Ponencia CLG10 Libre

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Ponencia presentada al X Congreso de Lingüística General Zaragoza, 18-20 abril 2012 1 APROXIMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA AL ESTUDIO DEL BILINGÜISMO Agnese Sampietro (Universitat de València) INTRODUCCIÓN El fenómeno del bilingüismo ha sido muy estudiado a partir de finales del XIX y sobre todo en el siglo XX. La complejidad del fenómeno permite abordarlo desde varios puntos de vista. En primer lugar, el bilingüismo tiene una vertiente social. Una sociedad puede ser bilingüe por motivos históricos, económicos, políticos, educativos, etc. Desde el punto de vista individual, el estudio del bilingüismo se puede abordar desde una perspectiva cognitiva (analizando las relaciones entre lenguaje y capacidades cognitivas), desde un punto de vista sociocultural (con especial atención en el uso concreto del idioma y en la identidad cultural del sujeto), desde una perspectiva psicolingüística y también con un enfoque neurolingüístico. El presente trabajo trata el tema del cerebro bilingüe, realizando una revisión de estudios sobre la organización cerebral de una persona bilingüe y el funcionamiento de los mecanismos neurocognitivos que hacen posible el uso de dos o más idiomas por parte de una misma persona. Una de las mayores dificultades en el análisis del bilingüismo viene del hecho de que los distintos autores que han analizado el fenómeno desde numerosas perspectivas difieren en la manera de entender y definir el bilingüismo (Siguan, 2001). Como recuerda Alarcón (1998), durante el siglo XX el bilingüismo ha sido estudiado esencialmente desde dos perspectivas: con un enfoque sociolingüístico, según el cual el bilingüismo consiste en la coexistencia de dos lenguas dentro de una comunidad de hablantes; desde el punto de vista psicolingüístico, al contrario, el bilingüismo se define como la capacidad de un individuo para comunicarse en dos lenguas. En general, se considera el bilingüe a una persona con competencias lingüísticas en dos o más lenguas y que es capaz de pasar de una a otra con facilidad. En este sentido, es muy clara la definición propuesta por Grosjean (1999), según la cual los bilingües son personas que usan dos o más lenguas en su vida diaria (independientemente del nivel de competencia alcanzado). Esta definición ofrece un amplio abanico de posibilidades, desde el inmigrante que utiliza la lengua del país de acogida con dificultad al intérprete profesional. En general, no hay que olvidar que cada bilingüe es un ser único, que difiere de los demás por la competencia lingüística, la edad de adquisición, el contexto y frecuencia de uso y la función que cada lengua tiene en su vida. EL ESTUDIO DEL CEREBRO BILINGÜE El interés por un estudio científico de la organización cerebral de los bilingües surgió a finales del siglo XIX tras la observación de las diferentes modalidades de recuperación del lenguaje que mostraban los pacientes afásicos que antes de la lesión cerebral dominaban dos o más idiomas. El primer estudio sistemático y científico sobre la afasia en políglotas fue realizado por Pitres en 1895; en Étude sur l’aphasie chez les polyglottes, el neurólogo francés observaba que, en contra de sus expectativas, algunos pacientes afásicos políglotas no recuperaban al mismo tiempo ni al mismo nivel los dos idiomas. A lo largo de los cincuenta años siguientes, la investigación sobre afásicos bilingües continuó, con el objetivo de encontrar una formulación y

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    APROXIMACIN NEUROLINGSTICA AL ESTUDIO DEL BILINGISMO

    Agnese Sampietro (Universitat de Valncia)

    INTRODUCCIN El fenmeno del bilingismo ha sido muy estudiado a partir de finales del XIX y sobre todo en el siglo XX. La complejidad del fenmeno permite abordarlo desde varios puntos de vista. En primer lugar, el bilingismo tiene una vertiente social. Una sociedad puede ser bilinge por motivos histricos, econmicos, polticos, educativos, etc. Desde el punto de vista individual, el estudio del bilingismo se puede abordar desde una perspectiva cognitiva (analizando las relaciones entre lenguaje y capacidades cognitivas), desde un punto de vista sociocultural (con especial atencin en el uso concreto del idioma y en la identidad cultural del sujeto), desde una perspectiva psicolingstica y tambin con un enfoque neurolingstico.

    El presente trabajo trata el tema del cerebro bilinge, realizando una revisin de estudios sobre la organizacin cerebral de una persona bilinge y el funcionamiento de los mecanismos neurocognitivos que hacen posible el uso de dos o ms idiomas por parte de una misma persona.

    Una de las mayores dificultades en el anlisis del bilingismo viene del hecho de que los distintos autores que han analizado el fenmeno desde numerosas perspectivas difieren en la manera de entender y definir el bilingismo (Siguan, 2001). Como recuerda Alarcn (1998), durante el siglo XX el bilingismo ha sido estudiado esencialmente desde dos perspectivas: con un enfoque sociolingstico, segn el cual el bilingismo consiste en la coexistencia de dos lenguas dentro de una comunidad de hablantes; desde el punto de vista psicolingstico, al contrario, el bilingismo se define como la capacidad de un individuo para comunicarse en dos lenguas.

    En general, se considera el bilinge a una persona con competencias lingsticas en dos o ms lenguas y que es capaz de pasar de una a otra con facilidad. En este sentido, es muy clara la definicin propuesta por Grosjean (1999), segn la cual los bilinges son personas que usan dos o ms lenguas en su vida diaria (independientemente del nivel de competencia alcanzado). Esta definicin ofrece un amplio abanico de posibilidades, desde el inmigrante que utiliza la lengua del pas de acogida con dificultad al intrprete profesional. En general, no hay que olvidar que cada bilinge es un ser nico, que difiere de los dems por la competencia lingstica, la edad de adquisicin, el contexto y frecuencia de uso y la funcin que cada lengua tiene en su vida.

    EL ESTUDIO DEL CEREBRO BILINGE El inters por un estudio cientfico de la organizacin cerebral de los bilinges surgi a finales del siglo XIX tras la observacin de las diferentes modalidades de recuperacin del lenguaje que mostraban los pacientes afsicos que antes de la lesin cerebral dominaban dos o ms idiomas. El primer estudio sistemtico y cientfico sobre la afasia en polglotas fue realizado por Pitres en 1895; en tude sur laphasie chez les polyglottes, el neurlogo francs observaba que, en contra de sus expectativas, algunos pacientes afsicos polglotas no recuperaban al mismo tiempo ni al mismo nivel los dos idiomas. A lo largo de los cincuenta aos siguientes, la investigacin sobre afsicos bilinges continu, con el objetivo de encontrar una formulacin y

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    una explicacin de las diferentes modalidades de rehabilitacin que se encuentran en los afsicos bilinges.

    La recuperacin de las habilidades lingsticas en pacientes afsicos no es siempre igual. Como recuerda Paradis (1998), ya Pitres (1895) identific a finales del siglo XIX tres tipos distintos de recuperacin:

    La recuperacin paralela, es el patrn ms comn1, en el que las dos lenguas se recuperan al mismo tiempo y de forma similar. En la recuperacin selectiva se recupera solo una lengua. En la recuperacin sucesiva una lengua se recupera antes que la otra. Un 30% de los casos suele presentar una recuperacin disociada.

    Las opiniones de los investigadores discrepan sobre la explicacin de qu lengua sera la primera en recuperarse. Segn Ribot (1881), la memoria se pierde por orden inverso a como se adquiri; aplicando esta ley al bilingismo, tras una lesin cerebral focal, la lengua que se recupera antes es la que se adquiri en primer lugar, es decir la lengua materna. Por otro lado, la conocida como Ley de Pitres (1895) afirma que la lengua que se recuperara antes en los patrones no paralelos sera la lengua ms familiar, independientemente de que fuera la lengua materna o no: la razn sera la presencia de unas conexiones neuronales ms slidas en la lengua ms familiar, junto con una inhibicin temporal o permanente de la segunda lengua. Como veremos, la hiptesis de la inhibicin de una lengua ha sido retomada actualmente para explicar los patrones de recuperacin no paralelos (Paradis, 2004). Al contrario, siguiendo la Ley de Minkowski (1928), se recuperara antes la lengua con la que se tiene mayor asociacin emocional, que no necesariamente coincide con la L1.

    A lo largo de los decenios siguientes, se fueron descubriendo y estudiando otras modalidades de recuperacin no paralela de la afasia en bilinges (Gmez-Ruiz, 2008):

    Una forma muy similar a la precedentemente descrita es la recuperacin diferencial, en la que las dos lenguas no se recuperan en la misma medida. A finales de los 80 se formul tambin el modelo de recuperacin por antagonismo alternante, segn el cual se recupera o est disponible solo una lengua a la vez, que parece bloquear la otra lengua, con perodos de disponibilidad de la lengua que varan de un da a tres semanas; a veces los pacientes son capaces de traducir, pero no pueden hablar una de las dos lenguas. En la recuperacin diferencial cada lengua presenta rasgos que se corresponden con diferentes tipos de afasia En la afasia selectiva solo una lengua est afectada, mientras que la otra permanece relativamente intacta. Algunos afsicos muestran una recuperacin mixta de las dos lenguas, casos en los que se verifica una mezcla inapropiada de los dos idiomas en una misma palabra o enunciado en uno o varios niveles lingsticos (fonolgico, morfolgico, sintctico, semntico). Otro fenmeno asociado con la afasia en pacientes bilinges es la mezcla patolgica de cdigos, que consiste en la alternancia incontrolada de enunciados en dos o ms idiomas al hablar, o bien en la dificultad para pasar de un idioma a otro. El patrn mixto se asociara a afasias fluentes, con lesiones postrolndicas izquierdas, mientras

    1 Aunque la mayora de los estudios analizan casos de recuperacin no paralela, el patrn de

    recuperacin ms frecuente de afasia en una persona bilinge es el paralelo. Se calcula que el restablecimiento simultneo de los dos idiomas podra verificarse en un 40% de los casos, pero Fabbro (2001) cree que el porcentaje podra ser an mayor y que no sera calculable por el mayor inters que la comunidad cientfica ha mostrado hacia los modelos de recuperacin no paralela.

