Practicas de prehistoria alcaraz

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1 ÁREA DE PREHISTORIA DEPARTAMENTO DE HISTORIA I Y FILOSOFÍA HOJA DE PRÁCTICAS ASIGNATURA: Prehistoria Reciente PROFESOR: Manuel Alcaraz Castaño PRÁCTICA Nº 1 Introducción a la Industria Lítica Tallada LAS MATERIAS PRIMAS 1- ROCAS DE FRACTURA CONCOIDEA O CONCOIDAL Sílex: Roca sedimentaria compuesta por Óxido de Silíceo, una variedad del cuarzo. Presenta una textura granuda muy compacta y dura. Nódulo de sílex fracturado Riñón de sílex Lámina de sílex

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ÁREA DE PREHISTORIA DEPARTAMENTO DE HISTORIA I Y FILOSOFÍA

HOJA DE PRÁCTICAS ASIGNATURA: Prehistoria Reciente PROFESOR: Manuel Alcaraz Castaño

PRÁCTICA Nº 1

Introducción a la Industria Lítica Tallada

LAS MATERIAS PRIMAS 1- ROCAS DE FRACTURA CONCOIDEA O CONCOIDAL

• Sílex: Roca sedimentaria compuesta por Óxido de Silíceo, una variedad

del cuarzo. Presenta una textura granuda muy compacta y dura.

Nódulo de sílex fracturado

Riñón de sílex Lámina de sílex

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• Cuarcita: Roca metamórfica formada a través de una recristalización del

cuarzo, que presenta una composición muy granulosa y una fractura

astillosa.

Acumulación de cantos de cuarcita Canto de cuarcita fracturado

• Otras rocas aptas para la talla: Cuarzo, cristal de roca, arenisca,

obsidiana, jaspe, ópalo, pizarra, algunas calizas, etc.

Cuarzo Cristal de Roca

Arenisca Obsidiana

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EL PROCESO DE TALLA

Fig. 1.- El proceso de talla (Según Baena et al. 1998 en Baena –ed.–)

1- CATEGORÍAS BÁSICAS DEL PROCESO DE TALLA (fig. 1)

• Nódulo: bloque en estado natural, provisto de córtex.

• Núcleo: nódulo al que se le ha desprovisto de la totalidad o parte del

córtex a través de la talla intencional, presentando por tanto su superficie planos

de fractura.

• Percutor: elemento de naturaleza diversa que ejerce una fuerza sobre el

núcleo a través de la percusión, generando así los productos de la talla.

Distinguimos entre percutores duros (piedra) y blandos (madera, asta, hueso).

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• Elementos de extracción (fig. 2): son las piezas que se desgajan del

núcleo como consecuencia de la aplicación de una percusión o presión sobre la

materia prima, y que presentan una morfología característica, indicativa de las

acciones derivadas del proceso de talla. Se pueden clasificar, desde un punto de

vista morfo-métrico, en: - Lasca: elemento de extracción cuya longitud es inferior a dos veces

su anchura.

- Lámina: elemento de extracción cuya longitud es igual o mayor a

dos veces su anchura.

- Laminita: elemento que mantiene las proporciones de la lámina,

pero con una longitud inferior a 50 mm. (criterio variable).

Zona proximal

Zona mesial

Zona distal

Fig. 2 – Elementos de extracción Fig. 3 – Partes de una lasca (Modificado a partir de Eiroa et al. 1999)

• Restos de talla: Fragmentos de materia prima que se desprenden durante

el proceso de talla.

- Chunks: elementos informes de tamaño diverso que no presentan

ningún atributo típico de lasca o lámina. - Debris: fragmentos de pequeño tamaño y habitualmente planos.

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2 – EL UTILLAJE

• Útil: Cualquier objeto modificado por un conjunto de atributos

humanamente impuestos (Clarke 1984: 183).

• Soporte: el término soporte hace referencia al elemento lítico sobre el cual

se ha configurado el útil. Según el tipo de soporte, distinguimos dos

grandes grupos de útiles:

• Utillaje sobre lasca, lámina o laminita (soportes lascares

y laminares): el útil se ha configurado sobre un elemento de

extracción.

• Utillaje sobre núcleo (soportes nucleares): el útil queda

configurado directamente sobre el núcleo (fig.1).

• La gestión de los soportes: Los útiles líticos se configuran mediante el

retoque (fig. 1). Éste se define como la operación que, a través de la talla,

repara, rectifica, o acomoda el borde de los soportes (principalmente

elementos de extracción), dotándolos de la forma definitiva del útil. El

retoque siempre se realiza sobre el filo de la pieza, pudiendo penetrar más

o menos profundamente en el cuerpo de la misma. Se puede realizar tanto

por presión como por percusión, generando en ambos casos extracciones

de pequeña entidad.

3- PARTES DEL NÚCLEO (fig. 1)

• Plano de percusión o superficie de golpeo: superficie sobre la que se

ejerce la fuerza para desprender un fragmento del núcleo.

• Superficie de trabajo: superficie de la que se desprenden los elementos

de extracción.

• Negativos: Huellas más o menos convexas que dejan los elementos de

extracción al desprenderse del núcleo.

