Politicas de Informacion, Comunicacion y Capacitacion

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    Autora:

    Nilda Cuentas Yaez

    Programa Nacional de Chagas

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    Edicin y d agramacin:

    Ivan C. Rojas V

    Impresin

    Artes Graficas Euro

    Telf.: 249-0518

    Deposita Legal:

    4-1-1648-01

    Portada

    Mural "Ansiedad de Vivir"

    Walter Soln Romero

    Fecha:

    La Paz, diciembre de 2001

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    ndice Presentacin 9 1. Introduccin - El Mal de Chagas como enfermedad cultural 11 2. Algunas consideraciones iniciales en relacin a la informacin,

    educacin y comunicacin (IEC) en salud 13 3. Sobre el Chagas como problema global 4. Caractersticas bsicas de una poltica de informacin, educacin y

    comunicacin en la lucha contra la Enfermedad de Chagas en Bolivia a. Interdisciplinaria 18 b. integral 19 c. participativa socialmente 20 d. continuista y especfica 21 e. culturalmente creativa y respetuosa 21 f. universal y selectiva 22 g. local y global 23

    5. La elaboracin de una estrategia de IEC en Chagas en Bolivia 22 6. Divisin de funciones: informacin, educacin y comunicacin 24 7. Educacin y Comunicacin del personal encargado de la IEC en

    salud a nivel departamental municipal y comunitario 26 8. Aplicacin de las estrategias definidas 26 9. Evalulacin 26 10. Investigacin y reconsideracin de los resultados 27 11. Conclusiones 30 12. Bibliografa 32

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    ndice de cuadros Cuadro I.- Caractersticas de una poltica de IEC 19 Cuadro II.- Elaboracin de una estrategia de IEC 25 Cuadro III.- Divisin de funciones de la poltica de IEC 26 Cuadro IV.- Estrategia en Chagas (I) 29 Cuadro V.- Estrategia de IEC en Chagas (II) 30

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    Presentacin Es cada vez ms difundido el concepto de la influencia que tiene un conjunto de facto res no mdicos, en la ocurrencia de enfermedades; as como la responsabilidad que tiene el paciente en la prevencin de las mismas. En el caso especfico del Mal de Chagas, es evidente que para enfrentar; esta enfermedad, es necesario contar con una verdadera conciencia social, que permita aunar esfuerzos para combatir este mal. Para ello las personas en riesgo deben cumplir un rol dinmico en la prevencin y en la lucha contra esta dolencia, el mismo que debe desarrollarse tanto a nivel personal como comunitario. En este entendido, la Informacin, Educacin y Comunicacin, constituye una estrategia de movilizacin social para enfrentar la enfermedad y no slo un elemento de publicidad institucional.

    Por lo tanto, este documento de Polticas de Informacin, Educacin y Comunicacin para el control de la enfermedad de Chagas en Bolivia, constituye un esfuerzo inicial para brindar a los profesionales y tcnicos que trabajan en Chagas, un instrumento para informar y educar a la poblacin en riesgo, sobre aquellas actitudes y acciones que deben asumir en la lucha contra la enfermedad. Su objetivo es fundamentalmente orientador; porque esboza y organiza los pasos necesarios para darle a la poltica de IEC de Chagas a nivel nacional, un carcter ms orgnico y sistematizado y en consecuencia, ms eficiente.

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    1.- Introduccin -El Mal de Chagas como enfermedad cultural

    Como muchas otras de las enfermedades que afectan de manera inclemente a la poblacin de los pases pobres, el Mal de Chagas, es una enfermedad bsicamente estructural, asociada por lo tanto, a las condiciones de pobreza endmica y lo que esto supone en relacin a la situacin de la vivienda ya los hbitos sociales y culturales. Como toda enfermedad estructural, el Mal de Chagas desborda el mbito puramente medico y su resolucin implica abordar con determinacin y seriedad una compleja serie de cuestiones de orden social indispensables para lograr una comprensin global del problema. El trabajo de promocin1 y prevencin, entendida sta como la erradicacin de las carencias estructurales que hacen posible la enfermedad, asumen un papel fundamental en la lucha contra la misma, de forma mucho ms determinante que la lucha contra la enfermedad ya manifestada. Dicho de otro modo, la asistencia mdica no afecta las causas del problema, sin que ataca sus consecuencias, por lo tanto, se descubre como un medio insuficiente para enfrentar la enfermedad. Por supuesto, esta constatacin no es en absoluto nueva, sino que ha sido ya comprobada por la prctica tanto en sta como en otras en enfermedades, y su certeza forma parte ya de un trabajo habitual en la lucha contra sus manifestaciones fundamentales. En este sentido, no cabe duda de que, en los ltimos aos, la asimilacin del carcter prevenible de la enfermedad ha incidido en un importante avance en la solucin de los problemas estructurales, sin embargo, todo parece indicar que se ha buscado con mayor nfasis una actuacin sobre las cuestiones fsicas, dicho de otro modo, se ha trabajado con mayor rigor sobre lo cuantificable dejando en segundo trmino lo cualificable.

