PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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1 PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS Un año más ponemos a vuestra disposición este folleto de oración para el tiempo de Cuares- ma. Hemos escogido el título y el contenido en relación con la campaña de SED, y de otras muchas instituciones sociales y religiosas, para el año 2006 sobre el tema de la condonación de la Deuda. ¡Y qué mejor que empezar pidiendo a Dios que condone la nuestra! El folleto está realizado con la convicción de que la Palabra de Dios es siempre nueva y eficaz. Hemos pretendido centrarnos en el Evangelio como la mediación privilegiada para la oración y para acoger las propuestas de Dios. Por eso tiene el propósito de animar la oración personal de todos los que se plantean la vida desde Jesucristo, en actitud de búsqueda y de encuentro, en clave de solidaridad. Las líneas interpretativas de cada día nos remiten a elementos básicos de la fe de modo que cada cual se deje interpelar en sus propias circunstancias y haga posible la actualidad de la Palabra de Dios. Por eso está pensado para: quienes empezamos a preparar la Pascua cuarenta días antes quienes descubrimos en las experiencia de Jesús el camino de vida quienes vivimos la oración como un encuentro con el Tú quienes maduramos a ritmo de Evangelio quienes seguimos planteándonos la llamada y las respuestas quienes entregamos la vida en lo cotidiano y sencillo quienes pensamos en los preferidos de Dios quienes creemos que otro mundo es posible quienes descubrimos en la Palabra , la relación con Dios, la llamada, la oración, la comuni- dad, el compromiso solidario… elementos dinamizadores de nuestra felicidad. Junto al Evangelio ( Lectio) encontrarás: - una reflexión (meditatio), sencilla, sugerente - una oración (oratio) a modo de prosa, poema, canto… - «entra en tu interior» (contemplatio) para llegar a lo profundo en actitud contemplativa - oración conclusiva * Indicadores: lema semanal y consigna diaria. Esperamos que nos ayude a encontrarnos con Él. Los autores

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PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS

Un año más ponemos a vuestra disposición este folleto de oración para el tiempo de Cuares-ma. Hemos escogido el título y el contenido en relación con la campaña de SED, y de otrasmuchas instituciones sociales y religiosas, para el año 2006 sobre el tema de la condonaciónde la Deuda. ¡Y qué mejor que empezar pidiendo a Dios que condone la nuestra!

El folleto está realizado con la convicción de que la Palabra de Dios es siempre nueva yeficaz. Hemos pretendido centrarnos en el Evangelio como la mediación privilegiada para laoración y para acoger las propuestas de Dios. Por eso tiene el propósito de animar la oraciónpersonal de todos los que se plantean la vida desde Jesucristo, en actitud de búsqueda y deencuentro, en clave de solidaridad.Las líneas interpretativas de cada día nos remiten a elementos básicos de la fe de modo quecada cual se deje interpelar en sus propias circunstancias y haga posible la actualidad de laPalabra de Dios.

Por eso está pensado para:quienes empezamos a preparar la Pascua cuarenta días antesquienes descubrimos en las experiencia de Jesús el camino de vidaquienes vivimos la oración como un encuentro con el Túquienes maduramos a ritmo de Evangelioquienes seguimos planteándonos la llamada y las respuestasquienes entregamos la vida en lo cotidiano y sencilloquienes pensamos en los preferidos de Diosquienes creemos que otro mundo es posible

quienes descubrimos en la Palabra , la relación con Dios, la llamada, la oración, la comuni-dad, el compromiso solidario… elementos dinamizadores de nuestra felicidad.

Junto al Evangelio ( Lectio) encontrarás:- una reflexión (meditatio), sencilla, sugerente- una oración (oratio) a modo de prosa, poema, canto…- «entra en tu interior» (contemplatio) para llegar a lo profundo en actitud contemplativa- oración conclusiva

* Indicadores: lema semanal y consigna diaria.

Esperamos que nos ayude a encontrarnos con Él.

Los autores

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Dijo Jesús a sus discípulos: «Cui-dad de no practicar vuestra justiciadelante de los hombres para ser vis-tos por ellos, de lo contrario, no ten-dréis recompensa de vuestro Padrecelestial...

Tú, en cambio, cuando hagas limos-na, que no sepa tu mano izquierda loque hace tu derecha; así tu limosnaquedará en secreto, y tu Padre, queve en lo secreto, te lo pagará....

Tú, cuando vayas a rezar, entra entu aposento, cierra la puerta y reza atu Padre, que está en lo escondido, ytu Padre, que ve en lo escondido, telo pagará...

Tú, en cambio, cuando ayunes, per-fúmate la cabeza y lávate la cara, paraque tu ayuno lo note, no la gente, sinotu Padre, que está en lo escondido; ytu Padre, que ve en lo escondido, terecompensará».

Mt 6, 1-6,16-18

practicar la justiciaLos hechos de nuestro mundo y las pala-

bras de Jesús llegan a nuestro corazón paradespertarnos de la rutina, para ser conscientesde lo que sucede alrededor y para ayudarnos aescuchar la voz de Dios en nuestro interior quenos pide compromisos de lucha por la justicia.Este tiempo de Cuaresma que hoy iniciamos esla mejor oportunidad para “practicar la justiciaque Dios quiere”.

¿Qué sistema de limosnas hemos sido capa-ces de organizar en los países desarrolladoshacia las gentes del Sur, para que nuestro nivelde vida siga aumentando y a la vez afirmemosque nos preocupa su desarrollo y su futuro?Pedimos a los organismos públicos que con-cedan el 0,7 % del presupuesto para coopera-ción y desarrollo y sabemos que muchos deestos países beneficiarios de las ayudas tie-nen que devolver mucho más dinero en con-cepto del pago de los intereses de la DeudaExterna que sus gobiernos anteriores han con-traído. ¿Es ésta la justicia que Dios quiere?

Ante nuestros gobiernos e instituciones te-nemos el derecho y el deber de denunciar estahipocresía con la que se actúa en cooperacióninternacional. Pero no debemos perder la opor-tunidad para revisar si nuestros compromisoscon el desarrollo de muchos pueblos del Surson auténticos o están acompañados de apa-riencias. Nuestro estilo de vida, nuestro con-sumo, ¿está fomentando el negocio de la Deu-da Externa para seguir explotando a los po-bres?

Hoy Jesús nos invita a construir nuestravida y nuestro desarrollo sobre la roca de laautenticidad y purificar nuestras hipocresías.

No seáis como los hipócritasMIERCOLES DE CENIZA

1 de marzo de 2006

Reflexión

Lectura del día

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EL AYUNO QUE DIOS QUIERE

El ayuno que Dios quiere es éste:que sueltes las cadenas injustas,que desates las correas del yugo,que dejes libres a los oprimidos,

que acabes con todas las opresiones,que compartas tu pan con el hambriento,

que hospedes a los pobres sin techo,que proporciones ropas al desnudo

y que no te desentiendas de tus semejantes.Entonces brillará tu luz como la aurora

y tus heridas sanarán en seguida,tu recto proceder caminará ante ti

y te seguirá la gloria del Señor.Entonces invocarás al Señor

y él te responderá;pedirás auxilio

y te dirá: “Aquí estoy”

Piensa hoy en tu modo de colaborar enel desarrollo de los pueblos del Sur. Tuspalabras y principios teóricos ¿están acom-pañados de compromisos directos en ellugar donde vives?

Deja que Jesús pueda dirigirse a ti y teayude a practicar la justicia.

No me gusta, Señor Jesús, esta socie-dad que he recibido. No acepto sus siste-mas, ni sus estructuras opresoras. Mi gri-to, Señor, es contra la ley que esclaviza alhombre.

Quiero fuerza interior para comprome-terme en el mundo de los que sufren; de-jar de decir sólo palabras y mojarme enhechos. Quiero ser voz del hombre amor-dazado. Y manos del amarrado. Quiero serel grito de los hombres que son explota-dos.

Ayúdame a vivir tu Evangelio en estedía.

Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Oración

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Dijo Jesús a sus discípulos:«El Hijo del hombre tiene que pade-

cer mucho, ser desechado por los an-cianos, sumos sacerdotes y escribas, serejecutado y resucitar al tercer día».

Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El quequiera seguirme, que se niegue a sí mis-mo, cargue con su cruz cada día y sevenga conmigo.

Pues el que quiera salvar su vida laperderá; pero el que pierda su vida pormi causa la salvará.

¿De qué le sirve a uno ganar el mun-do entero si se pierde o se perjudica así mismo?»

Lc 9, 22-25

¿Estás dispuesto a ser diferente en tusplanteamientos, en tus valores, en tuscompromisos? Diferente en tus palabrasy en la atención y escucha que prestas acada persona. Diferente en los produc-tos que compras y en las metas a lasquieres llegar.

Ser diferente es estar dispuesto a serrechazado y ser objeto de bromas y deburlas. Es preocuparse por las situacio-nes de marginación de otros, antes queen preparar el ocio del fin de semana.Ser diferente exige renunciar a ser ad-mirado y triunfar según los criterios quepresentan las series de televisión. Re-sulta fácil expresarlo con palabras, pero¡qué difícil poder vivirlo!

¿De qué te sirve ganar el mundo en-tero, si desperdicias tu vida? ¿De qué tesirve aumentar tu horario de trabajo, au-mentar tu salario, disponer de mejor co-che o mejor vivienda si tus seres másqueridos no pueden disfrutar de tu com-pañía? ¿No se trata todo eso de una bús-queda constante de la valoración y apro-bación de los demás, cuando eres túquien sabes el verdadero valor de tu per-sona? Jesús te anima con sus palabras aperder algo tuyo en favor de otros.

JUEVES DE CENIZA2 de marzo de 2006

de qué te sirve...

No seáis como los hipócritas

Lectura del día

Reflexión

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QUIEN TENGA MIEDO:

Quien tenga miedo a andar,que no se suelte de la mano de su madre;

quien tenga miedo a caer,que permanezca sentado;

quien tenga miedo a escalar,que siga en el refugio;

quien tenga miedo a equivocarse de camino,que se quede en casa...

Pero quien haga todo esoya no podrá ser seguidor de Jesús,porque lo propio de sus seguidores

es arriesgarse.Podrá decir que ama,pero no sabe amar,

porque amar esser capaz de arriesgar por otros.

Las palabras que Jesús te dirige sonun estímulo en tu vida y quieren desper-tar lo mejor que llevas en tu interior.

El ambiente en el que vives y la rutinade tu trabajo mantienen adormecidos al-gunos de tus sueños.

Deja que este mensaje te ayude a re-cordarlos y a tenerlos presentes en el díade hoy.

Señor Jesús, yo sé que tu vida se com-plicó demasiado.

Yo sé que luchaste por la paz, la justiciay la libertad; que lo diste todo con amor yverdad; que perdonaste y devolviste la dig-nidad humana a muchos hombres.

Que viviste entre marginados y asumistesu vida.

Yo sé que proclamaste que Dios era Pa-dre para ellos; y que llamaste a vivir en tuReino a todos los hombres.

Ilumina nuestros corazones para seguirconstruyendo tu Reino.

Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Oración

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Se acercaron los discípulos de Juana Jesús, preguntándole:

«¿Por qué nosotros y los fariseosayunamos a menudo y, en cambio, tusdiscípulos no ayunan?».

Jesús les dijo: «¿Es que puedenguardar luto los invitados a la boda,mientras el novio está con ellos? Lle-gará un día en que se lleven al novio,y entonces ayunarán».

Mt 9,14-15

Día del ayuno voluntario.

Existen muchas causas por las que voya guardar luto. No se trata de un dueloque me paraliza y me deja sentado en elrincón de la comodidad. Es un duelo quegrita a los cuatro vientos y pide respues-tas que sepan a esperanza.

Visto de luto para manifestar mi dolorpor todos aquellos que no han llegado adisfrutar de una vida digna y llena de feli-cidad, que es lo que Dios quiere para loshombres en esta tierra. Eso que Jesús lla-mó el Reino de Dios.

El negro de mis ropas no sólo es pararecordar a las personas que han muertopor causa de la pobreza, del SIDA y de lamarginación, es también, una denuncia porla indiferencia de los demás. La indife-rencia de los que han decidido unirse paracombatir el terrorismo internacional queprovoca 3000 muertes al año y no vennecesario una lucha común contra el ham-bre y la pobreza, en la que viven 630 mi-llones de indigentes y 824 millones de per-sonas sufren desnutrición. ¿No es unacausa más necesaria y más justa? Y, en-tonces ¿por qué no se lucha en esta gue-rra?

Que este color negro llegue también alos ojos de los indiferentes que saben todoesto y callan, y con su silencio consientenque esta situación continúe.

VIERNES DE CENIZA3 de marzo de 2006No seáis como los hipócritas

tiempo de guardar luto

Lectura del día

Reflexión

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Deja que Jesús, con su mirada serenay penetrante, te diga: guarda luto por tan-tos hermanos que esperan una respues-ta, no sólo lo mejor de tu generosidad, sino,ante todo, JUSTICIA.

Dame, Señor, alas para volar y piespara caminar al paso de los hombres. En-trega, para “dar la vida” desde la vida, lade cada día. Infúndenos, Señor, el deseode darnos y entregarnos, de dejar la vidaen el servicio a los débiles. Señor, haznosconstructores de tu vida, propagadores detu reino. Ayúdanos a poner la tienda enmedio de los hombres para llevarles el te-soro de tu amor que salva.

Amén.

Canción

HOMBRE DE NEGRO. Loquillo.

Voy de negro y te preguntas el por quéporque no visto otros colores se muy bienque mi apariencia puede resultar sombría ygristengo razones para vestir así.

Llevo el negro por los pobres y tambiénpor los vencidos puestos contra la paredlo llevo por el preso que paga el sueldo deuna ley hecha a medida del poder.

Llevo el negro por aquellos que jamáshicieron caso a Cristo al proclamarque existe un camino de amor y de piedadhablo claro, tu me entenderás.

Voy de negro por la injusta soledadde los viejos y de los que acabaránfríos como piedras después de cabalgarmientras alguien se hace rico en su sofá.

Voy de negro por el joven que caeráen la guerra creyendo tener detrása Dios y a su madre de su lado y no es ver-dades la carne del juego de un general.

Sé que hay cosas que nunca estarán bienpero nada es imposible, mírameyo canto esta canción, que puedes hacer túmira hacia dentro y carga con tu cruz

Quiero enseñar un arco iris al cantarpero en mi espalda cae la oscuridady hasta que la luz no brille de verdadvoy de negro, y de negro me verán.

Entra en tu interior

Oración final

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Jesús vio a un publicano llamadoLeví, sentado al mostrador de los im-puestos, y le dijo:

«Sígueme». Él, dejándolo todo, se le-vantó y lo siguió.

Leví ofreció en su honor un gran ban-quete en su casa, y estaban a la mesacon ellos un gran número de publicanosy otros.

Los fariseos y los escribas dijeron asus discípulos, criticándolo:

«¿Cómo es que coméis y bebéis conpublicanos y pecadores?»

Jesús les replicó: «No necesitan mé-dico los sanos, sino los enfermos. Nohe venido a llamar a los justos, sino alos pecadores a que se conviertan».

Lc 5,27-32

Vendar heridas y sanar enfermeda-des; hermosa tarea humanitaria la quehace un buen médico y un reto cons-tante para un seguidor de Jesús. Un tra-bajo que no se va a quedar sin actividaddado el alto grado de samaritanos quenuestra sociedad deja tirados a la veradel camino.

Si hace dos mil años enfermedadescomo la lepra eran causa suficiente paraaislar y marginar a una persona del res-to de la sociedad, hoy siguen existiendo“plagas” que son motivo de exclusión yde desprecio. ¿Quiénes son los médi-cos que se atreven a curar a estos en-fermos?

Existen manuales muy detallados queexplican el tratamiento. Manuales es-critos en las grandes convenciones in-ternacionales y en las pequeñas asam-bleas que se organizan constantemen-te. Pero, ¡qué pocos médicos han sidocapaces de aplicarlos!

A los valientes que han dado pasosde acercamiento a los excluidos y noles ha importado que les acusen: ¿Quéhaces tú comiendo con drogadictos?¿Qué se te ha perdido a ti en África enmedio de tanta miseria? ¿Quién te mandapedir dinero para otras personas, con lasnecesidades que tienes en tu casa?...

A todos ellos, les dirige Jesús estaspalabras: “No te importe seguir sem-brando aunque no hayas visto fruto; elfruto llegará y será duradero”.

SÁBADO DE CENIZA4 de marzo de 2006No seáis como los hipócritas

no necesitan médicolos sanos

Lectura del día

Reflexión

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Salmo de la solidaridad

Aquí estoy, Señor, metido en un mundoconfuso y tenso.En una sociedad agitada y nerviosa, can-sada y duradonde sólo viven y tienen derechos losfuertes.Una sociedad llena de injusticias,donde la ley se ha hecho norma a base deabuso y violencia.

Quiero vivir desde mis raíces;abrir las manos a los hombresy hacer de la amistad la ley de mi vida;hacer de la sencillezel clima para vivir en fraternidad.

No acepto de esta sociedad que he recibi-dosus sistemas, ni sus estructuras opreso-ras.Mi protesta es contra la ley que esclavizaal hombre.

Quiero comprometerme en el mundo delos que sufren;dejar de decir sólo palabras y mojarme enhechos.Saber lo que es vivir con ritmo de muertecontinua.Ser voz del hombre amordazado, y ma-nos del atado.

Aquí estoy, Señor Jesús, con el corazóncercano al que sufre;para aprender que sólo el amor cambia lavida;para denunciar sin odios las injusticias;para llevar esperanzas al hombre pisotea-do.

¡Oh Dios! Envíanos locos, de los quese comprometen a fondo, de los que seolvidan de sí mismos, de los que amancon algo más que con palabras, de losque entregan su vida de verdad y hastael fin.

Danos locos, enamorados de una for-ma de vida sencilla, amantes de la paz,capaces de aceptar cualquier tarea.Danoslocos, Señor, danos locos.

Amén.

Entra en tu interior

La vida de cada día te ofrece oportuni-dades de encuentro con todo tipo de per-sonas.

Recuerda los rostros con los que te hasencontrado últimamente y es posible quete vuelvas a encontrar. Si descubres heri-das o enfermedades en ellos, ¿quién me-jor que tú para comenzar a ser su médi-co?

Oración final

Oración

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El Espíritu empujó a Jesús al de-sierto. Se quedó en el desierto cuaren-ta días, dejándose tentar por Satanás;vivía entre alimañas y los ángeles leservían. Cuando arrestaron a Juan,Jesús se marchó a Galilea a procla-mar el Evangelio de Dios. Decía: “Seha cumplido el plazo, está cerca el rei-no de Dios; convertíos y creed en elEvangelio”.

Mc 1, 12-15

Mons. Romero en un hermoso co-mentario a este texto dirá que Jesús, en-trando en el desierto, es la imagen deuna redención cósmica, de un Cristo quemaneja a las fieras y se hace servir deángeles, que es dueño de todas las co-sas, y que va a devolver todo al verda-dero dominio de Dios.

El Espíritu nos empuja también a no-sotros a entrar en el desierto. El desier-to es espacio de conversión. Entrar enel desierto con Jesús es colaborar conél en la salvación de la historia.

El desierto habla de precariedad, deprovisionalidad… Se entra al desiertodespojándose de las apariencias, de loefímero, y buscando lo esencial.

El desierto supone alejamiento. To-mar distancias. Desapegarse. Suponeacercarse a la realidad de otra forma.

El desierto supone aprender a miraren silencio. Es decir: descondicionar lamirada, limpiar el corazón. El desiertoes escucha, contemplación.

Dejarse empujar al desierto por elEspíritu es descubrir la soledad y la in-terioridad. Soledad que posibilita una ver-dadera comunión con el mundo y con lahistoria. Interioridad que da la capaci-dad de vivir y estar dentro de nosotros.Desde ahí sentimos mejor el Reino queestá cerca.

1ª Semana - DOMINGO5 de marzo de 2006

Está cerca el Reino de Dios

dejarse empujar

Lectura del día Reflexión

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(en forma contemplativa)

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

haz que llegue a Ti desde el fondo demi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

dame proclamar tu Evangelio desdeel fondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

ayúdame a buscar lo esencial, desdeel fondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

déjame llevar por tu Espíritu, desdeel fondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

haz que viva en comunión con el mun-do, desde el fondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

haz que construya tu Reino, desde elfondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

dame la capacidad de conversión,desde el fondo de mi corazón.

Oh Tú, que estás en tu casa, en el fon-do de mi corazón,

ayúdame a construir una casa gran-de y abierta,

desde el fondo de mi corazón.

(inspirado en un himno tamul)

Recuerdo emocionado mi experiencia dedesierto ante un joven terminal en un cen-tro de BASIDA. Horas y horas en la habi-tación semioscura de Emilio, que se convir-tieron en horas de contemplación de un Diossufriente, corporal, amigo.

Emilio, enfermo de sida, tiene siempre lapresencia amiga de alguien. Y esto, día ynoche. Delicadeza al darle de comer asícomo al asearle. Música de fondo. Saludocariñoso…

En torno a él se ha promovido la vida. Esreferencia de unión y fraternidad. Motivala generosidad de toda la comunidad. EnEmilio Dios resplandece con su grandeza ysu misericordia, con su hermosura y su infi-nito amor.

La soledad de este desierto fue unasoledad habitada, me supo a Reino deDios.

Señor, tú que animas nuestra fe y conso-lidas nuestra esperanza, haz que apostemossiempre por el bien, la justicia y la paz, demodo que tu Reino crezca siempre. Danossuperar toda tentación de construir estemundo y esta sociedad sin contar contigo.Amén.

Oración.

Entra en tu interior

Oración final

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Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuan-do venga en su gloria el Hijo del hom-bre, y todos los ángeles con él, se senta-rá en el trono de su gloria, y serán re-unidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como unpastor separa las ovejas de las cabras.Y pondrá las ovejas a su derecha y lascabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su dere-cha: «Venid vosotros, benditos de mi Pa-dre; heredad el reino preparado para vo-sotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis decomer, tuve sed y me disteis de beber, fuiforastero y me hospedasteis, estuve des-nudo y me vestisteis, enfermo y me visi-tasteis, en la cárcel y vinisteis a verme».

Entonces los justos le contestarán:«Señor, ¿cuándo te vimos con hambre yte alimentamos, o con sed y te dimos debeber?; ¿cuándo te vimos forastero y tehospedamos, o desnudo y te vestimos?;¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcely fuimos a verte?»

Y el rey les dirá: «Os aseguro quecada vez que lo hicisteis con uno de és-tos, mis humildes hermanos, conmigo lohicisteis»...

Mt 25, 31-46

Jesús se identifica con los más peque-ños. En Jesús la vinculación con Dios seda en el compromiso con el hombre. Elrostro de la “humanidad” de Dios son lacompasión, la ternura, la esperanza, eldiálogo, el pluralismo, la libertad, la tole-rancia, el perdón…

Por eso que “cualquier cosa que ha-gáis a uno de estos pequeños, a mí me lohacéis”. Es El que está en el emigrante,el perseguido, el explotado… Es El enpueblos marginados, endeudados. Es Elque aparece en tantas zonas olvidadasde nuestra tierra.

Romero, Ellacuría… nos hablarían eneste día de indignarse, de alterarsemisericordiosamente, de dejarse afectar.Indignación ética con las marginacionesde nuestra sociedad y las situaciones quelas provocan. Alteración misericordiosaen el contacto con los empobrecidos,echados a los márgenes de la socie-dad y de la historia.

Al atardecer de la vida nos examina-rán del amor, dice Juan de la Cruz .Nuestras manos, llenas de nombres,llenas de rostros de una humanidaddoliente… será la mejor presentaciónde una vida que ha entendido queamar es la mejor traducción de unaexistencia en Dios.

1ª Semana - LUNES6 de marzo de 2006

alterarse compasivamente

Lectura del díaReflexión

Está cerca el Reino de Dios

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Oración

Hazme digno (Teresa de Calcuta)

Señor, cuando tenga hambre,dame alguien que tenga necesidad dealimento.

