PRESENCIA HUECOIDE EN HACIENDA GRANDE, LOIZA

Luis A. Chanlatte Baik

INTRODUCCIÓN

El Centro de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, es creado en el 1948, por recomendación a las autoridades universitarias, del ar­queólogo Ricardo Alegría, según consta en su informe de actividades correspondiente al año académico 1947-1948.

Citamos:

"Recomendaciones a las Autoridades Universitarias para el próximo año fiscal, 1948-1949, en relación al Proyecto de Excavaciones Arqueológicas".

1. "Recomendamos que se suprima el Proyecto de Excavaciones Arqueológicas (del Museo UPR) y a su vez se cree el Centro de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad de Puerto Rico. Este Centro deberá tener como personal permanente un director. Sugerimos este cambio debido a la creencia que la creación de un Centro de Investigaciones Arqueológicas daría más seriedad a los trabajos que se vienen efectuando y a su vez ofrecería un carácter de más perma­nencia a los estudios".

En ese informe Alegría hace alusión a las excavaciones en Luquillo, considerando "los trabajos de excavaciones en Luquillo se cerraron en agosto de 1947, después de haber obtenido considerablemente y valioso material arqueológico. A través de estas excavaciones se ha obteni­do evidencia de gran trascendencia para la reconstrucción de las culturas aborígenes antilla-

n

nas . "En la actualidad (1948) hemos iniciado otra temporada de excavaciones en la finca San

José del Cacique, de Loíza Aldea. Este lugar parece ser de gran importancia en la investigación arqueológica y su situación nos hace creer que hemos localizado el poblado que una vez habitó la Cacica Loíza...".

Ya finalizando su informe Alegría promete "publicar los resultados de las investigaciones arqueológicas hasta el presente realizadas". "Actualmente estamos terminando el reporte de las investigaciones de Luquillo y esperamos lograr su publicación en el próximo año fiscal". (1948-49). (Alegría 1948. Informe Anual, sin publicar).

Del testimonio de este informe se infiere que Alegría excavó en Monserrate, Luquillo en el 501

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año 1947 y en la finca San José del Cacique en el año 1948. Suponemos que se trata del sitio Hacienda Grande.

En el año 1954 Alegría hace una segunda intervención en Hacienda Grande para completar el área excavada en el año 1948, interrumpida espacialmente por el camino vecinal de las dos fincas. En esa oportunidad recupera dos amuletos-cuentas batraciformes de la cultura huecoi-de (Rouse-Alegría, 1990, Fig. 12, pág. 51).

Los que trabajamos la arqueología antillana, estuvimos siempre pendientes de estas publi­caciones, por considerarlas fundamentales para nuestras investigaciones, pero por circunstan­cias que ignoramos no fue posible disponer de esas valiosas informaciones hasta el año 1990, mediante una publicación conjunta firmada por el antropólogo Irving Rouse, de la Universidad de Yale (retirado) y Ricardo Alegría, bajo el título de "Excavations At María de la Cruz Cave and Hacienda Grande Village Site Loiza, Puerto Rico". Yale University-1990.

REACTIVACIÓN DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS:

A partir del 1955 fecha en que el arqueólogo Ricardo Alegría pasa a dirigir el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Centro de Investigaciones Arqueológicas cae en un lapso de diez años de inactividad investigativa. En el 1965 fuimos contratados para reorganizar las coleccio­nes del Centro y crear un nuevo programa de investigación. Comenzamos con la revisión de los sitios más importantes excavados por Rainey, Rouse, Alegría y otros, ya que fue imposible iniciar una catalogación de los materiales excavados en los años 1947, 1948 y 1954, por encon­trarse éstos visiblemente mezclados y carecer de información de campo.

Durante esta etapa revisionista visitamos por primera vez el sitio de Hacienda Grande en Loíza, año 1967, acompañado del señor Laureano Fuentes, ayudante de excavación de Alegría. Por fin teníamos la tan deseada oportunidad de hacer nuestro primer sondeo, en un depósito residual de tradición saladoide.

