POLÍTICAS PÚBLICAS, VIOLENCIA E INTERSECCIONALIDAD · cuanto a su responsabilidad estatal para...
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Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
POLÍTICAS PÚBLICAS, VIOLENCIA E INTERSECCIONALIDAD
Analia Graciela iarrar1
Resumen: Se pretende en este breve análisis, hacer una crítica a las políticas públicas argentinas, en
cuanto a su responsabilidad estatal para afrontar violencias que padecen las mujeres. Propongo para
ello, como postura de estudio al feminismo descolonial latinoamericano. Analizando como propuesta
epistemológica, política y social, la interseccionalidad (Política y estructural).Articularé identidades
como la raza, el género, la etnia, la clase, la sexualidad. Se teorizará de que manera el Estado, afronta
los tipos de violencia (Física; psicológica; sexual; económica; simbólica) y las modalidades de
violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos (Doméstica; institucional; laboral; libertad
reproductiva; obstétrico; etc.). Se enmarca este texto en casos de violencia contra las mujeres y
femicidios en la Provincia de Buenos Aires, en concordancia con el acceso a la justicia. La utilización
de la interseccionalidad, es un instrumento impulsado por el activismo, diferentes movimientos
sociales (Ni Una Menos, Casa del Encuentro, Movimiento LGBTI) quienes exigen de forma constante
al Estado, su implementación para lograr la igualdad, la justicia, y el derecho humano de las mujeres
de vivir sin violencia, ni discriminaciones.
Palabras clave: Violencias. Políticas Públicas. Género. Interseccionalidad.
INTROCUCCION AL CASO DE ANALISIS
La ciudad de Mar del Plata, (614.350 hab.) tiene un promedio de 1000 denuncias al mes por
violencia “familiar”. El procedimiento de la toma de denuncias se hace en los Juzgados de Familia o
Comisaría de la Mujer. En esta última oficina, las denuncias -en su mayoría por mujeres- son
recepcionadas por personal de la Policía Bonaerense. Dicho procedimiento se completa en un
formulario padrón. Donde la mujer tendrá dificultades para explayarse. Las preguntas, no son
personalizadas al caso en cuestión, sino que son referidas a la violencia física o psicológica.
Difícilmente la mujer tenga el espacio adecuado para declarar si hubiera sufrido violencia sexual y/o
económica. Depende el día de la semana, las denuncias son enviadas al Juzgado de Familia en el día,
donde se dicta una medida cautelar de no acercamiento mutuo, y archivo directo de la causa, sin
seguimiento alguno por el equipo interdisciplinario. En dicha ocasión, cuando la mujer presentara
lesiones visibles, es enviada a otra institución donde un profesional del Cuerpo Médico, hará un
examen físico. Este informe, excepto sea solicitado por un abogado/a, jamás es requerido por el
Juzgado de Familia. Pocas veces, la mujer solicita la remisión al Ministerio Público Fiscal,
1 Universidad Nacional de La Plata. Universidad Nacional de Mar del Plata.
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considerando que en el 80 % de estos casos, las denuncias penales son archivadas, sin investigación
previa alguna.
Si la mujer lo solicitara, cuando tuviera conocimiento de su existencia, puede pedir un
dispositivo antipánico, y asistencia psicológica. El primero, puede que tenga o no disponibilidad el
municipio, y la segunda, hay una demora de atención de unos cuatro meses para la terapia. Todas
estas idas y venidas, son en diversos puntos geográficos de la ciudad.
El caso marplatense, es el de las tantas ciudades bonaerenses. Las mujeres que acuden
a reclamar “justicia” ante juzgados o comisarías, encuentran una pared, y no más protección que un
oficio judicial -Papel que llevarán en la cartera como escudo de protección-i. Hay un porcentaje de
mujeres, que no denuncian la violencia de género que padecen, y se debe a factores múltiples:
- la falta de autonomía económica;
- la dependencia de morar en la vivienda del agresor;
- la inexistencia de atención psicológica gratuita a las víctimas de violencia de género;
- la ausencia de políticas educativas y sociales que contengan a las mujeres adolescentes y
adultas de la violencia de género;
- los patrones socioculturales y estereotipos que también están presentes en el Poder Judicial,
que minimiza las violencias físicas y sexuales de niñxs y mujeres; etc.