Cuando tenga sed,mándame a alguien que necesite de

bebida.Cuando tenga frío,

mándame a alguien para que lo abrigue.Cuando tenga disgusto,ofréceme alguien para que lo consue-

le.Cuando mi cruz se vuelva pesada,

hazme compartir la cruz de otro.Cuando me sienta pobre,condúceme hasta alguien que esté

necesitado.Cuando me sienta humillado,

haz que tenga a alguien a quien alabar.Cuando esté desanimado,mándame a alguien a quien dar áni-

mos.Cuando sienta necesidad de compren-

sión de otros,mándame a alguien que necesite de

la mía.Cuando necesite que se ocupen de mí,mándame a alguien de quien tenga

que ocuparme.Cuando piense sólo en mí mismo,atrae mi atención sobre otra perso-

na.Hazme digno, Señor,de servir a mis hermanos y hermanas

que, en todo el mundo,viven y muerenpobres y marginados.

Venía de Madrid en tren. La joven queestaba a mi lado se levanta prontamentecon sus manos llenas de magdalenas des-pués de escuchar al africano enfermo so-licitar una ayuda. Le siguió con su mira-da en todo el recorrido que hizo por elvagón, atenta a la sensibilidad o indife-rencia de los viajeros.

Cuando estaba para pasar al siguientecoche, de nuevo la muchacha, en un ges-to pronto y decidido, toma toda la bolsade magdalenas, recorre velozmente elpasillo y se las regala al africano. Unareverencia agradecida es la respuesta delextranjero. Observo a la joven: vuelve llo-rando.

Alteración misericordiosa la de aque-lla muchacha. Dios también se ha altera-do. El también llora.

Señor de la justicia, que quieres que loshombres seamos hermanos: sacude ennosotros la indiferencia, la farsa y laambición. Y haz que renazca con nues-tro esfuerzo, un mundo más humano, unhombre más fraterno, con nuevo cora-zón. Amén.

Entra en tu interior

Oración final

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Dijo Jesús a sus discípulos:«Cuando recéis, no uséis muchas pa-

labras, como los gentiles, que se imagi-nan que por hablar mucho les haráncaso.

No seáis como ellos, pues vuestro Pa-dre sabe lo que os hace falta antes deque lo pidáis.

Vosotros rezad así:“Padre nuestro del cielo, santificado

sea tu nombre, venga tu reino, hágasetu voluntad en la tierra como en el cie-lo, danos hoy el pan nuestro de cadadía, perdónanos nuestras ofensas, puesnosotros hemos perdonado a los que noshan ofendido, no nos dejes caer en latentación, sino líbranos del Maligno”.

Porque si perdonáis a los demás susculpas, también vuestro Padre del cieloos perdonará a vosotros.

Pero si no perdonáis a los demás, tam-poco vuestro Padre perdonará vuestrasculpas».

Mt 6, 7-15

La oración que nos enseña Jesús sólola podemos rezar en torno a la mismamesa, a una mesa grande donde que-pamos todos. Así podremos decir enverdad Padre nuestro.

El proyecto de Dios es el de una hu-manidad fraternizada, sin desigualdadesy exclusiones. Podremos rezar el Pa-dre nuestro en torno a la misma mesacuando de forma creativa sepamoscompartir recursos materiales y huma-nos, promover estilos de vida más sen-cillos que confronten el consumismo,desarrollar el voluntariado, educar enla solidaridad, sensibilizarnos en la for-ma de usar nuestros bienes, escucharel clamor de los hombres y mujeres detantos países del Tercer Mundo.

El Padre nuestro nos mueve a cons-truir la mesa grande, donde quepamostodos con dignidad, también los hom-bres y mujeres víctimas del progresoeconómico: los desocupados, desplaza-dos… Las víctimas de ese mundo en-deudado donde ya se nace endeudadoy excluido.

Entonces prepararemos el reino deDios. Un reino donde el que quiera serjefe deberá ser servidor de todos. Jun-to a la mesa común está el barreño y latoalla…

1ª Semana - MARTES7 de marzo de 2006

una mesa común

Lectura del día Reflexión

Está cerca el Reino de Dios

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Padre de todos los hombres, danos hoyser servidores de la paz, de la reconci-liación y del perdón.

No nos dejes caer en la tentación dealmacenar lo que no nos diste o de acu-mular lo que otros necesitan.

Líbranos de todo el mal que nos ame-naza, de las armas, del poder, de la so-ciedad de consumo, de la instalacióninsolidaria.

Amén

Padre, tú no eres en primer lugarnuestro Juez y Señor,sino nuestro Padre.Que estás en los cielos,hacia donde se dirige nuestra mirada,en medio del camino.Santificado sea tu actuar liberador,contra los que oprimen,tal vez, en tu nombre.Venga a nosotros tu justicia,comenzando por los más empobrecidos.Hágase tu voluntad y tu liberaciónque empieza en la tierray termina en el cielo.El pan de cada díaque producimos todos juntos,dánosle a comer juntos.Perdona nuestro egoísmoen la medida en que combatimosel egoísmo colectivo.No nos dejes caer en la tentaciónde explotar a los demásy de acumular riquezas.Y líbranos de la venganza y del odiocontra el malo que oprime y reprime. Amén.

Entra en tu interior

Un hermoso 25 de diciembre en Roma.La iglesia de Sta. María in Trastevereconvertida en una acogedora sala de ce-lebración. Celebración del nacimiento deJesús. Un banquete de fiesta para másde 500 gitanos, norafricanos, centro-europeos, latinoamericanos… Personasescogidas por su pobreza o desamparo.Dios hecho don y regalo en los rostrosfelices de tantos emigrantes. El Niño-Dios, habitualmente besado en una figu-ra de barro, ahora es venerado, adoradoen los rostros de esas personas.

Es posible sentarse juntos a la mismamesa. Para todos hay lugar. Estos gestosde humanidad alegran el corazón de Dios.

Oración

Oración final

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La gente se apiñaba alrededor deJesús, y él se puso a decirles: «Estageneración es una generación perver-sa. Pide un signo, pero no se le darámás signo que el signo de Jonás. ComoJonás fue un signo para los habitantesde Nínive, lo mismo será el Hijo delhombre para esta generación. Cuandosean juzgados los hombres de esta ge-neración, la reina del Sur se levantaráy hará que los condenen; pues ella vinodesde los confines de la tierra paraescuchar la sabiduría de Salomón, yaquí hay uno que es más que Salomón.Cuando sea juzgada esta generación,los hombres de Nínive se alzarán y ha-rán que los condenen; pues ellos seconvirtieron con la predicación deJonás, y aquí hay uno que es más queJonás».

Lc 11, 29-32

Jesús juzga a aquellos que piden por-tentos, porque no actúan con los crite-rios de Dios. Frente a los que reclamanuna señal, Jesús proclama que no se-rán las grandes señales las que certifi-quen su proyecto.

También nosotros le pedimos a Diosgrandes voces y señales. Y nos cuestaverle en sus profetas y en sus signos.Pero Dios nos concede muchas seña-les de su amor, de su presencia.

Es la mirada del corazón la que nosayuda a encontrar las huellas de Diosen lo cotidiano, en lo pequeño… asícomo en la historia y en los aconteci-mientos.

Se trata de reconocer rasgos eter-nos en paisajes diarios. Saber sentir lapresencia divina en un apretón de ma-nos. Es el Dios eterno, creador, infinito,hecho sonrisa al emigrante, carta al ami-go…

La mirada del corazón, la que nosda Dios, integra, une, armoniza. Va con-tra las polarizaciones, los radicalismosy las divisiones. Es comunión entre lohumano y lo divino, lo temporal y lo eter-no. Es signo del reino de Dios.

1ª Semana - MIÉRCOLES8 de marzo de 2006

ver los signos de Dios

Lectura del día Reflexión

Está cerca el Reino de Dios

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Señor Jesús, tú que estás presente decorazón en cada cosa, danos una miradalimpia para descubrirte en las cosas, laspersonas y los acontecimientos. Danos sa-biduría y sensibilidad para interpretar tussignos, escuchar tu mensaje y construir tureino. Amén

Oración

¿Dónde te buscaré?Señor, si no estás aquí,¿dónde te buscaré estando ausente?Si estás por doquier,¿cómo no descubro tu presencia?Cierto es que habitas en una claridad in-

accesible.Pero, ¿dónde se halla esa inaccesible cla-

ridad?¿Quién me conducirá hasta allí para ver-

te en ella?Y luego, ¿con qué señales, bajo qué ras-

gos te buscaré?Nunca jamás te vi,Señor, Dios mío;no conozco tu rostro…Enséñame a buscarte y muéstrate a quien

te busca,porque no puedo ir en tu buscaa menos que Tú me enseñes,y no puedo encontrarte si Tú no te mani-

fiestas.Deseando, te buscaré;te desearé buscando;amando, te hallaré;y encontrándote, te amaré.

(San Anselmo)

Entra en tu interior

Segundo día de mi estancia en Basida.Acompaño a María Angeles para curarlas enormes llagas de Abdul, joven afri-cano, musulmán, paralizado en la mitaddel cuerpo por el sida. Saco fuerzas paraafrontar decentemente la situación.

Pero soy testigo del más puro amor deDios encarnado con sencillez, alegría ynaturalidad en la joven sevillana. Unacuración salpicada de chistes, cantos,gestos de cariño… El rostro sereno deMaría Angeles traducía la ternura de Dios,capaz de superar la tristeza y el dolor deAbdul. La curación se convertía en cele-bración y encuentro.

Aquel gesto de amor hacia Abdul fuepara mí en una magnífica contemplacióndel rostro compasivo de Dios.

Oración final

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Dijo Jesús a sus discípulos:«Pedid y se os dará, buscad y encon-

traréis, llamad y se os abrirá; porquequien pide recibe, quien busca encuen-tra y al que llama se le abre.

Si a alguno de vosotros le pide su hijopan, ¿le va a dar una piedra?; y si lepide pescado, ¿le dará una serpiente?

Pues si vosotros, que sois malos, sa-béis dar cosas buenas a vuestros hi-jos, ¡cuánto más vuestro Padre del cie-lo dará cosas buenas a los que le pi-den!

En resumen: Tratad a los demás comoqueréis que ellos os traten; en esto con-siste la Ley y los profetas».

Mt 7, 7-12

La llamada a tratar a los demás comonos gustaría que nos tratasen pretendesignificar la radicalidad del amor solida-rio. Hemos de estar unidos al otro comolo estamos a nosotros mismos. Es decir,profunda y constantemente, en las pe-nas y en las alegrías, en los éxitos y enlos fracasos.

Significa también que debemos con-siderar al otro como una parte de noso-tros mismos, sin la que no podemos vivir,sin la que no podemos gozar plenamentede la existencia.

El otro está en nuestra misma natura-leza, hunde sus raíces en nuestracotidianeidad, y es así como debemostratarlo: como parte de lo que nos haceestar vivos.

El evangelio nos proyecta con esa mis-ma actitud hacia nuestro mundo, marca-do por la diferencia y la desigualdad. Losdemás pueblos, sobre todo los endeuda-dos y explotados, forman parte de lo quenos hace estar vivos. Con ellos, somospobladores de la misma aldea.

Cuando esto lo hacemos vida el reinode Dios aparece ahí, revelándose,emergiendo.

1ª Semana - JUEVES9 de marzo de 2006

el otronos hace estar vivos

Lectura del día

Reflexión

Está cerca el Reino de Dios

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Entra en tu interior

Los miércoles participaba en Roma deuna actividad de la comunidad de SanEgidio. Un par de horas sirviendo la cenaa gente pobre.

Ese día me oxigenaba espiritualmentepara la semana. Me mantenía muy unidoal mundo de la marginación, en rostros deecuatorianos, peruanos, argelinos,rumanos, italianos…

Después participaba en la oración dela comunidad, que adquiría otra densidady sentido. Dios aparecía de forma muydiáfana en la sonrisa de los niños, en losgestos de agradecimiento, en las exigen-cias de algunos…

Esta época dio color a mi relación conDios. El encuentro de los miércoles mehacía vivir. El camino de la compasión meunía a Dios y a los que se sentaban enaquellas mesas. Con ellos me sentía másyo mismo.

Señor, tú que nos has llamado a la viday has puesto en nuestro corazón el anhelodel gozo y la plenitud.

Haz que tu sueño sobre nosotros lo al-cancemos de la mano de todos los hom-bres y mujeres de nuestro mundo que noshacen estar vivos y nos ayudan a sentir-nos humanos.

Amén.

¡Ven Señor!

Qué bonito sería, Señor,si todos los hombres de todas las nacionesse pusieran a cantar. Qué bonito sería, Señor,si todas las razas de todas las nacionesse pusieran a cantar. Qué bonito sería, Señor,el canto de todos los hombres unidos,y las voces de todas los hombres unidas:pues la voces no tienen color. Qué bonito sería, Señor,si las manos se juntaran todasy los ojos se juntasen todosy los pasos se dieran a la vez. Qué bonito sería, Señor,si todos los hombres acuñáramosen el asfalto de la carretera,en el campo que se dijo de batalla,en el camino de los mares y de muertes,en los espacios, sin límites,la palabra amor. Qué bonito sería, Señor,si todos los hombres plantáramos rosaspor las puertas, por las ventanas,por los rostros en tristeza. Y nosotros podemos hacermuy bonito este mundo que es nuestrocon las manos que Tú nos has dado, Señor. Qué bonito sería, Señor,si ahora mismo saliera a la calley al cruzarme con unos y otros dijera:“Dame esa mano, amigo”.

Oración final

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¿Dijo Jesús a sus discípulos: «Si nosois mejores que los escribas y fariseos,no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los anti-guos: «No matarás», y el que mate seráprocesado. Pero yo os digo: Todo elque esté peleado con su hermano seráprocesado. Y si uno llama a su herma-no «imbécil», tendrá que comparecerante el Sanedrín, y si lo llama «renega-do», merece la condena del fuego.

Por tanto, si cuando vas a poner tuofrenda sobre el altar, te acuerdas allímismo de que tu hermano tiene quejascontra ti, deja allí tu ofrenda ante elaltar y vete primero a reconciliarte contu hermano, y entonces vuelve a pre-sentar tu ofrenda.

Con el que te pone pleito, procuraarreglarte en seguida, mientras vais to-davía de camino, no sea que te entre-gue al juez, y el juez al alguacil, y temetan en la cárcel. Te aseguro que nosaldrás de allí hasta que hayas pagadoel último cuarto».

Mt 5,20-26

1ª Semana - VIERNES10 de marzo de 2006

celebrar lo que vivimos

Lectura del día Reflexión

Podemos vivir una abierta contradic-ción entre el culto y la vida. Podemosvivir la fe y el culto de manera individua-lista e intimista. La religión del rito esmás cómoda que la religión de la frater-nidad.

La religión de Jesús nos dice que elcentro de la preocupación de Dios es elhombre y su vida. En ello está su gloria.Celebrar lo que somos es elemento cons-titutivo de esta religión. La verdadera ce-lebración es fraternidad y comunión.

La ofrenda sobre el altar no es unasunto aislado de la vida sino la vida mis-ma. Nuestra existencia particular y nues-tra historia colectiva quedan comprome-tidas en la comunión y la reconciliación,antes de la misma celebración.

El reino de Dios es un reino de recon-ciliación y de perdón. Lo hacemos cer-cano cuando anticipamos el gran proyec-to de Dios sobre la humanidad: familiade hijos y hermanos que se reúnen paracelebrar el gozo de lo que son.

Está cerca el Reino de Dios

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(Reconciliarse antes de celebrar)

Señor Jesús,que llenas el mundo con los signos de tuamor,perdona mi ceguera e insensibilidadal no descubrir tu presencia en la vida.

Tú que te escondes en la hondura y en elsufrimiento,perdona que no sepa bajar a tu encuentroen los pobres y marginados,y en ellos servirte como el Dios vivo.

Señor Jesús,que manifiestas tu amor en la pasión por elhombre y el mundo de hoy,perdona mis resistenciasa desplazarme con audacia por el Evange-lio.

Tú que hiciste de tu vida un culto agradableal Padre,perdona mis ritualismos y prácticasalejadas de la creación y de la historia,y de la realidad de mis hermanos.

Señor Jesús,que viviste en una unidad perfectala fidelidad a la voluntad del Padre y la en-trega sin límites al hombre,perdona mis dicotomías y dualismosque me dificultan la integración en el amory la posibilidad de alabarte en todas las co-sasy de celebrar la liturgia de la misericordia.

Entra en tu interior

Celebración gozosa de un camino decomunión. Presidía una pastora protes-tante. En torno al pan y al vino un grupode misioneros de todos los rincones deAmérica Latina. La Palabra de Dios fuecompartida. Pero antes, durante la se-mana, habíamos compartido nuestra fecristiana, la fe de los ortodoxos, de lasdiversas ramas protestantes, de los ju-díos… Acercamiento sencillo y en ver-dad a hombres y mujeres de fe. Encuen-tro de comunión en el pan compartidodel interés por el otro, de la actitudintegradora, del aliento del mismo Padre,de la búsqueda del mismo Dios.

Sin miradas de sospecha, sin juiciosinquisidores, sin gritos de guerra santa,la celebración nos supo a culto nuevo, elque une como hermanos a los que aco-gen a Dios.

Señor, tú que nos has manifestado queel culto a Dios pasa por la gloria, la dig-nidad y la vida del hombre, ayúdanos acelebrar nuestra fe comprometidos en laconstrucción de la convivencia humana,en la reconciliación y en la misericordia.

Amén.

Oración

Oración final

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Dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: «Amarás

a tu prójimo» y aborrecerás a tu ene-migo.

Yo, en cambio, os digo:Amad a vuestros enemigos, y rezad

por los que os persiguen. Así seréishijos de vuestro Padre que está en elcielo, que hace salir su sol sobre ma-los y buenos, y manda la lluvia a jus-tos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman,¿qué premio tendréis? ¿No hacen losmismo también los publicanos? Y si sa-ludáis sólo a vuestros hermanos, ¿quéhacéis de extraordinario? ¿No hacenlo mismo también los gentiles?

Por tanto, sed perfectos, como vues-tro Padre celestial es perfecto».

Mt 5, 43-48

Nos parece normal que el mal con elmal se vence. Pero Jesús propone unsalto cualitativo en ese proceso. Ven-cer el mal con el bien. Y es que el reinode Dios abraza a todos los hombres,también a los que sentimos enemigos.

El enemigo puede ser el extranjero,el de color, el parado, el del otro partido,el violento, el del piso de arriba… Se-gún el evangelio todos ellos son objetode nuestro saludo, de nuestra oración yde nuestro amor.

Amar según el evangelio es siempreun exceso, una locura. Es más que tole-rancia, consideración o simple respeto.Querer a nuestros enemigos es exigen-cia del Reino. Es actuar sin esperarcontraprestación alguna, sin tratar deobtener su agradecimiento.

Estamos llamados a dar sin esperarrecompensa, a tener el coraje de supe-rar la reciprocidad para acceder a la fra-ternidad. Superar la reciprocidad nosinscribe en el mundo de lasbienaventuranzas.

Naturalmente que esto es difícil. Peroes el camino de conversión que preparael reino de Dios.

1ª Semana - SÁBADO11 de marzo de 2006

dar sin esperar recompensa

Lectura del día Reflexión

Está cerca el Reino de Dios

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Recordar la muerte de Moisés, asesina-do por manos criminales, me sigue produ-ciendo rabia. Recordarle, ya sin vida en suoficina, todavía me hace surgir pesar y aba-timiento. En carne propia sentí las conse-cuencias de la violencia, la venganza y laimpunidad. Internamente me rebelaba…

Durante la Eucaristía, en el canto de laPaz exploté en lágrimas. Expresión de milucha interior entre el dolor de una muerteinjusta y los deseos de paz. El Señor medecía que la sangre de Moisés debía sersangre de vida y de esperanza. Que estaproclamación de fe de Moisés debía con-vertirse en símbolo de reconciliación y deperdón. Pero amar al violento no me resul-taba fácil.

Señor, toma mi vida nuevaantes de que la esperadesgaste años en mí.Estoy dispuesto a lo que quieras,no importa lo que sea,Tú llámame a servir.

Llévame donde los hombresnecesiten tus palabras,necesiten mis ganas de vivir.Donde falte la esperanza,donde falte la alegría,simplemente por no saber de ti.

Te doy mi corazón sinceropara gritar sin miedotu grandeza Señor.Tendré mis manos sin cansanciotu historia entre mis labiosy fuerza en la oración.

Y así en marcha iré cantandopor pueblos predicandolo bello que es tu amor.Señor, tengo alma misionera,condúceme a la tierraque tenga sed de ti.

(Canción: Alma misionera)

Señor, que con amor renuevas constan-temente todo lo que ha salido de tus manos,

Enséñanos a dar sin esperar recompen-sa, actuar sin buscar el agradecimiento ysaber vencer el mal con el bien.

Amén

Entra en tu interior

Oración

Oración final

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Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y aJuan, subió con ellos solos a una mon-taña alta, y se transfiguró delante deellos. Sus vestidos se volvieron de unblanco deslumbrador, como no puededejarlos ningún batanero del mundo. Seles aparecieron Elías y Moisés, conver-sando con Jesús. Entonces Pedro tomóla palabra y le dijo a Jesús: “Maestro,¡qué bien se está aquí! Vamos a hacertres tiendas, una para ti, otra para Moi-sés y otra para Elías”. Estaban asusta-dos, y no sabía lo que decía. Se formóuna nube que los cubrió, y salió una vozde la nube; “éste es mi Hijo amado;escuchadlo”. De pronto, al mirar alre-dedor, no vieron a nadie más que a Je-sús, solo con ellos. Cuando bajaban dela montaña, Jesús les mandó: “No con-téis a nadie lo que habéis visto, hastaque el Hijo del hombre resucite de entrelos muertos”. Esto se les quedó graba-do, y discutían qué querría decir aque-llo de “resucitar de entre los muertos”.

Mc 9. 2-10

Los discípulos han comprendido queJesús es el Mesías y están ya conven-cidos de que su camino conduce a lacruz; pero no llegan a comprender quela cruz esconde la gloria. A este propó-sito tienen necesidad de una experien-cia, aunque sea fugaz y provisional: tie-nen necesidad de que se descorra unpoco el velo. Y éste es el significado dela transfiguración en la vida de fe deldiscípulo: es una verificación. Dios lesconcede a los discípulos, por un instan-te, contemplar la gloria del Hijo, antici-par la pascua.

La invitación a “escucharlo” es invita-ción a la obediencia, a la conversión y ala esperanza. La palabra que escucha-mos es una palabra que nos compro-mete.

2ª Semana - DOMINGOBajemos de la montaña

inicia el descenso

Lectura del día Reflexión

12 de marzo de 2006

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¿Para que nos llama a un encuentro enlo alto de la montaña? Después de un en-cuentro con Jesús tendemos a sentir unanueva fuente de energía que nos lleva abuscar nuevos caminos, a ser nuevas per-sonas. Generalmente abandonamos estabúsqueda al perder el verdadero senderoque baja de la montaña.

¿Has tenido algún encuentro con Jesús?¿Cómo ha sido tu descenso de la montaña?

Se nos invita a bajar de la montaña y aser pacientes. Tómate tu tiempo, pero note duermas. Durante el descenso abre losojos y verás que el encuentro es con tu en-torno, con aquel que te rodea, con tu her-mano que vive situaciones injustas,...Esperael momento pero no dejes que pase.

Baja de la montaña e implícate.

Indícame tus caminos, Señor,Tú que eres el Camino.Hazme andar por el sendero de la verdad,Tú que eres la Verdad del hombre.Despierta en mí el manantial de vida,Tú que eres la vida de cuanto existe.

Amén.

Entra en tu interior

TEST de la TRANSFIGURACIÓN

Trata de completar este test:

Comprueba por ti mismo tu madurez evan-gélica

1. Camino por la vida convencido de que...

Soy el más guay

Tengo que ser el mejor

Vale la pena vivir desde la sencillez

2. Cuando me siento débil...

Entonces soy fuerte

Voy al gimnasio

Nunca me siento débil

3. Para mí servir…

Es cosa de “débiles”

Es una oportunidad para crecer

No está de moda

Reflexiona durante un breve tiempo, sinprisas, la propuesta que Dios te hace en laPalabra de hoy.

