Percepciones del Cambio Climático en una Sociedad Nativa de la ...

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Universidad Autónoma de Barcelona Instituto de Ciencias y Tecnología Ambiental (ICTA) Master Oficial en Estudios Ambientales Especialidad: Cambio Global y Cambio Climático Módulos de Investigación 40436, 40437, 40438 Percepciones del Cambio Climático en una Sociedad Nativa de la Amazonía Boliviana HUMAN ECOLOGY JOURNAL Directores de Investigación: Victoria Reyes García y Antoni Rosell i Melé Grupos de Investigación Laboratorio de Etnoecología Climate and Oceanographic Processes Research Group MARIA ELENA MENDEZ LOPEZ Septiembre, 2009

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Universidad Autónoma de Barcelona

Instituto de Ciencias y Tecnología Ambiental (ICTA)

Master Oficial en Estudios Ambientales

Especialidad: Cambio Global y Cambio Climático

Módulos de Investigación 40436, 40437, 40438

Percepciones del Cambio Climático en una Sociedad

Nativa de la Amazonía Boliviana

HUMAN ECOLOGY JOURNAL

Directores de Investigación: Victoria Reyes García y Antoni Rosell i Melé

Grupos de Investigación Laboratorio de Etnoecología

Climate and Oceanographic Processes Research Group

MARIA ELENA MENDEZ LOPEZ

Septiembre, 2009

Descripción del trabajo realizado Este estudio conforma una primera etapa del proyecto de investigación: “Perceptions of

climate change. An experiment on the effect of the media on individual’s perceptions”

desarrollado conjuntamente por el Laboratorio de Etnoecología y el Climate and

Oceanographic Processes Research Group del Institut de Ciencia i Tecnología

Ambiental, UAB.

Inicialmente realicé una revisión bibliográfica para conformar el marco teórico de esta

investigación. Antes del trabajo de campo, también asistí a un curso sobre el manejo de

datos obtenidos de encuestas para estudios sociales impartido por Victoria Reyes

García, como parte del módulo de Espacios Naturales Protegidos y Territorio del Master

Oficial en Estudios Ambientales.

Mi trabajo para este Master consistió en el análisis de datos primarios de una encuesta

realizada por el grupo del Tsimane’ Amazonian Panel Study (TAPS) a 538 adultos en

350 hogares de 13 comunidades indígenas Tsimane’ en el Departamento de Beni,

Bolivia en Junio-Septiembre de 2008.

Posteriormente, durante los meses de mayo y junio del 2009, diseñé e implementé un

taller participativo en siete de las 13 comunidades donde se habían realizado las

encuestas. El taller tenía dos objetivos principales: (1) obtener datos cualitativos sobre

la percepción del cambio climático de los Tsimane’ para dar un contexto etnográfico a

mi investigación y (2) proveer información sobre el fenómeno del cambio climático a

los participantes. Este taller ha cubierto una parte del experimento de los efectos de los

medios de comunicación en la percepción de los individuos (que he mencionado al

inicio de esta sección) y permite dar paso a otra etapa que consiste en una segunda

encuesta para identificar si la información que se les dio a las personas puede modificar

su percepción.

Finalmente, realicé un análisis de una serie de datos de precipitación (1950-2008) de La

Agencia Aeronáutica Nacional de Bolivia del Aeropuerto de San Borja y de temperatura

(1970-2005) del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA); estos

datos fueron recopilados y homogeneizados previamente por Ricardo Godoy y

corresponden a la zona de estudio. Lo anterior para poder comparar los patrones de

precipitación y temperatura a través de una serie temporal con los resultados del análisis

de las encuestas sobre la percepción del clima de los Tsimane’. Estos análisis y el

conjunto de datos cualitativos que obtuve durante los talleres conforman el contenido de

mi trabajo de investigación.

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Percepciones del Cambio Climático en una Sociedad Nativa de la Amazonía Boliviana María Elena Méndez López

Resumen

Este estudio esta enfocado en analizar la percepción del cambio climático de los

Tsimane’, un grupo indígena asentado en la Selva Amazónica de Bolivia cuyo contacto

con los medios de comunicación masiva es casi nulo; el estudio se divide en dos etapas,

la primera en la que se compararon datos locales de precipitación y temperatura con

datos cuantitativos de una encuesta realizada a adultos (N=583) en trece comunidades

Tsimanes; y la segunda parte que consiste en la obtención de datos cualitativos por

medio de la realización de un taller participativo para complementar la información con

un contexto etnográfico. Los resultados sugieren que la percepción de los Tsimane’ de

las variaciones del clima a través del tiempo coincide con los datos locales, pero no así

con los que corresponden a una escala geográfica más amplia. Por otra parte, perciben

cambios en el clima que afectan muchas de sus actividades de subsistencia de manera

negativa, pero también positivamente.

Palabras clave: cambio climático, percepción, conocimiento tradicional, grupos

indígenas, medios de comunicación.

INTRODUCCIÓN Existe un creciente consenso científico sobre anormalidades del ciclo natural que está

sufriendo el planeta debido a causas antropogénicas, y que ha resultado en un aumento

en la temperatura a nivel global y cambios de la estacionalidad y patrones de

precipitación, lo que se conoce como cambio climático (Doran, P. T. and Kendall

Zimmerman 2009). El término cambio climático ahora es de uso popular y genera

controversia sobre todo por las consecuencias catastróficas que se prevén a largo plazo

(O’Connor et al. 1999). Parte de la controversia no ha sido generada por los datos

científicos en sí mismos, sino por la difusión que de ellos hacen los medios de

comunicación masiva que se encargan de difundir la información de manera rápida y

efectiva, muchas veces, sin reconocer el grado de incertidumbre y las deficiencias que

acompaña a las noticias introduciendo así falsas atribuciones y erróneas interpretaciones

sobre el cambio climático (Martín Vide 2008). Algunos autores consideran que la

percepción pública y las dinámicas sociales, además de las evidencias científicas, son

elementos que construyen la historia del Cambio Climático, (Evans and Steven 2007)

que es precisamente desde donde se pretenden obtener las bases para plantear objetivos

claros para mitigar sus impactos. En este sentido, aunque el cambio climático se

considera un hecho, aún no se ha logrado esclarecer las estrategias para enfrentarlo,

debido probablemente a que las opiniones van muy influenciadas por los intereses,

distantes entre sí, desde los que se sustenta cada una de las disciplinas que participan en

las construcción de las mismas (Martín Vide 2008). Lo mismo sucede con la percepción

pública, al pretender tomar en cuenta los intereses y opiniones de la sociedad para la

creación de políticas, se encuentra una amplia divergencia de intereses, opiniones y

contextos sociales que dificultan la labor.