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    que la alternancia de cdigos es un trastorno pragmtico de la comunicacin, que se relaciona con lesiones en los lbulos frontales en ambos hemisferios.

    Finalmente, los bilinges afsicos pueden sufrir tambin trastornos en la capacidad para traducir de un idioma a otro. Gmez-Ruiz (2008) distingue cuatro tipos de errores de traduccin en estos pacientes:

    En primer lugar, el paciente podra ser incapaz de traducir en ninguno de los sentidos de la traduccin. En otros casos podra verificarse una necesidad compulsiva del paciente por traducir todo lo que escucha o dice, lo que se denomina traduccin espontnea. En la traduccin sin comprensin, el paciente no entiende una lengua, aunque pueda traducirla. Finalmente, la traduccin paradjica, el fenmeno que causa ms dificultades de explicacin, consiste en la habilidad para traducir una lengua inaccesible para el uso espontneo, y en incapacidad para traducir a la lengua que se puede utilizar.

    PATOLOGAS DEL LENGUAJE Y ORGANIZACIN CEREBRAL Los casos de afasia en personas bilinges han sido un importante punto de partida para reflexionar sobre la cuestin de la localizacin cerebral de las lenguas en el bilinge.

    Las primeras investigaciones, realizadas por Freud (1891), Pitres (1895) y Minkowski (1928), sobre todo en pacientes afsicos, abogaban por que todas las lenguas se encuentran en las mismas reas cerebrales. Pitres (1895) y Minkowski (1928), especialmente, crean que los disturbios que muestran los afsicos polglotas se deban a factores funcionales, sin la necesidad de suponer una localizacin cerebral separada para las dos lenguas. Es decir, los dficits lingsticos de este tipo de pacientes y su recuperacin encuentran una explicacin patolgica y fisiolgica, no anatmica. Paradis (2004) ha definido la hiptesis sobre la localizacin cerebral consecuente a estas observaciones como sistema extendido (Extended System Hypothesis). En este tipo de modelo las dos lenguas no estn divididas, sino que cada una se comporta como variacin estilstica dentro de un mismo sistema lingstico. Esta hiptesis es til para entender cmo el bilinge mezcla a veces de forma accidental las dos lenguas, pero no es compatible con los patrones de recuperacin no paralelos.

    Una hiptesis diametralmente opuesta fue formulada por Scoresby-Jackson (1867), que crea, al contrario, que cada lengua se encuentra en un rea separada del cerebro. En opinin de este autor, el rea de Broca sera responsable de la representacin de la primera lengua, mientras que cada nuevo idioma que se aprende implicara la formacin de nuevos centros cerebrales situados en la parte anterior frontal del rea de Broca, resultado de un fenmeno de adaptacin funcional. Ulteriores investigaciones, como la de Ptzl (1925), intentaron demostrar que los bilinges podran desarrollar centros neuroanatmicos especficos para funciones relacionadas con el bilingismo, como la traduccin, la seleccin de la lengua, el cambio de una lengua a otra; esta rea podra ser el giro supramarginal izquierdo. Otras regiones cerebrales que se han relacionado con la base neurolgica del mecanismo de cambio de un idioma a otro son el lbulo frontal, las estructuras subcorticales, el circuito prefrontal dorsolateral (y especialmente la cabeza del ncleo caudado), la corteza parietal y el cingulado anterior. La postura que propone una localizacin cerebral diferenciada de la segunda lengua con respecto a la primera fue defendida tambin por Albert y Obler (1978). Adems, estudios realizados con amital sdico durante tareas de produccin oral, han permitido tambin defender la idea de una localizacin distinta de las dos lenguas, aunque dentro del mismo hemisferio. Paradis (2004) ha definido este modelo de organizacin cerebral como hiptesis del sistema dual (Dual System Hypothesis), segn la cual cada lengua se sustenta en circuitos cerebrales separados, por lo que se almacenan por separado.

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    La idea de que las lenguas en individuos multilinges puedan tener una localizacin distinta fue retomada a finales de los aos 70 y 80 del siglo pasado. En esa poca se empez a aplicar la electroestimulacin durante cirugas cerebrales para estudiar del cerebro bilinge Los resultados de estudios realizados con este mtodo por Ojemann y Whitaker (1978), entre otros, mostraron que determinadas reas corticales estaban implicadas en el procesamiento de ambas lenguas, mientras que otras reas, bajo estimulacin, eran capaces de inhibir selectivamente una u otra lengua. Estos resultados parecen demostrar que las reas cerebrales implicadas en las funciones lingsticas de la lengua materna son distintas de las de la segunda lengua. Estos estudios fueron criticados por Gmez-Ruiz (2010) por no poderse repetir con una muestra poblacional ms significativa y porque la localizacin cerebral de las reas implicadas en los fenmenos descritos no estaba definida de manera exhaustiva, ya que resulta difcil estimular la misma rea en diferentes ocasiones y en diferentes sujetos; adems, la nica tarea que tenan que realizar los individuos estudiados era la denominacin y a la autora le ha parecido parcial inferir conclusiones sobre el lenguaje en s tras la realizacin de un nico tipo de test.

    Por otro lado, segn otra hiptesis formulada ya por los primeros investigadores, como Minkowski (1928) y retomada posteriormente, todas las lenguas se encontraran en la misma rea, pero tendran circuitos neuronales distintos, con la implicacin de distintas clulas neurales. Esta hiptesis tiene tambin el respaldo de estudios con la prueba RMf. Segn este modelo, definido por Paradis (2004) hiptesis del sistema tripartito (Tripartite System Hypothesis), se almacenan juntos los elementos idnticos en las dos lenguas y por separado los elementos distintos. El punto dbil de este modelo reside en la imposibilidad de su aplicacin a los casos de recuperacin en los que solo una de las lenguas est afectada.

    Una ltima hiptesis se plantea como un trmino medio entre las diferentes posturas presentadas: las lenguas podran estar organizadas parte en reas comunes y parte en reas especficas y separadas del cerebro. Este modelo, elaborado por Paradis (2004), ha sido denominado hiptesis del subconjunto (Subsystem Hypothesis), y se basa en la idea de que los bilinges posean dos juegos de conexiones neuronales, uno para cada lengua, dentro de un mismo sistema cognitivo. Avala esta hiptesis su compatibilidad con los distintos patrones de recuperacin de las patologas del lenguaje en bilinges, que ofrecan a veces dificultades de interpretacin: cada lengua es un subsistema del sistema lingstico en su complejo, por lo que se pueden ocasionar daos tanto a nivel general del lenguaje, como en cada subsistema. Eso significa que las dos lenguas no estn neuroanatmicamente separadas, pero pueden funcionar autnomamente.

    Modelo de control inhibitorio Ya desde finales del siglo XIX se empez a poner en duda la idea de que los bilinges posean una organizacin neuroanatmica del lenguaje distinta a la de los monolinges. En aquel entonces se intentaba buscar una explicacin a los patrones de recuperacin no paralela del lenguaje, que se haban encontrado en afsicos bilinges. Pitres (1895) introdujo el concepto de debilitacin de una lengua: segn el neurlogo francs en la afasia non est destruido totalmente el substrato fsico del lenguaje, sino que simplemente est debilitado, lo que provoca la inhibicin de un determinado idioma; los diferentes grados de inhibicin justifican las distintas modalidades de recuperacin. Pitres (1895) argumentaba su teora de la inhibicin del lenguaje en situaciones patolgicas observando que la recuperacin de los pacientes se verifica siempre en un lapso de tiempo mucho ms breve que la adquisicin de una lengua, lo que implica que los dficits provocados por la lesin no provocan la prdida de las lenguas, sino que simplemente la hacen parcialmente inaccesible.

    Se sita en esta lnea el llamado modelo del control inhibitorio de Green (1986), que intenta explicar la distribucin de recursos que el sistema nervioso consume para regular el uso de las

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    distintas lenguas de un bilinge. Este modelo tiene la ventaja de ofrecer una posible explicacin a los errores del habla en personas normales, que se podra extender al habla de los afsicos. El modelo de control inhibitorio se basa en tres conceptos: control, activacin y recurso. El bilinge necesita mantener separado cada cdigo lingstico, separacin que se realiza mediante un mecanismo de control sobre el lenguaje. Por lo que concierne al segundo concepto, la seleccin de las palabras se efecta mediante un proceso de activacin: una palabra tiene que alcanzar un determinado umbral de activacin para estar disponible y ser seleccionada. Existen tres posibles estados de activacin de un sistema lingstico: seleccionado, cuando est disponible para el output verbal; activo, cuando el sistema juega un papel importante en el proceso de generacin del mensaje y durmiente, en el caso en que la lengua resida en la memoria a largo plazo, sin efectos en la produccin del mensaje. En un bilinge, los dos sistemas lingsticos estn activos a la vez y para ejercer el control se necesita emplear recursos energticos para incrementar o disminuir la activacin de algunos componentes. En casos de dficits del lenguaje, muchas veces se tienen problemas de control de los sistemas lingsticos. Segn el modelo de Green (1986), a veces el hecho de que un paciente bilinge no pueda hablar una de las lenguas que conoca antes del dao cerebral es consecuencia de un problema en la capacidad de desactivacin de la lengua que se habla, ms que una falta de activacin de la lengua que no se habla.

    Modelo neurolingstico integrado El denominado modelo neurolingstico integrado fue elaborado por Michel Paradis (1998, 2004), uno de los estudiosos que ms ha contribuido al estudio del bilingismo desde el punto de vista neurolingstico. Este modelo permite interpretar la organizacin y representacin del lenguaje en los bilinges, al mismo tiempo que da una explicacin del rendimiento de los pacientes polglotos que sufren una lesin cerebral. Segn este modelo, el lenguaje constituye un dominio cognitivo especfico, diferente de otras funciones cerebrales. En los individuos bilinges, el lenguaje estara dividido en diferentes subsistemas lingsticos, uno para cada lengua, que, a su vez, se compondran de varios mdulos. De hecho, la modularidad neurofuncional es, en su opinin, la caracterstica principal del lenguaje. Por lo que concierne a la representacin de las lenguas en el cerebro, Paradis (2004) cree que no hay diferencias cualitativas en el procesamiento de dos o ms lenguas, sino simplemente cuantitativas.