Oración final

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Dijo Jesús a sus discípulos:Sed compasivos como vuestro Padre

es compasivo; no juzguéis y no seréisjuzgados; no condenéis, y no seréis con-denados; perdonad, y seréis perdona-dos; dad, y se os dará: os verterán unamedida generosa, colmada, remecida,rebosante.

La medida que uséis, la usarán convosotros.

Lc 6, 36-38

Jesús abre su sabiduría para hacerentender a sus discípulos los requisitoscentrales del proyecto del Reino. Lesexplica que todos los pecados de la hu-manidad tienen el mismo origen: en lacodicia, en la que se manifiesta el egoís-mo. Este es el principal obstáculo parala conversión. Debido a esto, todo serhumano que quiera ser acogido por elPadre, debe trabajar por llegar a tenersu misma compasión y misericordia paracon los otros.

Compasión es compartir el sufrimien-to de los otros y así experimentar quées lo que ellos realmente necesitan paraque su calidad de vida mejore. Al com-prometernos todos a ser compasivos conlos demás, vamos a lograr universalizarvalores que ayudarán al mundo a sercada vez más humano. Por algo Jesúsnos recuerda que con la medida con quemidamos a los demás, con esa mismase nos medirá a nosotros.

2ª Semana - LUNES13 de marzo de 2006

todos somos iguales

Lectura del día Reflexión

Bajemos de la montaña

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¡¡Los juicios!! ¡¡Las etiquetas!! Nublannuestra mirada, ciegan nuestro corazón.Demasiadas imágenes borrosas que nonos ayudan a descubrir a la auténtica per-sona que está delante de nosotros. La vidase nos transforma cuando vemos con uncorazón generoso, sí. Lo esencial es invi-sible a los ojos, pero el corazón puede al-canzar a verlo. Cierra tus ojos, abre tucorazón.

Señor, ayúdame a verte cuando pasasa mi lado. Haz que mantenga mis ojosabiertos a la luz. Hazme sensible a tu ca-minar, a tu voz. Ábreme los ojos a lavida, a la justicia y al compromiso y hazque trate a los demás como semejantes.Amén.

Como el ciego del camino

Pasas a mi lado y no te veo.Tengo los ojos cerrados a la luzy siento en ellos como duras escamas queme impiden verte.Al sentir tus pasos, al oír tu voz,siento en mí como un manantial que nace,como una vida a chorro, que grita por ti.Yo te busco, yo te deseo, yo te necesitopara atravesar tantas calles en mi vida.

Jesús, me ciegan tantas cosas:Es la vida con sus luces de colores.Es el placer con su fuerza irresistible.Es el dinero con sus cadenas que apri-sionan.Estoy comenzando a vivir, Jesús, y todosquieren mi vidaLlega hacia mí cada día ese mundo delo fácil, de lo cómodo.Y me dejo arrastrar y agarrarcomo la mosca que cae presa en la telade araña.Yo siento en mi vida una lucha dura ysin piedadpor seguir en la brecha o rendirme in-condicional.

Jesús, ábreme los ojos a la vida.Quiero abrir mis ojos a la luz de tu Evange-lio.Quiero mirar la vida de frente y con senti-do.

Como el ciego del camino, como el cie-go así te busco.Toca mis ojos con tus dedos y ábrelos ala luz.Entonces el camino -mi camino, Señor-,tendrá rumbo.

Entra en tu interior

Oración final

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Jesús habló a la gente y a sus discí-pulos, diciendo: «En la cátedra deMoisés se han sentado los escribas ylos fariseos: haced y cumplid lo que osdigan; pero no hagáis lo que ellos ha-cen, porque ellos no hacen lo que di-cen. Ellos lían fardos pesados e inso-portables y se los cargan a la gente enlos hombros, pero ellos no dispuestos amover un dedo para empujar. Todo loque hacen es para que los vea la gen-te: alargan las filacterias y ensanchanlas franjas del manto; les gustan los pri-meros puestos en los banquetes y losasientos de honor en las sinagogas; queles hagan reverencias por la calle y quela gente los llame maestros. Vosotros, encambio, no os dejéis llamar maestro,porque uno solo es vuestro maestro, ytodos vosotros sois hermanos. Y no lla-méis padre vuestro a nadie en la tierra,porque uno solo es vuestro Padre, el delcielo. No os dejéis llamar consejeros,porque uno solo es vuestro consejero,Cristo. El primero entre vosotros serávuestro servidor. El que se enaltece seráhumillado, y el que se humilla será enal-tecido».

Mt 23, 1-12

En el evangelio de hoy, Jesús conde-na duramente a los fariseos «que diceny no hacen».

Si Jesús volviera a nuestro tiempo ya nuestras vidas probablemente tendríaque repetirnos a muchos de nosotros estamisma condena.

Somos expertos en la palabra, mejoren decir palabras, que a veces hastaquedan muy bonitas y rotundas. Y has-ta decimos eso de: ¡Qué bien habla!

No obstante el dicho popular ya dejalas cosas en su sitio: Las palabras mue-ven, pero el ejemplo arrastra.

Desgraciadamente si profundizamosen nuestra vida, no siempre nuestrasobras dan testimonio de nuestras pala-bras y quizá somos merecedores de esacondena de Jesús: «Dicen y no hacen».

Quizás hoy sea un buen momentopara profundizar en nuestro compromi-so personal por el Reino de Dios.

2ª Semana - MARTES14 de marzo de 2006

dicen y no hacen...

Lectura del día

Reflexión

Bajemos de la montaña

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Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí;tu Reino es como un tesoro escondido dentrode un campo;llevo en el fondo de mi ser la libertad y elamor,la justicia y la verdad, la luz y la belleza.Llevo dentro de mí la amistad y comunica-ciónde tu Espíritu que me hace fuerte.¡Tu Reino, Señor, habita dentro de mí: Gra-cias!

Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Igle-sia.Tu Reino está presente en medio de los cre-yentes.Llevamos en nuestros corazones la semilla detu Palabra.Cuando compartimos los bienes, tu Reino sehace fuerte.Cuando oramos juntos, tu Reino se manifiesta.Cuando ayudamos al desatendido, tu Reino sedesvela.Somos, Señor, en tu Iglesia, sal y luz del mun-do.¡Tu Reino, Señor, habita en medio de la Igle-sia: Gracias!

Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo.Tu Reino está presente – oculto en medio denosotros.Donde el amor es más fuerte que el odio,donde el perdón es más fuerte que la vengan-za,donde la verdad es más fuerte que la mentira,donde la justicia es más fuerte que la opre-sión,donde la libertad es más fuerte que la esclavi-tud,...allí está tu Reino.¡Tu Reino, Señor, habita en el corazónde los hombres y las mujeres que se aman:Gracias!

Muchas son las veces que todos y cadauno de nosotros decimos, decimos y nohacemos. Pueden ser actitudes puntualespero hay quien la tiene por rutina y enton-ces es cuando aparece el verdadero con-flicto, porque... ¿si no lo hace, sobre quiénrecae esa tarea?, pero eso no es sólo loque debe importarte.

No caigas en esa dinámica de decir yno hacer o de hacer un poco y que todo elmundo te lo reconozca. Tú trabaja día adía, sin esperar reconocimiento ni recom-pensa; haz las cosas con responsabilidady siempre estarás acompañado.

“Mi opción por la lucha no tiene límitesni espacio; sólo nosotros, que llevamosnuestra causa en el corazón, estamos dis-puestos a correr todos los riesgos...”Rigoberta Menchú

Entra en tu interior

Oración final

Oración

Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nues-tra marcha.Caminamos con esperanza: alienta nuestro can-sancio.Caminamos con fe, con los ojos puestos en ti:¡Ven a nuestro encuentro!

Compromiso por el Reino de Dios

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Mientras iba subiendo Jesús a Jeru-salén, tomando aparte a los Doce, lesdijo por el camino: «Mirad, estamos su-biendo a Jerusalén, y el Hijo del hom-bre va a ser entregado a los sumos sa-cerdotes y a los escribas, y lo condena-rán a muerte y lo entregarán a los gen-tiles, para que se burlen de él, lo azoteny lo crucifiquen; y al tercer día resuci-tará». Entonces se le acercó la madrede los Zebedeos con sus hijos y se pos-tró para hacerle una petición. Él le pre-guntó: «¿Qué deseas?» Ella contestó:«Ordena que estos dos hijos míos sesienten en tu reino, uno a tu derecha yel otro a tu izquierda». Pero Jesús re-plicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Soiscapaces de beber el cáliz que yo he debeber?» Contestaron: «Lo somos». Élles dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero elpuesto a mi derecha o a mi izquierda nome toca a mí concederlo, es para aque-llos para quienes lo tiene reservado miPadre»…

No será así entre vosotros: el que quie-ra ser grande entre vosotros, que seavuestro servidor, y el que quiera ser pri-mero entre vosotros, que sea vuestro es-clavo. Igual que el Hijo del hombre noha venido para que le sirvan, sino paraservir y dar su vida en rescate por mu-chos».

Mt 20, 17-28

Jesús y sus discípulos suben presu-rosos a Jerusalén. Jerusalén era el cen-tro del poder Judío, y es precisamenteen este camino donde Jesús les recuer-da a sus discípulos la suerte que se co-rre cuando se tocan las estructuras quetiranizan al pueblo. Mientras camina-ban, él les advierte lo que ha de pasarpor haber predicado en contra del sis-tema. Le espera la muerte, al igual quetodo aquel que asumiendo su causa conradicalidad denuncia la injusticia y anun-cia el Reino de Dios.

Los discípulos de Jesús estaban con-vencidos de que el mesianismo de Je-sús era la inauguración de un tiempode fortalecimiento político y militar, yno habían entendido que el mesianismode Jesús iba más bien por el servicio yla entrega al hermano, dando incluso lavida si fuera necesario.

La comunidad de Jesús debe estarconstituida por personas capaces deabandonar definitivamente toda prácti-ca egoísta propia de una sociedad quetiene la competencia y las ventajas eco-nómicas (el mercado total, donde todose compra y se vende, hasta la con-ciencia) como valores supremos. Laopción por el Reino equivale a una op-ción por la humanización y esta requie-re de todo un proceso que no es gratui-to.

2ª Semana - MIÉRCOLES15 de marzo de 2006

llamados a ser servidores

Lectura del día

Reflexión

Bajemos de la montaña

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Hazme ir más despacio, Señor

Acompasa el latir de mi corazón aquie-tando mi mente.Apacigua mis apresurados pasos con lavisión del alcance eterno del tiempo.

Ablanda la tensión de mis nervios y mús-culos con la música relajante de las melo-días que perduran en mi memoria.

Ayúdame a experimentar el mágico po-der restaurador del sueño.Enséñame el arte de tomarme pequeñasvacaciones:detenerme para mirar una flor,charlar con una amistad,acariciar un perro,leer unas pocas líneas de un buen libro...

Hazme ir más despacio, Señor, einspírame cómo echar raíces profundas enla tierra de los valores perennes de la vida,para que pueda crecer hasta la cima de migrandioso destino.

Jill Harris

Señor, haz de nosotros tus servidores.Que en el día a día seamos capaces deprestarnos a realizar aquellas cosas quemerecen la pena para el bien de todos yno nos dejemos llevar por esa individuali-dad que nos invade en la sociedad enque vivimos. Amén

Entra en tu interior

Revisa tu capacidad de servicio y tucapacidad de ser servido.

Tal vez, damos demasiada importan-cia a los puestos, como si la vida fueseuna permanente clasificación, una parri-lla de salida donde ocupando los prime-ros puestos pudiésemos obtener mejoresventajas.

No, de veras, la vida no es una carrerapara llegar, sino para vivirla caminando.“Que sea a paso de tortuga, no significaque mi vida sea aburrida” (El sueño deMorfeo)

Oración final

Oración

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Dijo Jesús a los fariseos: «Había unhombre rico que se vestía de púrpura yde lino y banqueteaba espléndidamen-te cada día. Y un mendigo llamadoLázaro estaba echado en su portal, cu-bierto de llagas, y con ganas de saciar-se de lo que tiraban de la mesa del rico.Y hasta los perros se le acercaban alamerle las llagas. Sucedió que se mu-rió el mendigo, y los ángeles lo lleva-ron al seno de Abrahán. Se murió tam-bién el rico, y lo enterraron. Y, estandoen el infierno, en medio de los tormen-tos, levantando los ojos, vio de lejos aAbrahán, y a Lázaro en su seno, y gri-tó: «Padre Abrahán, ten piedad de mí ymanda a Lázaro que moje en agua lapunta del dedo y me refresque la len-gua, porque me torturan estas llamas».Pero Abrahán le contestó: «Hijo, re-cuerda que recibiste tus bienes en vida,y Lázaro, a su vez, males… El rico in-sistió: ‘Te ruego, entonces, padre, quemandes a Lázaro a casa de mi padre…Abrahán le dice: «Tienen a Moisés y alos profetas; que los escuchen”…»Si noescuchan a Moisés y a los profetas, noharán caso ni aunque resucite un muer-to».

Lc 16, 19-31

Jesús ha visto esto en su tiempo. Sedaban ya muchas desigualdades, injus-ticias... gentes demasiado ricas y gen-tes demasiado pobres. Este rico pusotoda su confianza en lo humano, sola-mente: Lo apostó todo a la riqueza, alplacer, a lo terrestre. Disfrutar. Consu-mir. Sacar provecho.

La misma situación existe siempre.Hay siempre grandes fortunas, gentesque gastan de un modo escandaloso...y a la vez pobres que no tienen lo nece-sario para vivir humanamente. ¡Jesúsnos señala con el dedo esta situación!Nos pide que no nos habituemos a ella.

¿Qué me dices hoy a mí, por mediode esta parábola? Señor, ¡que ningunariqueza -material, intelectual, espiritual-cierre mi corazón! Consérvame abier-to, disponible... pobre.

2ª Semana - JUEVES16 de marzo de 2006

corazones compasivoscorazones misericordiosos

Lectura del día

Reflexión

Bajemos de la montaña

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Contigo quiero compartir mi corazón, SeñorJesús.Quiero hacer de mi corazón pan tierno y fres-co,hogaza de labrador compartida en la mesa detodos,donde no hay puestos porque no hay primero.

Señor, no quiero un corazón de piedra, duroy frío.Dame un corazón humano,que encuentre la alegría en el Amor y el Ser-vicio.

Yo busco la Verdad y sólo encuentro verdades.Busco el Amor, y sólo en migajas lo encuen-tro.Busco la Belleza y se hace noche en el camino.Busco la Libertad y me siento prisionero.Busco el Bien, y el mal se me hace uña a lacarney me duele vivir en este duelo.

No quiero verdades.Busco la Verdad que ilumine mi vida y le déun Proyecto.No quiero amores.Sólo busco el Amor que es manantial devida sin término.No quiero bellezas.Sólo busco la Belleza que no muere con eltiempo.

Dame un corazón que sea feliz conmigo mis-mo,que aprenda a quererse para querer sin rue-gos.Dame un corazón que sepa perdonarse siem-pre,para comprender y perdonar primero.Dame un corazón orante como el tuyo,que se abra al Padre, que es Padre nuestro.

Me pregunto si me he vuelto insensible aldolor de los que me rodean… No me he aleja-do doscientos metros de casa y encuentro alas primeras personas que piden al pasar porla calle. Uno de ellos es un niño de unos 12años (aunque no estoy seguro, el dolor de lacalle gasta y hace aparentar más edad) vesti-do de payaso que hace malabares con unasnaranjas… Más allá una señora indígena, des-calza, con su niña en la espalda… Aquel cam-pesino anciano… Y luego aquel hombre enharapos, muy sucio, y con una cara que juzgode pocos amigos… ¡Qué fácil me es verlosdesde dentro del vehículo! ¡Cómo me he acos-tumbrado a que me sea fácil verlo! ¡Qué dis-tantes están! Cada día, en cada calle, en lasnoticias, en los periódicos... Los pobres ¿sehan vuelto un ejercicio de estadística paramí?… ¿Cómo redescubrir la misericordia?¿Cómo hacer de la lucha por la justicia unaclave del sentido de mi propia vida? ¿Cómoaprender a escuchar ese clamor?

Señor, los pobres claman. Es su fuerza y suderecho. Necesitamos de una revolución ennuestras mentes, de una revolución en nues-tros hábitos, de una revolución mundial ennuestras sociedades, para que el clamor se oigaefectivamente y sea atendido.

De nada vale que Jesús haya nacido en Be-lén si no nace hoy de nuevo dentro de noso-tros. (Leonardo Boff)

Entra en tu interior

Oración final

Oración

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Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y alos ancianos del pueblo: «Escuchad otraparábola: Había un propietario que plan-tó una viña, la rodeó con una cerca, cavóen ella un lagar, construyó la casa delguarda, la arrendó a unos labradores yse marchó de viaje. Llegado el tiempo dela vendimia, envió sus criados a los la-bradores, para percibir los frutos que lecorrespondían. Pero los labradores, aga-rrando a los criados, apalearon a uno,mataron a otro, y a otro lo apedrearon.Envió de nuevo otros criados, más que laprimera vez e hicieron con ellos lo mis-mo. Por último les mandó a su hijo. Perolos labradores, al ver al hijo, se dijeron:«Éste es el heredero: venid, lo matamos ynos quedamos con su herencia». Y, aga-rrándolo, lo empujaron fuera de la viñay lo mataron. Y ahora, cuando vuelva eldueño de la viña, ¿qué hará con aque-llos labradores?»... Y Jesús les dice «¿Nohabéis leído nunca en la Escritura: «Lapiedra que desecharon los arquitectos esahora la piedra angular. Es el Señorquien lo ha hecho, ha sido un milagropatente»? Por eso os digo que se os qui-tará a vosotros el reino de los cielos y sedará a un pueblo que produzca sus fru-tos»... Y aunque buscaban echarle mano,temieron a la gente que lo tenía por pro-feta.

Mt 21, 33-45.45-46

Jesús está haciendo un resumen dela historia del A.T.: todos los enviadosde Dios que quisieron plantear una so-ciedad alternativa fueron condenadosa muerte. Esto mismo era lo que yaestaba tratando de hacer con Jesús laoficialidad judía.

El planteamiento de Jesús era gra-ve: comprometerse con un grupo noes alcahuetear su injusticia. Si el gru-po ya no tiene contenidos de justicia,Dios no puede garantizarle fidelidad,cerrando sus ojos al pecado. Y en estohabía terminado la oficialidad judía: enun sistema lleno de una gran capaci-dad de muerte, que sólo funcionaba alservicio de sus propios intereses, eli-minando a todo aquél que viniera aamenazar su continuidad. Quiendesenmascarare esto ante el pueblo,se convertirá en su enemigo. La ver-dad dicha por Jesús fue lo que le costóla vida.

2ª Semana - VIERNES17 de marzo de 2006

no cerréis los ojos a lasgrandes y pequeñas injusti-cias de cada día

Lectura del día

Reflexión

Bajemos de la montaña

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- Yo sé que me quieres, Señor.Porque eres bueno, porque tienes un corazónsensible, perdóname;limpia mis bajos fondos de pecado, y de mis caí-das continuas, levántame.

+ Me siento pecador ante ti,que eres santo, y mi pecado está agarrado a mí.¡Cómo soy!: contra ti, contra ti sólo pequéy tus ojos han visto con pena mi corazón jovenmanchado.

- Qué alegría saber que eres Padre,y también justo y recto,y que juzgas sin chantajes ni partidismos.

+ Tú me miras fijamente y amas lo puro y limpiodentro de míy me hablas suavemente como amigo en el silen-cio.Abrázame y tu amor me cambiará el corazón,sé mi amigo y caminaré hacia la cumbre.

- Devuélveme, que lo perdí, el gozo y la alegría,y toda mi vida salte en fiesta.Somos amigos: olvida el mal que hice,y ayúdame con tu amistad a renovarme.

+ Que nazca en mí, como una fuente, un corazónpuro,y una voluntad firme, Señor, fragua en mí;quiero ver tu rostro alegre a mi ladoy tu fuerza en mí me acompañe siempre.

- Dame vida, que yo amo el vivir.Tú que eres el Dios de la Vida.Y con ella diré a los hombres y mujeres que conti-go todo es posible.Abre mi corazón y mis labios, hacia ti, Señor,para que diga cuánto te quiero.

+ Ya sé que Tú no andas con pamplinas,y que no quieres de mí moneda suelta.Lo que Tú me pides es un corazón arrepentido;un corazón sincero y noble es lo que quieres.

Cuando conocemos la consciencia senos despierta, y es entonces cuando nopodemos caer en la indiferencia ante loque oímos o vemos con nuestros propiosojos. Somos también, en cierta medida,responsables. Tu voz puede ser la voz delos sin-voz, porque su voz ha sido arreba-tada, silenciada, violentada. No temas, noestás solo en esta denuncia. Defiende lajusticia y la verdad.

Sé bueno conmigo y con los otros yfortalece nuestras vidas indefensas.

A ti nuestra vida dura de cada día teofrecemos, y nuestra juventud como pany vino de una Misa para que Tú, Diosnuestro, sobre tu altar, encuentres nues-tro don y lo recibas con alegría.

Devuélvenos, te lo pedimos, el gozo yla alegría, y toda nuestra vida salte hoyen fiesta.

Somos amigos: olvida el mal que tecausamos, y ayúdanos con tu amistad aconvertirnos.

Entra en tu interior

Oración final

Salmo 50

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Se acercaban a Jesús los publicanos ylos pecadores a escucharle. Y los fariseosy los letrados murmuraban entre ellos: Eseacoge a los pecadores y come con ellos.Jesús les dijo esta parábola: Un hombretenía dos hijos; el menor de ellos dijo asu padre: Padre, dame la parte que metoca de la fortuna. El padre les repartiólos bienes. No muchos días después, elhijo menor, juntando todo lo suyo, emi-gró a un país lejano, y allí derrochó sufortuna viviendo perdidamente… Recapa-citando entonces se dijo: Cuántos jorna-leros de mi padre tienen abundancia depan, mientras yo aquí me muero de ham-bre. Me pondré en camino adonde estámi padre… Cuando todavía estaba lejos,su padre lo vio y se conmovió; y echandoa correr, se le echó al cuello, y se puso abesarlo. Su hijo le dijo: Padre, he peca-do contra el cielo y contra ti; ya no me-rezco llamarme hijo tuyo. Pero el padredijo a sus criados: Sacad en seguida elmejor traje, y vestidlo ponedle un anilloen la mano y sandalias en los pies..., por-que este hijo mío estaba muerto, y ha re-vivido; estaba perdido, y lo hemos encon-trado. … El padre le dijo: Hijo, tú estássiempre conmigo, y todo lo mío es tuyo…

Lc 15, 1-3.11-32

Jesús, que había experimentado lapresencia de Dios Padre-Madre en símismo, sabía que su amor no discrimi-naba ni excluía a nadie. Los jefes ju-díos, en cambio, no incluían en el Rei-no a todos; los pecadores e impurosquedaban excluidos.

Para Jesús el amor del Reino no te-nía límites; puesto que nadie lo podíamerecer; era gratuito. Dios Padre lodaba a quien él quería.

Esta enseñanza de Jesús contrastacon nuestras actitudes. En muchas oca-siones nos volvemos obstáculo paraque el perdón y el amor de Dios acaez-ca entre nosotros. Somos implacablesen nuestros juicios, ponemos condicio-nes, nos consideramos la medida de lodemás, y lo que se aleja de esa medidacreemos que no merece ser tenido encuenta.