• Aristas: son las líneas que se generan en las caras del núcleo al

solaparse dos extracciones, de manera que señalan el lugar donde los planos de

fractura que han generado dichas extracciones interseccionan lateralmente.

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4- PARTES DE UN ELEMENTO DE EXTRACCIÓN (fig. 2)

• Cualquier elemento de extracción posee dos caras: � Anverso o cara dorsal: aquella que formaba parte de la superficie

exterior del bloque al que pertenecía antes de su extracción. Puede

presentar aristas, producto de anteriores extracciones del núcleo. � Reverso o cara ventral: la opuesta a la anterior, constituida por el

plano de fractura o lascado a partir del cual la pieza se ha desgajado

del núcleo. Presenta una superficie lisa, sin aristas ni córtex, en la que

se pueden documentar una serie de elementos característicos, siendo

los principales bulbo, ondas de percusión, escamas y estrías. � Bulbo de percusión: abombamiento concoideo inmediato al punto en

el que se ha ejercido la percusión o la presión. � Ondas de percusión: son el reflejo del paso de las ondas de la fuerza

ejercida por la percusión, a lo largo de todo el plano de fractura, desde

su origen en la base del bulbo, hasta el extremo contrario a éste. � Talón: fragmento del plano de percusión del núcleo que se desgaja de

éste al producirse la percusión o la presión, formando parte del

elemento extraído. Su morfología nos ofrece información sobre el plano

de percusión al que pertenecía. Distinguimos entre (fig. 4): o Talón Liso: superficie plana y sin aristas. o Puntiforme: el punto de impacto coincide con el filo proximal.

o Diedro: presenta dos planos separados por una arista. o Facetado: varios planos, producto de una preparación previa. o Cortical: formado por córtex (liso por definición).

Liso Puntiforme Diedro Facetado

Fig. 4 – Principales tipos de talones

� A través de la identificación de estos elementos, podemos realizar una

división longitudinal del elemento de extracción (fig. 3). El bulbo y el

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talón nos indican la orientación de la pieza, que se debe situar con

estos dos elementos en su base. Así distinguimos:

• Extremo proximal: definido por bulbo y talón.

• Extremo distal: el opuesto y más alejado al anterior.

• Zona medial o mesial: sector que queda entre ambos

extremos. 5 – LA CADENA OPERATIVA (fig. 5)

• El proceso de talla de la piedra se enmarca en lo que se conoce como

Cadena Operativa. Ésta se define como un conjunto de pasos encadenados que

se dan en la producción de útiles líticos, desde la recogida de la materia prima

hasta su abandono, pasando por las diferentes fases de fabricación, utilización,

reparación y reutilización (Leroi-Gourhan 1964). Su estudio permite establecer

diferentes estrategias de comportamiento técnico y cultural.

Fig. 5 - Esquema de la cadena operativa en la producción lítica

(Fuente: http://homepage.mac.com/jose_manuel_benito/Tecnologia%20Litica/page0/page0.html)

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EL DIBUJO DE LA INDUSTRIA LÍTICA • La representación gráfica de las industrias líticas es un instrumento

importante de cara al estudio y publicación de las mismas. Su sistemática

obedece a una serie de convenciones básicas que facilitan su comprensión

universal (fig. 6).

- Canto tallado bifacialmente de cuarcita - Bifaz de sílex

- Dibujo mediante puntos o líneas discontinuas - Dibujo mediante líneas

- Se representan vista anterior, posterior y sección. - Se representan vista anterior y perfil.

- Raspador sobre lámina de sílex

- Dibujo mediante líneas

- Se representan anverso, reverso, perfiles izquierdo y derecho, talón y extremo proximal.

Fig. 6 – La representación gráfica de las industrias líticas.

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HOJA DE PRÁCTICAS ASIGNATURA: Prehistoria Reciente PROFESOR: Manuel Alcaraz Castaño

PRÁCTICA Nº 2

Tecnología Lítica: Técnicas y Métodos de Talla

1- TÉCNICAS DE TALLA: PERCUSIÓN Y PRESIÓN (fig. 7)

• Percusión lanzada: consiste en arrojar el bloque que se desea modificar

contra una roca de igual o superior dureza, que actúa de percutor durmiente fijo. La pieza a modificar se fractura de manera aleatoria.

• Percusión durmiente: se golpea el bloque a modificar contra un percutor

durmiente fijo, pero en este caso no se arroja, sino que se acompaña la acción

con la mano.

• Percusión directa: la más habitual. Se golpea con un elemento

directamente sobre el bloque a modificar. Dicho elemento se denomina percutor,

distinguiéndose entre percutores duros (piedra) y percutores blandos (madera,

asta o hueso).

• Percusión indirecta: entre el percutor y el bloque que se desea modificar

se emplaza un elemento intermedio, cuyo fin es asegurar la precisión del impacto.

Éste, denominado generalmente cincel, puede ser de madera dura, hueso, asta

o incluso de piedra.

• Presión: consiste en aplicar una fuerza determinada sobre la materia

prima a modificar, a través de un elemento que no percute, sino que presiona

sobre ésta. El elemento que contacta con la materia prima se denomina

compresor, y puede estar confeccionado sobre materiales duros, o sobre

elementos blandos (asta o hueso).