    Paradis (2004) ofrece tambin una nueva formulacin de la hiptesis, elaborada ya en el siglo XIX por Pitres (1895) y ratificada por Green (1986), de que en afsicos bilinges la lengua no disponible est funcionalmente inhibida. Segn Paradis (2004), la momentnea falta de disponibilidad de una lengua puede deberse a un aumento del umbral necesario para la activacin de esa lengua (Activation Threshold Hypothesis). Para que un elemento se active tiene que recibir los suficientes impulsos positivos que le permitan alcanzar su umbral de activacin. En el caso de afsicos bilinges, aumentara el umbral de activacin de uno de los sistemas lingsticos o de parte del mismo. La hiptesis de un fallo en el mecanismo de activacin es coherente con todos los patrones de recuperacin, paralelos y no paralelos, de afsicos bilinges.

    EL ESTUDIO DEL CEREBRO BILINGE MEDIANTE LAS TCNICAS DE NEUROIMAGEN El empleo de las modernas tcnicas de neuroimagen, en asociacin con la realizacin de tareas cognitivas experimentales, ha sido muy til para estudiar la organizacin cerebral en los seres humanos, ratificando la hiptesis de la especializacin funcional de las reas cerebrales implicadas en el lenguaje. Desde finales de los aos 90 se empez a aplicar las tcnicas de neuroimagen, especialmente la tomografa por emisin de positrones (TEP) y la resonancia magntica funcional (RMf) al estudio del bilingismoi. Estos estudios han permitido analizar el

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    fenmeno no solo desde el punto de vista de la representacin del lenguaje, es decir segn el sistema neuronal que subyace a las funciones lingsticas, sino tambin cuanto al procesamiento cerebral del lenguaje, o sea las estrategias y recursos cerebrales utilizados, que pueden depender de otros procesos cognitivos. Se ha pensado as que la implicacin de distintas reas cerebrales en individuos bilinges podra deberse a la manera de aprender la segunda lengua: factores como la edad de aprendizaje, la modalidad, el nivel de competencia, el entorno lingstico y la motivacin parecen tambin influir en la organizacin biolgica del lenguaje en una persona bilinge.

    Entre los numerosos estudios realizados, destacan el de Abutalebi, Cappa y Perani (2001), realizado con la prueba TEP sobre sujetos bilinges chino-ingls que haban aprendido la segunda lengua (ingls) durante la adolescencia y tenan que realizar tareas de formulacin de verbos. Las dos lenguas mostraban una activacin de las mismas estructuras cerebrales (crtex izquierdo inferior frontal, dorsolateral frontal, temporal, parietal y cerebelo derecho). Los resultados del estudio sugieren una representacin cerebral comn, al menos a nivel macroscpico, tanto para la primera como para la segunda lengua. A las mismas conclusiones llegaron estudios realizados con resonancia magntica funcional, gracias a los cuales se defendi que, al menos a nivel macroscpico, las regiones cerebrales activadas durante el procesamiento verbal en bilinges eran las mismas para ambas lenguas y no diferan de las de los monolinges.

    La uniformidad de los resultados de los estudios mencionados contrasta con las deducciones de otra investigacin realizada por Kim, Relkin, Lee y Hirsch (1997); este estudio dio un nuevo impulso a la investigacin sobre la organizacin cerebral del lenguaje en bilinges, especialmente en la direccin de intentar determinar los factores que pueden influir en el moldeamiento de las estructuras cerebrales en individuos que se expresan en dos o ms lenguas. En el estudio mencionado, se comparaban las reas corticales activadas durante la generacin de oraciones en seis bilinges tempranos y seis tardos, ambos grupos con alta competencia. Las imgenes ofrecidas por la resonancia magntica funcional revelaron diferencias significativas en el grupo bilinge tardo, en cuyo cerebro se activaban en el rea de Broca dos centros diferentes para la primera y la segunda lengua, separados por aproximadamente 8 milmetros; esa diferencia no se encontraba en el grupo bilinge precoz. Los estudiosos concluyeron que la separacin anatmica de las dos lenguas se deba a la diferente edad de adquisicin.

    Las conclusiones de las investigaciones realizadas en los ltimos aos con distintos mtodos de anlisis, medidas electrofisiolgicas y medidas conductuales, convergen en algunos puntos: los sistemas cerebrales subyacentes a la primera y a la segunda lengua son generalmente compartidos, sin diferencias significativas ni entre los idiomas ni entre los sujetos; factores como la edad de adquisicin y la competencia lingstica influyen en la representacin cerebral de las lenguas, as como el entorno lingstico.

    Como observa Gmez-Ruiz (2008), la hiptesis de que existan diferencias en las demandas energticas para cada lengua, que, segn los estudios mencionados son mayores cuando la L2 es dbil, es coherente con el concepto de eficiencia neural, elaborado en el mbito de la psicologa comportamental por Ertl y Schafer (1969), segn el cual cuando uno aprende a realizar una tarea compleja, sta se vuelve automtica porque en el proceso de aprendizaje se forman conexiones entre las reas del cerebro implicadas, que hacen que la informacin se transmita de manera efectiva y casi inconsciente entre ellas cuando se realiza la tarea.

    Otro factor que podra influir en la localizacin de las estructuras cerebrales implicadas en la segunda lengua es el entorno lingstico. En un estudio realizado mediante la tcnica de observacin del flujo sanguneo cerebral sobre adolescentes bilinges ingls-gals (Evans, Workman, Mayer & Crowley, 2002), fueron analizados cuatro grupos, organizados segn la

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    edad de adquisicin del gals como segunda lengua (antes o despus de los 5-6 aos) y el entorno lingstico en el que vivan (bilinge ingls-gals o monolinge ingls). Result una mayor implicacin del hemisferio derecho para el grupo bilinge tardo que viva en un entorno monolinge. La investigacin parece sugerir que la edad de adquisicin no es el nico factor que influye en la organizacin cerebral del bilinge (Ekiert, 2003). Segn Paradis (1998) entre otros aspectos influyentes en los mecanismos cerebrales del bilinge podra encontrarse tambin el grado de motivacin para el aprendizaje de la segunda lengua, componente que influira en la eficiencia de los sistemas neurofuncionales.

    LA LATERALIZACIN Uno de los aspectos ms debatidos por los neurolingistas con respecto a la organizacin cerebral del bilinge es la denominada lateralizacin: se cree que el hemisferio derecho pueda estar ms implicado en el procesamiento de la L2. De hecho, en estudios con TEP y RMf se ha notado una mayor activacin del hemisferio derecho en hablantes bilinges ii.

    Los estudios sobre la lateralizacin cerebral en los bilinges han intentado dar respuesta a dos cuestiones principales: la primera es si existen diferencias relativas a la implicacin del hemisferio derecho entre monolinges y bilinges, y la segunda si existe una diferente lateralizacin de las dos lenguas del bilinge. Las respuestas a estas preguntas han sido tan variadas como contradictorias. Se presentan a continuacin las cinco posiciones tericas distintas sobre el tema, a las que se refieren Vaid y Hall (1991). Una primera hiptesis, denominada del bilinge balanceado (Balanced Bilingual Hypothesis), sostiene que la adquisicin de un alto nivel de competencia en una lengua (llegar a ser bilinge balanceado), implica una restructuracin cognitiva que puede implicar una mayor participacin del hemisferio derecho para procesar la primera o la segunda lengua con respecto a los monolinges.

    Segn la hiptesis de la segunda lengua (Second Language Hypothesis), el hemisferio derecho estara ms implicado en la adquisicin de la segunda lengua que en la primera. Adems, los bilinges precoces no mostraran dominancia lateral izquierda para el lenguaje, al contrario de los bilinges tardos con alto nivel de competencia, que presentaran claramente una mayor implicacin cerebral del hemisferio izquierdo. L a hiptesis del estado de adquisicin de la L2 (Stage Hypothesis), elaborada y defendida principalmente por Obler (1981), sostiene que la implicacin del hemisferio izquierdo en la segunda lengua se ampliara con el aumento de la competencia lingstica en esa lengua. El grado de lateralizacin dependera as del nivel de conocimiento de la segunda lengua. El modo de procesar el lenguaje del hemisferio izquierdo correspondera al de un hablante lingsticamente maduro, mientras que el hemisferio derecho, con su funcionamiento holstico, podra adaptarse mejor a las necesidades de un aprendiz. La hiptesis de la modalidad de adquisicin de la L2 (Manner-of-adquisition Hypothesis), considerada una revisin de la precedente postura, pretende demostrar que el hemisferio derecho puede tener una mayor implicacin cuando la segunda lengua es adquirida en un contexto informal y natural, mientras que el hemisferio izquierdo se adaptara mejor al aprendizaje formal y basado prevalentemente en el lenguaje escrito. Finalmente, la hiptesis de la edad de adquisicin (Second Language Adquisition Hypothesis), considera que las diferencias entre bilinges precoces y tardos podran reflejarse en distintas estrategias de procesamiento del lenguaje en el cerebro. Los bilinges que adquirieron la L2 en la infancia se sirven preferentemente de una estrategia de tipo semntico, ms propia del hemisferio izquierdo, mientras que el

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    procesamiento de los bilinges tardos es ms dependiente de ciertos aspectos exteriores del input lingstico, como los datos acsticos, con un modo de proceder ms acorde con las caractersticas del hemisferio derecho. Gmez-Ruiz (2008) aade a esa revisin otras tres posibles causas de la menor lateralizacin del lenguaje en bilinges. Segn la hiptesis de la modalidad, aprender una lengua mediante la lectura y la escritura promueve una mayor participacin del hemisferio izquierdo, a diferencia de un aprendizaje basado en la oralidad. La hiptesis de la especificidad del lenguaje pretende demostrar que ciertas lenguas tienen caractersticas que haran necesaria una mayor participacin del hemisferio derecho, como la entonacin, la direccin de la escritura o los sistemas ideogrficos. Finalmente, segn la hiptesis de la distancia estructural, los bilinges que aprenden dos lenguas con grandes diferencias estructurales, organizaran el sistema lingstico de cada lengua de forma ms separada que en el caso de lenguas similares.