Este estudio pretende contribuir a la literatura que explora las percepciones sobre el

cambio climático utilizando datos primarios recogidos entre comunidades indígenas. A

diferencia de estudios anteriores, que han usado muestras tomadas de poblaciones muy

influidas por los medios de comunicación, el grupo indígena estudiado aquí, los

Tsimane’, tiene poco contacto con los medios de comunicación masiva, y contacto nulo

con la literatura especializada sobre el tema.

A pesar de su alejamiento mediático del tema, los Tsimane’, como otros grupos

indígenas en el planeta, se ven afectados por los procesos de cambio climático.

Investigaciones en cambio climático señalan que los grupos indígenas con estrecho

contacto con la naturaleza, que dependen para su subsistencia de actividades que están

condicionadas por el clima son altamente vulnerables a los efectos del cambio climático

(IPCC 1997; Salick and Byg 2007). Por ejemplo, en un estudio reciente, Godoy et al.

(2008b) sugieren que fenómenos naturales, como la lluvia, tienen un mayor efecto de

corto plazo entre los recolectores que entre los agricultores en la selva tropical.

Fenómenos naturales, como la lluvia, afectan la visibilidad y actividad física y por tanto

condicionan las actividades de subsistencia (i.e., caza, pesca, y recolección) de los

recolectores. En cambio, para quienes se dedican a la agricultura, las lluvias están

asociadas a la productividad. Lo más interesante es, según los resultados de este estudio,

los grupos indígenas han logrado adaptarse, y desarrollar cierta capacidad de predecir el

tiempo, al menos a corto plazo, a partir del conocimiento empírico que obtienen de la

observación de la dinámica del ecosistema que habitan.

En este estudio queremos examinar la percepción que tienen los Tsimane’ del cambio

en el clima a través del tiempo, y si creen que estos cambios les afectarán en el futuro.

La incógnita surge de la visión de este saber tradicional como una herramienta valiosa

que ha permitido a estas sociedades poder manejar sus recursos de manera sustentable

(CLS 1986; Huntington 2000; Hunn 1988; Gadgil 1993), en este sentido, es posible que

el saber tradicional también pudiera permitirles enfrentar de manera efectiva las

amenazas del Cambio Climático.

La estructura y el propósito del conocimiento tradicional se diferencian de los del

conocimiento científico. Mientras que el conocimiento tradicional tiene una base

empírica y se utiliza para entender y para predecir los acontecimientos ambientales de

los que depende la supervivencia del individuo (Huntington 2000), el científico se basa

en la elaboración de un método de experimentación a partir del conocimiento

acumulado del funcionamiento de la naturaleza (Gadgil et al. 1993). Por esta razón, es

posible que el conocimiento tradicional sea más sensible a ser afectado por elementos

externos; de acuerdo a Kameda y Nakanishi (2002) y Rogers (1998) la transmisión

cultural no puede tener ninguna ventaja adaptable en un ambiente inestable

temporalmente, debido a que las respuestas adaptantes para generaciones anteriores ya

no serán útiles en condiciones distintas; por lo tanto, si se considera al cambio climático

como una condición anormal, el planteamiento anterior viene a reforzar los argumentos

para considerar a los pueblos indígenas como los grupos más vulnerables, aunado al

hecho de que a menudo habitan áreas económica y políticamente marginales en

diversos, pero frágiles ecosistemas. Probablemente es este grado de vulnerabilidad lo

que ha hecho surgir un reciente interés por incorporar su opinión en la elaboración de

políticas respecto al cambio climático. Además, los grupos indígenas se reconocen

como aliados potenciales para comprender el cambio climático a una escala local, ya

que los sistemas económicos que actualmente modelan el futuro del clima están basados

principalmente en escalas a nivel global (Salik. and Byg 2007). Sin embargo, aunque el

interés exista, consideramos que hay muchas limitantes para la comunicación entre la

comunidad científica, los creadores de políticas y los grupos indígenas. Es por esta

razón que es importante realizar estudios de percepción como un primer paso para

encontrar la manera de integrar todos los conocimientos que se tienen de este tema

desde diversos contextos de vida.

Objetivos

El estudio tiene cuatro objetivos

1) Hacer una aproximación al conocimiento que tiene un grupo indígena de la

Amazonía Boliviana sobre el clima local, examinando las percepciones del cambio

anormal en factores climáticos a través del tiempo, y las variaciones en la percepción

debidas a factores socio-económicos;

2) Analizar la posible correspondencia entre la percepción del cambio entre los

Tsimane’ y las tendencias de los datos de precipitación y temperatura de la estación

meteorológica más cercana a las comunidades con las que se trabajó;

3) Analizar cómo los cambios en el clima han afectado las actividades productivas del

grupo Tsimane’, y

4) Estudiar las percepciones de las causas del cambio

Etnografía del grupo Tsimane’

Los Tsimane’ son un grupo indígena conformado por aproximadamente ocho mil

personas habitando aproximadamente cien comunidades establecidas en el margen del

Río Maniquí y sus afluentes, en su mayoría en el departamento de Beni, Bolivia (Godoy