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Percusión lanzada Percusión durmiente

Percusión directa Percusión indirecta

Talla por presión Retoque por presión

Fig. 7.- Tipos de percusión y presión (modificado a partir de Eiroa et al. 1999: figs. 2.1 y 2.2).

2 – MÉTODOS DE TALLA A lo largo del Paleolítico constatamos una evolución de los métodos de

talla, que en líneas generales, supone una optimización de la materia prima cada

vez mayor, generando con ello una mayor cantidad de filo.

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2.1 – Métodos de configuración de soportes nucleares (façonnage)

Los primeros métodos de talla identificados se refieren a la configuración

de elementos nucleares, es decir, a la fabricación de un útil a partir de un solo

bloque de materia prima. Los más complejos son los métodos bifaciales, que

desde elementos simples como cantos tallados bifacialmente (chopping-tools),

evolucionan hasta los diferentes tipos de bifaces.

Fig. 8 – Bifaz en sílex. Fig. 9 – Bifaz en cuarcita (según Rodríguez de Tembleque, 2005)

2. 2 – Los métodos de producción de elementos de extracción (débitage)

Progresivamente, la fabricación de útiles líticos se va encaminando a

métodos destinados a la producción de elementos de extracción (lascas, láminas

y laminitas), consiguiendo con ello un mayor aprovechamiento de la materia

prima. Son métodos más complejos, que implican la producción de elementos

predeterminados; es decir, que están condicionados por una preparación

sistemática del núcleo, según la cual una extracción está predeterminada por las

extracciones anteriores, a la vez que predetermina las siguientes.

Podemos distinguir entre los métodos de producción de lascas y los

métodos de producción de láminas. Entre los primeros, se documentan diversos

métodos (Levallois, Discoide, Quina), si bien aquí nos centraremos únicamente

en el Levallois. En cuanto a los segundos, atenderemos a la producción de

láminas mediante la creación de láminas de cresta.

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2. 2. A. La producción de lascas. El método Levallois

Se trata del método de talla lítica mejor definido y su principal objetivo es la

producción de lascas con una morfología determinada. Aparece durante el

Achelense y es el método más habitual en las industrias del Paleolítico Medio. Su

definición clásica comprende una preparación sistemática del núcleo, que

contempla una planificación ordenada de las extracciones, encaminada a la

consecución de una lasca de forma predeterminada (Bordes 1961). Implica una

preconcepción o imagen mental del objetivo de la producción por parte del

tallador, lo cual supone un gran avance en términos evolutivos.

Fig. 10 – Concepción volumétrica del método Levallois de lasca preferencial (modificado

a partir de Boëda 1994: fig. 1).

Elementos definitorios y desarrollo del método Levallois

• La concepción volumétrica del núcleo divide al mismo en dos superficies

jerarquizadas asimétricas: una actúa como superficie de trabajo o de

extracción y la otra como plano de percusión o superficie de configuración. Ambas superficies quedan divididas por un plano de

intersección imaginario (fig. 10).

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• Se comienza desbastando una de las dos superficies del núcleo de forma

periférica, a través de extracciones centrípetas y convergentes (fig. 11.a),

hasta eliminar completamente el córtex. Se configura de esta forma la que

será superficie de trabajo, generando lo que comúnmente se conoce como

“núcleo de caparazón de tortuga” (fig. 10.1).

• Alternando con el proceso anterior, se realizan extracciones en la

superficie opuesta, de forma que se generen planos de percusión desde

los cuales realizar las extracciones de la superficie de trabajo.

• Posteriormente, se prepara el plano de percusión que servirá para la

extracción del objetivo principal del método: la lasca levallois. Dicho

procedimiento se realiza a través de pequeñas extracciones en la parte de

la superficie de configuración más próxima al plano de intersección (fig.

11.b). Este plano se conoce comúnmente como “sombrero de gendarme” y

se reconocerá igualmente en el talón de la lasca levallois.

• Por último, se percute sobre el plano de percusión mencionado,

obteniendo con ello la lasca levallois, que correrá paralela o subparalela a

la superficie de trabajo (figs. 10.2 y 11.b).

• La lasca resultante tendrá unas características formales muy específicas,

en lo que concierne a su espesor, silueta y morfología. En general son

lascas de una gran superficie, lo que se traduce en una cantidad de filo

considerable (figs. 10.3 y 11.b).

• La técnica utilizada durante todo el proceso es la de la percusión directa

con percutor duro.

Otras variantes levallois: el método descrito corresponde al esquema clásico

definido por Bordes, y que hoy en día se conoce como “Levallois de lasca

preferencial”. Sin embargo, actualmente se reconocen otras variantes del método,

destinadas a la producción de series de lascas y no a la consecución de un única

lasca levallois. Estos esquema de talla levallois, denominados recurrentes o de

lascas múltiples, suponen un visión más abierta del “concepto Levallois” (Boëda

1994; Inizan et al. 1995).

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Fig. 11 – Método Levallois de lasca preferencial (según Inizan et al. 1995: fig. 23).