    Michel Paradis (1990) fue el primer investigador en mostrarse abiertamente crtico ante los estudios realizados hasta el momento para intentar demostrar la mayor participacin del hemisferio derecho en bilinges y las condiciones que hacen posible esta lateralizacin. En opinin del autor, es injustificado afirmar una mayor lateralizacin derecha del lenguaje en bilinges. Tras una revisin de los estudios sobre el tema, Paradis (2004) concluye que no existen diferencias sustanciales en la participacin de los dos hemisferios en los bilinges en general, en comparacin con los monolinges, aunque se han encontrado diferencias en subgrupos especficos de bilinges o bajo determinadas condiciones. El autor critica especialmente la inconsistencia de los resultados obtenidos y las inferencias extradas de estos estudios, as como el papel atribuido al hemisferio derecho: las evidentes diferencias en los resultados suelen encontrar su explicacin en errores en los parmetros metodolgicos de diseo del experimento.

    Por lo que concierne a las consecuencias de daos cerebrales en los bilinges, que podra considerarse como otra prueba de lateralizacin, los estudios sobre este subgrupo han mostrado sntomas similares a los monolinges; adems, como observa Gmez-Ruiz (2008), si el hemisferio derecho tuviera realmente un papel adicional en los bilinges, los casos de afasia cruzada en estos sujetos seran mucho ms frecuentes que en los monolinges, mientras que los estudios clnicos apuntan justo a lo contrario. En el anlisis de las consecuencias lingsticas de daos cerebrales sufridos por el hemisferio derecho, se suelen relatar sntomas similares a los monolinges en cuanto a medida y forma, como por ejemplo dficits en la prosodia afectiva y en la habilidad para comprender la comunicacin no literal (humor, sarcasmo, irona, sobreentendidos, analogas, actos de habla no explcitos, etc.). Finalmente, la hiptesis de una localizacin del lenguaje en el hemisferio derecho en bilinges ha sido desmentida por el test de Wada, la estimulacin elctrica del cerebro y el escner TEP. La explicacin de la mayor activacin del hemisferio derecho en bilinges, que se ha evidenciado en la observacin de la actividad cerebral mediante las tcnicas de neuroimagen sera, segn Paradis (2004), el resultado de factores pragmticos, que se emplearan para compensar los defectos en el uso de la L2. Como el hemisferio derecho est implicado en la realizacin de muchas tareas pragmticas, el aumento de las inferencias pragmticas por parte de los bilinges cuando hablan la lengua que conocen menos podra estar justificado por la necesidad de compensar la falta de fluidez con otros mecanismos lingsticos, que estn normalmente a cargo del hemisferio derecho.

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    DIFERENCIAS NEUROCOGNITIVAS ENTRE BILINGES Y MONOLINGES

    MEMORIA DECLARATIVA Y PROCEDIMENTAL EN EL BILINGE Ya desde finales del siglo XIX, Pitres (1895) en el primer estudio sistemtico sobre la afasia, avanz la hiptesis de que pudieran existir distintos tipos de memoria; segn el neurlogo francs, memoria y lenguaje estaban tan estrictamente conectados que cada funcin lingstica poda tener su propia memoria. Investigaciones posteriores han ratificado la hiptesis de que podran existir varios tipos de memoria, que, junto con la competencia lingstica, contribuyen a la generacin de oraciones y a la comprensin del lenguaje. Los tipos de memoria ms implicados en el lenguaje son la memoria ecoica (una especie de almacn que conserva por breves instantes la informacin auditiva antes de que se pierda), la memoria a breve trmino (un mecanismo que permite concentrar los recursos cognoscitivos en un pequeo conjunto de representaciones mentales por un breve plazo de tiempo) y la memoria a largo plazo (el conjunto total de conocimientos que posee una persona, resultado del almacenamiento de todos los recuerdos adquiridos a partir de la memoria sensorial y a corto plazo). Esta facultad cognitiva tiene tambin gran importancia en el procesamiento cerebral del lenguaje de los bilinges y en el funcionamiento de los dos distintos mdulos lingsticos de estos tipos de sujetos.

    Una primera distincin que se puede realizar en la descripcin de la facultad de la memoria es entre memoria declarativa (o explcita) y procedimental (o implcita). La primera incluye los conocimientos que vamos aprendiendo conscientemente, mientras que la segunda est implicada en la adquisicin de capacidades motoras o cognitivas de manera implcita. Ambos tipos de memoria estn implicados en el lenguaje. Segn Paradis (2004), en la adquisicin, representacin y uso del lenguaje, juegan un papel muy importante la memoria declarativa y procedimental. La memoria declarativa est asociada al lxico y al aprendizaje formal de las reglas gramaticales, es decir, al conocimiento metalingstico, mientras que la memoria procedimental se encargara de la aplicacin automtica de estas reglas gramaticales, es decir, la competencia lingstica implcita, ms propia de un aprendizaje informal.

    En opinin de Paradis (2004), esta distincin puede resultar til para la explicacin de los distintos tipos de adquisicin de segundas lenguas: para la primera lengua, el aprendizaje y uso de la gramtica dependera de la memoria procedimental, como si fuera una competencia implcita, mientras que en el tipo prevalente de memoria empleada para la L2 influira ms la edad de adquisicin de la misma. El aprendizaje de una segunda lengua en nios en contexto informal se asocia a la memoria procedimental, como la L1, mientras que la memoria declarativa subyace al aprendizaje formal en adultos. En especial, la gramtica de la L2 aprendida tardamente es muy dependiente del sistema de memoria declarativo, debido a que para el aprendizaje de una L2 es necesario memorizar reglas gramaticales y aplicarlas de forma consciente. La dependencia del sistema declarativo es inversamente proporcional a la competencia en la L2: cuanto menor es el nivel del hablante, ms deber recorrer a la memoria declarativa, ya que necesita un mayor procesamiento consciente y se apoya ms en el conocimiento metalingstico y en los aspectos pragmticos del lenguaje. Al revs, si la L2 es muy empleada en la vida cotidiana y se tiene un buen nivel, ser procesada por mecanismos ms automatizados.

    LA PRODUCCIN DEL LENGUAJE EN EL BILINGE La elaboracin de un modelo de produccin del lenguaje aplicable al bilinge tiene que tener en cuenta aspectos especficos de este grupo, como la organizacin del lxico bilinge o el fenmeno del intercambio de cdigo, aspectos a considerar sobre todo en el caso de bilinges con una menor competencia en la segunda lengua. Esta categora de hablantes posee normalmente un conocimiento incompleto de la L2, con unos recursos lexicales inferiores que en la L1, por lo que recurre a menudo a estrategias compensatorias o a evitar ciertas

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    construcciones gramaticales o a producir oraciones errneas desde el punto de vista gramatical; al mismo tiempo, la produccin en la L2 suele ser ms lenta y dudosa, con cambios a la lengua materna, adems de la presencia de un acento extranjero.

    Memoria lexical y conceptual en el bilinge Uno de los aspectos centrales de la investigacin sobre el cerebro bilinge es la cuestin de la organizacin de la informacin lingstica a nivel lexical y conceptual, es decir, si los bilinges poseen solo uno o varios almacenes lingsticos para el lxico de cada idioma, cuestin relacionada con la modalidad de acceso al lxico. Como explican Kroll y De Groot (1997), en un hablante normal se pueden distinguir dos niveles de significado: el primero abarca las especificaciones semnticas, que irn incluidas en la representacin lexical; el otro representa la informacin conceptual, que comprende el conocimiento del mundo real. Numerosos estudios han intentado averiguar si los aspectos formales y conceptuales son independientes en los dos idiomas, o si comparten un sistema unitario. Segn la hiptesis elaborada por Paradis (1990), existira un doble almacn: uno para el significado de las palabras, que incluira tambin la informacin fonolgica y sintctica, y otro conceptual. Los bilinges tendran un almacn lexical para cada lengua y uno conceptual compartido.

    Han sido realizados muchos estudios para examinar la organizacin de estos dos tipos de memoria en bilinges. En las investigaciones sobre bilingismo realizadas desde los aos 50 hasta los 80, la idea predominante era que exista un nico almacn conceptual mental para el bilinge, con distintas vas de acceso segn la lengua. Se enmarcan en este punto de vista la hiptesis de la asociacin de palabras (Word Association Hypothesis), elaborada por Kisner, Smith, Lockart, King y Jaim (1984) y la hiptesis de la mediacin por el concepto (Concept Mediation Hypothesis) de Potter, So, von Eckart y Feldman (1984). Segn estos modelos, existira un sistema conceptual comn y dos sistemas lxicos independientes; las diferencias afectan las relaciones entre los dos almacenes lxicos. Una postura intermedia es la hiptesis del desarrollo (Developemental Hypothesis) de Chen (1992), segn la cual existiran factores que podran modificar la organizacin del lxico bilinge, como la edad del sujeto o el nivel de conocimiento en la segunda lengua: los nios se serviran de una representacin interna basada en imgenes y conceptos (mediacin por concepto), mientras que los adultos vehicularan la L2 a travs de su lengua madre (mediacin por palabras). Esta hiptesis permite dar cuenta de algunas de las variaciones cognitivas que se realizan a medida de que va aumentando la competencia lingstica en la segunda lengua.

