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Mestizaje y de-colonización: dos miradas sobre la cuestión indígena

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Mestizaje y de-colonizacin: dos miradas sobre la cuestin indgenaEl pasado 1 de enero se cumplieron 21 aos del levantamiento indgena en Chiapas, de entonces a la fecha se han escrito muchos artculos periodsticos y acadmicos que han pretendido explicar qu ocurri, cmo ocurri y sobre todo qu es lo que todava est ocurriendo. Deseo aprovechar este espacio y el aniversario del acontecimiento mencionado para exponer algunas de las ideas ms importantes de lo que se conoce como el pensamiento de-colonial y contrastarlas con las tesis del mestizaje cultural. Por favor, sintanse libres de interrumpirme en cualquier momento si algo de lo que expongo ahora no es lo suficientemente claro. Vamos a partir de una primera distincin, la que hay entre los hechos y las interpretaciones. Un hecho es algo que acontece en un lugar y un tiempo determinado. Una interpretacin es la explicacin del significado que tiene aquello que sucede. En el caso de la rebelin indgena en Chiapas, los hechos pueden contarse a partir de la madrugada del 1 de enero de 1994 cuando el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional (EZLN) atac y tom las cabeceras de siete municipios de Chiapas. De ah para ac el relato de los hechos es largo; debe contarnos, por ejemplo, de los 57[footnoteRef:1] muertos y 40 heridos que dejaron los primeros 25 das del conflicto armado, debe hablar sobre la Primera y hasta la Sexta Declaracin de la Selva Lacandona, hablar tambin del hostigamiento militar y paramilitar a las poblaciones adherentes al movimiento indgena zapatista y contarnos de los muchos foros, mtines, marchas y actos pblicos que los zapatistas han realizado con el apoyo masivo de la sociedad civil, as como de los varios intentos del Gobierno Federal de establecer comisiones y mesas de dilogo para solucionar el conflicto, desde la COCOPA y los Acuerdos de San Andrs hasta las declaraciones de Vicente Fox. Por supuesto tambin son hechos la figura del subcomandante Marcos, la Otra Campaa, las Juntas de Buen Gobierno y los Caracoles. [1: La versin del gobierno habla de 108. ]

Otra cosa es, en cambio, hablar sobre el significado que tienen todos los acontecimientos que se derivan o tienen relacin con la rebelin zapatista, pues como sabiamente ensea un dicho popular todo depende del cristal con que se mire. Existe, por ejemplo, una versin oficial que, por lo menos en los inicios del conflicto, intent explicar los hechos no como un movimiento indgena sino como la agresin de un grupo violento, armado en contra de la tranquilidad de las comunidades, la paz pblica y las instituciones del gobierno[footnoteRef:2], agresin que, segn esta interpretacin, no tena relacin con la situacin de pobreza y carencias presentes en Chiapas por lo cual, quienes la llevaron a cabo tenan que ser extranjeros, profesionales de la violencia o bien gente que por engao, presiones o aun por desesperacin, acept participar. Dado que esta es una conferencia de carcter filosfico y no poltico, voy a tener que dejar para otra ocasin el debate que inspira el cristal que interpreta de este modo la rebelin indgena en Chiapas. Voy a concentrarme entonces, como deca al principio, en la interpretacin que de los hechos dan dos diferentes puntos de vista propiamente filosficos. [2: Palabras de Carlos Salinas de Gortari. ]

Por un lado est el punto de vista del mestizaje cultural que sostiene entre otros autores, Bolvar Echeverra (filsofo ecuatoriano 1941-2010), y por el otro la perspectiva del pensamiento de-colonial uno de cuyos representantes es Walter Mignolo (semilogo argentino 1941). Para hacer notar la diferencia entre ambas teoras vamos a partir, como es usual en filosofa, de una pregunta que adems se relaciona con el tema de la rebelin zapatista. La pregunta es la siguiente: pueden los indgenas ser actores polticos autnomos, es decir, tener la autoridad para decidir por s mismos el gobierno del territorio donde habitan? Desde el punto de vista oficial la respuesta a esta pregunta es que no, porque conceder a los indgenas de Chiapas la categora de sujetos polticos con autonoma es equivalente a dotarlos de un privilegio