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    1. 1 Sobre la promocin en salud Como fase previa de la prevencin, vid, ent e otros, Bel ran, L.R., La salud y la Comunicacin en Amrica Latina: Polticas, est ategias y planes, Quito, OPS, 1993; Mittelmark, M.B. (ct.al)Promocin de la responsabilidad en materia de salud Progreso, problemas no resueltos y perspectivas, Mxico, OPS-OMS/Secretara de alud de Mxico, 2000; Lpez-Acua, D. ( ct. al) La reorientacin de loS sistemas y servicios de salud con criterios de pro ocin de la salud: Componente decisivo de las reformas del sector salud Mxico, OPS-OMS/Secretara de Salud de Mxico, 2000.

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    Pero la pregunta que asalta inmediatamente es la pertinencia, en trminos absolutos, de mejorar las condiciones de vivienda si no se acta del mismo modo sobre las personas que all habitan o, expresada la pregunta en otros trminos, cul es la validez de mejorar, remozar y condicionar las casas y hacer acciones de control qumico si la mentalidad, las costumbres y los hbitos culturales y sociales de sus habitantes no son tambin reacondicionados. La respuesta es que, nuevamente, estamos actuando sobre las consecuencias y no sobre las causas del problema. El Mal de Chagas es, por lo tanto, una enfermedad que proviene de una determinada actuacin cultural, entendida la cultura en su sentido ms amplio de todas aquellas manifestaciones que inciden en los procesos de la vida humana2. Esta afirmacin que de manera general, es vlida para un conjunto de enfermedades ms amplio, posee una especial connotacin en el caso del Chagas, donde el vector que transmite la enfermedad, es decir, la vinchuca, posee una serie de connotaciones culturales y sociales ms o menos arraigadas en la poblacin afectada y que influyen de manera clara en todos los programas y planes de control del vector y prevencin de la enfermedad3. Pero adems, existen otras vas de transmisin de la enfermedad, como la transfusin sangunea o el Chagas congnito. Si estas formas de transmisin fueran ms y mejor conocidas por la poblacin podran evitarse innumerables casos que en la actualidad se producen. Pero esto no es posible sin una eficiente labor de informacin, educacin y comunicacin. Por lo tanto, la enfermedad es difcilmente prevenible sin una actuacin dinmica sobre las cuestiones culturales y sociolgicas del entorno donde se produce,

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    2 Vid, Weber; M Sobre la teora de las ciencias sociales, Madrid, Planeta Agostini, 1994, p. 29 y sgtes3 Para comprender el papel cultural de la vinchuca, vid, entre otros: Agu lo F., Enfermedad y salud segn la concepcin aymara quecha, Sucre, Qorillana, 1982; Das, J "Aspectos socioculturais e economicos na Expansao e o controle da doencia de Chagas humana , Annuaire Socie e Belge du Meddicinne Tropical, no 71 -1985, pp. 119-126

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    actuacin que tiene que conformarse, junto a la mejora de las condiciones fsicas y la actuacin sobre la enfermedad una vez manifestada, en uno de los pilares bsicos de.

    Minimizar el carcter cultural de la enfermedad significar menospreciar un aspecto central en su prevencin. No es posible caer en el error de desconocer que detrs de la misma se encuentran ancestrales formas de vida que deben ser: en el marco del respeto por los aspectos positivos que poseen, readecuadas para lograr unas condiciones de existencia acordes con la necesidad de compaginar la salud con la tradicin y la cultura con el bienestar. En este sentido, es necesario desarrollar un nuevo marco de trabajo, que no olvide las cuestiones cuantitativas, las necesarias acciones en la mejora de las condiciones fsicas de vida, pero que comprenda que stas sern insuficientes si no se ven acompaadas de una accin dirigida a modificar los aspectos cualitativos de orden, sociolgico y cultural.

    Sin una vocacin de exhaustividad y comprendiendo este trabajo exclusivamente como una aportacin inicial que deber gradualmente ser enriquecida, el presente documento pretende ser un avance previo sobre la conformacin de una eficiente y eficaz poltica de informacin, educacin y comunicacin (IEC) en la lucha contra la Enfermedad del Chagas en Bolivia. Eficiente porque incida sobre los mecanismos de actuacin y eficaz porque ayude al logro de los resultados que se esperan de la lucha contra la enfermedad.

    2.- Algunas consideraciones iniciales en relacin a la informacin. educacin y comunicacin IEC en salud Es bsico comprender que la informacin, educacin y comunicacin (IEC) sobre el Mal de Chagas en Bolivia debe circunscribirse a la cuestin ms general de la comunicacin y formacin para la promocin de la salud. Por lo tanto, la IEC sobre el Chagas incluye la problemtica general sobre la IEC en salud, problemas que no son atribuibles de manera exclusiva a Bolivia, sino que son extensibles a la situacin general de Amrica Latina y de los pases en desarrollo en general4

    4 Vid Torrez.Velasco, M.P., "Conceptos bsicos de educacin y comunicacin para promocionar la sal ", en Por una poltica de comunicacin para la promocin de la salud en Amrica Latina, Quito, UNESCO/OPS-OMS, 994, p. 130.

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    Una de las primeras cuestiones a tomar en cuenta es que la IEC ha manifestado, de manera general en su desarrollo histrico, una fuerte dependencia de la actuacin externa. Dicho de otro modo, el inters por desarrollar actuaciones encaminadas a fortalecer la formacin en la prevencin de problemas sanitarios no parta como consecuencia de un convencimiento de las dirigencias locales sobre la relacin directa entre la mejora en la formacin y la mejora en la prevencin de las enfermedades. En general, a nivel local se parta de una dinmica cortoplacista en la que se consideraba que redituaba mejor una accin directa sobre la enfermedad que una actuacin a largo plazo. Quizs una anlisis nomolgico, es decir; que estudiara las regularidades las conexiones causales, hubiera aconsejado una mayor incidencia en las carencias culturales y formativas, pero tambin es cierto que los abundantes problemas de salud primaria y la realidad de un presupuesto insuficiente para cubrir todas las necesidades, terminaba por subordinar la importancia de la IEC a un papel secundario.

