Pesca Bonilla Nº 6

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Nº 6 Año I Agosto de 2012 Pesca Bonilla

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Número 6 de la revista Pesca Bonilla

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Nº 6 Año I Agosto de 2012

Historias de Suso

Capítulo VI

Y además. . .

Pesca BonillaTu revista de pesca en Lanzarote

Agosto flojo

Gareteando

Nuestros peces:el sargo breado

Última pescade agosto:algo es algo

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STAFF

Manolo Hernández

Francisco Hernández

Óscar Hernández

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SumarioAgosto flojo

GareteandoNuestros peces:el sargo breadoÚltima pescade agosto:algo es algoHistorias de Suso(y VI)

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6 - 7

N o ha sido este agosto comoel de otros años; quizásmeramente solo sea una

apariencia, pero el viento reinante haparecido ser más contumaz y, porende, el estado de la mar no hapermitido realizar la pesca conoportuna comodidad. Pero todo ellono ha significado óbice para salir apescar, ni mucho menos. Lo que másha incomodado es la escasez decapturas. No se puede ocultar laconcomitancia entre estacircunstancia y el tiempo reinante,pero honestamente, esperábamosmás. Curiosamente, un día de agostose presentó inusual al resto,permitiendo una salida en barco quedentro de las páginas se relata.Relato que acompañaremos con ladescripción de cuatro salidas de ori l laque se llevaron a cabo y unmonográfico sobre uno de nuestrospeces más apreciados: el sargobreado.

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Editorial

Arrecife, agosto de 201 2

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Agosto flojo

Fecha: 4 de agostoLugar: Punta de GinésPara la modalidad de

pesca desde la ori l la,no está siendo

agosto un mes prolífico.Tampoco es que no hayadado nada, no, pero enrelación a otros años sí quese ha notado ciertamengua. Es muy posibleque la persistencia delviento sea el motivoprincipal, pues ya por estasfechas veraniegas en añosanteriores se podía unoacercar a pesquerosdotados de cierta seguridadde hacer pesca. A las horasde redactar estas líneastodavia se prevén algunasoportunidades que desdiganesta inercia carencial; sinembargo, las perspectivasmeteorológicas indican quede calmas. . . nanay! . En estecapítulo vamos a describirlo que, buenamente, sepudo realizar en las tressalidas que hemos llevado acabo.

El viento que nos acompañó aManolo y a mí este día nos hizorecordar que, junto con el calor,es el fenómeno meteorológicomás característico del veranoinsular. Pero a ello se le unióun reboso que sí que esimpropio de estas mismasfechas. Aunque en un principiointentamos manejarnos frenteal aire y el reboso, al finaltuvimos que desistir yguarecernos en el Soco deGinés que, si bien protege delviento, no augura muchascapturas. En cualquier caso, ysiendo floja la pesca, cayerontres chamorros, uno de loscuales era terciadito, dossargos, una vaquita y unagalana.

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Fecha: 8 de agostoLugar: Nido del Cuervo

Fecha: 1 0 de agostoLugar: Caletón de Rijo

No fue el viento el responsableque a Betty y a mí nos salierauna pobre pesca. De hecho, elmar presentaba un aspectomagnífico y, habiendo viento,no era lo suficientementeintenso como para perturbar lapesca. Quizás esta vez habríaque achacar la irrisoria pesca ala cantidad de ruama que, tantode fondo como pescando a lavieja, pululaba por el pesquero.Apenas dos chamorritos y unavieja tributó el mismo cuandoen otras ocasiones suele sermás generoso. También sepodría achacar a que en estedía concurrieran esosinescrutables episodios deescasez de pesca, que sonrecurrentes para justificar lafalta de pesca.

Esta ocasión, hasta elmomento. ha resultado ser lamejor del mes pescando desdela ori l la. Sin embargo, ¡caray! ,el viento siguió haciendo de lassuyas. Esta vez presentando elfenómeno que por aquíl lamamos "estar degarugones", ya citado en elnúmero anterior de la revista.Apelando a la insistencia en lapesca, al final se pudieroncapturar cinco kilos depescado, siendo estos dossargos -uno de los cuales denotable tamaño-, un bocinegro,tres vaquitas, una cabri l la, unavieja y un hermoso sargobreado. ¡Ah! , y un cangrejocolorado que por al lí andaba.Referir por último que dospejerreyes desaparejaron.

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H oy en día, con todo elarsenal tecnológicoexistente para emplear

en las artes marinas, podríaparecer una osadía salir a pescarsin algo de ello. No nos referimosa elementos propios deseguridad como la emisora VHFque, por lo demás es elementoprescriptivo de llevar a bordo. Ynosotros, por supuesto, lal levamos bien cargadas susbaterías. Sí que nos referimos alos GPS, plotters y sondas.Algunos pueden pensar que sinel los es imposible obtener unapesca decente, pero a lostiempos arcaicos nos remitimos,donde la sabiduría del pescadorversaba sobre marcas en tierra,y con bastante éxito, por cierto.En su defecto, las técnicas delpotalazo y sondaje con losaparejos de pesca y el gareteopodrían parecer ser técnicas desombrío futuro, pero l levándolosa cabo con las debidas suti leza yperspicacia pesquera obtenidasde la experiencia pesquera,podrían suplir con eficacia la faltade aquellos elementos deelectrónica naval. Algo así nossucedió a Manolo y a mí elpasado 1 8 de agosto. Lasprevisiones meteorológicas

indicaban un tiempoinmejorable, por lo que el deseode pescar en el Sara eranirrefrenables. Nuestro patrónhabitual, Óscar, no podía ir, asíque tras algunas tentativaspudimos contratar a otro, elantiguo compañero de pescas

Gareteando

"...pero a los tiemposarcaicos nos remitimos,donde la sabiduría delpescador versaba sobremarcas en tierra..."