que no tienen los dems ciudadanos de nuestro pas. En efecto, la idea de un Estado-nacional que se gobierna por una Constitucin poltica es la de considerar a todos sus habitantes como iguales ante la ley. De esta manera, al menos en el papel, quedan eliminadas las diferencias que podran darle ventajas a un ciudadano en relacin con otro en algn conflicto poltico. Por esta razn es que la peticin de autonoma para los pueblos indgenas en Chiapas y en otras regiones se vuelve tan problemtica, porque de reconocerla, el gobierno permitira que no todos los ciudadanos estn sometidos a las mismas leyes, sino que habra excepciones o privilegios. El principio de universalidad de las normas jurdicas niega la posibilidad de que los indgenas se gobiernen a s mismos. Entonces, segn este punto de vista los indgenas deben, en su calidad de ciudadanos y tal como lo hacen todos los mexicanos, elegir representantes y gobernarse segn las leyes que rigen a todo el territorio nacional, no hay por qu concederles el privilegio de la autonoma. Ahora vamos a ver porqu la respuesta del mestizaje cultural y del pensamiento de-colonial son diferentes a la de la versin oficial y tambin diferentes entre s. Son diferentes a la respuesta oficial en primer lugar porque ambas posturas reconocen el hecho histrico de la Conquista (de los espaoles hacia los pueblos indgenas de nuestro continente) como antecedente ineludible para interpretar el reclamo indgena por la autonoma. El mestizaje cultural, que a su manera sostuvo el filsofo Bolvar Echeverra, nos dice que lo que aconteci en Chiapas es evidencia de que la Conquista que se inici en 1492 todava no ha sido terminada es una conquista inconclusa, dice el autor, porque el curso normal de un proceso de conquista es que un pueblo (en este caso, los espaoles) al imponerse violentamente sobre otro pueblo (los indgenas) lo destruya para utilizar los restos de la cultura sometida a su favor. Una Conquista, dice Bolvar, es entonces un apartheid, apartheid quiere decir segregacin, apartamiento, hacer a un lado. Es decir, se trata de poner de un lado a los vencedores de la guerra; los conquistadores, y de otro lado, apartados (en las montaas, por ejemplo), poner a los vencidos, los conquistados. Pero la segregacin de la Conquista no se concluy, dice Bolvar, porque en lugar de eliminar por completo a los pueblos indgenas y poner en su lugar la cultura europea, lo que aconteci durante los primeros siglos de la Colonia fue una mezcla, una combinacin entre ambas civilizaciones; la europea y la indgena, es decir un mestizaje. La integracin o la re-produccin de los elementos culturales europeos en la vida de las comunidades indgenas de nuestro continente, fue relevante porque de alguna manera permiti que las culturas indgenas sobrevivieran al exterminio total, pues al imitar el estilo de vida de los espaoles, introducan en este modo de ser europeo sus propias formas de vida y visiones del mundo. Para Bolvar Echeverra, la posibilidad de un mestizaje entre dos tipos diferentes de civilizaciones vuelve a hacerse presente cuando los indios de Chiapas muestran su inconformidad en una rebelin armada contra el gobierno mexicano. Porque lo que la rebelin zapatista significa, para la teora del mestizaje cultural que sostiene Bolvar, es una crtica a las normas de una repblica (neo) liberal y capitalista que para reconocer a los indgenas como con-nacionales, es decir ciudadanos, tiene que exterminar las tradiciones que los hacen diferentes a nuestro estilo de vida urbano, moderno o civilizado. En este sentido, para Bolvar, el Estado mexicano solo puede llegar a resolver el conflicto indgena en Chiapas cuando acepte un dilogo de igual a igual con los rebeldes y ms que una autonoma, se permita la mezcla o combinacin de sus formas de vida con las nuestras. Para Bolvar Echeverra entonces, la rebelin zapatista abri la puerta para que el gobierno mexicano abandone la lgica de la Conquista (exclusin o el exterminio de los indgenas) que comenz en 1942 y que todava est presente y se decida por la va del enriquecimiento mutuo entre civilizaciones, esta es a grandes rasgos el punto de vista del mestizaje cultural. Desde la otra perspectiva, la del pensamiento de-colonial, la rebelin zapatista se interpreta como una sacudida a la