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Puntas levallois: además de a la producción de lascas, la tecnología levallois

puede encaminarse a la consecución de puntas. Éstas se definen como lascas

levallois de silueta triangular, que presentan en su anverso tres negativos de

extracciones anteriores de preparación: dos laterales que convergen en una

arista en la zona distal de la pieza, y uno central ligeramente convexo que se

extiende desde la zona proximal hasta el comienzo de dicha arista (fig.12).

Fig. 12 – Punta levallois (según Inizan et al. 1995: fig. 25)

2. 2. B. La tecnología laminar

La tecnología laminar es el método de producción de elementos de

extracción que consigue un mayor aprovechamiento de la materia prima,

generando soportes alargados, con una gran superficie de filo. Si bien aparece de

forma acusada a partir de los inicios del Paleolítico Superior, su presencia se

documenta asimismo en contextos anteriores. Implica un método de talla organizado y preconcebido, destinado a la

producción en serie de elementos alargados, ya sean láminas o laminitas.

Elementos definitorios y desarrollo del método laminar

• El volumen del núcleo se concibe de tal forma que permita la máxima

explotación del mismo, así como la producción de elementos de extracción lo

más alargados posibles. Se buscan así nódulos alargados, destinados a

configurar núcleos de formas tipo piramidal o prismática (fig. 14). Estos

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núcleos se preparan mediante la configuración de un plano de percusión

perpendicular a la superficie de longitud máxima del bloque de materia. Esta

última adoptará el papel de superficie de trabajo (fig. 13).

• Los métodos documentados son variados. Uno de los más habituales

comienza la producción mediante la extracción de láminas de cresta

perpendiculares al plano de percusión. Dichas láminas de cresta, se

consiguen mediante extracciones paralelas al plano de percusión, generando

así una arista perpendicular al mismo que recibe el nombre de cresta (fig. 13.

1).

• El siguiente paso es percutir en el plano de percusión de tal forma que se

aproveche la cresta anteriormente configurada (la fractura se desarrollará

siguiendo el recorrido de la cresta). Se consigue así la extracción de la

primera lámina de cresta, cuya principal característica será una sección

triangular y un anverso donde se observan los negativos de las extracciones

de configuración de la cresta (fig. 13.2).

• Se prosigue el trabajo a través de sucesivas extracciones, que aún

conservarán los estigmas propios del anterior trabajo de la cresta. Estas

láminas se denominan de “semicresta” (fig. 13. 3-6).

• De esta forma, la superficie de trabajo quedará configurada para la plena

producción de láminas, que comprenderá habitualmente una explotación más

o menos perimetral del núcleo (fig 13. 6a; fig. 14). Estas “verdaderas” láminas

no presentarán ya cresta alguna, sino una serie de aristas paralelas al eje de

la pieza (habitualmente entre 1 y 3), producto de las anteriores extracciones

laminares (fig. 2).

• Es de vital importancia que la relación angular entre el plano de percusión y la

superficie de trabajo sea la adecuada en todo momento, no superando en

ningún caso los 90º. Si esto ocurre, es necesario reavivar el plano de

percusión mediante una extracción denominada “tableta de reavivado”, que

devuelve al núcleo una relación angular óptima para proseguir la producción

(fig. 15).

• Las técnicas documentadas en la producción de láminas son variadas:

percusión directa con percutor duro o blando, percusión indirecta, así como

presión.

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Fig. 13 – Esquema de la tecnología laminar. Primeros pasos: 1. Configuración del núcleo

mediante la creación de una arista o cresta perpendicular al plano de percusión; 2. Obtención de la primera lámina de cresta y sucesivas láminas de semicresta (3-6); 6a: núcleo preparado para

la “plena producción de láminas” (según Inizan et al. 1995: fig. 61).

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Fig.14 – Ejemplos teóricos de núcleos de láminas. 1 – Núcleo piramidal; 2 – Núcleo prismático con dos superficies de trabajo (según Inizan et al. 1995: fig. 31).

Fig. 15 – Tableta de reavivado (modificado a partir de Inizan et al. 1995: fig. 78).

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La producción de laminitas: en líneas generales, la producción de laminitas se

desarrolla a través de métodos equiparables a los de láminas, siendo en muchos

casos el resultado de la continuación de la propia explotación laminar, que va

reduciendo progresivamente el tamaño del núcleo y de los elementos de

extracción (fig. 16).

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Fig. 16 – Núcleos piramidales de laminitas. 1: fotografía C. Weber; 2: dibujo C. Normand y A. Turq. Fuente: Le Brun, Bordes y Bon (2005).

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HOJA DE PRÁCTICAS ASIGNATURA: Prehistoria Reciente PROFESOR: Manuel Alcaraz Castaño

PRÁCTICA Nº 3

Tipología Lítica 1 – INTRODUCCIÓN La tipología es la “Ciencia que permite reconocer, definir y clasificar las

diferentes variedades de útiles que aparecen en los yacimientos prehistóricos”

(Bordes 1961).

Existen distintas tipologías que intentan clasificar los útiles líticos

prehistóricos. Las más conocidas son las que utilizan criterios morfológicos como

eje central de su sistemática. Para el Paleolítico, las tipologías morfológico-

descriptivas más utilizadas son la de F. Bordes (1961) para las industrias del

Paleolítico Inferior y Medio, y la de D. Sonneville-Bordes y Perrot (1954, 1955,

1956a y b) para las industrias del Paleolítico Superior.

