Positivismo en Leopoldo Zea

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Un acercamiento a la obra historigráfica de Leopoldo Zea

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Filosofa e Historia: caminos entrecruzados. Aproximacin historiogrfica a la obra de Leopoldo Zea sobre el positivismo mexicanoOscar Onofre Ortega

Introduccin

En las pginas siguientes se analizarn, desde el mbito de la historiografa, dos obras que el filsofo originario de la ciudad de Mxico, Leopoldo Zea Aguilar (1912-2004) dedic al estudio del positivismo mexicano; la primera de ellas intitulada El positivismo en Mxico, publicada por El Colegio de Mxico (COLMEX) en 1943; mientras que la segunda recibi el ttulo de Apogeo y decadencia del positivismo en Mxico que edit la misma institucin en 1944.La eleccin de Leopoldo Zea y de sus dos libros como tema a investigar, se debe bsicamente a dos motivos: el primero, que constituye uno de los casos ms tempranos en el siglo XX en que un investigador mexicano conjunt la Filosofa y la Historia para abordar una temtica al inscribir su trabajo dentro de la historia de las ideas, contribuyendo al desarrollo de sta ltima como una modalidad ms de indagacin histrica; el segundo radica en la cercana temporal que el filsofo tuvo con el fenmeno histrico que investig, al existir entre el crepsculo del positivismo mexicano y la investigacin que realiz Zea apenas treinta aos. No es muy comn esa situacin en los estudios histricos, ya que se han atendido de forma mayoritaria pocas ms alejadas del presente del investigador, por lo cual se ha mirado con desconfianza a las investigaciones que abordan una temtica ms presente, debido a que se ha pensado que esa cercana en el tiempo resta objetividad al investigador, argumento que se ha esgrimido, actualmente, en contra de la historia del tiempo presente (Bdarida, 1998, pp.19-20. Soto, 2004, p.108). Abordar una situacin histrica ms cercana a su propio horizonte vital, es tambin una de las caractersticas que diferencia a la obra del filsofos mexicano de otras investigaciones donde tambin se forjaron miradas filosfico-histricas, como las de, slo por mencionar algunas: Victoria Junco quien escribi Algunas aportaciones al estudio de Gamarra o el eclecticismo en Mxico (1944); Monelisa Lina Prez Marchand Dos etapas ideolgicas del siglo XVIII en Mxico a travs de los papeles de la inquisicin (1945); Bernab Navarro La introduccin de la filosofa moderna en Mxico (1948) y Edmundo O Gorman con sus libros Crisis y en la ciencia histrica (1947) La idea del descubrimiento de Amrica. Historia de esa interpretacin y crtica de sus fundamentos (1951) y a finales de esa dcada La invencin de Amrica. El universalismo de la crtica de occidente (1958). Pero existen elementos que vinculan a todos esos autores con Zea adems de inscribir sus trabajos en la historia de las ideas pues se formaron bajo el magisterio del filsofo espaol exiliado Jos Gaos y Gonzlez Pola (1900-1969) y muchos de ellos participaron en el Seminario para el estudio del Pensamiento en los pases de Lengua Espaola que l fund en El Colegio de Mxico (COLMEX) (Lida y Matesanz, 1990, pp.185-188).Como se pudo observar, la investigacin de Zea se apart de todos esos trabajos que abordaron el siglo XVIII o temporalidades anteriores, a excepcin de la obra de OGorman publicada en 1947 donde critic la prctica de la Historia de su tiempo, los fundamentos en que sta descans y propuso una nueva forma de entender la investigacin histrica, as como transformar la relacin del historiador con sus sujetos a investigar (OGorman, 1947, pp.181- 346). Sin embargo, el tratamiento temporal de OGorman sobre esos siglos es un tanto sincrnico, debido a la naturaleza terica de su reflexin, mientras que la de Zea es ms dinmica a establecer una narracin histrica que parti de la segunda mitad del siglo XIX y concluy en la primera dcada del siglo XX.Una vez sealados los criterios que llevaron a la eleccin de Leopoldo Zea, de entre todos los cultivadores de la Historia es necesario apuntar brevemente la estructura de este ensayo: primeramente se har explcito el sentido que se emplear de historiografa a lo largo de estas lneas con la intensin de explicar lo que se est entendiendo por ese trmino, lo cual permitir al lector observarlos supuestos tericos desde los cuales se parte en esta breve investigacin; despus se establecern algunos trazos biogrficos con la intensin de ubicar dentro de la historia al filsofo mexicano; finalmente se examinar la obra de Zea, ya con una contextualizacin de ella. Acercamiento a la nocin de Historiografa