tradicin que ha pensado los problemas de la cuestin indgena en la poltica de nuestro continente y la razn es muy simple: la historia que conocemos es la que nos cuentan los que han vencido (los espaoles, los europeos), pero esta vez, con el levantamiento armado de los indgenas en Chiapas tenemos la oportunidad escuchar el mismo relato pero en voz de los vencidos. Podemos empezar por sealar entonces este primer principio del pensamiento de-colonial: que es el de reconocer que en todo acontecimiento histrico la verdad nunca est en uno solo de los relatos a travs de los cuales se describen los hechos [esto lo podemos ver fcilmente si pensamos en las noticas que escuchamos, vemos o leemos en la radio, la televisin y los peridicos; aunque sea una misma noticia, cada medio noticioso la cuenta a su modo, es decir que siempre habr una manipulacin voluntaria o involuntaria de la versin de los acontecimientos para fines informativos].En este sentido, el movimiento zapatista que se reconoce heredero de los 500 aos de luchas indgenas en nuestro continente, adquiere relevancia porque nos permite descubrir el proceso a travs del cual una sola interpretacin se difunde como la nica verdad [la versin oficial, o la verdad histrica]. El argentino Walter Mignolo ha llamado a este proceso la colonialidad del poder, que voy a explicar ahora. En trminos filosficos [digo filosficos porque si ustedes van al diccionario no encontrarn esta definicin] colonizar significa imponer los valores culturales propios en territorios y poblaciones ajenos. Esta imposicin es una dominacin en la medida en que las poblaciones que se ven obligadas a aceptar los valores de otras culturas no lo hacen generalmente de forma voluntaria sino casi siempre sometidos a un poder que los subordina, es decir que los coloca en peldaos inferiores en una escala de valores. El ejercicio de dominacin de ciertos valores culturales sobre otros es lo que Mignolo llama colonialidad del poder. Segn Mignolo la colonialidad opera en cuatro dimensiones generales de la vida, estas cuatro dimensiones, como ahora veremos estn plenamente identificadas en el movimiento zapatista. En primer lugar tenemos la dominacin econmica. Lo que la colonialidad implica en este mbito es la apropiacin o el control por parte de un poder extranjero de los recursos naturales, financieros, las fuentes de empleo, el comercio en fin todo lo que pueda generar riqueza propia. No por nada, y esto nunca hay que olvidarlo, los zapatistas eligieron como fecha para iniciar su levantamiento armado el mismo da de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (Mxico-EUA-Canad). En segundo lugar est la dominacin poltica que es cuando quien ejerce el poder colonial no reconoce como vlidas las autoridades originarias de un pueblo sino que las desmantela y en su lugar instituye formas de gobierno completamente ajenas. Piensen por ejemplo en la figura del virrey en sustitucin del emperador azteca, o en toda la estructura del derecho que actualmente regula nuestras sociedades en oposicin a las llamadas usos y costumbres de los pueblos indgenas. Imponer una forma de gobierno sobre la otra es la colonialidad poltica del poder. El reclamo de los pueblos indgenas por el reconocimiento de su autonoma apunta al corazn de esta forma de dominacin. En tercer lugar tenemos la dominacin social o cultural, donde tambin entra la dominacin del gnero y la sexualidad. Esta forma de colonialidad del poder invade mbitos muy amplios de nuestras relaciones y por ser tan extendida, es menos percibida que la dominacin econmica o poltica. Voy a poner solo un ejemplo, el ms comn que se me ocurre, eso que conocemos como racismo; el racismo es aceptar o sentir agrado con mayor facilidad por la personas de piel blanca [ojos claros, pelo rubio] y por el contrario sentir rechazo ms fcilmente hacia personas de piel morena, pelo negro, o para decirlo en una sola frase por gente con rasgos indgenas. Cuando tenemos aptitudes racistas lo que hacemos es aceptar una escala de valores en la que lo blanco, que en nuestro continente es sinnimo de lo europeo o lo extranjero, se pone en lo ms alto, y por tanto se convierte en lo deseable, y por el contrario lo negro, lo oscuro o lo moreno, que se pone en lo ms bajo y por tanto se convierte en lo