1998b). Las actividades económicas que practican son la caza, la pesca, la recolección y

la agricultura con el sistema de corta y quema. Los principales cultivos que conforman

su dieta son el arroz, el maíz, la yuca y el plátano. Actualmente, los Tsimane’ se han

incorporado a la economía de mercado, siendo el principal punto de comercialización de

productos el pueblo de San Borja, con una población de 16.273 habitantes, de acuerdo

a los datos del censo del 2001 (INE). Precisamente es esta incorporación una de las

consecuencias del cambio paulatino de sus patrones culturales a raíz de la llegada de

misioneros, madereros, colonos y comerciantes a su territorio, ya que anteriormente

formaban agrupaciones reducidas dispersas por el territorio y con un alta movilidad, por

lo que las prácticas agrícolas eran en pequeñas parcelas y con rotación de las zonas de

cultivo, así como las de pesca y cacería. Pero la apropiación de sus tierras por sectores

ajenos condujo a una reducción de la disponibilidad de espacios para la obtención de los

recursos para su subsistencia (Pérez 2001) lo que los llevó a al sedentarismo, y por

tanto a transformar la dinámica de sus actividades. En este sentido, la dependencia de la

agricultura aumenta, y por ende las necesidades del agua de lluvia para el

mantenimiento de los cultivos; es importante señalar que la lluvia también afecta las

probabilidades de éxito en la pesca, la caza y la recolección. Es posible encontrar

literatura con una descripción detallada la historia de este grupo social (Reyes-García

2001;Ellis 1996; Huanca 1999) , pero debido a la temática del presente estudio me

enfocaré de manera breve en la incidencia de los factores climáticos en las actividades

productivas de los Tsimane’.

De acuerdo a los datos de precipitación para San Borja y al CENHAMI, la zona de

asentamiento de los Tsimane’ presenta dos estaciones: una lluviosa de octubre a marzo

y otra seca de abril a septiembre, sin embargo, de acuerdo a los resultados del taller que

realicé y que se revisan más adelante, los Tsimane’ perciben que actualmente la

temporada de lluvia se ha reducido de noviembre/diciembre a Marzo, teniendo

consecuencias negativas en los cultivos como el maíz y el arroz, que son plantas

sensibles a la falta de agua y pueden estropearse si la temporada de lluvia se retrasa.

(Apéndice A.1.2)

Como se mencionó antes, los Tsimane’ utilizan el método de corta y quema para abrir

parcelas para el cultivo. Entre mayo y agosto se hace el clareo, entre septiembre y

octubre se quema y posteriormente se planta. (Vadez 2004), justo cuando da inicio la

temporada de lluvia.

Otra actividad practicada principalmente por varones, niños y raramente por mujeres es

la pesca. La técnica utilizada depende de la época del año, siendo la estación seca la que

da mayor probabilidad de éxito por la migración de los peces río arriba (Reyes-García

2001) y por que el agua es menos turbia y permite una mejor visibilidad, lo que da

oportunidad al uso de arco y flecha; en cambio en la estación lluviosa, la única técnica

utilizada es el barbasco, que consiste en el envenenamiento de los peces para su

posterior captura. Por su parte la cacería es una actividad exclusiva de los varones

adultos; la temporada seca es la idónea para realizarla ya que en mayo es cuando las

presas han ganado peso y no hay peligro de que la lluvia afecte la visibilidad (Godoy

2008b); pero actualmente esta práctica se ha reducido conforme la selva amazónica

desaparece, debido a que las zonas más densas donde los animales se refugian están a

grandes distancias de las comunidades y por lo tanto el tiempo que les toma encontrar

una presa ha aumentado considerablemente. Es por esto que la pesca se ha intensificado,

al ser más sencillo obtener la presa y la cacería ha pasado a ser una actividad secundaria

(Pérez 2001). Mayo también se considera la mejor época para la recolección ya que

después de las lluvias es que los frutos aparecen.

Zona de estudio Aproximadamente un 65% del territorio de Bolivia se encuentra en la Selva Amazónica.

La cuenca Amazónica es una de las tres principales de Bolivia y la más extensa en el

país, con 722 137 Km2. (SENHAMI, 2005). Las comunidades Tsimane’ se distribuyen a

lo largo del Río Maniquí (Fig.1), en una de las subcuencas del Amazonas dentro del

departamento del Beni. Este departamento posee amplias planicies cubiertas por

pastizales (pampas o sabana) y abundantes lagunas. La selva ocupa las riberas de los

numerosos ríos y también se halla en la zona de pie de monte. El Departamento, por su

clima y suelo, es apto para toda clase de cultivos tropicales; maíz, cacao, café, castaña,

vainilla, yuca o mandioca, arroz, maracuyá, papaya, cítricos y otras frutas tropicales. Se

calcula que hay alrededor de dos millones de cabezas de ganado, que se alimentan

fundamentalmente de pasto natural.

Según el SENHAMI, debido a sus condiciones orográficas e hidrológicas, el Beni es

una región susceptible a los desastres meteorológicos, aunado a esto, la infraestructura

con la que cuentan para predecir el clima no es suficiente como para alertar a la

población en caso de un evento climático que pueda afectarles de manera negativa.

(FIGURA 1 AQUÍ)

Evidencia del cambio climático a nivel regional La selva amazónica, que es donde localiza el área de estudio, es uno de los focos de

atención especial en relación al tema del cambio climático debido a dos razones

principales. Primero la cuenca Amazónica alberga una alta biodiversidad, lo que

sumado a su extensión territorial, le infiere el papel de conductor del clima global

(Chagnon 2005), incidiendo en los ciclos naturales, afectando la circulación atmosférica

y fungiendo como una importante reserva de biomasa. Segundo, en los últimos años la

zona ha sufrido una acelerada disminución de la superficie boscosa como consecuencia

de actividades humanas y se estima que para el año 2050 se habrá perdido más de la

mitad de la superficie actual de bosque tropical Amazónico, lo que podría generar un

incremento de la temperatura regional por arriba de 4 ºC (Hall 2008) a causa de la

liberación de carbono almacenado, propiciando el aumento del CO2 en la atmósfera;

(Betts et al. 2008).

Las predicciones para el Amazonas como resultado del cambio climático indican un

decremento notable en la precipitación, especialmente durante la época seca, que

conducirá a una severa sequía, pudiendo convertir la selva en sabana (Perz et al. 2008;

Wenhong 2007 ). Además, se ha registrado un incremento en la temperatura de una tasa

de 0.258 ºC por década (Malhi & Wright, 2004), y se proyecta un incremento de 3–8 ºC

a lo largo de este siglo (Betts et.al. 2008).