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Balito. Trazamos el plan depesca con celeridad: fondear aquince brazas delante de PuntaGinés mientras estuvieraoscuro y, tras el alba, sal ir amás fondo para cabrillar. Peroclaro, al tiento. No se nos diomuy bien en el fondeo, que

tuvimos que realizar dos veces puesla primera nos quedamos a unasescasas ocho brazas. Apenas cuatropescaditos cayeron en el fondeo,entre el los un sargo inesperado.Obviamente, cuando salimos a lacabri l la, no disponíamos de marcasmás allá que referentes en tierrapoco precisos y para buscarlascomenzamos a aplicar la técnica delsondaje. Y así, buscando ygareteando debido a la acción,incluso conjunta, del viento y lacorrentada, fuimos ampliando lascapturas hasta alcanzar sobre docekilos de pescado, sobre todocabri l las y chamorros. La capturamás notable fue un cantarero quepasaba largo del ki lo y medio. Nonos despediremos hasta indicar elbuen rendimiento que dio el gareteoen la zona cercana del Faro dePechiguera.

"...pero a los tiemposarcaicos nos remitimos,donde la sabiduría delpescador versaba sobremarcas en tierra..."

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Nuestros peces: el sargo breado

De las cinco variedadesde sargos quefrecuentan nuestras

costas (el sargo común, elsaifio, el amari l lo, el sargobicudo y el breado), y sinningún lugar de dudas, el sargobreado es el más espectacular,debido especialmente a sul lamativa l ibrea. También lo esporque alcanza tamaños másnotables que el resto, pudiendoalcanzar los tres kilos de peso,aunque a la zaga le podria ir elbicudo. Si real izáramos unranking de frecuencia decapturas, el sargo breadoestaría entre el cuarto y elquinto puesto de los cinco. Esdecir, es relativamenteocasional. Sin embargo, sucaptura es indicio deencontrarnos sobre un buenpesquero. No es el sargobreado querencioso con undeterminado tipo de cebo, esdecir, que se puede capturarcon calamar, sardina, gamba ycualquier otro de los quesiempre lleva consigo cualquierpescador. Un elemento

morfológico que resulta ser unarelevante ayuda para el pescadores la consistencia carnosa de loslabios de su boca. Si el anzueloqueda clavado en ellos, de seguroque no habrá forma de queescape. Otro elemento quetambién es destacable es el colormarrón que presenta la carne quese encuentra en la zona quesolemos denominar cerro delpescado, por lo demás de saboralgo más amargo que el restoque, dicho sea de paso, posee unelevado número de admiradores,particularmente cuando se

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morfológico que resulta ser unarelevante ayuda para el pescadores la consistencia carnosa de loslabios de su boca. Si el anzueloqueda clavado en ellos, de seguroque no habrá forma de queescape. Otro elemento quetambién es destacable es el colormarrón que presenta la carne quese encuentra en la zona quesolemos denominar cerro delpescado, por lo demás de saboralgo más amargo que el restoque, dicho sea de paso, posee unelevado número de admiradores,particularmente cuando se

prepara al horno. Es más frecuente capturareste esquivo sargo en lugares donde seaprofusa la cubierta algal, pues aunque puedaaparecer en otros sustratos, da la impresión quele apetece más. Incluso, pueden observarse enpequeños grupos individuos de notable tal la.Sin duda, el sargo breado es una de esasespecies que aunque capturadas sin previaintención, hacen iluminar la cara del pescadorcon una amplia sonrisa de satisfacción. Y albuen cocinero también, desde luego.

Distribución delsargo breado

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Última pesca de agosto: algo es algo

N ingún pescador puedenegar que tienedepositada en unos

cuantos pesqueros unaquerencia mayor que en otrosen lo que se refiere aprobabil idad de realizar unabuena pesca. Y así mismonos ocurre a nosotros, y enesas ocasiones en que eltiempo lo permite, acudimoscon notable fe a ellos. En lazona de Las Maretas algunohay de esos para nosotros yel pasado día 25, para ultimarlas pescas de agostocoincidiendo con la municipalfestividad de San Ginés, a porel los fuimos. Algo de vientohabía, eso es indudable, perono tanto como otros díasplenos de alisio veraniego.Nos encontramos cuandollegamos, a eso de las 04:30de la madrugada, un mar l isoy por eso, en el entorno de lazona apreciada, acudimos allugar más recio. Sin embargo,en él, el poco viento existenteoprimía la regularidad de una

pesca bien l levada a cabo. Por otra parte, y eso debemosreconocerlo como un craso error, no tuvimos la precaución deobservar el grado de rozaduras que tenían los nilones, así quenos ocurrió muchas veces que enrocábamos e, inmediatamente,al forzar rompíamos el aparejo con facil idad. Aun así, demadrugada salieron un sargo breado y tres sargos, dos de loscuales eran de los que hay que echarles la mano a la espaldapara ponerlos en tierra. Pero por la razón indicadaanteriormente, algún pescado se quedó abajo, entre el los lo queparecía ser una notable brota (podría haber sido también una