2ª Semana - SÁBADO18 de marzo de 2006

somos hijos e hijaspródigas

Lectura del día

Reflexión

Bajemos de la montaña

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ORACION DE UNA MUJER INDIGENA(Relectura de Judit 9)

Señor, yo sé que has venido conmigo y estásen mí. Quiero decirte que tengo ganas de llorarporque me he acordado de mis hermanos indí-genas, porque han sufrido, porque hay muchasofensas, sufrimiento y injusticias. y veo que espor culpa de los blancos, de los mestizos, losque nos roban y nos explotan. Y nos echan encara que nosotros, los indígenas, no valemosnada, que olemos mal, y nos han dicho que so-mos animales, que no valemos nada.

Pero Tú, Señor, estás con nosotros y noso-tros esperamos en ti, porque Tú eres el verda-dero en el camino de nuestra vida.

No hay tristeza más grande que esta que sien-to por mis hermanos que están atados y envuel-tos de ese sufrimiento. Porque nosotros, los“náhuati”, y los demás hermanos que viven estavida como yo, indígena, siguen en la lucha, so-breviviendo.

Tú nos hiciste entre tus manos, obra tuyasomos, y ahora pienso: ¿por qué este sufrimien-to para nosotros? ¿por qué contra nosotros,Señor? ¿y por qué a nosotros? Tal vez porquenos quieres y nos amas, o tal vez porque nosquieres abrir una puerta nueva, o tal vez porquenos quieres liberar.

Porque aquí sólo veo que hay muerte, ham-bre y sufrimiento. Ahora sólo veo, ahora sóloespero que Tú me ayudes en este trabajo. Losdos lo haremos. Haremos una vida más justacon todos mis hermanos.

Pero... ¿cómo voy a hacer lo que me pides?,¿cuándo voy a ver a mi hermano volar con unalibertad grande como un pájaro que vuela a lasalturas? Tal vez en la muerte, como nosotrosdecimos. Porque de verdad aquí en la tierra sóloveo que no hay felicidad, porque nos matan,nos hacen sufrir, nos hieren, nos quitan la tierra,nos tienen asco y nos utilizan como ellos quie-ren, todos esos grandes, poderosos y gober-nantes.

Antes de reflexionar colócate frente al es-pejo y mira a ver que ves. Si, eres tú, te cono-ces más o menos bien y te crees mejorque...¿qué quién?. Todos somos hermanos, connuestras características, con nuestros fallos ynuestros virtudes, pero en el fondo todos igua-les y se nos olvida demasiado a menudo.

Piensa en todos aquellos que miras porencima del hombro y pregúntate por que lohaces, mira también a todos aquellos por losque sientes lástima y pregúntate por qué, porque esa lástima si en tu mano está ofrecer laoportunidad de cambiarlo

Ya estás en pie, caminante, dispuesto paramarchar, pero es menester que sepas, cami-nante, a dónde vas. Ya estás en pie, caminan-te, dispuesto para buscar, pero es menesterque sepas lo que sales a buscar.

Recuerda a aquel caminante que un día tam-bién salió, pero siguiendo una sombra el cami-no equivocó. Y cuando volvió la cara la som-bra se disipó; descubrió que estaba solo puessólo encontró a su yo.

No creas que es suficiente tomar al alba elbordón, ni basta la cantimplora, el pan o lainvocación.

Importa caminar juntos, unidos en el amor,rompiendo cualquier espejo que cierre tucorazón.(A. Machado)

Entra en tu interior

Oración final

Señor, dame esa claridad, dame esa luz parasaber qué hacer, para cambiar esta vida comotú quieres con mis hermanos. Sólo te pido quebendigas a mis hermanos indígenas como yo.Gracias.

Oración

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Se acercaba la Pascua de los judíos,y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró enel templo a los vendedores de bueyes,ovejas y palomas, y a los cambistas sen-tados; y, haciendo un azote de cordeles,los echó a todos del templo, ovejas ybueyes; a los cambistas les esparció lasmonedas y les volcó las mesas; y a losque vendían palomas les dijo: «Quitadesto de aquí; no convirtáis en un merca-do la casa de mi Padre…» Sus discípu-los se acordaron de lo que está escrito:«El celo de tu casa me devora». Enton-ces intervinieron los judíos y le pregun-taron: «¿Qué signos nos muestras paraobrar así? » Jesús contestó: «Destruideste templo, y en tres días lo levantaré».Los judíos replicaron: «Cuarenta y seisaños ha costado construir este templo,¿y tú lo vas a levantar en tres días?».Pero él hablaba del templo de su cuer-po. Y, cuando resucitó de entre los muer-tos, los discípulos se acordaron de quelo había dicho, y dieron fe a la Escrituray a la palabra que había dicho Jesús.Mientras estaba en Jerusalén por las fies-tas de Pascua, muchos creyeron en sunombre, viendo los signos que hacía;pero Jesús no se confiaba con ellos, por-que los conocía a todos y no necesitabael testimonio de nadie sobre un hombre,porque él sabía lo que hay dentro de cadahombre.

Jn 2, 13-15

Habéis convertido mi casa en unmercado…

Un bonito día del mes de octubre, laabuela se ha quedado guardando a sunietecito. El niño mira por la ventana;el barrio está ahí detrás del cristal.“¿Qué ves, pequeño?”, pregunta laabuela. El niño cuenta y no para: loscoches que pasan, los niños que juegana la pelota, los jardines, el mendigo quepide en la esquina…

Entonces la abuela coge al niño dela mano y le lleva al salón. Le pone de-lante de un gran espejo y le pregunta:“¿Y ahora, qué ves?”. El niño, extra-ñado, se calla; pero al cabo de un mo-mento dice: “Todo ha desparecido. Sólome veo a mí”.

Sentando al niño en sus rodillas, laabuela le explica entonces: “¿Sabes queel cristal de la ventana y el del espejoson de la misma materia, perfectamen-te transparente? Pero detrás del espe-jo han puesto una capa de plata. Y laplata (dinero) aísla, impide ver y escu-char… La plata es una prisión”.

3ª Semana - DOMINGO19 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

una capa de plata

Lectura del día

Reflexión

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«Para mí, Jesús esEl Verbo hecho carne.El Pan de la vida.La víctima sacrificada en la cruz pornuestros pecados.El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa porlos pecados del mundo y por los míos pro-pios.La Palabra, para ser dicha.La Verdad, para ser proclamada.El Camino, para ser recorrido.La luz, para ser encendida.La Vida, para ser vivida.El Amor, para ser amado.La Alegría, para ser compartida.El sacrificio, para ser dado a otros.El Hambriento, para ser alimentado.El Sediento, para ser saciado.El Desnudo, para ser vestido.El Enfermo, para ser curado.El Solitario, para ser amado.El Leproso, para lavar sus heridas.El Mendigo, para darle una sonrisa.El Alcoholizado, para escucharlo.El Drogadicto, para ser comprendido enamistad.La Prostituta, para alejarla del peligro yser su amiga.El Preso, para ser visitado.El Anciano, para ser atendido.Para mí, Jesús es mi Dios.Jesús es mi Esposo.Jesús es mi Vida.Jesús es mi único amor.Jesús es mi Todo. »

Tú eres la fuente de toda bondad, Se-ñor, y toda misericordia viene de Ti.

Nos has enseñado cómo curarnos delpecado. Escucha el reconocimiento denuestra debilidad y levántanos con amor.Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Entra en tu interior

En este mundo sólo se encuentra a Diosa través de su imagen que es el hombre.Dios y el hombre están tan vinculados queya nadie podrá separarlos.

Juan, el discípulo de Jesús, lo dice asíen una de sus cartas: “Quien dice que amaa Dios, a quien no ve, y no ama a su her-mano, a quien ve, es un mentiroso”.

Oración

Oración final

El Jesús de Teresa de CalcutaQuién es Jesús

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Jacob engendró a José, el espo-so de María, de la cual nació Jesús, lla-mado Cristo. El nacimiento de Jesucris-to fue de esta manera: María, su ma-dre, estaba desposada con José y, an-tes de vivir juntos, resultó que ella es-peraba un hijo por obra del EspírituSanto. José, su esposo, que era justo yno quería denunciarla, decidió repu-diarla en secreto. Pero, apenas habíatomado esta resolución, se le aparecióen sueños un ángel del Señor que ledijo: «José, hijo de David, no tengasreparo en llevarte a María, tu mujer,porque la criatura que hay en ella vienedel Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, ytú le pondrás por nombre Jesús, porqueél salvará a su pueblo de los pecados».Cuando José se despertó, hizo lo que lehabía mandado el ángel del Señor.

Mt 1, 16.18-21.24a

Durante la construcción de una cate-dral, en los viejos tiempos de la EdadMedia, dicen que un hombre se acercóadonde los albañiles estaban trabajando,tallando las piedras que formarían la igle-sia.

Se acercó a uno de ellos y le pregun-tó: “¿Qué estás haciendo?”. El albañilrespondió: “Ya lo ves. Estoy tallando unepiedra”.

Siguió más adelante nuestro visitantey le hizo la misma pregunta a un segun-do albañil. Éste respondió: “Estoy ganan-do el pan para mis hijos”.

Aún avanzó un poco más el curiosopersonaje y le preguntó lo mismo a untercer obrero: “Y tú, ¿qué estás hacien-do?”. La respuesta esta vez fue: “Estoyconstruyendo una catedral”.

Los tres hacían aparentemente lo mis-mo. Que José de Nazareth nos ayude aver lejos en las pequeñas acciones apa-rentemente insignificantes que pueblannuestros días.

mirar lejos

Lectura del día Reflexión

3ª Semana - LUNES20 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

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Aunque tenga atadas las manosy esté triste, yo levantaréel corazón sobre la nieblade la montaña.

Y te seguiré Seguiré tus pasos sobre la arena,Y te seguiré con decisión tu caminar;Y te seguiré aunque me pierdaY te seguiré en las horas de penumbra,Y te seguiré aunque digan que ya no hay tiempo para cambiar...

Yo cambiaré mi sayo rasgado por la tormenta,Yo cambiaré mis sueños burgueses,Yo cambiaré mi fortuna inútil e ilusoria,Yo cambiaré y libre, Señor...

Yo te seguiré aunque digan que la puerta está cerrada,que hay un muro en medio del camino,yo seré arlequín, malabarista,saltaré sobre la discordia, Señor..

Cruzaré la puerta con llave mágica, con decisión,confiando siempre en tu ayudasaltaré los muros que dividen,y sin temor...yo te seguiré, Señor.

No aflojes tu amor por mí, Señor,purifícame y protégeme. Sin Ti, nopuedo estar seguro. Que tu graciame conduzca siempre. Amén.

Entra en tu interior

Yo, tu Dios, conozco tus miserias, las luchas ytribulaciones de tu alma, la debilidad y las enfer-medades de tu cuerpo; conozco tu pereza, tuspecados, tus desfallecimien-tos; y sin embargote digo: “Dame tu corazón, ámame tal y comoeres”.

Ámame tal y como eres. En cada instante yen cualquier situación, en el fervor o en la seque-dad, en la fidelidad o en la infidelidad.

Ámame tal y como eres. Yo quiero el amor detu corazón indigente. Si, para amarme, esperas aser perfecto, no me amarás nunca.

Oración

Oración final

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En aquel tiempo, acercándose Pe-dro a Jesús le preguntó: -Señor, si mihermano me ofende, ¿cuántas vecesle tengo que perdonar? ¿Hasta sieteveces? Jesús le contesta: -No te digohasta siete veces, sino hasta setentaveces siete.

Y les propuso esta parábola: El rei-no de los cielos se parece a un reyque quiso ajustar las cuentas con susempleados. Le presentaron uno quedebía diez mil talentos. Como no te-nía con qué pagar, el señor mandó quelo vendieran a él con su mujer y sushijos y todas sus posesiones, y que pa-gara así. El empleado, arrojándose asus pies, le suplicaba diciendo: -Tenpaciencia conmigo, y te lo pagarétodo. El señor tuvo lástima de aquelempleado y lo dejó marchar, perdo-nándole la deuda. Pero, al salir, elempleado aquel encontró a uno de suscompañeros que le debía ciendenarios y, agarrándolo, lo estrangu-laba, diciendo: -Págame lo que me de-bes...

Entonces el señor lo llamó y le dijo:-¡Siervo malvado! Toda aquella deu-da te la perdoné porque me lo pedis-te. ¿No debías tú también tener com-pasión de tu compañero? ....

Mateo 18,21-35

Siete, setenta, setenta veces siete. Hoyes el evangelio de la contabilidad. Puesbien, ¿quieres saber cuánto amas a Dios?Prepárate para hacer sumas y restas:

Suma todo el cariño que ofreces a tuhermano; suma todos los servicios, ayu-das, perdones, generosidades, entregas…Después resta todas las ofensas, odios,incomprensiones, olvidos, recelos, envidias,críticas, insolidaridades…

El resultado será tu amor a Dios.

3ª Semana - MARTES21 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

la contabilidad...

Lectura del día

Reflexión

Oración

¡Hola, Señor!Yo soy, un niño de la calle, ¿te acuerdasde mí?. ¡Ya no tengo rostro, ni nombre,lo he perdido todo; no valgo nada!No sé si sabes que te busco diariamente,pero tú me escondes tu rostro.Señor, dijiste que soy más importanteque las aves del campo que alimentas,pero estoy aquí, hambriento de pan y deamor.Me dijiste que me vestirías como los liriosdel campo,pero sigo desnudo y con frío en los porta-les.

Page 43: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Dios que me colmas de bendicio-nes por tu riqueza infinita, hazmedejar lo que sólo puede envejecer,hazme entrar en lo que es nuevo; asíestaré preparado para la gloria de tuReino. Amén

Entra en tu interior

Creo en el Espíritu de Dios queactúa en cada hombre de buena vo-luntad

No creo en el derecho del más fuer-te, ni en el lenguaje de las armas, nien el poder de los poderosos

Creo en el derecho del hombre, enlas manos abiertas, en el poder de losno violentos.

Creo que el mundo entero es micasa, y que todos recogen lo que to-dos han sembrado.

Mis heridas siguen sin curar, infectadas,mientras la enfermera las ignora;sobre todo las heridas del corazón, que son pro-fundas.... por falta de amor y de perdón.Yo buscaba al Buen Pastor, para ponerme en-tre sus brazos y contarle mis penas y dolores,pero “mi aspecto”, asustó a tus pastores.Tú dijiste, Señor: “Pedid y se os darállamad y se os abrirá.Yo pido y la gente se da la vuelta;llamo a las puertas y todavía no se abren.¡Hasta las puertas de la escuela están cerra-das para mí!Cuando estoy tumbado por la noche, en micama improvisada de cartones, procurando ol-vidar mis penas, tus palabras retumban en misoídos:“Venid a mí todos los que estéis cansados yagobiados y Yo os daré descanso”, pero... midescanso, nunca llega.Señor, TÚ dijiste:“Dejad que los niños vengan a mí, no se loimpidais”;sin embargo, Señor: la violencia, la esclavitud,el tráfico, el abuso sexual y la explotación delos niños a corta edad....nos impiden.Gritabas Señor: Talita Kumi: niña,... niño, le-vántate.¿Cómo hacerlo Señor, si nadie me da la mano?Pero, si estas condiciones de vida se deben ami pecado, vengo a pedirte perdón :Perdón por no dar ... porque no tengo nada.Perdón por no amar ... porque no me enseña-ron a amar.Perdona a la gente que permite que mi existen-ciacontinúe sin vida.Perdona a los que permiten que siga con ham-bre,con frío, enfermo y desnudo.Perdona a los que tienen recursos, pero no venmi trágico final.Perdónales, Padre, porque no saben lo que ha-cen.Padre, perdona a todos los que no responden alllanto de los “niños de la calle»Amén.

Oración final

Page 44: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

Mi Señor y mi Dios,ayúdame a dominar mi egoísmo humano,para que me alegre de corazón con los lo-gros que alcancen mis hermanos cada día.

Ayúdame a cambiar mi comodidad y desin-terés por lo que ocurre diariamente con losdemás, de tal forma que apartando la parteque me corresponde, se logre mejorar unpoco más a nuestra sociedad.

Ayúdame a comprender las actitudes y lasacciones de las personas, porque yo tam-bién muchas veces hago lo mismo que ellos.

Ayúdame a decir siempre la verdad, para

En aquel tiempo, dijo Jesús a susdiscípulos:

No creáis que he venido a abolirla Ley o los profetas: no he venido aabolir, sino a dar plenitud.

Os aseguro que antes pasarán elcielo y la tierra que deje de cumplir-se hasta la última letra o tilde de laLey.

El que se salte uno solo de los pre-ceptos menos importantes, y se lo en-señe así a los hombres, será el me-nos importante en el reino de los cie-los.

Pero quien los cumpla y enseñeserá grande en el reino de los cie-los.

Mateo 5, 17-19

Ser grande, ser pequeño. Ser importante,ser insignificante.

Yo creo que todos llevamos dentro la as-piración de ser algo o alguien, de que nues-tra vida sea importante.

Dios ha puesto este afán en nuestra alma,es nuestro sello de fábrica, nuestra denomi-nación de origen.

Dios ha puesto también en el fondo denuestro corazón su Ley: amar, trabajar porel bien .

Todos lo llevamos dentro. Mantengamoseste sueño vivo en nosotros:

Mantén firmes tus sueños porque si mue-ren los sueños la vida es como un pájarocon las alas rotas que no puede volar.

3ª Semana - MIÉRCOLES22 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

ser grandeser pequeño

Lectura del día

Reflexión

Oración

Page 45: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

Dame Señor, en este tiempo de Cua-resma, una verdadera generosidad paraservirte; así estaré dispuesto para acogercon un corazón puro el anuncio de tu Re-surrección y para transmitir al mundo laalegre noticia de tu salvación. Amén

Entra en tu interior

Trabajo por un mundo nuevo en el quelos que ocupan los primeros puestos sonlos servidores de los demás.

Trabajo por un mundo nuevo donde lascosas buenas se hacen a escondidas y nopara que le vean a uno

Trabajo por un mundo nuevo donde elque tiene más comparte con el que tienemenos

Trabajo por un mundo nuevo en el quela felicidad no depende del dinero

Trabajo por un mundo nuevo donde laviolencia sea impensable, porque nadie seconsidera ofendido

Oración final

que haya luz entre los hombres y la mentiray el engaño nunca más llenen de tinieblas ala humanidad.

Ayúdame a ser solidario con los pobres ydesamparados, para que sientan que son mishermanos predilectos y juntos trabajemosen todos los campos posibles, a fin de me-jorar definitivamente su situación actual.

Ayúdame a servir a mis semejantes, sin es-perar nada a cambio, para que esta acciónsirva realmente a quienes la reciban y nose sientan comprometidos.

Ayúdame a no juzgar las conductas y loshechos de mis hermanos, porque yo no es-toy limpio de culpas y no debo lanzar la pri-mera piedra.

Ayúdame a cargar mi cruz cada día, por-que los problemas de la vida resultan de-masiado pesados, y muchas veces me faltala fuerza que permitasobrellevarlos.

Ayúdame a compartir lo poco o mucho quetenga con quienes lo necesiten, porque sincaridad no se puede llegar a ser cristiano.

Ayúdame a consolar a quienes sufren eldolor que reclama la vida, para que sientanque no están solos y en alguna medida lessirva de consuelo.

Ayúdame a ser agradecido de lo que mehas dado, para disfrutarlo junto a los míos,sin estar preocupado de lo que tienen losdemás y de la forma cómo lo han logrado.

Ayúdame a pedir perdón cada vez queconscientemente les cause daño a mis her-manos, y por favor no permitas que esto sevuelva en mi persona, una mala costumbre.

Page 46: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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En aquel tiempo, Jesús estaba echan-do un demonio que era mudo y, apenassalió el demonio, habló el mudo. Lamultitud se quedó admirada, pero algu-nos de ellos dijeron: -«Si echa los de-monios es por arte de Belzebú, el prín-cipe de los demonios». Otros, para po-nerlo a prueba, le pedían un signo enel cielo. Él, leyendo sus pensamientos,les dijo: -«Todo reino en guerra civilva a la ruina... Si también Satanás estáen guerra civil, ¿cómo mantendrá sureino? Vosotros decís que yo echo losdemonios con el poder de Belzebú; yvuestros hijos, ¿por arte de quién losechan? Por eso, ellos mismos seránvuestros jueces. Pero, si yo echo losdemonios con el dedo de Dios, enton-ces es que el reino de Dios ha llegado avosotros. Cuando un hombre fuerte ybien armado guarda su palacio, sus bie-nes están seguros. Pero, si otro másfuerte lo asalta y lo vence, le quita lasarmas de que se fiaba y reparte el bo-tín. El que no está conmigo está contramí; el que no recoge conmigo despa-rrama».

Lucas 11, 14-23

“Sus bienes están seguros”.La mejor forma de asegurar mis bie-

nes es compartirlos con quienes no tie-nen tanto como yo.

Se dice de Catalina de Siena que unpobre le pidió una vez que le ayudase ensus necesidades, por el amor de Dios.No teniendo nada que darle, le dijo queesperase hasta que volviera de su casa.Pero el pobre insistió: “Si tienes algo paradarme, te lo pido ahora mismo, porqueno puedo esperar”. Catalina arrancó unapequeña cruz que llevaba colgada y sela regaló. El pobre, al recibirla, se fuecorriendo.

A la noche siguiente, mientras que Ca-talina rezaba, el Señor se le apareció lle-vando en la mano la pequeña cruzrecubierta de piedras preciosas y le dijo:“¿Reconoces esta cruz?”. Ella respon-dió: “Sí, la reconozco, pero cuando mepertenecía no era tan bonita”. Y el Se-ñor dice: “Así es como te la devolveréen el último día, en presencia de los án-geles y los hombres”.

3ª Semana - JUEVES23 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

sus bienes están seguros

Lectura del día

Reflexión

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Padre nuestro, de todos nosotros,

Sabemos que sufres viendo desde el cielo

Que aquí, en nuestra tierra,

El rico ejerce su imperio sobre el pobre.

Oye nuestras voces, oye nuestro ruego

Tú caminas de nuevo

Con los pueblos que camina por el desierto

Buscando que venga tu Reino.

Sé tú nuestra fuerza y nuestro aliento

Que no desfallezca nunca nuestro empeño

En luchar buscando ese mundo nuevo de tu

voluntad

Donde lo importante no será el dinero

Sino el hombre pleno en su dignidad.

Que tu gracia inspire mis acciones,Señor, y las sostenga hasta el final, paraque todas mis actividades tomen en Tisu fuerza y reciban de Ti su culmina-ción.

Amén.

Entra en tu interior

Si eres capaz de engañarte a ti mismo,

¿a quién no engañarás?

Si no has comprendido el verbo “com-

prender”, ¿cómo pretendes conjugar el

verbo “amar”?

Si no perdonas las faltas ajenas, ¿con

qué derecho esperas que otros perdonen

las tuyas?

Si nunca te decidiste a partir, ¿por qué

esperas tanto llegar?

Si no tienes fe, ni sueñas, ni te esfuer-

zas, ¿por qué acusar al mundo de ser ári-

do, frío y sin bondad?

Oración

Oración final

Page 48: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

48

Un letrado se acercó a Jesús y le pre-guntó: -¿Qué mandamiento es el prime-ro de todos? Respondió Jesús: -El pri-mero es: «Escucha, Israel, el Señornuestro Dios es el único Señor: amarásal Señor tu Dios con todo tu corazón,con toda tu alma, con toda tu mente,con todo tu ser». El segundo es éste:«Amarás a tu prójimo como a ti mismo».No hay mandamiento mayor que éstos.

Marcos 12, 28-34

¿Qué es amar con toda tu alma?

Un chico escribía una vez una carta asu novia y, entre otras lindezas, ledecía:”Te quiero con toda mi alma. Porti, sería capaz de atravesar el océanonadando, si supiera que tú me esperas alotro lado. Por ti, subiría la más alta cum-bre, si supiera que tú me esperas arriba.Por ti, atravesaría el desierto, si supieraque al final tú me estás aguardando…”

La carta terminaba así: “Bueno, cari-ño, el sábado, si no llueve, iré a verte”.