Sin embargo, estas predicciones no pueden generalizarse ya que la selva amazónica

presenta un patrón complejo y heterogéneo en precipitación y estacionalidad a través de

la cuenca (Mayle and Power 2007), considerándose que las áreas con las precipitaciones

mas altas y menos estacionalidad, correspondientes a la partes oeste y central,

incluyendo Bolivia, son menos vulnerables a los impactos negativos del cambio

climático ya que su proximidad a los Andes estabiliza el régimen de lluvias (Li et al.

2006. Killen and Solorzano 2008). Corroborando este dato, dentro de los informes del

IPCC, Ronchail (2005) reportó un incremento de un 15% en la lluvias sobre la

Amazonía Boliviana en las últimas tres décadas.

MATERIALES Y METODOS Este estudio tiene dos etapas, la primera que consiste en la recopilación de datos

cuantitativos sobre la percepción de los cambios en variables climáticas a nivel local y

la segunda en la obtención de datos cualitativos por medio de un taller participativo y

una entrevista con el presidente del Gran Consejo Tsimane, que es la única organización

política local que representa esta etnia y fue formada en 1989 (Reyes-García 2001);

ambas actividades las diseñé con el objetivo dar mayor sustento y contexto etnográfico

a los resultados cuantitativos

Obtención de datos cuantitativos: encuesta Se utilizaron los datos obtenidos mediante una encuesta estructurada hecha por el

equipo del Tsimane’ Amazonian Panel Study (TAPS, http://www.tsimane.org) en

Junio-Septiembre de 2008. La encuesta se administró a personas mayores de 16 años

(N=538) en trece comunidades Tsimane’ elegidas en un gradiente en su nivel de

incorporación a la economía de mercado. Se realizaron tres preguntas básicas sobre la

percepción de variación en tres variables climáticas: lluvia, calor, e inundaciones.

Específicamente, se preguntó, “¿Cuándo eras niño llovía: (1) mas que ahora, (2) igual

que ahora, (3) menos que ahora.” Luego se repitió la misma pregunta substituyendo

“llovia” por “hacía más calor” y “había más inundaciones”. En la misma encuesta se

recogieron datos socio-demográficos de las personas entrevistadas, incluyendo sexo (1=

hombre y 0= mujer) y edad (años). Se usaron los datos de edad para crear una nueva

variable binaria para agrupar a la población en nacidos antes o durante 1960 (=1) y

nacidos después de 1960 (=0). Por otra parte, para desagregar los datos se creó una

variable que agrupa a los encuestados por década de niñez (Dn), definida como la

década posterior a la de nacimiento (DOB= 2008-edad)

Se utilizaron datos de precipitación (1950-2008) de La Agencia Aeronáutica Nacional

de Bolivia del Aeropuerto de San Borja y de temperatura (1970-2005), del National

Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA); todos los datos fueron recopilados

y homogeneizados previamente por Godoy et al. (2008) y corresponden a San Borja,

que es la ciudad más cercana a las comunidades donde se trabajó, con una distancia

promedio a estas de 25.96 kilómetros en línea recta (SD=16.70; min=5.71 km;

max=47.74 km) (Godoy 2008b).

Obtención de datos cualitativos: Taller participativo

Para abordar la segunda etapa, diseñé e implementé un taller participativo en siete de

las trece comunidades donde se realizaron las entrevistas durante los meses de mayo y

junio de 2009. El taller constó de tres partes: introducción, rescate del conocimiento

tradicional acerca del clima, y aportes técnicos del tema del cambio climático. Durante

la primera parte del taller elaboré calendarios para hacer un análisis retrospectivo

(situación actual y 50 años atrás). Les pedí a los participantes del taller que indicaran:

(1) los periodos de siembra y cosecha del plátano, maíz y arroz (que forman parte

importante de su dieta) y (2) los periodos de lluvia, secas, y “surazos”1. Durante la

segunda parte correspondiente al rescate del saber tradicional del cambio climático, los

participantes elaboraron gráficas para el manejo de datos de clima. En las gráficas se

indicaron las tendencias (i.e., incremento o decremento) en variables climáticas (i.e,, 1 “Surazo” es el nombre que en Bolivia se le da a un fenómeno que consiste en la progresión hacia la cuenca amazónica de vientos polares proveniente del sur del Pacífico Oriental que generan caídas bruscas de temperatura y aparición de precipitaciones principalmente en los meses de verano. (Ronchail, 1989)

calor, precipitación, inundaciones, cobertura forestal, y cosechas). El objetivo de este

ejercicio era identificar si relacionan los recursos naturales con las variables de clima y

conocer sus predicciones para cada variable. Además, les solicité información sobre la

manera en que pueden predecir los eventos meteorológicos (i.e. lluvia, surazos,

inundaciones), con esta información elaboré la Tabla 5. Para la última parte, les

proporcioné información básica del fenómeno del calentamiento global mediante un

esquema contextualizado a su entorno para corroborar si tenían alguna información

como antecedente con respecto al cambio climático en relación al fenómeno del

calentamiento global. Durante todo el taller conté con la ayuda de un traductor local,

con quién previamente se revisaron los contenidos y la metodología para asegurarnos

que la información fuera clara para los participantes sin tener que modificar los

objetivos. Los comentarios e impresiones generados por los participantes del taller se

describen en la sección de resultados.

Análisis de datos

Estadística descriptiva. Se realizó una tabla de frecuencias donde se observan las

tendencias de las respuestas (en porcentajes) para las tres variables de acuerdo a la

década de niñez (Tabla 1).

Comparación de los datos reales con la percepción local. Se calculó la precipitación

media mensual (mm) durante todos los años de registro para realizar el gráfico de

estacionalidad (Fig. 4a), así como los valores medios de precipitación acumulada por

décadas. También se calculó la temperatura (ºC) media anual y posteriormente la

temperatura media para cada década. Las estimaciones para los años a partir de 2000

(2000’s) se realizaron con los datos disponibles de precipitación (2000-08) y

temperatura (2000-05). Se obtuvo la diferencia de los valores calculados para cada

década con el valor de 2000’s para obtener una aproximación de los años más lluviosos

(o cálidos) y los menos lluviosos (o fríos) respecto a la época actual (Tabla 1); en las

figuras 3a y 5a se representan en los ejes positivos y negativos respectivamente; el cero

indica una década similar a la presente.