    Como consecuencia, en general las dinmicas de alentar las polticas de IEC provenan del exterior; que aportaban experiencia, el know how y, por supuesto, la financiacin. La repercusin de estas iniciativas externas ha sido en general inestable, con mayor incidencia en los espacios no gubernamentales y con un peso relativo en el mbito gubernamental, aunque aprecindose cierta variacin en relacin al ejecutivo a cargo de las polticas pblicas en salud. No obstante, es apreciable cmo en general la reproduccin de departamentos de comunicacin y formacin dentro del Ministerio de Salud de Bolivia estaba notablemente influida por algunos de estos aspectos, evidencindose una tendencia a sobre valorar acciones a corto plazo de carcter institucionalizante que buscan redituar la imagen del Ministerio, pero sin contar con el presupuesto ni con el capital humano que hubiera hecho posible el diseo de una campaa de largo aliento destinada no tanto a informar puntualmente sobre cuestiones relacionadas con la salud, sino a desarrollar un plan que estructurase una eficaz y eficiente formacin sobre la materia.

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    Por lo tanto, existe una cuestin previa que debe ser comprendida. La formacin solo ser posible si existe una cualificacin previa del papel y la importancia de la IEC. Dicho en otros trminos, la formacin de la poblacin en riesgo solo ser posible si con anterioridad se produce una asimilacin real no retrica de la importancia de la IEC como un pilar bsico en la lucha contra la enfermedad. Aqu nuevamente incide una cuestin de ndole cultural, pero esta vez no atribuible a las actitudes culturales de la poblacin afectada, sino a los prejuicios culturales de las personas que deben tomar las , decisiones polticas a medio y largo plazo. Por lo tanto, la formacin debe partir de la sustitucin de los paradigmas operativos y de all debe desplazarse a la educacin a un nivel ms amplio. Sera absurdo pretender trasladar una imagen parcializada de que la IEC es la solucin arquetpica de todos los problemas de salud, pero mientras no se comprenda su rol real, y este papel debe ser asimilado en primera instancia por el nivel ejecutivo, ser imposible pretender una actuacin global y eficaz. Queremos insistir en que la cuestin no estriba necesariamente, aunque tambin es importante, en una ampliacin de los fondos destinados a la IEC ni a su inclusin dentro de los proyectos en funcionamiento, sino a una modificacin cualitativa, y a una comprensin global de su papel dentro de la prevencin de la enfermedad. En todo caso, se puede tambin considerar la IEC desde una rentabilidad que desborda lo social. Si bien los beneficios sociales que generan la prevencin de la enfermedad a partir de una correcta formacin y el desarrollo en los hbitos culturales adecuados, debera ser un estmulo suficiente para empujar a su promocin, adems debe considerarse que la IEC posee un impacto econmico que le es propio y que es inherente a todo proceso de prevencin, en la medida que pueden disminuir el impacto de los gastos mdicos posteriores, el insumo de medicamentos etctera. Por lo tanto, tambin desde una ptica economicista puede valorarse positivamente el impacto de una adecuada poltica de IEC, aunque insistimos que ste no debe verse como el mvil final de toda su aplicacin, sino como un beneficio colateral, aunque no sea en ningn caso desdeable.

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    3.- Sobre el Chagas como Problema global Debe comprenderse el Mal de Chagas como una cuestin que no posee exclusivamente una vertiente mdico sanitaria, sino que posee tambin un fuerte componente cultural, es decir: el mal de Chagas es slo una parte de un problema ms amplio que est relacionado con lo que podramos denominar como el "entorno cultural e la enfermedad". Utilizar esta definicin no es en ningn caso exagerado. Existe un mbito cultural en torno a la enfermedad que se manifiesta en el mantenimiento de sus hbitos de vida que la propician y estimulan5. Tanto las cuestiones objetivas relacionadas con el entorno cultural de la enfermedad (situacin de la vivienda, cohabitacin con animales domsticos, etctera) son espacios de accin directa de la IEC, porque no es posible una actuacin en estos mbitos si no va precedida por un trabajo consciente de informacin sobre los beneficios que la accin va a implicar. Lo que puede parecer evidente utilizando una racionalidad diferente a la de la poblacin afectada no siempre lo es en el terreno. Dicho de otro modo, lo que parece lgico desde una perspectiva citadina o incluso rural, puede no serlo en el mbito de actuacin, porque el sentido de lo lgico y de lo racional es una mera expresin de nuestros hbitos culturales y sociales y no parte de una discriminacin objetiva. Por lo tanto, consideraciones como las de la necesidad de controlar el vector que en una base objetiva de acuerdo a nuestros