Los diferentes útiles líticos, clasificados en tipos, deben su conformación,

además de a su propio soporte, al retoque de sus filos. Es por tanto la operación

de retoque la que dota al útil de su morfología final (fig. 1), permitiendo así su

discriminación dentro de un tipo específico.

2 – LA GESTIÓN DE LOS SOPORTES: EL MATERIAL RETOCADO El retoque se define como la operación que, a través de la talla, repara,

rectifica, o acomoda el borde de los soportes (principalmente elementos de

extracción), dotándolos de la forma definitiva del útil. Siempre se realiza sobre el

filo de la pieza, pudiendo penetrar más o menos profundamente en el cuerpo de

la misma. Se puede realizar tanto por presión como por percusión, generando en

ambos casos extracciones de pequeña entidad.

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El estudio del retoque

Consideramos el retoque según cuatro criterios fundamentales: modo,

amplitud, dirección y delineación (Laplace 1974).

• Modo: hace referencia al ángulo con que se dispone el retoque con

respecto a la base, observada la pieza en sección y considerando

como base el reverso de la misma (fig. 17).

Según el modo distinguimos:

o Simple: el ángulo que forma el retoque con respecto a la base

es igual o ligeramente inferior a 45º.

o Abrupto: el ángulo que forma el retoque con respecto a la base

es superior a 45º, llegando en ocasiones hasta los 90º. Al

contrario que el retoque simple, que no modifica el filo original, el

abrupto lo destruye, dando así lugar a lo que se conoce como

bordes abatidos. En ocasiones se habla de retoque semiabrupto

o ultraabrupto.

o Plano: el ángulo que forma el retoque con respecto a la base es

siempre inferior a 45º. Afecta tanto al borde como a las caras de

la pieza, siempre conservando el filo.

Fig. 17 – Modo del retoque según Laplace (modificado a partir de Eiroa et al. 1999: fig.2.3).

• Amplitud: grado en que el retoque penetra en la superficie de la pieza,

desde el filo (fig. 18).

o Marginal: el retoque se limita al margen de la pieza

o Profundo: se localiza en profundidad.

o Invasor: se extiende por gran parte de la superficie, alcanzando

el eje tecnológico de la pieza.

o Cubriente: se extiende por toda o casi toda la superficie de una

o las dos caras de la pieza.

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Marginal Profundo Invasor Cubriente

Fig. 18 – Amplitud del retoque. Dibujos J. M. Benito.

• Dirección: se refiere a la ubicación del retoque con respecto a las

caras de la pieza (fig. 19) (siendo dicha ubicación contraria a la cara

sobre la que se ha ejercido la fuerza para la ejecución del retoque).

o Directo: el que aparece sobre el anverso de la pieza

o Inverso: el que aparece sobre el reverso de la pieza.

o Alterno: si un filo presenta retoque directo y el otro anverso.

o Alternante: si en un mismo filo hay retoques directos e inversos

en dos zonas diferentes.

o Bifacial: si un filo presenta a la vez retoques directos e inversos.

Directo Inverso

Alterno Alternante Bifacial

Fig. 19 – Dirección del retoque. Dibujos J. M. Benito.

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• Delineación: documenta la manera en que se distribuyen las

extracciones que constituyen el retoque (fig. 20).

o Continuo: las extracciones del retoque son adyacentes entre sí,

constituyendo una serie continua.

o Discontinuo: las extracciones no son adyacentes entre sí.

o Denticulado: las extracciones forman una “hilera de dientes”.

Continuo Discontinuo Denticulado

Fig. 20 – Delineación del retoque. Dibujos J. M. Benito.

Principales tipos del Paleolítico Inferior

• Cantos tallados o trabajados: cantos con una o varias extracciones

amplias que conforman un filo. Los unifaciales se denominan Choppers

y los bifaciales Chopping-tools (fig. 6).

• Bifaz: aparece en el Achelense y supone una evolución tecnológica

con respecto al Chooping-tool. Las extracciones afectan a una

superficie mayor de la pieza y se buscan formas más o menos

apuntadas y simétricas (figs. 8 y 9). Suelen presentarse en soportes

nucleares, aunque también existen sobre lasca.

• Hendedor: similar al bifaz, se diferencia de éste en que presenta en el

extremo distal un filo transversal natural y sin retocar (fig. 21).

1 2

Fig. 21 – Hendedores en sílex (2: según Bordes 1961. Dibujo P. Laurent)

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Principales tipos del Paleolítico Medio

• Raedera: Lasca o lámina que presenta, sobre uno o varios filos, retoques

continuos y regulares que determinan un filo semicortante. Encontramos

una gran variedad de raederas, que se pueden clasificar atendiendo a la

ubicación y cantidad de los filos retocados, así como a la forma de los

mismos (figs. 22 y 23) (Bordes 1961).

Lateral, simple, recta. Transvesal, simple, convexa. Lateral, doble, recta.

Fig. 22 – Algunos tipos de raederas (modificado a partir de Bordes 1961).