Orientado por el señor Laureano Fuentes experto conocedor del sitio, seleccioné un espacio cerca de la guardarraya que separa la finca-vaquería propiedad del señor Jorge M. Alvarez y la del Coronel Ramón N. Wash. En los terrenos de este último es donde hoy se encuentra "Villa Cañona", la cual se ha extendido hasta ocupar el área donde excavamos en el 1967. El sitio exacto está localizado en la zona 1 del sector A, entre las secciones CyD excavadas por Rouse en el 1962. (Ver plano de localización. {Rouse-Alegría, 1990, pág. 7).

El primer pozo lo marcamos A-I, con dos por dos metros de superficie, lo hicimos al oeste de una hilera de palmas de corozo que divide las dos fincas, a una distancia aproximada de seis metros de la primera palma. Como el propósito del momento era confirmar la tipología cerámi­ca del saladoide en ese lugar, utilizamos un cedazo de un cuarto de pulgada.

Excavamos en capas de veinticinco centímetros, utilizando el método de estratigrafía artifi­cial. En el primer nivel recuperamos un maravedí acuñado en Santo Domingo a principios del siglo XVI y varias muestras cerámicas AGRO-IV, del estilo Capa o elenoide tardío. En el segun­do nivel la tipología cambió totalmente, aportando una cerámica simple y sin ornamentación pintada ni incisa. Recuperamos una asa en D con botón, gruesa y sin pulir.

En las capas sucesivas hasta una profundidad máxima de un metro treinta centímetros, se mantuvo invariable la presencia de cerámica sin pintar, aumentando en cantidad considerable las muestras con ornamentación incisa. La capa de mayor abundancia con muestras culturales y restos alimenticios, fue el cuarto nivel hasta un metro veinticinco centímetros de profundi­dad.

Dejando un espacio de dos metros hicimos otro sondeo hacia el este del A-I, el cual marca­mos B-I con las mismas dimensiones del anterior. Los resultados fueron idénticos aumentando la presencia de muestras con ornamentación incisa fina entrecruzada en zonas. La totalidad de muestras cerámica aportó además, dos asas en D con botón, un cuello de botella, un fragmento de recipiente para aspirar los polvos de la cohoba, adornos modelados-incisos y muchas mues-

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tras con la ornamentación incisa fina entrecruzada en zonas, conservando algunas en sus inci­siones el típico relleno de pasta blanca que caracteriza a los huecoides.

Entre los materiales asociados recuperamos hachas de piedras rústicas, sin pulir, lascas y microlascas de pedernal varias muestras de concha y lítica talladas en calcita. Los adornos corporales estuvieron representados por cuentas de collar talladas en diorita, cristal de roca, calcita cristalizada, dos muestras de adornos de madreperla, una aguja de concha, un diente de perro y un separador de hilos con su típica hilera de pequeñas perforaciones.

Grande fue mi frustración al finalizar mi primera experiencia en un sitio de tradición sala-doide, sin haber obtenido un solo fragmento de cerámica con ornamentación pintada blanco sobre rojo. Aunque la presencia del inciso fino entrecruzado en zonas, me advertía que estaba en el sitio correcto, ya que ese rasgo se consideraba una característica del saladoide antillano temprano, utilizándose por muchos años como un marcador de tiempo.

Llevamos el material excavado al laboratorio del Centro para lavarlo y roturarlo. La inexpli­cable ausencia de cerámica pintada en esa área del sitio Hacienda Grande, nos indicaba que debíamos tener prudencia con ese material. Finalmente lo almacenamos para su estudio futu­ro.