    Se han realizado numerosos estudios para verificar esta hiptesis, pero, como explican Kroll et al. (1997), en general los resultados convergen en la observacin de una distinta implicacin de los procesos lexicales y conceptuales en las tareas realizadas por bilinges con menor y con mayor competencia lingstica. Para explicar estas diferencias, las autoras proponen una revisin de estos modelos jerrquicos (Fig. 14), en la que se muestra que las conexiones entre memoria conceptual y L1 es ms fuerte que la L2, que, a su vez, presenta vnculos ms fuertes con la L1 que en sentido contrario.

    En esta lnea se sita tambin la hiptesis del rasgo conceptual (Conceptual Feature Model), elaborada por Kroll y de Groot (1997), segn la cual las palabras de cada lengua activaran una serie de rasgos conceptuales; las diferencias conceptuales estaran motivadas por los diferentes contextos de aprendizaje y uso de las palabras en las dos lenguas. Especficamente, existira una importante diferencia entre las palabras concretas y abstractas: las palabras concretas en la L2 seran recordadas mejor que las palabras abstractas en la L2, porque se basan en asociaciones ms numerosas y similares a las de la L1.

    Un ulterior paradigma desarrollado para explicar la organizacin de la memoria lexical y conceptual en el bilinge es la hiptesis de la asociacin de palabras (Word Association Theory), elaborada por Beauvillain (1992). Este modelo se basa en la idea de que la

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    representacin lxica en el bilinge es independiente del hecho de ser bilinge, debido a que el acceso al lxico dependera de principios ortogrficos y asociativos: las representaciones mentales de las formas lxicas son especficas para cada lengua, pero su organizacin est regida por la morfologa. Este modelo defiende que pueda existir una alta sensibilidad a las caractersticas ortogrficas para el acceso al lxico: las palabras que tienen una misma morfologa se almacenaran en una parte compartida de los dos lxicos. El modelo de Beauvillain (1992) muestra la progresiva tendencia de los modelos tericos de representacin del lxico bilinge hacia la unificacin de los dos almacenes lxicos.

    En pocas ms recientes, la investigacin sobre la memoria bilinge ha dado un vuelco y se han elaborado hiptesis basadas en modelos de redes neurales. El primer modelo realizado bajo este paradigma fue el defendido por Seidenberg y McClelland (1989), que disearon un modelo para el procesamiento del lenguaje, del que solo implementaron el nivel lxico, centrndose especialmente en algunos efectos particulares que se verifican con respecto a la interaccin entre la representacin fonolgica y la ortogrfica. El modelo se constituye de una entrada fonolgica, una ortogrfica y de una serie de unidades internas. En este modelo las entradas lxicas se representan como un patrn de activacin de las unidades internas, que equivale a una representacin mixta de la entrada ortogrfica y la fonolgica. Como defiende Soler (1995), los modelos conexionistas ofrecen una posibilidad distinta de representar las entradas lxicas usando una representacin distribuida. El lxico no se compondra de una serie de representaciones de entradas lxicas, sino de nodos con informacin sublxica, que determinaran el patrn de activacin. Segn estos modelos, las entradas lxicas de dos idiomas se representaran en una misma entidad lxica y as las palabras compuestas por segmentos ortogrficos similares tendran un patrn de activacin similar. Basndose en el modelo de Seidenberg y McClelland (1987), Soler (1995) elabor el Modelo Bilinge de Representaciones de Acceso (BAR), con la finalidad de adaptar estas hiptesis a una representacin bilinge. El BAR es un marco terico para la organizacin de la memoria lxica bilinge, concebido para describir el aprendizaje de nuevas palabras durante la adquisicin de la L2. El modelo incluye al mismo tiempo un lxico comn y especfico para las dos lenguas, organizado no mediante relaciones entre las entradas lxicas, sino por la estructura conexionista del propio modelo. En opinin de Soler (1995), segn el resultado de las primeras simulaciones, el modelo ofrecera varias ventajas: una representacin ortogrfica y fonolgica al mismo tiempo, una representacin distribuida de las palabras, que permite evitar el problema del crecimiento excesivo del lxico, y la presencia de un nico nivel lxico (no se ofrecen representaciones individuales para cada entrada lxica, sino simplemente nuevos nudos), que explicara el efecto facilitador de las palabras similares en varias lenguas.

    La seleccin de la lengua

    Modelo de Green

    El modelo de Green (1986) se basa en el modelo de produccin del habla monolinge de Dell (1986). El autor defenda la idea de la existencia de dos almacenes lingsticos separados, uno para cada lengua. La seleccin de una lengua u otra depende de la modalidad de activacin del sistema, que puede ser de tres tipos: seleccionado, activo o durmiente. Para que sea seleccionada, una determinada lengua tiene que alcanzar el correcto nivel de activacin y, paralelamente, la otra tiene que ser inhibida. Para la realizacin de tareas que implican una activacin de ambas lenguas, como en el caso de la traduccin o del cambio de una lengua a otra, intervendra un mecanismo, que Green (1986) denomina especificador (specifier). El autor insiste tambin en la importancia de los recursos energticos necesarios para regular o controlar la activacin de cada lengua, aspecto que dara cuenta de las mayores dificultades en la produccin de la segunda lengua en hablantes con menor competencia, para los que la

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    activacin de la L2, siendo poco automtica, requerira mayores recursos energticos, por lo que sera menos eficaz.

    Modelo BIA (Bilingual Interactiv Activation) Tambin se basa en la hiptesis de Dell (1986) el BIA (Bilingual Interactive Activation), defendido por Grainger y Dijkstra (1992), un modelo interactivo para el reconocimiento de palabras, con un claro enfoque conexionista. El BIA plantea un acceso no selectivo a las lenguas dentro de un lxico integrado. Segn estos autores, existiran tres niveles de representacin: nudos contenientes letras, nudos de palabras y nudos de lenguaje. Cada nudo est conectado con otros, tanto dentro de cada nivel como entre distintos niveles. Segn el ejemplo que encontramos en Poulisse (1997), la palabra fire activara los siguientes nodos: ingls (lenguaje), hire (palabra similar), y los nodos de cada letra, es decir f, i, r, e. El nivel de las palabras contiene todo el lxico de las dos lenguas conocidas, pero cada palabra est conectada solo a las de la misma lengua: cuando el nodo de la lengua est activado, inhibira el lxico de la otra lengua. El input visual activa los nodos para cada letra e inhibe los nodos de las letras que no estn; a nivel de palabras, se activara el nodo de las palabras de las dos lenguas conocidas que tengan las letras en la posicin en la que aparecen en el input visual; cuando la palabra es reconocida, inhibe las otras palabras competidoras; despus de procesar la palabra, se activa el nodo de la lengua, que desactiva las palabras de la otra lengua y activa las de la lengua en cuestin. El modelo ha sido revisado posteriormente, creando as el modelo BIA+ (Dijkstra & van Heuven, 2002), que aade la activacin y la inhibicin de las neuronas al procesar el input ortogrfico, explicando as la influencia interlingstica de la semejanza ortogrfica y semntica de las palabras.

    A partir de estudios de RMf y sobre pacientes afsicos, Abutalebi et al. (2001) llegaron a la conclusin de que existen redes neuronales comunes que subyacen a la L1 y a la L2. La seleccin lxica y el control del lenguaje se realizan en estructuras corticales y subcorticales compartidas por los dos idiomas, que entran en competicin para el control de la L2, hasta que un mecanismo inhibitorio consigue controlar estos fenmenos.

    Modelos integrales de produccin del lenguaje en bilinges

    Modelos de De Bot

    Los primeros modelos integrales para la descripcin en su totalidad el proceso de produccin del lenguaje del bilinge se basaron en el modelo de produccin del lenguaje elaborado por Levelt (1989), adaptndolo al bilingismo. Levelt formul en 1989 un modelo para explicar la produccin oral en el hablante monolinge. Segn este modelo existen varias componentes:

    Conocimiento Conceptualizacin Formulacin. Los tems lexicales son elegidos en primer lugar y sus caractersticas determinan la aplicacin de reglas fonolgicas y gramaticales. La seleccin lexical implica tambin informacin fonolgica Articulacin Sistema de comprensin del habla, conectado con el sistema auditivo

    De Bot (1992) fue el primero en ofrecer un modelo de explicacin completo de la produccin del lenguaje por parte del bilinge. Segn este autor, para que el modelo de Levelt (1989) pueda adaptarse a un hablante bilinge, las distintas componentes deberan tener unas caractersticas peculiares. Por lo que concierne a la componente de conocimiento y conceptualizacin, el conocimiento es nico para las dos lenguas y es probablemente el lugar en el que se realiza la seleccin de la lengua. La conceptualizacin, por otro lado, depende de

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    cada lengua. Podran existir dos niveles de planificacin: un primer nivel independiente de la lengua, y un segundo nivel posterior a cierta seleccin lingstica. En el caso de la formulacin y del lxico, se debe suponer la existencia de un sistema separado por cada lengua para la gramtica y los conocimientos morfo-fonolgicos. De Bot (1992) considera varias opciones: podra existir o bien un formulador y un lxico distintos por cada lengua, pero no sera econmico y no explicara los casos de code-switching involuntarios; tambin podra darse un nico sistema para las dos lenguas, que estaran etiquetadas de alguna forma, pero en este caso no se explicara la separacin entre idiomas que se realiza comnmente en los bilinges. Las dos posibilidades no son excluyentes, y en la organizacin de los dos almacenes lingsticos podran influir factores como la competencia lingstica del hablante y la cercana de los dos idiomas. Por otro lado, el lxico mental es el lugar en el que se almacena la informacin sobre las palabras de la lengua en un hablante y que contiene tambin datos sintcticos sobre el lema. La parte del lema que se encarga del significado no es compartida por los dos idiomas. Tambin la informacin sintctica y morfo-fonolgica depende del idioma. De Bot (1992) se suma a la opinin de que podra verificarse un almacenamiento por separado o conjunto dependiendo de la similitud entre los dos idiomas. De las cuatro posibles opciones para explicar el almacenamiento de dos lenguas en el cerebro, es la hiptesis del subconjunto (Subset hypothesis) la que mejor se adapta al modelo de Levelt. La recuperacin de los elementos lexicales puede ser activa o pasiva. En la primera, se escanean todos los elementos lexicales hasta que se encuentra el buscado: las palabras son ordenadas sobre la base de la frecuencia de uso o segn los campos semnticos, pero se trata de un modelo poco econmico. En la pasiva, los elementos lexicales tienen determinadas caractersticas, que pueden ser estimuladas hasta cierto nivel hasta activarse, presentndose como candidato. Ratificando una idea propuesta ya por Green (1986), de Bot (1992) describe los tres posibles niveles de activacin de una lengua: seleccionada, activa y durmiente. En este modelo la seleccin de la lengua no se realiza antes de hablar, sino que es parte de la produccin oral de un bilinge. Los eventuales problemas de recuperacin de elementos lexicales tienen lugar en fase de formulacin: durante la generacin conceptual del mensaje no se tiene en cuenta la posibilidad de que uno o ms elementos lingsticos puedan no estar disponibles. Si en hablantes monolinges estos problemas son muy raros, en bilinges con menor competencia en la L2 es muy frecuente que pueda haber problemas de acceso al lxico. Falta todava por averiguar, en opinin de Bot (1992), si existe un mecanismo capaz de alertar sobre la falta de tems lxicos durante la formulacin del mensaje o bien si el hablante se da cuenta tarde, una vez formulado el mensaje, lo que, inevitablemente, conllevara retrasos en la produccin de la secuencia.