Fig. 23 – Raedera en sílex. Fotografía: The British Museum.

http://www.creswell-crags.org.uk/

• Muesca o escotadura: elemento sobre lasca o lámina que tiene una o

varias concavidades (no consecutivas) que afectan drásticamente al filo,

interrumpiéndolo de forma perpendicular (fig. 24).

• Denticulado: elemento sobre lasca o lámina que presenta en alguno de

sus filos una serie de muescas adyacentes, que configuran un filo dentado

(fig. 24).

• Perforador: útil sobre lasca o lámina que presenta un saliente muy

aguzado, obtenido por retoques bilaterales, a menudo abruptos (fig. 24).

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1 2

Fig. 24 – 1. Muesca; 2. Denticulado; 3. Perforador (modificado a partir de Bordes 1961).

Principales tipos del Paleolítico Superior

• Raspador: Útil sobre lámina o lasca, que muestra en una o ambas

extremidades (raspador doble) un retoque continuo, no abrupto, que

delimita un frente más o menos regularmente redondeado, denominado

“frente de raspador”. La lista tipológica bordesiana contempla hasta 18

tipos de raspadores atendiendo a su morfología (figs. 25 y 26).

Simple en extremo de lámina Doble En hocico

Fig. 25 – Algunos tipos de raspadores (modificado a partir de Bordes 1984: figs.121 y 131).

1 2 3 Doble sobre lámina Carenado En hocico

Fig. 26 – Raspadores. 1. Fuente: http://lithiccastinglab.com/; 2. Fotografía: M. Jugie; 3. Fotografía: C. Weber. Fuente 2 y 3: Le Brun, Bordes y Bon (2005).

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• Buril: Útil generalmente sobre lámina (aunque también existe sobre lasca),

provisto de una arista transversal funcional destinada a hacer incisiones.

Las aristas están formadas por la intersección de dos planos en ángulo

diedro, al menos uno de los cuales ha sido obtenido mediante un golpe de

buril. Se diferencian 18 tipos en el Paleolítico Superior (figs. 27 y 28).

1 2 3 4 Fig. 27 – Algunos tipos de buriles. 1. De ángulo sobre rotura; 2. Sobre truncadura, mostrando el “golpe de buril”; 3. Diedro; 4. Múltiple (modificado a partir de Inizan et al. 1995: figs. 55-60).

Buril diedro Buril – raspador

Fig. 28 – Buriles. Fuente: http://lithiccastinglab.com/

• Truncadura: Útil generalmente sobre lámina o laminita (rara vez sobre

lasca) que posee un retoque continuo y abrupto en el extremo distal de la

pieza, o en ambos extremos (bitruncadura). También se denomina

fractura retocada (fig. 29.1).

• Útiles de dorso o de borde abatido: se trata de piezas cuya principal

característica es que uno de sus filos aparece dominado por un retoque continuo y abrupto, que abate el filo de la pieza. Encontramos lascas,

láminas y puntas de borde abatido (fig. 29. 2-4 y fig. 30).

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1 2 3 4 Fig. 29 – Truncadura (1) y Piezas de dorso o borde abatido (2-4). 2: Laminita de dorso; 3: Punta de Chatelperron; 4: Punta de la Gravette (modificado a partir de Demars y Laurent 1992: figs.

27, 34, 36 y 39).

1 2 Fig. 30 – Piezas de dorso. 1: Lámina con borde abatido; 2: Punta de Chatelperron (Fuente:

Pelegrin y Soressi 2007: figs. 1 y 7).

• Piezas foliáceas: se trata de un grupo que caracteriza el tecnocomplejo

solutrense y cuya principal característica es su apariencia de hoja, de

donde proviene su denominación. Presentan un retoque plano y cubriente, que adelgaza la pieza e intenta mitigar la curvatura habitual de

la lasca o lámina, para convertirla en un plano recto. Se clasifican según

su morfología, siendo característico a todas ellas su carácter apuntado

(figs. 30 y 31). Este tipo de piezas se encuentran también en otras

regiones del planeta, en cronologías muy variadas (fig. 32).

1 2 3 4 Fig. 30 – Piezas foliáceas. 1: Hoja de laurel; 2: Hoja de sauce; 3: Punta de muesca; 4: Punta con

pedúnculo y aletas (modificado a partir de Demars y Laurent 1992: figs. 52, 53, 56 y 68).

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Fig. 31. Hojas de laurel solutrenses. Fuente: http://lithiccastinglab.com/

Fig. 32 – Reproducciones de puntas foliáceas norteamericanas. Arriba: “Agate basin point” en

síex; Abajo: “Clovis point” en obsidiana. Fuente: http://www.msu.edu/~doneycar/flint.html

• Microlitos Geométricos: característicos de los momentos finales del

Magdaleniense y sobre todo de momentos epipaleolíticos y neolíticos,

responden a un proceso conocido como Microlitización, que supone la

fabricación de una serie de industrias de pequeño tamaño y con formas

geométricas. Su fabricación se debe a una técnica específica conocida

como técnica del microburil. El punto de partida de esta técnica es la

29

obtención de una lámina, sobre la que se realiza una muesca, para a

continuación percutir sobre ella. Se fragmenta así la lámina, generando el

microburil. A continuación, se continúa el trabajo de fragmentación de la

lámina, originando los microlitos geométricos, que posteriormente se

retocarán (fig. 33 A-C).