NUEVO PROGRAMA

En el año 1975 el Centro de Investigaciones Arqueológicas, crea un nuevo programa con directrices y propósitos definidos: establecer la ruta migratoria antillana del saladoide y su distribución en las islas. Para tal finalidad escogimos un sitio en la costa suroeste de la isla de Puerto Rico: TECLA, Guayanilla (1975) y posteriormente SORCE, en la isla Municipio de Vie­ques (1977).

Los más extraordinario de este programa fue el descubrimiento de una nueva cultura agroa-lfarera en la finca Sorcé; del Bo. La Hueca en Vieques, cuya principal característica cerámica es la ornamentación incisa y el modelado inciso figurativo, destacándose los diseños incisos finos entrecruzados en zonas. En los siete depósitos que configuran la aldea estudiada, la cerámica con ornamentación pintada que identifica a los saladoides, estuvo totalmente ausente.

El diseño inciso fino entrecruzado en zonas, relleno de pasta blanca y en algunos casos rosada, que tipifica a los huecoides, es aplicado en sus recipientes cerámicos tanto en el interior como en el exterior, de manera profusa. Su cronología radiocarbónica los sitúa en ese lugar, desde el inciso de la Era Cristiana hasta la llegada de los europeos a estas islas. A esa nueva cultura le dimos el nombre de Complejo Cultural La Hueca, para honrar el Barrio donde fue descubierta e identificada como cultura independiente y no como un componente del desarro­llo saladoide en Las Antillas.

Este descubrimiento, diez años después, despeja la incógnita que en el 1967 presentó los materiales sin ornamentación pintada obtenidos en los pozos A-I y B-I que excavamos en la zona No. 1, entre las secciones C y D, excavadas por Rouse en el sitio de Hacienda Grande. (Ver láminas: 1, 2, 3, 4, 5 y 6).

Ahora esas muestras constituyen, la mejor evidencia material de la presencia huecoide en Hacienda Grande, independiente de la cultura saladoide. Consideramos que aún es tiempo de someter ese importante sitio arqueológico, a una rigurosa revisión sistemática, que corrija los errores y la deficiencia metodológica empleada en las diferentes intervenciones, incluyendo la mía. Lo que permitirá deslindar las dos área que separadamente ocuparon en Hacienda Gran­de, los huecoides y los saladoides.

COMENTARIOS Y CONSIDERACIONES

1- No podemos concluir sin comentar que en el término de dos años (1990 y 1992) el abru-

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mador resultado de nuestras investigaciones, forzaron a Rouse a reinterpretar sus conceptos arqueológicos para las Antillas, publicando aceleradamente y a todas lnr-es "urgente", dos volú­menes orientados a mantener vigentes sus viejas y muy cuestionables tipologías cerámicas.

La primera de estas publicaciones (Rouse-Alegría, 1990) es un informe que debió publicar­se hace cuarenta años, en el cual vemos la resistencia sistemática de ignorar la nueva arqueolo­gía antillana y de justificar negligencias profesionales injustificables. Lamentablemente la tan esperada publicación, está plagada de errores interpretativos, de informaciones incorrectas y falta de actualización. El mismo día que comenzó a circular ya estaba obsoleta.

La segunda publicación (Rouse, 1992) es un lastimoso recuento de sus aventuras arqueoló­gicas por las islas del Caribe, que lo convirtió en el héroe indiscutible de los coleccionistas y de los primeros investigadores de la arqueología antillana. No puedo negarlo, también fue mi héroe, hasta que comencé a emplear mis propios criterios investigativos. Esta obra "Los Tai­nos" podemos aceptarla en parte como una autobiografía, pero si la primera tiene errores en esta abundan los horrores.

Entre las numerosas informaciones incorrectas que encontramos en la publicación de Rouse y Alegría, 1990, en la página 57 dicen que en la página 250 de mi ponencia presentada en el XII Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, celebrado en Martinica, digo que la fecha 370 D. C. corresponde a una unidad con "cerámica ostionoide intrusiva", motivo falso que los inducen convenientemente, a desestimar esa fecha, para acomodar su cronología. En todas nuestras publicaciones y ponencias, hemos resaltado el hecho de que en Sorcé no hay presencia de otras culturas indígenas, que no sean la saladoide y la huecoide. Es sorprendente observar con qué habilidad recurren a un malabarismo cronológico, para desvirtuar la extensa cronolo­gía de las investigaciones recientes, desechando aquellas fechas que les son inconvenientes a sus intereses y propósitos personales.