(TABLA 1 AQUÍ)

Para poder hacer la comparación con los datos de la encuesta, convertí los valores de la

siguiente manera: “¿Cuándo eras niño llovía: (1) mas que ahora, (0) igual que ahora,

(-1) menos que ahora.”. Se hizo lo mismo para el calor y las inundaciones, se obtuvo la

media para cada Dn y se realizó un gráfico de barras donde el cero equivaldría al valor

actual, por que quiere decir que no perciben cambios con respecto a la actualidad, de la

misma manera las barras son un indicativo de la tendencia o consenso de la percepción

de las variables climáticas de cada década.

Dependencia de variables. Para identificar si la percepción del cambio climático varía

según las características socio-demográficas de la persona, se aplicó un test de Chi-

cuadrado para corroborar las siguientes hipótesis: (1) Las mujeres percibirán menos

variaciones en la precipitación que los hombres porque realizan menos actividades que

están afectadas por las variaciones climáticas (Ej., caza y pesca); (2) Las personas

encuestadas cuyas épocas de nacimiento sean posteriores a la década de los años

sesentas percibirán menos variaciones en la precipitación porque no han vivido lo

suficiente para percibir tendencias de cambio en el clima (se ha sugerido que para los

modelos estadísticos es necesario un periodo de al menos treinta años para poder

percibir tales tendencias (Saladié et al., 2007).

Para aplicar esta prueba se creó una nueva variable binaria a partir de las respuestas de

la percepción de lluvia descrita anteriormente, por ser la variable que más incide en las

actividades de los Tsimane’ (Godoy et al 2008; Pérez 2001), donde los valores 1 y 3 me

indican que perciben cambios por lo que se le otorga el valor de 1; y el 2 indica que no

los perciben, por lo que recibe el valor de 0.

Para hacer los cálculos y las gráficas se utilizaron los programas: Microsoft Excel 97,

Stata Versión 9 y SPSS Versión 11.1 para Windows.

RESULTADOS Y DISCUSION

ANALISIS DE ENCUESTA

Lluvia

En la tabla de frecuencia (Tabla 2) podemos observar que en promedio 54.76% de los

encuestados creen que llovía más cuando eran niños y un 39.17% perciben que la lluvia

no ha variado a lo largo del tiempo. Se observa una tendencia muy marcada a percibir

que antes llovía más para quienes fueron niños/as durante las décadas de 1930’s y

1940’s con un 62.5% y 80.95% respectivamente. Para el resto de los años la percepción

es más homogénea entre las opiniones de que antes llovía más y que no hay variación.

De acuerdo a la encuesta, muy poca gente opina que la tendencia de la cantidad de

lluvia a través de los años ha sido de manera ascendente (Fig.2a).

(TABLA 2 AQUÍ)

Calor

De acuerdo al promedio general, la mayor parte de las personas encuestadas creen que

no hay variación en el calor a través de los años (40.35%) o que hace más calor ahora

que cuando eran niños (38.21%). Esta misma tendencia se observa entre los grupos que

pertenecen a las décadas de 1930`s, 1960’s y 1970’s, en el caso de los 1940’s y 1950’s,

las opiniones no muestran una directriz clara y en cambio, para las dos últimas décadas

la mayoría de la gente cree que no hay variación (Fig. 2b).

Inundaciones

Se observa una clara tendencia de que la gente percibe que antes había más

inundaciones que en la actualidad, con un promedio de 60.04% para esta respuesta. Este

consenso se presenta de la misma manera para cada uno de los grupos (Fig. 2c).

(FIGURA 2 AQUÍ)

COMPARACIÓN DE PERCEPCIÓN Y DATOS REALES Lluvia Las diferencias de los promedios de precipitación acumulada por década (1950-89)

respecto al valor correspondiente para los datos más recientes (2000-08) muestran

valores positivos para las cuatro primeras décadas. Es decir, los datos climáticos de la

zona sugieren que las décadas que conforman el periodo 1950 a 1989 fueron más

lluviosas que el periodo 2000-08, aunque los datos también sugieren que en la década

de los 1990’s se observa un diferencia mínima negativa. Los valores para las diferencias

del coeficiente de variación (cv) sugieren periodos de lluvias más irregulares para los

últimos 20 años (Fig. 3a). En el caso de la percepción, en general encontramos una

tendencia positiva que indica el consenso de opinión que las décadas anteriores fueron

igual o más lluviosas que la actual, coincidiendo con lo que se observa en la gráfica para

los datos reales, excepto por la década de 1990’s, en que el valor real estuvo 25

milímetros por debajo. Aunque la gráfica de datos reales muestra a la década de 1980’s

como la más lluviosa, en la percepción no se observa esta distinción. Lo que si es claro,

es que la opinión nunca toma un sentido negativo, es decir, pensar que antes llovía

menos que ahora (Fig. 3b). No contamos con datos reales para realizar la comparación

antes de los cincuentas, pero es interesante notar como la tendencia hacia el valor de 1

(más lluvia antes) es más marcada, no así para los años posteriores. Cabe resaltar que de

acuerdo a Ronchail (1995), el periodo de 1952-72 fue más seco de lo normal y los años

posteriores más húmedos, los que puede explicar el cambio notorio en la percepción

entre las décadas de 1940’s y 1950’s.

(FIGURA 3 AQUÍ)

Desplazamiento de los periodos de lluvia

Aunque los valores promedios de precipitación mensual son más altos para la década de

los 1950s (Fig.4), no se observa un desplazamiento de los meses correspondientes a la

época lluviosa, que va de Octubre a Marzo para esta zona (Ronchail 2005). Sin

embargo, los asistentes a los talleres elaboraron calendarios donde manifestaban un

evidente retraso en los meses de lluvia actualmente respecto a los 1950’s (Apéndice A),

de manera tal que antes consideraban la temporada desde septiembre/octubre hasta

marzo/abril y actualmente desde diciembre hasta marzo.