Amar a Dios es amar al hombre. ADios le toca, le afecta, todo lo que le su-cede al hombre. Recuerda aquello de:“Es a mí a quien se lo habéis hecho”(Mt 25, 40)

3ª Semana - VIERNES24 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

amar con toda tu alma

Lectura del día Reflexión

Page 49: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

49

Señor, enséñame tu modo de tratar alos demás: discípulos, pecadores, niños, fa-riseos, Pilatos y Herodes; también a JuanBautista.

Que aprenda de Tí, tu modo al comer ybeber; y cómo actuar cuando siento can-sancio en el trabajo y cuando tengo quereposar y dar tiempo al sueño.

Enséñame a ser compasivo con los quesufren: con los pobres, con los leprosos,con los ciegos, con los paralíticos; mués-trame como manifestabas tus emocionesprofundísimas hasta derramar lágrimas.

Y, sobre todo, quiero aprender el modocomo manifestaste aquel dolor máximo enla cruz, sintiéndote abandonado del Padre.

Enséñame a estar en constante contac-to con el Padre en la oración, cómo lo ha-cías tú antes del alba, o mientras los de-más dormían, para tener consuelo y alien-to en la predicación del Reino.

Enséñame tu modo de mirar a las per-sonas: como miraste a Pedro para llamar-le o para levantarle; o como miraste al jo-ven rico y a las multitudes agolpadas entorno a Tí.

Quisiera conocerte como eres: tu ima-gen sobre mí bastará para cambiarme.

Querría oír tu voz en la sinagoga deCafarnaúm, o en el Monte, o cuando tedirigías a la muchedumbre «enseñando conautoridad», una autoridad que sólo del Pa-dre te podía venir.

Dame esa gracia que vivifique nuestravida toda y nos enseñe -incluso en las co-sas exteriores- a proceder conforme a tuespíritu.

Pedro Arrupe, S.J.

Unifica, Señor, mis sentimientos y mispalabras, mis deseos y mis acciones, miamor a Ti y mi amor al prójimo. Que en Tibeba el amor a los demás, y que, al amar-los, ellos y yo nos acerquemos más a Ti.

Amén.

Entra en tu interior

Amo a Dios cuando clavo sonrisascomo banderas en las vidas de los queestán sentados en la angustia y en lamarginación.

Amo a Dios cuando presto a Jesús mismanos, mis labios, mi corazón para quesiga Él así amando a los desheredados decaricias y de los más elementales cuida-dos.

Amo a Dios cuando me hago fortalezapara el débil, amistad para el abandonadoy sonrisa para el desilusionado.

Oración

Oración final

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50

A los seis meses, el ángel Gabriel fueenviado por Dios a una ciudad deGalilea llamada Nazaret, a una virgendesposada con un hombre llamado José,de la estirpe de David: la virgen se lla-maba María. El ángel, entrando en supresencia dijo: Alégrate, llena de gra-cia, el Señor está contigo. Ella se turbóante estas palabras y se preguntaba quésaludo era aquél. El ángel le dijo: Notemas, María, porque has encontradogracia ante Dios. Concebirás en tu vien-tre y darás a luz un hijo, y le podrás pornombre Jesús. Será grande, se llamaráHijo del Altísimo, el Señor Dios le daráel trono de David, su padre, reinará so-bre la casa de Jacob para siempre, y sureino no tendrá fin. Y María dijo al án-gel: ¿Cómo será eso, pues no conozcoa varón? El ángel le contestó: El Espíri-tu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza delAltísimo te cubrirá con su sombra; poreso el Santo que va a nacer se llamaráHijo de Dios. Ahí tienes a tu parienteIsabel, que, a pesar de su vejez ha con-cebido un hijo, y ya está de seis mesesla que llamaban estéril, porque paraDios nada hay imposible. María contes-tó: Aquí está la esclava del Señor, há-gase en mí según tu palabra. Y la dejóel ángel.

Lc 1, 26-38

“Aquí está la esclava del Señor”.¿Cómo prolongar en nuestra vida la

vida de María? Tendríamos que vivir detal manera que se pudiese decir de no-sotros como de ella: “Llena de gracia”.

Amando a Jesús en el esfuerzo hacialos hermanos, hacia los enemigos, hacialos pobres.

Con Él seremos, como María, “casade oro” porque custodiaremos la presen-cia de Dios entre los hombres; “Estrellade la mañana”, porque brillaremos en unmundo tenebroso; “Salud de los enfer-mos”, porque acudiremos siempre enayuda del que sufre; “Consuelo de losafligidos”, porque llevaremos alegría alos corazones rotos.

Con Él seremos, como María, fuer-tes, puros, amables, prudentes, clemen-tes, fieles… Llenos de gracia.

3ª Semana - SÁBADO25 de marzo de 2006

Acabemos con el mercado

llena de gracia

Lectura del día Reflexión

Page 51: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

51

Amar es confiar en los otros;Amar es compartir lo nuestro con losdemás;Amar es tener la capacidad de ponerseen el lugar del otro;Amar es saber aceptar a los demás talcomo son;Amar es creer que todos los hombressomos hermanos;Amar es comprender los errores de losdemás;Amar es saber regalar sonrisas;Amar es dar nuestro tiempo a una cau-sa noble;Amar es escuchar sin prisas a los de-más;Amar es saber callar a tiempo;Amar es saber guardar un secreto;Amar es ceder un puesto;Amar es ayudar a levantar el ánimodecaído;Amar es contestar una carta;Amar es orar por los demás;Amar es dar, recibir, ayudar, compartir,sugerir, esperar...

Entra en tu interior

Soy como María cuando…… soporto las injurias conservando la

dulzura… soy más fuerte para hacerle el bien

que el malo para hacerme el mal… pienso en los otros más que en mí y

mi vida está vuelta a los demás… llevo la paz a los hombres y la dicha

y la concordia son las huellas de mis pa-sos

… olvido los agravios y groserías aje-nas dejo pasar desapercibidas

… presto al que necesita aun para per-der lo que presté

Oración

Oración final

Virgen del Magníficat,acompaña nuestra peregrinación solidariaal encuentro de los preferidos de tu amor,

ensancha nuestro corazón,afina nuestra sensibilidad,

ayúdanos a ser tu rostro maternopara los niños y jóvenes,

especialmente para los más desatendidos.Amén.

Hno. Benito Arbués

Page 52: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismoque Moisés elevó la serpiente en el de-sierto, así tiene que ser elevado el Hijodel hombre, para que todo el que creeen él tenga vida eterna. Tanto amó Diosal mundo que entregó a su Hijo únicopara que no perezca ninguno de los quecreen en él, sino que tengan vida eter-na. Porque Dios no mandó su Hijo almundo para juzgar al mundo, sino paraque el mundo se salve por él. El quecree en él no será juzgado; el que nocree ya está juzgado, porque no ha creí-do en el nombre del Hijo único de Dios.El juicio consiste en esto: que la luz vinoal mundo, y los hombres prefirieron latiniebla a la luz, porque sus obras eranmalas. Pues todo el que obra perver-samente detesta la luz y no se acerca ala luz, para no verse acusado por susobras. En cambio, el que realiza la ver-dad se acerca a la luz, para que se veaque sus obras están hechas segúnDios».

Jn 3, 14-21

Dios ha puesto el mundo en manosdel hombre, y éste transfiere al mundosu propio ser, lo contagia de su maldado de su bondad, proyecta en él tanto supecado como su buen comportamiento.Siempre estamos haciendo el mundo, yéste a su vez, nos va configurando acada uno con sus valores, sus criteriosy sus formas de pensar.

Desde la fe podemos soñar en unmundo nuevo, una sociedad nueva en laque “la justicia y la paz se besan”, losseres humanos se respetan, se aman ycomparten sus bienes, su tiempo, suvida.

Somos en la medida en que nosresponsabilizamos del otro y comparti-mos con él lo que tenemos. Estamoshechos para amar y, en la medida enque amamos y nos damos a los demás,nos dignificamos y dignificamos nues-tra vida.

No podemos convertir todas las es-padas en arados ni todas las lanzas enpodaderas, pero podemos empezar a mi-rar la realidad de nuestra sociedad conlos ojos de Dios.

Florentino Ezcurra. Educar en lacaridad y la justicia

4ª Semana - DOMINGO26 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

para que tengamos vida

Lectura del día

Reflexión

Page 53: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

53

Oración Entra en tu interior

Oración final

Señor Jesús, un día fuiste crucificadoy hoy sigues siendo crucificadoen todo el que sufre la injusticia y eldesamor,en todo el que sufre por su pecado opor el de los demás,en todo el que sufre por una u otrarazón.Ayúdanos Señora poner en cada una de las crucesque nos encontremoscercanía, comprensión, compasión yayuda.Ayúdanos a mirarlas con fepara que te reconozcamos en ellas.Ayúdanos a ser luz para el mundoen medio de la tiniebla.Ayúdanos a poner esperanza,denunciando el mal y la injusticiay anunciando tu Buena Noticia.

Contemplo las obras del mundo y me pa-rece que muchas son “malas”. Se alejandel amor de Dios y nos sumergen en la ti-niebla. Pero en medio de esta tiniebla veoobras que están hechas según la voluntad yel amor de Dios, obras que son luz y espe-ranza para el mundo.

Yo también estoy llamado a ser luz y es-peranza para el mundo. Por eso necesitoser consciente de qué luz ilumina mi vida,¿La luz del mundo, que se aleja del amor deDios o la luz de la Cruz de Cristo?

Pienso en las veces que no he sido luzpara el mundo y pido perdón al Señor.

Pienso en las personas concretas que hansido luz en mi caminar y doy gracias porellas.

Señor Jesús, haznos pasar de las tinie-blas a la luz para que seamos continuado-res de tu presencia en el mundo y podamosser luz para los demás.

Amén.

Page 54: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Porque yo voy a crear un cielo nue-vo y una tierra nueva, y no se volveráa recordar el pasado, ni vendrá siquie-ra a las mentes.

Y habrá alegría y algazara eternapor lo que voy a crear.

Pues voy a crear para Jerusalén ale-gría, y para su pueblo regocijo.

Sí; me alegraré en Jerusalén, me re-gocijaré en mi pueblo, y ya nunca seoirá en ella voz de llanto y grito delamento.

Ya no habrá allí recién nacido queviva sólo pocos días, ni anciano queno culmine sus años, sino que morir alos cien años será morir joven y nollegar a los cien años será señal demaldición.

Harán entonces casas y habitaránen ellas, plantarán viñas y comerán desus frutos.

Is 65, 17-21

Hay personas que hacen que el cieloy la tierra nueva se empiecen a disfrutarya en este mundo.

Van Cutsem, un belga de 31 años deedad, trabaja para Médicos Sin Fronte-ras (MSF). Dirige desde septiembre de2003 la clínica de VIH (sida) deKhayelitsha, un inmenso y paupérrimoasentamiento de la provincia de WesternCape (Sudáfrica) que se ha convertidoen un lugar de esperanza para cerca de50000 personas seropositivas (27% dela población entre 15 y 50 años); que enél viven.

Van Cutsem y otros miembros euro-peos de MSF, que podrían llevar tran-quilamente una vida segura y satisfacto-ria en Bruselas o Barcelona, trabajan enKhayelitsha desde primera hora de lamañana hasta la noche, todos los días.Lo que hacen en ese tiempo es visitar aun paciente seropositivo tras otro. “Meencanta mi trabajo”, sonríe Van Cutsem.“En serio. Con el tratamiento ARV ob-servas pocos cambios durante los tresprimeros meses; pero a los seis meses,la gente se ha recuperado increíblemen-te. Un año después los miro, y aunquesucede todos los días, aún no puedocreerlo. ¡Es fantástico!”.

John Carlin El País Semanal - 27-11-2005

4ª Semana - LUNES27 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

no se oirán gemidos ni llanto

Lectura del día Reflexión

Page 55: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Señor, el mundo no es muy bonito.Los hombres tienen hambre de pan,pero también de ternura,de amistad y de amor.

Los hombres muerenpor falta de razones para vivir,los hombres mueren faltos de esperanza.

No es oro y platalo que esperan de nosotros.Quieren que les digamos quiénes son,y de dónde viene,por qué viven y adónde van.

Quieren escuchar de nosotrosque su vida es útil,que toda vida vale la pena ser vivida.

Señor, yo querría devolver la fuerzaa las manos cansadas,y la firmeza a las rodillas que vacilan.

Yo querría luchar con todos los hombrespara que este mundo sea más fraterno,y que sobre la tierra de los hombresse pueda palpar la ternura de Dios.

Tú, Señor, estás cerca de los atri-bulados y salvas a los abatidos. Re-nuévame por dentro y dame un cora-zón puro que sepa estar atento a lasnecesidades de mis hermanos.

Amén.

Oración

Entra en tu interior

Oración final

Dios ha soñado un mundo en el que rei-ne la paz y la alegría, en el que todos sea-mos hermanos. Tener la experiencia decompartir algunos veranos con personasmás pobres y necesitadas materialmente,me hizo experimentar la alegría que sesiente al salir de uno mismo, al poner lomejor de sí mismo al servicio de los de-más. Y me dio la oportunidad de encon-trarme con el Señor desde mi impotenciay mi pequeñez.

Aunque he experimentado que al darse recibe el ciento por uno pido perdón alSeñor por todas las veces en que mi egoís-mo, mi comodidad, mi orgullo… me hanimpedido dar lo mejor de mí misma.

Page 56: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Se celebraba una fiesta de los judíos,y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Je-rusalén, junto a la puerta de las ove-jas, una piscina que llaman en hebreoBetesda. Ésta tiene cinco soportales, yallí estaban echados muchos enfermos,ciegos, cojos, paralíticos. Estaba tam-bién allí un hombre que llevaba treintay ocho años enfermo. Jesús, al verloechado, y sabiendo que ya llevaba mu-cho tiempo, le dice: «¿Quieres quedarsano?» El enfermo le contestó: «Señor,no tengo a nadie que me meta en la pis-cina cuando se remueve el agua; paracuando llego yo, otro se me ha adelan-tado». Jesús le dice: «Levántate, tomatu camilla y echa a andar». Y al mo-mento el hombre quedó sano, tomó sucamilla y echó a andar... Más tarde loencuentra Jesús en el templo y le dice:«Mira, has quedado sano; no pequesmás, no sea que te ocurra algo peor».Se marchó aquel hombre y dijo a losjudíos que era Jesús quien lo habíasanado. Por esto los judíos acosabana Jesús, porque hacía tales cosas en sá-bado.

Jn 5, 1-3.5-16

No tener a nadie que nos puedaechar una mano es lo peor que nos pue-de pasar. Así se sienten muchas muje-res que en medio del drama de la gue-rra y la pobreza tienen que sufrir, ensilencio, el drama de la violación.

Algunas encuentran a alguien que lesescucha, les da muestras de cariño yles ayuda para que puedan seguir ca-minando.

En Bujumbura (Burundi), MédicosSin Fronteras inauguró en septiembrede 2003el centro Seruka, que significa“Sal a la Luz”. En él se dispensa trata-miento médico y terapia psicológica avíctimas de violencia sexual.

Françoise, una abuela de 60 años,viuda desde hace años va relatando loocurrido en tono quedo y sosegado.Apenas muestra emociones, pero devez en cuando se inclina hacia un ladoy se lleva la mano a la frente. “Le aver-güenza que violen a una mujer de suedad”, explica Célestine. “No se lo hadicho a nadie y nunca lo hará”. Ha ve-nido por primera vez a la clínica –dosmeses después de la violación– porquele duele el abdomen y ha mentido a sushijos para desplazarse hasta aquí.

Tracy Chevalier El País Semanal

4ª Semana - MARTES28 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

levántate y anda

Lectura del día Reflexión

Page 57: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Era una masa de gente,igual que los árboles de un bosque.

En medio de ellosme he sentido sin rumbo,como perdido, Señor.

Hubiera deseado conocer su nombre,saber de dónde vienen,lo que les preocupa,lo que les hace felices.

Me hubiera gustado poder decirlesque somos una misma familia,que Tú nos has creado para ésto:para ser una familia.

Sin embargo, me he visto perdido, Señor,incapacitado para buscaruna cara conociday hasta he llegado a pensarque las metas que nos has puestoson teóricas e inalcanzables.

Perdón, Señor,por tener tan poca esperanza.Ha bastado una mirada al cielopara darme cuenta de mi pequeñezy descubrir, desde ella,que estoy aquípara algo más que lamentarme.

Estoy, sobre todo, para andar tu caminoy tratar de hacer realidadel deseo de Jesús y el que tienes Tú:hacer de esta tierra que has creadoun hogar, una auténtica familiaen la que el amor y la aperturaayuden a que cada persona se sienta felizy crea que Tú estás detrás de todo ésto.

Juajo Elezkano

Miro el sufrimiento que hay a mi alre-dedor. Miro el dolor del mundo. Callo ycontemplo. Estoy acostumbrado a hacermuchas cosas, a tener remedio y soluciónpara casi todo y aquellas cosas que mecrean impotencia, que me hacen sentirfrágil y débil… prefiero no mirarlas.

Hoy quiero pararme y no apartar la mi-rada. Dejarme interpelar por esas reali-dades de las que tan a menudo escapo.Mirar a las personas a la cara y tratar dever en ellas en hermano.

¿Qué quieres Señor, hoy de mí?Pido al Señor que me ayude a levan-

tarme. A levantarme de mi egoísmo, demi comodidad. A sacudirme mi indiferen-cia y mi mediocridad. Pido al Señor queme ayude a caminar. A caminar siempredetrás suya, a caminar siempre al encuen-tro de otros hermanos.

Dame Señor unos ojos nuevos para quepueda mirar al mundo con la mirada delque sabe compartir, del que sabe acoger,del que sabe servir.

Hazme ver al mundo tal y como tu losueñas, para que nunca me canse de in-tentar mejorarlo.

Amén.

Entra en tu interior

Oración

Oración final

Page 58: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Jesús actuaba en contra, muchas ve-ces, de la ley del pueblo judío. Dios ac-tuaba a través de Él. Hoy el mundo si-gue necesitando actuaciones valientes detodos nosotros.

El 2 de diciembre de 1949 la ONUaprobó un convenio para erradicar la tratade personas, pero 56 años después estapráctica todavía existe. Es más, la com-pra y venta de seres humanos se haglobalizado y no para de crecer.

Hace un año, un grupo de hombresdestrozó las vallas del centro de la orga-nización camboyana AFESIP y se llevópor la fuerza a 91 chicas que un día an-tes habían sido rescatadas de las redesde explotación sexual. Doce meses des-pués, no se sabe nada sobre el paraderode estas jóvenes, aunque se cree quealgunas pueden estar esclavizadas enotros países o incluso muertas.

En estos momentos, Naciones Unidashabla de 4 millones de mujeres y dos mi-llones de niños que cada año son escla-vizados y llevados a otros países. Aun-que es imposible saber realmente cuán-tas personas son víctimas de la trata entodo el mundo, lo cierto es que la cifraaumenta y se expande geográficamente

4ª Semana -MIÉRCOLES29 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

y yo también actuo Reflexión

Lectura del día

Dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre si-gue actuando, y yo también actúo». Poreso los judíos tenían más ganas de ma-tarlo: porque no sólo abolía el sábado,sino también llamaba a Dios Padresuyo, haciéndose igual a Dios. Jesústomó la palabra y les dijo: «Os lo ase-guro: El Hijo no puede hacer por sucuenta nada que no vea hacer alPadre…Lo mismo que el Padre resucitaa los muertos y les da vida, así tambiénel Hijo da vida a los que quiere. Por-que el Padre no juzga a nadie, sino queha confiado al Hijo el juicio de todos,para que todos honren al Hijo comohonran al Padre. El que no honra alHijo no honra al Padre que lo envió.Os lo aseguro: Quien escucha mi pala-bra y cree al que me envió posee la vidaeterna y no se le llamará a juicio, por-que ha pasado ya de la muerte a lavida... No os sorprenda, porque vienela hora en que los que están en el se-pulcro oirán su voz: los que hayan he-cho el bien saldrán a una resurrecciónde vida; los que hayan hecho el mal, auna resurrección de juicio. Yo no pue-do hacer nada por mí mismo; según leoigo, juzgo, y mi juicio es justo, porqueno busco mi voluntad, sino la voluntaddel que me envió».

Jn 5, 17-30

Page 59: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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YAHVEH

Coge estos zapatos que resuenan por al-guna calle acabada.Coge estos zapatos y haz que te sientenbien.Coge esta camiseta, basura blanca depoliéster fabricada en cualquier lugar.Coge esta camiseta y hazla limpia.Coge esta alma, desamparada en una piely huesos.Coge esta alma y hazla cantar.

Yahveh, YahvehSiempre hay dolorantes de nacer un niñoYahveh, YahvehSigo esperando el amanecer.

Coge estas manos, enséñales qué debencoger.Coge estas manos, no las conviertas enpuños.Coge esta boca, tan rápida para criticar.Coge esta boca, dale un beso.

Sigo esperando el amancer, el sol estásaliendo,El sol está saliendo por el océano.Este amor es como una guía en el océano.

Yahveh, YahvehSiempre hay dolorantes de nacer un niñoYahveh, dime ahora¿Por qué hay tanta oscuridad antes delamanecer?

Coge esta ciudad, una ciudad debería es-tar brillando en una colina.Coge esta ciudad, si es tu voluntad.Si es tu voluntad, ningún hombre poseería,ningún hombre podría cogercoger este corazón, … y romperlo.

U2: How to dismantle an atomic bom

“No os sorprenda que venga la hora enque los que están en el sepulcro oirán suvoz: los que hayan hecho el bien saldrán auna resurrección de vida: los que hayanhecho el mal, a una resurrección de con-dena” nos ha dicho Jesús.

En mi día a día ¿Cuándo y dónde oigo aDios que me habla al oído? ¿Hago todo elbien que puedo o mi comodidad y mi indi-ferencia me impiden tener los ojos bienabiertos y estar atento a las necesidadesque hay a mi alrededor?

Ante las injusticias del mundo me sien-to pequeño, débil, impotente… “yo no pue-do hacer nada” me digo: ¿Soy justo enmis actuaciones, en mis juicios y comen-tarios? ¿Colaboro de alguna manera conalguna organización que trabaje por losmás desfavorecidos?

Señor, quiero vivir abierto a ti, a tu voz,a tu mensaje, a tu llamada para poder vi-vir abierto a los demás, a sus alegría ypenas, a sus sufrimientos, a sus preocu-paciones. Quiero saber amar y servir, en-tregarme desinteresadamente. Quiero,Señor, poder tomar mi cruz y seguirte,poder, como el cirineo, ayudar a otros allevar su cruz. Amén

Entra en tu interior

Oración

Oración final

Page 60: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Dijo Jesús a los judíos: «Si yo doytestimonio de mí mismo, mi testimonio noes válido. Hay otro que da testimoniode mí, y sé que es válido el testimonioque da de mí… Juan era la lámpara queardía y brillaba, y vosotros quisisteisgozar un instante de su luz. Pero el tes-timonio que yo tengo es mayor que elde Juan: las obras que el Padre me haconcedido realizar; esas obras quehago dan testimonio de mí: que el Pa-dre me ha enviado. Y el Padre que meenvió, él mismo ha dado testimonio demí. Nunca habéis escuchado su voz, nivisto su semblante, y su palabra no ha-bita en vosotros, porque al que él envióno le creéis. Estudiáis las Escrituraspensando encontrar en ellas vida eter-na; pues ellas están dando testimoniode mí, ¡y no queréis venir a mí para te-ner vida! No recibo gloria de los hom-bres; además, os conozco y sé que elamor de Dios no está en vosotros. Yohe venido en nombre de mi Padre, y nome recibisteis…»

Jn 5, 31-47

En los lugares más apartados de latierra, en los lugares más conflictivos,en los lugares más pobres y con menosrecursos se pueden encontrar misione-ros que dan testimonio de Jesús, que lle-van la Buena Noticia a todas las gentescompartiendo con ellas cualquier situa-ción. Así lo hicieron los cuatro herma-nos de Bugove: Servando, Miguel Án-gel, Fernando y Julio.