“IMPOTENCIA”. SENTIMIENTO DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Afirmo que, de acuerdo al caso analizado, las mujeres que sufren violencia de género rara vez,
reciben del Estado, una reparación integral a las agresiones de toda índole padecida. Así, la impunidad
hace que mujeres no soliciten tutela penal ni civil.
"La impunidad por los actos de violencia contra la mujer agrava los efectos de dicha
violencia como mecanismo de control. Cuando el Estado no responsabiliza a los infractores, la
impunidad no solo intensifica la subordinación y la impotencia de quienes sufren la violencia, sino
que además envía a la sociedad el mensaje de que la violencia masculina contra la mujer es a la vez
aceptable e inevitable. Como resultado de ello, la pautas de comportamiento violento resultan
normalizadas”.ii
La impunidad, explica la antropóloga Segato, puede ser descrita en tres aspectos:
1. Ausencia de acusados convincentes para la opinión pública;
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2. Ausencia de líneas de investigación consistentes; y
3. La consecuencia de las dos anteriores: el círculo de la repetición sin fin de este tipo de
crímenes. iii
El caso marplatense, es el resultado de legislación neutra, sin perspectiva de género. La
realidad normativa, es que no existe sanción alguna para los malos tratos, como sí reconoce la
legislación española en su Código Penal.
Así, una mujer que realiza una denuncia tras otra bajo el marco de “violencia familiar”,
podrá constatar como cada uno de esos legajos se irá archivando uno tras otro. La “habitualidad”
del mismo agresor en la violencia familiar no es agravante para el Poder Judicial, no lo toma en
cuenta, porque toma como eje de resolución al al hecho, y no a la sujeta.
Afirmo la existencia de vacíos y lagunas del derecho, antes los diferentes modos y tipos de
violencia de género. En la mayoría de los casos, la mujer llega a la Comisaría de La Mujer, sin
asistencia letrada durante todo el proceso judicial. En dicha instancia, la mujer no comprende si puede
o no instar una acción penal, lo cual sólo ante casos gravísimos, se necesita recorrer un largo camino
en el fuero penal para lograr algún tipo de sanción hacia el agresor.
Ante la violencia física, económica, psicológica, los jueces y juezas de familia, sólo se remiten
a “alejar los cuerpos, por un plazo determinado”, y si la mujer requiere otro tipo de reclamo o
asistencia debe contratar una abogada particular (O recurrir a las Defensorías Públicas.).
Aquí nuevamente la impotencia, que la violencia de género produce a las mujeres y niñas,
en los ámbitos familiares, sumado a ello las formas entrecruzadas de discriminación por el género,
por la clase social, orientación sexual, condición de migrante, etc.
La problemática de la situación legislativa de la violencia de género en Buenos Aires, ley
12569, es una normativa arcaica, que ilegitima y discrimina la violencia que padecen las mujeres en
el ámbito privado de la familia, con la desprotección y la falta de reconocimiento y reparación por
parte del Estado, emitiendo no más que órdenes de no acercamiento por determinados días.
HERRAMIENTAS JURÍDICAS DE ANÁLISIS. EL DERECHO DE LAS MUJERES A VIVIR
UNA VIDA SIN VIOLENCIA
Los derechos humanos de las mujeres, fueron un constante reclamo por el Movimiento
Social de las Mujeres, fue la Conferencia Mundial sobre derechos Humanos, de Viena -1993- que se
reconoció expresamente el carácter de que los derechos de las mujeres son derechos humanos al fin.
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Se afirmó en dicho informe la preocupación por las diversas formas de discriminación y violencia a
que siguen expuestas las mujeres en todo el mundo.