(FIGURA 4 AQUÍ)

Temperatura

Los datos de temperatura para San Borja muestran que las décadas anteriores al 2000

han sido menos calurosas (Fig. 5b), sin embargo en la percepción se observa un

consenso de que no ha habido variación del calor a través de los años (Fig. 5a). La

única excepción la vemos en los 1930’s, donde hay más opiniones que tienden a afirmar

que fue un periodo menos caluroso. Es importante mencionar que en las siete

comunidades donde se realizó el taller los participantes hicieron hincapié en la

disminución actual en la intensidad de los “surazos” como uno de los indicadores de

cambio en el clima. Específicamente, los participantes en el taller comentaron que antes

el frío era tan fuerte que los animales morían, mientras que ahora eso ya no es así, lo

que podría generar la expectativa de que la gente que vivió su niñez durante la década

de 1930’s puede percibir más la variación al relacionarla con la caída abrupta de

temperatura que ocurría con la llegada de este fenómeno.

(FIGURA 5 AQUÍ)

COMPROBACION DE HIPOTESIS

Hipótesis 1. Las mujeres percibirán menos variaciones en el clima a través de los años

que los hombres porque realizan menos actividades donde el clima puede tener

incidencia (i.e. caza y pesca).

Los resultados de la Tabla 3 muestran que un 58.2% del total de las mujeres

encuestadas (n=237) creen que la cantidad de lluvia no han cambiado a través del

tiempo. Por otra parte, un 55.9% de los hombres encuestados no percibieron

variaciones. También se puede observar que del total de personas que creen que no hay

variación, 138 (52.67%) son mujeres y 124 (47.33%) son hombres (n=222).

(TABLA 3 AQUÍ)

El resultado del test de Chi-cuadrado [Xi2 (1)= 0.263, Pr=0.608] nos indica que estas

variables no son dependientes entre si, no hay una diferencia significativa entre

hombres y mujeres que perciben que el clima no ha variado desde que eran niños hasta

la actualidad. Por lo que podemos rechazar nuestra hipótesis, asumiendo que, de

acuerdo a los resultados, el sexo no parece afectar la percepción de los individuos sobre

los cambios en el clima local.

Hipótesis 2. Las personas encuestadas cuyas épocas de nacimiento sean posteriores a la

década de los años 1960s percibirán menos variaciones porque no han vivido lo

suficiente para percibir tendencias de cambio en el clima (se ha sugerido que es

necesario un periodo de al menos 30 años para poder percibir tales tendencias con datos

reales: Saladié et al. 2007). Con esta hipótesis se pretende explorar que pasa con la

percepción sin instrumentos de medición del clima.

El resultado para la prueba Chi-cuadrado [Xi2 (1)= 5.4826, Pr=0.019] indica que si hay

una diferencia significativa entre los grupos, sin embargo, debido a que las personas

nacidas antes de la época de los 1960s son pocas (n= 125) en comparación con las que

nacieron en años posteriores (n= 413), se tomó una submuestra de manera aleatoria del

segundo grupo (n=137) y se elaboró una segunda tabla de contingencia (Tabla 4), donde

podemos observar que de las personas encuestadas que creen que el clima ha variado,

un 51.2% corresponde a personas nacidas antes de los 1960’s.

(TABLA 4 AQUÍ)

El test de Chi-cuadrado [Xi2 (1)= 10.6202, Pr=0.001] corrobora el resultado anterior,

por lo que, de acuerdo a esta prueba, sí hay una diferencia significativa entre la

percepción de las personas que nacieron antes y después de la década de 1960’s. Lo

anterior nos sugiere que las personas con un periodo de vida más largo (>40 años)

pueden percibir de manera más clara las tendencia de cambio en el clima.

TALLER

En el conjunto de las siete comunidades, asistieron al taller un total de 176 personas,

100 hombres y 76 mujeres de edades entre 16 y 80 años. Durante el taller se elaboraron

materiales que nos permiten dar mayor sustento a la información que se obtuvieron en

las encuestas, a continuación enlistamos los puntos más destacables:

a) Los Tsimane’ no tienen contacto con los medios de comunicación masiva

(i.e.televisión, periódico, internet, etc.), a excepción de la radiodifusora de Horeb (a 3

kilómetros de San Borja), que transmite en lengua Tsimane mensajes religiosos y

algunas noticias concernientes a las comunidades. De acuerdo a las intervenciones de

los participantes, las únicas noticias que les llegan en relación al clima es cuando se

aproxima un “surazo”.

b) Para poder predecir el temporal a corto plazo, los Tsimane’ se valen de la fenología

de las plantas y del comportamiento de los animales (Tabla 5). De acuerdo a lo que

manifestaron en los talleres, no tienen un elemento en la naturaleza que les permita

predecir cómo se comportará el clima a largo plazo, sin embargo, de acuerdo al

resultado de las gráficas hechas por ellos (Apéndice A.1.4), es general la predicción de

que la lluvia, las inundaciones y los recursos naturales (bosque, animales y cultivos)

disminuirán en un futuro.

c) Para el calor predicen un aumento, se lo atribuyen a la disminución de los bosques,

ya que “habrá menos sombras donde refugiarse del calor, por eso se sentirá más”. No

manifestaron una preocupación por este aumento ya que para ellos el calor es más

agradable que el frío.

d) En los calendarios para el análisis retrospectivo que elaboraron se manifiesta un

cambio en los meses de lluvias en comparación a hace cincuenta años, que ha afectado

los periodos de siembra y cosecha de sus cultivos. Por otra parte, también destacaron la

disminución en la frecuencia e intensidad de los “surazos”, lo que consideran un cambio

positivo por que el frío significaba la muerte de muchos animales

e) Los Tsimane’ expresaron estar preocupados por la sequía, ya que afectará a sus

cultivos y a los bosques.

f) Los Tsimane’ hablan de un cambio en el clima, pero no lo reconocen como un

conjunto de consecuencias de acciones humanas. Desconocen las causas de la

disminución de la lluvia y el aumento de calor que ellos manifiestan; por otra parte, la

pérdida de los recursos naturales la atribuye al crecimiento de población, que consume

más recursos, y al saqueo que sus bosques han sufrido en mano de las empresas

forestales sin su consentimiento.

g) Explicaron que las inundaciones habían causado que las comunidades tuvieran que

migrar buscando lugares más seguros. Probablemente por esta razón en que ahora

aseguran que las inundaciones han disminuido.