Una profesora, que el verano pasadoestuvo en Kenia, en una de las zonasmás pobres y apartadas, comentaba alos alumnos que una de las cosas quemás le había impresionado eran las reli-giosas que estaban en esa zona.

“Es una zona muy apartada, no esfácil llegar a ella. Tienen un lengua-je propio y una cultura ancestral.Estas religiosas ayudan a que lasmujeres, que son las que sostieneneconómicamente a las familias, seorganicen para poder vender sus pro-ductos artesanales en los mercados.Sobre todo las viudas, que son las másmarginadas. Una mujer viuda no valenada y puede llegar a morir si no haynadie que se ocupe de ella”.

4ª Semana -JUEVES30 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

mis obras dan testimonio de mí

Lectura del día Reflexión

Page 61: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Hay una canción de Kairoi “Tú serásmi hermano”, que podemos escuchar yhacerla oración. Podemos hacer cada unonuestra propia oración. Esta es la mía.

Quiero ser tu hermano.

Quiero ser capaz de dar comida a quientiene hambre.Quiero ser capaz de dar de beber aquien tiene sed.Quiero poder calmar las penas de quienestá intranquilo.Quiero ofrecer reposo a quien está can-sado.Quiero abrir mis puertas y ofrecer amora quien está solo.

Quiero ser tu hermano, Señor.Quiero ser realmente hermano de todos.

Quiero atreverme a ir a visitar a quienestá en la cárcel.Quiero saber cuidar a quien está enfer-mo.Quiero acoger a quien viene de cerca ode lejos,sea blanco o negro, que eso nunca meimporte.Quiero estar dispuesto a tender mi manoa todo el que la necesite.

Quiero ser tu hermano, Señor.Quiero ser realmente hermano de todos.Pero yo solo no puedo.Ayúdame, Señor,dame el amor que necesitopara poder amar a los demáscomo tú los amas.

Entrar en nosotros mismos, hacer si-lencio no suele ser fácil. Hay muchos rui-dos que nos alejan de ese centro en el quehabita el Espíritu.

Te pido Señor que me ayudes a hacersilencio para que pueda ofrecerte lo quesoy y lo que tengo. Poco y mucho a lavez. Poco porque soy pequeño y débil,hago propósitos que no cumplo, me dejollevar por lo que todos hacen… y muchoporque son hijo tuyo, porque tú habitas miinterior aunque yo no me dé cuenta.

Y en este silencio hago memoria de mo-mentos en los que yo no he sido buen tes-tigo del amor de Dios y pido perdón. Trai-go también a mi memoria nombres y ros-tros concretos, de misioneros y volunta-rios que con su vida están siendo testigosdel amor de Dios y pido por ellos.

Señor, que pueda verte en los aconte-cimientos de cada día.

Que sepa verte en las personas queestán, cerca y lejos, dando testimonio deti.

Que aprenda a buscarte también en laPalabra y los sacramentos.

Que oiga, Señor, que hoy, aquí y ahoratú llamas a mi puerta.

Que sea capaz de abrirla y dejarte en-trar.

Que sepa recibirte y acogerte para queyo también pueda ser tu testigo.

Amén.

Entra en tu interior

Oración

Oración final

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Dicen entre sí, calculando falsa-mente: «Acechemos al justo, puesnos fastidia; se opone a nuestrasobras, nos echa en cara las infrac-ciones de la ley y nos acusa de trai-cionar nuestra educación. Presumede tener el conocimiento de Dios yse tiene por hijo del Señor. Es un re-proche para nuestros pensamientos,aun el verbo nos resulta molesto.Porque su vida no se parece en nadaa la de nosotros, y son muy distintossus caminos. Somos pare él como es-coria, se aparta de nuestros caminoscomo si apestásen. Proclama feliz lasuerte de los justos, y se gloría detener a Dios por padre. Veamos laverdad de sus palabras y probemoscuál será su fin. Porque si el justorealmente es hijo de Dios, el loprotejerá y lo librará de las manosde sus adversarios. Probémosle conultrajes y tormentos, veamos su dul-zura y pongamos a prueba su pa-ciencia. Condenémosle a una muer-te infame, pues según dice, habráquien vele por él.» Así razonan, perose engañan. Los ciega su maldad.

Sab 2, 1a,12-22

Los wichis son un pueblo nómada, y sumedio de vida ha sido la pesca, la caza yla recolección. Los ciclos de la naturalezales servían de brújula, y la tierra y sus fru-tos, de riqueza. El Gobierno les echó delas tierras en las que habían vivido duran-te cientos de años, al norte de Argentina,para venderlas a una empresa privada.

Florencia tiene 66 años, nueve hijos, lapiel oscura, las manos agrietadas y la mi-rada intensa “Aún hoy, los políticos juegancon nosotros, y se creen que no nos da-mos cuenta”, dice. “Cuando llegan las elec-ciones, vienen por aquí, nos abrazan y nosdan besos; pero cuando salen elegidos, nise acuerdan de que existimos”. “Un díahice una prueba: fui a ver a un político asu despacho y no me recibió”.

Florencia quería pedirles que les dieranel título de tierra de La Esperanza para notener que volver a pasar por otra expro-piación. “¿Dónde iríamos esta vez?”.“Luego dicen que el indio no habla, y claroque hablamos, lo que pasa es que no nosentienden, o no nos quieren entender”.

4ª Semana -VIERNES31 de marzo de 2006

Ver la luz de Dios

el justo siempre resultaincómodo

Lectura del día

Reflexión

Page 63: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Feliz el hombre

Feliz el hombre que no ha puestosu esperanza en el dinero,ni se instala en las cosas de esta vida,ni se deja corromper aunque le cueste.

Feliz el hombre que no inclinasu frente al poderoso,ni traiciona al compañero de trabajo,ni renuncia a la lucha del presente.

Feliz el hombre que no siguelos caprichos de la moda,ni hace caso de anuncios engañosos,ni se deja llevar por charlatanes.

Feliz el hombre que no vendesu inquietud ante amenazas,ni claudica de su rumbo ya trazado,ni se hunde en el silencio de los cómpli-ces.

Feliz el hombre que encaminasus pasos por tus sendas,él será como un árbol grande y fuerteque da sombra y alegría al caminante.

“Acechemos al justo, que nos resultaincómodo: se opone a nuestras acciones,nos echa en cara nuestros pecados, nosreprende nuestra educación errada”.

Vivir según los valores del Evangeliono resulta cómodo. ¿Vivo según esos va-lores o me dejo llevar por la comodidad?

Pienso en situaciones que he vivido deinjusticia ¿cuál ha sido mi actitud anteellas? ¿He sido capaz de denunciarlas, deoponerme a ellas, de dar un testimoniocristiano?

Pido al Señor el amor suficiente parajuzgar a los demás y el valor para ser siem-pre una persona justa.

Dame, Señor un corazón que no seaindiferente al dolor y sufrimiento de losdemás, que no sea indiferente ante la in-justicia.

Dame, Señor, un corazón capaz de com-prometerse con y por el otro, con y por elmás débil, con y por el marginado.

Un corazón que no tenga miedo de dar,de darse hasta que duela.

Transforma, Señor, mi corazón de pie-dra en un corazón de carne, capaz de amarcon tu mismo amor.

Amén.

Oración

Oración final

Entra en tu interior

Page 64: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Recorría Jesús la Galilea, pues no que-ría andar por Judea porque los judíostrataban de matarlo. Se acercaba la fies-ta judía de las tiendas. Después que susparientes se marcharon a la fiesta, en-tonces subió él también, no abiertamen-te, sino a escondidas. Entonces algunosque eran de Jerusalén dijeron: «¿No eséste el que intentan matar? Pues miradcómo habla abiertamente, y no le dicennada. ¿Será que los jefes se han con-vencido de que éste es el Mesías? Peroéste sabemos de dónde viene, mientrasque el Mesías, cuando llegue, nadie sa-brá de dónde viene». Entonces Jesús,mientras enseñaba en el templo, gritó:«A mí me conocéis, y conocéis de dóndevengo. Sin embargo, yo no vengo pormi cuenta, sino enviado por el que esveraz; a ése vosotros no lo conocéis; yolo conozco, porque procedo de él, y élme ha enviado». Entonces intentabanagarrarlo; pero nadie le pudo echarmano, porque todavía no había llegadosu hora.

Jn 7, 40-53

Jesús decía cosas que escandalizabana las autoridades de su época y a susconciudadanos. Por eso algunos busca-ban el momento para prenderle y des-hacerse de él.

Hoy también se levantan voces quedicen cosas que no queremos oír. No lasquieren oír los gobiernos de los paísesricos y poderosos de la tierra, pero tam-poco queremos oírlas nosotros, que te-nemos un nivel de vida más que acepta-ble.

El especialista en ética Peter Singer,en su maravilloso libro One World, haceunos cálculos aproximados y sugiere queuna persona que gane un salario medioo superior en los países desarrolladosdebería dedicar el 1% de sus ingresosanuales a «los que tienen dificultadespara conseguir suficiente comida,agua potable, un lugar en el que re-fugiarse de los elementos y asisten-cia sanitaria básica».

Podemos hacer que nuestra econo-mía doméstica, familiar, la del día a día,tenga en cuenta a los que no tienen.

En nuestra mano está hablar otro len-guaje de solidaridad, para que poco apoco las estructuras vayan cambiando.

4ª Semana -SÁBADO1 de abril de 2006

Ver la luz de Dios

jamás nadie ha hablado así

Lectura del día

Reflexión

Page 65: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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MIS TENTACIONES

Me pongo en tus manos, quiero revisarmi vida, descubrir en qué tengo que cam-biar, afianzar lo que anda bien, sorprender-me con lo nuevo que me pides

Me tienta ser el centro del mundo: quelos demás giren a mi alrededor. que me sivanen lugar de servir.

Me tienta la idolatría: fabricarme un ído-lo con mis proyectos, mis convicciones, miscertezas y conveniencias, y ponerle tu nom-bre de Dios.

Me tienta la falta de compromiso. Es másfácil pasar de largo que bajarse del caballoy hacer lo del samaritano. ¡Hay tantos caí-dos a mi lado, Señor, y yo me hago el dis-traído!...

Me tienta la falta de sensibilidad, no te-ner compasión, acostumbrarme a que otrossufren, y tener excusas, razones, explica-ciones... que no tienen nada de Evangelio.

Me tienta el separar la fe y la vida. Leerel diario, ver las noticias sin indignarmeevangélicamente por la ausencia de justiciay la falta de solidaridad. Mirar la realidadsin la mirada del Reino.

Me tienta, Señor, el desaliento, la deses-peranza, la falta de utopía.

Me tienta el dejarlo para mañana, cuan-do hay que empezar a cambiar hoy.

Llévame al desierto, Señor, despójamede lo que me ata, sacude mis certezas paraempezar de nuevo, humilde, sencillo, confuerza y Espíritu para vivir fiel a Ti.

Javier Leoz

Haber tenido contacto directo con al-gún tipo de marginación, haber vivido ex-periencias fuertes de solidaridad nos ha-cen tener nombres y rostros concretos enlos que pensar. Hay una frase que diceque “lo afectivo es lo efectivo”. Aquelloque toca nuestro corazón, que nos con-mueve e interpela es lo que realmente noshace salir de nosotros mismos y ponernosen camino hacia los demás.

¿A cuántos pobres, marginados… co-nozco con nombres y apellidos? ¿Por quéno conozco más habiendo tantos millonesen el mundo? ¿Creo que no hay nadie ami alrededor? ¿Quiero acercarme a co-nocerlos?

Nombro a aquellos que conozco y pidoal Señor por ellos. Pido por todos aquellosa los que no conozco y me da miedo co-nocer. Y pido por mí, para que realmenteel mensaje de Jesús vaya calando en mivida y la vaya transformando, hagan des-cubrir y vivir la fraternidad, el amor.

Señor tú me hablas a todas horas, consuavísimos acentos; me hablas como ensecreto, pero estoy distraída y no sé es-cucharte.Ayúdame Señor a estar en vela, a tenerlos ojos y los oídos abiertos para que puedareconocerte caminando a mi lado.Amén.

Entra en tu interior

Oración

Oración final

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Entre los que habían venido a celebrarla fiesta había algunos griegos: éstos,acercándose a Felipe, el de Betsaida deGalilea, le rogaban: «Señor, quisiéramosver a Jesús». Felipe fue a decírselo a An-drés; y Andrés y Felipe fueron a decírse-lo a Jesús. Jesús les contestó: «Ha llega-do la hora de que sea glorificado el Hijodel hombre. Os aseguro que si el granode trigo no cae en tierra y muere, quedainfecundo; pero si muere, da mucho fru-to. El que se ama a sí mismo se pierde, yel que se aborrece a sí mismo en estemundo se guardará para la vida eterna.El que quiera servirme, que me siga, ydonde esté yo, allí también estará mi ser-vidor; a quien me sirva, el Padre lo pre-miará.

Ahora mi alma está agitada, y ¿quédiré?: Padre, líbrame de esta hora. Perosi por esto he venido, para esta hora.Padre glorifica tu nombre». Entoncesvino una voz del cielo: «Lo he glorifica-do y volveré a glorificarlo». La gente queestaba allí y lo oyó decía que había sidoun trueno; otros decían que le había ha-blado un ángel. Jesús tomó la palabra ydijo: «Esta voz no ha venido por mí, sinopor vosotros. Ahora va a ser juzgado elmundo; ahora el Príncipe de este mundova a ser echado fuera. Y cuando yo seaelevado sobre la tierra atraeré a todoshacia mí». Esto lo decía dando a enten-der la muerte de que iba a morir.

Jn 12, 20-33

La llegada de los griegos buscando aJesús nos sitúa ante tres claves deldiscipulado: la búsqueda (sonbuscadores); la mediación (de Felipe yluego Andrés); y la universalidad (sóloJuan recoge este episodio en que losgriegos simbolizan que el evangelio espara todos).

Pero, si elocuente es el acercamien-to, aún más lo es propuesta de Jesús alos buscadores: dar la vida (como el gra-no), aunque no sea fácil, ni razonable(“mi alma está agitada”).

Ahí está, al fin, el juicio del mundodel que habla la segunda parte del tex-to. Este pasaje, tras la unción de Betaniay la entrada en Jerusalén, completa loque ese proceso va adelantando: la cul-minación no es el éxito sino la donación,la vida dada por amor.

Esa es nuestra invitación solidaria se-manal: ser buscadores (como los grie-gos) y mediadores (como Felipe y An-drés) de una buena noticia universal(para todos). La noticia de que el amores salvífico, y que la vida dada se multi-plica y nunca acaba. ¡Qué distinto esjuzgar las estructuras del mundo en es-tas claves inusuales hoy: justicia, gratui-dad, entrega! ¡Qué provocador es con-frontar también la propia vida con estapropuesta de Jesús!

5ª Semana -DOMINGO2 de abril de 2006

Que me siga

amor que juzga

Lectura del día

Reflexión

Page 67: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Señor Jesucristo,nos da miedo gastar la vida.Sin embargo, para Tú nos diste la vidapara gastarla.No podemos reservárnosla en un estérilegoísmo.

Gastar la vida es trabajar por los demás,aunque no nos paguen;hacer un favor a quien nada puede darnosa cambio; gastar la vida es arriesgarseincluso al inevitable fracaso,sin falsas prudencias;es quemar las naves en bien del prójimo.

Somos antorchas, y sólo tenemos sentidocuando nos quemamos;sólo entonces seremos luz.

Líbranos de la prudencia cobarde,la que nos hace eludir el sacrificioy buscar seguridad.Gastar la vida no es algo que se hagacon gestos extravagantes y teatralidad.

La vida se entrega sencillamente, sin pu-blicidad, como el agua de la fuente,como la madre que da el pecho a su hijito,como el sudor humilde del sembrador.

Enséñanos, Señor, a lanzarnos a lo imposi-ble, porque detrás de lo imposible estántu gracia y tu presencia;no podemos caer en el vacío.

Nuestro camino se pierde en la niebla;con todo, queremos seguir dándonos,porque Tú estás esperando en la nochecon mil ojos humanosque se deshacen en lágrimas».

(Lucho Espinal,jesuita asesinado en Bolivia)

Desde el evangelio y la oración, la pro-puesta de hoy es evidente: ¿cuáles son tusactitudes de buscador? ¿y de mediador?Quizá puedas revisar tu vida cotidiana enesasclaves...

Pero aún te invitamos a dar un paso másallá, pensando en qué gastas tu vida, a quéla dedicas realmente, cuáles son tus pasio-nes y tus porqués…

Siéntete hoy invitado a confrontar tu vidacon las actitudes de gratuidad y donaciónque Jesús propone. Y busca, si lo deseas,una acción concreta para expresarlas enesta semana…

Señor Jesús, que expresas tu pasión y tuincertidumbre, que sientes “tu alma agita-da”, y también tu corazón vivo y lleno deamor. Me pongo ante ti, con mi corazón in-quieto: quiero aprender a leerlo, a conocer-lo, a abrirlo, y a acoger los retos de tu evan-gelio. Quiero compartir tu proyecto de jus-ticia y solidaridad, de donación y gratuidad.Enséñame Señor, a gastar mi vida, a cami-nar con valentía por esa senda del amor yla vida dada. Amén.

Entra en tu interior

Oración

Oración final

Page 68: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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Jesús se retiró al monte de los Olivos. Alamanecer se presentó de nuevo en el tem-plo, y todo el pueblo acudía a él, y, sen-tándose, les enseñaba. Los escribas y losfariseos le traen una mujer sorprendidaen adulterio y, colocándola en medio, ledijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sor-prendida en flagrante adulterio. La leyde Moisés nos manda apedrear a lasadúlteras; tú, ¿qué dices?» Le pregun-taban esto para comprometerlo y poderacusarlo. Pero Jesús, inclinándose, es-cribía con el dedo en el suelo. Como in-sistían en preguntarle, se incorporó y lesdijo: «El que esté sin pecado, que le tirela primera piedra». E inclinándose otravez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo,se fueron escabullendo uno a uno, em-pezando por los más viejos. Y quedó soloJesús, con la mujer, que seguía allí de-lante. Jesús se incorporó y le preguntó:«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?;¿ninguno te ha condenado?» Ella con-testó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo:«Tampoco yo te condeno. Anda y enadelante no peques más».

Jn 8, 1-11

Regresando del simbólico huerto delos Olivos, Jesús aparece en el lugarcentral del templo. Y allí, el episodiode la adúltera se nos presenta lleno dedramatismo.

Es una escena intensa, en la quetodo cuenta: las posturas, los diálogos,los gestos…

El relato es pormenorizado: primerola alusión a la Ley y la pregunta a Je-sús; luego el silencio interpelante, elgesto de escribir en la tierra y la res-puesta provocadora (el que esté sin pe-cado…); al fin, el desenlace que con-lleva huida de los acusadores y miradade perdón amoroso a la mujer.

Las palabras que Jesús escribe enla tierra son una nueva “ley”, dadaesta vez en el templo (como las queDios escribiera con su dedo sobre lastablas de Moisés, en el monte sagra-do). Y su nuevo contenido es elamor: amor que perdona, que acoge,que pone de nuevo al hombre porencima de la culpa o la legalidad,amor que salva… Ahí está la clave yel paradigma. Y el camino que pode-mos recorrer cada uno.

5ª Semana -LUNES3 de abril de 2006

Que me siga

amor que salva

Lectura del día

Reflexión

Page 69: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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NO NOS CONVENCERÁN

Y no me convencerán, y no me convenceránlos violentos de que el hombre un lobo de otroserá.Y no me convencerán, y no me convenceránde que el que es de otra raza sabe menos que yoamar,

De que compartir mi vida me roba la intimidado de “quien más tiene más vale”, que lucha esenemistado de que la naturaleza las leyes la cuidan más;de que en el Cuerno de Africa el hambre siempreestará.

Y no me convencerán, y no me convenceránde que las pelas ayuden a dar la felicidad.Y no me convencerán, y no me convenceránque por meterme en el fango mi nombrese va a manchar

O de que niños que tienen SIDA endemoniadosestán,o que aquél que viene de fuera nunca quieretrabajar,o que en la Iglesia las mujeres no son aún de fiaro de que la droga es un cáncer que no se puedecurar.

Y no me convencerán, y no me convenceránde que sólo los castigos al hombre duro abri-rán.Y no me convencerán, y no me convenceránque casi no hay diferencia entre amar y utilizar.

Y no me convencerán, y no me convenceránque la Justicia Divina no casa con la igualdad.Y no me convencerán, y no me convenceránque esta tierra es de unos pocos,y si es de todos, se hundirá.

Y no me convencerán, y no me convenceránque el Evangelio es un libromás que de ser, de orientar;que vivirlo es utopía y que recortarlo da igual...

Migueli

Frente a la ley, el amor. Frente a losmuchos discursos políticos, la actitud deacogida y de perdón. NO te dejes con-vencer por los que te incitan a apedreara la adúltera, a imponer tus derechos aúnpisando a los otros, a cerrar la puerta alos diferentes porque viene a robar algode ti…

Hoy es un buen día para pensar quepuntos de intolerancia, de pre-juicio, denegatividad hacia los otros se han insta-lado en ti (empezando por tu relación conlos más cercanos). Y poner nombre a esasactitudes, y desenmascararlas…

Señor Jesús,escucho y acojo tu palabra de amorque se abre a cada personaque perdona siempreque se manifiesta en la debilidad.

Señor Jesúsrecibo y comunico tu gesto de amorque se dibuja en cada personaque repara siempreque invita a la fraternidad.

Señor Jesúsadmiro y hago mío tu abrazo de amorque acerca al indefensoque sonríe al que siente culpaque potencia al hombre y la vida.

Hazme capaz de mirar sin prejuiciosde perdonar, acoger, y amar como Tú.Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Canción

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Dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voyy me buscaréis, y moriréis por vuestropecado. Donde yo voy no podéis venirvosotros». Y los judíos comentaban:«¿Será que va a suicidarse, y por esodice: «Donde yo voy no podéis venirvosotros»?» Y él continuaba: «Vosotrossois de aquí abajo, yo soy de allá arri-ba: vosotros sois de este mundo, yo nosoy de este mundo. Con razón os he di-cho que moriréis por vuestros pecados:pues, si no creéis que yo soy, moriréispor vuestros pecados». Ellos le decían:«¿Quién eres tú?» Jesús les contestó:«Ante todo, eso mismo que os estoy di-ciendo. Podría decir y condenar mu-chas cosas en vosotros; pero el que meenvió es veraz, y yo comunico al mun-do lo que he aprendido de él». Ellos nocomprendieron que les hablaba delPadre. Y entonces dijo Jesús: «Cuan-do levantéis al Hijo del hombre, sabréisque yo soy, y que no hago nada por micuenta, sino que hablo como el Padreme ha enseñado. El que me envió estáconmigo, no me ha dejado solo; por-que yo hago siempre lo que le agrada».Cuando les exponía esto, muchos cre-yeron en él.

Jn 8, 21-30

Ser de abajo o de arriba, del mundoo de fuera de él… las crípticas pala-bras de Jesús desembocan en la recu-rrente pregunta por su identidad: pri-mero para preguntarnos a cada unoquién somos; luego, quién es Jesús paranosotros, realmente.

En este texto, Jesús se autodefineno desde su hacer, como otras veces(id y decid lo que habéis visto: los cie-gos ven…) sino desde lo más hondo desu ser (que es la referencia y la unidadcon el Padre). Es decir, no basta ver aJesús como hombre para los demás,profeta, sanador… si no entendemossu vinculación existencial al Padre, a ladivinidad.

Esto mismo, como anuncia Jesús, eslo que pasará con el mundo (y con lavida de cada hombre): que no se cierraen sí, que no se entiende sólo desde sí:entenderéis cuando levantéis al Hijo. LaPascua, el paso de Dios, es clave dejuicio, comprensión, sentido.

Nuestro hacer y nuestro ser que-dan hoy interpelados… ¿Son nuestrasobras las de la justicia y el amor? ¿Esmarca de nuestra identidad y fuentede nuestro vivir la vinculación al Pa-dre Dios?