    5Sobre esta cuestin, vid, entre otros, Das, J. " Aspectos socioculturaies e econmicos na expansao e o c ntrole da doencia de Chagas humana", Annuaire Societe BeIge du Medicinne Tropical, no 71. 1985,pp.119-126; Cabal1e A. y De Muynck, A., ..Actitudes y creencias de los indios quechuas de la provincia Zudaez, Departamento de Chuquisac , Bolivia, frene al \'ector de la enfermedad de Chagas", en Alfred, J., Noireu, F. y Guillen, G., Chagas. La enfermedad e Bolivia, La Paz, Ministerio de Salud Publica y Previsin Social, 1999,pp. 171-198. Estudio de Conocimientos, Actitudes y Prcticas sobre la Enfermedad de chagas, La Paz, Ministerio de Salud y Previsin Social,2001

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    conocimientos cientficos, no siempre concuerdan con los conocimientos empricos de los afectados, lo que termina significando una confrontacin cultural y dificultando la aplicacin de las decisiones tcnicas. Llevando esta idea a un campo prctico, resulta que las campaas de fumigacin se encuentran, en ocasiones, con la oposicin de los propios beneficiados, porque descuidan un trabajo previo de identificacin de los afectados con la medida que los beneficia. Evidentemente, las acciones de lucha contra el Chagas parten de una constatacin cientfica y de la existencia de conocimiento por parte de los afectados, aunque en buena medida vago e impreciso, sobre lo perjudicial de convivir con el vector. No obstante, una aplicacin de acciones agresivas no es aconsejable sin contar no ya con la conformidad, sino con la complicidad del beneficiario. La lucha contra la enfermedad no debe ser visualizada por el beneficiario como una medida que ejerce el Estado, sino que debe ser asimilada como parte de una comprensin global en la relacin con su entorno y que debe mantenerse incluso cuando el Estado ha dejado de actuar directamente sobre l. De poco servir el presupuesto ms amplio ni el proyecto ms ambicioso si el beneficiario no comprende que el centro de la lucha contra la enfermedad es l mismo y que l debe ser el protagonista de una modificacin progresiva de su entorno que el Estado est en la obligacin de facilitar pero que no puede determinar. En este sentido, una buena IEC debe centrarse en la bsqueda de la asimilacin del papel central del afectado como elemento transformador de su propia realidad y debe trabajar de manera paralela a otras acciones de tipo fsico que faciliten la transformacin del medio. Pero tanto la IEC como la accin directa contra la realidad material (fumigacin, mejora de la vivienda,

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    etctera) son insuficientes si no trabajan de manera conjunta, porque la IEC por si sola no sirve de nada si los afectados no disponen de los medios adecuados de actuacin, ni las actuaciones materiales pierden su sentido coyuntural si no se acompaan por la determinacin del beneficiario de darles continuidad. Por lo tanto, si el Mal de Chagas es un problema global, la actuacin destinada A controlarla debe tener tambin este carcter y debe partir de una comprensin de la dimensin humana, social y material del problema.

    4.- Caractersticas bsicas de una poltica de informacin educacin comunicacin en la lucha contra la enfermedad del Chagas en Bolivia Partiendo de las constataciones anteriores, este documento pretende avanzar en conformacin de una poltica de IEC que se adecu a la situacin y las posibilidades nacionales y que sirva de instrumento adecuado en la lucha contra la enfermedad de Chagas. Para ello, partimos de una constatacin obvia pero necesaria. La salud es un derecho universal de todos los ciudadanos, constatado en los propsitos y principio declarados por la Carta de las Naciones Unidas sobre el respeto y promocin de los Derechos Humanos y a la que Bolivia est adherida; pero adems, es un derecho fundamental de los bolivianos, recogido en el articulo 7 de la Constitucin Poltica, por lo que el Estado est en la obligacin de garantizar en consonancia con sus recursos y disponibilidades, los medios necesarios para la existencia sana de sus ciudadanos. En este sentido, la comunicacin, capacitacin y educacin en Salud e uno de los instrumentos que permiten "salvar vidas y aumentar el bienestar en los

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    hogares y comunidades de todo el pas, incluso en aquellos que raras veces ven a un mdico o una enfermera6. Por lo tanto, la IEC no debe ser considerada como una actividad accesoria y reemplazable, sino que se conforma en un derecho fundamental de la oblacin en la medida que se complementa, a un nivel de importancia similar: con el resto de acciones en salud, como la asistencia mdico sanitaria, etctera. Esta importancia de la IEC no ha sido en general admitida, lo que si bien es comprensible en consideracin a la magnitud de los problemas que afectan a la salud pblica del pas ya la consideracin, errnea o no, de que existan prioridades de mayor calado. Esta consideracin que subordinaba la importancia de la IEC debe ser gradualmente reemplazada por una visin de largo plazo que comprenda la importancia de generar acciones que acten directamente sobre el ncleo de los problemas sanitarios y que asimile que estos son en muchos casos culturales y sociales y que si bien una actuacin es estos campos es menos redituable a corto plazo, posee mayores beneficios finales. La actuacin de la IEC es, si cabe, an ms determinante en la lucha contra el Mal de Chagas, en relacin a las particularidades de esta enfermedad, a la existencia de importantes factores culturales que influyen de manera determinante en cualquier accin destinada a combatirla. En este sentido, cuales deben ser las caractersticas de una eficiente y eficaz poltica de IEC en la prevencin de la enfermedad?

    6 "Polticas de comunicacin social en los Ministerios de Salud. Documento elaborado en base a las con- clusiones y recomendaciones de la Reunin del Comit Asesor sobre Polticas de Comunicacin para Promocin de la Salud", en Por una poltica de comunicacin para la promocin de la salud en Amrica Latina Quito, UNESCO-OMS,1994, .7.