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pesca bien l levada a cabo. Por otra parte, y eso debemosreconocerlo como un craso error, no tuvimos la precaución deobservar el grado de rozaduras que tenían los nilones, así quenos ocurrió muchas veces que enrocábamos e, inmediatamente,al forzar rompíamos el aparejo con facil idad. Aun así, demadrugada salieron un sargo breado y tres sargos, dos de loscuales eran de los que hay que echarles la mano a la espaldapara ponerlos en tierra. Pero por la razón indicadaanteriormente, algún pescado se quedó abajo, entre el los lo queparecía ser una notable brota (podría haber sido también una

morena pintada). Yaamaneciendo, buscamos unpoco más de soco cuando,mira por donde, el vientoaflojó un poco, y Manoloalcanzó a pil lar un par desargos más. Intentándolo defondo, solo pudimos sentir loque nos pareció ser saifíos,pero ninguno tuvo la osadíade tragarse el anzuelo. Síque cayeron algunasvaquitas -resultasorprendente la escasez decabri l las, siendo uno de losmejores sitios paracapturarlas- y una viej itacolorada. Al final, cuatro kilosde pescado se sumaron que,para ser finales del veranotras tanta presión pesquera aque se somete el mar, noestá mal. Es decir: algo esalgo.

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The ending page:Historias de Suso (VI)

Suso OlímpicoNuestro apreciado Suso, en su juventud, fue luchador. De esos de cola o mediacola más esti l istas que otros dotados de recursos más grasos. Pero no por el lodejaba de poseer fuerza y atrevimiento notables. Quizás hayan concurrido en éluna alimentación donde el gofio tuvo un papel preponderante y los genespropios de los majoreros: altos y fuertes. Esa capacidad atlética la retuvodurante mucho tiempo, casi hasta hace nada. Y pudo echar mano de ella ensituaciones de lo más variopintas. De hecho, hemos conocido que practicócarrera de vallas en alguna ocasión, en la que siempre fue en cabeza. Aunquehay que decir que su participación fue por obligación, pues medio pueblo deTahiche le perseguía tras haberle dado Suso un piñazo a un peleado que queríahacer las paces en la barra del bar tras una gresca inicial . Sí, hombre -contabaSuso -echarnos una copa tras dejarnos las camisas sin un botón. . . ¡Piñazo quele di cuando lo cogí desprevenido! ¡Ah! , y por cierto, las vallas fueron los murosde piedras de todos los enarenados existentes entre Tahiche y Arrecife. Y sonun montón, créanme. También hemos conocido su capacidad para el vadeoforzado -ver Historias de Suso, IV-. Y más actuaciones olímpicas: por ejemplo,escalada de acanti lado cargado hasta lo inimaginable (su morral, probablementecon diez kilos de peso; la caña en una mano y en la otra un balde de pintura delos de hierro cargado de pescado). Aún me pregunto cómo podía subir aquellavertical idad, cuando Vicente y yo íbamos por una senda pasándonos conextremo cuidado los úti les de pesca. Indudablemente, Suso hubiera podidotener una espectacular carrera olímpica con el boxeo. Más de unas naricescombaron su linealidad tras un encuentro con los puños de Suso. Así seentiende que cuando hace el engodo no le es necesario más que unos golpescon la piedra sobre las sardinas para convertirlas en paté. No nos podemosimaginarnos, y solicito el favor de la condescendencia, a Suso practicandogimnasia rítmica; pero sí que podría haber participado en alguna modalidad dela artística. Suso asegura que era capaz, en épocas propias de su juventud, dehacer dar varias vueltas carneras y aterrizar de cabeza. Pero que se sepa, noexiste ninguna modalidad de gimnasia artística que se practique por parejas; nimucho menos que se trate de un adversario en una trifulca y que el vuelo poragarre de pantalón por los fondil los con lanzamiento braquial sea un tipo desalto como el Sukahara. Por último, destacar que sí practicó una peculiarvariedad de halterofi l ia que le hizo crear cierta fama, al menos en la conserveradonde trabajaba: el levantamiento de paladas de cabezas de sardina hacia elcamión del subproducto. Imagínense, que ahora sí podrán, un camión quecargue diez toneladas y que, en un día, hiciera de dos a tres traslados. Nosabemos de ninguna participación de Suso en una olimpíada convencional, perode haberlo hecho, más de uno hubiera corrido detrás de él, al igual que mediopueblo de Tahiche.

Francisco Hernández, agosto de 201 2

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