En el punto 38, del Informe de Viena 1993, la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos subraya en especial la importancia de la labor destinada a eliminar la violencia contra la
mujer en la vida pública y privada, a eliminar todas las formas de acoso sexual, la explotación y la
trata de mujeres, a eliminar los prejuicios sexistas en la administración de la justicia y a erradicar
cualesquiera conflictos que puedan surgir entre los derechos de la mujer y las consecuencias
perjudiciales de ciertas prácticas tradicionales o costumbres, de prejuicios culturales y del extremismo
religioso. (..) iv
En 1994, Argentina Reforma la Constitución Nacional Argentina, e incorpora a su
articulado con su misma jerarquía, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW), luego más tarde, se otorga jerarquía constitucional a la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -
"Convención De Belem Do Para".v
Entonces, si bien Argentina ha ratificado e incorporado a su legislación, instrumentos
internacionales para la protección de los derechos humanos de las mujeres, reconocimiento en el
derecho –de iure- el Estado tiene enormes deficiencias a la hora de poner en marcha la erradicación
y sanción de las violaciones a aquellos derechos humanos de las mujeres, estamos ya centrándonos
en el problema.-
Ante la ineficacia de la tutela judicial en el acceso a la justicia, estamos frente a lo
establecido como definición de discriminación contenida en el artículo 1 de la CEDAW, cuando
señala que “cualquier distinción, exclusión o restricción que tenga por objeto o por resultado reducir
o anular el reconocimiento, el disfrute o el ejercicio por las mujeres de sus derechos humanos y
libertades fundamentales constituye discriminación, incluso cuando no sea en forma intencional. Es
decir, el trato idéntico o neutro de la mujer y el hombre podría constituir discriminación contra la
mujer cuando tuviera como resultado o efecto privarla del ejercicio de un derecho al no haberse tenido
en cuenta la desventaja y la desigualdad preexistentes por motivos de género.
En cuanto a la protección jurídica de las mujeres, la Recomendación Nº 28 del
Comitévi, interpreta el art. 2 subpárrafo c, punto 33 y 34 y dice que:
Los Estados partes deben asegurarse de que la mujer pueda invocar el principio de igualdad
en apoyo a las denuncias de actos de discriminación cometidos en violación de la Convención por
funcionarios públicos o actores privados. Los Estados partes deben además asegurarse de que haya
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recursos asequibles, accesibles y oportunos para la mujer, así como asistencia y ayuda jurídicas, según
sea necesario, y de que esos recursos se determinen en una audiencia justa por un juez o un tribunal
competente e independiente, según proceda. Cuando la discriminación contra la mujer también viole
otros derechos humanos, como el derecho a la vida y la integridad física, por ejemplo en los casos de
violencia doméstica y otras formas de violencia, los Estados partes están obligados a iniciar acciones
penales, llevar a los infractores a juicio e imponer las sanciones penales correspondientes. (..) Pero
nada de ello, ocurre en los casos de violencia en Buenos Aires.
Año 2009, se aprueba la “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”vii, una
ley de carácter nacional donde trató de conjugar los principios de tres convenciones internacionales:
- Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.
- Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
- La Convención sobre los Derechos de los Niños y la Ley 26.061 de Protección Integral de los
derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Este plexo normativo, no pasó más que a ser un corpus sistemático de definiciones, con graves
deficiencias a la hora de crear las políticas públicas para combatir y sancionar la violencia de género
ni creación homogénea de procedimientos para el Acceso a la Justicia como derecho humano de las
mujeres, en todo el territorio nacional. Definiendo la violencia como (Art.4):
“Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación
desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las
perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos
de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica
discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”.
Así, desde la misma definición de la ley nacional de “protección integral”, indica que
se considera violencia indirecta las prácticas discriminatorias que pongan a la mujer en desventaja
con respecto al varón. Y así una denuncia tras otra, la Justicia es ciega ante las violencias que padecen
las mujeres bonaerenses.