h) Durante el taller mostramos a los participantes el tema del calentamiento global como

posible causa a los cambios en el clima que ellos perciben. Aunque tratamos de

contextualizar el contenido a su entorno, los Tsimane’ dijeron que desconocen por

completo este tema pero que le interesaba conocer más. En otro momento, se hizo una

entrevista al Presidente del Gran Consejo Tsimane para saber si han participado en los

foros enfocados a la cuestión del cambio climático y los grupos indígenas, a lo que

respondió que nunca habían sido invitados y que desconocía el tema y por lo tanto no le

era posible opinar sobre los impactos de este fenómeno en las comunidades Tsimane;

todo esto a pesar de que en las oficinas del GCT tienen acceso a varios medios de

comunicación (i.e. internet, televisión, radio)

i) De las estrategias que los Tsimane’ han tenido que desarrollar para enfrentar los

impactos de los cambios en el clima están los siguientes: (1) cuando las lluvias se

retrasan el arroz que han sembrado se estropea, por lo que deben aguardar a que lleguen

las lluvias para volver a sembrar en las mismas parcelas que ya habían preparado,

mientras tanto subsisten de otros cultivos como la yuca, que son menos sensibles a la

falta de agua; (2) Las inundaciones han hecho que las comunidades migren a zonas de

menor riesgo; (3) han optado por la introducción de cultivos exóticos como lo es el

gandul (Cajanus cajan), que es una leguminosa comestible, rica en nutrientes y

resistente a sequías.

(TABLA 5 AQUÍ)

CONCLUSIONES Los resultados de este estudio apuntan a que los Tsimane’ perciben un cambio en el

clima, del que desconocen las causas pero manifiestan sentir las consecuencias tanto

positivas (ej. decremento en la frecuencia e intensidad de los surazos) como negativas

(ej. sequías) del mismo, principalmente por el hecho de su dependencia del agua de

lluvia para el éxito en la obtención de alimento por medio de la agricultura. Sin

embargo, los patrones que ellos perciben y predicen, si bien se acercan a los datos

locales, no se ajustan a la información científica a una escala regional más amplia

(amazonía boliviana) que registra un aumento en la precipitación y en la ocurrencia de

inundaciones. Esto nos puede sugerir dos cosas: por una parte, que efectivamente el

saber tradicional de los grupos indígenas resulta un aliado en la comprensión de la

dinámica del clima a una escala en que el método científico conlleva mucha

incertidumbre al abordarla (Salick y Byg, 2007); o bien, que como sugieren Rogers

(1998) y Kameda y Nakanishi (2002), el conocimiento tradicional ya no es eficiente en

condiciones anormales del ambiente, apoyando así la imagen de los grupos indígenas

como un sector muy vulnerable a las secuelas de este fenómeno. Si bien los resultados

de este estudio no pueden generar una respuesta concreta a estos planteamientos, si

pueden sugerir que es importante conocer la percepción de los indígenas frente al tema

del cambio climático para poder determinar su grado de vulnerabilidad y comprender su

cosmovisión antes de insistir en que es necesario incorporarlos a la creación de políticas

para abordar este tema, ya que quizás no es de su interés al ignorar todo lo que se

plantea en torno al mismo desde el hecho de que el lenguaje científico no resulta

compatible con la terminología que ellos utilizan, como es el caso de la lengua Tsimane;

lo anterior sumado al hecho de que no tienen contacto con los medios de comunicación

que generalmente intentan simplificar la información que se genera en el campo

científico para hacerla llegar al público. Quizás un primer paso para resolver estos

planteamientos es comprender su percepción para poder compaginarla con la opinión

del resto de los actores que participan en el diseño de las soluciones y estrategias para

hacer frente al cambio climático.

AGRADECIMIENTOS Agradezco a la Dra. Victoria Reyes García (Laboratorio de Etnoecología, UAB) y al Dr.

Antoni Rosell i Melé (Climate and Oceanographic Processes Research Group) por el

apoyo y orientación académica para la realización de este trabajo. Al Dr. Martí Boada i

Junca (ICTA, UAB) por sus valiosos consejos. Un agradecimiento muy especial a todos

los participantes de los talleres en las comunidades indígenas de Bolivia, a José Cari

por su apoyo en el desarrollo de los talleres, a Ana Luz, Tomás Huanca, Esther Conde,

el grupo de traductores y todo el equipo de trabajo del Tsimane’ Amazonian Panel

Study por su amistad y ayuda para la logística del trabajo de campo.

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FIGURA 1. Mapa de distribución de las comunidades Tsimanes a lo largo del Río

Maniquí (Autor: Ana Luz, Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental, UAB)

TABLA 1. Resultado de las diferencias para los valores promedio de cada década y

el valor promedio actual (2000’s) de precipitación (mm) y temperatura (ºC).

TABLA 2. Tabla de frecuencia de respuestas (%), donde 1= más antes que ahora,

2= igual antes que ahora, 3= menos antes que ahora de acuerdo a la década de niñez de los encuestados.

FIGURA 2. Frecuencia de respuestas (%) de percepción de a) lluvia, b) calor y c)

inundaciones para los grupos de década de niñez (Dn) FIGURA 3 a)Diferencias de la precipitación acumulada (mm) y coeficiente de

variación por década con respecto a los datos a partir del 2000; b) valor promedio obtenido de la conversión de variables que indica la tendencia de la percepción, donde: 1= Cuando era niño llovía más, 0= Cuando era niño llovía igual que ahora, -1= cuando era niño llovía menos que ahora.

FIGURA 4. Promedio de precipitación mensual (mm) en el aeropuerto de San Borja

para la década de los 1950’s y la época 2000-2008 FIGURA 5 a) Diferencias de la temperatura media anual (ºC) y coeficiente de

variación por década, con respecto a los datos a partir del 2000; b) tendencias de las percepciones de acuerdo al siguiente criterio: 1= Cuando era niño hacía más calor que ahora, 0= Cuando era niño hacía el mismo calor que ahora, -1= cuando eras niño hacia menos calor que ahora.