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    a.- interdisciplinaria La lucha contra el mal de Chagas no debe ser comprendido nicamente como una labor del Ministerio de Salud. Si bien este Ministerio est obligado a atender esta problemtica porque es evidente que se trata de un problema con graves implicaciones mdico sanitarias, su combate debe ser asumido, en mayor o menor medida, por otras instituciones y organismos del Estado, como el Ministerio de Educacin, el Ministerio de Desarrollo Sostenible o las municipalidades, porque el Mal de Chagas no es exclusivamente un problema sanitario, sino que es, bsicamente, un problema social y cultural que debe ser acometido de manera global. En este sentido, una IEC racionalmente planificada debe contar con los adecuados, instrumentos de coordinacin interinstitucional y debe contar con el apoyo de las instituciones afectadas b.- integral La IEC debe conformarse en una parte integral de todos los programas diseados a combatir el Mal de Chagas. Partiendo de lo ya afirmado en el captulo anterior; cualquier accin que olvide o prescinda de la necesidad de formar, informar y educar a los beneficiarios sobre las acciones que se estn realizando, sern insuficiente y coyunturales. Todos los programas y proyectos relacionados con la prevencin de la enfermedad o la asistencia a los enfermos debe estar relacionada con la necesidad de aportar informacin, educar a los afectados reales ya los potenciales e informar a las personas con las que se relacionan.

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    c.- Participativa socialmente La IEC debe estar dirigida a la poblacin de un modo dinmico, comprendiendo que sta no es una mera receptora de informacin y educacin sino que tiene que ser un futuro elemento de transmisin de la misma. Por lo tanto, la participacin social se convierte en un elemento fundamental7. d.- continuista y especfica La IEC no puede estar a expensas de los cambios administrativos ,ejecutivos o por la aparicin de nuevas prioridades que hagan necesario el desvo de recursos financieros o humanos. La IEC debe disearse a medio y largo plazo, conjugndose estos planes estratgicos con planes de corto alcance. Adems, es importante que la IEC posea un carcter especifico y bien determinado, diferencindola con claridad de aquellas acciones de carcter institucionalizante que buscan, de manera totalmente legitima y tambin necesaria, desarrollar estrategias de promocin de las labores del Ministerio y sus titulares. Es decir: debe existir una clara diferenciacin entre el trabajo de la IEC y de aquellas labores destinadas a la publicidad, promocin y relaciones pblicas del Ministerio. e.- culturalmente creativa y respetuosa

    7Existen diversos trabajos sobre la participacin social en -el implemento de proyectos de salud. Como ejemplo de uno reciente, vid, Restrepo. H.E., Incremento de la capacidad comunitaria y del empoderamiento de la comunidades para promover la salud. Mxico, OPS-OMS/Secretaria de Salud de Mxico, 2000.

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    La IEC no es slo un elemento que mejore la prevencin contra la enfermedad de Chagas, sino que debe convertirse en un activo que ayude al desarrollo cultural de la comunidad. Dicho en otros trminos, utilizar exclusivamente los medios a disposicin para luchar contra el mal de Chagas es subutilizar las posibilidades que la IEC posee, por lo tanto, si bien debe centrarse en la prevencin de la enfermedad, debe tener la suficiente creatividad para interrelacionarse activamente con el conjunto de los aspectos culturales de la poblacin y coadyuvar en la mejora de los hbitos generales. Pero adems, debe ser respetuosa con la realidad cultural existente, partiendo de que el principio de la superioridad de una cultura sobre otra ha quedado obsoleto, por lo que debemos interiorizar que no nos enfrentamos a realidades culturales inferiores sino a realidades culturales distintas. Es necesario no confundir carencias formativas con carencias culturales. Por extensin el respeto a la cultura debe derivarse en respeto a la persona, a sus creencias, hbitos y costumbres, buscando la modificacin progresiva de aquellos hbitos y costumbres que perjudiquen el estado de bienestar objetivo, pero respetando aquellos que significan parte de su patrimonio personal y social. En todo caso, la modificacin progresiva de los hbitos negativos debe realizarse desde la formacin y no desde la imposicin. f.- Universal y selectiva No debe existir una contradiccin entre el derecho de toda la poblacin a acceder a capacitacin, informacin, educacin y la necesidad de desarrollar una identificacin selectiva de aquellos segmentos de la poblacin y de aquellas individualidades que poseen mayor capacidad de influencia y mejor

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    receptividad. Debe existir una IEC destinada al conjunto de la sociedad, pero debe hacerse especial nfasis en aquellos segmentos jvenes, dirigentes, etctera), que por diversos motivos poseen mayor capacidad de recepcin y van a tener una mayor influencia en la difusin de la informacin y en la modificacin del entorno. En este sentido, es fundamental desarrollar una IEC especialmente disea para los nios y jvenes, no slo por el valor potencial de estos segmentos poblacionales, sino porque, en general, pueden poseer un nivel formativo ms alto y por lo tanto una mayor apertura y una mejor capacidad de asimilacin e interiorizacin de la informacin y la capacitacin. Pero adems, es necesario identificar a los otros segmentos con mayor capacidad de involucrarse, por ejemplo las mujeres, etctera8. La IEC no puede, por lo tanto, ser homognea ni igualitarista, sino que debe regirse por unos criterios de identificacin selectiva que la haga mas operativa y funcional y mejore los resultados, sin olvidar, en ningn caso, que debe existir una base mnima comn de carcter universalizante y que no debe olvidarse ni marginarse ningn segmento social, pero implementndose una poltica de geometra variable que incida con mayor nfasis en aquellos que poseen mayor capacidad de empata. g.- local y global

    8En el interesante estudio de Caballero, A. y De Muynck, A., "Actitudes y creencias de los indios quechuas de la provincia Zudaez. ..", op, cit., se analiza la posicin de los diferentes segmentos sociales frente al vector del Chagas, manifestndose que existe una predisposicin contraria frente a la vinchuca entre las mujeres y los jvenes y una posicin mas aptica o menos combativa entre los adultos de sexo masculino que se amplia en la medida en que avanza la edad de los encuestados.