Las tipologías para el Epipaleolítico contemplan una gran variedad

de tipos de microlitos geométricos, que se resumen en segmentos de círculo, trapecios y triángulos (fig. 33 D y fig. 34).

B

D Fig. 33. Técnica del Microburil. A: Realización de muesca sobre lámina (1-2) y percusión sobre

ella (3); B: Microburil; C: Fragmentación de la lámina. D. Microlitos geométricos (modificado a partir de Eiroa et al. 1999: fig. 2.9).

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Fig. 34 – Microlitos geométricos neolíticos. Fuente: www.valledeambrona.com

Descripción y clasificación básica de material lítico tallado

Para la descripción de la industria lítica tallada utilizaremos la siguiente

ficha esquemática:

� SOPORTE:

� MATERIA PRIMA:

� RETOQUE (Modo, amplitud, dirección, delineación)

� ANVERSO:

� REVERSO:

� TIPO:

� CLASIFICACIÓN:

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ÁREA DE PREHISTORIA DEPARTAMENTO DE HISTORIA I Y FILOSOFÍA

HOJA DE PRÁCTICAS ASIGNATURA: Prehistoria Reciente PROFESOR: Manuel Alcaraz Castaño

PRÁCTICA Nº 4

La Industria Lítica Pulimentada

1 – TECNOLOGÍA BÁSICA DEL PULIMENTO DE LA PIEDRA La industria lítica pulimentada se obtiene mediante el rozamiento continuado del bloque de materia prima que se desea modificar con un elemento

físicamente abrasivo (habitualmente areniscas y otras rocas de grano grueso),

que lo desgasta. Esto provoca una disminución del volumen de la pieza y la

aparición de superficies lisas y homogéneas. De forma previa al proceso de pulimento, la materia prima se reduce hasta

la forma deseada mediante la percusión.

2 – MATERIAS PRIMAS

Al contrario que en la industria tallada, se buscan rocas de difícil fractura y

que sean resistentes a la abrasión y el pulimento. Las más utilizadas son rocas

plutónicas como granitos, dioritas u ofitas, así como metamórficas como la

serpentina o la anfibolita, entre otras.

Granito Diorita Serpentina

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3 – PRINCIPALES TIPOS DE ÚTILES PULIMENTADOS Molino y mano de molino: Se trata de dos piezas complementarias cuya

función principal es machacar materiales sólidos. El molino es el elemento fijo, y

la mano es el móvil. Es habitual que la mano sea de una material algo más duro y

de un grano más fino que el molino.

Los más conocidos son los llamados molinos barquiformes, que toman su

nombre de su similitud formal con una barca, y cuyo funcionamiento estaría

presidido por un movimiento de vaivén (fig. 35).

Fig. 35 – Molinos y manos de molino barquiformes (Dibujo: modificado a partir de Eiroa

et al. 1999: fig. 2.12)

Hacha pulimentada: Pieza de desarrollo longitudinal y sección oval o similar,

que presenta dos extremos diferenciados: uno presidido por un filo cortante, y

otro opuesto al anterior y que habitualmente tiene forma apuntada (base o talón).

Además del filo y la base, el resto de partes del hacha son: bordes, cuerpo y

planos de pulimento (fig. 36). Se presentaría habitualmente enmangada en un

astil de madera (fig. 36).

1 2 3 Fig. 36 – 1. Partes de un hacha pulimentada; 2. Sistemas de enmangue de hachas;

3.Enmangue de azuela.

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• Para su descripción tenemos en cuenta los siguientes parámetros:

o Forma de la pieza (en visión frontal):

Triangular ; rectangular ; trapezoidal

o Filo (en visión frontal):

Rectilíneo ; curvo

o Perfil del filo:

Simétrico ; asimétrico

o Base (en visión frontal):

Redondeada ; recta

o Sección:

Rectangular ; en media luna ; oval ; circular

• Representación gráfica: la pieza se suele orientar con la base hacia abajo y

se representan visión frontal, perfil, y sección. (fig. 37). El relleno se realiza

mediante puntos, cuya densidad depende del grado de pulimento de la pieza:

a mayor pulimento, menor densidad del punteado.

1 2 3

Fig. 37 – 1 y 2. Hachas; 3. Azuela (Dibujos según Fábregas y Fuente 1998: fig. XXX).

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Azuela: de morfología similar al hacha, se diferencia de ésta en que presenta un

filo asimétrico, mientras que el del hacha es siempre simétrico, o ligeramente

asimétrico (fig. 37). Esta asimetría es consecuencia de que uno de sus lados no

está trabajado para conformar el filo, o está alterado ligeramente. El enmangue

de la azuela en el astil se realizaría siguiendo el eje del mismo, al contrario que

en el hacha, cuyo sistema de enmangue es perpendicular al astil (fig. 36).

• La representación gráfica y la descripción de la azuela se realiza de la

misma forma que en el caso del hacha.

Otros elementos pulimentados

Existen otros útiles líticos pulimentados como mazos, bolas, cinceles o

brazales de arquero. Asimismo, encontramos otra serie de elementos

relacionados con comportamientos menos funcionales, tales como brazaletes,

cuentas de collar o ídolos placa (fig. 38).