En la misma obra citada (Rouse-Alegría, 1990, pág. 74) ofrecen otra información falsa, cuando hablan de enterramientos humanos en los depósitos huecoides de Sorcé. Es bien cono­cido que en los siete asentamientos de viviendas huecoides, sólo hemos obtenido dos muelas y un diente de los llamados de "leche" como únicas evidencias óseas humanas.

Continuando el largo desfile de errores, vemos que en Rouse-Alegría, 1990, pág. 47 y Roe, 1985, págs. 69-79, dicen que mi intervención en Hacienda Grande fue en el 1970, en la zona 2. Para que se corrija en la próxima edición, si es que la hay, mis dos pozos de sondeos los hice en la zona 1, entre las secciones C y D de Rouse, cerca de la verja que divide las dos fincas, y fue en el año 1967.

2. Por las referencias que tenemos consideramos que las excavaciones en Hacienda Grande del 1948 y el 1954, acusan deficiencias metodológicas propias de la época (?) y la aparente falta de una permanente supervisión directa, de un arqueólogo experimentado. Posiblemente esa fue la causa principal que impidió identificar entonces, el rasgo cerámico como un componen­te que estaba señalando la presencia de otro grupo, culturalmente diferente a los saladoides.

George Warrek, profesor de la UPR, ya fallecido, coleccionista por aficción, excavó en áreas aledañas a mis sondeos y a la excavación de Alegría del 1954, recuperando una interesante colección de muestras cerámicas, con diseños incisos finos entrecruzados en zona. (Warrek. Boletín Informativo No. 2, Vol. 1, 1972, págs. 4 y 5). Alegría también obtuvo una considerable cantidad de cerámica con este rasgo, parte de las cuales envió a Rouse, lo que hizo que este cambiara su criterio de que ese rasgo era "intrusivo" (Rouse, 1952, Part 3, pág. 308-309).

La abundante presencia del inciso fino entrecruzado en zonas, despierta el interés de Rouse quien excava en Hacienda Grande en el año 1962 con el propósito de fechar el sitio. Hace cuatro secciones que marca A, B, C y D, de una de estas: la D, saca dos muestras de carbón para fines cronológicos que aportan las fechas de 120 y 370 D. C. La experiencia nos dice que dos muestras radiocarbónicas son insuficientes y poco confiables para fechar un sitio tan extenso como Hacienda Grande, que además presenta la problemática estratigráfica de ser multicom-ponente.

En esta etapa se analizan los únicos dos pozos que se catalogaron de las excavaciones de

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Alegría el 1954, desechando la totalidad de los materiales obtenidos en el 1948. En el 1964 aparece por primera vez el estilo Hacienda Grande en el cuadro de tiempo y espacio de Rouse. Todavía no nos explicamos qué criterios utilizaron los autores (Rouse y Alegría) para llegar a conclusiones tan específicas que culminan con la creación del estilo cerámico Hacienda Gran­de, con pretenciones de controlar todo el movimiento saladoide en Las Antillas, partiendo de las características de dos únicos pozos, ya que los materiales del 1948 se mezclaron, debido a un largo período de ausencia profesional en el Centro de Investigaciones Arqueológicas, ha­ciendo imposible su catalogación.

En Hacienda Grande nunca se ha hecho una intervención investigativa con el concepto de asentamiento poblacional. A pesar de que el sitio ha sido inclementemente saqueado por mu­chos años, un trabajo sistemático de equipo, puede aún mostrar la configuración de las dos aldeas y la ubicación de las viviendas huecoides y saladoides.

