Por Jorge IBARGüENGOITIA€¦ · lo que decía, porque ahora encuentro que lo comunicado es a la...
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"La ':/Joca de oro de la Unión Nacional de Autores"
T E A T R OLibro de óro del teatro mexicano ola vida apasionada de don Marcelino Menéndez i Pelayo
sino porque la muerte de Ince, comocasi la de todos los hombres de Hollywood, se me antoja sintomática y porlo tanto reveladora. Hearst fue quizá elhombre que mayor daño hizo al cinenorteamericano, y el asesinato de ungran realizador no es sino un dato queejemplifica tal, hecho.
nueve que no me interesan; 1\) publicadas en revistas agotadas, desaparecidaso no catalogadas.b) Prefiero otras lecturas.
2. ¿Para qué las escribí?
Respuesta: Francamento no sé. [Deboconfesar que a esta pregunta he dado diferen tes respuestas conforme pasan losaños y en mi rostro se van marcando lashuellas de todos los vicios. En una época, de esto hace muchos afíos, contestaba (emulando a mis mayores) que escribía porque tenía necesidadd.e explesarme, y que para mí el teatro fue sielllpre el único medio de comunicación nosible; lo cual es una de las grandes l1l~ntiras en la historia de la literatura, puesdesde que tengo 5 años conozco variosmedios de comunicación mucho más eficaces que el teatro. De cualquier manera, si escogí el teatro como medio de comunicación debí tener más cuidado nmlo que decía, porque ahora encuentroque lo comunicado es a la técnica de co-
da a un ataque al corazón, -pero ha sidoKenneth Anger quien por primera vezha publicado en su libro Holl)'wood Babilonia lo que todo el mundo sabía sinatreverse a decirlo en voz muy alta. Yome concreto, como es lógico, a transcribir lo dicho por Anger. Y lo hago, nopor -el gusto del chisme (elaTO, claro),
Por Jorge IBARGüENGOITIA
;\ raíz de las recientes declaraciones deCarlos Solórzano en el Ovaciones de nome acuerdo qué fecha y de mi airada respuesta a las mismas, he ocupado .lI1is ratos de ocio en una serie de meditacionesque podrían agruparse bajo el shakespeariano título de: Are we, iVIexicanPlnywrights, missil1g tite chmnbe¡-pot?
Estas meditaciones, como las de todapersolla adiestrada en la labor jesuítica,tienen como esquema primordial unapr gUilla ímima y su contestación, COll10
por ejemplo:
J. Si yo no fuera Jorge lbargüengoitia,¿leería las obras de Jorge lbargüengoitia?
ReS/JI/esta: Definitivamente no. Leería1,.'5 de Mickey Spilane, el tratado de floricultura de la señora Mondragón, lasobras completas del Marqués de SantaCruz, y quiZ<Í hasta el diccionado de laReal Academia, pero no mis obras.¿Por qué?a) Porque. est;ín .... .a) i~éditas; ~) editadas en lIbros carlSlmos Junto con otras
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LIBROS_
"el personaje femenino em oligofrénico"
municarlo tan desproporcionado, comogastar 10 mil millones en alfabetizar alpueblo mexicano para que pueda leer ala Doctora Corazón. Después adopté otraactitud piú coraggiosa: dije que escribíaporque me daba la gana. Este paso dela necesidad de expresión al "porque meda la gana" corresponde, en la vida ín·tima del autor, al paso de las inhibiciones sexuales a la frustración absoluta.Pues bien, ahora digo que no sé por quéescribí catorce comedias. Aparentementeesta perplejidad la comparten muchaspersonas, como lo demuestra la frecuencia con que son estrenadas mis obras.]
}. Si escribí las comedias, ¿por qué nohago lo posible por que sean llevadas ala escena?
Respuesla: Porque cada vez que voy alteatro, le doy gracias a Dios de que nosea mía la obra que están montando.[Comentario: esta actitud proviene indiscutiblemente de un trauma (probablemente múltiple) . En mi juventud escribí una obra llamada Susana y los Jóvenes; esta obra fue elegida por la UniónNacional de Autores para ser representada en la temporada de la misma. Fnaquella época, la Época de Oro de laUnión, había una temporada formal enla Sala Chopin, en donde se representaban obras de Basurto, de Solana y de norecuerdo qué otras celebridades, y otratemporada, no sé si de autores noveles overgonzantes, en el Teatro Ródano. Usigli iba a dirigir Susana y los jóvenes. Eldía de la lectura, yo me senté en el pisoatrás de un sofá, de donde me fueron asacar para colocarme en un lugar de honor, junto a Usigli. Usigli leyó la obra,porque yo estaba aterrado. AsistieronFernando Mendoza, Maricruz Olivier,María Teresa Rivas, Tony Carvajal, Tara Parra, Miguel Córcega y Héctor Gómez, y también Argentina Usigli. Argentina, haciendo gala de un compañerismoque nunca le agradeceré lo bastante, serió cada vez que fue necesario; los demás permanecieron observándome comolas Pirámides. Cuando terminó la lectura, Fernando Mendoza tuvo la amabilidad de hacerme algunas indicacionesacerca de los cambios que él considerabanecesarios para que la obra no fuera tanmala; María Teresa Rivas opinó que elpersonaje fellJenino era oligofrénico, porque ella, a la edad de Susana, ya habíatenido no sé qué experiencias; pero lo
peor vino cuando Usigli me presentó aMaricruz Olivier... Esto es que tresmeses antes de estos sucesos, estando enuna fiesta con un vaso de cristal cortadolleno de cuba libre en una mano, mecayó una pesada trampa de madera enesa mano, de tal manera que el vaso decristal cortado me hizo pedazos una arteria y salió un chorro de sangre con elque bañé a todos los invitados; me llevaron a la Cruz Roja, me cosieron, regresé a los tres días, me quitaron laspuntadas, y como suele suceder en esoscasos, me dejaron una; la herida, en vezde cicatrizar, desarrollaba una purulencia infecta, que tenía yo que extirpar devez en cuando y bañar con agua oxigenada. Pues esto es que, precisamentela noche de la lectura, esta purulenciahabía alcanzado un grado de madurezextraorclinario, y en el momento en quela eximia Maricruz estrechó mi poderosadiestra, explotó y salió en forma de unchisguete que fue a dar precisamente enel ojo de la actriz. Ella no dijo nada, pero no volvió a poner un pie en el teatro.Después vino una época de decepciones:
f LOS
EXPLICIT: José Miranda, Esparía y Nueva Espafía en la época de Felipe n.UNAM (Instituto de Historia), México, 1962. 132 pp.
