
y el experto. Como
acertadamente expre-
sara Marcelo Bielsa
comentando el resul-
tado de un partido,
los resultados no se
comentan, son. Pero
existen muchos
románticos, o estetas,
que siguen pensando
que el deporte es un
espectáculo, y como
tal debe proponer
una escenificación
estética, bellamente
ejecutada.
Curiosamente en el
fútbol hay montones
de ejemplos de equi-
pos que pasaron a la
historia por la belleza
de su ejecución, a
pesar de no alcanzar
el logro máximo.
Tenemos a la
Holanda de 1974, el
Brasil de 1982, que
siempre quedarán en
el imaginario popu-
lar. En esta misma
dirección, lo de Pep
Guardiola no han
sido los resultados,
aunque le sobren. Lo
de él ha sido una
propuesta, una estéti-
ca de juego, que ha
encantado y deslum-
brado a espectadores
de todos los lugares
del orbe. El fútbol
del Barcelona es una
manifestación estéti-
ca, un espectáculo
que busca a través de
la belleza alcanzar
los resultados. Cómo
dijo en alguna oca-
sión Albert Einstein,
lo importante no es
lo que diga una teo-
ría o el grado de ver-
dad que pueda conte-
ner. Lo verdadera-
mente importante es
su coherencia, y la
belleza que puede
llegar a construir. Y
la gente reconoce en
Guardiola esa ilusión
por la búsqueda de lo
bello. Y, por sobre
todo, reconocen que,
a pesar de las tenta-
ciones en contrario,
ha sido capaz de ser
coherente con esa
búsqueda.mAyo 2012 | PIEDRA LIBRE - 17
PERsonAjE
Los laureles de Guardiola
El Príncipe Guardiola y el Ogro Mourinho
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