5ª Semana -MARTES4 de abril de 2006

Que me siga

hacer y ser

Lectura del día Reflexión

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Rezamos hoy una alabanza sencilla a eseDios que es fuente y fundamento.Con lariqueza de ser una oración de un místicosufí del s. XIV.

“TE LLAMARÉ SEÑOR”

Con las montañas y las piedras,te llamaré Señor, a Ti.Con los pájaros al alba,te llamaré Señor, a Ti.

Con la luna entre las aguas,con la gacela en el desierto,En el amor con los creyentes,te llamaré Señor a Ti.

En el cielo con Jesucristo,con Moisés en el Sinaí,con la vara entre las manos,te llamaré Señor a Ti.

Con Job lleno de penas,con Jacob lleno de lágrimas,con los que aman a Mahoma,te llamaré Señor a Ti.

Yo conocí bien el mundo,abandoné ilusiones y sueños.Con la cabeza descubiertay los pies descalzos,te llamaré Señor a Ti.

Yunus habla todas las lenguas.Con las aves, los ruiseñores,con los que aman la justicia,te llamaré Señor a Ti.

(Yunus Emre)

Preguntarse por la identidad invita a en-trar en el interior… Pero quizá podamosempezar, pedagógicamente, con algún ejer-cicio sencillo, como revisar nuestras emo-ciones y acciones de un día, intentando alum-brar cuáles son sus raíces o fuentes, y pre-guntándonos qué papel juega Dios en ellas.

Vivir una Cuaresma solidaria tiene quever con las obras (“con los que aman la jus-ticia”, acabamos de rezar) pero también conel ser y los sentidos… Sólo así iremos alfondo. Y podremos acompañar a nuestrosjóvenes en sus propias búsquedas de senti-do, como quisiéramos. Sólo cuidando la raízflorecerá un vivir con amor.

Señor Jesús, tú te muestras en tu obrar yen tu ser amoroso, unido a Dios. Enséñamea conocerme y a crecer:

-cuando dude, muéstrame que eres Ca-mino,

- cuando no me entienda, ofrécete comoLuz,

- cuando tema, recuérdame que eresVida,

- cuando desfallezca, ofrécete como Pan,- cuando no vea sentido, hazte mi Ver-

dad,- cuando desespere, regálate como Re-

surrección.Que mis obras de amor, de justicia, de

paz, nazcan de lo más profundo de mi ser ymanifiesten tu presencia actual y actuanteen mí, para mi vida y la vida del mundo.Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Oración

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Dijo Jesús a los judíos que habíancreído en él: «Si os mantenéis en mipalabra, seréis de verdad discípulosmíos; conoceréis la verdad, y la verdados hará libres». Le replicaron: «Somoslinaje de Abrahán y nunca hemos sidoesclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «se-réis libres»?» Jesús les contestó: «Osaseguro que quien comete pecado esesclavo. El esclavo no se queda en lacasa para siempre, el hijo se queda parasiempre. Y si el Hijo os hace libres, se-réis realmente libres… Jesús les dijo:«Si fuerais hijos de Abrahán, haríaislo que hizo Abrahán. Sin embargo, tra-táis de matarme a mí, que os he habla-do de la verdad que le escuché a Dios,y eso no lo hizo Abrahán». Le replica-ron: «Nosotros no somos hijos de pros-titutas; tenemos un solo padre: Dios».Jesús les contestó: «Si Dios fuera vues-tro padre, me amaríais, porque yo salíde Dios, y aquí estoy. Pues no he veni-do por mi cuenta, sino que él me en-vió».

Jn 8, 31-42

Antes de la búsqueda de los griegos(que nos relataba el evangelio del do-mingo), el pasaje de hoy se centra enlos más cercanos: los judíos que habíancreído en Jesús.

Estos creyentes viven también la lu-cha y la incertidumbre interior queacompaña a estos discursos de Jesús…Hoy se les invita a pasar de una fe ini-cial (entusiasmada, eufórica) a un re-conocimiento más profundo: que Jesúses el Hijo de Dios. Esa es la verdadsalvífica… Pero ¿en qué sentido?

La salvación viene de Dios, por Cris-to (yo salí de Dios), siempre unida aese reconocimiento del Dios vivo y ac-tuante en el propio cristo (y en el hom-bre). Rechazar a Jesús es rechazar lahondura de su mensaje (es rechazar aDios, dice el texto)…

Pensemos qué se convierte esta ver-dad del Dios encarnado y vivo en cadahombre, (al que no hay que rechazarcomo hicieron con Cristo) cuando ennuestro mundo construimos vallas, fron-teras, papeles que endeudan, y muchosostros instrumentos legales de rechazoa los hombres…

5ª Semana -MIÉRCOLES5 de abril de 2006

Que me siga

acoger o rechazar

Lectura del día

Reflexión

Page 73: PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS - educa

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La propuesta de interiorización que hoyemana del evangelio está en esas claves deacogida-rechazo a Cristo (es el núcleo delpasaje), pero que nos implica directamenteen la acogida o rechazo a cada hombre.Pensemos en cómo lo hacemos con los máscercanos.

Quizá las “preferencias” de la oracióntambién sean ayuda, pues van expresandoun elenco de opciones y actitudes concre-tas… Podemos quedarnos con las dos o tresque más necesitamos cultivar o revisar ennuestra vida… sobre todo si miramos en lalínea evangélica del Dios encarnado comola “gran verdad” y clave interpretativa.

La fraternidad es conjugar el verbo amary el amor trae la justicia y la solidaridad.

Compartiremos nuestras vidas con aque-llosque quedan siempre atráslos que no tienen voz con que gritary se arrastran ya sin ganas de luchar.La fraternidad,…

Somos capaces de sobrevivir,hasta incluso, capaces de vivir,¿por qué no sabemos convivirrespetando cada vida y cada ser?.

(Kairoi: «Atrévete a soñar»)

Entra en tu interior

Oración final

Oración

PREFERENCIASNo el poder, sino la humildad.No la diversión, sino la conversión.No la burla, sino el amor.No el racionalismo, sino el Misterio.No la mediocridad, sino la santidad.No la introspección, sino la contempla-ción.No la riqueza, sino la pobreza.No el «mal menor» sino la justicia.No la interpretación, sino la Palabra.No la agitación, sino el silencio.No el fanatismo, sino la fe.No la opresión, sino la libertad.No el Hombre, sino el hombre.No dios, sino Dios.No la letra, sino el espíritu.No el tratado, sino la poesía.No el egocentrismo, sino el humanismo.No la Institución, sino el Espíritu.No una Iglesia instalada, sino perseguida.No la separación sino la comunicación.No mi voluntad, sino la voluntad del Pa-dre.No la autosuficiencia, sino la colabora-ción.No el acomodo en la verdad, sino la Ver-dad.No la casuística, sino la parábola.No el desprecio, sino la compasión.No «mi iglesia» sino la Iglesia.No la huida, sino la presencia.No el esquema, sino la realidad.No la publicidad, sino el testimonio.No el molde, sino la levadura.

(A. Comín)

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Dijo Jesús a los judíos: “Os asegu-ro: quien guarda mi palabra no sabrálo que es morir para siempre”. Los ju-díos le dijeron: “Ahora vemos claro queestás endemoniado; Abrahán murió, losprofetas también, ¿y tú dices: “Quienguarde mi palabra no conocerá lo quees morir para siempre?” ¿Eres tú másque nuestro padre Abrahán, que mu-rió? También los profetas murieron;¿por quién te tienes?” Jesús contestó;“Si yo me glorificara a mí mismo, migloria no valdría nada. El que me glo-rifica es mi Padre, de quien vosotrosdecís: “Es nuestro Dios”, aunque nolo conocéis. Yo sí lo conozc;, y si dije-ra: “No lo conozco” sería, como voso-tros, un embustero; pero yo lo conozcoy guardo su palabra. Abrahán, vuestropadre, saltaba de gozo pensando vermi día; lo vio, y se llenó de alegría”.Los judíos le dijeron: “No tienes toda-vía cincuenta años, ¿y has visto aAbrahán?” Jesús les dijo: “Os asegu-ro que antes de que naciera Abrahán,existo yo”. Entonces agarraron piedraspara tirárselas, pero Jesús se escondióy salió del templo.

Jn 8, 51-59

Sigue la polémica sobre la identidadde Jesús, vinculada a Dios. Pero Jesúsda un salto cualitativo: primero reitera lapromesa de vida sin fin a quien esté conél (por tanto, con el Padre); y en segun-do lugar, hace un subrayado ahoraelocuentísimo de su identidad, con la ex-presión “existo yo” (“yo soy”), reserva-da a Dios en la tradición bíblica. Por eso,es claro, querían matarlo.

Los argumentos de Jesús han sido deautoridad: las figuras de Abraham y delPadre le dan crédito. Pero tomadas nosólo como argumento, (y esto esimportantísimo), sino como verdadexperiencial y existencial. El Padre noes, para Jesús, un argumento o una ideo-logía, sino una experiencia viva (“lo co-nozco”). Y eso es más fuerte que “serde Abraham”.

Inmediatamente unido a la experien-cia de Dios viene “guardar su palabra”:lo propone Jesús al comienzo, y es lo queél mismo afirma hacer, en mitad del tex-to… ¿Qué es guardar la palabra? ¿Notendrá acaso que ver con escuchar lapalabra y ponerla en práctica? ¿No será,en el mismo lenguaje, permanecer en elamor?

5ª Semana -JUEVES6 de abril de 2006

Que me siga

lo conozcoReflexión

Lectura del día

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¡OH HOMBRE!

Ya te sientes fatigado o no,¡oh hombre!, no descanses;no ceses en tu lucha solitaria,sigue adelante y no descanses.

Caminarás por senderosconfusos y enmarañadosY sólo salvarás unas cuantas vidastristes.¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no des-canses.

Tu propia vida se agotará y anulará,y habrá crecientes peligros en lajornada.¡Oh hombre!, soporta todas esascargas, no descanses.

Salta sobre tus dificultadesaunque sean más altas que montañas,y aunque más allá sólo hayacampos secos y desnudos.¡Oh hombre!, no descanseshasta llegar a esos campos.

El mundo se oscurecey tú verterás luz sobre él y disiparás lastinieblas.¡Oh hombre!,aunque la vida se aleje de ti, no descan-ses.¡Oh hombre!, no descanses;procura descanso a los demás.

(M. Gandhi)

Entre el ser de Dios y el vivir en su pala-bra, se configuran dos actitudes fundamen-tales. Pero no es una cuestión devoluntarismo sino de seducción: el corazóndel hombre enamorado responde con amor.

A eso nos invita el texto de Gandhi: auna solidaridad universal pero hecha de res-puestas concretas: poner un poco de luz,dar un poco de cariño,… Su “no descan-sar” evoca el evangélico “permanecer enel amor”.

Ahora bien, no desde la voluntad sinodesde la experiencia (la misma de Jesús enel evangelio de hoy)… ¿Cuál y cómo es mipropia experiencia de Dios? ¿Tengo sed deél? ¿Cómo alimentarla hoy?

Como busca la cierva corrientes de agua,así mi alma te busca a ti, Dios mío.Quiero tener ser de ti,quiero llenarme de ti,quiero hacer experiencia de ti,quiero saborear el encuentro contigo,quiero encontrarte en el desierto y en elcamino.Porque sólo así, Señor, mi vida estará llena,mi corazón permanecerá en tu amor,mi mirada será misericordiosa como la tuya,mi cabeza se guiará por tu sabiduría,mi quehacer se henchirá de gestos tuyos,mis obras testimoniarán que me amas y teamo.Como la cierva sedienta, Dios mío,te busco y te necesito.Sal a mi encuentro, Señor. Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Oración

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Los judíos agarraron piedras paraapedrear a Jesús. Él les replicó: “Oshe hecho muchas obras buenas porencargo de mi Padre: ¿por cuál de ellasme apedreáis?” Los judíos le contesta-ron: No te apedreamos por una obrabuena, sino por una blasfemia; porquetú, siendo un hombre, te haces Dios”Jesús les replicó; “¿No está escrito envuestra ley: “Yo os digo: Sois dioses?”Si la Escritura llama dioses a aquellosa quienes vino la palabra de Dios (yno puede fallar la Escritura), a quienel Padre consagró y envió al mundo,¿decís vosotros que blasfema porquedice que es hijo de Dios? Si no hagolas obras de mi Padre, no me creáis,pero si las hago, aunque no me creáisa mí, creed a las obras, para que com-prendáis y sepáis que el Padre está enmí y yo en el Padre”…. Muchos acu-dieron a Él y decían: “Juan no hizo nin-gún signo; pero todo lo que Juan dijode éste, era verdad. Y muchos creyeronen él allí.

Jn 10,31-42

Aunque respecto al evangelio de ayerdamos un salto, los dos textos enlazanbien en la intención de apedrear a Je-sús. Ahora, los judíos que quierenapedrearlo están desconcertados: nopor sus obras, que admiran (obras deternura, solidaridad, sanación, amor),sino por las palabras con que Jesús ex-plica ese actuar: eso es ser de Dios,eso es ser Dios. Por eso Jesús les invi-ta a creer en las obras, (y a releerlas, air más allá).

Cuando Jesús se retira a zona paga-na, le comparan con Juan, que transmi-tía el mismo mensaje… Ese mensajeha sido ratificado por las obras de Je-sús y por su palabra. La coherencia sehace, así prueba convincente del pro-feta, y del vivir y de cada uno.

Si en días anteriores la pregunta aJesús sobre quién era venía respondidapor su unión con el Padre, ahora lo esdesde las obras. Pero, atención, no sondos respuestas distintas, porque hacien-do esas obras de amor estamos máscerca que nunca de Dios, llegamos anuestra verdadera identidad, somos deDios, somos como Él.

5ª Semana -VIERNES7 de abril de 2006

Que me siga

obras son amoresReflexión

Lectura del día

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CANCIÓN DE LA BUENA GENTE

A la buena gente se la conoceen que resulta mejor cuando se la conoce.La buena gente invita a mejorarla, porque¿qué es lo que a uno le hace sensato?Escuchar y que le digan algo.

Pero, al mismo tiempo,mejoran al que los mira y a quien miran.No solo porque nos ayudana buscar comida y claridad, sino más aún,nos son útiles porque sabemosque viven y transforman el mundo.

Cuando se acude a ellos, siempre se lesencuentra.Se acuerdan de la cara que teníancuando les vimos por última vez.Por mucho que hayan cambiado-pues ellos son los que más cambian-aún resultan más reconocibles.

Son como una casa que ayudamos aconstruir.No nos obligan a vivir en ella,y en ocasiones no nos lo permiten.Por poco que seamos,siempre podemos ir a ellos,pero tenemos que elegir lo que llevemos

La buena gente nos preocupa.Parece que no pueden realizar nada solos,proponen soluciones que exigen aún ta-reas.En momentos difíciles de barcos naufra-gando, de pronto descubrimosfija en nosotros su mirada inmensa.Aunque tal como somos no les gustamos,están de acuerdo, sin embargo, con noso-tros.

(Bertold Brecht)

Aunque la “Canción de la buena gente”no es una oración, puede ser una buena pro-puesta para entrar hoy en nuestro interior…¿Qué “buena gente” conocemos? (quedé-monos con tres o cuatro rostros) ¿Estoy yoentre esa “buena gente” cercana, atenta alos otros, que “mejora al que los mira y aquien mira”…?

Las obras que Jesús usa en el evangeliocomo “prueba del nueve” para decir quealguien es de Dios no son las grandes haza-ñas, ni los milagros sorprendentes, sino lasde la coherencia (como Juan), las de lospequeños detalles, las de la acogida a cadapersona, las de un corazón tan lleno de Diosque no puede sino amar…

Mi oración es hoy, Señor, de alabanza ygratitud: gracias por la buena gente quemuestra cómo eres tú.

Gracias por cada persona que se gastaen acoger, que sonríe y se desvela por ha-cer vida su fe.

Gracias por los que en sus obras mani-fiestan el amor, por quienes, amando tanto,expresan que son de Dios.

Y gracias, Padre amoroso, por querer-nos tú así, porque tu amor sin medida, al finnos sumerge en ti. Amén.

Entra en tu interior

Oración final

Canción

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Muchos judíos que habían venido acasa de María, al ver lo que había he-cho Jesús, creyeron en él. Pero algu-nos acudieron a los fariseos y les con-taron lo que había hecho Jesús. Lossumos sacerdotes y los fariseos convo-caron el Sanedrín y dijeron: “¿Quéhacemos? Este hombre hace muchossignos. Si lo dejamos seguir, todos cree-rán en él, y vendrán los romanos y nosdestruirán el lugar santo y la nación”.Uno de ellos, Caifás, que era sumo sa-cerdote aquel año, les dijo: “Vosotrosno entendéis ni palabra; no compren-déis que os conviene que uno muera porel pueblo, y que no perezca la naciónentera”. Esto no lo dijo por propio im-pulso, sino que , por ser sumo sacerdo-te aquel año, habló proféticamente.Anunciando que Jesús iba a morir porla nación; y no sólo por la nación, sinotambién para reunir a los hijos de Diosdispersos. Y aquel día decidieron darlemuerte. Por eso Jesús ya no andabapúblicamente con los judíos, sino quese retiró a la región vecina, al desierto,a una ciudad llamada Efraín, y pasabaallí el tiempo con los discípulos. Seacercaba la Pascua de los judíos, ymuchos de aquella región subían a Je-rusalén, antes de la Pascua, para puri-ficarse. Buscaban a Jesús y, estando enel templo, se preguntaban: “¿Que osparece? ¿No vendrá a la fiesta?” Lossumos sacerdotes y fariseos habíanmandado que el que se enterase de dón-de estaba les avisara para prenderlo.

Jn11, 45-57

Un nuevo salto en el relato de Juan nosconduce ya a las vísperas de la Pascua.Este fragmento de hoy se sitúa tras larevivificación de Lázaro, un signo descon-certante e interpelante para todos… has-ta el extremo de que los propios fariseosno pueden negar su elocuencia y temenque Jesús arrastre a las multitudes.

Con fina ironía, Juan pone en boca deCaifás unas palabras que son de condenapero se convertirán en profecía salvífica:la entrega de Jesús será por todos. Y co-mienzan los preparativos para darle muer-te cuando se acercaba la Pascua…

Al fin la fuerza y elocuencia de lasobras de Jesús, su coherencia, su amorincondicional e in-entendible es lo quemueve realmente (a seguirle o a conde-narle), aunque se usarán como “causa le-gal” sus palabras blasfemas. Y este amorse hace salvador y universal (para todoslos pueblos) porque es amor verdadero,del que transforma la existencia, del ge-nera vida allí donde aparece, del que eseterno, del que es Dios.

5ª Semana -SÁBADO8 de abril de 2006

Que me siga

amor es vidaReflexión

Lectura del día

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Un poeta tan distante nos ofrece sumensaje: los pequeños gestos de cariñoy solidaridad (esperar a un hijo, el cantode un niño, compartir un dolor) son ge-neradores de Vida.

Como el evangelio de hoy, es buenoque entremos en nuestro interior y nosparemos a reconocer el amor que hayen nosotros y a nuestro lado: gestos co-tidianos que recibimos o hacemos y queson manifestaciones de amor… Porqueesa el la clave salvífica que explica lavida y la muerte de Jesús.

Seguro que, cerca de nosotros hay pa-labras solidarias, acciones acogedoras,respuestas amorosas con vocación deeternidad (como el amor verdadero, quenunca muere). ¿Las vemos? ¿Las sen-timos? ¿Las transmitimos?

Señor Jesús, que pasas cada día pormi puerta con mil rostros y mil gestos,toca mi corazón poco sensible y ábrelo alamor universal. Que en los detalles decariño y cercanía descubra tu presenciay el amor salvador que me regalas. Y queen cada persona, en cada acontecimien-to sepa apreciar la vida, sepa despertarlay acompañarla, con el riego callado demi propio amor. Que te encuentre, Amorencarnado, en mi interior y en cuanto merodea. Que te reconozca y te multiplique,que te responda con amor en todo.

Amén.

Entra en tu interiorEN ALGÚN LUGAR

En algún lugar una madre espera a suhombre, a su hijoentre las cadenas de un opresoro espera a aquellos que nunca volverány aún aguanta, no sabemos cómo...Y aún entre los escombros humeantesde un mundo guiado por el miedomientras un hombre juega con huevos demegatón,y en algún lugar una mujer ofrece al mun-do un artista:un niño que canta y baila,sueña y teje un poema alrededor del uni-versosumergiendo el útero para dar luz a la pri-mavera de la vidadesde donde la tierra nacerápara encontrarse con el cielo...Conocer nuestro dolores conocer nuestra alegría.En algún lugar una madre se alegrará.

(Es’kia Mphahlele, Sudáfrica)Oración final

Poema

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DOMINGO DE RAMOS9 de abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

pasando por uno de tantos

ReflexiónLectura del día

Cristo, siendo de condición divina, nohizo alarde de su categoría de Dios. Al con-trario, se despojó de su grandeza, tomó lacondición de esclavo, pasando por uno detantos. Y en su condición de hombre, sehumilló a sí mismo haciéndose obedientehasta la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó y le dio el nom-bre que está por encima de todo nombre,para que ante el nombre de Jesús se dobletoda rodilla en los cielos, en la tierra y enlos abismos, y toda lengua proclame queJesucristo es Señor, para gloria de DiosPadre.

Flp. 2, 6-11

Que contraste entre la procesión triun-fal, que aclama al Rey mesiánico y la ce-lebración de la pasión centrada en la figu-ra del Mesías “Siervo de Yahvé”, humildey tratado como maldito. Contraste que re-fleja la situación límite del hombre y suscuestiones últimas: ilusión y frustración,triunfo y fracaso, adhesión y rechazo, viday muerte, etc.

Refleja el drama íntimo de las relacio-nes entre Israel y su Mesías: ¡Tantas ex-pectativas puestas en el Reino y tanta ce-guera cruel ante los caminos de Dios!

Refleja el plan de Dios, que primeroofreció el Reino pacífico y no-violento alos hombres; pero sólo lo entendieron “lospequeños”. A través de la cerrazón delcorazón humano, el Dios fiel hizo lo inau-dito: transformó el fracaso y la injusticiaen fuente de Salvación.

Y refleja la situación actual de nuestromundo. Mundo cada vez más dividido en-tre pobres y ricos, donde los pobres cadavez son más pobres y los ricos más ricos.

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“No hizo alarde de su categoría deDios”

“Pasando por uno de tantos”.

Hace unos días veía en el periódico elcadáver de otro de los inmigrantes que in-tentó alcanzar sin éxito nuestras costas, bus-cando un futuro que entre todos le hemosnegado en su propia tierra.

Me he acostumbrado a ver a todas esaspersonas: hombres, mujeres embarazadas,jóvenes, niños, cadáveres en las costas…quieren llegar a las playas de Andalucía enpateras desde el norte de África.

Me he acostumbrado a ver a tantas per-sonas magrebíes o subsaharianos, vendien-do paquetes de pañuelos de papel o perió-dicos en los semáforos de mi ciudad.

Qué fácilmente me justifico; quizás unasonrisa, un apretón de manos, un hola o unadiós…

Qué fácil los entierro en el olvido.

Resuenan con fuerza en mí las palabrasde este himno a Jesucristo. Él pasa siem-pre, como uno de tantos, a mi lado; pero esmás, como esclavo, como último, como in-migrante, como los “sintecho” que duermenen los rincones de los bloques de mi barrio.

¿Qué sentimientos surgen en ti cuan-do pasas al lado de un inmigrante o unode los “sintecho” de tu ciudad?

¿Qué significa para ti:“…se despojó de su rango y tomó la

condición de esclavo, pasando por uno detantos.”?

¿Te has parado a pensar lo que Dios teestá pidiendo ante estas personas y situa-ciones?

Jesús tú trastocas los valores predomi-nantes de nuestra sociedad, como la ido-latría en todas sus formas, la del poder, lade las armas... Y mueres proclamando ydando origen a un mundo nuevo: el de lasbienaventuranzas, el de la paz y la justi-cia, el de la misericordia y el amor.