1 2 3 4

5 6 Fig. 38 – Otros elementos líticos pulimentados. 1. Mazo; 2. Mazo enmangado; 3. Bola; 4. Brazal

de arquero; 5. Ídolo-placa; 6. Brazalete. (1, 2, 4 y 6 según Eiroa et al. 1999: figs. 2.12 y 2.15; 3 según Fábregas y Fuente 1988: fig. XXX; 5 según Bueno et al. 2004: fig. 20.).

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Descripción y clasificación básica de material lítico pulimentado

Para la descripción de la industria lítica pulimentada utilizaremos la

siguiente ficha:

� PIEZA:

� FORMA:

� GRADO DE PULIMENTO:

� FILO:

� Frontal:

� Perfil:

� BASE:

� SECCIÓN:

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE INDUSTRIA LÍTICA

Baena J. (ed.) (1998): Tecnología Lítica Experimental: Introducción a la talla de utillaje prehistórico. BAR International Series 721, Oxford. Bernaldo de Quirós F., Cabrera V., Cacho C., Vega L. G. (1981): Proyecto de análisis técnico para las industrias líticas. Trabajos de Prehistoria 38: 9-37. Benito Álvarez J. M. (2007): Dibujo digital del material lítico prehistórico. Consejos básicos para mejorar la cualificación profesional en Prehistoria y Arqueología. Arqueoweb. Revista sobre Arqueología en Internet 9 (1). http://www.ucm.es/info/arqueoweb/numero9_1/conjunto9_1.htm Boëda, E. (1994): Le concept Levallois: variabilité des méthodes. Monographie du CRA, 9. CNRS, Paris. Bordes F. [1961] (1981): Typologie du Paléolithique ancien et moyene. 4ª ed. “Cahiers du Quaternaire” 1. Éditions du CNRS, Paris, 2 tomos. Bordes F. (1984): Leçons sur le Paléolithique. Tome II, Le Paléolithique en Europe. “Cahiers du Quaternaire” 7. Éditions du CNRS, Paris. Demars P-.Y. y Laurent P. (1992): Types d’Outils Lithiques du Paleolithique Superieur en Europe. Presses du CNRS. Paris.

Eiroa J. J., Bachiller J. A., Castro L., Lomba J. (1999): Nociones de Tecnología y Tipología en Prehistoria. Ariel, Barcelona.

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Fábregas R. y Fuente F. de la (1988): Aproximación a la cultura material del megalitismo gallego. La industria lítica pulimentada y el material cerámico. Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico. Universidad de Santiago de Compostela, Santiago.

Inizan M. L., Reduron M., Roche H., Tixier J. (1995): Préhistoire de la Pierre Taillée. T. 4. Technologie de la pierre taillée. CREP, Meudon (France).

Laplace G. (1974): La typologie Analytique et Structurale: Base rationnelle d’étude des industries lithiques et osseuses. Colloques nationaux CNRS 932. Banques de données archéologiques: 91-142. Leroi-Gourhan A. (1964): La geste et la parole. Vol 1. Technique et langage. Albin Michel, Paris. Merino J. M. (1994): Tipología Lítica. “Munibe (Antropologia-Arkeologia)” suplemento 9, 3ª edición [1ª ed. 1980], Sociedad de Ciencias Aranzadi – Aranzadi Zientzi Elkartea, San Sebastián-Donostia. Mora R., Terradas X., Parpa A. y Plana C. (eds.) (1992): Tecnología y cadenas operativas líticas. Reunión Internacional, 15-18 Enero 1991. “Treballs d’Arqueologia” 1, Bellaterra, Barcelona. Sonneville-Bordes D. de y Perrot J. (1954, 1955, 1956a y b): Lexique typologique du Paléolithique supérieur. Outillage lithique. Bulletin de la Societé Préhistorique Française 51: 327-335; 52: 76-79; 53: 408-412 y 547-559.

OTROS TRABAJOS CITADOS

Bueno P., Balbín R., Barroso R. (2004): Application d’une méthode d’analyse du territoire à partir de la situation des marqueurs graphiques à l’intérieur de la Péninsule Ibérique: le Tage International. L’Anthropologie 108: 653-710. Clarke D. L. (1984): Arqueología Analítica. Bellaterra, Barcelona. Le Brun-Ricalens F., Bordes J.-G., Bon F. (eds.) (2005): Productions lamellaires attribuées à l’Aurignacien: chaînes opératoires et perspectives technoculturelles. Actes du XIV congrès de l’UISPP, Université de Liège, 2-8 septembre 2001. Musée national d’histoire et d’art, cop. Luxembourg. Pelegrin J. y Soressi M. (2007): Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien. En B. Vandermeersch y B. Maureille (eds.): Les Néandertaliens. Biologie et cultures. “Documents préhistoriques” 23. Éditions du CTHS, Paris: 283-296. Rodríguez de Tembleque J. (2004): Yacimiento de Puente Pino: nuevas perspectivas en el estudio del Paleolítico inferior de la Península Ibérica. En Miscelánea en Homenaje a Emiliano Aguirre, Vol. 4. “Zona Arqueológica” 4: 440-451.