Se vuelve ineludible dedicar algunas reflexiones a la Historiografa, en virtud de que en estas pginas se tiene el objetivo de desarrollar un anlisis historiogrfico. Expresar con claridad el sentido con el que se entiende ese trmino responde a los siguientes objetivos: establecer un dilogo claro con el lector, dejando asentada la definicin de lo que se entiende por Historiografa y anlisis historiogrfico; sealar el punto de observacin desde el cual se enfoca la obra de Zea, es decir, desde el cual se reflexionarn los libros del filsofo mexicano haciendo explcitos los aspectos de su obra que se analizarn sealando aqullos que aparecern en este ensayo y los que no, construyendo los puntos ciegos de esta observacin. La Historiografa, tanto la categora como la prctica, ha experimentado un cambio profundo, ha pasado de significar el conjunto de bibliografa escrita por los historiadores, o de tema histrico, y por lo tanto el anlisis historiogrfico era el estudio de las distintas interpretaciones que los investigadores han expresado sobre un mismo acontecimiento histrico, sin tratar de comprender la razn por la cual se producen esas distintas interpretaciones del pasado. Tambin se ha pensado que la labor de la Historiografa es nicamente relacionar las obras de determinado autor con el contexto en que surgieron, como modo de explicar su aparicin (Mendiola y Zermeo, 1995, p. 251). A lo largo de este trabajo se emplea una definicin completamente distinta a la sealada en primer lugar (como bibliografa sobre un tema o nicamente la produccin escriturstica de los historiadores) y va ms all, sin excluirla, de la que relaciona texto y contexto. Los historiadores Alfonso Mendiola y Guillermo Zermeo conciben a la Historiografa como [] una forma de acercarse al pasado que concibe todo resto como documento de cultura, trtese de una crnica o testimonio de algn historiador o cualquier fuente (1995, p.252). Esta forma de entenderla es innovadora pues trae consigo un replanteamiento de las prcticas de investigacin del historiador, al considerar a las fuentes como una produccin cultural, situndolas dentro de una sociedad, espacio y tiempo determinado, que no es sino dotar de carcter histrico a todo documento. Este planteamiento lleva tambin a considerar esas fuentes de informacin como enunciados que un emisor expres en una situacin determinada, bajo ciertas formas de comunicacin, con lo cual deja de ver en ellas meros repositorios de informacin destinados al historiador. Su novedad tambin se encuentra en manifestar inters no slo por slo por los documentos y escritos sino que abre el panorama para el estudio de otras formas de expresin de soporte material.Desde la perspectiva de historizacin de todo documento empleado por el investigador del pasado, Alfonso Mendiola y Guillermo Zermeo proponen entender los textos como emisiones de sentido en un contexto determinado, es decir como comunicaciones, y no quedarse nicamente con el anlisis de la estructura inmanente del texto, siendo ste slo el punto de partida del anlisis historiogrfico. Por ello ambos historiadores proponen destacar tres planos al realizar una observacin de carcter historiogrfico: primero el que integra las reglas formales del discurso, en segundo plano, el lugar social desde el cual se produce el texto y para finalizar las formas de recepcin y apropiacin del texto (1995, pp. 258-259).Michel de Certeau, uno de los historiadores ms reflexivos que introdujo a la Historia en esa nueva forma de autocomprensin, fue uno de los primeros investigadores en reparar sobre los procesos de escritura por los cuales se constituye la disciplina histrica. Desde la perspectiva de este autor, la Historia era entendida como Historiografa, que engloba una prctica (es decir una disciplina) con su resultado (un relato) y la relacin que se establece entre ambos bajo la forma de una produccin (199, pp.35 y 67). Esta manera de concebirla, adquiere especial relevancia al momento de analizar los libros de Historia, pues no los ve nicamente como creacin de su autor, sino que existen ms factores en la produccin de un discurso de tipo histrico, uno de ellos son los lineamientos normativos que rigen las prcticas tanto de investigacin como de escritura.El historiador francs en su estudio sobre la produccin de bibliografa histrica, propuso que sta, denominada por l operacin historiogrfica, se compone de tres elementos:

[] la relacin entre un lugar [nfasis del autor] (un reclutamiento, un medio, un oficio, etctera), varios procedimientos [nfasis del autor] de anlisis (una disciplina) y la construccin de un texto [nfasis del autor] (literatura) [] la operacin historiogrfica se refiere a la combinacin de un lugar [nfasis del autor] social, de prcticas [nfasis del autor] cientficas y de una escritura [nfasis del autor] (Certeau, 1995, p. 70).