    Cuanto a la codificacin fonolgica y la articulacin, segn Levelt (1989) la ejecucin articulatoria se basa en las slabas. No existen sistemas silbicos separados en el bilinge: la tendencia es a asimilar lo ms posible las slabas de la L2 a las de la L1 y solo las slabas distintas sern almacenadas por separado. El hablante, tanto bilinge como monolinge, tiene un modelo de referencia de cmo las slabas deberan ser pronunciadas; los bilinges con mayor competencia tienen un conocimiento ms amplio de la articulacin fonolgica de la L2, lo que influir en la calidad de su produccin en la segunda lengua; los de menor competencia suelen asimilar en mayor medida su pronunciacin a la de la lengua madre. Debido a las grandes diferencias prosdicas entre lenguas, se podra pensar que el generador prosdico sea especfico para cada lengua, pero no es viable un modelo con un sistema dual, debido a su escasa economa: existe un nico sistema compartido entre la L1 y la L2.

    De Bot realiz junto a Schreuder (De Bot & Schreuder, 1993) una revisin del modelo, en la que aadi un ulterior componente al modelo de Levelt (1989), el verbalizador (verbalizer). Situado entre la conceptualizacin y la formulacin, su funcin es la de convertir la estructura conceptual contenida en el mensaje preverbal en las representaciones semnticas de los

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    lemas en el lxico. Completa la revisin del modelo la nocin de valor de las entradas lingsticas, que da una explicacin a fenmenos como el intercambio voluntario de cdigo o las interferencias de la L1 en hablantes bilinges con menor competencia. Segn Poulisse (1997), uno de los problemas principales de estos modelos es el hecho de que el conceptualizador no tiene acceso al vocabulario mental, por lo que no sabra si el mensaje generado puede ser lexicalizado.

    Modelo de Poulisse y Bongaerts (1994) Tambin basado en Levelt (1989) es el modelo propuesto por Poulisse y Bongaerts (1994). Segn estos autores, la informacin conceptual y lingstica pasa directamente al formulador, sin suponer la existencia del verbalizador. Como el modelo precedente, la eleccin de la lengua se realiza a nivel del mensaje preverbal, pero, a diferencia de las propuestas anteriores, se activan solo las unidades lexicales coherentes por lengua y por significado, no todas las de la lengua, y se selecciona la que recibe mayor activacin. Estos autores son tambin defensores de un lxico nico, en el que las palabras de las dos lenguas se diferenciaran por la presencia de etiquetas identificativas. La activacin de las palabras estara influida por la frecuencia de uso, hecho que explicara la mayor intrusin de palabras de la L1, normalmente la lengua de mayor uso, al hablar la L2, sobre todo cuando el nivel de competencia es menor. La seleccin de la lengua influira tambin en la codificacin morfolgica y fonolgica del mensaje. En este ltimo punto, Poulisse y Bongaerts (1994) proponen la existencia tambin de un nico almacn fonolgico, conteniente los sonidos de la L1 y de la L2, que se distinguiran por medio de etiquetas, como en el almacn lexical.

    La articulacin en la L2 El aspecto principal en el que se verifica una convergencia entre la L1 y la L2 es el fnico-prosdico. Segn el modelo propuesto por de Brot (1992), en los bilinges existira un nico sistema de generacin fonolgica del lenguaje, hiptesis ratificada por el hecho de que la mayora de los bilinges mantiene su acento y la prosodia de la L1 cuando se expresa en la segunda lengua. Las personas que aprenden la segunda lengua durante la infancia normalmente tienen una mayor competencia lingstica y una mejor pronunciacin, fenmeno que podra explicarse por la existencia de un almacn fonolgico ms amplio, con una mayor variedad de sonidos, en comparacin con el de un bilinge que ha aprendido la L2 en edad adulta.

    La prosodia y la articulacin no son los nicos aspectos en los que la L2 converge con la L1 (Guerra, 2007). En un estudio reciente (Tan, Spinks, Feng, Siok, Perfetti, Xiong, et al., 2003) se plantea la posibilidad de que los sistemas neurales del procesamiento fonolgico de la segunda lengua sean moldeados sobre los mismos mecanismos en la L1. Los dos experimentos fueron llevados a cabo con sujetos bilinges chino e ingls (y sujetos de control monolinges), lenguas que tienen un sistema de escritura totalmente distinto: el ingls tiene un sistema alfabtico, cuya lectura se realiza por conversin grafema-fonema, es decir, sin considerar la informacin fonolgica, mientras que los caracteres chinos se representan fonolgicamente a partir del sistema silbico, sin una representacin en segmentos como los fonemas y con una importante componente visual. Los resultados de la resonancia magntica funcional mostraron una diferencia importante en el procesamiento del lenguaje escrito por parte de los monolinges (ingls y chino), y una implicacin de reas cerebrales similares en la lectura en los dos idiomas en el grupo bilinge; los autores concluan que los bilinges aplican el sistema de procesamiento fonolgico de su L1 a la segunda lengua, por muy distinta que sea.

    LA LECTURA EN LA L2 En las ltimas dcadas se han realizado numerosos estudios para intentar definir un modelo explicativo del proceso de lectura en el monolinge, que estara compuesto por distintas fases:

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    Percepcin visual de la palabra Reconocimiento de la palabra Activacin de la informacin semntica Construccin de preposiciones Integracin de las oraciones en el texto Comprensin del texto Aunque este modelo es extensible tambin al bilinge, Durgunolu (1997) explica algunos de los aspectos cognitivos que pueden influir en la lectura en la segunda lengua. En primer lugar, para la comprensin lectora (y tambin oral), es necesario cierto conocimiento de la sintaxis de la L2. Cuando un bilinge est intentando entender el significado de una oracin, dos tipos de seales, las de la L1 y las de la L2, compiten para asignar funciones sintcticas a las palabras.

    Adems de las funciones sintcticas, la conciencia metalingstica es otro factor importante a tener en consideracin, ya que requiere una atencin a las caractersticas estructurales de cada lengua; este enfoque analtico sobre el lenguaje es muy importante, sobre todo para la alfabetizacin de los nios. Otra conciencia que tambin es muy importante para los ms jvenes e influye en el proceso de lectura, es la fonolgica, es decir, la capacidad de escuchar los segmentos de las palabras de una lengua, como fonemas y slabas.

    Como recuerda Durgunolu (1997), el vocabulario es otro aspecto fundamental para el lector en una segunda lengua; por ejemplo, la capacidad para reconocer palabras cognadas, puede ser un recurso importante para facilitar la comprensin lectora en una segunda lengua. Asimismo, el conocimiento de la estructura morfolgica de la L2 puede ayudar al desarrollo del vocabulario. Los conocimientos lxicos se desarrollan sobre todo a partir de la experiencia, por lo que el tipo de exposicin a la L2 es un factor importante para el vocabulario. En este sentido, la adquisicin informal de la segunda lengua por un nio y el aprendizaje formal en una escuela del adulto no son experiencias comparables en trminos de construccin del vocabulario, que ser mucho ms amplio y aprendido ms fcilmente (por su relacin directa con el contexto) en el nio bilinge. Las diferencias estructurales entre lenguas, finalmente, tambin pueden ser un elemento de peso en la construccin del vocabulario.

    Otra variable importante que influye en la lectura en la L2 es la misma alfabetizacin: escasas habilidades lectoras en la L1 indudablemente tendrn un efecto negativo en la lectura en la lengua extranjera. El lenguaje escrito, como explica Durgunolu (1997), est descontextualizado y carece del feedback inmediato de la comunicacin oral, por lo que son necesarias ciertas habilidades especficas para una correcta comprensin de la palabra escrita, como estrategias de generacin del sentido (crear una representacin del texto, imaginar lo que viene despus y estar familiarizado con el gnero textual) y de negociacin con el texto. Estudios realizados en estos campos con bilinges han demostrado que las habilidades lectoras de la L1 se transfieren a la L2, lo que indica que estos tipos de estrategias, una vez aprendidas, pueden ser aplicadas a varios sistemas lingsticos. Este aspecto se relaciona tambin con el tema de la elaboracin de programas educativos bilinges y con la cuestin, permanentemente debatida, de si es necesario tener una determinada competencia acadmica en la L1 antes de introducir una enseanza formal en la L2.

    Finalmente, la comprensin lectora del bilinge est indudablemente influenciada tambin por el conocimiento del contexto cultural de la L2. La interaccin entre lector y escritor, en el caso en que el lector pertenezca a otra cultura y sea nativo de otra lengua, no es tan fluida como cuando pertenecen al mismo contexto cultural. A las dificultades propias de la lectura en otro idioma, se suma tambin la necesidad de realizar inferencias, para poder comprender correctamente el texto. De hecho, el conocimiento previo del tema del texto es un aspecto importante tambin en la lectura monolinge.