ACCESO A LA JUSTICIA PARA LAS MUJERES VÍCTIMA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), define el concepto de
"acceso a la justicia" como el acceso de jure y de facto a instancias y recursos judiciales de protección
frente a actos de violencia, de conformidad con los parámetros internacionales de derechos humanos.
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Agrega, que la Justicia debe otorgar a las mujeres victimas de violencia respuestas idóneas para que
estos hechos no queden impunes.
El sistema interamericano reconoce que la violencia contra las mujeres y su raíz, la
discriminación, es un problema grave de derechos humanos con repercusiones negativas para las
mujeres y la comunidad que las rodea, y constituye un impedimento al reconocimiento y goce de
todos sus derechos humanos, incluyendo el que se le respete su vida y su integridad física, psíquica y
moral.
Acceso a la justicia, es un derecho de todas las mujeres latinoamericanas, bien público
del que deben gozar por igual todos los seres humanos sin discriminación. Los recursos judiciales
deben ser rápidos, sencillos, idóneos e imparciales de manera no discriminatoria, para investigar,
sancionar y reparar estos actos prevenir la impunidad.
La Declaración Americana y la Convención Americana han establecido un conjunto de
principios básicos y obligaciones relacionados con el derecho de acceder a una adecuada protección
judicial. Así es responsabilidad de los estados el deber general de investigar con debida diligencia en
los casos de violencia de género.
“Como consecuencia de esta obligación los Estados deben prevenir, investigar y sancionar
toda violación de los derechos reconocidos por la Convención y procurar, además, el
restablecimiento, si es posible, del derecho conculcado y, en su caso, la reparación de los daños
producidos por la violación de los derechos humanos”. (Corte I.D.H., Caso Velásquez Rodríguez,
Sentencia del 29 de julio de 1988, Serie C No. 4, párr. 166).viii
Tanto la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer, conforman el bloque de protección, para las mujeres al acceso
a la justicia.
La CIDH examinó los principios consagrados en la Convención de Belém do Pará en su
informe de fondo sobre el caso de Maria da Penha Maia Fernandes, víctima de violencia doméstica
en Brasil al convertirse trágicamente en parapléjica como consecuencia del abuso físico y los
atentados de homicidio perpetrados por su esposo, a pesar de haber presentado varias denuncias ante
el Estado. En la resolución de este caso, la Comisión aplicó por primera vez la Convención de Belém
do Pará y decidió que el Estado había menoscabado su obligación de ejercer la debida diligencia para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia doméstica, al no condenar y sancionar al victimario
durante 15 años.ix
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En toda la actividad recursiva internacional que se presenta ante la CIDH, se ha
establecido que los estados que forman parte de la Organización de los Estados Americanos, serán
responsables por las violaciones al deber de investigar con debida diligencia en los casos de violencia
de género mediante la omisión de toda actividad investigativa y la realización de investigaciones
aparentes, o cuando hubiera ausencia de toda actividad investigativa, ni utilizar estereotipos de género
(Mujeres vulnerables, promiscuas, madres, Etc.)x
Vale preguntarse, que acciones debemos recorrer, que denuncias ante la Corte
Suprema (CSJN) haremos, a fin que se cumpla la Acordada de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, que el órganismo Judicial Supremo de la Argentina mediante Acordada 5/2009 adhiere a las
100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad.
Debemos instar, a la CSJN, que reitere la obligatoridad de aplicación de dichas Reglas a los Juzgados
inferiores.