Al concebir de esa manera la produccin de los textos histricos, De Certeau llev a otro plano la reflexin sobre la Historia, pues no se circunscribi solamente a las obras ni a los autores, sino que coloc al historiador dentro de la sociedad, al interior de un entramado de relaciones sociales, denominado por l lugar social, que es donde se encuentra situado. El lugar social sera un componente del punto desde el cual el historiador construye su mirada hacia el pretrito, el otro seran los procedimientos de anlisis, retomando la terminologa de Alfonso Mendiola (2005) para quien la historiografa es una observacin de observaciones del pasado.Pensar que el investigador de la Historia no produce su conocimiento nicamente a partir de un modelo terico o de cierta metodologa, en trminos de De Certau las prcticas cientficas, sino que tambin importa el lugar que ocupe dentro de la sociedad y las instituciones desde las cuales desarrolle sus pesquisas histricas. Relacionar al historiador dentro de su sociedad y dentro de las instituciones es un elemento a considerar dentro de un anlisis historiogrfico, ya que en palabras del pensador francs la institucin: Vuelve posibles [nfasis del autor] algunas investigaciones, gracias a coyunturas o problemticas comunes. Pero a otras la vuelve [cursivas del autor] imposibles (Certeau, 1995, p.81). De acuerdo a este razonamiento, sera un componente del anlisis historiogrfico preguntarse por las condiciones que hicieron posible la aparicin del libro de Zea.Si se contina con el planteamiento de la operacin historiogrfica, se puede reflexionar que la creacin de un discurso histrico es producto tanto del lugar social, o institucional, como de las prcticas disciplinares que normaban la investigacin histrica. Por ello, el anlisis historiogrfico nos puede dar algunas luces sobre el funcionamiento de la institucin, el lugar social del historiador y sobre las prcticas de la Historia que permitieron la realizacin del texto historiogrfico. Utilizando metforas, en el anlisis de un fruto se puede saber la edad del rbol, su salud y la forma en que toma nutrientes del suelo, es ms, se puede llegar a conocer si la tierra en que esta plantado es frtil o no; de similar manera acta el anlisis historiogrfico con la institucin y la matriz disciplinar.Hasta el momento se ha puesto especial relevancia en el aspecto social del discurso histrico, sin embargo no se han sealado las formas en que el anlisis historiogrfico ha encarado al texto. A los puntos de observacin ya sealados se tienen que agregar:[] el perfil de los sujetos de la enunciacin, los supuestos tericos y filosficos (implcitos o explcitos), la forma que adquiere el vrtice de significacin [], el horizonte historiogrfico (posicin de una obra particular frente al conjunto de representaciones y saberes vigentes), estrategias narrativas y explicativas y espacios de enunciacin. Por ltimo al tratarse de una obra que se escribe como una produccin destinada a un lector, es necesario considerar las estrategias editoriales que hacen de ella un texto publicado (Rico, 2002, p.13).

Lo expresado por Certeau, Mendiola, Rico y Zermeo pone de manifiesto que la concepcin de Historiografa se ha complejizado, pues los aspectos de analiza son bastos y de gran profundidad. Por lo anterior resulta un tanto desfasado seguir pensando que la reflexin historiogrfica tiene como objetivo sealar lo que ha dicho un autor o conjunto de autores sino que su objetivo es, como lo ha apuntado Alfonso Mendiola, interrogarse [] el cmo es que se ve lo que se ve (2000, p. 519). Es decir, adems de la descripcin, la Historiografa busca responderse el por qu un historiador o un conjunto de ellos representaron el pasado de una forma particular y no de otra.Al brindar ese amplio abanico de algunas formas en que se ha replanteado la Historiografa, o como tambin la ha denominado Javier Rico (2002, p. 13) crtica historiogrfica,

Es por ello que no se puede eludir la tarea de hacer explcitos los aspectos de la historiografa desde los cuales se observar la obra del filsofo mexicano. De lo propuesto por Mendiola y Zermeo el problema de la recepcin y apropiacin de la obra queda fuera de este estudio, mientras que de lo sealado por Certeau, se retomarn las relaciones dialcticas entre espacio-prcticas-texto, por su parte delo expresado pro Rico mientras que de lo expresado por Rico, la emisin de la obra como libro y el horizonte historiogrfico son elementos que quedaron fuera de la observacin que se ha construido sobre los textos de Zea.

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