indeseable. Por ltimo, la cuarta dimensin de la vida en donde es evidente que nuestra cultura est sometida a una dominacin colonial, es la dimensin del conocimiento (dimensin epistemolgica, como diramos en filosofa). A mi parecer est es la ms brutal de todas porque gracias al control del conocimiento que lo colonizador ejerce sobre lo que se deja colonizar, es que las otras tres dominaciones pueden pasar inadvertidas, pero por eso mismo explicar cmo se maneja la colonialidad del saber es lo ms difcil, pues para poder verla tenemos que estar dispuestos a des-aprender lo ya aprendido. Con esto no quiero decir que debamos olvidar todo lo que en aos de ir a la escuela hemos podido conocer sobre geografa, historia, fsica, matemticas, etc. Lo que digo es que la colonialidad del poder en el mbito de conocimiento impone formas tan excluyentes, tan disciplinarias para aprender sobre el mundo, en todas las esferas en donde el ser humano puede acumular y transmitir saberes, que para darse cuenta de que existen conocimientos que pueden ser entendidos, explicados y sobre todo vividos de una manera distinta, debemos poner en duda la veracidad de los relatos con los que hemos crecido, y no porque esos relatos nos digan mentiras sino porque dichos relatos han sido contados a costa de excluir otros conocimientos del mundo para obligarnos a mirar, a pensar, a hablar y a conocer solo aquello que el poder colonial mira, piensa, habla y conoce, pero con una diferencia, que nosotros como subordinados a ese poder nunca podremos producir conocimiento vlido y sino que siempre vamos a tener que re-producirlo, adquirirlo ya hecho pero no generarlo por nosotros mismos. De acuerdo a Mignolo los zapatistas significan la inversin, la vuelta de tuerca, tambin en este mbito, porque invitan a pensar en otro conocimiento terico y prctico del mundo, un mundo donde quepan muchos mundos, no solo el europeo o el mundo moderno, o el mundo civilizado, o como se le quiera llamar, sino un mundo en el que cada quien pueda contar su propia historia y que no est sometido a ninguna lgica de poder y sometimiento, por eso, el suyo, dice el autor, es un pensamiento de-colonial, es decir que destierra lo colonizador y lo colonizado. Solo despus de erradicar estas dimensiones de control a las que estamos sometidos es que el dilogo de igual a igual ser posible y con ello, el enriquecimiento entre civilizaciones que busca el mestizaje cultural del que hablamos al principio. En sntesis, como se puede ver, si se decide por la interpretacin que del problema indgena da el gobierno entonces no hay solucin posible, solo existe un dilogo de sordos. La cuestin es un poco ms compleja pero tampoco tanto, porque de otros pases de nuestro propio continente nos vienen ejemplos de prcticas polticas en donde los sujetos indgenas no solo han ganado reconocimiento y autonoma sino adems han conseguido para sus naciones transformaciones que tienen tanta relevancia histrica que en el mbito acadmico [que es lo que yo conozco] se ha comenzado a hablar de un giro de-colonizador, del cual, debemos decirlo con orgullo, el movimiento zapatista es un buen ejemplo. Muchas gracias.

Usted se est equivocando demasiado, con la decisin que ha tomado en contra de nosotros, usted cree que matando a los zapatistas de Chiapas o matando al subcomandante Marcos puede acabar con esta lucha, no seor Zedillo, la lucha zapatista est en todo Mxico, Zapata no ha muerto, vive y vivir siempre. [] Le recordamos a usted seor Zedillo, que los zapatistas, s estbamos dispuestos al dilogo y a darle una salida poltica a nuestros problemas, y le pusimos unas condiciones para la tregua para que despus se diera el dilogo, pero usted respondi mandando ms soldados, ms aviones, ms helicpteros, tanquetas y militarizando ms el estado de Chiapas, entonces cmo quiere usted que respondamos?, quiere usted que agachemos la cabeza nuevamente?, quiere que nos arrodillemos delante de usted como est acostumbrado? No seor Zedillo, creo que usted sabe bien que los indgenas llevamos ms de 500 aos de marginacin y explotacin de los poderosos como usted, pero no se desgaste con sus amenazas, porque as no lograr nada con nosotros Chiapas, Mxico, 10 de febrero de 1995. Comit Clandestino Revolucionario Indgena CCRIComandancia General del EZLN.