VIOLENCIA: MUJERES TRANS Y TRAVESTIS
La activista Lohana Berkins (1965-2016), hizo una crítica hacia las Convenciones sobre
derechos humanos, manifestando que aquéllas están fuertemente basadas en una matriz heterosexual,
que desconoce la orientación sexual o la identidad de género de las personas como causales de
discriminación, sometimiento, esclavitud y tortura. Hace una diferenciación entre víctimas inocentes
y culpables (Identidades disidentes). “¿Quiénes son las víctimas culpables? Generalmente somos las
prostitutas, negras, villeras, travestis, bolivianas, las mujeres y, usualmente, estamos atravesadas por
la pobreza.”xi
Las mujeres trans y travestis -especialmente migrantes y en estado crítico de vulnerabilidad-
vienen sufriendo en los últimos meses, persecuciones y vejaciones policiales. Pero el activismo por
los derechos humanos, comenzó a interponer acciones de hábeas corpus, y lograron el precedente
Jurisprudencial “Zambrano” en La Plata (Bs.As.), que entre otras consideraciones se advirtió “graves
irregularidades en el procedimiento [policial], por no respetar el más mínimo pudor y dignidad de las
personas requisadas, que el personal policial actuó de modo abusivo e ilegal. Declarando de inmediato
la nulidad del procedimiento policial. La Justicia Penal sostuvo que “De acuerdo a la filmación, las
personas abordadas fueron obligadas a desnudarse en plena calle. Se les hizo quitarse hasta la ropa
interior, ponerse en cuclillas y alumbradas para ver si tenían drogas. El acto fue vejatorio en grado
sumo”. Este fallo histórico, prohíbe las requisas en la calle y en las comisarías, reconoce a las mujeres
trans y travestis migrantes derechos básicos, que no estaban siendo respetados en los procedimientos
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policiales, pero tampoco reconocidos como vejaciones por parte del Poder Judicial y el Ministerio
Público Fiscal, por lo que son sistemáticos y repetidos. En la actualidad 34 mujeres trans y travestis
peruanas y ecuatorianas se encuentran detenidas en la Unidad Carcelaria Nº 32 de F. Varela por
infracciones a la ley de estupefacientes (…)”.xii
Un hito histórico para la militancia social Argentina, fue el primer informe ante el Comité
de la CEDAW/ 2016 en Ginebra, en cabeza de Claudia Vásquez Haro. Por primera vez una activista
por los derechos humanos de las mujeres trans y travestis, expuso ante el Organismo Internacional
un informe sobre la situación de las mujeres trans, su autonomía laboral y física, persecución
institucional, y la violencia padecida en diversas ciudades argentinas. xiii
Luego de una década de reconocimientos de derechos, como el matrimonio
igualitario, la ley de identidad de género, la ley de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres, la tipificación en el Código Penal de la Trata de Personas,
el endurecimiento de penas contra el femicidio y otros crímenes por odio, etc., se percibe un
estancamiento de las políticas de reconocimientos y representación, con las repercusiones económicas
que para las clases oprimidas conlleva. xiv
POLÍTICAS PÚBLICAS E INTERSECCIONALIDAD
Analizando, las políticas públicas de género en Argentina afirmo que la planificación
de las mismas debería venir de la mano con el tipo de gestión democrática del país analizado. En este
marco de ideas, “el Derecho puede ser entendido como un poderoso discurso social, de los roles, las
posiciones correspondientes y la relación de los géneros en sí, no pueden comprenderse (...) sino se
considera la contribución que brindan a estos efectos no sólo las leyes, sino también las instituciones
(...), y también los discursos y el hablar de los jueces a través de sus sentencias”. Se dice que la
planificación se aproxima a un proceso o práctica comunicacional en la que se involucra a actores
con el fin de conseguir consensos sobre los objetivos a seguir.xv
Así ha sucedido con los derechos humanos de las mujeres, siendo los
movimientos sociales que a través de diversos procesos de comunicación y discursos uniformes, han
persistido en la lucha para el logro de la igualdad y autonomía y la justicia de género. Las políticas
públicas son una herramienta de gestión pública para impulsar y lograr transformaciones hacia
mayores niveles de justicia y avanzar hacia el aniquilamiento de los problemas de desigualdades y
discriminaciones que afectan a las mujeres.
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Las políticas públicas, deben avanzar para erradicar la violencia que padecen las
mujeres, cumpliendo con las características de buena política pública. ¿La política Argentina es de
tal calidad? ¿Incluye contenidos, instrumentos, mecanismos, modificaciones institucionales, reformas
legislativas y previsión de resultados?xvi A las resultas de los datos estadísticos me remito, y la
respuesta es no.