  • Directamente relacionado con las condiciones e y f, la IEC debe ser consciente de las caractersticas sociales y culturales de las poblaciones sobre las cuales se realiza la accin, comprendiendo las diferencias que existen entre los diversos grupos poblacionales y que no es posible utilizar las mismas estrategias y los mismos medios para sociedades con diferente grado de organizacin, diferentes hbitos sociales y distinto nivel de conocimiento y aproximacin frente a la enfermedad. En ese sentido no slo se deben evaluar las condiciones culturales locales, sino que se debe comprender cmo esas condiciones pueden ser variadas por aspectos externos, como la urbanizacin, el mayor acceso escolar; etctera. En ese sentido, debe estudiarse qu aspectos de la IEC tienen una aplicacin global y cuales deben ser modificadas para mejorar su utilidad frente a problemticas y situaciones locales. Esta situacin es especialmente clara en relacin al Mal de Chagas, cuya ubicacin geogrfica abarca poblaciones muy dismiles culturalmente, con diferentes formas de organizacin social y una percepcin muy variable respecto al tema. Cuadro I.- Caractersticas de una poltica de IEC

    a.- interdisciplinaria b.- integral c.- participativa socialmente d.- continuista y especfica e.- culturalmente creativa y respetuosa f.- universal y selectiva g.- local y global

    Caractersticas de la IEC

    en Chagas

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    5.- La elaboracin de una estrategia de IEC en Chagas en Bolivia La elaboracin de una estrategia de IEC vinculada fundamentalmente a combatir el Mal de Chagas en Bolivia es, sin duda alguna, una labor compleja que precisa de la colaboracin de mltiples factores. Sin embargo, es nuestra intencin avanzar en un proyecto inicial que incorpore las caractersticas desarrolladas en el capitulo previo y, sobre esa base conceptual, implementar un modelo terico pero con posibilidades reales de aplicacin practica. En este sentido, vamos a desarrollar los pasos necesarios que den lugar a la conformacin de una poltica eficaz de IEC: 1.- Estructurar un equipo interdisciplinario en IEC Debe existir un equipo interdisciplinario que acometa la planificacin organizacin y ejecucin de las tareas de IEC. Este equipo debe funcionar de manera independiente de los departamentos de relaciones pblicas y promocin y especificar con claridad estrategias a corto, mediano y largo plazo de lucha contra la enfermedad. Es importante que este equipo aproveche la experiencia y la informacin acumulada en el seno del Ministerio de Salud y posea buena capacidad para interrelacionarse con las comunidades que van a ser objeto de acciones, mediante un conocimiento adecuado de sus hbitos culturales y sociales.

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    2.- Promover la incorporacin de la IEC en la lucha contra el Mal de Chagas en todos los programas y acciones encaminadas en la lucha contra la enfermedad Para ello, es fundamental realizar una trabajo previo de auto-formacin entre el personal que trabaja en Chagas a nivel nacional, departamental y municipal. Esta auto-formacin va encaminada a promover una valoracin exacta de la importancia y el rol que cumple la IEC en torno a la prevencin y control de la enfermedad, de todo que se interiorice de manera correcta la necesidad de aplicar y presupuestar actividades de IEC en todas aquellas actividades relacionadas y se posea el conocimiento bsico o la capacidad para acceder a la informacin necesaria para cumplir con los lineamientos y con los requerimientos tcnicos mnimamente exigibles. 3.- Promover la coordinacin de la IEC dentro el Ministerio de Salud Pese a sus caractersticas diferenciadoras, es evidente que el Mal de hagas comparte un conjunto de factores con un grupo mas amplio de enfermedades, tanto por el carcter estructural de todas, es decir, por ser en gran medida consecuencia de una situacin de pobreza; o por la existencia de vectores necesariamente erradicables, etc. Es necesario integrar progresivamente los programas dedicados a enfermedades relativamente similares, como la malaria por ejemplo, en un plan estratgico que permita la utilizacin ptima de las sinergias, que evite los solapamientos, las contradicciones y la innecesaria duplicacin de esfuerzos con el gasto que esto implica. Ello no debe confundirse con la realizacin de una plan nico, sino con la comprensin adecuada de que pueden existir planes de IEC vlidos para ms de una enfermedad y que no puede pensarse que la responsabilidad de cada