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    LAS BASES NEURALES DEL CONTROL DE LA LENGUA EN USO En un artculo dedicado a la mente bilinge, Bialystok, Fergus, Craik, Green y Gollan (2009) afirman que una de las principales diferencias entre el lenguaje bilinge y el monolinge reside en que el bilinge tiene que emplear cierto control y atencin para producir correctamente el lenguaje en un idioma; este hecho tiene consecuencias cognitivas positivas, ya que los bilinges parecen tener mejores resultados en tareas que requieren monitorizacin, atencin y una prevalencia de la memoria de trabajo.

    El uso de dos idiomas impone demandas cognitivas adicionales para el control del habla: el bilinge puede hablar una lengua en vez de otra, monitorizar el lenguaje que est empleando, mantener o cambiar de idioma, cometer cambios de idiomas involuntarios o intencionales. Como explican Bialystok et al. (2009) tras una revisin de estudios sobre el tema, las principales estructuras cerebrales implicadas en estas tareas son:

    El crtex prefrontal, implicado en la toma de decisiones, en las funciones ejecutivas, en la seleccin e inhibicin de respuestas y en la memoria de trabajo. El crtex cingulado anterior, encargado de la atencin, la deteccin de errores y la monitorizacin de conflictos. Los ganglios basales y el caudado, que se ocupan de la eleccin del lenguaje, de la planificacin y de la seleccin lexical. El lbulo parietal inferior, implicado en el mantenimiento de las representaciones (gracias a su conexin con el crtex prefrontal), en la seleccin de las respuestas en competicin entre ellas (mediante sus conexiones con los ganglios basales) y en la memoria de trabajo.

    Caracterstica del bilingismo es tambin la capacidad para cambiar de una lengua a otra, otro de los aspectos que determina ventajas cognitivas en comparacin con los monolinges, sobre todo en tareas de carcter no verbal. Segn describen Bialystok et al. (2009), las bases neurales de tareas relacionadas con el cambio de idioma residen en varias zonas cerebrales: el crtex prefrontal, el crtex parietal inferior y los ganglios basales, adems del crtex cingulado anterior, estn implicados en la habilidad para cambiar de una lengua a otra voluntariamente; entre las reas responsables de esta funcin se pueden incluir tambin el lbulo prefrontal y el lbulo parietal inferior izquierdo, ya que lesiones en estas zonas cerebrales provocan cambios de lengua patolgicos. Adems, lesiones en la cabeza del ncleo caudado pueden provocar un patrn de recuperacin selectivo. Finalmente, la resonancia magntica indica una mayor actividad parietal y frontal asociada con el cambio de cdigo. Esta zona del cerebro tambin muestra cierta activacin durante la comprensin, aspecto que, segn el estudio mencionado (Bialystok et al., 2009), denotara cierta presencia de procesos de control en tareas que no implican la produccin. Por otro lado, la traduccin parece activar el crtex cingulado anterior y estructuras subcorticales de ambos hemisferios. Se menciona asimismo una mayor activacin dorsolateral izquierda durante la traduccin hacia la L2 que en sentido contrario. Finalmente, la experiencia bilinge puede alterar la densidad de la materia gris en algunas regiones relacionadas con el control, as como las conexiones de la materia blanca que se conectan a la materia gris.

    LAS VENTAJAS COGNITIVAS DE SER BILINGE A lo largo de la historia, adems de gozar de cierto prestigio por ser un importante instrumento de comunicacin, el bilingismo ha sido considerado tambin una fuente de enriquecimiento cultural. Los romanos, sobre todo en poca helenstica, aprendan griego; en la Edad Media el latn, adems de idioma oficial de la Iglesia, era la lengua de enseanza y de la cultura. En el siglo XVIII, los ilustrados se expresaban en francs, y la aristocracia centroeuropea de la poca reciba una educacin trilinge. Sin embargo, entre finales del XIX y principios del siglo XX, el bilingismo empez a ser objeto de crticas. La opinin negativa sobre el bilingismo en el siglo

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    XIX se relaciona estrictamente con el surgimiento de la identidad cultural de los estados nacionales: lengua, cultura y nacionalidad estaban estrictamente relacionadas.

    Fue solo a partir de los aos 20 del siglo pasado cuando empezaron a desarrollarse las primeras investigaciones sistemticas sobre el bilingismo. Como recuerda Siguan (2001), a lo largo de la historia han sido frecuentes los testimonios de admiracin hacia las personas bilinges y los traductores, pero se trataba de reflexiones sin alguna intencin cientfica. Hasta la poca citada la lingstica se ocupaba fundamentalmente de los aspectos formales del lenguaje, de la capacidad de hablar y de las distintas lenguas en concreto. En la dcada de los aos 20, al contrario, empezaron a aparecer los primeros estudios sobre los efectos del bilingismo sobre la madurez intelectual y la adaptacin social del individuo. Durante dcadas, hasta los aos 60, los estudios realizados llegaban generalmente a la conclusin de que el bilingismo conllevaba desventajas cognitivas, creando confusin y dificultando el aprendizaje. Como explica Balkan (1979), la validez de estas primeras investigaciones resulta cuestionable, esencialmente por razones metodolgicas. En trminos generales, los problemas derivados de las encuestas realizadas hasta los aos 60 eran la escasa o poco cientfica determinacin de los grupos bilinges estudiados, tanto en el aspecto de la competencia lingstica como a nivel socioeconmico, y el uso de tests de inteligencia con base verbal como medida de inteligencia. Los resultados negativos de los sujetos bilinges en estas pruebas llevaron a considerar el bilingismo como un factor altamente negativo en el desarrollo mental y en la adaptacin social del individuo. A partir de los aos 60 la opinin sobre los efectos del bilingismo cambi radicalmente a raz de una investigacin realizada en 1962 por Elizabeth Peal y Wallace E. Lambert. Estos investigadores queran analizar el tema del bilingismo-monolingismo en Canad, esperando encontrar un dficit en las personas bilinges, como sugera la literatura sobre el tema; queran esencialmente averiguar las componentes intelectuales implicadas en este dficit, para poder as desarrollar estrategias de compensacin. Desde el punto de vista metodolgico, la investigacin fue diseada con gran rigor. Los sujetos del grupo experimental fueron seleccionados segn su capacidad lingstica relativa y fueron retenidos solo los que podan demostrar un bilingismo equilibrado (habiendo obtenido una puntuacin superior a 30 en los tests de asociacin y descubrimiento de palabras francesas-inglesas); se trataba de 164 escolares, sobre un total de 364 (no exclusivamente monolinges, sino tambin bilinges a un grado inferior), de 10 aos de 6 escuelas primarias en lengua francesa en Montreal. Los dos grupos experimentales fueron sometidos a tests verbales y no verbales. Los resultados del estudio fueron sorprendentes: los nios bilinges anglofranceses puntuaban significativamente ms alto en las medidas verbales y no-verbales de inteligencia que los monolinges; los resultados sugeran adems que los bilinges tenan una estructura intelectual ms diversificada y flexible.

    El trabajo de Peal y Lambert (1962) ha sido muy importante para la investigacin sobre el bilingismo, ya que se trata del primer estudio en que los bilinges resultaban claramente tener ventajas cognitivas en comparacin con los monolinges. A partir de ese momento, se sucedieron un gran nmero de investigaciones con resultados similares.

    Las ventajas del bilingismo son hoy en da un aspecto incuestionable: a partir de la citada investigacin de Peal y Lambert (1962), la opinin positiva sobre los efectos generales del bilingismo no ha sido refutada. Desde hace dcadas, el reconocimiento de las ventajas del conocimiento de varios idiomas, sobre todo en su adquisicin precoz, ha encontrado su reflejo prctico en la bsqueda de mtodos de educacin multilinge, hasta el punto que hoy en da ya no es concebible una educacin en una sola lengua. Las explicaciones de estas posibles ventajas cognitivas de los bilinges son numerosas. En primer lugar, los bilinges parecen ser capaces de moverse muy gilmente de una lengua a otra (Bialystok, 1987). Los nios bilinges manifiestan asimismo la capacidad de alcanzar niveles de abstraccin ms altos en comparacin con los monolinges, lo que favorecera la conciencia lingstica. Segn otros

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    estudios (Hakuta, 1981), tambin tienen una mayor confianza en el lenguaje como instrumento de pensamiento, aumentando su empleo como mediador en tareas de carcter cognitivo.

    CONCLUSIONES El objetivo general de este trabajo ha sido el de realizar una revisin de los estudios que analizan el funcionamiento del cerebro de personas bilinges. Los debates sobre una posible organizacin cerebral distinta de los monolinges con respecto a los bilinges empezaron desde finales del siglo XIX, poca en la que la tcnica experimental ms utilizada para estudios neurolingsticos era la observacin de pacientes afsicos bilinges.

    La aplicacin de las tcnicas de neuroimagen al estudio del cerebro bilinge revolucion la investigacin en la disciplina. Se abandon la hiptesis de una distinta localizacin anatmica de las dos lenguas y se abrieron nuevos debates. Aunque haya sido demostrado que las diferencias entre el cerebro de un bilinge y el de un monolinge no son consistentes, los investigadores han encontrado ciertas diferencias neurocognitivas entre estos dos tipos de sujetos. Se ha identificado, por ejemplo, un uso distinto de la memoria declarativa y procedimental en las funciones lingsticas entre la L1 y la L2, y tambin diferencias entre las relaciones entre memoria lexical y conceptual en el bilinge. Adems, se han identificado las bases neurales del control de la lengua en uso y se han elaborado varios modelos para explicar la produccin del lenguaje y la lectura en la L2.

    La revisin terica de este trabajo servir como base para la realizacin de investigaciones en el mbito de la enseanza de idiomas. La correlacin entre el estudio de la enseanza/aprendizaje de lengua extranjera e investigacin neurolingstica podra desembocar en una verdadera neurociencia de la didctica de la L2. Lejos de ser una prerrogativa de neurlogos o psiclogos, el estudio de las relaciones entre cerebro y lenguaje se puede beneficiar de forma consistente de la contribucin de la lingstica aplicada.