En año 2016 en Buenos Aires, se registraron más 85.607xvii denuncias por violencia en el
fuero de los Juzgados de Familia y de Paz. Con nula tarea investigativa, ni seguimiento de caso, solo
se determina una mediada cautelar de no acercamiento y archivo de la causa. Lo que estoy afirmando
es la existencia de violencia institucional o estatal, que devela que la no intervención estatal de forma
neutral, también genera nuevas formas de violencia hacia las mujeres, generando nuevamente un
círculo de victimización y desatención al derecho humano de vivir una vida sin violencia. Más, los
informes ante el Comite Contra la Tortura quinto y sexto informe periódico de la Argentina
(CAT/C/ARG/5-6)/2017 , Punto 35:
“El Comité reitera su preocupación, (…) respecto a la discriminación por perfil, los malos
tratos y los allanamientos violentos de personas afrodescendientes y migrantes de otros países
latinoamericanos por parte de las fuerzas de seguridad. (…) las requisas vejatorias de
personas transgénero y travestis en la vía pública y en los puestos policiales, así como las
detenciones en condiciones humillantes, particularmente en la provincia de Buenos
Aires.”xviii
Dan cuenta que las mujeres, mujeres trans y travestis, se encuentran atravesando una
situación de subordinación ante la violencia privada y pública, sumado a ello una falta de tutela
judicial en todas sus facetas.
Esta invisibilización institucional, indefensión y falta de reconocimiento al derecho
de las mujeres a una vida libre de violencia de género, refleja una política estatal marcada por
relaciones de poder y dominación hacia las mujeres, “minimizando el conflicto.”xix Continúa
Bodegón González que “… una idea muy común de los juristas es negar el conflicto. Es decir, reducir
lo que son conflictos sociales a conflictos individuales. Afirmar que cuando estamos ante una
violencia en el ámbito de la pareja, no estamos ante un fenómeno estructural, no estamos ante una
manifestación de esas relaciones de poder, sino que sencillamente estamos ante una disputa entre
dos personas (…) se intenta negar lo que son esos conflictos de poder”.
Argentina se adhiere al enfoque unitario para la implementación de políticas públicas -Puede
verificarse: Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia
contra las mujeres (2017-2019)-. Plan de Gobierno que elabora únicamente Políticas de igualdad de
Género, insertando en un calendario diferentes acciones positivas escalonadas, sin tener en cuenta
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otras intersecciones como la raza, la migración, mujeres de pueblos originarios, y mujeres trans y
travestis de países limítrofes, la orientación sexual, la pobreza, la discapacidad, la edad, etc.xx
Lugonesxxi pone en práctica el enfoque integrado para el estudio de la intersección de
raza, clase, género y sexualidad para entender la preocupante indiferencia que los hombres muestran
hacia las violencias que sistemáticamente se infringen sobre las mujeres de color: mujeres no blancas;
mujeres víctimas de la colonialidad del poder e, inseparablemente, de la colonialidad del género;
mujeres que han creado análisis críticos del feminismo hegemónico. Ella afirma que es necesario
problematizar la indiferencia hacia las violencias que el Estado, el patriarcado blanco, intreracciones
que se perpetúan contra las mujeres.
Un enfoque integrado estará compuesto no sólo por la perspectiva de género, y
acciones positivas, sino también por la conjunción de Políticas y Acciones Antidiscriminatorias. De
esta manera, la interseccionalidad, como método sociológico, sirve para interpretar y abordar los
cruzamientos de desigualdades. Desde el ámbito jurídico podemos señalar que hacer hincapié en el
Género, no es el único factor de exclusión que atraviesan las sujetas. La interseccionalidad se entiende
como el instrumento de utilidad para comprender la forma en que funcionan los sistemas cruzados de
exclusión que afectan a las mujeres. La idea, es entender que el patriarcado no se puede comprender
(ni combatir) si no es en relación con el resto de sistemas con los que interactúa con el fin de
mantenerse, a menos que tomemos como referencia una experiencia femenina de nuevo excluyente.
xxii
Son los Movimientos Sociales como Ni Una Menos, Casa del Encuentro, Movimiento LGBTI
quienes exigen de forma constante al Estado, la implementación de políticas públicas (Reconociendo
y reparando derechos) para lograr la igualdad, la justicia, y el derecho humano de las mujeres de vivir
sin violencia, ni discriminaciones. Donde la teoría jurídica feminista no puede estar ajena.