Sabemos que pasas por uno de tantos,que sepamos acogerte en los pobres, enlos “sintecho”, en los necesitados de nues-tro mundo.

Amén.

Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

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LUNES SANTO10 de abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

éste es mi siervo a quien sostengo, mi elegido en quienme complazco.

ReflexiónLectura del día

Aquí está mi siervo a quien protejo;mi elegido, en quien mi alma se com-place.

He puesto en él mi espíritu, para quetraiga la justicia a las naciones.

No gritará, no alzará el tono, nohará oir por las calles su voz. No rom-perá la caña cascada, ni apagará el lamecha humeante. Traerá con toda se-guridad la justicia.

No desistirá, no desmayará hastaque implante en la tierra la justicia ysus leyes, que las islas esperan. Estodice el Señor, Dios, el que creó los cie-los y los desplegó, el que asentó la tie-rra y sus productos, el que da alientoal pueblo que la habita y soplo a losseres que se mueven en ella:

Yo, el Señor, te he llamado con justi-cia, te he tomado de la mano, te he for-mado, y te he hecho alianza del pue-blo, luz de las naciones.

Para que abras los ojos de los cie-gos, saques a los cautivos de la pri-sión, y de las mazmorras a los que ha-bitan las tinieblas.

Isaías 42, 1-7

Dios mismo presenta a su siervo. Sehabla de la designación e investidura delsiervo: su misión fundamental es la im-plantación de la salvación. Tiene una mi-sión difícil y de capital importancia, porello le sostiene. Y pone sobre él su espíri-tu para que lleve el derecho a las nacio-nes, es decir, el conocimiento de Dios. Yno viene a condenar sino a salvar, con lafuerza de la mansedumbre y la firmezade la verdad y no desfallecerá en su ta-rea.

Jesús, ese Mesías tan esperado, nogritó, ni alzó la voz, ni rompió la caña cas-cada… no fue lo que esperaban. El quese encontraba con él se sentía compren-dido, aceptado e invitado a ser más hu-mano con los demás, que esperan esomismo de nosotros.

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Oración ¿Qué quieres que haga?

Oración final

Jesús invitaba, por los pueblos deGalilea, a construir un mundo más huma-no, ésa era su misión.

Y hoy la sigue siendo para mí. Dios tie-ne muy claro un proyecto de humanizar elmundo, me invita a colaborar con Él, perosi no lo hago, o no lo hago bien, busca otroscolaboradores con los que llevar la histo-ria adelante.

Por eso su invitación a colaborar contodos en el servicio a la humanidad, usan-do todo como instrumento de este granproyecto, pero siendo muy libres para re-chazar o cambiar todo aquello que no sir-va.

Haz tuyas las palabras que Dios haceal profeta:

“Yo, el Señor, te he llamado con jus-ticia, te he tomado de la mano, te heformado, y te he hecho alianza de unpueblo, luz de las naciones. Para queabras los ojos de los ciegos, saques alos cautivos de la prisión, y de las maz-morras a los que habitan las tinieblas”.

¿Cómo puedes actualizar estas palabrasen tu entorno?

Gracias Señor, por habernos elegido ygracias por recordarnos tu elección.

Gracias por enseñarme que el verda-dero gozo, la felicidad y la paz interior pro-ceden de darnos a los demás.

Amén.

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MARTES SANTO11 de abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

Señor ¿por qué no puedo seguirte ahora?estoy dispuesto a dar la vida por ti

ReflexiónLectura del día

En aquel tiempo, estando Jesús a la mesacon sus discípulos, se conmovió profunda-mente y declaró: «Os aseguro que uno devosotros me va a entregar». Los discípuloscomenzaron a mirarse unos a otros, pregun-tándose a quién podría referirse...

Y, mojándolo, se lo dio a Judas Iscariote,hijo de Simón. Cuando Judas recibió aqueltrozo de pan mojado, Satanás entró en él.Jesús le dijo: «Lo que vas a hacer, hazlocuanto antes»...

Judas, después de recibir el trozo de panmojado, salió inmediatamente. Era de no-che.

Al salir Judas, dijo Jesús: «Ahora va amanifestarse la gloria del Hijo del hombre,y Dios será glorificado en él. Y si Dios va aser glorificado en el Hijo del hombre, tam-bién Dios lo glorificará a él. Y lo va a sermuy pronto.

Hijos míos, ya no estaré con vosotros pormucho tiempo. Me buscaréis, pero os digoahora lo mismo que ya dije a los judíos: “Adonde yo voy, no podéis venir”». SimónPedro le preguntó: «Señor, ¿adónde vas?»Jesús le respondió: «Adonde yo voy tú nopuedes seguirme ahora; algún día lo ha-rás». Pedro insistió: «Señor, ¿por qué nopuedo seguirte ahora? Estoy dispuesto adar mi vida por ti». Jesús le dijo: «¡De modoque estás dispuesto a dar tu vida por mí! Teaseguro, Pedro, que antes que el gallo can-te, me habrás negado tres veces».

Jn. 13, 21-33. 36-38

Aparecen algunos rasgos de la vida dela comunidad de los doce con Jesús: lainiciativa de Pedro, la relación de parti-cular sintonía de un discípulo con el Se-ñor, la infinita delicadeza de Jesús, que,mientras señala a Judas el traidor, le ofre-ce un bocado de pan untando, signo dehonor y deferencia, última provocacióndel amor.

Precisamente ahora que Judas ha sa-lido a ejecutar su plan, el Hijo del Hom-bre es glorificado. Y Dios es glorificadoen él porque, en la entrega del Hijo a lacruz, manifiesta su amor sin límites a lahumanidad.

Pedro no soporta esperar y dice estardispuesto a dar la vida con tal de seguiral Señor. Precisamente aquí se revela lanecesidad de la separación de Jesús: sinla fuerza que brota de su pasión y resu-rrección, si la presencia del Espíritu na-die está en disposición de seguir a Cristo.

En nuestro mundo sigue abundando latiniebla. Ya basta de violencias; ya bastade muertes tan hundidas en el misteriode la iniquidad; ya basta de sufrimientospara tantas personas despojadas de dig-nidad, innumerables y hasta sin nombre.

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Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

No estoy en condición de seguirlo.Pedro no entiende nada.Toda una vida con el maestro y no en-

tiende de qué va el Reino.No entiende lo que Jesús está dispuesto

a realizar con su vida.Lo mismo me pasa a mí con Jesús hoy:

no comprendo ya nada, me quedo perplejoante la predicción que me hace.

Percibo que verdaderamente conoce laposibilidad de mi traición, de mi falta de man-tener la palabra, de esas sutiles, insinuantesafirmaciones que tengo a flor de labios yhieren el corazón de la persona que tengoal lado, en la comunidad, en el trabajo…

Noto la imposibilidad de amar como Je-sús.

En el corazón, como en el de Pedro, an-dan las tensiones entre lo que me gustaría ypienso y la debilidad de mi realidad, entre loque digo y la imposibilidad de cumplirlo.

Entre mi fidelidad tantas veces procla-mada y mi falta de coherencia como discí-pulo.

Jesús me desenmascara: “…antes de queel gallo cante, me habrás negado tres ve-ces.”

Es necesario en esta hora reafirmarcomo cristianos que no podemos vivir unapiedad, un evangelio, una trascendencia, unamirada hacia la eternidad sin poner los piesen la tierra. Es necesario reafirmar que pre-cisamente porque esperamos un Reino nue-vo en la tierra tenemos que trabajar inten-samente cada uno en su propia vocaciónpor un mundo mejor, una comunidad me-jor…

No estamos en condiciones de seguirlo,¿qué es aquello que percibo en mi vida queconstata mis dificultades en su seguimien-to?

¿Reconozco que llevo dentro las tinie-blas de Judas, las frágiles corazonadas dePedro, y descubro que Dios sigue siendofiel, que el amor vencerá a la muerte?

Jesús, tú nos revelas nuestras propiasincoherencias porque intuimos que nosconoces desde siempre.

Ayúdanos, Señor, a acoger la verdaddel mal que hay en nosotros sin mirarnoscon desconfianza unos con otros, sin ma-nifestar un disgusto desesperado de noso-tros mismos, sin presumir de ser diferen-tes, mejores, dispuestos a dar la vida porti: no sea que cante el gallo y te habyamosnegado tres veces.

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MIÉRCOLES SANTO12 de Abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

se ajustó en treinta monedas Reflexión

Lectura del día

Uno de los Doce, llamado JudasIscariote, fue a los sumos sacerdotes yles propuso: «¿Qué estáis dispuestos adarme, si os lo entrego?» Ellos se ajus-taron con él en treinta monedas. Y des-de entonces andaba buscando ocasiónpropicia para entregarlo. El primer díade los ázimos se acercaron los discípu-los a Jesús y le preguntaron: «¿Dóndequieres que te preparemos la cena dePascua?» Él contestó: «Id a la ciudad,a casa de Fulano, y decidle: «El Maes-tro dice: Mi momento está cerca; deseocelebrar la Pascua en tu casa con misdiscípulos»». Los discípulos cumplie-ron las instrucciones de Jesús y prepa-raron la Pascua. Al atardecer se pusoa la mesa con los Doce. Mientras co-mían dijo: «Os aseguro que uno de vo-sotros me va a entregar». Ellos, cons-ternados, se pusieron a preguntarle unotras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?» Élrespondió: «El que ha mojado en la mis-ma fuente que yo, ése me va a entregar.El Hijo del hombre se va, como estáescrito de él; pero, ¡ay del que va aentregar al Hijo del hombre!; más levaldría no haber nacido». Entoncespreguntó Judas, el que lo iba a entre-gar: «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él res-pondió: «Tú lo has dicho».

Mt 26, 14-25

Judas se ajustó en treinta monedas.Hoy, también nosotros nos ajustamos

al precio que sea; da la sensación de quetodo es mercado, una compra-ventacompulsiva, caminamos diariamente porla senda del consumismo, parece que eslo único que importa, tener y tener mu-cho, acumular, guardar.

Muchas veces no somos conscientesde lo que significa esto en muchos casos;compramos cosas y no lanzamos unamirada hacia ese mundo que nos las fa-brica. Ese mundo que vive y trabaja enexplotación, con horas interminables detrabajo en condiciones infrahumanas; ni-ños que sufren las consecuencias delhambre y del hombre y no tienen otrasalida que la de someterse a eso, renun-ciando a la educación, al juego y en defi-nitiva a la vida de un niño y entregándosea que el cuerpo se les llene de llagas, qui-zá a costa de nuestros “caprichitos”.

En definitiva, nos rodea un mundo quecada vez vive más en las cosas y no tan-to en las personas. “Se ajustó en treintamonedas” .

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Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

Nosotros, Señor ,caminantes de la vida,

somos “mordidos”por el pecado

del consumismo.

Danos la capacidadde mirarte fijamentelevantado en lo alto,

crucificado por amor.

Al mirarte, Señornuestras heridasvan cicatrizando;

el gozo de tu presencianos ayuda

a seguir adelante.

Nosotros, Señorsabemos que existen heridas

que sólo tú puedes curarcon tu mirada de amor.

Sólo tú, Señor,tocas con tus manos

la miseria de nuestra frialdad.Amén.

¿Nos hemos sentido a veces como “Ju-das”, “entregando” a nuestros hermanospor tener lo que tenemos?

¿Vivo rodeado de cosas, que me aíslano de personas, que me hacen tener vida?

Nuestra opción por los pobres, comoseguidores de Jesús que somos ¿es utopíao realidad en nuestra vida?

¿Soy sensible con la realidad de la ex-plotación y evito contribuir a que se ex-panda o sólo lo pienso pero me quedoquieto?

Ayúdanos Señor, a ser coherentes connuestra forma de vivir en cristiano, aléjanosdel consumo compulsivo y llena nuestra vidade fe. Te lo pedimos por Jesucristo Nues-tro Señor. Amén.

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JUEVES SANTO13 de Abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo

ReflexiónLectura del día

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendoJesús que había llegado la hora de pasar deeste mundo al Padre, habiendo amado a lossuyos que estaban en el mundo, los amó hastael extremo. Estaban cenando, ya el diablo lehabía metido en la cabeza a Judas Iscariote,el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sa-biendo que el Padre había puesto todo en susmanos, que venía de Dios y a Dios volvía, selevanta de la cena, se quita el manto y, to-mando una toalla, se la ciñe; luego echa aguaen la jofaina y se pone a lavarles los pies a losdiscípulos, secándolos con la toalla que sehabía ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste ledijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» Je-sús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo en-tiendes ahora, pero lo comprenderás más tar-de». Pedro le dijo: «No me lavarás los piesjamás». Jesús le contestó: «Si no te lavo, notienes nada que ver conmigo». Simón Pedrole dijo: «Señor, no sólo los pies, sino tambiénlas manos y la cabeza»...

Cuando acabó de lavarles los pies, tomóel manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Com-prendéis lo que he hecho con vosotros? Vo-sotros me llamáis «el Maestro» y «el Señor»,y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, elMaestro y el Señor, os he lavado los pies, tam-bién vosotros debéis lavaros los pies unos aotros; os he dado ejemplo para que lo que yohe hecho con vosotros, vosotros también lohagáis».

Jn 13, 1-15

De vez en cuando salta la noticia a lacalle, aireada por los medios de comuni-cación. Se ha encontrado en una casavieja, el cadáver de una persona ancia-na en avanzado estado de descomposi-ción. Pero la cosa llegó al colmo el pa-sado 25 de enero en el zaragozano ba-rrio de Torrero. Una señora mayor, quetenía problemas mentales, había vividodurante tres años con el cadáver de suhermano en casa. Y nadie se enteró. Esverdad que los servicios sociales, unosaños antes, había visto algo extraño y so-licitaron permiso para intervenir, pero seles denegó judicialmente. Eso es todo.¿Todo?

Mientras se prodigan los espaciostelevisivos para el comadreo y se multi-plican las revistas del cotilleo, para in-formar (¿eso es información?) de loschismes de dos docenas de personasaupadas de multitudes por obra y graciade la aparcería, no hay el menor interéspor la suerte del prójimo, del vecino, delque comparte el bloque, la calle o la ciu-dad. Sobre todo, si se trata de personasmayores, solas, ubicadas en casas vie-jas del casco viejo o de la periferia.

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Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

¡Pasto y Pastor!¡Qué raro ofrecimiento

el cielo te presenta, oh peregrino!¡Pasto y Pastor!

Dichoso tu destinosi sabes apreciar tal llamamiento.

Pasto y pastor a un tiempo ¡qué portento!

Divino el Pasto, si el Pastor divino.Con tal Pastor

¿quien perderá el camino?Con Pasto tal

¿quien perderá el aliento?Mi Pasto y mi Pastor sois, Jesús mío:

que así vuestra palabra me lo advierte,reprendiendo mi loco desvarío,

y anunciándonos en todo feliz suerte.Sois mi Pastor:

no temo ya extravío.Sois mi Pasto:

no temo ya la muerte.(Luis Felipe Neri)

¿Dejamos que sea Jesús y su Palabraquien purifique nuestro corazón y nuestrasintenciones para su seguimiento?

Nuestra comunión con Jesús ¿es un actode piedad o una experiencia, personal ycomunitaria, de que el Plan de Dios va ade-lante?

En nuestras comunidades y/o grupos dereferencia, ¿es el amor nuestro distintivomás importante? ¿Cómo lo concretamoscada uno de sus miembros?

¿Comprendemos el gesto de Jesús al la-var los pies a los discípulos? ¿Estamos dis-puestos a seguir su ejemplo? ¿Sólo a lavarlos pies?

Nos amó así,hasta lavar los pies de sus amigos.Y más allá,hasta hacerse pan para los pobres.Y más allá,hasta derramar su sangre por nosotros,convertir su corazón en una fuente.Y más allá,hasta hacer de la cruz su sacramento.Y más allá,hasta hacer de la muerte una victoria.Y más allá,No hay medida,siempre más.

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VIERNES SANTO14 de Abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

con los más «tirados» de la tierra

Lectura del día

Lectura de la Pasión:Jn 18,1 – 19, 42Destacamos algunos párrafos:

... “¿Eres tú el rey de los judíos?” Je-sús le contestó: “¿Dices eso por tu cuentao te lo han dicho otros de mí?” Pilato re-plicó: “¿Acaso soy yo judío? ... “Mi reinono es de este mundo... Pilato le dijo: “Con-que, ¿tú eres rey?” Jesús le contestó: “Túlo dices: soy rey. Yo para esto he nacido ypara esto he venido al mundo: para sertestigo de la verdad. Todo el que es de laverdad, escucha mi voz”. Pilato le dijo: “Y¿qué es la verdad?” ...

Tomaron a Jesús, y él, cargando con lacruz, salió al sitio llamado “de la Calave-ra” (que en hebreo se dice Gólgota), don-de lo crucificaron; y con él a otros dos,uno a cada lado, y en medio, Jesús...

Junto a la cruz de Jesús estaba su ma-dre, la hermana de su madre, María, la deCleofás, y María, la Magdalena. Jesús, alver a su madre y cerca al discípulo quetanto quería, dijo a su madre: “Mujer, ahítienes a tu hijo”. Luego, dijo al discípulo:“Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquellahora, el discípulo la recibió en su casa.

Después de esto, sabiendo Jesús quetodo había llegado a su término, para quese cumpliera la Escritura dijo: “Tengosed”. ... Jesús, cuando tomó el vinagre,dijo: “Está cumplido”. E, inclinando la ca-beza, entregó el espíritu.

Hoy nos centramos en la adoración dela cruz. No hay eucaristía, pues la iglesiaparticipa de la tragedia del Calvario. Sinembargo, la resonancia básica no es dedolor desgarrado, sino de confesión defe en la victoria de la Cruz.

Ante la contemplación del camino delCalvario y la muerte en cruz de Jesús,surge espontáneamente el sentimiento dela compasión de Jesús porque Le ama-mos.

¡Qué capacidad tenemos los humanospara pervertir las cosas! Hemos hechodel escándalo de la cruz un símbolo deviolencia (la espada y la cruz), un recuer-do placentero (piedad formalista), algo in-ofensivo y domesticado e, incluso unadorno de nuestros hogares… Al princi-pio del cristianismo fue la principal difi-cultad para ser cristiano (escándalo paralos judíos, locura para los paganos: 1 Cor1-2).

¿Quiénes son los que construyen hoylas cruces? Debe ser un buen negocio,porque es lo que más vende. Y, ¿Quié-nes son hoy los encargados de poner cruzsobre los hombros de Jesús? No hacefalta ir a Jerusalén, a los tiempos dePilatos. Cuántas cruces las ponemos alos que están cercanos a nosotros, ami-gos, vecinos… cuántas cruces se estánponiendo a países enteros con la deudaexterna, pueblos enteros ante la miseria,barrios enteros ante la falta de serviciospara sus vecinos. Hay demasiadas cru-ces y hay gentes que se dedican a po-nérselas a la gente.

Reflexión

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Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

Cada vez que se condena y se mata a uninocente, se sigue condenando a Cristo.Cada vez que se ejecuta a un hijo de hom-bre, se ejecuta al Hijo del hombre, al Hijode Dios.

Cristo sigue sufriendo condenas injustas.Cristo sigue siendo clavado en la cruz. Supasión, hoy, continúa en todo el que sufre ymuere por la razón que sea. Son muchaspersonas las que están clavadas en la cruz:la cruz de la soledad y el olvido de las per-sonas marginadas (ancianos, enfermos,inmigrantes…), la cruz de la negación delos derechos de los niños, la cruz de paísesy continentes olvidados de los países ricos,la cruz de las mujeres no respetadas y ase-sinadas,…

Y yo sigo clavando en la cruz mantenien-do estructuras injustas con mi indiferenciao pasotismo, mis argumentos racionalistase incluso justificados, mis miedos y seguri-dades, mis golpes de pecho y caracompungida…

¿Soy de los que me lavo las manos, o delos que gritan ¡crucifícalo!?

Cuando celebres, hoy la liturgia y te acer-ques a la Cruz para adorarla, le des unbeso…, pon ahí, a sus pies, la cruz que nopuedes soportar, la que es tu piedra de tro-piezo (tu escándalo) para vivir y dar senti-do a tu vida.

Pon ahí también las cruces de los de-más, especialmente de los que están “tira-dos” en las orillas de los caminos que túconoces. Ponles rostro.

¿Hay en tu vida alguna situación en queexperimentas que has de servir, ser el últi-mo, condenado a perder? Mira al Mesíascrucificado y pídele la luz y la fuerza.

Padre, tú alentaste su serviciopero no le ahorraste la cruz,ni el cuerpo rotoni el alma angustiadani el grito desesperadoni la copa del fracaso,y con todo confió en Ti…El saludo hoy es la cruz,y en ella la Palabra, callada,y en ella la Vida, muerte,y en ella la Bendición, maldita,y en ella quien perdona, castigado,quien salva, condenado,quien se anuncia Hombre Nuevo,hecho tronco de los viejos.

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SÁBADO SANTO15 de Abril de 2006

¿Qué mal ha hecho?

y descendió a los infiernos...

Reflexión

Desierto

Sábado Santo: día de la sepultura deDios. ¿No es acaso, de forma impresio-nante, nuestro día? ¿No crees que estostiempos parecen ser un gran Sábado San-to, de la de la ausencia de Dios en el queincluso los discípulos experimentan unvacío que aletea en el corazón, que se

Te invitamos a hacer hoy la oracióndesde el silencio, desde la soledad, des-de el fracaso, desde el desierto...

extiende cada vez más?“Descendió a los infiernos”. Cristo ha

sobrepasado la puerta de la soledad, hatocado el fondo inalcanzable e insupera-ble de nuestra condición de soledad.

Viene a la mente el Salmo 138 cuandodice “…Si me acuesto en el abismo, allíte encuentro”

Acostarse en el abismo nos habla biena las claras de ese abandono abismal peroconfiado, de una cierta pérdida de pie peroal mismo tiempo de la certeza de que enlos abismos nos aguarda el abrazo deDios descomunal.

Acostarse en el abismo significa tam-bién adentrarnos experiencialmente enla dinámica de la propia revelación deDios.

Si Jesucristo es la mejor «fotografía»de Dios, la plasmada en grano fino y«kodakcolor especial», qué duda cabe queel descenso señala una peculiar forma deautoidentificación de Dios; ese Dios quese encarna, que se hace uno de tantos,que se pone a la cola de los pecadores.Dios, en suma, que sólo puede ascenderpara sentarse cómodamente a la dere-cha del Padre porque previamente des-cendió a los infiernos.

¡Vana pretensión la nuestra tantas ve-ces, aspirar a contemplar el rostro de Dioscara a cara, sin habernos comprometidoa seguirlo en el abajamiento! Pretenderencontrarnos con él, sin haberlo descu-bierto en tantos rostros de los habitantesde los abismos.

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Oración

¿Qué quieres que haga?

Oración final

Este sábado no es como otros.Algo ha cambiado radicalmente. El velo

del Templo se rasgó hace poco, brutalmen-te, dejando al descubierto al Santo de losSantos.

El Templo ya no está en su lugar.¿Qué no habría hecho en aquella hora

de tinieblas el amor de algunos, entre ellosel de María, para que Jesús fuera arran-cado de la muerte?

¿Alguno ha presentido la densidad devida que colma este cadáver y esta tum-ba, donde incluso la noche es un crujido devida y de savia que fluye?

Párate a contemplar a Jesús cadáveren la tumba. A contemplar ese descensoa los infiernos.

Escucha los sentimientos que aparecenen ti. ¿Qué brota de tu corazón?

¿A quiénes conoces que están en losinfiernos?

¿Por qué han llegado allí?

Deja que brote tu oración en silencio

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Texto:Izaskun Adot LarumbeMayte Ballaz CésarTomás Briongos RicaJavier Espinosa MarticorenaFrancisco García RuizJ. Gustavo Gil RiveroOscar Martín VicarioPortada:Departamento de Imagen y Diseño del GELVMaquetación :Antonio Tejedor MingoEdita:SED CentralDep. Legal: M-19330-2001Conferencia Marista Española