TABLA 3. Tabla de contingencia para la variable de percepción de variación en la

lluvia y el sexo del encuestado TABLA 4 Tabla de contingencia para la variable de percepción de variación en

la lluvia (varperc) y periodo de nacimiento del encuestado (Bobef1960) TABLA 5 Elementos de la naturaleza usados por los Tsimane’ para predecir

fenómenos meteorológicos.

FIGURA 1

Datos Reales

Década Prom. década Prom. década-Prom. 2000's

PP(mm) T (ºC) PP(mm) T (ºC)

1950's 1753.45 203.46 1960's 1648.80 98.81 1970's 1827.88 26.07 277.89 -0.63 1980's 1956.99 26.18 407.01 -0.52 1990’s 1524.98 26.28 -25.01 -0.43 2000's 1549.99 26.70 0 0

TABLA 1

TABLA 2

A. Lluvia B. Calor C. Inundaciones Década de niñez

N 1 2 3 1 2 3 1 2 3

1930's 22 62.5 31.25 6.25 6.25 50 43.75 56.25 18.75 25

1940's 16 80.95 19.05 0 40 25 35 59.09 18.18 22.73

1950's 30 48.15 40.74 11.11 32.14 25 42.86 65.52 10.34 24.14

1960's 44 48.78 48.78 2.44 16.67 35.71 47.62 65.85 26.83 7.32

1970's 103 51.61 39.78 8.6 22.58 39.78 37.63 54.26 21.28 24.47

1980's 131 49.57 45.22 5.22 16.67 53.51 29.82 65.52 23.28 11.21

1990's 192 41.77 49.37 8.86 15.72 53.46 30.82 53.8 31.01 15.19

Promedio 54.76 39.17 6.07 21.44 40.35 38.21 60.04 21.38 18.58

Lluvia

0%20%40%60%80%

100%

1930

's

1950

's

1970

's

1990

's

Dn

Menos antes

Igual

Más antes

Calor

0%20%40%60%80%

100%

1930

's

1950

's

1970

's

1990

's

Dn

Menos antes

Igual

Más antes

Inundaciones

0%20%40%60%80%

100%

1930

's

1950

's

1970

's

1990

's

Dn

Menos antes

Igual

Más antes

a) b) c)

FIGURA 2

Lluvia (Percepción)

-1-0.8-0.6-0.4-0.2

00.20.40.60.8

1

30's 40's 50's 60's 70's 80's 90's

DI

Lluvia (Datos reales)

CV

-450

-250

-50

150

350

550

50's 60's 70's 80's 90's

DECADA

Pre

cipitac

ión

(mm

)

-0.05

0

0.05

0.1

0.15

0.2

0.25

CV

a) b)

FIGURA 3

050

100150200250300350

EneroFebrero

MarzoAbril

MayoJunio

JulioAgosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Pre

cipitac

ión (m

m)

1950-1960

2000-2008

FIGURA 4

TEMPERATURA ºC (DATOS REALES)

CV

CVCV

-1.00-0.80-0.60-0.40-0.200.000.200.400.600.801.00

70's 80's 90's 2000

DECADA

-0.016

-0.014-0.012

-0.01

-0.008

-0.006-0.004

-0.002

0

PERCEPCION DE CALOR

-1-0.8-0.6-0.4-0.2

00.20.40.60.8

1

30's 40's 50's 60's 70's 80's 90's

Dn

a) b)

FIGURA 5

Tabla de contingencia varperc * Subject's sex: 1=male; 0=female

138 124 262

58.2% 55.9% 57.1%

99 98 197

41.8% 44.1% 42.9%

237 222 459

100.0% 100.0% 100.0%

Recuento

Recuento

Recuento

sin variación

variación

varperc

Total

mujer hombre

Subject's sex: 1=male;0=female

Total

TABLA 3

Borbef1960

Total nacidos

después 60' nacidos antes

60' varperc sin variación Recuento

94 61 155

% de bobef196

68.6%

48.8%

59.2%

variación Recuento

43

64

107

% de bobef196

31.4%

51.2%

40.8%

Total

Recuento

137

125

262

% de bobef196

100.0%

100.0%

100.0%

TABLA 4

Nombre Tsimane

Nombre científico o común Cómo se observa ¿Para qué sirve?

Cajñere Ochroma pyramidale

(Balsa) Florecimiento Avisa que llegará un surazo

Soino' Arbusto no identíficado Florecimiento Avisa que llegará un surazo

Mu' Balsamillo Florecimiento Avisa que llegará un surazo

Cari cari Acacia loretensis Florecimiento Avisa de la llegada de la estación lluviosa

Oba' Choricia speciosa

(Toborochi) Fructificación Avisa que llegará un surazo

Manechi Mono Canta Llama a la lluvia

Tucán Ramphastos sulfuratus Cuando cantan muchos Avisa que viene la lluvia

Colibrí Amazilia saucerrottei Vuelo

La altura indica hasta donde llegará el agua en una inundación

Itsiqui León de montaña Canta por la noche Avisa que habrá una inundación

Tyri'vun Ave no identificada Pasa cantando por el Río Avisa que habrá inundación

Maniqui a las 12 de la

Noche

TABLA 5

APENDICE A. MUESTRA DEL MATERIAL UTILIZADO DURANTE EL TALLER PARTICIPATIVO (OBTENCION DE DATOS CUALITATIVOS) Calendario elaborado por los Tsimane’ de la comunidad de Yaranda en Mayo de 2009 donde las columnas indican los meses del año y las filas las temporadas de: (1) cultivo de maíz, (2) pesca, (3)lluvia, (4) secas, (5) cultivo de arroz, y (6) “surazos”.

A.1.1 Situación hace aproximadamente 50 años según la percepción de los participantes

A.1.2 Situación actual según la percepción de los participantes

A.1.3 Esquema de apoyo para desarrollar el tema de cambio climático durante los talleres

A.1.4 Gráficas elaboradas por los Tsimane’ en la Comunidad de Maraca, en Mayo de 2009, de acuerdo a su percepción sobre la disponibilidad de los recursos naturales y la intensidad de variables climáticas. Situación pasada y actual y la predicción que hacen a futuro.

LLUVIA CALOR

MAIZ BOSQUE

PECES INUNDACIONES