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    proyecto sea la prevencin de una enfermedad determinada, sino que se debe trabajar desde la perspectiva global de que el objetivo final es la mejora general del estado de salud de la poblacin. 4. Promover la coordinacin de la IEC con otra instituciones y organismos pblicos y privados Ya hemos hablado de esta cuestin cuando analizbamos la necesaria interdisciplinariedad de la IEC en este sentido es necesario involucrar al mximo grupo posible de instituciones, motivando su participacin efectiva. En particular es necesario una coordinacin profunda con el Ministerio de Educacin, considerando que los profesores tanto del rea rural como urbana y en los diferentes niveles de educacin publica son piezas bsicas en una formacin adecuada de la poblacin. Puede realizarse un anlisis similar en cuanto a la funcin de la iglesia, el ejrcito y un conjunto ms amplio de instituciones que poseen un contacto constante y profundo con la poblacin. En este sentido sera necesario incorporar la IEC en promocin de la salud y en Chagas en particular; en los planes educativos, el desarrollo de convenios con el ejercito que incluya la formacin en la promocin de la salud en los conscriptos, etc. 5.- Estructurar una estrategia a corto, medio y largo plazo Es necesario definir una estrategia clara con objetivos a corto, a medio y a largo plazo. Con diferentes propsitos pero englobados unos en los otros. Esta estrategia podr modificarse en la medida que las circunstancias lo exijan, sin

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    embargo, todos los cambios y modificaciones deben partir de la estrategia general y deben realizarse en relacin a la mejora de los objetivos. La estrategia debe considerar las siguientes cuestiones: a.- Recursos- Deben considerarse los recursos disponibles y los potenciales. es evidente que cuanto ms recursos estn en disposicin de la poltica de IEC los resultados sern ms satisfactorios, pero la estrategia debe disearse en funcin de los recursos financieros de los que se puede disponer. b.-Capital humano No se entiende el capital humano como aquel exclusivamente perteneciente a los activos del Ministerio de Salud, sino a todos aquellos que es posible capacitar. Evidentemente, existen diferencias cualitativas entre los especialistas, que ejercen la direccin y coordinacin de la IEC, y de aquellos (lideres, estudiantes, voluntarios, etc.) que cumplen una funcin subordinada. Sin embargo el diseo de estrategia debe contar con el capital humano disponible. La capacitacin cumple un papel primordial al multiplicar las capacidades disponibles. c.- Definicin de una metodologa correcta.- La definicin de la metodologa correcta es absolutamente imprescindible, porque permite reducir el riesgo de improvisacin e implica una continuidad en todo el proceso. La eleccin de la metodologa debe partir de un proceso de

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    estudio y meditacin que implique a todos los involucrados, no solo en diseo de la IEC sino en el conjunto de los programas y proyectos involucrados. d.- Definicin de objetivos.- Deben definirse los objetivos fundamentales y subordinados tambin a corto, medio y largo plazo. Los objetivos fundamentales no buscan puramente identificar las reas de accin, sino que debe existir un compromiso serio por cumplirlos. Una estrategia est bien diseada en la medida que los objetivos son cumplibles, y stos nicamente lo son si existe una buena definicin estratgica que ha contado de manera adecuada con los recursos financieros y humanos disponibles y con la metodologa a aplicar.

  • Cuadro II.- Elaboracin de una estrategia de IEC

    Estrategia a

    corto, medio y largo plazo

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    recursos

    metodologa correcta

    Definicin de objetivos

    capital humano

    6.- Divisin de funciones: informacin, educacin y comunicacin

    Si bien es cierto que por razones metodolgicas, estamos denominando polticas de IEC a un conjunto amplio y diverso de actividades, llegado este momento es bueno esclarecer las diferencias entre cada una de las actividades, de modo que sea separa- das las funciones y sean determinadas los objetivos de cada una:

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    Cuadro III.- Divisin de funciones de la poltica de IEC

    Funciones Propsitos Medios Poblacin a la que se dirige

    Tcnicas

    INFORMACIN - Crear un clima propicio

    - Divulgar conocimientos

    - Transformar actitudes

    - Medios masivos

    (Radio, TV, etc)

    - Poblacin en

    general

    - Lideres de

    opinin

    - Periodismo

    - Publicidad Rel.

    Publicas Mercadeo

    social

    EDUCACIN - Impartir orientaciones

    - Crear destrezas

    - Contacto

    personal

    (seminarios,

    charlas, clases)

    - Profesores

    - Lideres

    - Estudiantes

    - Funcionarios

    - Del sector salud

    - Capacitadores

    - Ejercito

    - Dirigentes

    - Pedagoga

    - Trabajo Social

    - Tec. De contacto

    individual

    - Dinmicas de

    grupo.

    COMUNICACIN - Divulgar

    - Conocimientos

    - Forjar actitudes

    - Inducir prcticas

    - Medios masivos

    de contacto

    personal

    - Beneficiarios de

    los programas

    - Comunicacin para

    el desarrollo

    - Tc. De contacto

    individual de

    grupo y masas.

    Fuente:

    ,r

    Realizacin propia sobre la base de: Beltran, L R. "La salud y la comunicacin en Latinoamrica polticas, estrategias y planes", en Po una poltica de comunicacin para la promocin de la salud en Quito, UNESCO-OMS, 1994, p,5)

  • 27

    Es necesario considerar esta divisin de propsitos, medios, tcnicas y poblacin a la que va dirigida, para implementar las actividades a realizar, identificar la diversas acciones y la poblacin sobre la que se debe actuar. Evidentemente, esta divisin debe estar presente tambin en el momento de disear los planes estratgicos a corto, medio y largo plazo.