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    i El mtodo clsico de estudio en neurolingstica es la observacin de casos clnicos. Obler et al. (2000) apuntan que los primeros estudios clnicos carecan de cierto rigor metodolgico, problema que actualmente se intenta solucionar con una mayor atencin a la definicin de los sndromes. A mediados del siglo pasado se desarroll una tcnica que permiti determinar el hemisferio dominante en el lenguaje en un cerebro sano, a travs de la anestesia de un hemisferio. La tcnica se conoce como Test Wada y consiste en la inyeccin en la cartida de un anestsico (amital sdico), que inactiva la funcin de los territorios irrigados por las distintas arterias cerebrales, provocando una hemiparesia contralateral al hemisferio anestesiado. Durante este perodo de hemiparesia, se realiza una evaluacin de cuatro reas del lenguaje: la memorizacin de secuencias lingsticas, la comprensin, la denominacin y la repeticin. Los resultados de este tipo de test ratificaron la hiptesis de que las facultades lingsticas se sitan mayoritariamente en el hemisferio izquierdo. El estudio de la localizacin de las facultades lingsticas en el cerebro se benefici tambin de los experimentos realizados con pacientes con cerebro dividido. En condiciones normales, los dos hemisferios cerebrales comunican entre s a travs del cuerpo calloso e intercambian los datos procedentes de las dos partes del cuerpo (campos visivos, odos, sensaciones). En ciertas situaciones patolgicas (pacientes epilpticos, comisutoromas), los dos hemisferios estn incomunicados. Uno de los experimentos realizados con estos pacientes consiste en sentar al sujeto en una mesa con una barrera que impide la vista de los objetos situados al otro lado; si el paciente toca el objeto con la mano izquierda, la informacin tctil es transmitida al lado derecho del cerebro y el paciente es incapaz de nombrar el objeto, mientras que con la mano derecha ocurre exactamente lo contrario. En poca ms moderna, a principios del siglo XX, se desarroll la tcnica de la estimulacin cortical, que permiti identificar con mayor precisin las reas del hemisferio izquierdo que intervienen en el lenguajei. Se realiza mediante la aplicacin directa sobre el crtex a explorar de un electrodo, que aplica estmulos elctricos. Si se tiene que investigar la facultad del lenguaje, la aplicacin de los electrodos se realiza bajo anestesia local, con la participacin del paciente. Si se est estimulando una zona implicada en el habla, la capacidad de nombrar o, ms en general, de realizar tareas lingsticas se perturba. Recientemente se han aplicado diversas tcnicas radiolgicas al estudio del lenguaje: la TAC (Tomografa Axial Computerizada), la TEP (Tomografa por Emisin de Positrones) y la IRM (Imagen de Resonancia Magntica). Como explica Ahlsn (2006), en todas estas tcnicas el cerebro se somete a rayos X, y luego unos programas informticos convierten las imgenes en un mapa cerebral. En la TAC los rayos X ofrecen una imagen bidimensional de distintas porciones del cerebro en blanco, gris y negro, dependiendo de la intensidad de los rayos. La IRM mide la actividad magntica de ncleos atmicos de hidrgeno; las seales electromagnticas proporcionadas por los tomos de hidrgeno son registradas en un ordenador y convertidas en imgenes en blanco, negro y gris; se trata de un mtodo no invasivo que ofrece una visin muy clara. La TAC y la resonancia magntica son tiles para localizar las lesiones cerebrales. Por otro lado, el escner TEP registra los cambios fisiolgicos acontecidos en las clulas del cerebro mediante la deteccin de rayos gama que se desprenden tras la inyeccin de un lquido conteniente un

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    istopo radiactivo. Aunque la resolucin espacial y temporal no es ptima, este mtodo tiene la ventaja de poder proporcionar una imagen en movimiento de la actividad cerebral. En la actualidad se estn perfeccionando estas tcnicas y desarrollando nuevas, con el objetivo de conseguir imgenes del cerebro en alta resolucin y en tiempo real. Una tcnica que est ofreciendo muy buenos resultados es la de los potenciales evocados (PE), que se emplea fijando electrodos en el cuero cabelludo de sujetos normales y observando qu electrodos registran una actividad elctrica despus de un estmulo. Los estudios realizado con esta tcnica han permitido registrar la actividad elctrica que precede al habla o sigue un estmulo lingstico, haciendo posible una rpida identificacin de sucesos elctricos muy pequeos, situados en una mnima fraccin de las neuronas cerebrales. Por otro lado, otra tcnica exitosa es la Resonancia Magntica Funcional (RMf), que, mediante la localizacin de los cambios en el nivel de oxgeno en el cerebro, ofrece una serie de instantneas de la actividad cerebral, sin emplear componentes radioactivas y con mayor resolucin y velocidad que la TEP. Tambin se est empezando a aplicar la magnetoencefalografa al estudio neurolingstico, tcnica que permite registrar minuto a minuto los cambios en los campos magnticos generados en el interior del cerebro como consecuencia de un determinado estmulo. Se trata de una tcnica no invasiva, con la que se puede localizar eventos intracerebrales.

    ii Fue Paul Broca en 1865 el primer estudioso en afirmar que el lenguaje es responsabilidad del hemisferio

    izquierdo en la poblacin diestra. Los datos aportados por el estudio de trastornos afsicos, apopleja y tumores aportaron la evidencia experimental suficiente para ratificar la hiptesis de Broca. Sin embargo, actualmente se defiende cierta participacin del hemisferio derecho en las tareas lingsticas. Obler et al. (2000) citan los resultados de estudios realizados con pacientes que padecen lesiones cerebrales o comisurotomizados, que han demostrado una superioridad hemisfrica derecha para el reconocimiento de melodas y para los elementos prosdicos del lenguaje, tanto odo como hablado; tambin es reconocida la superioridad del hemisferio derecho en el anlisis de las propiedades emocionales del entorno. El test de Wada, mencionado anteriormente y consistente en la anestesia transitoria de un hemisferio cerebral, aport datos similares. Los resultados de los estudios sobre pacientes zurdos indican que la dominancia cerebral para el lenguaje no es la misma dependiendo del lado dominante: Bryden, Hcaen y De Agostini (1983) documentan que los diestros desarrollan de forma abrumadora una afasia despus de lesiones en el hemisferio izquierdo y no tras lesiones en el derecho; por otro lado, los zurdos, aunque suelan manifestar afasia tras lesiones el hemisferio izquierdo, desarrollan tambin este tipo de trastornos en caso de lesin en el hemisferio derecho, mostrando as una dominancia del hemisferio derecho o bilateral de las funciones lingsticas. Parece que la prevalencia de un hemisferio u otro en el lenguaje est tambin relacionada con la presencia de zurdos en la familia de origen, hecho que podra influir en la dominancia hemisfrica en personas zurdas o en la capacidad del hemisferio derecho para hacerse cargo de algunas funciones lingsticas en caso de lesin cerebral. Por otro lado, segn Bryden et al. (1983), el gnero tambin parece ser un factor influyente en la dominancia hemisfrica, ya que es posible que las mujeres tengan ms posibilidad de una predominancia bilateral que los hombres, cuestin que permanece actualmente abierta. Asimismo, una serie de estudios realizados con pacientes diestros con lesiones cerebrales en el hemisferio derecho ha permitido concluir que este hemisferio podra tener un papel importante en aspectos emocionales relacionados con el lenguaje, como la entonacin y ciertos tipos de inferencias lgicas. Estudios recientes, realizados tanto mediante autopsia, como a travs de tomografa computadorizada (TAC), han ratificado la hiptesis de la asimetra funcional y anatmica entre los dos hemisferios. Por otra parte, Obler et al. (2000) comentan estudios realizados con nios con lesiones cerebrales, que demostraron que el hemisferio derecho puede asumir las funciones del lenguaje en caso de lesin cerebral, permitiendo una recuperacin total de las facultades lingsticas si la lesin y la posterior rehabilitacin se realizan antes del que Lennenberg (1967) denomin periodo crticoii. Los datos de estas investigaciones le permitieron elaborar la hiptesis de la equipotencialidad (Equipotentiality Hypothesis) de los dos hemisferios, segn la cual al principio del desarrollo del lenguaje, los dos hemisferios estn igualmente implicados en la conducta lingstica, pero con el tiempo emergera la dominancia hemisfrica izquierda. Actualmente se cree que la equipotencialidad de los hemisferios, aun existiendo en parte, no puede ser totalmente perfecta. Obler et al. (2000) explican que el hemisferio izquierdo posee un planuum temporale ms extenso, lo que supone un mayor desarrollo de este hemisferio; adems, experimentos realizados con nios recuperados de lesiones cerebrales demostraron que el hemisferio derecho no es capaz de hacerse cargo de todas las funciones del lenguaje. Desde el punto de vista evolutivo, la asimetra de los hemisferios cerebrales constituye la principal diferencia entre los seres humanos y otros mamferos. Comparando los cerebros de varios mamferos, como conejos, gatos, macacos, chimpancs y seres humanos, Lpez (2007) evidencia un progresivo

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    aumento del tamao del cerebro, mximo en el ser humano, y una evolucin desde la parte posterior a la anterior. La asimetra de los hemisferios es el paso ulterior de esta etapa evolutiva. Sin embargo, la lateralizacin de las funciones cerebrales no es absoluta: la percepcin sensorial activa a ambos hemisferios al mismo tiempo y parece existir una preferencia funcional en cada hemisferio: el izquierdo es ms proclive a las funciones analticas, mientras que el derecho a las sintticas. Esta preferencia funcional tendra su reflejo tambin en el plano lingstico. Segn la Hiptesis del Foco (Focusing Hypothesis) defendida por Wray (1992), durante la etapa de adquisicin del lenguaje el hemisferio izquierdo enseara al der