Citas
i Ley de violencia familiar bonaerense Nº 12.569.
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-12569.html
ii https://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-
la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf
iii Segato, Rita L., “La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez”, Buenos
Aires, Tinta Limón, 2013. Pág. 17.
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iv Declaración y Programa de Acción de Viena, en
http://www.un.org/es/development/devagenda/humanrights.shtml
vhttp://www.cepal.org/cgibin/getProd.asp?xml=/mujer/noticias/noticias/3/44473/P44473.xml&xsl=/
mujer/tpl/p1f.xsl&base=/tpl/imprimir.xsl
vi http://www.right-to-education.org/es/resource/cedaw-recomendaci-n-general-28
vii http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/150000-154999/152155/norma.htm
viii http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_04_esp.pdf
ix http://www.cidh.oas.org/women/Brasil12.051.htm
x ACCESO A LA JUSTICIA PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA, EN LAS
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xi Maffia Diana (y otras) Editorial Jusbaires, 2016. “Género, Esclavitud y Tortura”, La Experiencia
Travesti: Entre las transformaciones legales y la persistencias de las prácticas. Pág. 57 y ss.
xii https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-4766-2016-09-28.html
xiii http://otransargentina.org/2016/11/29/informe-cedaw/,
https://www.defensorba.org.ar/ovg/pdfs/Informe-Comite-Derechos-Humanos-ONU-2016.pdf
xiv Fraser, Nancy. “La justicia social en la era de la política de identidad: redistribución,
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pág. 83 y ss. En sitio: http://www.trabajo.gov.ar/downloads/igualdad/08ago-dic_fraser.pdf
xv Lira, Luis, “Revalorización de la planificación del desarrollo”, en Revista CEPAL Nº 59, Santiago
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xvi Lahera, Eugenio, “Política y políticas Públicas”, CEPAL, 2004, Santiago de Chile, Pág.8.
xvii http://www.scba.gov.ar/servicios/violenciafamiliar/TipoDeAgresion.pdf.
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xx http://www.cnm.gob.ar/pnacerrviomuj.php
xxi Lugones, María, Colonialidad y Género. 2008. Localización: Tabula Rasa: revista de
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xxii Ruth María. Tesis doctoral “Feminisme, dret i immigració: una crítica feminista al dret
d'estrangeria.” 2005 – En https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=7584 pág. 482.
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Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
VIOLENCE, PUBLIC POLITICS, GENDER AND INTERSECTIONALITY
Abstract: It is intended in this brief analysis, to criticize Argentine public politics, in terms of it’s
responsibility as a State to address violence suffered by women. I propose, as a study position, Latin
American decolonial feminism. Analyzing intersectionality (political and structural) as an
epistemological, political and social proposal. I articulate identities based on subjective criterias such
as race, gender, ethnicity, class, or sexuality. I theorize how the State confronts different types of
violence (physical, psychological, sexual, economic, symbolic) and violence against women in
different contexts (domestic, institutional, job, reproductive freedom, obstetric; etc.). This text is
framed in cases of violence against women and femicides in the Province of Buenos Aires, in
accordance with access to justice. The use of intersectionality is an instrument driven by activism,
and different social movements (Ni Una Menos, Casa del Encuentro, LGBTI Movement) which
constantly requests its implementation to the State, in order to achieve equality, justice, and
application of Human Rights of women to live without violence, or discrimination.
Keywords: Violence. Public Politics. Gender. Intersectionality.