    7.- Educacin y Comunicacin del personal encargado de la IEC en salud a nivel departamental municipal y comunitario. Una vez desarrollada la estrategia es necesario implementar un proceso amplio de la capacitacin. La capacitacin debe desarrollarse a partir del plan estratgico y de los objetivos a corto, medio y largo plazo y debe abarcar tanto a las personas involucradas directamente con la IEC como aquellas indirectamente implicadas, pero que cumplen otros roles dentro del programa que les dota de un potencial capacitador, tcnicos, enfermeras, mdicos. epidemilogos, etctera.

    8.- Aplicacin de las estrategias definidas En consideracin a la coyuntura ya las necesidades emergentes, aplicar los programas a corto, medio y largo plazo.

    9.- Evaluacin La evaluacin es una necesidad imperativa par el funcionamiento ptico y eficiente de la IEC. En este sentido, es fundamental comprender qu ha funcionado, qu no ha cumplido del modo que se esperaba y que distorsiones se han produccin.

  • 28

    10.- Investigacin y reconsideracin de los resultados La evaluacin no tiene un sentido pasivo, sino que debe conformarse en un instrumento que invierta los resultados negativos y sirva para mejorar los resultados finales. En ese sentido deben reconsiderarse y reorientarse aquellas medidas que no hayan obtenido el resultado esperado. La reconsideracin de las acciones no satisfactorias deben ser integradas al plan estratgico. Al mismo tiempo es necesario introducir la investigacin como un elemento activo que permita modificar las acciones no satisfactorias y mejorar las que si han tenido resultados positivos. Dicho de otro modo, debe considerarse el proceso en su conjunto desde una perspectiva activa, de constante cambio y modificacin.

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    Cuadro IV.- Estrategia en Chagas (I)

    Elaboracin de una estrategia de IEC en Chagas

    1. Estructura un equipo interdisciplinario en IEC

    2. Promover la incorporacin de la IEC en la lucha contra el Mal de

    Chagas en todos los programas y acciones encaminadas en la lucha

    contra la enfermedad

    3. Promover la coordinacin de la IEC dentro del Ministerio de Salud

    4. Promover la coordinacin de la IEC con otras instituciones y

    organismos pblicos y privados

    5. Estructurar una estrategia a corto, medio y largo plazo

    6. Divisin de funciones

    7. Educacin y Comunicacin del personal encargado de la IEC en

    Salud a nivel departamental, municipal y comunitario

    8. Aplicacin de las estrategias definidas

    9. Evaluacin

    10. Investigacin y reconsideracin de los resultados

  • Cuadro V.- Estrategia de IEC en Chagas (II)

    Elaboracin de una estrategia de IEC en Chagas

    1.- Estructurar un equipo interdisciplinario en IEC

    3.- Estructurar una estrategia a corto, medio y largo plazo

    recursos capital humano metodologa objetivos

    educacin comunicacin

    4.- Divisin de funciones

    2.- Promover la mxima coordinacin posible de la EIC a nivel intrainstitucional e interinstitucional

    6.- Evaluacin

    informacin

    5.- Aplicacin de las estrategias definidas

    6.- Investigacin y reconsideracin

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    11.- CONCLUSIONES Como hemos visto, la enfermedad de Chagas es un complejo problema que desborda el mbito medico y se convierte en un verdadero conflicto social y cultural. En tanto no puede ser solucionado exclusivamente desde el mbito sanitario es necesario enfrentarlo desde una ptica amplia, creativa y abierta, que aborde las races de la cuestin y que comprenda que, tan importante como prestar asistencia sanitaria, es centrarse en la promocin y la prevencin de la enfermedad, entendidas como la creacin progresiva de hbitos saludables y el establecimiento de las condiciones adecuadas para su prevencin. Evidentemente, la promocin y la prevencin no puede actuar exclusivamente sobre los factores fsicos que tambin provocan la enfermedad (mala situacin de la vivienda, etc.), sino que debe actuar del mismo modo sobre las cuestiones culturales y de carcter sociolgico. y es ah donde la IEC juega un papel bsico que no debe ser subvalorado. Visto como un esfuerzo inicial por desarrollar unos parmetros de actuacin homogneos y aplicables, este documento no pretende desarrollar de manera definitiva los lineamientos de una poltica de IEC para el Mal de Chagas, sino, ms modestamente, establecer un conjunto de ideas y principios de sencilla aplicacin y que sirvan como base metodolgica para impulsar la educacin, informacin y capacitacin en el combate contra la enfermedad. En este sentido, este documento precisa, a su vez, de una aplicacin flexible e imaginativa, que sea capaz de entenderlo como una base metodolgica pero no como un dogma cerrado que debe ser usado de manera automtica sin

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    considerar las diferentes situaciones, las diversas coyunturas y las diferencias entre la poblacin sobre la que va a ser ejercida la IEC. Por eso, hemos tratado de no sentar conceptos extremadamente rgidos, porque hemos considerado ms importante establecer ideas bsicas y que estas sean utilizadas de manera ms o menos elsticas segn las necesidades concretas La enfermedad de Chagas nos afecta a todos. Afecta nuestro presente y afecta, sin duda, nuestro futuro. Por ello, la lucha contra la enfermedad de Chagas es una labor que precisa de un esfuerzo colectivo y amplio y generoso, que est mucho ms all de los intereses o de las situaciones coyunturales y que no tenga dificultad para utilizar todos los instrumentos, todos los mecanismos y todas las posibilidades a nuestro alcance. 12.- BIBLIOGRAFIA

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