NOTICIA: Es éste el número l de unanueva serie de divulgación iniciada porel Departamento de Publicaciones delInstituto de Historia de la UNAM. y esun buen comienzo. El estudio del doctor Miranda se publicó ya como prólogode la monumental edición de las obrascompletas del protomédico de Felipe n,descubridor de la historia natural mexicana, Francisco Hernández. El Institutode Historia consideró con buen acuerdoque este ensayo merecía mayor númerode lectores que el que le depararía la voluminosa y carísima edición (excelente,por otra parte) de las obras del ilustreprotomédico. El doctor José Miranda comenzó sus estudios historiográficos hacecasi treinta años en el Centro de Estudios Históricos de Madrid. Es licenciado
Usigli se fue a Dublín, la temporada dela Chopin se vino abajo, se acabó el dinero de la Unión, bajaran los sueldos,cambiaron los actores, una obra de Villaurrutia entró a salvar la situación(con el único resultado de que el déficit aumentó) , etcétera. El cáso es que envez de estrenar en julio, estrenamos enoctubre. Pero en fin, si éstas fueran lasúltimas molestias que me iba a causar laSusana, las daría de barato. Dos añosdespués de estos sucesos, una compañíade jóvenes incautos montó la obra y nieinvitó a un coctel después del estreno;yo, incauto también, fui con mis amigos.¡Dios mío, qué amargura! El padre de lajoven (que por cierto era muy fea) quehacía la Susana, entró en escena exabrupto con la mejor intención de llevarse a su hija, que estaba "prostituyéndoseen las tablas". Luego, en 1959, me invitaron a Culiacán a presenciar el estrenode la misma obra. Yo no hubiera aceptado la invitación de no haber estado tanmal de dinero; pero cuando recibí lospasajes de avión, compré mi boleto encamión y me guardé como trecientos pesos. En Culiacán me instalaron en unhotel elegantísimo. El día del estreno,me Duse mi mejor ropa, me fui caminando y llegué derritiéndome al teatrD. Mesentaron entre el rector de la. l:..Tniversidad y el jefe de la Zona Militar, y luegosalí a dar las gracias como si saliera deuna duch:l. De ahora en adelante, el quequiera poner la Susana que la ponga,pero por favor que no me invitc.
4. ¿Qué consejos daría yo a los jÚ\·cuc:·;dramawrgos?
ResjJII('J:ta: ((). Nunca ir al teatro. ú)Nunca Ir al cllle. c) Nunca encender elradj~, n.i la TV. el) No poner un pie enprovlIlcla. e) Quemar el Bernal Díaz. 1)No tener trato con actores, directores, niproductores. g) Hacer un matrimonioventajas? 11) Hablar poco. i) Escribirmenos. J) Renunciar a toda ambición dellegar a ser secretario de Educación 1''6..blica, embajador de México en Gl1ate..mala o gerellle ele la CEIM5A. k) Nll:'cadiscutir con la Élite.
y doctor en derecho y ciencias sociales,por la Universidad madrileña; ampliósus estudios en las Universidades ele París, Berlín y Tubingen; publicó en Espalla sus primeros trabajos históricos. Esbecario de las instituciones Rockefellery Guggenheim, investigador de primeracategoría. ~eI I~stitu~o de. Historia y profesor de lustonografIa (SIglo XVI y XVII)de la UNAM. Ha publicado numerososestudios, monografías y artículos. Susprincipales obras son: El método de lasciencias políticas (El Colegio de México,1945), Vitoúa y los intel'eses de la conquista de AméTi~a (El Colegio de México, 1946), Las zdeas y las institucionespolíticas de México 1521-1851 (UNAM,1952), Reformas y tendencias conslitucionales Tecientes de la AméTica Latina(UNAM, 1957) y El emsmista mexicanofmy Alonso Cabello (UNAM, 1958). Esuna de las personas que mejor conocenel Archivo General de la Nación. Pruebade ello es su obra, en general, y éstaque, en particular, nos ocupa hoy.