3. Otro logro de nuestro extenso programa investigativo (1975-1993) es que hizo cambiar la mirada de nuestros investigadores, dando por terminada la época en que Rouse fue recipiente obligado, de las informaciones de todos los trabajos posteriores a la década de los treinta, convirtiéndose en una especie de oráculo arqueológico y en el punto focal de una época, en que la arqueología antillana estaba orientada al coleccionismo personal y a la museografía oficial.

BIBLIOGRAFÍA:

Chanlatte-Baik, Luis A. 1981. La Hueca y Sorcé (Vieques, Puerto Rico) Primeras Migraciones Agroalfareras Antil­

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Editora Taller, C. por A. 1983. Vieques-Puerto Rico, Asiento de una Nueva Cultura Aborigen Antillana. Santo Dom­

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1952. Scientific Survey or Porto Rico and the Virgin Islands, Volume XVIII-Part 3, New York.

1990. Alegría, Ricardo E. Excavations at María de la Cruz Cave and Hacienda Grande Vil­lage site Loíza, Puerto Rico, Universidad de Yale, New Haven.

Rouse - Irving 1992. The Tainos, Rise and Decline of the People Who Greeted Columbus. Yale University,

New Haven. Roe - Peter G.

1985. A preliminary Report on the 1980 and 1982 Field Seasons at Hacienda Grande (12PSJ7-5) Overview of Site History, Maping and Excavations.

Warrek - George 1972. Boletín Informativo de la Fundación Arqueológica y Antropológica de Puerto Rico.

No. 2, Vol. l .Págs. 4 y 5).

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HOUSWC WVflOPMÍNT Localización de las principales excavaciones en Hacienda Grande, (after Roe 1985, Fig. 5) (Rouse-Alegría, 1990. Fig. 3).

A- Vista panorámica del sitio Hacienda Grande, Loíza, Puerto Rico.

B- Otro ángulo del sitio Hacienda Grande. Mostrando el área donde excavó Chanlatte en el año 1967.

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A- Muestras de cerámica AGRO-IV, (estilo Capá o B- Dos fragmentos de vasijas huecoides con diseño elenoide tardío). inciso fino entrecruzado, en el borde. Cultura AGRO -

I (Hacienda Grande).

A- Cuatro fragmentos de bordes de vasijas huecoides, con diseño inciso fino entrecruzado. Las incisiones están rellenas de pasta blanca, típico de la cultura AGRO-I (Hacienda Grande).

B- Siete fragmentos de bordes de vasijas huecoides, cuatro con diseño inciso fino entrecruzado. Cultura AGRO-I (Hacienda Grande).

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A- Fragmento de borde de vasija con diseño inciso fino entrecruzado, relleno de pasta blanca. Esta caracterís­tica es típica de la cultura AGRO-I (Hacienda Gran­de).

B- Fragmento de vasija huecoide con una cara mode­lada en su interior. Cultura AGRO-I (Hacienda Gran­de).

A- Dos asas en D con botón y la boca de una garrafa. Cerámica típica huecoide. Cultura AGRO-I (Hacienda Grande).

B- Otros aspectos de la cerámica huecoide. Puede apre­ciarse una asa figurativa modelada-incisa, la boquilla doble deun aspirador de cohoba, entre otras expresio­nes. Cultura AGRO-I (Hacienda Grande).

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A- Muestras de hachas ¡(ticas sin pulimento, caracte­rística típica de los huecoides. En la parte media baja se observa un fragmento de pulidor acanalado. Cultu­ra AGRO-I (Hacienda Grande).

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B- Lascas y microlascas de pedernal. Cultura AGRO-I (Hacienda Grande).

B- Adornos corporales recuperados por Alegría en el sitio Hacienda Grande, en su excavación del 1954. Los tres amuletos-cuenta abajo son típicos de la cultura huecoide AGRO-I (Hacienda Grande).